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UNIVERSIDAD NACIONAL DE ASUNCIÓN

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

TRABAJO PRÁCTICO DE DERECHO DE LA NIÑEZ Y LA ADOLESCENCIA

TEMA: DERECHO AL NOMBRE


ALUMNOS:
- CÉSAR RAMOS, CI. 2.849.328
- JUAN ROMERO, CI. 4.955.846
- SOLEDAD RAMÍREZ, CI. 5.502.908
- ROSARITO ROCHE, CI. 4.981.750
- CHIARA LOBOS, CI. 5.059.873
- AGOSTINA RUIZ DIAS, DNI. 41.283.286
- DIANA PANIAGUA, CI. 5.591.680
- AXEL SANCHEZ, CI. 4.589.682
- NADIA CARDOZO, CI. 5.408.278
- SOFIA CORRALES, CI.

PROFESOR: Dr. Guillermo Trovato

ASUNCIÓN – PARAGUAY

2019

1
INDICE

INDICE ......................................................................................................................................... 2
INTRODUCCION ........................................................................................................................ 3
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL NOMBRE ............................................................................. 5
DERECHO AL NOMBRE .......................................................................................................... 6
Elementos del nombre ........................................................................................................... 6
Teorías sobre la naturaleza jurídica del nombre ............................................................... 7
Caracteres del nombre .......................................................................................................... 8
Derecho a tener un nombre y apellido .................................................................................... 8
Obligatoriedad del registro del nacimiento ............................................................................. 8
Hijos matrimoniales, extramatrimoniales y adoptivos ........................................................... 9
Abandonados y de padres desconocidos............................................................................. 11
Responsables ........................................................................................................................... 12
CONCLUSIÓN .......................................................................................................................... 14
BIBLIOGRAFIA ......................................................................................................................... 15

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INTRODUCCION

Se calcula que, tan solo en el año 2000, 50 millones de recién nacidos(es decir,
más de dos quintas partes del total de los que nacieron) quedaron sin ser
registrados. Esto significa que toda esta cantidad de niños ha quedado fuera de
los derechos de educación, cuidados médicos, participación y protección de los
que goza cualquier ciudadano registrado. Aunque la inscripción del nacimiento
en un registro no signifique de por sí una garantía de educación, salud,
protección y participación, su ausencia puede poner estos derechos
fundamentales fuera del alcance de quienes ya se encuentran al margen de la
sociedad.

Un niño no registrado es una “mercadería” más ventajosa para todo traficante


de niños, y no tiene siquiera la protección mínima que un certificado de
nacimiento puede brindar contra el matrimonio prematuro, el trabajo infantil, el
reclutamiento en las fuerzas armadas o la detención y procesamiento en las
mismas condiciones que si se tratara de un adulto. En etapas posteriores de su
vida, la persona cuyo nacimiento ha quedado sin registrar puede verse
imposibilitada de obtener un pasaporte o de presentarse a un empleo oficial, de
abrir una cuenta corriente bancaria, de conseguir una licencia matrimonial, de
ser candidata en las elecciones o de votar.

Los niños no registrados suelen ser pasados por alto en la planificación del
desarrollo social, y son completamente invisibles a la hora de tomar
importantes decisiones políticas y presupuestarias. Sin un adecuado registro de
nacimientos un país no puede ni siquiera estar seguro de cuál es su índice de
natalidad o de mortalidad. El certificado de nacimiento es la prueba más visible
del reconocimiento legal por parte de un gobierno de la existencia del niño
como miembro de la sociedad.

