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Virginia satir.

Bibliografia.

Biografía de Virginia Satir

Virginia Satir, autora y psicoterapeuta estadounidense, nació el 26


de junio de 1916 y falleció el 10 de septiembre de 1988. Nació en
Neillsville, Wisconsin. Lectora precoz, aprendió a leer a los tres
años. Se licenció en Educación en 1936, y fue profesora en
Wisconsin, Michigan, Louisiana y Florida, entre otros. En 1941 se
casó con un soldado, Gordon Rogers, de quien se divorció en 1949.
Mientras éste luchaba en la Segunda Guerra Mundial, ella obtuvo
un título de trabajo social en la Universidad de Chicago. Volvió a
casarse en 1951, pero este segundo matrimonio tampoco duró. Con
su primer marido tuvo un embarazo problemático que la obligó a
practicarse una histerectomía, incapacitándola para tener hijos, si
bien adoptó a dos mujeres adultas, compañeras suyas de
investigación.

Pionera en el campo de la Teoría Sistémica Familiar, comenzó a


desarrollar sus prácticas clínicas en 1951, trabajando con familias
en el Dallas Child Guidance Center y en el Illinois State Psychiatric
Institute. Junto a otros especialistas, creó el Mental Research
Institute de Palo Alto, California, que ofreció el primer programa de
entrenamiento en terapia familiar. Es doctora honoris causa por la
Universidad de Wisconsin-Madison y por el Professional School of
Psychological Studies.
Virginia es Conocida especialmente por su enfoque de terapia
familiar. Sus libros más famosos en idioma español son Terapia
familiar paso a paso, En Contacto Íntimo: Cómo relacionarse con
uno mismo y Nuevas Relaciones Humanas en el Núcleo Familiar.

Satir se graduó de segunda en su clase con una maestría en


educación en 1936.2 Ella pasó los próximos dos años en una
escuela pública en Williams Bay, Wisconsin, primero como maestra
y luego como directora. El siguiente año se convirtió en una
educadora viajante, trabajando en Ann Arbor (en Míchigan),
Shreveport (en Luisiana) y en Miami (Florida).3

En 1948 se recibió de Máster en trabajo social por la Universidad de


Chicago. Luego, Satir empezó una práctica privada. Trabajó con su
primera familia cliente en 1951, y para 1955 estaba trabajando con
el Instituto Psiquiátrico de Illinois, motivando a otros terapeutas a
enfocarse en familias en vez de pacientes individuales. Para el final
del decenio, se mudó a California, donde co-fundó el "Mental
Research Institute" en Palo Alto de California. El instituto recibió una
subvención del NIHM en 1962, permitiéndoles comenzar el primer
programa formal de entrenamiento en terapia familiar jamás
ofrecido.4

Una de las ideas más novedosas de Satir fue que "el problema
presentado pocas veces es el problema real, en tanto que la forma
que tiene la gente de encarar el problema presentado la que crea el
problema real".5 Satir también ofreció propuestas acerca de los
problemas particulares generados por baja autoestima en las
relaciones.5

Satir publicó su primer libro en 1964. Su reputación creció con cada


libro subsecuente y viajó por el mundo entero describiendo sus
métodos. También se convirtió en "diplomat" del Academy of
Certified Social Workers y recibió el premio por servicio distinguido
del American Association for Marriage and Family Therapy.6
También ha sido reconocida con varios doctorados honorarios,
incluyendo un doctorado de 1978 en ciencias sociales de la
Universidad de Wisconsin-Madison, y en 1986 un doctorado del
Professional School of Psychological Studies.

Todo su trabajo fue hecho bajo el concepto del "convertirse más


plenamente humano". A partir de la posibilidad de una tríada
nutricia de padre, madre e hija/hijo, concibió un proceso de
validación humana. Continuamente plantó semillas de esperanza
para la paz mundial en tanto continuación de su trabajo para
comprender y ayudar grupos humanos a partir del nivel de familia, y
la humanidad entera en tanto familia.
5 libertades de virginia satir.

Las 5 libertades de Virginia Satir para fortalecer la autoestima

 La libertad de ser. “La libertad de ser y escuchar lo que está aquí,


en lugar de lo que debería ser, fue o será”. ...
Esta primera de las libertades de Virginia Satir está conectada con
la importancia de ser auténticos y de vivir el presente, en lugar de
estar navegando por las profundidades del pasado, las corrientes
futuras o incluso por los entresijos de la idealización y las
proyecciones externas.

