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“La zona central del país está marcada por precipitaciones pluviales en el primer semestre
del año, es decir entre marzo y finales de mayo, lo que hace que las siembras se realicen
entre enero y febrero. En ese periodo se obtiene el 55 % y 60 % de la producción de papa
en el país.
Los principales productores en orden son Cundinamarca, Boyacá, Nariño, Antioquia,
Santander, que contribuyen con el 96 % de la producción total nacional y el porcentaje
restante está en Cauca, Tolima y Caldas.” Revista CONtextoganadero.
Para el segundo semestre las siembras se realizan entre julio y agosto, en aras de
aprovechar el otro periodo de lluvia, que debe iniciar a finales de septiembre e inicios de
octubre y que va hasta mediados de noviembre.
Antes del cultivo de la papa existe una etapa de selección en la cual se separan los
tubérculos dañados, deformes, cortados o rajados de aquellos que están sanos para
mantener la calidad del producto.
Primero se prepara la tierra, esto haciendo uso del tractor. A los 6 u 8 días se vuelve a arar
la tierra, pero esta vez con una nueva herramienta llamada retobato que deja la tierra como
un polvo. Después de cierto tiempo se rastrilla el terreno “hasta eliminar todas las raíces de
la maleza, para que el suelo adquiera la condición adecuada: suave, bien drenado y bien
ventilado”.
Semanas después se comienza el sembrado de las semillas dejando un espacio de 20 a
30 cm entre semilla y semilla, 10 días después se riega el abono (Con fósforo, potasio y
calcio.) sobre las semillas plantadas, después de haber regado el abono se tapa la semilla
con tierra.
Más o menos 30 días después la semilla comenzó a germinar dando como resultado un
tallo de color verde, casi de inmediato se le inicia la aplicación de pesticidas, este es rendido
con agua y esparcida sobre el cultivo. A los 30 días los obreros vuelven a tapar la base del
tallo de alrededor 20 cm con tierra, a esto se le llama deshierbe.
15 días después se le vuelve aplicar pesticida al cultivo, esto con el objetivo de evitar que
los parásitos (Gusano blanco, hongos o la polilla guatemalteca) ataque la planta. Dos
meses después la planta comienza a florecer, lo que da a entender a los campesinos que
la papa está casi lista para ser extraída.
Después de un mes la rama de la planta adquiere un color amarillento y es ahí cuando el
agricultor sabe que la papa está lista para ser sacada de la tierra, durante la “Sacanza” de
la papa los campesinos las separan por tamaño y las pesan para calcular el valor del bulto.
Estudiante de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, El Espectador.
ARROZ:
“Una vez obtenida la semilla viene la etapa de producción, que requiere de apenas seis
meses, pero es mucho más intensa en generación de empleo, inversión de alto riesgo,
industrialización, empaquetamiento, distribución, y un sinnúmero de pasos previos a su
llegada a la mesa y al consumidor.
El primer paso en el cultivo de arroz es conseguir el terreno, prepararlo, inundarlo y realizar
la siembra. Pero sembrar en condiciones competitivas no es una actividad como las otras.
Antes de plantar el primer grano, el productor tiene que invertir en trabajos especializados
tales como realizar curvas de nivel que garanticen la eficiencia del riego. También debe
adecuar los canales para llevar el agua, y usar sembradoras de precisión, calibradas de tal
manera que la semilla sea plantada en forma eficiente y sin desperdicios.
Durante el crecimiento y el desarrollo del cultivo se requiere de diferentes prácticas que van
desde la fertilización hasta la fumigación aérea, dos de los factores claves para garantizar
el éxito de la cosecha.
En Colombia, producir una tonelada de arroz, seco, tiene un costo aproximado de 400
dólares. El 55 por ciento del cultivo utiliza riego y el 45 restante es secano. También se
siembran 16.000 hectáreas de manera artesanal y recolectado manualmente, en Chocó,
Putumayo y Bajo Cauca, y tiene como objetivo el autoconsumo.” Edmer Tovar, El Tiempo.
El cultivo del arroz que es el principal generador de empleo en 211 municipios del país,
entre los cuales se encuentran 14 del Tolima, cuya economía gira en torno a la siembra,
recolección y venta de la cosecha del cereal.
Así lo revela un estudio de la Federación Nacional de Arroceros que analiza el impacto que
la actividad tiene en otros sectores como el bancario, comercio, bienes y servicios.
El documento demuestra que el 66 por ciento de los ingresos de los habitantes de Espinal
se derivan, directa o indirectamente, del arroz. La población tiene cerca de 100 mil
habitantes.
