Sei sulla pagina 1di 5

EL PODER DEL PERDON

31
quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32
antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo. (Efesios 4:31-32)

Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta. En la Biblia,
la palabra griega que se traduce “perdonar” significa literalmente “dejar pasar”

En cuanto al perdón podemos decir que hay dos enfoques uno hacia las personas y el otro con Dios;
es decir el primero el dar o recibir perdón de mi prójimo y el segundo el perdón que recibimos de
parte de Dios.

Quisiera empezar hablando sobre el dar y recibir Perdón a Otros:

¿Se ha sentido herido?, ¿maltratado? ¿De alguna manera abusado? ¿Ha sido rechazado?, todas las
personas en distintos momentos de la vida hemos sentido un maltrato verbal, emocional, físico o
sexual. Perdonar a otros es una de las cosas más difíciles para el ser humano, recordar lo que nos
sucedió y no sentir dolor es perdonar.

A veces el resentimiento, el enojo, la amargura se convierte en una prisión para nuestra vida y no
disfrutamos de las bendiciones de Dios por estar en ella, la llave es el PERDON, solo así
empezaremos a disfrutar y a entender el propósito de Dios para con nosotros.

Quiero entonces hablar de unos aspectos que nos ayudaran a perdonar:

1. Reconoce la falta de perdón (resentimiento). Ya es suficiente con que los hayas


soportado una vez. ¿Para qué seguir cargando y darle la importancia que no tiene? ¿No
basta que los hayas vivido y soportado en su momento, como para seguir evocando el
dolor y la pena que te provocaron? Hay que reconocer que no hemos perdonado y pedir
ayuda a Dios para perdonar.
Quien encubre su pecado jamás prospera;
quien lo confiesa y lo deja, halla perdón. Prov. 28.13
La faltan de perdón nos lleva a cargar resentimientos
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia. antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. (Efesios 4:31-32)

2. Expresar lo que sentimos: Debemos sacar de nuestro corazón esos sentimientos,


expresarlos no a los amigos tenemos un padre que tiene cuidado de nosotros y así mismo
él está dispuesto a escucharnos Jesús puede sanar las heridas del alma y curar nuestro
corazón.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus
peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. (Filip 4. 6-7)
3. Nadie es perfecto: Cuando odiamos a alguien, tendemos a perder nuestra perspectiva sobre
esa persona. Cuando estamos llenos de resentimiento y amargura y dolor, tendemos a
deshumanizar al ofensor. Todos los seres humanos en algún momento de la vida nos hemos
equivocado, todos fallamos por igual. La Biblia dice, “No hay una sola persona en la tierra
que siempre sea buena y nunca peque.” (Eclesiastés 7:20 NTV)

Gálatas 6:1 dice, “Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son
espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque
también puede ser tentado.” (NVI)
Todos somos imperfectos, nos equivocamos, y esas equivocaciones traen consecuencias,
aquí el único perfecto es Dios.

4. El No perdonar es un obstáculo: para nuestra vida espiritual, Hay que perdonar para tener
libertad, el perdón trae paz.
Y cuando estén orando, si tienen algo contra alguien, perdónenlo, para que también su
Padre que está en el cielo les perdone a ustedes sus pecados. Marcos 11.25
Para poder recibir el perdón de Dios, debemos perdonar a nuestro prójimo.
El perdonar nos da libertad para orar, para adorar, para sentir la presencia de Dios.
El rencor no debe permanecer en el tiempo:
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo.
El tiempo de perdonar ha llegado no podemos continuar y pensar que nuestra vida
espiritual sea prosperada sino perdonamos. Hay barreras que le impiden a Dios cumplir su
propósito.

5. Deja ir la situación: enfócate en el plan de Dios para tu vida, el cual es más grande que
cualquier problema o dolor que pudieras estar enfrentando.
Muchas veces el propósito de Dios no se puede cumplir por esas barreras de amargura
que hay en nuestra vida. Hay que pasar la página. Y me acuerdo de una predicación del
Pastor donde nos hablaba de Samuel:
Y el SEÑOR dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo te lamentarás por Saúl, después que yo lo he
desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí,
el de Belén, porque de entre sus hijos he escogido un rey para mí. (1Sam 16.1)
No podemos seguir lamentándonos por lo que sucedió, hay que seguir, Dios quiere que
llenemos nuestro cuerno con aceite y continuemos con su propósito.

