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TECNOLOGÍAS DISPONIBLES EN ECUADOR Y EN EL MUNDO (PEREZ

IVÁN)
En lo referente a los tipos de biomasa, estos se encuentran resumidos en la Figura 1,
atendiendo a dos criterios de clasificación distintos: procedencia y composición. Ésta
última resulta especialmente relevante a la hora de proponer la tecnología de conversión
más adecuada para una biomasa concreta. [1]

Figura1.-Dos posibles clasificaciones de la biomasa


Fuente: [1]
TECNOLOGÍAS DE CONVERSIÓN DE LA BIOMASA
Las tecnologías más utilizadas actualmente para convertir las materias primas
biomásicas en energía eléctrica y térmica son: la combustión, la gasificación y la
biodigestión. Estas tecnologías combinadas con la amplia diversidad de combustibles
biomásicos disponibles convierten a la biomasa en una energía renovable especialmente
versátil, al permitir que la valorización de biomasas pueda hacerse en base a los
biocombustibles específicos con los que cuente cada agente y con una potencia de
producción térmica y eléctrica igualmente basada en la cantidad disponible de dichos
biocombustibles, lo que da lugar a una inmensidad de proyectos posibles que dan
respuesta a las necesidades y requerimientos de todo tipo de agentes. [2]
Valorización de biocombustibles sólidos mediante combustión.
La producción térmica y eléctrica mediante combustión directa de la biomasa sólida
constituye unas de las aplicaciones energéticas más asentadas hoy en día, con
tecnologías plenamente desarrolladas a escala comercial.
La aplicación térmica con producción de calor y de agua caliente sanitaria es la más
común. La producción térmica puede ser:
 Doméstica, a través de calderas o estufas individuales.
 Edificación, calderas diseñadas para un bloque o edificio de viviendas.
 Red de calefacción centralizada, calderas con una capacidad de generación de
calor y de agua caliente sanitaria aptas para abastecer a urbanizaciones, edificios
públicos, etc.
 Industrial, calderas de biomasa que abastecen los consumos térmicos de
determinadas industrias.
 La aplicación eléctrica se lleva a cabo en centrales térmicas en las que hay una
gran caldera en la que se genera el vapor de agua que empuja los álabes de la
turbina de vapor, y esta turbina hará girar un alternador eléctrico que generará la
corriente eléctrica que se exporte a la red. [2]
Valorización de biocombustibles sólidos mediante gasificación.
Se denomina gasificación de biomasa a un conjunto de reacciones termoquímicas que se
producen en un ambiente pobre en oxígeno, y que dan como resultado la transformación
de un sólido en una serie de gases que tras haber sido debidamente acondicionados son
susceptibles de ser utilizados en una caldera, en una turbina y/o en un motor en los que
se produce la electricidad que se exporta a la red.
En lo que se denominan “pequeñas plantas de biomasa”, que son las que cuentan con
potencias instaladas menores de 2 MW, la valorización de biomasas mediante
gasificación cuenta con mejores rendimientos que la combustión. [2]
Producción de biogás mediante biodigestión y desgasificación de vertederos.
La biometanización o degradación anaerobia es un proceso biológico mediante el cual la
materia orgánica, en ausencia de oxígeno y por medio de un grupo de bacterias
específicas (anaerobias), se degrada en una serie de productos de naturaleza gaseosa
denominados en genérico biogás (CH4, CO2, H2, H2S, etc.) y en otros denominados
digestatos, que es una mezcla de productos minerales (N, P, K, Ca, etc.) y otros
difícilmente degradables. Este proceso puede ocurrir de manera forzada en digestores
anaerobios o de manera natural en vertederos controlados de residuos sólidos urbanos,
en lo que se denomina el proceso de desgasificación de los vertederos.
El biogás obtenido puede ser introducido en una caldera, en un motor de combustión
interna alternativo o en una turbina de gas, para ser transformado energéticamente según
corresponda en cada caso, o incluso ser acondicionado para su inyección en la red de
gas natural. [3]
SITUACIÓN DE LA BIOMASA
SITUACIÓN A NIVEL MUNDIAL
Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
(FAO), algunos países pobres obtienen el 90% de su energía de la leña y otros
biocombustibles.
Esta fuente de energía supone un tercio del consumo energético en África, Asia y
Latinoamérica siendo la principal fuente de energía en los hogares de 2.000 millones de
personas. [3]
El inconveniente de la biomasa es su falta de desarrollo tecnológico y de eficiencia
energética, situándose fuera de una planificación sostenible de su aprovechamiento, lo
que conlleva la deforestación de grandes áreas que supone un grave impacto ambiental
asociado.
Más del 10 % de la superficie mundial se utiliza actualmente para cultivos y un 25%
para pastos de ganadería y otras producciones animales. [3]
