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Recogiendo información de estos textos, sabemos que Jesús era llamado Cristo, había
sido ejecutado en el reinado de Tiberio por Poncio Pilato y era considerado Dios por
sus seguidores. Aun así, los evangelios canónicos son la mejor fuente sobre Jesús.
Evangelio = “buena noticia”. (Origen griego). Este término se utilizaba antes de Cristo
para definir acontecimientos felices. Más tarde, los cristianos le dieron un contenido
nuevo relacionado con Jesús, con lo que él dijo y con su llegada como Hijo de Dios, por
ello es anunciado como “buena noticia”, quien lo coge tiene la salvación.
Por ello, esta noticia no deja indiferente a quien lo escuche, el Hijo de Dios se
hace carne y hay que conocer el contexto en el que vivió para comprender todo
lo que hizo y dijo.
- Galilea: norte, mala fama por fusionarse con pueblos extranjeros y ser
muy relajados religiosamente.
- Samaria: centro, no eran auténticamente judíos, creían que el templo
para rendir culto a Dios era el del monte Garizín, no el de Jerusalén.
- Judea: sur, región más extensa con ciudades importantes: Jerusalén,
Belén, Betania… Jerusalén era el centro de todo judío, allí se encontraba
el templo.
En torno al siglo I, Palestina estaba dominada por los romanos, los judíos que
vivían allí esperaban la llegada del Mesías, un liberador para el pueblo. Muchos
creían en esta figura como un rey como David o un guerrillero. Por ello ha de
comprenderse el lenguaje y las acciones realizadas por Jesús en este contexto.
1.1.2 Jesucristo, Evangelio encarnado.
Para los primeros cristianos, la “buena noticia” es una persona, Jesucristo. Su
salvación se puede situar en la historia pero sigue presente. San Marcos inicia
su evangelio, Jesucristo es el Hijo de Dios y trasmite lo que él quiere decir o
hacer que ha venido al mundo a traer a las personas su salvación integral, (no a
solucionar los problemas).
Siempre ha habido quienes presentan a Jesús como un líder político o social
pero de esta forma no se entiende que sea el Hijo de Dios porque vendría a dar
respuestas solo a problemas temporales. Jesús no ha venido únicamente a
hablar de Dios a los hombres, sino a revelar qué es el hombre: creado por Dios
a su imagen y semejanza, herido por pecado, necesitado de salvación, llamado
a vivir en la comunión plena con Dios. Jesús ha mirado con la mirada de Dios
padre.
Jesucristo es el evangelio encarnado, realiza en él la salvación del ser humano,
Jesús ha demostrado cómo la conversión del corazón es posible. La vida pública
de Jesús se inicia con este anuncio: “Convertíos, porque el reino de los cielos ha
llegado”, él es quien realiza lo que anuncia, él es el evangelio encarnado.
Él mismo preguntó a sus discípulos quién era, a lo que Pedro contestó: “Tú eres
el Cristo, el Hijo de Dios vivo”, esta es la respuesta de la fe. Jesús se presenta
como Dios hecho hombre.
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas son muy parecidos y son llamados
evangelios sinópticos. En los tres aparece al principio Juan el Bautista,
desarrollan el ministerio en Galilea. ¿A qué se debe el parecido?
El evangelio de Marcos es el más antiguo, y Mateo y Lucas utilizaron el
evangelio de Marcos y otras fuentes con palabras de Jesús (llamada fuente
Q).
Los evangelios canónicos aportan un material más cercano a los hechos, son
aquellos que la Iglesia ha considerado como revelados por Dios, el corazón
del Nuevo Testamento (Siglo I).
Después (Siglo II), aparecieron los evangelios apócrifos u ocultos, que no se
han reconocido como Palabra de Dios. Hablan de la infancia y pasión de
Jesús. Contienen elementos conocidos hoy en día como los nombres de los
sabios de Oriente.
