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PARTE I
Tesis:
«El cargo único es confuso y repetitivo y no señala con claridad cuáles son las
pruebas en las que recaen los errores atribuidos a la sentencia, evocándose de
forma simultánea la vulneración del principio lógico de identidad y la infracción
de las máximas de la experiencia con miras a plantear un falso raciocinio que
solo proviene de la valoración subjetiva de la demandante al respecto, como si de
una instancia adicional a las del proceso se tratara. En otras palabras, se ofrece
una opinión parcializada con relación al mérito persuasivo que a la casacionista
le merecen los elementos de juicio recaudados en la actuación, con el fin de
oponer ese criterio a las reflexiones contenidas en el fallo y así, la acreditación
del yerro, queda al albur del efecto que pueda generar esa simple discrepancia de
1
pareceres.
Por demás, las premisas que aspiran anteponerse al razonamiento del ad quem
hacen abstracción de las circunstancias particulares avizoradas en este asunto
[…].
[…]
[…]
Queda así sin asidero el señalamiento relativo a que vulnera las máximas de la
experiencia y el principio lógico de identidad asumir que los pagarés suscritos
constituían una fachada para transmitir seguridad a la víctima, en pos de lograr
que desembolsara el dinero, por cuanto esa premisa se compagina con el entorno
concreto en que se dio la consecución de esos títulos valores, esto es, a
sabiendas por parte de los suscriptores de que la negociación que amparaban
nunca se verificaría.
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Por otro lado, el que con posterioridad a ese incumplimiento se hubiese arribado
a una conciliación tampoco desvirtúa la consumación del ilícito por el que se
procede, toda vez que ello es una circunstancia post delictual sin incidencia
sustancial alguna en la configuración del injusto.
Tesis:
«La errática postulación del reclamo es palmaria en esta demanda, en tanto con
base en idénticas situaciones de carácter procesal se invoca por vía de dos
causales distintas la invalidación de las diligencias, trayéndose a colación con
ese propósito una circunstancia de la cual no se explica qué relación tiene con la
actuación surtida o con los parámetros inicialmente delineados.
Ahora, en primer lugar, debe decirse que el demandante no tiene en cuenta que
aun cuando el artículo 73 de la Ley 906 de 2004 prevé cómo la querella debe
allegarse dentro de los seis (6) meses siguientes a la comisión del delito, también
contempla que si el querellante “por razones de fuerza mayor o caso fortuito
acreditados no hubiere tenido conocimiento de su ocurrencia, el término se
contará a partir del momento en que aquellos desaparezcan, sin que en este caso
sea superior a seis (6) meses”.
Por lo anterior, no puede tenerse como margen temporal para contabilizar dicho
término la fecha en que el señor YVF entregó cuatro y sesenta millones de pesos
a quienes adujeron representar al banco […] en la negociación de finca raíz (25 y
27 de mayo de 2011, respectivamente), porque pese a que en esos instantes se
consumó la estafa solo fue con posterioridad que pudo percatarse del engaño
desplegado, luego de múltiples requerimientos fallidos que presentó a los
implicados para el cumplimiento de lo pactado […].
3
[…]
Desde esta perspectiva, es claro que la conciliación que cita no fue cumplida y
ello descarta el archivo deprecado, de hecho, en el escrito de acusación aparece
que únicamente se había logrado la devolución de $22.000.000. Así lo ratificó en
su testimonio la víctima […].
[…]
4
Sala de Casación Penal
M. PONENTE : JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO
NÚMERO DE PROCESO : 51145
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP3159-2018
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 25/07/2018
DECISIÓN : INADMITE
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de 1991 art.
29 / Ley 906 de 2004 art. 181
Tesis:
[…]
El reparo opta por refutar metódicamente cada uno de los anteriores parámetros
suasorios, empero, en detrimento de la valoración conjunta que condujo a
advertir la configuración del delito de estafa (agravada por recaer en vehículos
automotores), presenta a conveniencia de la tesis exculpativa el modo en que se
llevó a cabo la negociación de marras, matizando e incluso tergiversando los
siguientes aspectos:
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adujo dificultades financieras que malograron su compromiso.
Así las cosas, las máximas de la experiencia esbozadas en el libelo (el que quiere
engañar no da información clara, se evade del sitio en el que puede ser localizado
y nadie está obligado a lo imposible) no se compaginan con los presupuestos de
universalidad y factibilidad en un espacio socio-temporal concreto que las
caracterizan y más bien exhiben la llana inconformidad del impugnante con las
conclusiones del sentenciador, transcritas en precedencia, disonancia que no es
susceptible de discusión en esta sede.
Tesis:
6
Mar. 2005, rad. 19627). En ese orden, en consonancia con los apartes
transcritos, el ad quem avizoró que BC so pretexto de solventar las dificultades
que para la consecución de un crédito impedían a LDMR la compra de un taxi, se
ofreció a pasar por alto esa situación a cambio de $22.000.000, adicionales al
$1.000.000 que ya había cancelado para separarlo, ardid al que acudió con la
fachada de un concesionario para conseguir la entrega del dinero, a consciencia
de que la negociación no se verificaría.
De esta manera, el defensor desconoce los cursos causales fijados por el Tribunal
al catalogar dicha puesta en escena propia de las negociaciones civiles y
comerciales, marginándose de la dinámica fáctica y probatoria consignada en la
providencia impugnada. Con esa metodología, se aleja de la lógica que regía la
demostración del vicio pregonado y así la censura deriva en un alegato de
instancia, ajeno a los parámetros en los que se desenvuelve la acreditación de un
error jurídico de tal magnitud que haga necesaria la intervención de la Corte.
[…]
Tesis:
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las exculpaciones brindadas por la defensa. Ahora, si se dice que estos
razonamientos no se ofrecen infundados, no lo es a partir de la perspectiva
formal de su corrección conceptual, sino al encontrar respaldo en los medios de
conocimiento obrantes en el expediente […].
[…]
[…] en los términos anotados por el Tribunal y dentro del contexto al que se hizo
mención con antelación, el procesado, aprovechando el interés de la señora MR y
de su cuñado para adquirir un taxi pese a que no reunían los requerimientos
para obtenerlo mediante financiación -según lo anticiparon al indagar en
distintos lugares donde les requerían múltiple documentación-, les pidió una
suma de dinero para ayudarles a cumplir con ese propósito, expectativa bajo la
cual accedieron por las facilidades ofrecidas y con mayor razón cuando en el
concesionario a su cargo se les confirmó que la solicitud de crédito elevada había
sido negada.
En esa secuencia se advierte que ese anhelo, frustrado por las reglas del
mercado, fue del que se valió BC para demandar la entrega de dinero a pesar de
la falta de capacidad de pago de sus clientes, coligiéndose que desde un inicio no
estaba en posición de entregar el rodante, más aún con las dificultades
económicas que adujo si en realidad estas condujeron a que tuviese que cerrar
poco después el concesionario y trasladarse a otro local con distinta razón social.
Es más, ni siquiera individualizó a ciencia cierta el bien sobre el cual recaía el
pacto. Por eso, las continuas evasivas, incluso con posterioridad a que la señora
MR requiriera la devolución del dinero, confluyen a validar el convencimiento con
relación a que fue el querer deliberado de apoderamiento de capital por vía del
engaño el que orientó su actuar, al poner a disposición un vehículo que no tenía
y por eso le era indiferente el no contar con suficientes garantías para su efectiva
cancelación».
RESERVA
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Sala de Casación Penal
M. PONENTE : LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO
NÚMERO DE PROCESO : 44730
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP2985-2018
CLASE DE ACTUACIÓN : ÚNICA INSTANCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 16/07/2018
DELITOS : Urbanización ilegal / Estafa
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de 1991 art.
186, 234 y 235 núm. 4 / Acto Legislativo 01 de
2018 / Ley 600 de 2000 art. 75 núm. 7, 355 y
356 / Ley 599 de 2000 art. 246, 267 núm.1 y
318 / Ley 388 de 1997 art. 99 núm. 1 / Ley
890 de 2004 art. 14 / Ley 906 de 2004 art. 533
y 357 núm. 1 / Decreto 1052 de 1998 art. 5 y 6
Tesis:
«El artículo 246 de la Ley 599 de 2000 consagra el delito de estafa en los
siguientes términos.
[…]
En relación con este tipo penal la Sala ha sostenido:
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de la cuenta de ahorros de AMP , el informe de policía judicial No. 9-49034 del 25
de junio de 2015 , el informe pericial del 18 de noviembre de 2011 y el recibo de
entrega en efectivo de $30.000.000 el 6 de febrero de 2007 , que JEPR sí recibió
el valor total del bien, obteniendo de esta forma un provecho ilícito en perjuicio
de las madres cabeza de familia, pues éstas, en cambio, no recibieron la parcela
que supuestamente habían comprado.
Ahora bien, dado que el precio pagado fue de $280.000.000, dicha suma supera
ampliamente los 100 salarios mínimos, motivo por el cual, la estafa es agravada
en los términos del artículo 267, ídem, que aumenta de una tercera parte a la
mitad, la pena.
Se habla de delitos en masa, cuando “el sujeto activo realiza una pluralidad de
actos que genera una multiplicidad de infracciones a un tipo penal, todo lo cual
se ejecuta de acuerdo con un plan con el que se pretende afectar el patrimonio
económico de un número indeterminado de personas.» (CSJ SP, 25 Jul. 2007,
Rad. 27383)
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FECHA : 31/01/2018
DECISIÓN : CASA PARCIALMENTE Y DE OFICIO
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de 1991 art.
29 / Ley 599 de 2000 art. 6, 61 y 246 / Ley
906 de 2004 art. 6 / Ley 890 de 2004 art. 14
Tesis:
Con ese propósito, inicialmente resulta oportuno recordar que el artículo 246 del
Código Penal, modificado por el artículo 14 de la Ley 890 de 2004, en donde se
describe y sanciona el delito de estafa por el que se procede en este caso,
preceptúa lo siguiente:
El que obtenga provecho ilícito para sí o para un tercero, con perjuicio ajeno,
induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios o engaños,
incurrirá en prisión de treinta y dos (32) a ciento cuarenta y cuatro (144) meses y
multa de 66.66 a 1.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
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Como se observa, el Juez a quo desconoció el principio de legalidad de la pena,
por cuanto a pesar de que la sanción pecuniaria para el delito de estafa en
realidad es de mínimo 66.66 salarios mínimos legales mensuales vigentes,
equivocadamente indicó que era de 1.000 salarios de la misma naturaleza.
Ahora, para llegar a esa intensidad punitiva, el fallador de primera instancia, una
vez siguió los derroteros del artículo 61 del Código Penal estableció, bajo el error
anotado, que el primer cuarto oscilaba entre 1.000 y 1.125 salarios mínimos
legales mensuales vigentes, cuando en verdad va de 66.66 a 424.99 salarios de
igual estirpe.
Así las cosas, impuso la pena de multa de 1.075 salarios mínimos legales
mensuales vigentes, lo que equivale a un incremento del 60% de lo que era
posible imponer.
Por tanto, tomando los guarismos correctos del primer cuarto, es decir, de 66.66
a 424.99 salarios mínimos legales mensuales vigentes de multa para el delito de
estafa por el que se procede en este caso, el 60% de incremento, siguiendo el
criterio del fallador de primer grado, pues el Tribunal guardó silencio sobre el
particular, conduce a que la pena pecuniaria que legalmente corresponde
imponer es de 281.65 salarios mínimos legales mensuales vigentes, como en
efecto se hará».
ASUNTO:
La Sala debe examinar si, en el juicio de subsunción, el Tribunal aplicó
indebidamente el principio de non bis in idem, consagrado en los artículos 29 de
la Constitución Política y 8 del Código Penal, al considerar, como producto de la
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interpretación de las descripciones típicas de los delitos de estafa agravada y
enriquecimiento ilícito de particulares, que, en el asunto de la especie, existe un
concurso aparente de tipos.
Tesis:
«El delito de estafa, descrito en el artículo 246 de la Ley 599 de 2000, que atenta
contra el bien jurídico del patrimonio económico, en su acepción más simple,
consiste en obtener un provecho ilícito para sí o un tercero, con perjuicio de otro,
para lo cual debe haberse inducido o mantenido en error al afectado, a través de
artificios o engaños.
[…]
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en favor del estafador un enriquecimiento evidentemente ilícito, en tanto no tiene
un origen legítimo o causa jurídica real y, en ese orden de ideas, podría
argumentarse que, la conducta tipificada en el delito de Enriquecimiento ilícito
de particulares consistente en un incremento patrimonial cuando no tiene
fundamento en una actividad legal sino en el delito de estafa, también estaría
sancionado en este último punible, por aquello de la obtención del provecho
indebido que supone un incremento injustificado e ilegal, dando lugar a un
concurso ideal entre éste y aquél.
[…]
Por ese motivo, no obstante que la Sala ha admitido las posibilidades concursales
reales o ideales en diversas variables de concurrencia de conductas punibles
asociadas con el Enriquecimiento ilícito de funcionarios y de particulares, es
necesario subrayar que en todo caso, para su configuración, se requiere la
presencia de conductas óntica y normativamente separables o inconexas, lo cual
resultará siempre problemático de establecer cuando el delito fuente entraña en
su propia terminación una forma de enriquecimiento patrimonial.
Es lo que sucede con las conductas punibles lesivas del patrimonio económico,
concretamente con el delito de Estafa, en el que hace parte de su misma
estructura típica la obtención de un provecho ilícito, no solamente como
propósito finalístico constitutivo del dolo, sino también como elemento
indispensable para la conformación del injusto penal.
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confundiéndose las esferas de la moral y el derecho, al trasladar un ideal
fundamental a un contenido que debe obedecer de manera exclusiva a la
construcción dogmática penal.
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Sala de Casación Penal
M. PONENTE : EUGENIO FERNANDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 51594
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP7629-2017
CLASE DE ACTUACIÓN : DEFINICIÓN DE COMPETENCIA
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 15/11/2017
DECISIÓN : ASIGNA COMPETENCIA
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Ley 906 de 2004 art. 32-4, 43 y 54
Tesis:
«[…] la Sala ha sido insistente en precisar que para la comisión de la conducta de
estafa es fundamental la obtención del provecho ilícito para sí o para un tercero,
con el correspondiente perjuicio de otro, mediante artificios o engaños que
induzcan o mantengan a la víctima en error.
La obtención del provecho ilícito, que es el efecto buscado por el sujeto agente,
involucra un incremento de su patrimonio y el recíproco menoscabo del de la
víctima. En consecuencia, por tratarse de un delito de resultado, se consuma
cuando se produce la entrega de los bienes o dinero.
Tesis:
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desempeñar para luego intempestivamente una vez recibe el dinero acordado no
volver a aparecer, obteniendo en consecuencia un provecho ilícito con el
consiguiente perjuicio patrimonial para el denunciante.
Tesis:
«Como lo expusieron las instancias, en procura de su cometido, que no era otro
diferente al de apoderarse del vehículo, MCCG acudió al establecimiento
comercial de compraventa automotriz, haciéndose pasar por una acreditada
comerciante, imagen con la que buscaba generar confianza, para el efecto,
indicándole al vendedor AEMV que poseía bienes los cuales quería permutar por
un auto, es así como aparentó haber suscrito un contrato de compraventa en el
que adquiría un inmueble por $550.000.000, del cual, se le había conferido un
poder para disponer del mismo y, asimismo, ofreció por el automóvil en
referencia un precio elevado.
En ese orden, MCCG estafó a EOR, al que no le pagó el coche, y GJCG, a quien
entregó el rodante por una deuda en esas condiciones, mediante una senda de
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engaños, con la que afectó, también, el patrimonio de G de JBL y DBG.
Queda así revelado que, las inconformidades planteadas fueron resueltas por los
juzgadores y no dejan de ser meras conjeturas con las que pretende cuestionar la
fijación de los hechos realizada por los mismos, sin incidencia, desprovistas de
técnica y con el único propósito de lograr una tercera evaluación por parte de la
Corte».
RELEVANTE
Tesis:
En esa ocasión la situación fáctica se contraía a que una ciudadana compró una
boleta de una rifa cuyo premio era una cabaña ubicada en la ciudadde Santa
Marta; habiendo resultado ganadora del sorteo, el bien a rifar jamás le fue
entregado, como quiera que no era de propiedad del vendedor del juego.
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propaganda y boletas que mandó a imprimir con leyendas que carecían de
veracidad, en las que anunciaba una rifa de valiosos premios, induciendo en
error a numerosas personas para que le compraran boletas; y luego, cuandodos
de ellas resultaron favorecidas, se negó a pagar el premio aduciendo haber
aplazado su rifa y avisado oportunamente tal cancelación.
Ante esta disparidad de criterios, sea esta la oportunidad para que la Corte
analice la modalidad del delito de Estafa en los juegos de suerte y azar descrita
en el inciso 1º del artículo 246 del Código Penal, pues, es esta la conducta por la
que GTV fue condenado por los jueces de instancia».
Tesis:
«[…] resulta del todo pertinente traer a colación la decisión emitida por esta Sala
en CSJ SP3233-2017, rad. 48279, oportunidad en la que se analizó en extenso el
delito de Estafa indicado lo siguiente:
“Es esencial para la comisión del delito de estafa que el provecho ilícito con el
correspondiente perjuicio de otro sea obtenido por medio de artificios o engaños
que induzcan a la víctima en el error. En reciente providencia la Corte ha
precisado los siguientes elementos como estructurales del delito de estafa: “a)
Despliegue de un artificio o engaño dirigido a suscitar error en la víctima; b)
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Error o juicio falso de quien sufre el engaño, determinado por el ardid; c)
Obtención, por ese medio, de un provecho ilícito; d) Perjuicio correlativo de otro,
y e) Sucesión causal entre el artificio o engaño y el error, y entre éste y el
provecho injusto que refluye en daño patrimonial ajeno”.
[…]
Valga resaltar que si los actos previos a la obtención del provecho patrimonial no
conducen de manera incuestionable y concatenada, uno al otro, o se presentan
en un orden distinto al relacionado, o la cadena causal se rompe, trastoca o
invierte no podrá hablarse del delito de estafa.
Tesis:
«[…] establece el artículo 5º de la Ley 643 de 2001 que son de suerte y azar
“aquellos juegos en los cuales, según reglas predeterminadas por la ley y el
reglamento, una persona, que actúa en calidad de jugador, realiza una apuesta o
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paga por el derecho a participar, a otra persona que actúa en calidad de
operador, que le ofrece a cambio un premio, en dinero o en especie, el cual
ganará si acierta, dados los resultados del juego,no siendo este previsible con
certeza, por estar determinado por la suerte, el azar o la casualidad»; indicando el
parágrafo de la norma en cita que “El contrato de juego de suerte y azar entre el
apostador y el operador del juego es de adhesión, de naturaleza aleatoria,
debidamente reglamentado, cuyo objeto envuelve la expectativa de ganancia o
pérdida, dependiendo de la ocurrencia o no de un hecho incierto”.
[…]
Por lo anterior, el valor del premio ofrecido en el juego de suerte o azar no tiene
incidencia alguna en el recorrido del delito, pues, con independencia de que una
persona defraudada gane o no el sorteo, lo cierto es que el reato ya se ha
consumado desde el momento mismo en que el timador obtiene el provecho
económico indebido, mismo que no debe confundirse con el premio dejado de
entregar o pagar, simplemente porque ello apenas representó parte del ardid para
lograr que la persona o personas, en el caso de rifas, se desprendieran del dinero
que de inmediato acrecentó ilegalmente el patrimonio del estafador.
En estos eventos, entonces, el no pago del premio es ajeno al iter criminis del
delito, en cuanto eventos cronológicos sucesivos necesarios, dado que los actos
engañosos, aún si se quiere acudir a cualquier tipo de ficción jurídica, jamás
tuvieron como fin eludir el pago del premio, sino obtener de cada jugador una
determinada suma de dinero que, en conjunto, constituye el incremento
patrimonial ilícito de la persona o personas.
21
Huelga anotar que una vez obtenido el beneficio patrimonial con afectación de los
jugadores, se ha perfeccionado el delito, razón por la cual en ello nada incide que
el azar, después, favorezca a determinada persona, como quiera que, es necesario
precisar, la maniobra engañosa no se realiza en consideración a esta,
individualmente considerada, y apenas constituye una expectativa, para todos
los jugadores, la posibilidad de acceder o no al premio.
Ahora bien, en aquellos casos en los que no se atribuye al operador algún tipo de
comportamiento engañoso con el fin de obtener de los jugadores el pago de la
apuesta -esto es, no es posible advertir un dolo anterior al momento mismo del
sorteo-, pero se verifica que una vez cobrado el premio se omite el pago, aún si se
engaña a la persona para dilatar la prestación o hacerle creer que será
satisfecha, no es posible señalar materializado el delito de estafa, sino, cuando
más, el incumplimiento de una obligación civil, entre otras razones, debe
destacarse, porque el contrato no tuvo ningún tipo de vicio que lo afectase.
Tesis:
Es por ello que para establecer la cuantía del delito de Estafa en la modalidad
que aquí se estudia, resulta imprescindible recordar el concepto que sobre el
delito masa ha plasmado esta Corporación en su jurisprudencia.
“Trátese, por tanto, en casos como este, de una acción única con pluralidad de
actos ejecutivos, que de suyo excluye la posibilidad del delito continuado, que por
definición exige una pluralidad de conductas. Lo que sucede es que al recaer
cada uno de los actos ejecutivos que la conforman en diversas personas, esto no
significa que se trate de acciones independientes con relevancia jurídico penal,
sino que estos son actos ejecutivos de la conducta integralmente considerada,
que como única, tipifica una sola acción delictiva con pluralidad de sujetos
pasivos, pues no en pocas ocasiones exige la puesta en marcha de una
multiplicidad de actos dependientes de los medios utilizados, que naturalística y
jurídicamente se tornan en necesarios para que la acción final defraudadora
pueda consumarse”
En otra ocasión, señaló igualmente la Sala que el delito masa “se presenta
cuando el sujeto activo realiza una pluralidad de actos que genera una
multiplicidad de infracciones a un tipo penal, todo lo cual se ejecuta de acuerdo
con un plan con el que se pretende afectar el patrimonio económico de un
número indeterminado de personas.”,
22
lo siguiente:
Luego, cuando el sujeto activo del delito concibe una sola acción delictual de
estafa, pero ejecuta varios actos dirigidos a la consecución del fin propuesto, en
detrimento del ente abstracto único constituido por todas las personas que
realizaron la apuesta o que pagaron el derecho a participar en el juego de suerte
o azar, deberá entenderse que ello corresponde a un delito masa y la cuantía de
la estafa lo será el monto global de todas las apuestas o la suma del precio que
pagaron todas las persona por el derecho a participar en el juego.
23
RESERVA
Tesis:
[…]
“De la descripción típica del delito de estafa se ha de concluir que son los
elementos de la misma los siguientes: a) La conducta del sujeto activo del delito
debe estar orientada a la obtención de un provecho ilícito de carácter
patrimonial, que consecuentemente debe traducirse en un daño de la misma
naturaleza al sujeto pasivo del delito, que se obtiene como consecuencia del error
con que induce a la víctima. b) La utilización por parte del sujeto activo del delito
de medios o artificios engañosos, dirigidos a inducir o mantener en error a la
víctima. c) La real producción del error en el sujeto pasivo de la infracción, o el
mantenimiento en el mismo como consecuencia de la falsa representación de la
realidad en la víctima como producto de los artificios o engaños desplegados por
el agente delictivo. d) Un acto de disposición patrimonial realizado por el sujeto
pasivo y con una relación causal, con las maniobras engañosas realizadas por el
agente del delito. f) La obtención del provecho ilícito buscando por el agente, con
el consecuente perjuicio patrimonial de la víctima. Es obvio concluir que si falta
alguno de estos elementos no puede pensarse en la existencia típica del delito de
estafa.” (CSJ SP, sentencia 15 ab. 1993, rad. 7292).
24
concreta situación contractual si en verdad hubo desequilibrio patrimonial en
detrimento de una de las partes, si tal afectación económica fue fruto de
inducción en error mediante engaño y si las maniobras utilizadas generaron
ventaja patrimonial a favor de quien las empleó, con tal propósito.” (CSJ SP,
sentencia 1 jun. 1994, rad. 8440).
En lo que hace a la modalidad genérica, los elementos típicos son los siguientes:
[…]
25
ser producto de unas específicas circunstancias alternativas definidas por el
legislador, esto es, inducir o mantener en error a otro mediante artificios o
engaños” (CSJ SP 13691-2014, auto 8 oct. 2014, rad. 44504). Y, (ii) la conducta
del sujeto agente que valiéndose de un medio fraudulento asegura un
determinado resultado, en la hipótesis de “lotería, rifa o juego”, conforme al
inciso 1º del art. 246 del Código Penal.
Lo anterior, porque está ausente ese "ardid", entendido como "artificio o engaño"
que "consiste en dar apariencia de verdad, de legalidad o de licitud a algo que no
lo tiene, de lo contrario inducir en error a la víctima sería un imposible material",
por cuanto el denominado "bono de apoyo", documento que en fotocopia se
adjuntó a la denuncia y se anexó en original en el informe de Policía judicial No.
9-86389/9-86390 del 12 de diciembre de 2016, no es un instrumento idóneo
para engañar al público en general, ni se atribuye al aforado otro
comportamiento en procura de ello.
Tampoco emerge del contenido de los bonos emitidos por el imputado, que fuesen
lo suficientemente fraudulentos como para eliminar el azar y asegurar un
determinado resultado en la supuesta «rifa» y, por esa vía, generar la vulneración
del patrimonio económico como bien jurídico tutelado, ni aflora de los medios de
prueba allegados otra actividad desarrollada por el aforado con esa finalidad.
[…]
[…]
26
De ahí que es equivocado argüir que quienes adquirieron el bono lo hicieron
engañados por cuanto la voluntad de contribuir a una causa política fue lo
determinante, tal como lo reflejan las entrevistas realizadas por personal adscrito
al C.T.I. y otros medios de prueba allegados a la investigación.
[…]
Así las cosas, el análisis precedente orienta una conclusión sobre la atipicidad de
la conducta punible investigada, lo cual constituye razón suficiente para que la
Sala profiera resolución inhibitoria a favor del aforado con fundamento en la
previsión contenida en el artículo 327 del Estatuto Procesal Penal».
Tesis:
«La censora también es del criterio que, el delito de estafa en la modalidad masa,
“trae [í]n[s]ito el agravante espec[í]fico, estando proh[i]bido en un juicio de razón
agravar doble vez la pena”, premisa que resulta equivocada si se considera que
unas son las circunstancias de agravación específica consagradas para el delito
de estafa en el artículo 247 de la Ley 599 de 2000, entre las que a los procesados
se les endilgó la descrita en el numeral 4º, otras las específicas para los delitos
27
contra el patrimonio económico, señaladas en el canon 267 ejusdem, de las
cuales se les dedujo la consagrada en el numeral 1º y una muy diferente la
categoría dogmática descrita en el precepto 31, relativa al delito masa, la cual
concurre cuando “el sujeto activo realiza una pluralidad de actos que genera una
multiplicidad de infracciones a un tipo penal, todo lo cual se ejecuta de acuerdo
con un plan con el que se pretende afectar el patrimonio económico de un
número indeterminado de personas” (CSJ SP, 25 jul. 2007, rad. 27383) y que
comporta un incremento adicional de una tercera parte, cuya atribución
conjunta no corresponde a una doble incriminación ni vulnera el principio de
non bis in idem, pues todas ellas sancionan diferentes circunstancias modales
que integran la prohibición típica del injusto.
[…]
Tesis:
[…]
28
[…]
[…]
[…]
Y si bien es cierto, como igual lo ha señalado esta Sala, el contrato como fuente
de contraprestaciones de contenido económico, eventualmente, puede esconder o
servir como una modalidad de engaño, habida cuenta que una parte puede
inducir en error a la otra frente a cualquiera de los elementos de la respectiva
obligación (capacidad, consentimiento objeto y causa lícitos), con el ánimo de5
obtener así un provecho patrimonial ilícito con perjuicio correlativo , también es
cierto que ello no ocurre cuando esa lesión y ganancia análogas sobrevienen a
raíz del incumplimiento, no precedido de engaño, de las cláusulas inherentes al
contrato […].
[…]
29
Por lo tanto, como tras la detección y corrección de los errores de valoración
probatoria en que incurrieron las instancias, en la situación fáctica decantada no
encuentran asiento los requisitos estructurales de la conducta punible de estafa
y, por el contrario, los hechos debatidos se reducen a incumplimientos recíprocos
del denunciante y del procesado, constituye un imperativo jurídico casara la
declaración de condena expresada en la sentencia de segunda, para en su lugar
emitir una de carácter absolutorio en favor de FLCR».
30
Villavicencio. Sin embargo, ésta, según ha tenido ocasión de precisarlo la Sala, es
de carácter permanente:
Para que se configure esa conducta punible es imperioso que exista una
actuación judicial o administrativa en la que se deba resolver un asunto jurídico,
y que, por ende, sea adelantada por las autoridades judiciales o administrativas.
Incurre en ella el sujeto que, por cualquier medio fraudulento, induzca en error
al servidor público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley.
El carácter permanente del delito implica, entonces, que la lesión al bien jurídico
tutelado se prolonga durante todo el tiempo en que la autoridad se mantenga en
el error y aún después si se requiere de actos de ejecución. (CSJ AP3809-2015, 8
jul. 2015, radicado n°46204).
Ahora bien, frente a delitos conexos - como es nuestro caso - dijo la Sala que
debía prevalecer su investigación y juzgamiento conjunto, y que ello no
comportaba desconocimiento del debido proceso, pues “(…) tanto la Ley 600
como la Ley 906 establecen un trámite respetuoso de todas las garantías que
componen el derecho al debido proceso y que son referidas en el artículo 29
constitucional, así como en los principios y normas rectoras desarrolladas por
cada uno de estos ordenamientos procesales (…)”. (Proveído citado, reiterado en
CSJ AP2139-2015, 29 abr. 2015, radicado n°44460).
31
Sala de Casación Penal
M. PONENTE : GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ
NÚMERO DE PROCESO : 49901
NÚMERO DE PROVIDENCIA : AP2552-2017
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 26/04/2017
DECISIÓN : INADMITE
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Constitución Política de Colombia de 1991 art.
228 / Ley 270 de 1996 art. 13-2, 55, 170-4 /
Ley 599 de 2000 art. 246 / Ley 600 de 2000
art. 204, 205, 207-3, 217
Tesis:
32
Ahora, si el vicio postulado corresponde a una violación del debido proceso, es
del caso que el actor identifique la irregularidad sustancial que alteró el rito legal,
pero si afectael derecho de defensa, se debe especificar la actuación que lesionó
esa garantía, en cada caso la argumentación debe estar acompañada de la
solución respectiva, salvo que el yerro tenga la potencialidad de lesionar
simultáneamente el debido proceso y la defensa.
En efecto, bastas una simple lectura de sus decisiones para constatar que los
sentenciadores encontraron demostrada la existencia del delito investigado, así
como la responsabilidad del acusado, con fundamento en pruebas documentales
(las aportadas por las afectadas como escrituras públicas, certificados de pagos,
entre otros) y testimoniales (CMC y KFI), que les llevó al convencimiento, al igual
que la fiscalía en el escrito de acusación, de que el abogado HJAS,
aprovechándose de la situación apremiante que padecían las víctimas por
conseguir un dinero, les hizo creer que los recursos le iban ser proporcionados
mediante la constitución de una hipoteca sobre el inmueble de su propiedad,
cuando en realidad el acto jurídico al que fueron sometidas con motivo de ese
préstamo pecuniario fue el de tradición con pacto de retroventa del predio a favor
de quien les entregaría dicha suma, manteniendo las hermanas Pájaro la
33
creencia de que el negocio que finalmente estaban suscribiendo era el
inicialmente conversado y acordado […].
[…]
[…] en cuanto a los argumentos centrales de la defensa con los cuales atacó la
condena de primera instancia, debe entenderse que, en lo esencial, fueron
abordados por el ad-quem. Nótese que la propuesta de la defensa, desde los
alegatos de la vista pública y reafirmada en el recurso de alzada, estuvo dirigida,
básicamente, a que la conducta investigada fuera declarada atípica, por cuanto,
a su juicio, no hubo provecho ilícito, ni se indujo o mantuvo en error a las
afectadas por parte del acusado.
Tesis:
34
sentencias de primer y segundo grado y por los cuales se condenó al acusado
precisa que el negocio jurídico empleado para defraudar a las víctimas recayó
sobre un bien inmueble rodeando los $45.000.000 de pesos, monto que supera
ampliamente la cuantía de 10 salarios mínimos legales mensuales vigentes para
el año 2006 ($4.080.000), por lo que la pena debió fijarse de conformidad al
inciso primero de la citada norma, esto es, de 2 a 8 años, como efectivamente lo
realizó el fallador de primera instancia.
Todas las falencias advertidas conducen a inadmitir la demanda […]».
Tesis:
«[…] si bien el negocio jurídico como creador de obligaciones —en el cual una
persona (deudor) se compromete a realizar una conducta en pro de otra
(acreedor) a cambio de una contraprestación-, puede ser utilizado en ocasiones
como instrumento quimérico para afectar el patrimonio económico de alguno de
los contratantes, ese perjuicio no siempre debe dilucidarse en el ámbito penal,
pues también está la protección civil, como lo evidenció el Tribunal, DA
deformando la realidad buscó solucionar su conflicto al colocar al derecho penal
como primera ratio al hacer creer a la administración de justicia que mediaban
especiales condiciones que configuraban un delito en el actuar de RP, omitiendo
deliberadamente aspectos propios de la labor de intermediación contratada y la
necesaria entrega voluntaria del vehículoque se dio para su exhibición y oferta».
35
precedente o concurrente al error de la víctima que la lleva a disponer de su
patrimonio
Tesis:
[…]
Valga resaltar que si los actos previos a la obtención del provecho patrimonial no
conducen de manera incuestionable y concatenada, uno al otro, o se presentan
en un orden distinto al relacionado, o la cadena causal se rompe, trastoca o
invierte no podrá hablarse del delito de estafa.
Tesis:
[…]
36
del contrato, una de las partes se sustrae a su cumplimiento, lo cual sucede en
una fase posterior a la contractual y puede obedecer a varias causas no
necesariamente vinculadas al delito de estafa pero sí con consecuencias adversas
en el ámbito civil, en tanto no siempre el incumplimiento malicioso o voluntario
de una obligación comporta el delito de estafa, puesto que puede estar ausente el
ánimo engañoso y fraudulento.
[…]
Tesis:
[…]
Es decir, en manera alguna la entrega del dinero de parte de los viajeros fue
consecuencia directa de un engaño desplegado por el procesado, de allí que no se
verifique este elemento del tipo, mucho menos la relación causal que se pregona
entre el desprendimiento patrimonial por parte de la víctima y la maniobra
engañosa desarrollada por el agente, tampoco el ánimo fraudulento.
[…]
37
concurrente con la disposición patrimonial de parte de la víctima de estafa.
Como se indicó en los puntos uno y dos de las consideraciones, los elementos del
tipo objetivo son muy específicos y se relacionan en una estricta secuencia y
causalidad, la cual no se verifica en el presente asunto y por lo mismo, no es
dable concluir que la conducta del acusado estuviera encaminada a defraudar».
Tesis:
[…]
Sin embargo, tales aspectos reprochables, son insuficientes para derivar una
responsabilidad penal por vía de la conducta de estafa, habida cuenta que como
se ha venido explicando, sus elementos no se verifican en el supuesto fáctico
probado en el juicio del cual solo logra advertirse la sustracción del acusado a
una obligación de naturaleza civil, que a no dudarlo, generó un perjuicio
patrimonial para una de las partes contratantes, pero que no puede equiparse al
despliegue de una maniobra engañosa encaminada al logro de un provecho
económico ilícito, puesto que gran parte del dinero que le entregaron los viajeros
a los que contactó fueron trasladados a la agencia de viajes con quien contrató el
servicio para la totalidad de los turistas y en las condiciones que SP había
acordado con éstos.
38
Elementos Rad: 27460 | Fecha: 05/09/2012 | Tema: ESTAFA - Elementos Rad:
15248 | Fecha: 29/08/2002 | Tema: ESTAFA - Contrato: medio idóneo para
ocultar el ánimo de defraudar, diferente al incumplimiento de un contrato,
explicación Rad: 21902 | Fecha: 30/11/2006 | Tema: ESTAFA - Contrato: medio
idóneo para ocultar el ánimo de defraudar, diferente al incumplimiento de un
contrato, explicación Rad: 36824 | Fecha: 12/10/2012 | Tema: ESTAFA -
Contrato: medio idóneo para ocultar el ánimo de defraudar, diferente al
incumplimiento de un contrato, explicación Rad: 44504 | Fecha: 08/10/2014 |
Tema: ESTAFA - Contrato: medio idóneo para ocultar el ánimo de defraudar,
diferente al incumplimiento de un contrato, explicación
[…]
[…] se anticipa que no confluyen circunstancias que permitan pregonar de manera indefectible la
ausencia en el implicado del conocimiento acerca de la ilegalidad de su decisión, o del componente
volitivo necesario para su emisión […]
[…]
[…] es manifiesto que eran prolijas las referencias a la eventual comisión de un delito de estafa y
frente a ellas no hubo un estudio consistente, solo la apreciación genérica con relación a que se
trataba de un asunto de competencia de los jueces civiles sin hacerse mención de ningún tipo en lo
atinente a la coerción desplegada en contra de la denunciante, traducidas en amenazas encaminadas
a que desconociera sus derechos patrimoniales y accediera a las pretensiones de personas que ni
siquiera habían participado en la negociación inicial. Entorno que descarta la supuesta conformidad
de esas transacciones con el derecho civil, en los confusos términos esbozados por el apelante si es
que su crítica con respecto a la decisión del Tribunal recaía en la negativa a reconocer la atipicidad
subjetiva, pues se empeña en desconocer que la permisibilidad de un contrato lícito no descarta la
existencia de artificios o engaño, ya que nada impide que la inducción o el mantenimiento en error
tengan origen precisamente en la aparente sinceridad y legalidad de que se revista ese acuerdo de
voluntades (Cfr. CSJ SP, 29 Ago. 2002, Rad. 15248).
39
la información disponible que tenía el implicado a la hora de adoptar dicha determinación que, se
insiste, trascendía a un mero incumplimiento contractual. Así, tenían cabida actividades
investigativas adicionales para dilucidar los señalamientos en cuestión, ya bien fuera para aclararlos
de denotarse confusos, según se argumentó en la alzada, o para constatar la efectiva presencia de la
coyuntura evocada por el funcionario indiciado.
Desde esta perspectiva, entonces, la impugnación es infundada, toda vez que, se reitera, no se
aprecia la supuesta perplejidad evocada por el recurrente acerca de la eventual connotación penal
que podían ostentar los hechos comunicados a la Fiscalía.
[…]
Por contera, desde esa óptica, es inane que predique que la investigación disciplinaria por estos
mismos hechos fue archivada como si tal determinación fuese infalible y per se vinculante en estas
diligencias, o que afirme que no se configuró delito por la posibilidad que tenía la denunciante de
acudir al juez de control de garantías para solicitar el desarchivo, en tanto ello no tiene nada que ver
con la emisión de aquella providencia, la que, en su fase objetiva, se dijo, parece ajustarse a la
descripción normativa prevista en el artículo 413 del Código Penal.
Sobre este aspecto la jurisprudencia ha decantado de antaño cómo el ejercicio de este tipo de
mecanismos encaminados a verificar la legalidad de las decisiones de carácter judicial no impide
que ingresen al plano jurídico, de manera tal que al ser el prevaricato por acción un delito de mera
conducta, basta para su estructuración que se profiera una resolución, concepto o dictamen
contrario a la ley, sin requerimientos adicionales (cfr. CSJ SP, 15 Nov. 2001, Rad. 14040).
[…]
[…] el proveído impugnado será confirmado, lo que no es óbice para que la Fiscalía recaude los
medios de conocimiento pertinentes que le permitan depurar una conceptualización coherente a fin
de sustentar la viabilidad de la preclusión, toda vez que tales presupuestos desde la causal invocada,
por ahora, brillan por su ausencia, por lo menos, en el grado de conocimiento requerido para
proceder de conformidad (Cfr. CSJ AP 3288-2014)».
40
de la víctima, no es elemento del tipo, explicación
Tesis:
«[…] se alega que la víctima no era susceptible de ser engañada por sus
condiciones personales debiendo asumir el resultado de la fallida negociación, ha
de decirse que dicha tesis es inconsistente con lo acreditado en la actuación,
toda vez que, según lo transcrito, DR agotó una serie de estratagemas que más
allá de un posible incumplimiento contractual estaban encaminadas a lograr la
obtención de recursos por cuenta de un bien que sabía no podía traditar, al
ofrecerlo como prenda de garantía de obligaciones civiles que nunca satisfizo y,
de hecho, a la postre, el vehículo terminó inmovilizado porque tenía el motor
regrabado. En consecuencia, el reproche carece de un soporte conceptual
objetivo que valide sus asertos, al reñir, se insiste, con lo demostrado en la
foliatura.
[…]
El postulado de la buena fe, por tanto, exige a las partes actuar de manera recta
y transparente durante la celebración de un negocio jurídico, de tal manera que
si una de ellas le suministra a la otra información contraria a la realidad que la
determina a realizar la transacción o le oculta maliciosamente datos que de
haberlos conocido se habría abstenido de llevarla a cabo, incurrirá en el delito de
estafa, pues de esa forma habrá acudido a medios eficaces para inducir o
mantener en error a la víctima y así obtener provecho patrimonial ilícito con
perjuicio ajeno”. (CSJ SP 9488-2016)
41
víctima, no es elemento del tipo, explicación Rad: 38356 | Fecha: 18/04/2012 |
Tema: COMPULSACIÓN DE COPIAS - Obligatoriedad
Tesis:
«[…] como lo ha reconocido la Corte, cuando con una misma acción timadora,
encaminada a un mismo propósito, resultan varios sujetos afectados, el engaño
es único, como único es el dolo. Por manera que, incluso, para efectos de la
cuantía, se tiene en cuenta el valor de la totalidad de la cosa -el terreno en este
caso […]
[…]
En ese orden, las sanciones quedarán así: 32 meses de prisión, 66.66 salarios
mínimos legales mensuales vigentes de multa y 32 meses de inhabilitación para
el ejercicio de derechos y funciones públicas -topes mínimos que corresponden al
primer cuarto impuestos inicialmente por el Juez singular».
42
17/09/2008 | Tema: COMPETENCIA - Falta de competencia: técnica en casación
Rad: 17358 | Fecha: 28/11/2002 | Tema: ESTAFA - Consumación: cuando el
artificio o engaño se estructura con varios actos
RELEVANTE
Tesis:
«Advierte la Corte que en el segundo tema esbozado en la demanda el
casacionista terminó aceptando que el contrato sí versó sobre la venta del
43
derecho de dominio, proponiendo tácitamente la violación directa del artículo 246
del Código Penal, por aplicación indebida, al entender que la denunciante
incurrió en una acción a propio riesgo, por cuanto tenía a su disposición
mecanismos de autoprotección para salir del error y no hizo uso de ellos.
Bajo tal perspectiva, entonces, si la persona pasible del engaño obra de modo
ingenuo, torpe o negligente no habrá lugar a afirmar la existencia de estafa,
porque una actuación prudente le hubiera bastado para salirse del error. Esta
postura fue acogida por la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia en la sentencia CSJ SP, 12 jun. 2003, rad. 17196, al expresarse en ella:
44
En ese mismo pronunciamiento, de todas maneras, sobre la base de que la
imputación objetiva tiene como presupuesto tanto el riesgo permitido como el
principio de confianza, “que determinan el estado de interacción normal de las
relaciones sociales y de los riesgos que en ellas se generan”, se señaló
adicionalmente:
“… De manera que, sólo cuando la víctima asume conjuntamente con otro una
actividad generadora de riesgos (lo cual acá no ocurre), puede eventualmente
imputársele el resultado a la víctima, siempre que esta tenga conocimiento del
riesgo que asume. En consecuencia, si es el autor quien recorre la conducta
descrita en el tipo penal (quien crea el riesgo), el resultado debe serle imputado a
aquel y no a la víctima, pues ésta obra dentro del principio de confianza que le
enseña que en el tráfico de las relaciones sociales el vendedor realizará el
comportamiento en el ámbito de competencia que le impone la organización”.
“[…] quien ostenta un nivel de preponderancia sobre alguien que, por su bajo
grado académico, cultural o social, carece de suficiente capacidad para entender
cabalmente los pormenores de un negocio jurídico, asume la posición de garante
para la evitación de resultados dañosos cuando con su comportamiento ha
generado un riesgo jurídicamente desaprobado, siempre que conociese las
condiciones especiales del sujeto pasivo de la conducta. Solamente en esos casos,
si no actúa de conformidad con la posición de garante que el ordenamiento
jurídico le atribuye, le será imputable de manera objetiva el resultado.
No obstante, la Sala estima oportuno reconsiderar tal criterio frente a este caso
concreto, pues la acción a propio riesgo se edifica en el mismo a partir de
reprochar al sujeto pasivo el no uso de mecanismos de autoprotección en orden a
evitar el menoscabo a su patrimonio económico, con lo cual se le introduce al
delito de estafa una exigencia totalmente extraña a su estructura típica, que se
limita a describir una conducta de acción traducida en la obtención de un
provecho ilícito, induciendo o manteniendo a otro en error por medio de artificios
o engaños, sin que entonces sean de su esencia comportamientos de carácter
omisivo.
45
En otras palabras, tiene como eje fundamental la realización de actos positivos
por parte de quienes constituyen los extremos de la conducta típica. Es así como,
cuando se trata de negocios jurídicos, la actuación del sujeto pasivo consiste en
intervenir en el acuerdo de voluntades, en suscribir luego el respectivo contrato
y, finalmente, en desprenderse de su patrimonio económico, producto de la
inducción en error de que es objeto en virtud de las maniobras engañosas del
agente. De tal suerte que constituye un equívoco introducir al tipo penal de
estafa acciones indiligentes o negligentes, que no son propias de su naturaleza
descriptiva.
Ahora bien, es cierto que, como se señaló en la sentencia del 10 de junio de 2008
citada en precedencia, actualmente nuestro país, a diferencia de lo que ocurría
en pasadas épocas, tiene un mayor nivel educación, situación que ha hecho que
el Estado deje atrás de manera gradual aquellos períodos de acentuado
proteccionismo para pasar a fases donde se ofrece una mayor libertad de
interacción de las personas.
Sin embargo, esa libertad privada no puede extenderse hasta el punto de permitir
el engaño y el fraude en las relaciones contractuales. Si una de las partes acude
a ese tipo de maniobras y con ello afecta el patrimonio económico de otro,
comportamientos de esa naturaleza trascienden el ámbito meramente particular
y en tal evento el Estado está obligado a sancionarlos penalmente.