 La liberta de decir lo que uno siente y piensa. ...

La libertad de decir lo que uno siente y piensa, en lugar de lo que


uno debería sentir y pensar”.

En la mayoría de los casos, tememos que nuestras palabras y


pensamientos no sean los adecuados, que no obtengamos la
aprobación de los demás o que simplemente los hagamos daños.
Por esta razón, acabamos por expresar mucho menos de la mitad
de lo que sentimos y pensamos.

De esta forma, nos disfrazamos y en lugar de crear relaciones


auténticas, construimos vínculos inestables y de falsa modestia. Es
una doble traición, primero a nosotros mismos por rechazarnos y
segundo a los demás por ocultar quienes verdaderamente somos.
Ahora bien, no olvidemos que también podemos optar por no decir
nada, siempre y cuando sea una decisión personal y no impuesta
desde el exterior o para decir lo que los otros esperan escuchar.

No hay nada de malo en expresar nuestros sentimientos y


creencias, siempre y cuando lo hagamos desde el respeto y la
responsabilidad emocional. De hecho, es lo más recomendable si
queremos que los demás nos conozcan y nos acepten por como
somos y si deseamos crear vínculos nobles con ellos.

 La libertad de sentir. ...

La libertad de sentir lo que uno siente, en lugar de lo que uno


debería sentir”.

Esta es una de las libertades de Virginia Satir que quizás más nos
pueda costar, ya que nadie nos ha enseñado cómo identificar
aquellos que sentimos. En primer lugar hay que tener presente que
todas y cada una de nuestras emociones son válidas, no hay que
reprimirlas ni bloquearlas, de lo contrario no profundizaremos en el
maravilloso arte de conocernos.
Una vez que sabemos que somos libres de vivir y experimentar
cada una de las emociones que podamos sentir es importante
entrenarse para identificar el lenguaje emocional. Porque en
ocasiones, la tristeza se esconde tras el miedo o este quien se
expresa a través de la ira. Lo importante es escucharlas, centrarse
en cómo nos sentimos para conocer a cada una de ellas y más
tarde poder gestionarlas.

El mundo emocional que cada una de nosotros albergamos en


nuestro interior es un mapa que no solo nos ayuda a nosotros a
descubrir quiénes, sino también a los demás. Porque si no sabemos
cómo se sienten los otros, difícilmente podremos responderles de
forma adecuada en la relación que hayamos establecido y
viceversa.

 La libertad de pedir. ...

“La libertad de pedir lo que uno quiere, en lugar de esperar el


permiso para hacerlo”.

No podemos estar esperando a que las oportunidades y las


personas llamen a nuestra puerta, tampoco podemos conformarnos
con todo lo que suceda o no. Tenemos libertad para elegir y para
pedir.
A menudo, las personas con baja autoestima suelen actuar una vez
que se les concede el permiso para ello, fruto de su inseguridad. Es
como si no pudieran decidir por ellas mismas porque alguien les ha
privado de ese derecho. Y aunque probablemente en su infancia
alguien les haya hecho sentir así, nunca es tarde para despertar y
alzar la voz por uno mismo, para hacerse visible.

Una vez que sabemos quiénes somos, qué sentimos y cómo


expresarlo, el siguiente gran paso es expresar lo que uno quiere
para luego, dirigirse en su búsqueda y tomar riesgos.
 La libertad de correr riesgos.

“La libertad de correr riesgos por tu propia cuenta, en lugar de elegir


solo lo que es “seguro” y no arriesgarse”.

La última de las libertades de Virginia Satir tiene que ver con correr
riesgos, con salir de esa zona de confort que a veces a pesar de ser
incómoda actúa como refugio.

Si queremos crecer, si queremos avanzar la única opción posible es


actuar y por supuesto, responsabilizarse de las consecuencias
derivadas de nuestros actos. Solo así podremos asumir lo sucedido
y aprender de ello. Mientras no abandonemos esa sensación de
seguridad y nos enfrentemos cara a cara con la incertidumbre es
imposible que sigamos conociéndonos.