Rafael Hernández, gerente de Fedearroz, dice que eso es una muestra de la importancia
que tiene el cultivo para la mayoría habitantes de departamentos como Tolima, Huila, Meta,
Casanare y Norte de Santander. La economía de estas regiones sería golpeada si la
negociación del Tratado de Libre Comercio no protege a los productores.
Según Hernández, esta es sin duda la verdadera prueba de fuego para una actividad que
además genera el 55 por ciento del empleo en varios municipios productores.
El estudio de Fedearroz también analiza el impacto de todas las actividades que giran en
torno al cultivo. Entre ellas se estudian aspectos como la venta de maquinaria agrícola, el
comercio de insumos agropecuarios y toda la dinámica comercial.
Por eso, el impacto que puede tener la liberalización comercial en el sector arrocero no deja
dormir tranquilos a miles de familias tolimenses que dependen económicamente de la
actividad, que durante el 2004 representó siembras del orden de 100 mil hectáreas.
En poblaciones como Espinal, Coello, Flandes, Guamo, Saldaña, Purificación, Prado,
Armero Guayabal, Venadillo, Lérida, Ambalema, Alvarado, Ibagué y Piedras, los comités
locales de arroceros tienen las alarmas encendidas por el tema del TLC. Incluso, algunos
cultivadores están pensando en sembrar otros productos como algodón y maíz.
Sin embargo, estas alternativas no pasan de ser cultivos de rotación, es decir, los
cultivadores luego regresan al arroz, luego de un período en que cambian de producto.
Hernández, señala que el estudio es otra gran herramienta que contribuye a demostrar la
enorme importancia del cultivo y su alta sensibilidad en medio de estas negociaciones, por
ser la principal fuente de actividad económica en los 211 municipios arroceros del país, por
tener un nivel de eficiencia destacado y por considerarse como una garantía para la
seguridad alimentaria de los colombianos con menores ingresos.
El arroz es el cultivo de ciclo corto con mayor disponibilidad tecnológica en Colombia. Le
da al país destacados índices de productividad y eleva el grado de eficiencia de nuestros
agricultores.
En las tierras bajas tropicales en Montería también se cultiva arroz, igual que en
César y Plato, Magdalena.
MARACUYA: En el mercado existen dos tipos de maracuyá uno de exportación y otro que
se vende a nivel nacional o local, para la producción de este se compran semillas
certificadas o no, dependiendo su destino.
Las principales zonas productoras de maracuyá en el país son los Llanos Orientales y el
Huila, el producto es recogido en siembras de uno a tres meses con un tiempo de descanso
de dos meses, la vida útil de dicha planta es de cuatro años con su debido cuidado y
mantenimiento; para recoger el fruto se hace manualmente luego de haber fumigado la
planta y rociado posteriormente, se colectan en cajas de cartón que son transportadas
“bestias” como les llaman los campesinos para luego ser subida a un camión que distribuye
en diferentes zonas del país.
El destino preferido para esta fruta es Bogotá, el costo del transporte hasta la Central de
Abastos de Bogotá es de 1.200 pesos por caja de 15 kilos, cuando llega a dicho sitio la fruta
es distribuida a las bodegas, una de las bodegas más conocidas es llamada La Reina en
donde se distribuyen gran variedad de productos entre estos la maracuyá.
El maracuyá es embolsado de a 10 kilos y distribuido en las plazas subalternas de Bogotá,
el proceso pos venta del maracuyá a un no se encuentra establecido, ya que alguna fruta
que se madura demasiado es arrojada a contenedores, los cuales no tiene ningún control
sanitario; almacenes de cadena han desarrollado un canal de reutilización de productos de
fruta y lácteos, estos pueden ser reutilizados en yogures y kumis, los cuales tienen un
control sanitario, además de esto los almacenes de cadena despulpan la fruta para
refrigerarla y que el producto tenga un mayor tiempo de consumo; por el contrario las
bodegas de Abastos no tienen la conciencia y no le han buen uso a este producto.
En Colombia el 52% de las ventas es realizado por tenderos, es un caso extraño en el
mundo, ya que la mayoría de países tienen a usar supermercados por ello necesitamos una
cadena de suministros para la tiendas de barrio que por lo general es realizada por el mismo
propietario de esta, permitiendo que llega al consumidor final, hoy en día el kilo de maracuyá
esta en 2.500 pesos.
Para realizar la exportación a mercados como estados EEUU y Europa es un producto muy
llamativo, ya que es denominado como “passion fruit” por ser un fruto de clima tropical.
