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LIBRO DE PREPARACIÓN DE CLASES

2° Básico

Seres vivos y

su entorno
LIBRO DE PREPARACIÓN DE CLASES

2° Básico

Seres vivos y

su entorno
Nivel de Educación Básica

División de Educación General


Ministerio de Educación
República de Chile

Autores:
Carla Montecinos Gula
Juan Carlos Gutiérrez Escobar

Material elaborado en el marco del Programa


Educación en Ciencias Basada en la Indagación
(ECBI), por el Ministerio de Educación.
ÍNDICE

El modelo ECBI en el aula

Lección N° 1:
¿Vivo o no vivo?

Lección N° 2:
Semillas y plantas hasta las rodillas

Lección N° 3:
Construyendo un hogar

Lección N° 4.
Grandes y pequeñas, ¿son plantas?

Lección N° 5:
Llegando al hogar

Lección N° 6:
Lo que pasa en el hogar

Lección N° 7:
Tengo hambre

Lección N° 8.
Cambia todo cambia
EL MODELO ECBI EN EL AULA

El modelo ECBI propicia una propuesta didáctica cuyo objetivo es que los
estudiantes accedan al conocimiento científico mediante el planteamiento de
preguntas y predicciones, la observación, la inferencia, el establecimiento de
relaciones, la experimentación –con sus fracasos y logros –, la discusión,
interpretación y divulgación primaria de los resultados hasta llegar al registro y
esbozar diseños para la aplicación y utilización de sus aprendizajes.

La transformación de la indagación en modelo de enseñanza-aprendizaje


es la formulación teórica de una capacidad humana presente desde los primeros
días de vida. La indagación potencia la curiosidad e incentiva el preguntarse por
sobre aprender respuestas y memorizarlas. Se trata de transformar en modelo de
aprendizaje la etapa infantil de los “por qué” y orientar la curiosidad de alumnas
y alumnos hacia elementos, situaciones o problemas propios de su vida cotidiana,
cuya respuesta más adecuada y los procedimientos para alcanzarla constituyen
una aproximación a las Ciencias.

La indagación puede entenderse como una actividad multifacética que


involucra hacer observaciones, formular preguntas, examinar libros y otras
fuentes de información para saber qué es lo que ya se sabe, planear
investigaciones, revisar lo que se sabe en función de la evidencia experimental,
utilizar herramientas para reunir, analizar e interpretar datos, proponer
respuestas, explicaciones y predicciones, y comunicar los resultados. La
indagación requiere la identificación de suposiciones, el empleo del
razonamiento crítico y lógico y la consideración de explicaciones alternativas.
(Tomado de National Research Council, 1996, p. 23).

Desde una perspectiva sociocultural, puede entenderse como indagación


científica “maneras de generar explicaciones, cargadas de teoría, validadas por
una comunidad, apoyadas por evidencia y argumentos convincentes y mantenidas
por la comunidad como conocimiento tentativo y abierto a futuros desarrollos”
(Flick & Lederman, 2004).

Para niños y niñas, el modelo indagatorio significa participar, ser


protagonistas de sus aprendizajes y tener clara conciencia de cómo llegaron a
saber lo que aprendieron. Para el profesor, el ejercicio indagatorio implica
reformular su quehacer orientándolo hacia una dimensión más creativa y
mediadora de los aprendizajes, más cercana a aquella que imaginaron al
decidirse por la docencia como profesión.
La propuesta del modelo indagatorio implica que el aula se transforme y se
genere un nuevo clima en el que los roles tanto de docentes y de esclares estén
orientados a favorecer e incentivar la reflexión, el desarrollo del pensamiento
crítico, la participación, el debate organizado, el respeto a sus ares, y el
reconocimiento de los aportes espaldados por evidencias. El clima de aula
enunciado promueve la generación o expresión de un esquema ciudadano
democrático, en el cual niños y niñas se apropian del trabajo en equipo con un
estilo solidario y colaborativo que facilita la integración de todos los miembros
del curso, especialmente de quienes tienen dificultades de aprendizaje.

Un principio metódico importante en el modelo indagatorio consiste en


valorar en forma creciente el ejercicio de la argumentación coherente y la
participación activa de niños y niñas en el desarrollo y enriquecimiento de cada
clase. Este principio favorece la integración de todos los alumnos en la medida
que promueve el respeto a las diferentes visiones, elaboraciones o posiciones que
niños y niñas expresen en relación con el tema de la clase. Los debates mediados
por el docente, tanto al interior del pequeño grupo de trabajo o en plenario de
curso, son en el modelo indagatorio una estrategia pedagógica que ofrece
valiosas proyecciones: el profesor puede detectar logros y dificultades
individuales, los escolares internalizan que su participación es considerada y el
grupo curso construye sus conocimientos en forma colaborativa y solidaria. Los
saberes de cada uno se transforman en aportes al aprendizaje colectivo.
Sostenemos, por tanto, que la aplicación del modelo ECBI contribuye al
desarrollo de competencias ciudadanas en la medida que no sólo las enseña sino
que posibilita su ejercicio en el aula desde los primeros años de la vida escolar.
EL CUADERNO DE CIENCIAS

El Cuaderno de Ciencias es “una compilación de ítems que provee de


información parcial sobre las experiencias instruccionales que un estudiante ha
tenido en su sala de clase durante cierto período de tiempo” (Ruiz-Primo, 1998).

A diferencia del cuaderno tradicional el Cuaderno de Ciencias permite a


los estudiantes comprometerse con experiencias basadas en la indagación por
medio de “formulación de preguntas, conducción de investigaciones científicas,
interpretación de datos, comunicación de resultados y formulación de
conclusiones.” (Schmidt, 2003, p.27).

Incluye escritos personales de cada estudiante y es también la memoria


del trabajo realizado: permite al alumno analizar sus observaciones y sus
mediciones, volver a revisar con ojo crítico, comparar sus ideas con las de sus
pares. Este cuaderno es la evidencia de los progresos de cada estudiante, el
reflejo de sus aciertos y sus errores. Al observar sus últimos apuntes, el
estudiante puede constatar sus propios progresos, aceptar que aprender requiere
de errores y tanteos. El cuaderno constituye, entonces, un insumo también para
la autoevaluación. Puesto que el estudiante utiliza siempre sus propias palabras
para comunicar sus aprendizajes, mejora así sus habilidades de comunicación.
Las ideas y nociones que elabora nacen de su comprensión y estimulan su
creatividad.