Para muchos niños las consecuencias de no haber sido registrados se


manifiestan especialmente en la pérdida de potencial causada por la falta de
educación. Cálculos recientes indican que existen casi 120 millones de niños y
niñas en el mundo en edad de ir a la escuela primaria que no asisten a ella: se
trata principalmente de niños trabajadores, con discapacidades, afectados con
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el VIH /SIDA o por conflictos armados, de los sectores pobres, de las minorías
étnicas y de las zonas rurales. A menudo son niños y niñas que viven en
circunstancias en las que el registro de nacimiento es cosa poco común. Si
bien se trata de uno de los muchos factores que determinan si un niño irá o no
a la escuela, el registro de nacimiento y el certificado de nacimiento (o la falta
de ambos) pueden ser de importancia crucial.

No darle a un niño o niña la posibilidad de saber quién es y de dónde viene


marcará por siempre el camino que le tocará transitar en la vida. Será un
fantasma de carne y hueso que no aparece en las estadísticas pero que
piensa, siente, razona y reclama. Un ser humano que, aunque no figure en los
registros, tiene el derecho de vivir con dignidad.

En el presente trabajo pretendemos analizar, no solamente las exigencias


legales relacionadas al Nombre, cuestión a la cual puede accederse con
facilidad consultado los artículos de la ley correspondiente a la materia, sino
también presentar las principales consecuencias socio-políticas y económicas
que afectan a las personas que por alguna razón no pueden acceder a una
identidad legal en nuestro país.

En Paraguay cerca de 420.000 personas no figuran en el Registro Civil. Según


datos de esta Institución, actualmente un 5% de la población del país no existe
legalmente, es decir, no tiene partida de nacimiento.

La mayor cantidad de personas que no tiene documento de identidad son del


interior del país, principalmente de comunidades indígenas. El problema de no
tener documento de identidad se complica aún más cuando un adulto sin
partida de nacimiento, por ejemplo, desea registrar a su hijo.

Para lograr nuestro objetivo, iniciamos con una breve reseña histórica de la
evolución del nombre, para luego explicar brevemente las teorías jurídicas
fundamentales que tratan de comprender el sentido del Nombre para la
legislación. Posteriormente presentaremos los principales artículos de nuestro
ordenamiento jurídico que regulan el uso y disfrute de este derecho, para
concluir con un modesto análisis socio-económico del Nombre nuestro país.

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EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL NOMBRE
a. Edad Antigua: el nombre nació como una necesidad imperativa,
destinada a individualizar a la persona cuando se hacía ya imposible,
por la extensión que iba adquiriendo la sociedad, otra forma de
identificarla. Sin embargo han debido transcurrir milenios para
convertirse en una institución jurídica.

En los inicios de la humanidad, o sea, en el período conocido históricamente


como Edad Antigua, había un sólo nombre, que era propio de la persona y que
generalmente se acababa con ella; por tanto, no se transmitía a sus sucesores.
Generalmente para designar a una persona se inspiraban en alguna cosa, idea
o en ciertos animales, que tendrían relación con la persona que recibía el
apelativo.

b. Edad Media: se observa un retroceso, en donde predominó el nombre


unipersonal. Este, sin embargo, podía ser elegido libremente, tanto es
así que al tratar el Papa Gregorio el Grande de limitar las opciones a
nombre de Santos, no tuvo éxito. Muchos nombres germanos de ésta
época, a pesar de su sencillez, influyeron en el sistema hispánico.

No tardó mucho, empero, para agregar al nombre unipersonal una cualidad de


la persona (valiente), o asimismo una profesión que ejercía (herrero), o bien el
lugar de donde provenía (gallego, de Galicia). Con el correr de los tiempos, se
le agregó al nombre simplemente la expresión “hijo de “, y así teníamos como
ejemplo “Gonzalo, hijo de Martin”, etc. Como esto era un poco largo, se utilizó
el sufijo “ez” en reemplazo de “hijo de”, y así nacieron los apellidos Rodríguez,
González, Martínez, etc., que significaban entonces hijo de Rodrigo, de
Gonzalo o de Martín.

c. Evolución posterior: a partir de entonces, se hizo frecuente el uso de las


dos denominaciones. El prenombre, o nombre de pila o bautismo, y el
segundo nombre que se fue convirtiendo en apellido o nombre
patronímico, transmisible por herencia, el cual, según se expresó, sirve
para individualizar a la persona con relación al grupo social o familia a la
cual pertenece.