En menos proporción, 10% se encuentra la variedad Monguana que produce gajos más
gruesos de más de 2 centímetros, sin embargo no tiene tanta salida en el mercado por tener
un sabor un poco dulce.
La cebolla Junca es altamente perecedera, por lo tanto su comercialización debe ser muy
rápida ya que si no es vendida se deteriora. El producto se puede almacenar por tres o
cuatro semanas a 0 C siempre y cuando se prevenga las pérdidas de humedad. La vida de
almacenamiento a 5 c es de una semana, temperaturas más elevadas favorecen el amarilla
miento y descomposición de las hojas.
Extra
Primera alta
Primera
Segunda
Esta clasificación se hace de acuerdo al grosor del tallo y al color de las hojas por lo cual
los agricultores hacen especial énfasis en el control de las enfermedades que afecten la
coloración normal de las hojas.
Costales: Existe la costumbre que sobresalgan las hileras. Su peso varia por
regiones con un promedio de 56 kilogramos, es preferible que sea de fique en tejidos
de trama pequeña, deben estar limpios y libres de residuos que puedan contaminar
el producto.
Atados: Según la región estos con conformados manualmente empleando diversos
métodos, los atados de doce o trece tallos se amarran con cabuya o sincho de
plátano aproximadamente 90 centímetros y a veces se introduce tallos adicionales
para ajustar el atado.
Bolsas: los supermercados están introduciendo nuevas presentaciones que
adquieren cada día mayor fuerza, la cebolla se compra prensada y se entrega en
canastillas plásticas.
Canastillas: Las investigaciones han arrojado excelentes resultados en cuanto a
calidad final del producto se refiere, se presentan en diferentes tamaños.
Su proceso de distribuciones:
Es llevada de los cultivos al centro de acopio más cercano a la población.
Los diferentes cultivadores y/o negociantes de los productos se ubican en un
espacio designado para la negociación, en donde son descargados los atados de
cebolla.
Una vez puesto el producto en el lugar designada del centro de acopio, se realizan
las negociaciones pertinentes con los distribuidores mayoristas, que quienes se
encargan de llevar la cebolla a Bogotá; la negociación se realiza de acuerdo a la
calidad del producto y el volumen de atados a transportar, de los anteriores factores
depende el precio de negociación.
Del centro de acopio, la cebolla es llevada directamente a Bogotá, al centro de
Abastos CORABASTOS, lugar donde es comercializada por los intermediarios y/o
transportadores y los mayoristas donde es fijado el precio.
De Bogotá la cebolla es llevada a diferentes lugares del país.
CARNE:
El recorrido por las causas del éxito comienza con las favorables condiciones del terreno,
donde los pastos son más verdes y el clima óptimo, porque, aunque se divide en una época
lluviosa y otra seca, los ganaderos de la región saben cómo jugar con los eventos
climáticos.
El Llano no sólo enamora a las personas, también a los animales. Razón por la cual sus
ganaderos le han apostado a la región, y coinciden en las capacidades de producción del
piedemonte llanero, especialmente el ganado cebú, que se caracteriza por su porte grande,
perfil recto, cabeza ancha y ojos negros y chatos.
En el departamento pastan casi un millón y medio de cabezas, distribuidas en más de
10.000 predios, y como en todas las zonas cálidas de Colombia, predominan los ganados
cebuínos por su comportamiento y resistencia a las condiciones del trópico. Así lo asegura
Jaime Giraldo, presidente de Frigoríficos Ganaderos de Colombia (Frigogán), quien a su
vez concluye que en la medida en que los suelos tengan las condiciones propicias, se
pueden explotar ganaderías de mejor calidad genética.
La calidad y la cantidad de vacas y cerdos ubican la región entre las más importantes del
país para el sector. No por nada están en el sexto lugar en producción de leche que, según
Ricardo Yunda, director del comité ganadero, alcanza los 350.000 litros diarios, teniendo
en cuenta que los bovinos de la región se aprovechan para el doble propósito, es decir,
producción de lácteos y de carne.
El piedemonte llanero ofrece condiciones muy adecuadas para el ganado; las
características del terreno y el clima permiten alimentar y criar un mayor número de
animales, y los ganaderos de la región han sabido aprovechar todos los beneficios para
producir carne de calidad con una alta acogida en los mercados nacionales y extranjeros.
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-13122895
http://www.fedearroz.com.co/new/index.php
http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1636288
http://www.elcampesino.co/la-papa-colombiana-en-cifras/
http://www.contextoganadero.com/agricultura/informe-asi-es-el-mundo-de-la-papa-
colombiana
http://www.elespectador.com/noticias/nacional/asi-se-cultiva-papa-boyaca-articulo-645773