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8A 1ANEXO C

DESARROLLO DEL TEMA


EXPLICACIÓN Y/O DEMOSTRACION COMO SE VA DESARROLLAR LA INSTRUCIONTEMAS A TRATAR

Presentación del instructor

El facilitador al ingreso al aula, durante los primeros 05', hace su presentación iniciando con el saludo al auditorio, explica la importancia del aprendizaje del saber,
motiva a los estudiantes al aprendizaje, consensua en la primera clase el encuadre pedagógico, luego procede a informar los contenidos a desarrollar como trabajo de
aula así

CONTENIDO TEMÁTICO

Tarea No. 15
Identificar el origen y evolución del Derecho Internacional Humanitario.
Tarea No. 16
Identificar y analizar los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario como herramienta fundamental para obtener el éxito operacional.
Tarea No. 17
Conocer y analizar el Derecho de la Haya.
Tarea No. 18
Conocer y analizar el Derecho de Ginebra.
Tarea No. 19
Diferenciar entre población civil, combatiente, persona que participa directamente en las hostilidades, personas protegidas en el marco del DIH.
Tarea No. 20
Valorar la importancia de las reglas de combate y el tratamiento debido a personas protegidas por el Derecho Internacional Humanitario.
Tarea No. 21
Conocer las medidas de precaución que se debe adoptar durante las fases de planeamiento y conducción de las Operaciones Militares.
Tarea No. 22
Conocer e identificar los signos, símbolos y emblemas protectores ante el Derecho Internacional Humanitario.
Tarea No. 23
Descubrir las consecuencias a nivel personal, de la participación en graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
Tarea No. 24
Conocer la responsabilidad del Comandante a la luz del Derecho Internacional Humanitario.
Tarea No. 25
Efectuar el paso de la pista de Entrenamiento en DDHH y DIH (Su equivalente en cada una de las Fuerzas).
APLICACIÓN O PRACTICA: TIPO DE PRACTICA, PROCEDIMIENTOS PARA LA PRACTICA
La actividad académica se desarrollará teórica – práctica recibiendo el estudiante los contenidos virtuales para su estudio. De tal manera el facilitador al ingresar al aula,
durante los primeros cinco minutos (5'), hace su presentación por primera vez, luego en el desarrollo del resto de contenidos del saber solo parte desde el saludo al
auditorio, exalta la importancia de los derechos humanos y derecho de los conflictos armados en el suboficial, motiva a los estudiantes al aprendizaje, pedagógico,
luego organiza el aula en general en pequeños subgrupos de trabajos (máximo cinco aprendices), sugiriendo la aplicación de las TIC. Luego en un tiempo razonable de
cuarenta minutos (40') apoya a los educandos en la preparación de la exposición en mapas conceptuales flujograma, Ensayo, Exposición y demás en Power Paint, en
otros casos como en el análisis de caso su compromiso es dar claridad como analizar, criticar y reflexionar sobre cada tema asignado (nota primer corte).
Posteriormente y durante quince minutos (15´) cada grupo lleva a cabo la sustentación de acuerdo a la aplicación de la estrategia didáctica (según el Syllabus) ,
proyectando en últimas un video durante otros quince minutos (15') que permita afianzar más el conocimiento y las soluciones tomadas para dirimir estos conflictos y
con el tiempo restante de los últimos quince minutos (15') el docente revisa la evidencia como resultado del aprendizaje en aula exaltando los aspectos positivos y
negativos, despejando y dando respuesta a las dudas que se presenten en los aprendices. Posteriormente se compilaran sistemáticamente en el Portafolio pedagógico
para su evaluación final por el docente que redundará en la nota del segundo corte. La evaluación final se desarrollará en el aula mediante examen físico o de la
plataforma Blackboard (nota del tercer corte) con la presentación previa y modificada del banco de preguntas cada semestre ante el administrador de la misma con tres
días de antelación.

MEDIDAS DE SEGURIDAD
1. ANTES DE LA INSTRUCCIÓN
a. Verificar el material de equipos tecnológicos (TV, Video Beam, Computador, USB) que este en buen estado.
b. . Verificar que el aula se encuentre libre de objetos que puedan producir accidentes.
c. Verificar los ventiladores, tablero, atril y escritorios estén en buen estado
d. Colocar avisos de peligro cerca de materiales y equipos sensibles
e. Verificar el estado de los vidrios ventanales para evitar accidentes por caídas de estos, igualmente los enchufes y conexiones para evitar cortos circuitos
en los equipos
f. Verificar que los estudiantes hayan guardado sus celulares en el lugar asignado para el efecto
g. Verificar que no hayan cables desprotegidos
h. Verificar la asistencia de los estudiantes

2. DURANTE LA INSTRUCCIÓN
a. Indicar al personal las medidas de seguridad
b. Verificar el buen uso del material por parte del personal.
c. Organizar el aula en general en subgrupos máximo cinco estudiantes
d. Mantener la disciplina del personal.
e. Verificar que el personal no manipule indebidamente los aparatos tecnológicos disponibles en aula para el desarrollo de la actividad académica
f. Evitar que el personal introduzca elementos no autorizados dentro del equipo y material eléctrico como enchufes u otros
g. . Desconectar los equipos electrónicos oportunamente en el aula en caso de tormentas eléctricas
h. Informar oportunamente sobre los posibles daños que se hayan identificado dentro de las instalaciones del aula
i. Recabar sobre la necesidad del empleo de las TIC. durante las actividades académicas
j. Los casos de indisciplina que se presenten deben informarse al monitor de grupo para encausarla correctamente.

3. DESPUÉS DE LA INSTRUCCIÓN.
a. Verificar el material de aula en general requerido para el desarrollo de la actividad académico se encuentre completo y en buen estado
b. Verificar que el área de instrucción quede limpia y sin objetos que puedan causar accidentes posteriores
c. Verificar que el sistema de iluminación quede completamente apagado

TAREA No 15

Identificar el origen y la evolución del Derecho Internacional Humanitario.


OBJETIVO GENERAL

Valorar el nacimiento del Derecho Internacional Humanitario en el campo de batalla y su evolución orientada por la necesidad de brindar protección tanto a
combatientes/personas que participan directamente en las hostilidades, como a quienes pertenecen a la categoría de personas protegidas.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Identificar los antecedentes remotos del Derecho Internacional Humanitario.
2. Identificar el Código de Lieber.
3. Identificar la contribución de Henry Dunant al nacimiento del Derecho Internacional Humanitario y del Movimiento Internacional de la Cruz Roja.
4. Establecer las fuentes que aplica el CICR para poder actuar

DESARROLLO TEMÁTICO

¿Cuál es el origen y la evolución del Derecho Internacional Humanitario?


El conflicto ha sido siempre parte fundamental del comportamiento de las sociedades humanas. Son muchos los relatos históricos que dan razón de
comportamientos bélicos de organizaciones sociales en las cuales la violencia hace parte de su desarrollo y evolución.
La guerra responde, se quiera o no, a uno de los más poderosos instintos del ser humano y, durante largo tiempo, fue, si cabe decirlo así, la más importante de las
relaciones humanas entre los pueblos, “durante los 5.000 años de historia, ha habido
14.000 guerras que han causado la muerte de 5.000 millones de seres humanos. Durante los últimos 3.400 años, no ha habido en el mundo más que 250 años de
paz General”
Así, las causas de dichos enfrentamientos son diversas, desde disputas ínter tribales,
Étnicas, religiosas, políticas (por el poder y el dominio territorial), hasta económicas, desenvolviéndose en medio de sufrimientos superfluos e innecesarios.
Ante los hechos de sangre y devastación generalizada, los mismos actores de los conflictos buscaban e ideaban formas de atenuar un poco el sufrimiento de las
naciones, de quienes se enfrentaban. Siglos antes de Cristo ya se daban algunos pasos importantes en el establecimiento de unas pequeñas reglas o normas de
protección, en hechos conflictivos, para favorecer a los más débiles: ancianos, niños y mujeres.
Tal es el caso del código de Hammurabi, rey de Babilonia (1790-1750 a. C.), quien unifica los diferentes códigos existentes en las ciudades del imperio babilónico
y establece: "Promulgo estas leyes para evitar que el fuerte oprima al débil” e impedir que cada uno "tomara la justicia por su mano”.
Además puede indicarse como primer tratado sobre el cual se tiene referencia como fuente para el DIH, el celebrado entre Ramsés II faraón de Egipto y el rey
Hattasuli II de los hititas en la guerra de 1269 a.C. en dicha convención acordaron brindar un tratamiento humano a los vencidos y entregarse a los guerreros
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escondidos en territorio adversario, lo que constituye a su vez el primer antecedente de la extradición .
Igualmente, en la antigua Grecia, durante los enfrentamientos entre Atenas y Esparta, finalizados en el año 431 a.C., se respetaron ciertos derechos de guerra y se
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establecieron tribunales para el juzgamiento en razón de excesos cometidos en combate .

También en India, se encuentra el Código de Manu, escrito entre el siglo VI y el III a. C., contiene varias alusiones sobre la práctica de la guerra, “un guerrero
digno, por ejemplo, se supone que no ataca al enemigo dormido o que ha perdido su escudo o

Está desarmado, o se ha dado a la huida”. Además los hindúes consideraban que la guerra no podía extenderse a la destrucción de plantaciones o cultivos, ni
moradas, ni sitios sagrados.
En China, el antiguo General Sun Tzu, autor del más antiguo tratado militar, denominado “El Arte de la Guerra”, formuló la observación según la cual debía salvar a los
heridos y a los enfermo, no matar a los prisioneros, preservar la vida de las mujeres y los niños y ser gentil con la población civil de los países ocupados.
Así mismo, muchos textos antiguos, como son el Mahabarata, la Biblia o el Corán, contienen normas en las que se recomienda el respeto del adversario.
La tóra o Pentateuco de los Judíos incluyen reglas de la guerra, “el seños juzgará

entre las naciones y decidirá los pleitos de los pueblos numerosos. Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a
tomar sus armas contra otro ni a recibir instrucción sobre la guerra”.
Posteriormente, en 1874 se realizó la Conferencia de Bruselas para expedir un código de derecho de los conflictos armados, la declaración de San Petersburgo de
1868, proclama trascendentales, aunque no fue ratificado, inspiró las Conferencias de Paz de la Haya
Finalmente, filósofos y teóricos antiguos empezaron a referirse a los derechos que cada ser humano tiene. En Roma, se habló del Jus Gentium o derecho de
gentes, que era el conjunto de normas o preceptos aceptados por los pueblos civilizados, concepto y filosofía humanística que se convierte en la base de la mayor
parte de las legislaciones del mundo. El derecho de gentes consagra la justicia en las relaciones de todos los hombres, a cualquiera nación que pertenezcan
En la edad media también es posible encontrar antecedentes del Derecho Internacional Humanitario. Por ejemplo, los estoicos, decían que hay un derecho común
que se basa en la razón y que por ello debía existir una comunidad universal donde, además de la libertad y la igualdad, no deberían existir discriminaciones,
aseguraban que el recto derecho es la razón. En el modo de producción esclavista, el derecho positivo justificaba la esclavitud, pero el derecho de gentes la
condenaba.

Sin embargo, influenciados por los estoicos, la reglamentación de la guerra, durante esta época se realizó por la iglesia en el marco de las cruzadas. El segundo
concilio del Letrán, en 1139, prohibió el uso de las armas consideradas demasiado mortíferas, no obstante, se desestimó el uso de la ballesta en las confrontaciones
entre cristianos, pero se permitió su utilización contra los infieles.

También, en la época medieval aparece la teoría clásica del derecho natural que aboga por la libertad de circulación, la abolición de la tortura humanizando el
castigo y, prácticamente, se crearon las bases del derecho internacional moderno con grandes teóricos como Grocio, Locke, Rousseau, Kant, etc. Todas estas ideas
de carácter humanístico tuvieron gran influencia e importancia en la Revolución Francesa donde se proclamaron los derechos del hombre y el ciudadano,
estableciendo como derechos naturales e imprescriptibles: La libertad, la igualdad, la propiedad, la seguridad y el derecho de resistencia a la opresión.
Otro antecedente importante se encuentra la obra “Cantar de Gesta del siglo XIV” del Roman de Boudin se Séburg III, rey de Jerusalén, donde indica, “si aquellos por
cuya directa intervención se desencadenan las guerras encontrasen a menudo la muerte, pienso que ello sería de justicia. Pero no es así; los que caen como
primeras víctimas son los inocentes, los que ninguna intervención han tenido y que perecen dolorosamente. Pero creo que Jesús, el rey todopoderoso pedirá cuenta
de ello el día del juicio final a los que injustamente declaran la guerra a los demás Si bien, se encuentran antecedentes de humanización contra los sufrimientos
superfluos e innecesarios de la guerra desde la Antigüedad, es hasta el siglo XIX que nace en Derecho Internacional Humanitario.
Primeramente fueron normas no escritas, basadas en la costumbre, las que regularon los conflictos armados. Luego, progresivamente, hicieron su aparición tratados
bilaterales más o menos elaborados (carteles) que los beligerantes ratificaban después de la batalla; había, asimismo, reglamentos que los Estados
promulgaban para las respectivas tropas.
Por lo tanto, las restricciones a los conflictos armados variaban, según la época, el lugar, la moral, las civilizaciones, ya que eran válidas para una batalla determinada.

¿Quiénes fueron los precursores del Derecho Internacional Humanitario?


En cuanto a los pensadores que aportaron a la conformación del Derecho Internacional humanitario, cabe destacar a Francisco de Vitoria, en su otra obra
“Relección Segunda de los indios o del derecho de la guerra de los españoles en los bárbaros” escrita en 1536, analiza si la guerra entre aborígenes y españoles era
justa, además, establece que se prohíbe matar en los enfrentamientos a inocentes, niños, mujeres, religiosos y prisioneros. Esta obra es considerada el origen del
derecho de gentes.
Si bien, el concepto de humanismo en las guerras se general con la aparición de los caballeros y su concepto de “honor en la Batalla” , éste se fortalece en el siglo de
las luces con pensadores como Jean Jaques Rousseau, Emerico de Vattel, Federico Von
Martens, Francisco de Vitoria, entre otros
Retomando a Rousseau: Siendo el objeto de la guerra, la destrucción del enemigo, hay derecho para matar a sus defensores en tanto que tienen las
armas en las manos; pero luego que las dejan y se rinden, no son enemigos ni instrumentos del enemigo, y vuelven a entrar en la simple clase de
hombres, ya no se tiene derecho sobre su vida.

No obstante, la circunstancia decisiva en el nacimiento del Derecho Internacional Humanitario contemporáneo fue la actuación de sus precursores, Henry Dunant y
Guillaume-Henri Dufour.

En primera instancia, en 1859, al norte de Italia, como consecuencia de la Batalla de Solferino, donde el Suizo Henry Dunant fue testigo de los cruentos
enfrentamientos que allí sostuvieron las tropas francesas y austriacas, y de las precarias condiciones en que eran atendidos los heridos por la barbarie de la guerra. A
su regreso a Suiza en1862, publicó un libro llamado “Un recuerdo de Solferino” en donde narraba las consecuencias de la guerra como a su vez proponía que en cada
país hubiese un grupo de voluntarios de socorro que en tiempos de paz se preparara para asistir a los heridos en tiempos de guerra, y que los diferentes estados que
tuviesen confrontaciones, se comprometieran a proteger los Hospitales militares y personal sanitario.
Con base en esta propuesta, un grupo de cuatro ciudadanos suizos, presentó ante la sociedad ginebrina de utilidad pública la revolucionaria propuesta hecha por
Dunant, la cual a su vez nombró una comisión que debía demostrar la viabilidad de estas propuestas. Esta comisión que se ve ilustrada en la siguiente imagen, fue
conformada por estos cuatro ciudadanos; el General Guillaume Dufour, el jurista Gustave Moynier,
Disponible en: http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/5tdmxa.htm
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Los médicos Louis Appia, Theodore Maunior, que junto a Henry Dunant, se les conocía como el comité de los cinco
Imagen1: El Comité de los Cinco

Fue así como nació el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y en Agosto de 1864 con el apoyo del Gobierno Suizo, se logró organizar una conferencia
diplomática en Ginebra, en donde 16 países europeos y observadores de los Estados Unidos obtuvieron la firma por doce Estados del primer Convenio de Ginebra
para proteger a los militares heridos en campaña donde se contempló que:
 se trataba de una norma universal, permanente y escrita destinada a proteger a las víctimas de los conflictos aplicables en todo tiempo y circunstancias.
 era un Tratado multilateral.
 Establecía la obligación de prestar asistencia sin discriminación a los militares heridos y enfermos.

Establecía el respeto y la identificación del personal y del material sanitario mediante el emblema de la Cruz Roja
Disponible en http://cruzrojadonbenito.org/quienes_somos.htm (26-09-11)
Disponible en: http://www.cruzroja.es/portal/page?_pageid=878,12647051&_dad=portal30&_schema=PORTAL30 (26-09-11)

Por su parte, el general Dufour, valiéndose de su experiencia como hombre de guerra, le prestó muy pronto un apoyo moral y activo, en particular al presidir la
Conferencia Diplomática de 1864. Que concluye en la adopción de diez resoluciones que constituyen el fundamento de las Sociedades de socorro a los militares
heridos, actuales Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

¿Cuál es la incidencia del el Código de Lieber para el Derecho Internacional Humanitario?


Uno de los primeros esfuerzos para regularizar el uso de la fuerza por parte de los Estados se encuentra en la primera guerra considerada como moderna, como
fue la guerra civil americana de 1861 a 1865. El Presidente de los Estados Nordistas Abrahán Lincon, por intermedio de uno de sus generales comisionó al
jurista Alemán Francis Lieber para adelantar un estudio sobre la aplicación de las leyes y costumbres de la guerra para la conducción de operaciones militares.
Por su carácter de pionero en un campo dominado hasta entonces por la barbarie y la arbitrariedad, estos escritos se constituyeron como base del Derecho
Internacional Humanitario moderno. Dentro de los 157 artículos, en gran medida hoy forman parte del derecho consuetudinario, merece mención el artículo 16 que a su
letra dice: la necesidad militar no admite la crueldad, esto es, la producción de sufrimientos por el gusto de infringirlos o por venganza, ni la práctica de mutilaciones
o heridas fuera de combate, ni la tortura para extraer confesiones. No autoriza el veneno, ni la devastación indiscriminada.
Acepta la estratagema pero rechaza los actos de perfidia.
Disponible en:http://es.scribd.com/doc/3822255/Respuestas-a-sus-preguntas-ICRC-003-0703.
De la misma forma en el caso de Colombia para aquella época, ya existía influencia del código Lieber, por tal motivo el código militar de 1886 en su parte
introductoria sostenía:
Considerando que los progresos de la civilización deben tener por efecto atenuar cuanto sea posible las calamidades de la guerra, el único fin legítimo que el Estado
debe proponerse durante la guerra, es debilitar las fuerzas del enemigo

¿Cuál es la diferencia entre las dos principales ramas del Derecho Internacional Humanitario: Derecho de la Haya y Derecho de Ginebra?
El Derecho Internacional Humanitario constituye una limitación a la soberanía del Estado, en cuanto a la conducción de las hostilidades y respecto a los individuos
implicados en ellas, vertientes que componen el Derecho Internacional Humanitario y que por razones históricas se definen “Derecho de la Haya” y “Derecho de
Ginebra respectivamente.
En el derecho de La Haya, o derecho de la guerra propiamente dicho, se determinan los derechos y deberes de los beligerantes en la conducción de las operaciones y
se limita la elección de los medios para causar daños.
Este conjunto procede, principalmente, de los Convenios de La Haya de 1899, revisados en 1907; pero no hay que excluir las partes, muy importantes, que pasaron, en
1929 y 1949, al ámbito de Ginebra, al cual pertenecen en buena lógica: el estatuto de los prisioneros de guerra, el de los heridos y náufragos en las hostilidades en
el mar y el de las personas civiles de los territorios ocupados.
Por su parte, el derecho de Ginebra, o derecho humanitario propiamente dicho, tiende a salvaguardar a los militares fuera de combate, así como a las personas
que no participan en las hostilidades. Se concreta en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, que acaban de completar los dos Protocolos adicionales de 1977,
dan inicio a una era en la que se da la primacía al hombre y a los principios de humanidad. Aunque los textos de La Haya son también de inspiración humanitaria se
basan parcialmente en las necesidades militares y en la conservación del Estado.
Así mismo, los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra, recientemente firmados, contienen materias que hasta entonces pertenecían tradicionalmente al
derecho de La Haya: el comportamiento de los combatientes y la protección de la población civil contra los peligros de la guerra.