Como vemos, las 5 libertades de Virginia Satir con un canto al amor


propio. Un conjunto de afirmaciones que nos invitan a reflexionar
sobre cuánto nos valoramos y cómo de auténticos somos con los
demás.
Declaración de auto estima.

Virginia Satir fue una destacada terapeuta familiar y de pareja del


siglo pasado. La aprecio mucho. Sus palabras son sencillas y
profundas a la vez, y cada vez que la leo tengo la sensación de
comerme algo sano y de buen sabor, algo nutritivo y no
empalagoso.
Virginia escribía en abundancia sobre las relaciones humanas,
comunicación y autoestima. Según ella, la autoestima, es el factor
fundamental en lo que sucede entre y dentro de las personas, y la
base de unas buenas relaciones de pareja y familiares. Si damos
valor, respeto y amor a nosotros mismos, podemos valorar y amar a
los demás. El sentimiento de baja autoestima es algo que hemos
aprendido, por lo tanto siempre es posible desaprender e integrar
un nuevo conocimiento.

Yo Soy Yo

En todo el mundo no hay nadie como yo.


Hay personas que tienen algo en común conmigo, pero nadie
es exactamente
como yo.
Por lo tanto, todo lo que surge de mí es verdaderamente mío
porque
yo sola lo escogí.

Soy dueña de todo lo que me concierne:


De mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace; mi mente,
incluyendo todos sus pensamientos e ideas; mis ojos,
incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan; mis
sentimientos, sean lo que sean, ira, gozo, frustración, amor,
desilusión, excitación; mi boca, y todas las palabras que de
ella salen, corteses, tiernas o rudas, correctas o incorrectas; mi
voz, fuerte o suave, y todas mis acciones, ya sean para otros o
para mí misma.
Soy dueña de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis
temores.
Soy dueña de todos mis triunfos y logros, de todos mis
fracasos y errores.
Como soy dueña de todo mi yo, puedo llegar a conocerme
íntimamente.
Al hacerlo, puedo amarme y ser afectuosa conmigo en todo lo
que me forma.
Puedo así hacer posible que todo lo que soy trabaje para mi
mejor provecho.
Sé que hay aspectos de mí misma que me embrollan, y otros
aspectos que no conozco.

Mas mientras siga siendo afectuosa y amorosa conmigo


misma, valiente y esperanzada, puedo buscar las soluciones a
los embrollos y los medios para llegar a conocerme mejor.
Sea cual sea mi imagen visual y auditiva, diga lo que diga, haga
lo que haga, piense lo que piense y sienta lo que sienta en un
instante del tiempo, esa soy yo.
Esto es real y refleja donde estoy en ese instante del tiempo.
Más tarde, cuando reviso cuál era mi imagen visual y auditiva,
que dije y que hice, que pensé y que sentí, quizá resulte que
algunas piezas no encajen. Puedo descartar lo que no encaja y
conservar lo que demostró que si
encaja. E inventar algo nuevo en vez de lo que descarté.

Puedo ver, oír, sentir, pensar, decir y hacer.


Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de
otros, para ser productiva, y para encontrar
el sentido y el orden del mundo formado por la gente y las
cosas que me rodean.

Soy dueña de mí misma, Y por ello puedo construirme.

Yo soy yo y estoy bien.


Patrones de Roles de comunicación.

Por alguna razón que desconozco, éste ha sido -por lejos- mi post
más leído. Y si bien me frustra no tener una buena explicación, me
alegra que las miles de horas de observación y trabajo con
dinámicas familiares que realizó Virginia Satir décadas atrás, aún
hoy sigan concitando interés.

Estamos a miles de kilómetros y a muchos años de distancia y aún


así su conclusión de que “las personas resuelven de cuatro
maneras los efectos negativos del estrés o tensión” parece válida…
o le hace sentido… a muchos lectores hispanoparlantes…

¿Tan predecibles somos?

La verdad es que no, pero cuando estamos tensos y estresados, da


la impresión que somos así de básicos, pues como diría Satir,
“cuando una persona tiene dudas de su valía, suele recurrir a los
actos y las respuestas de los demás para encontrar una definición
personal”.

