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Una sencillez que no debes perder

Vemos anteriormente que, tras el discurso de Pedro, los que escucharon tuvieron como resultado: dolor /
compungimiento (V.37), arrepentimiento, perdón de pecados, el regalo del Espíritu Santo, bautismo, salvación y
comunión. El cristiano crece, es imposible nacer y no crecer.

Lucas describe la belleza de la iglesia creciendo y desarrollándose. Pinta la espontaneidad, dedicación y devoción
de los primeros cristianos en relación con Dios en los servicios de adoración. En la última sección de este capítulo,
describe la iglesia en su adoración formal e informal y su influencia en la comunidad.

Hoy veremos el versículo 42, algo que hemos perdido, la sencillez de la iglesia. La primera pregunta que surgirá es
en qué se diferencia esta iglesia de hoy con la iglesia de los primeros llamados, llegando a la conclusión que como
iglesia local estaremos fallando en algo o cumpliendo otras cosas. Es un pasaje que va animarnos si es que nos
vemos parecidos a esta primera iglesia, ya que somos una iglesia pequeña y en cierto sentido perseguida.

Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el


partimiento del pan y en las oraciones.

Perseveraban
Significa ser fuerte en algo, agarrarse con fuerza a algo. Estas personas se reunían constantemente y se agarraban
con fuerza a estas cuatro cosas que veremos. Primero reflexionemos en torno a estas tres preguntas:
 ¿Deseas reunirte con otros cristianos? Sino simplemente no eres cristiano, no existe el medio-cristiano.
Si eres parte de la iglesia, desearás juntarte con aquella Iglesia.
 ¿Y si lo hacemos lo hacemos con ganas? Vemos que los que eran agregados, lo hacían con verdadera
pasión, no era una obligación religiosa. Cuando alguien nace de nuevo lo evidencia asistiendo a la iglesia
y perseverando en la iglesia. Los hombres y las mujeres perseguían a Pedro.
 ¿Te sientes unido, aunque son diferentes, son miembros de tu iglesia, que encajas con ellos? Vemos V.
9 – 11. Los primeros llamados eran completamente diferentes, más de lo que tu llegarías a experimentar.
El problema no es que son diferentes o que no encajan contigo, el problema está en tu corazón, al pecado
le gusta estar solo y buscará cualquier pretexto para que te alejes del cuerpo.

Esto es un milagro de Dios: personas que no tenían nada en común. Perseveraban en… Existe en la iglesia una
unidad extraordinaria, más allá de los estudios, nacionalidad, intereses, carácter de las personas. Esta increíble
unidad se da por lo siguiente, todos nos hemos dado cuenta de algo: somos pecados, y como tal necesitamos lo
mismo: el perdón y a todos nos dan la misma solución: la salvación que es Cristo.

 ¿Cuál es el motivo? A ellos le unía Cristo, ya no eran personas sin propósito, sabían dónde ir, no sabían
todo, pero cada día aprendían, y esto une. Esta pregunta debemos hacer constantemente ¿qué me
mantiene unido? Y la respuesta lógica debería ser Cristo.
 ¿Cómo te ves a ti mismo? Nos vemos como personas que no tienen nada? ¿Personas que no vienen a
presumir de “nuestros logros” sino a servir a los demás? Fil. 3: 4. Tenemos esa sensación de lo que
tenemos de lo que somos.

Resumiendo: perseveras en tu deseo de reunirte, con ganas de hacerlo, sintiéndote unido a los demás, con el
motivo correcto y sabiéndote el último de tus hermanos.
ENSEÑANZA
La frase “y continuamente se dedicaban a la enseñanza de los apóstoles” apunta al fervor y dedicación de estos
primeros convertidos al cristianismo. Con toda decisión y firmeza buscaron a los apóstoles para que les
instruyeran en el evangelio de Cristo, porque Jesús había ordenado a su grupo de seguidores a ser maestros de
estos aprendices (Mt. 28:20). En un sentido amplio, la palabra se refiere a las buenas nuevas de todo lo que
Jesús dijo e hizo. Y en un sentido restringido, los apóstoles fueron ocupados en el trabajo de enseñar un
evangelio oral a los convertidos, a quienes Lucas llama en Hechos discípulos (o aprendices). Suponemos que
esta enseñanza fue dada especialmente en servicios de adoración públicos, donde los apóstoles enseñaron este
evangelio en sus predicaciones.

