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GUIA DE MEDICINA INTERNA
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ELABORÓ VERIFICÓ APROBO VERSION: 01 23 de Octubre de
2012
E.S.E. HOSPITAL
UNIVERSITARIO ERASMO
MEOZ
GUIAS DE MANEJO
MEDICINA INTERNA
AUTORES
COLABORADORES
Fecha de elaboración:
Julio de 2.011
GUIAS DE MANEJO
MEDICINA INTERNA
INTRODUCCION
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
CAMPO DE APLICACIÓN
De igual forma las evaluaciones de las guías será definida por la Coordinacion
del servicio de Medicina Interna y la Subgerencia de Servicios de Salud de la
ESE Hospital Universitario Erasmo Meoz
ACTUALIZACION
MONITORIZACION
INDICE
CONTENIDO PAG.
Introducción 4
Objetivos 5
Objetivo general 5
Objetivos específicos 5
Campo de aplicación 5
Evaluación Costo beneficio 5
Actualización 6
Monitorizacion 6
Índice 7
Guia Enfermedad cerebro vascular 8
Guia de Enfermerdad Coronaria: Angina Estable e Inestable 49
Guia de Enfermedad pulmonar Obstructiva Cronica 103
Guia de Hipertencion Arterial 148
Guia de Diabetes Mellitus Tipo II y Obesidad 182
Guia sobre el tratamiento antimicrobiano de las infecciones
en el pie del diabético 213
Guia de neumonía Adquirida en la Comunidad 238
Guia de profilaxis Enfermedad Troboembolitica 245
Guia de Insuficiencia Cardiaca Congestiva 253
Guia de Accidente Ofidico 261
Guia de Erisipela y Celulitis 283
Tirotoxicosis 286
Dengue 318
Guia para el manejo del paciente Intoxicado 342
Guia de Practica Clinica para el Diagno stico y Tratamiento de la
Hipertencion Pulmonar 468
Guia de Insuficiencia renal Cronica 547
1.1 Definición
Los criterios para la subclasificación de los diferente tipos de ECV no han sido
establecidos, y varían según las diferentes publicaciones. La clasificación más
simple de la ECV es la siguiente:
(Tabla 1).
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1.2. Epidemiología
Tabla 2.
1.3.2.3. Cigarrillo
El cigarrillo ha sido relacionado con todas las clases de ECV. El cigarrillo
puede contribuir elevando los niveles sanguíneos de fibrinógeno y de otras
sustancias procoagulantes. El riesgo relativo de ECV para fumadores es de
1.51, siendo más alto para la mujer que para el hombre.
1.3.2.4. Sobrepeso
Este se comporta como un factor de riesgo independiente para ECV, y en
conjunto con el cigarrillo está presente en el 60% de los pacientes mayores de
65 años con ECV (5,6). El sobrepeso se asocia a otros factores de riesgo
como hipertensión, dislipidemia, hiperinsulinemia, e intolerancia a la glucosa.
Para todos los tipos de ECV el riesgo poblacional debido a obesidad oscila
entre el 15% a 25%.
1.3.2.5. Fibrinógeno
Las concentraciones plasmáticas de fibrinógeno son un factor de riesgo para
ECV. Las mismas se ven afectadas por el alcohol, el cigarrillo, el sobrepeso, el
sedentarismo y algunos factores psicosociales.
Irriga la porción orbitaria y medial del lóbulo frontal, y la cara medial del lóbulo
parietal, el área perforada anterior, el rostrum y el cuerpo del cuerpo calloso, el
septum pellucidum, la parte inferior y rostral del núcleo caudado y del
putamen, y el brazo anterior y rodilla de la cápsula interna.
Irriga la porción lateral de los giros orbitarios, y los lóbulos frontal, parietal, y
temporal. La ACM da origen a las arterias medias y laterales que irrigan gran
parte del putamen, el área lateral del globus pallidus, y la región adyacente a
la cápsula interna.
Las arterias vertebrales penetran al cráneo por los agujeros occipitales y cerca
del extremo rostral del bulbo se unen para formar la arteria basilar. Antes de su
unión dan origen a las arterias espinales anteriores que forman un tronco
único, a las arterias espinales posteriores, y a las arterias cerebelosas
posteroinferiores. A lo largo del trayecto de la arteria basilar emite ramas
pontinas, la arteria auditiva interna (irriga el oído interno), la arteria cerebelosa
anteroinferior (irriga porción rostral de la superficie inferior del cerebelo), y la
arteria cerebelosa superior (irriga superficie superior del cerebelo).
3. FISIOPATOLOGIA
El cerebro recibe 20% del gasto cardíaco. Aproximadamente 800 ml. de sangre
circulan en el cerebro en cada minuto. Una gota de sangre que fluya a través
del encéfalo tarda alrededor de 7 segundos para pasar de la arteria carótida
interna a la vena yugular interna. Este flujo continuo se requiere debido a que
el cerebro no almacena oxígeno ni glucosa, y de manera casi exclusiva obtiene
su energía del metabolismo aeróbico de la glucosa sanguínea. La
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Tabla 3
Una vez se haga el diagnóstico clínico de ICT, de acuerdo con los síntomas
presentados por el paciente se analiza si el territorio comprometido es el
carotídeo o el v_rtebrobasilar. Esta distinción es importante clínicamente para
el análisis del paciente, y en la toma de las conductas terapéuticas inmediatas,
con el fin de no someter al paciente a riesgos innecesarios.
6. INFARTO CEREBRAL
La presentación clínica de un infarto cerebral depende del sitio en que se
ocluye la vasculatura cerebral, la existencia de lesión previa, la calidad de la
circulación colateral, y de las variaciones en la circulación normal. El infarto
cerebral por isquemia, desde el punto de vista fisiopatológico puede
presentarse por mecanismos aterotrombóticos, o embólicos.
7. HEMORRAGIA INTRACEREBRAL
La ECV hemorrágica constituye alrededor del 10% de todos los casos de ECV.
Se presenta generalmente en personas mayores de 50 años, hipertensas, en
las cuales suele iniciarse de manera abrupta hasta en un tercio de los
pacientes, o de forma gradual en minutos a horas (en dos tercios de los
pacientes), con pérdida de la conciencia (50%), letargia (25%), estupor (25%),
cefalea (50%), náuseas, vómito (50%), y déficits neurológicos de acuerdo a la
presentación de la hemorragia en el SNC. La hemorragia intracerebral es el
resultado de la ruptura de cualquier vaso sanguíneo dentro de la cavidad
craneana. Las lesiones hemorrágicas cerebrales son petequiales, en forma de
cuñas, masivas en ganglios basales, o lobares.
El factor etiológico más importante es la hipertensión arterial (70-90%) (Tabla
6), la cual predispone a la ruptura de vasos penetrantes de pequeño calibre
(80-300 micras), que se derivan de manera directa de grandes arterias
(cerebral media, cerebral anterior, basilar), y que por las características
especiales de su pared arterial son susceptibles al daño por la hipertensión.
Estos factores anatómicos condicionan que la ubicación de las hemorragias
intracerebrales asociadas a hipertensión sean más frecuentes en los ganglios
basales (35-45%), sustancia blanca subcortical (25%), tálamo (20%), cerebelo
(15%), y puente (5%). En 10% a 30% de los pacientes no se encuentra
asociada la hipertensión. Las hemorragias de origen no hipertensivo ocurren
en cualquier área del cerebro, pero frecuentemente están localizadas en la
sustancia blanca subcortical lobar, y se asocian a aneurismas, malformaciones
arteriovenosas, tumores, angiopatía amiloide, alteraciones de la coagulación,
drogas simpáticomiméticas, y arteritis entre otros (tabla 6).
Tabla 6
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1. CLASIFICACION
1. Oclusivas o isquémicas
2. Hemorrágicas.
Por su parte el VDRL permite aclarar posibles etiologías del ECV (neurosífilis,
síndrome antifosfolípido).
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En casos sospechosos de HSAE con TAC negativa se debe de hacer PL, pues
aproximadamente 2-4 % de casos de HSAE por ruptura de aneurisma tienen
TAC ingreso normal. En estos casos la PL es fundamental para el diagnóstico
y su mayor valor es la demostración de xantocromía del sobrenadante después
de centrifugar, prueba recomendada después de 8- 9 horas del comienzo de la
cefalalgia intensa, ya que este es el plazo requerido para la xantocromía.
Si la presión arterial sistólica es > 230 mm Hg, o la diastólica está entre 121 y
140 mm Hg luego de dos o más lecturas, con espacio de cinco a 10 minutos,
se procede así:
- Labetalol 10 mg IV durante uno a dos minutos. La dosis puede ser repetida o
doblada cada 10 minutos, hasta un total de 150 mg.
- Monitoree la presión arterial cada 15 minutos durante el tratamiento con
labetalol y esté alerta al desarrollo de hipotensión.
- Si no hay respuesta satisfactoria, administre nitroprusiato de sodio a una
dosis de 0.5 - 1 microgramos/kg/min
- Continúe monitorizando la presión arterial.
Si la presión arterial diastólica es > 140 mm Hg, por dos o más lecturas aparte
de 5 a 10 minutos (53,54):
Administre nitruprusiato de sodio 0.5 a 1 microgramos/kg/min.
Monitoree la presión arterial cada 15 minutos durante la infusión de
nitroprusiato y esté alerta al desarrollo de hipotensión.
4.2.1. Antiplaquetarios
4.2.1.1. Aspirina
Actúa en las plaquetas inhibiendo la ciclooxigenasa. El ASA reduce el riesgo
de infarto cerebral isquémico o la muerte de los pacientes en un 31%. La dosis
que se recomienda es de 325 mg diarios, pues con ella hay menor riesgo de
sangrado intestinal (menor del 3%). Nivel de Evidencia I.Recomendación A.
4.2.1.2. Ticlopidina
4.2.2. Anticoagulación
4.2.3.1. Endarterectomía
6. PRONOSTICO
La persona con hemiplejía puede utilizar la mano y el pie sanos para moverse
en la cama y sentarse. Inicialmente gira el cuerpo hacia el lado menos
afectado, luego con la pierna menos afectada desliza la paralizada hasta el
borde de la cama, luego se apoya en la mano menos afectada para sentarse.
Para reiniciar la marcha el paciente debe tener suficiente equilibrio de pies, no
presentar contracturas en los flexores de la cadera, la rodilla o el pie y tener
estabilidad motora en la cadera, es decir, un músculo glúteo máximo
funcionando adecuadamente.
BIBLIOGRAFIA
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
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ENFERMEDAD CORONARIA
ANGINA ESTABLE E INESTABLE
1.1. Introducción
1.2. Epidemiología
FIGURA 1
FIGURA 2
El papel de las lipoproteínas de alta densidad (HDL) es también crucial, ya que
estas contribuyen de una manera especial en la función del efecto antioxidante
de las LDL, cuando tienen alto contenido de Apo A-1. En situaciones como el
estrés quirúrgico o la enfermedad coronaria aguda, esta porción proteínica es
remplazada por amiloide A, disminuyendo la capacidad protectora de tales
moléculas.
FIGURA 4
1.5. Oclusión vascular
Las LDL oxidadas son las moléculas más implicadas, ya que inducen a los
macrófagos y al mismo endotelio a sintetizar cantidades anormalmente altas
de factor tisular y de inhibidores del activador tisular del plasminógeno.
De otra parte, promueven la síntesis de endotelina al inhibir la expresión de la
sintetasa de óxido nítrico, haciendo que predomine un estado de
hipercoagulabilidad y vasoconstricción.
Estas condiciones, sumadas a una eventual ruptura de la placa, dan inicio a
toda una serie de mecanismos de trombosis y fibrinolisis local, imbalance que
determinará la recanalización del vaso (Síndrome coronario agudo no letal) o
su oclusión completa (IAM o muerte súbita).
Las plaquetas, corpúsculos fundamentales de la agregación, adhesión y
formación del tapón hemostático, deben interactuar entre sí, por medio de una
serie de moléculas, como las glicoproteínas IIb/IIIa, a6-ß1, Ia/IIa y Ic/IIa y la
batería de sustancias procoagulantes y vasoconstrictoras contenidas en sus
gránulos
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2. ANGINA ESTABLE
2.1. Epidemiología
2.2. Fisiopatología
La presentación de esta enfermedad otras veces suele darse con los llamados
“equivalentes anginosos”, los cuales son síntomas diferentes a la angina pero
atribuibles a isquemia cardíaca, como son la disnea, la fatiga, los eructos
frecuentes, etcétera, fenómenos apreciados más comúnmente en ancianos.
El examen físico puede ser totalmente normal; sin embargo, siempre hay que
buscar datos que le indiquen al clínico la probabilidad de enfermedad
coronaria, tales como obesidad, hipertensión, cataratas prematuras, arco senil
y xantelasmas, estrías abdominales, índices como el de cintura/cadera,
insuficiencia arterial periférica, etcétera. Aunque es poco frecuente, el pliegue
auricular, cuando se presenta, tiene un alto valor marcador de isquemia
cardíaca crónica.
Los desencadenantes del dolor pueden ser diferentes al estrés físico, como
por ejemplo el esfuerzo emocional, la hipoglicemia, la fiebre, la tirotoxicosis,
etcétera. En los pacientes con una probabilidad baja de enfermedad coronaria
con un dolor atípico torácico, los estudios se guían de acuerdo al número y la
importancia de los factores de riesgo particulares.
TABLA 1
3. ANGINA INESTABLE
TABLA 2
3.1. Epidemiología
3.2. Fisiopatología
c) Angina en reposo.
(tabla 3).
3.4. Pronóstico
Por lo general afecta a pacientes jóvenes sin los clásicos factores de riesgo
coronario. El dolor es casi siempre intenso y puede acompañarse de eventos
sincopales. El ataque doloroso suele darse entre la media noche y las 8 de la
mañana. La supervivencia a cinco años es excelente (89% a 97%).
4.1. Epidemiología
El infarto agudo del miocardio (IAM) sigue siendo la primera causa de muerte
en el grupo de edad comprendido entre los 40 y 65 años, en las sociedades
occidentales. Sólo en Estados Unidos de Norteamérica se observan más de
1’500.000 casos por año (algo así como un paciente con IAM cada 20
segundos) con una mortalidad anual de 300.000 casos.
4.2. Fisiopatología
El infarto del ventrículo derecho se caracteriza porque suele cursar con una
importante ingurgitación yugular, hipotensión, signo venoso de Kussmaul
positivo y un tercer ruido cardíaco o un soplo de reciente aparición sugestivo
de regurgitación tricuspídea. La clasificación de Killip está diseñada para los
infartos de ventrículo izquierdo y tiene importancia pronóstica y terapéutica; un
IAM Killip I se caracteriza por no presentar signos de falla y su mortalidad es
de 6%, aproximadamente.
4.4. Complicaciones
La desarrolla hasta 27% de los pacientes con IAM, aunque por supuesto hay
diferencias respecto a la localización y el tipo del infarto. El choque con
campos pulmonares limpios es otra inusual presentación del IAM de ventrículo
derecho. El desarrollo de falla cardíaca izquierda es un factor ominoso para el
pronóstico a corto y mediano plazo.Ç
4.4.11. Arritmias
4.5. Pronóstico
Los pacientes con infarto miocárdico agudo no Q tienen dos a cuatro veces
más incidencia de estenosis residual severa o una colateralización prominente.
Luego de 6 a 12 meses, la mortalidad acumulada excede la de los pacientes
con IAM Q. Los factores pronósticos en el contexto de este tipo de infarto son
la localización extensa anterior, la persistencia de la depresión en el ST, el
desarrollo de depresión del ST con angina y la incapacidad para realizar una
prueba de esfuerzo de bajo nivel. Los pacientes con IAM de cara posterior
generalmente tienen una evolución mejor con una tasa de mortalidad de 6%,
pero si a ello se agrega el compromiso del ventrículo derecho, la letalidad sube
a 31%. La mortalidad total en el primer mes llega a 50%; casi la mitad de ésta
se produce durante las primeras dos horas. Los factores de riesgo que
predicen la supervivencia durante una hospitalización son: la edad, la historia
médica previa, el tamaño del IAM, el sitio del IAM, las constantes vitales al
ingreso, el desarrollo de falla cardíaca durante la hospitalización y la extensión
de la isquemia residual. Cuando el paciente egresa es muy importante
determinar el riesgo, el cual queda enmarcado en las siguientes
características:
1.3.1.2. Electrocardiograma
1.3.2.3. Ecocardiograma
1.4. Tratamiento
1.4.2.2. Tabaquismo
1.4.2.3. Dislipidemia
1.4.2.4. Menopausia
1.4.3.2. Dieta
1.4.4.2. Betabloqueadores
1.4.4.3. Calcioantagonistas
Recomendación grado A
Enfermedad de un vaso
Paciente asintomático o levemente sintomático
- Pacientes con isquemia severa demostrada por un test de esfuerzo.
- Pacientes resucitados de un paro cardíaco o de una arritmia ventricular
sostenida, en ausencia de infarto agudo.
- Pacientes que requieren cirugía no cardíaca, si hay angina o evidencia
objetiva de isquemia.
- En todos los casos, el paciente posee una lesión significativa en una arteria
epicárdica mayor, con un área grande de miocardio en riesgo.
Recomendación grado B
Pacientes con isquemia demostrada por un test de esfuerzo, con una lesión en
una arteria epicárdica, con un área moderada de miocardio en riesgo.
Clase D
Clase A
- Pacientes con isquemia demostrada por un test de esfuerzo, con una lesión
en una arteria epicárdica, con un área moderada de miocardio en riesgo.
- Pacientes que no toleran el tratamiento médico por sus efectos colaterales.
Clase B
Clase D
Grado A
Grado B
Grado C
Grado A
Grado B.
Grado D
Recomendación
TABLA 4
TABLA 5
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TABLA 6
FIGURA 5
2.3.1.1. Recomendaciones
Grado A.
- Historia clínica completa, enfatizando en los antecedentes cardiológicos.
- Examen físico completo, enfatizando en el examen cardiovascular.
- ECG en los 10 minutos siguientes al ingreso al servicio de urgencias.
- Toma de nuevos ECG si el paciente presenta nuevos episodios de dolor una
vez controlados sus síntomas de ingreso.
- Toma de muestra para enzimas cardíacas (CPK total, CPK-MB, troponina).
- Definir la probabilidad de que el paciente tenga enfermedad coronaria.
- Clasificar la forma de presentación del cuadro de angina inestable, según la
clasificación propuesta por E. Braunwald (tabla 3 de caracterización de la
enfermedad).
- Debe hacerse una estratificación del riesgo de muerte e infarto no fatal.
Grado B.
-Tomar Rayos X de tórax, PA y lateral.
-Monitoría electrocardiográfica continua.
TABLA 7
2.3.2.1. Recomendaciones
Grado B
- Dar otro agente antiplaquetario, si aspirina está contraindicada, como
ticlopidina a dosis de 250 mg dos veces por día.
Grado E
- Alergia a la aspirina, sangrado activo y riesgo de sangrado severo.
Grado B.
- Continuar por 24-48 horas en pacientes con angina persistente.
Grado C
- Uso por mas de 48 horas en pacientes con angina persistente.
Grado E
- Paciente con hipotensión (T.A sistólica < 90 mmHg).
2.3.2.1.3. Betabloqueantes
Grado A
- Todo paciente con diagnóstico de angina inestable y sin contraindicaciones.
Grado D
- Pacientes con historia de asma, enfermedad arterial periférica y/o diabetes
insulino dependiente.
Grado E
- Pacientes con tensión arterial sistólica < 90 mmHg, Choque, bloqueo AV de
2º y 3º grado, bradicardia severa (F.C < 6o por minuto), insuficiencia cardíaca
congestiva.
2.3.2.1.4. Heparina
Grado A
- Pacientes con diagnóstico de angina inestable y categoría de alto riesgo.
Grado B
- Pacientes con riesgo moderado
Grado E
- Sangrado activo o pacientes con riesgo de sangrado activo, accidente
vascular cerebral reciente.
Grado B
- Pacientes con contraindicación a los betabloqueantes.
Grado E
- Pacientes con choque, insuficiencia cardíaca.
- No utilizar nifedipina de acción corta.
2.3.2.1.6. Morfina
Grado A
- A todo paciente con angina, que no se alivia con la aplicación de nitritos
sublinguales (> 3 tabletas).