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Debe hacerse notar, sin embargo, que el nombre prácticamente no tuvo
protección legislativa hasta el presente siglo.

El nombre en nuestro derecho: en nuestro país este tema se dejó librado


principalmente a la costumbre, que en esta materia fue y sigue siendo
principalmente fuente de derechos.

DERECHO AL NOMBRE
Toda persona necesariamente debe tener un nombre.

El Artículo 42, 1ª parte del Código Civil Paraguayo así lo consagra, al disponer:

“Toda persona tiene derecho a un nombre y apellido que debe ser inscripto en
el Registro del Estado Civil…”

Su importancia radica en la individualización de la persona en la familia y en la


sociedad.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del Niño, ratificada
por el Paraguay por Ley Nº 57/90, en el artículo 7 dispone que:

“El niño será registrado inmediatamente después de su nacimiento y tendrá


derecho desde este a un nombre…”

Elementos del nombre


Se compone de dos elementos:

a. El nombre propiamente dicho, o Prenombre o nombre de Pila, o nombre


de Bautismo, que es aquel mediante el cual se individualiza a la persona
dentro de una familia determinada.
Así los nombres de Pedro, Carlos, María, etc., mediante los cuales
pueden diferenciarse a los integrantes de una misma familia, que llevan
el mismo apellido.
b. El apellido, llamado también nombre patronímico, que indicia a qué
familia pertenece la persona dentro de la sociedad. Este elemento es
definido como la designación común de los miembros de una familia.
Los apellidos como González, Pérez, Caballero, etc., no hacen sino

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indicar a qué grupo familiar dentro de la sociedad pertenece una
persona.
Si bien se encuentran identificadas las diferencias que existen entre los
dos elementos son:
- Nombre de pila, de bautismo, o nombre; y
- El patronímico o Apellido

Cuando la ley se refiere al nombre, lo hace genéricamente,


denominando simplemente nombre de las personas al conjunto de
ambos.

Teorías sobre la naturaleza jurídica del nombre


Se ha sostenido diversas teorías sobre este punto:

a. Para algunos el nombre es un derecho de propiedad del cual es titular la


persona que lo lleva. Esta teoría ha sido sostenida en la jurisprudencia
francesa; pero hoy la ha desechado toda la doctrina moderna, inclusive
la de Francia.
En efecto: el nombre de las personas naturales es algo inmaterial, que
está fuera del comercio; es inalienable e imprescriptible, le falta
contenido económico, característica esencial de los derechos
patrimoniales y particularmente el del propiedad.
b. Según una segunda opinión, el nombre es un derecho de la
personalidad. Esta teoría tiene sin duda un fondo de verdad. El nombre
forma parte de la personalidad del hombre; su honor está íntimamente
vinculado a él. El concepto común de que se tiene el deber de mantener
limpio el nombre paterno, revela hasta qué punto está vinculado con la
persona que lo lleva.
c. Para otros, el nombre es una institución de la policía civil, porque sirve
para la identificación de las personas; de ahí su inmutabilidad, que se
apoya en una razón de seguridad social.
d. Sin duda, la verdadera naturaleza jurídica del nombre está dada por la
confluencia de estos dos puntos de vista: el nombre es a la vez un
derecho de la personalidad y una institución de la policía civil.

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Si sólo se la concibiera como un derecho de la personalidad, se
desconocería el interés social que media en la cuestión; en tal caso no
tendría explicación, por ejemplo, que se niegue a las personas el
derecho de cambiar su nombre, salvo casos muy particulares.
Si por el contrario, sólo se viera en él una institución de la policía civil, se
desconocería uno de los derechos más íntimamente ligados a la
personalidad humana. Es ésta la opinión prevaleciente en el derecho
moderno.