[...]
[…]
No desconoce la Corte, de otra parte que, de acuerdo con los artículos 1871 del
Código Civil y 907 del Código de Comercio, la venta de cosa ajena vale. Sin
embargo, hoy en día esas normas deben interpretarse en función, precisamente,
de la visión que le ha dado al principio de buena fe su constitucionalización.
Por tanto, debe entenderse que ese tipo de transacciones son válidas sólo en la
medida en que el vendedor en forma sincera y leal informa al comprador desde
un principio la situación real del bien porque si, con lo destacó la Procuradora
Delegada, el contrato se celebra con el anticipado propósito de incumplirlo, para
lo cual se le acompaña de maniobras engañosas, en forma que su suscripción
constituye el ardid para generar error en la víctima y obtener beneficio
económico, en ese evento se estructura el delito de estafa.
46
inscrito como propietario en la respectiva oficina de registro de instrumentos
públicos.
Pese a lo anterior, ocultó a AMMB que no era la propietaria del bien objeto de la
transacción y, por el contrario, le manifestó expresamente que “esa casa era de
ella porque allá había levantado a sus hijos”. No sólo ello demuestra que la
acusada nunca tuvo interés en cumplir lo pactado. También conduce a esa
convicción la actitud que asumió a lo largo de sus intervenciones procesales, en
las cuales pretendió acreditar, valiéndose de las cláusulas contractuales que ella
misma redactó, que solamente había prometido en venta a la denunciante el
derecho de posesión.
47
«Si bien afirma que la sana crítica -no precisa si la experiencia, la lógica o la
ciencia- y los estudios criminológicos -tampoco los reseña- indican que obtenido
el desplazamiento patrimonial de víctima a victimario, el estafador no intenta
cumplir sus obligaciones contractuales, deja al margen que, tras la ejecución
consumativa del iter criminis, en veces, el agente puede desplegar conductas
aparentemente acordes con la ley contractual que ya no apuntan a obtener una
ventaja económica sino a mantener al sujeto pasivo de la infracción en engaño a
efecto de evitar ser descubierto».
Tesis:
«El juzgador de segundo grado reconoció la existencia de un concurso homogéneo
y sucesivo de estafas, acogiendo de esta manera la calificación jurídica fijada por
el ente acusador, sumó el valor de los 28 cheques y de allí derivó una única
estafa por monto global de $541.783.945, justificando así la aplicación de la
pluricitada circunstancia de agravación, mas no explicó ese proceder, es decir,
nada dijo acerca de si se configuraba un delito masa o continuado -art. 31 del
C.P.-, únicas posibilidades para predicar una sola conducta contra el patrimonio
económico y, por ende, una sola cuantía.
48
la señalada para el delito de estafa agravada, esto es, de 42.66 a 216 meses de
prisión, cuando la sanción que realmente correspondía, por tratarse de un
concurso homogéneo sucesivo de tal conducta punible, cuya cuantía no excede
de 100 SMLMV, es la señalada para el tipo básico, valga decir, 32 a 144 meses.
De lo anterior se sigue que de acuerdo con las reglas del artículo 61 del Código
Penal, dividiendo ese ámbito de punibilidad en cuartos arroja: el primero de 32 a
60 meses, el segundo de 60 a 88 meses, el tercero de 88 a 116 meses y el cuarto
de 116 a 144 meses.
Tesis:
49
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 5849 | Fecha: 05/03/1993 | Tema:
NO RECURRENTES - Puede el funcionario de segunda instancia extender una
decisión a los no recurrentes Rad: 36824 | Fecha: 12/09/2012 | Tema:
RECURSO DE APELACIÓN – Sustentación: no existen fórmulas sacramentales
Tesis:
«Asoció la violación indirecta de la ley sustancial a un error de hecho por falso
juicio de identidad pero omitió su comprobación. En lugar de ello, hizo una
descalificación general de la evaluación probatoria de los juzgadores y, en
particular, del alcance que le otorgaron a los testimonios rendidos por las
víctimas, de acuerdo con el cual los cheques por ellos recibidos no fueron en
garantía de pago sino la artimaña de la cual se valió el acusado para despojarlos
de su patrimonio económico.
[…]
50
DELITOS : Estafa / Infidelidad a los deberes profesionales
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 74 / Ley 600 de 2000 art.
34 / Ley 906 de 2004 art. 70, 71 y 74 / Ley
1453 de 2011 art. 108
Tesis:
[…]
El fundamento de esta tesis es inaceptable, porque si por verbo rector del tipo
penal se entiende la categoría gramatical que recoge la acción típica propiamente
dicha, o que describe la acción alrededor de la cual gira la conducta ilícita, o que
encierra el acontecer central del accionar delictivo, es claro que en la estafa este
núcleo rector viene dado por el verbo obtener, y que los verbos inducir y
mantener son solo descriptores modales de la conducta que indican la forma
como el sujeto agente debe llegar al resultado (CSJ SP, 8 de junio de 2006,
radicación 24729. CSJ SP13691-2014, 8 de octubre de 2014, radicación 44504).
Sostener, por tanto, que el delito se extendió hasta el mes de febrero de 2010,
cuando LMGZ salió del engaño, es equivocado, porque confunde los actos
artificiosos o engañosos orientados a inducir o mantener en error a la víctima
para el logro del provecho ilícito, que deben preceder la obtención del resultado
típico, con los actos engañosos posteriores que tienen por objeto ocultar el delito,
que nada tienen que ver con la conducta delictiva.
[…]
51
Pero la conducta, en ambos casos, sigue siendo instantánea».
Tesis:
[…]
52
Esta afirmación riñe con la realidad de lo decidido, en tanto el juez plural destacó
la irrelevancia del referido consenso para efectos de la asunción del riesgo por
parte de la víctima, e incluso reconoció que carecía de validez».
Tesis:
«Lo primero que cabe anotar es que el demandante entrega al deber de garante una condición
eminentemente normativa que desdice del sentido que quiso darse al punto en la jurisprudencia de
la Corte y la decisión que en seguimiento de la misma soportó el ad quem.
De esta manera, el que en Colombia, por vía de lo consignado en el artículo 25 del Código Penal, se
determine la exigencia expresa del deber de garante a los delitos de comisión por omisión y solo en
los casos allí referidos, no implica que este sea el único aspecto en el que se pueda exigir de las
personas obrar conforme determinado desiderátum, pues, nada impide que en el contexto general
del comportamiento social se demande de ellas una determinada actuación o abstención, en cuya
violación se generen consecuencias de variada estirpe para quien desatiende lo reclamado.
Lo que debe entenderse, acorde con la consagración normativa del artículo 25 en reseña, es que los
delitos de comisión por omisión solo pueden atribuirse penalmente a quienes allí se detallan con
posición de garantía.
“Posición de garante es la situación en que se halla una persona, en virtud de la cual tiene el deber
jurídico concreto de obrar para impedir que se produzca un resultado típico que es evitable.
Cuando quien tiene esa obligación la incumple, y con ello hace surgir un evento lesivo que podía
ser impedido, abandona la posición de garante.
En sentido restringido, viola la posición de garante quien estando obligado específicamente por la
Constitución y/o la ley a actuar se abstiene de hacerlo y con ello da lugar a un resultado ofensivo
que podía ser impedido. Es el concepto que vincula el fenómeno estudiado con los denominados
delitos de comisión por omisión, impropios de omisión o impuros de omisión.
53
En sentido amplio, es la situación general en que se encuentra una persona que tiene el deber de
conducirse de determinada manera, de acuerdo con el rol que desempeña dentro de la sociedad.
Desde este punto de vista, es indiferente que obre por acción o por omisión, pues lo nuclear es que
vulnera la posición de garante quien se comporta en contra de aquello que se espera de ella, porque
defrauda las expectativas.”
Para el caso concreto, la Corte entendió el deber de garantía en su concepción amplia cuando al
mismo hizo relación para definir si quien ejecuta maniobras engañosas a fin de defraudar
patrimonialmente a otro, debe o no responder penalmente, atendido el rol social que del mismo se
espera y la confianza que en razón de su cargo o posición despierta.
Esto, por cuanto, cabe aclarar, se ha extendido la tesis referida a la autopuesta en peligro y las
circunstancias que deben gobernar este como factor correctivo de la imputación penal.
(...)
Nada diferente a cumplir con el presupuesto dogmático establecido por la Corte para el delito de
estafa, adelantó el Tribunal, pues, luego de citar la postura transcrita, abordó el caso concreto y
determinó que en atención a las especiales calidades y rol social desempeñado por el acusado
CBGC, las víctimas depositaron en él su confianza y ello condujo a la consumación del delito de
estafa.
(...)
Es así como, a pesar de significar contraria al artículo 25 del C.P. la postura del Tribunal, el
demandante desemboca en un aspecto sustancialmente diferente, que remite a determinar si la
actividad y cargo de los acusados pudo o no influir en la autoprotección exigida de los afectados,
con lo cual no solo abandona el objeto de discusión, sino que penetra en el campo de la simple
conjetura, al punto de exigir que su particular interpretación de los hechos prime sobre la que
acogió el Tribunal, en típico alegato de instancia que a más de no demostrar ningún yerro
específico, abandona la causal esgrimida al poner en entredicho el análisis probatorio del Tribunal,
o cuando menos, las conclusiones fácticas que de allí extrajo.
(...)
Desde luego que la incidencia de la confianza despertada y el rol social desempeñado por los
acusados, opera efectiva de cara a los controles que por lo general debe tomar la persona para evitar
el riesgo, pues, si se dijera que en todos los casos los inversionistas deben acudir al examen
detallado de todas y cada una de las circunstancias que gobiernan el fraude, simplemente se despoja
de sentido el factor en cita, dado que ningún efecto tendría en el delito.
Entonces, si se trata de un desconocido la persona que ofrece la inversión sin entregar ningún
54
respaldo a la misma, desde luego que deben activarse mínimos de prevención para verificar que no
se trata de una estafa; pero, si en contrario el encargado de reclutar a los inversionistas corresponde
a alguien que ocupa un muy alto cargo en la Fuerza Aérea, el cual ofrece el producto a quienes
saben de esa vinculación por pertenecer, en su gran mayoría, a la institución, y además asevera
contar con conocimientos en la materia, para también respaldar la supuesta vinculación de su
sobrino con la empresa encargada del manejo de divisas, ello incide en el deber de autoprotección,
en cuanto, genera la confianza que conduce a estimar innecesario verificar otros aspectos.
Cabe significar, además, que no se trata de prohijar, como insinúa el demandante, que cualquier
mentira “insignificante o estrambótica” genere responsabilidad penal, sino de verificar, como hizo
el Tribunal, que el engaño utilizado efectivamente posea connotaciones de idoneidad, asunto que en
el caso examinado no genera dudas, en tanto, no solo se estima elaborado y eficaz, sino que
comportó factores objetivos que generaron especial confianza, al punto de conducir a la entrega de
ingentes sumas de dinero».
RELEVANTE
Tesis:
(...)
De conformidad con los artículos 83, 86, 246 y 267.1 del Código Penal del 2000,
en el presente evento la acción penal, en sede de investigación, prescribiría en 12
años, debiéndose aclarar que se aplica este estatuto por cuestiones de
favorabilidad, pues frente al Decreto 100 de 1980, vigente al momento de los
hechos, aquel resulta benigno a los acusados.
55
S. A.), cuyos aportes estarían dirigidos a capital de trabajo.
En verdad que los dineros producto de los préstamos otorgados por el Banco a
los afectados fueron consignados en las cuentas de Arprint Ltda., entre el 12 de
marzo y el 30 de abril de 1997, fecha esta última en la que parece haber quedado
claro que a los dineros logrados se les dio un destino diferente a aquel que
engañosamente fue prometido, pues pararon en la antigua entidad, cuando han
debido tener como destino la nueva firma, Arprint S. A., como capital de trabajo.
(...)
continuando con las maniobras engañosas, se lo convenció para que todas las
obligaciones de Arprint se recogieran en una sola, que se garantizaría con la
suscripción de un nuevo pagaré, el cual se suscribió en mayo de 1998, acto que
constituiría la solución financiera y precisamente este documento fue el que
generó el cobro ejecutivo.
Asiste razón al Tribunal cuando razona que los actos que llevaron a la
suscripción de ese último título comportan un nuevo momento de los artificios
propios de la estafa, como que con el título que se hizo constituir al afectado, se
lo convenció, otra vez, de que tal acto apuntaba a robustecer la empresa, a
volverla viable, cuando, por el contrario, lo que hizo fue entregar bases sólidas
para que el Banco iniciara el proceso ejecutivo y, así, se consolidó el despojo del
patrimonio económico de las víctimas.
(...)
(...)
Como bien lo refiere el Tribunal, la Corte ha enseñado que la descripción del tipo
penal de la estafa:
Cuando el sujeto activo del delito realiza a lo largo del tiempo y en detrimento
patrimonial de la misma persona plurales actos artificiosos o engañosos
reveladores de una voluntad orientada a ese ilícito propósito que se revela
56
asumido como finalidad absoluta, incurre en una sola acción delictiva de estafa
cometida mediante múltiples actos artificiosos o engañosos de ejecución, con los
que mantiene en error a la víctima.
Tesis:
Resáltese que a las actuaciones de los dos hermanos se agregan, por vía de
ejemplo, las reuniones en un prestigioso club, otra en noviembre de 1996 en El
Rosal en donde se planteó la fusión, actos en todos los cuales se maquillaba la
real situación de las sociedades, se ocultaban sus cuantiosas deudas y se
avalaba la prosperidad de la inversión.
Tesis:
57
«Los jueces de instancia se ubicaron en los artículos 246 y 267.1 de la Ley 599
del 2000, pues para contabilizar el término de prescripción reclamado, los
encontraron favorables frente a los artículos 356 y 372 del Decreto 100 de 1980,
vigente para cuando ocurrieron los hechos. En efecto, las últimas normas
reglaban un máximo punitivo de 15 años de prisión, frente a los 12 de aquellas.
Tesis:
«En el caso bajo examen y a partir del contenido del escrito de acusación, se
conoce que el 1º de mayo de 2013 en la municipalidad de Yumbo (Valle del
Cauca) se llevó a cabo una transacción comercial entre el procesado RFPC y la
víctima JMCJ, en la que el primero transfirió al segundo a título de venta el
vehículo automotor clase automóvil Sedan, marca Mazda (...), modelo 2007, color
negro diamante, placas(...), por un valor de trece millones de pesos ($13.000.000)
en efectivo. Dinero que fue cancelado en el acto a PC, entregándose el vehículo al
comprador en perfecto estado, libre de gravámenes, embargos, multas,
impuestos, comparendos de tránsito, pactos de reserva del dominio y cualquier
otra circunstancia que afecte el libre comercio del bien objeto de dicha
negociación, incluyendo la revisión tecno-mecánica y el SOAT.
(...)
58
Esta particular situación, pone en evidencia la presencia de actos dirigidos a
obtener un provechó ilícito en un sitio determinado, que no es otro que Yumbo
Valle, pues allí fue el lugar donde se desembolsó el dinero cancelado por la
transacción comercial realizada entre víctima y victimario, es más, allí fue donde
se hizo entrega del automotor que posteriormente fuera inmovilizado atendiendo
la medida cautelar que registraba
(...)
La obtención del provecho ilícito, que es el efecto buscado por el sujeto agente,
involucra un incremento de su patrimonio y el recíproco menoscabo del de la
víctima. En consecuencia, por tratarse de un delito de resultado, se consuma
cuando se produce la entrega de los bienes o dinero».
Tesis:
Tesis:
59
«En orden a establecer la cuantía del delito de estafa, no podía el ad quem, sin
más, sumar el valor de todos los cheques como si se tratara de una sola
conducta punible, para de allí concluir que como aquella superaba los diez
salarios mínimos no era necesario cumplir con el requisito de la querella exigido
por el artículo 31 de la Ley 600 de 2000.
Tesis:
De lo anterior se sigue que de acuerdo con las reglas del concurso de conductas
punibles -art. 31 del C.P.-, para determinar la sanción se debe partir de la pena
más grave, esto es, la señalada para el delito de falsedad en documento privado
-art. 289 ibídem-, que va de 1 a 6 años de prisión, y dividido su ámbito de
punibilidad de 60 meses en cuartos, queda así: primer cuarto de 12 a 27 meses,
segundo cuarto de 27 meses y 1 día a 42 meses, tercer cuarto de 42 meses y 1
día a 57 meses, y último cuarto de 57 meses y 1 día a 72 meses.
60
RELEVANTE
Tesis:
Tesis:
Tesis:
«Si bien la contratación como forma de ingreso al tráfico jurídico y comercial goza
61
de especial protección, y con bastante frecuencia los negocios jurídicos son
utilizados como instrumento quimérico para inducir en error a la persona y
obtener de ella el provecho ilícito, no siempre quien incumple la obligación
acordada ubica su actuar en los terrenos penales al quedar las consecuencias
nocivas de su actuar en el ámbito estrictamente civil.
Tesis:
(...)
(...)
(...)
62
En otras palabras, se invirtió el orden inherente al delito de estafa, pues primero
se obtuvo el supuesto beneficio patrimonial y luego se indujo o mantuvo en error
a la víctima».
Tesis:
Hay una relación causal, también llamada teleológica entre la obtención del
provecho ilícito y las referidas conductas alternativas de inducir o mantener en
error, siempre que se hayan utilizado artificios - sin los cuales no se configura el
delito en comento - de modo que sin aquél beneficio contrario a la legalidad no
hay consumación y la conducta podría ubicarse en el terreno de la tentativa, y
sin dicho nexo causal, pese a causarse un daño y obtenerse una ventaja,
tampoco se configura la estafa».
Tesis:
«Es claro que si para construir el engaño el agente comete un delito, como ocurre
con quien falsifica un documento público para dar credibilidad a la puesta en
escena de la falsa realidad (mise en scene), tal punible conforma con el de estafa
un concurso material de delitos».
Tesis:
63
06/11/2013 | Tema: ESTAFA - Elementos Rad: 28693 | Fecha: 10/06/2008 |
Tema: ESTAFA - Elementos Rad: CSJ SP | Fecha: 25/10/1971 | Tema: ESTAFA
- Artificio, ardid o engaño: Concepto Rad: 33418 | Fecha: 21/04/2010 | Tema:
HURTO ENTRE CONDUEÑOS - Dolo
NOTA DE RELATORÍA: La Sala cita el auto del 13 de abril de 2011 dentro del
radicado 35943 que corresponde realmente al radicado 35946.
RELEVANTE
64
Sala de Casación Penal
M. PONENTE : GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ
NÚMERO DE PROCESO : 41800
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP9235-2014
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 16/07/2014
DECISIÓN : NO CASA
DELITOS : Enriquecimiento ilícito / Estafa / Concierto
para delinquir
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 27, 31, 246, 327 y 340 /
Ley 600 de 2000 / Decreto 624 de 1989 art.
632
ASUNTO:
1.¿Es posible el concurso entre el delito de Estafa y el de Enriquecimiento ilícito
de particulares, sin violar el principio de la prohibición de la doble incriminación
por el mismo hecho (non bis in ídem)? 2.¿En relación a los hechos constitutivos
de Estafa se aplicó indebidamente la institución del concurso de delitos? Y ¿Si,
como consecuencia de lo anterior, se aplicó también de manera indebida el tipo
penal de Concierto para delinquir?
Tesis:
ESTAFA - Elementos
Tesis:
«En lo que hace a la modalidad genérica, los elementos típicos son los siguientes:
Tesis:
65
particularidades:
Tesis:
«Tal y como se infiere de la ubicación de las respectivas normas prohibitivas en el Código Penal,
pero sobre todo de la idoneidad de las conductas allí restringidas para producir determinados
resultados indeseables; la Estafa se enlista entre los delitos que afectan el patrimonio económico de
las personas y el Enriquecimiento ilícito de particulares entre los que lesionan o ponen en peligro el
orden económico y social. El primero, es un bien jurídico de carácter individual que busca
garantizar la propiedad y demás relaciones jurídicas con contenido económico de las personas con
las cosas, servicios o derechos; mientras que, el segundo es un bien jurídico colectivo o
supraindividual que busca la salvaguarda del régimen de la producción, distribución y consumo de
bienes y servicios y, en general, los principios básicos del sistema económico imperante (libertad de
empresa, libre competencia, entre otros).
(...)
Con la trascripción de los hechos jurídicamente relevantes que fueron conocidos en el proceso
desde el acto inicial de la denuncia, que fueron declarados como probados en diferentes momentos
de la actuación, incluido el definitivo de la sentencia en las dos instancias, y que, entre otras cosas,
fueron aceptados por los demandantes al invocar la violación directa de la ley y no la indirecta; no
queda duda alguna respecto de que el concurso entre los delitos de Estafa y el de Enriquecimiento
ilícito de particulares es de carácter real o material, lo cual implica que tuvo su origen en conductas
ónticamente separables, a pesar de la íntima conexión existente entre ambas y que podría
describirse como “fuente-resultado”.
66
circulación de dineros en cuentas de ahorro y corrientes, de la adquisición constante de bienes
muebles e inmuebles, y de la creación y fortalecimiento de sociedades comerciales.
Se descarta, entonces, una eventual vulneración al principio del non bis in ídem, pues si bien existe
identidad de sujetos en las imputaciones por los delitos de Estafa y de Enriquecimiento ilícito de
particulares, por lo menos en cuanto hace a los procesados cuyos defensores interpusieron los
recursos de casación que ahora se analizan (EC y TCG), no ocurre lo mismo con el objeto y la
causa del concurso de delitos que son diferentes. Como antes se dijo, el objeto de las imputación
por los dos delitos son conductas separables y el fundamento de la sanción es la efectiva
vulneración a bienes jurídicos diversos.
De otra parte, si bien resulta problemática la tesis del concurso ideal de la Estafa y de cualquier otro
delito que implique en su estructura típica la obtención ilícita de bienes o dineros, con el de
Enriquecimiento ilícito de particulares, por la eventual violación al principio del non bis in ídem;
no ocurre lo mismo cuando la imputación concursal deviene de conductas diferentes (concurso
material), cada una de ellas con la idoneidad necesaria para vulnerar, de una parte, el patrimonio de
una o varias personas individualmente concebidas, y de la otra, la economía de la sociedad en
general, a través de la introducción, distribución y multiplicación de bienes ilícitos en distintas
esferas del sistema económico imperante.
Por último, debe advertirse que el delito de Estafa no es complejo frente al de Enriquecimiento
ilícito de particulares, por las siguientes razones:
Primera, porque el Enriquecimiento ilícito no es de menor relevancia jurídica que la Estafa; por el
contrario, aquél vulnera un bien jurídico supraindividual y es pluriofensivo, por lo que, inclusive, la
respuesta punitiva es superior.
Segunda, porque el juicio de desvalor de la Estafa no consume el juicio de desvalor del segundo
delito. En aquél, el enriquecimiento del agente sólo es el elemento típico que determina la
consumación de una lesión a un patrimonio económico particular, más no presupone una mayor
sanción penal en la que se entienda cobijado el reproche por una afectación al orden económico y
social.
67
TEMA: ESTAFA - Negocio jurídico: Debe verificarse la existencia de la inducción
en error
Tesis:
«Está claro para la Corte, sin embargo, más allá de si los denunciantes
observaron los cuidados obvios esperados de alguien que se involucra en un
negocio de varios miles de millones de pesos, la evidente naturaleza privada del
conflicto objeto del presente proceso. Se trató del incumplimiento de ciertas
obligaciones civiles por parte de los contratantes.
Primero fue el convenio de capitalización entre las sociedades (...) y (...) a finales
de 1995. Luego, el 3 de mayo de 1996, el incumplimiento de la última tras
desembolsar un poco más del 20% de lo prometido. Después, el 30 de agosto de
1996, ante la imposibilidad de (...) de seguir pagando sus deudas, el acuerdo
general de reestructuración financiera suscrito por esa compañía y sus
acreedores, en el cual se definió, con la aquiescencia del representante de (...),
que el crédito a favor de ésta quedaba supeditado al pago del pasivo externo de la
deudora, y la obligación de las sociedades de suscribir un documento privado en
el cual constara el valor de los anticipos de capitalización aportados por (...).
ASUNTO:
Al estar cifrado en que la acción penal se extinguió por prescripción, corresponde
entonces determinar la naturaleza del delito de estafa —que es el único por el que
se procede en este asunto — y a raíz de ello puntualizar la época de los hechos
68
que le dan sustento. Así mismo, se debe establecer la normatividad vigente en
aquel momento, tras lo cual es menester examinar las reglas que gobiernan el
instituto de la prescripción, analizando simultáneamente si hay lugar a acudir,
por favorabilidad, a preceptos distintos a los que estaban en vigor para la fecha de
lo sucedido.
En esa medida, generado el engaño que lleva a que el sujeto pasivo incurra o se
mantenga frente a una representación ajena a la realidad, ha de aflorar la
conducta consistente en desplazar a otro, es decir, al sujeto agente o a un
tercero, la relación jurídica que la víctima tiene en punto de los bienes
integrantes de su patrimonio, lo que abarca situaciones como permitir el uso de
ellos, o asumir obligaciones, o renunciar a derechos.
Cabe anotar que incluso la víctima puede incurrir en lo anterior respecto del
patrimonio de un tercero sobre el cual esté en capacidad de disponer.
(...)
El delito de estafa por el que se procede en este asunto se consumó los días 3 de
marzo y 15 de abril de 1998, fechas en las que el dinero de los compradores
quedó materialmente a disposición de la acusada, a consecuencia del engaño de
que fueron objeto por parte de ésta».
69
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000
i) que el sujeto agente utilice artificios o engaños sobre una persona determinada;
ii) que estas maniobras artificiosas o engañosas generen un error sobre esa
persona;
iii) que debido a esta falsa representación de la realidad el sujeto agente obtenga
un provecho económico ilícito para sí o para un tercero, y
70
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Rad: 23434 | Fecha: 20/04/2005 | Tema:
ESTAFA - Diferencia con la extorsión
RELEVANTE
Tesis:
«Tampoco es cierto que no haya sustento para predicar el delito de tentativa de estafa, pues si el
procesado en efecto se presentó al Banco (...), gestionó el crédito para adquirir un vehículo, para lo
cual se identificó con una cédula apócrifa y en efecto el préstamo se le aprobó expidiéndose la carta
de desembolso, de esto se sigue que realizó actos ejecutivos a través de medios idóneos orientados
a la consumación del fraude, solo que no lo consiguió gracias a que al adelantar previamente otro
empréstito con otra cédula y nombre, pero con la misma fotografía, en donde sí logró su propósito,
alertó a los funcionarios de la entidad financiera y fue capturado, frustrándose de esta manera el
atentado contra el patrimonio. ».
71
de la Ley 599 de 2000, la Sala ha precisado los siguientes elementos de índole
objetivo que lo integran: (i) el empleo, por parte del sujeto activo de la conducta,
de maniobras artificiosas tendientes a engañar o hacer incurrir en error, (ii) la
inducción o mantenimiento en error del sujeto pasivo de tal comportamiento, (iii)
el perjuicio en el patrimonio económico del inducido en error o de otra persona y
(iv) la obtención correlativa, como resultado, de un provecho ilícito, ya sea a favor
del sujeto agente o de un tercero.
ESTAFA - Cuantía
Tesis:
«Para la referida fecha el salario mínimo mensual legal vigente era de trescientos
treinta y dos mil pesos ($ 332.000)(21), resulta evidente que la cuantía de la
ilicitud fue inferior al límite de cien (100) salarios mínimos mensuales legales
vigentes previstos en el artículo 267, numeral 1º, de la Ley 599 de 2000, norma
que, en consecuencia, fue equivocadamente imputada en el pliego de cargos
como circunstancia específica de agravación, y acogida también de manera
errada por las instancias en la dosificación de la sanción.».
Sin embargo, el hecho de que en últimas el juicio hubiese sido tramitado ante los
jueces penales del circuito no se erige en causa enervante de la actuación, ya que
tal situación queda cubierta bajo la figura de la prórroga de competencia prevista
en el inciso primero del artículo 405 de la Ley 600 de 2000. ».
72
RESERVA
ESTAFA - Querella
Tesis:
«Igual que como se advirtió para el delito de emisión y transferencia ilegal de
cheque, el fenómeno de caducidad de la querella igualmente operó, pues la
cuantía para esta hipótesis delictiva ($5.000.000) sería inferior a diez salarios
mínimos legales mensuales vigentes del año 2010, ello en razón a que el salario
mínimo para ese año, fecha en que eventualmente se hubiera podido desplegar la
acción engañosa o el ardid de la estafa, era de $515.000, luego se encuentra
inmerso en el listado del artículo 35 del Código de Procedimiento Penal como
delito que para la procedibilidad de la acción penal requiere de querella por parte
del afectado».
73
La aseveración encuentra respaldo en el acta de conciliación, en la cual el
imputado aceptó haber realizado la enajenación del ganado en la subasta que
tuvo lugar en el municipio atrás mencionado, y la imposibilidad de entregarle el
dinero a (...) su dueño.
La obtención del provecho ilícito, que es el efecto buscado por el sujeto agente,
involucra un incremento de su patrimonio y el recíproco menoscabo del de la
víctima. En consecuencia, por tratarse de un delito de resultado, se consuma
cuando se produce la entrega de los bienes o dinero.
74
Sala de Casación Penal
M. PONENTE : EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER
NÚMERO DE PROCESO : 38420
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 28/10/2013
DECISIÓN : NO CASA
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Ley 599 de 2000 art. 246 / Ley 600 de 2000
Tesis:
«La Sala ha precisado los siguientes elementos de índole objetivo que lo integran:
(i) el empleo, por parte del sujeto activo de la conducta, de maniobras artificiosas
tendientes a engañar o hacer incurrir en error, (ii) la inducción o mantenimiento
en error del sujeto pasivo de tal comportamiento, (iii) el perjuicio en el patrimonio
económico del inducido en error o de otra persona y (iv) la obtención correlativa,
como resultado, de un provecho ilícito, ya sea a favor del sujeto agente o de un
tercero.
75
Sala de Casación Penal
M. PONENTE : JOSÉ LUIS BARCELÓ CAMACHO
NÚMERO DE PROCESO : 42258
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 16/10/2013
DECISIÓN : CASA PARCIALMENTE / NO CASA / REVOCA
PARCIALMENTE / CASA PARCIALMENTE Y DE
OFICIO
DELITOS : Falsedad en documento privado / Estafa
FUENTE FORMAL : Código Civil art. 1047 / Decreto Ley 902 de
1988 art. 3 núm. 6 / Ley 600 de 2000
Tesis:
«Habida cuenta que uno de los impugnantes repara en que el Tribunal erró
porque la inducción en error recayó sobre la notaria y no en los integrantes de la
familia Giraldo, motivo por el cual la víctima sería aquella y no éstos, la Corte
recuerda, como bien lo consignó el fallador, que el engaño puede proyectase en
persona distinta a quien recibe el perjuicio ».
76
instantánea el término de prescripción de la acción comenzará a correr desde el
día de su consumación” (subrayas fuera de texto), de manera que si el dinero fue
entregado por (...) cuando se suscribió la promesa de venta, es decir, el 1º de
agosto de 2003 - no el 1º de agosto de 2009 como en forma inexacta lo señala el
libelista - palmario resulta que el término de prescripción de la acción derivada
del delito de estafa de ocho años se cumplió el 1º de agosto de 2011, fecha para
la cual ya se encontraba ejecutoriada la acusación».
Tesis:
«Artificios o engaños con los cuales el agente altera la verdad mostrando una
realidad ficticia al crear circunstancias especiales inexistentes; ii) en virtud de
ello logra inducir en error o mantener en el mismo a la víctima, esto es, la
convence o la disuade a fin de que se equivoque al dar por cierto lo falso, vea
ganancia donde hay pérdida; iii) en virtud de lo anterior ésta toma decisiones, se
compromete y sigue el camino señalado por el delincuente, iv) el agente logra el
fin perseguido, con el correlativo perjuicio de la
víctima».
Tesis:
«Si bien la contratación como forma de ingreso al tráfico jurídico y comercial está
protegida, es decir, el vínculo jurídico generador de obligaciones puede ser
exigido aun forzadamente por la vía judicial, en este caso se desvirtúa que se
trate de un simple incumplimiento contractual, como lo quiere hacer notar el
demandante, porque fue gracias a las maniobras desplegadas por (...),
cohonestadas por su esposa (...), que se llegó a tales negocios jurídicos. Las
víctimas anhelando obtener cómodos y habitables apartamentos, dispusieron de
su dinero, sin conocer las situaciones que deliberadamente les ocultó el
enjuiciado: los inmuebles no eran de él, porque estaban a nombre de su
consorte, sobre los mismos pesaban créditos hipotecarios que por su
incumplimiento fueron luego afectados con medidas cautelares y no se
encontraban en condiciones aptas para ocuparlos.
(...)
77
umbral civil y trascendían al campo penal, porque eran errores trascendentes
que viciaron la voluntad de los adquirientes, como que fueron la causa de la
disposición material de su patrimonio, pues de haber sido conocido previamente
no habrían celebrado tales contratos ».
Tesis:
«Este comportamiento contra el bien jurídico del patrimonio económico requiere
los siguientes elementos típicos: i) empleo de artificios o engaños; ii) inducción en
error; iii) provecho ilícito; y iv) perjuicio económico para la víctima o un tercero.
78
TEMA: ESTAFA - Consumación / ESTAFA - Prescripción
Tesis:
«Tratándose de estafa, ora de peculado, la consumación del delito se materializó
el 3 de junio de 1998, cuando se realiza el último acto de apropiación, y no dos
años atrás, cuando se introduce la demanda de tutela, como lo pregona el
libelista
(...)
La acción de tutela constituye apenas uno de los actos de despliegue de la
maniobra que induce en engaño y cuyo objetivo se agota con la indebida
apropiación de los dineros públicos. Pero si aún se quisiese prolongar en el
tiempo el despliegue de maniobras, baste traer a colación que la actuación de la
hoy demandante en revisión, extendió su accionar fraudulento hasta el mes de
abril de 1999, cuando haciendo caso omiso de las decisiones judiciales que
revocaron el fallo de tutela, insiste en solicitar el pago de dineros
complementarios (ver fallo Tribunal f. 77).
Así, como quiera que se procede por el delito de estafa, cuya pena, según la
norma imputada (art. 246 de la Ley 599) tiene un máximo de 8 años, el cual se
incrementa en la mitad por razón de la cuantía y por recaer sobre bienes del
Estado , se tiene entonces que la pena máxima imponible es de 12 años, por
consiguiente ese es el término de prescripción de la acción penal.
RELEVANTE
79
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 212-213 / Ley 600 de
2000 art. 207
Tesis:
«La Sala no ha sido extraña al problema de las acciones a propio riesgo, sobre
todo para la configuración del delito de estafa, y, al respecto, ha señalado que
para excluir la imputación al tipo objetivo deberá verificarse en cada caso la
concurrencia de tres ingredientes normativos, a saber:
“(i) [C]onocimiento del peligro por parte del sujeto pasivo de la conducta (o
capacidad para conocerlo), (ii) poder de control de esta persona acerca de la
asunción de dicho riesgo y (iii) ausencia de posición de garante respecto del
sujeto agente” .
RESERVA
Tesis:
«Imperioso se ofrece recordar que hasta el auto del 18 de abril de 2007, proferido
al interior del radicado 26942, se sostuvo que la competencia de la Corte se
mantenía, pese a la pérdida, en dicho evento, de la calidad congresional, siempre
que la infracción atribuida tuviera relación con las funciones, en virtud de lo
normado en el parágrafo del artículo 235 Superior.
A través de la referida determinación se precisó que el fuero se conservaba
cuando el comportamiento atribuido guardaba un vínculo directo e inmediato
con tal condición, “en términos de estar frente a lo que la doctrina denomina
80
‘delitos propios’” o de responsabilidad.
(...)
Repítase, el vínculo del delito con la ocupación oficial se verifica cuando aquél se
realiza por causa del servicio, con ocasión del mismo o en ejercicio de funciones
inherentes al cargo; esto es, que el comportamiento tenga origen en la actividad
congresional, o sea su necesaria consecuencia, o que el discurrir del cometido
oficial se constituya en medio y oportunidad propicia para la ejecución del
punible, o que represente un desviado o abusivo ejercicio de funciones. O, en
aquéllos eventos en los que el comportamiento viabiliza el acceso a la posición de
poder, siempre y cuando se acceda al mismo y se coloque o pretenda hacerlo, la
función al servicio del grupo criminal (paramilitar)».
81
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 10/04/2013
DECISIÓN : INADMITE
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 205 inc. 1
Tesis:
«La Sala, al respecto, ha seña-lado de manera pacífica y reiterada que todas las
fuentes de obligaciones legales (como los contratos de índole mercantil) son
susceptibles, para su consumación, de mentiras, ardides y engaños que podrían
ajustarse a la configuración típica de la conducta punible de estafa:
Y, en este caso, las instancias fueron claras al concluir que (...) engañó a (...)
para defraudarlo patrimonialmente, razón por la cual la existencia de un
contrato civil entre las partes, así fuera cierta, de ningún modo eximiría al
procesado de la responsabilidad penal que le era atribuible».
Tesis:
«La segunda instancia puso de presente que solamente observados íntegramente
los hechos de principio a fin, era posible predicar el delito de estafa, agregando
que un contrato bilateral no está excluido de la acción penal, como sucedió en el
presente asunto, en donde el procesado al comienzo se presentó como un simple
vendedor, para finalmente evidenciar a través de sus conductas, las razones que
in rectore verdaderamente lo movieron desde el comienzo al proponer el negocio.
La inducción en error en el caso particular fue tan eficiente, que en pocos días la
pareja vio como gran parte de su patrimonio pasaba a manos del procesado sin
82
recibir nada a cambio y para mayor desazón, sin un documento que les
permitiera exigir con real efectividad sus derechos, situación que se prolongó por
cerca de 5 años, hasta que se consiguió dentro de la presente acción penal,
imponer medidas cautelares sobre el rodante y el bien inmueble prometido en
venta.
En suma, lo que sin dificultad se advierte, es que a partir del recuento realizado
por el Tribunal en relación con el acontecer fáctico, se demuestra el dolo con el
que desde el comienzo actuó el procesado para inducir en error a los esposos
Rodríguez Rey, a fin de obtener un provecho ilícito y no que tras recibir el dinero
de la citada pareja, decidió quedarse con él en virtud de un simple contrato
incumplido, como lo sostiene la defensa.
RELEVANTE
Tesis:
«Sostener por ende, como lo hace el procesado, que las condiciones personales de
los engañados bastaba de modo exclusivo para contrarrestar los efectos de la
acción del procesado porque sus conocimientos eran tales que a simple vista
podrían detectar el ardid y el error, no deja de ser una apreciación meramente
especulativa, cuando en el contexto de los hechos, según antes se narró, sólo con
una auditoría especial fue posible detectar el artificio, el error y el
desplazamiento de los recursos de (...).
83
trabajo supuestamente realizado en la planta generadora o en el patio de cenizas
ubicado en Norte de Santander, cuya materialización no era posible conocer por
los funcionarios y empleados de contabilidad que se hallaban en las oficinas de
Bogotá y mucho menos por la junta directiva a quien simplemente se le
entregaban unos reportes genéricos por un rubro de provisiones de carbón que
en manera alguna reflejaban en detalle las ingentes sumas de dinero entregadas
a (...) y que ésta luego reintegró, no a la pagaduría, ni a contabilidad de (...), sino
a (...) ».
84
consumándose con la entrega de los bienes por virtud del ardid.
Así, la estafa agravada por la cual se acusó a los procesados se habría suscitado
en el transcurso del año 2004 cuando Alba Nelly Pinzón entregó la suma de
$517.643.000 correspondientes al 92.85% del precio del inmueble objeto de las
diligencias, época para la cual se encontraba vigente en todo el territorio nacional
la Ley 600 de 2000. Por lo tanto, ninguna irregularidad se advierte porque el
proceso se hubiese adelantado conforme a esa normatividad.
(...)
Tesis:
“En otras palabras, el daño que se considera propio del delito de estafa consiste
en toda lesión patrimonial ya sea porque se produzca una disminución del
patrimonio o bien porque se deja de percibir un acrecimiento o aumento del
mismo que de no presentarse el engaño, hubiera tenido lugar».
85
RELEVANTE
Tesis:
«En relación con la posición de garante, la Sala ha indicado que, para efectos del
delito de estafa (en el cual la víctima coopera en forma voluntaria al menoscabo
patrimonial que constituye el resultado lesivo), los negocios jurídicos pueden ser
fuentes de mentiras u ocultamientos relevantes para la configuración del
elemento típico del engaño, pero cuando las partes están en igualdad de
condiciones personales, ninguna tiene el deber de evitar el daño económico que
la realización del contrato le represente a la otra.
(...)
(...)
86
(y en tal evento ineludible) verificación del otro requisito.
(...)
Tesis:
(...)
(...)
En otras palabras, es posible que en una simulación una de las partes defraude
a la otra en cuanto a los términos y con-diciones de lo que en verdad hayan
pactado, sin perjuicio de la intención, acordada entre ellos, de engañar a otros
con las declaraciones de voluntad vertidas en el negocio simulado. Así lo admitió
en fecha reciente esta Corporación al sostener que la simulación es un
mecanismo “carente de ilicitud en su esencia” y, por ello, puede ser “medio para
inducir a engaño y despojar de su patrimonio a uno de los intervinientes en el
negocio ficticio”».
87
ESTAFA - A través de un contrato civil de simulación
Tesis:
«Es menester precisar que el artificio o engaño (si lo hubo) no fue de manera
directa la simulación del contrato, sino los términos y condiciones del convenio
secreto u oculto entre las partes. De ahí que si se advierte por lo menos como
posible que la transferencia de los bienes no fue motivada por una mentira de
pronta devolución, sino por la intención de repartir en vida el patrimonio a sus
futuros herederos, el pacto real entre los simuladores jamás constituiría fuente
de engaño o de defraudación para alguno de ellos.
Y, en segundo lugar, la ausencia de capacidad económica de los procesados
tampoco desvirtuaría la hipótesis no descar-tada, pues la simulación del contrato
de compraventa (cuya existencia no la pone en duda la explicación que dejó de
ser analizada) pudo obedecer, en realidad, a un traspaso a título gratuito o
incluso oneroso, pero por un valor muy inferior al declarado en las escrituras y,
por consiguiente, asequible para los procesados ».
RELEVANTE
Tesis:
«Integran la estructura de este tipo penal los siguientes elementos:
88
ESTAFA - Artificio, ardid o engaño
Tesis:
«Parte de los ardides utilizados por el acusado para inducir en error a las
personas necesitadas de vivienda consistió en promover en el interregno
comprendido entre el segundo semestre de 2004 y julio de 2006, a través de las
Corporaciones (...), dirigidas por (...) e (...), respectivamente, tres proyectos de
vivienda de interés social en la ciudad de (...) denominados (...), haciendo creer a
los interesados que el valor de las viviendas sería subsidiado con recursos
internacionales supuestamente garantizados y en trámite para su legalización.
Circunstancia que generó en la población el convencimiento de que era la
oportunidad para adquirir vivienda, al cancelar una parte de su valor con el
subsidio y el saldo en cómodos plazos mensuales.
(...)
ESTAFA - Antijuridicidad
Tesis:
«Respecto del punible de estafa agravada en la modalidad de delito masa, se
afectó el patrimonio económico de sinnúmero de personas que se despojaron de
diversas sumas de dinero bajo la falsa expectativa de acceder a una vivienda
propia ».
Tesis:
89
«El recurrente no explica con suficiencia los errores de carácter probatorio,
quedando vacua su postura acerca de que no se trataba del simple
incumplimiento de una obligación civil, sino de la estructuración del delito de
estafa precisamente por el aludido incumplimiento. Así, no dedica espacio para
denotar el empleo de artificios o engaños por parte de (...), la inducción en error a
su ex cónyuge; el provecho ilícito obtenido y de contera el perjuicio causado a él,
así como el nexo entre tales elementos para advertir así que la idoneidad del
ardid frente a la calidad y condición de la persona a la que fue dirigido y la
trascendencia del error fue capaz de viciar la voluntad del contratante.
(...)
Sobre el particular, bien está recordar al censor que una cosa es la consumación
del delito, que en este caso se verificó con la entrega de una parte del dinero
prometido producto del despliegue de artificios y engaños por cuenta del sujeto
agente, y otra muy distinta es su agotamiento, que se habría configurado con la
entrega total del dinero prometido, esto es, los $ 45.000.000 correspondientes al
valor total del negocio jurídico celebrado entre los denunciantes y el sindicado
(...).
90
Si ello es así, no cabe la menor duda que este último monto supera con creces
tanto el parámetro establecido en la circunstancia de agravación de la cuantía
del numeral 1° del artículo 372 del Decreto Ley 100 de 1980 (18.83 salarios
mínimos legales mensuales para el año de 1995, esto es, $ 2.293.517,8), como el
del numeral ídem del actual estatuto sustantivo (100 salarios mínimos legales
mensuales para el año de 1995 que equivalen a $ 11.893.350,o)» .
RELEVANTE
Tesis:
«Pues siempre ha entendido que se trata de conductas autónomas, con diversa
descripción, que protegen bienes jurídicos diferentes y que sólo participan del
elemento inducción en error, en el fraude procesal como verbo rector y en la
estafa como medio para la obtención del provecho ilícito, por manera que no es
dable comprenderse aquél ilícito dentro de éste, menos aún cuando el ingrediente
subjetivo del fraude procesal no se incluye en la estafa o cuando por su
naturaleza el delito contra la eficaz y recta impartición de justicia es de carácter
permanente en tanto que el cometido contra el patrimonio económico es de
aquellos de comisión instantánea ».
91
procesal para seguidamente consumar el de estafa.
Por ende, el hecho de que entre dos delitos se presente una relación de medio a
fin no significa que uno absorbe al otro, pues si fuera así no existiría la referida
conexidad ideológica.
[...]
ASUNTO:
La Corte se pronuncia sobre el recurso extraordinario de casación presentado por
la apoderada de la parte civil, actuando en nombre y representación de Javier
Mateus Mateus, contra la sentencia de segundo grado proferida el 4 de junio de
2010, por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cundinamarca, mediante la
cual confirmó el fallo absolutorio emitido el 31 de julio de 2008 por el Juzgado
Primero Penal del Circuito de Facatativá, a favor de los procesados LUIS ANTONIO
CÁRDENAS PEÑARANDA y CENAYDA MARÍA OCHOA QUINTERO, a quienes
había acusado la Fiscalía como autores de la conducta punible de estafa.