Grado E
- Hipotensión.
- Depresión respiratoria.
- Confusión.
2.3.2.1.7. Oxígeno
Grado A
- Pacientes con signos de congestión pulmonar.
- Pacientes con saturación de oxígeno < de 90%.
Grado C
- Administración rutinaria, a pacientes sin complicaciones, durante las primeras
tres horas del ingreso.
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2.4.1. Recomendaciones
Grado A
-Nueva evaluación del paciente (historia clínica y examen físico) al menos 72
horas después de su egreso.
-Nuevo ECG
2.4.1.2.1. Aspirina
Grado A
Dar a todos los pacientes que no tengan contraindicación, a dosis de 80 a 324
mg/día.
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Grado B
A pacientes con contraindicación a ASA, administrar ticlopidina a dosis de 250
mg dos veces al día.
Grado E
- Pacientes con alergia a la aspirina, sangrado activo o riesgo de sangrado
severo.
2.4.1.2.2. Nitratos
Grado A
- Se recomienda nitratos orales o tópicos, de acción larga a todos los
pacientes, si no existe intolerancia.
- Los nitratos tópicos de acción prolongada se deben suspender por períodos
de seis a ocho horas diariamente.
- Instruir al paciente sobre el uso adecuado de nitratos sublinguales
Grado E
- Intolerancia por efectos colaterales.
2.4.1.2.3. Betabloqueantes
Grado A
- A todos los pacientes diagnosticados, que no tengan contraindicación para
su uso.
Grado D
- Pacientes con historia previa de asma bronquial o EPOC, enfermedad arterial
periférica severa, diabetes mellitus insulinodependiente.
Grado E.
- Pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva.
- Pacientes con bradicardia (F.C. < 60).
Grado A
- Pacientes con contraindicación para uso de betabloqueantes.
- Persistencia de angina a pesar de tratamiento previo con nitratos y
betabloqueantes.
- Angina variante
Grado E
- Pacientes con insuficiencia cardíaca.
- Pacientes con bradicardia (F.C.< 60x), principalmente, para uso de
verapamilo y diltiazem.
- No usar nifedipina de acción corta
Pacientes con episodios isquémicos menos severos, más cortos sin cambios
hemodinámicos ni del ECG, pueden ser asignados a una categoría de bajo
riesgo y continuar en terapia médica
2.5.1. Recomendaciones
Grado A
- Monitoría electrocardiográfica continua, en derivaciones que permitan evaluar
los cambios de isquemia y el ritmo cardíaco.
- Reposo en cama con facilidades necesarias para adecuada comodidad, en
pacientes estables hemodinámicamente y con síntomas anginosos
controlados.
- Canalización de vena periférica.
- Atención cuidadosa a la presencia y control del dolor precordial.
- Toma de ECG de 12 derivaciones en el momento que el paciente presente
dolor precordial.
Grado B
- Oxígeno suplementario.
Grado C
- Uso rutinario de ansiolíticos.
- Uso rutinario de laxantes
Grado E
Reposo prolongado en cama (más de 24 horas) en pacientes estables, sin
complicaciones.
Grado A
- Administración rutinaria durante las primeras 24 a 48 horas.
Grado B
- Continuar por más de 24 horas, en pacientes que tienen angina persistente.
Grado C
- Continuar por mas de 48 horas, en pacientes con angina persistente.
Grado E
- En pacientes con hipotensión, con presión sistólica <90 mmHg.
2.5.1.3. Betabloqueantes
Grado A
- A todos los pacientes que no tengan contraindicación para su uso.
Grado D
- Pacientes con asma, enfermedad arterial periférica y/o diabetes mellitus
insulino dependiente.
Grado E
- Pacientes con choque, bloqueo aurículoventricular de 2º o 3º grado, falla
cardíaca severa o bradicardia (F.C.<60 por minuto).
Grado A
- Pacientes con angina, que no mejoran, con nitratos endovenosos y
betabloqueantes.
- Pacientes con hipertensión arterial severa (presión sistólica > 150 mmHg).
- Pacientes con angina variante o vasoespástica.
Grado B
- Pacientes con contraindicación a los betabloqueantes.
Grado E
- Choque, insuficiencia cardíaca congestiva, bradicardia (F.C.<60 por minuto)
para el uso de verapamilo y diltiazem.
- No usar nifedipina de acción corta
2.5.1.5. Heparina
Grado A
- A todos los pacientes con angina inestable de alto riesgo, al menos por 48 a
72 horas.
Grado B
- Pacientes clasificados de moderado riesgo, por 48 a 72 horas.
Grado E
- Pacientes con sangrado activo, alto riesgo de sangrado, o accidente vascular
cerebral reciente.
Grado A
- A todos los pacientes que no tengan contraindicación para su uso, a dosis de
80 a 324 mg/ día.
Grado B
Dar otro agente antiplaquetario, si la aspirina está contraindicada. Se sugiere
ticlopidina a dosis de 250 mg dos veces al día.
Grado E
- Pacientes con alergia, sangrado activo y alto riesgo de sangrado.
2.5.4.1. Recomendaciones
Grado A
- Todo paciente que sea potencial candidato para revascularización coronaria.
Grado E
- Pacientes que no sean candidatos potenciales para revascularización
coronaria.
Grado A
- Pacientes con choque o inestabilidad hemodinámica, como una medida
previa a cateterismo cardíaco y revascularización coronaria.
- Insuficiencia mitral aguda severa como terapia de estabilización para ser
llevado a cateterismo cardíaco y cirugía.
- Arritmia ventricular intratable, recurrente con inestabilidad hemodinámica.
Grado E
- Insuficiencia valvular aórtica significativa.
- Enfermedad vascular periférica severa.
- Enfermedad aortoilíaca severa conocida, incluyendo aneurisma aórtico.
Para pacientes que han sido estabilizados después del tratamiento médico
inicial, se proponen dos estrategias por seguir:
- Revascularización previa
- Insuficiencia cardíaca asociada
- Función ventricular izquierda deprimida por estudios no invasivos (fracción
de eyección <50%).
- Arritmia ventricular maligna
- Persistencia o recurrencia de dolor anginoso
- Estudios funcionales que indiquen alto riesgo (perfusión miocárdica con
radioisótopos).
Todos los otros pacientes reciben manejo médico y solamente son llevados a
cateterismo cardíaco, cuando falla el tratamiento médico inicial. Los pacientes
que prefieren continuar manejo médico intensivo o que no son candidatos para
revascularización deben recibir cuidados al nivel determinado por el grado de
actividad de su enfermedad.
Otros pacientes de moderado a más bajo riesgo, pueden ser admitidos a una
unidad de hospitalización convencional con capacidad de telemetría y
continuando con una fase de manejo no intensivo. Pacientes con angina
inestable de alto riesgo, deben permanecer en fase de cuidado intensivo al
menos uno o más días, hasta estabilizar su cuadro y seguir posteriormente, a
una fase de cuidado no intensivo.
Una vez se llega a la fase de tratamiento no intensivo, el paciente continuará
hospitalizado; si se requiere optimizar el tratamiento médico, evaluar la
posibilidad de isquemia recurrente o complicaciones isquémicas, y para
estratificar el riesgo y decidir la necesidad de cateterismo cardíaco y posterior
revascularización. El monitoreo electrocardiográfico en esta fase se puede
descontinuar.
En caso de recurrencia del dolor anginoso, se debe tomar nuevo ECG y avisar
al personal médico encargado. Se debe revaluar la terapia médica recibida y
reajustar las dosis de medicación, según tolerancia. Si el paciente presenta
dolor anginoso de duración mayor de 20 minutos con evidencia en el ECG de
isquemia, que no responde a nitroglicerina sublingual, debe retornar a la fase
de protocolo de manejo médico intensivo. Si hay respuesta a la terapia
sublingual no necesita retornarse al manejo médico intensivo.Se reiniciará la
actividad física en forma progresiva, bajo control del equipo de salud de la
institución hasta volver a su actividad diaria habitual. Se debe advertir al
paciente y a su familia sobre la modificación de sus factores de riesgo, y en lo
posible, continuar en un programa bajo control del equipo de salud. La mayoría
de los pacientes alcanzaran esta fase y serán referidos en uno o dos días, ya
sea para pruebas funcionales no invasivas o para cateterismo cardíaco.
2.7.1. Recomendaciones
Grado E
Reposo prolongado en cama (más de 24 horas).
2.7.2. Pruebas no invasivas
El objetivo de las pruebas no invasivas en un paciente con angina que se ha
logrado estabilizar, es estimar el pronóstico, especialmente para los próximos
tres a seis meses, para decidir pruebas adicionales o cambios en la terapia
médica y dar información y seguridad al paciente para retornar a su actividad
usual. A menos que haya una contraindicación, se debe realizar en pacientes
de bajo riesgo que van a ser manejados ambulatoriamente, una prueba de
esfuerzo convencional o farmacológica, en las 72 horas siguientes a su
estabilización. En pacientes de riesgo bajo o intermedio, manejados
hospitalariamente, se debe realizar la prueba de esfuerzo convencional o
farmacológica, a menos que esté indicado realizar cateterismo cardíaco (44).
La selección del tipo de prueba por realizar se debe basar en el ECG de
reposo, la capacidad del paciente para realizar ejercicio y la experiencia
tecnológica local.
De preferencia, se debe realizar la prueba de esfuerzo en banda, en pacientes
con ECG normal, que no reciben terapia con digitálicos.Las pruebas con
modalidad de imágenes (medicina nuclear, ecocardiografía, etcétera) están
indicadas en pacientes con depresiones del segmento ST (> 1mm), cambios
del ST secundarios a digoxina, hipertrofia ventricular izquierda, bloqueo de
rama izquierda, preexcitación, déficit en la conducción intraventricular,
pacientes con limitaciones físicas. Los resultados de las pruebas de esfuerzo
convencionales, tienen implicaciones pronósticas que se pueden detallar en la
tabla 8.
TABLA 8
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Grado A
- Pacientes con falla en estabilización con tratamiento médico.
- Pacientes de alto riesgo, estratificados por pruebas no invasivas.
- Pacientes con falla cardíaca, inestabilidad hemodinámica o disfunción
ventricular izquierda.
Grado B
- Estrategia invasiva temprana.
- Estrategia conservadora temprana
Grado E
- Pacientes que no son candidatos potenciales para revascularización.
- Negativa del paciente para estrategias o procedimientos invasivos.
Deben ser referidos para cirugía los pacientes con enfermedad del tronco de la
coronaria izquierda mayor de 50% o enfermedad coronaria severa de tres
vasos significativa (>70%) con función ventricular deprimida (fracción de
Grado A
- Enfermedad del tronco de la arteria coronaria izquierda > 50%.
- Enfermedad coronaria severa de 3 vasos significativa, con función ventricular
deprimida (Fracción de eyección < 50%).
- Enfermedad coronaria severa de dos vasos, con estenosis severa (> 95) de
la arteria descendente anterior proximal y función ventricular deprimida.
Grado B
Enfermedad coronaria severa de tres vasos, con buena función ventricular.
Grado E.
- Paciente que rechaza manejo quirúrgico.
- Cuando el índice de mortalidad quirúrgica esperada iguala o excede el índice
de mortalidad con tratamiento médico adecuado.
2.7.4.1. Recomendaciones
Grado A
- Lesión de uno o dos vasos, con características susceptibles de angioplastia.
- Estabilización del cuadro de angina, tratada con heparina, al menos tres días
previo a realizar angioplastia
Grado B
- Angioplastia de lesión culpable de la angina, en presencia de enfermedad
coronaria severa de tres vasos, como puente a cirugía.
Grado D
- Paciente con enfermedad de uno o dos vasos, sin terapia de estabilización
previa.
Grado E
- Enfermedad coronaria severa de tres vasos, sin lesión culpable definida.
- Negativa del paciente.
Pacientes de bajo riesgo, que se dejan en terapia médica, pueden ser dados
de alta uno a dos días después de la prueba diagnóstica que ayudó a definir
dicha conducta; los pacientes de alto riesgo pueden requerir una
hospitalización más prolongada.
Se debe recomendar al paciente la suspensión del tabaco, hacer ejercicio
diario y dieta adecuada. La reiniciación de la actividad sexual del paciente
debe ser a las dos semanas para pacientes de bajo riesgo y a las cuatro
semanas para pacientes sometidos a revascularización coronaria quirúrgica.
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PRIMERA PARTE
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value of serun troponin T in unstable angina. New England Journal of
Medicine, 1992; 327: 146-150.
2. INTRODUCCION
TABLA 1
TABLA 2
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Cada paciente con EPOC requiere los exámenes necesarios para confirmar o
descartar los diagnósticos que el análisis de la historia clínica y el examen
físico justifiquen, Sin embargo, hay algunas pruebas que se pueden considerar
de rutina en todos los pacientes, ellos son:
Las metas en el manejo de la EPOC son prevenir y/o aliviar los síntomas, la
recurrencia de las exacerbaciones, mantener y preservar la función pulmonar a
corto y a largo plazo, mejorando la calidad de vida de los pacientes. La más
importante desde el punto de vista funcional es dejar de fumar, lo más
importante desde el punto de vista terapeútico es determinar la necesidad de
oxigeno.
1. Dejar de fumar.
2. Oxigenoterapia
3. Broncodilatadores: ß 2-agonistas, ipratropium, metilxantinas.
4. Inmunizaciones.
5. Antibióticos
6. Corticoides.
7. Rehabilitación pulmonar.
8. Mocolíticos antioxidantes.
9. Medicamentos cardiovasculares.
10. Otros aspectos especiales como manejo durante los vuelos en avión y
determinación de calidad de vida.
función pulmonar aunque aún no tenga obstrucción. Son muchos los factores
que influyen en la recaída, como adicción a la nicotina, respuestas
condicionadas, situaciones sociales y de trabajo, problemas psicosociales,
educación, estrato sociocultural y las campañas de promoción de la industria.
En esta última fase las personas que integran el grupo de soporte y realizan la
intervención, efectúan además llamadas diarias los primeros tres días y
ocasionales hasta por dos semanas. Luego debe haber un seguimiento
continuo durante el primer año. Si el paciente recae, se debe revisar
conjuntamente el programa detectando los puntos débiles y los motivos de la
recaída para reforzarlos y trabajar con más énfasis en esos aspectos en el
futuro.
4.1.2. Antibióticos
Los gérmenes responsables de las exacerbaciones en el EPOC son muchas
veces difíciles de identificar. El papel que juega la infección bacteriana en la
patogénesis de la EPOC y por lo tanto las indicaciones para la administración
de antibióticos, son motivo de controversia después de 40 años de estudio.
Hay acuerdo, sin embargo, sobre algunos aspectos importantes:
útil para descartar la reacción alérgica por medio del recuento de eosinófilos,
confirmar la presencia de infección por medio del recuento de neutrófilos y
sugerir la posible etiología por medio de la coloración de Gram. Siendo
Colombia un país con alta prevalencia de tuberculosis, debe descartarse la
posibilidad de enfermedad activa por medio de la baciloscopia y el cultivo
seriado de esputo en todos los pacientes con EPOC y expectoración
permanente o recurrente.
TABLA 3
4.1.3. Mucolíticos y antioxidantes
4.1.4.1. Fisioterapia
4.1.4.3. Nutrición
Se espera que éstos dos aspectos, junto con el soporte familiar, mejoren la
calidad de vida de los pacientes. Busca ayudar en el manejo del estrés, en
cómo manejar las tareas o los retos diarios, cómo entender y aprender a vivir
con su enfermedad.
4.1.5. Oxigenoterapia
Son candidatos para recibir oxigenoterapia a largo plazo los pacientes que
reúnan las siguientes indicaciones
Indicaciones absolutas:
HIPOXEMIA SIGNIFICATIVA
PaO2 en reposo igual o menor a < 55 mm Hg, y/o SaO2 menor de 88%.
HIPOXEMIA LEVE
Indicaciones absolutas:
4.1.6. Vacunas/inmunizaciones
Neumococo una vez cada 5-10 años. En Colombia no hay evidencia pero el
consenso de expertos hace una recomendación Grado B.
4.1.7. Broncodilatadores
4.1.7.1. Beta-2-adrenérgicos
Cuando el paciente tiene una respiración muy rápida o está muy disnéico,
puede ser preferible el uso de micronebulizadores, que no requiere esfuerzo
especial y suministra una dosis más alta. Los inhaladores de polvo seco tienen
la ventaja de activarse con la inspiración, por lo cual requieren menos
coordinación motora, pero son más costosos y difíciles de usar por los
enfermos debilitados, que muchas veces no son capaces de generar el flujo
inspiratorio necesario para activar el dispositivo.
En los pacientes que no pueden usar los inhaladores puede utilizarse la vía
oral. En muy pocos casos se requiere la vía parenteral, que tiene mayor riesgo
de producir efectos secundarios indeseables. Los preparados de acción rápida
(salbutamol, terbutalina, fenoterol), administrados por inhalación, producen el
efecto broncodilatador en pocos minutos, alcanzan su pico terapéutico en 15 a
30 minutos y mantienen su acción terapéutica por cuatro a cinco horas, lo cual
los hace muy útiles para el tratamiento, o la prevención del broncoespasmo
inducido por el ejercicio o la inhalación de aire frío, o los episodios de
broncoespasmo intermitente que se pueden presentar en las etapas iniciales
de la enfermedad. La dosis recomendada es de uno a dos inhalaciones cada
cuatro a seis horas, de acuerdo con la intensidad de los síntomas, sin exceder
ocho a 12 inhalaciones en 24, horas aunque en las crisis agudas pueden
usarse dosis mayores por poco tiempo.
4.1.7.2. Anticolinérgicos
4.1.8. Corticoides
TABLA 4
TABLA 5
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TABLA 6
volumen corriente inicial de 7 ml por kilo de peso, con un flujo inspiratorio alto,
tratando de mantener una relación inspiración: espiración (I:E) de 1:4, con una
Frecuencia respiratoria de 12 a 16 tales parámetros pueden evitar las
complicaciones iniciales de la ventilación mecánica en este tipo de pacientes:
barotrauma, hipotensión, hiperventilación que produzca alcalosis,
especialmente en pacientes con acidosis respiratoria crónica y «auto PEEP».
5.3. Recomendaciónes
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cessation interventios in medical practice: a meta-analysis of 39 controlled
trials. JAMA 1988; 259:2882-89.
2. DETECCION DE LA HIPERTENSION
Se entiende por «detección» la identificación de pacientes sospechosos de
padecer de hipertensión arterial, a través de la medición adecuada, en
personas que demanden cualquier servicio de salud, o en tomas casuales con
este propósito, a nivel de la comunidad.
TABLA 1
Los individuos con cifras de presión arterial mayor de 210/120 y aquellos con
evidencia de compromiso de órganos blancos con cualquier cifra de presión
arterial, requerirán evaluación médica inmediata.
- Hipertensión episódica.
4. CLASIFICACION Y SEGUIMIENTO
4.3.1. Cardíaco
4.3.2. Cerebrovascular
- Ausencia de uno o más pulsos por extremidades (excepto dorsal pedio) con o
sin claudicación intermitente o aneurisma.
4.3.4 Renal
4.3.5 Retinopatía
TABLA 2
TABLA 3
- Dos o más tomas de tensión arterial con diferencia de dos minutos, con el
paciente sentado.
- Verificación de la tensión arterial en el brazo contralateral.
- Medida de peso y talla.
- Examen de fondo de ojo.
- Examen de cuello para soplos carotídeos, venas distendidas o aumento del
tamaño de la glándula tiroides.
- Examen del corazón para frecuencia cardíaca, aumento de tamaño, masas y
pulso anormal aórtico.
- Examen del abdomen, buscando la presencia de masas o soplos
- Examen de las extremidades valorando pulsos periféricos disminuidos o
ausentes, soplos y edemas.
- Valoración neurológica.
6. TRATAMIENTO NO FARMACOLOGICO
6.2. Recomendaciones
Todos los factores del riesgo modificables son objetivos de intervención y para
los siguientes existen evidencias científicas del tipo I:
- Fumar
Meta: Cesación completa.
El consejo médico regular es muy importante y efectivo.
- Hipertensión
Meta: TAS< 140 mm HG, TAD< 90 mmHg.
