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Fue en 2012 cuando una noticia se esparció por la red, dando cuenta de un
descubrimiento asombroso. Con el título de El Misterio de los Monte Bucegi. Un secreto
que cambiaría el destino de la humanidad, los lectores de aquellos días con el milenio a
cuesta, despertaron hacia una narrativa imposible, poblada por antiguas galerías, gigantes,
intraterrenos, sociedades secretas, así como conspiraciones varias, dando cuenta de un
combo explosivo, teniendo como destino principal a Bucegi, sagrado monte localizado en
Rumania.
Recién en 2014, transcurridos dos años desde aquella historia increíble, y debido a
incesantes consultas personales que esta escritora recibió, es que comencé a interesarme por
el misterio rumano, alentada por mis propios estudios sobre el mundo subterráneo, una de
mis reconocidas pasiones públicas. Increíblemente en 2012 había logrado entrevistar a
Semir Sam Osmanagich, quién en aquellos días se encontraba en plena divulgación de las
Pirámides de Bosnia, asunto regado por anuncios espectaculares. Sin embargo aunque
ahora Osmanagich se haya convertido en un gran defensor del tema Bucegi, en nuestra
recordada entrevista, aquel tema brilló por su ausencia, siendo totalmente desconocido en
su vocabulario, y ni decir del mío. Lo de Bucegi todavía no había explotado.
Daniel Ruzo de espalda,
observando la esfinge de Bucegi,
Rumania, 1968
Cortesía
https://terramirabilis.ro/?s=Ruzo
Cuando inicié mis propias indagaciones sobre estas reclamaciones, supe del gran
estudioso peruano Daniel Ruzo, como una de las primeras personas que en Sudamérica
habló sobre el llamado misterio de los Cárpatos, encarnado en la Esfinge de Bucegi.
Fue así que en 1968 Ruzo se aventuró a Rumania, con el objetivo de visitar la
Esfinge de Bucegi además de formaciones asociadas, después de haberla visto en una
tarjeta postal, y convencido de su vinculación, con lo descubierto en la meseta de
Marcahuasi.
Mis investigaciones me llevaron hacia dos autores rumanos Radu Cinamar, y Peter
Moon, quiénes en 2009 habían publicado una extraña novela, “Transilvanian Moonrise. A
Secret Initiation in the Mysterious Land of the Gods”, afirmando aquel trabajo ocultaba una
verdadera revelación, aunque revestida como ficción.
La novela de Radu Cinamar y Peter Moon,
que daría origen a la noticia bomba de 2012.
Escribían:
“En agosto de 2003, una colaboración misteriosa y sin precedentes de las tropas
militares estadounidenses y rumanas realizó una expedición bajo la Esfinge rumana en las
montañas Bucegi y descubrió el mayor hallazgo arqueológico de todos los tiempos: una
cámara misteriosa de unos 50,000 años de antigüedad con tecnología holográfica que está
más allá Los sueños más salvajes del hombre. A pesar de la intriga política, la agitación y la
restricción en torno a este gran descubrimiento, el líder de la expedición permitió a Radu
Cinamar visitar y explorar estos artefactos.
Desde entonces, la vida de Radu ha sido una aventura laberíntica de eventos
extraños, relaciones clandestinas y personas y circunstancias extraordinarias. Transilvania
Moonrise cuenta la historia de la reunión de Radu con un lama tibetano que afirma haber
puesto en marcha los eventos anteriores para cambiar los desequilibrios importantes en la
Tierra. Esta no es solo una historia notable, sino que es una iniciación del orden más alto
que beneficiará a cualquiera que la lea. La salida de la luna en Transilvania: una iniciación
secreta en la misteriosa tierra de los dioses lo llevará más allá de su imaginación ordinaria
para describir los acontecimientos que han moldeado el pasado e influirán en el futuro en
las próximas décadas”.
Pero la historia de los Montes Bucegi, no puede ser explicada en su totalidad por la
inclusión de Peter Moon como pluma protagónica que en este caso figura como mero
traductor, sino que es través de Radu Cinamar donde el misterio de Bucegi empieza a
develar sus secretos.