Caracteres del nombre


De la naturaleza jurídica del nombre, tal como lo hemos aceptado, se
desprenden los siguientes caracteres:

a. Es obligatorio y necesario: no se puede admitir que una persona no


tenga un nombre.
b. Es inmutable: nadie puede cambiar su nombre por propia voluntad, salvo
que existan razones que así lo autoricen.
c. Es imprescriptible: porque el transcurso del tiempo no autoriza ni a
adquirir un nombre por haberlo usado mucho tiempo sin ser dueño del
mismo, ni a perderlo por haberlo dejado de usar por algún tiempo.
d. Es inalienable: el nombre está fuera del comercio, ya que no es
susceptible de ser comercializado en ningún momento. En este sentido
el nombre patronímico convertido en nombre comercial es libre.

Derecho a tener un nombre y apellido


El niño y el adolescente tienen derecho a la nacionalidad paraguaya en las
condiciones establecidas en la Constitución y las leyes. Tienen igualmente
derecho a un nombre que se inscribirá en los registros respectivos, a conocer y
permanecer con sus padres y a promover ante la Justicia las investigaciones
que sobre sus orígenes estime necesarias. (Art. 18 C.N. y A.)

Obligatoriedad del registro del nacimiento


El Estado preservará la identidad del niño y del adolescente.

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Artículo 7: (Convención sobre los Derechos del Niño)

Inciso 1: El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y


tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en
la medida de lo posible, a conocer a sus padres y ser cuidad por ellos.

Inciso 2: Los Estados Parte, velarán por la aplicación de estos derechos de


conformidad con su legislación nacional y las obligaciones que hayan contraído
en virtud de los instrumentos internacionales pertinentes en esta esfera, sobre
todo cuando el niño resultara de otro modo apátrida.

Hijos matrimoniales, extramatrimoniales y adoptivos


Hijos Matrimoniales

Artículo 12 – Ley 985/96: “Los hijos matrimoniales llevaran el primer apellido de


cada progenitor, y el orden de dichos apellidos será decidido de común
acuerdo por los padres. Adoptado un orden para el primer hijo, el mismo será
mantenido para todos los demás.” Es importante resaltar que el mismo artículo
afirma que no habiendo acuerdo, llevaran en primer lugar el apellido del padre.

Hijos Extramatrimoniales

Artículo 12 – Ley 985/96: “Los hijos extramatrimoniales reconocidos


simultáneamente por ambos progenitores llevarán el primer apellido de cada
uno de ellos. El orden de los apellidos será decidido de común acuerdo por los
progenitores. No existiendo acuerdo, se aplicará la solución dispuesta en el
párrafo anterior.”

“El hijo extramatrimonial reconocido por uno solo de sus progenitores llevará
los dos apellidos del que le reconoció y si éste a su vez llevase uno solo, podrá
duplicar dicho apellido. Si ulteriormente fuera reconocido por el otro progenitor,
llevará el primer apellido da cada progenitor, en el orden que ellos determinen
de común acuerdo. Si no hubiere acuerdo llevará en primer lugar el apellido del
progenitor que lo hubiese reconocido en primer término.

Los hijos, al llegar a la mayoría de edad y hasta los veintiún años, con
intervención judicial y por justa causa, tendrán opción por una sola vez, para

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invertir el orden de los apellidos paternos o para usar sólo uno cualquiera de
ellos”.

En todos los casos de cambio o adición de apellidos se estará a lo dispuesto


por el artículo 42 del Código Civil”.

Artículo 42 C.C.: “Toda persona tiene derecho a un nombre y apellido que


deben ser inscriptos en el Registro del Estado Civil.

Sólo el Juez podrá autorizar, por justa causa, que se introduzcan cambios o
adiciones en el nombre y apellido.

