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Tamara Calvo Porrúa

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31 Agosto 2010

Reflexión sobre la “Utopía en América Latina”

El tema utópico requiere ser tratado en “nuestra tierra”, ya que desde a


mediados del s.XIX e inicios del XX, América Latina ha estado marcada por
una corriente social de gran tradición utópica. Al mencionar este carácter
utópico, nos referimos a la visión de lo idílico, un mundo ideal y perfecto difícil
de alcanzar. Ya que, la situación por la que estaba atravesando América latina
en ese momento no era muy motivadora. Necesitando así, algo que les sacase
de ese pozo sin fondo en el que estaban inmersos. Y aquí comienza el papel
de la literatura y pensamientos utópico de los escritores del momento.

Como ha relatado Beatriz Pastor, ”Rayuela”, la obra de Cortázar, es un claro


ejemplo del utopismo del momento”. Destaca sus menciones a dos ciudades
clave: el Buenos Aires y el Paris de su época. Nos indica además una breve
reseña del libro, comentando las características principales y objetivos que
persigue el protagonista de la obra (Horacio). Como característica principal de
Cortázar señala la alusión al kibutz del deseo. Esto y otros detalles conforman
los elementos exóticos de la novela…como los percebes de Galicia tan
apreciados por los extranjeros, pero que les extraña su apariencia exótica.
Buenos Aires y París siempre fueron referencias míticas en Julio Cortázar. “Es
posible establecer su propia cartografía emocional en sus cuentos y novelas a
partir de esos enclaves”. También comenta la teoría del proyecto “Nocilla” de
las bolas abiertas de Cortázar, que copiará posteriormente Agustín Fernández
Mallo en su trilogía (Nocilla Lab, Nocilla Dream Y Nocilla Experience).
“Cortázar, utiliza este concepto en su obra para definir a la raza humana.
Proceso que había abordado con timidez en Nocilla Dream): “la soledad puede
demostrarse en términos matemáticos, la fibra óptica es una revitalización del
mito de Ariadna o un trasunto de la reencarnación, el mar es una frontera
hecha agua en la que habitan los percebes…”-menciona Fernández Mallo.
Julio Cortázar elabora una teoría científica titulada Rayuela B o Teoría de las
Bolas Abiertas sobre cómo la especie humana interactúa con el espacio
esférico que le rodea (Nocilla Experience).

Los pasajes, en las novelas de Cortázar, varían constantemente de situación y


de lugar.

Incidimos en que la Utopía de América Latina es la intencionalidad de pensar


y reflexionar sobre la identificación de los destinos de las sociedades
latinoamericanas. Es posible, que uno de las características distintivas del tema
utópico del pensamiento social latinoamericano, ha sido su relación con el
movimiento social y político. Esto nos permite diferenciar dos grandes «utopías
magnas» -como señala Arturo Andrés Roig- la utopía que acompañó el
levantamiento indígena de Tupac Amaru y la utopía bolivariana que identificó
en gran medida las luchas independentistas del siglo XIX. Aunque deberíamos
sumarle también las utopías del siglo XX latinoamericano. Como son la
Revolución Mexicana, el movimiento campesino de Sandino y la Revolución
Sandinista, el peronismo argentino, la Revolución Cubana, la unidad popular en
Chile, y otros…
Podemos, así mismo, destacar dos tipos de utopías que surgen en el
pensamiento latinoamericano: la utopía de la unidad latinoamericana y la utopía
de la liberación latinoamericana. La primera de ellas, la constituye el
sentimiento de América Latina por ser una unidad, con su lengua, religión,
cultura e historia que las diferencia del resto.

Ya a finales de siglo los contenidos utópicos se radicalizan ante la amenaza del


imperialismo norteamericano que igualaba al dominio de España. Esto
encontró su expresión más emblemática en el pensamiento y la acción política
del cubano José Martí.
Como señala en su ponencia el escritor cubano Pedro Pablo Rodríguez, el
ensayo //Nuestra América// de José Martí “es el texto más radical y
representativo de la utopía de la unidad latinoamericana”. Además del
independentismo y el latinoamericanismo de la utopía bolivariana, “Martí
enfatiza el sentido antiimperialista de la unidad”. Lucha por la independencia
para América Latina.

Pedro pablo Rodríguez nos introduce en el mundo Martiniano, con “Poemas del
Niágara” como obra principal (1982). Señala que esta es la pieza fundamental
para comprender la “cosmicidad” de Martí.

La utopía martiana “es la utopía que busca el sentido de la mediación (ya sea
unidad de pueblos y naciones, estado de repúblicas confederadas, etc.), donde
los hombres se reconocen mutuamente”.

El estudio del pensamiento de figuras como Carlos Baliño, Julio Antonio Mella,
José Carlos Mariategui, Anibal Ponce, Rodolfo Mondolfo, Vicente Lombardo
Toledano, Emilio Frugoni entre otros… nos permite ver los problemas que
surgen tras la liberación que desarrolla el marxismo en América Latina.