92
TEMA: ESTAFA - Artificio, ardid o engaño: Se debe analizar el nivel educativo,
experiencia etc. de la víctima
Tesis:
«No está demostrada en el proceso la experiencia de (...) en la compraventa de
inmuebles, porque como lo manifestó el mismo denunciante, la mayor parte de
su vida se dedicó al negocio de la ferretería. Tampoco se probó que las
transacciones que hubiese realizado con antelación involucraran cuantiosas
sumas. Mucho menos se comprobó su amplia preparación académica -apenas sí
informó, al suministrar sus datos personales en curso de la ampliación de
denuncia(22), que tenía “grado de instrucción Bachillerato”-.
No puede inferirse de esas falsas premisas la inexistencia del ardid o del engaño;
tampoco que (...) hubiese actuado con incuria, puesto que en este caso, cabe
resaltar, estaba tratando con su amigo, compadre y socio, así como con la
compañera permanente de éste, en quienes había depositado toda su confianza y
pretendía ayudar a (...) luego de una larga temporada en prisión. En esas
circunstancias, no era posible prever que estaba siendo víctima de estafa ni se le
podía exigir que activara mecanismos de autotutela, los que ni siquiera se sabe
en qué hubieran consistido, pues las instancias tampoco los mencionaron, para
atribuirle a la víctima la responsabilidad por haber puesto en peligro sus
derechos patrimoniales.
ESTAFA - Elementos
Tesis:
«Los elementos típicos de la conducta punible de estafa son: i) el empleo de
artificios o engaños; ii) la inducción en error; iii) el provecho ilícito; y iv) el
perjuicio económico para la víctima o un tercero; sin dejar de lado que es
necesario analizar, en cada caso, la idoneidad del ardid, la calidad y condición de
la persona a la que van dirigidos y la trascendencia del error capaz de viciar la
voluntad».
93
Sala de Casación Penal
M. PONENTE : JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA
NÚMERO DE PROCESO : 38339
CLASE DE ACTUACIÓN : CASACIÓN
TIPO DE PROVIDENCIA : AUTO INTERLOCUTORIO
FECHA : 24/07/2012
DECISIÓN : INADMITE
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Ley 600 de 2000 art. 205,207,212 y 213
Tesis:
«El ocultamiento o la mentira en los negocios civiles puede perfectamente constituir un medio de
engaño propio del delito de estafa:
(...)
El banco simplemente buscó en acuerdo con los socios de (...). la manera de
recuperar su dinero que de todos modos lo tenía garantizado con la hipoteca de
mayor extensión; que se haya hecho finalmente como se hizo, no fue ciertamente
para perjudicar a los socios, por el contrario, lo fue para facilitar su pago y así la
extinción del gravamen, porque los nuevos créditos obedecían a mejores
condiciones.
94
Ahora, aunque se aceptare que esos nuevos mecanismos fueron admitidos por
presión, esto de por sí, tal como lo consideró el a quo, descarta los elementos de
la estafa en tanto esa coacción resultaría incompatible con el engaño, o el error,
como que aquella implica una vis moral que la víctima siente sin alteración
alguna de la realidad, mientras que del error, en cuanto persista, ni siquiera el
ofendido es consciente por cuanto su percepción es equivocada. Acá siempre se
supo que los socios se hacían cargo de una deuda de su sociedad y así lo
aceptaron al suscribir esos convenios que equivocadamente se dicen omitidos en
la apreciación probatoria »
RELEVANTE
Tesis:
Esto, para destacar que las más de las veces la diligencia y cuidado del
comprador se encaminan a verificar que el vendedor sí es el propietario del
automotor, pero no a descartar que el bien, cual sucede aquí, se halle
desprovisto de piezas pertenecientes a un vehículo hurtado, simplemente, porque
no es normal que ello suceda, o mejor, que la estafa radique en el ocultamiento
de ese hecho específico.
(...)
95
RESERVA
ESTAFA - Se configura
Tesis:
«El delito de estafa se ejecuta mediante la inducción en error a través del engaño,
con la finalidad de obtener un lucro derivado del perjuicio patrimonial para
alguien. Su núcleo es el engaño. Engañar es faltar a la verdad, hacer creer algo
que en realidad no existe. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, en su vigésima segunda edición, la palabra engañar, del latín
ingannare, es: “Dar a la mentira apariencia de verdad”.
96
municipio de Santa Rosa de Lima, y la misma cantidad de tenis para el
municipio de Mahates, Bolívar»
ESTAFA - Querella
Tesis:
«Se debe acudir al artículo 35 de la Ley 600 de 2000, el cual dispone que el delito
de estafa cuya cuantía no exceda de diez (10) salarios mínimos mensuales legales
vigentes (art. 246, inc. 3º del C.P.), requiere querella.
(…)
La Sala ha expresado reiteradamente, que "la estafa se consuma en el lugar donde se obtieneel
provecho patrimonial como consecuencia de la inducción en error", no obstante, "ellono excluye la
posibilidad de que por razón de la naturaleza de la conducta, que conlleva laejecución de actos
encaminados a inducir en error a la víctima para que ésta se despoje de bienes de su patrimonio, no
por expresión de su libre voluntad, sino de su distorsionada comprensión de la realidad, situación a
la que se llega a través del ardid, el engaño, las palabras o los hechos fingidos, actos ejecutivos que
pueden darse en varios momentos y lugares, lo cual abre la posibilidad de que opere la competencia
a prevención. »
97
FECHA : 14/03/2012
DECISIÓN : INADMITE
DELITOS : Estafa
FUENTE FORMAL : Ley 906 de 2004
Tesis:
«La Corte ya tiene decantado que el contrato puede ser utilizado para cometer
estafas, al crear condiciones inexistentes que son las motivadoras de la
disposición onerosa del contratante.»
Tesis:
«Aunque ninguna objeción es posible plantear frente al marco teórico normativo
señalado por el defensor porque ciertamente el delito de estafa se halla
sancionado en el ordenamiento vigente (artículo 246), con pena de 8 años y en
ese orden en abstracto la prescripción durante el juicio se produciría por el
transcurso de un lapso no inferior a 5 años, yerra aquél de manera contundente
cuando omite la exacta calificación fáctica y jurídica otorgada a la conducta por
la cual se produjo en este proceso la acusación y la sentencia tanto en primera
como en segunda instancia.
Por ende, como la pena máxima en esas circunstancias para el punible de estafa
98
agravada acá imputado es de 12 años de prisión, significa que la prescripción
durante el juicio se concreta por el transcurso de un tiempo no inferior a 6 años,
el cual ciertamente no ha transcurrido desde la ejecutoria de la acusación.
Tesis:
«En el caso que nos ocupa, está suficientemente establecido que se realizó un
negocio jurídico cuyo valor sobrepasaba los $ 63.000.000, como el mismo
demandante lo refiere, lo cual, al tenor del artículo 277 de la Ley 600 de 2000, la
cuantía, en orden a definir la competencia será la que indique el perjudicado bajo
la gravedad del juramento, “ siempre y cuando no sea impugnada durante la
investigación por cualquiera de los sujetos procesales, caso en el cual el
funcionario decretará la prueba pericial para establecerla”, evento que no
ocurrió».
Tesis:
«La anterior situación nos indica que por razón del monto de esa suma, es sin
mayor esfuerzo superior a diez salarios mínimos legales mensuales, para la época
de los hechos y aún para la actual, motivo por el cual la estafa no puede
considerarse querellable, de acuerdo con lo previsto en los artículos 34 y 35 de la
Ley 600 de 2000.
ESTAFA - Se configura
Tesis:
99
disposición debió producirse con el pago de la novena letra de cambio, ello debió
haber ocurrido en los meses de octubre o noviembre de 1998.
(...)
En el presente caso, sin duda, a pesar de que los hechos tuvieron ocurrencia
bajo el imperio del Decreto Ley 100 de 1980, el cual en su artículo 356 fijaba una
pena para el delito deestafa que oscilaba entre uno y diez años de prisión, resulta
imperativo, reconocer que en desarrollo del principio de favorabilidad, deviene
aplicable la norma posterior, esto es, el artículo 246 de la Ley 599 de 2000, que
fija una pena para ese punible cuyo máximo es de ocho años.
RELEVANTE
Tesis:
«El artículo 356 describe en su inciso primero el delito de estafa, pero en el inciso
2° contempla una modalidad adjetivada o determinada del mismo. Dice el
precepto:
"En la misma pena incurrirá el que en lotería, rifa o juego, obtenga provecho para
sí o para otros, valiéndose de cualquier medio fraudulento para asegurar un
determinado resultado".
100
lógica, de acuerdo con el inciso 1° citado: el despliegue de artificios o engaños; la
inducción o manutención en error de la víctima; el desplazamiento patrimonial
por parte de la misma; la obtención de un provecho ilícito para el sujeto o para
un tercero; y el perjuicio correlativo.
Por otra parte, la segunda forma de conducta delictiva, si bien se consuma con la
obtención de un provecho ilícito para sí o para otros, no exige en su tipicidad
exactamente el correlativo perjuicio para el operador o concesionario de la lotería,
rifa o juego, porque si el fin es entregar premios al azar dentro del público, no
siempre sería fácil establecerlo, máxime que la mayor protección en dicho
dispositivo especial se orienta a mantener el azar, a proteger la igualdad de
oportunidades de los eventuales jugadores frente a la suerte y el premio que el
sujeto activo se lleva fraudulentamente. Sin embargo, la antijuridicidad de la
conducta sí reclamaría un daño para el bien jurídico tutelado (patrimonio y no
propiedad) que se sitúa porque, una vez pagado el premio, se sabe que se hizo
sin una causa lícita.
101
sería el conducto expedito para obtener el provecho ilícito para sí o para otros.
De esta manera, no es cierto que el inciso 2° del artículo 356 contenga un tipo
subordinado al del inciso 1°, sino que consagra otra modalidad de estafa, cuya
redacción es autosuficiente y sin remisión a otros tipos. En realidad, dicho tipo
especial surgió en la Comisión de 1974, uno de los antecedentes en la redacción
del Código Penal vigente, y sobre el particular el comisionado Darío Velásquez
Gaviria expresó:
"Si la maniobra engañosa se cumplió sólo en la última carrera, por acuerdo entre
los procesados efectuado minutos antes de la competición, no puede ella
retrotraerse al momento de las apuestas, que habían sido hechas con
anterioridad, para sostener, como se hace en la sentencia acusada, que todos los
jugadores fueron defraudados porque pagaron en busca de un premio que no
podían ganar ya que dolosamente se había señalado de antemano su
beneficiario".
102
una cadena causal inexcusable entre el despliegue del medio fraudulento y el
aseguramiento de un resultado fingido de la lotería, rifa o juego (no del error o
falso juicio de una víctima); así como entre dicho resultado engañoso y la
obtención de un provecho ilícito para sí o para otros.
(...)
RELEVANTE
Tesis:
«Como es ostensible y dado que el demandante ha equivocado la causal escogida, este motivo
resultaría suficiente para desestimar el cargo, lo que no obsta para que la Corte enfatice, como lo ha
hecho en otras oportunidades (Cas. 23 de junio de 1.982, Cas. 21 de febrero de 1.990 y Cas. 13 de
julio de 1.994, entre otras), en que nada impide y por el contrario es un mecanismo inductivo en
error para la comisión de esta delincuencia contra el patrimonio económico de muy frecuente
empleo, que el agente se valga como medio de engaño de la celebración de negocios jurídicos,
típicos o atípicos, que si bien como es natural entender están respaldados en normas de derecho o
en todo caso son admitidas en la cotidiana práctica comercial, se utilizan para viciar el
103
consentimiento de la víctima, conforme bien lo pone de presente el señor Procurador Delegado
aconteció en este proceso, pues si bien como lo alega el libelista, en principio las partes
involucradas en el contrato de compraventa lo suscribieron libremente, es esta una circunstancia
aparente si se tiene en cuenta que nada distinto perseguía el timador con su celebración, que
obtener un provecho, que en efecto se ha calificado de ilícito, en la medida en que para dicho
cometido no solo se valió de una impostura económica y moral, sino que primó en sus actos
posteriores el deseo de hacer suyo el inmueble objeto del acto negocial a sabiendas y sobre esa base
de no cancelar ningún emolumento como contraprestación, lo que además logró en términos
absolutos, incurriendo para ello en nuevos comportamientos configurativos de punibles contra la fé
pública, como lo fue la material elaboración de documento público, espurio por tanto, consistente
en la escritura de cancelación de la hipoteca que por 30 millones de pesos respaldaba en este valor
un porcentaje de las obligaciones contraídas, y su postrer empleo precisamente en la oficina de
registro para liberar el inmueble de este gravamen e imponer sobre el mismo, también
frudulentamente, otro por igual valor».
RELEVANTE
Tesis:
«Si se analiza el contenido de los tipos penales de estafa previsto en el artículo 356 del Código
Penal, y de desarrollo ilegal de actividades relacionadas con enajenación de inmuebles destinados a
vivienda que consagra el artículo 11 de la ley 66 de 1968 (modificado por 6º del Decreto 2610 de
1979), sin mayor esfuerzo se concluye que los presupuestos requeridos para que esta última pueda
ser considerada norma especial, residual, o consuntiva no se cumplen, y que se trata, por el
contrario, de figuras delictivas autónomas, totalmente independientes, que regulan situaciones
distintas y tienen, como acertadamente lo destaca el Procurador Delegado en su concepto, un
ámbito de aplicación bien diferente.
104
difícil advertir que sus elementos son totalmente distintos, y que entre ellas no se establecen
referentes estructurales que permitan afirmar que se encuentran vinculadas por una relación de
género a especie, y que la segunda es una modalidad de la primera. Tampoco se trata de tipos
penales que protejan el mismo bien jurídico, pues como ya se dejó visto, ellos son totalmente
distintos.
Este último argumento resulta igualmente válido para rechazar la tesis del concurso aparente de
tipos con arreglo al principio de subsidiariedad, pues también en este supuesto constituye
característica fundamental que el bien jurídico protegido por las normas en conflicto sea el mismo.
Aparte de ello, se tiene que el artículo 11 de la ley 66 de 1968 (modificado por el 6º del Decreto
2710 de 1979) establece expresamente que quienes realicen la conducta allí descrita quedarán
sujetos a la pena de 2 a 6 años de prisión, además de las sanciones que les corresponda por la
comisión de otros delitos contemplados en el Código Penal, dejando de esta manera en claro que no
se trata de un tipo penal residual, sino autónomo, que puede ser aplicado simultáneamente con otros
de estructura básica o especial, si los hechos resultan ser constitutivos de un fenómeno concursal.
Respecto del tercer factor determinante del concurso aparente de tipos (delito complejo), basta
decir, para descartarlo, que los elementos estructurantes del delito de estafa (obtención de un
provecho ilícito mediante artificios o engaños) no están comprendidos dentro de la configuración
típica del precepto que describe el desarrollo ilegal de actividades de enajenación de inmuebles
para vivienda, ni viceversa, y por consiguiente, que la exigencia relativa a que los tipos penales
involucrados estén vinculados por una relación lógica de extensión comprensión, no se presenta.
El tipo penal descrito en el artículo 11 de la ley 66 de 1968 (modificado por el 6º del Decreto 2710
de 1979) no requiere para su estructuración que el sujeto agente induzca a otro en error mediante
artificios o engaños, ni que obtenga por dichos medios un provecho patrimonial ilícito: dichos
elementos, propios de la estafa, no hacen parte de su configuración típica. Para que el delito en
cuestión se estructure basta que el sujeto activo realice actividades de enajenación de inmuebles
para vivienda sin el lleno de los requerimientos legales; a ello se circunscribe la conducta punible.
Por tanto, si además de adelantar planes de vivienda al margen de la ley, el sujeto agente realiza
actividades propias del delito de estafa, es decir obtiene provecho ilícito con perjuicio ajeno
mediante la inducción artificiosa en error, como aconteció en el caso que es objeto de estudio, habrá
ejecutado una nueva conducta típica, distinta de la descrita en el artículo 11 de la ley 66 de 1968
(modificada por el 6º del Decreto 2710 de 1979) y deberá responder, en consecuencia, por ambos
ilícitos».
PUBLICADA
105
JURISPRUDENCIA RELACIONADA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo
CXXXIX n.° 2346,2351, pág. 409 - 423
PUBLICADA
PUBLICADA
NOTA DE RELATORÍA: Publicada en Gaceta Judicial: Tomo CVIII n.° 2273, pág.
58 - 71
PUBLICADA
106
M. PONENTE : GUSTAVO RENDÓN GAVIRIA
TIPO DE PROVIDENCIA : SENTENCIA
FECHA : 11/07/1961
PARTE II
24/01/1984
El uso natural del documento privado no produce concurso con estafa, pero el
uso calificado del mismo con obtención de un provecho económico origina el
concurso de ambas infracciones La Corte ratifica su doctrina.
107
PROCESO : 1984
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : DARIO VELASQUEZ GAVIRIA - Salvamento de
Voto
GUSTAVO GOMEZ VELASQUEZ - Salvamento de
Voto
06/09/1984
ESTAFA
23/04/1985
ESTAFA
Sentencia Casación
FECHA : 23/04/1985
DECISION : No Casa
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado
PROCESO : 1985
PUBLICADA : Si
108
NOTAS ACLARATORIAS : DARIO VELASQUEZ GAVIRIA - Salvamento de
Voto
GUSTAVO GOMEZ VELASQUEZ - Salvamento de
Voto
29/04/1986
ESTAFA/ EXTORSION
Los dos tipos penales tienen en común el propósito de obtener un ilícito provecho
económico, más en cuanto a los medios no puede existir posibilidad de
confusión, la estafa suele calificarse como delito de inteligencia para lograr el
engaño, mientras que la extorsión menoscaba la libre determinación de la víctima
por acciones predominantemente.
10/11/1987
22/07/1988
109
Sentencia Casación
FECHA : 22/07/1988
DECISION : Casa
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado
PROCESO : 2544
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
EDGAR SAAVEDRA ROJAS - Salvamento de Voto
JORGE CARREÑO LUENGAS - Salvamento de
Voto
17/08/1988
26/07/1989
Sentencia Casación
FECHA : 26/07/1989
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado
PROCESO : 3100
PUBLICADA : Si
22/08/1989
110
La norma tipificadora del fraude procesal no recoge en su integridad el poder
lesivo de la agresión al patrimonio ni el grado de culpabilidad atribuible al
agente, cuando este avanza en el recorrido criminoso, hasta pretender el
provecho ilícito para sí o para un tercero con perjuicio ajeno.
15/08/1991
Sólo en el lugar donde el agente obtiene un beneficio ilícito como resultado del
error en que ha inducido a la víctima que sufre el perjuicio, debe considerarse
consumada la infracción.
ESTAFA
23/10/1991
ESTAFA
111
Es imperioso que entre la maniobra engañosa y el aprovisionamiento exista una
estrecha relación de causalidad, hasta el punto que lo uno no puede ser sino
consecuencia de lo otro.
Sentencia Casación
FECHA : 23/10/1991
DECISION : No Casa
DELITOS : Estafa
PROCESO : 5912
PUBLICADA : Si
14/09/1992
Sentencia Casación
FECHA : 14/09/1992
DECISION : No Casa
DELITOS : Estafa
PROCESO : 6744
PUBLICADA : No
25/09/1992
112
DELITOS : Estafa, Falsedad en documento privado
PROCESO : 6473
PUBLICADA : No
30/09/1992
Es suficiente leer el artículo que describe el punible de estafa (art.356 C.P), para
rápidamente captar que ese comportamiento se perfecciona donde y cuando el
agente obtiene, para si o para otro, el provecho ilícito con provecho ajeno. El
verbo, obtiene, es el que sirve de núcleo orientador y rige la conducta en mención
15/04/1993
1.) De la descripción típica del delito de estafa se ha de concluir que son los
elementos de la misma los siguientes: a) La conducta del sujeto activo del delito
debe estar orientada a la obtención de un provecho ilícito de carácter
patrimonial, que consecuentemente debe traducirse en un daño de la misma
naturaleza al sujeto pasivo del delito, que se obtiene como consecuencia del error
con que induce a la víctima. b) La utilización por parte del sujeto activo del delito
de medios o artificios engañosos, dirigidos a inducir o mantener en error a la
víctima. c) La real producción del error en el sujeto pasivo de la infracción, o el
mantenimiento en el mismo como consecuencia de la falsa representación de la
realidad en la víctima como producto de los artificios o engaños desplegados por
el agente delictivo. d) Un acto de disposición patrimonial realizado por el sujeto
pasivo y con una relación causal, con las maniobras engañosas realizadas por el
agente del delito. f) La obtención del provecho ilícito buscando por el agente, con
el consecuente perjuicio patrimonial de la víctima. Es obvio concluir que si falta
alguno de estos elementos no puede pensarse en la existencia típica del delito de
estafa.
21/09/1993
113
DOCUMENTO/ ESTAFA
24/02/1994
ESTAFA-Salvamento de voto
Salvamento de Voto
FECHA : 24/02/1994
PROCESO : 8355
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : EDGAR SAAVEDRA ROJAS - Salvamento de Voto
GUILLERMO DUQUE RUIZ - Salvamento de Voto
ESTAFA
Aceptar que el valor del objeto rifado solo debe tenerse en cuenta cuando siendo
legal la rifa se impaga el premio, es aceptar como delito el simple incumplimiento
de una obligación de hacer. Cuando en una rifa fraudulenta una boleta resulta
ganadora, la cuantía es la del objeto ofrecido como premio por ser la boleta
premiada título negociable por quienes desconocen el fraude.
114
PROCESO : 8355
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : EDGAR SAAVEDRA ROJAS - Salvamento de Voto
GUILLERMO DUQUE RUIZ - Salvamento de Voto
06/04/1994
Es cierto que los fallos de segundo grado no son simple requisito formal,
limitados apenas a convalidar las tesis del inferior, en el supuesto de que las
comparta. Su misión es la de revisar, el fallo recurrido o consultado, y atender,
analizar y responder las tesis de la parte inconforme. Sin embargo, no puede
obligarse al fallador, en el evento de que la decisión de primera instancia se
encuentre en un todo acorde con la realidad procesal, a repetir sus argumentos
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para llegar a idénticas conclusiones. En situaciones como éstas, no obstante,
debe exponer los motivos de acuerdo con el a quo, es decir, responder con
claridad y precisión, el porque de la decisión de primera instancia se ajusta a la
realidad procesal, y por ende, indicar las razones que lo llevaron a desatender los
razonamientos de la parte recurrente, si la hubiere.
01/06/1994
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05/07/1994
"a Cuando los artículos y engaños" que contempla el artículo 356 del C. P.
tuvieron por finalidad el fingimiento de la celebración del Sorteo, porque desde
que se planteó el delito y se principiaron a vender las boletas era claro para el
estafador que éste jamás se llevaría a cabo. Es decir, cuando no existe
posibilidad de que alguno de los suscritos a la rifa pueda resultar ganancioso, ya
que solo se les vendió una ilusión, la de que podrían ganarse un premio, que ni
existía, ni se pretendía sortear jamás. "b Cuando los artículos y engaños"
tuvieron por finalidad desconocer el premio que realmente sí se sorteó, esto es,
cuando se engaña al ganador haciéndosele creer que a pesar de que la suerte lo
favoreció, el premio no puede serle entregado por alguna circunstancia mentirosa
o falsa, convenciéndolo, por ejemplo, de que la boleta es espuría, o equivocado el
número que como ganador registraron los medios de comunicación. "A pesar de
que en estas dos hipótesis se presenta un delito de estafa, éste no tiene las
mismas características en ambas. "En primera, los sujetos pasivos del delito son
todos y cada uno de los compradores de boleta, ya que a todos ellos se les hizo
cree, engañosamente, que iban a participar en un sorteo que jamás se efectuaría
y que en consecuencia nunca podrían ganarse. "En la segunda hipótesis, en
cambio el único sujeto pasivo de la estafa es el tenedor del boleto ganancioso,
puesto que a los demás en nada se les engaño se les vendió la oportunidad de
concurrir a un sorteo y efectivamente en él participaron, pero no ganaron.
Cuando la rifa, lotería, sorteo, etc. se ha llevado a efecto señalado a uno o varios
ganadores, este reducido grupo de personas y no todos los que adquirieron su
comprobante, boleta, billete, talón, papeles, cédula, etc., para participar en las
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mismas, debe ser considerado como sujeto pasivo de esa acción delictiva. Por
tanto, la cuantía será la del valor ofrecido como premio o premios y que ya tienen
dueños o beneficiarios específicos, y nunca el valor recaudado de cada uno o de
la totalidad de los participantes en el juego. Aquí ya todos han tenido su
retribución conforme a lo que fue motivo de su asentimiento y todos tuvieron
ocasión de figurar como favorecidos. No hay propiamente, desconocimiento de
una expectativa sino su cumplimiento, osea, el hacer concurrido a un sorteo, el
mismo que se ha efectuado y ha concluido en señalar uno o varios ganadores.
Aquellos, a los cuales el azar no les amparó, tuvieron respuesta adecuada a su
aporte y es etapa ya cerrada sobre la cual para nada cuentan las vicisitudes
posteriores del pago de los premios o recompensas anunciados, las anteriores
irregularidades legales advertibles en el proceso de formalización del juego, etc.,
todo lo cual lo que está indicado es la consumación de la estafa en perjuicio de
los favorecidos. Si todos pudieran reclamar, esto es, los que resultaron
ganadores y todos los demás que adquirieron boletas, se estaría indicando que
no hubo un ganador y que no se efectuó un sorteo que finalizó con la escogencia
de ese grupo de favorecidos. Estos, en concreto, son los que han recibido el daño
de la actividad ilícita desplegada y la cuantía que debe ser tenida en cuenta, en
esta infracción patrimonial, la constituye el modo económico de las cosas, bienes,
dinero reclamos.
Si la cuantía de la estafa se está señalando en relación con el valor del premio es,
porque el lugar de adquisición de la boleta no tiene la significación que, en este
punto, quiere atribuírse. Por que no pensar, a este respecto, en la adquisición de
un boleto en paraje por el cual, ocasionalmente, se pasó, que no representa
posibilidad de nueva frecuentación, pretendiéndose con la combatida tesis que el
ofendido vuelva alli, únicamente para formular denuncia?. A la víctima no se le
puede dificultar su acción ni causante este nuevo agravio ni cargarle adicionales
erogaciones. De ahí entonces, que deba operar un criterio preventivo, tanto más
pausible cuando se advierte que esta clase de conducta cubre un vasto y disímil
espacio, en donde constantemente se está cumpliendo una actividad estafadora,
que pueda afectar a uno o varios, que atrae como propios numerosos lugares en
los cuales se disemina los elementos de comprobación etc., debiéndose entonces
decir que el lugar de comisión se muestra incierto, por lo menos, art. 80 del C. de
P. P., y posibilita su concreción mediante la respectiva denuncia, la cual
establece, quien debe conocer del respectivo proceso. Hay que admitir esta
capacidad para escoger el lugar donde se quiere excitar la intervención del
organismo penal y esto lejos de ofender o menoscabar a nadie, representa un
criterio de amplia y respetable conveniencia.
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13/07/1994
Las dos censuras posibles dentro de la causal primera del artículo 220 del
Código de Procedimiento Penal son excluyentes, en cuanto la violación directa
(Cuerpo primero del precepto) implica la aceptación, por parte del actor, de los
hechos que se declaran probados en la sentencia y de la valoración probatoria
que de ellos hacen las instancias, mientras que por la indirecta (cuerpo segundo)
la alegación se centra en la demostración de errores de apreciación que sobre las
pruebas tuvo el juzgador.
La Corte no está autorizada para corregir las fallas de que adolece la demanda ni
por ende, para complementarla, o seleccionar en esas alternativas planteadas en
forma simultánea la que mejor se acomode a los intereses del recurrente, sea
debatiendo los hechos base de la condena, ora aceptándolos para controvertir si
para ellos se aplicó o interpretó correctamente la norma que corresponda. Si se
aplicaba a la violación directa debió indicar además el casacionista con toda
claridad en que consistía el desconocimiento de la ley, demostrando la
inaplicación indebida o la interpretación errónea del precepto sustancial
señalado como vulnerado, lo mismo que la incidencia de ese yerro en decisión
acusada.
14/02/1995
LA PENA MAXIMA privativa de la libertad para los cómplices del delito de estafa,
agravado por la cuantía es de 12 años y seis (6) meses, que resultan de la
siguiente operación aritmética: 10 años correspondientes a la pena privativa de la
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libertad prevista para la estafa por el artículo 356 del Código Penal, más 5 años
(la mitad de 10) por razón de la cuantía (art.372.1), para un parcial de 15 años,
menos 2 años y 6 meses (1/6 parte) por virtud de la complicidad.
Dicho término reducido a la mitad para efectos de determinar el tiempo de
prescripción (arts. 80 y 84 C.P.), arroja 6 años y 3 meses.
03/08/1995
ESTAFA
27/09/1995
No cabe duda que fue una sola acción cumplida por la procesada -la ilícita
obtención del provecho ocurriría en un solo día-, con una finalidad única, en
detrimento del ente abstracto único constituido por los usuarios de sus servicios
de prestamista que resultaron afectados; que ejecutó esa conducta prevalida de
lo que aparentaba ser el cumplimiento del objeto social de su actividad comercial
autorizada por el Estado "Compraventa El Diamante" y, que desembocó en un
verdadero fraude colectivo, no en múltiples pequeños e individuales fraudes,
pues el simulado hurto al establecimiento en un solo día, constituía condición
resolutoria de los múltiples contratos y liberaba a la procesada, también en ese
día, de todas las obligaciones de retroventa vigentes para la fecha en que se
ejecutó. Sin que la circunstancia de ser plural el sujeto pasivo desnaturalice el
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tipo penal en referencia, por cuanto resulta evidente que el sujeto activo
contempló al grupo, como una unidad, diferenciada de los individuos concretos
que la integran y que tienen el carácter de perjudicados, pues, se insiste, como lo
destacan comentaristas de la figura, lo esencial de ella radica en que el "sujeto
activo con unidad de propósito y planificación concibe como destinatarios, no a
los sujetos pasivos singulares titulares de las participaciones que de cada una de
ellas se pretende lograr, sino a la masa de todos ellos, productora del lucro
conjunto y unitario que se persigue obtener". (LANDROVE DIAZ, Gerardo, ‘Los
fraudes colectivos’, Bosch Barcelona, 1978, Pag.42).
30/04/1996
ESTAFA/ PERJUICIOS
2. Respecto del artículo 55 ibídem, debe decirse que no es cierto que esta norma
obligue al juzgador a designar un perito para avaluar los perjuicios ocasionados
con el hecho punible. Esta decisión, de acuerdo con el citado precepto, es
facultativa del funcionario judicial, quien según la complejidad del asunto, podrá
disponer o no su intervención.
Sentencia Casación
FECHA : 30/04/1996
DECISION : No Casa
DELITOS : Falsedad, Estafa
PROCESO : 8959
PUBLICADA : Si
15/05/1996
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así sea transitoriamente, de sus valores o de la posesión de una cosa, que pasa al
campo de acción ideado y dominado por el defraudador, para que pueda hablarse
de aprovechamiento ilícito, aunque el perjudicado lo recupere tiempo después.
16/10/1996
ESTAFA
27/11/1996
No cabe duda que la defraudación de que trata este asunto se consumó con el
abono de los susodichos pagarés a la cuenta apócrifa, pues en ese momento se
obtuvo el provecho ilícito con perjuicio patrimonial ajeno, en cuanto se hicieron
efectivos los títulos valores falsos quedando el dinero correspondiente a
disposición de los timadores. El cobro de los cheques mediante los cuales se
dispuso del dinero fraudulentamente obtenido son actos propiamente dirigidos al
agotamiento del delito, que como se sabe es posible que se consiga o nó pero en
todo caso después de consumado el mismo.
No puede aceptarse la tesis traída por el Tribunal para este caso, según la cual
sólo se obtiene el provecho ilícito cuando se logra retirar el dinero de la cuenta
fraudulenta, porque ello implicaría extender los actos ejecutivos del delito más
allá de la órbita de su consumación, llevándolos hasta el terreno del agotamiento
como si la consumación del reato estuviese condicionada a la obtención del
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propósito perseguido por el actor, confundiendo así dos etapas bien
diferenciables del iter criminis.
De otro lado, las circunstancias que rodearon la ilicitud revelan que desde un
principio los procesados tuvieron la intención positiva de cometer una estafa por
el monto global de todos los pagarés falsos, es decir, idearon una sola acción
delictual ejecutable por etapas, obviamente para no despertar sospechas y
asegurar el éxito de su empresa criminal. De ahí que en vez de hacer una única
gran consignación, hubiesen hecho varias consignaciones relativamente
pequeñas, con intervalos cortos, involucrando diferentes sucursales del mismo
banco y falseando numerosos títulos en cuantías discretas para no despertar
desconfianza y evitar así mayores controles de los habituales.
03/12/1996
Para efectos penales, el artículo 63 del C.P. incluye a "toda otra persona que
ejerza cualquier función pública, así sea de modo transitorio".
Para la Corte no cabe duda que la descripción típica del artículo 356 del C.P.
admite la pluralidad de sujetos pasivos, no sólo porque así se explica el cambio
de las expresiones "en perjuicio de otro" por "con perjuicio ajeno", en relación con
el C.P. de 1936, que de suyo amplió cualquier criterio restringido al respecto,
sino además porque, aun sin esta modificación, la estructura y contenido del
delito de estafa, en ninguna forma impide que los sujetos timados puedan ser
plurales, pues es claro que su reconocimiento no solo depende de la literalidad de
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la norma sino, igualmente, de la naturaleza de la conducta descrita y del sentido
mismo de la prohibición.
En efecto, el hecho de que la identidad de cada uno de los sujetos que conforman
la colectividad no sea inicialmente determinada por el autor, no significa que la
acción no recaiga sobre "personas perfectamente singularizadas", pues, en estos
casos la conducta engañosa no va dirigida a un grupo de personas
indeterminadas y abstractas sino, por el contrario, al que previamente se ha
limitado con conocimiento pleno de las circunstancias temporoespaciales,
modales y personales de sus integrantes, a quienes se quiere inducir en error.
124
error y la desposesión del patrimonio económico ajeno se logra de las personas
en concreto, esto es de quienes la
conforman.
Trátase, por tanto, en casos como este, de una acción única con pluralidad de
actos ejecutivos, que de suyo excluye la posibilidad del delito continuado, que por
definición exige una pluralidad de conductas. Lo que sucede es que al recaer
cada uno de los actos ejecutivos que la conforman en diversas personas, esto no
significa que se trate de acciones independientes con relievancia jurídico penal,
sino que estos son actos ejecutivos de la conducta integralmente considerada,
que como única, tipifica una sola acción delictiva con pluralidad de sujetos
pasivos, pues no en pocas ocasiones exige la puesta en marcha de una
multiplicidad de actos dependientes de los medios utilizados, que naturalística y
jurídicamente se tornan en necesarios para que la acción final defraudadora
pueda consumarse.
Y, esto porque el considerar cada inducción en error como una acción autónoma
y no como un acto integrante de la acción final propuesta por el defraudador,
implica desconocer que la pluralidad de medios ideados y puestos en ejecución
tienen como objetivo no el de estafar a una sola persona, sino a la pluralidad
anticipadamente prevista y mutar esta voluntad para anteponerle una simple
causalidad material, agotada en la obtención de cada una de las cantidades de
dinero integradoras de la suma total que se pretende obtener por el estafador y
para lo cual ha puesto en marcha los medios que ha creido idóneos para lograrlo,
es nada menos que crear por parte del juzgador su propia conducta
desconociendo la que realizó el autor del delito, con la impunidad que un tal
proceder generaría en la práctica cuando se trate de cuantías menores
tipificables como contravenciones.
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Por tanto, ha de decirse finalmente, que la concurrencia de sujeto pasivo plural
en el delito de estafa corresponde al sentido de la norma, tanto desde un punto
de vista estrictamente dogmático, como desde sus postulados críticos y de los
contenidos político-criminales que en un Estado social de derecho deben inspirar
la hermenéutica jurídica, con la necesaria repercusión que tiene un tal
planteamiento frente a la fijación de la pena, si se tiene en cuenta que una
conducta así ejecutada implica especiales modalidades de ejecución del hecho
punible, que un dolo integral de una acción que cubre una pluralidad de sujetos
pasivos lleva a un grado de reprochabilidad mayor y que la afectación
patrimonial de un conglomerado social, de suyo relievan su gravedad.
ESTAFA-Consumación
05/11/1997
Con relación a las estafas cuya cuantía para la fecha en que entró en vigencia la
Ley 23 de 1991 excedían de diez salarios mínimos legales mensuales, es evidente
que la voluntad del legislador fue que mantuvieran su calidad de delitos contra el
patrimonio económico, y con posterioridad a dicha Ley no se ha expedido
ninguna otra que varíe esa situación, de manera que desde ese punto de vista no
tiene asidero invocar el principio de favorabilidad, ya que no existe sucesión de
leyes en el tiempo, que es fenómeno que permite seleccionar entre diversas
normas cuál es la más favorable para el procesado en el caso concreto.
Ahora, si el tema se reduce a precisar cuál es el efecto que se genera cada vez
que el valor del salario mínimo es modificado, con relación a las conductas que
en el momento de ejecutarlas superaban los diez salarios mínimos exigidos para
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considerarlas delito, pero que ante el reajuste ya no los exceden, con certeza se
puede afirmar que NINGUNO.
Lo que la Ley 23 de 1991 introdujo es un parámetro que indica que en los casos
de hurto, estafa, emisión y transferencia ilegal de cheques, abuso de confianza,
aprovechamiento del error ajeno o caso fortuito, y daño en bien ajeno, si en el
momento de ejecutar la conducta la cuantía del punible excede del valor de diez
salarios mínimos mensuales entonces vigentes, debe ser sancionado como delito,
sin que las variaciones posteriores del salario puedan provocar una alteración de
los juicios de valor que se emitieron sobre lo ejecutado en un período precedente.
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Sentencia Casación
FECHA : 05/11/1997
DECISION : No Casa
DELITOS : Falsedad, Peculado por apropiación, Estafa
PROCESO : 11138
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
19/11/1997
Es de advertir ante todo que en las decisiones que se profieran para resolver
sobre la competencia de un asunto, resulta improcedente toda consideración
sobre la atipicidad de la conducta o la responsabilidad del sindicado, pues esos
temas se hallan reservados para el funcionario competente y el momento
procesal oportuno para las decisiones de fondo.
Procede recordar en relación con el delito de estafa, que éste se consuma con la
obtención de un provecho ilícito en detrimento de otro y siendo ello así no
solamente es dable afirmar por lo hasta aquí probado que tanto las posibles
maniobras engañosas (suscripción de los contratos de promesa de compraventa y
arrendamiento y luego la escritura de compraventa) tuvieron ocasión en la
ciudad de Armenia sino que, se insiste, fue allí donde se percibió el precio, pues
el hecho de haber sido pagada buena parte de esa suma mediante cheques así lo
indica, sin que incida en contra de esta conclusión el que el Banco girado tenga
su localización en Medellín, pues se trata de instrumentos negociables, idóneos
para liberar obligaciones y aptos para ingresar incondicionalmente en el tráfico
comercial.
09/09/1998
128
Ante todo es preciso manifestar que al estar los dos delitos en concurso, los
medios fraudulentos son comunes, pues a través de ellos se indujo en error al
funcionario para obtener un pronunciamiento contrario a derecho, con la
finalidad última de obtener un provecho ilícito en perjuicio ajeno.
Al ser los medios comunes, los argumentos expuestos por el libelista, sobre su
ineptitud en su potencialidad inductora de error, hay que entenderlos, como lo
aseveró, no sólo con relación al fraude procesal sino a la estafa.
29/06/1999
Cuando el sujeto activo del delito realiza a lo largo del tiempo y en detrimento
patrimonial de la misma persona plurales actos artificiosos o engañosos
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reveladores de una voluntad orientada a ese ilícito propósito que se revela
asumido como finalidad absoluta, incurre en una sola acción delictiva de estafa
cometida mediante múltiples actos artificiosos o engañosos de ejecución, con los
que mantiene el error de la víctima.
07/10/1999
ESTAFA/ CONTRAVENCION
Dicha modalidad de ilicitud permite concluir que (...) desplegó una serie de actos
ejecutivos constitutivos de una sola acción encaminados a obtener un
incremento de su peculio, en cuantía muy superior a los diez salarios mínimos de
que habla la ley 23 de 1991, comportamientos que como bien lo señala la
Delegada, se erigen como "una conducta integralmente considerada", sin que sea
válido disgregar su proyección, como lo pretende la defensora, a diversas
actitudes delictuales.
16/12/1999
130
Si bien es cierto, la Sala ha expresado reiteradamente que "la estafa se consuma
en el lugar donde se obtiene el provecho patrimonial como consecuencia de la
inducción en error" (C.S.J. 20 de junio de 1988, citada por el colisionante), no
necesariamente este lugar, en el que se aumenta el patrimonio a través de
maquinaciones fraudulentas, coincide con el sitio o lugar en donde se
encuentran físicamente los bienes o derechos objeto material del ilícito.
La noción de provecho ilícito cuando se trata del bien jurídico del patrimonio, no
se refiere exclusivamente a dinero físico y en efectivo, sino también a otros
derechos, como los de uso, goce y disposición sobre lo conseguido a través del
delito, que no siempre ni en todos los casos pueden de inmediato reducirse a
sumas específicas, por lo cual el provecho ilícito podría concretarse antes de que
se obtengan físicamente unos bienes o el valor monetario de los mismos, e
inclusive sin que esto ocurra.
03/04/2000
Como quiera que el juez competente para conocer de un delito es el del lugar de
su realización, la estafa se considera consumada en el lugar donde el sujeto
agente obtiene el provecho ilícito producto del engaño en que ha mantenido o
inducido a la víctima que sufre el perjuicio.
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Auto Colisión de Competencia
FECHA : 03/04/2000
DECISION : Adcribe competenciua a Juzgado 7 P. del C. de
Bucaramanga
DELITOS : Estafa
PROCESO : 16922
PUBLICADA : No
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
19/12/2000
1. Esta casación fue interpuesta antes de entrar a regir la Ley 553 de 2000 y, en
consecuencia, se aplica la normatividad que, al efecto, se hallaba vigente antes
de su expedición. La casación excepcional procede contra los fallos de segunda
instancia de los Tribunales Superiores de Distrito Judicial y del Tribunal
Superior Militar, por delitos que para entonces no tuvieran señalada pena
privativa de la libertad igual o mayor a seis años, y las sentencias de segundo
grado de los Juzgados Penales del Circuito proferidas por hechos delictivos.
2. Las garantías son los mecanismos que permiten disfrutar, ejercer o amparar el
derecho respectivo. De ahí que cuando se escoja esa vía, resulte indispensable
especificar no sólo el derecho fundamental violado, sino particularmente el medio
que lo protege o garantiza y la irregularidad o forma como fue desconocido,
atropellado o vulnerado. Es decir, indicar al menos de manera sucinta, en que
consistió la violación y su incidencia negativa en la garantía, que lleve al
detrimento o a la imposibilidad de disfrutar o ejercer el derecho fundamental.
"Lo que la Ley 23 de 1991 introdujo es un parámetro que indica que en los casos
de hurto, estafa, emisión y transferencia ilegal de cheques, abuso de confianza,
aprovechamiento del error ajeno o caso fortuito, y daño en bien ajeno, si en el
132
momento de ejecutar la conducta la cuantía del punible excede del valor de diez
salarios mínimos mensuales entonces vigentes, debe ser sancionado como delito,
sin que las variaciones posteriores del salario puedan provocar una alteración de
los juicios de valor que se emitieron sobre lo ejecutado en un período precedente.
… bastaría dilatar los procesos para que el hecho imputado terminara perdiendo
la calidad de delito y convirtiéndose en una contravención, que para entonces
seguramente también estaría prescrita, ya que el término para ese efecto es muy
corto. Dicho de otra manera, ese sería el camino para impedir la aplicación de los
tipos penales relacionados, y una manera de procurar la impunidad.
04/04/2001
133
FACTICA-Concepto. Circunstancias genéricas objetivas y subjetivas/
CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION PUNITIVA-No es necesario que la norma
que la tipifica aparezca especificada en la acusación/ PRESCRIPCION/ ESTAFA/
FALSO JUICIO DE IDENTIDAD/ CIRCUNSTANCIAS DE AGRAVACION
PUNITIVA/ RESOLUCION DE ACUSACION
En el caso sub judice, el resultado típico solo vino a concretarse con la obtención
de la sentencia de declaración de pertenencia debidamente ejecutoriada, en
cuanto fue a través de dicho acto que el sujeto agente logró, con perjuicio ajeno,
el acrecimiento patrimonial, al ser declarado propietario del bien constitutivo del
provecho. Los actos precedentes de presentación y radicación de la demanda
respectiva en el Juzgado Civil del Circuito (reparto) de Santa Fe de Bogotá, y de
adelantamiento del proceso mismo, solo pueden ser entendidos como desarrollo
de la actividad defraudatoria orientada hacia la obtención del resultado típico; y,
el subsiguiente de inscripción de la sentencia en el registro de instrumentos
públicos, como su agotamiento.
134
5. La congruencia como principio estructurante del proceso y garantía, implica
que la sentencia ha de guardar adecuada relación de conformidad con la
resolución de acusación, en sus tres aspectos básicos: personal, fáctico y
jurídico. La congruencia personal dice relación con la conformidad que debe
existir entre los sujetos a que se refiere la acusación y aquellos a que se contrae
la sentencia. La fáctica, con la identidad entre los hechos y circunstancias
definidos en la acusación, y los que sirven de sustento al fallo. Y, la jurídica, con
la correspondencia entre la calificación, entendiendo por tal el juicio que de los
hechos se hace frente a su regulación jurídica, que contiene la acusación, y la
que preside la sentencia.
Las dos primeras (congruencia personal y fáctica), son absolutas. Es decir que
los sujetos y los supuestos fácticos de la sentencia deben ser necesariamente los
mismos de la acusación. La jurídica, en cambio, es relativa, pues nuestra
legislación permite al Juez condenar por una especie delictiva distinta de la
imputada en el pliego de cargos, siempre y cuando pertenezca al mismo género, y
la situación del procesado no resulte afectada con una sanción mayor. Si estas
condiciones no se cumplen, habrá lugar, en principio, a solicitar la enmienda del
fallo, para ajustarlo al objeto definido en la acusación.
135
valorativas, y circunstancias genéricas subjetivas o valorativas, para sostener
que las últimas debían hacer también parte de la imputación fáctica, por requerir
de análisis o valoraciones previas para su deducción, y que solo frente a una
inequívoca y concreta declaración de las mismas en el pliego de cargos, podía el
Juez deducirlas en la sentencia (Cfr. Casaciones de noviembre 9 de 1994,
Magistrado Ponente Dr. Dídimo Páez Velandia; Agosto 2 de 1995, Magistrado
Ponente Dr. Ricardo Calvete Rangel; julio 29 de 1998, Magistrado Ponente Dr.