Artículo 231 C.C.: “El reconocimiento de los hijos extramatrimoniales puede


hacerse:

a. Ante el Oficial del Registro Civil;


b. Por Escritura Pública;
c. Ante el Juez;
d. Por Testamento.

En lo casos citados se habla de reconocimiento voluntario de hijos


extramatrimoniales.

Artículo 232 C.C.: Los hijos extramatrimoniales pueden ser reconocidos


conjunta o separadamente por su padre y su madre. En este último caso, quien
reconozca al hijo no podrá declarar el nombre de la persona con quien lo tuvo.

El reconocimiento de hijos extramatrimoniales también puede hacerse


judicialmente. Ejemplo: la madre del menor se presenta por su menor hijo a
demandar judicialmente el reconocimiento de filiación extramatrimonial, contra
el padre biológico de su menor hijo.

Artículo 233 C.C.: El hijo extramatrimonial reconocido voluntariamente por sus


padres, o judicialmente, llevará el apellido de estos. En la misma forma
procederá en el caso de reconocimiento judicial.

Hijos Adoptivos

Ley 1136/97 de Adopciones

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Artículo 5: Los niños adoptados tienen derecho a:

- Conocer su origen, de acuerdo con el procedimiento establecido en esta


Ley, y;
- Ser inscripto con el o los apellidos de los padres adoptantes y mantener
por lo menos uno de sus nombres de pila, pudiendo los adoptantes
agregar nombres nuevos.

Adopción Plena: Necesariamente llevará el apellido del o los adoptantes y


mantener, por cuanto la adopción plena es irrevocable y confiere al adoptado
una filiación que sustituye a la de origen. El adoptado tiene en la familia del
adoptante los mismos derechos y obligaciones del hijo matrimonial.

Abandonados y de padres desconocidos


Los que encontrasen a un recién nascido abandonado en lugares públicos,
deberán presentar al Juez de Menores con todos los objetos que tuviere
consigo, donde declarán las circunstancias en que se produjo el hallazgo, de lo
que se tomará nota en acta detallada con expresión de la edad aparente de la
criatura, su sexo, los nombres que se pusieren y el de la persona o Instituto a
quien se confiase, debiendo el Juez de Menores remitir copia del acta a la
Dirección General del Registro Civil para su inscripción.

Se recomienda dar nombres comunes a los abandonados (como por ejemplo:


González, Martínez), para evitar confusiones para otras personas.

La Cátedra considera que se le puede poner al menor abandonado el nombre y


el apellido que propongan las personas que hallaron al menor, ya que en el
acta respectiva, aparte del nombre y apellido del menor abandonado, no se
consignan otros datos. Dicho instrumento público, le servirá al menor como
documento identificatorio, además de individualizarse el sexo, la edad, etc.

Artículo 51 (CCP): El expósito, o hijo de padres desconocidos, llevará el


nombre y apellido con que haya sido inscripto en el Registro del Estado Civil.

Importancia de la inscripción en el Registro del Estado Civil de las Personas

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Es importante, desde varios puntos de vista, que ningún menor quede sin ser
anotado. Así, con la Partida de Nacimiento, se aprueba entre otras cosas: la
filiación, el nombre, la edad y el sexo. Además, es oportuno resaltar lo valioso
que resulta la función de la Dirección del Registro Civil.

Responsables
Los Hechos y Acto eran Potestad exclusiva de la Iglesia Católica, lugar en que
se registraban los bautismos y matrimonios religiosos, hasta la creación del
Registro Civil de las Personas en el año 1880, que tuvo, en aquel entonces
como única sede la Oficina de la Dirección general con asiento en la ciudad
Capital. Posteriormente fueron creadas las Oficinas de la Primera Sección, la
Segunda Sección y la Tercera en el año 1937 contando en la actualidad con
629 Oficinas Regístrales.

Desde el año 1914 hasta el año 1996, varias Oficinas Regístrales estaban a
cargo de los Juzgados de Paz estos Juzgados dependían del Ministerio de
Justicia y Trabajo, que contaba con una Dirección de Justicia.