Controles dietéticos y modificación del estilo de vida.
Optimizar el control con agentes farmacológicos apropiados, cuando esté
indicado.
- Diabetes mellitus
Meta: Normalizar la glicemia en forma realista.
Optimizar el control de la dieta, las modificaciones del estilo de vida y
medicación apropiada.
- Exceso de peso
Meta: Apunte por peso saludable
Prescriba dieta baja en grasa, “corazón sano = dieta saludable”
Ejercicio isométrico regular
- Estilo de vida sedentario
Meta: Busque el peso saludable.
Prescriba dieta baja en grasa y rica en vegetales. «Corazón sano= dieta
saludable».
Ejercicio isométrico regular.
- Dislipidemia
Se apuntan específicamente a los pacientes con riesgo alto, por ser más
severas las evidencias sobre este grupo que en la población general.
Meta: LDL colesterol < 2,6 mmol/L
HDL colesterol > 1,2 mmol/L.
Triglicéridos < 2,0 mmol/L.
Colesterol Total/HDL en proporción < 5,0.
Después de un infarto miocárdico transmural: Se podrá pedir perfil de lípidos
dentro de las primeras 24 horas del ataque isquémico, o esperar por lo menos
seis semanas.
TABLA 4
TABLA 5
7.2. Diuréticos
En resumen, son drogas muy útiles que han demostrado su efectividad durante
los últimos 30 años y en todo tipo de pacientes, especialmente en los ancianos
y en los de raza negra, además, son de bajo costo.
7.3. Betabloqueadores
Son drogas de amplio uso, efectivas y con pocos efectos indeseables, que
ofrecen beneficios adicionales a algunos grupos de pacientes. No está muy
claro cómo bajan la presión, pero se han postulado estos mecanismos:
reducción del gasto cardíaco, reducción de los niveles de renina y bloqueo
beta-adrenérgico del sistema nervioso central.
7.5. Calcioantagonistas
8.2. Prevención
.
TABLA 6
8.4. Complicaciones cardíacas
9. HIPERTENSION EN NIÑOS
9.1. Definición
9.2. Prevalencia
9.4. Evaluación
9.5. Tratamiento
Está claramente indicado en niños con hipertensión severa para prevenir las
complicaciones cardiovasculares. La meta es llevar la presión arterial por
debajo del percentil 95.
10.1. Definición
En este grupo de edad la hipertensión se define igualmente según el quinto
reporte del Comité Nacional Conjunto sobre Detección, Evaluación y
Tratamiento de la Tensión Arterial Alta. En este reporte la prevalencia teniendo
en cuenta una cifra mayor de 140/90 mm de Hg en mayores de 60 años fue de
60% para blancos no hispanos, 71% en negros no hispanos y 61% para
hispanoamericanos. Para la cifra considerada por la Organización Mundial de
la Salud para definir HIPERTENSIÓN, mayor de 160/95 mm de Hg, la
prevalencia fue de 45%.
Hay que tener en cuenta para el diagnóstico las tres principales causas de
error: hipertensión de oficina, pseudohipertensión y brecha auscultatoria. La
evaluación clínica y de laboratorio es igual a la de otros grupos de edad.
10.2 Tratamiento
y bloqueos AV. Tiene un efecto sedante por lo que debe definirse muy bien su
uso en pacientes con manifestaciones neurológicas.
continua con una dosis que varía de 0.5-2 mg/min. Como otros
betabloqueadores, puede producir broncoespasmo, falla cardiaca y trastornos
de conducción.
- Diazoxido: se usa como minibolo de 1-3 mg/kg. (50-150 mg) cada 5-30
minutos; después de esta dosis inicial se debe espaciar a cada 4-24 horas.
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La más alta prevalencia la tienen los indios Pima de Arizona, con el 42.2%, y la
más baja se encuentra en poblaciones rurales de Bantú, con menos de 1%. Es
muy alta en los aborígenes de Australia, puertorriqueños de los Estados
Unidos, hispanos americanos y melanesios.
1.3. Fisiopatogénesis
Para algunos, la mitad o más (60 a 80 %) de todos los diabéticos con DM tipo
2 tendrían este síndrome.
2- Glucosa plasmática en ayunas igual o superior a 126 mg/ dl (7.0 mmoles por
ml). Ayunas se define como ninguna ingestión de calorías en por lo menos
ocho horas.
Como se sabe, tanto los indios Pima como los habitantes de Naurú en las islas
del sur tienen alta prevalencia de diabetes y el denominador común de ambos
grupos parece ser la obesidad, aunque la disminución de la actividad física es
otro factor básico.
En el estudio del Rancho, en San Bernardo, con 835 hombres y 1.091 mujeres,
seguidos por ocho años, se demostró que los niveles de glicemia disminuyeron
significativamente con la disminución de peso. Edelstein presenta otros seis
estudios prospectivos, sobre la progresión de la alteración de la tolerancia a la
glucosa hacia diabetes y en ellos hay una clara asociación entre la obesidad
general y la obesidad central con el desarrollo de diabetes. (Recomendación
B, basada en evidencia, nivel III, .
3.1. Introducción
(toxicidad del exceso de glucosa sobre la célula beta). En todos los pacientes
la meta es casi la normoglicemia, pero es todavía más importante en los
pacientes en los cuales se usan insulina o drogas que aumenten la producción
de insulina, pues la coexistencia de hiperglicemia con hiperinsulinismo es muy
deletérea.
1. Sí.
2. No.
3. Sí.
5. Sí.
Continuar el tratamiento.
6. No.
15. Sí.
Continuar.
16. No.
Se trata de falla secundaria a tratamiento con monoterapia oral.
El paciente con Síndrome metabólico endocrino se trata inicialmente con plan
de alimentación y aumento del ejercicio para lograr una disminución de peso.
Se ensaya de uno a tres meses.
¿Respondió?
17. Sí.
Continuar.
18. No.
Se inician acarbosa o metformina (45).
¿Respondió?
19. Si.
Continuar.
20. No.
Dar sulfonilureas (45).
¿Respondió?
21. Sí.
Continuar.
22. No.
Se trata de falla a la monoterapia oral (45).
¿Paciente estable?
23. Sí.
Otra ventaja adicional del método es que la baja dosis de insulina no provoca
tanto aumento de peso.
La mezcla de varias drogas orales con insulina podría ser beneficiosa, pero no
hay suficiente información.
24. No.
Suspender medicamentos orales, iniciar insulinoterapia y/u hospitalizar (52).
26. No.
Suspender medicamentos orales, iniciar insulinoterapiua y/u hospitalizar (53).
3.4. Medicamentos
3.4.1. Acarbosa
3.4.2. Metformina
Pertenece al grupo de las biguanidas, drogas que se han usado desde hace
muchos años para el tratamiento de la diabetes mellitus. Antes se usó la
fenformina, pero se prohibió cuando se informaron muertes por acidosis láctica
inducida por la droga. Hoy se usa la metformina que sólo excepcionalmente
produce este efecto secundario (0.03 por cada 1.000 pacientes año). La
galega oficinalis, usada en Francia desde el medioevo, contiene guanidina
(58), que es el núcleo central de la metformina.
3.4.3. Sulfonilureas
Son las drogas más comunes para el manejo de la DM tipo 2, y aunque llevan
en el comercio más de 40 años, siguen apareciendo nuevas. Su principal
mecanismo de acción ocurre a nivel pancreático, a nivel de los canales de
potasio dependientes de ATP; normalmente la célula beta toma glucosa, la que
es luego metabolizada por la glucocinasa a glucosa 6 fosfato, lo cual conduce
a un aumento del ATP intracelular. Esto abre los canales de potasio
dependientes de ATP y cierra los canales de calcio, aumentando los niveles
citosólicos de este, lo cual conduce a la secreción de insulina.
La más reciente (glimepiride) se une a una porción diferente del receptor, con
la ventaja de que se une mucho menos que las demás a los canales de potasio
dependientes de ATP a nivel cardiovascular, lo cual trae una menor alteración
del flujo coronario. Estudios con esta nueva droga se han realizado en más de
6.500 pacientes (61), (Recomendación B, basada en evidencia nivel III) (tabla
3).
Por lo menos una tercera parte de los pacientes con DMNID adecuadamente
seleccionados no responden bien a las sulfonilureas, sea porque el paciente
no cumple con las indicaciones de modificación de la dieta y el ejercicio o por
alteraciones severas de la célula beta. Esto se denomina «fallo primario a las
sulfonilureas». Cada año un cinco a 10% de los pacientes que inicialmente
respondieron dejan de responder, así que a los 10 años aproximadamente la
mitad no tiene buen control de la glicemia. Esto se denomina «falla
secundaria.»
Los pacientes que mejor responden a la terapia con sulfonilureas son los que
iniciaron su diabetes por encima de 40 años, los que tienen una duración de
su diabetes inferior a cinco años, los que nunca han necesitado insulina o se
controlan con menos de 30 unidades diarias.
Hay varias drogas que potencian la acción de las sulfonilureas y que deben
tenerse muy en cuenta, como los derivados pirazolónicos, los salicilatos, las
sulfas, el dicumarol, el cloranfenicol, los inhibidores de las
monoaminooxidasas, el allopurinol, el probenecid, los betabloqueadores y el
alcohol.
Hay una gran variedad de insulinas, pero sólo vamos a referirnos a las que
tenemos entre nosotros y que son de uso cotidiano. Aún tenemos insulina de
bovinos, tanto cristalina como NPH de 80 u/ cc, pero, con raras excepciones la
mayor parte de los pacientes se manejan con insulina humana. Las
excepciones son:
1- Pacientes que son controlados desde hace varios años con insulina bovina
y que no desean cambiarla.
2- En algunos sitios donde sólo se consigue la bovina.
3- En algunos pacientes que se sienten mejor con la bovina que con la
humana.
4- Algunos pacientes que afirman tener reacciones alérgicas con la insulina
humana,
5- Algunos pacientes que afirman que tienen más reacciones hipoglicémicas
con la humana que con la bovina,
6- Por razones económicas.
3- Pacientes con sobrepeso, que han pasado por las alternativas de dieta,
ejercicio, monoterapia por vía oral, terapia combinada y no se obtuvo control.
Algunos prefieren iniciar con unas dosis nocturna de 0.1 U/kg de peso. Esta es
la terapia BIDS.
La dosis elegida se mantiene durante dos o tres días para lograr la máxima
acción y luego se va incrementando entre dos y cinco unidades cada tres días
hasta lograr un control adecuado. Cuando la dosis única matinal se acerca a
30 unidades y aún no se logra el control o se provoca hipoglicemia alrededor
de las 11 de la mañana, es necesario partir la dosis en dos, aplicando las dos
terceras partes por la mañana media hora antes del desayuno y una tercera
media hora antes de la comida.
Con una terapia llamada intermedia, que asocia NPH con cristalina usando las
combinaciones existentes o haciendo combinaciones individualizadas en cada
paciente. Ejemplo, en el paciente que se ponía 20 en la mañana y 10 en la
tarde usamos ahora las premezclas, como la humulin 70-30, con lo cual el 30%
es cristalina y comienza a actuar a la media hora, coincidiendo con el
desayuno del paciente y el 70% es NPH que controla el aumento de la
glicemia inducida por el almuerzo y las glicemias de las primeras horas de la
tarde, casi hasta llegar la segunda inyección, la cual a su vez tiene 30% de
cristalina que controla los incrementos de glicemia inducidos por la comida y
70% de NPH que controla las glicemias de las primeras horas de la noche y el
amanecer y será responsable de los niveles de glicemia en ayunas.
Conociendo los niveles a las distintas horas del día podemos hacer los
incrementos o decrementos de la dosis aplicada. Si observamos que el
paciente tiene todas las glicemias en ayunas normales y las de la tarde
aumentadas, la conducta es incrementar la dosis de la mañana. Al contrario, si
las glicemias de la tarde son las correctas, pero las glicemias en ayunas están
aumentadas, la conducta es incrementar la dosis de la tarde. Si las glicemias
en ayunas y las de la tarde son normales, pero tenemos siempre las
postprandiales del almuerzo aumentadas, la conducta es añadir una dosis de
insulina cristalina antes del almuerzo. Con este método se logran
hemoglobinas glicosiladas de 8.5 a 9% A1c, que aun no son las ideales.
Con alguna frecuencia ocurre que todas las glicemias del día se encuentran
controladas, menos la glicemia de la mañana que permanece alta. En éste
caso hay que descartar: 1- Fenómeno de Somogy, que consiste en
hiperglicemia matinal como respuesta a una hipoglicemia a las tres o cuatro de
la mañana. 2-Fenómeno de la aurora o alborada, que consiste en
hiperglicemia en ayunas sin hipoglicemia previa y se debe a un aumento de la
producción de hormona del crecimiento.
Hay algunos hechos que sugieren que tal vez el tratamiento con insulina no es
necesario y que podría volverse a drogas orales. Son: 1- Episodios frecuentes
de hipoglicemia con o sin Somogy. 2- Control glicémico demasiado bueno y
constante. 3- Adecuada secreción de insulina endógena comprobada por
niveles adecuados de péptido C. 4- Historia de tratamiento con insulina que se
inició con la presencia de un coma hiperosmolar, con factor desencadenante
muy claro que ya ha desaparecido.
Los efectos secundarios más comunes del tratamiento con insulina son:
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JUSTIFICACIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
Neuropatía diabética
Macroangiopatía diabética
Microangiopatía diabética
ETIOLOGÍA
Los microorganismos que producen las infecciones del pie diabético proceden
de la flora cutánea e intestinal del propio paciente (Tabla 2). La etiología varía
según el tipo de infección y determinadas situaciones del paciente (tratamiento
antibiótico, manipulación u hospitalización previos). En las infecciones agudas
superficiales y leves sin amenaza para el miembro, como la celulitis y la
erisipela, predominan S. aureus y los estreptococos hemolíticos beta
(especialmente del grupo B, pero también los de los grupos A, C y G),
respectivamente, mientras que las que afectan a estructuras más profundas
(tejido celular subcutáneo o músculo) y son más graves, con peligro para la
extremidad o para la vida, suelen ser polimicrobianas con participación de
cocos grampositivos (S. aureus y estreptococos), enterobacterias y anaerobios
(Peptostreptococcus spp. Y Bacteroides spp.), y resulta difícil asignar su
etiología a alguno o varios de los patógenos aislados. Los anaerobios son
habituales en presencia de necrosis y normalmente no se encuentran en
solitario, sino formando parte de infecciones mixtas. En las úlceras crónicas
DIAGNÓSTICO
La puerta de entrada:
Esto implica que casi siempre podremos identificar cuál ha sido la puerta de
entrada de los microorganismos para desarrollar la infección. La primera fase
del diagnóstico es identificar la causa de la lesión inicial: neuropática,
isquémica, neuroisquémica, traumática, varicosa u otras. El diagnóstico
diferencial entre los dos tipos de úlcera más prevalentes (neuropática y
neuroisquémica) se muestra en la Tabla 3.
Gravedad de la infección
Desde el punto de vista clínico, una clasificación (83) que se ha mostrado útil y
resulta bastante simple es la que distingue:
Posible osteomielitis
Microorganismos implicados
A ellas no son ajenas las infecciones del pie diabético, en las que se han
usado para detectar microorganismos de crecimiento lento o difíciles de
cultivar, como Mycobacterium y Francisella, y también para buscar genes
determinantes de resistencia bacteriana. Por otro lado, hay que considerar la
presencia de biopelículas, tanto en las úlceras como en el hueso infectado, en
las cuales las bacterias sufren un proceso de adaptación que lleva consigo
una menor facilidad de crecimiento en los medios de cultivo habituales y, en
general, mayor resistencia a los antibióticos, hechos a tener en cuenta en el
laboratorio de microbiología.
TRATAMIENTO
Los pacientes que son dados de alta, así como los que no precisan
hospitalización, deberían ser controlados en una consulta especializada,
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Control de la glucemia:
La infección del pie diabético puede producir hiperglucemias graves. Las cifras
de glucemia elevadas (>250 mg/ dl) se asocian, por un lado, a alteraciones de
la función leucocitaria y a un aumento de la tasa de infección postoperatoria, y
por otro, cuando la glucemia excede el dintel renal de glucosa (160-180 mg/dl),
a glucosuria con la consiguiente diuresis osmótica y depleción
hidroelectrolítica. Cuando la glucemia supera los 250 mg/dl debe descartarse
la existencia de cetoacidosis diabética mediante el cálculo del anión gap,
gases arteriales en sangre y cuerpos cetónicos en orina y suero, y si se
confirma esta situación debe corregirse rápidamente (95).
Tratamiento quirúrgico:
El desbridamiento está indicado en casi todas las úlceras infectadas del pie
diabético, ya que transforma las lesiones crónicas en agudas, y se ha
mostrado muy eficaz en la consecución de un adecuado tejido de granulación.
Tratamiento de la osteomielitis:
pacientes con osteomielitis de los dedos o el antepié se asoció con una peor
evolución de la herida y mayores tasas de amputación, aconsejando que
cuando se demuestra osteomielitis con hueso expuesto en el fondo de la
úlcera el tratamiento debe ser inicialmente quirúrgico.
Descarga:
Apósitos:
Tratamiento antimicrobiano:
Los enfermos deben ser supervisados a los pocos días del inicio para ver la
evolución clínica, e instruidos ante una posible mala evolución de la infección.
La duración del tratamiento en estos casos puede ser suficiente con 7 a 14
días. En las infecciones moderadas-graves que amenazan la viabilidad del
miembro se aconseja el tratamiento intravenoso y de amplio espectro por su
naturaleza polimicrobiana, durante dos a cuatro semanas. Por su gran
prevalencia, los antibióticos deben ser activos frente a los siguientes
microorganismos: cocos grampositivos aerobios (Staphylococcus spp. y
Streptococcus spp.), bacilos gramnegativos aerobios (enterobacterias) y
anaerobios (Streptococcus spp., Peptostreptococcus spp. y Bacteroides spp.).
En esta situación se puede emplear ertapenem, una cefalosporina de tercera
generación más metronidazol, amoxicilina-ácido clavulánico o piperacilina-
tazobactam; este último en caso de sospecha de participación de P.
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En las infecciones muy graves que amenazan la vida del paciente, las que
hayan sido tratadas recientemente y las que no respondan a la terapia inicial,
debe darse cobertura a microorganismos menos habituales, como
Enterococcus spp., estafilococos coagulasa negativos, SARM y P. aeruginosa,
para lo cual es útil emplear un betalactámico antipseudomónico asociado a
linezolid o un glucopéptido (Tabla 5). En caso de alergia a los betalactámicos
puede usarse tigeciclina asociada a una fluoroquinolona (levofloxacino o
ciprofloxacino) o a amikacina para abarcar P.aeruginosa. En la actualidad no
se puede precisar el significado clínico del hallazgo de ciertos
microorganismos, como Enterococcus spp., Staphylococcus pidermidis,
estreptococos del grupo viridans y Corynebacterium spp. En muchas ocasiones
se comportan como meros contaminantes, pero también se ha sugerido que,
solos o de forma sinérgica con otros agentes claramente patógenos, pudieran
ser los elementos causales del proceso, sobre todo si tenemos en cuenta la
disminución de la actividad local de las defensas en estos enfermos y en
particular cuando se aíslan de forma repetida y persistente en las muestras
obtenidas. El fracaso del tratamiento antibiótico bien dirigido puede deberse a
un cambio etiológico (desarrollo de resistencias o sobreinfección) o a la
extensión de la infección al hueso, lo cual obliga a un nuevo desbridamiento y
a hacer más cultivos, incluidos los de tejido óseo. Desde un punto de vista
terapéutico hay que tener en cuenta que los enfermos hospitalizados y los que
hayan recibido tratamiento prolongado con antibióticos de amplio espectro
pueden estar predispuestos a la infección por bacterias resistentes, como
SARM o Enterococcus spp. Resistentes a los glucopéptidos. Respecto a S.
aureus con sensibilidad intermedia a los glucopéptidos, es de interés hacer
notar que los dos primeros casos descritos en la literatura científica eran
enfermos diabéticos con úlceras crónicas infectadas y politratadas. Por otro
lado, si bien antes SARM era patrimonio de los enfermos hospitalizados, ahora
son cada vez más habituales en la comunidad.