Fulton y Campbell (2004) plantean que a través del uso del Cuaderno de
Ciencias los estudiantes pueden desarrollar habilidades superiores de
pensamiento al involucrarse en investigaciones de significación.

Por otra parte, según Reid-Griffin, Nesbit y Rogers, (2004) el cuaderno de


ciencias:
“Permite a los estudiantes trabajar como científicos compartiendo lo que
han aprendido a través de su cuaderno de ciencias y de sus grupos de trabajo. El
uso del cuaderno de ciencias en las clases de ciencias de las escuelas básicas le
da a los estudiantes una oportunidad para compartir con otros sus
investigaciones, descubrimientos y conclusiones.” (p. 4).

El grupo cooperativo de trabajo, organización propuesta para toda


actividad de aprendizaje en Ciencias, se ve estimulado a crear colectivamente
un escrito que sea comprensible para el resto de sus compañeros,
transformándose así el Cuaderno de Ciencias en una herramienta de
comunicación entre los estudiantes, profesores y apoderados.

De esta manera, puede considerarse este cuaderno como un instrumento


mediador que promueve las interacciones sociales entre el alumno y el profesor,
de los alumnos entre sí y de éstos con sus padres.

Dentro de ese marco, la interacción y colectivización de las predicciones,


los análisis, las interpretaciones y las explicaciones, etc., permiten a nivel
individual que el niño elabore textos y dibujos originales con la perspectiva que
aquellos serán compartidos con otros.

El Cuaderno de Ciencias también constituye un importante instrumento de


evaluación, porque da cuenta de cómo aprendió y qué aprendió el niño a través
de cada clase, y permite evaluar sus aprendizajes por períodos reducidos y/o
prolongados. En ese sentido, configura tanto un instrumento de evaluación de
proceso y de resultado del desempeño del estudiante con alcances temporales
ilimitados tanto para el docente como para los padres.

En ese sentido, provee datos poderosos para la evaluación formativa, ya


que entrega retroalimentación a los profesores acerca de los procesos de
pensamiento que han puesto en juego niños y niñas para el diseño y ejecución
de una investigación (Fulton y Campbell, 2004).

Este cuaderno también da cuenta de los avances en el trabajo grupal. En


el se encuentran los protocolos de las hipótesis de la clase, síntesis del trabajo
del grupo, resultado de los debates del protocolo experimental, observaciones y
mediciones junto a sus respectivas interpretaciones.

Según los temas abordados, el grupo puede verse estimulado a hacer un


escrito que tenga por función ser comprensible por el resto de sus compañeros,
transformándose, de este modo, en una herramienta de comunicación entre los
estudiantes, profesores y apoderados.
CONSEJOS PARA ORGANIZAR LA CLASE

LA LLUVIA DE IDEAS
La “lluvia de ideas” es un ejercicio desarrollado por todo el grupo curso, en el
cual los estudiantes contribuyen con sus ideas acerca de un problema o un tema
en particular.
Es un ejercicio muy estimulante y productivo cuando se aborda un tema
científico por primera vez. También es una manera útil y eficiente de averiguar
lo que los estudiantes saben y piensan acerca del tema. A medida que los
estudiantes aprenden las reglas para la lluvia de ideas y la practiquen, se irán
haciendo más participativos.
Para comenzar una sesión de lluvia de ideas, defina los temas acerca de los
cuales niños y niñas compartirán sus ideas. Pídales que respeten las siguientes
reglas:
; Aceptar todas las ideas sin juzgarlas negativamente.
; No criticar negativamente o hacer comentarios innecesarios sobre las
contribuciones de otros.
; Tratar de enlazar o relacionar las propias ideas con las de otros.

EL Centro de Recursos1

Proponemos organizar todo el material que se utilice en la clase de ciencias


(“material científico”) en un lugar permanente en el aula, con la designación de
“centro de recursos”. Niños y niñas pueden utilizar este centro de varias formas:
como puesto de observación, como un lugar de intercambio de libros, o como un
sitio para reunirse después de realizar sus trabajos.
A continuación proponemos algunas sugerencias de materiales que se pueden
incluir en este centro:
* Libros y revistas de ciencia sobre plantas y animales (en especial insectos).

1
Adaptado de “Desarrollo y Crecimiento de las Plantas” Libro de Preparación de Clases para 3° año básico –
NSRC - ECBI
* Huinchas y reglas graduadas en centímetros, una balanza, objetos interesantes
para medir y pesar tales como clips, cajas de cereal, bloques de madera, etc.
• Lupas y objetos para observar, tales como hojas, semillas, raíces, tallos, flores,
insectos, tierra y piedras, periódicos, fibras, esponjas.
• Material audiovisual sobre materias afines: plantas, insectos, interdependencia
entre organismos, polinización, ciclos de vida o científicos famosos.
• Plantas vivas.
• Material que lleven los alumnos para compartir, como colecciones de insectos,
abejas, revistas o artículos del periódico, pinturas, libros, plantas prensadas o
disecadas, colecciones de semillas.
Lección N° 1.

¿VIVO O NO V IVO?

Duración:

Dos clases de 2 horas pedagógicas

Objetivos:

- Observar, caracterizar y describir seres vivos, elementos no vivos (materiales,


objetos, organismos muertos)
- Señalar aspectos que distinguen seres vivos de elementos no vivos, y describir
sus diferencias esenciales.
- Clasificar seres vivos y elementos no vivos del entorno de acuerdo a categorías
elementales.