El Registro Civil fue instituido por la Ley de la República del Paraguay en fecha
26 de septiembre del año 1880.

Los primeros registros fueron habilitados el 1 de enero del año 1881

En sus comienzos, la Oficina dependía de la Municipalidad hasta que en el año


1889, pasa a constituirse en Institución dependiente del Poder Ejecutivo a
través del Ministerio de Justicia y Trabajo.

En fecha 17 de enero del año 1914 fue promulgada la Ley 58 del Registro del
Estado Civil de las Personas, la cual se hallaba constituida en nueve capítulos.

La Ley 58/14 en su capítulo 1 crea un Departamento Administrativo Titulado


DIRECCIÓN GENERAL DEL REGISTRO CIVIL, quien queda a cargo del
Registro Civil de las Personas.

Esta Ley fue derogada por la Ley 1266 del 4 de noviembre del año 1987. La
cual consta de 16 capítulos.

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La Ley 1266/87 de la Dirección General del Registro del Estado Civil es
aplicable en concordancia a la Legislación a través del Código Civil Paraguayo.

El Registro del Estado Civil, es un Órgano especializado, dependiente del


Ministerio de Justicia y Trabajo, sus actuaciones se encuentran regidas por las
disposiciones legales establecidas en la Ley la 1266/87, y sus normas
complementarias, Leyes y Resoluciones concordantes, con asiento principal en
la Capital de la República.

Está a cargo de un Director General, quien también ejerce funciones de Oficial


del Registro del Estado Civil con todas las prerrogativas del cargo, con
jurisdicción y competencia en todo el territorio de la República.

Todos los funcionarios y empleados auxiliares del Registro del Estado Civil son
nombrados por el Poder Ejecutivo de acuerdo al Presupuesto General de la
Nación y cuenta con la Organización y el personal necesario para su buen
funcionamiento previsto en el Presupuesto General de la Nación.

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CONCLUSIÓN

Luego de realizar el presente trabajo, hemos podido valorar adecuadamente la


importancia fundamental que radican en el Registro del Nombre de las
personas.

El derecho a la identidad constituye un sólido cimiento para el desarrollo integro


de todo ser humano, pues a partir de este proceso se le individualiza como
persona integrante de la sociedad susceptible de contraer derechos y
obligaciones.

La protección legal de este Derecho comienza con la inscripción del nacimiento


de las personas ante un oficial de Registro del Estado Civil y la obtención del
primer certificado de nacimiento, documento con el que se comprueba el hecho
natural del nacimiento con vida, la personalidad jurídica y la individualidad.

Cuando no se inscribe en un registro, el nacimiento de una persona, queda


excluida de la sociedad, ya que se le niega el derecho a una identidad oficial, a
un nombre reconocido y a una nacionalidad.

Para que el Estado pueda elaborar políticas públicas coherentes a la cantidad


real de ciudadanos, es necesario contar un registro que este siendo
permanentemente actualizado, de lo contrario, ni la educación ni la salud
podrán abarcar a todos los habitantes de la Republica.

Sin duda habrán quedado varios puntos que no hemos podido profundizar
debido a la brevedad del presente trabajo, pero que serán objeto de
investigaciones posteriores a lo largo de la carrera.

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BIBLIOGRAFIA

- PUCHETA DE CORREA, Alicia Beatriz. Manual de Derecho de la Niñez y la


Adolescencia. Ediciones Universidad del Pacífico. 3ª ed, Asunción, 2011.
Pág. 72 – 76.

- Ley Nº 1/92 de Reforma Parcial del Código Civil. Disposiciones Legales


Modificatorias y Complementarias. En: Código Civil Paraguayo y Código
Procesal Civil. Ediciones Librería El Foro S.A. Asunción, 2017

- OSSORIO, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales.


Editorial Heliasta S.R.L, Buenos Aires, 1987.

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