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Personajes: Pedro (Tito), Juan (Samuel), Jesús (Sebas), Mateo (Amir), Tomás (Margareth), María

(Aura), Mujer 1(Tatiana) y Mujer 2(Danna).

(En una casa se resguardaban los seguidores de Jesús, después de su muerte).

Pedro: ¿y los demás?

Juan. No sé, seguramente estén por llegar

María: ¿y tú dónde estabas?

Pedro: luchando contra mis miedos, para no terminar como Judas. ¿Es verdad que está muerto?

Juan: Sí, yo lo vi cuando los pusieron en la tumba.

Pedro: Si Él está muerto, está todo perdido, ya no hay nada que hacer, tres años de mi vida
pérdidos.

//Tocan a la puerta desesperadamente, los seguidores actúan asustados. //

Pedro: María, pregunta quién es

María: ¿Quién es?

Mujer 1: Ábreme María, soy yo.

//María procede a abrir la puerta// La mujer ingresa y abraza a Juan.

Pedro: ¿Te aseguraste de que no viniera nadie?

Mujer 1: Nadie me estaba siguiendo, y ahora ¿qué vamos a hacer?

Pedro: No lo sé

María: Hay que tener Fe chicos, recuerden las enseñanzas de Jesús, Él nos dijo que tendríamos
momentos difíciles, pero que Él estaría con nosotros.

Mujer 1: ¡María, no vez lo que se nos viene ahora?, todo el mundo nos está buscando, si mataron
a Jesús de la forma más cruel y despiadada, lo mismo nos espera a nosotros.

//Tocan a la puerta desesperadamente, los seguidores actúan desesperados//.

María: ¿quién es?

Mateo: Abran rápido, antes de que alguien me vea.

María: ¡Es mateo!

Pedro: Ya sé, ya escuché no soy sordo, abre rápido María.

Mateo: que bueno que estén bien, no saben cómo está la gente de alborotada, ¡es una locura!,
hay trancones en las calles, casi no llego, tuve que dejar el carro como a 3 cuadras, ¿y el resto de
gente?

María: No sabemos nada.


Mateo: Yo creo que lo mejor, es irnos de aquí ya mismo, ¿alguien tiene minutos?, no he podido
pagar mi plan.

Mujer 2: ¿Aquí tienes (le alcanza el celular), para que lo quieres?

Mateo: voy a comprar unos pasajes para irnos de aquí lo más pronto posible, pásame la clave.

Mujer 2: nohayclave

Mateo: Pero si el celular me está pidiendo clave.

Mujer 2: nohayclave, esa es la clave.

Pedro: Mateo, lo mejor es calmarnos, no tomemos decisiones de forma apresurada, tomemos una
decisión entre todos.

Mateo: Pero entiende que no nos van a matar a todos, voy a pedir un UBER para que nos lleve al
aeropuerto y el que se quiera ir, se va conmigo.

Pedro: Que te digo que no Mateo (Le rapa el celular).

Mujer 1: Pedro tiene razón, esperemos a los demás, y tomemos juntos una decisión.

Mateo: ¿Y si no llega nadie más?, si los agarraron y están encarcelados para ser asesinados?, quizé
llamarlos y ninguno me respondió, escribí en el grupo de whatssap y todos me dejaron en visto,
¿no les parece raro eso?

Juan: ¡Ya mateo!

Mateo: ¡Callaté, no me grites!

Juan: Cállate tú, no soporto más tus palabras, además eso es imposible porque hoy es sábado,
todos estamos asustados, pero si vamos a hablar de miedo, entonces maría y yo deberíamos estar
más asustados que todos ustedes.

Mateo: ¿Por qué dices eso?

