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FRACTURAS DE PELVIS
Dr. Alfredo Martínez R.
INTRODUCCION.
La pelvis está compuesta por tres huesos: el sacro y los dos huesos
innominados. El hueso innominado está formado por tres huesos fusionados
el pubis, isquion e ílion. El sacro se articula a los dos huesos innominados en
la parte posterior por tres tipos de ligamentos: ligamentos sacro-ilíacos
anteriores, posteriores y el ligamento interóseo el más fuerte de todos los
ligamentos del cuerpo humano. Por delante la pelvis a nivel del pubis se
encuentra unida por un fibrocartílago que conforma la sínfisis púbica. El piso
de la pelvis esta soportado por los ligamentos sacro-espinosos y sacro-
tuberales. La estabilidad de la pelvis depende de la integridad de los
ligamentos posteriores, como se observa en la figura # 1.
La pelvis es una estructura que protege los órganos del sistema urinario,
reproductivo, digestivo, arterias, venas, nervios y partes blandas. Las
fracturas complejas, inestables de la pelvis por trauma de alta energía
generalmente se acompañan de lesiones asociadas.
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EPIDEMIOLOGÍA.
El trauma de alta energía cada vez más frecuente, asociado al mejor rescate
y transporte de los pacientes a los centros de trauma y su ingreso a las
unidades de cuidado intensivo ha mejorado la supervivencia de los pacientes
con fracturas inestables de la pelvis.
Las lesiones en la vejiga y uretra se presentan en 21% de los casos son más
frecuentes en hombres que en mujeres. Lesiones gastrointestinales en 4% y
las lesiones en la los genitales femeninos 3%. Las lesiones neurológicas en
13%. Las fracturas abiertas de la pelvis tienen una mortalidad de más del
25%. La mortalidad en pacientes ancianos es del 12.3% versus el 2.3% en
pacientes jóvenes.
Figura # 2. Fractura inestable de la pelvis compromiso anterior y posterior con fractura del
sacro y luxación sacro iliaca derecha.
EVALUACIÓN.
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La evaluación inicial de un paciente con fractura de la pelvis es identificar si la
lesión compromete la vida del paciente por la lesión en la pelvis o las lesiones
asociadas.
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Figura # 3. Fractura abierta e inestable e la pelvis, se aprecia la contaminación con cuerpos
extraños
Los hallazgos clínicos que pueden estar presentes en un paciente con una
fractura de la pelvis, y que deben buscarse en todo paciente con trauma
múltiple y sospecha de una fractura de la pelvis son los siguientes:
CLASIFICACIÓN.
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las que no comprometen la estabilidad del anillo pélvico, son fracturas por
avulsión o fracturas no desplazadas en un solo sitio. Las fracturas Tipo B,
comprometen el anillo pélvico en dos regiones diferentes en un mismo o
diferente lado son rotacionalmente inestables (diastasis de la sínfisis púbica)
pero verticalmente estables debido a la integridad del complejo ligamentoso
posterior. Las fracturas tipo C, son rotacional y verticalmente inestables
debido a lesión del complejo ligamentoso posterior o a compromiso óseo
posterior. La clasificación de Young y Burges la ilustramos en la Figura # 4.
Esta clasificación se basa primariamente en el mecanismo de la lesión y se
subdivide en los patrones de las fuerzas, de acuerdo a la fuerza aplicada.
Las fracturas por compresión lateral Grado I (LC-I) son lesiones muy
heterogéneas pueden comprometer la articulación sacro iliaca y en otros
casos fracturas complejas del sacro que exigen un tratamiento quirúrgico
agresivo. Las fracturas por compresión lateral Grado II (LC-II) se acompañan
de ruptura de los ligamentos sacroilíacos posteriores generalmente con
rotación de la pelvis. Las fracturas por compresión lateral Grado III (LC-III)
comprometen las lesiones descritas en el grado I y II.
Las fracturas por cizallamiento vertical son las más complejas donde hay un
componente rotacional y desplazamiento vertical de la pelvis, con ruptura de
todos los ligamentos estabilizadores de la pelvis.
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DIAGNÓSTICO
Figura # 5. Fractura inestable de la pelvis. A. Compromiso de la sacro iliaca del lado derecho
con luxo fractura. B. Reconstrucción escenográfica de la lesión.
LESIONES ASOCIADAS.
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mayoría de las rupturas vesicales son extra peritoneales. Es variable el
porcentaje de pacientes de sexo masculino que reportan disfunción eréctil
como secuela de una fractura inestable de la pelvis, las mujeres reportan
dispauremia, infecciones urinarias y dificultad para un parto natural.
TRATAMIENTO.
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El tratamiento ortopédico o no quirúrgico de las fracturas de la pelvis está
reservado para las fracturas estables, no desplazadas. El tratamiento
básicamente consiste en reposo, no apoyo durante cuatro semanas y
analgésicos. Es importante realizar una escanografía en la mayoría de los
casos para establecer que la fractura sea estable.
Figura # 6. Fractura inestable de la pelvis con fractura subtrocanterica del fémur estabilizado
al ingreso con el “Clamp” de pelvis.
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como tratamiento definitivo, cuando se ha logrado una adecuada reducción
de la luxación. El tiempo promedio de mantener el fijador externo es de ocho
a doce semanas.
Figura # 7. Fijación cerrando la sínfisis púbica con placa de reconstrucción acetabular de 3.5
mm, y tornillos íliosacros posteriores.
Las fracturas del ala íliaca pueden ser reducidas y estabilizadas por vía
anterior o posterior. Generalmente se estabilizan con placas de 3.5 mm.
obteniéndose una fijación adecuada. Cuando el rasgo de fractura del ala
ilíaca es muy grande y compromete una pequeña porción de la articulación
sacroiliaca, generalmente los ligamentos del complejo posterior están intactos
y al reducir y estabilizar en forma adecuada la fractura del ala ilíaca se
estabiliza la porción de la sacroilíaca y no requiere una fijación adicional.
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Las luxaciones de la articulación sacro-ilíaca, también pueden ser tratadas
por un abordaje anterior o posterior. El paciente en decúbito supino o prono
con tracción simple longitudinal de la extremidad se logra generalmente
reducir la luxación. Una vez obtenida la reducción la articulación sacro-ilíaca
se puede estabilizar con tornillos canulados íliosacros, con barras o tornillos
transilíacos o con una placa sacro ilíaca por vía anterior. No hay diferencias
biomecánicas con ninguno de estos implantes. Actualmente la técnica más
utilizada y recomendada es la colocación de los tornillos ílio-sacros como se
ilustra en la figura # 8.
Figura # 8. Fijación de una luxación sacro iliaca con tornillos ilio sacros y fijación anterior de
la sínfisis púbica con placa.
COMPLICACIONES.
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detectar los pacientes con estos factores de riesgo para que reciban
tratamiento profiláctico.
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BIBLIOGRAFIA.
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