En este sentido, puede decirse que las siguientes normas conforman el Derecho de Ginebra:
Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos en los ejércitos en campaña. Ginebra, 22 de agosto de 1864
Anexo I (Protocolo I): Reglamento relativo a la identificación (según fue enmendado el 23 de noviembre de 1993).
Convenio sobre la protección de las instituciones artísticas y científicas y de los monumentos históricos (Washington) (Pacto Roerich) 15 de Abril de 1935.
Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio. 9 de diciembre de 1948.
Convenio de Ginebra (I) para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña. 12 de agosto de 1949.
Convenio de Ginebra (II) para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las Fuerzas Armadas en el mar. 12 de agosto de
1949.
Convenio de Ginebra (III) relativo al trato debido a los prisioneros de guerra. 12 de agosto de 1949.
Convenio de Ginebra (IV) relativo a la protección debida a las personas civiles
en tiempo de guerra. 12 de agosto de 1949.
Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad. 26 de noviembre de 1968.
Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de Agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales
(Protocolo I). 8 de junio de 1977.
Anexo II (Protocolo I): Tarjeta de identidad de periodista en misión peligrosa. 8 de junio de 1977.
Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de Agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter
internacional (Protocolo II). 8 de junio de 1977.
Convención sobre los derechos del niño. 20 de noviembre de 1989
Convención internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios. 4 de diciembre de 1989
Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Roma 17 de julio de 1998.
Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del año relativo a la participación de niños en los conflictos armados. New York, 25 de mayo de
2000.
Protocolo III adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la aprobación de un signo distintivo adicional. 08 de diciembre de
2005.
Así, existen normas consuetudinarias confirmadas por tratados multilaterales y normas que eran parte de un tratado y que, mediante su aceptación general por la
comunidad internacional, han logrado tener el valor de normas consuetudinarias, por tanto, tiende a desaparecer la distinción entre el movimiento de Ginebra y el de La
Haya.
¿Qué fuentes del derecho internacional tiene en cuenta el CICR para poder actuar?
El Comité Internacional de la Cruz Roja tiene en cuenta los principios que consagra el Derecho Internacional Humanitario aplicables a las personas que protege, como
son: Neutralidad, Normalidad y Protección

Neutralidad
El principio de Neutralidad se encuentra consagrado en las diferentes disposiciones que protegen al personal sanitario en caso de conflicto armado, y establece
que el socorro aportado, incluso al enemigo, es siempre lícito y nunca un acto hostil, de ello se predica la neutralidad.
En este orden de ideas, las obligaciones que este principio implican consisten en:
Abstenerse de realizar todo acto hostil contra el personal sanitario, sea de carácter civil o militar.
Los miembros del personal sanitario deben abstenerse de toda injerencia, directa o indirecta, en las hostilidades.
Los miembros del personal sanitario están protegidos como profesionales de la medicina.
No se castigará a nadie por haber ejercido una actividad médica conforme con la deontología, sin importar las circunstancias o los beneficiarios.
No se podrá obligar a las personas que ejerzan una actividad médica a efectuar trabajos contrarios a la deontología u otras normas médicas destinadas a proteger
a los heridos y a los enfermos,
Asegurar el libre tránsito para el transporte de medicamentos, alimentos, ayudas humanitarias, y para la evacuación de los heridos y enfermos
Disponible en http://www.themissing.cicr.org/web/spa/sitespa0.nsf/htmlall/desarrollo_y_principios?OpenDocument&style=Custo_Final.3&View=defaultBody 4,
Convenio de Ginebra de 1864 se formula la idea de la protección de los heridos; I Convenio de 1949, artículo 27, pár. 3 sobre la asistencia neutral; Protocolo I, artículo 64, párr. 1, relativo a las
organizaciones neutrales de protección civil de Estados neutrales: «en ninguna circunstancia se considerará esta actividad como una injerencia en el conflicto», artículo 70, se refiere a las acciones de
socorro en favor de la población civil de una Parte en conflicto, se estipula que el ofrecimiento de acciones humanitarias e imparciales de socorro no será considerado como injerencia en el conflicto ni como
acto hostil

Entonces, se consideran neutrales todos los movimientos o todas las instituciones que se abstienen de tomar partido en un conflicto y que renuncian a toda índole de
injerencias. Este principio también implica la prohibición de tomar parte en controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.
No obstante, el principio de neutralidad no debe considerarse como absoluto, ya que la fidelidad a una concepción de lo humano y el desempeño concreto del cometido
humanitario pueden conducir a tomas de posición por lo que atañe a cuestiones humanitarias, aunque éstas puedan ser motivo de controversias y tener aspectos
políticos e ideológicos. Por tal motivo, la neutralidad permite la crítica en casos de infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
En este caso, la neutralidad se predica para la intervención de colaboradores humanitarios en los conflictos armados, que prestan atención a todas las víctimas de
manera imparcial y sin discriminación, tiene por finalidad atenuar, en la medida de lo posible, las consecuencias nefastas de las contiendas, mediante la asistencia
humanitaria, entendida como:
el conjunto de actividades de protección y asistencia, a favor de las víctimas civiles y militares de desastres de causa natural o de los conflictos armados y de sus
consecuencias directas, orientadas a aliviar el sufrimiento, garantizar la asistencia y proteger los derechos humanos

Normalidad:

“las personas protegidas deben poder llevar la vida más normal posible.” El marco jurídico aplicable depende de la situación del orden público y de las necesidades de
seguridad y defensa del Estado, es así como en situaciones de normalidad se aplican las normas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos,
mientras que en casos de conflicto armado el ordenamiento jurídico a regires el Derecho Internacional Humanitario, a manera de complemento del primero. La
importancia de esta distinción radica, en que dependiendo de la normatividad aplicable, así mismo podrán restringirse los Derechos Fundamentales
susceptibles de ello.
“Las reglas comunes del derecho de los derechos humanos se aplican claramente a situaciones de normalidad, sujetas únicamente a las limitaciones
habituales con respecto de la seguridad nacional, y el orden y la moralidad públicos. Cuando el nivel de disturbios es suficiente para plantear una
amenaza a la vida de la nación y, por ende, al disfrute de derechos de la mayoría de la población, los Estados, de conformidad con el derecho de los
derechos humanos, pueden declarar un estado de emergencia y suspender algunos de sus compromisos respecto de los derechos humanos, si pueden
demostrar que la suspensión es necesaria y que las medidas tomadas son proporcionales a la amenaza al Estado o a los derechos de otros.
Cuando la situación se ha deteriorado hasta llegar a un conflicto armado, entran a aplicarse las normas del artículo 3 común a los Convenios de
Ginebra que imponen ciertas obligaciones básicas a todos los bandos del conflicto. Dicha normas son, en líneas generales, similares a los derechos no
suspendibles en virtud de los principales convenios de derechos humanos, en particular la obligación de tratar humanamente a todos los que no
participan en el conflicto. Si el conflicto escala hasta convertirse en una situación en la que fuerzas organizadas de cualquier bando ejercen algún
control sobre parte del territorio nacional, entran a aplicarse las normas del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra.”

TAREA No 16
Identificar y analizar los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario como herramienta fundamental para obtener el éxito operacional.

OBJETIVO GENERAL
Identificar los principios básicos del Derecho Internacional Humanitario.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Recordar el concepto del Derecho Internacional humanitario.
2. Conocer el principio de distinción.
3. Conocer el principio de proporcionalidad.
4. Conocer el principio de necesidad militar.
5. Conocer el principio de ventaja militar.
6. Conocer el principio de precaución.
7. Conocer el principio de limitación.
8. Conocer el principio de humanidad.

DESARROLLO TEMÁTICO

¿Cuál es el concepto de Derecho Internacional Humanitario?

El Derecho Internacional Humanitario se define como las “normas internacionales, de origen convencional o consuetudinario especialmente destinadas a solucionar los
problemas de índole humanitaria que se derivan directamente de los conflictos armados, internacionales o no, y limitan, por razones humanitarias, el derecho de las
partes en conflicto a utilizar los métodos y medios de hacer la guerra su elección, o protegen a las personas y los bienes afectados o que pueden resultar afectados por
el conflicto”
¿Cuál es la finalidad del Derecho Internacional Humanitario?
La finalidad del Derecho Internacional Humanitario es reglamentar las hostilidades para evitar los daños y sufrimientos innecesarios y su propósito es someter al
dominio de las leyes una situación de violencia actual
Las normas fundamentales del Derecho Internacional Humanitario representan el Jus Cogens, es decir, su categoría es imperativa y no derogable. Esta acepción, más
amplia que la otorgada por el derecho internacional de los tratados, deja de lado las controversias sobre su aplicación, por ser de carácter imprescindible para la
supervivencia de la comunidad internacional.
¿Cuáles son los principios básicos del Derechos Internacional Humanitario?
Los principios del Derecho Internacional Humanitario son aquellos preceptos que las partes deben respetar al momento de usar la fuerza en un contexto de conflicto
armado, teniendo en cuenta que el estado normal de una sociedad es la paz. Es de anotar que todos los principios deben evaluarse de forma conjunta y armónica,
estos son:
 Conocer el principio de distinción.
 Conocer el principio de proporcionalidad.
 Conocer el principio de necesidad militar.
 Conocer el principio de ventaja militar.
 Conocer el principio de precaución.
 Conocer el principio de limitación.

Conocer el principio de humanidad.

¿Qué es el principio de humanidad?


El principio de humanidad ordena dar prioridad al respeto de la persona sobre las necesidades militares. Su propósito es confirmar la inmunidad fundamental de
las personas civiles contra ataques en todo conflicto armado. Según este principio, está prohibido infligir sufrimiento, lesión o destrucción que no sean verdaderos y
estrictamente necesarios para obtener propósitos militares legítimos. En consecuencia, las acciones militares sólo deben causar el efecto necesario para el
cumplimiento de la misión y no el mayor porque sería inhumano y poco eficaz.
Disponible en: http://www.icrc.org/web/spa/sitespa0.nsf/htmlall/5tdljs?opendocument.

Grafica 2: Principio de Humanidad


¿Qué es principio de Necesidad militar?

El principio de necesidad militar es aquel que establece que toda actividad de combate debe justificarse por motivos militares y por lo tanto están prohibidas las
acciones que no sean militarmente necesarias.
En este sentido, el principio de necesidad militar está integrado por los siguientes elementos relacionados con el uso de la fuerza:
Los medios para lograr la victoria no son ilimitados.
El uso de la fuerza puede y debe ser controlado.
La necesidad militar no permite el uso de la fuerza si este va en contra de lo dispuesto por el DIH.
El uso de la fuerza de acuerdo con las reglas del DIH es legítimo si es necesaria para lograr, lo más rápido posible, la completa o parcial sumisión del enemigo.
El uso de la fuerza que no sea necesario será ilegal, si existen asesinatos crueles o destrucción innecesaria.

¿Qué es el principio de distinción?


Se considera este principio como la piedra angular de la normatividad del DIH, dado que define las reglas conforme a las cuales las partes que participan en un
conflicto armado deben conducir las operaciones militares tendientes a la neutralización del enemigo.
A través de este principio se busca la protección de las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades, así como de los bienes que no tienen
relación con el conflicto armado, exigiendo a las partes enfrentadas que “distingan” lo qué puede ser objeto de acción militar, de aquello que no puede serlo.
Quienes participan en un conflicto armado deben en primer lugar diferenciar entre: (i) las personas que pueden ser objeto de ataque o de acción militar (combatientes
o personas que participan directamente en las hostilidades), de aquellas que no pueden ser objeto directo de la fuerza armada (civiles y no combatientes) y (ii) entre
los bienes civiles y los bienes que pueden ser considerados como objetivos militares
Si bien, este principio se encuentra regulado en los protocolo I y II adicionales a los
IV Convenios de Ginebra, también hace parte del Derecho Consuetudinario. En síntesis, las reglas que exigen el principio de distinción son:
Las partes en conflicto deberán distinguir en todo momento entre personas civiles y combatientes. Los ataques sólo podrán dirigirse contra combatientes. Los civiles
no deben ser atacados.
Quedan prohibidos los actos o las amenazas de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil.
Las personas civiles gozan de protección contra los ataques, salvo si participan directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación.
Las partes en conflicto deberán hacer en todo momento la distinción entre bienes de carácter civil y objetivos militares. Los ataques sólo podrán dirigirse contra
objetivos militares. Los bienes de carácter civil no deben ser atacados.
Los bienes de carácter civil gozan de protección contra los ataques, salvo si son objetivos militares.
Quedan prohibidos los ataques indiscriminados. Son indiscriminados los ataques:(a) que no están dirigidos contra un objetivo militar concreto; (b)
en los que se emplean métodos o medios de combate que no pueden dirigirse contra un objetivo militar concreto; o (c) en los que se emplean métodos o medios
de combate cuyos efectos no sea posible limitar, como exige el DIH; y que, en consecuencia, pueden alcanzar indistintamente, en cualquiera de tales casos, tanto a
objetivos militares como a personas civiles o bienes de carácter civil.
Quedan prohibidos los ataques por bombardeo, cualesquiera que sean los Métodos o medios utilizados, que traten como un objetivo militar único varios
objetivos militares precisos y claramente separados, situados en una ciudad, un pueblo, una aldea u otra zona en la que haya una concentración análoga de
personas civiles o bienes de carácter civil
Esta regla impone a las partes en conflicto obligaciones en tres sentidos: distinguirse de la población civil, esto es, no camuflarse entre ella, no constreñirla, para
que se haga participe en los operativos militares, ni utilizarla como resguardo o trinchera, con el objetivo de evitar que quede expuesta a los rigores del conflicto;
marginar a la población civil de cualquier acto hostil, respetar su vida, integridad y bienes; y diferenciarse de la población civil mediante el empleo de uniformes, signos,
brazaletes, armas a la vista y en general todos los medios necesarios para establecer claramente esta diferencia.

Este principio implica que la presencia entre la población civil de personas cuya condición no responde a la definición de persona civil, no priva a esta población de su
calidad de civil. Además, en caso de duda acerca de la condición de una persona o de un bien, debe considerárseles como civiles, y un civil no se convierte en
combatiente por apoyar mediante la difusión de propaganda o la participación en actividades políticas en un grupo armado.
Para que un civil pierda su estatuto de protegido tiene que participar directamente en los combates y tener la intención de causar daño físico a un combatiente.

¿Qué es el principio de limitación?


Es la prohibición o restricción de ciertos métodos y armas de combate cuando “se trata de métodos y de armas que causan daños superfluos, innecesarios o excesivos
o que por su insuficiente precisión no permiten hacer la distinción fundamental entre objetivos militares o protegidos o cuyos efectos pueden extenderse,
de manera Incontrolable en el tiempo y en el espacio”
En cuanto a los métodos, se involucran todas aquellas estrategias o procedimientos tales como la perfidia, la orden de no dejar supervivientes o de tierra arrasada, el
terrorismo, el envenenamiento de aguas, o el hambre cuando se imparten ordenes de cortar las líneas de abastecimiento a la población civil y de atacar los bienes
indispensables para la supervivencia de la misma.
Para el caso del empleo de armas, se encuentra proscrito el uso aquellas que causan daños innecesarios e indiscriminados, extensos, duraderos y graves contra la
persona humana, independientemente de su condición como combatiente, no combatiente o civil, y contra el medio ambiente. Entre otras, se pueden citar armas
químicas, bacteriológicas, nucleares e incendiarias, minas antipersona, cuya fabricación, importación, posesión y uso están prohibidos.

¿Qué es el principio de proporcionalidad?

El principio de proporcionalidad establece las reglas para valorar como lícitos o ilícitos los daños causados a personas y bienes que no participan en las hostilidades por
un ataque dirigido contra un objetivo militar.
El principio de proporcionalidad intenta equilibrar la necesidad militar con los intereses humanitarios. Sólo aquellos daños que quebrante la proporcionalidad aceptada
por el DIH, podrán ser considerados como ilícitos, por su parte, los que respeten este principio, aunque representen la pérdida de vidas de personas y bienes de
carácter civil son aceptados por el DIH.
Este principio tiene como regla básica prohibir realizar un ataque cuando sea previsible el causar incidentalmente muertos y heridos entre la población civil,
daños a bienes de carácter civil o ambas cosas, que sean excesivos en relación con la ventaja
Militar concreta y directa prevista
La ventaja militar puede ser entendida como la contribución directa y concreta que una acción militar puede generar para alcanzar los objetivos de las partes en
conflicto Así, para determinar que efectivamente la ventaja militar concreta y directa esperada es superior a los daños colaterales se pueden utilizar parámetros de
valoración como:
Importancia del objetivo militar para el enemigo: Parámetro positivo en la valoración de la ventaja militar, ya que entre más importante sea el objetivo militar
para el enemigo mayor ventaja se esperará del ataque.
Importancia del objetivo militar para el atacante.
Capacidad de amortiguamiento: Es la capacidad del enemigo para minimizar los efectos de los daños que se han causado con el ataque. Su incidencia en la
valoración de la ventaja militar es negativa, dado que entre mayor se la capacidad de amortiguamiento del enemigo menor valor tiene el objetivo.
Reservas existentes de la misma naturaleza: Se refiere a la cantidad de elementos iguales de que dispone la otra parte en el conflicto, a su capacidad para
suplir inmediatamente la ventaja militar prevista en el ataque, por lo tanto su incidencia es negativa.
Distancia del objetivo desde el punto inicial: En este parámetro se debe considerar el esfuerzo que debe invertirse desde el inicio del ataque, durante su
realización y hasta la recuperación.
Facilidad para su identificación: Tiene una incidencia positiva en el momento de determinar la ventaja militar, dado que entre más fácil sea identificar un
objetivo militar se disminuye la posibilidad de error.

TAREA No. No. 17 Conocer y analizar el Derecho de la Haya.

OBJETIVO GENERAL’
Diferenciar los medios y métodos permitidos y prohibidos por el Derecho Internacional
Humanitario.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Identificar los medios de guerra permitidos y prohibidos por el Derecho
Internacional Humanitario.
2. Identificar los métodos permitidos y prohibidos por el Derecho Internacional
Humanitario.
DESARROLLO TEMÁTICO

¿Qué es el Derecho de la Haya?


Es el derecho de la Guerra, es decir, el conjunto de instrumentos internacionales que regulan los medios y métodos permitidos y prohibidos de combate.
En otros términos, es aquel que regula o determina los derechos y los deberes de los beligerantes en la conducción de las operaciones y limita la elección de los
medios para causar daños al enemigo. Su principal objeto es mitigar los males de la guerra y las violencias inútiles con respecto a la finalidad de la guerra, que es
debilitar la resistencia del adversario.

Éste derecho establece tres restricciones básicas:

A los métodos y medios de guerra prohibidos o Perfidia. o El uso indebido de la Cruz Roja – Media Luna Roja o del León y Sol rojos o de otros emblemas
signos o señales establecidos en los convenios o sus protocolos. O el uso de otros emblemas signos o señales protectores internacionalmente reconocidos, y/o del
emblema distintivo de las Naciones Unidas o Se prohíbe el uso de los signos de nacionalidad.
Se prohíbe totalmente el cuartel.
Establece la salvaguardia del enemigo fuera de combate o La tutela de los paracaidistas

Prohibición y restricción de ciertas armas convencionales.


 El uso de proyectiles inferiores a 400 gramos (14 onzas) cargado de sustancias inflamables o explosivos, incluso su lanzamiento desde globos y “por otros
medios modernos análogos”, como aeronaves y misiles, y de balas que se dilatan fácilmente en el cuerpo humano (cartuchos dum dum). Asimismo, “se
prohíbe emplear cualquier arma cuyo efecto principal sea lesionar mediante fragmentos que no pueden localizarse por rayos X en el cuerpo humano”.
 Prohíbe el empleo de armas de destrucción en masa, como gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos (biológicos), incluso el uso
de líquidos, materia y procedimientos análogos.
 Se prohíbe en todas las circunstancias emplear minas, armas trampa y otros artefactos, sea como medio de ataque, como medio de defensa o a título de
represalia, contra la población civil como tal o contra personas civiles. También, se prohíbe el “empleo indiscriminado de tales armas” y su empleo
en ciudades, pueblos, aldeas u otras zonas que exista una concentración similar de personas civiles y donde no se estén librando combates entre fuerzas
terrestres, o donde dichos combates no parezcan inminentes. Igualmente se prohíbe el empleo de minas lanzadas a distancia, a menos que sólo se
empleen dentro de una zona en sí mismo un objetivo militar o que contenga objetivos militares.
 Se prohíbe en todas las circunstancias atacar con armas incendiarias a la población civil como tal, a personas civiles o bienes de carácter civil.
Ataques prohibidos.
o Los ataques indiscriminados.
o Los ataques dirigidos contra la población civil.
o Los ataques dirigidos a los bienes de carácter civil.
o Hacer padecer hambre a las personas civiles
o Aquellos concebidos para causar o de los que quepa prever que causen daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural, comprometiendo la
salud o la supervivencia de la población.
o Aquellos dirigidos a las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, cuando tales ataques pueda producir la liberación de aquellas fuerzas y
causar, en consecuencia, pérdidas en la población civil.
o A los bienes culturales y los lugares de culto.

¿Cuáles son los medios de guerra permitidos y prohibidos por el Derecho


Internacional Humanitario?
Los medios de guerra, consisten en armas y medios de armas a través de los cuales se ejerce materialmente la violencia contra el adversario.
En razón a este principio se prohíbe usar armas que:
Puedan causar males superfluos o sufrimientos innecesarios.
Por razón de su imprecisión o de sus efectos, dañen indistintamente a la población civil y a los combatientes.
Cuyos efectos nocivos escapen en el espacio y en el tiempo, al control de quienes las usan.
En diferentes instrumentos internacionales se prohíbe el uso de ciertas armas con reglamentación específica:
Armas Convencionales: o Proyectiles con peso inferior a 400 gramos que sean explosivos, de munición inflamable o que posea núcleo de fósforo
o Proyectiles que tienen por único objeto la difusión de gases asfixiantes o deletéroes.o Balas que se hinchan o aplastan fácilmente en el cuerpo humano
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(Proyectiles que poseen incisiones o Balas Dum Dum).
o Veneno o armas envenenadas.
o Minas submarinas automáticas de contacto.
o Fragmentos no localizables en el cuerpo humano por rayos X.
o Minas trampas y otros dispositivos.
o Armas Incendiarias.
o Cartuchos que poseen proyectiles con envoltura dura (balas blindadas).
o Cartuchos con envoltura dura que dejen una parte descubierta.
o Armas láser que causan ceguera.
o Minas antipersona.