(Música triste de fondode fondo)

Juan: (Estás palabras las dirá casi llorando) Porque ella y yo, estuvimos al lado de Jesús, hasta que
dio su último aliento, vimos como la justicia, lo torturó hasta matarlo, lo flagelaron hasta derramar
su última gota de sangre, claramente se veía el sufrimiento en su rostro, era como si quisieran
picarlo vivo, apenas pudimos darle de beber, colocaron una corona de espinos en su cabeza, su
frente sangraba sin parar, cubriendo todo su rostro, a golpes y patadas lo obligaron a subirse a su
propia cruz, en la cual lo clavaron de pies y manos, y luego estando semidesnudo hablaba para que
todo el mundo lo viera, sufrio cada momento sin queja alguna, y ustedes donde esataban?,
¡contesten!.

Mujer 1: yo no pude estar, por que…

Juan: ¡Porque tenías miedo verdad!, admítelo, que tan rápido se les olvidaron sus enseñanzas,
acaso no vieron con sus propios ojos, los milagros que Él hizo, acaso no sintieron lo que yo sentía,
cuando estaba a su lado, que desagradecidos son, se olvidaron de donde los saco.
Mateo: si volvemos a nuestras casas, y seguimos con nuestras vidas, quizá no nos juzguen, no nos
digan nada, nos perdonen, y todo vuela a ser como antes, yo no sirvo para ser cristiano.

Pedro: te equivocas Mateo, yo no quisiera volver a ser pescador, eso sería como retroceder, eso
sería no creer en Jesús, aquí todos estamos poniendo en duda de que Él se levantará entre los
muertos, lo minimos que deberíamos de hacer, sería esperar hasta mañana, o es que no
recuerdan que Él resucitaría al tercer día.

Tomás: (Se acerca de forma desafiante), como también dijo que tú lo negarías.

Mateo: (Aplaude de forma desafiante), que positivo que suenas Pedro, muy seguro con mucha fe,
y muy roca, pero no puedes controlar tu boca y hablas más de la cuenta, prometes mucho y no
cumples nada, contesta, ¿negaste a Jesús?

Tomás: Siempre hablás mucho Pedro, pero esta vez se te comieron la lengua los ratones.

Juan: Ya déjenlo en paz, él no tiene por qué contestar.

Mateo: claro que sí, él quiere ser el líder, pués tiene que responder.

Tomás: me imagino que también se había escondido.

Mateo: pues obvio, si después del juicio se desapareció.

Juan: Pero si a ustedes tampoco los ví por ninguna parte.

Tomás: ¡Contestaaaa!,

Mateo: ¿Negaste a Jesús, si o no?

Pedro: (De forma airada, coge de la camiseta a Mateo y le responde) ¡SÍIIIIIIIII! ¡SI LO NEGUE!, ¡Y
NO LO NEGUE UNA NI DOS, SI NO TRES VECES, es por eso que no pude estar con Él en el momento
de su muerte, porque me sentía como un falso, como un hipócrita, yo no merezco su amor ni su
perdón, y tampoco puedo perdonarme a mi mismo, y mucho menos perdonar a los que lo
mataron.

Mujer 2: (Esta mujer se encontraba en la casa donde se resguardaban) Es en serio todo este
escándalo?, el cuerpo de su maestro aún esta tibio en la tumba, y ustedes se pelean como perros y
gatos, no soporto ver tanta falta de Fe, de hombres que tuvieron el privilegio y el honor más
grande de la historia de la humanidad, conocer y caminar junto al mismísimo hijo de Dios, el
mesías, del que hablaban los profetas en las escrituras, no puedo creer que hayan estado con Él
tanto tiempo, manada de cobardes.

Juan: (Se acerca a Pedro y le dice), sabes que Pedro, cuando Jesús estaba en la Cruz, y su
sufrimiento era tan grande, que su cuerpo no paraba de temblar y se retorcía del dolor, sabes lo
que él dijo?, Él grito “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, si se lo pidió a Dios, a
nosotros también nos pedirá que perdonemos, y no solamente eso, sino que también perdonemos
a nuestros enemigos”.

Pedro: tienes toda la razón Juan, pero que es lo que nos pasa, porque nos estamos comportando
de esta manera, si nosotros fuimos escogidos por Él, y para Él.
(Tomás y Mateo se acercan a ellos arrepentidos).

Mateo: Perdón, perdónenme, yo no soy nadie para juzgar, si soy más pecador que ustedes.