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DEFINICION:
ETIOLOGIA PORCENTAJE
Neumococo 15-76%
Haemophilus influenzae 3-46%
Legionella pneumophila 0- 5 %
Mycoplasma pneumoniae 2-14 %
Klebsiella pneumoniae 3-14 %
Bacilos Gram (-) 6-20 %
Staphylococcus aureus 3-14 %
Chlamydia 3- 6 %
Virus influenza 5- 12 %
Otros virus < 1 -12%
TBC. < 1-10%
Moraxella catharralis < 1-10%
Desconocido 0-49 %
Han sido identificados factores de riesgo para NAC por los diferentes
gérmenes que son:
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NEUMOCOCO
LEGIONELLA
GRAM NEGATIVOS
- Vivir en ancianatos
- Enfermedad cardiaca o pulmonar subyacente
- Antibióticos recientes
PSEUDOMONAS
DIAGNOSTICO
Diversos estudios han evaluado los factores de riesgo que dan un pronóstico
adverso de la morbimortalidad en la NAC. Los factores de riesgo son:
NAC
>50 AÑOS
COMORBILIDAD
Cáncer Asigne paciente a
ICC clase II a V de
ECV
Enfermedad Renal acuerdo con paso
Enfermedad Hepática No. 2
ANORMALIDADES EN EL
EXAMEN FÌSICO
-Estado mental
alterado
-FC≥125
-FR≥30
-TA sistòlica ≤90
-Tª <35 o > 40
-
RIESGO CLASE I
CARACTERISTICAS PUNTOS
Anormalidades laboratorio
pH <7.35 + 30
BUN ≥30 mg/dl. + 20
Sodio <130 meq/l + 20
Glucosa ≥250 mg/dl. + 10
Hematocrito <30 + 10
PO2<60 (Bogotá <50) + 10
Derrame pleural + 10
HIDRATACION
ANALGESIA
OXIGENACION
ANTIBIOTICOS:
Sospecha de anaerobios:
1. Extasis venoso
2. Lesión Endotelial
Cirugía
Trauma
TVO Previo
Catéteres endovenosos
3. Hipercoagulabilidad
Cáncer
Obesidad
Embarazo, postparto
Historia Familiar
Infección Sistémica
Estrógenos (anticonceptivos, terapia reemplazo hormonal)
Enfermedad Intestinal Inflamatoria
Síndrome Nefrótico
Trombofilia:
Grupo Prevalencia %
Pacientes médicos 10 - 20
Cirugía general 15 - 40
PROFILAXIS NO FARMACOLOGICA
Deambulación temprana.
Medias de compresión graduada.
Compresión neumática intermitente.
Bomba venosa de pie.
Filtro de vena cava inferior.
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Heparina no fraccionada:
Warfarina:
Útil cuando se requiere profilaxis extendida, especialmente en cirugía de
cadera o rodilla, iniciando la noche anterior, con miras a un INR de 2.5 (2.0 –
3.0).
Aspirina:
Controvertida a dosis bajas 100 mg día.
Cirugía general:
Cirugía ginecológica:
Cirugía urológica:
Cirugía laparoscópica:
Cirugía ortopédica:
Neurocirugía:
Trauma:
Quemaduras:
Pacientes médicos:
Cáncer:
Pacientes en UCI:
Los pacientes que ingresan a una UCI tienen riesgos antes de su ingreso
como son: cirugía reciente, trauma, quemaduras, cáncer y su tratamiento,
sepsis, inmovilización, reposo en cama, ECV, lesión de médula espinal,
edad, falla respiratoria o cardiaca, TVP previo, embarazo, puerperio,
estrógenos y factores adicionales adquiridos en UCI como son líneas
venosas centrales, sepsis, sedación farmacológica, parálisis y ventilación
mecánica.
Heparina no fraccionada 5000 u SC cada 12 horas en pacientes con riesgo
bajo o moderado y en pacientes con alto riesgo heparina de bajo peso
molecular. Si hay alto riesgo de sangrado medias de compresión graduada
o compresión neumática intermitente como medida temporal.
Viajes largos:
LECTURAS RECOMENDADAS
Definición
La insuficiencia cardíaca, también denominada "insuficiencia cardíaca
congestiva" es un trastorno donde el corazón pierde su capacidad de bombear
sangre con eficiencia. El término "insuficiencia cardíaca" no debe confundirse
con paro cardíaco, una situación en la cual el corazón realmente deja de latir.
El hígado
Cardiomiopatía diltada
Enfermedad pulmonar
Tumor cardíaco
Síntomas
Aumento de peso
Náuseas y vómitos
Tos
Anemia
Hipertiroidismo
Enfermedad renal
Signos y exámenes
Un examen físico puede revelar un ritmo cardíaco rápido o irregular. Puede
haber distensión de las venas del cuello, aumento del tamaño del hígado,
edema periférico (hinchazón de las extremidades) y signos de líquido
alrededor de los pulmones (derrame pleural).
Un ecocardiograma
CSC
Química sanguínea
Sodio sérico
BUN
Creatinina
Análisis de orina
Sodio en la orina
Tratamiento
La insuficiencia cardíaca requiere la vigilancia de la condición por parte del
médico. Esto significa concertar citas de seguimiento por lo menos cada 3 ó 6
meses, identificar y tratar cualquier trastorno subyacente y hacerse una
evaluación periódica de la función cardíaca. Por ejemplo, de vez en cuando se
realizará un ultrasonido del corazón o ecocardiograma para evaluar la
eficiencia con la que el corazón bombea la sangre con cada latido.
No fumar
No se debe cocinar con sal ni adicionar sal a los alimentos que se están
ingiriendo, en lugar de ella se debe saborizar con pimienta, ajo o limón.
Es igualmente necesario tener cuidado con las mezclas o
combinaciones de especias empacadas, ya que usualmente contienen
sal o derivados de la sal (como el glutamato monosódico, MSG).
Los diuréticos: existen varios tipos de ellos incluyendo los tiazídicos, los
diuréticos del asa y los diuréticos ahorradores de potasio; estos liberan
el cuerpo de líquido y de sodio.
Los casos severos de esta condición requieren medidas más drásticas. Por
ejemplo, el exceso de líquido se puede eliminar a través de una diálisis y la
ayuda circulatoria se puede brindar por medio de dispositivos, como la bomba
con balón intraaórtico (IABP) y el dispositivo de asistencia ventricular izquierdo
(LVAD). Estos dispositivos pueden salvar la vida del paciente, pero no son
soluciones permanentes. Los pacientes que se vuelvan dependientes del
soporte circulatorio necesitarán un trasplante de corazón.
Expectativas (pronóstico)
La insuficiencia cardíaca es un trastorno grave que conlleva la reducción de la
expectativa de vida del paciente. Muchas de las formas de insuficiencia
cardíaca son bien controladas con medicamentos y con la corrección de
trastornos subyacentes. Por lo general, la insuficiencia cardíaca es una
enfermedad crónica y puede empeorar con las infecciones o con otros factores
físicos que generan estrés.
Complicaciones
Edema pulmonar
Mareos y desmayos
Reacción de lupus
Dolor de cabeza
Tos
Calambres musculares
Prevención
Se deben seguir las recomendaciones médicas para el tratamiento de las
condiciones que puedan causar insuficiencia cardíaca congestiva. Algunas de
ellas son:
No fumar
Evitar el alcohol
Hacer ejercicio
2. ALCANCE
3. RESPONSABILIDAD
4. DEFINICIONES
5. CONTENIDO
5.2. Estrategia
5.4.2. Notificación
Los datos deben estar contenidos en archivos planos delimitados por comas,
con la estructura y características definidas y contenidas en los documentos
técnicos que hacen parte del subsistema de información para la notificación de
eventos de interés en salud pública del Instituto Nacional de Salud - Ministerio
de Protección Social.
5.5.1. Indicadores
El tratamiento en todos los casos de accidente ofídico debe ser realizado por
un médico e idealmente en condiciones hospitalarias. Se fundamenta de forma
específica en la administración de suero antiofídico para neutralizar el veneno
circulante y el que se está liberando en el sitio de la inoculación, además del
tratamiento de soporte para las manifestaciones locales y sistémicas.
5.6.2. Colectiva
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7. CONTROL DE REGISTROS
8. CONTROL DE REVISIONES
9. ANEXOS
9.1. Anexo 1 Ficha única de notificación de accidente ofídico
La clasificación del accidente ofídico debe ser realizada por el médico o por el
personal de salud capacitado. Sin embargo, por la diversidad de las serpientes
venenosas y la diferencia en sus venenos, los casos se pueden clasificar como
sigue.
Accidente botrópico
Cuadro clínico
Manifestaciones locales: aparición precoz y de carácter progresivo de los
síntomas. Dolor intenso e inmediato proporcional al edema, linfoadenomegalia
regional, induración, equimosis y sangrado en el sitio de la mordida por nsumo
de fibrinógeno con daño del endotelio capilar. Flictenas que pueden ser
hemorrágicas por la acción necrótica del veneno, siendo esto último lo que
deja más secuelas en las víctimas de este tipo de accidente.
Accidente lachésico
Cuadro clínico
Accidente crotálico
Cuadro clínico
Manifestaciones sistémicas
Las mordeduras por serpientes corales son poco frecuentes. Estos ofidios
están distribuidos a lo largo de todo el territorio colombiano y son en general
animales de pequeño porte y baja agresividad, presentando colmillos
inoculadores anteriores y pequeños que dificultan la inyección del veneno; de
este modo, el individuo es mordido por manipular la serpiente en forma
inadecuada e imprudente.
Cuadro clínico
Por los riesgos de insuficiencia respiratoria aguda, estos casos deben ser
considerados como potencialmente graves. A continuación se presenta una
clasificación por estadios que puede ser útil a nivel clínico.
Cuadro clínico
ERISIPELA Y CELULITIS
DEFINICION
La erisipela es una epidermitis superficial, generalmente postraumática o
secundaria a lesiones de la piel, con marcado compromiso de los vasos
linfáticos producida por el Streptocuccus pyogenes del grupo B.
FACTORES PREDISPÓNENTES
Diabetes mellitus, inmunosupresión, éstasis venosa crónica, alcoholismo,
obstrucción linfática crónica, síndrome nefrótico, úlceras crónicas y trauma
previo de la piel,
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
LABORATORIO
TRATAMIENTO
Específico: ANTIOBIOTICOTERAPIA
ERISIPELA:
CELULITIS
Si se sospecha etiología estreptococcica similar al de la erisipela.
Si se sospecha etiología estafilococcica o no hay claridad en la etiología
iniciar un antibacteriano antiestafilococcico.
LECTURAS RECOMENDADAS
TIROTOXICOSIS
La tirotoxicosis es el cuadro clínico resultante de un aumento por encima de lo
normal de las concentraciones plasmáticas y tisulares de hormonas tiroideas,
que actúan sobre efectores capaces de responder normalmente a ellas.
La tirotoxicosis puede deberse a muy diversas causas, que se detallan a
continuación:
Los síntomas y signos del hipertiroidismo varían según la edad del paciente.
En personas jóvenes predominan las manifestaciones de hipermetabolismo: la
hiperquinesia, la hiperorexia, que incluso puede hacer subir de peso; la
intolerancia al calor y los mecanismos para su disipación. En cambio, en
personas de edad avanzada, predominan los síntomas y signos
cardiovasculares, lo que hace recomendable estudiar la función tiroidea en
todo anciano con instalación brusca de fibrilación auricular o de insuficiencia
cardiaca congestiva. Los ancianos, en vez de aparecer agitados, pueden
aparecer depresivos, configurando un cuadro llamado hipertiroidismo apático.
En mujeres en edad reproductiva es frecuente la oligomenorrea o la
amenorrea.
DIAGNÓSTICO
En el 90% de los casos el diagnóstico de hipertiroidismo se puede sospechar
por la clínica, pero la confirmación es mediante estudio de laboratorio. Es un
error común realizar simultáneamente todas las pruebas tiroideas disponibles
cuando se sospecha hipertiroidismo, por lo que debe evitarse tomando en
cuenta los costos innecesarios en que se incurre. Hoy la mejor manera de
estudiar a un paciente es midiendo T4 total o libre junto con una TSH
ultrasensible. Se justifica pedir T3 cuando se quiere evaluar la magnitud de la
disponibilidad de hormona activa, cuando se quiere evaluar la relación T3/T4,
o cuando se sospecha T3 toxicosis. Si bien casi todos los sujetos
hipertiroideos tienen incremento tanto de T4 como de T3, hay un porcentaje
bajo, alrededor de un 5%, que tiene elevación sólo de T3. A esta alteración se
le llama T3 toxicosis y ocurre de preferencia en áreas de carencia de yodo.
Una TSH normal o una subida normal de TSH en respuesta a TRH descarta el
hipertiroidismo de cualquier etiología, con la sola excepción de los raros casos
de resistencia hipofisiaria a T4. Sin embargo, una TSH baja o la falta de
respuesta de TSH a TRH no son sinónimos de hipertiroidismo, ya que se ven
en los nódulos tiroideos autónomos en sujetos eutiroideos o en la ingesta de
hormona tiroidea aun en dosis bajas.
En la enfermedad de Graves-Basedow típica, con tirotoxicosis de por lo menos
3 meses de duración, no es necesario pedir más exámenes para establecer el
diagnóstico. Si la duración del hipertiroidismo es menor de 3 meses, si no hay
bocio o si la tiroides es sensible a la palpación, es preciso complementar el
estudio con captación de I-131. La gamagrafia tiroidea se indica sólo si hay
nódulos, habiendo descartado antes el embarazo. Cuando coexiste un
síndrome clínico de hipertiroidismo con hormonas tiroideas elevadas y
captación de I-131 baja (menor del 5% a las 24 horas), debe pensarse en una
tiroiditis subaguda o silente, en tirotoxicosis facticia y en hipertiroidismo por
yodo o sustancias yodadas como la amiodarona.
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DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Por los casos descritos antes de que hubiera tratamiento eficaz, se sabe que
la enfermedad de Graves- Basedow puede evolucionar de forma continua por
años o bien entrar en remisiones espontáneas, de duración muy variable, para
volver a reaparecer o en su defecto llegar al hipotiroidismo definitivo. Como la
mayoría de las veces sigue un curso continuo, sin remisiones, lo que va
comprometiendo de manera progresiva a diferentes órganos o sistemas,
especialmente al corazón, se justifica tratar a todos los pacientes.
DROGAS ANTITIROIDEAS.
Son la terapia de elección en la primera etapa. En nuestro medio se cuenta
con el propiltiouracilo (PTU), una tionamida que bloquea la síntesis de
hormonas tiroideas inhibiendo la oxidación y organificación del yodo y tiene
además un leve efecto de bloqueo de la conversión periférica de T4 a T3, sin
afectar la captación de yodo ni la secreción hormonal, y el metimazol ,
tionamida que, en relación al PTU, posee las desventajas de no tener efecto
sobre la conversión periférica y de ser excretadas en la leche materna en
mayor proporción que el PTU. En lo demás, sus efectos son similares. La dosis
inicial de PTU para un adulto es de 300 a 400 mg diarios, divididos en tres
dosis,(30 a 40 mg de Metimazol). El PTU se absorbe rápidamente y se
concentra en el tiroides, por lo cual, aunque su vida media plasmática es corta
(1 a 2 1/2 horas), su vida media biológica es más larga y puede darse de forma
más espaciada. La tiroxina, en cambio, tiene efectos biológicos que duran de 8
a 1 días. Por eso pasan por lo habitual al menos 2 semanas antes de que el
paciente empiece a notar alguna mejoría, si bien la T4 plasmática puede bajar
antes de eso. Es aconsejable controlar al paciente a las 4 semanas de
tratamiento pidiéndole que traiga una determinación reciente de T4 y T3 para
evaluar la respuesta. Algunos pacientes normalizan la T4 mucho antes que la
T3, por lo que se justifica medir ambas hormonas para certificar el
eutiroidismo. La TSH, en cambio, puede persistir suprimida varias semanas
después de haber normalizado T3 y T4. Si no ha habido alivio a las 6 semanas
y las hormonas siguen altas, se debe asegurar que se han cumplido las
indicaciones antes de subir las dosis. Sólo los pacientes con bocios muy
grandes o que han recibido un gran aporte de yodo requieren dosis de PTU
sobre 600 mg/día (o Metimazol 60 mg/día). Si se sube la dosis, el paciente
debe controlarse mensualmente midiendo T3 y T4 hasta alcanzar el
eutiroidismo. La causa más común de resistencia a las tionamidas es la falta
de ingesta del medicamento. En ocasiones, se ve un efecto muy marcado de
dosis habituales de los antitiroideos (PTU 300-400 mg/día o Metimazol 30-40
mg), cayendo los pacientes en hipotiroidismo bioquímico dentro de las
primeras 4 semanas. Excluyendo la posibilidad de estar tratando a un paciente
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BETABLOQUEADORES.
Su uso se justifica en casos de hipertiroidismo hiperadrenérgico, con muchas
manifestaciones cardiovasculares, especialmente taquicardia y arritmias. No
se modifica el hipermetabolismo, por lo cual los pacientes continúan bajando
de peso; no varían las concentraciones plasmáticas de hormonas tiroideas,
pero hay alguna mejoría sintomática. Se deben usar dosis relativamente altas,
de 80 a 160 mg diarios de propranolol divididos en 2 a 4 dosis. No es
aconsejable dar betabloqueadores en casos con insuficiencia cardiaca
congestiva.
HIPOTIROIDISMO EN EL ADULTO
Clasificación:
Etiología y patogenia
Entre las drogas que pueden producir hipotiroidismo, sin duda las principales
son el: propiltiouracilo y otras tionamidas usadas en el tratamiento del
hipertiroidismo. El hipotiroidismo se puede deber a sobredosis, a tratamientos
demasiado prolongados, a defectos de organificación del yodo subyacentes en
el paciente o, a indicaciones equivocadas como por ejemplo, administrar
drogas antitiroideas a un paciente en fase hipertiroidea de una tiroiditis
subaguda. En algunas zonas geográficas se ha descrito la presencia de bocio
atribuible a la ingesta de sustancias bociogenas. Entre éstas deben
mencionarse los tiocianatos presentes en plantas del género brassica (familia
Crucíferas).
Hipotiroidismo primario:
CUADRO CLINICO
DIAGNOSTICO:
Hipercolesterolemia
Depresión,(especialmente postparto)
Trastornos conductuales
Galactorrea
Insuficiencia coronaria en pacientes con pocos factores de riesgo
Hipotermia
Bradicardia
Insuficiencia cardíaca congestiva refractaria
Ascitis, pericarditis, derrame pleural no debidos a las causas más comunes
Edema idiomático
Hiponatremia
Niños con talla baja proporcionada y edad ósea menor que la cronológica
Síndrome de Down
Síndrome de Turner
Infertilidad
La base del diagnóstico clínico es tener un alto índice de sospecha, ya que los
síntomas y signos son muy inespecíficos. Todos los pacientes hipotiroideos
tienen T4 total baja. En casos en que se suponga disminución de TBG, esto se
puede corroborar con medición de T4 libre. La medición de T3 no sirve en el
diagnóstico del hipotiroidismo, ya que suele estar normal durante las primeras
etapas de la evolución de un hipotiroidismo primario o disminuida por múltiples
causas que inhiben la conversión periférica de T4 a T3. Una vez descrito el
hipotiroidismo por T4 baja, es preciso determinar si se trata de un
hipotiroidismo primario, secundario o terciario. Esto se hace midiendo TSH,
que en caso de estar elevada, confirma que se trata de hipotiroidismo primario.