Armas No Convencionales: o Armas químicas. o Gases asfixiantes, tóxicos o similares y de medios bacteriológicos.o Armas bioquímicas, bacteriológicas, biológicas y
toxínicas. o Técnicas de modificación ambiental.

Así mismo, existen algunas armas sin reglamentación específica:


Armas Convencionales: o Armas de pequeño calibre. Armas de fragmentación .o Armas de efecto expansivo.
Armas No Convencionales
Armas radiológicas (desechos nucleares). Armas nucleares.
En cuanto a las mencionadas armas, el Derecho Internacional Humanitario prohíbe de forma absoluta algunas de ellas, por producir males superfluos o sufrimientos
innecesarios, y otras las limita, prohibiendo su uso en determinadas circunstancias que la hacen indiscriminada.
Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, es necesario analizar si las municiones utilizadas por el Ejército Nacional cumplen los requerimientos exigidos por el
Derecho Internacional Humanitario
(En primer lugar se debe hacer referencia a que las armas por analizar no se incluyen en la lista enunciada, es decir que no se encuentran prohibidas
expresamente por algún instrumento internacional, por tanto, este estudio se centrará en establecer si las armas empleadas respetan la prohibición general de
no causar males superfluos, sufrimientos innecesarios, ni daños indiscriminados)
El análisis descrito, se realizará teniendo en cuenta la clasificación de las armas según su uso:
Armas de Defensa Personal
Destinadas a ser utilizadas por una sola persona. En esta clasificación se encuentran las armas cortas, cuyo poder de detención es efectivo contra objetivos a
corta distancia
Pistolas Ametralladoras: “La pistola ametralladora MP5 para cartuchos 9 mm x 19 es un arma individual automática desarrollada según los más modernos métodos de
fabricación en la posición más adelantada del cierre el arma puede ser empleada en régimen de tiro a tiro o en tiro continuo por ráfagas, en cualquier posición del
tirador.”
o Pistola Pietro Beretta: “arma personal de uso múltiple destinada para servir como arma básica para el combatiente, funciona con retroceso corto, se
alimenta con un cargador. Por medio de un selector de fuego puede dispararse en forma semiautomática.” Calibre 9 mm.
o Pistola Browning: “arma acerrojada que funciona según el principio del corto retroceso del cañón, como arma de defensa personal, la seguridad de
su funcionamiento y su precisión, particularmente debido a la excepcional rigidez del soporte del cañón”. Calibre 9 mm. (El calibre 9 mm. Puede ser: Cartucho 9 mm
Luger de punta redonda y hueca, 9 mm Parabellum o 9 mm NATO es un cartucho para pistolas, subfusiles y carabinas diseñado por Georg Luger e introducido
en 1902. Después de la Primera Guerra Mundial, varios modelos de pistola que usaban el calibre 9 mm Parabellum fueron adoptados por diversos países y
después de la Segunda Guerra Mundial el empleo de este calibre se amplió más rápidamente, convirtiéndose en uno de los cartuchos más utilizados en Occidente).
(Después de la Segunda Guerra Mundial, el peso común de la bala es de 8 g para aumentar la puntería de la munición, combina una trayectoria plana con moderado
impulso de disparo y suficiente poder de parada).

(El calibre 9 mm Parabellum ha sido manufacturado por o para más de 70 países, y actualmente es el calibre estándar para pistolas, especialmente de la OTAN y
otros
ejércitos del mundo).

(Las principales ventajas son su pequeño tamaño y menor uso de recursos para manufacturarlo. Las principales desventajas son la tendencia de las balas no-
expansivas a sobre penetrar produciendo una herida de pequeña cavidad, sin embargo, esta desventaja no infringe las normas del Derecho Internacional Humanitario).
Pistola Colt 45: “accionada por retroceso y alimentada por medio de un proveedor independiente, al disparar un cartucho, la presión de los gases extrae y
expulsa la vainilla, monta en martillo y empuja la corredera hacia su posición posterior extrema, comprimiendo el resorte recuperador. La acción de este resorte,
impulsa la corredera hacia delante, la cual extrae otro cartucho del proveedor y lo introduce en la recamara, dejando el arma lista para efectuar un nuevo disparo.”
Calibre .45.
-Revolver: “El revólver 38L SMITH & WESSON calibre 38 largo es un arma manual y de retrocarga. Este provisto de un tambor de seis recamaras que giran
alrededor de un eje central, lo cual permite disparar seis cartuchos sin recargar el revólver de nuevo. Cuando se cierra el tambor, el revólver queda listo para hacer
fuego(Se caracteriza por ser calibre .38 en la nomenclatura modo anglosajón que se presenta en partes por pulgadas, o 9 mm en la nomenclatura
europea).
(El calibre .38 Special fue creado por Smith & Wesson en 1902 y es uno de los calibres más exitosos para pistola que se hayan producido. Después de un siglo de su
creación todavía sigue siendo popular, pero ahora para la autodefensa y el tiro deportivo o recreativo. Aunque son más numerosos los modelos de revólver que usan
este calibre también existen modelos de pistola semiautomática que lo utilizan. Este calibre fue el más común para los revólveres de uso policiaco desde los
años 1950 hasta los años 1980).

(Actualmente, el calibre .38 special es el cartucho de menor presión en uso común. Para los modernos estándares balísticos, la bala se mueve a velocidades muy
bajas. Al comparar este calibre con el 9mm Luger, que dispara balas de la misma masa y casi el mismo diámetro, la Luger se mueve a mayores velocidades;
inclusive la bala .357 magnum, de misma masa e iguales dimensiones, se mueve a mayores velocidades).

(Sin embargo, las prestaciones experimentadas con este calibre demuestran que es adecuada para la autodefensa. En Estados Unidos, muy pocos
policías todavía utilizan este calibre, pero es más común en guardias de seguridad de este país y mucho más común en civiles)
Armas de Asalto: Proveen volumen de fuego, son de poca dispersión, con capacidad de disparar tiro a tiro y tiro en ráfaga.

Fusiles: Su objetivo principal es el que se aproxima individualmente.


Fusil Galil (modelos AR, ARM SAR): Arma personal de uso múltiple destinada a servir como arma básica de infantería. El fusil es de peso liviano, enfriado por
aire, funciona a gas y se alimenta con cargador. Por medio de palanca selectora de fuego, el arma puede disparar de modo automático o semiautomático y el
cubre llamas del fusil sirve como guía para lanzar granadas.
(El Galil es uno de los fusiles de asalto estándares usados por las Fuerzas de Defensa Israelíes y principal fusil de infantería del ejército colombiano. Este
modelo es fabricado en Colombia por INDUMIL, el Galil (en versiones 5,56 mm y 7,62 mm) ha sido ampliamente usado por las Fuerzas Armadas y por
los grupos
narcoterroristas). (El modelo ARM, de calibre 5,56 x 45 mm, fue el arma oficial de la Guardia Nacional de Nicaragua entre 1974 y
1979. También fue usado por la guerrilla marxista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante la insurrección de 1978 y 1979 contra la dictadura de
Anastasio Somoza Debayle en dicho país, también fue usado en El Salvador por el Ejército salvadoreño, entre 1980 y 1992, contra la guerrilla comunista Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) durante la Guerra Civil de El Salvador. También se le ha usado en la Guerra del Líbano de 1982, la Guerra del
Líbano de 2006 y la Guerra Civil de Guatemala (1960-1996), en la cual el Ejército guatemalteco la usó contra la guerrilla Unidad Revolucionaria Nacional
Guatemalteca (URNG)).

Fusil G-3: Se distingue por su fácil manejo, rápido alistamiento para el tiro, gran precisión y elevada cadencia de tiro; peso reducido, seguro funcionamiento e ínter
cambiabilidad de todas sus piezas, los cartuchos de calibre 7,62 mm. 51 empleados por todos los países de la OTAN.

Fusil de Asalto M16: “El fusil M-16A1/2 de proyectil cal. 5,56 es un arma semiautomática, enfriada por aire, alimentada por un cargador y operada por gas, es
un arma de hombro. Tiene un campo máximo de 3,534 metros y un campo efectivo máximo de 550 mts y 80 metros de área.”
(El debate se ha suscitado sobre la utilización de cartuchos para fusil o ametralladora calibre 7.62 x 51 mm (Nato) y calibre 5.56 mm (Nato), aspecto sobre lo que no
131
existe consenso. Por tal motivo, la tendencia es reemplazar el calibre 7.62 x 51 mm o el 7.62 x 39 mm, utilizado, entre otros, por los fusiles H&K G-3 de origen
Alemán, FAL de origen Belga, AK – 47 de origen ruso y su variedad, incluyendo los AK 103 y 104; por el calibre 5.56 x 45 mm, que se usan también en la familia
AK, en los fusiles AR-15, M-16ª1, Galil, entre otro. Ello no significa que a la fecha se encuentren prohibidos por la normatividad internacional).

Armas de Apoyo: armas de mayor calibre utilizadas para neutralizar objetivos rentables materiales o personales, fijos o móviles a distancias superiores
del alcance efectivo de las armas de asalto (300m). Por lo general su sistema es tiro a tiro y acerrojamiento rígido.

o Ametralladoras: Armas de acompañamiento y de apoyo, “deben recibir objetivos definidos, hacen fuego contra blancos que se encuentren en sus sectores de
fuego. Los blancos para este tipo de armas son principalmente grupos de personal enemigo y abertura en fortificaciones.”
Ametralladora Browning CAL .50 M-2: Arma que actúa por retroceso, se alimenta por cinta (canana) y su enfriamiento es por aire.
Ametralladora M60: “Arma de propósito general capaz de ser disparada de varias montantes o de la mano.” Su propósito es terrestre, y su calibre 7,62 mm.

(La mezcla de munición de combate preferida para el M60 es cuatro balas antipersonal (M80) y una trazadora (M62) a intervalos regulares. Esta mezcla de
munición le permite al artillero usar las trazadoras para ajustar la puntería. Se pueden utilizar los proyectiles: M61 Perforador de Blindaje (Identificables por su
punta negra)- M62 Trazadora (Identificables por su punta naranjada o roja) - M80 Bala Antipersonal - M63 Munición de fogueo (Cartucho sin ojiva) - M82 Inerte
(Usado para probar los mecanismos, no tiene pólvora)).
Ametralladora M- 249: “Arma automática que funciona por toma de gases, se enfría por aire, es alimentada por una cinta o canana, dispara es de la posición de
cerrojo abierto, calibre 5,56 mm, holgura de culote fija, dispara ráfagas con un promedio de 6 a 9 cartuchos.”

Resulta conveniente precisar que los proyectiles de punta expansiva o Dumdum se encuentran prohibidos por el DIH, toda vez que su finalidad es aumentar el poder de
parada, consiguiendo que el proyectil al deformarse ceda la mayor cantidad de energía al blanco, aumentando el efecto traumático, estos proyectiles se clasifican en:
proyectil de punta perforada (la perforación puede ser cilíndrica o cónica, de diámetro variable, puede hacerse tanto en proyectiles plomo como en los blindados o
semiblindados), proyectil de punta hueca (deja un espacio vacío entre el blindaje de la punta y del núcleo, calculado para abrirse como una seta en el momento del
impacto, produciendo un mayor efecto de choque), proyectil de punta blanda (dejan descubierta una zona de su cuerpo y en ella es sustituido éste por un material
blando, generalmente plomo, en algunos casos para favorecer la deformación, se practican en el blindaje una serie de cortes o muecas), proyectil de punta perforada
con cuña (La perforación está ocupado por otro elemento metálico distinto, de material más duro y de forma variada).
o Morteros: “Usualmente se emplea la sección desde una misma posición y los fuegos de todas las piezas se concentran en el mismo blanco o área de
objetivos.” Como precaución para el uso de este tipo de armas, se debe asegurar que no hayan obstrucciones por encima de la posición del mortero.
Mortero de 60 MM Tipo Comando: “Por sus características de reducido de peso y volumen, solidez y resistencia a golpes y caídas. Sencillez de todos sus
mecanismos (incluido el aparato
de puntería), así como por su facilidad de transporte y entrada
en posición y buena precisión del tiro, es un arma muy adecuada para las unidades de montaña, principalmente compañía de esquiadores, escaladores y
para unidades de operaciones especiales, pero dada la velocidad de tiro puede subsistir el problema de transporte de munición y posterior municionamiento, por lo que
su empleo se deberá limitar a acciones muy concretas, de objetivos rentables y por sorpresa.”
Mortero de 60 MM Brandt: “…es disparado al soltarse la granada que está colocada en la boca de fuego, la cual cae por su propio peso provocando que el
percutor golpee el cartucho balístico cuando la granada lega al fondo del tubo, como resultado la llama causada por la ignición del cartucho balístico inflama la
carga propulsora.” Mortero Soltam Tipo Tampella de 60 MM C-06: “El uso de materiales leves en la producción del mortero, la facilidad de su transporte, la
ligereza para entrar en acción, la simplicidad de operación y su gran precisión, permiten que esta arma sea de importancia extrema, para proveer apoyo para
pequeñas unidades, sin que las mismas tengan su movilidad restringidas.” Mortero Vector de 81 MM M8: “… mortero de infantería de peso liviano y de diseño
compacto. Es un mortero de doble propósito, capaz de ser apuntado rápidamente dado el diseño de la correa de puntería. Es usado para iluminación, cortinas de
humo y destrucción de edificios, vehículos y personal enemigo.” Armas Antitanques: “El fuego de las armas antitanque livianas, medianas y pesadas se emplea
contra los flancos de vehículos que atacan la posición.” oCañón Obús de 105 mm: Es una pieza de artillería móvil, de uso general, clasificada como artillería liviana
(4.980 libras) y usada como un arma orgánica de una Brigada. Se opera manualmente cargándolo tiro a tiro, es enfriado por aire y uso de munición semifija.
Puede disparar un proyectil que pesa 33 libras a un alcance máximo de 11.150 metros usando munición de granulación doble. Tiene una cadencia de cuatro tiros por
minuto, durante los primeros cuatro minutos. Esta cadencia se reduce durante las misiones de fuego prolongadas a cien tiros por hora.
o Sistema Eagle Eye: Sistema de armamento antiaéreo para la defensa de puntos fijos, se basa en el seguimiento óptico manual del objetivo. La Batería
EAGLE-EYE es el arma más moderna en su especie que ha llegado a Colombia. Ya está en operación en diferentes áreas vitales del territorio o Cañón Antiaéreo
Bofors de 40 mm. L/70: Excelente movilidad y muy corto tiempo de despliegue, mira nocturna, alta eficacia contra blancos aéreos, gracias a la poca dispersión total
del sistema y el empleo de la munición provista de espoleta de proximidad y buena eficacia contra blancos terrestres, ya que se suministra munición perforante
En las operaciones de combate se aplica el siguiente
procedimiento: Cuando se ha recibido indicación del blanco y el operador lo ha descubierto, suelta el botón receptor y dirige la línea de mira hacia el
blanco mediante el dispositivo de puntería y comienza el seguimiento. Cuando la distancia es menor a 2.300 m., el operador da orden de tiro mediante un
pedal y entonces el tubo se dirige hacia el punto pronosticado y empieza el tiro
Sistema Antitanque TOW Xme151e2: Alcance de tres mil metros y Capacidad de penetración de trescientos metros; el lanzador tiene capacidad de control y
seguimiento del objetivo, puede ser usado bajo condiciones de tiempo, siempre y cuando el apuntador puede
ser el blanco a través de la unidad óptica de rastreo. Además de ser un arma antitanque se puede emplear contra armas pesadas, nidos de ametralladoras,
fortificaciones y emplazamientos en general de armas.
o Fusil sin Retroceso de 106 MM: Su empleo es en misiones antitanque y antipersonal, el fusil de 106 es un arma ligera sin retroceso, es de retrocarga,
se dispara tiro a tiro, está provisto de un mecanismo de cierre accionado a mano y el disparo se produce por
percusión mandada
En el uso de estas armas se exige una atención especial en la exactitud de la puntería, los graduadores de espoletas, las miras y los mecanismos de elevación y de
dirección han de operarse debidamente para reducir los efectos del fuego mecánico. Esto exige que el movimiento final, al graduar los instrumentos y al tomar
la puntería se haga en el sentido que se especifican los
respectivos manuales).

Armas de Acompañamiento:
Lanzagranadas: “Se le asignan grupos de personal enemigo, destrucción de casamatas y ataque limitado a las partes más vulnerables de los tanques.”
o Lanzagranadas M-79: Calibre 40 x 46 mm, baja velocidad, aunque esta arma está diseñada para el fuego directo, puede disparar fuego indirecto como un
medio improvisado para colocar el fuego de fragmentación de alto explosivo contra blancos de área que no pueden ser observados.
(Mediante la concentración del fuego indirecto de varios M-79, el jefe de una unidad pequeña tiene potencia orgánica con la cual, sofocar el fuego cuando la posición
del enemigo se encuentra oculta a la vista por la vegetación, en desenfilada o cuando está ubicada en una empinada pronunciada sobre la unidad amiga. Durante
periodos de poca visibilidad este fuego puede complementar los fuegos indirectos de otras armas que están en apoyo a la unidad. Cuando se usa el M-79 para el fuego
indirecto, su precisión es limitada. Se puede hacer el ajuste pertinente en alcance en incrementos de 25 metros a un máximo alcance de aproximadamente
400 metros).
Lanzador Múltiple de Granadas 40 MM Rbg-6: Este lanzador se utiliza a partir de 1991 en las Fuerzas Militares Croatas, tiene una capacidad de almacenamiento
de 6 granadas de 40 mm, un alcance máximo de 425 m. pero un rango efectivo de 375 m. está diseñado
para la interdicción del objetivo humano y materiales, ya sean móviles o estacionarios y está equipado con un dispositivo de mira
óptica que contiene un punto rojo de puntería

(Se trata de un arma de infantería de apoyo inmediato a la escuadra o al pelotón. Su empleo ideal es sobre objetivos identificados a distancias entre 300 y 400 m. se
debe tener en cuenta que además de su poder destructivo, las granadas deben causar un efecto desmoralizante sobre el enemigo).
Lanzagranadas Múltiple de 40 MM MGL Lanzagranadas para uso de infantería en apoyo de las diferentes operaciones, es liviano, semiautomático por acción de
gases, basado en el principio de un revolver con cilindro que tiene capacidad para 6 granadas, su cadencia de fuego es tan rápida como se accione el disparador, con
un alcance mínimo de 30 m. y máximo de 375 m
Granadas de Mano: Por lo general, estas granadas no son muy potentes y su radio de acción no sobrepasa de los 20 metros, ya que si su alcance es mayor el
lanzador se vería involucrado por su propia granada. El efecto de la granada, más que el mecánico producido por la onda expansiva y metralla, es el psicológico.

Conviene en este punto recordar la clasificación de las granadas de acuerdo a su contenido:

Las granadas de gas portan contenido gaseoso en un cilindro a prueba de corrosión. Llevan una carga explosiva pequeña que la rompe y unos
pequeños orificios que al mezclar los distintos componentes.
Las granadas fumígenas son similares a las de gas, pero se emplean para crear cortinas con humos coloreados, para ocultamiento o para demarcación y
reglaje
Las granadas incendiarias contienen una carga de fósforo blanco que se enciende espontáneamente al contacto con el aire desprendiendo también
humos que posibilitan su uso para ocultamiento. El fósforo se adhiere a la piel incendiándola, por lo que es altamente efectiva en su empleo letal.
Las granadas de iluminación se utilizan para reglaje nocturno, y en algunos casos especiales, para aturdimiento en situaciones antitumulto (como
la XM84 no letal, de fabricación norteamericana).
Explosivos:
“…todo compuesto o mezcla de sustancias químicas con capacidades para transformarse por medio de estímulos de presión o calor, en productos gaseosos y
condensados.” El escape súbito y repentino de estos gases, constituye una explosión, la cual puede ser mecánica, química o nuclear.
Su utilidad se extiende a áreas tales como la ingeniería civil, la minería y la defensa militar, siempre que se realice mediante cargas dirigidas, explosivos de uso
superficial, su efecto destructivo es equivalente o en muchos casos menor al del cordón detonante, con la ventaja de que la direccionalidad permite introducir
mayor cantidad de energía en el terreno.
Su ventaja consiste en que son autodestruidas por decisión del hombre y su finalidad es:
o Orientar la onda explosiva hacia determinado sector
o Destruir cargas
o Activar Cargas
o Trabajo de construcción protección de bases

¿Qué son los métodos de guerra?


Los métodos de guerra o de combate, por su parte, son “los procedimientos tácticos o estratégicos utilizados, en la conducción de las hostilidades, para vencer al
adversario empleando, sobre la base de informaciones que sobre él se obtengan, los efectos de las armas, combinados con el movimiento y la sorpresa”. En suma,
con la expresión métodos de guerra o de combate se está aludiendo a la estrategia y la táctica.
¿Cuáles son los métodos permitidos y prohibidos por el Derecho Internacional Humanitario?