Un mayor desarrollo de la tecnología y una adecuada planificación del aprovechamiento
de la biomasa, supondría un impulso para el mercado internacional de biomasa, mejoras
ambientales y el desarrollo rural de zonas degradadas.
Las previsiones establecidas por el Panel intergubernamental sobre Cambio Climático
establecen que antes de 2100 la cuota de participación de la biomasa en la producción
mundial de energía debería estar entre el 25 y el 46%. [3]
En el año 2006, la contribución de la biomasa (incluyendo usos tradicionales no
eficientes) a nivel mundial alcanzaba los 1.186 Mtep (Millones de toneladas de
equivalente de petróleo) de energía primaria, lo que suponía un 10,1 % del total
mundial. Si descontamos la biomasa mediante usos tradicionales, la contribución de
todas las energías renovables a nivel mundial baja significativamente, situándose
alrededor del 7 % del consumo de energía primaria mundial. [3]
La AIE (Agencia Internacional de la Energía) establece la siguiente división por
aplicaciones:
 Usos tradicionales (calefacción y cocina): 724 Mtep
 Usos modernos: 462 Mtep, divididos en:
 Biocarburantes: 24,4 Mtep.
 Calor utilizado directamente: 293 Mtep (188,6 Mtep industriales y 104,4
Mtep en edificios).
 Electricidad y redes de calefacción: 80,7 Mtep (239 TWh).
 Pérdidas: 63,9 Mtep. [3]
De los 239 TWh (Teravatios-hora) eléctricos generados con biomasa en 2006, la AIE
indica que aproximadamente el 44,4 % correspondían a plantas de generación eléctrica
exclusiva con un rendimiento medio del 20 %. El resto eran plantas de cogeneración
con uso de la energía térmica tanto en la industria como en redes de calefacción
centralizada.
Cabe señalar que en general las estadísticas de biomasa son poco fiables dada la
heterogeneidad de aplicaciones y su dispersión; no sólo en España sino en el resto de
países también. [3]
En la Unión Europea, cinco países aportan el 56,7 % de la energía primaria producida
con biomasa, Francia, Suecia, Alemania, Finlandia y Polonia. Los principales
consumidores de biomasa (consumo per cápita) son los países nórdicos y bálticos, junto
con Austria, y encabezados por Finlandia. [3]
Merece la pena destacar que las aplicaciones para calefacción y ACS (Agua caliente
sanitaria) abastecidas con pelets son una práctica habitual en muchos países europeos.
En algunos de ellos, el crecimiento en la instalación de calderas de biomasa ha sido muy
significativo desde el año 2004. [3]
En Austria, por ejemplo, se pasó de 28.000 instalaciones con potencias inferiores a 100
kW en 2004, a 47.000 en 2006.
Todos estos desarrollos junto con la creciente producción de pelets han dado lugar a un
mercado europeo de biomasa; en el que los países con excedente de producción de este
tipo de biomasa abastecen a los países consumidores de pelets.
Por otro lado, la producción eléctrica con biomasa se sitúa en torno a los 60 TWh en la
Europa de los 27, lo que supone alrededor del 2% de la producción de eléctrica europea.
[3]
SITUACIÓN EN ECUADOR
Ecuador cuenta con una amplia y variada producción agrícola en sus distintas regiones
que luego de su aprovechamiento genera gran cantidad de residuos de materia orgánica,
conocida como biomasa, que es desechada en su mayor parte, a pesar de su importante
potencial energético.
Enfocados en el uso de este recurso renovable, en un esfuerzo conjunto entre varias
entidades del Gobierno Nacional, se realizó un levantamiento y tratamiento de
información que identifica las cantidades de residuos agropecuarios y forestales
generados en las distintas regiones del país; así como su correspondiente contenido
energético. [4]
Los resultados de este estudio fueron publicados en el ‘Atlas Bioenergético del
Ecuador’ por el Ministerio Coordinador de Producción, Empleo y Competitividad
(MCPEC), el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER) y el Instituto
Nacional de Preinversión (INP) en 2014; documento que proporciona información
básica y valiosa.
De acuerdo a este documento, en Ecuador los principales cultivos con potencial
energético y mayor volumen de producción de residuos son: la palma africana que
genera cerca de 6,9 millones de toneladas anuales (equivalente a la energía contenida en
653 millones de galones de diésel) y el cacao que produce 2 millones de toneladas
anuales (equivalente a 101 millones de galones de diésel). [4]
Para lograr el aprovechamiento energético de estos residuos existe tecnología y métodos
como la pirólisis, ampliamente utilizada a nivel mundial. Esta opción consiste en la
descomposición de la materia orgánica sometida a altas temperaturas en ausencia de
oxígeno.
El Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables (INER) trabaja
con un equipo de investigadores desde 2013 en el desarrollo de proyectos, como el
empleo de los residuos de extracción de aceite de la semilla de piñón (Jatropha Curcas),