Materiales en el centro de recursos:

- Cuaderno de ciencias,
- lápices,
- caja hermética para tomar muestras de seres vivos, muertos y elementos
no vivos,
- lupas,
- pinzas,
- papelógrafos,
- plumones.
Sugerencias:

-Organice en un “centro de recursos” los materiales con que los estudiantes


trabajarán; esto puede ser una mesa o un librero con todos los elementos
necesarios para que realicen las actividades. Procure contar con los recursos
sugeridos para cada lección-
-Tome precauciones en la recolección de organismos peligrosos.
-La recolección de organismos muertos debe quedar en manos del profesor o
profesora.

Actividades:

Comente a los estudiantes que harán una salida a terreno; procure que en este se
observen gran variedad de seres vivos, seres muertos, así como presencia
elementos no vivos: piedras, agua, distintos tipos de tierra o sustrato, viento, luz
solar, entre otros.
Antes de salir a terreno acuerde con los estudiantes normas de conducta y
procure que lleven los materiales necesarios para la actividad. Pídales que los
retiren en el centro de recursos.

Una vez en el lugar, ínstelos a recorrer y observar con detalle el entorno,


realizando registros escritos o gráficos (dibujos) en su Cuaderno de ciencias
(recuerde que entorno o ambiente corresponden al medio donde se encuentran
los seres vivos, seres muertos y elementos no vivos). Posteriormente pida que
recolecten lo que puedan transportar de manera segura en sus cajas herméticas.
Recuérdeles que lo recolectado deberá ser regresado a su lugar de origen, y si
esto no es posible, a un lugar de similares características.

Una vez en el aula, comience el trabajo de manera grupal; invítelos a organizarse


en grupos de trabajo2, considerando que tendrán que trabajar de esta forma en
todas las actividades que restan.

Disponga una mesa para cada grupo de trabajo.

Pida a las y los estudiantes ordenen los elementos recolectados en dos conjuntos
que presenten características comunes.
Divida la pizarra con una línea vertical. Pregunte a cada grupo: ¿En qué se
parecen los elementos de cada conjunto? y enliste las respuestas en la mitad
de la pizarra. Esto con el fin de establecer las características que utilizaron al
2
Considere un máximo de 4 integrantes para cada grupo de trabajo, intencione en cada uno de los
participantes
clasificar (entendiendo como actividad de clasificación el ordenamiento de los
elementos en función de características comunes).

¿En qué se parecen los elementos de cada conjunto?

Conjunto 1 Conjunto 2

Una vez que se hayan registrado todas las características en la pizarra, guíe al
curso para que organicen dichas características bajo un criterio. Para esto junte
las características que respondan al mismo criterio, escriba este en la otra mitad
de la pizarra y enliste abajo las características que correspondan. Por ejemplo,
un criterio comúnmente utilizado a esta edad es el tamaño y sus categorías son
“grande” y “pequeño”.

Cuando todos los grupos de estudiantes hayan compartido al curso las


características, plantéeles lo siguiente: De todos estos criterios, ¿Cuáles nos
servirán para saber si los elementos que se encuentran sobre su mesa están
vivos o no? Pídales elijan uno de ellos y ordenen nuevamente los elementos de
su mesa en función de tal.

Enseguida reúna los resultados de los estudiantes, grupo por grupo, y borre de la
pizarra aquellos criterios que no sirven para determinar vivo /no vivo según lo
discutido.

En un momento quedarán en la pizarra sólo los criterios que permiten diferenciar


lo vivo de lo no vivo. Guié a los estudiantes para que descarten aquellos criterios
que no sirven.

Copie esta tabla en un papelógrafo: se trata de una sistematización de la


información que los estudiantes han señalado respecto de los seres vivos y no
vivos:
NOMBRE ¿SE ¿RESPIRA? ¿CRECE? ¿SE ¿PODRÍA ¿PUEDE ¿SE ¿PODEMOS
DEL ALIMENTA? TRASLADA? MORIR? TENER MUEVE? DECIR QUE
ELEMENTO HIJOS? ESTÁ VIVO?

Tabla 1.

Una vez que han completado la tabla, genere una discusión en torno a si todas
estas características en conjunto permiten determinar que un elemento está vivo
o no. (El conjunto de características enlistadas en la tabla permitirán a los niños
y niñas determinar si sus elementos efectivamente son seres vivos o no).

Esta discusión servirá para aclarar dudas respecto a estructuras que son parte de
un organismo, tales como hojas, tallos, pelos, cortezas, etc. Todos ellos no son
seres vivos en estricto rigor, pero forman parte de un ser vivo. Es necesario
establecer esta diferencia.

La semilla es un elemento que puede ocasionar confusión en los niños y niñas,


pues si bien ellos lo ven como un elemento no vivo, se trata de un embrión que
una vez que tenga las condiciones necesarias (suficiente agua) será capaz de
germinar y crecer hasta convertirse en una planta.

Plantee al curso la interrogante: ¿Qué piensan ustedes que es la semilla: un ser


vivo o un elemento no vivo? Reciba la lluvia de ideas y cuénteles que la
respuesta la descubrirán en la siguiente lección.

Actividades finales:

Pida a los niños y niñas que elijan un ser vivo, y que registren en su cuaderno de
ciencias cuáles de las características enunciadas en la tabla 1 son propias de este
ser vivo. Esto le servirá a usted para evaluar si los estudiantes comprenden en
este momento la diferencia entre vivo y no vivo.

Finalmente, pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su Cuaderno de


ciencias su respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N° 2.

Semillas y plantas hasta las rodillas

Duración:
Dos clases de dos horas pedagógicas

Objetivos:

Indagar sobre los factores que permiten la germinación de las semillas a través
de la experimentación

Materiales en el centro de recursos:

- Semillas de poroto pallar (también llamados alubia blanca), partidas por la


mitad - cuidando de que no sea dañado el embrión al interior de cada semilla-.
- Placa de petri o bandeja pequeña (de cartón o plástico) para observar semillas,
- Envases de yogurt limpios,
- lupa,
- pinzas,
- cuaderno de ciencias,
- lápiz,
- agua,
- tierra.