(Se apagan las luces y amanece el siguiente día, mientras están todos dormidos).

Mujer 2: Muchachos por favor despierten, levántense, ¿quieren algo de desayunar?

María: (María entra a la casa), muchachos no me lo pueden creer, la tumba está vacía.

Pedro: ¿cómo así que está vacía, estas bromeando?

María: La tumba está vacía, así es.

Mateo: como que la tumba, eso ni con un tanque de guerra, se puede correr esa piedra.

Mujer 1: Pero, si esta custodiada por el ejército más poderoso del planeta, por órdenes del mismo
presidente, quién sería tan loco de arriesgar su vida, para robarse el cuerpo de Jesús.

Tomás: como que quien sería, pues ellos mismos, para luego echarnos la culpa a nosotros, para
tener mar razones para arrestarnos, primero lo matan y luego se roban su cuerpo, ¡desgraciados!

María: Está vivo, resucito, yo estuve ahí, Él me hablo, tan claro como les estoy hablando a ustedes.

Tomás: Ver para creer María, ver para creer, cuando estos ojos lo vean, yo creo.

Pedro: Tomás, otra vez vas a caer en la duda, a acaso esto ayer no quedo claro.

Tomás: Si tú crees, es tu problema, ¿ustedes que piensan de lo que dice María?

Mateo: Yo no sé qué pensar, es muy difícil creer en algo que no has visto, yo sé que con él yo he
vivido cosas espectaculares, cosas que ni siquiera nos podríamos imaginar, pero estábamos con Él.

Juan: Además, cuando pusieron su cuerpo en la tumba, estaba tan destrozado, que me cuesta
creer que resucito.

María: No les digo que yo lo vi, ¿acaso yo estoy loca?

Tomás: ¿Porque no lo hemos visto los demás?, es que acaso tú eres más importante que nosotros,
que solo a ti se te presento.

Pedro: Si eso es cierto, yo también lo quiero ver, quiero pedirle perdón por no haber estado hasta
el final, por haberlo negado y traicionado.

María: Pero, además, también me pidió que …

Mujer 1: (interrumpe a María), Ya maría ya, por favor, es suficiente con ese disparate.

Juan: yo pude presenciar como el pecado de todo el mundo, los asesinatos los robos, la idolatría,
la avaricia, las adicciones, la pornografía, quedaron marcados en esos golpes, en esos latigazos, en
esos clavos, en esa sangre derramada, en esa humillación, que recibió nuestro maestro, y aún así
me cuesta creer, que cumplirá con lo que nos dijo.
Mujer 2: ¿Ustedes no sienten algo distinto hoy?, yo veo todo más lindo, más brillante, más
colorido, es como si la propia naturaleza supiera, que hoy está pasando algo especial, como si el
mundo supiera que lo que dice María es cierto.

(De repente Se escucha la voz de Jesús y todos caen arrodillados mirando hacía el altar, las luces se
apagan solo queda encendida la luz del altar)

Jesús: Que Dios los bendiga y les de paz.

María: ¡Rabino!

Mateo: ¡Jesús!

Juan: ¡Maestro!

Pedro: Señor, mi amado señor.

Jesús: Pedro, me amas mas que ellos?,

Pedro: Sí señor, tú sabes que yo te amo.

Jesús: apacienta mis corderos. Pedro me amas?

Pedro: Sí señor, tú sabes que yo te quiero.

Jesús: Pastorea mis ovejas. Pedro me quieres?

Pedro: Hay señor, si tú lo sabes todo, tú sabes que yo te quiero.

Jesús: Entonces sígueme. Tomás, por que me has visto has creido, dichosos los que no vieron y sin
embargo creyeron, se me ha dado toda la autoridad en la tierra como en el cielo, por tanto, vayan
y hagan discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el nombre de Padres, del Hijo y del
Espiritú santo, enseñándoles a obedecer todo lo que yo les he mandado a ustedes, y les aseguro
que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

(Se apagan las luces, y se escucha música de fondo).

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