fruto que no tiene fines alimenticios y es una fuente de biocombustible, que busca
promover la valoración de residuos agrícolas. [4]
Para ello se implementó una planta prototipo de pirólisis para extraer productos
energéticos de los residuos que quedan del fruto tras la extracción de sus aceites. El
prototipo fue instalado en Portoviejo, provincia de Manabí, dentro de la Estación
Experimental del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP).
Como resultado del proceso de pirólisis se produce un combustible sólido con mucho
potencial energético denominado pellet, el cual puede usarse para calentar agua o
cualquier actividad industrial que requiera calor o vapor, entre otros usos. [4]
A partir de la sustancia líquida que también se obtiene en este proceso, se pueden
producir alcoholes que podrían ser utilizados como aditivos para gasolina. La fracción
gaseosa restante puede ser aprovechada como fuente de energía por medio de su
combustión para generar calor.
El uso integral de los residuos agrícolas con fines energéticos representa una
oportunidad para mejorar la situación socioeconómica de las áreas rurales de Ecuador.
Además, una mayor participación de las energías renovables puede ser una alternativa
fundamental para diversificar la matriz energética, a la que apuntamos como país. [4]
La principal utilización actual de la biomasa en el Ecuador es los biocombustibles que el
gobierno está implementando a nivel nacional. La demanda de gasolina en el Ecuador es
de 20 millones de barriles anuales y de 24 millones de barriles anuales de diésel. Desde
el 2010 el Ecuador produce biocarburantes llamado Ecopaís hasta el 2017 el
combustible reemplazará en su totalidad el uso del segundo combustible del país por lo
que cubrirá en 45% la demanda de gasolina de todo el Ecuador. [5]
Para este propósito se ha establecido que se necesita un promedio de 30.000 hectáreas
de suelo para el cultivo de caña, que a su vez generará nuevas fuentes de ingreso y
alrededor de 9.000 puestos de trabajo teniendo como estandarte que este será un
carburante 100% ecuatoriano. ECOPAÍS, un biocombustible compuesto de 5% de
bioetanol (proveniente de la caña de azúcar) y un 95% de gasolina base. Se requiere
62% de nafta de alto octano NAO, 33% de naftas de bajo octano NBO y un 5% de
bioetanol. En una segunda fase que se implementará hasta el 2020 tendrá un 10% de
bioetanol. El biodiesel producido en el país se lo destina en su totalidad a su
exportación. [5]
Ejemplos de proyectos actuales de biomasa en el Ecuador:
 El Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables (INER)
puso en funcionamiento un laboratorio que analiza la capacidad energética de la
biomasa, especialmente de la basura. Se ha realizado un prototipo tecnológico
para producir pellets empleando como materia prima el restante que queda del
piñón luego de que ha sido sometido a un proceso de obtención de aceite
vegetal.
 Corporación para la Investigación Energética tiene una planta de
biocombustible, es una planta de gasificación de residuos de la palma africana,
arroz y café. Produce solo 30 kilovatios
 Centro Neotropical de la Pontificia Universidad católica trabaja con recursos
para Etanol, se concluyó que, si todo el desecho de banano, café, cacao y
palmito se utilizaran solo para la producción de etanol, se pudiera sustituir el
15,8% de la gasolina por etanol.
 Laboratorio para termovalorización de biomasa y residuos sólidos urbanos, es un
laboratorio experimental, su objetivo es en buscar y desarrollar el potencial
energético de la biomasa, para contribuir a la producción de bioenergía,
respondiendo a la necesidad nacional de diversificar la matriz energética con
energía renovable.
 Reactor piloto de gasificación de residuos sólidos para producción de
combustibles, con los resultados experimentales obtenidos de la operación de
esta planta piloto, se generará un modelo matemático que permita el escalado de
esta tecnología en distintas partes del país.
 Producción de hidrógeno a partir de biomasa residual de la producción de
banano, es uno de los principales países exportadores de banano a nivel mundial,
por lo que es una gran fuente de generación de biomasa residual. El objetivo del
proyecto es explorar la tecnología de gasificación con agua supercrítica. Se
quiere obtener hidrogeno a partir de los desechos del banano y desarrollar
catalizadores para optimizar la producción de hidrógeno.
 Captura de carbono de emisiones de plantas termoeléctricas para producción de
biocombustible a partir de microalgas ya sea mediante la gasificación o
digestión anaerobia, se desea introducir una fuente energética renovable no
convencional. Se quiere obtener una planta piloto para captura de carbono y
producción de biocombustibles a partir de microalgas y un modelo de utilidad de
aceites de microalgas.
[5]
REFERENCIAS:

[1] J. Arauzo, septiembre 2014. [En línea]. Available:


http://digital.csic.es/bitstream/10261/108763/1/BoletinGEC_033-A01.pdf. [Último acceso: 14 04 2019].

[2] UNIÓN POR LA BIOMASA, «www.unionporlabiomasa.org,» 2012. [En línea]. Available:


http://www.unionporlabiomasa.org/biomasastecnologias.html. [Último acceso: 14 04 2019].

[3] IDAE, «Área Tecnológica: biomasa y residuos - IDAE,» 26 enero 2012. [En línea]. Available:
https://www.idae.es/uploads/documentos/documentos_Calor_y_Frio_Renovables_Biomasa_11012012_gl
obal_v2_09570f12.pdf. [Último acceso: 14 04 2019].

[4] CELEC EP TERMOPICHINCHA, «www.celec.gob.ec/termopichincha,» 02 junio 2016. [En línea].


Available: https://www.celec.gob.ec/termopichincha/index.php/noticias/403-masa-una-alternativa-
energetica. [Último acceso: 14 04 2019].

[5] Master en Energias Renovables y Mercado Energético, «www.eoi.es,» 12 marzo 2017. [En línea].
Available: https://www.eoi.es/blogs/merme/biomasa-en-el-ecuador/. [Último acceso: 14 04 2019].

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