Se reputan como permitidos todos aquellos métodos que no se encuentran expresamente prohibidos a través de instrumentos internacionales, o que su puesta en
práctica no constituye una infracción a los principios esenciales del Derecho Internacional Humanitario.
Al hablar de métodos de guerra o de combate lícitos, expresamente el artículo 37-3 del Protocolo I de 1977 adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949
autoriza las estratagemas, definidas como “actos cuya finalidad es inducir a error al adversario y hacer que cometa imprudencias, pero que no infringen norma alguna
de derecho internacional ni son pérfidos, ya que no apelan a la buena fe del adversario con respecto a la protección prevista en ese derecho”.
Por otra parte entre los métodos prohibidos pueden señalarse: (…) los que recurren a la perfidia, al terror, a hacer padecer hambre a la población, a las represalias
contra objetivos no militares, a los ataques indiscriminados; los ataques destinados a causar daños al medio ambiente natural, a las obras e instalaciones que
contienen fuerzas peligrosas; los que violan la prohibición de ordenar que no se dé cuartel; el pillaje; la toma de rehenes; los métodos que aprovechan la
presencia o los movimientos de la población para favorecer la conducción de las hostilidades; el uso indebido de signos de protección internacionales, el ataque contra
personas fuera de combate o las que se lanzan en paracaídas de una aeronave en peligro.

En efecto, la perfidia, entendida como “los actos que apelan a la buena fe del adversario, con la intención de engañarlo para matarlo, herirlo o capturarlo, haciéndole
creer que tiene derecho a recibir u obligación de conceder la protección que estipulan las normas del derecho internacional”, se encuentra prohibida en el artículo 37 del
Protocolo I de 1977 adicional a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Son ejemplos de actos pérfidos, entre otros:

simular la intención de negociar;


simular la rendición;
simular una incapacidad debida a heridas o a enfermedad;
simular tener el estatuto de civil o de no combatiente;

simular tener un estatuto protegido mediante la utilización de signos, emblemas o uniformes de las Naciones Unidades, de Estados neutrales o de otros
Estados no Partes en el conflicto; y
utilizar indebidamente el emblema de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja.

De igual manera, de conformidad con lo establecido en los artículos 40 y 41 del Protocolo I de 1977 y 4º del Protocolo II de 1977 adicional a los cuatro Convenios de
Ginebra de 1949, esta “prohibido ordenar que no haya supervivientes, amenazar con ello al adversario o conducir las hostilidades en función de tal decisión”. En otras
palabras, en virtud de las normas en cita está prohibido impartir la orden de no dar cuartel.
Así mismo, están proscritos como métodos de guerra o de combate los ataques deliberados e indiscriminados contra las personas, la población y los bienes civiles
(arts. 51 del Protocolo I de 1977 y 13 del Protocolo II de 1977 adicionales a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949); causar daños graves, extensos y duraderos al
medio ambiente natural (art. 35–3 del Protocolo I de 1977 adicional a los Cuatro Convenios
de Ginebra de 1949); usar a la población civil y a sus bienes como escudos para evitar los efectos de las operaciones militares (art. 57–1 del Protocolo I de 1977
adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949); atacar los bienes culturales y los lugares de culto (arts. 53 del Protocolo I de 1977 y 16 del Protocolo II de
1977 adicionales a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949); atacar y destruir bienes indispensables para la población civil (arts. 54 del Protocolo I de 1977 y 14 del
Protocolo II de 1977 adicionales a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949); atacar y destruir instalaciones que contengan fuerzas peligrosas (arts. 56
del Protocolo I de 1977 y 15 del Protocolo II de 1977 adicionales a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949); y, provocar el desplazamiento forzado de la población
civil (art. 17 del Protocolo II de 1977 adicional a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949).
El Estatuto de la Corte Penal Internacional, en su artículo 8, tipifica como crímenes de guerra diferentes conductas relacionadas con el empleo de medios y métodos
de guerra, así:
a) Infracciones graves de los Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949, a saber, cualquiera de los siguientes actos contra personas o bienes protegidos por las
disposiciones del Convenio de Ginebra pertinente: (…)
ii) Someter a tortura o a otros tratos inhumanos, incluidos los experimentos biológicos;
iii) Infligir deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física o la salud;
iv) Destruir bienes y apropiarse de ellos de manera no justificada por necesidades militares, y efectuadas a gran escala, ilícita y arbitrariamente;
v) Obligar a un prisionero de guerra o a otra persona protegida a servir en las fuerzas de una Potencia enemiga; (…)
viii) La toma rehenes;
b) Otras violaciones graves de las leyes y usos aplicables en los conflictos armados internacionales dentro del marco del derecho internacional, a saber,
cualquiera de los actos siguientes:
i) Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra personas civiles que no participen directamente en las hostilidades;
ii) Dirigir intencionalmente ataques contra bienes civiles, es decir, bienes que no son objetivos militares;
iii) Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o de
asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles o bienes civiles con arreglo
al derecho internacional de los conflictos armados;
iv) Lanzar un ataque intencionalmente, a sabiendas de que causará pérdida de vidas, lesiones a civiles o daños a bienes de carácter civil o daños extensos, duraderos
y graves al medio ambiente natural que serían manifiestamente excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa de conjunto que se prevea;
v) Atacar o bombardear, por cualquier medio, ciudades, aldeas, viviendas o edificios que no estén defendidos y que no sean objetivos militares;
vi) Causar la muerte o lesiones a un enemigo que haya depuesto las armas o que, al no tener medios para defenderse, se haya rendido a discreción;
vii) Utilizar de modo indebido la bandera blanca, la bandera nacional o las insignias militares o el uniforme del enemigo o de las Naciones Unidas, así como los
emblemas distintivos de los Convenios de Ginebra, y causar así la muerte o lesiones graves;
viii) El traslado, directa o indirectamente, por la Potencia ocupante de parte de su población civil al territorio que ocupa o la deportación o el traslado de la totalidad o
parte de la población del territorio ocupado, dentro o fuera de ese territorio;
ix) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios dedicados a la religión, la instrucción, las artes, las ciencias o la beneficencia, los monumentos, los hospitales y
los lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, siempre que no sean objetivos militares;
x) Someter a personas que estén en poder del perpetrador a mutilaciones
físicas o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que no estén justificados en razón de un tratamiento médico, dental u hospitalario, ni se lleven a
cabo en su interés, y que causen la muerte o pongan gravemente en peligro su salud;
xi) Matar o herir a traición a personas pertenecientes a la nación o al ejército enemigo;
xii) Declarar que no se dará cuartel;
xiii) Destruir o confiscar bienes del enemigo, a menos que las necesidades de la guerra lo hagan imperativo;(…)
xv) Obligar a los nacionales de la parte enemiga a participar en operaciones bélicas dirigidas contra su propio país, aunque hubieran estado al servicio del
beligerante antes del inicio de la guerra;
xvi) Saquear una ciudad o una plaza, incluso cuando es tomada por asalto;(…)
xxi) Cometer atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;
xxii) Cometer actos de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, definido en el apartado f) del párrafo 2 del artículo 7, esterilización forzada y
cualquier otra forma de violencia sexual que constituya una infracción grave de los Convenios de Ginebra;
xxiii) Utilizar la presencia de una persona civil u otra persona protegida para poner ciertos puntos, zonas o fuerzas militares a cubierto de operaciones militares;
xxiv) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y medios de transporte sanitarios, y contra personal que utilice los emblemas distintivos de los
Convenios de Ginebra de conformidad con el derecho internacional;
xxv) Hacer padecer intencionalmente hambre a la población civil como método de hacer la guerra, privándola de los objetos indispensables para su supervivencia,
incluido el hecho de obstaculizar intencionalmente los suministros de socorro de conformidad con los Convenios de Ginebra;
xxvi) Reclutar o alistar a niños menores de 15 años en las fuerzas armadas nacionales o utilizarlos para participar activamente en las hostilidades;
c) En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional, las violaciones graves del artículo 3º común a los cuatro Convenios de Ginebra de
12 de agosto de 1949, a saber, cualquiera de los siguientes actos cometidos contra personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los
miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas y las que hayan quedado fuera de combate por enfermedad, herida, detención o por cualquier otra
causa:
i) Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles y la tortura;
ii) Los atentados contra la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes;
iii) La toma de rehenes;(…)
e) Otras violaciones graves de las leyes y los usos aplicables en los conflictos armados que no sean de índole internacional, dentro del marco establecido de derecho
internacional, a saber, cualquiera de los actos siguientes:
i) Dirigir intencionalmente ataques contra la población civil como tal o contra civiles que no participen directamente en las hostilidades;
ii) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios, material, unidades y medios de transporte sanitarios y contra el personal que utilice los emblemas distintivos de los
Convenios de Ginebra de conformidad con el derecho internacional;
iii) Dirigir intencionalmente ataques contra personal, instalaciones, material, unidades o vehículos participantes en una misión de mantenimiento de la paz o de
asistencia humanitaria de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, siempre que tengan derecho a la protección otorgada a civiles o bienes civiles con arreglo
al derecho internacional de los conflictos armados;
iv) Dirigir intencionalmente ataques contra edificios dedicados al culto religioso, la educación, las artes, las ciencias o la beneficencia, los monumentos, los hospitales y
otros lugares en que se agrupa a enfermos y heridos, a condición de que no sean objetivos militares;
v) Saquear una ciudad o plaza, incluso cuando es tomada por asalto;
vi) Cometer actos de violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado, definido en el apartado f) del párrafo 2 del artículo 7, esterilización forzada o
cualquier otra forma de violencia sexual que constituya también una violación grave del artículo 3º común a los cuatro Convenios de Ginebra;
vii) Reclutar o alistar niños menores de 15 años en las fuerzas armadas o grupos o utilizarlos para participar activamente en hostilidades;
viii) Ordenar el desplazamiento de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, a menos que así lo exija la seguridad de los civiles de que se trate o por
razones militares imperativas;
ix) Matar o herir a traición a un combatiente enemigo;
x) Declarar que no se dará cuartel;
xi) Someter a las personas que estén en poder de otra parte en el conflicto a mutilaciones físicas o a experimentos médicos o científicos de cualquier tipo que no
estén justificados en razón del tratamiento médico, dental u hospitalario de la persona de que se trate ni se lleven a cabo en su interés, y que provoquen la
muerte o pongan gravemente en peligro su salud;
xii) Destruir o confiscar bienes del enemigo, a menos que las necesidades del conflicto lo hagan imperativo.
¿Cuáles son los principios aprobados en el derecho internacional respecto a los métodos y medios de guerra?
. El único objetivo legítimo de la guerra es debilitar las fuerzas armadas adversarias.
. La elección de los métodos (y medios de guerra) no es ilimitada.
. Está prohibido el empleo de métodos y medios de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios.
. Cuando se estudien, de desarrollen, se adquieran o se adopten nuevos métodos (o medios de guerra) se deberá determinar si no está prohibido su
empleo, en ciertas condiciones o en todas las circunstancias.

TAREA No. No. 18 Conocer y analizar el Derecho de Ginebra

OBJETIVO GENERAL.
Identificar los componentes del Derecho de Ginebra.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
Determinar la estructura del Derecho de Ginebra.
DESARROLLO TEMÁTICO
¿Qué es el Derecho de Ginebra?
El derecho de Ginebra, o derecho humanitario propiamente dicho, es el conjunto de instrumentos internacionales, sean convenios o protocolos, que propenden por la
salvaguarda de los militares fuera de combate, así como a las personas que no participan en las hostilidades.
¿Cómo nace el Derecho de Ginebra?
(Según Jean Pictet “los principios humanitarios pertenecen a todas las comunidades humanas, y se arraigan en todas las tierras. Cuando se examinan y cotejan las
diversas costumbres, las éticas y las doctrinas, cuando se funden en un mismo molde y se eliminan sus particularidades, conservando nada más que lo
general, queda en el fondo del crisol un metal puro que es patrimonio de toda la humanidad)”
El conflicto ha sido siempre parte fundamental del comportamiento de las sociedades humanas. Son muchos los relatos históricos que dan razón de
comportamientos bélicos de organizaciones sociales en las cuales la violencia hace parte de su desarrollo y evolución.
La guerra responde, a uno de los más poderosos instintos del ser humano, durante largo tiempo, fue la más importante de las relaciones humanas entre los
pueblos, “durante los 5.000 años de historia, ha habido 14.000 guerras que han causado la muerte de 5.000 millones de seres humanos. Durante los últimos 3.400
años, no ha habido en el mundo más que 250 años de paz general”.
Así, las causas de dichos enfrentamientos son diversas, desde disputas ínter tribales, étnicas, religiosas, políticas (por el poder y el dominio territorial), hasta
económicas, desenvolviéndose en medio de sufrimientos superfluos e innecesarios.
Ante los hechos de sangre y devastación generalizada, los mismos actores de los conflictos buscaban e ideaban formas de atenuar un poco el sufrimiento de las
naciones, de quienes se enfrentaban. Siglos antes de Cristo ya se daban algunos pasos importantes en el establecimiento de unas pequeñas reglas o normas de
protección en hechos conflictivos, para favorecer a los más débiles: ancianos, niños y mujeres.
Tal es el caso del código de Hammurabi, el cual unifica los diferentes códigos existentes en las ciudades del imperio babilónico y establece: "las leyes son para
evitar que el fuerte oprima al débil” e impedir que cada uno "tome la justicia por su mano”.
El tratado celebrado entre Ramsés II faraón de Egipto y el rey Hattasuli II de los hititas en la guerra de 1269 a.C. sirve como referencia para el DIH, acordó brindar un
tratamiento humano a los vencidos y entregar a los guerreros escondidos en territorio adversario, lo que constituye el primer antecedente de la extradición
En la antigua Grecia, durante los enfrentamientos entre Atenas y Esparta, finalizados
en el año 431 a.C., se respetaron ciertos derechos de guerra y se establecieron tribunales para el juzgamiento en razón de excesos cometidos en combate.
En India, se encuentra el Código de Manú, escrito entre el siglo VI y el III a. C., contiene varias alusiones sobre la práctica de la guerra, “un guerrero digno, por
ejemplo, se supone que no ataca al enemigo dormido o que ha perdido su escudo o está desarmado, o se ha dado a la huida”. Los hindúes consideraban que la
guerra no podía extenderse a la destrucción de plantaciones o cultivos, ni moradas, ni sitios sagrados.
En China, el antiguo General Sun Tzu, autor del más antiguo tratado militar, denominado “El Arte de la Guerra”, formuló la observación según la cual debía salvar a los
heridos y a los enfermos, no matar a los prisioneros, preservar la vida de las mujeres y los niños y ser gentil con la población civil de los países ocupados.
Así mismo, muchos textos antiguos, como son el Mahabarata, la Biblia o el Corán, contienen normas en las que se recomienda el respeto del adversario.
La tóra o Pentateuco de los Judíos incluyen reglas de la guerra, “el Señor juzgará entre las naciones y decidirá los pleitos de los pueblos numerosos. Ellos
convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar sus armas contra otro ni a recibir instrucción sobre la guerra”.
Finalmente, filósofos y teóricos antiguos empezaron a referirse a los derechos que cada ser humano tiene. En Roma, se habló del Jus Gentium o derecho de
gentes, que era el conjunto de normas o preceptos aceptados por los pueblos civilizados, concepto y filosofía humanística que se convierte en la base de la
mayor parte de las legislaciones del mundo. El derecho de gentes consagra la justicia en las relaciones de todos los hombres, sin importar la nación a la que
pertenezcan.
En la edad media, también es posible encontrar antecedentes del Derecho Internacional Humanitario. Los Estoicos, decían que hay un derecho común que se basa en
la razón y que por ello debía existir una comunidad universal, donde además de la libertad y la igualdad, no deberían existir discriminaciones, aseguraban que el
recto derecho es la razón, por ello el derecho de gentes condenaba la esclavitud.
Sin embargo, influenciados por los estoicos, la reglamentación de la guerra, durante esta época se realizó por la Iglesia en el marco de las cruzadas. El segundo
Concilio del Letrán, en 1139, prohibió el uso de las armas consideradas demasiado mortíferas, no obstante, se desestimó el uso de la ballesta en las confrontaciones
entre cristianos, pero se permitió su utilización contra los infieles.
También, en la época medieval aparece la teoría clásica del derecho natural que aboga por la libertad de circulación, la abolición de la tortura humanizando el
castigo y, prácticamente, se crearon las bases del derecho internacional moderno con grandes teóricos como Grocio, Locke, Rousseau, Kant, entre otros. Ésta teoría de
carácter humanístico tuvo gran influencia e importancia en la Revolución Francesa, donde se proclamaron los derechos del hombre y el ciudadano, estableciendo como
derechos naturales e imprescriptibles: La libertad, la igualdad, la propiedad, la seguridad y el derecho de resistencia a la opresión.
En el siglo XVIII el “tratado de amistad y de paz” firmado en 1785 por Federico el Grande y Benjamín Franklin, estableció disposiciones que fueron elevadas al nivel de
principios al estipular que:

“en caso de conflicto se renunciará al bloqueo, y que las personas civiles enemigas podrán salir del país después de cierto plazo. Los prisioneros de guerra serán
alimentados y alojados como los soldados del país detenedor, y un hombre de confianza podrá visitarlos y entregarles socorros”.
Si bien, se encuentran antecedentes de humanización contra los sufrimientos superfluos e innecesarios de la guerra desde la antigüedad, es hasta el siglo XIX que
nacen los primeros instrumentos del Derecho Internacional Humanitario.
En cuanto a los pensadores que aportaron a la conformación del Derecho Internacional Humanitario, cabe destacar a Francisco de Vitoria, quien en su
obra “Relección Segunda de los indios o del derecho de la guerra de los españoles en los bárbaros”, escrita en 1536, analiza si la guerra entre aborígenes y españoles
era justa, establece: está prohibido matar en los enfrentamientos a inocentes, niños, mujeres, religiosos y prisioneros. Esta obra es considerada el origen del derecho
de gentes.
Si bien, el concepto de humanismo en las guerras es general con la aparición de los caballeros y su concepto de “honor en la Batalla”, éste se fortalece en el siglo de las
luces con pensadores como Jean Jaques Rousseau, Emerico de Vattel, Federico Von
Martens, Francisco de Vitoria, entre otros.

Retomando a Rousseau: Siendo el objeto de la guerra, la destrucción del enemigo, hay derecho para matar a sus defensores en tanto que tienen las armas en las
manos; pero luego que las dejan y se rinden, no son enemigos ni instrumentos del enemigo, y vuelven a entrar en la simple clase de hombres, ya no se tiene
derecho sobre su vida.
No obstante, la circunstancia contemporánea decisiva en el nacimiento del Derecho Internacional Humanitario fue la actuación de sus precursores, Henry Dunant y
Guillaume-Henri Dufour.
En primera instancia, en 1859, al norte de Italia, como consecuencia de la Batalla de Solferino, donde el Suizo Henry Dunant fue testigo de los cruentos
enfrentamientos que allí sostuvieron las tropas francesas y austriacas, y de las precarias condiciones en que eran atendidos los heridos por la barbarie de la guerra. A
su regreso a Suiza en 1862, publicó un libro llamado “Un recuerdo de Solferino” en donde narraba las consecuencias de la guerra como a su vez proponía que en cada
país hubiese un grupo de voluntarios de socorro que en tiempos de paz se preparara para asistir a los heridos en tiempos de guerra, y que los estados ratifiquen un
principio convencional y sagrado, que garantizara una protección jurídica a los hospitales militares y al personal sanitario. Del primero de estos deseos nació la
institución de la Cruz Roja, el segundo el Convenio de Ginebra, en adelante indisolublemente vinculados.
Con fundamento en la propuesta de Dunant, la Sociedad de Utilidad Pública de Ginebra, presidida Gustave Moynier, nombró una comisión integrada por: el General
Guillaume Dufour, el jurista Gustave Moynier, los médicos Louis Appia, Theodore Maunior, y Henry Dunant.

Imagen1: El Comité de los Cinco

Fue así, como nació el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y en Agosto de 1864 con el apoyo del Gobierno Suizo, se logró organizar una conferencia
diplomática en Ginebra, en donde 16 países europeos y observadores de los Estados Unidos
Disponible en: http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/5tdmxa.htm Disponible en :http://cruzrojadonbenito.org/quienes_somos.htm
obtuvieron la firma por doce Estados del primer Convenio de Ginebra para proteger a los militares heridos en campaña donde se contempló que:
Se trata de una norma universal, permanente y escrita destinada a proteger a las víctimas de los conflictos aplicables en todo tiempo y circunstancias.
Multilateral.
Establece la obligación de prestar asistencia sin discriminación a los militares heridos y enfermos.
Establece el respeto y la identificación del personal y del material sanitario mediante el emblema de la Cruz Roja.
Por su parte, el general Dufour, valiéndose de su experiencia, prestó apoyo moral y activo, a la Conferencia Diplomática de 1864, la cual presidió. Ésta concluye en la
adopción del “Convenio de Ginebra para mejorar la suerte de que corren los militares heridos de los ejércitos en campaña”, y que prevén principalmente: Las
ambulancias y los hospitales militares son reconocidos como neutrales; hay que protegerlos y respetarlos; su personal, así como los capellanes participan de esta
neutralidad mientras estén ejerciendo sus funciones; si caen en poder de la parte adversaria quedarán exentos de captura y regresarán a su ejército; serán respetados
los habitantes que lleven socorros a los heridos; se prestará asistencia a los militares heridos y enfermos, sea cual fuere a la nación que pertenezcan; los hospitales
y el personal sanitario ostentarán el signo de la cruz roja sobre fondo blanco, signo visible de la inmunidad.

¿Qué instrumentos conforman el Derecho de Ginebra?