Carlos Eduardo Mejía; mayo 11 de 1999, Magistrado Ponente Dr. Fernando
Arboleda Ripoll; y marzo 23 del 2000, Magistrado Ponente Dr. Jorge Córdoba
Poveda, entre otras).
En síntesis, se tiene que la Corte, en la actualidad, es del criterio que todas las
circunstancias que impliquen incremento punitivo, específicas o genéricas,
valorativas o no valorativas, en cualquiera de sus modalidades, deben hacer
parte de la imputación fáctica de la acusación para que puedan ser deducidas en
la sentencia, siendo suficiente para que esta exigencia se cumpla que el supuesto
de hecho que las estructura aparezca claramente definido en ella, de suerte que
su imputación surja inequívoca de su contenido.
136
coincidan con los de la acusación, y esta conformidad, como será establecido a
continuación, no fue quebrantada en el presente caso.
Esta especial particularidad en una tal clase de agravantes hace que al ser
determinado en la resolución acusatoria el supuesto fáctico básico del hecho
típico, lo sea también, en virtud de la relación de identidad que los vincula, el
supuesto estructurante de la circunstancia, y por tanto, que la consideración de
esta última en la sentencia no constituya un vicio de congruencia por
disconformidad fáctica con la acusación, por fundamentarse, naturalísticamente,
en el mismo hecho (Cfr. Casación de 30 de noviembre de 1999, ya citada).
SALVAMENTOS DE VOTO
137
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON - Salvamento
de Voto
MAURO SOLARTE PORTILLA - Salvamento de
Voto
138
PROCESO : 12669
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
20/06/2001
139
la estructura del proceso ha de procederse de la forma como se expresó en el
párrafo anterior.
El inciso primero consagra la hipótesis del simple uso del documento público
falsificado por otro. La Sala refiriéndose a este aparte de la disposición reconoció
su "autonomía"* .
El reparo del censor sugiere en consecuencia una imputación jurídica por una
conducta punible que se mantiene en el Código Penal dentro del mismo título
(delitos contra la fe pública) y capítulo (tercero) del libro segundo.
140
La acusación en los términos que lo hizo el censor resulta antitécnicamente
formulada porque en estricto sentido no se denuncia un cambio de nomen iuris
del delito, ya que el tipo penal rechazado y que aparece atribuido en la
acusación, así como el tipo penal que se acepta en la demanda, pertenecen al
mismo género delictivo en la sistemática del decreto 100 de 1980, y de
demostrarse el error, la Corte no tendría que invalidar la actuación, que sería el
efecto de tomar como fundamento de la censura la causal tercera del artículo 220
del C.P.P. invocada por el demandante, sino que debe dictar el fallo de
sustitución enmendándolo, que es la consecuencia de basar el reparo en la
casual primera de casación. En este sentido se ha pronunciado la Sala en
pacífica y reiterada jurisprudencia, por ejemplo, en sentencias de fecha 24 de
octubre de 1995 (radicado 10.986) y 19 de diciembre de 2000 (radicado 16.237)
con ponencia del magistrado doctor FERNANDO ARBOLEDA RIPOLL.
141
dispuesto en el artículo 50 de la ley 504 de 1999, en relación con los informes de
Policía Judicial y las versiones de los informantes.
El artículo 247 del C.P.P. no precisa el valor judicial de las pruebas, sino el grado
de conocimiento que se debe alcanzar sobre la ocurrencia del hecho punible, las
circunstancias en que fue ejecutado, el autor - partícipe y la responsabilidad de
éstos. En otras palabras, allí está contenida la regla que debe guiar el juicio de
reproche penal, el que según la citada disposición, ha de emitirlo el juez cuando
los elementos que nutren su espíritu pueden superar positivamente la
ignorancia, la simple credibilidad y la probabilidad, pues predomina el
conocimiento integral, cierto y definitivo del objeto del proceso.
21/06/2001
Cierto que a primera vista pareciera que el letrado hubiera seguido el rumbo de
la infracción directa especialmente si se observa que dirigió sus esfuerzos
intelectivos al estudio de los diferentes elementos que estructuran el delito de
estafa. Sin embargo, en vez de acusar la hermenéutica utilizada, por haber dado
142
lugar que a unos hechos aceptados se les aplicara indebidamente la ley
sustantiva, entró a problematizar la valoración que sobre los mismos realizó el
fallador, incursionando así en un campo vedado, propio de la violación indirecta,
pero sin señalar ninguno tipo de error en el proceso de incorporación o
apreciación de la prueba.
16/07/2001
143
inducir en error, mientras que el segundo se logra por el abuso de unas
condiciones materiales, personales o psíquicas de inferioridad de la víctima.
144
caracterizada por la repartición de tareas entre los intervinientes, de modo que
todos responden por la integridad de los acontecimientos planeados, sin importar
la parte de los mismos que a cada uno le haya tocado cumplir personalmente.
Se concluye, de esta manera, que no fueron ignoradas las pruebas resaltadas por
el actor, sino que jamás se infirió de sus contenidos la existencia de una
indemnización parcial que justificara la configuración de la atenuante genérica.
Es más, admitida en gracia de discusión la atenuación, el demandante no explica
cuál sería su real influencia en la dosificación de la pena, porque un factor de tal
índole implicaría la imposición del mínimo previsto en la ley, siempre que
concurra exclusivamente, pero ocurre que en este caso los juzgadores también
derivaron ingredientes de agravación genérica y otras circunstancias señaladas
en el artículo 61 del Código Penal para no partir de dicho límite inferior.
19/07/2001
145
presupuestos que los estructuran, de lo contrario resultan incompatibles los
cuestionamientos.
La lectura de las disposiciones civiles que el censor citó como inaplicadas por el
Tribunal permite concluir que ellas no establecen para el juzgador en el proceso
de valoración de las pruebas o de las hipótesis de hechos en ellas contenidas un
alcance determinado que deba ser asignado a los citados convenios.
146
Era deber del recurrente comparar la sentencia y la totalidad de la prueba
considerada, tarea que no se asumió, porque de haberse hecho, era evidente que
no podía establecerse que el juzgador varió el contenido probatorio para afirmar
circunstancias que no fueron evidenciadas, o que se distorsionó de tal manera
que se cambió la expresión fáctica para afirmar algo diverso a lo que con
exactitud la prueba contiene.
147
censura sería necesario que la Corte modificara la demanda, procurando
estructurar un cargo no contradictorio y tratando de darle el desarrollo que
corresponda al mismo, tarea imposible en virtud del principio de limitación
21/11/2001
Como quiera que los hechos objeto de este proceso tuvieron por concreto
propósito el hacer pagar a una persona el valor de unos bienes que ciertamente
no había adquirido, verificándose, sin embargo, a través de los descuentos
mensuales de nómina, el cubrimiento parcial de su importe, hasta que, por razón
de esta investigación, una vez establecida la falsedad de los documentos que
supuestamente la obligaban, se dispuso la suspensión de los mismos, resulta
claro que los ilícitos que de tal acontecer emergen y que la Fiscalía calificó como
estafa y falsedad en documento privado se sucedieron en el domicilio de aquella,
pues fue allí donde en principio se recogió la firma que luego fue imitada, fue en
ese sitio donde se hizo creer al comprador que tan sólo había adquirido un
electrodoméstico y fue en Cali donde el acusado, en últimas, consumó la
obtención del provecho ilícito, si por tal se entiende la apropiación del segundo
equipo de sonido y acaso del reloj.
148
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
18/12/2001
El artículo III en veinte numerales relaciona los crímenes por los cuales procede
la extradición, debiéndose subrayar para los efectos de la presente actuación, los
siguientes:
149
Banco u otros valores de crédito, de sellos, timbre, papel sellado, cuños y marcas
de administraciones del Estado, y la expendición o uso fraudulento de los
mismos.
Sobre las características del sistema adoptado por los Estados contratantes, la
Sala, con criterio mayoritario*, en concepto de fecha 15 de agosto de 2000 (Rad.
15325), puntualizó:
Antes de adelantar cualquier examen sobre los delitos por los que se le procesa a
(...) en España para efectos de la extradición reclamada, se debe hacer la
siguiente aclaración:
Con base en las referidas premisas, en el citado concepto concluyó la Sala, con
criterio que resulta aplicable literalmente al caso sub lite:
150
Como ha quedado explicado, dada la naturaleza del sistema de lista adoptado por
La Convención de Extradición de Reos entre Colombia y el Reino de España en el
artículo I y en el III, la interpretación debe ser restrictiva, por tanto no se pueden
incluir comportamientos delictivos que no fueron objeto del acuerdo por las
Partes Contratantes.
4. El examen de los ilícitos para los cuales los Estados partes convinieron la
extradición se analizará conforme a la calificación que se le dio a la conducta en
el pliego de cargos de la fiscalía y en el auto de apertura a juicio y de prisión del
juzgado que conoce de la causa en el país requirente.
La estafa continuada contemplada por los artículos 74, 248, 249 del Código
Penal Español, constituye una conducta autónoma no contemplada en la lista
de los delitos por los cuales Colombia y el Reino de España acordaron entregarse
recíprocamente a los autores o cómplices que se refugiaren en sus respectivos
territorios, según la redacción del artículo III del susodicho Convenio de
extradición.
151
acápites anteriores, forman parte de la lista de los reatos por los cuales se
autoriza la entrega del reclamado en extradición por el gobierno español,
habiéndose cumplido, además, en esta actuación, la totalidad de los requisitos,
para que la Sala emita concepto en los términos expresados.
________________________________________
* Magistrado Ponente Dr. Carlos Eduardo Mejía Escobar.
12/02/2002
1. Para ese delito (Estafa), de conformidad con los artículo 356 y 372-1 del
Código Penal de 1980, en cuya vigencia ocurrieron los hechos, se establece una
pena de prisión cuyo máximo es de 15 años. El nuevo estatuto (ley 599 de 2000),
en sus artículos 246 y 267-1, fija un tope superior de 12 años, por lo que en
virtud del principio y derecho fundamental constitucional de la favorabilidad
(artículo 29 superior), el último debe aplicarse de manera retroactiva al resultar
benigno a los intereses del sujeto pasivo de la acción penal.
Desde ese momento, según ordena el artículo 86 del Código Penal, "comenzará a
correr de nuevo por un tiempo igual a la mitad del señalado en el artículo 83",
sin que en ningún caso sea inferior a cinco (5) ni superior a diez (10) años, esto
es, que para el evento en consideración ese periodo es de seis (6) años.
152
2. Sabido es que cuando el censor acude a la causal primera, cuerpo primero,
esto es, violación directa de la ley sustancial, en modo alguno puede desconocer
o criticar los hechos en la forma en que los encontró demostrados el Tribunal,
porque si lo que cuestiona es un yerro en la aplicación de la ley, es claro que le
está vedado debatir el análisis probatorio realizado en la sentencia. Así, el
argumento del demandante debe consistir en un juicio lógico sobre el fallo, pero
respecto del equívoco al aplicar la norma, sin reprochar la estimación que allí se
hizo de los elementos de convicción.
La invocación del artículo 247 del Código de Procedimiento Penal de 1991 como
norma infringida, evidencia el desacierto del cargo, por cuanto se trae a colación
para demostrar que no existía certeza sobre los elementos que tipifican el delito
de estafa, de lo cual surge que se pretende volver, para refutar, el proceso de
valoración probatoria del Tribunal, en contradicción con el planteamiento.
...
3. Del estudio del expediente resulta que aun cuando solamente la defensa apeló
la decisión de primera instancia, el Tribunal de Bogotá, de oficio, adicionó el fallo
para imponer a los señores (...) la sanción de multa, que había omitido el A quo.
Dijo la corporación que ello no comportaba agravación de la pena porque era
imperioso ajustar la punibilidad a la legalidad. Como este es el criterio fijado y
continuado por la Sala mayoritaria de la Corte, se concluye que con ello no se
incurre en desconocimiento de la prohibición de la reformatio in pejus. Es claro
que si el señor Juez 54 Penal del Circuito de Bogotá, tras condenar por estafa no
fijó su atención en que el tipo penal correspondiente de 1980 -como el actual-
preveía la medida pecuniaria también como principal, se salió de la legalidad, es
decir, determinó para el caso una pena que no coincide exactamente con la
establecida en la ley.
El Tribunal, entonces, hizo bien al tornar el asunto a los cánones del principio de
legalidad que se hallaba conculcado con la no imposición por el Juez de la pena
principal de multa, legalmente prevista por el artículo 356 del decreto 100 de
1980, estatuto penal vigente para cuando se profirieron las sentencias de
primero y segundo grado, con lo cual había incurrido no en un simple error de
graduación, sino en una verdadera mutilación de una ley, acertadamente
enmendada por el ad quem al imponer la multa pertinente.
153
PONENTE(S) : ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON, NILSON
PINILLA PINILLA
Sentencia Casación
FECHA : 12/02/2002
DECISION : Cesa por prescripción, redosifica pena, deja sin
efectos, no casa
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 15386
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON - Salvamento
Parcial de Voto
14/05/2002
154
apócrifas destinadas a probar que se había realizado el pago previo destinado a
obtener la autorización de entrega de los pedidos por parte del Jefe de Planta,
quien por un error de confianza no verificó su exactitud y ordenó la entrega del
gas propano en siete oportunidades, momento en el cual se consolidó el engaño y
se obtuvo el provecho ilícito, por lo que es en dicho lugar, en donde, se reitera se
consolidan los efectos jurídicos vulneratorios del bien jurídico tutelado,
independientemente de que el origen y realización de los ardides se hayan
originado en Soacha y no en Bogotá como equivocadamente lo entiende el
Despacho colisionado.
30/05/2002
155
aparezca como mejor estructurado, sino de la indicación precisa de yerros
trascendentes que, por haber incurrido en ellos, llevaron al juzgador a obtener
una conclusión contraria a la que surgía de una realidad probatoria
determinada. Así, cuando el juez admite el dicho de un testigo que describe la
trayectoria de un proyectil en abierto desconocimiento de las leyes físicas; o
cuando elabora un juicio que desconoce el principio de no contradicción; o
acepta o rechaza la credibilidad de un testigo sólo por pertenecer a un
determinado núcleo social, sexo o raza, por ejemplo, no hay duda de que su
raciocinio ha vulnerado los principios de la sana crítica. Y si tal elaboración
intelectiva fue el sustento de su decisión, de manera que su sentido hubiera sido
otro de no presentarse ese error, es evidente que la estructura del fallo debe
fracturarse.
26/06/2002
Sea que la conducta que tardíamente le imputó (...) al Senador (...), por el pago de
$9"711.487,15 a una concesionaria de automotores, a cambio de que influyera
ante el Alcalde Mayor de Bogotá para facilitar la mejor utilización de unos buses
adquiridos en remate por "Sidauto S. A.", apuntara a una estafa, como fue
156
denunciada, o quedare subsumida en la previsión estatuida por el artículo 147
del anterior Código Penal como tráfico de influencias para obtener favor de
servidor público, hoy componente de estafa agravada (art. 247-3 L. 599 de 2000),
es lo cierto que las pruebas acopiadas no permiten inferir tipicidad alguna.
29/08/2002
"…lejos de excluir el artículo 356 del Código Penal los contratos como medio de
artificio o engaño que utilizados por el timador como simple apariencia de
obligarse pueden generar error esencial en el ofendido, tanto la doctrina como la
jurisprudencia admiten la posibilidad de su empleo como parte de los medios
defraudatorios, destacando justamente en aquellos la sutileza del ardid y su no
infrecuente uso, al punto de sostener que:
""... pasan al campo penal la mentira o el silencio cuando recaen sobre elementos
fundamentales del contrato, por ejemplo, la existencia de una contraprestación,
porque esta es la causa misma del acto o contrato según el derecho civil.
"Si una parte engaña a la otra, por ejemplo, sobre su capacidad de pagar
haciéndole creer que la tiene cuando, en realidad, carece de ella, bien sea de
modo absoluto o en forma que, de saber su situación , la otra no hubiera
contratado, o cuando calla estando obligado a manifestar su incapacidad de
157
pagar, ya no se trata de un silencio o de una mentira lícitos, sino plenamente
delictuosos"". (Sentencia de casación del 23 de junio de 1982, Magistrado
Ponente Dr. Luis Enrique Romero Soto)".
15/10/2002
Por exclusión, en todos los demás casos el funcionario judicial debe abstenerse
de resolver la situación jurídica, y carece, por tanto, de la facultad de restringir
en cualquier forma la libertad de locomoción del procesado durante el trámite,
hasta cuando por sentencia condenatoria debidamente ejecutoriada se pueda
eventualmente disponer lo contrario.
2. Con el fin de determinar cuál es la ley que por favorabilidad debe regir el
presente asunto, resulta indispensable partir de la definición de favorabilidad en
materia sustantiva que trae el inciso 2º del artículo 6° del Nuevo Código Penal, en
los siguientes términos:
"La ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior se aplicará, sin
excepción, de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Ello también rige para
los condenados.
158
...
Así las cosas, para los delitos de falsedad ideológica en documento público y
concierto para delinquir, no hay duda que resulta más favorable al procesado la
aplicación de la nueva normatividad procesal, en consideración a que la pena
mínima prevista en el anterior Código Penal para tales conductas, por no superar
los tres años de prisión, hace improcedente la detención preventiva y por tanto
respecto de ellas no hay lugar a resolver la situación jurídica.
19/11/2002
Desde el punto de vista del factor territorial, el juez competente para conocer de
una conducta punible, es el del lugar en que se hubiere realizado, por lo que
para fijar la competencia basta precisar en qué consiste y en donde se ejecutó,
pues de allí se deducirá cuándo y en dónde se consumó.
"Procede recordar en relación con el delito de estafa, que en este se consuma con
la obtención de un provecho ilícito en detrimento de otro y siendo ello así no
solamente es dable afirmar por lo hasta aquí probado que tanto las posibles
159
maniobras engañosas (suscripción de los contratos de promesa de compraventa y
arrendamiento y luego la escritura de compraventa) tuvieron ocasión en la
ciudad de Armenia sino que, se insiste, fue allí donde se percibió el precio, pues
el hecho de haber sido pagada buena parte de esa suma mediante cheques así lo
indica, sin que incida en contra de esta conclusión el que el Banco girado tenga
su localización en Medellín, pues se trata de instrumentos negociables, idóneos
para liberar obligaciones y aptos para ingresar incondicionalmente en el tráfico
comercial". (Auto, Nov.19/97. Rad. 13.863. M.P. Juan Manuel Torres Fresneda).
28/11/2002
160
manera diferente, o le señalan consecuencias jurídicas distintas, resultando una
de ellas menos gravosa para los intereses del procesado.
5. En lo que dice relación con el primer evento, es decir, con las equivocadas
imputaciones que por falsedad ideológica en documento público se le hicieron al
procesado, las que a su juicio corresponden al tipo de uso de documento público
falso, es menester precisar que por tratarse de conductas punibles descritas en
la sistemática del Código Penal dentro del mismo Título -VI del anterior, IX del
actual- y Capítulo -Tercero, tanto en el Decreto 100 de 1980 como en la Ley 599
de 2000-, no es el motivo de nulidad el llamado a corregir el vicio, pues
161
reiterativa ha sido la jurisprudencia de la Sala en señalar que esta clase de
yerros son de naturaleza in iudicando, por cuanto comprometen el juicio del
fallador, el cual bien puede presentarse por defectos en la aplicación o
interpretación directa de la ley, o de manera mediata, esto es, a través de la
apreciación probatoria debido a falsos juicios de existencia por omisión o
suposición, de identidad, o de legalidad, y que como tal deben formularse a
través de la causal primera y corregirse dictando el fallo de sustitución
correspondiente.
Empero, suele ocurrir que en algunos casos -como el que el actor plantea como
segunda hipótesis, esto es, respecto a los cargos por falsedad en documento
privado- el precepto que recoge correctamente el supuesto de hecho que da lugar
a la imputación penal, implica un desplazamiento en el ordenamiento sustantivo
a distinto Título y Capítulo que conlleva a una variación en la denominación
genérica de la conducta. En estos eventos, en la anterior legislación, si era
indispensable acudir a la causal tercera a efectos de enmendar el yerro presente
en la resolución de acusación y poder proferir fallo conforme a ella; sin embargo,
su demostración imponía seguir los derroteros de la causal primera, por cuanto
el vicio in iudicando trascendía a la validez de la actuación, en forma tal que si se
corregía con fundamento en la causal primera se originaba un nuevo dislate, al
no quedar la sentencia en consonancia con el pliego de cargos.
De ahí que los yerros que en tales sentidos acusa el demandante debió haberlos
presentado en cargos separados, y al amparo de la causal de casación que en
cada caso estaba llamada a regular el asunto.
162
otorgamiento, de su fecha y de las declaraciones que en ellos efectúe el
funcionario que los autoriza. Con relación a estos aspectos su eficacia probatoria
es, por tanto, erga omnes (…)", le era imperioso al demandante señalar cuál
precepto establece que para tenerse como auténticos los informes suscritos por
los agentes de Tránsito, se requiere de la previa acreditación de la calidad de
servidores públicos de éstos.
8. El error de hecho por falso juicio de identidad, tiene dicho la Sala, corresponde
a los llamados errores de contemplación en los que se puede incurrir al momento
de fijar el contenido material de un medio probatorio, y se configura cuando el
sentenciador distorsiona su sentido objetivo ya porque lo cercena, ora porque lo
adiciona, o bien porque lo tergiversa, con la secuela de que por tal manejo se le
hace producir efectos que no se desprenden de su real contenido o, dicho de otra
forma, se le hace decir lo que aquél no dice.
A partir de este referente es claro que a quien denuncia tal clase de desacierto le
corresponde individualizar en concreto la prueba o pruebas objeto de la
pretextada distorsión, señalar lo que objetivamente dice el medio de convicción y
lo que de su contenido predica el juzgador, precisar en qué consistió el error y,
finalmente, señalar la forma como éste repercutió desfavorablemente en la parte
dispositiva de la sentencia impugnada, puesto que no se trata de traer a debate
en esta sede cualquier yerro, sino sólo aquéllos de tal trascendencia que de no
haberse producido otra muy distinta hubiera sido la decisión atacada.
En efecto el procesado (...) fue acusado como autor del delito de estafa agravada
por la cuantía, conducta sancionada en la nueva codificación penal con pena de
163
prisión de dos (2) a ocho (8) años y multa de cincuenta (50) a mil (1000) salarios
mínimos legales mensuales vigentes y el incremento punitivo de una tercera
parte a la mitad, cuando la conducta se cometa sobre una cosa cuyo valor fuere
superior a los cien (100) salarios mínimos mensuales vigentes. (arts. 246 y 267 -
1, Ley 600 de 2000).
La norma vigente para la época del ilícito preveía una pena de prisión de uno (1)
a diez (10) años y multa de un mil a quinientos mil pesos, que al resultar
agravada por la cuantía (superior a cien mil pesos) debía incrementarse de una
tercera parte a la mitad (arts. 356 y 372 - 1, Decreto 100 de 1980).
24/04/2003
"Por otros aspectos, pretender la alegación de este vicio por la causal primera de
casación resultaría contradictorio con la naturaleza de esa formulación y el fin
que en ese caso se persigue, pues quien alega violación directa o indirecta parte
164
del presupuesto de la validez del proceso centrando su ataque en la ocurrencia
de errores al interior de la sentencia, y además persigue la expedición de un fallo
de sustitución que obviamente se hace de imposible proferimiento a falta de una
acción penal vigente." -Sentencia del 13 de octubre de 1994, Rdo. 8690, M.P.
Juan Manuel Torres Fresneda-.
165
pliego de cargos y el que se ha debido imputar corresponde a distinto capítulo del
Código Penal, como así el mismo libelista lo entiende. Pero como el dislate sigue
siendo de juicio, aunque debe denunciarse y remediarse con fundamento en la
causal tercera, es preciso desarrollarlo conforme a la técnica que gobierna la
primera, debiéndose, por consiguiente, señalar la vía del quebrantamiento de la
ley sustancial, si directa o indirecta, y en el último evento, la naturaleza del yerro
cometido, si de hecho o de derecho, y el falso juicio que lo determinó (existencia,
identidad, raciocinio, convicción o legalidad), con indicación de las pruebas
comprometidas y la trascendencia del desacierto en las conclusiones del fallo.
Por tal motivo, si en virtud del principio de favorabilidad se aplicara en este caso
el contenido del artículo 411 de la Ley 599 de 2000, que contempla la conducta
punible de tráfico de influencias de servidor público, necesariamente se tendría
que concluir que el comportamiento de Castellanos Mantilla también encuentra
adecuación típica en dicha preceptiva y no en el delito de estafa, como lo reclama
el libelista, toda vez que, como acertadamente lo destaca el Ministerio Público, el
procesado, ostentaba la calidad de servidor público y no de particular, en razón
de que tenía un contrato de prestación de servicios con el Instituto de los
Seguros Sociales de Bucaramanga, entidad que, conforme al artículo 275 de la
Ley 100 de 1993, es una empresa industrial y comercial del Estado del orden
nacional.
----------------------------
* Auto del 19 de marzo de 2002, M.P. Dr. Edgar Lombana Trujillo.
166
procedente, cuando en un tal vicio se incurre, dejar sin valor la actuación así
surtida y disponer la cesación del procedimiento.
Ahora bien, aclarado como está que la sede correcta de esta proposición es la
nulidad, debe aceptarse sin embargo que como no resulta suficiente alegar y
requerir la anulación de lo actuado para que se entienda que el cargo está
llamado a prosperar, pues desde una perspectiva lógica, en el decurso deben
incluirse todos los fundamentos que permitan arribar a la conclusión
invalidatoria deprecada, tal fundamentación debe desarrollarse con sujeción a los
postulados de la causal primera, pues a tal desacierto puede llegarse a través de
la violación directa de la ley sustancial por aplicación indebida de un precepto y
falta de aplicación del que corresponde al caso, o por medio de la errónea
apreciación probatoria, como se sostuvo en la sentencia de casación del 21 de
marzo de 2001.
2. El artículo 24 del Código Penal de 1980 establecía para el cómplice "la pena
correspondiente a la infracción, disminuida de una tercera parte a la mitad" ,
de donde se entendía que el cómputo del tiempo requerido para la prescripción
en tales eventos se hacía teniendo en cuenta el máximo de la pena señalada en la
respectiva infracción, disminuida en la menor de las dos proporciones señaladas,
pues tal resultaba ser el lapso "máximo" de pena que contemplaba la ley para
este participe, eso si, sin que pudiera excederse del tope de veinte (20) años y del
mínimo de cinco (5) establecidos en el artículo 80 ídem.
"La pena máxima privativa de la libertad para los cómplices del delito de estafa,
agravado por la cuantía, es ciertamente, como lo consigna el Procurador
Delegado, de 12 años y seis (6) meses, que resultan de la siguiente operación
aritmética: 10 años correspondientes al máximo de la pena privativa de la
libertad prevista para la estafa por el artículo 356 del Código Penal, mas 5 años
(la mitad de 10) por razón de la cuantía (art.372.1), para un parcial de 15 años,
menos 2 años y 6 meses (1/6 parte) por virtud de la complicidad (art.24 ibidem)."
Esta posición jurisprudencial fue acogida en el Nuevo Código Penal (Ley 599 de
2000), que en orden a solucionar el vacío anotado estableció en su artículo 60 los
parámetros para la determinación de los máximos y mínimos aplicables,
anotando expresamente en su numeral 5° que:
3. Aunque es cierto que la nueva legislación penal resulta más favorable a los
intereses del procesado, porque de conformidad con los artículos 246, 267, 27 y
30 de la Ley 599 de 2000, el término prescriptivo se reduce a 7 años y 6 meses,
que igualmente supera el lapso transcurrido entre la fecha de los hechos y la
ejecutoria de la acusación, resulta pertinente aclarar que frente a situaciones
167
jurídicas ya consolidas en el tiempo no puede aducirse la aplicación retroactiva
de la ley más favorable, pues el fenómeno se encuentra supeditado a que la
situación jurídica respecto de la cual se invoque haya ocurrido o se hubiese
estructurado durante su vigencia, que no es el caso presente donde la
interrupción del término de prescripción con la ejecutoria de la resolución de
acusación se consolidó en vigencia del anterior estatuto penal.
"El bien jurídico protegido mediante "los capítulos anteriores" a que alude el
artículo 372 citado, es "el patrimonio económico"; el legislador consideró a través
de dicha norma que cuando el ataque al patrimonio sobrepasa los cien mil pesos
la pena debe aumentarse en determinada proporción; se tiene en cuenta aquí,
como se ve, el aspecto meramente cuantitativo del bien jurídico lesionado, lesión
que ya viene dada en la configuración del delito (su antijuridicidad), así se haya
dado éste en la etapa del conato, o se haya consumado pero sin agotamiento: ello
para hacerle ver al casacionista que la agravante en comento no se relaciona con
el "daño" potencial o real causado al interés jurídico tutelado, sino simplemente
con su "valor" o "cantidad".
168
"El demandante no cuestiona que el delito de hurto atribuido a los procesados
(…) se haya consumado, sino que, reparando en su no agotamiento (o sea que no
se logró el provecho que exige el artículo 349 del C.P. por medio de su elemento
subjetivo), pretende derrumbar la agravante, por pensar, erróneamente, que la
misma supone un detrimento, efectivo y definitivo, del patrimonio económico de
la víctima, cuando ya se vio que no, porque desde que el objeto material del
hecho exceda los cien mil pesos, opera invariablemente el aumento de pena
dentro de los límites allí previstos"
27/05/2003
La pena máxima fijada para el delito de estafa, agravada por la cuantía, frente a
la referida normatividad, es de quince (15) años, y que el término prescriptivo
sería, en consecuencia, de quince (15) años durante la fase de la instrucción, y
de siete (7) años y seis (6) meses (la mitad) durante la etapa del juicio.
169
incrementada en la mitad conforme al artículo 267-1, asciende a 12 años que se
reduce a la mitad, esto es, 6 años, por mandato del artículo 86 del Código Penal.
170
2. Tratándose de violación indirecta o directa de la ley sustancial, únicamente
tienen tal naturaleza aquellas disposiciones que describen un comportamiento
como delictivo y le fijan la pena correspondiente, así como las alusivas a la
responsabilidad o punibilidad.
Era menester que el censor indicara con precisión la norma sustancial cuya
vulneración denuncia y el sentido del quebranto, bien por falta de aplicación,
aplicación indebida, e incluso por interpretación errónea, pues no le es dado a la
Sala inferir tales aspectos, dado el carácter rogado del recurso extraordinario y
la limitación de sus facultades en casación.
171
PONENTE(S) : MARINA PULIDO DE BARON
Sentencia Casación
FECHA : 27/05/2003
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 20606
PUBLICADA : No
NOTAS ACLARATORIAS : ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON - Salvamento
de Voto
12/06/2003
172
PROCESO : 17196
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
24/06/2003
Los artículos 246 y 267-1 del nuevo estatuto -Ley 599 del 2000-, fijan el límite
superior en 12 años. Por tanto, acatando el principio y derecho fundamental de
la favorabilidad, que deriva del artículo 29 de la Constitución Política, para
efectos de la decisión impetrada hipotéticamente se debería aplicar el Código
Penal actualmente vigente, porque resultaría más benigno para los procesados.
Por manera que los 12 años previstos en los artículos 246 y 267 deberían ser
incrementados en otros 6 -la mitad- para un total de 18 años, que en la fase del
juicio quedarían reducidos 9
173
PROCESO : 18990
PUBLICADA : No
10/07/2003
1. Durante el trámite del recurso de casación y por virtud del transcurso del
tiempo desde la resolución acusatoria se produce la extinción de la acción penal
surgida de la comisión de los delitos a los que se contraen las diligencias o de
alguno de ellos, la competencia de la Sala en sede extraordinaria se extiende a la
declaratoria de dicho fenómeno, máxime que ante su ocurrencia a la
administración de justicia no le es posible adoptar decisión diferente de aquella
que reconozca los efectos de la extinción de la acción penal.
Es decir, que de acuerdo con el Código Penal anterior el término prescriptivo para
el delito de estafa agravada, a titulo de complicidad, sería de 6 años y 3 meses
de prisión.
174
DECISION : Declara prescripción, cesa todo procedimiento,
devuelve caución
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 20641
PUBLICADA : No
06/08/2003
"…lejos de excluir el artículo 356 del Código Penal los contratos como medio de
artificio o engaño que utilizados por el timador como simple apariencia de
obligarse pueden generar error esencial en el ofendido, tanto la doctrina como la
jurisprudencia admiten la posibilidad de su empleo como parte de los medios
defraudatorios, destacando justamente en aquellos la sutileza del ardid y su no
infrecuente uso, al punto de sostener que:
"... pasan al campo penal la mentira o el silencio cuando recaen sobre elementos
fundamentales del contrato, por ejemplo, la existencia de una contraprestación,
porque esta es la causa misma del acto o contrato según el derecho civil.
"Si una parte engaña a la otra, por ejemplo, sobre su capacidad de pagar
haciéndole creer que la tiene cuando, en realidad, carece de ella, bien sea de
modo absoluto o en forma que, de saber su situación, la otra no hubiera
contratado, o cuando calla estando obligado a manifestar su incapacidad de
pagar, ya no se trata de un silencio o de una mentira lícitos, sino plenamente
delictuosos"" (Sentencia de casación del 23 de junio de 1982, Magistrado Ponente
Dr. Luis Enrique Romero Soto)".**
----------------------------------
* Cfr. sentencias del 13 de febrero del 2003, radicado 17.552, M. P. Fernando Enrique Arboleda
Ripoll, del 20 de febrero del 2003, radicado 17.580, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego y del 15 de
mayo del 2003, radicado 17.081.
** Sentencia del 29 de agosto del 2002, radicado 15.248, M. P. Jorge Aníbal Gómez Gallego.
175
FECHA : 06/08/2003
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 18242
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
11/08/2003
Ahora bien, con la entrada en vigor de la Ley 559 de 2.000, la pena privativa de
la libertad para el delito reseñado, en su extremo máximo, disminuyó a ocho (8)
años, manteniéndose incólume la proporción en el incremento de la pena cuando
concurra la circunstancia de agravación punitiva señalada en el artículo 267 - 1º
del C.P., con la variación de que la pena se incrementará cuando la conducta se
cometa "sobre una cosa cuyo valor fuere superior a cien (100) salarios mínimos
legales mensuales vigentes..."
Hasta este punto, habría que otorgarle la razón al petente, ya que efectivamente,
desde la fecha de ejecutoria de la resolución de acusación - 26 de mayo de
1.998 -, habrían transcurrido cinco años, lo cual conllevaría a declarar la
prescripción de la acción penal. Pero olvida el señor defensor, que a su prohijado
se le imputó la circunstancia de agravación contemplada en el artículo 372 - 1º
del anterior Código Penal (Artículo 267.1 de la Ley 599 de 2.000), según la cual
la pena se incrementara de una tercera (1/3) parte a la mitad atendiendo el valor
de la cosa sobre la cual recae la conducta delictiva, incremento punitivo que
amplía automáticamente, en la misma proporción, el término de prescripción.
176
$32.559,60, resulta claro que el tiempo de prescripción de la acción penal, bajo
el actual régimen penal, que a la postre resulta más favorable al procesado, se
amplia a seis (6) años, término que resulta de tomar el máximo de la pena
señalado en el artículo 246 del C.P., es decir, ocho (8) años, incrementarlo en la
mitad, en razón de la concurrencia de la citada circunstancia de agravación, para
un subtotal de 12 años de prisión, quantum que se reduce a la mitad (Artículo
86 del C.P.), lo cual nos da como resultado seis (6) años de término prescriptivo
Auto Casación
FECHA : 11/08/2003
DECISION : Niega solicitud de declaración de prescripción
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 18299
PUBLICADA : No
04/09/2003
La Corte ha venido aceptando que "cuando el sujeto activo del delito realiza a lo
largo del tiempo y en detrimento patrimonial de la misma persona plurales actos
artificiosos o engañosos reveladores de una voluntad orientada a ese ilícito
propósito que se revela asumido como finalidad absoluta, incurre en una sola
acción delictiva de estafa cometida mediante múltiples actos artificiosos o
engañosos de ejecución, con los que mantiene el error de la víctima"*.
-------------------------
* Sentencia de casación del 29 de junio de 1999, radicado No. 12591, M.P. Mario Mantilla
Nougues.
12/11/2003
177
generando confusión en la aprehensión que de su contenido hace el indagado,
existirá una informalidad, que se erigirá en motivo de nulidad solo si se
demuestra que por virtud de ella el procesado fue privado de la posibilidad de
conocer los hechos por los cuales se le acusa y condena, o que el conocimiento
que tuvo de ellos fue desfigurado, y que esto incidió negativamente en el ejercicio
del derecho de defensa.
178
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
25/02/2004
08/03/2004
28/04/2004
179
bien como es natural entender están respaldados en normas de derecho o en
todo caso son admitidas en la cotidiana práctica comercial, se utilizan para viciar
el consentimiento de la víctima, conforme bien lo pone de presente el Procurador
Delegado aconteció en este proceso, pues si bien como lo alega el libelista, en
principio las partes involucradas en el contrato de compraventa lo suscribieron
libremente, es esta una circunstancia aparente si se tiene en cuenta que nada
distinto perseguía el timador con su celebración, que obtener un provecho, que
en efecto se ha calificado ilícito, en la medida en que para dicho cometido no solo
se valió de una impostura económica y moral, sino que primó en sus actos
posteriores el deseo de hacer suyo el inmueble objeto del acto negocial a
sabiendas y sobre esa base de no cancelar ningún emolumento como
contraprestación…"**.
"…lejos de excluir el artículo 356 del Código Penal los contratos como medio de
artificio o engaños que utilizados por el timador como simple apariencia de
obligarse pueden generar error esencial en el ofendido, tanto la doctrina como la
jurisprudencia admiten la posibilidad de su empleo como parte de los medios
defraudatorios, destacando justamente en aquellos la sutileza del ardid y su no
infrencuente uso, al punto de sostener que:
""… pasan al campo penal la mentira o el silencio cuando recaen sobre elementos
fundamentales del contrato, por ejemplo, la existencia de una contraprestación,
porque esta es la causa misma del acto o contrato según el derecho civi.l
"" Si una parte engaña a la otra, por ejemplo, sobre su capacidad de pagar,
haciéndole creer que la tiene cuando, en realidad, carece de ella, bien sea de
modo absoluto o en forma que, de saber su situación, la otra no hubiera
contratado, o cuando calla estando obligado a manifestar su incapacidad de
pagar, ya no se trata de un silencio o de una mentira lícitos, sino plenamente
delictuosos…"" (Sentencia de casación del 23 de junio de 1982, Magistrado
Ponente Dr. Luis Enrique Romero Soto).***
"Es verdad que en ocasiones "… pasan al campo penal la mentira o el silencio
cuando recaen sobre elementos fundamentales del contrato, por ejemplo, la
existencia de una contraprestación, porque es la causa misma del acto o contrato
según el derecho civil", pero la actividad inductora en error no se reduce sólo a
no decir la verdad sino que la mentira o el silencio hacen parte de una compleja
situación vivencial, a la que nada hay que añadir para que se produzca el efecto
patrimonial deseado por el timador. Es, por decirlo de otra forma, el
aprovechamiento de las circunstancias concretas en que se establece o
permanece una relación social, personal o comercial específica, que le dan
respaldo y hacen creíble la mentira.
180
precisa que a este estado se llegue "por medio de artificios o engaños" (artículo
356 del Código Penal de 1980, que corresponde al 246 del actual estatuto). Tal la
razón para que se le califique como "delito de inteligencia para lograr el engaño",
como en alguna oportunidad lo recordó la Sala.
Así las cosas, estima la Sala que para efectos de establecer la pena imponible y al
evaluar el ámbito del principio de favorabilidad de la ley, por resultar imperioso
partir en ambos ordenamientos del mínimo de sanción establecido para el delito,
no se advierte que uno de los dos resulte favorable, como ya se advirtió. En
suma, la pena imponible al procesado es de 12 meses de prisión.
181
PROCESO : 18104
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON - Salvamento
Parcial de Voto
30/06/2004
21/07/2004
182
cayendo bajo su influjo, pero también deben poder ser reconstruidas por el
Juzgador, como aquí se hizo, a través de su fijación como hechos por medio de
los diversos medios probatorios recaudados. Es la mise en scene (puesta en
escena) de que hablaban los clásicos, la elaboración de toda una tramoya de la
que se hace preso al incauto para que engañado crea artificiosamente una
situación tan distante de la realidad que termina despojándose de su patrimonio
económico, en la errónea consideración de estar obrando correctamente.
3. Si el censor quería tener éxito, ha debido identificar que en este caso concreto
los Juzgadores optaron por estimar estructurada la conducta delictiva de estafa
bajo la modalidad de engaño omisivo en que incurrió el vendedor al callar
-dolosamente dice la sentencia- un dato tan significativo que, también es
conclusión del fallo atacado, de haberse publicitado habría impedido la
celebración de la transacción, porque resulta absurdo pensar que alguna
persona honesta decida comprar a sabiendas, un vehículo transformado
arbitrariamente de bus a volqueta y con documentos falsificados.
En este mismo orden de ideas, el deber jurídico del censor era entonces
demostrar que el silencio de su cliente acerca de ese hecho en concreto no fue
doloso o que no tuvo trascendencia alguna en el campo de la negociación,
propósito en el cual no podía pasar por alto que la sociedad colombiana desde la
adopción de la Constitución Política de 1991 ha elevado a canon de ese rango el
principio de la buena fe.
4. La interpretación reiterada del otrora artículo 222, actual 291 del Código Penal
que define y sanciona el uso de documento público falso, no es de especial
complejidad tal como corresponde a la claridad de la descripción típica,
reconociéndose que se incurre en tal delito cuando el agente que no ha
concurrido en la falsificación hace uso del documento. El dolo es en ese caso
conocimiento de la falsedad que a pesar de ello no inhibe al agente de darle al
documento el uso para el que fue creado.
...
183
DECISION : No casa
DELITOS : Uso de documento público falso, Estafa
PROCESO : 18762
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : Véase también en - Internet
01/09/2004
Ahora bien, de conformidad con el artículo 3° del decreto 522 de 1988, la cuantía
del interés para recurrir a la fecha de presentación de la demanda (16 de julio de
2002) ascendía a $131"225.000, cantidad que surge de multiplicar el valor del
salario mínimo mensual de ese año ($309.000) por el factor 425, por
consiguiente, el guarismo de la pretensión del actor por $14.625"874.704 es
considerablemente superior, motivo por el cual, por razón de la cuantía también
tiene interés para recurrir en casación.
184
patrimonio económico de la víctima, cualquiera que sea su manifestación, esto
es, corporales o incorporales, efectiva como realidad concreta o como expectativa
cierta, sino que se requiere del beneficio o provecho ilícito que, correlativamente,
percibe quien la realiza o un tercero, si así lo ha querido quien despliega con
tales fines sus ardides y artificios idóneos para inducir en error y, por ende, para
producir un acto de efectiva disposición patrimonial.
3. Si bien es cierto, como lo dice el actor, el daño futuro puede ser resarcible,
también es verdad, que sólo lo es, en la medida en que el daño objeto de
reparación sea cierto y esté acreditado en el proceso, así lo ha expresado la Sala
de Casación Civil de la Corte, en pronunciamiento que por oportuno al caso se
precisa recordar:
"Al respecto la Corte reitera que el daño objeto de reparación debe ser cierto, pero
no necesariamente debe ser actual, porque el daño cierto y futuro, como
igualmente se ha sostenido, también es indemnizable, tal como ocurre con las
lesiones o secuelas que afectan la integridad física personal y exigen una
atención médica o quirúrgica. Estas lesiones o secuelas son el daño mismo, por
ende cierto. Desde luego que el daño futuro, cierto e indemnizable es tal en tanto
sea susceptible de avaluación en el momento en que se formula la pretensión y
sea desarrollado de un daño presente. En cambio no es reparable el perjuicio
eventual o hipotético, por no ser cierto o haber "nacido" como dice la doctrina
dejando a salvo los eventos de pérdida de una probabilidad. De manera que es
necesario no confundir el perjuicio futuro cierto con el eventual o hipotético..*."
---------------------------------------
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA M. P. Dr. LOMBANA TRUJILLO, Edgar. Rad. 16.565. Auto,
diciembre 16 de 1999
* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA M. P. Dr. RAMÍREZ GÓMEZ, José Fernando. Casación 4897,
agosto 9 de 1999
15/09/2004
El delito del que trata este asunto es el de estafa, que tiene señalada una pena de
dos (2) a ocho (8) años de prisión, lapsos que se tomarán en consideración,
atendiendo a que resulta mas favorable en su extremo máximo que la señalada
en el decreto 100 de 1980 pues fijaba una pena de uno (1) a diez (10) años.
185
...
Esto quiere decir que simplemente se está aplicando la normatividad vigente para
efectos de la prescripción señalados tanto en el Decreto 100 de 1980 como la Ley
599 de 2000, que imponen el lapso prescriptivo luego de que se suspende el
mismo con la ejecutoria de la resolución de acusación, sumado a que dicho
lapso para el delito de estafa agravada, tal como se expuso, es de seis (6) años, lo
que lleva a la conclusión que las razones de censura carecen de sustento jurídico
y normativo, por lo que no se accederá a sus pretensiones.
Advierte la Corte que no tiene razón el casacionista cuando da en sugerir que por
tratarse de un negocio civil el realizado entre el denunciante y su representado,
escapa a la órbita de protección del derecho penal, pues de antiguo la
jurisprudencia tiene establecido que a través del contrato civil se puede incurrir
en el delito de estafa cuando se causa perjuicio patrimonial a través de inducir o
mantener en error a una de las partes sobre un aspecto trascendente de la
negociación, el cual, de haber sido oportunamente conocido, habría determinado
una variación en la voluntad de contratar.
Así por ejemplo, en sentencia del 23 de junio de 1982, la cual no obstante haber
sido proferida al amparo de una realidad jurídica distinta de la actual en la hora
de ahora mantiene plena vigencia, con ponencia del Magistrado Luis Enrique
Romero Soto, precisó la Corte:
"La conducta fraudulenta dentro del negocio no sólo lesiona el derecho de libre
disposición de la contraparte, sino que perturba el orden jurídico y atenta al
normal desenvolvimiento de la economía, no únicamente la privada sino también
la pública o colectiva y por este aspecto interesa primordialmente al derecho
penal. No hay que olvidar que ésta, la economía colectiva, reposa tanto como
aquélla sobre la libre determinación de la voluntad.
