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Influencia con la Orientación Vocacional

Se cree que la patología alimenticia determina de alguna manera la elección


vocacional, existen factores que podrían estar incidiendo en las elecciones en
estos sujetos, esta “elección que implica la elaboración de un proyecto
futuro, trascender en el tiempo, adoptar nuevos roles, pertenecer a un
determinado espacio en la sociedad y en la cultura, y fundamentalmente,
formar una identidad vocacional” (Bohoslavsky).

Por lo tanto, si cada uno de estos aspectos y otros más, se ven influenciados
en el momento de la decisión ocupacional por la patología, resultaría
importante poder precisarlos para poder explorar los factores que intervienen y
de esta forma tratar de hipotetizar sobre aquellos aspectos que estarían
determinando su elección.

- Un trastorno alimenticio es aquel que genera conductas y pensamientos


obsesivos relacionados con los alimentos y la imagen corporal. Pueden
hacer que una persona limite peligrosamente la cantidad de alimentos
que ingiere, que coma en forma descontrolada o una combinación de
ambos causadas por la ansiedad, en realidad consiste en una gama muy
compleja de síntomas entre los que prevalece una alteración o distorsión
de la autoimagen corporal.

La persona que padece algún trastorno en su alimentación basa en la comida


—un particular significante al que la persona enferma otorga un significado
específico de acuerdo a diversos factores psicológicos y evolutivos— todos los
pensamientos y actos que forman parte de su cotidianidad, sintiéndose
dependiente de esa idea, con lo cual el alimento se convierte, entonces, en el
eje a partir del cual gira la vida y el mundo de relación de la persona que
padece el trastorno.

Estas conductas alimenticias pueden o no alterarse voluntariamente, esto está


sujeto a factores internos y externos como el nivel de autoestima, presiones
familiares, frustración por tener sobrepeso, comparación constante con alguien
cercano por parte de un familiar o amigo, etc.

No es posible mencionar un único factor como causa de la aparición de un


trastorno de la alimentación, pues las psicopatologías alimentarias son
provocadas por múltiples factores, lo que significa que existe una combinación
de causas individuales, familiares y socioculturales que desempeñan un papel
importante en el desarrollo de cualquier trastorno de la alimentación existente
en la actualidad, así como también en el mantenimiento del mismo. Además,
los factores en sí no deben ser considerados como causales definidos y
diferentes, sino como agentes que pueden hacer a una persona más vulnerable
a desarrollar un trastorno alimenticio.

Los trastornos alimentarios no afectan únicamente a la manera de comer; en


realidad, se desarrollan como resultado de problemas en la percepción y en la
forma en que una persona se ve a sí misma y en relación con su mundo,
problemas que son causados por múltiples factores que se vuelven cíclicos y
se realimentan a sí mismos, pues los efectos de la desnutrición y semi-
inanición agravan los problemas subyacentes y cronifican el problema.-

Por esto, es necesario considerar la relación estrecha que tiene esta patología
con las características sociales y culturales de la enfermedad, que son
percibidas a modo de imposición por el sujeto, y que a su vez, resultan
inalcanzables para este. Ya que en la adolescencia, la definición personal y
social del ser humano lo lleva a poner en funcionamiento procesos de
diferenciación, exploración, búsqueda de pertenencia y sentido a la vida.

En la actualidad, la cultura impone una urgencia, obstaculizando de alguna


manera la elaboración de estos conflictos. Por lo tanto, se podría pensar que la
sociedad favorece a la emergencia de estos trastornos. Es por esto que el
ámbito cultural no podrá ser apartado en la elaboración de este estudio. La
persona elige crear una relación con determinados objetos de la realidad
interna y externa, es decir, la elección se encontraría ligada a cuestiones
vinculares y a la relación que el sujeto pueda establecer con ellos. Estos
vínculos, pueden ser presentes, pasados (historia del sujeto), y potenciales (en
términos de proyectos).

La persona que elige una determinada carrera es, por lo general, un


adolescente, que se encuentra ante un período de transición, crisis, adaptación
y ajuste. En el plano de lo ocupacional, cuando el sujeto logra establecer un
ajuste, se dice que logró formar su Identidad ocupacional, la misma se refiere a
“la autopercepción a lo largo del tiempo en términos de roles ocupacionales Por
lo tanto, esta identidad ocupacional no es algo que viene dado, sino que es un
momento en el proceso y formación de la identidad personal. Es por este
motivo que considera que los problemas que pudiera llegar a tener la persona
que elige, son dificultades que deberían entenderse como problemas
vinculados a la personalidad que implican un obstáculo en el logro de la
identidad ocupacional.