En cambio, si frente a una T4 baja, la TSH está dentro de límites normales o
baja, el diagnóstico es hipotiroidismo secundario (hipofisiario) o terciario
(hipotalámico ). Es preciso, entonces, documentar si hay efecto de drogas que
disminuyan la TSH (por ejemplo, ingesta reciente de hormona tiroidea o
metabolitos, como el ácido triyodoacético que algunos usan para bajar de
peso), o si se sospecha una causa central, buscar si hay déficit de otras
hormonas hipofisiarias (GH, gonadotropinas, ACTH), buscar marcadores de
enfermedad hipotalámica (leve hiperprolactinemia, diabetes insípida,
alteraciones hipotalámicas no endocrinas) y proseguir con los estudios
neuroradiológicos y oftalmológicos correspondientes. Se debe solicitar
simultáneamente T4 y TSH ante la sospecha de hipotiroidismo. Además de lo
señalado para la T4, debe tenerse presente que la TSH es el índice más
sensible para detectar el hipotiroidismo primario. La medición sólo de TSH
puede no servir en casos de elevaciones menores, ya que su valor debe
analizarse a la luz del de T4. La distinción entre hipotiroidismo primario por
una parte y secundario o terciario, por otra, es de gran importancia, porque la
administración de hormona tiroidea a hipopituitarios puede precipitar una crisis
de insuficiencia suprarrenal. Existen sólo unas pocas circunstancias en que el
hipotiroidismo primario no se asocia a aumento de TSH, situación que se ve de
inmediato después de corregido un hipertiroidismo, ya que la TSH
crónicamente suprimida puede tardar de 4 a 6 semanas en subir; o cuando hay
sustancias que inhiben la secreción de TSH, como las hormonas tiroideas o
sus metabolitos, la dopamina o los glucocorticoides en dosis altas. En otras
situaciones, puede haber valores bajos de T3, T4 y TSH sin que el paciente
tenga una enfermedad hipofisiaria o hipotalámica. Es la que ocurre en
pacientes gravemente enfermos por causas extratiroideas, en los cuales está
bloqueada la conversión periférica de T4 a T3.
TRATAMIENTO:
SEGUIMIENTO TERAPEUTICO
2. Pacientes entre 40 y 60 años, con síntomas por mas de 3 meses, con riesgo
Coronario:
-Comenzar con 25 microgramos/d de LT4
-Subir 25 microgramos c/2 semanas hasta llegar a 100 microgramos/d
-Medir TSH al menos 6 semanas después de estar con 100 microgramos/d
-Reajustar dosis hasta obtener TSH entre 0,5 y 3,0 mUI/mL
-La TSH debe medirse después de 6 semanas de alcanzar una dosis estable.
Sin embargo, se ha descrito que hasta un 20% de los pacientes con tiroiditis
crónica de Hashimoto pueden tener mejorías espontáneas. Una vez
conseguido el eutiroidismo, debe controlarse anualmente a los pacientes
midiendo TSH e índice de T4 libre si el hipotiroidismo es primario o, sólo índice
de T4 libre si es secundario o terciario.
NODULO TIROIDEO
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los nódulos tiroideos pueden ser únicos o múltiples. Los más preocupantes
por la posibilidad de que alberguen un cáncer son los nódulos que se palpan
como únicos dentro de tiroides normales, aunque más de la mitad de las veces
la cirugía o ecografía muestra que, en realidad, se trata de bocios
multinodulares. Los bocios multinodulares a la palpación también pueden ser
asiento de neoplasias malignas. Algunos estudios muestran una incidencia
similar de cáncer en bocios uni y multinodulares.
Tanto los nódulos benignos como los malignos suelen ser asintomáticos y de
crecimiento lento a lo largo de años, por lo que pasan inadvertidos hasta que
su tamaño los hace detectables por el propio paciente, familiares o un médico
que examina, rutinariamente por otra razón. Sólo se hacen dolorosos si hay
crecimiento rápido, hemorragia intranodular o inflamación.
Más raros son los quistes tiroideos verdaderos. Las lesiones sólidas, además
de corresponder a hiperplasias foliculares, pueden corresponder a adenomas
o a carcinomas. En bocios multinodulares, los nódulos corresponden con
frecuencia a tiroiditis crónica de Hashimoto.
Los adenomas más frecuentes son los foliculares, de crecimiento muy lento y
que rara vez comprimen estructuras vecinas. Muchos tienen receptores para
TSH, lo que les permite responder a la supresión con hormona tiroidea
exógena. También existen los adenomas de células de Hürthle y otros menos
frecuentes.
La mayoría de los nódulos benignos tiene una tasa metabólica menor que la
del tejido tiroideo circundante. Su captación de yodo es menor y por eso
aparecen hipofuncionantes en la gamagrafia, llamándoseles nódulos fríos. Los
nódulos malignos son hipofuncionantes y aparecen también bajo esa
denominación.
Hoy día, el estudio citológico o histológico de una muestra tomada por punción
con aguja fina constituye el elemento mas útil para estimar la malignidad o
benignidad de un nódulo. Sin embargo, también existen elementos de
anamnesis, de examen físico y de laboratorio que sirven para estimar el riesgo
de cáncer. Si bien ninguno de ellos tiene sensibilidad ni especificidades
aceptables, el conjunto es de utilidad para que el médico tome una decisión.
Estos elementos son:
Edad La mayoría de los nódulos tiroideos benignos aparece entre los 30 y los
50 años. Por ello, un nódulo que aparece antes de los 20 años o después de
los 50 es más sospechoso de cáncer. Este criterio también es aplicable para
los nódulos que aparecen en niños.
MANEJO CLÍNICO:
Los nódulos que por estudio microscópico y demás elementos clínicos parecen
benignos se solían someter a tratamiento con hormona tiroidea para suprimir
TSH, con la presunción de que dependen de la estimulación tirotrópica, lo que
nunca se ha comprobado. Pero desde que se sabe que la terapia con hormona
tiroidea en dosis supresoras de TSH no es inocua, especialmente en mujeres
posmenopáusicas y en cardiópatas, ancianos o pacientes debilitados, se ha
comenzado a evaluar con cuidado los beneficios esperados versus los riesgos
inherentes a este tratamiento.
BIBLIOGRAFIA
TORMENTA TIROIDEA
e. Falla cardiaca
Ausente 0
Leve: edema pedio 5
Moderada: estertores bibasales 10
Severa: edema pulmonar 15
f. Fibrilacion auricular
Ausente 0
Presente 10
g. Desencadenante
Ausente 0
Presente 10
Patogenia
Manifestaciones clínicas
Tratamiento
DENGUE
1.ASPECTOS CLINICOS
Dengue (FD):
Enfermedad aguda con fiebre que dura 2 a 7 días y dos o más de las
siguientes: manifestaciones: cefalea, dolor retroorbitario, mialgias, artralgias,
erupción cutánea, manifestaciones hemorrágicas inusuales y leucopenia.
_ Hematocrito inicial situado 20% por encima del correspondiente a esa edad,
Género y población.
_ Descenso 20% del hematocrito después del tratamiento.
_ Signos asociados a la extravasación de plasma como derrame pleural,
ascitis, e hipoproteinemia.
1. Fiebre
2. Manifestaciones hemorrágicas (prueba del brazalete positiva, equimosis o
Sangrado).
3. Conteo de plaquetas menor de 100.000/mm3.
4. Hemoconcentración
Confirmación de caso:
Grado I: FHD con prueba del brazalete positiva como único signo hemorrágico.
Grado II: FHD con hemorragias espontáneas (petequias u otras)
Grado III: FHD con falla circulatoria manifestada por pulso rápido o débil,
hipotensión o tensión diferencial estrecha, piel húmeda y fría, inquietud o
agitación.
Grado IV: FHD con choque profundo (presión sanguínea y pulso
indetectables).
2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Los estudios sobre infecciones transplacentarias por el virus del dengue han
llegado a conclusiones diferentes. La mayoría están de acuerdo en que se
pueden presentar abortos o muertes fetales, pero no hay estudios sobre
teratogenicidad, excepto un reporte de neonatos con defectos del tubo neural
en los cuales se encontró una relación potencial con la transmisión
transplacentaria de infección por dengue en el primer trimestre. Se han
reportado recién nacidos que han sufrido FHD y aunque difíciles de clasificar
según los criterios de la OMS, han sido confirmados virológica o
serológicamente y se han considerado casos de transmisión vertical del virus
dengue durante el parto. Después de la primera semana de vida se han
reportado casos de FD/FHD como casos primarios. Está demostrado el paso
de anticuerpos antidengue de la madre al feto y además se encuentran en la
2.7 OBSERVACIONES
Esta fase puede durar de 2 a 7 días y sus signos clínicos son similares en
todos los casos.
En FHD grados I y II, si el paciente no tolera la vía oral, presenta vomito, vive
lejos del hospital o la familia no tiene capacidad para seguir las indicaciones
medicas, deben administrarse Líquidos endovenosos (LEV) y realizar un
adecuado monitoreo por laboratorio. La elevación del hematocrito constituye el
primer signo de fuga plasmática, precede a la aparición de cambios en el pulso
y la tensión arterial e indica la instauración de terapia con LEV. Este proceso
se considera como perdida significativa de plasma cuando la
hemoconcentración es igual o mayor al 20% del nivel basal. EI reemplazo
temprano con soluciones cristaloides puede reducir la severidad de la
enfermedad y prevenir el choque.
FHD Grado IV (choque). En esta fase los signos vitales son inestables, el
gasto urinario esta bajo y están presentes los signos de choque. En esta
instancia se administran LEV cristaloides, preferiblemente Solución Salina
Normal (SSN) o Lactato de Ringer (LR) de 10 a 20 ml/kg en bolo, tan rápido
como sea posible hasta que los signos vitales retornen a lo normal. Pueden
necesitarse hasta 2 o 3 bolos cuando el paciente se encuentra en choque
profundo. Si hay mejoría se disminuye la velocidad de infusión de crist aloides
sucesivamente a 15, 10 Y 6 hasta 3 ml/kg/h. Si la mejoría es progresiva se
detiene la infusión después de 24 a 48 horas.
Los pacientes en choque deben controlarse con toma del pulso, presión terial,
frecuencia cardíaca y respiratoria, cada 30 minutos o más frecuentemente
hasta que el choque revierta. Debe llevarse un balance de líquidos
administrados y eliminados y de gasto urinario cada hora (en pacientes con
choque refractario debe utilizarse catéter urinario). EI control del hematocrito
idealmente debería hacerse cada 2 horas durante 6 horas y luego cada 4
horas hasta que el paciente se estabilice. Los niños pueden entrar y salir del
choque durante un periodo de 24 a 48 horas y por tanto los LEV se ajustaran
en intervalos cada una o 2 horas durante todo el día.
Idealmente todos los niños clasificados con FHD deben permanecer por lo
menos en salas de observación. EI grado I podría observarse
ambulatoriamente con control diario, pero del grado II en adelante deben
hospitalizarse si se cuenta con recursos hospitalarios suficientes.
Líquidos recomendados:
- Cristaloides: Solución de Lactato Ringer (LR); Solución salina normal (SSN);
Dextrosa 5% en Solución salina normal ; Dextrosa al 5% en solución salina
medio isotónica;
- Dextrosa al 5% en solución de lactato Ringer.
- Coloides: Plasma, Expansores o sustitutos del plasma (Dextran 40,
polimerizados de gelatina) y Albúmina al 5%.
- Para iniciar el tratamiento con LEV en FHD Grados I y II se recomiendan las
mezclas de dextrosa al 5% en SS o dextrosa al 5% en LR o Lactato Ringer. En
FHD Grados III y IV es preferible el Lactato Ringer (LR) o la solución salina
normal (SSN).
Los siguientes criterios son importantes antes de decidir el alta del paciente:
mejoría clínica evidente, gasto urinario adecuado, no debe haber derrames
serosos ni dificultad respiratoria, recuento de plaquetas mayor de 50.000 y en
ascenso. No dar salida antes de 3 días después de la recuperación del
choque.
EI paciente con dengue consulta por un cuadro febril agudo de dos a siete días
de duración, que puede estar acompañado de cefalea, mialgias, dolor retro-
ocular, dolores óseos, y en algunos casos exantema. La historia y el examen
fisco en todo paciente deben estar encaminados a buscar los siguientes
puntos:
_ Hipotensión ortostática
_ Llenado capilar retardado
_ Pulso rápido y débil
Anormalidades en el hemograma
Si el paciente tiene mas de 3 días con fiebre, sin foco aparente, solicitar
hemograma completo con recuento de plaquetas. Buscar la presencia de
hemoconcentración (1) y trombocitopenia. La presencia de hemoconcentración
EI dengue no complicado:
Es aquel que solo presenta el cuadro febril, sin sangrado o sangrado menor,
con plaquetas mayores de 50.000/mm3 y sin signos /síntomas de alerta.
EI dengue complicado.
Nivel I:
Nivel lI:
Pacientes sin sangrado, sin signos de alarma, pero con recuento de plaquetas
por debajo de 50.000/mm3. Pacientes con sangrados menores, signos de
alarma, y plaquetas por encima de 50.000/mm3.
Nivel llI:
Se debe vigilar de cerca a los pacientes con el fin de detectar a tiempo los
signos iniciales del choque. EI periodo crítico ocurre durante la etapa de
transición de la fase febril a la fase afebril, que ocurre después del tercer día.
tipo solución salina normal, cada día debe administrarse los líquidos básales
para 24 horas mas reposición de un 5% de déficit del agua corporal.
En presencia de una hemoconcentración importante (hematocrito superior al
20% del valor basal), los líquidos deben tener la misma tonicidad del plasma.
Se pueden utilizar:
Lactato de Ringer (LR), o Solución Salina al 0.9% (SS).
Esta guía NO REEMPLAZA el buen juicio clínico del médico tratante, y se debe
siempre individualizar el manejo del paciente. Debe tenerse presente que una
buena historia clínica y examen físico son fundamentales en la aproximación
clínica de cualquier paciente.
ANEXO 2
MANEJO DE DEFICIT AGUDO DE LlQUIDOS- AGUA CORPORAL TOTAL
(ACT)
1. DÉFICIT
A. DESHIDRATACION
B. HEMORRAGICA:
3. PÉRDIDAS
EI Potasio: TGI superior (Treiz hacia arriba) 10 meq c/ litro que se pierda TGl
inferior (treiz hacia abajo) 30 meq/litro que se pierda.
INSENSIBLES:
Fiebre + 10 % de Líquidos basales
Uso de sistema de ventilación + 10 % de Líquidos de base
Abdomen Abierto + 10 20 % de Líquidos de base
Diaforesis 300 - 1000 cc según la intensidad.
REFERENCIAS
14. Termómetro.
15. Camilla para lavado gástrico con 15 grados de inclinación cefálica.
16. Sonda orogástrica de varios calibres
17. Sustancias adsorbentes: carbón activado en polvo (bolsas de 60 gr), tierra
de Fuller para el Paraquat (tarro por 60 g), colestiramina para Organoclorados
(sobres de 9 g con 4 g de principio activo).
18. Catárticos: bolsas de manitol al 20%
19. Ducha para baño del paciente.
20. Dextrometer (glicemia capilar) y sus tirillas correspondientes.
21. Cintillas para citoquímico de orina
22. Kits de pruebas rápidas de toxicología.
23. Kits de antídotos (ver capítulo 3 para lista según nivel).
Dras. Alejandra Restrepo y Lina Peña Las pruebas rápidas tienen un valor
importante porque contribuyen junto con la historia clínica y el examen físico al
enfoque diagnóstico de un paciente intoxicado y por consiguiente a decidir un
tratamiento específico. Estas pruebas deben ser sensibles y rápidas, sin
embargo pueden dar falsos positivos y falsos negativos, por lo que se deben
confirmar los hallazgos con pruebas más específicas. Por eso las pruebas
rápidas por sí solas no tienen valor si no se involucran dentro de un contexto
clínico. A continuación se presenta una revisión de los principales análisis de
pruebas rápidas útiles en el servicio de urgencias.
Fosforados orgánicos:
Antidepresivos tricíclicos:
Muestra: orina
Técnica: solo sirve para determinar la presencia de imipramina y su
metabolito desipramina. En un tubo de ensayo se pone 1 ml del reactivo
de imipramina, y de forma muy lenta por las paredes del tubo de
ensayo, se adiciona 1 ml de orina. La prueba se considera positiva
cuando aparece un anillo verde (presencia de imipramina) o azul
(presencia de desipramina).
Salicisatos
Muestra: orina
Técnica: detecta la presencia de ácido salicílico (metabolito de los
salicilatos). En un tubo de ensayo se pone 1 ml de orina y se le adiciona
1 ml del reactivo de Trinder (FeCl3) al 10%, la aparición de un color
violeta, indica que hubo exposición a un salicilato) no necesariamente
intoxicación). Puede ser positiva la prueba en casos de exposición a
fenotiazinas. Para diferenciar se agregan 2 gotas de acido sulfúrico al
50%, que en caso de ser salicilatos produce la desaparición del color
violeta.
Fenotiazinas:
Muestra: orina
Técnica: a 1 ml de orina se le adiciona 1 ml del reactivo FPN (Cloruro
Férrico al 5%, Ácido Perclórico al 20%, y ácido nítrico al 50%). La
aparición inmediata de color rosado indica fenotiazinas cloradas y la
aparición del color morado indica la presencia de fenotiazinas fluoradas.
Recordar que puede dar falsos positivos con los salicilatos y por tanto
se puede aplicar ácido sulfúrico donde se apreciará que el color violeta
no desaparece. La aparición de colores tardíos se debe más bien a
componentes de la orina, que a la presencia de fenotiazinas.
Guias de Manejo Hospital Universitario Erasmo Meoz 381
Medicina Interna-Auditoria de la Calidad
HOSPITALIZACIÓN CODIGO DEL HS-GI-H-13
FORMATO:
GUIA DE MEDICINA INTERNA
FECHA DE ULTIMA
ACTUALIZACION:
ELABORÓ VERIFICÓ APROBO VERSION: 01 23 de Octubre de
2012
Cianuro:
Muestras:
a) Contenido gástrico si la administración fue oral.
b) La piel de donde se aplicó el cianuro si fuese parenteral (en el caso de
un occiso).
c) La sangre en todos los casos.
Muestra: orina.
Técnica: A un mililitro de orina se le adiciona 1ml de dicromato de
potasio (al 10% en ácido sulfúrico al 50%). La reacción genera la
aparición de un color azul verdoso de intensidad variable según la
concentración y confirma la presencia de sustancias volátiles reductoras
(alcoholes). Se deben usar técnicas confirmatorias para concentración y
tipo de alcohol.
Monóxido de carbono:
Cocaína:
Heroína:
Muestras: no biológicas
Técnica: a la muestra problema se le adicionan unas gotas de cloruro
férrico, en presencia de heroína aparecerá un color amarillo - marrón.
Sin embargo existen falsos positivos, en caso de morfina da un color
verde y en caso de cocaína un color morado.
BAÑO: debe ser con agua tibia y jabón, teniendo precaución con la
presentación de hipotermia y sólo en aquellos casos donde se presenta
exposición cutánea.
Existen diferentes mecanismos por los cuales las sustancias tóxicas pueden
producir alteraciones electrocardiográficas y manifestaciones
cardiovasculares, los cuales se explicarán a continuación:
Alteraciones cardiacas:
1. Alteración del potencial de acción, el cual está constituido por cinco fases,
cada una con un evento iónico predominante:
- Fase 0. Despolarización debida a la activación de los canales rápidos de
sodio.
- Fase 1. Cierre de los canales de sodio y apertura de los canales de calcio.
- Fase 2. Ingreso de calcio.
- Fase 3. Salida de potasio.
- Fase 4. Restablecimiento del potencial de membrana en reposo.
principio activo diluido en solventes orgánicos, entre los cuales el más utilizado
es el xileno. Por lo tanto, la exposición a estos productos puede generar
toxicidad tanto por el amitraz como por el solvente.
vista, la toxicidad por este agente es similar a la producida por otros agonistas
Tratamiento:
1. ABCD inicial.
2. Adecuada oxigenación.
3. Lavado gástrico y carbón activado (según recomendaciones del capítulo 1).
4. Recordar el catártico (manitol) siempre que se use más de una dosis de
carbón activado.
5. Monitoreo respiratorio con control de oximetría de pulso cada 4 horas. Si
ésta es menor del 90% el paciente posiblemente progresará a paro respiratorio
requiriendo intubación orotraqueal y soporte ventilatorio.
6. No es necesario tratar la hiperglicemia, pero si es mandatorio corregir la
hipoglicemia cuando se presente.
7. Control de la hipotermia o hipertermia por medios físicos.
1. Realizar ABCD.
2. Para las medidas de descontaminación ver el capítulo 1.
Farmacocinética: se absorbe bien por vía oral, mientras que su absorción por
vía dérmica se da sólo en piel lesionada. También se ha reportado buena
absorción por vía inhalatoria. Sufre metabolismo hepático.