"Y que no es fácil determinar en forma genérica cuándo ese "juego de astucias" se
mantiene en los límites de la moral y cuándo los traspasa para caer en lo
indebido y aún en lo delictuoso. Estos límites, ciertamente, varían con el tiempo
y el lugar de la negociación y con la naturaleza de la misma. Pero de todos modos
existe una norma ética, una regla moral que subyace, como una imperiosa
exigencia, en el campo de las obligaciones.
"De ese trasfondo moral hace parte importante el respeto que se debe observar
por los contratantes a las normas de corrección, no sólo en las fases
186
fundamentales del contrato, sino aún en las preliminares y, sobre todo, en las de
ejecución de las obligaciones contraídas.
"La violación del equilibrio que debe haber entre las partes en el contrato tiene
que proyectarse, cuando adquiere contornos de lesión a los intereses colectivos,
sobre el plano del derecho penal para que sean sancionados los abusos
unilaterales de una de ellas sobre la otra.
"No significa lo anterior que no haya lugar al juego de astucias que se deja
mencionado y aún a que, dentro del mismo y como procedimiento, si se quiere
usual en los negocios, se echa mano de mentiras. Si el agente no tiene la
obligación de decir la verdad, la mentira y con mayor razón el silencio, no
constituyen siempre un engaño.
"Si una parte engaña a la otra, por ejemplo, sobre su capacidad de pagar
haciéndole creer que la tiene cuando, en realidad, carece de ella, bien sea de
modo absoluto o en forma que, de saber su situación, la otra no hubiera
contratado, o cuando calla estando obligada a manifestar su incapacidad de
pagar, ya no se trata de un silencio o de una mentira lícitos, sino plenamente
delictuosos.
"De acuerdo con la concepción clásica del contrato, que se decía era siempre en
interés privado, particularmente de las partes contratantes, éstas debían estar
sujetas a las vicisitudes del convenio pactado, entre las cuales se contaban las
que dependían de la condición particular de cada uno de los contratantes.
"Esta situación ha cambiado. Sin dejar de admitir que en los negocios pueda
haber sutilezas, malicias, y reticencias como se deja dicho atrás, ellas tienen un
límite social, vale decir, se admiten mientras no hayan comprometido gravemente
la voluntad del contratante engañado y no salgan de lo comúnmente aceptado en
el medio en que se actúa.
187
"Porque, como dice un autor "el derecho interviene para castigar los abusos que
desvían la autonomía privada de su función social. Está en la lógica de un
ordenamiento legal que reconozca a los particulares una esfera de autonomía
pero que debe exigir una cierta medida de fair play porque, de otra manera, el
sistema consagraría el triunfo de la superioridad injusta. La búsqueda de la
propia conveniencia no debe desencadenar una competencia sin freno. Por el
contrario: debe corregírsela con un mínimo de respeto por los intereses ajenos".
(Pedrazzi. Inganno e errore en delitti conto il patrimonio. Pág. 204).
"De acuerdo con estas ideas, no es de recibo el argumento del actor ya transcrito
atrás en el sentido de que "si alguien, por mala información o por ignorancia del
desarrollo que siguen los acontecimientos externos, procede, según sus propias
percepciones sólo él debe culparse. Es el exclusivo autor del percance, ya que su
buena fe no estuvo interferida por la falacia del otro" ".
2. Mientras la estafa en términos del artículo 356 del Código Penal de 1.980 se
define como la obtención de un provecho ilícito para sí o para un tercero con
perjuicio ajeno por la inducción o mantenimiento en error a que se haya llevado a
la víctima ante el despliegue de artificios o engaños, el fraude procesal se
describe en el artículo 182 ídem como el inducir, por cualquier medio
fraudulento, en error a un servidor público para obtener sentencia, resolución o
acto administrativo contrario a la ley, luego a pesar de que relativamente
participan de un elemento común referido a los medios, es innegable que difieren
sustancialmente en el verbo rector y en otros elementos tales como el ingrediente
subjetivo que acompaña al fraude procesal y obviamente en el bien jurídico
tutelado.
Por ende, en esa medida se trata de conductas diversas que por su autonomía
pueden -como en este caso- concurrir, más aún cuando la secuencia fáctica de
su ejecución permite advertir que fueron diversas las circunstancias en que una
y otra se cometieron.
188
3. Es precisamente ese marco el que obliga a que con prontitud la Corte haga
manifiesto su pensamiento en torno al contenido y alcance del artículo 531 del
nuevo estatuto. Al efecto, para la Sala los incisos 5 y 2 no ofrecen mayores
inconvenientes para su aplicación. Así por ejemplo respecto del inciso 5 puede
decirse que si bien es cierto que la aplicación del nuevo sistema operará a partir
de enero de 2005, no lo es menos que el legislador dispuso explícitamente
(artículo 533 in fine) que el proceso de depuración y descongestión entrara en
vigencia a partir de la publicación de la ley, que lo fue el 1 de septiembre de 2004
(D.O. 45659), con campo de aplicación en todo el territorio nacional, esto es con
independencia de los distritos judiciales seleccionados como pioneros.
Ahora, en relación con el inciso 2 se advierte: con las salvedades a que se hará
alusión más adelante, referidas todas ellas no sólo a las actuaciones en
investigación previa sino a la totalidad del proceso de depuración, descongestión
y liquidación, ha de dejarse en claro que la prescripción de las acciones que
hubieren originado la reseñada investigación habrá de decretarse cuando hayan
transcurrido 4 años contados a partir de la comisión de la conducta cuando esta
es instantánea, o desde la perpetración del último acto en los casos de los delitos
permanentes o tentados o cuando haya cesado el deber de actuar en las
conductas punibles omisivas.
Como se colige del texto legal, no hay duda que -aparte del paso del tiempo- el
único referente generador de la causal de extinción de la acción es la fecha de
ejecución del delito, lo que implica -a juicio de la Sala- que también esa
prescripción extraordinaria ha de cobijar a conductas punibles respecto de las
cuales ni siquiera se haya dispuesto el adelantamiento de aquella fase
preprocesal, como que al fin y al cabo bien puede suceder que sólo después de
transcurrido aquel lapso se genere la notitia criminis y con base en ella se
disponga la apertura de tal etapa, o que contándose apenas con la mencionada
noticia para el 1 de septiembre del año en curso, se inicie la indagación
preliminar, como para de esta manera quedar cobijado con la extraordinaria
medida.
Es claro -por demás- que el proceso de liquidación y depuración sólo tiene cabida
para comportamientos típicos que se cometan antes de la entrada en vigencia del
futuro estatuto, lo que significa que respecto de los que se ejecuten a partir del
189
mes de enero de 2005 los términos de prescripción se regularán conforme a lo
previsto en los artículos 83, 84 y 86, este último con la modificación introducida
por la ley 890 de 2004 referida a la interrupción de la prescripción como efecto
de la formulación de la imputación, por demás prevista expresamente en el
artículo 292 nuevo C.P.P.
En punto al tema estima la Sala que los efectos del artículo 531 del nuevo
estatuto se entienden prolongados en el tiempo en aquellos distritos judiciales en
que el sistema entre gradualmente a operar, vale decir que la proyección en su
aplicación se extenderá para punibles cometidos (i) antes del 1° de enero de 2006
en los distritos de Bucaramanga, Buga, Cali, etc, (ii) antes del 1° de enero de
2007 en los de Antioquia, Cundinamarca, Florencia, etc, y (iii) antes del 1 de
enero de 2008 en Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, etc según el orden señalado
en el inciso tercero del artículo 530 de la ley 906 de 2004. Una consideración tal
encuentra explicación en la misma filosofía que ha inspirado la medida, esto es,
que los funcionarios a quienes corresponda en el futuro asumir los nuevos roles
se encuentren en lo posible con el menor número de actuaciones a su cargo.
Ahora bien, es de esos plazos (que son -mutatis mutandis- "los términos fijados
en la ley", a voces del inciso 1º del artículo 531 bajo análisis) de los cuales ha de
reducirse la cuarta parte prevista en ese dispositivo, operación que en ningún
caso podrá resultar menor a 45 meses o 3 años 9 meses, dado que si el término
legal mínimo de prescripción es de 5 años y de este quantum se descuenta la
cuarta parte, el plazo menor no podrá -entonces- estar por debajo de aquel
guarismo, aplicable sólo para la fase de instrucción e inclusive -piensa la Sala-
para la etapa de investigación previa, no empece tener ésta señalado un término
específico de 4 años, pues este plazo "normal" (por llamarlo de alguna manera) ha
de entenderse que opera per se, es decir, con independencia de la cantidad de
pena prevista para el correspondiente delito, como ocurriría -por ejemplo- con un
homicidio simple por estar exceptuado del listado del inciso 3º del artículo 531.
190
Dentro de ese enfoque considera la Corte que es más aparente que real la
contradicción entre los incisos 1º y 2º al conjugarlos de cara a situaciones
concretas, como sucedería en una investigación previa con una acción penal
cuyo término de prescripción rebajado en la cuarta parte resultara menor a tres y
años, y otra con más de 4 años de iniciada, pues -sin duda, como se dijo- cada
una de esas normas apareja un sistema de contabilización con fuentes
independientes: al paso que el inciso 2º (investigación previa con 4 o más años)
es aplicable con independencia de la pena prevista para el delito, el 1º opera sólo
como fruto de la combinación de la pena con el correspondiente término
prescriptivo reducida en una cuarta parte.
Al efecto adviértese -ab initio- que las prohibiciones regladas en este inciso
irradian sus efectos refractarios a todo el proceso de descongestión, depuración y
liquidación, lo que equivale a predicar que tanto las situaciones como los delitos
allí descritos escapan o están por fuera de la prescripción extraordinaria, esto es,
que no les son aplicables ni la reducción de la cuarta parte en el término de
prescripción normal, ni operan sobre las investigaciones previas así hayan
transcurrido más de 4 años desde la ocurrencia de la conducta.
191
Para la Corte esa limitante es absoluta, vale decir, opera respecto de todas las
actuaciones, sin distingo por la naturaleza de la conducta, por su pena, por el
funcionario que la está conociendo, etc., siendo conveniente precisar -además-
que no basta que el cierre de investigación se haya ordenado o emitido sino que
debe estar ejecutoriado, porque no hay duda que sólo con su firmeza se finiquita
la práctica de pruebas en la investigación, abriéndose paso la calificación
contándose con elementos de juicio para una acusación, y -además- porque una
simple orden de clausura (aún sin estar dadas las condiciones para emitirla, vale
decir, que haya mérito para calificar o porque se haya vencido el término de
instrucción) enervaría la posibilidad de la aplicación de la figura. En cambio, si
se exige su ejecutoria, los sujetos procesales (entre ellos el Ministerio Público en
ejercicio de su función de control) habrán tenido la oportunidad -a través de la
reposición- de impugnarla y eventualmente hacerla desaparecer del panorama
procesal para abrir campo a la prescripción extraordinaria.
De otra parte, una simple evocación histórica en rastreo del trámite de la ley en
el Congreso lleva a la conclusión que el querer del legislador fue justamente el de
no permitir la depuración y descongestión con este alcance respecto de procesos.
Por ejemplo, en la sesión del 16 de diciembre de 2003 de la Comisión Primera de
la Cámara (acta 29, Gaceta 54 de 2004) se propuso el artículo 602, en cuyo
contenido, luego de precisar los delitos que estarían por fuera del proceso (inciso
2°), en un inciso separado se consignó: "Del mismo modo, las actuaciones en que
se haya emitido resolución acusatoria, así esté incurso algún recurso...". La
mencionada disposición aparece justificada en que:
Como se colige, la mente del legislador apuntó -en un principio- a cerrar el paso
a la descongestión en asuntos con resolución de acusación, tornándose más
exigente en los debates posteriores cuando finalmente aprobó que la
imposibilidad de aplicar la prescripción extraordinaria operaría respecto de
actuaciones penales donde se hubiese cerrado la investigación, pero en uno y en
otro evento quedando prohibida la descongestión en la fase de juzgamiento.
Así las cosas -precisa la Corte- que en ningún caso en las actuaciones penales en
las que para el 1° de septiembre del año en curso se haya dictado resolución de
cierre y éste hubiere estado ejecutoriado, puede operar el proceso de depuración,
liquidación y descongestión reglado por el artículo 531 del nuevo C.P.P..
192
Asimismo, que el mencionado procedimiento extintivo de la acción no resulta
aplicable por los jueces en los casos de sentencia anticipada tramitada en la
instrucción, porque si bien es cierto que una actuación de tal naturaleza carece
de cierre de investigación, también lo es que cuando el fallador la recibe ya aquel
momento procesal se ha superado, dada la equivalencia del acta de cargos con la
resolución de acusación. Sí podría, en cambio, aplicarla un juez cuando en la
audiencia preparatoria al decretar la nulidad de lo actuado la invalidez cobije el
cierre de investigación, pues si para ese momento ya ha transcurrido el término
-reducido- de ley es claro que la actuación quedaría sin la orden de clausura,
pudiendo así aplicar el dispositivo que se viene comentando, obviamente que si
no se está frente a otra clase de prohibición, como ocurriría con un juez
especializado o respecto de un delito de los señalados en el inciso 3°.
"(...)
Para la Sala mayoritaria tal fenómeno opera solamente respecto de las diligencias
preliminares y de la instrucción. Para el suscrito, en cambio, tiene aplicación en
esas dos fases, y también durante el juicio. Las palabras que utilizo para sentar
mi criterio -no los argumentos para persuadir porque está claro que en la vida no
se decide por los argumentos sino por las preferencias....
...
El artículo 531 del Código de Procedimiento Penal tiene por nombre "Proceso de
descongestión, depuración y liquidación de procesos". Ese nombre, desde luego,
no forma parte del contenido esencial de la disposición. Pero es sumamente
importante, pues el rótulo o rúbrica se erige como guía, como faro, como punto
de partida de interpretación de la misma. Y si se refiere a descongestión,
depuración y liquidación de procesos, y proceso incluye también la fase de juicio,
no hay duda alguna en cuanto el artículo también apunta al juicio. Por esta vía,
es notorio que a la norma o enunciado se le puede atribuir el significado que
sugiere su título.
193
1.5. De los antecedentes de las reformas resulta que la congestión judicial se
halla más marcada en el juicio.
Sentencia Casación
FECHA : 27/10/2004
DECISION : No casa, casa parcial y de oficio, declara prescrito
otro delito
DELITOS : Estafa, Fraude procesal
PROCESO : 21090
PUBLICADA : Si
NOTAS ACLARATORIAS : ALVARO ORLANDO PEREZ PINZON - Aclaración
de voto
Véase también en - Internet
Con tal fin se debe seleccionar una de aquellas opciones y desarrollar los cargos
de acuerdo al sentido de la vía seleccionada, de manera que se atenta contra el
principio lógico de no contradicción cuando se tilda la sentencia de ilegal por
aplicación indebida de preceptos sustanciales y al mismo tiempo de haberlos
interpretado erróneamente. Claro, porque de una parte se admite que la norma
no fue correctamente seleccionada, mientras que de otra, se acepta la
adjudicación que hace el juzgador de la norma, pero se cuestiona que al hacerlo
se extienda su cobertura hacia hipótesis que ella no regula.
...
194
antijuridicidad y culpabilidad, y no de meros segmentos de acontecimientos
mundánicos (artículo 9 del código penal).
En otros términos, el examen del tipo de estafa debe hacerse desde la óptica de
un tipo de acción y no de omisión, que tiene como eje la inducción, que es un
acto positivo. Pretender abordarlo de la sistemática de la omisión es tanto como
trastocar su esencia y su dinámica.
Ello explica el por qué la falta de información con respecto a los gravámenes,
tanto en la promesa de compraventa como en la escritura pública, se expresa
como un momento de la conducta destinada a inducir en error al cliente, mas no
como un "no hacer", razón por la cual no tiene motivo el recurrente para a partir
de ese solo supuesto, que hábilmente aísla, censurar el juicio del Tribunal por
haber equiparado la omisión a la acción, doliéndose en consecuencia de que no
se hubiesen aplicado las reglas que regulan la omisión y las posiciones de
garantía (artículos 9 y 25 del código penal), cuando en verdad ello no era
necesario.
Para culminar, en esa secuencia, el silencio forma parte de la acción, del ardid,
del engaño, de la inducción, lo cual explica que no es un no actuar, que es
distinto, sino una secuencia de un acto positivo. Por lo mismo, como ocurre en
todos los tipos activos, en sede de tipicidad de lo que se trata es de equiparar la
conducta realizada con el tipo legal, lo cual ciertamente no ocurre en los tipos
omisivos en donde se busca establecer la diferencia entre la conducta realizada y
195
la descrita. Este último ejercicio desde luego es imposible de formular desde la
perspectiva del tipo de estafa, como vanamente lo pretende el recurrente al llevar
la discusión a un punto que no corresponde a la sistemática de los tipos de
acción.
Sin que lo que se afirme signifique cambiar el concepto que la Sala tiene al
respecto, como quiera que se trata de un pensamiento elaborado para una
situación muy distinta a la que ahora se estudia*** , se debe recordar que la
imputación jurídica del resultado, que se constituye en el primer nivel de
desarrollo de la teoría de la imputación objetiva, se sustenta en el principio de
que el riesgo jurídicamente desaprobado que se concreta de manera efectiva en la
producción del resultado, es el fundamento de la imputación, con lo cual se
pretende superar aquellas tendencias ontologicistas que enlazaban acción y
resultado con exclusivo apoyo en las conocidas teorías de la causalidad (teoría de
la equivalencia, conditio sine qua non, causalidad adecuada, relevancia típica).
También, sin duda, desde esta perspectiva, la imputación jurídica del resultado,
que para el caso del delito de estafa se traduce en el perjuicio económico, le es
imputable a los procesados, pues a ellos y nadie mas que a ellos les correspondía
evitar un perjuicio que surge de su ámbito de responsabilidad, que no al
comprador, como equivocadamente se piensa.
196
atentados contra los bienes jurídicos, lo cual a su vez permite explicar el
concepto de progresiva protección de los mismos.
La reflexión sobre el ámbito de aplicación del derecho penal con relación al delito
de estafa no desconoce el principio que se considera vulnerado, pues lo que éste
sanciona es el engaño como artificio para defraudar patrimonialmente a otro, en
el contexto de la relación social, prejurídica y dialéctica que el derecho penal
protege y no en los efectos que el derecho civil consagra, dentro del contexto de la
progresiva protección de bienes jurídicos a que se ha hecho referencia.
197
01/12/2004
"En otras palabras (ha sido dicho por la Sala), no es apropiado que el defensor
realice a priori una serie de lucubraciones o planteamientos críticos sobre las
actuaciones procesales, para construir los supuestos derivados de su manera
particular de interpretar el derecho, que le permitirían ubicarse artificialmente al
alguna causal de revisión" (cfr. auto de revisión. Abril 17/02. Rad. 17897. M: P.
Dr. Lombana Trujillo).
198
3. Como quiera que la demandante aduce que en el caso de sus asistidos ha
debido darse aplicación al principio de favorabilidad, y en consecuencia, a las
disposiciones sustanciales contenidas en la ley 599 de 2000 en torno al mismo
comportamiento atribuido a sus asistidos, la Corte hace las siguientes
observaciones.
- Sobre una cosa cuyo valor fuere superior a cien (100) salarios mínimos legales
mensuales vigentes, o que siendo inferior, haya ocasionado grave daño a la
víctima, atendida su situación económica.
- Sobre bienes del Estado".
Ahora bien, aún bajo el supuesto que desde la perspectiva del menor tiempo de
prescripción de la acción penal, la normativa aplicable al caso fuera la contenida
en la ley 599 de 2000, en dicha hipótesis tampoco se establece que la acción
penal hubiere prescrito antes de la ejecutoria del fallo de segunda instancia.
26/01/2005
199
1. Teniendo en cuenta lo preceptuado en los artículos 246 y 267 de la Ley 599 de
2000, la conducta punible de estafa agravada tiene una pena máxima de 12 años
de prisión. Por ello, con base en lo estatuido en los artículos 84 y 86 del mismo
estatuto, se advierte que el término prescriptivo de la acción penal en el juicio es
de 6 años, lapso que en este supuesto se cumplió días después de dictarse la
sentencia de segunda instancia.
------------------------------------
* Auto del 12 de diciembre de 2000. M.P. Dr. Carlos Augusto Gálvez Argote. Rad. 14985
200
20/04/2005
En este caso si bien es cierto que a la familia de (...), quien fuera plagiado y luego
ultimado, se la mantuvo en error y en engaño acerca de que quienes exigían el
dinero eran sus verdaderos captores, lo que formalmente podría llevar a pensar
que se edificó el delito de estafa, lo cierto y determinante es que a dicho engaño o
mentira se llegó a través de la fuerza moral que se infligió cuando
aprovechándose de la situación de dolor, consternación y ánimo de recuperar al
ser querido desaparecido desde hacía menos de un mes, se le exigió para su
liberación varias sumas de dinero.
201
Por último, lo aquí definido no puede confundirse con el agravante que el ordinal
2° del artículo 241 de la Ley 599 de 2000 contempla, pues la hipótesis de
incremento punitivo que allí se contempla lo es para aquellos casos en que
acorde con lo anterior, medie simplemente el engaño, el ardid, el convencimiento,
la astucia, en fin, los artificios defraudadores, pero libres y ajenos al apremio o la
compulsión que por vía de la fuerza se hace sobre la víctima, pues de encontrase
que concurren estos elementos, se entra en el escenario descrito por el legislador
como extorsión.
--------------------------------
* Corte Suprema de Justicia. Sentencia del 23 de junio de 1982. M.P. Dr. Luis Enrique Romero
Soto
** Real Academia de la Lengua. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima primera edición. Ed
Espasa Calpe
*** Real Academia de la Lengua. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima primera edición. Ed
Espasa-Calpe
04/05/2005
2. De un lado se observa que la concejal no fue leal y honesta con sus electores
al traicionar su voluntad de una representación digna en esa importante
Corporación edilicia y de otra, porque ciertamente, denota una permanente
dedicación a la simulación de una profesión que le era esquiva y huidiza a sus
estudios para aparentar el altísimo honor de ser abogado.
202
acceder a ellos, por cuanto una persona sin esas calidades ya estaba
desempeñándolo.
------------------------------------------
* "Es esencial para la comisión del delito de estafa que el provecho ilícito con el correspondiente
perjuicio de otro sea obtenido por medio de artificios o engaños que induzcan a la víctima en el
error. En reciente providencia la Corte ha precisado los siguientes elementos como estructurales
del delito de estafa: "a) Despliegue de un artificio o engaño dirigido a suscitar error en la víctima;
b) Error o juicio falso de quien sufre el engaño, determinado por el ardid; c) Obtención, por ese
medio, de un provecho ilícito; d) Perjuicio correlativo de otro, y e) Sucesión causal entre el artificio
o engaño y el error, y entre éste y el provecho injusto que refluye en daño patrimonial ajeno". Y,
con relación al artificio y al engaño, expuso: "Son fenómenos equivalentes, expresivos en el fondo
de la misma cosa. Consisten en todo medio habilidoso para transfigurar la verdad. Son sinónimos
de astucia, doblez, ardid, trampa, artimaña o maquinación empleada para dar apariencia de
verdad a la mentira. El artificio o el engaño, con el que se inicia toda estafa debe ser puesto en
acción por el agente para inducir en error". De otra parte: "La audacia del estafador debe ir
dirigida a suscitar un error en la víctima. Ese es el fin subjetivo y directo del ardid. El error es
un concepto equivocado o juicio falso. Ese es el efecto psicológico de la maquinación del agente y
debe ser de tal naturaleza que determine al engañado a hacer la prestación patrimonial que se le
pide, de tal modo que de no mediar el error no accediera a ella. Vale decir, el error debe ser
determinante y esencial" (MESA VELÁSQUEZ, LUIS EDUARDO, "Delitos contra la Vida y la
Integridad Personal y Delitos contra la Propiedad". 1968, Editorial U. De Antioquia, Medellín,
pág.167). Entonces, la inducción en error exige una serie de maquinaciones fraudulentas previas
-cuando no se trata de aprovechar el anterior error ajeno- las cuales deben estar plenamente
acreditadas. No puede hablarse de estafa en donde no se dé esa condición. Así como tampoco
puede hablarse de este delito cuando con posterioridad a la obtención del bien patrimonial,
surge el artificio o el engaño tendiente a otros fines". CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Cas. feb.
22 de 1972.
25/05/2005
203
torno de la ubicación de la conducta en el Código Penal (Decreto 100 de 1980),
en diferente capítulo de aquel por el que se profirió sentencia. En este caso, en
vigencia del Código de Procedimiento Penal anterior (Decreto 2700 de 1991), la
Corte venía sosteniendo que si llegare a demostrarse un error in iudicando o de
mérito, cuya corrección implicara volver a estructurar el proceso, el cargo en
casación tenía que proponerse por la causal tercera, para solicitar la nulidad del
trámite con el fin de que se enmendara con la debida calificación.
Con todo, la Sala recuerda que el Código de Procedimiento Penal, Ley 600 de
2000, ya no exige que en la calificación del sumario se indique el capítulo dentro
del cual esté contenido el tipo endilgado. Por tanto, un yerro como el que
denuncia el libelista, que no implica variación de la competencia*, ya no debe
plantearse con arreglo a la causal tercera de casación (nulidad) y sustentarse
conforme a la lógica de la causal primera (violación de la ley sustancial), sino que
debe formularse y demostrarse siguiendo por entero los lineamientos de la causal
primera, toda vez que tal situación ya no trasciende a la estructura del proceso,
sino que a ello se habría llegado por un error de juicio sobre las normas jurídicas
(violación directa), o sobre la apreciación probatoria (violación indirecta).
3. Esta conducta punible***, implica que el sujeto activo constriñe a otro a hacer,
tolerar u omitir alguna cosa, con el propósito de obtener un provecho ilícito o
cualquier utilidad ilícita o beneficio ilícito, necesariamente de naturaleza
económica, para sí o para un tercero.
204
4. El secuestro simple consiste en la privación de la libertad mediante alguna de
las formas que describe la disposición que lo tipifica****, esto es, arrebatar,
sustraer, retener u ocultar a la víctima; todo sin un ingrediente subjetivo
característico, pues basta que se prive de la libertad a una persona para que se
configure el delito, sin que la adecuación típica requiera la búsqueda de alguna
finalidad específica.
En la extorsión la víctima hace, tolera u omite lo que el sujeto activo le exige, con
voluntariedad, aunque quebrantada la libre determinación por la fuerza del
constreñimiento, independientemente que quien padece la conducta ilícita actúe
en desmedro de su patrimonio, por sí mismo o por interpuesta persona, bien al
momento del constreñimiento o después.
205
9. La jurisprudencia ha sido uniforme en los criterios para deslindar la violencia
sobre las personas como circunstancia que califica al hurto, de la retención
forzada constitutiva de secuestro simple. En fallo de casación del 5 de febrero de
2002 (M.P. Dr. Herman Galán Castellanos, radicación 13662), se hizo una vez
más claridad al respecto con los siguientes lineamientos, que ahora se reiteran:
206
15/06/2005
Como lo anotó el peticionario, con el Decreto 100 de 1.980, que sirvió de precepto
aplicable en este caso, la prescripción de la pena en la etapa del juicio lo sería en
el lapso de 7 años y 6 meses, cálculo efectuado a partir de considerar que el
incremento de cinco años para la sanción de 10 como máxima correspondería a
15 y deducida la mitad después de proferido el pliego de cargos. A su turno, en el
actual régimen la pena de 8 años como máxima incrementada en la mitad, según
quedó visto, correspondería a 12 y su cálculo por la mitad atendiendo a la etapa
en que se establece el lapso prescriptivo sería de seis (6) años.
23/08/2005
207
bien conforme al artículo 246 actual dicha mitad es de cuatro (4) años, en todo
caso el término de prescripción no puede ser inferior a cinco (5) según las
expresas previsiones del artículo 86 de la Ley 599 de 2000.
20/09/2005
18/10/2005
208
Esta última conducta, sin embargo, no dejó de ser punible sino que el legislador
de 2000 la ubicó como circunstancia de agravación punitiva de la estafa en el
artículo 247-3, así:
(...)
4. "El artículo 125-3 del Código de Procedimiento Penal (de 1991), modificado por
el 19 de la ley 81 de 1993, confiere a los Fiscales Delegados ante los Tribunales
Superiores de Distrito Judicial la facultad de desplazar a los Fiscales Delegados
ante los Juzgados del respectivo Distrito, en la investigación, calificación y
acusación de los asuntos a su cargo, previa resolución motivada que así lo
ordene. Igual atribución se concede al Fiscal General de la Nación y a los Fiscales
Delegados ante la Corte y el Tribunal Nacional (arts.121-2, 123-3, 124-5).
209
"Es por esto que la función acusatoria, de llegar a materializarse, debe cumplirse
ante el Juez del Fiscal que ha sido objeto de remoción, siendo este funcionario, y
no el Juez ante el cual cumple ordinariamente funciones el Fiscal que hace el
desplazamiento, el llamado a conocer de la etapa del juicio.
"De no ser así, habría que aceptar que a través de una resolución administrativa
del Fiscal General, o de sus Fiscales Delegados ante los Tribunales, se puede
modificar el sistema de competencia legalmente establecido, lo cual resulta
jurídicamente insostenible, en cuanto implicaría el desconocimiento de la
normatividad legal reguladora de la materia y, por contera, de la garantía
constitucional del juez natural, sin contar, además, la usurpación que de la
función legislativa por parte del Fiscal ello comportaría.
"En este orden de ideas, se tiene que la segunda instancia no puede resultar
afectada por el simple acto de reasignación del caso a un Fiscal Delegado de
mayor nivel o jerarquía que el habitualmente de conocimiento, siendo, por tanto,
ante el funcionario que debería conocer de la impugnación si el desplazamiento
no se hubiera presentado, ante quien debe surtirse el recurso. Propuesta en
sentido distinto no es posible en el régimen vigente y ha de tenerse como de lege
ferenda.
25/10/2005
No obstante, en el artículo 246 del Código Penal, Ley 599 de 2000, que es preciso
aplicar por favorabilidad, la estafa se sanciona con prisión máxima de 8 años; y
210
este guarismo se incrementa hasta en la mitad por razón de la cuantía, según lo
previsto en el artículo 267 ibídem, quedando el castigo más elevado en 12 años.
24/11/2005
En el Código Penal de 2000 (ley 599) el delito de estafa tiene adscrita pena
privativa de la libertad de 2 a 8 años (artículo 246). Cuando es agravado por la
cuantía, la pena oscila entre 32 meses y 12 años, de acuerdo las previsiones
contenidas en el artículo 267 ejusdem. En consecuencia, el término prescriptivo
frente a este estatuto sería de seis años, contados a partir de la ejecutoria de la
resolución de acusación. Por favorabilidad, por tanto, debe ser ésta, y no la
anterior normatividad la que debe ser tenida en cuenta para los efectos
prescriptivos.
...
211
FECHA : 24/11/2005
DECISION : Declara prescrita la acción penal
DELITOS : Estafa agravada, Falsedad por destrucción de
documento privado
PROCESO : 24081
PUBLICADA : No
28/02/2006
Pero para evaluar un cargo por la primera de las modalidades señaladas, que es
a la que se refiere el demandante, es preciso tener en cuenta que no es lo mismo
que una providencia judicial adolezca de defectos de motivación, por ausencia
absoluta de las razones de orden probatorio y jurídico que soportan la decisión, a
que la argumentación traída por el fallador no cumpla con las expectativas del
212
sujeto procesal, que la tilda de inadecuada, desacertada o insuficiente en su
fundamentación fáctica, jurídica o probatoria, hipótesis que se refleja
precisamente en el ataque elevado por el demandante en este asunto.
Sólo en la primera hipótesis el error será susceptible de ser atacado dentro del
marco de la causal tercera, mientras que en el segundo el error es de juicio, caso
en el cual debe ser ventilado en el ámbito de la causal primera, demostrando los
errores de fundamentación fáctica, jurídica o probatoria que llevan a tildarla de
inadecuada, desacertada o insuficiente.
7. Cuando la censura se postula bajo la forma de error de hecho por falso juicio
de existencia debido a la omisión de elementos probatorios es indispensable
seguir las siguientes pautas: (i) señalar la prueba cuyo análisis fue omitido en la
valoración del juzgador; (ii) especificar cuál la expresión objetiva de la prueba; (iii)
explicar la manera en que incorporada su valoración, la fuerza persuasiva que
contiene trasciende en el cuerpo del fallo al punto de determinar la modificación
del sentido de la decisión.
213
9. En punto de la trascendencia de un yerro de esta naturaleza, de nada sirve
acreditar el falso juicio de existencia frente a algunos de los elementos de prueba
que se resienten de aquel defecto -ignorados o supuestos-, si los restantes que
obran en el proceso soportan las premisas conclusivas del fallador, lo cual
impone, necesariamente, que el ataque a través de éste error de hecho se
acompañe del examen global de todo el material probatorio que fue objeto de
valoración en el fallo impugnado, a fin de demeritar la prueba en la que se
fundamentó la sentencia cuestionada.
10. Cuando se acude el error de hecho por falso juicio de identidad, es deber del
censor acreditar que uno es el contenido material del medio probatorio
deformado, y otro muy diferente el valor que el juzgador le otorga, al extremo de
hacerle decir a esa probanza algo distinto de lo que en realidad dice, por lo cual
el sentido de la decisión se altera.
13. Según el artículo 197 del Código de Procedimiento Penal que regía para la
fecha en que se profirió la acusación en este caso (decreto 2700 de 1991), hoy
artículo 187 de la Ley 600 de 2000, las decisiones judiciales quedaban y quedan
ejecutoriadas, tres (3) días después de notificadas si no se han interpuesto los
recursos dentro del término legal o, o si es el caso, una vez se resuelvan las
impugnaciones o se surta el grado jurisdiccional de la consulta.
214
El legislador no prevé la posibilidad de ejecutorias parciales o fragmentarias de la
resolución acusatoria respecto de los sujetos procesales que no la impugnaron,
ni de quienes únicamente interponen el recurso de reposición
_________________________________
*Ver, entre otros, casación del 5 de noviembre de 1997, radicado 9952.
**Auto del 25 de abril de 2002, radicado No. 15.782.
***Ver, entre otras, decisiones del 10 de diciembre de 1997, radicado No. 13.154 y del 30 de
septiembre de 2005, radicado No. 24.180
18/05/2006
215
juzgamiento; y, c) ausencia de asistencia profesional durante períodos del trámite
de la investigación, o del juzgamiento.
_________________
*Ver sentencia de casación del 4 de abril de 2001, radicado No. 10.868.
25/05/2006
1. La Corte parte del presupuesto de que los censores aceptan los hechos, las
pruebas y la valoración que de ellas se hizo en las instancias, pues por la vía de
la violación directa, como reiteradamente se ha señalado, el yerro de los
juzgadores recae inmediatamente sobre la normatividad, lo cual centra el debate
a un ámbito estrictamente jurídico, sea porque se deja de lado el precepto
regulador de la situación específica demostrada, ora porque el hecho se adecua a
un precepto estructurado con supuestos distintos a los establecidos o bien
porque se desborda la interpretación propia de la disposición aplicable al caso
concreto.
2. De acuerdo con los artículos 204 a 217 del Código de Comercio, el revisor
fiscal debe velar por el funcionamiento regular del ente que vigila. Sobre sus
funciones, dijo la Sala en anterior oportunidad que:
"En cuanto a los estados financieros debe autorizar con su firma los balances y
rendir dictamen sobre los puntos enunciados en el artículo 208 del Código de
Comercio".
216
Sentencia Casación
FECHA : 25/05/2006
DECISION : No casa
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 24783
PUBLICADA : No
08/06/2006
ESTAFA-Noción: Elementos
27/06/2006
ESTAFA-Momento de consumación
217
los hechos fingidos" , el competente para el conocimiento del asunto es aquél
donde se llevó a cabo la conducta defraudatoria.
28/09/2006
ESTAFA AGRAVADA-Prescripción
Dicha infracción, la estafa, para la época de los hechos, estaba sancionada por el
artículo 356 del Decreto 100 de 1980 con prisión de 1 a 10 años y multa de 1000
a 500 mil pesos; las cuales se incrementan de una tercera parte a la mitad en los
eventos señalados en el artículo 372 ibídem.
Por su parte, el artículo 246 de la Ley 599 de 2000, reprime la estafa con prisión
de 2 a 8 años y multa de 50 a 1000 salarios mínimos legales mensuales, cuando
la cuantía de lo timado supera los 10 salarios mínimos legales mensuales, como
en este caso. Dicha pena, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 267
ibídem, también se incrementa de la tercera parte a la mitad, en los casos allí
señalados, uno de los cuales está relacionado con la cuantía.
218
Ahora bien, en lo que tiene que ver con la acción civil, atendiendo lo dispuesto en
el artículo 98 de la Ley 599 de 2000 la decisión que aquí se adopta con respecto
a los hechos ocurridos en 1989 y de los que fue víctima
(........................................), conlleva igualmente a declarar su prescripción, toda
vez que se ejerció al interior de la actuación penal.
Esta postura cambió con la entrada en vigencia del artículo 6° de la ley 906 de
2000 que señala que
"Nadie podrá ser investigado ni juzgado sino conforme a la ley procesal vigente al
momento de los hechos",
y con las razones expuestas por esta corporación , de manera que el marco de
aplicación de la ley para efectos de la impugnación extraordinaria será la
normatividad vigente al momento de la comisión del delito.
219
extraprocesal: como condición indispensable de todas las garantías atinentes a
las formas propias del juicio, y desde el punto de vista político para garantizar el
principio de participación en la administración de justicia, al permitir el control
social difuso sobre el ejercicio del poder jurisdiccional*.
...las decisiones que tome el juez, que resuelven asuntos sustanciales dentro del
proceso -v.gr. una sentencia-, deben consignar las razones jurídicas que dan
sustento al pronunciamiento; se trata de un principio del que también depende
la cabal aplicación del derecho al debido proceso pues, en efecto, si hay alguna
justificación en la base de las garantías que reconocen la defensa técnica, el
principio de favorabilidad, la presunción de inocencia, el principio de
contradicción o el de impugnación -todos reconocidos por el art. 29 Const. Pol.-,
ha de ser precisamente la necesidad de exponer los fundamentos que respaldan
cada determinación, la obligación de motivar jurídicamente los pronunciamientos
que profiere el funcionario judicial**.
De manera que puede que sea concebida desde este enfoque como la
contrapartida del derecho constitucional del libre acceso a la jurisdicción efectiva
en virtud del cual todas las personas tienen derecho a obtener tutela judicial
material que concluya con una decisión final motivada, razonable y fundada en el
sistema de fuentes (art. 230 Const. Pol.), presentando desde luego pretensiones
legítimas pues no resulta suficiente la posibilidad formal de llegar ante los jueces
con la simple existencia de una estructura judicial lista a atender las demandas
220
de los asociados, porque su esencia reside en la certeza que en los estrados
judiciales se surtirán los procesos a la luz del orden jurídico aplicable, con la
objetividad y la suficiencia probatoria que aseguren un real y ponderado
conocimiento del fallador acerca de los hechos materia de su decisión*****.
"Para que haya novación es necesario que lo declaren las partes, o que aparezca
indudablemente que su intención ha sido la de novar, porque la nueva obligación
envuelve la extinción de la antigua.
"ella se surte mediante acuerdo de voluntades entre los mismos sujetos acreedor
y deudor de la obligación primitiva, acuerdo de voluntades en virtud del cual
estos dan por extinguida dicha obligación primitiva, pero reemplazándola por
221
otra nueva que difiere de aquella por el aspecto real de su estructura, dejando de
esta manera el deudor de serlo respecto de la primera obligación, para pasar a
serlo únicamente de la segunda. Siendo entendido que estos efectos simultáneos:
extintivo, de un lado, y constitutivo del otro, deben aparecer claramente queridos
por las partes (animus novandi), ya porque así lo declaren expresamente, ya
porque del acto se deduzca indudablemente que su intención ha sido esta. El
animus novandi, pues, no se presume (art. 1693 del Código Civil)"******* .
El artículo 42 de la ley 600 de 2000 señala que, entre otros, en los procesos que
se adelanten por conductas punibles contra el patrimonio económico, la acción
penal se extinguirá para todos los sindicados "cuando cualquiera repare
integralmente el daño ocasionado."
6. En atención al texto legal, como elementos integrantes del tipo penal suelen
enumerarse: (i) El empleo de artificios o engaños; (ii) la inducción en error; (iii) el
provecho ilícito; y, (iv) el perjuicio.
222
"nuestra legislación (lo) coloca al lado de los artificios como medios de la estafa,
pues si bien en este caso no se requiere una representación ni una apariencia
material externa para inducir en error a la víctima si se necesita presentar ante
ésta una falsa apariencia lógica o sentimental para moverla a engaño, como
cuando se hace creer, sin otro recurso que las palabras, en la existencia de
grandes empresas o de poder económico o en créditos que no existen o en la
segura ocurrencia de acontecimientos que se sabe no van a tener lugar, etc.
Es obvio que ese dolo tiene que ser anterior al momento en que el sujeto pasivo
es engañado y también a aquél en que éste se despoja de la cosa y la entrega al
agente o a otra persona.
También debe existir un nexo de causalidad entre la acción del culpable y el error
producido en la mente de la víctima así como entre éste y la entrega de la cosa y
entre todos esos elementos y el daño que se produce a la víctima del error o a un
tercero.
223
****** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. diciembre 12 de 2005, rad. 24011.
******* CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Civil, Sent. abril 10 de 1970.
******** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. Cas. Sep. 19 de 1978.
********* Art. 356 del Código Penal de 1980.
********** CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sent. Cas. Junio 8 de 2006, rad. 24729.
02/11/2006
ESTAFA-Momento de consumación
"...que se consuma con la obtención del provecho ilícito, por lo que mientras él no
se produzca, o no se obtiene una ventaja de contenido patrimonial, no resulta
posible afirmar que la conducta típica ha tenido cabal realización, ni por ende, se
ha consumado."
(...)
224
pluralidad de personas cuyos roles directivos se cumplían en diversos lugares del
territorio nacional se trata, además, de un caso de criminalidad organizada ,
luego debe colegirse con obligada razón que se está en presencia del supuesto
normativo que en materia de competencia enuncia el artículo 83 de la Ley 600
de 2000 , de modo que, a prevención, el conocimiento del asunto corresponderá
al juez del lugar donde se formuló la denuncia y se ordenó la apertura de la
investigación , eventos que tuvieron lugar en Bogotá, luego es competente para
adelantar la fase de la causa, a prevención, el Juez Noveno Penal del Circuito de
dicha ciudad, según lo invocara lacónicamente su homónimo de Cali.
30/11/2006
En este orden, para oír al procesado se deben agotar las diligencias necesarias
encaminadas a asegurar su presencia procesal, y sólo si ésta no se logra, de
acuerdo con lo establecido en los artículos 332 y 344 de la Ley 600 de 2000 (Art.
356 del Decreto 2700 de 1991) es viable la declaración de persona ausente.
2.En virtud del principio de protección que rige la declaratoria de las nulidades,
el sujeto procesal que haya dado lugar al motivo de anulación no puede aducirlo
en su beneficio, luego, si la procesada decidió no comparecer para ser escuchada
en diligencia de indagatoria, fue ella quien se privó de tal mecanismo de defensa
como oportunidad propicia para dar sus explicaciones y aportar pruebas en su
favor, sin que pueda a la hora de ahora alegar tal circunstancia como factor
invalidante del trámite judicial.
225
En este orden, como lo advierte la Procuradora Delegada, con apoyo en la
decisión de tutela 028 de 20 de enero de 2005 de la Corte Constitucional, no
resulta viable que el orden jurídico ampare eventuales deficiencias defensivas
cuando, como en este caso, la actitud evasiva del declarado ausente obedece a su
clara intención de evadir los efectos de la acción judicial tras conocer de la
existencia del proceso en su contra.
Resulta diáfano que bajo la óptica penal y civil se presenta una acción del
contratante al incumplir lo pactado que acarrea un perjuicio para el otro, sin
embargo, en sede penal el análisis ha de ser cuidadoso ya que no se trata de
confirmar el simple nexo causal entre el incumplimiento con el consecuente daño
como para predicar el ilícito, sino que es necesario verificar la existencia de la
inducción en error por la presentación negocial del agente que sea a la postre la
motivadora de la desposesión patrimonial de la víctima.
25/04/2007
226
2. Cuando el fallador sostiene que (....) ocultó maliciosamente la afectación del
inmueble prometido en venta es porque una medida de esa naturaleza implica
para un eventual comprador la limitación de disponer del terreno por la
imposibilidad de obtener licencia para construcción, parcelación y/o
urbanización. El soporte de esa afirmación se encuentra en la siguiente
explicación, suministrada por el funcionario de la Subdirección de
Infraestructura y Espacio Público del Departamento de Planeación Distrital:
Ahora bien, en cuanto a las limitaciones de uso, goce y disposición del inmueble,
cabe aclarar que el artículo 160 del Decreto 619 de 2000 (P.O.T.) consagra que
en las zonas de reserva que se declaren como tal en virtud del P.O.T., se podrán
dar ciertos usos de manera temporal, siempre y cuando sean expresamente
aprobados por el Departamento Administrativo de Planeación Distrital, la vía o el
tramo de la vía no se tenga previsto en el plan quinquenal de obras del Instituto
de Desarrollo Urbano y la construcción cuente con las autorizaciones
correspondientes.
227
Bajo esa línea de pensamiento, resultan impertinentes las objeciones del
demandante, y que el Procurador Delegado respalda, en torno a que los
compradores debieron indagar no solo con el procesado, sino con las autoridades
respectivas, sobre la posibilidad de obtener licencia de construcción. Como se
desprende del paginario, uno de ellos conocía de tiempo atrás al propietario del
terreno, (...), circunstancia que obviamente le debió generar confianza para creer
en todo lo que le dijo sobre las condiciones del lote, esto es, que tenía planos
aprobados para la construcción de un edificio y que había varias personas
interesadas en la construcción de un edificio. De otra manera, no se habían
desprendido de la suma de dinero que entregaron como arras.
_________________________________
(1) Fls 176 y 177 C.2 (juicio).
09/05/2007
ESTAFA-Noción: Elementos
En este orden, debió acudir a alguno de los sentidos de violación indirecta para
poder criticar la existencia o no de una acción engañosa de los procesados contra
las víctimas. Esa crítica contundente la formularon con sabiduría tanto el
representante de la parte civil en su intervención de no recurrente, como el
representante de la Procuraduría en su concepto.
228
Mientras que a la estafa la precede la creación de circunstancias especiales
inexistentes que son la causa del despojo, en el hurto simplemente hay despojo,
pero no hay teatro... en ello radica la mayor gravedad de la conducta de estafa
que se caracteriza primordialmente porque ella se logra mediando "...engaño
malicioso urdido para procurarse un provecho ilícito". (1)
______________________________
(1) Cfr. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sentencia de casación del 08/06/2006, Rad. núm.
