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Astillero
AMLO y empresarios: acuerdos
Bloomberg, Ortiz, Levy
Anaya visita la Ibero
Meade, de SLP a la Anáhuac
JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ
De esa reunión, López Obrador aseguró que salió con acuerdos, con entendimientos
mutuos. Fueron tres horas matutinas de conversación, luego de que el día anterior ese
mismo club de máxima densidad empresarial había escuchado a José Antonio Meade y
a Ricardo Anaya, deseosos tales capitales de avizorar el rumbo que podría tener la
navegación gubernamental el próximo sexenio, sobre todo si llegara al timón el marino
del trópico, ahora tan amoroso y pacífico.
La versión prendió con rapidez porque desde meses atrás se ha mencionado que
López Obrador deseaba que fuera Levy su propuesta para secretario de Hacienda, pero
compromisos laborales incompatibles con cualquier manoseo de tipo político le
impidieron al mencionado Levy aceptar la cartera hipotética que, en todo caso, fue
asignada a Carlos Urzúa, quien fue secretario de Finanzas en el gobierno de Ciudad de
México.
Y, sin embargo, López Obrador declaró ayer que no es cierta la versión difundida
por Bloomberg. Reiteró que el propuesto para la secretaría de Hacienda es Urzúa y que
él ocupará dicha cartera. Como en otros temas, habrá de verse la evolución respecto a
Levy y Ortiz, de quienes en esta ocasión el tabasqueño ha negado que vayan a
encargarse de la secretaría mencionada, pero sin rechazar tajantemente que puedan
participar en otras áreas de manejo económico y financiero.
Ricardo Anaya Cortés, en tanto, cumplió ayer con una visita a la Universidad
Iberoamericana, en su campus Santa Fe. A diferencia de mayo de 2012, cuando Enrique
Peña Nieto asistió a esa universidad en momentos de actividades a plenitud, ahora han
pasado los exámenes finales y el movimiento estudiantil es menor. Aun así, hubo una
asistencia importante a una conferencia en la que el momento más crítico para el panista
fue la sesión de preguntas con el periodista Jorge Ramos. Para efectos de propaganda
resultó muy positiva la sesión, pues a la salida del campus hubo grupos que coreaban
presidente (sin la intensidad ni numerosidad mostrada en favor de López Obrador
semanas atrás, en el campus regiomontano del Tec de Monterrey), e incluso, esta vez,
entre gritos adversos contra Anaya, aunque las grabaciones de
los frentistas privilegiaron las voces en favor del queretano.
El tema del tribunal colegiado que ordenó la creación de una comisión de la verdad
y la justicia para el caso Iguala-Ayotzinapa generó una significativa reacción en medios
de comunicación, sobre todo electrónicos, en una condena, a veces rayando en la
histeria, del resolutivo de los magistrados, arguyendo que se abren las puertas para la
liberación de ciertos delincuentes (es decir, los presuntos partícipes materiales en la
presunta desaparición por vía ígnea de los 43 estudiantes); tal desequilibrio informativo
evita mencionar los actos de delincuencia de Estado que se cometieron para fabricar
culpables y verdades históricas, con funcionarios como Jesús Murillo Karam y Tomás
Zerón, ejecutores de actos infractores de la ley, pero aún protegidos por el manto
sexenal de impunidad. ¡Hasta mañana!
Dinero
El acuerdo bilateral, jugada electoral de Trump // Muñoz Ledo colocará la
banda presidencial a AMLO // Bimbo desiste
ENRIQUE GALVÁN OCHOA
▲ Rafael Moreno Valle estrecha la mano de Héctor Larios rodeados de gobernadores panistas, luego de
anunciar que buscarán dirigir el blanquiazul.Foto Cristina Rodríguez
E
n su campaña electoralTrump satanizó al Tratado de Libre Comercio con Canadá y
México como responsable de que los trabajadores estadunidenses perdieran empleos
porque las empresas emigraban a México atraídas por los sueldos bajos. No ha dejado
de insistir en el punto, incluso castigando con aranceles a las exportaciones de sus
socios. De ahí que no causó sorpresa pero sí estupefacción que en los días recientes se
abriera a la posibilidad de un acuerdo… pero en sus términos. Nuevamente el presidente
de Estados Unidos ha manipulado políticamente el tratado porque necesita levantar de
algún modo su declinante popularidad con miras a las elecciones de noviembre. Se
sirvió con la cuchara grande: 1. Dio por terminado el tratado en su forma tripartita
original, 2. Dejó fuera a Canadá y volvió a amenazar al primer ministro Trudeau, o se
dobla o sale definitivamente, 3) Rebautizó el entendimiento (ya no es tratado) como
Acuerdo Comercial EU-México, por su mala connotación en territorio estadunidense.