1. ABCD inicial.
2. Vía dermatológica: retirar vestiduras y lavar con agua y jabón.
3. Monitoreo cardiaco continuo.
4. Lavado gástrico y carbón activado (según recomendaciones del capítulo 1).
Recordar el catártico (manitol) siempre que se use más de una dosis de
carbón activado.
5. Etanol mínimo por 24 horas, por ruta oral o venosa, así:
Intravenoso: disolver 50 mL de etanol al 96% en 450 mL de DAD 5%
(concentración al 9.6%), pasar un bolo de 8 mL/kg para 30 minutos y luego
administrar un goteo de 0.8 mL/kg/h durante 24 horas. Oral: administrar por
sonda nasogástrica (SNG) etanol al 29% (aguardiente) a 3 mL/kg/h en bolo y
continuar a 0.3 mL/kg/hora durante 24 horas.
6. En caso de hipocalcemia hacer manejo de ésta con gluconato de calcio 0.5
a 2 g (5 a 20 mL de una solución al 10%) IV a una velocidad que no supere los
200 mg/min. Evaluar si hay persistencia de la hipocalcemia a la hora.
7. Manejo de convulsiones con diazepam 5 a 10 mg intravenosos cada 10 a 15
minutos hasta un máximo de 30 mg.
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Para disminuir la absorción por vía dérmica, retirar ropas contaminadas y
bañar exhaustivamente con agua y jabón.
3. En caso de contacto ocular, hacer un lavado profuso por 5 minutos con
solución salina 0.9% y luego dejar goteo continuo durante 1 hora; finalmente
ocluir el ojo afectado y solicitar valoración por oftalmología.
4. En caso de hipotensión, iniciar soporte hemodinámico inicialmente con
cristaloides 30 mL/kg en bolo IV. Si persiste la hipotensión, iniciar
vasopresores tipo dopamina.
5. Mantener diuresis 1-2 mL/kg/hora. Realizar estricto control de ingresos y
egresos urinarios.
6. El lavado gástrico está indicado si la ingestión lleva menos de 1 hora, y se
realizará con solución salina. Considerar antes de pasar sonda nasogástrica la
posible presencia de quemaduras del tracto gastrointestinal (ver capítulo 1).
Guias de Manejo Hospital Universitario Erasmo Meoz 403
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ACTUALIZACION:
ELABORÓ VERIFICÓ APROBO VERSION: 01 23 de Octubre de
2012
Tratamiento:
Tratamiento:
1. ABCD.
2. Si hubo inhalación, vigilar signos de compromiso respiratorio y suministrar
oxigeno.
3. Si hubo exposición dérmica, retirar las vestiduras y realizar baño exhaustivo
con abundante agua y jabón.
4. Si hubo contacto ocular realizar lavado con abundante agua tibia por 15
minutos.
5. Si hubo ingestión y el paciente llega antes de 1 hora realizar lavado gástrico
y suministrar carbón activado como se recomienda en el capítulo 1.
6. No existe antídoto específico.
7. En caso de convulsiones se deben controlar con benzodiazepinas
(diazepam 5 a 10 mg intravenosos cada 10 a 15 minutos hasta un máximo de
30 mg). Si las convulsiones son incontrolables o recurren después de 30 mg
de diazepam en adultos o 10 mg en niños mayores de 5 años aplicar
fenobarbital intravenoso así: adultos 10 mg/kg en 60 mL de solución salina
0.9% para pasar en 30 minutos, dosis diluidas adicionales a necesidad de 100
mg cada 20 min; en niños 15 - 20 mg/kg con dosis adicionales a necesidad de
5 - 10 mg/kg cada 20 minutos.
8. La hipertermia debe manejarse de manera agresiva con medidas de
enfriamiento externo.
9. La colestiramina puede aumentar la excreción de organoclorados al
interrumpir la recirculación enterohepática. Se deben administrar 4g (1 sobre),
diluido en 80 mL de un líquido (que no sea una bebida carbonatada), cada 6
horas.
Dosis tóxica: una cantidad tan pequeña como 10-20 mL de una solución al
20% de paraquat (2 a 4 gramos) en adultos y 4-5 mL en niños, puede producir
la muerte. Para diquat, la dosis letal estimada para adultos es 30 a 60 mL (6 a
12 gramos) de una solución al 20%.
Las pruebas de función pulmonar son necesarias, debido a que los cambios
pulmonares aparecen tardíamente a los rayos X y éstos reflejan pobremente la
gravedad. Una prueba complementaria en el diagnóstico de la intoxicación es
la determinación de ácido malonildialdehído (MDA, por sus siglas en inglés),
un reflejo de la peroxidación lipídica inducida por los bipiridilos. Esta prueba
está disponible en nuestro Laboratorio en la Universidad de Antioquia. Entre
los estudios de laboratorio que también se deben solicitar se incluye
hemoleucograma, ionograma con calcio y magnesio, BUN y creatinina,
bilirrubina total y directa, transaminasas, fosfatasas alcalinas, pH y gases
arteriales, CPK, y endoscopia digestiva superior (idealmente en las primeras
48 horas post-ingesta). Se debe hacer seguimiento del funcionamiento
pulmonar en los sobrevivientes, mediante espirometría luego de dos a seis
semanas para evidenciar compromiso restrictivo (fibrosis) como secuela.
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Nada vía oral en las primeras 24 horas. No inducir el vómito.
3. Canalizar 2 venas: una para medicación general y otra para líquidos
endovenosos (solución salina al 0.9% o lactato Ringer) a razón de 30
mL/kg/día.
4. Control estricto de líquidos ingeridos y eliminados.
5. En caso de úlceras orales, realizar enjuagues bucales cada 8 horas con una
mezcla de 10 mL de difenhidramina, 10 mL de nistatina y 10 mL de hidróxido
de aluminio.
6. En caso de compromiso ocular, se debe realizar lavado del ojo afectado con
solución salina al 0.9% a goteo continuo durante 1 hora.
7. En caso de contaminación dérmica se debe hacer baño exhaustivo del
paciente.
8. El lavado gástrico sólo está indicado si la sobredosis por vía oral tiene
menos de una hora de evolución (ver capítulo 1). Suministrar inmediatamente
por sonda nasogástrica (o vía oral) adsorbentes como la tierra de Fuller al 25%
(o la bentonita al 7.5%), a dosis de 1.5 g/kg adultos y 2 g/kg de peso niños
(menores de 12 años). Esta administración debe repetirse cada 4 a 8 horas por
24 horas. En caso de no disponer de tierra de Fuller se puede emplear carbón
activado, como se recomienda en el capítulo 1.
9. Adicionalmente, prescribir manitol 5 mL/kg por vía oral (o sonda
nasogástrica), en caso de no tenerlo disponible pueden administrarse por la
misma ruta 250 mg/kg de hidróxido de magnesio o sulfato de magnesio.
10. Entre las medidas farmacológicas que se han recomendado, aunque su
eficacia en el envenenamiento no se ha establecido, se incluyen:
Propranolol 80 mg cada 8 horas previa toma de presión arterial,
manteniendo una presión arterial media >70 y una frecuencia cardiaca
≥60.
N-acetilcisteína 150 mg/kg diluidos en 200 mL de DAD al 5% para pasar
en una hora bolo IV, seguido por 50 mg/kg diluidos en 200 mLde DAD
5% para pasar en 4 horas IV y continuar con una infusión IV de 100
mg/kg diluida en 200 mL de DAD 5% cada 16 horas hasta completar 10
días; luego de los cuales se continúa 600 mg VO cada 8 horas por otros
10 días. Se sugiere vigilar sobrecarga hídrica y la presencia de la
enfermedad del suero, la cual se presenta entre 5 y 10 dias luego del
uso de este medicamento y se caracteriza por fiebre, rash y
adenopatías.
Vitamina E 400 UI por vía oral cada 12 horas por 20 dias.
o no responden a la luz y fondo de ojo que muestra hiperemia del disco óptico
con desvanecimiento de los márgenes (pseudopapilitis). La ausencia de estos
hallazgos en el fondo de ojo no excluye el diagnóstico. Algunos pacientes
describen angina de pecho, por lo que a veces son admitidos con diagnóstico
diferencial de infarto agudo de miocardio. Los signos de mal pronóstico son:
acidemia, convulsiones, bradicardia, falla respiratoria y coma. El paro
respiratorio es una complicación dramática asociada con una tasa de muerte
de 75%. Las secuelas más comunes son: neuropatía óptica, ceguera, infartos
de ganglios basales, parkinsonismo, encefalopatía tóxica y polineuropatía.
Dosis tóxica: La dosis tóxica por vía oral es de 100 mg/kg y la letal de 20 a
150 gramos (30-240 mL). La dosis tóxica mínima por vía inhalatoria se estima
en 200 ppm durante aproximadamente 8 horas o de 6000 ppm independiente
del tiempo de exposición.
Tratamiento:
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Monitoreo cardiaco continuo si hay cambios electrocardiográficos.
3. ADVERTENCIA: en un paciente con disminución del puntaje de Glasgow o
convulsiones, en el contexto de la intoxicación por ADT, la realización de las
medidas de descontaminación tiene que hacerse previa intubación
orotraqueal. El no seguimiento de esta recomendación implica un grave riesgo
para la vida del paciente, por lo que se contraindica cualquier procedimiento
de descontaminación.
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Tratamiento:
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Monitoreo cardiaco estricto.
3. Electrocardiograma cada 6 a 8 horas.
4. Lavado gástrico, si el paciente es atendido máximo en la primera hora luego
de la ingesta (ver capítulo 1).
5. Carbón activado, el cual se puede iniciar tan tardíamente como 12 horas
post-ingesta. Están indicadas dosis repetidas, siempre y cuando se vigile
aparición de obstrucción intestinal (ver capítulo 1).
6. En caso de convulsiones se hace manejo con benzodiazepinas o
fenobarbital. Evitar el uso de fenitoína o cualquier otro anticonvulsivante
bloqueador de canales de sodio.
7. Si hay prolongación de QRS > 100 mseg se puede administrar bicarbonato
de sodio 1 mEq/kg rápido sin diluir, intravenoso.
8. No es útil la hemodiálisis. La hemoperfusión tiene resultados comparables a
dosis repetidas de carbón activado.
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Monitoreo cardíaco continuo.
3. Medios físicos para bajar la temperatura en caso de hipertermia (mantas
humedas, bolsas de hielo en axilas y región inguinal).
4. Si hubo ingestión de bolsas de cocaína y no hay evidencia clínica de
intoxicación (“correos humanos”) administrar polietilenglicol (Nulytely®) por
sonda naso-gástrica a 25 mL/kg/h hasta que las deposiciones sean claras y no
exista evidencia radiológica de bolsas en el tracto gastrointestinal. La
sospecha de ruptura es indicativa de laparotomía exploradora urgente.
Toma de muestras:
1. Realizar el ABCD.
2. En caso de ingestas recientes (1 hora) de semillas de cacao sabanero, está
indicado el lavado gástrico exhaustivo con agua o solución salina (200 mL ó 10
mL/kg en niños) hasta que el contenido gástrico salga claro.
3. Suministrar una dosis de carbón activado de 1 g/kg de peso corporal en
solución al 20-25% por sonda nasogástrica.
4. Medios físicos para bajar la temperatura.
5. En caso de agitación sedar con benzodiazepinas, no aplicar antipsicóticos
como el haloperidol por el riesgo de aumentar la toxicidad cardiaca y disminuir
el umbral convulsivo.
6. Monitoreo electrocardiográfico continuo.
7. Manejo de convulsiones con diazepam 5-10 mg (niños: 0.2-0.5 mg/Kg) IV y
repetir cada 5 minutos si es necesario.
8. Es importante garantizar una buena diuresis (>2 mL/kg/hora), dado el riesgo
de falla renal por mioglobinuria con líquidos previo paso de sonda vesical.
9. Administrar fisostigmina (ampollas de mg/mL) únicamente a los pacientes
con: convulsiones, coma, agitación grave que no cede a benzodiazepinas o
taquicardia supraventricular de complejos estrechos.
Con el uso crónico se generan cambios de regulación en baja, que hacen que
cada vez se requiera de más dosis para obtener el mismo efecto (tolerancia).
En el paciente con dependencia física, la ausencia o disminución aguda de la
dosis, hace que el calcio ingrese sin control a la célula, especialmente en
aquellos centros neurológicos accionados por opioides endógenos, como el
locus ceruleus y el núcleo accumbens, lo que se traduce en la presencia de los
síntomas de abstinencia. Es necesario también recordar que se puede
desencadenar un síndrome de abstinencia a opioides cuando a un paciente
con dependencia física se le suministra naloxona o naltrexona.
Ionograma completo.
Gases arteriales (descartar alteraciones ácido-básicas).
CPK totales (pueden encontrarse elevadas).
Panel de tóxicos en orina. Útil para descartar el consumo de otras
sustancias de abuso que agreguen comorbilidad.
Tratamiento:
En caso de consumo por vía oral, si la ingestión fue reciente (hasta 1 hora)
realizar las medidas de descontaminación del tracto gastrointestinal según
indicaciones del capítulo 1: manejo general del paciente intoxicado.
Diagnóstico: dado que estas sustancias pueden contener una amplia variedad
de ingredientes activos, adulterantes y contaminantes el síndrome clínico
puede estar sólo parcialmente relacionado con el componente opioide.
Dosis tóxica:
Un individuo tolerante a los opioides puede requerir dosis mayores y los niños
suelen tener mayor sensibilidad y desarrollar toxicidad con dosis cercanas a la
terapéutica.
1. Practicar el ABCD.
2. En caso de depresión respiratoria administrar naloxona intravenosa
(Narcan®), disponible en ampollas de 0.4 mg/mL (de 1 y 10 mL) o ampollas de
1 mg/mL (de 2 mL). También puede administrarse por vía intratraqueal,
intramuscular, intraósea o subcutánea.
c. En ambos casos se debe continuar con una infusión continua de 0.25 a 6.25
mg/hora (0.04 a 0.16 mg/kg/hora en niños.)
3. No inducir vómito.
Tratamiento:
Dosis tóxica: Debe hospitalizarse todo paciente que ingiera una cantidad
mayor o igual a 150 mg/kg.
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Lavado gástrico (ver recomendaciones del capítulo 1)
3. Administrar carbón activado (ver recomendaciones del capítulo 1).
4. El uso concomitante de soluciones de irrigación gastrointestinal
(polietilenglicol) favorece la eliminación en los casos de bezoar y tabletas con
cubierta entérica.
5. Administra catártico siempre que se use carbón activado en dosis repetidas,
ver recomendaciones capitulo Manejo general del paciente intoxicado.
6. Tratar la deshidratación. Realizar adecuada reanimación con líquidos
endovenosos (cristaloides) al mismo tiempo que se vigila estrictamente la
diuresis del paciente para evitar la sobrecarga hídrica. Durante las primeras 2
horas se recomienda iniciar con 10 a 15 mL/kg/hora y continuar con 2000 a
6000 mL por m2 de superficie corporal (SC = [(peso x 4) + 7] / (peso + 90))
hasta completar 24 horas, de tal manera que se mantenga un gasto urinario de
3 a 6 mL/kg/hora.
2. Hemodiálisis
ingestión aguda con niveles plasmáticos > 100 mg/dL con acidemia
metabólica acompañada o no de otras manifestaciones clínicas.
Ingestión crónica con niveles plasmáticos > 60 mg/dL, acompañado de
acidemia, confusión o letargia, especialmente si se trata de paciente
anciano.
Cualquier paciente con manifestaciones clínicas severas que no
responden al manejo convencional.
Insuficiencia renal que no responde a la reanimación con líquidos.
3. Hemoperfusión
Tratamiento:
1. Hospitalizar.
2. Realizar ABCD.
3. Retirar aguijón lo antes posible y revisar el conducto auditivo externo, la
córnea y las fosas nasales en busca de aguijones.
4. El manejo de la toxicidad sistémica es específico según la manifestación.
Manifestaciones clínicas:
1. Realizar ABCD.
2. Lavar con agua y jabón el sitio de la mordedura.
3. Compresas frías en sitio de mordedura. No sumergir en hielo ni hacer
incisiones.
4. Analgésicos: opioides o AINES.
5. Antiveneno: no se realizan pruebas de sensibilidad previas. en casos
moderados (2 ampollas) y graves (4 ampollas): disolver las ampollas de
Álcalis
Tratamiento:
1. ABCD con énfasis en la vía aérea (vigilar todo el tiempo signos de edema y
obstrucción)
2. Lavar las superficies comprometidas con abundante agua (piel, mucosas).
En caso de quemadura ocular mínimo durante 2 horas previa aplicación de
anestesia local.
3. No inducir vómito.
4. No realizar lavado gástrico, excepto en el caso de ingestas masivas de
ácido cuando el paciente se presenta en los primeros 30 minutos (pasando la
sonda con extremo cuidado).
5. El carbón activado no tiene utilidad y puede dificultar la endoscopia.
convulsiones, coloración rojo cereza de la piel y del fondo de ojo (por aumento
de la saturación de hemoglobina en sangre venosa), y coma con midriasis
hasta llegar a paro cardio-respiratorio. En el sistema cardiovascular puede
haber inicialmente hipertensión y taquicardia que posteriormente evolucionan
a bradicardia e hipotensión, edema pulmonar cardiogénico y arritmias. En el
sistema respiratorio inicialmente hay presencia de disnea, taquipnea que
posteriormente evoluciona a depresión respiratoria. En caso de sobrevida el
paciente puede presentar secuelas neurológicas manifestadas por
bradiquinesia, parkinsonismo, disartria y compromiso neurocomportamental.
Tratamiento:
Tratamiento:
Tratamiento:
1. Realizar ABCD.
2. Retirar a la víctima rápidamente del sitio de exposición.
El producto:
El transporte:
- Cualquiera que sea el medio de transporte que utilice para llevar los
químicos-plaguicidas hasta el sitio donde se aplican, estos productos deberán
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Almacenamiento y re-uso:
Capítulo 1:
Capítulo 7:
Capítulo 8:
1. Haro LH, Hess EP, Decker WW. Arrhythmias in the office. Med Clin North
Am 2006; 90(3):417-38.
Capítulo 9:
Capítulo 10:
Capítulo 11:
Capítulo 12:
1. Bradberry SR, Proudfoot AT, Vale JA. Glyphosate poisoning. Toxicol Rev
2004; 23(3): 159-67.
2. Weng SF, Hung DZ, Hu SY, Tsan YT, Wang LM. Rhabdomyolysis from an
intramuscular injection of glyphosate-surfactant herbicide. Clin Toxicol (Phila)
2008;46(9):890-1
3. Hsiao CT, Lin LJ, Hsiao KY, Chou MH, Hsiao SH. Acute pancreatitis caused
by severe glyphosate-surfactant oral intoxication. Am J Emerg Med
2008;26(3):384.e3-5
4. Lee CH, Shih CP, Hsu KH, Hung DZ, Lin CC. The early prognostic factors of
glyphosate-surfactant intoxication. Am J Emerg Med 2008;26(3):275-81.
Capítulo 13:
Capítulo 14:
Capítulo 23:
Capítulo 24:
Capítulo 28:
1. Isbister GK, Buckley NA, Whyte IM. Serotonin toxicity: a practical approach
to diagnosis and treatment. Med J Aust 2007;187(6):361-5.
2. Haddad PM, Dursun SM. Neurological complications of psychiatric drugs:
clinical features and management. Hum Psychopharmacol 2008;23:15-26.
3. Boyer EW, Shannon M. The serotonin syndrome. N Engl J Med
2005;352(11):1112-20.
4. Gillman PK. A review of serotonin toxicity data: implications for the
mechanisms of antidepressant drug action. Biol Psychiatry 2006;59(11):1046-
51.
5. Christensen RC. Identifying serotonin syndrome in the emergency
department. Am J Emerg Med 2005;23(3):406-8.
6. Bijl D. The serotonin syndrome. Neth J Med 2004 Oct;62(9):309-13.
Capítulo 29:
2. Selden BS, Clark RF, Curry SC. Marijuana. Emerg Med Clin North Am 1990;
8(3):527-39.