La Primera Convención de Ginebra, de 1864, que comprende el Convenio de Ginebra para el mejoramiento de la suerte que corren los militares heridos en los
ejércitos en campaña de 1864. Ginebra, 22 de agosto de 1864.
Disponible en:http://www.cruzroja.es/portal/page?_pageid=878,12647051&_dad=portal30&_schema=PORTAL30 Disponible (http://es.scribd.com/doc/3822255/Respuestas-a-sus-preguntas-ICRC-003-0703.
La Segunda Convención de Ginebra, de 1906, que comprende el Convenio de
Ginebra para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos, enfermos o náufragos en las fuerzas armadas en el mar de 1906.
 La Tercera Convención de Ginebra, de 1929, que comprende: Convenio de Ginebra para mejorar la suerte de los heridos y enfermos de los ejércitos en
campaña y el Convenio de Ginebra relativo al trato de los prisioneros de guerra del 27 de julio de 1929.
 La Cuarta Convención de Ginebra, de 1949, que comprende 4 convenios aprobados por la Conferencia Diplomática destinada a Elaborar Convenios
Internacionales a proteger a las víctimas de la guerra en 1949. Entró en vigor el 21 de octubre de 1950 y contiene:
 I Convenio de Ginebra para Aliviar la Suerte que Corren los Heridos y Enfermos de las Fuerzas Armadas en Campaña. 12 de agosto de 1949.
 II Convenio de Ginebra para Aliviar la Suerte que Corren los Heridos, los Enfermos y los Náufragos de las Fuerzas Armadas en el Mar. 12 de agosto de
1949.
 III Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra. 12 de agosto de 1949.
 IV Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. 12 de agosto de 1949.
 Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I). 8 de junio de
1977.
 Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II). 8 de
junio de 1977.
 Convenio sobre la protección de las instituciones artísticas y científicas y de los monumentos históricos (Washington) (Pacto Roerich) 15 de Abril de 1935.
 Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio. 9 de
 diciembre de 1948.
 Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad. 26 de noviembre de 1968.
 Anexo II (Protocolo I): Tarjeta de identidad de periodista en misión peligrosa. 8 de junio de 1977.
 Convención sobre los derechos del niño. 20 de noviembre de 1989.
 Convención internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios. 4 de diciembre de 1989.
 Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Roma 17 de julio de 1998.
 Protocolo facultativo de la Convención sobre los derechos del niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados. New York, 25 de mayo
de 2000.
 Protocolo III adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la aprobación de un signo distintivo adicional. 08 de diciembre
de 2005.
 Así, existen normas consuetudinarias confirmadas por tratados multilaterales y normas que eran parte de un tratado y que, mediante su aceptación general por
la comunidad internacional, han logrado tener el valor de normas consuetudinarias, por tanto, tiende a desaparecer la distinción entre el movimiento de
Ginebra y el de La Haya.

TAREA No. 19 Diferenciar entre población civil, combatiente, persona que participa directamente en las hostilidades, personas protegidas en el marco del
DIH

OBJETIVO GENERAL
Identificar los conceptos de combatiente, objetivo militar, personas y bienes protegidos.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Identificar el concepto de combatiente,
2. Identificar el concepto de objetivo militar,
3. Identificar el concepto de personas y bienes protegidos

DESARROLLO TEMÁTICO
¿Cuál es el concepto de combatiente?
La definición de combatiente se encuentra en el artículo 43 del protocolo Adicional I, aplicable a los conflictos armados internacionales. De acuerdo con esta norma,
tienen la condición de combatientes los miembros de las fuerzas armadas de cualquier Estado, entendiéndose por fuerzas armadas los grupos y las unidades armadas,
organizadas regulares e irregulares, cuyos miembros:
 Estén bajo un mando responsable ante la parte en conflicto por el comportamiento de sus subordinados ( aunque dicha parte esté representada
por un gobierno o una autoridad que la otra parte en conflicto no haya reconocido),
 Estén sometidos a un régimen de disciplina interna que haga cumplir la observancia del derecho de los conflictos armados; y
 Lleven, al menos cuando estén desplegados en operaciones militares, uniformes o se distingan de la población civil de otra manera.
Quienes tienen la condición de combatientes, en el caso de los conflictos armados internacionales, tienen derecho a participar directamente en las hostilidades y por lo
tanto a atacar objetivos militares de la otra parte contendiente, así como ser objeto de ataque por parte del enemigo, y en caso que sean capturados, tienen
derecho al estatuto de prisionero de guerra.
Sin embargo, en los conflictos armados internos, la noción de combatiente tiene una regulación distinta. En efecto, el término combatiente ha sido utilizado únicamente
respecto de los miembros de los grupos armados organizados que son parte del conflicto y solo para indicar que estas personas no gozan de la protección otorgada a
los civiles en relación con los ataques lanzados por la parte contendiente adversa, sin que ello signifique que tengan derecho al estatuto de prisionero de guerra, toda
vez que en estos casos se continua aplicando el derecho interno, así un disidente que sin justificación legal mate a un miembro de las fuerzas armadas comete un
delito, por el cual puede ser juzgado de acuerdo con las reglas del Estado.
Es por ello que se ha considerado que en el caso de los conflictos armados interno, los miembros de los grupos organizados que participan en el conflicto hacen parte
de la categoría de las “personas que participan directamente en las hostilidades.

En este orden de ideas, se puede considerar que una persona participa directamente en las hostilidades en el contexto de un conflicto armado no internacional en el
siguiente caso:
En el pueblo de San José del Nus ubicado en el departamento de Antioquia – Colombia-, el Teniente Pérez se encuentra desarrollando una operación de registro y
control, donde identifica que el señor alias “Pedro”, quien está vestido de civil, perteneciente al frente 43 de las FARC que siembra minas antipersona con el objetivo
de evitar el avance de las tropas del Ejército Nacional. Así el señor Alias “Pedro”, puede ser capturado en flagrancia y juzgado por las normas internas del
Estado colombiano, no sólo por las infracciones cometidas al DIH, sino también por el delito de rebelón.

¿Cuál es el concepto de objetivo militar?


La noción de objetivo militar está unida a la premisa según la cual en la guerra “la única finalidad legitima es el debilitamiento de la fuerza militar del enemigo,
por lo tanto los únicos objetivos lícitos son aquellos que tienen el carácter de militar”.
Los Convenios de Ginebra hacen referencia al término objetivo militar, pero no lo definen. Será el Protocolo Adicional I en sus artículos 43 y 52 en los que se
establecerá las características de lo que debe entenderse como objetivo militar.
En términos generales, se puede afirmar que objetivo militar es todo aquello que debilita al enemigo e incluye a personas y bienes. En el caso de las
personas que pueden ser objeto de ataque es posible dividirlas en dos categorías: (i) combatientes y (ii) personas que participan directamente en las hostilidades.
Respecto de los bienes que constituyen objetivos militares se estudiará la regla establecida en el Protocolo Adicional I en su artículo 52 (2) según la cual “En lo que
respecta a los bienes, los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción
militar o cuya destrucción total o parcial, captura o neutralización ofrezca en las circunstancias del caso una ventaja militar definida.
En este sentido, los ataques se dirigen únicamente a los objetivos militares, y un b ien se constituye en un objetivo militar legítimo cuando por su naturaleza,
localización, propósito o uso contribuye efectivamente a la acción militar del enemigo, de tal forma que su destrucción total o parcial o su neutralización, ofrezca
una ventaja militar definida.

¿Cuál es el concepto de personas protegidas?


La personas protegidas por el DIH corresponden a aquellas que son civiles, es decir, que pertenecen a la población civil, y aquellas que han dejado de combatir, es
decir los heridos, náufrago, capturados y aquellas que han depuesto las armas.
En este sentido, las partes en conflicto están obligada a brindar protección a la población civil en general, es decir a “todas las personas civiles” y a las personas civiles
individualmente consideradas, es decir a “cualquier persona que no sea miembro de las fuerzas armadas o de un grupo organizado de alguna de las partes en el
conflicto”.
No obstante, las personas que participan directamente en las hostilidades pierden esta protección y sólo mientras dure tal participación. En este sentido una persona
que participa directamente en las hostilidades será considerada como objetivo militar desde el momento en que comienza a participar en las mismas y hasta que
dure tal participación.
Si bien, no existe una definición precisa del término, se pueden identificar acciones a partir de las cuales es posible establecer la existencia de esta participación:
 Usar armas u otros medios para realizar actos de violencia contra las personas que integran la contraparte en el conflicto o contra sus bienes.
 Actos que por su finalidad o naturaleza pretendan causar un daño al enemigo.
Tal participación también sugiere una "relación causal directa entre la actividad en desarrollo y el daño infligido al enemigo en el tiempo y lugar en que la actividad se
lleva a cabo”

 Actuar como agentes de inteligencia, como exploradores, mensajeros, realizar guardias o servir como espías, son acciones que se han considerado
como participación directa en las hostilidades.
Sin embargo, es necesario hacer un análisis caso por caso para determinar si una actividad supone o no una participación directa en las hostilidades.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha destacado que se debe diferenciar los actos de participación directa, de aquellos que constituyen una
participación indirecta en las hostilidades, dado que estos no generan que la persona que desarrolle tales actos indirectos sea considerada como objetivo militar. Como
ejemplos de acciones indirectas se consideran: vender mercaderías a una o varias de las partes en el conflicto o expresar simpatía por la causa de una de las partes.
En todo caso, en caso de duda respecto de la condición de una persona, esta se considera civil y por lo tanto no constituye un objetivo militar. Sin embargo esta
presunción no es absoluta y obliga a la parte en conflicto a: (i) tomar las medidas que la situación de combate le permita para cerciorarse de la condición de objetivo
militar de la persona que se pretende atacar, y (ii) realizar una determinación honesta de dicha condición sobre la base de la información que dadas las circunstancias
se haya podido obtener, en particular aquella relativa al comportamiento de la persona que se pretende atacar, su ubicación y su vestimenta.
Por su parte, el término no combatientes comprende a aquellas que ya no participan más en las hostilidades debido a que se encuentran heridos, enfermos, náufragos,
hayan depuesto las armas o cualquier otra situación a partir de la cual dejan de participar en el conflicto armado. Estas personas mientras mantengan su condición de
no combatiente no pueden ser objeto de ataque.
Finalmente, la normatividad colombiana hace una clara enumeración de las personas que considera protegidas por el DIH
Los integrantes de la población civil.
Las personas que no participan en hostilidades y los civiles en poder de la parte adversa.
Los heridos, enfermos o náufragos puestos fuera de combate.
El personal sanitario o religioso.
Los periodistas en misión o corresponsales de guerra acreditados
Los combatientes que hayan depuesto las armas por captura, rendición u otra causa análoga.
Quienes antes del comienzo de las hostilidades fueren considerados como apátridas o refugiados.
Cualquier otra persona que tenga aquella condición en virtud de los convenios I, II, III y IV de Ginebra de 1948 y los protocolos adicionales I y II de 1977 y
otros que llegaren a ratificarse.

¿Cuál es el concepto de bienes protegidos?


Tienen la condición de protegidos todos aquellos bienes que no sean considerados objetivo militar. Además gozan de una protección especial aquellos bienes que sean
necesarios para la supervivencia de la población civil, tengan una connotación importante para el desarrollo de la humanidad, tales como los dedicados a actividades
culturales, educativas, religiosas. Finalmente, los bienes que contengan fuerzas peligrosas también se protegen, en consideración a los daños que pueda ocasionar al
medio ambiente su destrucción.
En este sentido, para que el bien pueda ser considerado objetivo militar, la destrucción, neutralización o captura del mismo, debe ofrecer una ventaja militar
concreta, no potencial o indeterminada:
Bienes que por naturaleza constituyen objetivos militares: La esencia del bien contribuye eficazmente a la acción militar como armamento o los medios de
transporte de tropa y armas
Bienes que por su ubicación son objetivos militares: Se encuentran los bienes
que como los puentes, colinas, desfiladeros o áreas que su control contribuye al desarrollo de operaciones militares de una de las partes del conflicto o que
contribuyen al esfuerzo militar de estas.
Los bienes que por su finalidad son objetivos militares: .
Los bienes que por su uso son objetivos militares: Los bienes que normalmente se utilizan para fines civiles, sin embargo, por el uso que reciben contribuyen al
esfuerzo militar de una de las partes del conflicto armado y por la tanto se convierten en objetivos militares.
Claro está, en los casos en que los bienes reciben un doble uso, es decir, fines civiles y que también son utilizados para contribuir al esfuerzo militar de una de las
partes, se considera como dudosa su caracterización, y prevalecerá la condición civil del bien y no podrá ser objeto de ataque.
En esta materia, la normatividad interna del Estado colombiano también ha hecho una enumeración de lo que se considera como bien protegido, a saber:
Los de carácter civil que no sean objetivos militares.
Los culturales y los lugares destinados al culto.
Los indispensables para la supervivencia de la población civil.
Los elementos que integran el medio ambiente natural.
Las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas.
En este orden de ideas, las casas civiles que son utilizadas por las FARC para atacar a la Fuerza Pública, los militares y policías pueden usar la fuerza en legítima
defensa, no obstante, pueden convertirse en objetivo militar, cuando los grupos armados
ilegales los utilice para obtener una ventaja militar, caso en el cual se autoriza su destrucción, siempre que las necesidades militares sean superiores a los
daños colaterales.

TAREA No. 20 Valorar la importancia de las reglas de combate y el tratamiento debido a personas protegidas por el Derecho Internacional Humanitario
OBJETIVO GENERAL
Dar a conocer las reglas para el combate y el tratamiento debido a personas protegidas por el DIH, en especial con la contribución a la judicialización de
delincuentes, con posterioridad a un resultado operacional.

OBJETIVO ESPECÍFICO
1. Conocer las reglas de comportamiento en el combate.
2. Conocer los procedimientos con las personas puestas fuera de combate.

DESARROLLO TEMÁTICO
Las reglas mínimas del comportamiento en el combate?
Luche solamente contra el combatiente, respete a las personas civiles y bienes civiles;
Ataque solamente objetivos militares;
Use racionalmente la fuerza.
¿Qué se debe hacer con los combatientes enemigos que se rinden?
Respete su vida;
Desármelos;
Trátelos humanamente;
Entréguelos a su superior.
¿Qué se debe hacer con los combatientes enemigos heridos?
Recójalos;
Asista primero a los más graves;
Entréguelos al personal sanitario más cercano;
Infórmele a su superior.
¿Cómo se debe actuar frente a personas civiles?
Respételas;
Trátelas humanamente;
Protéjalas contra los malos tratos;
Respete sus propiedades;
Entréguelas a su superior.
¿Cuáles son los mandamientos que cobijan a los soldados en el marco del DIH?
1. Sé un soldado disciplinado. La desobediencia de las leyes de la guerra deshonran a tu país, a tu ejército y a ti mismo: es causa de sufrimientos inútiles y, lejos
de debilitar la voluntad de combatir del enemigo, a menudo la refuerza.
2. Combate sólo a tus adversarios y ataca sólo los objetivos militares.
3. No causes más destrucción de la que exige tu misión.
4. No hostigues a los adversarios fuera de combate o que se rindan. Desármalos y entrégalos a tu superior.
5. Recoge y atiende a los heridos y enfermos, amigos o enemigos.
6. Trata con humanidad a todas las personas civiles y a todo adversario en tu poder.
7. Los prisioneros de guerra han de ser tratados con humanidad y no se les puede obligar a dar otra información que la relativa a su identidad. Se
prohíbe toda tortura física o mental de los prisioneros de guerra.
8. No tomes rehenes.
9. Abstente de todo acto de venganza.
10. Respeta a las personas y a los bienes que llevan el emblema de la cruz roja, de la media luna roja, la bandera blanca de parlamento, o los emblemas que
señalan los bienes culturales.
11. Respeta los bienes ajenos. Se prohíbe el pillaje.
Disponible https://www.fac.mil.co/index.php?idcategoria=7210&facmil_2007=b808b8ded16319e806617cb75f3f31f9
Esfuérzate por impedir toda violación de estos mandamientos. Informa a tu superior acerca de las violaciones cometidas. Toda violación de las leyes de la guerra es
punible
¿El miembro de la fuerza pública debe colaborar con autoridades judiciales con posterioridad a un resultado operacional?
Todo miembro de las Fuerzas Militares, en su calidad de funcionario público, tiene deber de colaboración con las autoridades judiciales, tal como lo ordena
la Constitución Nacional en su artículo 113 “Los diferentes órganos del Estado tienen funciones separadas pero colaboran armónicamente para la realización de sus
fines”
La Política de Defensa y Seguridad Democrática, y la Política Integral de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa Nacional, consagran la necesidad de
cooperar con la justicia para consolidar el trabajo de las FFMM.
La muestra más contundente del éxito militar es el normal desempeño de las autoridades judiciales, y por supuesto, la judicialización de aquellos que, en el desarrollo
de la misión, fueron sorprendidos delinquiendo.
Es por ello que las actividades posteriores a la obtención de un resultado operacional, son muy importantes para los órganos de investigación, de ellas puede
depender el éxito o fracaso de la defensa en un eventual proceso judicial.

¿Cuál es el procedimiento a seguir con las personas puestas fuera de combate privadas de la libertad en razón al conflicto armado?
Las personas puestas fuera de combate, ya sea porque han depuesto las armas, han sido capturadas, han sido heridas o han naufragado se tratarán como persona
protegida, se respetará su vida y se brindará la atención humanitaria que requieran.
En caso que se trate de conflicto armado de carácter internacional, adquieren el estatus de prisioneros de guerra, que consiste en el derecho a recibir trato
especial cuando la persona ha sido puesta fuera de combate por rendición, captura o lesión, caso en el cual sólo podrá ser juzgado por el adversario por las
violaciones al DIH que haya cometido, toda vez que tenía el derecho legítimo a enfrentarse en armas.
Sin embargo, en los conflictos armados internos la noción de combatiente tiene una regulación distinta. En efecto, el término combatiente ha sido utilizado únicamente
respecto a los miembros de los grupos armados organizados que son parte contendiente en un conflicto armado de carácter no internacional de una manera general y
solamente para indicar que estas personas no gozan de la protección otorgada a los civiles en relación con los ataques lanzados por la parte contendiente adversa, sin
que ello signifique que tengan derecho al estatuto de prisionero de guerra.
En este mismo sentido se ha pronunciado la Corte Constitucional en los siguientes términos:
(…) para los efectos del principio de distinción en su aplicación a los conflictos armados internos, y de las distintas reglas que lo componen en particular, el Derecho
Internacional Humanitario utiliza el término “combatientes” en su sentido genérico. Está fuera de duda que el término “combatientes” en sentido específico, y las
categorías jurídicas adjuntas como “status de prisionero de guerra”, no son aplicables a los conflictos armados internos”.
En tanto, los miembros de los grupos organizados que participan en el conflicto hacen
parte de la categoría de las personas que participan directamente en las hostilidades, quienes pueden ser atacados, mientras dure tal participación. Al no
considerarse combatientes, tampoco aplica el estatuto de prisionero de guerra.
Esto se debe a que en los conflictos armados no internacionales se continúa aplicando el derecho interno, así, si un disidente que sin justificación legal mata a un
miembro de las fuerzas armadas, comete un delito, por el cual puede ser juzgado de acuerdo con las reglas del Estado, sin tener derecho al estatuto de prisionero de
guerra.
Si existe orden de captura contra la persona puesta fuera de combate, y se logra materializarla se debe seguir los siguientes pasos:
Orden de alto o detención;
identificación del funcionario que captura;
uso de distintivo, carné y uniforme;
abordar e inmovilizar a la persona para evitar que huya;
brindar un trato humano y digno;
identificar plenamente al aprehendido y verificar que corresponda a la persona que se pretendía capturar;
informar inmediatamente de manera verbal y escrita al capturado:
o del hecho que se le atribuye y motivo de su captura, y el funcionario que la ordenó, o de las condiciones de flagrancia en las que se le encontró;
o del derecho a indicar una persona a quien se deba comunicar su aprehensión, dejando la correspondiente constancia de que se surtió la comunicación:
el funcionario responsable del capturado procederá inmediatamente a comunicarle la retención a la persona antes indicada;
o del derecho que tiene a guardar silencio, que las manifestaciones que haga podrán ser usadas en su contra y que no está obligado a declarar en contra de su
cónyuge, compañero permanente o parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o civil y segundo de afinidad; y
o del derecho que tiene a designar y a entrevistarse con un abogado de
confianza en el menor tiempo posible: de no poder hacerlo, el sistema nacional de defensoría pública proveerá su defensa; en ningún caso podrá ser interrogado o
entrevistado sin su consentimiento y la presencia de su defensor;
diligenciar Formato “Acta derechos del capturado” (FPJ6);
en lo posible efectuar valoración médica;
conducir al aprehendido inmediatamente ante la Fiscalía General de la Nación o a la autoridad que haya expedido la orden de captura.
en casos de flagrancia siempre deberá ponerse a disposición de la Fiscalía General de la Nación; la legalización de la captura será de manera inmediata y
en todo caso no podrá superar las 36 horas a partir de que se realice la aprehensión física del capturado: en el término máximo de 36 horas deben surtirse todos los
procedimientos que culminan con la verificación de la legalidad de la captura por parte del Juez de Control de Garantías;
es de destacar que existe un régimen especial para la captura de menores de edad en virtud del cual se diferencia entre los menores de 14 años y los
adolescentes entre los 14 y 18 años: los menores de 14 años deberán dejarse a disposición del Juez de Menores inmediatamente y a más tardar dentro de las 36
horas siguientes a la captura, y no podrán ser privados de la libertad;
en cuanto a los adolescentes, deberán ser conducidos de inmediato al fiscal delegado ante el juzgado penal de adolescentes quien lo pondrá a disposición
del juez de control de garantías: la privación de la libertad de adolescentes, en los casos que proceda, se cumplirá en establecimientos de atención especializada en
programas del Sistema Nacional de Bienestar Familiar siempre separados de los adultos;
Siempre que se realice una captura deberá informarse de manera inmediata al superior jerárquico quien deberá establecer comunicación inmediata con la
Policía Judicial.
La Policía Judicial, junto con el primer respondiente que realizó la captura, formalizará todo el procedimiento necesario para la respectiva legalización;
el arma y los elementos que se hayan encontrado en poder del capturado al momento de su aprehensión deberán ponerse a disposición de la Policía
Judicial junto con la información obtenida, de lo cual se deja constancia en el
Formato de actuación del primer respondiente.
En otros términos, después de ser puesto fuera de combate en calidad de prisionero de guerra, en conflictos de carácter internacional, ó de persona ex participante
directa en las hostilidades, en el conflicto colombiano, tiene derecho a un trato digno, propio de todo ser humano, respetando y garantizando su derecho a un proceso
legítimo, no arbitrario y equitativo.
La persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella. Debe ser
llevada, sin demora, ante un juez de control de garantías. Además tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de
que continúe el proceso.
¿Un militar está facultado para realizar capturas en flagrancia?
Usted como miembro de las Fuerzas Militares puede realizar capturas en flagrancia, especialmente de aquellas personas que se encuentran incursos en el delito de
rebelión este delito de rebelión se encuentra descrito en El artículo 467 del Código Penal Colombiano siguientes términos: “Los que mediante el empleo de las armas
pretendan derrocar al Gobierno Nacional, o suprimir o modificar el régimen constitucional o legal vigente, incurrirán en prisión”.
Para que sea viable la captura en flagrancia de una persona incursa en el delito de rebelión, es indispensable realizar dicha captura durante su participación directa en
las hostilidades, es decir, durante un enfrentamiento o combate.
Sobre el concepto de “participación directa en las hostilidades” el CICR ha expresado
“Derivada del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra, la noción de participación "directa" o "activa" en las hostilidades figura en múltiples disposiciones
del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Las personas civiles que participan directamente en las hostilidades pierden la inmunidad contra los ataques mientras
dure tal participación y, en caso de captura, pueden ser objeto de enjuiciamiento penal en virtud del derecho interno del Estado detenedor….
….En el Comentario sobre el Protocolo adicional I se afirma que el comportamiento de las personas civiles debe constituir una amenaza militar directa e inmediata para
que se le considere una "participación directa en las hostilidades”
… Dentro de estos parámetros, no cabe duda de que un civil que lleva a cabo un ataque está participando directamente en las hostilidades…
En consecuencia, a pesar de conocerse que una persona se encuentra vinculada a organizaciones armadas ilegales, si no se encuentra participando activamente
en las hostilidades, solo procede su captura en cumplimiento de la orden expedida por el juez de o con funciones de control de garantías, a solicitud de la Fiscalía
General de la Nación.