Los evangelistas nos anuncian la vida de Jesús con un propósito catequético
de anunciarle a él como mensaje de salvación, y encontrarse con él a través
de leer los evangelios.
Para que el reinado sea acogido, las personas deben cambiar de actitud y convertirse,
preparar el lugar donde se construye el reino que viene de Dios a la tierra. Jesús cura
enfermos, acoge y perdona a los pecadores… todo esto son signos de que el reinado
de Dios está presente.
En el mundo sigue habiendo mal y pecado, por lo que el reinado aún no está
desarrollado plenamente, por eso Jesús puso el ejemplo de la semilla: quien acoge el
anuncio de Cristo, tiene dentro de sí la naturaleza de hijos adoptivos de Dios, que irá
creciendo y se manifestará en el amor a Dios y los demás hombres.
Las narraciones y milagros más significativos de Jesús hay que entenderlos como
signos que anunciaban el reinado de Dios, con una función salvadora, deben ser una
interpelación de Jesús al corazón de las personas.
-El reino de Dios: cómo se introduce entre los hombres, cómo va creciendo, la
comparación del reino de Dios con las semillas, tesoro escondido…
La creencia en los milagros ha sido muy común en todas las civilizaciones. Los
judíos también creían en la fuerza salvadora de Dios, el milagro era una señal
de grandeza y poder de Dios y era portador de un mensaje: Dios ama a su
pueblo. Los milagros se clasifican en cuatro tipos:
Jesús hacía oraciones diarias, pero cuando tenía que tomar alguna decisión
importante se retiraba a algún lugar apartado a orar. En medio de su actividad,
Jesús busca el encuentro con Dios para dialogar. Se dirige a él llamándolo Abba
(papá), es un caso único en la historia de las religiones, nadie se ha atrevido a
dirigirse con esa confianza a Dios.
-Padre nuestro: Dios es padre de todos los cristianos, por lo que todos somos
hermanos. La oración es comunitaria aunque la rece uno solo.
-Danos hoy nuestro pan de cada día: el sustento diario es un don de Dios,
compartir el pan es signo de fraternidad.
-Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos
ofenden: el perdón es un signo del reinado de Dios, nos compromete a
perdonar a los demás.
-No nos dejes caer en la tentación: se pide a Dios que dé fuerzas para ser fieles
a su plan salvador y no desanimarse ante la adversidad.
-Líbranos del mal: se refiere a librarnos del Maligno que nos lleva a obrar mal.
Jesús fue torturado porque Pilato quería satisfacer la respuesta del Sanedrín, creía que
presentándolo desfigurado al pueblo podría absolverlo y, aunque no quería matarlo, lo
dejó morir sabiendo que era inocente por no provocar un altercado. Un condenado en
la cruz podía tardar días en morir, pero a Jesús le metieron una lanza en el pecho, por
lo que murió antes de que le partieran las piernas. En el letrero de Jesús que anunciaba
el motivo de la ejecución ponía: Jesús Nazareno, rey de los judíos.
Entre los judíos los cuerpos no se enterraban, sino que se depositaban en cuevas y
solían ser ungidos en perfumes y aromas, pero en el caso de Jesús no dio tiempo a
terminar de ungirlo porque era la víspera de la Pascua hebrea.
Al tercer día de la muerte de Jesús, la piedra que tapaba la cueva de Jesús estaba
movida y dentro no había nada, pero esto no fue el primer hecho de la resurrección, ya
que muchos creían que habían robado el cuerpo los discípulos. Esto solo fue el primer
signo de la resurrección.
Jesús fue rechazado como los antiguos profetas, era el siervo que anunció el
profeta Isaías, padeció lo que profetizaba de forma misteriosa el salmo 22,
murió por nosotros, pagó las consecuencias del mal con su sacrificio, nos
reconcilió con Dios…
Al decir que Jesús murió por nosotros se entiende que:
Los cristianos leen los relatos sobre la muerte de Jesús como escritos que
reflejan su fe, lo que los cristianos creen y ven sobre Jesús que es el Mesías.