24729; sentencia del 28/09/2006, rad. núm. 22041; sentencia del 20/11/2006, rad. 21902.
En el mismo sentido: ARENAS, Antonio Vicente, COMENTARIOS AL CODIGO PENAL
COLOMBIANO, Tomo II, Parte especial, Sexta edición, Ed. Temis, Bogotá, 1986, pág. 510 y
siguientes.
27/06/2007
"...que se consuma con la obtención del provecho ilícito, por lo que mientras él no
se produzca, o no se obtiene una ventaja de contenido patrimonial, no resulta
posible afirmar que la conducta típica ha tenido cabal realización, ni por ende, se
ha consumado."(2)
De esa manera, el actor se sustrajo por completo a fundamentar por qué se hace
necesario variar dicha postura jurisprudencial, siendo claro que al amparo de la
misma la estafa en el presente caso se consumó en los primeros meses del año
de 1990, que fue cuando los dineros embargados llegaron a manos de los
229
acusados, luego de ser entregados al abogado ejecutante por el juez laboral que
tramitó el respectivo ejecutivo, según así se puso de presente en las sentencias
de primera y segunda instancia.
230
A su turno, el falso juicio de convicción surge cuando el juzgador desatiende el
valor probatorio que la ley expresamente asigna a las pruebas. Y el falso juicio de
legalidad se estructura en el caso de que el sentenciador aprecie un medio de
prueba, pese a que se desconocieron las normas reguladoras de su formación o
producción, o cuando le niega validez por considerar que se vulneraron esas
normas, sin que ello en realidad sea cierto.
10/06/2008
Si el derecho de defensa tiene como fin brindar al sujeto pasivo de la acción penal
herramientas jurídicas para oponerse a la pretensión punitiva estatal y buscar,
de esa forma y por regla general, desvirtuar las pruebas de cargo y, por
consiguiente, obtener la declaración judicial de su inocencia, ninguna razón tiene
invalidar la actuación con el único objetivo de garantizar el adecuado ejercicio del
derecho de defensa cuando las pruebas recaudadas imponen el proferimiento de
una absolución. En esos casos, la mejor garantía de protección del derecho de
defensa es la adopción en este momento de la decisión favorable a los intereses
del acusado.
231
Recuérdese que, según lo tiene dicho la Sala, "Una de las características de la
nulidad es que debe prosperar si se advierte que con la sentencia se ha causado
un daño al procesado y que con la recomposición del proceso obtendría un
beneficio, es decir, un bien"(1) (se resalta, ahora).
Bajo tal perspectiva, entonces, si la persona pasible del engaño obra de modo
ingenuo, torpe o negligente no habrá lugar a afirmar la existencia de estafa,
porque una actuación prudente le hubiera bastado para salirse del error. Entre
quienes han postulados esta tesis se encuentra el tratadista (...) al señalar:
"... Cambiando las expresiones anteriores, es válido admitir que el art. 356 se
refiere tanto al encarecimiento de la mentira mediante palabras o sea, al engaño,
como al dispositivo material con que se consigue de mejor manera lo que se
pretende. Pero debe repetirse, la mentira ha de tener fuerza determinante,
eficacia. Y para que sea eficaz es preciso examinar varios factores: el negocio de
que se trata, las personas interesadas en él, su nivel intelectual y hasta sus
necesidades actuales...
"...
"... El solo hecho de que las expresiones mentirosas hayan creado el error en el
paciente de la acción, no basta para atribuirles el carácter del engaño
puntualizado en la norma. Por ejemplo, si alguien, diciéndose dueño de las minas
de Zipaquirá o de las de Acerías de Paz del Río, y sin exhibir documento ni
testimonio alguno que le dé credibilidad, enajena la catedral de sal o uno de los
altos hornos, recibiendo dinero u otra clase de prestaciones económicas del iluso
comprador, no hay duda de que ha mentido. Pero es tan desproporcionada la
falacia, que quien la creyó es el único merecedor de pagar su extrema
simpleza..."(4) .
En cierta forma, la postura en mención fue acogida por la Sala de Casación Penal
de la Corte Suprema de Justicia en la sentencia del 12 de junio de 2003, en
cuanto allí expresó:
232
"Pero ciertamente, como lo señala la Delegada en su estudio, haciendo eco de la
teoría de la imputación objetiva, "se considera que no todo engaño que pudiera
concebirse causal respecto del resultado perjudicial permite la imputación del
resultado a la conducta del autor, pues, de acuerdo con el argumento
victimológico, la víctima debe acudir a los mecanismos de autotutela exigibles,
porque será entonces punible el comportamiento capaz de sobrepasar la barrera
de contención que supone la actitud diligente del perjudicado" "(5) .
"… De manera que, sólo cuando la víctima asume conjuntamente con otro una
actividad generadora de riesgos (lo cual acá no ocurre), puede eventualmente
imputársele el resultado a la víctima, siempre que esta tenga conocimiento del
riesgo que asume. En consecuencia, si es el autor quien recorre la conducta
descrita en el tipo penal (quien crea el riesgo), el resultado debe serle imputado a
aquel y no a la víctima, pues ésta obra dentro del principio de confianza que le
enseña que en el tráfico de las relaciones sociales el vendedor realizará el
comportamiento en el ámbito de competencia que le impone la organización"(7) .
233
(6) Cita de HUMBERTO BARRERA DOMÍNGUEZ en Estudios de Derecho Penal Especial, varios
autores, Editora Jurídica de Colombia, primera edición 1992, pág. 242.
(7) Radicación 20926.
18/06/2008
Dentro de los elementos objetivos del tipo están: (i) una conducta engañosa; (ii) la
inducción en error al servidor público, y (iii) el propósito de obtener sentencia,
resolución o acto administrativo contrario a la ley.
Para que se configure esa conducta punible es preciso que exista una actuación
judicial o administrativa en la que deba resolverse un asunto jurídico, y que, por
ende, sea adelantada por las autoridades judiciales o administrativas. Incurre en
ella el sujeto -no calificado- que por cualquier medio fraudulento induzca en
error al servidor público para obtener sentencia, resolución o acto administrativo
contrario a la ley.
234
aquélla se hubiera siquiera iniciado. El término a partir del cual -según su
criterio- debe contarse la prescripción inicia a partir de la fecha en que quedó
ejecutoriada la resolución 633 del 19 de diciembre de 1988, esto es, desde
diciembre de 1988 -no precisa el día-, en atención a que era ese el momento
considerado por la jurisprudencia vigente para la época, o por lo menos hasta el
año 2003, fecha en que se profirió resolución de acusación. Con independencia
de la postura que en la actualidad se tenga sobre el término en que debe empezar
a contarse ese término prescriptivo, afirma que por principio de favorabilidad
debe aplicársele la jurisprudencia anterior.
-En la sentencia del 17 de agosto de 1995 (radicado 8968) (3) se indicó que el
delito puede consumarse en el momento histórico en que se induce en error, si
con ese error se genera más o menos de manera inmediata la actuación contraria
a la ley. Pero si ese error "se mantiene durante el tiempo necesario para producir
la decisión final contraria a la ley cuya finalidad se persigue, y aún con
posterioridad a ésta, si se requiere de pasos finales para su cumplimiento,
durante todo ese lapso se incurre en la realización del tipo y la violación al bien
jurídico tutelado, pues durante ese tiempo se mantiene el fraude a la
administración de justicia". (Subrayas fuera del texto original).
235
En ese pronunciamiento, incluso, se citó como referente la sentencia del 27 de
junio de 1989 -no 1999, como erradamente lo consignó el recurrente-, según la
cual:
"Siendo claro que la lesión del interés jurídico protegido cesa con la ejecutoria de
la providencia fraudulentamente obtenida, se explica que también la Sala haya
precisado en concomitancia con lo anterior: "De ahí que para los fines de la
prescripción de la acción penal, el término sólo debe contarse a partir del último
acto de inducción en error; o sea desde cuando la ilícita conducta ha dejado de
producir sus consecuencias y cese la lesión que por este medio se venía
ocasionando a la administración de justicia" (auto 26 sept. 1995, Rad.8903 M.P.
Dr. Páez Velandia)".
"Significa esta reseña que aunque el acto originario del fraude procesal de que
trata la sentencia ocurrió en el año de 1984 con la presentación de la demanda
ejecutiva ante el Juzgado 17 Civil Municipal varios fueron los actos subsiguientes
cumplidos por el mismo profesional del derecho impulsando el procedimiento,
uno de ellos la tantas veces mencionada información del pago de la obligación
para que la actuación terminase en la forma prevista en el artículo 537 del C. de
P.C., objetivo que logró sin que los funcionarios inducidos en el error tuviesen
nada que objetar: el pago informado los obligaba a proveer como lo hicieron: El
Juez de la primera instancia ordenó la terminación del proceso y el de la segunda
instancia confirmó esa decisión en auto del 5 de diciembre de 1986 que cobró
ejecutoria el 24 de enero de 1987, cuando resolvió negativamente la reposición.
Pero ahí no pararon los efectos del último acto fraudulento cumplido por la parte
demandante, pues a causa de los desembargos decretados el proceso hubo de
continuar ahora con la intervención del secuestre, y es así como aún, como se
dijo, el 28 de mayo de 1987 hubo el Juzgado de proveer denegando la
condenación en costas para la parte demandante, porque "no fue vencida... sino
que logró su pretensión".
236
3. Debe recalcarse que cuando se pretende hacer valer una determinada postura
jurisprudencial para efectos de beneficiar al procesado o a cualquiera de los
sujetos procesales, es imprescindible que la trascripción que de ella se haga sea
completa e íntegra, y no se cite tan sólo el aparte que conviene a los intereses de
quien la proponga. Es preciso que se analice en conjunto y a la luz de la
situación fáctica objeto de investigación.
(...)
Que ese límite o momento cierto en el que el Estado define los términos del
juzgamiento lo constituye la resolución acusatoria, ya había sido señalado por la
Corte cuando, a propósito del examen del principio de congruencia, anotó:
"la resolución de acusación es acto fundamental del proceso dado que tiene por
finalidad garantizar la unidad jurídica y conceptual del mismo, delimitar el
ámbito en que va a desenvolverse el juicio y, en consecuencia, fijar las pautas del
proceso como contradictorio. Por eso la ley regula los presupuestos procesales de
la acusación (art. 438), sus requisitos sustanciales (art. 441) y su estructura
formal (art. 442). Por eso también la ley, al regular la estructura de la sentencia
recoge el concepto de acusación como punto de referencia obligado (art. 180 # 1,
3, 5, 7) y señala como vicio de la misma, demandable en casación, su falta de
correspondencia (art. 220 #2)". (5)
ii), a partir de ese momento es viable contabilizar por regla general el término
ordinario de prescripción de la acción penal como que, en virtud de la decisión
237
estatal, ha quedado superado ese "último acto" a que se refiere el inciso 2º del
artículo 84 del Código Penal.
Se afirma que por regla general, porque es factible que antes de esa fecha se
realicen actos positivos que demuestren que cesó la ilicitud -verbigracia, que se
haga dejación de las armas- o se aprehenda al rebelde, casos en los cuales en
esas ocasiones, en principio, se debe entender cumplido el último acto de
ejecución del delito permanente para efectos de la prescripción de la acción
penal.
238
La precisión que se hizo en esa sentencia estuvo orientada a aquellos casos en
los que como el que se examina la inducción en error del empleado persiste,
incluso durante el adelantamiento de la causa penal, con el fin de que no se
torne en un delito imprescriptible por el propio querer del sujeto activo.
15/07/2008
Es cierto que el fiscal a quo, como lo refiere el Juez Quinto Penal del Circuito de
Cartagena, sostuvo que las maniobras engañosas, dolosas y lesivas al patrimonio
económico se concretaron el 8 de octubre de 1998, día en que se otorgó la
escritura pública 3240 en la Notaría 59 del Círculo de Bogotá.
Sin embargo, pasa por alto el funcionario colisionante que el fiscal ad quem, al
confirmar la resolución de acusación, precisó que el beneficio patrimonial se
obtuvo desde cuando, mediante "maniobra engañosa", el procesado (.....) hizo que
la señora (.....) le transfiriera el predio sin entregarle la suma pactada por la
negociación, esto es, $150.000.000 (2) . El fiscal de segunda instancia amplió
más adelante el fundamento de esta consideración cuando señaló:
239
"Generada una necesidad dineraria, la señora (.....), es abordada por el Dr. (.....),
quien con ofrecimientos económicos, realiza la escritura arriba citada para hacer
un desembolso de 150 millones de pesos; esta manifestación, se observa
plasmado (sic) en el instrumento jurídico citado. En tal acuerdo, se anota, debe
haber retroventa en 90 días, plazo en el cual debe, la denunciante, retornar el
dinero, para así deshacer la escritura 1752. Llegado el plazo, el Dr. (.....) debió
ser requerido para retornar el bien a su inicial titular.
06/08/2008
240
individuales/ DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO ECONOMICO-Diferencias con
los delitos contra la administración pública/ DELITOS CONTRA LA
ADMINISTRACION PUBLICA-Diferencias con los delitos contra el patrimonio
económico/ ESTAFA-Diferencias con el peculado por apropiación/ PECULADO
POR APROPIACION-Diferencias con la estafa/ INHABILIDAD PARA EL
EJERCICIO DE DERECHOS Y FUNCIONES PUBLICAS-Sanción perpetua para el
servidor que atenta contra el patrimonio del Estado: No necesariamente debe
estar incluida en la sentencia/ FONCOLPUERTOS
241
pues a partir de esa época la Fiscalía omitió definir situación jurídica en los
casos de adecuación de los procesos al nuevo trámite de la Ley 600.
3.El artículo 404 del Código de Procedimiento Penal (Ley 600 de 200) no es una
norma de naturaleza sustantiva(3) , y por ello, su alegación resulta impertinente
al amparo de la violación directa, pues, se trata de un precepto puramente
procesal que regula la manera como la fiscalía (que es la titular de la acción
penal y de la acusación) puede introducir modificaciones a la formulación de la
acusación.
Desde esta óptica, el recurrente (que debió ser la Fiscalía misma porque el fallo
desconoce sus derechos como sujeto procesal, no obstante que el Ministerio
Público también tiene legitimidad porque su perspectiva al interior del proceso
penal es amplia a la luz del artículo 277 de la Constitución Política) debió
proponer la alegación al amparo de la nulidad (por falsa motivación en este caso),
con el fin de preservar y de respetar el fuero constitucional que tiene el fiscal de
acusar y de introducir modificaciones a la acusación en el juicio.
4.No hay ninguna duda que la Fiscalía, dentro del resorte de su competencia, por
ser el organismo titular de la acción penal en la fase instructiva del sumario y de
la acusación ante el juez del conocimiento (Artículo 250 de la Constitución
Política, modificado por el Acto Legislativo número 3 de 2002, artículo 2°) es
quien dispone de la acusación en el marco del sistema de enjuiciamiento de la
Ley 600; por ello, cuando introdujo variables a la acusación en la fase del juicio
lo hizo en su función de titular de la acción penal y titular de la función pública
de investigar y de acusar, dentro de los parámetros de la Ley (artículos 393, 395,
397, 398, 404 del C. de P.P.)
Por ello, cuando la fiscalía modificó para agravar la acusación y en razón de ello
el juez del conocimiento dispuso el término legal para que los procesados
tuviesen la oportunidad de modificar la estrategia defensiva de conformidad con
las variaciones introducidas (suspendió las diligencias y abrió nuevamente etapa
probatoria), lo hicieron con plena observancia del rito del artículo 404.
242
Así las cosas, la acusación por la que tiene que proferirse sentencia de mérito ES
la que se encuentra establecida en la resolución de la Fiscalía que la materializó
mediante la Resolución del 5 de abril de 2002, confirmada en segunda instancia
por la Delegada ante el Tribunal de Bogotá el 11 de agosto de 2003, con las
variantes que el fiscal introdujo en el juicio.
6.No sobra recordar que los sentenciados (ambos), señores RAINER ENRIQUE
CUETO ACUÑA y SALVADOR ATUESTA BLANCO lo son por una conducta contra
la administración pública (Peculado por apropiación) que afectó el patrimonio del
Estado y que en esos eventos la inhabilitación que opera para el ejercicio de
funciones públicas es la prevista en el artículo 122 inciso final de la Constitución
Política, como pacíficamente lo tiene establecido la jurisprudencia(4) , sin que tal
determinación necesariamente deba estar incluida en el fallo, ni implique
violación al principio de reforma peyorativa porque es un tema de reserva política
del Constituyente mismo en favor de la configuración de un diseño moral mínimo
del Estado.
243
De suerte que ejecutoriado el fallo lo pertinente es que el juez del conocimiento
remita copia auténtica a las autoridades que indica la ley, entre ellas al Instituto
Nacional Penitenciario y Carcelario, la Registraduría Nacional del Estado Civil, la
Procuraduría General de la Nación, la Fiscalía General de la Nación y el
Departamento Administrativo de Seguridad DAS, de conformidad con el artículo
38 del Código Penal y con los artículos 469 y 472 del Código de Procedimiento
Penl (Ley 600 de 2000).
________________________________________________________________________________
1-CORTE SUPREMA DE JUSTICIA Sala de Casación Penal. Proceso 26942, 8 de noviembre de
2007.
2-CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala Penal, auto del 23 de mayo de 2007, rad. núm. 26706;
en el mismo sentido, Sentencia de Casación del 24 de abril de 2001, radicación: 12424.
3-Como el tema no admite otra posibilidad interpretativa, recuérdese que "La naturaleza
sustancial es predicable de las normas que describen los delitos, las que se refieren a condiciones
de punibilidad y a la responsabilidad del procesado, como las que establecen condiciones
genéricas o específicas de agravación a atenuación punitiva y las que recogen axiomas del
derecho penal como el in dubio pro reo. Por su parte, aquellas que tienden a lograr o definir los
elementos contenidos en las primeras, son instrumentales". véase, entre otras, sentencia de
casación del 19 de junio de 2003, rad. núm. 16394.
4-CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de casación penal, sentencias del 19/07/2006 rad. núm.
22263; del 10/08/2006, rad. núm. 22289; del 07/09/2006, rad. núm. 23171; del 11/09/2006,
rad. núm. 25774, entre otras.
ESTAFA-Prescripción
Para la misma conducta, los artículos 246 y 267.1 de la Ley 599 del 2000,
actualmente en vigencia, señalan topes entre 2 años y 8 meses y 12 años.
244
Ese lapso, contado desde la ejecutoria de la acusación, 30 de octubre de 2001
(fecha en que la segunda instancia confirmó la del A quo), se cumplió el 30 de
octubre de 2007, cuando el proceso se encontraba en la Procuraduría Tercera
Delegada en lo Penal, a donde llegó el 30 de octubre de 2006.
Sentencia Casación
FECHA : 22/08/2008
DECISION : No Casa
DELITOS : Falsedad ideológica en documento público,
Peculado por aplicación diferente
PROCESO : 27321
PUBLICADA : No
02/09/2008
2.El literal d) del numeral 3 del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos de la Organización de las Naciones Unidad, aprobado por la ley
74 de 1968, establece que "[d]urante el proceso, toda persona acusada de un
245
delito tendrá derecho, en plena igualdad, […] a defenderse personalmente o ser
asistida por un defensor de su elección […] y, siempre que el interés de la justicia
lo exija, a que se le nombre defensor de oficio".
246
asistido por un abogado acerca de los peligros inherentes a la propia represen-
tación, por razones idénticas a las señaladas en precedencia:
"De ello resulta que, por un lado, cumple una función pública debido a que,
fácticamente, hace valer la presunción de inocencia (y, dado el caso, también
todas las circunstancias que favorecen al culpable) y, en sentido jurídico,
garantiza y vela por la legalidad formal del procedimiento. El Estado tiene un
interés en ambas funciones, si quiere ser reconocido como Estado de Derecho; y
el defensor sirve a ese interés. Pero, al mismo tiempo, el defensor sirve con ello,
en una suerte de armonía preestablecida, exclusivamente al interés del
imputado, en la medida en que ese interés se dirija a ser defendido de la mejor
manera posible. Se puede decir, si se quiere acudir a los términos usuales, que el
defensor está llamado exclusivamente a hacer valer los intereses de defensa del
imputado, legitimados por la ley, y en esa función es órgano de la administración
de justicia […].
247
Por consiguiente, mientras la defensa que ejerce el procesado (también conocida
en nuestro medio como defensa material) es renunciable, el derecho a la
asistencia letrada (o de defensa técnica) de ninguna manera lo es, y de ahí se
deriva que el abogado defensor no sólo puede sino que tiene que actuar incluso
en contra de la voluntad del procesado:
""De confianza" es una idea sustancial que muestra el vínculo entre defensor y
defendido en cuanto caracterizante de la esencia misma de la actividad a
cumplir. "Electivo" es idea formal y técnica que lo diferencia del nombrado de
oficio; pero a su vez indica el medio apto para obtener la nota anterior. Lo que se
requiere es satisfacer la función de garantía judicial de una mejor defensa del
imputado, al elegir el técnico de su confianza.
"[…] La elección es acto voluntario y libre del imputado, que el tribunal debe
garantizar en cuanto al modo y oportunidad para que sea eficiente" .
5. Ahora bien, como sucede con todos los derechos de raigambre constitucional,
el de nombrar el asistente técnico a libre elección del procesado no es absoluto,
por cuanto ello puede incluso afectar el interés público en la realización de
justicia o los propósitos que pretende alcanzar la garantía de la defensa técnica.
Así, por ejemplo, varias legislaciones, con el fin razonable de evitar conflictos de
intereses, de manera expresa prohíben que un defensor pueda defender
simultáneamente a varios procesados por el mismo hecho, ni a varios procesados
por hechos distintos dentro de la misma actuación .
248
Adicionalmente, el procesado "no puede insistir en un abogado en particular,
aunque éste esté dispuesto a asumir su representación, si ello acarrea
suspensiones repetidas, patente conflicto de intereses, inadecuada
representación, etc." :
En este orden de ideas, cualquier colisión que se suscite entre el derecho del
procesado de elegir libremente a un abogado y el derecho a la representación
eficaz que le asiste tendrá que ser resuelto a favor de este último, en la medida
en que, desde el punto de vista de lo razonable, el funcionario encuentre que el
asistente designado no podrá garantizar el interés público en la realización de
justicia que le es exigible, ya sea por un concreto conflicto de intereses, o por una
manifiesta y equivocada gestión, o por el empleo de maniobras y estrategias
defensivas desleales o que dilaten de modo injustificado la actuación, o por
cualquier otra situación que vaya en contravía de las funciones de ser garante de
la presunción de inocencia y de velar debidamente por el respeto a los derechos
fundamentales de su representado.
_________________________________________________
08/09/2008
17/09/2008
249
FUERO-Congresista: Factor personal y funcional/ CONGRESISTA-Aplicación
aumento de penas Ley 890 de a pesar de trámite Ley 600/ FALSEDAD
IDEOLOGICA EN DOCUMENTO PUBLICO-Se configura/ CONGRESISTA-
Acciones ante el Gobierno para satisfacer necesidades de sus electores que no
constituyen delito/ ESTAFA-Elementos/ RESPONSABILIDAD FISCAL-Es
independiente de la responsabilidad penal/ AYUDA HUMANITARIA-Concepto/
MEDIDA DE ASEGURAMIENTO-Fines: Congresista/ DETENCION PREVENTIVA-
Sustitución por la domiciliaria: Favorabilidad Ley 906/ CONGRESISTA-
Aplicación aumento de penas Ley 890 a pesar de trámite Ley 906: No es posible,
salvamento de voto/ RESOLUCION DE LA SITUACION JURIDICA-Favorabilidad
Ley 906: Salvamento de voto/ DETENCION PREVENTIVA-Improcedencia cuando
se investigan falsedad ideológica en documento público y estafa agravada:
Salvamento de voto/ RESOLUCION DE LA SITUACION JURIDICA-Favorabilidad
Ley 906: Salvamento de voto/ DETENCION PREVENTIVA-Improcedencia cuando
se investigan falsedad ideológica en documento público y estafa agravada:
Salvamento de voto/ PECULADO POR USO-Diferencia con la estafa agravada:
Salvamento de voto/ ESTAFA AGRAVADA-Diferencia con el peculado por uso:
Salvamento de voto
Ahora bien: el numeral 1° del artículo 354 de la Ley 600 de 2000 ordena definir
la situación jurídica del vinculado en aquellos eventos en los cuales procede la
detención preventiva, medida aplicable cuando se trata de delitos sancionados
con pena de prisión cuyo mínimo sea o exceda de cuatro años, o incluidos en el
listado de punibles enunciados en el artículo 357 del mismo estatuto, o cuando
sobre el sindicado pese sentencia condenatoria ejecutoriada por delito doloso o
250
preterintencional sancionado con prisión y, por último, en los asuntos sometidos
al conocimiento de los jueces especializados.
A su vez, el artículo 246 del mismo estatuto sancionaba la Estafa con prisión de
dos (2) a ocho (8) años y multa de cincuenta (50) a mil (1.000) salarios mínimos
legales mensuales vigentes, pena que debe aumentarse de una tercera parte a la
mitad cuando, como aquí ocurre, la conducta recae sobre una cosa cuyo valor
supera los cien (100) salarios mínimos legales mensuales vigentes o sobre bienes
del Estado .
Impera señalar que, como se indicó, los hechos atribuidos a la doctora (.....)
acontecieron en enero y marzo de 2006, circunstancia que si bien ninguna
incidencia tiene frente al esquema procesal bajo el cual debe adelantarse su
investigación y juzgamiento, lleva a la Corte a plantearse si tales conductas
aparejan la sanción inicialmente dispuesta por la Ley 599 de 2000 o, si por el
contrario, están sometidas al incremento punitivo introducido por el artículo 14
de la Ley 890 de 2004.
"…Si eso es así, y se revela que lo fue cuando se repasan todos los antecedentes
vinculados a la ley y a los cuales se ha hecho referencia en detalle, resulta
imperativo asegurar que al igual que el acto legislativo 03 de 2002 y que el
Código de Procedimiento Penal de 2004, la norma de aumento de penas, vigente
desde el 1º de enero de 2005, se aplica gradualmente en los Distritos Judiciales
donde se vaya implantando el sistema acusatorio." [Negrilla corresponde al
texto].
251
Consecuentemente, para enero y marzo de 2006, el aumento de pena aludido
cobijaba cualquier conducta delictiva cumplida en la ciudad de Bogotá, dada la
innegable aplicabilidad de la Ley 890 de 2004 en este distrito judicial.
No cabe, por tanto, considerar la pena como elemento diferenciador de uno y otro
caso, pues ambos están reglamentados por idéntica preceptiva, el Código Penal,
con la modificación introducida a través del artículo 14 de la Ley 890 de 2004,
centrada en aspectos sustanciales, no procesales.
252
por razones de favorabilidad, la misma rebaja de pena dispuesta por la Ley 906
de 2004, a quienes se han acogido a las figuras previstas en aquél ordenamiento
para la terminación anticipada del proceso, evitando así, el desequilibrio que
puede sugerir la aplicación del incremento punitivo a tales casos.
"… "un hecho no puede considerarse delito ni ser objeto de sanción si no existe
una ley que así lo señale" sino que además la norma sancionadora
"ineludiblemente debe ser anterior al hecho o comportamiento punible, es decir,
previa o preexistente"…" .
253
procedimiento dispuesto para su investigación o a la autoridad competente para
adelantarla.
4.En la primera de tales calidades, por expreso mandato del artículo 133 de la
Constitución Política, tiene la función de representar al pueblo y el deber de
actuar consultando la justicia y el bien común. Para el cumplimiento de la
enunciada función cuenta, entre otras facultades, con la de
"Gestionar, en nombre propio o ajeno, asuntos ante entidades públicas o ante las
personas que administren tributos, ser apoderados ante las mismas, celebrar con
ellas, por sí o por interpuesta persona, contrato alguno. La ley establecerá las
excepciones a esta disposición" .
254
de salud, educación vivienda y obras públicas en beneficio de la comunidad
colombiana .
6.Y si bien a este asunto se allegó copia del auto de cierre y archivo preliminar,
proferido el 18 de abril del año en curso por la Contraloría Delegada, Sector
Defensa, Justicia y Seguridad -Dirección de Vigilancia Fiscal- mediante el cual se
dispuso el archivo del expediente por "no determinarse afectación al patrimonio
Estatal" , tal conclusión no tiene incidencia en la valoración jurídica que
corresponde hacer a la Corte frente a la conducta de la doctora (.....), pues se
trata de actuaciones autónomas y de naturaleza diversa, cuyos resultados, por
esa misma causa, no las condicionan entre sí .
Lo anterior permite precisar, por qué, aun cuando desde el punto de vista fiscal
se haya llegado a la conclusión mencionada, ésta en modo alguno tiene la
capacidad de afectar la valoración efectuada en este caso en punto de la
calificación jurídica provisional en relación con el delito de estafa, el cual, como
atentado al patrimonio económico, implica, según se mencionó atrás, un
provecho para el autor y un perjuicio para el afectado, en todo caso de esa índole.
Por el contrario, ello permite dilucidar, con mayor claridad, que la adecuación
típica de la conducta imputada a la doctora (.....) se circunscribe en este
específico tipo penal, si se tiene en cuenta, además, que las consideraciones
expuestas por la Contraloría en el auto mencionado en precedencia, sólo analizan
desde lo meramente objetivo la actuación de los funcionarios de la FAC, la cual,
según se anotó, estuvo determinada por la información engañosa suministrada
por la Congresista en torno al origen y calidades de los bienes y personas cuyo
traslado requería. De ahí que, el ilícito contra la fe pública le sirviera de medio
para el logro de sus fines.
7.Porque aún cuando la Disposición 003 de 2005 expedida por la FAC para
regular las Operaciones Aéreas no relacionadas con la guerra, al precisar el
concepto al cual éstas corresponden, menciona que su capacidad militar puede
255
incluir, entre otros aspectos, el manejo de "operaciones de paz y ayuda
humanitaria al interior del país y al extranjero" , esta calificación no puede
aplicarse a todo tipo de ayuda que pueda representar beneficio para un
conglomerado indeterminado de personas, restricción fundada, precisamente, en
la naturaleza de los bienes comprometidos, ni más ni menos que los aviones
destinados, de forma prioritaria, a la defensa nacional.
07/10/2008
1.De lo dicho se tiene que en los términos del Decreto 100 de 1980, bajo cuya
vigencia ocurrieron los hechos, la prescripción de la pena en la etapa del juicio lo
sería en el lapso de 7 años y 6 meses, cálculo efectuado a partir de considerar
que el incremento de cinco años para la sanción de 10 como máxima
correspondería a 15 y deducida la mitad después de proferido el pliego de cargos.
A su turno, en el actual régimen la pena de 8 años como máxima incrementada
256
en la mitad, según quedó visto, correspondería a 12 y su cálculo por la mitad
atendiendo a la etapa en que se establece el lapso prescriptivo sería de 6 años, de
todo lo cual se concluye que el fenómeno extintivo de la acción penal no ha
tenido ocurrencia.
2.La demandante invoca una causal de nulidad por falta de competencia del ad
quem, punto en el que resulta pertinente recordar que la Ley Estatutaria de la
Administración de Justicia faculta a la Sala Administrativa del Consejo Superior
de la Judicatura, entre otras cosas, para regular la forma como las
Corporaciones pueden redistribuir los asuntos que tengan para fallo entre los
Tribunales y Despachos Judiciales que se encuentren al día, funciones para las
cuales inclusive podrá crear, con carácter transitorio, cargos de jueces o
magistrados sustanciadores o de fallo, de acuerdo con la ley de presupuesto.
Según lo expuesto resulta evidente que la Sala de Justicia y Paz del Tribunal
Superior de Barranquilla fue autorizada para actuar como Tribunal de
descongestión de los procesos que se encontraban para fallo en la Sala Penal del
Tribunal de Cartagena.
4..En punto del término concedido por la Sala Administrativa del Consejo
Superior de la Judicatura para que un Tribunal o juzgado cumpla las funciones
de descongestión, precisa la Corte que el plazo que allí se estipula tiene efectos
administrativos más no judiciales, en tanto que el despacho que cumplirá la
función de descongestión deberá resolver el asunto así el plazo se encuentre
vencido, salvo (i) que la propia Sala Administrativa disponga privarlo del
conocimiento del asunto, (ii) se trate de un despacho cuya permanencia no se
prorroga en el tiempo o (iii) que la Corte ordene un cambio de radicación del
proceso.
257
Lo anterior es así porque la filosofía que orienta los programas de descongestión
no puede convertirse en tramitología que haga más morosa o paquidérmica la
administración de justicia. Si el planteamiento de la censora fuera correcto se
tendría que aceptar que cumplida la fecha establecida en un acuerdo de la Sala
Administrativa, correspondería a las secretarías de juzgados y Tribunales
devolver los procesos a las oficinas de origen y esperar un nuevo acto
administrativo para que se dispusiera el retorno de las diligencias al despacho de
descongestión, teniendo como resultado de un plan dirigido a la celeridad y
eficacia de la justicia pura tramitología insustancial destinada a generar mayor
congestión y tardanza en la solución definitiva de los procesos.
Con razón registra el Procurador Delegado para la Casación Penal que tampoco
se observa que la situación fáctica descrita haya tenido la trascendencia procesal
y sustantiva, de donde desprende la inexistencia de mérito alguno para anular la
actuación cumplida, porque para proceder a la declaratoria de nulidad tiene que
demostrarse la existencia de un perjuicio, y nunca podrá constituir agravio que
un proceso se resuelva con la mayor prontitud posible por medio de jueces de
descongestión.
258
se utilizó el negocio jurídico como medio de engaño para esquilmar los intereses
económicos de una parte y el correspondiente provecho ilícito para la otra.
259
marco de un secuencia de actos que conforman una sola conducta (el negocio
jurídico), con una sola finalidad (la venta del bien) y un solo valor (la
transferencia del derecho de dominio a través del contrato). Si en cualquiera de
esos pasos se calla frente a elementos esenciales que impedirían o dificultarían el
negocio jurídico, o que de conocerse por la parte contratante la llevarían a no
contratar, lo menos que se puede decir es que el consentimiento nace viciado, o
que no genera obligaciones desde el punto de vista contractual. Mas ocurre que
la sanción de esos actos no termina allí, pues cuando esa maniobra se constituye
en un engaño dirigido a ocasionar error en la víctima, surge el delito de estafa, en
tanto con ello se defrauda patrimonialmente al sujeto pasivo y al tiempo se
genera un provecho ilícito para el actor. Claro, porque las consecuencias
jurídicas no se quedan en el ámbito restringido de los contratantes, sino que
trascienden al interés general que exige transparencia y buena fe en los negocios
jurídicos, que de no acatarse paralizarían el tráfico comercial.
Ello explica el por qué la falta de información con respecto a los gravámenes,
tanto en la promesa de compraventa como en la escritura pública, se expresa
como un momento de la conducta destinada a inducir en error al cliente, mas no
como un "no hacer", razón por la cual no tiene motivo el recurrente para a partir
de ese solo supuesto, que hábilmente aísla, censurar el juicio del Tribunal por
haber equiparado la omisión a la acción, doliéndose en consecuencia de que no
se hubiesen aplicado las reglas que regulan la omisión y las posiciones de
garantía (artículos 9 y 25 del código penal), cuando en verdad ello no era
necesario .
El legislador de 2000 fijó las penas para la estafa "en prisión de dos (2) a ocho (8)
años y multa de cincuenta (50) a mil (1.000) salarios mínimos legales mensuales
vigentes" (Ley 599 de 2000, artículo 246), autorizando un incremento en la
sanción en las mismas proporciones señaladas en el estatuto de 1980 cuando la
conducta se cometa "sobre una cosa cuyo valor fuere superior a cien (100)
salarios mínimos legales mensuales vigentes" (Ibídem, artículo 267.1).
260
El juez de primera instancia determinó que la pena a imponer a la procesada
debía ser fijada en el extremo mínimo de la codificación de 2000, y lo estableció
entre 32 y 60 meses, para finalmente decretarle prisión de 55 meses.
08/10/2008
261
ESTAFA-Elementos/ VIOLACION INDIRECTA DE LA LEY SUSTANCIAL-Error de
hecho: Trascendencia/ ESTAFA-Artificio, ardid o engaño: Se debe analizar el
nivel educativo, experiencia etc. de la víctima
02/12/2008
262
Corte competencia para investigar y juzgar a los miembros del Congreso de la
República, calidad que actualmente ostenta la doctora (.....), según indican las
constancias expedidas por la Secretaría General de la Cámara de Representantes
(2).
3.Los elementos constitutivos de esta infracción, tiene dicho la Sala(7) son (i) el
provecho económico ilícito; (ii) el empleo de artificios o engaños por el actor sobre
la víctima; (iii) que el error en la víctima se origine en las argucias desplegadas
por el actor y, (iv) que por virtud de ese error el agente obtenga un provecho
económico para sí o para un tercero en forma correlativa al perjuicio ajeno.
4.La Corte no puede avalar esta tesis, en tanto la actuación cumplida ante la
FAC por la Congresista concreta un supuesto típico autónomo, la Falsedad
ideológica en documento público, conducta cuyo aspecto fáctico, así como su
connotación jurídico penal es plenamente diferenciable de la Estafa, con la cual
puede concurrir real y efectivamente, como ha tenido oportunidad de precisarlo
esta Sala en su reiterada jurisprudencia(8) , al desechar en situaciones similares
la posibilidad del concurso aparente de tipos.
(9)
263
sus manifestaciones oficiales, en tanto fueron creados faltando a ella, con lo cual
se vulnera el bien jurídico de la fe pública entendida como la confianza que
despiertan en la colectividad los documentos públicos como medio idóneo para
acreditar la relación jurídica consignada en ellos, estructurándose, entonces la
antijuridicidad material de la conducta.
264
Congresista se le procesaría por Ley 600, sin tener en cuenta el mencionado
aumento. Esa distinción inexplicable y absurda, se basaría únicamente en
aspectos de trámite, de simple procedimiento, en últimas, de mecánica
investigativa.
_______________________________________________
1.Ley 600 de 2000
2.Fl. 145 c. 1 La Secretaría General de la Cámara de Representantes certificó su elección para el
período constitucional 2006 - 2010 y su posesión en el cargo el 20 de julio de 2006
3.Artículo 135 N° 6° Constitución Política
4. Artículo 180 N° 2 Constitución Política
5. Por la cual se expide el Reglamento del Congreso, el Senado y la Cámara de Representantes.
6.Artículo 283 N° 6 y 8 Ley 5ª de 1992. El examen de constitucionalidad de esta norma, a través
de la Sentencia C-497 de noviembre 3 de 1994, señaló: "Si la filosofía de las incompatibilidades
radica, como se deja dicho, en la necesidad de impedir que la investidura congresional sea
utilizada para beneficio puramente privado, los numerales atacados no desconocen el principio
que las sustenta, desde el momento en que, por estar referidos a aspiraciones de naturaleza
colectiva y al bien público, excluyen de plano todo asomo de interés personal".
7.Cfr. Sentencia de 8 de junio de 2006, rad. 24729
8.Cfr. Sent. 03/09/06 Rad. 23755; Sent. 21/07/04 Rad. 18762; Sent. 20/06/01 Rad. 16414;
Sent. 22/11/95 Rad. 8904; Sent. 23/04/85 GJ Tomo CLXXXI Nu.2420 de 1985, pags. 179; Sent.
13/06/84, entre otras.
9.Rad. 16160 Sentencia de 24/04/03
________________________________________________
265
NOTAS ACLARATORIAS : PROVIDENCIA - EN RESERVA
ALFREDO GOMEZ QUINTERO - Salvamento
Parcial de Voto
AUGUSTO JOSE IBAÑEZ GUZMAN - Salvamento
Parcial de Voto
JOSE LEONIDAS BUSTOS MARTINEZ -
Salvamento Parcial de Voto
MARIA DEL ROSARIO GONZALEZ DE LEMOS -
Salvamento Parcial de Voto
16/12/2008
El abuso del cargo se presenta en los eventos en los cuales el servidor público se
vale del mismo para obtener ventaja patrimonio o de otra índole, de manera
indebida.
266
3. Tipo penal para cuya configuración requiere la presencia de los siguientes
elementos:
Puede ocurrir que suceda en cadena en los casos en los cuales la conexión no es
directa con el funcionario que debe adoptar la decisión, sino con otro que influye
en él con la condición de que quien busca la intermediación de un servidor
público para que interponga sus buenos oficios ante el servidor público que está
conociendo o a de conocer del asunto en cuya solución o definición está
interesado, ostenta a su vez la condición de servidor público y conocimiento en la
participación delictiva.
Los artículos 246 y 247-3 de la ley 599 de 2000 tipifican como modalidad de
estafa agravada la obtención de provecho ilícito para sí o para un tercero, con
perjuicio ajeno, de quien induce o mantiene a otro en error por medio de artificios
o engaños, invocando influencias reales o simuladas con el pretexto o con el fin
de obtener de un servidor público un beneficio en asunto que éste se encuentre
conociendo o haya de conocer. Descripción que recogió en gran parte la
redacción del anterior artículo 147 de la ley 100 de 1987, que consagraba el
delito de tráfico de influencias para obtener favor de servidor público.
267
"La nueva codificación limitó la conducta punible a la utilización indebida por
parte del servidor público de influencias derivadas del ejercicio del cargo o de la
función, en su provecho o de un tercero, para la obtención de algún beneficio de
otro servidor público en un asunto del que esté conociendo o haya de conocer, lo
cual traduce, consiguientemente, que se dejó de considerar como atentatorio de
la administración pública la invocación de influencias reales o simuladas por
cualquier persona -servidor público o no-, cuando se utilicen como ardid o
engaño para inducir o mantener a otro en error y obtener, para sí o para un
tercero, aprovechamiento económico ilícito.
04/02/2009
268
agravios inferidos a los sujetos procesales y unificar la jurisprudencia, tal como
lo establece el artículo 206 de la ley 600 de 2000, Código de Procedimiento Penal
vigente para este asunto.
269
procedimiento formal de verificación, a raíz de lo cual se desencadenó la
celebración de un negocio jurídico con una persona jurídica inexistente.
Adicionalmente, no puede ser motivo de reproche que Miguel Ángel Licero del
Risco haya sostenido que adelantó la negociación con PAULO FERNANDO
SASTOQUE NESTLER suponiendo la buena fe de esta persona, tal como lo
afirmó en la diligencia de 2 de septiembre de 2003(4) , toda vez que, en palabras
de la Corte Constitucional, el principio consagrado en el artículo 83 de la Carta
Política implica en materia contractual la obligación para las partes involucradas
270
de proceder con honestidad, lealtad y moralidad, así como la de actuar "bajo los
parámetros de la recta disposición de la razón dirigida al cumplimiento fiel de las
obligaciones derivadas del acto" (5).
Esto último justifica que Química Nalco S. A. exigiera dentro de las relaciones
comerciales sostenidas con personas jurídicas prueba de la existencia y
representación legal de las mismas, sin perjuicio de que la conducta mendaz del
procesado, mediante la cual se ganó la confianza del distribuidor y procuró el
cumplimiento de un negocio sin el cumplimiento del requisito formal, haya sido
lo suficientemente hábil para concluir que, desde un punto de vista objetivo, le
sea imputable la realización típica del delito de estafa, al crear un riesgo
jurídicamente desaprobado que se materializó en el incremento patrimonial
obtenido a su favor.
Este elemento subjetivo del tipo no puede confundirse con el dolo, que, como
tantas veces lo ha precisado la Sala, se refiere al conocimiento y voluntad de
realizar las circunstancias que integran el llamado tipo objetivo.
La intención de provecho ilícito es un estado de ánimo que va más allá del puro
saber y querer la realización de los elementos del tipo objetivo y, generalmente, se
pone de manifiesto mediante la forma en que éste es obtenido. Según la doctrina:
271
enriquecimiento antijurídico. La estafa no es por tanto un caso de perjuicio
patrimonial artero, sino un delito de enriquecimiento" (8).
"Generalizando, puede decirse que elementos subjetivos del tipo (o del injusto)
son todos aquellos requisitos de carácter subjetivo distintos al dolo que el tipo
exige, además de éste, para su configuración" (9).
_________________________________________________
1. Cf., entre otras, sentencia de 28 de septiembre de 2006, radicación 22041.
2. Sentencia de 30 de noviembre de 2006, radicación 21902.
3. Sentencia de 10 de junio de 2006, radicación 28693.
4. Folio 152 ibídem.
5. Corte Constitucional, sentencia C-865 de 2004.
6. Cf. sentencia de 21 de julio de 2004, radicación 18762.
7. Welzel, Hans, Derecho penal alemán. Parte general, Editorial Jurídica de Chile, Santiago,
1971, pág. 113.
8. Roxin, Claus, Derecho penal. Parte general. Tomo I. Fundamentos. La estructura de la teoría
del delito, Civitas, Madrid, 1997, § 12, 13.
9. Mir Puig, Santiago, Derecho penal. Parte general, B de F, Buenos Aires, 2005, pág. 280.
04/03/2009
1. Siendo claro que dentro del contexto normativo de la Ley 906 de 2004 la
inadmisión de una demanda de casación puede sustentarse en principio en tres
aspectos esenciales: por carecer el demandante de interés para acceder al
recurso; por ser la demanda infundada, es decir que su fundamentación no
evidencia una eventual violación de garantías; y por último, cuando de su estudio
se descarte la posibilidad de desarrollar en la sentencia alguno de los fines de la
casación y que en ese orden el artículo 184, inciso 2º ídem, autoriza a la Corte
para no seleccionar, en auto debidamente motivado, las demandas de casación
"si el demandante carece de interés, prescinde de señalar la causal, no desarrolla
los cargos de sustentación o cuando de su contexto se advierta fundadamente
que no se precisa del fallo para cumplir algunas de las finalidades del recurso".
272
1.2. Indicación de la causal de casación a través de la cual se evidencie dicha
afectación, observándose desde luego los parámetros técnicos, lógicos y de
argumentación propios del motivo casacional invocado.
3. Si se omitió esa condición legal exigida para incoar la acción penal se habría
incurrido en una vulneración a una forma del debido proceso y en esa medida el
remedio sólo podría ser la nulidad parcial respecto del delito de estafa
-concurrente con uno de fraude procesal objeto finalmente de absolución-
alegable exclusivamente por vía de la causal segunda de casación.
5. En este caso se aduce violación directa de la norma que recoge el principio del
in dubio pro reo, luego al censor concernía demostrar que el juzgador a pesar de
que reconoció dicho apotegma no lo declaró en la parte resolutiva del fallo y
consecuentemente condenó.