Antes de seguir leyendo y de profundizar en estos patrones


sistematizados en las “Nuevas Relaciones Humanas en el Núcleo
Familiar”, piensen en sus peleas y en sus desencuentros –tanto
reales como imaginarios- e intenten etiquetar el rol que
desempeñan ustedes y sus sus seres queridos… o esos que no son
tan queridos…

Para que no sufran demasiado, no se hagan muchas ilusiones


sobre sí mismos, pues aquí nadie queda bien parado.

¿Preparados?

Aplacador

El aplacador hace lo que hace para que las otras personas no se


enojen. Mientras sus palabras comunican que hará lo que la otra
persona quiera para hacerla feliz, su cuerpo transmite
desvalimiento.

Es una víctima que apacigua al otro, pues internamente siente que


no es nada, que no tiene valor alguno y que sin la otra persona no
estaría vivo.

¿Ya se pueden imaginar la dinámica?


Satir recomienda teatralizarla y exagerarla, meternos corporalmente
en el rol. Para ello nos invita a arrodillarnos, levantar una mano en
señal de súplica, mirar hacia arriba al otro y pedir perdón por todos
los malos ratos causados.

Este estilo congraciador no se muestra en desacuerdo, se disculpa


todas las veces que requiera el caso y pasará de ser humilde a
mártir de ser necesario, pues su único fin es agradar.

El aplacador te dirá que si tuviera cerebro hubiera hecho lo que tu


esperabas, aceptará todas las críticas y te agradecerá hayas
invertido tiempo en pensarlas y decírselas, pues de verdad le ayuda
y se disculpará por no haberte pedido lo que te debió haber pedido,
pero la verdad es que no lo hizo porque no se sentía capaz de
hacerlo.

Inculpador o Acusador

El inculpador, en el calor de una discusión, te hará ver su profundo


desacuerdo y te enrostrará que nunca haces bien las cosas.
No tengas dudas, su mensaje corporal es evidente, él es el jefe, él
manda, acusa, aunque en el fondo, en su interior, lo atormenta una
sensación de soledad e inutilidad.

Ya se podrán imaginar la postura que recomienda ejercitar Virginia.


De pie, dedo acusador apuntando al otro, mirada fija, rayos láser…
posición de ataque.

Este dictador, que encontrará rápidamente tus defectos, te dirá con


voz dura y tensa todo lo que has hecho o no hecho… mal.

Agudos y ruidosos… son los reyes del nunca, del siempre, del
jamás y no te extrañes si más que descubrir algo, su intención
oculta sea maltratarte.

Con una mano en la cadera, y una respiración de inhalaciones


cortas, verás sus músculos del cuello tensionarse, su piel
enrojecerse y su nariz dilatarse mientras lanza ráfagas de palabras.

Calculador
Las palabras del calculador son súper razonables; es una persona
correcta que transmite pocos sentimientos. Su cuerpo, sereno, frío y
controlado, será acompañado de una voz seca y fría. Su actitud
distante irá de la mano de palabras abstractas.

Debajo del discurso monótono hay una sensación interna de


indefensión y la convicción de que en estas situaciones hay que
decir lo correcto, no mostrar emociones, no caer en la tentación de
responder, ni menos de mostrarse afectado.

La postura corporal es rígida y Virginia recomienda, para


teatralizarla con humor, imaginar “que tu columna es una larga y
pesada varilla de acero que se extiende desde las caderas hasta la
nuca, y que un collar de hierro de cinco centímetros te rodea el
cuello. Mantente tan inmóvil como puedas, incluyendo los labios”.

Gracias a esta postura tu voz se apagará de manera natural, pues


aquí, el único mensaje importante es el que transmite tu actitud:
nunca debes cometer errores.

Distractor

Las palabras del distractor se caracterizan por ser irrelevantes o no


guardar relación con el contexto, la situación o el tema. Los
mensajes verbales carecen de sentido y su cuerpo te transmitirá
que va camino a otra parte.

Lo que haga o diga el distractor será ajeno a la situación, pues


debajo del sentimiento interno de aturdimiento, está convencido de
que a nadie le importa como persona y de que ahí no tiene espacio.

Este trompo, que no se sabe a dónde va, nunca irá al grano con sus
palabras. Mientras su cuerpo apunta en distintas direcciones, te
escuchará con dificultad y puede que sople una pelusa imaginaria,
se amarre y desamarre los cordones o destaque algo de tu ropa
que no viene al caso, para soportar así esta incómoda situación.