Pierre –Luc Abransom realiza un breve recorrido por tres novelas que dice ser
fundamentales para el estudio de la utopía: “La quinta modelo” (Roa
Bárcena),”El monedero” (Nicolás Pizarro Suárez) y “La Navidad en las
montañas” (Ignacio Manuel Altamirano).

Todas estas obras comparten en común la temática de la experiencia


comunitaria socialista. Así mismo, señala por ejemplo, en la primera obra (La
quinta modelo), que “está escrita con la sátira y grosería de cierta moda
socialista que se daba entre los liberales por aquel entonces”.

En cuanto a la ponencia sobre el género y la literatura, cabe destacar el papel


que desempeña la mujer en el utopismo. Osmar Sánchez Aguilera analiza el
caso de María Luísa Bombal y su obra “La Amortajada”. La denomina como
“obra parca y pequeña”. Incide en el doble trabajo de Bombal al realizar
también la traducción de sus obras a otros idiomas. Ya que, por decisión de
sus editores, se vio obligada a hacerlo.” Debía de ampliar sus obras a 200
páginas al menos cada una. Y traducirla y adaptarla al inglés posteriormente”.
Jamás se pensó que su obra sería editada en archivos de la UNESCO. Tendrá
episodios en la obra inglesa, que luego se incorporarán a la original, en
español. Ya que en la traducción se modificaban ciertos episodios. Además, “la
obra bombaliana suscitaría más tarde una gran admiración por parte de Borges
y Rulfo. Termina Osmar su intervención lanzando una pregunta “¿con cuál de
las dos versiones nos quedamos?

Le sigue Mayuli Morales Faedo mencionando a Horacio Cerutti, la realidad de


“nuestra América”" y su posible futuro. “En ese momento reinaba el ensayo
latinoamericano y masculino, con un claro carácter imperialista”. Aparecerá
para romper con esta vertiente, la ola femenina que se va por el camino de la
utopía. Gabriela Mistral y Victoria O campo serán dos autoras destacadas de
esta corriente. Para analizar este movimiento, elige a Teresa de la Parra. Su
novela más conocida Ifigenia, planteó por primera vez en el país el drama de la
mujer frente a una sociedad que no le permitía tener voz propia. Necesitó
cuestionar los valores políticos de América Latina y de su identidad, por ello, se
dedicó a la utopía. La mujer estaba totalmente alejada de la vida pública. Su
lugar estaba en su casa, con su marido e hijos. “El personaje de Doña Marina
en su obra, será la Eva religiosa o la villana del cuento popular”, señala Faedo.
Su influencia tuvo un papel especial en la conquista de México, sobre todo
como mediadora.

Por otra parte, Nora Lizet Castillo Aguirre, trata el feminismo utópico de Luísa
Capetillo a principios del s. XX. Parafrasea a Capetillo, “Podemos decir que el
feminismo nace con el utopismo y la corriente romántica del s.XIX, ayuda a su
difusión. “Tres términos definen a Luísa Capetillo” mujer, feminismo y utopía”.
Fue una persona muy autodidacta que defendía los ideales socialistas- Llegó a
escribir para revistas dirigidas a obreros y a la mujer. Defendía a las clases
obreras, al anticlericalismo y el amor libre. Rechaza toda idea capitalista y la
explotación social. En 1910, escribe su primer libro, calificándolo de utópico.

Por último, la ponente Ana Laura Santamaría, matiza en la reescritura del mito
clásico de Antígona.

Esta tragedia griega se difundió con gran apogeo por América Latina, de la
mano de un gran número de autores. Como puede ser “La Antígona de Rafael
Sánchez”. Su tragedia,” La pasión de Antígona Pérez”, está enmarcada en la
tragedia clásica de Sófocles, pero con sus propios méritos.
“Nos hace una radiografía de todas las dictaduras y de el perfil de todos los
tiranos, no solamente de hispanoamérica, sino del mundo completo”. La
tragedia comienza con un monólogo en el cual Antígona se presenta como una
joven de 25 años y diciendo que ha sido acusada de un delito contra la
República y de su próxima ejecución. Así mismo, cabe destacar la importancia
y gran cabida que tiene esta obra, ya que forma parte del origen de nuestra
cultura y la de nuestros antecesores.

Para concluir con este breve repaso del utopismo en América Latina,
podríamos comentar que la unidad latinoamericana es en la actualidad
considerada una utopía revolucionaria más que conservadora. Es la utopía de
la unidad en la solidaridad, por la esperanza y la defensa de la identidad
cultural «Ya no podemos ser el pueblo de hojas, que vive en el aire, con la
copa cargada de flor, restallando o zumbando, según la acaricia el capricho de
la luz o la tundan y talen las tempestades; ¡los árboles se han de poner en fila,
para que no pase el gigante de siete leguas! Es la hora del recuento, y de la
marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las
raíces de los Andes.»(José Martí)

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