273
incidiría acaso en las formas del debido proceso o en la indemnización, pero en
manera alguna en la declaración de condena que se sustentó por el juzgador en
la demostración de que efectivamente se había obtenido un provecho ilícito como
verbo rector del punible y se había causado un consecuente detrimento
patrimonial a la víctima, todo ello a través del despliegue de artificios o engaños
que indujeron a ésta en error.
a- El mecanismo sólo puede ser promovido por el demandante dentro de los cinco
(5) días siguientes a la notificación de esta providencia o provocado oficiosamente
dentro del mismo lapso por alguno de los Delegados del Ministerio Público para
la Casación Penal -en tanto no sean recurrentes- el Magistrado disidente o el
Magistrado que no haya participado en los debates o suscrito la inadmisión.
Auto Casación
FECHA : 04/03/2009
DECISION : Inadmite demanda
DELITOS : Estafa
PROCESO : 30083
PUBLICADA : No
01/04/2009
(.........)
274
Teniendo en cuenta que un abogado puede intervenir como mandatario de
cualquier persona en un trámite administrativo o judicial previo otorgamiento de
un poder, diáfano resulta concluir que el procesado carecía de toda legitimidad
para proclamarse como representante judicial de 48 extrabajadores de Puertos de
Colombia. En tales circunstancias la intervención como apoderado de quien se
proclama como tal a partir de un documento falso, materialmente no está
facultado en los términos del derecho de postulación, resulta per se engañosa.
(......)
(.........)
275
Como del análisis riguroso de la actuación del procesado se tiene que
Foncolpuertos se desprendió de dineros de su propiedad como consecuencia de
su distorsionada comprensión de la realidad -en tanto creía estar pagando una
obligación jurídicamente exigible por la persona que reclamaba-, y a esa
situación llegó a causa del engaño que le aplicó y bajo el cual la mantuvo (........),
quien actuaba con el propósito de obtener un provecho ilícito, resulta diáfano el
error invocado imponiéndose la prosperidad del cargo.
_________________________________________________
(1). La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, ha proferido sentencias y autos de
casación, y como juez de primera y segunda instancia por hechos referidos a la defraudación de
Foncolpuertos por delitos de peculado, prevaricato, fraude procesal, estafa, falsedad, concierto
para delinquir y otros punibles, así: 07/11/2001, radicación 18882; 12/05/2000, radicación
16863; 25/09/2001, radicación 18021; 28/11/2002, radicación 17022; 16/12/2002, radicación
19095; 21/01/2003, radicación 19489; 06/03/2003, radicación 18021; 23/04/2003, radicación
18021; 27/05/2003, radicación 18666; 26/11/2003, radicación 19630; 09/02/2005, radicación
23153; 04/05/2005, radicación 23550; 15/11/2005, radicación 24466; 26/01/2006, radicación
20647; 18/05/2006, radicación 23350; 01/06/2006, radicación 21428; 16/06/2006, radicación
24746; 16/06/2006, radicación 24145; 16/06/2006, radicación 23954; 22/06/2006, radicación
24379; 29/06/2006, radicación 23350; 13/07/2006, radicación 25159; 13/07/2006, radicación
25617; 27/07/2006, radicación 25615; 12/09/2006, radicación 25362; 26/09/2006, radicación
26072; 05/10/2006, radicación 25290; 12/10/2006, radicación 26046; 19/10/2006, radicación
26221; 19/10/2006, radicación 25804; 09/11/2006, radicación 26198; 20/11/2006, radicación
25615; 23/11/2006, radicación 26300; 23/11/2006, radicación 26091; 01/02/2007 radicación
26198; 28/02/2007, radicación 23564; 28/02/2007, radicación 25475; 07/03/2007, radicación
23979; 21/03/2007, radicación 26695; 27/03/2007, radicación 27124; 09/04/2007, radicación
27124; 11/04/2007, radicación 25612; 20/04/2007, radicación 27124; 27/04/2007, radicación
27124; 03/05/2007, radicación 27124; 06/06/2007, radicación 25661; 27/06/2007, radicación
27393; 01/08/2007, radicación 27598; 01/08/2007, radicación 25263; 15/08/2007, radicación
25800; 06/09/2007, radicación 27092; 28/11/2007, radicación 24905; 28/11/2007, radicación
27225; 30/01/2008, radicación 25043; 20/02/2008, radicación 27425; 29/02/2008, radicación
29222; 06/03/2008, radicación 29317, entre otros asuntos.
(2). Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de casación, 27 de octubre de
2004, radicación 20926.
276
1. La Sala, de tiempo atrás, ha sostenido que la casación es un recurso de
ámbito restringido en el que la pretensión de examinar la legalidad y
constitucionalidad del fallo que se impugna no puede limitarse a un escrito de
libre formulación, sino que debe apoyarse en un contenido mínimo de claridad y
coherencia que permita entender el vicio o los vicios que se denuncian, así como
la identificación de sus consecuencias.
4. Criterio adoptado por la Sala a partir del fallo C-228 de 2002 proferido por la
Corte Constitucional (que fue dejado completamente de lado por el recurrente),
en el sentido de que "la participación de la parte civil en el proceso penal no se
orienta exclusivamente en la búsqueda de una reparación económica, sino
también para hacer efectivos sus derechos a la verdad y a la justicia"(1)
277
adecuadamente elegido se le asigna un sentido o un efecto contrario a su
contenido (interpretación errónea).
278
10. La Sala ha insistido en que al demandante le asiste la carga procesal de
precisar la clase de yerro que invoca, así como la de demostrar en el caso
concreto su concurrencia, que puede obedecer a tres modalidades:
(......)
279
probatorio y no la concreta afirmación objeto de análisis, que fue lo que hizo el
demandante en los respectivos reproches con el fin de sustentar tergiversaciones
en la motivación.
06/05/2009
280
Así también lo reconocen instrumentos internacionales ratificados por Colombia,
a saber: el literal a) del numeral 3º del artículo 14 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos de Nueva York (Ley 74 de 1968) y el literal b) del
numeral 2º del artículo 8º de la Convención Americana de San José de Costa
Rica (Ley 16 de 1972),
El Tribunal ha resaltado que las decisiones que adopten los órganos internos que
puedan afectar derechos humanos deben estar debidamente fundamentadas,
pues de lo contrario serían decisiones arbitrarias. En este sentido, la
argumentación de un fallo debe mostrar que han sido debidamente tomados en
cuenta los alegatos de las partes y que el conjunto de pruebas ha sido analizado.
Asimismo, la motivación demuestra a las partes que éstas han sido oídas y, en
aquellos casos en que las decisiones son recurribles, les proporciona la
posibilidad de criticar la resolución y lograr un nuevo examen de la cuestión ante
las instancias superiores.
Por todo ello, el deber de motivación es una de las "debidas garantías" incluidas
en el artículo 8.1 para salvaguardar el derecho a un debido proceso".(1)
281
2. Cuando se advierta que las decisiones judiciales adolecen de defectos en su
motivación se considerarán vulneradoras del debido proceso que necesariamente
imponen corrección. Esta Sala, de manera reiterada, ha identificado los
siguientes yerros de esa naturaleza en los que pueden incurrir los funcionarios:
(........)
(.......)
282
5. Con esa intelección el actor desconoce, como lo pone de presente el señor
Procurador, que se puede inducir en error a un servidor público para obtener
sentencia, resolución o acto administrativo contrario a la ley, utilizando medios
lícitos, pues lo que realmente importa es su idoneidad para producir engaño, esto
es, por "contar con la aptitud o la fuerza necesaria para incidir en el razonar del
sujeto pasivo de la conducta, hasta el punto de sustraerle a una verdad
específica, para introyectarle, en su defecto, una convicción distante de la
realidad".(5)
No advierte el censor que estos medios lícitos pueden usarse con fines protervos
cuando se han obtenido mediante engaño, coacción, amenaza, u otras formas
similares, lo que los hace auténticos solamente desde el punto de vista formal,
por cumplir en apariencia con requisitos legales, pero que en el fondo contienen
un derecho ilegítimo que el Derecho debe repudiar.
6. Significa lo anterior, sin duda, que la víctima desplegó todos los mecanismos
de defensa que tenía a su alcance para conjurar un eventual timo y situación
bien diferente es que, a pesar de ello, se lo indujo en error, sin que nada pudiera
hacer para resistirse, no sólo porque en virtud del referido principio de confianza
no existían razones de peso para dudar de la información suministrada por los
funcionarios del banco, sino porque tampoco se advierte que racionalmente haya
contado con más mecanismos para evitar caer en error.
Por otro lado, el supuesto deber de autotutela referido por el casacionista para
sustentar su pretensión, esto es, no haber hecho nada para cancelar la hipoteca
luego de sufragado su valor, se evidencia inoportuno para resistirse a los
artificios y engaños, cuando ya se lo había inducido en error y ya había asumido
las obligaciones económicas generadas del contrato.
______________________________________________________________
(1). Caso Apitz Barbera y otros ("Corte Primera de lo Contencioso Administrativo") vs. Venezuela,
sentencia de fecha agosto 5 de 2008. En el mismo sentido, Cfr. Caso Chaparro Álvarez y Lapo
Íñiguez vs. Ecuador, Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia de 21 de
noviembre de 2007.
(2). Sentencia de fecha 28 de septiembre de 2006, rad. 22041.
(3). Corte Constitucional, sentencia C-1062 del 11 de noviembre de 2003.
(4). Sentencia de fecha septiembre 28 de 2006, rad. 22041.
(5). Sentencia de fecha agosto 17 de 2005, rad. 19391. En el mismo sentido, entre otras,
decisiones del 29 de abril de 1998, rad. 13426 y del 19 de mayo de 2004, rad. 18367.
283
2. Es cierto que la Sala ha expresado reiteradamente que "la estafa se consuma
en el lugar donde se obtiene el provecho patrimonial como consecuencia de la
inducción en error",(1) pero ello no excluye la posibilidad de que por razón de la
naturaleza de la conducta, que conlleva la ejecución de actos encaminados a
inducir en error a la víctima para que ésta se despoje de bienes de su patrimonio,
no por expresión de su libre voluntad, sino de su distorsionada comprensión de
la realidad, situación a la que se llega a través del ardid, el engaño, las palabras
o los hechos fingidos, actos ejecutivos que pueden darse en varios momentos y
lugares, lo cual abre la posibilidad de que opere la competencia a prevención.
Esa competencia a prevención, recuerda la Sala, parte por reconocer que tanto
uno como otro funcionario radicados en territorio diferente, pueden conocer del
caso de acuerdo con los criterios que para tal efecto define el artículo 83 de la
Ley 600 de 2000.
(.......)
Se tiene entonces que para definir la autoridad que debe seguir conociendo de
este asunto, se puede acudir a los criterios definidos en la norma transcrita, para
lo cual cabe señalar que en el presente caso la denuncia se formuló en la ciudad
de Bogotá, sitio en el cual se avocó la investigación y se tramitó en su integridad
el juicio, restando sólo el proferimiento de la sentencia.
_____________________________________________________
(1). Ver, entre otros, auto del 16/12/199, radicado No. 16.565
10/06/2009
284
1. De conformidad con lo dispuesto en la Constitución Política, artículo 235-3, la
Sala es competente para adoptar la decisión que en derecho corresponda, pues a
pesar de que la conducta investigada fue cometida en su condición de alcalde
Municipal de Villamaría, el doctor (......) ostenta actualmente la calidad de
Representante a la Cámara por la circunscripción electoral de Caldas.
285
"1. Copia del certificado de libertad y tradición del inmueble o inmuebles objeto
de la solicitud, cuya fecha de expedición no sea anterior en más de tres (3) meses
a la fecha de la solicitud.
2. Si el solicitante de la licencia fuera una persona jurídica, deberá acreditarse la
existencia y representación de la misma mediante el documento legal idóneo.
3. Copia del recibo de pago del último ejercicio fiscal del impuesto predial del
inmueble o inmuebles objeto de la solicitud donde figure la nomenclatura
alfanumérica del predio.
4. Plano de localización e identificación del predio o predios objeto de la solicitud.
5. La relación de la dirección de los vecinos del predio o predios objeto de la
solicitud y si fuere posible el nombre de ellos. Se entiende por vecinos las
personas titulares de derechos reales, poseedoras o tenedoras de los inmuebles
colindantes con el predio o predios sobre los cuales se solicita la licencia de
urbanismo o construcción o alguna de sus modalidades.
6. La constancia de pago de la plusvalía si el inmueble o inmuebles objeto de la
solicitud se encontrara afectado por ese beneficio.
7. La manifestación de si el proyecto sometido a consideración se destinará o no
a vivienda de interés social, de lo cual se dejará constancia en el acto que
resuelva la licencia".
"1. Tres (3) copias heliográficas del proyecto urbanístico debidamente firmados
por un arquitecto, ....
2. Certificación expedida por la autoridad o autoridades municipal o distrital
competente, acerca de la disponibilidad de servicios públicos en el predio o
predios objeto de la licencia, dentro del término de vigencia de la licencia".
"a) Tres (3) juegos de la memoria de los cálculos estructurales, de los diseños
estructurales, de las memorias de otros diseños no estructurales y de los
estudios geotécnicos y de suelos que sirvan para determinar la estabilidad de la
obra, ...
A partir del Decreto Ley 078 de 1987, se asignaron a las entidades territoriales
las funciones de otorgamiento de permisos para desarrollar las actividades de
enajenación de inmuebles destinados a vivienda, para el desarrollo de los planes
y programas de vivienda realizados por el sistema de autoconstrucción y de las
actividades de enajenación de las soluciones de vivienda resultantes de los
mismos.
286
Por tanto, para anunciar y/o desarrollar las actividades de enajenación de
inmuebles, también deben cumplirse los requisitos previstos en la Ley 388 de
1997, artículo 120, según el cual deben radicarse, acompañados de los planos y
presupuestos financieros respectivos, los siguientes documentos:
A los municipios también les fue atribuida la función de otorgar permisos para
desarrollar planes y programas de autoconstrucción, así como para anunciar y
enajenar las unidades de vivienda resultantes de los mismos, previo el lleno de
los requisitos legales(4) establecidos por la Superintendencia de Sociedades en la
Resolución No. 044 de 1990, artículo 3, así:
287
3. Costo de honorarios, diseño y asesorías
4. Ingresos por cuotas de afiliación y de vivienda, y su forma de pago.
5. Inversión de los recursos que se capten.
7. El delito de urbanización ilegal fue adicionado por la Ley 308 de 1996, artículo
2, como artículo 367A del Decreto Ley 100 de 1980, en los siguientes términos:
288
Además, el artículo 372 ibídem, consignó como circunstancia genérica de
agravación punitiva, que el hecho se cometa sobre cosa cuyo valor fuere superior
a cien mil pesos, o que siendo inferior, haya ocasionado grave daño a la víctima,
atendida su situación económica y para éstos eventos dispuso un aumento de
pena de una tercera parte a la mitad.
El ilícito de urbanización ilegal fue descrito de la misma manera por la Ley 599
de 2000, artículo 318 y conservó la pena de prisión entre tres (3) y siete (7) años;
sin embargo, fijó hasta en cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales
mensuales vigentes la pena de multa y no consagró la circunstancia genérica de
agravación punitiva en razón del valor o el perjuicio causado a la víctima.
Esta causal merece especial atención, dado que el aquí procesado fue capturado
el 12 de mayo del presente año y el día 18 del mismo mes le fue impuesta por la
Sala una medida de aseguramiento de detención preventiva en el proceso que por
el delito de concierto para delinquir agravado, en la modalidad de promocionar y
financiar grupos armados al margen de la ley -paramilitares- se adelanta en su
contra, bajo el radicado No. 30704.
289
En relación con el principio de favorabilidad, la Sala ha sostenido:
"el carácter benéfico de la norma debe ir más allá del examen destinado a
establecer la procedencia de la medida de aseguramiento o la revocatoria de la
que se hubiere impuesto por virtud de los artículos 354-1, 355 y 356 de la Ley
600 de 2000, para analizar directamente si resulta procedente resolver o no
situación jurídica, ya que en ese específico acto procesal es cuando el funcionario
decide si impone la medida cautelar.
De igual manera se afirmó que no era posible imponer alguna de las medidas de
aseguramiento no privativas de la libertad consagrada en el artículo 307, literal B
de la Ley 906 de 2004, dado que las mismas no existían para la fecha de
comisión del ilícito.(9)
290
(6). Esta Sala resolvió la antinomia surgida entre los artículos 313 y 315 de la Ley 906 de 2004,
considerando que sólo habría lugar a imponer medida de aseguramiento de detención preventiva
en relación con los delitos cuya pena privativa de la libertad exceda de cuatro (4) años.
(7). C. S. de J. Sala de Casación Penal, Sentencia de 9 de febrero de 2006, radicado 23700. en el
mismo sentido se ha pronunciado el 23 de mayo de 2006, radicado No. 25300 y el 15 de mayo de
2008, radicado 26831.
(8). C. S. de Justicia. Sala de Casación Penal. Auto de 20 junio de 2007, Radicado 19528
(9). Auto del 20 de octubre de 2005. Radicado 24152
17/06/2009
291
En ese orden de ideas, tanto los cinco (5) años establecidos en el Art. 84 del C.
Penal de 1980 -normatividad vigente en la fecha de los hechos-, como los
señalados en el Art. 85 de la Ley 599 de 2000 para que operara la prescripción de
la acción penal, se cumplieron el 25 de noviembre de 2008, valga decir, un día
antes de la fecha en que se concedió el recurso extraordinario de casación -Fl. 24
del c. del Tribunal-, y por lo tanto antes de la remisión de las diligencias a esta
Corporación para la prosecución del trámite pertinente.
Por lo tanto, sólo cuando la nueva calificación le resulta más grave al procesado
que la de la acusación, o siendo más benéfica altera el núcleo fáctico de la
acusación o implica cambio de la competencia y ésta no se puede prorrogar, el
cargo de error en la denominación jurídica debe fundamentarse en la causal
tercera de casación.
292
considerar que en la alegación de una nulidad por violación al principio de
investigación integral que rige en la sistemática del Código de Procedimiento
Penal de 2000, debe demostrarse, argumentativamente, la entidad
desestabilizadora y limitante en exceso de los vacíos probatorios que se aducen
generados en el trámite del proceso.
No basta, pues, que no se haya practicado una prueba, ni que ésta fuera
conducente, pues la trascendencia de un tal vicio no deriva de la prueba en sí
misma considerada, sino de la confrontación lógica de las que sí fueron tenidas
en cuenta por el sentenciador como soporte del fallo, para, a partir de su
contraste, evidenciar que las extrañadas, de haberse practicado, derrumbarían
la decisión, erigiéndose entonces como único remedio procesal la invalidación de
la actuación censurada a fin de que esos elementos que se echan de menos
puedan ser tenidos en cuenta en el proceso.(1)
293
7. No puede dejarse de lado en el análisis de un cargo de nulidad por falta de
motivación de la sentencia, la verificación de la trascendencia del yerro, es decir,
la causación de un perjuicio y, la posibilidad de éxito de los argumentos omitidos
en el análisis del fallador, con menoscabo de la legalidad del proceso, aspecto que
para nada asume el demandante.
En virtud del carácter rogado del recurso extraordinario de casación, es carga del
demandante destronar la doble presunción de acierto y legalidad que unge a los
fallos de las instancias, mediante la formulación del cargo conforme a
determinadas pautas que han sido fijadas por la jurisprudencia, según haya sido
la causal de casación seleccionada para emprender el ataque.
Por ello, el mérito que le merezcan las pruebas a los juzgadores no admite la
existencia de un error demandable en casación, salvo que se demuestre el
desconocimiento de los postulados de la sana crítica. Lo demás, como aquí se
presenta, no es más que una disparidad de opinión que se pretende enfrentar a
la sentencia del Tribunal, lo cual no es admisible en esta sede extraordinaria.
Desde esa perspectiva y teniendo en cuenta que el artículo 237 del Código de
Procedimiento Penal consagra el principio de libertad probatoria en aspectos
tales como, precisamente, los que aluden a los elementos constitutivos del hecho,
sin perjuicio de la existencia de pruebas preferentes pero no excluyentes, ningún
error objetivo se evidencia en el hecho de que para acreditar la falsedad del
contenido del documento cuestionado, el juzgador haya acudido al testimonio de
la propia denunciante, como se denuncia en el libelo.
294
10 meses de prisión que de antaño se le aumentaron por dicho concepto,
quedando una pena de 26 meses de prisión por el delito de estafa agravada,
monto al cual se reducirán las sanciones accesorias de inhabilitación en el
ejercicio de derechos y funciones públicas y la suspensión en el ejercicio de la
profesión de abogado.
___________________________________________________________
(1). Sentencia de casación del 25 de agosto de 2004, radicado No. 21.313.
(2). Sentencia del 21 de febrero de 2007, radicado No. 25.799
27/07/2009
29/07/2009
295
ejercicio del contradictorio. Los demandantes, por tanto, no tienen una
posibilidad adicional de intervención dentro de los 15 días de los no recurrentes.
Así las cosas, si al menos uno de los delitos imputados en el asunto examinado
sucedió en 1999 y si para ese momento el acceso a la casación común estaba
condicionado a que el delito materia de la sentencia tuviese pena privativa de la
libertad máxima de 6 años o más, la circunstancia de clasificar la falsedad en
documento privado entre esas conductas, deriva en la procedencia del recurso en
el presente caso por la vía ordinaria, inclusive para los delitos concursales
marginales al requisito, según lo definió la Corte a partir del auto del 18 de
noviembre de 2004, dictado en el caso de casación 22.693.
"Eso implica -se agregó- que los sujetos y más específicamente los procesados,
vinculados como se encuentran en un mismo asunto, esto es, normalmente
concurriendo en una conexidad subjetiva, deben someterse -en aras del principio
de igualdad derivado no de su delincuencia sino del proceso en sí- a idénticas
cargas y deberes procesales, de modo que en tratándose del recurso
extraordinario de casación no se entendería que a aquellos a quienes se imputa
un ilícito de menor punibilidad les sea exigible una mayor carga y una menor a
quienes se acusa o condena por delitos de mayor sanción".
296
"Así, en este caso de sostenerse el criterio hasta ahora expuesto por la Sala y
para efectos de la demanda de casación se estaría exigiendo al condenado por el
delito de peculado culposo la reunión de más requisitos de los que se exigirían a
los demás sindicados que sentenciados por delitos dolosos conllevaron una
sanción superior a la impuesta al primero, lo que implica indudablemente una
afectación al principio de igualdad en tanto investigados y juzgados todos los
acusados en un mismo asunto se le estarían imponiendo cargas diferentes y
mayores a quien ejecutó un delito de punibilidad cuyo máximo es inferior a 8
años (6 para este caso) y menores a quien cometió uno cuya sanción excede
dicho límite.
"Por tanto, observada la conexidad en función del proceso y no del sujeto activo
del delito, la casación ordinaria resulta procedente en tanto su objeto lo
constituya un ilícito que se sancione con pena máxima que exceda de ocho años
de prisión, independientemente de que siendo juzgados varios punibles éstos se
imputen o no a uno, a varios o a todos los enjuiciados.
"En este asunto los delitos objeto de investigación fueron el de peculado por
apropiación doloso imputado a un procesado en condición de autor y a otro en
calidad de cómplice, así como el de peculado culposo atribuido a un tercer
acusado, lo que -frente al criterio de la Sala que ahora se recoge- llevaría a
sostener que por aquéllos en una inadmisible discriminación sería procedente la
casación ordinaria y por éste sólo la discrecional con las cargas que su
interposición implica.
Así las cosas, en consideración a que uno de los condenados en ésta actuación lo
fue por una conducta punible cuyo máximo de pena privativa de la libertad
alcanzaba el límite fijado en la ley para la procedencia de la casación ordinaria (6
años por regir el asunto el Decreto 2700 de 1991), los declarados responsables
por falso testimonio y fraude procesal (sancionados con prisión de uno a cinco
años -se recuerda-), con apoyo en el precedente jurisprudencial, contaban con
idéntico derecho.
297
de allí surgían en la tarea de fijar el punto de partida para la dosificación de la
sanción.
Ninguna alusión, por último, fue hecha por los juzgadores a las circunstancias
de menor punibilidad. La objeción velada hecha en el primer reproche, en
consecuencia, relativa a hacer valer a favor de (...) la causal de buena conducta
anterior, cuando en su contra se comprobaron otras condenas, carece de
fundamento. Al mismo se le tasó la pena de prisión -como a los restantes
sindicados- dentro del cuarto mínimo por la no concurrencia de agravantes,
aumentándose a la sanción menor prevista en la ley varios meses en virtud de la
ponderación de los aspectos relacionados en el tercer inciso del artículo 61 del
Código Penal de 2000, con apoyo en el cual se hizo esa cuantificación. Los
antecedentes no contaban para ese efecto y en esa medida su mención por parte
del impugnante carece de relevancia, siendo del caso recordar que fue el factor
por el cual el ad quem le revocó la condena condicional y dispuso la ejecución de
la pena privativa de la libertad.
298
corresponde acreditar al demandante una de las tres posibilidades siguientes: la
seleccionada es la correcta pero fue objeto de interpretación errónea; se aplicó
indebidamente pues no era la indicada para resolver el asunto; y, corolario de la
anterior, se excluyó la llamada a definirlo.
Eso le implicaba al censor, por tanto, acreditar ese corolario pues la ruptura de
la unidad procesal, conforme a la ley, por sí misma no origina invalidez de la
actuación.
_____________________
(1) Cfr. Providencias de casación del 27 de mayo de 2003 (radicación 19.812) y del 11 de
noviembre del mismo año (radicación 20.163), precisamente citadas en el memorial que presentó
la parte civil para oponerse a la pretensión del defensor cuando la realizó ante el ad quem.
(2)Cfr. Auto de casación del 16 de febrero de 2005, radicación 23006.
(3)Cfr., por ejemplo, sentencia de casación del 30 de mayo de 2002, radicación 17.604
05/08/2009
299
En efecto, en el caso que ahora estudia la Corporación, el término máximo de la
pena privativa de libertad señalada para el delito de urbanización ilegal es de 7
años de prisión.
300
razonamiento que, por sí mismo, no es idóneo para acreditar un vicio ostensible
y trascendente en el derecho a la defensa técnica.
Por otra parte, que los alegatos de conclusión presentados por la defensora de los
mencionados acusados no satisfagan ahora al casacionista solamente denota,
otra vez, una discrepancia con la gestión profesional, sin que la
Corporación vislumbre que la ejercida por la apoderada en ese momento
procesal constituya un abandono o ejercicio manifiestamente negligente de
la función encomendada.
Ahora bien, los impugnantes reclaman que los defensores de los procesados
debieron recurrir la resolución de situación jurídica, la decisión que dispuso la
remisión de copias para que, por separado, se continuara la investigación por la
conducta punible de urbanización ilegal y que el juzgado debió notificarles
personalmente el traslado del artículo 400 de la Ley 600 de 2000.
Las censuras reseñadas carecen de idoneidad para el fin que se proponen los
demandantes, pues, por una parte, ningún interés asistía a los apoderados
judiciales para objetar la resolución de situación jurídica por un comportamiento
punible -el de estafa- que finalmente fue objeto de reparación integral, lo cual
condujo a la preclusión de investigación por esa conducta. Por otra parte, como
la Corte lo ha precisado a través de su jurisprudencia, la decisión del funcionario
judicial de remitir copias para la investigación de otro comportamiento punible,
no es susceptible de recursos(Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación
Penal, decisión de la Corte de 24 de febrero de 2005 y 20 de mayo de 2003),
como tampoco el traslado de que trata el artículo 400 del Código de
Procedimiento Penal de 2000 es decisión que se deba notificar personalmente a
los sujetos procesales.
5.La vía de censura que escogen los recurrentes le permite a la Corte precisar,
como de tiempo atrás lo ha decantado su jurisprudencia, que la violación directa
de la ley sustancial se relaciona con la equivocación en que incurre el juzgador
de manera inmediata, es decir, sin mediar un yerro en la apreciación de la
prueba, al realizar el juicio de derecho, es decir, al aplicar la normatividad que
corresponde a los hechos materia de juzgamiento.
301
violación directa de la ley sustancial, el libelista no puede discutir la valoración
de la prueba realizada por el sentenciador ni cuestionar la declaración de los
hechos consignada en el fallo, pues toda su actividad debe estar dirigida
exclusivamente a demostrar la equivocación en que incurrió el Tribunal al aplicar
o al inaplicar la normatividad al caso concreto, así como el perjuicio irrogado por
razón del yerro.
Significa lo anterior que sobre el tema que propone el demandante -esto es, lo
relativo al alcance de la conducta promover, integrante de la descripción típica
del punible de urbanización ilegal- no existe necesidad ni motivo alguno para
que, una vez más, la Corte se pronuncie sobre él. Véase además que el fallador
-de manera por demás acertada-, invocó en sus consideraciones el precedente
citado, motivo por el cual la tesis del censor en sentido opuesto al ya fijado por la
Corporación, no es sino su particular interpretación de los hechos y de la norma,
en contravía a la del sentenciador y la jurisprudencia vigente.
302
"Si se analiza el contenido de los tipos penales de estafa previsto en el artículo
356 del Código Penal, y de desarrollo ilegal de actividades relacionadas con
enajenación de inmuebles destinados a vivienda que consagra el artículo 11 de la
ley 66 de 1968 (modificado por 6º del Decreto 2610 de 1979), sin mayor esfuerzo
se concluye que los presupuestos requeridos para que esta última pueda ser
considerada norma especial, residual, o consuntiva no se cumplen, y que se
trata, por el contrario, de figuras delictivas autónomas, totalmente
independientes, que regulan situaciones distintas y tienen, como acertadamente
lo destaca el Procurador Delegado en su concepto, un ámbito de aplicación bien
diferente.
Este último argumento resulta igualmente válido para rechazar la tesis del
concurso aparente de tipos con arreglo al principio de subsidiariedad, pues
también en este supuesto constituye característica fundamental que el bien
jurídico protegido por las normas en conflicto sea el mismo. Aparte de ello, se
tiene que el artículo 11 de la ley 66 de 1968 (modificado por el 6º del Decreto
2710 de 1979) establece expresamente que quienes realicen la conducta allí
descrita quedarán sujetos a la pena de 2 a 6 años de prisión, además de las
sanciones que les corresponda por la comisión de otros delitos contemplados en
el Código Penal, dejando de esta manera en claro que no se trata de un tipo penal
residual, sino autónomo, que puede ser aplicado simultáneamente con otros de
estructura básica o especial, si los hechos resultan ser constitutivos de un
fenómeno concursal."(Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal,
sentencia de 18 de febrero de 2000, Rad: 12820).
303
distintos órdenes de la vida social, así como la situación individual de los
asociados."(Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de 2 de
mayo de 2001, radicación No. 13548).
Por otra parte, tal como la Sala lo precisó en el precedente reseñado, mediante el
cual resolvió -como en el caso presente- sobre el supuesto concurso aparente
entre las conductas punibles de urbanización ilegal y estafa, un argumento en tal
sentido exigía del demandante demostrar de manera fehaciente que el primero de
dichos comportamientos no es más que una modalidad del segundo. Así se
precisó esta exigencia de debida fundamentación que hoy incumple el recurrente:
19/08/2009
304
1. Dado que la demanda presentada por el apoderado de (...) fue declarada desde
el punto de vista formal ajustada a derecho, la Sala estima que no viene al caso
pronunciarse acerca del cumplimiento o no de los requisitos de lógica y debida
argumentación por parte del recurrente, pues a esta altura el procesado adquirió
el derecho a que se le analicen de fondo los problemas jurídicos traídos a
colación en el escrito correspondiente, en armonía con los fines de la casación de
garantizar la efectividad del derecho material, respetar las garantías mínimas de
las personas que intervienen en la actuación, buscar la reparación de los
agravios inferidos a los sujetos procesales y unificar la jurisprudencia, tal como
lo establece el artículo 206 de la ley 600 de 2000, Código de Procedimiento Penal
vigente para este asunto.
305
de valorarse como el "efecto" de una determinada "causa", consistente en el error
provocado por el autor.
6.En lo que a la fijación de los presupuestos a partir de los cuales resulta posible
predicar para efectos de la imputación del tipo objetivo en comento la idoneidad
de la argucia o el artificio empleado, esta Corporación, mediante sentencia de 10
de junio de 2008 , precisó que la configuración típica del elemento en cuestión
depende del estudio de las circunstancias que rodean cada asunto en particular
(y, en especial, de "aspectos tales como el nivel intelectual del sujeto pasivo de la
conducta, su pericia en asuntos de la naturaleza de la cual se trata, sus
experiencias, el medio social en donde se desenvuelve y las herramientas
jurídicas brindadas por el Estado para su protección"(5) ), así como indicó que,
cuando las partes en un contrato se hallan en igualdad de condiciones, es viable
concluir que ninguna está en posición de garante respecto de la otra:
Esto último permite excluir la imputación del tipo objetivo de estafa por
autopuestas en peligro o acciones a propio riesgo en la celebración de negocios
jurídicos, en la medida en que concurran los otros dos requisitos expuestos en
precedencia (supra 2).
306
de conocer la situación generadora del riesgo (como sí habría podido conocerla
ante el simple silencio o ante una mentira no tan elaborada de la contraparte)" .
En este orden de ideas, sólo cuando se reúnen los tres requisitos de las acciones
a propio riesgo (conocimiento del peligro, poder de control sobre su asunción y
ausencia de posición de garante) podrá estudiarse si el sujeto pasivo en los
delitos de estafa activó los mecanismos de protección que le eran exigibles, o en
qué medida contribuyó con su comportamiento no diligente o precavido a la
obtención del resultado previsto en la norma.
(...)
31/08/2009
1.En atención a que los hechos datan desde el 27 de noviembre de 1997, época
para la cual se encontraba vigente el artículo 356 del Decreto-Ley 100 de 1980
que para el delito de estafa preveía una pena máxima de diez (10) años de
prisión, la ley procesal en ese entonces aplicable, esto es, el Decreto 2700 de
1991, indica que la vía apropiada para recurrir en casación es la común.
307
En efecto, ante la aplicación favorable de los requisitos establecidos por la ley
vigente al momento de los hechos, dado que en el artículo 218 del Decreto 2700
de 1991 (modificado por el artículo 35 de la ley 81 de 1993), la casación ordinaria
estaba establecida contra las sentencias proferidas en segunda instancia por los
tribunales superiores de distrito judicial y por el Tribunal Penal Militar cuando se
procedía por delitos que tuvieran señalada pena privativa de la libertad cuyo
máximo fuese igual o superior a seis (6) años, resultan superfluos los
argumentos de la demandante encaminados a motivar la atención de la Corte en
relación con la casación discrecional.
308
vehículo desde el 27 de noviembre de 1997, lo mantuvo oculto y luego lo fue
vendiendo por partes para posteriormente cancelar su matrícula.
16/09/2009
"Es cierto que la Sala ha expresado reiteradamente que "la estafa se consuma en
el lugar donde se obtiene el provecho patrimonial como consecuencia de la
inducción en error"(10) , pero ello no excluye la posibilidad de que por razón de la
naturaleza de la conducta, que conlleva la ejecución de actos encaminados a
inducir en error a la víctima para que ésta se despoje de bienes de su patrimonio,
no por expresión de su libre voluntad, sino de su distorsionada comprensión de
la realidad, situación a la que se llega a través del ardid, el engaño, las palabras
o los hechos fingidos, actos ejecutivos que pueden darse en varios momentos y
lugares, lo cual abre la posibilidad de que opere la competencia a prevención".
309
debemos concluir que estos [los hechos] se efectuaron simultáneamente en dos
(2) municipios"(11) .
310
30/09/2009
14/10/2009
311
jurídico que no tiene, asignándole efectos distintos o contrarios a los que le
corresponden, o que no causa.
La diferencia de las dos primeras especies de error directo, con el último, estriba
en que mientras en la falta de aplicación y la aplicación indebida subyace un
error en la selección del precepto, en la interpretación errónea el yerro es de
estricta hermenéutica, pues en rigor lógico hay que aceptar que la norma
aplicada es la correcta, sólo que con un entendimiento que no le corresponde
jurídicamente, en razón del cual se le hace producir por exceso o defecto
consecuencias equivocadas.
3. Ahora bien, es necesario aclarar, por otra parte, que las constancias de
presentación personal y reconocimiento de firmas que ostentan al respaldo los
escritos aludidos en los literales a) y d) del punto 3.1., realizadas en las Notarías
Sesenta y Cinco y Doce del Círculo de Bogotá, respectivamente, son documentos
autónomos e independientes de naturaleza pública, pues actos de la señalada
especie, en cuanto emanados de un servidor público que en ejercicio de sus
funciones otorga fe pública, constituyen documentos públicos, claro está
independientes de la privada declaración de voluntades contenida en la minuta
particular.
En relación con lo anterior viene bien reiterar lo expuesto, de tiempo atrás por la
Sala en cuanto a que: "cuando el notario manifiesta en el escrito que las firmas
que allí aparecen junto con las huellas digitales corresponden a las identidades
que los mismos manifiestan, no está avalando o modificando el documento del
cual hacen parte. Simplemente le está otorgando credibilidad a sus firmas, con
312
independencia del contenido del escrito. Por ello, este texto notarial conserva su
total autonomía y por ser suscrito por un funcionario público, adquiere tal
carácter pues lo está haciendo en ejercicio de su cargo"(2) .
"El que para obtener documento público que pueda servir de prueba, induzca en
error a un servidor público, en ejercicio de sus funciones, haciéndole consignar
una manifestación falsa o callar total o parcialmente la verdad, incurrirá en
prisión de tres (3) a seis (6) años."
313
público, o de una falsedad ideológica cometida también por particular al
utilizarse como autor mediato al servidor público" (4) .
5. Dicho en otras palabras, el libelista entiende que como el quejoso no fue quien
sufrió error alguno como consecuencia de artificios urdidos por la enjuiciada -a
ello alude la relación contractual directa que echa de menos el censor-, no puede
configurarse el delito contra el patrimonio económico.
314
Como bien lo destaca el actor, el delito de estafa exige para su configuración la
presencia de los siguientes elementos: (i) que el sujeto agente utilice artificios o
engaños sobre una persona determinada, (ii) que estas maniobras artificiosas o
engañosas generen un error sobre esa persona, (iii) que debido a esta falsa
representación de la realidad el sujeto agente obtenga un provecho económico
ilícito para sí o para un tercero, y (iv) que este desplazamiento patrimonial cause
un perjuicio ajeno correlativo.
21/10/2009
315
(1) La Corte viene señalando, que con la entrada en vigencia del sistema
procesal penal acusatorio previsto en la Ley 906 de 2004, se amplió el radio
de acción para acceder al recurso extraordinario de casación, pues en la
actualidad la impugnación es susceptible contra decisiones de segunda instancia
dictadas por los diversos Tribunales de Distrito Judicial ubicados en el territorio
nacional, atacando los fallos de condena o absolución, sin tener en cuenta como
presupuesto para su admisibilidad el quantum mínimo de pena descrito en cada
injusto típico, como lo imponían las legislaciones anteriores.
(2) En esencia, para ser admitida la demanda, el censor debe tener interés,
formular y desarrollar los ataques contra la sentencia de segundo nivel y, desde
luego, acreditar la afectación de derechos y garantías fundamentales. Siendo
imprescindible, además, materializar el contenido del artículo 180 de la Ley 906
de 2004, en el entendido que una de las obligaciones al confeccionarla es
demostrar la necesidad de intervención de la Corte para el logro de cualquiera de
los fines establecidos por el instituto. Siendo ello así, el Principio de Intervención
debe ser el norte del profesional del derecho, pues integra cuatro aspectos
teleológicos que se traducen en el espíritu de la censura: (i) la efectividad del
derecho material, (ii) el respeto de las garantías de los intervinientes, (iii) la
reparación de los agravios inferidos a las partes y (iv) la unificación de la
jurisprudencia.
La Sala, por tanto, viene sosteniendo que para admitir o seleccionar una
demanda con el objeto de decidir de fondo el problema jurídico planteado, ella
deberá sujetarse al cumplimiento de los presupuestos formales consagrados en el
artículo 184, ordinal 2° de la Ley 906 de 2004, para demostrar la evidente
vulneración a los derechos fundamentales constitucionales en cabeza de los
intervinientes en la actuación penal; siendo ello así, se deben tener siempre
presente los principios de taxatividad, claridad, autonomía, razón suficiente, no
contradicción, limitación, objetividad, comprensión, precisión y trascendencia,
entre otros, para -de la mano con ellos- desplegar una argumentación puntual y
razonable, habida consideración de compendiar en el ataque, aquellos errores de
juicio o de actividad en los que pudieron haber incurrido los falladores, a fin de
evidenciar, por ejemplo, la efectiva e indiscutible normatividad jurídica que debió
316
regir el asunto, la adecuada y legal valoración de los medios probatorios o
desentrañar manifiestos desfases constitucionales contra el debido proceso.
(7) Así las cosas y como quiera que el recurso extraordinario de casación está
regido, entre otros, por el principio de limitación, las deficiencias de la demanda
jamás podrán ser remediadas por la Corte, pues no le corresponde asumir la
tarea cuestionable propia del recurrente, para complementarla, adicionarla o
corregirla, máxime cuando es antiquísimo el criterio de la Sala, de ser un juicio
lógico-argumentativo regulado por el legislador y desarrollado por la
jurisprudencia, con el propósito de evitar convertirla en una tercera instancia.
317
ser provocado oficiosamente, en el mismo término, por alguno de los Delegados
del Ministerio Público para la Casación Penal, salvo que el Procurador Judicial
Delegado ante el Tribunal Superior fuese el demandante. El mecanismo,
entonces, opera para el Procurador Judicial, el Magistrado disidente o el que no
haya participado en los debates y suscrito la providencia inadmisoria.
2. Es potestativo del Magistrado -en los casos indicados- o del Delegado del
Ministerio Público ante quien se formula la insistencia optar por someter el
asunto a consideración de la Sala o no presentarlo para su revisión. En este
último evento informará de ello al peticionario en un plazo de quince (15) días.
11/11/2009
3. A esos presupuestos, los cuales operan de manera general para todas las
causales, es necesario añadir las pautas que la jurisprudencia de la Corte, a
efectos de la cabal comprensión de los reproches denunciados, ha establecido en
forma particular respecto de cada uno de los motivos de casación.
318
4. En el caso materia de examen, el actor denuncia la violación directa de la ley
sustancial, por aplicación indebida. Al respecto, encuentra la Sala que el
demandante, contrario a lo sostenido por el sujeto procesal no recurrente, se
atiene en términos generales (1) a los hechos declarados probados por el
sentenciador, sin controvertir el mérito persuasivo asignado por éste a las
pruebas, luego ha de concluirse que, no obstante la cita equívoca del artículo 205
del estatuto procesal penal (2), cumple las exigencias de sustentación requeridas
cuando se acude a la violación directa de la ley.
319
--------------------------------------------------------------------------
(1)Aunque inicialmente afirmó la inexistencia, antes del año 2001, de la inscripción limitadora del
dominio ordenada por la Fiscalía de Ciénaga, después admitió que la orden estaba registrada con
anterioridad al año 1995, conforme lo encontró demostrado el ad quem.
(2)El actor, incluso, menciona el numeral 2º de esa norma, pese a que la misma está compuesta
exclusivamente por incisos, refiriéndose el 2º a la casación en los delitos conexos.
(3)Se hace mención a la sentencia proferida el 10 de junio de 2008, radicado No. 28693.
320
2. La casación no constituye sede adicional para prolongar el debate probatorio
cumplido en las instancias ordinarias y concluido con el fallo de segundo grado,
por el contrario, exige para la admisión de la demanda el cumplimiento de
específicos requisitos formales orientados a demostrar a través de un juicio
técnico jurídico que en la declaración de justicia allí contenida -la cual llega a
esta sede amparada de la dual presunción de acierto y legalidad-, se incurrió en
errores de hecho o de derecho ostensibles y relevantes o se profirió en un juicio
viciado, ocurrencias una y otra que reclaman para sí el necesario correctivo.
321
El Fiscal a quo, luego de indicar las transacciones millonarias que se hicieron y
de cotejar las normas vigentes para la época de hechos (Código Penal de 1980)
frente a los preceptos vigentes (Código Penal de 2000), en el acápite referido a la
adecuación típica de la conducta señaló:
322
"encontrándose el proceso pendiente de ser sometido un recurso previsto en la
ley como medio de control judicial -casación- la pretensión del actor bien puede
ser resuelta en ese espacio procesal sin que le esté dado al juez constitucional
anticiparse a tal pronunciamiento, siendo que por tratarse de un proceso aún en
curso, deberá esperar su resolución.
(…)
Así las cosas, es indudable que el actor tiene la posibilidad de plantear los
argumentos que sustentan la nulidad para que sean estudiados y resueltos por
la Sala de Casación Penal de esta Corporación por vía del recurso de casación
que se formuló contra el fallo de segundo grado, siendo que el juez de tutela no
puede apropiarse de esa competencia porque desconocería la función propia y la
autonomía del juez natural.
Es preciso que para proponer los reproches el impugnante acuda a una o varias
de las causales de casación previstas en la ley y cumpla con los requisitos que
para la presentación del libelo consagró el legislador. Así mismo, debe tener
especial cuidado en observar los principios de prioridad y no exclusión, de modo
que si va a formular varios cargos deberá percatarse que (i) los mismos no se
excluyan entre sí, pues de ser así habrá de proponerlos en forma separada y
subsidiaria; e (ii) iniciar por aquél que revista mayor gravedad y trascendencia,
de forma que si una de las causales invocadas es la tercera, debe exhibirla como
principal.
Es preciso que para proponer los reproches el impugnante acuda a una o varias
de las causales de casación previstas en la ley y cumpla con los requisitos que
para la presentación del libelo consagró el legislador. Así mismo, debe tener
323
especial cuidado en observar los principios de prioridad y no exclusión, de modo
que si va a formular varios cargos deberá percatarse que (i) los mismos no se
excluyan entre sí, pues de ser así habrá de proponerlos en forma separada y
subsidiaria; e (ii) iniciar por aquél que revista mayor gravedad y trascendencia,
de forma que si una de las causales invocadas es la tercera, debe exhibirla como
principal.
324
Un simple vistazo a las sentencias de instancia y a los antecedentes consignados
en la demanda permite colegir que el agravante imputado fue -como ya se
expuso- el contenido en el numeral 1º del artículo 372 del Código Penal de 1980,
según el cual la pena se aumentará de una tercera parte a la mitad cuando el
hecho se cometa "sobre una cosa cuyo valor fuere superior a cien mil pesos(6)" .
En los fallos se dejó claro que la negociación superó ese tope, y aún mayor fue el
provecho obtenido por el procesado. (7)
-------------------------
(1) Radicado 43.669.
(2) Sala conformada por los magistrados María del Rosario González de Lemos, Jorge Luis
Quintero Milanés y Yesid Ramírez Bastidas.
(3)Auto del 23 de febrero de 2006 (radicado 24.101).