Actividades:
Actividad 1.
Pida a las y los estudiantes se organicen en los grupos de trabajo y tomen los
materiales señalados desde el centro de recursos.
Recuerde junto a sus estudiantes la sesión pasada y haga nuevamente la
pregunta: ¿Que es la semilla: un ser vivo o un elemento no vivo? También
puede tomar lo que se registró en el papelógrafo.
Invítelos a observar una semilla de poroto pallar dentro de una placa petri o una
bandeja, detenidamente y usando la lupa; pídales la dibujen en el cuaderno de
ciencias. Pregúnteles ¿Qué hay dentro de una semilla? Registre sus respuestas
en la pizarra o en un papelógrafo.
¿Cómo podemos saber lo que hay dentro de una semilla? Guíe la discusión
hacia la idea de la germinación; es probable que los niños y niñas no conozcan
esa palabra, pero se acerquen con el término “sembrar”. Nuevamente registre
todas las ideas que den a conocer los estudiantes.

Fecha

¿Qué hay dentro de una semilla?

¿Cómo podemos saber lo que hay dentro de una


semilla?

Actividad 2.
Divida al curso en cuatro grupos de trabajo, y encomiéndeles a cada uno de ellos
la tarea de descubrir lo que hay dentro de una semilla probando diferentes
maneras, a través de la siguiente experiencia:

- El primer grupo se encargará de poner la semilla en un vasito con tierra, a


la que agregará agua cada cierto tiempo;

- El segundo grupo pondrá la semilla en un vasito con tierra, a la que no


agregará agua;

- El tercer grupo pondrá la semilla en un vasito, sin tierra y con agua, y


finalmente,

- El cuarto grupo pondrá la semilla en el vasito, sin tierra y sin agua. (Este
corresponde al grupo control, es decir aquel grupo en donde no se experimentará
con las variables en estudio, que son tierra y agua).
Pregunte: ¿Qué irá a pasar con lo que hay dentro de la semilla?

Motive a los estudiantes a registrar diariamente lo que observan en las semillas,


puede ser un registro escrito complementado con dibujos, utilice para ello el
cuaderno de ciencias y también un papelógrafo. Considere para esto, al menos
una semana de observaciones y registro diario – en forma particular intencione el
registro del proceso de germinación de las semillas -.

Una vez transcurrida la semana, compare los resultados de sus experiencias y


discuta en torno a las siguientes preguntas:

; ¿Qué pasó en los vasitos con tierra y agua? ¿Qué cambios observaron?
; ¿Qué pasó en los vasitos con tierra y sin agua? ¿Qué cambios observaron?
; ¿Qué pasó en los vasitos sin tierra y con agua? ¿Qué cambios observaron?
; ¿Qué pasó en los vasitos sin tierra y sin agua? ¿Qué cambios observaron?

Ordene las respuestas de los estudiantes en la pizarra (por ejemplo, puede


dividirla en cuatro cuadrantes y escribir una de las preguntas anteriores en cada
uno de ellos), y luego encierre las ideas más importantes.

¿Qué pasó en los vasitos con ¿Qué pasó en los vasitos con
tierra y agua? Tierra y sin agua?

¿Qué pasó en los vasitos sin ¿Qué pasó en los vasitos sin
Tierra y con agua? Tierra y sin agua?
Se espera que todas las semillas que fueron regadas hayan germinado,
independientemente si estuvieron en tierra o no, ya que los únicos factores que
necesita una semilla para germinar son agua y aire.
En esta experiencia el aire como factor de germinación no está siendo
comprobada ya que para eso es necesario ubicar a la semilla en un recipiente
cerrado al vacío.

Actividad 3.
Entregue en un recipiente una semilla de poroto pallar partida con un embrión
intacto, y pídales la observen con la lupa nuevamente, registrando observaciones
con dibujos y/o escritos en el cuaderno de ciencias.
Ínstelos a relacionar lo que están observando con la planta que germinó en sus
experimentos. Guíe la discusión para que descubran que esa estructura, que se
llama embrión, es quien finalmente logra germinar y convertirse en una pequeña
planta.
Pregunte: ¿Cómo hicimos que germinará el embrión? Guíe la discusión hacia el
factor agua. Sin agua el embrión no puede germinar, y continua “durmiendo” o
en latencia.
Continúe la reflexión con la pregunta: ¿Podemos decir que la semilla es un ser
vivo? La respuesta esperada es si; es un ser vivo en latencia, que duerme hasta
que recibe agua.
Recuerde registrar las ideas que surjan en un papelógrafo.

Actividades finales:
Pregunte: ¿Para qué nos sirven las semillas? Escriba las respuestas en la pizarra
o en un papelógrafo y clasifíquelas de acuerdo a sus usos.
Como actividad complementaria puede llevar al curso a la feria para que
conozcan la gran diversidad de semillas que existen, y luego asociarlas a las
plantas que las producen.
Con los distintos tipos de semillas que encuentren, pueden construir un
“muestrario de semillas” en forma grupal.

Pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de ciencias su


respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N° 3.

Construyendo un hogar

Duración:

1 clase de dos horas pedagógicas

Objetivos:
-Confeccionar un terrario como modelo de hábitat.
-Iniciar la construcción del concepto de hábitat.
-Evidenciar algunos de los cambios que tienen las plantas a través de su vida.

Materiales en el centro de recursos:

- Bolsas de semillas de gramíneas (alpiste, pasto, etc.),


- tierra de hojas,
- guantes,
- palitas,
- gotarios de plástico,
- vasos plásticos,
- botellas plásticas de 5 litros cortadas por la mitad, a 10 cm por debajo de
la tapa)
- hojas de papel blancas.

Actividades:

Pida a las y los estudiantes se organicen en grupos de trabajo y tomen los


materiales del centro de recursos.
Inicie la sesión contándoles que trabajarán ahora en forma más cercana a las
plantas. Pídales observen las plantas que obtuvieron en la Lección 2 (“Semillas y
plantas hasta las rodillas”), e ínstelos a contar qué ocurrió con cada una de ellas
a través de las siguientes preguntas:
¿Qué ocurrió con las semillas? ¿Qué cambios sufrieron? ¿Cómo están ahora?
¿Qué plantas murieron? ¿Qué les habrá faltado?

Coménteles que realizarán una experiencia llamada “Construyendo un hogar”


para conocer más sobre las plantas y la forma como interaccionan con su
entorno.