Capítulo 30:
Capítulo 31:
Capítulo 32:
Capítulo 34:
Capítulo 35:
Capítulo 37:
Capítulo 38:
Capítulo 45:
Capítulo 47-49:
Capítulo 51:
Capítulo 53:
Capítulo 56:
Capítulo 57:
Capítulo 58:
Capítulo 59:
1. Ramsay RE. Advances in the pharmacotherapy of epilepsy. Epilepsia
1993;34(Suppl 5):S9-16.
1. Goldfrank LR, Flomenbaum NE, Lewin NA, Howland MA, Hoffman RS,
Nelson LS [eds]. Goldfrank's Toxicologic Emergencies. 8th ed. New York: The
McGraw-Hill Companies, Inc., 2006.
a. De esta referencia recomendamos los siguientes capítulos:
Clancy C. Electrocardiographic principles. p. 119 – 30.
Fine JS. Pediatric principles. p. 487 – 500.
De Roos F. Miscellaneous Antihypertensives. p. 775-86.
Brubacher J. Beta-adrenergic antagonists. p. 924-41.
DeRoss F. Other antihypertensives. p. 946-58.
McGuigan M. Cannabinoids. p. 1212-1220.
Sue Y-J. Mercury. 1334-44.
Su M. Hydrofluoric acid and fluorides. p. 1417–23.
Clark RF. Insecticides: organic phosphorus compounds and carbamates.
p. 1497-512.
Holland MG. Insecticides: Organic chlorines, pyrethrins/pyrethroids and
DEET. p. 1523-35.
Tominac R. Herbicides. p. 1536-55.
Tomaszewski C. Carbon monoxide. p. 1689-704.
2. Olson KR [ed]. Poisoning and Drug Overdose. 5th ed. New York: The
McGraw-Hill Companies Inc., 2007.
a. De esta referencia recomendamos los siguientes capítulos:
Olson KR. Emergency evaluation and treatment. p. 1-67.
Hayashi S. Angiotensin blockers and ACE inhibitors. p. 78-9.
Kosnett M. Arsenic. p. 115-19.
Benowitz NL. Beta-adrenergic blockers. p. 131-3.
Lew DH. Chlorinated hydrocarbon pesticides. p. 160-62.
Offerman S. Fluoroacetate. p. 200-01.
Smollin C. Glyphosate. p. 214-15.
Kosnett MJ. Mercury. 253-58.
Tane DA. Organophosphorus and carbamate insecticides. p. 292-5.
Ferguson TJ. Thallium. p. 354-55.
Olson KR. Theophylline. p. 355-57.
3. Shannon MW, Borron SW, Burns MJ. Haddad and Winchester’s Clinical
management of poisoning and drug overdose. 4th ed. Philapdelphia: Saunders-
Elseviere, 2007.
a. De esta referencia recomendamos los siguientes capítulos:
1. INTRODUCCIÓN
2. DEFINICIONES
Para evitar posibles confusiones entre los términos HP y HAP, sus definiciones
específicas se han incluido en la tabla 5. Los cambios, en comparación con la
versión anterior, son los siguientes: – Grupo 1, HAP (*) (tablas 4, 6 y 7): el
término HAP familiar es sustituido por HAP heredable porque se han
identificado mutaciones genéticas específicas en casos esporádicos sin
antecedentes familiares.
que pueden tener una presentación clínica similar a la ya vista en la HAPI, con
resultados histológicos idénticos, incluyendo el desarrollo de lesiones
plexiformes. La HAPA representa, aproximadamente, a la mitad de los
pacientes con HAP tratados en centros especializados.
– Grupo 1, HAP: todavía se desconocen los procesos exactos que inician los
cambios patológicos vistos en la HAP, aunque sí se sabe que la HAP tiene una
patobiología multifactorial que afecta a varias vías bioquímicas y tipos de
célula. El aumento en la RVP está relacionado con diferentes mecanismos,
que incluyen la vasoconstricción, el remodelado proliferativo y obstructivo de la
pared vascular pulmonar, la inflamación y la trombosis. Se ha relacionado la
excesiva vasoconstricción con la función o expresión anómala de los canales
de potasio en las células de músculo liso y con la disfunción endotelial. Esta
última genera una producción deficiente crónica de vasodilatadores y agentes
antiproliferativos, como el NO y la prostaciclina, junto con la sobreexpresión de
sustancias vasoconstrictoras y proliferativas como el tromboxano A2 y la
endotelina 1. También se ha demostrado que en los pacientes con HAP las
concentraciones de plasma de otras sustancias vasodilatadoras y
proliferativas, como el péptido intestinal vasoactivo, se ven reducidos. Muchas
de estas anomalías aumentan el tono vascular y estimulan el remodelado
vascular a partir de cambios proliferativos que afectan a varios tipos de
células, incluidas las endoteliales y las de músculo liso, al igual que los
fibroblastos.
7.1. Diagnóstico
7.1.2. Electrocardiograma
7.1.5. Ecocardiografía
La ecocardiografía transtorácica proporciona muchas variables que se
correlacionan con la hemodinámica del corazón derecho, incluyendo la PAP, y
debería realizarse siempre que se sospecha una HP. El cálculo de la PAP se
basa en la velocidad pico del flujo de regurgitación tricuspídea. La ecuación
simplificada de Bernoulli describe la relación de la velocidad de regurgitación
tricuspídea y el gradiente de presión pico de regurgitación tricuspídea = 4 ×
(velocidad de regurgitación tricuspídea).
Esta ecuación permite calcular la presión sistólica de la AP teniendo en cuenta
la presión auricular derecha: la presión sistólica de la AP = gradiente de
presión de regurgitación tricuspídea + presión auricular derecha calculada. La
presión auricular derecha puede calcularse con el diámetro y la variación
respiratoria de la vena cava inferior, aunque a menudo se asume un valor fijo
de 5 o 10 mmHg. Cuando resulta difícil medir la velocidad pico de
regurgitación tricuspídea (regurgitación tricuspídea muy leve/leve), la
utilización de ecocardiografías de contraste (p. ej., solución salina agitada)
aumenta de forma significativa la señal Doppler, permitiendo una medición
adecuada de la velocidad pico de regurgitación tricuspídea. De la misma
manera, habría que considerar los gradientes sistólicos potenciales entre el
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Estas mediciones son necesarias para realizar el cálculo de la RVP. Hace falta
un registro adecuado de la PEP para el diagnóstico diferencial de la HP
causada por cardiopatía izquierda. En casos raros, el cateterismo cardiaco
izquierdo puede ser necesario para el cálculo directo de la presión díastólica
final del VI. Una PEP > 15 mmHg excluye el diagnóstico de HAP precapilar.
Uno de los diagnósticos diferenciales más complicados es la insuficiencia
cardiaca con una fracción de eyección del VI normal y disfunción diastólica
(véase también el apartado 9.1). En esta población, la PEP puede ser
ligeramente elevada o bien encontrarse en el intervalo más alto de los valores
normales en reposo. El cateterismo de esfuerzo o la sobrecarga de volumen
puede revelar un aumento desproporcionado en la PEP, aunque todavía hay
que establecer la relevancia de este resultado. La angiografía coronaria
puede ser necesaria en los casos con factores de riesgo de enfermedad
coronaria y angina o en aquellos que se encuentran en la lista de espera para
un trasplante pulmonar doble o EAP en pacientes con HPTC.
años para las CF I y II de la OMS8. Los extremos de edad (< 14 años o > 65
años), la capacidad de ejercicio reducida, el síncope, la hemoptisis y los
indicios de insuficiencia cardiaca derecha también conllevan un mal pronóstico
de HAPI. La ecocardiografía genera muchos índices, y aquellos con el mejor
valor de pronóstico identificados por el análisis multivariable son el derrame
pericárdico, el área de la aurícula derecha, el índice de excentricidad del VI y
el índice Doppler del VD. La PAP sistólica calculada obtenida de la velocidad
del flujo de regurgitación tricuspídea no es de valor pronóstico. Se sabe que la
excursión sistólica del plano anular tricúspide (ESPAT) tiene valor pronóstico.
Los valores hemodinámicos en reposo medidos en el CCD predicen el
diagnóstico. Éstos incluyen la saturación del oxígeno de la AP, la presión
auricular derecha, el GC, la RVP y una respuesta vasorreactiva marcada. La
PAP también puede ofrecer un pronóstico, pero menos fiable puesto que
puede disminuir hacia la fase final de la enfermedad cuando fracasa el VD.
Algunos estudios indican que la saturación arterial reducida de O2, la baja
presión sanguínea sistólica y el incremento en el índice cardiaco conllevan un
pronóstico peor. La presión auricular derecha, el IC y la PAP media se han
incorporado en una fórmula para predecir el pronóstico. No se sabe con
seguridad si esta fórmula es aplicable a la práctica clínica actual.
Ensayos de resultado más extensos todavía son necesarios para verificar los
valores límite aconsejables para el NT-proBNP. Los aumentos en las
concentraciones en plasma del NT-proBNP durante el seguimiento se han
asociado con un peor pronóstico. Varios ensayos recientes que evaluaron
nuevos fármacos en la HAP y la HPTC informaron acerca de un descenso
significativo del NT-proBNP en los pacientes activamente tratados frente a
pacientes con placebo. Las concentraciones plasmáticas elevadas de la
troponina T cardiaca y la troponina I se establecieron como marcadores
específicos del daño miocárdico y son indicadores pronósticos de síndromes
coronarios agudos y de embolia pulmonar aguda.
En un único ensayo realizado en 51 pacientes con HAP y 5 con HPTC, la
troponina T cardiaca elevada resultó ser un indicador independiente de
resultados fatales durante el seguimiento de 2 años. En algunos pacientes, la
troponina T cardiaca desapareció del plasma temporal o permanentemente
tras el comienzo del tratamiento. Todavía es necesario confirmar el valor de
observar la concentración de troponina T cardiaca en pacientes con HP.
Otros biomarcadores se encuentran actualmente bajo investigación En
conclusión, son varios los biomarcadores circulatorios que brindan información
pronóstica en pacientes con HAP, pero aún no se ha comprobado su valor en
la práctica clínica diaria. Las concentraciones plasmáticas del NT-proBNP
deberían recomendarse para la estratificación del riesgo inicial y pueden
tenerse en cuenta para supervisar los efectos del tratamiento, en vista de sus
implicaciones pronósticas. Un NT-proBNP bajo y estable o que disminuye
puede ser un marcador útil para un control eficaz de la enfermedad en la HAP.
7.2.4. Evaluación pronóstica completa
La evaluación regular de pacientes con HAP debe centrarse en variables con
una importancia pronóstica confirmada, como se explicó más arriba. Las
decisiones acerca del tratamiento deberían tomarse con base en parámetros
que reflejen los síntomas y la capacidad de ejercicio que son relevantes en
cuanto al pronóstico del resultado. No todos los parámetros que se obtienen
repetidas veces en los pacientes con HAP son igual de apropiados para
valorar la gravedad de la enfermedad. Por ejemplo, la PAP se mide con
regularidad, bien mediante un CCD o bien con una ecocardiografía. La
magnitud de la PAP tiene mala correlación con los síntomas y el resultado, ya
que se determina no sólo por el grado de aumento en la RVP, sino también por
el rendimiento del VD. Así, no debería utilizarse la PAP sola para tomar
decisiones terapéuticas. En la tabla 15 se enumeran varios parámetros de
conocida importancia pronóstica de uso extendido como herramientas de
seguimiento. No es necesario valorar todos los parámetros en cada visita
(tabla 16), pero para obtener un cuadro preciso es importante mirar un panel
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7.3. Terapia
El tratamiento de los pacientes con HAP no puede verse como una simple
prescripción de fármacos, pero se caracteriza por una estrategia compleja que
incluye la evaluación de gravedad, medidas generales y de apoyo, la
valoración de vasorreactividad, el cálculo de la eficacia y la combinación de
diferentes fármacos e intervenciones.
En cualquiera de estos pasos, el conocimiento y la experiencia del médico
responsable resultan críticos para optimizar los recursos disponibles.
Los pacientes con HAP precisan un consejo adecuado sobre las actividades
generales de la vida diaria y necesitan adaptarse a la incertidumbre asociada a
una enfermedad crónica grave que puede poner en peligro sus vidas. El
diagnóstico suele conferir cierto grado de aislamiento social. Animar a los
pacientes y a los miembros de sus familias a formar parte de grupos de apoyo
puede tener efectos positivos a la hora de abordar la enfermedad y ganar
seguridad y una perspectiva positiva frente a ella.
Hay que animar a los pacientes a que permanezcan activos dentro de los
límites de sus síntomas. La dificultad leve para respirar es aceptable, pero los
pacientes deberían evitar los esfuerzos que les produzcan gran dificultad para
respirar, mareos o dolor torácico. Un reciente estudio ha demostrado la utilidad
El DIU de Mirena también es efectivo, pero raras veces produce una reacción
vasovagal cuando es insertado, lo que puede ser mal tolerado en una HAP
grave. También puede utilizarse una combinación de ambos métodos. La
paciente que se queda embarazada debería ser informada del alto riesgo y se
debería hablar con ella acerca de la interrupción del embarazo. Las pacientes
que deciden continuar con su embarazo deberían recibir un tratamiento
basado en terapias orientadas a la enfermedad, con un parto opcional
deseado y con una colaboración estrecha efectiva entre los obstetras y el
equipo a cargo de la HAP.
Desplazamientos
Ningún estudio ha utilizado la simulación de vuelo para determinar la
necesidad de O2 suplementario durante los vuelos prolongados en pacientes
con HAP. Los efectos fisiológicos conocidos de la hipoxia apuntan a que la
administración de O2 durante el vuelo debería considerarse para los pacientes
con CF III o IV de la OMS y para aquellos con presión de O2 en sangre arterial
habitualmente < 8 kPa (60 mmHg). Un flujo de 2 l/min aumentará la presión de
O2 inspirado hasta valores observados a nivel del mar. De igual manera, estos
pacientes deberían evitar subir a altitudes superiores a los 1.500-2.000 m sin
O2 suplementario. Hay que recomendar a los pacientes que viajen con
información escrita acerca de su HAP y que sepan cómo contactar con clínicas
de HP locales en la proximidad del lugar al que viajan.
Apoyo psicosocial
Prevención de infecciones
Los pacientes con HAP son susceptibles de desarrollar neumonía, que supone
la primera causa de considemuerte en el 7% de los casos44. Aunque no
existen ensayos controlados, se recomienda vacunar a los pacientes contra la
gripe y la neumonía neumocócica.
Cirugía electiva
Se supone que la cirugía electiva tiene un mayor riesgo en los pacientes con
HAP. No está claro qué forma de anestesia es preferible, pero probablemente
la epidural sea mejor tolerada que la anestesia general. Los pacientes que
suelen seguir una terapia oral pueden necesitar una conversión temporal a
una i.v. o a un tratamiento nebulizador hasta que puedan tragar y absorber
fármacos administrados por vía oral. Las recomendaciones para las medidas
generales están resumidas en la tabla 18.
El epoprostenol tiene una vida media corta (3-5 min) y se mantiene estable en
temperatura ambiente durante sólo 8h. Esto explica la necesidad de
administrarlo continuamente por medio de una bomba de infusión y un catéter
con túnel permanente. La eficacia de la administración i.v. continua de
epoprostenol ha sido probada en tres ECDA no ciegos en pacientes con HAPI
y en aquellos con HAP asociada al espectro de enfermedades de la
escleroderma.
La mayor mejora del ejercicio se observó en los pacientes que estaban más
comprometidos en la línea basal y en los sujetos que podían tolerar la dosis en
el cuartil superior (> 13,8 ng/kg/min).
El efecto adverso más común del treprostinil fue el dolor local de la infusión,
que causó el abandono del tratamiento en el 8% de los casos con el fármaco
activo y limitó el aumento de la dosis en una proporción adicional de los
pacientes.
Entre el 15% de los pacientes que continuaron recibiendo sólo treprostinil s.c.,
la supervivencia parece haber mejorado. Otro estudio abierto, de larga
duración, reveló una mejora constante en la capacidad de ejercicio y en los
síntomas con treprostinil s.c. en pacientes con HAPI o HPTC, con una media
de seguimiento de 26 meses.
El tratamiento con treprostinil s.c. se inicia con una dosis de 1-2 ng/kg/min, que
se aumenta a un ritmo limitado por los efectos secundarios (dolor local,
enrojecimiento, dolor de cabeza).
Diagnóstico
Se creía, por los antiguos estudios, que el 40% de los niños con HAPI
presentaban vasorreactividad, pero parece que las nuevas cifras son más
cercanas a las de la población de pacientes adultos, con un alcance del 10-
15% de respondedores agudos o incluso menos. Los niños a menudo se
presentan más enfermos que los adultos. Los síntomas comunes son la
disnea, la fatiga y la insuficiencia del desarrollo.
Diagnóstico
Terapia
Diagnóstico
En comparación con la HAPI, los pacientes con ETC y HAP son principalmente
mujeres (proporción mujeres/varones, 4:1) y mayores (media de edad al
diagnóstico, 66 años), que pueden presentar desórdenes concomitantes
(fibrosis pulmonar, cardiopatía izquierda) y tienen una supervivencia más
corta114. El riesgo de muerte no corregido para la HAP asociada a la
esclerosis sistémica en comparación con la HAPI es de 2,9200 y los
indicadores de resultados son los mismos que para la HAPI (PAD, PAP y IC).
Los síntomas y la presentación clínica son muy similares a los de la HAPI y es
posible saber que los pacientes aislados que parecen tener HAPI en verdad
padecen ETC gracias a las pruebas de exploración inmunológica. La TC de
alta resolución es útil para evaluar la presencia de enfermedad pulmonar
intersticial asociada. Una reducción aislada de la capacidad de difusión de
monóxido de carbono es una anomalía frecuente en la esclerosis sistémica
asociada a la HAP.
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Diagnóstico
Terapia
Diagnóstico
La HAP relacionada con el VIH comparte una presentación clínica similar con
la HAPI. En el momento del diagnóstico, el 71-81% de los pacientes se
encuentran en una CF de la OMS avanzada. Los pacientes pueden
presentarse con otros factores de riesgo para la HAP, como enfermedades
hepáticas (hepatitis B o C crónica), exposición a fármacos y toxinas o embolia
pulmonar causada por toxicomanía por vía i.v. Es más probable que los
pacientes con HAP relacionada con el VIH sean varones y toxicómanos por vía
i.v. Más del 80% están bien controlados gracias a la terapia antirretroviral
altamente activa, y el recuento de CD4 no parece ser un factor de riesgo para
la HAP. No se debería explorar a los pacientes infectados por el VIH
asintomático en busca de HAP. La ecocardiografía debe realizarse en
pacientes con disnea inexplicada para detectar complicaciones
cardiovasculares relacionadas con el VIH, como la miocarditis, la
cardiomiopatía o la HAP. La confirmación de un CCD es obligatoria para
establecer el diagnóstico de la HAP relacionada con el VIH y la ausencia de
cardiopatía izquierda. La HAP es un factor de riesgo de muerte independiente
Terapia
8.1.1. Diagnóstico
8.1.2. Terapia
9.1. Diagnóstico
9.2. Terapia
10.1. Diagnóstico
Puede ser complicado identificar los síntomas clínicos y los signos físicos de la
HP en pacientes con desórdenes respiratorios. Además, en la EPOC, el edema
periférico puede no ser un signo de insuficiencia del VD, ya que puede resultar
de los efectos de la hipoxemia y la hipercapnia en el sistema renina-
angiotensina-aldosterona. Por otra parte, la cardiopatía izquierda concomitante
también puede contribuir a elevar la PAP. Al igual que en otras formas de HP,
la ecocardiografía es la mejor herramienta de exploración para la valoración de
la HP. No obstante, su valor diagnóstico en enfermedades respiratorias
avanzadas es más bajo que en la HAP. Una valoración fiable de la PAP
sistólica solamente es factible en un número limitado de casos; el cálculo de la
PAP sistólica puede ser inexacto. La precisión de la PAP sistólica en la
detección de la HP es baja, aunque el valor predictivo negativo es aceptable.
Los indicios para realizar una ecocardiografía en busca de la HP en la EPOC y
en enfermedades pulmonares intersticiales incluyen: a) exclusión de HP
significativa; b) evaluación de cardiopatía izquierda concomitante, y c)
selección de pacientes para el CCD.