(4)Sentencia del 29 de agosto de 2000 (radicado 15.338).
(5) Incluso con la modificación introducida por la Ley 81 de 1993
(6)En sentencia C-070 del 22 de febrero de 1996 la Corte Constitucional condicionó la
exequibilidad de esa norma siempre que se entienda "en términos de valor constante del año
1981, equivalente a 18.83 salarios mínimos legales mensuales vigentes".
(7) Ver el folio 24 de la sentencia del a-quo (folio 291 del cuaderno de primera instancia).
07/04/2010
325
El mecanismo extraordinario de impugnación está limitado a los posibles errores
ostensibles y trascendentes que se pueden cometer en el proceso, y ellos se
encuentran sintetizados en los precisos motivos legales que lo hacen procedente,
fuera de los cuales no cabe ningún otro para obtener su admisión a esta sede.
El casacionista no debe perder de vista que la lógica del proceso se refleja en las
causales legales que permiten acceder al medio de impugnación extraordinario, y
que los deberes de una correcta postulación y debida fundamentación
encuentran su razón de ser en que, de una parte, la sentencia llega a esta sede
extraordinaria amparada por la doble presunción de acierto y legalidad y, por la
otra, el recurso es de naturaleza rogada, razón por la cual es exigible al
demandante un mínimo de claridad y coherencia en la presentación del caso ante
la Corporación.
Pero, los derechos así consagrados no son absolutos, pues su ejercicio está
regulado por la ley; de manera que es ésta la que enseña en qué momentos y
cómo debe ejercerse; de no ser así, al sujeto procesal le estaría dado defenderse a
través de pruebas ilegales, inoportunas o de imposible práctica. Es así que la
legislación ha dispuesto que la petición de pruebas por parte del sujeto procesal
326
en la fase probatoria del juicio (según los ritos procesales establecidos por la Ley
600 de 2000) debe tener lugar dentro de un término preciso (el señalado en el
artículo 400 de la Ley 600 de 2000) y debe venir acompañada de la demostración
de los presupuestos de pertinencia, conducencia, legalidad y utilidad.
Si estos requisitos no aparecen fundados, la petición puede ser legítimamente
rechazada por el funcionario judicial -como en este caso ocurrió- sin que por ello
pueda afirmarse que se violó el debido proceso o el derecho de defensa, pues en
verdad el ejercicio de la referida facultad no se ajustó a la regulación legal. Por
manera, entonces, que acusar al funcionario judicial por sacrificar lo sustancial
a lo meramente formal -como lo hace el casacionista- resulta ser un
razonamiento deleznable y, por lo mismo, intrascendente, pues pasa por alto que
fue el sujeto procesal defensor quien, con su actuación, dio lugar a configurar el
rechazo que en esta sede denuncia.
327
Además del anterior desatino, el recurrente busca hacer ver que la agravación
por cuantía del citado artículo 372 (si acaso fuera aplicable) no fue recogida en el
Código Penal de 2000; por lo tanto -dice- la norma aplicable al procesado es el
artículo 246 del Código Penal, que consagra la conducta punible de estafa, sin
ninguna causal de agravación. Si así se hiciera -argumenta- la acción penal
prescribiría al término de 5 años, contados desde la ejecutoria de la resolución de
acusación.
Ahora bien, el demandante -en el intento de buscar unos límites punitivos que le
permitan reducir la sanción corporal, o bien fijar un término prescriptivo inferior
al real- propone una exótica e improcedente combinación de leyes; así, pretende
que el juzgador ha debido tomar el límite punitivo inferior previsto para el delito
de estafa en el Código Penal de 1980, y el límite máximo según lo que señala el
estatuto sustantivo de 2000. Semejante fórmula es inconcebible, pues
corresponde a una modalidad de configuración de lex tertia inadmisible, pues
ante la concurrencia de estatutos punitivos, el legislador debe escoger aquel que
regule cada especie de pena, según criterios de favorabilidad, y aplicarlo
integralmente.
______________________________
(1)Rad. 14899, sentencia del 6 de mayo de 2003; rad. 18580, auto del 12 de mayo de 2004; rad.
21821, sentencia del 2 de marzo de 2005; rad. 21206, auto del 29 de junio de 2005, entre otros.
21/04/2010
328
Duitama incurrieron en yerros al tramitar el incidente de definición de
competencia previsto en el artículo 54 de la ley 906 de 2004, la Corte no puede
soslayar su estudio bajo tal pretexto, toda vez que, como ella misma lo ha
señalado, la intención del legislador al consagrar esta figura fue la de crear un
mecanismo ágil y expedito que permitiera al superior funcional en caso de
incertidumbre frente a este presupuesto procesal, dilucidar a quién debe
asignársele su competencia, reduciendo significativamente el trámite en términos
de pasos y tiempo frente al anterior instituto de la colisión de competencias.
Entonces, admitiéndose la posibilidad de definir la competencia no sólo en los
casos expresamente señalados en la norma, sino también en el presente, sin más
se remite la Corporación a la regla contenida en el artículo 32-4 de la Ley 906 de
2004 según la cual "la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia
conoce de la definición de competencia cuando se trate de aforados
constitucionales y legales, o de tribunales, o de juzgados de diferentes distritos
(1) ".
2. Afirmación que la Sala comparte, pues si bien es cierto los artificios y engaños
a través de los cuales se indujo y mantuvo en error a la víctima se realizaron en
Paipa (Boyacá) y Bucaramanga (Santander), fue en Bogotá donde se despojó de
su dinero, 24 millones, y entró al haber patrimonial de los (…), cuando hizo la
entrega.
329
para conocer de un asunto, como es la de señalar con la mayor responsabilidad
jurídica, objetividad y argumentación, cuál es la autoridad judicial que estiman
que es la competente, para de ahí visualizar quién debe resolver su propuesta de
incompetencia. (Auto del 30 de mayo del 2006, radicado 24.964)" (3) .
------------------------------------------------------------------------------
1) Al respecto véanse entre otras definición de Competencia Rad. 29035, auto de 23 de enero de
2008.
2) Auto de colisión de 16 de diciembre de 1999, rad. 16.565, en el mismo sentido auto de 27 de
junio de 2006 radicado 24.946.
3) Auto de 12 de diciembre de 2006, radicación 26556.
28/04/2010
330
sentencia vea ante sí no sólo la producción de los medios de prueba, sino
también al acusado para formarse un concepto acerca de su personalidad .(1)
(...)
El Estado, mediante el aparato judicial, ejerce la potestad punitiva que le es
inherente respecto de comportamientos que han vulnerado o puesto en peligro
real y efectivo bienes jurídicamente tutelados, actividad que, de acuerdo con la
doctrina, puede,
Lo anterior, dicho en otras palabras, significa que esa garantía debe ser
controlada eficazmente por el director del proceso para que la asistencia técnica
no se quede en el plano meramente formal, sino que se traduzca en actos que la
materialicen en el trámite procesal, ya que sólo de esa manera se podrá aseverar
el cabal e inobjetable respeto de lo dispuesto en el artículo 29 de la Carta
Fundamental.
(...)
A manera de conclusión se debe destacar que en cada caso específico el juez
debe realizar un control constitucional y legal en orden a verificar el respeto de
los derechos fundamentales del procesado, examinando en detalle el ejercicio del
derecho de defensa y sólo cuando constate que éste ha sido vulnerado de manera
grave e irremediable en su arista material o técnica, está obligado a declarar la
nulidad de la actuación.
4. Tiene dicho la Corte (3) que el derecho a la defensa técnica, como garantía
constitucional, posee tres características sustanciales: debe ser intangible, real o
material, y permanente.
331
limitaciones. La no satisfacción de cualquiera de esos atributos, por ser
esenciales, deslegitima el trámite cumplido, e impone la declaratoria de su
nulidad, una vez comprobada su trascendencia.
(...)
Empero, ese carácter obligatorio de la defensa técnica no es suficiente para que
en el proceso penal pueda reputarse como cabalmente satisfecha la respectiva
garantía constitucional, pues además debe ser efectiva, es decir, no basta con
que al imputado se le de la oportunidad de contar con un abogado que lo asista y
lo represente en la investigación y en el juicio, sino que se exige que sea real o
material, esto es, traducida y perceptible en actos de gestión que la vivifiquen, tal
y como lo ha precisado la jurisprudencia, y lo entiende la doctrina al indicar que,
332
"...para satisfacer los derechos de defensa garantizados en el párrafo 3 del
artículo 14 del PIDCP, especialmente los enunciados en los apartados d) y e),
todo proceso penal tiene que dar al acusado el derecho a una audiencia oral, en
la cual se le permita comparecer en persona o ser representado por su abogado y
donde pueda presentar pruebas e interrogar a los testigos" .(7)
Y aun cuando el mismo organismo reconoce que el derecho del acusado a estar
presente en el proceso no es absoluto, y que dicha garantía puede franquearse
cuando aquél entra en rebeldía, también ha precisado que frente a esas
excepcionales y justificadas razones,
"En esta misma línea, el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos señala que toda persona acusada de un delito tendrá derecho, en plena
igualdad, "a hallarse presente en el proceso y a defenderse personalmente o ser
asistida por un defensor de su elección; a ser informada, si no tuviera defensor,
del derecho que le asiste a tenerlo, y, siempre que el interés de la justicia lo exija,
a que se le nombre defensor de oficio, gratuitamente, si careciere de medios
suficientes para pagarlo". El artículo 8º de la Convención Americana de Derechos
Humanos dispuso que toda persona inculpada de delito tiene derecho a
"defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de
comunicarse libre y privadamente con su defensor… de ser asistido por un
defensor proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación
interna, si el inculpado no se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor
dentro del plazo establecido por la ley".
333
proceso como una garantía del derecho al debido proceso penal que hace efectiva
la defensa material del indiciado. De hecho, esta Corporación ya había dicho que
solamente puede hablarse de juicio justo cuando el ordenamiento jurídico
consagra formas eficaces de defensa y de contradicción para el imputado, tales
como su participación directa en el proceso en tanto que "la defensa se ejerce de
mejor manera con la participación directa del imputado en el proceso"(9) . En el
mismo sentido, al interpretar el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, la Comisión Europea de Derechos Humanos dijo que "el
derecho a estar presente en la audiencia es, singularmente en materia penal, un
elemento esencial de la noción de proceso justo. Información, presencia y defensa
se encuentran consecuentemente en una relación de continuidad lógica y
necesaria" (10)
"En este orden de ideas, aparece claro que de la interpretación sistemática de los
artículos 28 y 29 de la Constitución y de los artículos 14 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos y 8º de la Convención Americana de Derechos
Humanos se deduce, de un lado, que la disposición del detenido ante el juez
competente se refiere a su presentación física y, de otro, que su presencia en el
proceso penal constituye un mecanismo de garantía efectiva para el derecho a la
defensa material del indiciado.
(...)
"29. Sin embargo, la misma legislación penal regula casos, algunos que han sido
considerados válidos constitucionalmente por esta Corporación, en los que es
posible adelantar el proceso penal aún con la ausencia del sindicado, puesto que
paralizar el proceso en espera de la concurrencia de alguien que no se encuentra
o que bien puede renunciar a su derecho a la defensa material, afectaría
gravemente la eficacia y continuidad de la administración de justicia, el deber del
Estado de juzgar al responsable de hechos delictivos y los derechos de las
víctimas a conocer la verdad y a obtener la justicia y reparación de los daños
causados.
334
derechos de la sociedad a la cumplida administración de justicia, a la
resocialización de los delincuentes y de las víctimas a conocer la verdad, justicia
y reparación de los daños y, de otro, los derechos del sindicado a hallarse
presente en el proceso y a la defensa material y técnica, la Corte Constitucional
ha concluido que las investigaciones y juicios penales en ausencia se ajustan a la
Constitución, siempre y cuando éstos constituyan la excepción a la regla general
de presencia física y/o mediante abogado de confianza en el proceso penal y se
hubieren adelantado todas las diligencias pertinentes y al alcance del funcionario
competente para localizar al sindicado, de tal forma que pueda concluirse que él
se esconde o que renunció voluntariamente a su derecho a hallarse presente en
el proceso" (subrayado ajeno al texto) .(16)
Entre ellos, sobresale lo repetitivo que fue el legislador en cuanto a que la validez
de la actuación no puede admitirse en detrimento del derecho de defensa, como
garantía procesal que es, aún cuando el acto cumpla la finalidad o el sujeto
reclamante haya coadyuvado con su conducta o anuencia en la formación de la
irregularidad sustancial, toda vez que en tales casos la nulidad es la única forma
de enmendar el vicio, dado que no es posible de otra manera resolver el conflicto,
debiéndose regresar las cosas a su cauce normal, pues es obvio que la agresión a
dicha garantía conlleva consecuencias que no pueden restablecerse sino con la
invalidación de lo actuado . (17)
335
10) Informe de la Comisión Europea de Derechos Humanos. Informe del 5 de mayo de 1983.
Coloza y Rubinar.
11) Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia del 1 de junio de 2006. M. P.
Edgar Lombana Trujillo, expediente 20614.
12) Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia del 9 de febrero de 2006. M. P.
Alfredo Gómez Quintero, expediente 23700.
13) Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia del 20 de junio de 2005. M. P.
Álvaro Orlando Pérez Pinzón, expediente 19915.
14) Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Penal. Sentencia del 22 de septiembre de
2005. M. P. Edgar Lombana Trujillo, expediente 18985.
15) Al respecto, pueden verse las sentencias del 12 de febrero de 1985. Caso Colozza contra Italia;
del 28 de agosto de 1991. Caso FCB contra Italia; del 23 de noviembre de 1993. Caso Poitrimol
contra Francia; del 22 de septiembre de 1994. Caso Pelladoah contra Holanda y del 16 de
diciembre de 1999. Casos T. y V. contra Reino Unido.
16) C-425 de 30 de abril de 2008, M. P. Dr. Marco Gerardo Monroy Cabra
17) Cfr. Sentencias de 22 de junio de 2006 y 6 de septiembre de 2007, Radicaciones N° 22304 y
16958, respectivamente.
18) Cfr. Sentencias de 6 de junio de 2002 y 12 de mayo de 2004, Radicaciones Nº 14722 y 19421,
respectivamente.
19) Cfr. Sentencia de 18 de diciembre de 2000, Radicación Nº 12780
12/05/2010
1. Sea lo primero advertir que a la Sala le asiste competencia para resolver sobre
los requisitos de admisibilidad de la demanda de casación, conforme la
competencia que fija el artículo 32-1 de la Ley 906 de 2004, en asocio con el
inciso 1º del artículo 184 del mismo Estatuto.
336
dictadas en segunda instancia con ocasión de los procesos, a través de los cuales
se investigan y juzgan comportamientos punibles, cuando las decisiones
proferidas, o bien el trámite surtido, afectan derechos o garantías procesales.
Por lo mismo, ha de concluirse que este recurso extraordinario es consecuencia
natural de la función que ejerce la Corte Suprema de Justicia como Tribunal de
Casación, según lo determina el artículo 235 de la Carta, y, por ende, guardiana
de los fines primordiales contemplados en el artículo 180 del Código de
Procedimiento Penal de 2004.
De acuerdo con la Ley 906 de 2004, para que la demanda sea admitida , el
libelista debe acreditar el interés que le asiste para recurrir a esta sede
extraordinaria, así como la afectación de derechos o garantías fundamentales;
para ello, deberá formular y desarrollar los correspondientes cargos y, por
supuesto, demostrar la necesidad de intervención de la Corte para lograr algunos
de los fines establecidos para la casación, según lo previsto en el artículo 180 de
esa normatividad, es decir, la efectividad del derecho material, el respeto de las
garantías de los intervinientes, la reparación de los agravios sufridos por éstos y
la unificación de la jurisprudencia, propósitos que, como lo tiene dicho la
jurisprudencia de la Corte, son los mismos del proceso penal, lo que explica que
las causales de casación tengan un diseño dirigido a lograr esos fines.
"En otros términos, las causales determinan la forma en que procede denunciar
la ilegalidad o inconstitucionalidad del fallo y de conducir el debate en sede
extraordinaria, pero ellas no son un fin en sí mismo para la viabilidad del
recurso, pues éste debe determinarse por la manifiesta configuración de uno o
varios de los motivos normativamente establecidos para lograr el
desquiciamiento de la decisión impugnada."
"Claro que por razón de esto no puede llegar a entenderse que el recurso haya
sido morigerado en extremo, al punto de quedar librado a la simple voluntad de
las partes, sin referencia a ningún parámetro legal, y que se convierta en una
fórmula abierta para controvertir sin mas las decisiones judiciales según el
albedrío del casacionista, lo cual repugna a la noción de debido proceso
constitucional, pues la admisibilidad al trámite y la prosperidad de la pretensión
queda condicionada a la demostración del interés en el censor, la correcta
selección de las causales, la coherencia de los cargos que a su amparo
pretenda aducir, y la debida fundamentación fáctica y jurídica de éstos,
además de la necesidad de acreditar cómo con su estudio se cumplirán uno o
varios de los fines de la casación"(1) .
337
a la evidencia que ha de ser introducida en el juicio a fin de ser tenida como
prueba; es así como se materializa una de las aristas del principio de igualdad de
armas. Pero la garantía no puede avanzar hacia asegurar el uso que el
interviniente pueda hacer -o no- de la evidencia, pues eso hace parte de
autonomía que la asiste para orientar su propia gestión defensiva.
338
Del texto penal que describe el concierto para delinquir se extractan sus
elementos estructurales, algunos coincidentes con los rasgos que caracterizan a
la coautoría, pero otros permiten diferenciarlo en todo caso de ésta, y cuya
concurrencia tratándose de la conducta reprochada a los integrantes de la Mesa
Directiva de la Cámara de Representantes surge de hechos que la Sala encontró
demostrados en lo cursado de la presente investigación y que fueron expuestos
en las motivaciones que anteceden al consignar el análisis de los medios de
convicción legalmente recaudados a esta fase del proceso.
"De otra parte, son igualmente infructuosas las afirmaciones del censor acerca de
la configuración de un "concurso aparente de tipos" entre el peculado por
339
apropiación y la falsedad en documento privado, con base en que se trató de un
delito "único o complejo", pues tal figura únicamente se presenta,
"…en la medida en que un hecho delictivo forme parte de otra conducta típica,
bien como elemento integrante de éste o como circunstancia de agravación
punitiva(3) . Los hechos apreciados aisladamente, si ello fuere posible,
constituiría por sí mismos delitos. En aquella clase de delito unitario, el
complejo, el legislador fusiona o reúne en una tipicidad penal o prevé como
agravante de la misma hechos y situaciones objetivas de variada índole, de modo
que se excluye la pluralidad de infracciones, vale decir, el concurso de delitos; el
hecho que aislado configuraría una infracción se convierte por voluntad de la ley
en elemento de una figura delictiva especial o en circunstancia de agravación de
la misma, perdiendo el carácter de ente jurídico autónomo, pues de no ser así se
violaría el principio non bis in ídem(4) .
"... [N]o debe confundirse el delito complejo con los delitos conexos. El primero
supone que las distintas conductas estructuran un sólo hecho punible y los
segundos la configuración de varios, jurídicamente autónomos, pero conexos
ideológica, consecuencial u ocasionalmente(5) . Además, la noción de delito
complejo supone algo más que un delito pluriofensivo o de ofensa múltiple. El
primero implica que la estructura de un tipo reúne en una unidad dos o más
tipos. El segundo no necesariamente exige un delito complejo, sino sólo una
pluralidad de bienes jurídicos afectados."(6)
10. Así mismo, esta Sala ha precisado que los incrementos punitivos fijados en la
Ley 890 de 2004 "rigen en cada distrito judicial a partir del momento en que
entre a operar el sistema acusatorio de la Ley 906 de 2004"(7) .
11. contradice los claros criterios que la Sala ha fijado y reiterado de largo tiempo
atrás sobre la tesis que aquí defiende la impugnante:
"(...) la Corte ha reiterado que hay eventos en que el negocio jurídico constituye el
medio más idóneo para hacer incurrir a la víctima en error y, por consiguiente,
vulnerar el bien jurídico tutelado del patrimonio económico, pues a través de este
acto se le da visos de legalidad a un acuerdo de voluntades que está regido para
una de las partes en la obtención de un provecho ilícito. Es así como en decisión
del 10 de agosto de 2000, se dijo:
340
calificado ilícito, en la medida en que para dicho cometido no solo se valió de una
impostura económica y moral, sino que primó en sus actos posteriores el deseo
de hacer suyo el inmueble objeto del acto negocial a sabiendas y sobre esa base
de no cancelar ningún emolumento como contraprestación…"(8) .
"…lejos de excluir el artículo 356 del Código Penal los contratos como medio de
artificio o engaños que utilizados por el timador como simple apariencia de
obligarse pueden generar error esencial en el ofendido, tanto la doctrina como la
jurisprudencia admiten la posibilidad de su empleo como parte de los medios
defraudatorios, destacando justamente en aquellos la sutileza del ardid y su no
infrencuente uso, al punto de sostener que:
""… pasan al campo penal la mentira o el silencio cuando recaen sobre elementos
fundamentales del contrato, por ejemplo, la existencia de una contraprestación,
porque esta es la causa misma del acto o contrato según el derecho civi.l
"" Si una parte engaña a la otra, por ejemplo, sobre su capacidad de pagar,
haciéndole creer que la tiene cuando, en realidad, carece de ella, bien sea de
modo absoluto o en forma que, de saber su situación, la otra no hubiera
contratado, o cuando calla estando obligado a manifestar su incapacidad de
pagar, ya no se trata de un silencio o de una mentira lícitos, sino plenamente
delictuosos"" (Sentencia de casación del 23 de junio de 1982).(9)
"Es verdad que en ocasiones "... pasan al campo penal la mentira o el silencio
cuando recaen sobre elementos fundamentales del contrato, por ejemplo, la
existencia de una contraprestación, porque es la causa misma del acto o contrato
según el derecho civil", pero la actividad inductora en error no se reduce sólo a
no decir la verdad sino que la mentira o el silencio hacen parte de una compleja
situación vivencial, a la que nada hay que añadir para que se produzca el efecto
patrimonial deseado por el timador. Es, por decirlo de otra forma, el
aprovechamiento de las circunstancias concretas en que se establece o
permanece una relación social, personal o comercial específica, que le dan
respaldo y hacen creíble la mentira.
341
victimológico, la víctima debe acudir a los mecanismos de autotutela exigibles,
porque será entonces punible el comportamiento capaz de sobrepasar la barrera
de contención que supone la actitud diligente del perjudicado(10)".
(1)Casación 24026 del 20 de octubre de 2005, casación 24610 del 12 de diciembre de 2005, entre
otras.
(2) Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia de única instancia del 23 de
septiembre de 2003, radicación No. 17089.
3Sentencia de 15 de septiembre de 1983, radicación 22415.
4Sentencias de 4 de octubre de 1968 y 3 de septiembre de 1971, citadas por LUIS CARLOS
PÉREZ, Derecho penal. Partes general y especial, Tomo V, Bogotá, Editorial Temis, 1986, p. 209-
210.
5Sentencias de 4 de febrero de 1999, Rad. Nº 11837 y 27 de agosto de 1999, Rad. Nº 13433,
entre otras.
6. Sentencias de 25 de julio de 2007 y 9 de abril de 2008, radicaciones Nº 27383 y 22548,
respectivamente.
7. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, sentencia del 21 de marzo de 2007,
radicación No. 26065.
8. Radicación No. 13247.
9 Rad. 15248. La decisión del 23 de junio de 1982, a su vez fue reiterada por la Corte en la
sentencia del 15 de septiembre de 2004, Radicación No. 20559
342
2. Previo a abordar de forma discriminada cada una de las tres causales
aducidas por el defensor del condenado, la Sala entiende necesario precisar la
diferencia sustancial de la acción de revisión con el recurso extraordinario de
casación, para de una vez definir que la primera no es subordinada, subsidiaria,
ni mucho menos nueva opción de discutir lo que en la segunda no fue
oportunamente ventilado.
(...)
343
revisión obliga a definir por qué la conducta punible objeto de condena
excepcionalmente exigía de querella o petición especial.
Y no puede aseverarse que esa ilicitud operaba como contravención, pues, está
claro que la cuantía -en la decisión de la Contraloría General de la República,
presentada con la demanda, se establece en mil millones de pesos el premio
mayor de la Lotería Extraordinaria de Chiquinquirá, dejado de pagar al afectado-
con mucho supera los topes que, en los casos de delitos contra el patrimonio
económico, facultaban adelantar el procedimiento contravencional, de
conformidad con lo establecido en la Ley 23 de 1991 y la Ley 228 de 1995.
344
PROCESO : 32817
PUBLICADA : No
09/06/2010
"La colisión puede ser provocada de oficio o a solicitud de los sujetos procesales,
cuando existan razones serias y así lo indique el acervo probatorio.
"En atención al texto legal, como elementos integrantes del tipo penal suelen
enumerarse: (i) El empleo de artificios o engaños; (ii) la inducción en error; (iii) el
provecho ilícito; y, (iv) el perjuicio.
345
empresas o de poder económico o en créditos que no existen o en la segura
ocurrencia de acontecimientos que se sabe no van a tener lugar, etc.
Es obvio que ese dolo tiene que ser anterior al momento en que el sujeto pasivo
es engañado y también a aquél en que éste se despoja de la cosa y la entrega al
agente o a otra persona.
También debe existir un nexo de causalidad entre la acción del culpable y el error
producido en la mente de la víctima así como entre éste y la entrega de la cosa y
entre todos esos elementos y el daño que se produce a la víctima del error o a un
tercero.
16/06/2010
346
permita entender el vicio o los vicios denunciados, así como la identificación de
sus consecuencias.
De ahí que la demanda de casación nunca podrá equipararse a un alegato de
instancia, pues tal como se deriva de lo señalado en los artículos 212 y 213 de la
Ley 600 de 2000, Código de Procedimiento Penal vigente para este asunto,
requiere de una presentación lógica y adecuada a cada una de las causales
legalmente establecidas en el artículo 207 ibídem, así como el respectivo
desarrollo de los cargos que por los vicios in procedendo (de mero trámite o
actividad) o in iudicando (de juicio) haya propuesto el recurrente, con la
respectiva demostración de su trascendencia para efectos de la decisión
adoptada.
Lo anterior, debido a la estricta observancia de los principios de sustentación
suficiente, limitación, crítica vinculante, autonomía de las causales, coherencia,
no exclusión y no contradicción, que vinculan a este extraordinario recurso.
Los dos primeros derivan del carácter dispositivo de la casación e implican que la
demanda debe bastarse a sí misma para propiciar la invalidación del fallo, en la
medida en que la Corte, por regla general, no puede entrar a suplir los vacíos que
presenta el escrito, ni a corregir sus deficiencias, ni a asignarle otro sentido a lo
pedido por el demandante.
2) ni siquiera analizó la concurrencia de los postulados que para su
reconocimiento ha sostenido una línea jurisprudencial de la Sala, de acuerdo con
la cual
"[…] sólo cuando se reúnen los tres requisitos de las acciones a propio riesgo
(conocimiento del peligro, poder de control sobre su asunción y ausencia de
posición de garante) podrá estudiarse si el sujeto pasivo en los delitos de estafa
activó los mecanismos de protección que le eran exigibles, o en qué medida
contribuyó con su comportamiento no diligente o precavido a la obtención del
resultado previsto en la norma"(1)
_____________________________________________________
1) Sentencia de 19 de agosto de 2009, radicación 32298.
28/06/2010
347
No se le estableció para debatir aspectos ya definidos en las instancias, ni para
subsanar errores de juicio o procedimiento, sino para reparar la injusticia
material cometida por causas que no fueron conocidas en el desarrollo de la
actuación procesal.
Por tal razón, no es suficiente para los fines de esta causal que el actor refiera en
términos abstractos la existencia de un pronunciamiento de la Corte.
348
sino tener en cuenta las circunstancias concretas de cada caso para determinar
si la actitud reticente de una de las partes contratantes al ocultar la existencia de
un gravamen o una medida cautelar tiene o no idoneidad para inducir en error.
Para el efecto será menester, entonces, considerar aspectos tales como el nivel
intelectual del sujeto pasivo de la conducta, su pericia en asuntos de la
naturaleza de la cual se trata, sus experiencias, el medio social en donde se
desenvuelve y las herramientas jurídicas brindadas por el Estado para su
protección."
Y, como en ese particular evento los compradores afectados eran personas con
alguna preparación académica, que derivaban sus ingresos de actividades
relacionadas con el transporte y que uno de ellos, además, llevaba más de 10
años dedicado a la compraventa de vehículos; surgía razonable concluir "que no
ignoraban los pasos a seguir cuando se trata de efectuar negociaciones con esa
clase de bienes, de modo que obraron imprudentemente al no acudir a los
mecanismos de autotutela a su disposición. De haberlo hecho, habrían podido
superar con facilidad el ocultamiento de los embargos que pesaban contra el
rodante adquirido."
349
dineros oficiales a favor de antiguos servidores públicos que demandaron su
cancelación sin tener derecho a ellas.
En este punto resulta pertinente precisar que en la decisión posterior citada por
la demandante, la Corte en modo alguno propende por desconocer el postulado
constitucional que impone desarrollar las actuaciones de los particulares y de las
autoridades públicas bajo el principio de la buena fe (art. 83 C.P.), permitiendo
que por error, incuria o por concierto con los particulares, en forma impune se
pueda afectar el patrimonio del Estado y de las entidades que lo representan.
350
nullum crimen sine lege, también "nullum negotiun sine lege", donde negotium ha de entenderse
en el sentido de negocio jurídico". Ib. pag. 49.
04/08/2010
351
Siendo ello así y dado que la resolución acusatoria de segunda instancia
proferida por una Fiscalía adscrita a la Unidad de Fiscalía Delegada ante el
Tribunal Superior de Bogotá está fechada el 29 de agosto de 2001, la acción
penal para este delito durante la fase del juicio prescribió el 28 de febrero de
2009, esto es, cuando el proceso se hallaba en el Tribunal notificándose la
sentencia de segundo grado a los sujetos procesales.
A este respecto impera recordar que si bien la teoría del riesgo surge de la
necesidad de clarificar en la construcción de la responsabilidad penal el hecho de
que no todo resultado producido causalmente puede ser explicado a través del
significado delictivo del comportamiento, forzoso es siempre determinar en orden
a imputar el curso lesivo a la propia víctima -bajo el entendido de dar por
superada la discusión sobre si esta teoría tiene plena relevancia también frente a
delitos dolosos y no solamente para los imprudentes-, si el riesgo por ella
asumido estaba o no permitido o si actuó a propio riesgo.
Pero la autopuesta en peligro que impone al propio afectado cargar con los
efectos de su acción sólo resulta predicable en aquellas hipótesis en que el
afectado ejerce pleno control sobre la situación generadora del riesgo. O lo que es
igual, que únicamente emerge aceptable tener por responsable a la víctima
cuando quiera que haya defraudado las condiciones de autoprotección derivadas
352
de su propio rol, siendo forzoso en hipótesis semejantes que tenga la víctima
pleno control sobre la situación que se afirma peligrosa para poder concluir su
autoresponsabilidad.
20/10/2010
353
requerimientos lógicos y jurídicos que sean desarrollados con razones suficientes
en la finalidad de evidenciar a la Corte con efectiva trascendencia sustancial que
la declaración de justicia objeto de impugnación, la cual llega a esta sede
extraordinaria amparada por el principio de la doble presunción de acierto y
legalidad, se fundó en errores de hecho o de derecho objetivos o se profirió al
interior de un juicio viciado por irregularidades que afectaron la estructura o la
garantía del debido proceso o del derecho de defensa, errores in iudicando o in
procedendo diferenciados en sus contenidos y alcances que reclaman el
correspondiente amparo legal, convencional o constitucional y los necesarios
correctivos sustanciales o procesales de que se trate.
2- debe insistirse que las impugnaciones que en casación penal se efectúen por
la modalidad del error de hecho por falso raciocinio, el cual se materializa por la
violación que efectúan los juzgadores a los postulados de la sana crítica, no
pueden quedarse en el plano de lo enunciativo como en este cargo único ha
ocurrido, en el cual de manera simple se pregonó que la motivación efectuada
por el ad quem era incompleta pues carecía de razones suficientes.
354
(II).- ACUERDO COMÚN significa conexión subjetiva entre los intervinientes, la
cual puede ser tácita o expresa. A través de aquel se genera una comunidad de
ánimo dolosa entre los mismos. Dicho nexo se da alrededor de un plan común
(no necesariamente detallado) y una resolución colectiva en el objetivo de lograr
la materialización de una o varias conductas punibles determinadas.
Se entiende por tal, aquel sin el cual el plan acordado no tiene culminación
porque al retirarlo se frustra o reduce de manera significativa el riesgo de su
materialización, o al compartirlo se lleva a cabo.
Por oposición al apoyo funcional así considerado, suelen darse los accidentales,
secundarios o subsidiarios en cuyo evento no puede hablarse de coautoría sino
de complicidad.
(v).- Una de las maneras de hacer efectivo y concreto el juicio de valor acerca de
si el aporte es importante o no en los términos establecidos en el artículo 29.2
ejusdem, consiste en hacer un ejercicio de abstracción y excluirlo del escenario
funcional del evento objeto de juzgamiento.
Si el comportamiento delictuoso no se produce o bien reduce de manera
significativa el riesgo de su logro, se puede llegar sin dificultad a la existencia de
la coautoría, y si al apartarlo aquel de todas formas se consumaría, la valoración
a la que se puede arribar es que se está ante la presencia de una complicidad.
355
(vi).- La contribución de esa calidad la que implica intervención de la persona,
debe darse durante la fase ejecutiva del delito, valga decir, entre el momento en
que se inicia la realización del verbo rector que caracteriza la conducta punible
de que se trate, esto es, la fase tentada y el instante de su consumación.
Desde la teoría del delito, se entiende que los itinerarios puramente ideativos de
los comportamientos ilícitos no son punibles, porque ello traduciría penalizar las
expresiones del pensamiento, por ello, un apoyo en esta etapa no constituye
coautoría, tampoco cuando se evidencia en actos preparatorios.
356
18/11/2010
1. Vale recordar que el artículo 83 de la Ley 599 de 2000, regula que la acción
penal prescribirá "en un tiempo igual al máxima de la pena fijada en la ley, si
fuere privativa de la libertad, pero en ningún caso será inferior a cinco (5)
años, ni excederá de veinte (20)…".
Ahora bien, se sabe que (…) fue acusado el 14 de agosto de 2003 por el delito de
estafa agravada, según lo preceptuado por los artículos 356 y 372, numeral 1°,
del Decreto 100 de 1980, providencia que cobró ejecutoria el 30 de julio de 2004,
día en el cual se desató el recurso de apelación interpuesto contra la pieza
acusatoria.
2. De otra parte, como quiera que la acción civil se ejerció al interior del presente
diligenciamiento, al tenor del artículo 98 del Código Penal, también se declarará
su prescripción.
357
PONENTE(S) : DR.JORGE LUIS QUINTERO MILANES
Auto Casación
FECHA : 18/11/2010
DECISION : Se abstiene de emitir pronunciamiento sbre la
admisibilidad, y se declara extinc
DELITOS : Estafa agravada
PROCESO : 35135
PUBLICADA : No
01/12/2010
358
Además, las razones que aduce el demandante para persuadir a la Corte sobre la
necesidad de admitir la demanda, deben guardar correspondencia con los cargos
que formule contra la sentencia. Lo anterior porque no podría entenderse
cumplido el requisito de sustentación, de manera que si se reclama el
pronunciamiento de la Sala sobre la protección de los derechos fundamentales o
un específico tema, es apenas elemental que la censura le permita a esta
Corporación examinar en concreto uno o los dos puntos que la habilitan. En
otras palabras, debe haber perfecta conformidad entre el fundamento de la
casación excepcional (desarrollo de la jurisprudencia y/o protección de garantías
fundamentales), el cargo o los cargos que se formulen contra el fallo y, por
consiguiente, el desarrollo de los mismos.
Es pertinente recordar que, en lo relacionado con el desarrollo jurisprudencial, la
Sala ha sostenido que es deber del casacionista indicar si lo pretendido es fijar el
alcance interpretativo de alguna disposición, o la unificación de posiciones
disímiles de la Corte, o el pronunciamiento sobre un punto concreto que
jurisprudencialmente no ha sido suficientemente desarrollado, o la actualización
de la doctrina, al tenor de las nuevas realidades fácticas y jurídicas; y, además,
la incidencia favorable de la pretensión doctrinaria frente al caso y la ayuda que
prestaría a la actividad judicial, por trazar derroteros de interpretación con
criterios de autoridad(1) .
La segunda condición presupone cumplir con los requerimientos mínimos de
forma y contenido señalados en el artículo 212 de la ley 600 de 2000, a saber: (i)
identificación de los sujetos procesales y de la sentencia impugnada, (ii) resumen
de los hechos y de la actuación procesal, y (iii) demostración del cargo, exigencia
que implica señalar la causal invocada, las normas procesales y sustanciales
transgredidas, y las razones del reparo, todo dentro del marco de los principios
que rigen la casación y la lógica de la causal planteada.
(i).- Exige que el censor señale la existencia material del medio de prueba de que
se trate, sean estos individuales o plurales.
359
la antijuridicidad o de las expresiones de culpabilidad atribuidas, etc., aspectos
que harán parte de las indebidas aplicaciones de la ley sustancial de que se trate
y además identificar las faltas de aplicación de normativas llamadas en forma
legal y constitucional a regular el caso, aspectos de los cuales no se ocupó el
demandante.
4. debe insistirse que las impugnaciones que en casación penal se efectúen por la
modalidad del error de hecho por falso raciocinio, el cual se materializa por la
violación que efectúan los juzgadores a los postulados de la sana crítica, no
pueden quedarse en el plano de lo enunciativo como en este cargo ha ocurrido.
10/12/2010
360
1- La Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia es competente
para conocer de los conflictos de competencia que se presenten en asuntos de la
jurisdicción penal entre dos juzgados Penales del Circuito de diferente distrito
Judicial, de conformidad con lo dispuesto en el numeral 4° del artículo 75 de la
Ley 600 de 2000.
2- la Corte advierte de entrada que asiste la razón al Juez Penal del Circuito de
Melgar, evidente como surge que efectivamente los hechos ocurrieron en la
ciudad de Bogotá, para lo cual emerge accesorio e intrascendente verificar dónde
se encuentra ubicado el bien que estaba dispuesta a entregar la acusada a
cambio del dinero y acción de un club social, aportados por los denunciantes.
(...)
Ninguna acción trascendente para la ejecución o consumación del delito de
estafa, entonces, fue realizada en el municipio de Melgar, Tolima, razón por la
cual apenas aventurado y si se quiere negligente se entiende el comportamiento
procesal de la Jueza 37 Penal del Circuito de Bogotá, interesada en
desembarazarse olímpicamente del asunto sin verificar presupuestos fácticos
mínimos o siquiera preocuparse por señalar en concreto cuál es el motivo que la
impele a separarse del conocimiento del proceso.
13/04/2011
361
juicio que no trasciende a la estructura del proceso. (CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA, Sala de Casación Penal, sentencia septiembre 11 de 2003, radicado
19.564.)
(...)
La Corte ha considerado que para acudir a la casual tercera, se debe demostrar
que la variación del nomen iuris genera cambio de competencia, porque, en caso
contrario, un yerro como el que denuncia el casacionista, no se debe plantear
con arreglo a dicha causal (nulidad), sino que se debe formular y demostrar
siguiendo los lineamientos de la causal primera, en alguna de las dos hipótesis
que se acaban de citar.
362
pretensión de obtener la indemnización de los daños y perjuicios sufridos con la
conducta punible, tal restrictiva comprensión -que permaneció aún invariable
con la entrada en rigor de las leyes 599 y 600 de 2000- fue abandonada a partir
del 3 de abril de 2002 con la sentencia C-228, pues la Corte Constitucional al
declarar exequible el artículo 137 del Código de Procedimiento Penal bajo el
entendimiento que la parte civil tiene derecho además del resarcimiento
económico, a obtener la verdad de los hechos y a que se haga justicia, amplió ese
orden de atribuciones con que hasta ese momento contaba la víctima.
En ese orden y facultada la parte civil para deprecar la práctica de pruebas que
tengan conexión con los derechos a la verdad, la justicia y el resarcimiento de los
daños, e interponer recursos contra las decisiones que afecten esas
prerrogativas, se le concibió entonces como un sujeto procesal en sentido pleno y
con igualdad de condiciones frente a los demás que intervienen en el
procedimiento penal.
Tal doctrina, reiterada posteriormente en sentencias C-875 del 15 de octubre de
2002, C-06 del 21 de enero de 2003, C-805 del 1o de octubre de 2003, C-899 de
2003, C-370 del 18 de mayo de 2006, C-454 del 7 de junio de 2006 -entre otras-
y acogida por la Sala en decisiones del 20 de febrero de 2003, en el radicado No.
13177, del 17 de junio de 2003, en el radicado No. 15100 -también entre varias
otras- ha permitido establecer que el concepto víctima o perjudicado -individual o
colectivo- comprende a todos los que han sufrido un daño así no sea patrimonial;
que si persiguen el resarcimiento pecuniario también tendrán derecho a obtener
la verdad y a que se haga justicia en el proceso penal; que podrán constituirse en
parte civil con el exclusivo interés de obtener la verdad de los hechos y que se
condene al responsable del delito, acreditándose para ese fin que como
consecuencia de la conducta punible sufrieron un perjuicio concreto, así éste no
sea de índole económica.
363
conducta sometida a juzgamiento, pues es patente que la sentencia de condena
es el necesario supuesto de aquél propósito.
08/09/2011
364
PONENTE(S) : DR.SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ
15/09/2011
En efecto, dispone la citada norma que la acción civil ejercida dentro del proceso
penal, prescribe en el mismo tiempo señalado para la prescripción de la acción
penal, en relación con los penalmente responsables, advirtiendo enseguida que
en "los demás casos" se aplicarán las normas pertinentes de la legislación civil.
Así las cosas, la Sala ha dicho y sostenido de manera pacífica, que la acción civil
respecto de quien no siendo autor ni partícipe del delito está obligado a
indemnizar los perjuicios causados se rige por las normas civiles, debiendo
tenerse en cuenta para dichos efectos lo que el artículo 2358 del Código Civil
dispone acerca de la acción para la reparación del daño ejercida contra terceros
responsables.
3. Desde luego, al igual que ocurre con la acción penal cuyo término de
prescripción en el procedimiento de la ley 600 de 2000 se interrumpe con la
resolución acusatoria o su equivalente debidamente ejecutoriada, en la
365
legislación civil también se prevé que el término de prescripción para el ejercicio
de la acción que pretende la reparación del daño por el tercero civilmente
responsable, se interrumpe con la presentación de la demanda e impide que se
produzca la caducidad.
12/10/2011
366
estatal/ CAPTACION MASIVA Y HABITUAL DE DINERO-Bien jurídico protegido/
CAPTACION MASIVA Y HABITUAL DE DINERO-Objeto material/ CAPTACION
MASIVA Y HABITUAL DE DINERO-Sujeto activo/ CAPTACION MASIVA Y
HABITUAL DE DINERO-Tipo penal en blanco: Decreto 1981 de 1988/
URBANIZACION ILEGAL-Tipo penal de conducta alternativa/ URBANIZACION
ILEGAL-Verbos rectores/ URBANIZACION ILEGAL-Tipo penal en blanco/
URBANIZACION ILEGAL-Licencia de construcción o urbanización/ ESTAFA-
Elementos/ ESTAFA-Artificio, ardid o engaño/ DELITO MASA-Noción/
URBANIZACION ILEGAL-Concurso con estafa/ ESTAFA-Concursa con
urbanización ilegal/ TESTIMONIO-Apreciación probatoria: Testimonios plurales/
CIRCUNSTANCIAS DE MAYOR PUNIBILIDAD-Posición distinguida del
procesado/ CIRCUNSTANCIAS DE MAYOR PUNIBILIDAD-Obrar en
coparticipación criminal
El artículo 316 del Código Penal vigente para la fecha de los hechos, establecía
que incurría en tal comportamiento ilícito:
"Quien capte dineros del público, en forma masiva y habitual sin contar con la
previa autorización de la autoridad competente, incurrirá en prisión de dos (2) a
seis (6) años y multa hasta de cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales
mensuales vigentes.
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1981 de 1988, aspectos que no se acreditan, como quiera que la relación de (...)
con los interesados en los proyectos no lo fue por haber contraído obligaciones a
título de mutuo, o cualquiera otra en que no se proveyera como contraprestación
el suministro de bienes o servicios, tampoco por haber celebrado conjunta o
separadamente en un período de tres (3) meses consecutivos más de veinte (20)
contratos de mandato con el objeto de administrar dineros de sus mandantes
bajo la modalidad de libre administración o para invertirlos en títulos o valores a
juicio del mandatario, o por haber vendido títulos de crédito o de inversión con la
obligación para el comprador de transferirle la propiedad de títulos de la misma
especie, a la vista o en un plazo convenido, y contra reembolso de un precio.
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modalidad de delito masa (5) , en el que sumadas sus cuantías supera
ampliamente la circunstancia prevista en el artículo 267 del Código Penal,
conducta ilícita que se encuentra sancionada con prisión en su mínimo, de cinco
años y cuatro meses.
En relación con esta figura, ha sostenido la jurisprudencia de la Sala que:
".... Es una especie de delito continuado pero limitado a las acciones dirigidas a
la afectación del patrimonio económico de un colectivo humano. Se presenta
cuando el sujeto activo realiza una pluralidad de actos que genera una
multiplicidad de infracciones a un tipo penal, todo lo cual se ejecuta de acuerdo
con un plan con el que se pretende afectar el patrimonio económico de un
número indeterminado de personas." (6)
2. Ley 388 de 1999, artículo 99, numeral 1º y Decreto 1052 de 1998, artículos 5º y 6º.
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DECISION : Prucluye investigacion por unos delitos, acusa
por otros
DELITOS : Estafa agravada, Urbanización ilegal
PROCESO : 27460
PUBLICADA : No
NOTAS ACLARATORIAS : PROVIDENCIA - EN RESERVA
30/11/2011
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escatimar esfuerzos racionales acordes con el apoyo logístico de que dispone para
el establecimiento de la verdad, adelanta las pesquisas y diligencias necesarias
para recaudar el medio de convicción sugerido o solicitado por quien se halla
sometido al ejercicio de la acción penal, y ello no resulta posible por
circunstancias atribuibles a factores externos a la voluntad del funcionario, como
tal sería el caso de un testigo a quien no se le ha podido individualizar o localizar.
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autor, o contribuye a su ejecución de manera más o menos eficaz, de modo que
mientras el autor realiza personalmente una conducta delictiva que le pertenece
como propia, el cómplice contribuye a la realización de un delito ajeno.
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