¿Cómo se realiza la captura en flagrancia?


Al materializar la captura tenga en cuenta:
Tome todas las medidas de seguridad para evitar sorpresas durante la captura.
Aborde, desarme e inmovilice al delincuente.
Informe a su superior.
Brinde un trato humano y digno.
Identifique plenamente al aprehendido.
Informe de manera verbal y escrita al capturado sus derechos (artículo 303 del C.P.P.).
Disponible en: http://www.icrc.org/spa/resources/documents/misc/treaty-gc-0-art3-5tdlrm.htm
Diligencie el Formato “Acta derechos del capturado” (FPJ6).
En lo posible efectúe valoración médica.
Conduzca al aprehendido inmediatamente o a más tardar en el término de la distancia ante la Fiscalía General de la Nación o a la Justicia Penal Militar según
sea el caso. En todo caso, la disposición del aprehendido ante la autoridad competente no puede tardar más de 36 horas. Este término se entiende más las
distancias, sin embargo es importante que deje expresa constancia en las actas correspondientes e informe permanentemente a su superior de las circunstancias
climáticas, topográficas o de seguridad, que hacen imposible el traslado del capturado en el término legal.
Tratándose de menores y siempre que las circunstancias del área lo permitan:
• No lo espose, evite que sean recluido en calabozos o cárceles donde estén en contacto con detenidos mayores.
• Deje al menor a disposición de la comisaría de familia del sector correspondiente.
• En caso contrario, asesore a su superior sobre la necesidad de tomar en cuenta estas precauciones.
De todo lo actuado deje constancia en el informe de patrullaje y en su libreta personal.

TAREA No. 21: Conocer las medidas de precaución que se deben adoptar durante las fases de planeamiento y conducción de las operaciones militares .

OBJETIVO GENERAL
Identificar las medidas de precaución que se deben adoptar en el planeamiento y desarrollo de las operaciones militares.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Identificar las normas para la conducción de hostilidades.
2. Determinar los ataques prohibidos.
3. Reconocer el principio de precaución, durante y contra los ataques.
4. Identificar algunos medios y métodos restringidos

DESARROLLO TEMÁTICO

¿Qué se entiende por normas para la conducción de hostilidades?


Se considera oportuno precisar que por conducción de hostilidades se debe entender el desarrollo de operaciones militares en el marco del DIH.
Son normas para la conducción de hostilidades las siguientes:
a. la prohibición de ataques indiscriminados y los sujetos de protección;
b. las precauciones en el ataque y contra los efectos de los ataques;
c. la restricción en los medios y métodos; y
d. la evaluación de la contribución efectiva del objetivo a la acción militar.
¿Qué tipo de ataques están prohibidos y a quien se busca proteger especialmente?
El artículo 48 del Protocolo I a los Convenios de Ginebra consagra de manera expresa el principio de distinción al establecer que “a fin de garantizar el respeto y la
protección de la población civil y de los bienes de carácter civil, las Partes en conflicto harán distinción en todo momento entre población civil y combatientes, y entre
bienes de carácter civil y objetivos militares y, en consecuencia, dirigirán sus operaciones únicamente contra objetivos militares”.
De la aplicación de este principio se derivan un conjunto de reglas que por un lado o prohíben atacar a personas y bienes protegidos, pero que por otro, permiten
hacer uso de la fuerza en contra de personas y bienes no protegidos por el DIH toda vez que este principio ayuda a determinar, por ejemplo, cuándo una persona
puede ser un objetivo militar.
En el caso de los bienes, se consideran civiles aquellos que no son objetienesvos militares. No podrán ser considerados como objetivos miliares:
los bienes indispensables para la supervivencia de la población civil;
los bienes culturales o históricos de inconmensurable valor cultural para la humanidad; y
los bienes o estructuras que contengan fuerzas peligrosas, tales como represas, centrales eléctricas o nucleares entre otros.
En el caso de personas, por su parte, el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra señala que serán protegidos y tratados sin discriminación:
las personas que no participan directamente en las hostilidades;
los miembros de las fuerzas armadas que hayan depuesto las armas; y
las personas que hayan quedado fuera de combate.
Además, el artículo establece un deber de atención a los heridos y enfermos.
El mismo artículo establece las conductas que no están permitidas en relación con las personas protegidas (aunque, valga aclarar, la mayoría de estas conductas
tampoco están permitidas en relación con las personas que participan en las hostilidades):
los atentados a la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles, torturas y suplicios;
la toma de rehenes; los atentados a la dignidad personal, especialmente los tratos humillantes y degradantes; y
las condenas dictadas y las ejecuciones efectuadas sin juicio previo emitido por un tribunal regularmente constituido, provisto de las garantías judiciales
reconocidas como indispensables por los pueblos civilizados.
Por su parte, el Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra agrega a estas prohibiciones los castigos colectivos, los actos de terrorismo, la violación,
la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor, la esclavitud y la trata de esclavos, el pillaje, la orden de que no hayan sobrevivientes y las
amenazas de realizar los actos mencionados.
Todas estas conductas, aunque más específicas, podrían derivarse también del artículo 3 común. De las normas aplicables a los conflictos armados
internacionales y no internacionales y las derivadas del artículo 3 común a los Convenios de Ginebra, se destacan las disposiciones frente a las personas protegidas.
¿Contra quiénes pueden dirigirse ataques directos? y ¿qué hacer en caso de duda?
Sólo pueden entonces dirigirse ataques directos contra aquellas personas que:
1) sean miembros de fuerzas armadas estatales o de grupos armados organizados (“función continua de combate”); o
2) participen directamente en las hostilidades.
¿Qué hacer en caso de duda?
De conformidad con el artículo 50 del Protocolo I, siempre que exista una duda sobre la calidad de una persona, se entenderá que es civil. De ahí que si existe una
duda sobre su pertenencia a un grupo armado organizado o sobre su participación directa en las hostilidades, también debe presumirse que la persona es civil y
por lo tanto evitar cualquier tipo de ataque.
¿Qué precauciones pueden tomarse en caso de ataque para proteger a la población y bienes civiles?
El principio de precaución obliga a que las operaciones militares deban realizarse con cuidado constante de preservar a la población y los bienes civiles. De este
principio se desprenden las siguientes reglas que deben ser tenidas en cuenta en el planeamiento de toda operación militar:
Tomar todas las precauciones razonables para evitar, o reducir a un mínimo, el número de muertos y heridos entre la población civil, así como los daños
incidentales a bienes de carácter civil;
Tomar todas las medidas razonables para verificar si los objetivos que se pretende atacar son objetivos militares;
Tomar todas las medidas razonables para evaluar si el ataque causará incidentalmente muertos o heridos entre la población civil o daños a bienes de
carácter civil, que sean excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista;
Tomar todas las medidas razonables para suspender o anular un ataque si se advierte que el objetivo no es militar o si es de prever que el ataque causará
muertos o heridos entre l+
a población civil o daños a bienes de carácter civil, que sean excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista;
Dar aviso con la debida antelación y por medios eficaces de todo ataque que pueda afectar a la población civil, salvo si las circunstancias lo impiden;
Cuando se pueda elegir entre varios objetivos militares para obtener una ventaja militar similar, optar por el objetivo cuyo ataque presente
previsiblemente menos peligro para las personas civiles y los bienes de carácter civil;
Tomar todas las precauciones razonables para proteger de los efectos de los ataques a la población y los bienes civiles; y
Abstenerse de ordenar el desplazamiento, total o parcial, de la población civil por razones relacionadas con el conflicto, salvo que esta medida sea necesaria
para garantizar la seguridad de la población civil.
En el caso de Colombia, es de especial importancia para las FFMM aplicar el conjunto de estas medidas, para asegurar que sus operaciones no sean causantes de
desplazamiento de la población civil.

¿Qué medios y métodos se encuentran restringidos?


Los medios y los métodos de guerra que pueden emplearse son limitados. Están prohibidas las armas ideadas para causar sufrimientos innecesarios y daños
superfluos. Los principios generales sobre el empleo de la armas establecen que “queda prohibido el empleo de medios y métodos de guerra de tal índole que causen
males superfluos o sufrimientos innecesarios”. De la misma manera, “queda prohibido el empleo de armas de tal índole que sus efectos sean indiscriminados”.
En ese sentido está prohibido el empleo de armas como:
veneno;
armas biológicas;
armas químicas;
balas expansivas;
balas explosivas;
armas cuyo efecto principal es lesionar mediante fragmentos no localizables;
armas láser que causen ceguera;
las municiones en racimo;
as minas antipersonal, tal como han sido definidas en la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas
antipersonal y sobre su destrucción; y
las minas, tal como fueron definidas en el Protocolo sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros
artefactos, enmendado el 3 de mayo de 1996.
De igual forma, dentro de los métodos prohibidos por las normas del DIH es importante resaltar:
la prohibición absoluta sobre el uso de emblemas reconocidos como el de la Cruz Roja, Media Luna Roja o el Cristal Rojo;
la prohibición de no dar cuartel;
la prohibición de atacar a una persona cuando se reconozca que está fuera de combate;
la prohibición de atacar, durante su descenso a toda persona que se haya lanzado de una aeronave en peligro;
la prohibición de destruir o confiscar los bienes del adversario;
la prohibición de pil-laje-;
la prohibición de atacar, destruir, sustraer o inutilizar bienes indispensables para la supervivencia de la población civil;
la prohibición de matar, herir o capturar a un adversario valiéndose de medios pérfidos;
la prohibición de hacer padecer hambre a la población civil como método para ganar la guerra.
Para cumplir con estas reglas, toda orden de operaciones deberá determinar: el tipo
de armamento a emplear; y los métodos y el tipo de unidad militar autorizada, según el ambiente operacional y el uso de la fuerza a aplicar.
Las armas, municiones y explosivos de los que hagan uso las FFMM, deben estar previamente autorizados por ley o reglamento. Todo lo anterior, sin perjuicio de que a
pesar de existir armas permitidas, éstas deban ser empleadas en cumplimiento de los principios de humanidad, necesidad, distinción, proporcionalidad, no reciprocidad y
precaución en el ataque.

HERRAMIENTA PEDAGÓGICA
Apreciado Instructor, para el desarrollo de la presente tarea se le recomienda comentar el siguiente caso a los alumnos.
La matanza de My Lai, Vietnam, 1968
El teniente Calley era jefe de un pelotón en uno de los batallones de infantería de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam. Su compañía formaba parte de una
organización llamada Fuerza de tarea Barker, cuya misión era someter y sacar al enemigo de una zona en la República de Vietnam conocida por el nombre de
Pinkville. Antes del 16 de marzo de 1968, esta zona, que incluía el poblado de My Lai, era uno de los bastiones del Viet Cong. La compañía del teniente Calley,
Compañía C, había operado en la zona envarias oportunidades y, cada vez, había sufrido bajas por disparos de francotiradores, fuego de ametralladora, minas y
demás formas de ataque.
El teniente Calley había acompañado al pelotón en algunas de las incursiones. El 15 de marzo de 1968, se celebraron honras fúnebres en memoria de los caídos de
la compañía en la zona en anteriores semanas. Tras la celebración, el capitán Ernest L. Medina, oficial al mando de la Compañía C, impartió instrucciones a la
compañía acerca de una misión en la zona de Pinkville que debía realizar al día siguiente. Según datos de los servicios de inteligencia, la unidad se enfrentaría a un
batallón enemigo veterano y todas las personas civiles estarían fuera de la zona. La misión consistía en destruir al enemigo.
Más adelante, en las diligencias de la corte marcial hubo una discusión acerca de lo
que significaba la orden de «destruir». El capitán Medina declaró que había impartido instrucciones a las tropas según las cuales tenían que destruir My Lai, «quemando
chozas, matando al ganado, cerrando los pozos y destruyendo las cosechas de alimentos». Cuando se le preguntó acerca de si había que matar a las mujeres y a los
niños, Medina dijo que había dicho que no, y que había añadido: «deben ustedes hacer uso de sentido común. Si ellos tienen armas y tratan de atacarlos a
ustedes, entonces pueden responder disparando».
Sin embargo, el teniente Calley, declaró en su testimonio que el capitán Medina informó a las tropas de que tenían que matar a todo ser viviente – hombres,
mujeres, niños y animales, y que en ningún caso podían dejar con vida a ningún vietnamita a su paso por los poblados, rumbo a su objetivo final.
La operación comenzó el 16 de marzo de 1968, con fuego de destrucción. La Compañía C fue luego trasladada al poblado en helicópteros. El pelotón del teniente
Calley se trasladó en el primer viaje. La unidad no fue objeto de fuego enemigo procedente del poblado. Al entrar en el poblado, el pelotón sólo encontró a hombres,
mujeres y niños, todos ellos desarmados y sin oponer resistencia alguna. Se rodeó a los aldeanos y fueron reunidos en puntos de recogida. El teniente Calley declaró en
su testimonio que en ese momento el capitán Medina le ordenó, por radio, que «acabe con los aldeanos». El teniente Calley declaró también que había obedecido a
las órdenes, porque había sido instruido en la doctrina de la obediencia, a lo largo de su carrera militar.
El capitán Medina negó haber dado nunca semejante orden. Así pues, el teniente Calley efectuó los siguientes actos, por los que fue declarado culpable: Él dijo al
soldado de primera, Paul D. Meadlo, que estaba vigilando a un grupo de 30 ó 40 ancianos, mujeres y niños, «ya sabes lo que tienes que hacer», tras lo cual se marchó
y, cuando regresó, preguntó al soldado Meadlo por qué no estaban muertos aún, a lo que Meadlo respondió que no había entendido que lo que el teniente Calley
quería era que los matase. El teniente Calley dijo que los quería muertos, tras lo cual él y el soldado Meadlo abrieron fuego contra el grupo, hasta que sólo quedaron
vivos algunos niños. El teniente Calley entonces, personalmente, mató a los niños y para ello utilizó 4 ó 5 cargadores de su rifle M-16
El teniente Calley y el soldado de primera Meadlo se trasladaron luego desde el sitio a una acequia de irrigación situada en la parte este de My Lai. Allí encontraron a
otro grupo de personas civiles, que eran vigiladas por varios soldados. El soldado de primera Meadlo calculó que había entre 75 y 100 personas en dicho grupo. El
teniente Calley indicó «Meadlo, tenemos que cumplir con otro trabajo» y ordenó al grupo meterse en la zanja, y, luego, Meadlo y él abrieron fuego. Aunque el teniente
Calley le ordenase disparar, el soldado James J. Dursi se negó a participar en la matanza, y el especialista de cuarta, Robert E. Maples, se negó a entregar su
ametralladora al teniente Calley para que la usase en la matanza. El teniente Calley reconoció haber disparado contra la gente en la zanja, con la boca de su arma a
menos de dos metros de distancia de las personas que allí se encontraban, para lo cual utilizó de 10 a 15 cargadores de munición.
Con el operador de radio, soldado Charles Sledge, el teniente Calley se dirigió al extremo norte de la zanja, donde encontró a un anciano monje vietnamita al que
interrogó, golpeó con su rifle y disparó en la cabeza. El teniente Calley admitió haber interrogado y golpeado al monje pero, negó haberle disparado. Asimismo, negó
haber disparado a un niño que huía de la aldea.
Para su defensa, el teniente Calley se basó en la obediencia a órdenes superiores, en el desconocimiento del derecho de los conflictos armados y en el hecho de que,
honradamente, creía que no había personas civiles inocentes en la aldea. La corte marcial halló culpable al teniente Calley de los delitos más arriba descritos, tras lo
cual fue expulsado del ejército y sentenciado a 20 años de cárcel y trabajos forzados. La segunda parte de la sentencia se anuló después. Resumiendo el caso, el juez
Quinn dijo: «suponiendo que el teniente Calley fuese la persona más ignorante del ejército de Estados Unidos en Vietnam o la más inteligente, en ambos casos, se debe
presumir que sabía que no podía matar a esas personas»

TAREA No. 22 Conocer e identificar los signos, símbolos y emblemas protectores ante el Derecho Internacional Humanitario
OBJETIVO GENERAL
Identificar su uso en cada uno de ellos.
OBJETIVO ESPECÍFICO
Identificar las características y protección que ofrece cada uno de ellos en el marco de un conflicto armado.

DESARROLLO TEMÁTICO

¿Cuáles son las características de la de la Cruz Roja/ Media Luna Roja/ Cristal Rojo.
El desarrollo doctrinal del Derecho Internacional Humanitario equipara la misión médica a la actividad médica, es decir, a “las tareas que el personal asistencial
cumple de conformidad con sus obligaciones profesionales”.
La protección a la misión médica se consagró por primera vez en el Convenio de Ginebra de 1864, a través del reconocimiento de neutralidad y por tanto, la exigencia
de respeto a las ambulancias y los hospitales para el mejoramiento de la suerte de los militares heridos en los ejércitos en campaña. Protección que se hizo extensiva
al personal sanitario, el cual incluía no solo al personal médico, sino también al de intendencia, administración, transporte, capellanes, entre otros.
Esta misma disposición ha sido retomada en los Cuatro Convenios de Ginebra, los cuales consagran la obligación para las partes en conflicto y para la población, no
sólo de respetar a los heridos, enfermos y muertos, sino además de buscarlos y recogerlos, para protegerlos contra el pillaje y los malos tratos, además de
proporcionarles la asistencia necesaria. Esta normatividad también prevé que la potencia ocupante puede detener al personal sanitario y religioso para que
preste sus servicios a los prisioneros de guerra.
Tal protección ha sido especificada en los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra, para garantizar la neutralidad de la actividad médica, mientras se
desarrolla la acción para atender a los heridos, los enfermos y los náufragos.
El Protocolo II de 1977 adicional a los Cuatro Convenios de Ginebra de 1949 en sus artículos 7, 8, 9, 10, 11, 12 y 18 consagra, entre otros aspectos, que el personal de
salud tanto civil como militar, toda vez que no participan directamente de las hostilidades, tiene derecho a la protección de su vida y a que se respete su integridad física
y su dignidad. Así mismo contempla que el cuidado a los heridos y enfermos, hayan participado o no en las hostilidades, se hará sin distinción alguna que no esté
basada en criterios médicos.
En un sentido amplio, su artículo 10 establece el libre ejercicio y la realización de la actividad médica, protegiendo no sólo a los médicos, sino también a todas
las personas que ejerzan profesionalmente esta actividad.
Para asegurar tal protección se han establecido signos distintivos como la cruz roja, el cristal rojo, la media luna roja o el león y sol rojo sobre fondo blanco, para señalar
a las unidades y medios de transporte sanitarios, al personal sanitario y religioso, así como su equipo y material, las cuales no podrán ser atacadas por las partes
enfrentadas.