La clave que ahora voy a denunciar, se me reveló cuando inicié mis exploraciones
sobre Radu Cinmar. Desde el momento que me sumergí en su biografía, las inconsistencias
fueron varias, así con la ausencia de datos significativos que ayudaran a conocerlo.
Dan Buzaru,,
la verdadera identidad, tras
Radu Cinamar.
Cortesía
http://electroalquimia.blogspot.com/2012/10/the-call-of-shiva-vol-1-indra-2005.html
Este consagrado músico que dentro del circuito electrónico viene cosechando gran
adhesión a través de su sonido de corte ambiental, responde al seudónimo de Radu Cinamar
(anagrama de Rama con Indra- Cinamar anagrama de Marian Dracu). Originario de
Drăgășani, perteneciente al distrito de Vâlcea, Rumania, Dan Buzaru remonta su
nacimiento a 1961. A partir de los ochenta comienza a interesarse en la filosofía oriental, y
la práctica de yoga. Con los años uno de sus primeros proyectos llevará el nombre de Indra,
influenciado por su devoción a la deidad védica hindú.
Dan Buzaru durante una de sus presentaciones,
rodeado por Shiva.
Cortesía
http://electroalquimia.blogspot.com/2012/10/the-call-of-shiva-vol-1-indra-2005.html
En una entrevista Buzaru hará una rara declaración, develando sus inclinaciones
místicas:
Gregorian Bovolaru,
controvertido líder de MISA.
Cortesía
https://roxanamchirila.com/2012/12/21/sucker-love-is-heaven-sent-a-romanian-yoga-sect-under-
investigation/
Sin embargo la leyenda promulgada por MISA alentando la apertura sexual como
medio de iluminación junto, con el consumo de alucinógenos, supuso para los jóvenes
rumanos, luego de años de represión, un imán irresistible. Con el tiempo la fama de
Bivolaru alcanzó límites insospechados, proclamado como un nuevo mesías por sus
fanáticos seguidores. Eso no impidió algunos de sus miembros, que lograron abandonar
MISA, hablaran de aberraciones realmente preocupantes siendo Bivolaru acusado, entre
millares otras denuncias, de explotar sexualmente a sus miembros, especialmente mujeres,
a quiénes suele introducir en la industria pornográfica.
MISA en acción,
aquí como parte de un documental francés.
Cortesía
https://insolent.ro/%E2%80%9Ecel-ce-gandeste-altfel%E2%80%9D-decat-misa/
Otros intereses, y para sorpresa de esta autora, versan sobre el mundo subterráneo,
como por ejemplo su obra “Shambala. Los Secretos revelados del reino oculto que existe en
la enigmática cavidad del centro de la tierra”, datado de 2014.
Shambala, obra de
Gregorion Bivolaru
Vasile Rudan.
Proyecto Mountak,
Versión Rumana.
Vasile Rudan haciendo gala de sus
habilidades psíquicas, Rumania 1994.
Cortesía
https://www.rufon.org/forum/fenomene-conexe-si-paranormale/vasile-rudan-si-misterul-din-carpati/555/
Uno de los protagonistas más sonados de esta etapa, que tuvo a Rumania en la
búsqueda de un ejército de psíquicos privados, fue Vasile Rudan. Este nativo de Rumania
nacido en 1934, desde muy joven alegó poseer facultades extrasensoriales, siendo
seleccionado como sujeto de experimentación por científicos de su país. En 1980 coordinó
un grupo de niños con habilidades extrasensoriales, que fueron utilizados para buscar
antiguos asentamientos prehistóricos rumanos.
También la introducción del factor tecnológico a partir de los noventa, como motor
para la propagación de rumores sin control agravados por la barrera idiomática, haciendo
que nada se verifique y se acepte en forma literal. Por supuesto Rumania oculta misterios
legítimos y prometo, no tengo dudas, y prometo al lector difundir cada uno de ellos, pero sí
debemos estar alerta ante la mezcolanza desbordada en estos temas. Y es que cuando el
misticismo se une con la historia, todo puede ocurrir.
Bibliografía
Gregorian Bivolaru
http://gregorianbivolaru.net/
Lupulc Dasic
Caso Vasile Rudan
https://lupuldacicblogg.wordpress.com/2017/08/20/cazul-vasile-rudan/comment-page-1/