Sin embargo, el acuerdo todavía tiene que ser aprobado por el Senado en Washington,
un proceso que toma 90 días y las elecciones serán antes. Si Trump perdiera la mayoría
es probable que el acuerdo quedara volando. Como es su costumbre, Trump se apoderó
del escenario. Desde su oficina llamó por teléfono a Enrique, no al señor presidente de
México, a congratularse del fantástico acuerdo. Peña Nieto, cuya voz apenas se
escuchaba, lo invitó un tequila para celebrarlo. Sentaditos, enfrente nuestros héroes
nacionales: Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo. ¿Cómo recibieron la noticia en
Canadá? Mal. Lawrence Herman, ex diplomático canadiense, escribió en el diario Globe
and Mail: Canadá tiene derecho a tomarse su propio tiempo para revisar el paquete total
y proceder de acuerdo con los requisitos constitucionales canadienses. Hasta que eso se
haga, Estados Unidos y México por sí solos no pueden cambiar el TLCAN existente,
que permanecerá como está, sin cambios y con toda su fuerza.
Napoleón senador
Alejandro Espejo
Twiteratti
México SA
Inflación sin control
Se les fue de las manos
Morena: otro autogol
CARLOS FERNÁNDEZ-VEGA
C
ero y van tres. Como en los procesos electorales de 2006 y 2012, en el actual crecen
las advertencias y el ruido sobre el peligro de cambiar de caballo a la mitad del río(el
jinete sin cabeza Vicente Fox dixit, en sus tiempos como inquilino de Los Pinos), y se
repite el desgastado guion: si ya saben quién gana los comicios, el tipo de cambio se irá
a las nubes, la deuda pública se incrementará velozmente, la economía crecerá muy
poco, se perderá todo lo que hemos ganado, la fuga de capitales no se detendrá, la crisis
estallará y, en fin, el nivel de vida de los mexicanos se irá a pique. El caos, pues.
Es la misma gata, pero más que revolcada. El problema es que esa desgastada
campaña de miedo esconde el hecho de que en las elecciones de 2006 y 2012, haiga
sido como haigasido los candidatos oficiales (léase los prianistas) terminaron en Los
Pinos, y que pese a ello todos los pésimos augurios en materia económica se
materializaron, y de qué forma: devaluación, deuda en niveles inmanejables, economía
estancada, fuga de capitales, crisis y caída libre en el bienestar de los mexicanos, entre
otras gracias, sin olvidar la corrupción galopante y el creciente grado de inseguridad y
violencia, con más de 240 mil muertos y 30 mil desaparecidos, de tal suerte que el
verdadero peligro para México fue la dupla Felipe Calderón-Enrique Peña Nieto.
A la campaña del miedo se sumaron la televisión (Fox recién había palomeado la ley
Televisa y tocaba pagar), las cadenas de radio y la mayoría de los medios, subrayando
aquellos del caos económico si a Los Pinos llegaba ya saben quién. Y la pandilla lo
logró: en la residencia oficial se instaló el repugnante Felipe Calderón y gentuza que lo
acompañaba (uno de esos elementos hoy se presenta como candidato independiente).
Eso fue en 2006, pero el numerito se repitió seis años después, en el proceso
electoral de 2012, cuando de nueva cuenta los organismos cúpula del sector privado se
metieron hasta la cocina para inyectar miedo, lo mismo que las trasnacionales
financieras y demás empresarios marca Forbesquienes, cual viles plañideras, repetían
hasta la ignominia lo del peligropara México.
Allá por junio de 2012, a escasas dos semanas de los comicios, el Consejo
Coordinador Empresarial (en ese entonces con Gerardo Gutiérrez Candiani como
cabeza visible; por cierto, en julio de 2016 este personaje fue designado por Peña Nieto
como titular de la autoridad federal para el desarrollo de las zonas económicas
especiales, órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda) se pronunció en contra
de la reducción salarial de la alta burocracia, porque “si se pagan menores sueldos se
tendrán funcionarios de menor calidad; disminuir los ingresos de los burócratas que más
ganan también podría generar más corrupción (lo mismo dice Javier Lozano Alarcón, y
ya ven: recibe regalos de los huachicoleros); si hacemos un ejercicio donde cada vez les
paguemos menos a los que más responsabilidad tienen, al rato vamos a tener gente de
acuerdo con los niveles que pagamos y no de las responsabilidades que tienen”. ¿Quién
proponía tal reducción? Pues ya saben quién, el mismo que en aquel entonces calculó un
ahorro cercano a 300 mil millones de pesos si los sueldos de la burocracia dorada se
reducían a la mitad.
Todo ello aderezado con los apocalípticos estudios serios de las trasnacionales
financieras y demás botanas rancias. El hecho es que a Los Pinos arribó Enrique Peña
Nieto, quien entre tantas otras cosas prometió que con sus reformas la economía
crecería 5 por ciento anual en el último bienio de su mandato. Lo cierto es que a duras
penas el sexenio cerrará con una tasa promedio anual de 2.1 por ciento, en medio de la
corrupción galopante, impunidad garantizada para los cuates, negocios jugosos para
la famiglia, y más muerte e inseguridad que en tiempos de Calderón, lo que ya es decir.
Pero, otra vez, insistían que el peligro era otro.