Ilustración 1. Signos Distintivos

La protección de estos emblemas se encuentra regulada por la Ley 875 de 2004, “por la cual se regula el uso del emblema de la Cruz Roja y la Media Luna Roja y
otros emblemas protegidos por los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus Protocolos Adicionales”, y por el Decreto 138 del 25 de enero de 2005.
El artículo 5 de esta ley autoriza el uso del emblema de la cruz roja a la Fuerza Pública, bajo el control del Ministerio de Defensa Nacional, para identificar su
personal sanitario y religioso, sus unidades y medios de transporte sanitarios terrestres, aéreos y acuáticos, tanto en tiempo de paz como en tiempo de conflicto
armado.
Para estos efectos, el personal sanitario y religioso llevará un brazalete y una tarjeta de identidad provistos del emblema de la cruz roja, proporcionados por el
Ministerio de Defensa Nacional, y las unidades y medios de transporte del servicio sanitario de la
Fuerza Pública portarán el emblema de la cruz roja sobre un recuadro blanco, colocando por fuera de este el nombre de la institución a la cual pertenece el bien.
El uso indebido de tales signos se ha tipificado como delito en el artículo 143 del código penal bajo el delito de perfidia, en los siguientes términos:
“El que, con ocasión y en desarrollo de conflicto armado y con el propósito de dañar o atacar al adversario, simule la condición de persona protegida o utilice
indebidamente signos de protección como la Cruz Roja o la Media Luna Roja, la bandera de las Naciones Unidas o de otros organismos Intergubernamentales, la
bandera blanca de parlamento o de rendición, banderas o uniformes de países neutrales o de destacamentos militares o policiales de las Naciones Unidas u otros
signos de protección contemplados en tratados internacionales ratificados por Colombia, incurrirá por esa sola conducta en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento
cuarenta y cuatro (144) meses y multa de sesenta y seis punto sesenta y seis (66.66) a ciento cincuenta (150) salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
Además de la pena en que se puedan incurrir, los miembros de las Fuerzas Militares que abusen del emblema de la Cruz Roja, incurrirán en falta gravísima de acuerdo
con lo establecido el numeral 34 del artículo 58 de la Ley 836, del 16 de julio de 2003 - Reglamento de Régimen Disciplinario para las Fuerzas Militares en
concordancia con el numeral 7, artículo 48 de la Ley 734 de 2002 -Código Disciplinario Único.

 Brazalete cuyo modelo único será confeccionado en material impermeable, de color negro de 50 cm. de longitud por
12 cm. de ancho, que en el centro contendrá un cuadrado blanco de 9 cm. de lado, en cuyo interior se bordará la Cruz Roja de 8 cm. de longitud, formada por dos bandas de las mismas
dimensiones de ancho, una horizontal y otra vertical, que se cruzan por la mitad formando cinco cuadrados exactos, indicando en la parte inferior-exterior del cuadrado blanco, el nombre
de la Fuerza a la cual pertenece quien lo porta.
 El personal sanitario y religioso de la Fuerza Pública debidamente autorizado portará la tarjeta de identificación con
el emblema de la Cruz
Roja, diseñada en material plastificado que ofrezca garantía contra su adulteración o falsificación, de 85 mm de longitud por 50 mm de ancho,
fondo blanco, en el cual estará inscrita la Cruz Roja, formada por dos bandas, una horizontal y otra vertical, que se cruzan por la mitad formando cinco cuadrados exactos, cada uno
de ellos de 8mm de lado. La tarjeta contendrá:
a) En el anverso:
● La indicación de la fuerza y unidad a la que pertenece el titular.
● Nombre, apellidos, documento de identidad, grupo sanguíneo, fecha de nacimiento del titular.
● Fecha de expedición y vencimiento de la tarjeta.
● La indicación de tratarse de personal sanitario o religioso, militar o civil, permanente o temporal.
● Número interno de la tarjeta.
● Firma de la autoridad que expide la tarjeta.
● La leyenda: «El titular de esta tarjeta está protegido por los Convenios de Ginebra de 1949 y los Protocolos I y II Adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949, relativos a la
protección de las víctimas de los conflictos armados.»
● Estatura, color de ojos y de cabello, del titular.
● Señales particulares del titular.
● Fotografía del titular.
● Firma del titular
● Huella dactilar del pulgar derecho del titular.
¿Cuáles son las funciones de la Cruz Roja/ Media Luna Roja/ Cristal Rojo?
El uso de este emblema otorga derechos de respeto, protección y facilidades para su labor, a no ser cuestionados por actuar éticamente, y a no obligar a violar la ética
ni a prestar atención en condiciones inadecuadas.
Así mismo, el personal de salud que haga uso del Emblema sólo podrá utilizarlo para realizar acciones propias de la Misión Médica y debe ajustarse a los principios
de la ética profesional de imparcialidad, neutralidad, distinción y secreto profesional.
La imparcialidad consiste en atender humanamente a todas las víctimas sin distinción alguna, priorizando únicamente con base en criterios médicos, sin importar que
hayan o no tomado parte en las hostilidades.
El deber de neutralidad se refiere a la prohibición del personal sanitario de realizar cualquier acto que pueda interpretarse a favor de los intereses de una de las
partes en conflicto o en detrimento de los intereses de la otra.
Específicamente para la Misión Médica, la distinción radica en hacer visible la protección especial dada al personal, transportes y unidades sanitarios, lo cual incluye la
identificación y el uso del emblema protector. Adicionalmente, el principio de distinción implica hacer lo posible para evitar que los medios de transporte sanitarios y las
instalaciones de salud se puedan convertir en objetivo militar y prevenir que el personal sanitario sea sujeto de ataque.
Finalmente, el secreto profesional como información reservada o confidencial que se conoce por el ejercicio de determinada profesión o actividad, se convierte tanto en
un deber como en un derecho del personal sanitario, que supone la reserva plena y total del historial clínico que hace parte de la intimidad de una persona, y evitar el
registro de información de carácter estratégico-militar, así como la relacionada con la condición jurídico-penal del paciente.
De los principios enunciados se infieren los deberes del personal sanitario de:
Atender humanamente a todas las víctimas sin distinción alguna, determinando la prioridad en la atención únicamente con base en criterios médicos.
Abstenerse de participar en las hostilidades.
Portar su identificación.
Actuar siempre de acuerdo con los principios éticos de su profesión.
Evitar comentarios, acciones o actos hostiles que interfieran con el ejercicio de la Misión Médica.
Abstenerse de dar uso indebido del Emblema.
Mantener el secreto profesional.
¿Cuáles son las características de los signos protectores y distintivos?
Los signos protectores y distintivos se entienden como aquellos símbolos que identifican aquellas personas o bienes que hacen parte de un grupo de protección
internacional y que, por lo tanto, no pueden ser objetivo militar dentro de un conflicto y deben ser respetados por las partes en conflicto. Estos símbolos o signos deben
estar formados o ser de la siguiente manera:
La cruz roja (o la media luna roja) sobre fondo blanco, que protege al personal sanitario y religioso, las unidades sanitarias, los medios de transporte sanitario;
bandas oblicuas rojas sobre fondo blanco, que designan las zonas y localidades sanitarias y de seguridad;
un escudo en punta, partido en aspa, formado por un cuadrado azul ultramar y blanco, (el escudo contiene un cuadrado azul ultramar, uno de cuyos vértices
ocupa la parte inferior del escudo, y un triángulo también azul ultramar en la parte superior; en los flancos se hayan sendos triángulos blancos limitados por las
áreas azul ultramar y los bordes laterales del escudo), para proteger los bienes culturales;
Un triángulo equilátero azul sobre fondo naranja, para proteger al personal, las instalaciones y el material de la protección civil;
Un grupo de tres círculos del mismo tamaño de color naranja vivo a lo largo de un mismo eje, debiendo ser la distancia entre los círculos equivalente a su
radio, para proteger las obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas;
Signos que deben colocarse siempre que haya que proteger una localidad no defendida, una zona neutralizada o una zona desmilitarizada;
La bandera blanca que protege al parlamentario; Las siglas PG, PW o IC que protegen los campamentos de internamiento de prisioneros de guerra, por
una parte, y los internados civiles, por otra”.
De igual forma, el Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra, determina que “se entiende por "signo distintivo" la cruz roja, la media luna roja o el león y sol rojos
sobre fondo blanco, cuando se utilicen para la protección de unidades y medios de transporte sanitarios y del personal sanitario y religioso, su equipo y material”.
El I Convenio de Ginebra, en su capítulo VII, artículo 38, establece su propio signo distintivo, el cual consta de un “signo heráldico de la cruz roja sobre fondo
blanco, formado por intervención de los colores federales, se mantiene como emblema y signo distintivo del Servicio Sanitario de los ejércitos”.
Por otro lado, el Convenio establece que todo el personal sanitario y religioso debe portar una tarjeta de identidad especial que contenga el signo protector y
distintivo que garantice su pertenencia a algún grupo de protección internacional y que cumpla con las disposiciones de uniformidad y resistencia que plantea el
convenio; igualmente, este debe ser respetado y no se puede privar de su uso. Además, olas unidades y establecimientos sanitarios y neutrales deben portar la
bandera distintiva del convenio, la cual debe estar visible y para lo cual, se deben tomar todas las medida necesarias por las autoridades militares.

Disponible en:http://www.derechoshumanos.gov.co/Prensa/Destacados/Paginas/glosario_derecho_internacional_humanitario.aspx#s
¿Qué protección ofrecen los signos protectores y distintivos?
La protección general de la misión médica se consagra en el Derecho Internacional Humanitario para garantizar la inmunidad de quienes ejercen una actividad
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médica, y de esta a su vez se desprende de la protección que le es propia a los heridos y enfermos así como a la población civil , por el hecho de no participar o
haber dejado de participar directamente en las hostilidades.
¿Cuál es el respeto que se le debe tener a los signos protectores y distintivos?
Existen limitaciones para el uso de los signos del convenio. Por un lado, éstos podrán usarse exclusivamente para proteger las unidades y establecimientos
mencionados en el párrafo anterior y al personal que haga parte de los mismos o de los grupos de protección internacional.
Por otro lado, el Protocolo Adicional a los Convenios, en el artículo 37, expone que está prohibida la perfidia, entendida ésta cuando se presentan actos donde una
de las partes en conflicto argumenta que ostenta protección con el fin de engañarlo. Así mismo, el mismo artículo establece los ejemplos que constituyen perfidia:
a) simular la intención de negociar bajo bandera de parlamento o de rendición;
b) simular una incapacitación por heridas o enfermedad;
c) simular el estatuto de personal civil, no combatiente; y
d) simular que se posee un estatuto de protección, mediante el uso de signos, emblemas o uniformes de las Naciones Unidas o de Estados neutrales o de otros
Estados que no sean Partes en el conflicto.
Finalmente, el artículo 38 del mismo Protocolo, prohíbe el uso indebido o malintencionado de los signos distintivos de Naciones Unidas, la cruz roja, la media luna
y el león y sol rojos, así como de otros símbolos que se establezcan en otros convenios internacionales.
Para asegurar el respeto a la misión médica, el legislador colombiano tipificó algunas conductas en el Código Penal (Ley 599 de 2000), tanto en tiempo de paz
como en tiempo de conflicto armado.
En todo tiempo se configura como delito la omisión de socorro (artículo 131), que consiste en omitir, sin justa causa, auxiliar a una persona cuya vida se encuentre en
peligro.
En ocasión y en desarrollo a un conflicto armado, el código tipifica en el Título II los "Delitos contra personas y bienes protegidos por el Derecho
Internacional Humanitario", el cual establece los delitos de homicidio, lesiones personales, tortura, acceso carnal violento o actos sexuales cuando se cometan en
persona protegida, protección general para la población civil, personas que han dejado de participar en las hostilidades y obviamente, para la misión médica.
Además se encuentran algunos delitos para proteger de manera especial al personal sanitario, a los bienes e instalaciones sanitarias, a los medios de transporte y
a las actividades asistenciales, en contexto de conflicto armado, el artículo 152 penaliza la omisión de medidas de socorro y asistencia humanitaria favor de las
personas protegidas, para quien esté obligada a prestarlas; el artículo 153 tipifica la obstaculización de tareas sanitarias y humanitarias al personal médico, sanitario o
de socorro o a la población civil, finalmente el artículo 155 consagra como delito la destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario, sin justificación basada
en imperiosas necesidades militares, y sin que se haya tomado previamente las medidas de protección adecuadas y oportunas.
¿Cuál es el uso adecuado se le debe tener a los signos protectores y distintivos?

La protección de estos emblemas se encuentra regulada por la Ley 875 de 2004, “por la cual se regula el uso del emblema de la Cruz Roja y la Media Luna Roja
y otros emblemas protegidos por los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus Protocolos Adicionales”, y por el Decreto 138 del 25 de enero de 2005.
El artículo 5 de esta ley autoriza el uso del emblema de la cruz roja a la Fuerza Pública, bajo el control del Ministerio de Defensa Nacional, para identificar su
personal sanitario y religioso, sus unidades y medios de transporte sanitarios terrestres, aéreos y acuáticos, tanto en tiempo de paz como en tiempo de conflicto
armado.
Para estos efectos, el personal sanitario y religioso llevará un brazalete y una tarjeta de identidad provistos del emblema de la cruz roja, proporcionados por el
Ministerio de Defensa Nacional, y las unidades y medios de transporte del servicio sanitario de la Fuerza Pública portarán el emblema de la cruz roja sobre un
recuadro blanco, colocando por fuera de este el nombre de la institución a la cual pertenece el bien.
 Brazalete cuyo modelo único será confeccionado en material impermeable, de color negro de 50 cm. de longitud por
12 cm. de ancho, que en el centro contendrá un cuadrado blanco de 9 cm. de lado, en cuyo interior se bordará la Cruz Roja de 8 cm. de longitud, formada por dos bandas de las mismas dimensiones de
ancho, una horizontal y otra vertical, que se cruzan por la mitad formando cinco cuadrados exactos, indicando en la parte inferior-exterior del cuadrado blanco, el nombre de la Fuerza a la cual pertenece quien
lo porta.
 El personal sanitario y religioso de la Fuerza Pública debidamente autorizado portará la tarjeta de identificación con el emblema de la Cruz
Roja, diseñada en material plastificado que ofrezca garantía contra su adulteración o falsificación, de 85 mm de longitud por 50 mm de ancho,
fondo blanco, en el cual estará inscrita la Cruz Roja, formada por dos bandas, una horizontal y otra vertical, que se cruzan por la mitad formando cinco cuadrados exactos, cada uno de ellos de 8mm de
lado. La tarjeta contendrá:
a) En el anverso:
● La indicación de la fuerza y unidad a la que pertenece el titular.
● Nombre, apellidos, documento de identidad, grupo sanguíneo, fecha de nacimiento del titular.
● Fecha de expedición y vencimiento de la tarjeta.
● La indicación de tratarse de personal sanitario o religioso, militar o civil, permanente o temporal.
● Número interno de la tarjeta.
● Firma de la autoridad que expide la tarjeta.
● La leyenda: «El titular de esta tarjeta está protegido por los Convenios de Ginebra de 1949 y los Protocolos I y II Adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949, relativos a la protección de las víctimas
de los conflictos armados.»
● Estatura, color de ojos y de cabello, del titular.
● Señales particulares del titular.
● Fotografía del titular.
● Firma del titular.
● Huella dactilar del pulgar derecho del titular.

TAREA No. 23 Descubrir las consecuencias, a nivel personal, de la participación en graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
OBJETIVO GENERAL
Conocer las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario -crímenes de guerra- su prevención y sanción.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Conocer las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario.
2. Identificar el concepto de obediencia debida.
3. Identificar las normas penales y disciplinarias que sancionan estas conductas.

DESARROLLO TEMÁTICO

¿Desde el ámbito del Derecho Internacional Humanitario, que se entiende por infracciones graves?
De acuerdo al Protocolo I de 1977, las infracciones graves son calificadas como crímenes de guerra; se encuentran enumeradas en los tratados de Ginebra siempre
que se cometan contra personas y bienes protegidos.
Son crímenes de guerra:
Homicidio internacional.
Tortura, tratos inhumanos y experimentos biológicos.
Omisión deliberada que ponga en peligro la integridad personal de una persona que se encuentra en poder de una parte contraria de aquella de la que
depende.
Deportación o traslados ilegales.
Detención ilegal
Obligar a un persona a servir en las Fuerzas Armadas de la Potencia enemiga.
Privar a una persona de su derecho de ser juzgada regular e imparcialmente.
Toma de rehenes.
Destrucción y apropiación no justificada de bienes por necesidades militares, realizadas arbitrariamente.
También constituyen crímenes de guerra los siguientes actos, siempre que se cometan con dolo y que ocasionen la muerte o perjudiquen gravemente la
integridad personal o la salud:
Ataques a la población civil y contra los bienes de civiles.
Ataques indiscriminados o ataques contra obras o instalaciones que contengan fuerzas peligrosas, con conocimiento de que este ataque causará pérdidas de
vidas humanas, heridos, daños a los bienes civiles que sean excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista.
Ataque contra localidades no defendidas y zonas desmilitarizadas.
Ataques contra las personas reconocidas fuera de combate.
Uso pérfido del signo de la Cruz Roja (o la Media Luna Roja) u otros signos protectores reconocidos.
También se califican como infracciones graves:
El traslado por la Potencia ocupante de parte de la propia población civil al territorio que ocupa.
La deportación de la totalidad o una parte de la población de ese territorio.
La demora injustificada en la repatriación de prisioneros de guerra o de personas civiles.
¿Qué significa la obligación de reprimir los crímenes de guerra?

Todos los Estados tienen derecho a juzgar o extraditar a cualquier persona acusada de haber cometido un crimen de guerra, sea cual fuere la nacionalidad del
autor, de la víctima o el lugar donde se cometió el acto.
Los Estados tienen las siguientes obligaciones:
Adelantar diligencias judiciales respecto de los crímenes de guerra que cometan sus tropas.
Adelantar diligencias judiciales respecto de los crímenes de guerra que se cometan en su territorio o en otro territorio bajo su control.
Buscar a las personas acusadas de haber cometido u ordenado cometer infracciones graves, así como de juzgar a dichas personas o extraditarlas, sea
cual fuere la nacionalidad del autor de la violación, de la víctima o el lugar donde se haya cometido el acto.
¿Qué es la de obediencia debida?
La obediencia debida se encuentra consagrada en el inciso 2° del numeral 4 del artículo 32 de la Ley 599 de 2000, como eximente de responsabilidad, del cual
se desprende que sólo se podrá descartar la obediencia debida como eximente de responsabilidad cuando se trate de los delitos de genocidio, desaparición forzada y
tortura
Sin embargo, la Corte Constitucional aclaró que la referencia de la norma no es cerrada, taxativa sino enunciativa de los comportamientos que no reconocen la
obediencia debida.
La obediencia debida prosperará como eximente de responsabilidad cuando cumpla con:
Es necesario entonces que se obre en cumplimiento de orden legítima, lo que implica que no sea antijurídica,
Que ésta sea emitida por la autoridad competente, y
Que se respeten las formalidades legales.
En otros términos, la orden del superior que debe cumplir el inferior no deberá ejecutarse cuando sea manifiestamente contrario a derecho. El funcionario público debe
abstenerse de cumplirla, so pena de que al realizar la actuación contenida en el mandato se deriven consecuencias punibles, caso en el cual responderá al igual que
su superior. Es decir, que la orden debe ser legítima; que aun cuando se emita con las formalidades legales, si tiene un contenido antijurídico jamás podrá justificar
el hecho, porque del artículo 91 no se desprende un obedecimiento ciego, sino su cumplimiento dentro de los límites racionales y coherentes que demandan un Estado
de derecho.

¿Cuándo estamos en presencia de responsabilidad por la comisión de una infracción grave en el marco del DIH?
Todos los miembros de las fuerzas armadas, sea cual fuere su rango, tienen la responsabilidad personal de aplicar el derecho en todas las circunstancias.
La responsabilidad penal individual por crímenes de guerra cometidos en conflictos armados internacionales se ha visto reflejado en las diferentes sentencias emanadas
por tribunales penales internacionales como los tribunales de Núremberg y Tokio, así
como del Estatuto del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y del Estatuto
de la Corte Penal Internacional.
Las personas no solamente son responsables penalmente por la realización de crímenes de guerra, sino también de las tentativas de delitos penales de tales
crímenes, de igual forma hay responsabilidad penal por involucrarse con asistencia, facilitación, incitación o participación en la comisión de un crimen de guerra.
Es importante indicar que los jefes y otros superiores son responsables por los crímenes de guerra cometidos en cumplimiento de sus órdenes.
De conformidad con el derecho, los jefes son penalmente responsables cuando:
1. sabían o deberían haber sabido que sus subordinados iban a cometer una infracción del derecho, es decir, un crimen de guerra, pero no tomaron medidas para
impedirla.
2. no incoan procedimientos (castigar o denunciar) contra los subordinados que hayan cometido un crimen de guerra.
Por consiguiente, un superior no puede esgrimir el argumento de «no sabía», ya que el mando implica, precisamente, tener control y hacerse responsable de lo que
ocurra bajo su mando en todo momento y en toda circunstancia
HERRAMIENTA PEDAGÓGICA

Apreciado Instructor, para el desarrollo de la presente tarea se le recomienda comentar el siguiente caso al personal de alumnos.