Actividad 1.
Divida al curso en grupos de trabajo y entrégueles semillas y los materiales de
trabajo que se indican a continuación:
Para cada grupo: (1) una botella de 5 litros previamente cortada, (2) tierra
suficiente, (3) piedras, (4) palitas, (5) guantes, (6) gotarios, (7) agua);

Guíelos para la siembra, a través del siguiente procedimiento:

a. Tomar la botella cortada, agregar 3 cm de piedras y luego 7 cm de tierra


aprox. Procure que entre la tierra y las piedras no se ocupe más de un
tercio de la altura de la botella.
b. Humedecer la tierra (no excesivamente) y luego sembrar dos cucharadas
de gramíneas. Distribuir homogéneamente, y luego cubrir con una capa
fina de tierra.
c. Dependiendo de la estación del año en que se encuentre, regar el terrario
manteniendo constantemente la humedad de la tierra. Para esto puede
utilizar el gotario.
d. Pueden transplantar al terrario aquellas plantitas obtenidas de la Lección
1 (“¿Vivo o no vivo?”) que aún se encuentren con vida.

Actividad 2.
Ejecución de la experiencia “Construyendo un hogar”:
Explique a sus estudiantes la necesidad de registrar los eventos que ocurrirán en
el terrario a través del tiempo. Para esto, cada grupo registrará por escrito y con
dibujos, al menos dos veces cada semana, para ello utilizarán las hojas blancas y
el papelógrafo.
Semana 1
Observación Día 1
_____________________________________________ (…)

Observación Día 2
_____________________________________________ (…)

Una vez que hayan construido y sembrado en el terrario, pida a los estudiantes
que predigan lo que piensan va a ocurrir en la experiencia, por medio de una
lluvia de ideas. Registre las ideas en un papelógrafo y péguelo en un lugar visible
de la sala.

Deje el proyecto en marcha y prosiga con las otras lecciones.

A fin de tener un registro visual más exacto de los cambios que ocurren en las
plantas (semilla, germinación, crecimiento, floración en caso de que hubiese),
se sugiere tomar fotografías, indicar la fecha del registro y en el caso de elaborar
textos, incorporar dibujos que sean representativos de los cambios y permitan
hacer comparaciones tanto como un relato cronológico.

Finalmente, pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de


ciencias su respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N°4

Grandes y pequeñas, ¿son plantas?

Duración:

1 clase de dos horas pedagógicas

Objetivos:

- Observar y describir características generales de las plantas terrestres y su


relación con el medio abiótico.
- Establecer estructuras básicas como tallo o tronco, raíz, hojas, flores.
- Clasificar (agrupar) plantas utilizando categorías biológicas simples (arbustos,
hierbas, árboles)
- Reconocer seres vivos y elementos no vivos (materiales, objetos, organismos
muertos).

Materiales en el centro de recursos:

- Papelógrafos,
- lápices de colores y plumones,
- maskin-tape,
- pegamento,
- hojas blancas,
- palitas de jardín,
- tapas plásticas para el terrario (“tapa fácil” de la marca Ziploc),
- cuaderno de ciencias.

Sugerencias:

Precaución con algún tipo de herbáceas que pueden ser urticantes o tóxicas al
ser ingeridas.
Actividades:

Pida a las y los estudiantes se organicen en grupos de trabajo y tomen los


materiales del centro de recursos.

Solicíteles dibujen, en las hojas blancas, las plantas que conocen. Pídales peguen
sus dibujos en el pizarrón, luego ínstenlos a que establezcan las diferencias y
similitudes que observan entre ellas.

Cuénteles que saldrán a terreno (plaza o parque cercano) y recolectarán


pequeñas plantas poniendo especial cuidado en tratar de obtenerlas con sus
estructuras intactas (tallo o tronco, raíz, hojas, flores).

Una vez de regreso a la sala de clases, pídales observen con lupa las plantas
recolectadas. Para apoyar el trabajo de observación, comparación y registro en
los grupos, proponemos las siguientes preguntas:

; ¿Todas las partes que ves son iguales?,


; ¿Todas las partes de las plantas son del mismo color?,
; ¿Todas las partes tienen la misma forma?,
Proponga otras preguntas que les permitan recordar las partes básicas de una
planta.

Pregunte: ¿Para qué crees que le sirven las distintas partes a la planta? ¿Para
qué les sirven las raíces? ¿Y el tallo? Recuerda lo observado.

Profundice en cómo las plantas se relacionan con el medio ambiente.

En un papelógrafo anote los resultados de cada grupo. Pida que comparen y


establezcan una idea final (partes de la planta, función y su relación con el
medio ambiente.)

Actividades finales:

Actividad 1.
Pregunte ¿Un árbol tendrá estructuras parecidas a la planta que acabamos
de estudiar?, pídales que discutan en grupo y luego muestren sus resultados al
resto del curso.
Actividad 2.
En caso de que las plantas del terrario ya estén germinadas, ínstelos a comparar
las plantas de su terrario con las observadas recientemente.

Finalmente, pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de


ciencias su respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N° 5

Llegando al hogar

Duración:

Una clase de dos horas pedagógicas

Objetivos:

- Establecer que un hábitat contiene elementos no vivos y seres vivos, y que


entre los vivos se encuentran las plantas y los animales.
- Valorar la necesidad de incorporar organismos animales en un ambiente
terrestre a fin de observar su interacción con el entorno biótico y abiótico.

Materiales en el centro de recursos:

- Papelógrafos,
- cuaderno de ciencias,
- lápices de colores y plumones,
- maskin-tape,
- pegamento,
- hojas blancas,
- lupas,
- pinzas,
- recipientes con tapas herméticas, y
- palitas de jardín.

Sugerencias:
Precaución con algún tipo de insectos que puedan ser de carácter venenoso.
Actividades:

Pida a las y los estudiantes se organicen en los grupos de trabajo y tomen los
materiales del centro de recursos.

Actividad 1.
Invítelos a observar el terrario y describir los distintos componentes que
contiene, registrándolos en su cuaderno de ciencias.

