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KEVÍN MAJÍN
MIRIAM ARDILA
MADRES LACTANTES
ESACAUCA
AUXILIAR EN ENFERMERIA
POPAYÁN, CAUCA
2019
NUTRICÍON DE LA MUJER LACTANTE
La leche materna es un tejido vivo con células madres, hormonas y enzimas que
proporcionan, proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales que ofrecen
un óptimo crecimiento físico y neurológico al bebe, además de protegerlo de
diversas enfermedades.
Las ingestas recomendadas durante la primera etapa de la lactancia (hasta los 4 o
6 meses), se basan en el nivel medio de energía y nutrientes que contiene la leche
materna, ya que será el único alimento que cubra los requerimientos energéticos y
nutricionales del neonato durante sus primeros meses de vida. El lactante tiene
unos requerimientos nutricionales superiores, debido a que hay que cubrir de
forma muy rápida mayores necesidades fisiológicas, crecimiento, maduración y
desarrollo del organismo. El lactante tiene una demanda energética superior (100-
115 kcal/kg/día), la leche materna le aporta un alto contenido en grasa (38%),
entre un 48% y 54% de carbohidratos, y un 8% de proteínas. El lactante requiere
que entre el 50-55% del aporte energético sea de origen lipídico, la leche materna
contienen entre el 48-54% de grasa. La leche materna contiene menor cantidad de
ácidos grasos saturados y mayor de insaturados.
CUADRO COMPARATIVO
Una madre desnutrida producirá́ leche a costa de sus propias reservas, lo que le
podría ocasionar un deterioro físico y de su estado de salud.
LOS PRINCIPALES COMPONENTES DE LA LECHE MATERNA
Proteínas: la leche humana tiene el porcentaje más bajo de proteínas entre los
mamíferos, pero tranquila, es el porcentaje adecuado para tu bebé. Si quieres
saber más sobre la leche materna léete este artículo de la AEPED
Minerales: los principales son el calcio, hierro, fósforo, magnesio, zinc, potasio, y
flúor. Su porcentaje nada tiene que ver con la alimentación materna.
Otras sustancias: como las hormonas (oxitocina, prolactina y FIL las más
importantes), los nucleótidos y las enzimas.
Luteína: Esta sustancia al igual que el DHA actúa a nivel del desarrollo de la
visión, para ofrecerle al pequeño una mejor salud ocular y a su vez favorecer su
adecuado desarrollo cerebral. También contribuye en el fortalecimiento del
sistema inmune gracias a los nucleótidos. A nivel del sistema óseo fortalece los
huesos y ayuda a la absorción del calcio gracias al contenido del aceite de oleína
de palma, por lo tanto el sistema inmunológico, el aparato digestivo y el sistema
óseo del pequeño están protegidos gracias al DHA y la luteína de la leche de
fórmula.
Los Prebióticos: Actúan logrando que la flora bacteriana del bebé se refuerce y
consiga un efecto doble: mejorar la digestión y estimular el sistema inmune
ofreciendo mayor protección frente a los elementos extraños, tales como
sustancias patógenas a las que se enfrenta el pequeño .
Ácidos Grasos: Son ácidos grasos de cadena larga, el DHA corresponde a las
siglas de ácido docosahexaenoico y el AA al ácido araquidónico. Ambos ácidos se
encuentran de manera natural en la leche materna y también son incorporados en
algunas leches de fórmula. Son esenciales en el correcto desarrollo de la función
cognitiva y de la función visual del bebé.