10.2. Terapia
11.1. Diagnóstico
11.2. Terapia
Con estos datos limitados, es necesario llevar a cabo más estudios para
obtener datos fiables a largo plazo acerca de los efectos de las terapias
médicas en pacientes con HPTC, y estos pacientes deberían tratarse dentro
de los ensayos clínicos siempre que fuera posible.
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2. EPIDEMIOLOGIA
3. ETIOLOGIA
Su origen puede ser primario, es decir, por lesiones propias del riñón, o
secundario a diversas patologías extrarrenales, tales como enfermedades
metabólicas, vasculares o inmunológicas, que ocasionan pérdida de la masa
renal al comprometer el glomérulo, el intersticio o los vasos sanguíneos.
Hasta hace dos décadas las glomerulonefritis constituían la causa más
frecuente de IRC; desde entonces se ha venido presentando un incremento
paulatino y sostenido en la diabetes mellitus y la hipertensión arterial (HTA),
constituyéndose actualmente ambas en las principales causas de la IRC, con
33 y 26% respectivamente; el lupus eritematoso sistémico (LES), la nefropatía
obstructiva y las neoplasias, son otras causas frecuentes de IRC.
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4. FISIOPATOLOGIA
4.1.5. Macrófagos
4.1.6. Plaquetas
4.1.7. Hiperlipidemia
4.1.8. Hiperfosfatemia
4.1.9. Túbulo-intersticio
En los pacientes con uremia los niveles de ACTH y cortisol son normales o
ligeramente elevados. Están elevados los niveles de prolactina, gastrina,
glucagón, LH, PTH y aldosterona y son comunes el hipogonadismo, el
hipotiroidismo, la disminución en la dihidroxilación de la vitamina D y la
anemia.
4.5.1.1. Anemia
Son múltiples y explican casi la mitad de las muertes en los pacientes con
uremia. Principalmente son la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria y
la pericarditis. La hipertensión arterial se presenta en 80-90% de pacientes
con IRC en algún momento en el curso de la enfermedad y puede ser la
primera manifestación de ella. Aumenta el riesgo de enfermedad coronaria,
falla cardiaca y enfermedad cerebrovascular y es poco común en aquellos
pacientes con nefropatías perdedoras de sal, enfermedades túbulo-
intersticiales, enfermedad renal poliquística y pielonefritis crónica. Las causas
son la retención de sal y agua, el aumento en la actividad del sistema renina-
angiotensina-aldosterona y el aumento del tono simpático.
La pericarditis puede estar relacionada con la IRC per se, o con la diálisis. La
primera cada vez se presenta menos, gracias al inicio temprano de la diálisis, y
es el resultado de la uremia avanzada, por la sobrecarga de líquidos, la
elevación del ácido úrico, la serositis y el hiperparatiroidismo. Es una
manifestación tardía y su aparición preceda la muerte en pocos días o
5. CLASIFICACION
Desde el punto de vista práctico resulta útil clasificar la IRC según el grado de
severidad, tal como lo señala la tabla 1.
6. MANIFESTACIONES CLINICAS
7. DIAGNOSTICO
Todas las enfermedades que afectan los riñones, bien sea primaria o
secundarimente, pueden potencialmente llevar al estado de I.R.C., siendo
variable el tiempo en el cual ésta se desarrolla. La expresión clínica de
disfunción renal es limitada. y por tanto puede pasar inadvertida. En los casos
de IRC secundaria los síntomas y signos van a corresponder a los de la
enfermedad etiológica y pueden predominar sobre el síndrome urémico;
cuando este sobreviene usualmente corresponden a disfunciones de otros
órganos y sistemas y pueden aparecer como no relacionadas con
enfermedades renales. Ejemplos de dichas situaciones son: palidez progresiva
inexplicada, disminución de la capacidad de trabajo, cefalea, náuseas o
vómito, neuropatía, etcétera.
alantoína, hace que sea raro encontrar niveles séricos superiores a 12 mg/dL.
Por ello, los cuadros gotosos propiamente dichos son de escasa ocurrencia en
la IRC, en la cual también se presenta una alteración en la respuesta
inflamatoria de los macrófagos a los niveles altos de cristales intra-articulares.
7.4.4. Hemoleucograma
8. TRATAMIENTO
8.1. Dieta
que produce que el balance proteico neto sea precario. Las adaptaciones
fisiológicas en el metabolismo lipídico en la IRC ameritan un juicioso y agresivo
manejo; de igual manera, el metabolismo de los carbohidratos sufre
adaptaciones que merecen realizar ajustes, ya que la ingesta calórica se
equilibra a expensas del incremento de los carbohidratos, pero si se realizan
de una manera liberal se induce una ruta alterna para depósitos grasos,
agravando el trastorno lipídico ya mencionado.
8.3.1. Indicaciones
8.3.2. Contraindicaciones
8.3.4. Recomendaciones
1. Evaluación inicial
a) Bioquímica (Nivel de Evidencia I, Recomendación Grado A):
- Calcio sérico alto. Considere la presencia de hiperparatiroidismo terciario,
mieloma múltiple, toxicidad por vitamina D, tumores sólidos, sarclidosis,
inmovilización, exceso de ingesta de calcio o toxicidad por aluminio. si está
bajo, determinar albúmina sérica, considerar enfermedad hepática,
malabsorción, desnutrición por anorexia, uso de anticonvulsivantes o
deficiencia de vitamina D.
- Fósforo sérico alto. Reducir fosfato de la dieta, de 400 a 800 mg/día, o
agregar quelantes del fosfato.
- Fosfatasa alcalina alta. determinar isoenzimas para descartar origen
hepático.
- Determinar niveles de hormona paratiroidea.
b) Imagenológica (Nivel de Evidencia I, Recomendación Grado A):
- Rayos X de manos (resorción subperióstica del hiperparatiroidismo), cráneo,
pelvis, tórax, huesos largos (útiles en determinar la extensión de la
enfermedad y para otros estados como desmineralización y seudofracturas).
La presencia de quistes múltiples y en el área del carpo y regiones adyacentes
a grandes huesos, sugiere amiloidosis.
- Gamagrafía ósea y/o resonancia magnética.
c) Densitometría ósea.
d) Prueba de infusión con desferoxamina para intoxicación con aluminio. e)
Biopsia de hueso marcada con tetraciclina en casos de difícil diagnóstico.
Los mecanismos por los cuales las lipoproteínas estimulan a las células
mesangiales para incrementar la producción de matriz mesangial, no son
claras aún. La asociación de hipertensión e hipercolesterolemia, frecuente en
la falla renal, incrementa la génesis de la arteriosclerosis y por consiguiente la
morbi-mortalidad cardiovascular. Se debe hacer control nutricional y
eventualmente recurrir a farmacoterapia. Las drogas utilizadas son
principalmente las estatinas (lovastatina, simvastatina, pravastatina,
fluvastatina) además del gemfibrozil y la colestiramina (Nivel de Evidencia I,
Recomendación Grado A).
condiciones que se requieren para una buena calidad de vida bajo estas
modalidades, así como también cuándo no someter a un paciente a ellas o
decidir suspender el tratamiento cuando a pesar de estas terapias las
condiciones del paciente no alcanzan un control ostensible y, por el contrario,
las incomodidades son mayores que los beneficios netos y no se tiene una
adecuada calidad de vida. La elección del método de reemplazo está
modificada por factores sociales y económicos.
9.1. Diálisis
9.1.2. Hemodiálisis.
No obstante, con los nuevos adelantos técnicos, estos eventos se han visto
minimizados. Si se trata de terapia crónica, idealmente debe construirse un
acceso vascular nativo para evitar infecciones y reacciones de cuerpo extraño.
Su eficiencia debe valorarse periódicamente mediante el KT/V. Tiene
limitaciones, como el nutricional en cuanto a líquidos, la necesidad de
tratamiento hospitalario y la disminución en la capacidad laboral productiva,
por el tiempo que se requiere para el procedimiento.
La sobrevida a tres años es del 85%, mayor incluso que el obtenido en los
trasplantes cadavéricos. La sobrevida disminuye si la donante es la esposa y
ha estado alguna vez embarazada (76%). No obstante, los buenos resultados
se han atribuido a una selección de donantes sanos, tiempos de isquemia
menor y una cuidadosa inmunosupresión. Se considera que un centro es apto
para esta modalidad de tratamiento si realiza más de 50 trasplantes por año .
ANEXO 1
ANEXO 2
Electrocardiograma.
Esófagogastroduodenoscopia.
Uretrocistografía miccional.
Colon por enema o colonoscopia en mayores de 50 años.
Evaluación vascular periférica, prueba de esfuerzo, ventriculografia o
cateterismo cardíaco en pacientes con historia de enfermedad cardiovascular o
en diabéticos.
Velocidad de conducción nerviosa y electromiografía en pacientes diabéticos.
Estudios urodinámicos en pacientes con historia correspondiente.
ANEXO 3
ANEXO 4
ANEXO 5
DECLARO:
1. He padecido las siguientes enfermedades durante mi vida:
_______________________________________________________,
2. He estado hospitalizado en: _______________________________, debido
a: ___________________________________________, médico tratante:
_______________________________________,
ANEXO 6
Nombre _______________________________________________
Historia clínica_______________, fecha: ___/___/___.
1. Control de temperatura, presión arterial y frecuencia del pulso y respiratoria,
cada seis horas.
2. Trasplante programado para: (Fecha) ___/___/___/ Hora: ______
3. Iniciar inmunosupresión ambulatoriamente, según esquema, el día:
___/___/___/ Dar instrucciones.
ANEXO 7
Nombre _______________________________________________
Historia clínica_______________, fecha ___/___/___.
1. Diagnóstico neurológico de MUERTE CEREBRAL, constancia en la historia
clínica de fecha y horas.
2. Autorización firmada por familiar responsable, en PROTOCOLO y en la
HISTORIA CLINICA donde consten los ORGANOS AUTORIZADOS A
RETIRAR y la NO OPOSICION de miembros de la familia.
3. Asegurar tubo endotraqueal - ventilación bilateral.
4. Aspirar secreciones cada hora.
5. Sangrar para CLASIFICACION DE GRUPO SANGUINEO.
6. Control de presión arterial y frecuencia del pulso, cada 15 minutos, reportar
variaciones. Vigilar frecuencia del ventilador. Temperatura cada hora, avisar si
menor de 36.0o C.
ANEXO 8
Nombre _______________________________________________
Historia clínica_______________, Fecha ___/___/___.
1. Control de signos vitales cada ____________ hasta que se muestren
estables, luego cada _______ horas.
2. Control de temperatura oral cada 4 horas, avisar si mayor de 37.5º C.
3. Avisar si presión arterial mayor de 160/100 o menor de 100/60.
4. Avisar si pulso mayor de 120/min. o menor de 60/min.
5. No tomar presión arterial, ni aplicar inyecciones o colocar sueros en el brazo
de la fístula. COLOCAR LETRERO.
6. Medir eliminación urinaria cada ____ horas y anotar, AVISAR si es menor de
40 ml/hora o mayor de 400 ml/hora.
7. Medir drenajes adicionales cada _____ horas y anotar (sonda nasogástrica,
otros drenes, etc.).
8. Sonda vesical a cistoflo, dejar drenar por gravedad. Evitar reflujo a vejiga.
9. Control diario del peso.
10. Cambios de posición, hacerlo toser, respiración profunda, cada hora
mientras esté despierto.
11. VIGILAR: Palidez, sudoración, sangrado, tolerancia de vía oral, dolor,
herida quirúrgica, edemas, distensión abdominal, diarrea o constipación.
12. EDUCACION sobre: Medición de líquidos ingeridos y eliminados, manejo
del termómetro (control de temperatura), medicamentos (horarios de
administración, dosis, efectos secundarios, nombres genéricos y comerciales y
efectos terapéuticos.
13. EXAMENES POSTRASPLANTE
Primer día post-trasplante:
BUN
Creatinina
Hemoleucograma
Ionograma
Glicemia en ayunas
Segundo día post-trasplante
BUN
Creatinina
Hemoleucograma
Ionograma
Glicemia en ayunas
Tercer día post-trasplante
BUN
Creatinina
Uroanálisis
Urocultivo
Hemoleucograma
Glicemia en ayunas
Cuarto, quinto, sexto y séptimo días post-trasplante
BUN
Creatinina
Hemoleucograma
Octavo día post-trasplante (antes de dar salida)
BUN
Creatinina
Uroanálisis
Depuración de creatinina
Proteinuria de 24 horas
Hemoleucograma
Transaminasas
Glicemia
Coprológicos seriados (2)
14. SOLUCION SALINA y DEXTROSA AL 5 %
Reemplazar en forma alterna, en volúmen equivalente a la eliminación urinaria
de cada hora (si ésta es mayor de 200 ml/hora reemplazar con el 80 %). Si
diuresis es mayor de 400 ml/hora, avisar al médico de turno para considerar
adición de cloruro de potasio y hacer controles séricos de K y EKG.
15: Analgésicos: Disolver una ampolla de morfina de 10 mg. hasta 10 cc y
aplicar 3 cc cada 3-6 horas para evitar el dolor.
16. Al reiniciar la vía oral: Una cucharada cada 12 horas o a necesidad, por vía
oral. Nistatina: 2 cc cada 6 horas, para enjuague bucal y deglutir.
17. Inmunosupresión: según órdenes.
18. Otras drogas: (antihipertensores, etc), según órdenes.
MD responsable _________________________
ANEXO 9
Nombre_______________________________________________
Historia clínica_______________, fecha ___/___/___.
1. Control de temperatura, presión arterial y frecuencia del pulso y respiratoria,
cada seis horas.
2. Trasplante programado para: Fecha ___/___/___/ hora: ______.
3. Iniciar inmunosupresión ambulatoriamente, según esquema, el día:
___/___/___/ Dar instrucciones.
4. Hospitalizar 24 horas antes del trasplante: Fecha ___/___/___/.
5. Hemodiálisis el día previo a la cirugía: Hora _____. Cambios de CAPD
según esquema del paciente.
6. Estudio inmunológico (ANTICUERPOS CITOTOXICOS): ________
7. Dieta: ________________________________________________
8. Líquidos orales: _______ c.c. totales para 24 horas.
9. Nada vía oral, después de las 12:00 p.m. del día: ___/___/___/.
10. Enema evacuante la noche anterior al trasplante.
11. Control diario del peso.
12. Control de temperatura, presión arterial y pulso, cada seis horas.
13. FIRMAR AUTORIZACION DEL TRASPLANTE.
14. INSTRUCCIONES PRETRASPLANTE. FIRMAR ORDENES DE
TRATAMIENTO Y HOSPITALIZACION.
15. Baño en ducha, asepsia con Prepodine jabón (dos veces por día) desde
cuello hasta rodillas.
16. Preparar abdómen para cirugía, asepsia quirúrgica y colocar bata estéril.
17. No tomar presión arterial, ni aplicar inyecciones o colocar sueros en el
brazo de la fístula - COLOCAR LETRERO.
18. Electrocardiograma.
19. BUN y creatinina.
20. Hemoleucograma y plaquetas.
21. Uroanálisis
22. Ionograma (sodio, potasio, cloro, calcio)
23. VDRL.
24. Antígenos de hepatitis B.
25. Anticuerpos de hepatitis C.
26. Serología HIV.
27. Chagas.
28. Serología de CMV. Ig G e Ig M.
29. Toxoplasma.
30. Serología de herpesvirus.
31. T. de protrombina.
32. Transaminasas.
33. Bilirrubinas, total y directa.
34. Fósforo.
35. Fosfatasas alcalinas.
36. Glicemia.
37. Colesterol.
38. Triglicéridos.
39. Acido úrico.
40. Rayos X de tórax, AP y lateral.
41. INMUNOSUPRESION.
CICLOSPORINA A (8 mg/kg/día):_______ mg. cada 12 horas, vía oral desde
dos días antes del trasplante. AZATIOPRINA (2 mg/kg/día):______
tabletas/día, vía oral desde dos días antes del trasplante. PREDNISOLONA (1
mg/kg/día): _____ tabletas/día, vía oral desde dos días antes del trasplante.
42. TRIMETOPRIM + SULFA, dos tabletas juntas diariamente, vía oral.
43. Antiácido: 20 c.c. cuatro veces al día, vía oral.
44. Petrolato: Una cucharada cada 12 horas, vía oral.
45. NISTATINA: 2 c.c. vía oral, para enjuague bucal y deglutir, cuatro veces
al día.
46. Premedicación: _________________________.
47. Antibióticos: Prostafilina: 2 gramos, intravenosos Netromicina: 150
miligramos, intravenosos.
48. ENVIAR A CIRUGIA:
a). METILPREDNISOLONA: 1 ampolla de 500 mg.
b). MANITOL: una bolsa de 500 cc.
c). PAVERINA HCL: una ampolla de 60 mg.
d). CISTOFLO: una bolsa.
e). SONDA VESICAL DE FOLEY: (mujer No 20 - hombre No 18 a 22).
f) SOLUCION DE PERFUSION: 1.000 cc. agregar un cc de heparina y 2 cc de
LIDOCAINA al 2 %, sin epinefrina. ASEPSIA ESTRICTA. Empacar los frascos
en nevera con hielo.
g). Instrumental y suturas vasculares.
h). Cánula de perfusión.
MD responsable: _______________________
ANEXO 10
Nombre _______________________________________________
Historia clínica_______________, fecha ___/___/___.
1. Control de temperatura, presión arterial y frecuencia del pulso y respiratoria.
2. Trasplante programado para: (Fecha) ___/___/___/ hora: ______
3. Iniciar inmunosupresión y dar instrucciones.
4. Verificar fecha de última hemodiálisis. Drenar líquido de CAPD.
5. Estudio inmunológico (ANTICUERPOS CITOTOXICOS): ________
6. Nada vía oral.
7. Control del peso.
8. Enema de suero salino.
9. FIRMAR AUTORIZACION DEL TRASPLANTE.
10. INSTRUCCIONES PRETRASPLANTE. FIRMAR ORDENES DE
TRATAMIENTO Y HOSPITALIZACION.
11. Baño en ducha, asepsia con Prepodine jabón desde cuello hasta rodillas.
12. Preparar abdómen para cirugía, asepsia quirúrgica y colocar bata estéril.
13. No tomar presión arterial, ni aplicar inyecciones o colocar sueros en brazo
de la fístula - COLOCAR LETRERO.
14. Electrocardiograma.
15. BUN y creatinina.
16. Hemoleucograma y plaquetas.
17. Uroanálisis.
18. Ionograma (sodio, potasio, cloro, calcio).
19. VDRL.
20. Antígenos de hepatitis B.
21. Anticuerpos de hepatitis C.
22. Serología HIV.
23. Chagas.
24. Serología de CMV. Ig G e Ig M.
25. Toxoplasma.
26. Serología de herpesvirus.
27. T. de protrombina.
28. Transaminasas.
29. Bilirrubinas, total y directa.
30. Fósforo.
31. Fosfatasas alcalinas.
32. Glicemia.
33. Colesterol.
34. Triglicéridos.
ANEXO 11
PROTOCOLO DE CONSENTIMIENTO PARA EXTIRPACION DE ORGANOS
EN CASO DE MUERTE CEREBRAL
Referencias Boibliograficas
1. Lazarus MJ, Denker BM, Owen WF. Hemodialysis. En: Brenner BM. The
Kidney, 5th Ed, Philadelphia 1996; 2424-2506
2. USRDS 1996 Annual Data Report: Incidence and prevalence of ESRD. Am J
Kid Dis 1996; 28:S34-S47
3. Wardle N. Glomerulosclerosis: The final pathway is clarified, but can we deal
with the triggers? Nephron 1996; 73:1-7
4. USRDS 1996 Annual Data Report: Patient mortality and survival. Am J Kid
Dis 1996; 28:S79- S92
5. USRDS 1996 Annual Data Report: Causes of death. Am J Kid Dis 1996;
28:S93-S102
6. May RC, Mitch WE. Pathophysiology of uremia. En: Brenner BM. The
Kidney, 5th Ed, Philadelphia 1996; 2148-2169
7. Brenner BM, Lawler EV, Mackenzie HS. The hyperfiltration theory: a
paradigm shift in nephrology. Kidney Int 1996; 49:1774-1777