Actividad 2.
Pida que recuerden un lugar natural que hayan visitado alguna vez, e invítelos a
dibujarlo en su cuaderno de ciencias, enlistando todos los elementos que se
encontraban en el.

Pida que compartan sus respuestas, y registren algunas de ellas en la pizarra o el


papelógrafo.

Estimula la generación de analogías entre el terrario y los lugares relatados por


los estudiantes, sin perder de vista que un ecosistema puede ser visto desde una
mirada local (pequeños terrarios, jardín de la casa, plaza cercana, la escuela o
colegio, etc.) o desde una mirada más global (la selva, el bosque, el lago, el país,
una región climática, el continente, la tierra, entre otras). Con esta actividad
deberá inducir a los niños que determinen que en el resto de los entornos
analizados existe la presencia de animales e insectos y otros.

Pregunte a niños y niñas: Para que nuestro terrario se pueda parecer a los
lugares o ambientes que ustedes visitaron, ¿qué más debería tener?

Pídales escriban sus respuestas en su cuaderno de ciencias. Es muy probable que


encuentre respuestas que mencionan grandes animales: caballos, perros, gatos,
cabras, elefantes, tigres ente otros; recuerde contextualizarlos con su terrario.
Proponemos para ello preguntas como ¿Cómo podría sobrevivir un caballo (o
cualquier otro animal que esté fuera de proporciones) dentro de nuestro
terrario? Discuta el por qué un animal de esta magnitud no puede sobrevivir en
un terrario.

Luego pregunte: ¿Qué tipo de individuos deberíamos poner en nuestro


terrario?
Solicite respondan de manera individual y posteriormente de manera grupal,
apunte las respuestas grupales en un papelógrafo en la pizarra; no retire el
papelógrafo anterior ya que será útil si alguno de los grupos no logra entender
por qué un caballo no puede estar en nuestro terrario. Si esto ocurre regrese a la
explicación anterior. Es importante que entiendan que los insectos (hormigas,
moscas, otras), artrópodos (chanchitos de tierra) y moluscos terrestres (babosas
y caracoles de tierra) serán nuestros individuos dentro del terrario.

Coménteles que ahora saldrán al jardín, plaza o el patio del colegio con el
objetivo de recolectar individuos para el terrario. Pida que lleven el set de
recolección (implementos necesarios).

Tras regresar de la actividad de recolección, pídales observen y dibujen a los


individuos en su cuaderno de ciencias, identificándolos con su nombre común.
Posteriormente invítelos a ubicarlos en el terrario, cuidando de mantenerlo
tapado durante el proceso, a fin de que no se escapen.

Realice la siguiente pregunta a modo de predicción:

¿Qué piensan ustedes ocurrirá en el terrario ahora que incluimos animales?


Registre las respuestas en un papelógrafo, y ubíquelo en un lugar visible de la
sala.

Termine la sesión discutiendo en torno a la siguiente pregunta:


¿Podemos decir que el terrario es para estos organismos como la casa para
las personas? ¿Por qué?

Finalmente, pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de


ciencias su respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N° 6.

Lo que pasa en el hogar

Duración:
Una clase de dos horas pedagógicas

Objetivos:

-Reconocer que plantas y animales interaccionan con el medio de distintas


maneras
-Identificar las maneras en que los seres vivos se relacionan entre si

Materiales en el centro de recursos:

- Papel hilado blanco cortado en cuadrados de 5 cms por lado,


- lápices de grafito,
- lápices de colores,
- plumones,
- cinta adhesiva transparente para embalaje,
- papelógrafos,
- tijeras,
- fichas “Seres vivos” “Elementos no vivos”
- cuaderno de ciencias.

Actividades:
Actividad 1.
Pida a las y los estudiantes se organicen en grupos de trabajo y tomen los
materiales del centro de recursos. Invítelos a recordar todas las actividades
hechas hasta el momento.
Pregunte:
¿Qué cosas del terrario les han llamado la atención en este tiempo?

Enseguida invítelos a observar el terrario durante unos minutos.


Pregunte:
¿De qué está formado el terrario? a fin de que mencionen sus componentes
(idealmente se espera que mencionen plantas, animales, tierra, agua, aire, luz,
recipiente de plástico, piedras). Enliste sus respuestas en la pizarra o el
papelógrafo, y entrégueles trozos de papel blanco para que dibujen en ellos los
componentes del terrario, rotulándolos con letra clara. Procure que cada
estudiante se encargue de dibujar un componente diferente.
A fin de reutilizar los dibujos de los estudiantes en las próximas actividades,
séllelos con cinta adhesiva transparente para transformarlos en fichas.

NOTA: Se sugiere realizar esta actividad durante la clase de artes visuales para
optimizar el tiempo.

Entregue a cada grupo un papelógrafo para que lo ubiquen en la mesa, y pídales


que sobre este agrupen sus fichas en “seres vivos” y “elementos no vivos”.
Recorra los grupos guiando el proceso. Enseguida, dibuje dos círculos en la
pizarra. Titule a un círculo como “seres vivos” y al otro como “elementos no
vivos”. Invite a cada grupo a ubicar en el círculo uno de sus dibujos.
Cabe destacar que los seres vivos corresponden a los factores bióticos, mientras
que los elementos no vivos corresponden a los factores abióticos.

SERES VIVOS ELEMENTOS


(Factores NO VIVOS
bióticos) (Factores abióticos)
Actividad 2.
Pídales que piensen en las posibles relaciones que pueden darse entre los dos
grupos de la pizarra a través de preguntas como las siguientes:

-¿De qué forma podrían relacionarse los seres vivos con los elementos no
vivos que hay al interior del terrario?
-¿Las plantas se relacionan con: la luz, el agua, la tierra, el aire, el envase
de plástico, las piedras? ¿De qué forma se relacionan?
-¿Los animales (chanchitos de tierra, caracoles, hormigas, lombrices, etc.) se
relacionan con: el aire, el agua, la luz, la tierra, el envase de plástico, las
piedras? ¿De qué forma se relacionan?