Es asi que ambas Identidad ocupacional como Identidad personal, deberían


entenderse como la permanente interacción entre factores internos y externos
de la persona.

Otro aspecto vinculado a la identidad ocupacional es que se encuentra


relacionada estrechamente con el esquema corporal. Este no es sinónimo de
cuerpo, sino de su representación, en donde lo que se discrimina es el espacio
propio (interno), del espacio no propio (externo). Con esto se refiere a que en la
profesión que el sujeto elige existe una proyección “fuera” del espacio propio,
que pertenecen a un espacio diferente de uno mismo, pero con los cuales el
sujeto se relaciona a partir de sí mismo. Desde este punto de vista se debería
tener la precaución de que, en ocasiones, las personas eligen carreras con el
deseo de poseer instrumentos para conocer, reconocer y modificar su cuerpo.
La carrera a veces “sirve” instrumentalmente para controlar el propio cuerpo del
propio espacio externo.

La estructuración de la identidad ocupacional, que se contemplan en la


formación del sentimiento de identidad. Principalmente plantea que la identidad
resume tres sentimientos básicos, la unidad y coherencia, la continuidad y
la mismidad. La primera hace referencia a la personalidad como una
organización única lograda a través de la historia del individuo, los cambios que
se presenten producen variaciones y nuevas configuraciones. Es por esto que
al adolescente la crisis lo coloca en una verdadera tarea de integración. La
segunda implica la dimensión temporal de reconocerse a través de los
cambios a partir de las nuevas formas de conductas y de pensamiento. El
sujeto se encuentra con la aparición del pensamiento formal, instrumental,
anticipatorio y elaborativo, que coexiste contradictoriamente a su vez con un
pensamiento impulsivo, más vinculado al proceso primario. Por último, el tercer
sentimiento, contempla aspectos de los dos anteriores en cuanto a reconocerse
en tiempo y espacio, sin embargo, esto implica a su vez la necesidad de ser
reconocido por los demás.

La lucha por la nueva identidad se extiende a la lucha por una nueva familia,
nuevas instituciones y nueva sociedad. El rechazo de la mismidad ataca el otro
reconocimiento que el adolescente tiene, el generacional y el de las nuevas
ideologías.

Es necesario tener conocimiento de la semiología, nosologia y factores que


inciden en los trastornos alimenticios para asi poder abordar de forma
adecuada al sujeto que requiere una orientación vocacional.

Trastornos por atracón: Se habla de trastorno por atracón cuando se produce


una sobreingesta compulsiva de alimentos. Después de este impulso por
consumir en exceso aparece una fase de restricción alimentaria en la que baja
la energía vital y se siente la necesidad imperiosa de comer. Una vez que se
inicia otra sobre ingesta, disminuye la ansiedad, el estado de ánimo mejora, el
individuo reconoce que el patrón alimenticio no es correcto y se siente culpable
por la falta de control; aun así, la persona con este trastorno continúa con este
comportamiento, aun sabiendo que le causa daño a su cuerpo y salud.

Bulimia: La persona con bulimia experimenta ataques de voracidad que


vendrán seguidos por ayunos o vómitos para contrarrestar la ingesta excesiva,
uso o abuso de laxantes para facilitar la evacuación, preocupación excesiva por
la imagen corporal y sentimientos de depresión, ansiedad y culpabilidad por no
tener autocontrol. Las personas que padecen dicha enfermedad llegan a tener
hasta 15 episodios por semana. Afecta principalmente a individuos jóvenes, en
su mayoría son mujeres; también afecta a personas que han padecido anorexia
o han realizado dietas sin control. Intervienen factores biológicos, psicológicos
y sociales.

Anorexia: La anorexia se caracteriza por una pérdida de peso elevada (más


del 15 %) debido al seguimiento de dietas extremadamente restrictivas y al
empleo de conductas purgativas (vómitos, ejercicio físico en exceso). Estas
personas presentan una alteración de su imagen corporal sobrestimando el
tamaño de cualquier parte de su cuerpo.

Existen dos tipos:

Anorexia nerviosa restrictiva: El enfermo apenas come y en muchos casos


realiza ejercicio en exceso.

Anorexia nerviosa purgativa: El enfermo utiliza métodos purgativos tales como


vómitos, diuréticos o laxantes después de haber ingerido cantidades ínfimas de
comida.

Las características psicológicas y sociales incluyen miedo intenso a comer en


presencia de otros, dietas bajas en hidratos de carbono y grasas, preocupación
por el alimento, abuso de laxantes y mentiras.

