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Anna Anderson (c.

1896-12 de febrero de 1984) fue la más


conocida de varias mujeres que afirmaron ser la gran duquesa
Anastasia de Rusia,12 la hija más joven del zar Nicolás II —último
zar de la Rusia Imperial y su esposa, la zarina Alejandra, quienes
fueron asesinados por los bolcheviques el 17 de julio de 1918, en
Ekaterimburgo—, pero la localización de su cuerpo se desconocía.

Anderson había sido internada en un hospital psiquiátrico en 1920,


después de que intentara suicidarse en Berlín. Al principio fue
registrada con el nombre Fräulein Unbekannt —literalmente en
alemán «señorita desconocida»— debido a que rechazó revelar su
identidad. Más tarde usaría el apellido Tschaikovsky y luego,
Anderson. En marzo de 1922, las declaraciones de que era una gran
duquesa rusa atrajeron por primera vez la atención pública. La
mayor parte de los miembros de la familia de Anastasia y los que la
conocían, incluyendo al tutor de la corte Pierre Gilliard, dijeron que
era una impostora, pero otros estaban convencidos de que era
Anastasia. Una investigación privada financiada por el hermano de
la zarina, Ernesto Luis de Hesse-Darmstadt, gran duque de Hesse,
realizada en 1927, la identificó como Franziska Schanzkowska, una
obrera polaca con un historial de enfermedades mentales. Después
de un pleito legal que se prolongó por varias décadas, los tribunales
alemanes resolvieron que Anderson no había logrado demostrar
que era Anastasia. Sin embargo, su reclamación alcanzó
«notoriedad» debido a la amplia cobertura que recibió de los
medios de comunicación.3

Entre 1922 y 1968, vivió en los Estados Unidos y Alemania con


varios de sus partidarios, además de permanecer ocasionalmente
en sanatorios y asilos de ancianos. En 1968, viajó de nuevo a
Estados Unidos y poco antes del vencimiento de su visa se casó con
Jack Manahan, un profesor de Historia virginiano. Manahan fue
calificado más adelante como «probablemente el excéntrico más
querido de Charlottesville».4 Tras su muerte en 1984, el cuerpo de
Anderson fue incinerado y sus cenizas fueron enterradas en el
cementerio del castillo de Seeon, en Alemania. Después de la caída
del comunismo se descubrió la ubicación de los cuerpos del zar, la
zarina y sus cinco hijos, y múltiples laboratorios en diferentes
países confirmaron su identidad por medio de pruebas de ADN.15
Las pruebas realizadas en una porción de su pelo y en muestras
médicas de sus tejidos demostraron que el ADN de Anderson no
correspondía con los restos de los Romanov o de sus parientes
vivos.67 En cambio, su ADN mitocondrial coincidió con el de Karl
Maucher, un sobrino nieto de Schanzkowska.7 Científicos,
historiadores y las principales agencias de noticias aceptan que
Anna Anderson era realmente Franziska Schanzkowska.1891011

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