Dibuje una línea con un plumón de otro color para señalar las posibles relaciones
que vayan surgiendo a partir de la discusión.
Durante todo el proceso procure que los estudiantes cuenten con los terrarios en
sus mesas de trabajo para que lo vayan observando a medida que se discute.

Pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de ciencias su


respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N° 6.

Tengo hambre

Duración:

Una clase de dos horas pedagógicas

Objetivos:

- Establecer analogías funcionales entre las estructuras externas de diferentes


animales y plantas que están implicadas en la satisfacción de sus necesidades
vitales.
- Relacionan las características del hábitat con las de un determinado organismo

Materiales en el centro de recursos:

- Copia para cada niño del cuento “Viki el león aventurero”,


- papelógrafos,
- plumones,
- cuaderno de ciencias.

Sugerencias:

Procure que los niños y niñas se encuentren sin cosas sobre las mesas o llévelos a
un lugar de lectura con el fin de no generar instancias de distracción.

Actividades:

Pida a los niños y niñas retiren desde el centro de recursos una copia del texto.
Pídales mantener la atención; Usted puede ayudar dramatizando el cuento.
Viki el león aventurero

Viki el león se pasea por la selva. Uno de sus juegos favoritos es saltar
de árbol en árbol; en particular disfruta saltando a árboles más distantes.
También le gusta muchísimo comer, en especial carne.

(Pregunte: ¿Qué cosas les gusta comer a ustedes? Registre las respuestas la pizarra).

Un día, Viki decidió que podía saltar desde un árbol muy pequeño a uno más
alto. La dificultad radicaba que entre los árboles existía una gran roca que
tenía forma de un cono de helado invertido.

(Pregunte: ¿Cómo es la forma de la roca que quiere saltar Viki? Dibújenla en la pizarra).

Entonces Viki pensó: “como el árbol pequeño es muy bajito, y la roca es alta, y
el árbol grande es aún más alto, tomaré impulso”.
Así, retrocedió un paso, pero pensó que sería poco, retrocedió otro paso más,
pero pensó que aún era poco, entonces retrocedió otro paso más. Cuando ya
había retrocedido seis pasos, Viki cerró uno de sus ojos y miró el árbol grande,
entonces determinó que la distancia era suficiente para saltar al árbol
pequeño, rebotar fuertemente y nuevamente saltar sobre la roca para caer en
la copa del árbol grande.
Tomó aire profundamente y comenzó a correr muy rápido, saltando sobre el
árbol pequeño, este se dobló como arco de flecha y lo lanzó por encima de la
roca, Viki estaba feliz, estaba volando, abrió sus patas, volaba a toda velocidad,
sentía el viento rápido y frío sobre su cara y melena, pero… de un momento a
otro la velocidad cesó y antes de reaccionar y ponerse en posición felina Viki
cayó de golpe sobre la roca. Sintió un crujido fuerte y corto, como cuando se
rompe un vaso; quedó sobré la roca medio mareado y sin entender del todo lo
que pasaba.
Cuando se recuperó e incorporó en sus patas, se dio cuenta que en la roca
había una gran cantidad de dientes, eran sus preciosos dientes, largos y filudos
de color blanco, tan blancos como las nubes de primavera, esas que no puedes
ver directamente porque duelen los ojos.
Viki no entendía bien aún lo que pasaba se llevó una pata a la boca y ¡¡en ese
momento supo que tenía todos sus dientes quebrados!!. Sin embargo no le dio
importancia y decidió ir a tomar sol a la sabana.

Después de un rato Viki paseaba por la sabana feliz: corrió, saltó, persiguió a
unos pájaros y siguió corriendo. Luego de tanta actividad física a Viki le dio
mucha sed, por lo que se acerco al rió para beber agua. Todos los animales que
estaban ahí al verlo salieron corriendo, ¡pero los hipopótamos y los cocodrilos
no lo tomaron en cuenta!
Viki bebió mucha agua, estaba feliz y fresquito, por lo que decidió tirarse
sobre una roca a dormir. De pronto una gran crujidera lo despertó; él miró a
todos lados para descubrir quién lo había despertado, ¡y se dio cuenta que su
panza era la que generaba tan fuerte ruido! Viki tenía mucha hambre, ¡no había
comido en todo el día!
Regresó a la sabana donde los pastos son altos, corrió rápidamente y en un
instante, ya estaba entre los pastizales altos. Desde ese momento comenzó a
caminar sigilosamente, movía coordinadamente sus patas, primero movía sus
patas del lado izquierdo y luego las del lado derecho, sin hacer el menor ruido,
ni mover ninguna espiga del pasto.

(Pregunte a los niños y niñas: ¿Conocen la palabra coordinado?, haga la mímica del
león para que entiendan el concepto).

Viki al corto andar vio un grupo de gacelas de Darwin. Se acercó con su caminar
sigiloso, hasta llegar a estar a dos metros de ellas. Calculó si era posible
capturarlas pero encontró que estaba muy lejos aún, por lo que siguió
caminando hasta estar a un metro de distancia. Vio tres gacelas grandes y una
pequeña, pero ellas no se percataron de su presencia. Viki desdió atrapar a una
de las grandes, no porque estuviera más cerca, sino porque estaba muy
hambriento. Sin rugir dio un gran salto, corrió un metro y saltó sobre la gacela
más grande, mientras las otras huían despavoridas por entre los pastos. Se
abalanzó sobre el cuello de la gacela, (los leones hace esto para poder matar a
su presa rápidamente y evitar que escape herida), pero cuando trató de
morder el cuello de la gacela ¡no pudo!. Trató nuevamente pero tampoco pudo.
La gacela huyó y Viki recordó que ya no tenía dientes.

Actividades:
Pida a los niños y niñas que hagan un dibujo de la parte que más les gustó del
cuento; considere unos 10 minutos para esto. Recoja los dibujos y péguelos en la
pizarra.
Destaque los dibujos que marquen los siguientes episodios: A Viki se le rompen
los dientes, Viki está hambriento y la gacela escapa de Viki.