Las principales víctimas de este mal son las mujeres, sobre todo las jóvenes,
quienes en ocasiones pueden estar influenciadas por ser admiradoras de
personas famosas y mediáticas tales como actrices y modelos.

El sobrepeso se caracteriza por un aumento excesivo del peso corporal. El


sobrepeso es una patología que puede conllevar el desarrollo de otras
dolencias asociadas.

Vigorexia: es un trastorno caracterizado por la preocupación obsesiva por el


físico y una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia) que puede
presentar dos manifestaciones: la extrema actividad del deporte o, la ingesta
compulsiva para subir de peso ante la percepción de estar aún demasiado
delgado. Aunque los hombres son los principales afectados por la vigorexia, es
una enfermedad que también afecta a las mujeres.

Megarexia: es un trastorno opuesto a la anorexia nerviosa. Descubierto y


denominado «megarexia» por el Dr. Jaime Brugos (PhD), en su libro Dieta
isoproteica (editado en 1992) y ampliado en su libro Isodieta (en 2009). Suelen
ser personas obesas que se miran al espejo y no lo perciben; por eso no hacen
ninguna dieta; por eso se atiborran de comida basura (calorías vacías). Ellos se
perciben sanos. Son en cierta forma, personas obesas que se ven delgadas a
causa de la distorsión de la percepción que caracteriza a los trastornos
alimentarios, cuando la desnutrición que padecen (son obesos desnutridos por
falta de nutrientes esenciales en su alimentación), llega a afectar a su cerebro,
momento en el que, como sucede con la anorexia, su trastorno alimentario se
convierte en una grave enfermedad.

Permarexia: Afecta a las personas que al estar obsesionadas con el sobrepeso


y con el miedo a engordar se someten a dietas permanentes (de bajo contenido
calórico, ya que su principal obsesión son las calorías que aportan los
alimentos) y que podrían terminar padeciendo anorexia o bulimia en un futuro
más o menos cercano. No se preocupan solo de ingerir productos saludables,
sino que su atención se centra en el valor energético de los alimentos. Además
no llegan a extremos como dejar de comer o recurrir al vómito, ni a la utilización
de fármacos, diuréticos o laxantes, pero su obsesión les lleva a serias
descompensaciones en el organismo.

Ebriorexia: Este trastorno consiste en dejar de comer para compensar las


calorías obtenidas luego del consumo de alcohol. Suele darse en personas
entre los 18 y 30 años. Además del abuso de bebidas alcohólicas, la ebriorexia
se conjuga con otras conductas dañinas como realizar “atracones”, para luego
provocarse el vómito. De allí que se afirme que es una extraña mezcla entre
anorexia, bulimia y adicción al alcohol.

La gente con trastornos alimenticios utiliza la comida y el control de la comida


como un intento para compensar los sentimientos y emociones que de otra
manera son vistos como insoportables. Para algunos, la dieta, los atracones y
la purgación pueden comenzar como una forma de lidiar con las emociones
dolorosas y para sentirse en control de su vida personal, pero al final estos
comportamientos dañan la salud física y emocional, la autoestima y la
sensación de competitividad y control de la persona.

Factores psicológicos que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:

Baja autoestima

Sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida

Depresión, ansiedad, enojo y soledad

Factores interpersonales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:


Relaciones personales y familiares problemáticas

Dificultad para expresar sentimientos y emociones

Haber sido fastidiado o ridiculizado basado en su talla o peso

Historia de abuso físico o sexual

Factores sociales que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:

Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener


un “cuerpo perfecto”

Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y


hombres con ciertos pesos y figuras

Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no


a sus cualidades y virtudes internas

Factores biológicos que pueden contribuir a los trastornos alimenticios:

Los científicos todavía se encuentran investigando las posibles causas


bioquímicas o biológicas de los trastornos alimenticios. En algunos individuos
con trastornos alimenticios, se ha encontrado que ciertas substancias químicas
del cerebro (llamadas neurotransmisores) que controlan el hambre, el apetito y
la digestión se encuentran desbalanceados. El significado exacto y las
implicaciones de estos desbalances aún se encuentran en investigación.

Los trastornos de la conducta alimenticios usualmente se presentan en


familias. Los estudios actuales nos indican que la genética contribuye de
manera significativa en los trastornos alimenticios.

Los trastornos alimenticios son condiciones complejas que surgen de una


variedad de causas probables. Sin embargo, una vez que comienzan, pueden
crear ciclos de destrucción física y emocional que se perpetúan a sí mismos. La
ayuda profesional es recomendada en el tratamiento de los alimenticio.

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