Juan 17:8, 14. La enseñanza no eran de sus palabras, eran palabras de Dios mismo, tenían una enseñanza
directa de Dios. II Pedro 1:19 – 21, fueron llevamos empujados a escribir. II Pedro 3:2, igualando la palabra
de los profetas con la de los apóstoles, TODA la escritura es inspirada por Dios.
 Nacer: Santiago 1:18
 Crecer: I Pedro 2:2
Todo lo que vemos a nuestro alrededor es prescindible, solo hay una cosa que es imprescindible: la palabra del
Señor.
Así que, si ves que no estás creciendo, lo más seguro es que no te estás tomando tu leche espiritual. Debemos
crecer, ser chiquitito es bueno por un tiempo, pero al paso del tiempo es una molestia, porque no alcanzas a
llegar donde quieres, toma esta leche para poder alcanzar esos lugares.
 Madurar: hebreos 5: 11-14. La diferencia entre el niño y el maestro, no está en el tamaño del texto, está
en el uso del texto. Romanos 15:1 si tú eres de los niños, en este versículo verás tu propio interés,
soportar no es que aguantes de mala gana al hermano, sino de cargarlo y llevarlo donde tu estas. La
madurez no está en el texto sino en el uso. El lugar para llevar a la práctica esto, en nuestra iglesia
local.
 No morir: Santiago 1:21, 22 - 25

COMUNIÓN
Es participar de las alegrías, pero también de las tristezas. Hebreos 10: 24 – 25. ¿Cómo vas a estimular al amor
y buenas obras si no te congregas? ¿Cómo te van a exhortar o como exhortaras si no te congregas? Hace cuanto
tiempo que no eres exhortado, si no te acuerdas o algo similar, es porque quizás te crees muy perfecto.
Esta comunión nos trae hermanos que quizás no son de mi agrado, pero el Señor trabaja con nuestra vida, con
nuestro carácter. Si eres un miembro que se aparta, vas a morir. ¿Anhelo la comunión con mis hermanos? I
Juan 3:14

PARTIMIENTO DEL PAN


No es un rito, es un recordatorio para mantener en nuestra algo. I Cor. 11:23 – 24. Debo participar en la Cena
del Señor porque es un mandato. 25- 26. Su muerte es nuestra salvación, ya no es motivo de vergüenza.
Recordamos que es un nuevo pacto. V. 27 – 29. Me recuerda quien soy yo y quien es él. Lo que hizo por mí.
Sentirse indigno está bien, porque eso somos. Al reconocer mi indignidad es cuando puedo participar, por lo
contrario, cuando te crees digno ni se te ocurra tocarlo, ya que no has aprendido el sacrificio de la cruz.

ORACIÓN
No se empieza por la oración, se comienza con la perseverancia de la doctrina de los apóstoles. Este orden no
es casual, es inspirado por Dios, por tanto, la doctrina de los apóstoles es la que dirige la comunión, la que
dirige la Cena del Señor y obviamente, modela el modelo de oración.
¿por qué? Hace de nexo de unión, como voy a entender la doctrina, a través de la oración, ¿cómo voy a tener
comunión con ese hermano? Con oración. ¿Cómo voy a entender mi estado para la Santa Cena? Con oración.
Si mi vida espiritual no avanza, crece, es seguramente que hay algo mal de estos cuatro puntos.
¿No leo constantemente la doctrina del Señor y/o me la enseñan mal?
¿No me congrego lo suficiente?
¿No entiendo lo que es la Cena del Señor?
¿No oro lo suficiente?

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