Pregúnteles ¿Por qué se le escapó la gacela a Viki?, pida que respondan


individualmente en sus cuadernos de ciencias y luego elaboren una respuesta
como grupo; solicite las respuestas de los diferentes grupos y apúntelas en un
papelógrafo.
Es importante que establezcan que fue porque no tenía dientes. Pregunte ¿Y
para qué le servirán los dientes? Se espera que respondan para comer,
alimentarse y otras relacionadas.

Plantee lo siguiente: Si los dientes le sirven a Viki para alimentarse, entonces


¿qué partes de las plantas les permitirán alimentarse?, pida respondan
individualmente, luego grupalmente, y enseguida registre en el papelógrafo. Al
momento de escribir las respuestas en el papelógrafo, cerciórese que están
correctas, en caso contrario discuta con ellos hasta llegar a la información
correcta.

Lección ___

Fecha ___

¿Qué partes de las plantas les permiten


alimentase?
Utilice otras preguntas para determinar más estructuras como por ejemplo,
¿Por qué Viki prefiere esconderse entre los pastizales altos de la sabana? Es
probable que respondan para esconderse, no ser visto, entre otras.
Pregunte: Si Viki no se ve tras el pastizal largo, ¿Cómo él puede ver a las
gacelas?. Introduzca la idea del color del pelaje de Viki; pregunte ¿De qué le
sirve ser de color café claro a Viki?, es importante que lleguen a la idea del
camuflaje.

En este momento, pregunte que otras partes, tanto de plantas como de


animales, nos ayudan a estar en contacto con el medio que nos rodea.
Estimule la relación entre las estructuras de los seres vivos y las necesidades que
satisfacen con ellos (por ejemplo: raíces de las plantas sirven para obtener agua
de la tierra, las patas de los chanchitos de tierra les sirven para trasladarse, la
concha del caracol les sirve para protegerse, etc.).

A modo de síntesis pida que llenen la siguiente tabla (transcríbala a la pizarra o


un papelógrafo). Se entregan algunos ejemplos:

Órgano Función ¿Cómo utiliza el


/estructura/característica individuo esta
del individuo estructura para
relacionarse con el
entorno?
Nariz Olfato, oler Oler al depredador
Oler a la presa

Color del pelaje Camuflaje Mimetizándose en el


entorno para no ser
visto por el depredador
o la presa, según
corresponda.

Tabla 2.
Actividades finales:

A modo de aplicación de los conocimientos, plantéeles a los niños y niñas, como


desafío tomar el terrario y observar en el las distintas situaciones donde los
individuos se relacionan con su medio a través de una estructura u órgano.
Comente las observaciones en una discusión.

Finalmente pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de


ciencias su respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.
Lección N° 8.

Cambia todo cambia

Duración:
Una clase de dos horas pedagógicas

Objetivos:

Reconocer que las características físicas de animales y plantas cambian durante


su vida.

Materiales en el centro de recursos:


- Papelógrafos cortados por la mitad,
- plumones negros y rojos,
- tijeras,
- pegamento en barra,
- cinta adhesiva,
- cuaderno de ciencias.

Actividades
Actividad 1.
Pida a las y los estudiantes se organicen en grupos de trabajo y tomen los
materiales del centro de recursos, además de los papelógrafos donde han estado
registrando sus observaciones del terrario. Estimúlelos a compartir la información
a través de preguntas cómo:

; ¿Para qué les sirvió anotar y dibujar lo que iba pasando en el terrario?
; ¿De todas las cosas que registraron, cuál les llama más la atención?
; ¿Cómo fue cambiando el terrario a través del tiempo? ¿Qué ocurrió con los
animales? ¿Y con las plantas?
Registre las respuestas en la pizarra o el papelógrafo

Ahora pregunte lo siguiente:

¿Cómo han ido cambiando las plantas de su terrario?

Registre las respuestas. Pídales que en los dibujos identifiquen las principales
etapas que han cruzado las plantas del terrario hasta el día de hoy, destaquen
estas etapas marcándolas con un plumón rojo.
Luego permita que cada grupo presente al resto del curso sus resultados.

Enseguida pida a cada grupo copiar los dibujos marcados con el plumón en un
nuevo papelógrafo, formando una secuencia. Nuevamente, ínstelos a compartir
los resultados.

En base a las ideas que surjan, vaya construyendo una secuencia final en la
pizarra. Dicha secuencia debe considerar las siguientes etapas:

semilla - planta pequeña (plántula) - planta adulta –


planta con flores – planta muerta
Es probable que en el desarrollo de las plantas del terrario no haya alcanzado a
ocurrir floración. Para visibilizar esta etapa, ínstelos a recordar las otras plantas
que han visto en jardines, plazas, en el patio de su casa etc., y pídales que
piensen en cómo ellas van cambiando a través del tiempo. Si no surge la idea de
floración, discuta con ellos hasta que aparezca.

Pregunte ¿En cuál de estas etapas se encuentran las plantas del terrario?

Actividades finales:

Actividad 1:
Pida a cada grupo que elijan una mascota común en sus casas (perro, gato,
conejo, pájaro, pez, otra), y que dibujen en un papelógrafo las etapas de la vida
de dicho animal, para responder a la pregunta:

¿Cómo va cambiando el animal “X” a través de su vida?

Invítelos a presentar sus respuestas con el curso.


Elija el trabajo más completo (que presente la mayoría o todas las etapas de la
vida del animal en cuestión), y enseguida compare los cambios que experimentan
las plantas con los cambios que experimentan los animales.

Actividad 2.
Entregue fichas con imágenes de distintos momentos de la vida de un animal y
planta cercanos a los estudiantes. Pídales las ordenen en una secuencia de orden
temporal (“así inician y así terminan”).

Actividad 3.
Invite a cada grupo a proponer una continuación para el experimento
“Construyendo un hogar” a través de la pregunta ¿Qué les gustaría hacer ahora
con su terrario?

Socialice las ideas a nivel de curso para elegir las que tienen más posibilidades de
ser ejecutadas. Continúe la experimentación.

Finalmente pida a los estudiantes que escriban o dibujen en su cuaderno de


ciencias su respuesta a la pregunta “Qué aprendí”.

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