La matanza de My Lai, Vietnam, 1968


El teniente Calley era jefe de un pelotón en uno de los batallones de infantería de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam. Su compañía formaba parte de una
organización llamada Fuerza de tarea Barker, cuya misión era someter y sacar al enemigo de una zona en la República de Vietnam conocida por el nombre de
Pinkville. Antes del 16 de marzo de 1968, esta zona, que incluía el poblado de My Lai, era uno de los bastiones del Viet Cong. La compañía del teniente Calley,
Compañía C, había operado en la zona envarias oportunidades y, cada vez, había sufrido bajas por disparos de francotiradores, fuego de ametralladora, minas y
demás formas de ataque.
El teniente Calley había acompañado al pelotón en algunas de las incursiones. El 15 de marzo de 1968, se celebraron honras fúnebres en memoria de los caídos de
la compañía en la zona en anteriores semanas. Tras la celebración, el capitán Ernest L. Medina, oficial al mando de la Compañía C, impartió instrucciones a la
compañía acerca de una misión en la zona de Pinkville que debía realizar al día siguiente. Según datos de los servicios de inteligencia, la unidad se enfrentaría a un
batallón enemigo veterano y todas las personas civiles estarían fuera de la zona. La misión consistía en destruir al enemigo.
Más adelante, en las diligencias de la corte marcial hubo una discusión acerca de lo que significaba la orden de «destruir». El capitán Medina declaró que había
impartido instrucciones a las tropas según las cuales tenían que destruir My Lai, «quemando chozas, matando al ganado, cerrando los pozos y destruyendo las
cosechas de alimentos». Cuando se le preguntó acerca de si había que matar a las mujeres y a los niños, Medina dijo que había dicho que no, y que había
añadido: «deben ustedes hacer uso de sentido común. Si ellos tienen armas y tratan de atacarlos a ustedes, entonces pueden responder disparando».
Sin embargo, el teniente Calley, declaró en su testimonio que el capitán Medina informó a las tropas de que tenían que matar a todo ser viviente – hombres,
mujeres niños y animales, y que en ningún caso podían dejar con vida a ningún vietnamita a su paso por los poblados, rumbo a su objetivo final.
La operación comenzó el 16 de marzo de 1968, con fuego de destrucción. La Compañía C fue luego trasladada al poblado en helicópteros. El pelotón del teniente
Calley se trasladó en el primer viaje. La unidad no fue objeto de fuego enemigo procedente del poblado. Al entrar en el poblado, el pelotón sólo encontró a hombres,
mujeres y niños, todos ellos desarmados y sin oponer resistencia alguna. Se rodeó a los aldeanos y fueron reunidos en puntos de recogida. El teniente Calley declaró en
su testimonio que en ese momento el capitán Medina le ordenó, por radio, que «acabe con los aldeanos». El teniente Calley declaró también que había obedecido a
las órdenes, porque había sido instruido en la doctrina de la obediencia, a lo largo de su carrera militar.
El capitán Medina negó haber dado nunca semejante orden. Así pues, el teniente Calley efectuó los siguientes actos, por los que fue declarado culpable: Él dijo al
soldado de primera, Paul D. Meadlo, que estaba vigilando a un grupo de 30 ó 40 ancianos, mujeres y niños, «ya sabes lo que tienes que hacer», tras lo cual se marchó
y, cuando regresó, preguntó al soldado Meadlo por qué no estaban muertos aún, a lo que Meadlo respondió que no había entendido que lo que el teniente Calley
quería era que los matase. El teniente Calley dijo que los quería muertos, tras lo cual él y el soldado Meadlo abrieron fuego contra el grupo, hasta que sólo quedaron
vivos algunos niños. El teniente Calley entonces, personalmente, mató a los niños y para ello utilizó 4 ó 5 cargadores de su rifle M-16.
El teniente Calley y el soldado de primera Meadlo se trasladaron luego desde el sitio a una acequia de irrigación situada en la parte este de My Lai. Allí encontraron a
otro grupo de personas civiles, que eran vigiladas por varios soldados. El soldado de primera Meadlo calculó que había entre 75 y 100 personas en dicho grupo. El
teniente Calley indicó «Meadlo, tenemos que cumplir con otro trabajo» y ordenó al grupo meterse en la zanja, y, luego, Meadlo y él abrieron fuego. Aunque el teniente
Calley le ordenase disparar, el soldado James J. Dursi se negó a participar en la matanza, y el especialista de cuarta, Robert E. Maples, se negó a entregar su
ametralladora al teniente Calley para que la usase en la matanza. El teniente Calley reconoció haber disparado contra la gente en la zanja, con la boca de su arma a
menos de dos metros
de distancia de las personas que allí se encontraban, para lo cual utilizó de 10 a 15
cargadores de munición.
Con el operador de radio, soldado Charles Sledge, el teniente Calley se dirigió al extremo norte de la zanja, donde encontró a un anciano monje vietnamita al que
interrogó, golpeó con su rifle y disparó en la cabeza. El teniente Calley admitió haber interrogado y golpeado al monje pero, negó haberle disparado. Asimismo, negó
haber disparado a un niño que huía de la aldea.
Para su defensa, el teniente Calley se basó en la obediencia a órdenes superiores, en el desconocimiento del derecho de los conflictos armados y en el hecho de que,
honradamente, creía que no había personas civiles inocentes en la aldea. La corte marcial halló culpable al teniente Calley de los delitos más arriba descritos, tras lo
cual fue expulsado del ejército y sentenciado a 20 años de cárcel y trabajos forzados. La segunda parte de la sentencia se anuló después. Resumiendo el caso, el juez
Quinn dijo: «suponiendo que el teniente Calley fuese la persona más ignorante del ejército de Estados Unidos en Vietnam o la más inteligente, en ambos casos, se debe
presumir que sabía que no podía matar a esas personas

TAREA No. 24 Conocer la responsabilidad del Comandante a la luz del Derecho Internacional Humanitario.

OBJETIVO GENERAL
Determinar la responsabilidad del mando militar a la luz del Derecho Internacional Humanitario.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Determinar los tipos de responsabilidad: penal, disciplinaria y administrativa del Comandante (por acción, omisión y extralimitación de funciones).
2. Identificar los eximentes de responsabilidad penal y disciplinaria.

DESARROLLO TEMÁTICO

¿Cuál es la responsabilidad del comandante militar a la luz del DIH?

Según el artículo 221 de la Constitución, “los delitos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, y en relación con el mismo servicio” son de
conocimiento de la Justicia Penal Militar. Sin embargo, la Corte Constitucional en su jurisprudencia ha delimitado la justicia penal militar, toda vez que esta se
constituye en una excepción a la justicia ordinaria.
La Corte Constitucional ha dicho: “un delito de lesa humanidad es tan extraño a la función constitucional de la Fuerza Pública que no puede jamás tener relación
con actos propios del servicio”; y añade: “en las situaciones en las que exista duda acerca de cuál es la jurisdicción competente para conocer sobre un proceso
determinado, la decisión deberá recaer a favor de la jurisdicción ordinaria”. Según la jurisprudencia, los miembros de las FFMM podrán ser juzgados por la justicia
penal militar cuando cometan delitos en relación con el servicio y por la justicia ordinaria cuando exista duda.
Para que una persona sea penalmente responsable, es necesario que lleve a cabo una conducta típica, antijurídica y culpable, es decir un delito. Cabe recordar
que un individuo puede ser responsable por acción u omisión Según la responsabilidad penal vigente, una persona puede ser responsable:
a. Por sus propios actos cuando es autor;
b. Por los actos que realiza en coparticipación con otros, luego de un acuerdo previo y con división del trabajo criminal cuando es coautor;
c. Por los actos de sus subordinados cuando estos son utilizados como simples instrumentos cuando es autor mediato; o
d. Por los actos que realiza al determinar una conducta punible, emitiendo por
ejemplo una orden, caso en el cual responden tanto el determinador como aquella persona que ejecuta la orden, es decir el ejecutor material.
Además de lo anterior, un Comandante o superior puede responder por retransmitir a sus subalternos una orden manifiestamente inconstitucional o ilegal aunque ésta
haya sido emitida por sus superiores. En relación con la responsabilidad penal derivada de una omisión, responde por omisión aquella persona que tenía el deber
jurídico de impedir un delito y no lo hace estando en la posibilidad de hacerlo.
En relación con la responsabilidad internacional de los individuos, toda persona natural puede ser declarada penalmente responsable por la Corte Penal
Internacional, una vez se cumplan las fases procesales para ello, cuando se desprenda que ha cometido cualquiera de los crímenes contemplados en el Estatuto de
Roma, a saber:
(i) genocidio;
(ii) crímenes de guerra;
(iii) crímenes de lesa humanidad; y
(iv) crimen de agresión.

En efecto, el Estatuto de la CPI establece las formas en que una persona puede responder individualmente y las diferentes modalidades de la responsabilidad de los
Comandantes. En relación con ésta cabe resaltar que la Corte Constitucional, al analizar la constitucionalidad de la ley 742 de 2005 aprobatoria del Estatuto de Roma
reconoce que en “Colombia la responsabilidad del jefe o superior tiene cabida respecto del jefe militar, oficial o de facto”.
La responsabilidad internacional del Comandante quedó plasmada en el Protocolo I Adicional a los Convenios de Ginebra en el artículo 86 numeral 2 según el
cual: “El hecho de que la infracción de los Convenios o del presente Protocolo haya sido cometida por un subordinado no exime de responsabilidad penal o
disciplinaria, según el caso, a sus superiores, si éstos sabían o poseían información que les permitiera concluir, en las circunstancias del momento, que ese
subordinado estaba cometiendo o iba a cometer tal infracción y si no tomaron todas las medidas factibles que estuvieran a su alcance para impedir o
reprimir esa infracción”. Posteriormente fue desarrollada por el Tribunal Penal Internacional para la Ex Yugoslavia.
Hoy, se encuentra descrita de manera taxativa en el artículo 28 del Estatuto de la Corte Penal Internacional, que recoge el desarrollo jurisprudencial: “Además de
otras causales de responsabilidad penal de conformidad con el presente Estatuto por crímenes de la competencia de la Corte:
1. El jefe militar o el que actúe efectivamente como jefe militar será penalmente responsable por los crímenes de la competencia de la Corte que hubieren sido
cometidos por fuerzas bajo su mando y control efectivo, o su autoridad y control efectivo, según sea el caso, en razón de no haber ejercido un control apropiado
sobre esas fuerzas cuando:
a) Hubiere sabido o, en razón de las circunstancias del momento, hubiere debido saber que las fuerzas estaban cometiendo esos crímenes o se proponían cometerlos;
y
b) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para prevenir o reprimir su comisión o para poner el asunto en conocimiento de las
autoridades competentes a los efectos de su investigación y enjuiciamiento.
2. En lo que respecta a las relaciones entre superior y subordinado distintas de las señaladas en el apartado a), el superior será penalmente responsable por los
crímenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por subordinados bajo su autoridad y control efectivo, en razón de no haber ejercido un control
apropiado sobre esos subordinados, cuando:
a) Hubiere tenido conocimiento o deliberadamente hubiere hecho caso omiso de información que indicase claramente que los subordinados estaban cometiendo
esos crímenes o se proponían cometerlos;
b) Los crímenes guardaren relación con actividades bajo su responsabilidad y control efectivo;
c) No hubiere adoptado todas las medidas necesarias y razonables a su alcance para prevenir o reprimir su comisión o para poner el asunto en conocimiento de
las autoridades competentes a los efectos de su investigación y enjuiciamiento”.
Los desarrollos jurisprudenciales de los diferentes tribunales y la consagración de la responsabilidad del Comandante en el Estatuto de Roma han identificado 5 fuentes
de responsabilidad:
Por las acciones de sus subalternos cuando:
El Comandante sabía que éstos iban a cometer un acto ilícito y no tomó todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo;
El Comandante tenía razones para saber que iban a cometer un acto ilícito y no tomó todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo;
El Comandante no sabía que se iban a cometer los actos ilícitos, pero luego de ocurridos los hechos, no tomó todas las medidas necesarias y razonables para
garantizar su investigación, judicialización y sanción.
Por las acciones de terceros dentro de su jurisdicción cuando:
El Comandante sabía que terceros iban a cometer un acto ilícito y no tomó todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo; o
El Comandante debía saber que iban a cometer un acto ilícito y no tomó todas las medidas necesarias y razonables para prevenirlo.
En relación con las tres primeras causales de responsabilidad se han establecido tres
requisitos para que proceda la responsabilidad del Comandante por el hecho de sus subalternos:
Que exista una relación superior-subordinado entre el superior jerárquico (el
Comandante acusado) y el autor del crimen;
Que el superior supiera o tuviera razones para saber que un crimen se iba a cometer o se había cometido; y
Que el superior no haya adoptado todas las medidas necesarias y razonables para impedir la comisión del crimen o para sancionar a su autor.
A continuación se analizarán cada uno de estos elementos:

a. El control efectivo en la relación superior subordinado


La jurisprudencia internacional ha establecido que existe una relación de subordinación cuando el superior ejerce sobre sus subalternos un control efectivo que no
es otra cosa que la capacidad material que tiene el superior sobre los actos de sus subordinados, y en ese sentido, se trata de un poder de control real. Algunos
ejemplos de control real identificados en la jurisprudencia incluyen:
el poder de dar órdenes y de hacerlas ejecutar;
la capacidad de conducir operaciones de combate y que éstas sean
ejecutadas por tropas bajo su mando;
el poder de imponer sanciones disciplinarias; y
el poder de relevar de su cargo a subalternos.

b. El conocimiento del acto ilícito.


En relación con el conocimiento efectivo del Comandante sobre los actos de sus
Subordinados, la jurisprudencia internacional ha establecido que siempre se debe hacer un análisis caso por caso. Sin embargo, se pueden tener en cuenta
algunos factores como:
El número, el tipo y el alcance de los actos ilegales;
El período en el cual se produjeron;
El número y el tipo de soldados que participaron;
Los medios logísticos utilizados;
La ubicación geográfica de los actos;
El carácter generalizado de estos;
La temporalidad del fenómeno;
La similitud del modus operandi entre los actos ilícitos;
Los oficiales y las personas implicadas; y
El lugar en donde se encontraba el Comandante en el momento en
Que se llevaron a cabo los actos.
Para que haya lugar a responsabilidad debe existir prueba de que:
El Comandante sabía que las fuerzas bajo su mando iban a llevar a cabo actos ilícitos; o
En razón de las circunstancias del momento, tenía razones para saber.
Algunas circunstancias en las que la jurisprudencia internacional ha inferido que el Comandante debería haber sabido que se iban a producir los actos ilícitos incluyen
las siguientes:
Evidencia de la naturaleza generalizada del fenómeno;
Evidencia de la seriedad o notoriedad de los actos;
Evidencia de la existencia y eficacia del sistema de control disciplinario;
Evidencia de que el Comandante recibió un reporte o alerta y no lo consideró; y
Evidencia de que el Comandante no tomó medidas (procedimientos y controles) para conocer qué estaban haciendo sus subalternos.
c. Las medidas razonables y necesarias para prevenir

En relación con la obligación que tiene todo Comandante de prevenir y sancionar la comisión de actos ilícitos, es necesario precisar que la obligación de prevenir nace
cuando el superior conoce que se va a cometer un acto, mientras que la de castigar nace una vez se ha consumado.
Cuando un Comandante se entera de que sus subalternos van a cometer un acto ilícito, la jurisprudencia internacional ha señalado que debe tomar todas las medidas
necesarias y razonables para prevenirlo.
Al respecto el Tribunal Ad-hoc para la Ex–Yugoslavia señaló en el caso Hadzihasanovic que:

“Los Comandantes están llamados en razón a la autoridad que les fue conferida a ejercer un control sobre sus tropas y sus armas; pueden mejor que nadie prevenir
las infracciones creando un ambiente apropiado, vigilando los medios de combate y manteniendo la disciplina. Este control, que opera a través de la instrucción de las
tropas debe aplicarse de manera periódica”.

¿Cuáles son las medidas razonables y necesarias para investigar y sancionar al Comandante?
Finalmente, el Comandante también es responsable por los actos ilícitos de sus subalternos cuando, a pesar de no conocerlos antes de que ocurran, luego de
ocurridos no tomó todas las medidas necesarias y razonables para garantizar su investigación, judicialización y sanción, de ser procedente. La doctrina y la
jurisprudencia internacional han ido avanzando hacia considerar que la ausencia de investigación y sanción no es solamente vista como una falta al deber de
denuncia, sino como un elemento mismo del acto ilícito cometido por sus subalternos, pues con dicha omisión de investigar se contribuye efectivamente a la
configuración y repetición del acto ilícito, a pesar de no haberlo ordenado ni haber sabido con anterioridad que éste se iba a cometer.
Existen entonces tres razones que pueden ser aducidas para atribuir responsabilidad al Comandante en estos casos:
La ausencia de investigación y sanción de actos ilícitos generalizados y notorios puede llevar a concluir que el Comandante tenía razones suficientes para
conocer los hechos y aun así no tomó medidas para investigarlo y sancionarlo;
La ausencia de investigación y sanción por parte del Comandante puede implicar su aquiescencia o aprobación y por lo tanto contribuya de manera
indirecta a la comisión del acto ilícito mismo al reafirmar su significado;
La ausencia de investigación y sanción puede contribuir de manera causal a la comisión de otros actos ilícitos porque se genera una expectativa de que estos
permanecerán en la impunidad.
Finalmente, el control efectivo y las medidas que debe tomar todo Comandante se han visto, de la misma manera, materializados y reconocidos en la jurisprudencia de
la Corte Constitucional. La Corte ha establecido que:
“en las relaciones de jerarquía, el superior con autoridad o mando, tiene el deber de tomar medidas especiales (deberes de seguridad en el tráfico) para evitar que
personas que se encuentran bajo su efectivo control, realicen conductas que vulneren los derechos fundamentales, si el superior no evita -pudiendo hacerlo- que un
soldado que se encuentra bajo su inmediata dependencia cometa una tortura, o una ejecución extrajudicial, o en general un delito de lesa humanidad, por ser garante
se le imputa el resultado lesivo del inferior y no el simple incumplimiento a un deber funcional”.

¿Cuáles son los eximentes de la Responsabilidad Penal?


El derecho penal tanto nacional como internacional, consagra causales eximentes de responsabilidad que muestran que existen situaciones en las cuales ante la
comisión de un delito, quien realiza la conducta puede verse exonerado de su responsabilidad cuando ésta se encuentra enmarcada dentro de alguna de esas
hipótesis.
El Código Penal colombiano contempla como causales eximentes de responsabilidad: (i) El caso fortuito y la fuerza mayor;
(ii) El cumplimiento de un deber legal;
(iii) El cumplimiento de orden legítima de autoridad competente emitida con las formalidades legales;
(iv) La obediencia debida;
(v) El legítimo ejercicio de un derecho, de una actividad lícita o de un cargo público;
(vi) El estado de necesidad;
(vii) La legítima defensa;
(viii) La insuperable coacción ajena; (ix) El miedo insuperable; y
(x) El error.
Por su parte, el Código Penal Militar hace una diferenciación taxativa de estas causales al establecer por un lado causales de justificación y por el otro causales
de inculpabilidad.
El Estatuto de la CPI en sus artículos 31 a 33 consagra causales eximentes de responsabilidad. Cabe resaltar que en lo relativo a la causal de exoneración de
responsabilidad por obediencia debida y por disposiciones legales, la Corte Constitucional ha reconocido que el artículo 33 del Estatuto de Roma es compatible con el
artículo 2 de la Constitución.
Además la CPI, en virtud del artículo 21 del Estatuto de Roma relativo al derecho aplicable, puede tener en cuenta causales que han sido consagradas a nivel interno y
que son diferentes de las causales eximentes de responsabilidad contenidas en los artículos 31 a 33 del Estatuto

TAREA No. 25 Efectuar el paso de la Pista de Entrenamiento de DDHH y DIH. (Su equivalente en cada una de las Fuerzas).

OBJETIVO GENERAL
Reafirmar las habilidades y destrezas de alumnos en el uso de la fuerza durante las hostilidades y fuera de ellas.

OBJETIVO ESPECÍFICO
Verificar las habilidades y destrezas del personal de alumnos para enfrentar situaciones complejas que se presentan durante cada uno de los requerimientos planteados
en la pista de entrenamiento de DDHH y DIH, con base en el cumplimiento de las normas nacionales e internacionales para el uso legítimo y adecuado de la fuerza
DESARROLLO DEL TEMA
PASO DE LA PISTA DE ENTRENAMIENTO EN DDHH Y DIH.
La pista de entrenamiento de DDHH y DIH, debe ser la avalada por cada una de las Fuerzas, dependiendo las necesidades y roles de las mismas. (Entrenamiento
diferencial).
El instructor debe explicar al personal de alumnos la metodología del paso de la pista.
Se recomienda que se efectúe por escuadras.
Los requerimientos se evalúan con base en situaciones particulares donde se enmarquen situaciones operacionales “casuística”, a fin de poder verificar las habilidades,
destrezas para la toma de decisiones del personal de alumnos en el uso legítimo y adecuado de medios y métodos para la conducción de las hostilidades.
Al final del ejercicio el instructor debe aclarar dudas existentes y preguntar cuáles fueron las lecciones aprendidas con respecto a los requerimientos desarrollados
durante el paso de la pista de DDHH y DIH.
El paso de la pista debe quedar registrado en un libro foliado o un acta, será motivo de verificación por parte de la Jefatura de Educación y Doctrina Conjunta de las
FFMM.

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