Estos textos sanan a quien los escucha con fe.
Existen relatos en los textos evangélicos que narran los encuentros con Jesús.
Además, también Jesús anunció su propia resurrección, una Resurrección para
la Vida, se dice a sí mismo que es la Resurrección y la Vida porque habla de algo
que no es la pura vida biológica. Revela su identidad con la naturaleza humana
porque las llagas permanecen en su cuerpo, y en su naturaleza divina, la
muerte ya no tiene dominio sobre él. No comunica este hecho como un
concepto que haya que aprender, sino buscando la relación personal: el mismo
que murió en la cruz es el mismo que les habla, come con ellos…
La salvación es saber que a pesar de todo Dios acoge a los hombres y los
acepta, viviendo con la certeza de que va a ser amado para siempre.
Decir que Jesús está vivo es afirmar que él está vivo siempre actuando y
haciéndose presente en el mundo. La buena noticia no es que Cristo resucite,
sino que ha procurado como hombre la salvación para todas las personas.
Sabemos que está presente hoy porque actúa, está presente en nosotros no
solo de forma espiritual, sino también sacramental. Se puede creer que Jesús
está presente por:
-Teniendo una relación personal con Jesús: la comunidad de los cristianos (la
Iglesia), los sacramentos (la eucaristía), la palabra de Dios (la Biblia), la oración
personal y comunitaria, cualquier persona que nos rodea, en especial los
pobres.
-Nicolaítas: Siglo I, secta liderada por Nicolás de Antioquía, uno de los siete
diáconos designados por los Apóstoles de Jerusalén. Tenían costumbres
licenciosas, las que no consideraron impuras, y finalmente fueron absorbidos
por corrientes gnósticas en el siglo II.
-Marción: Siglo II. Sus herejías fueron combatidas por muchos Padres de la
Iglesia y en el siglo 144 fue excomulgado. Rechazaba el A.T y del N.T solo
aceptaba el Evangelio según san Lucas radicalmente editado y diez de las cartas
de Pablo. En el momento de su muerte había logrado exitosamente el primer
cisma del Cristianismo, cuyos efectos se prolongarán hasta el siglo III. Dijo que
Cristo no era el Mesías, y este se llamaría Emanuel, no Jesús.
-Arrianismo: Siglo IV. Fue la primer gran herejía, que negaba que Cristo es Dios,
diciendo que es inferior al Padre. Arrio fue un obispo libio, quien desde el 318
propagó la idea de que no hay tres personas en Dios sino una sola persona, el
Padre. En el 320 un sínodo que reúne más de cien obispos de Egipto y Libia
excomulga a Arrio y a sus partidarios, pero la herejía continúa expandiéndose
llegando a desarrollarse una crisis que el Emperador Constantino el Grande se
vio forzado a intervenir para encontrar una solución. En el Concilio de Nicea
(325) el partido bajo la guía de San Atanasio, diácono de Alejandría, logró una
definición ortodoxa de la fe y el uso del término homoousion (consustancial, de
la misma naturaleza) para describir la naturaleza de Cristo. Luego el emperador
Constancio II apoyó a los arrianos y se dio el momento de mayor poder y
expansión de la herejía arriana y hubo persecuciones anti-católicas, pero a la
muerte del emperador se quedaron sin su gran protector y luego llegó la
derrota final del arrianismo con el Concilio de Constantinopla en el año 381.
-La herejía Griega y el Cisma: llevada por Focio, que fue impuesto por el
Emperador en la Sede de Constantinopla en el 857. Fue depuesto y condenado
por el Cuarto Concilio de Constantinopla en 869, pero el Cisma fue luego
completado bajo el Patriarca de Constantinopla, Miguel Cerulario, quien en
1054, rechazó la supremacía del Papa y estableció la llamada Iglesia Griega
“Ortodoxa”, la cual es herejía pues dice que el Espíritu Santo procede del Padre
solo y no del Padre e Hijo.