6. Dios pelea por ti: Tenemos un Dios todo poderoso que nos defiende, no hay que buscar
venganza y desear el mal, Dios se encarga de sus hijos.
“No busquen la venganza, sino dejen que Dios se encargue de castigar a los malvados. Dios
dice: «A mí me toca vengarme. Yo le daré a cada cual su merecido.»” (Romanos 12:19 TLA)
El eterno Dios es {tu} refugio, y debajo están los brazos eternos. El echó al enemigo delante
de ti, y dijo: `` ¿Destruye!" (Deu 33.27)
7. Responde al mal con el bien. Así es como sabes que has perdonado verdaderamente a
alguien del mal que se ha cometido contra ti. Humanamente, es casi imposible poder
responder al mal con el bien. Necesitarás la ayuda de Dios.
No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os
aborrecen;

Lucas 6 27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los
que os aborrecen;
28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.
29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni
aun la túnica le niegues.
30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo
devuelva.
31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con
ellos.
32 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores
aman a los que los aman.
33 Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los
pecadores hacen lo mismo.
34 Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también
los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto.
35 Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada;
y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con
los ingratos y malos.
36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.

Hay que ir más allá eso nos enseña Jesús, nos damos cuenta de que perdonamos cuando nos
alegra que le vaya bien a esa persona, o si está en nuestro alcance ayudarle en algo lo hacemos
con sinceridad, entonces entendemos que Dios restauro y sano esa herida.

Por otro lado, como hablaba al principio está el perdón hacia mi prójimo y el perdón que Jesús
nos da, y realmente hermano, Dios es tan distinto en ese aspecto a nosotros.

Dios no tiene en cuenta, cuantas veces hemos fallado, él siempre está presto para perdonar. Y
quisiera empezar hablando del perdón que Jesús nos da con la siguiente parábola cuando el Señor
compara el reino de Dios con dos deudores y dice la palabra de Dios en Mateo 18. 23-35
23
por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos.
24
y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos.
25
a éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía,
para que se le pagase la deuda.
26
entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo
pagaré todo.
27
el señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.
28
pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo
de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes.
29
entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo
te lo pagaré todo.
30
más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda.
31
viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor
todo lo que había pasado.
32
entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque
me rogaste.
33
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?
34
entonces su señor, enojado, les entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía.

Este rey se refiere a Dios, que nos llama a cuentas, pero nosotros que fallamos, que nos
equivocamos, rogamos su misericordia y él atiende nuestro clamor y nos perdona,

Pero por otro lado estamos nosotros que siendo perdonados por Dios cuando nos encontramos con
nuestro hermano que nos falla no damos de la misericordia que recibimos, sino que hacemos
venganza con nuestras manos.

Que el Señor nos ayude porque: 35 así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis
de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.

Dios no guarda rencor con nosotros su palabra nos dice:

1Juan 1.9: Pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros
pecados y limpiarnos de toda maldad.

¿Si Dios no guarda rencor, porque nosotros sí?

Ahora, que Dios nos perdone no significa que él apruebe lo que hacemos

Aprobar el pecado: !!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz
tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! Isaías 5:20

Tenemos el conocimiento de Dios en nuestras vidas y por medio de él sabemos que conviene y
que no, que es malo para nuestra vida y que no. Dios ama al pecador más no al pecado

Consecuencias del pecado: Dios le perdonó al rey David sus graves pecados, pero no lo libró de las
consecuencias. Además, Dios hizo que los pecados de David se pusieran por escrito para que se
conocieran en la actualidad (2 Samuel 12:9-13). El pecado trae sus consecuencias rogamos su
perdón él nos lo da, pero lo que hacemos tiene consecuencias.

Dios es amplio en misericordia, para Dios es muy importante el perdón, sino miremos cuando
Pedro le pregunta:
Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque
contra mí? ¿Hasta siete?
22
Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Más que un número lo que Dios quería expresa es que siempre debe haber cabida para el perdón
en nuestras vidas, ser perdonados nos tiene que llevar al perdonar.

Para terminar quiero contar el más claro ejemplo de perdón es Jesús, el sufrió por nosotros, fue
maltratado, llevo nuestro pecado:

Isaías 53: 4-5: Ciertamente el llevo nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores, y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido, más el herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros
curados.

Nosotros no hemos pasado nada en comparación a lo que Jesús sufrió por nosotros, si es duro
cuando nos tocan el ser, cuando se meten con lo que más queremos, cuando somos maltratados,
pero Dios hoy tiene la llave que nos da la victoria para que nuestra vida no sea más estancada por
el rencor, la amargura, el dolor, hoy Dios abre la puerta del perdón y podemos ser libres en el
Nombre de Jesús, hoy Dios nos perdona para que nosotros también brindemos de esa misericordia,
hoy también Dios sana nuestro corazón para que nos enfoquemos en su propósito y dejemos pasar
todo lo que hallamos vivido antes de conocerle, hoy Dios nos llama a reconciliación con nosotros
mismos y con nuestro prójimo.

Hoy es el día del perdón.

-Perdón produce perdón


-Perdonar nos liberta del pasado
-Alivia nuestra alma y nos da paz
-Nos damos una nueva oportunidad para ser felices
-Perdonar sana las heridas
-Nos prepara para un futuro mejor

Potrebbero piacerti anche