Si quieres ensayar corporalmente este patrón, siéntate al borde de


una silla, junta las rodillas de manera exagerada, encorva los
hombros, mueve tus manos en direcciones opuestas, mira hacia
arriba, ojalá hacia una esquina, y mientras la otra persona te
reprocha tu actitud comenta esa telaraña que acabas de descubrir
en los rieles de la cortina.

¿Y ahora… qué hacemos con este juego de patrones?

Para Virginia Satir, la razón por la que caemos en este juego de


solo cuatro cartas, en que favorecemos el estado de baja
autoestima, se debe a que a través de estas dinámicas logramos
adaptarnos a la autoridad familiar y a las actitudes imperantes de
nuestra sociedad.

Se podrá?

Parece que sí… le creo a Virginia… y a todas las personas que


trabajan y confían en que modificar nuestra forma de relacionarnos
en familia… puede terminar cambiando nuestra forma de
relacionarnos con el mundo…

Drama de virginia satir.

Bales extres.

Terapia familiar paso a paso virginia satir

Virginia satir usa mucho recurso


Algunas de las Obras de Virginia Satir:
 Terapia Familiar paso a paso
 Terapia familiar conjunta
 Tus distintos rostros: pasos para ser amado
 Psicoterapia familiar conjunta
 El contacto íntimo. Como lograr una relación auténtica con uno mismo y con los
demás
 Vivir para crecer. El maravilloso mundo de tus posibilidades
 Ejercicios para la comunicación humana
 Todas tus caras: pasos para amar y ser amados
 Nuevas Relaciones Humanas en el núcleo familiar
 Pasos para ser amados: tus distintos rostros
 Autoestima
 En contacto íntimo

Técnica

La varita mágica

Los rituales, se utiliza LAS MASCARAS


Casuística Familia con problemas múltiple.

Yudelka y benjamín son esposo viven con maría madre de benjamín quien
sufre de azúcar y dos hijo Juan y José uno de 16 y otro de 24 años el cual el
de 24 no quiere trabajar ni aportar nada en la casa, el de 16 es indisciplinado
no respeta a sus padres en la escuela no cumple con sus deberes, su madre
cumple con sus responsabilidades y trata de que se cumplan las reglas en el
hogar, pero al mismo tiempo la abuela la desautoriza delante de los hijos
mientras que sus padre tiene problemas de alcohol no cumple con su
obligaciones familiares por tanto sus hijos no le tienen respeto.
Drama terapéutica.

Se inicia con una buena empatía luego los pacientes explican la problemática

En el cierre tiene que decirle que traigan a los hijos para una próxima sesión
terapéutica.

Hola como están: mi nombre es Luis miguel

Cuál es tu nombre: yudelka y usted benjamín. cuál es el motivo de la


consulta , mi esposo benjamín nada mas quiere estar tomando bebida
alcohólica, benjamín usted considera que eso está bien nadamas estar
bebiendo, no pero me hace falta tomar, ok cuanta persona viven en la casa,
tengo dos hijos uno de 24 y otro de 16 y las abuela de mi hijos a que se
dedican el de 24 no estudia ni quiere trabajar y el 16 tiene problemas de
conducta en la escuela nada mas quiere estar jugando no cumple con su
deberé, quienes más viven en la casa la mama de benjamín ella sufre de
azúcar aparte de eso cuando corrijo a mi hijo delante de su abuela ella me
desautoriza mi corrección dándole apoyo a los nieto por lo tanto no le tienen
respecto a los padres .

En esta primera sesión vamos ir trabajando con usted como pareja ya que lo
demás miembro de la familia no están presente pero para la próximas sesión
es muy importante que participen.
Familia simulada.

El papel de la familia simulada es tocando la realidad pero de forma contraria


ejemplo la mujer pasando por la situación del hombre y el hombre por la
situación de la mujer.

De esa forma se puede lograr una mayor compresión de la conducta.

Contacto.

En el transcurso de la terapia En determinado momento de la terapia tocar al


paciente de forma de consolación. Ya que el contacto tiene poderos efecto y en
inicio de la entrevista e bueno saludar a las persona en consulta

Reconstrucción familiar.

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