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Publicado en 1959 en la obra Las armas secretas “El perseguidor” constituye uno de los
manera explícita muchas de las ideas tutelares acerca de la realidad, el arte y el lenguaje
que ya se podían intuir en sus obras anteriores y sobre las que posteriormente se
Partiendo de la idea de que toda obra de arte contiene implícita o explícitamente una teoría
estética, en este trabajo nos proponemos desentrañar la teoría estética subyacente en este
cuento. Para ello aclararemos la concepción de arte, realidad y belleza que “El perseguidor”
ideas y los conceptos de poesía y belleza que Platón plantea en Fedro. Con ello
pretendemos realizar por un lado un diálogo intertextual entre los textos trabajados en clase
y por el otro resaltar las particularidades de lo planteado por Cortázar en “El perseguidor”.
Concepto de arte
Si bien en “El perseguidor” el relato gira alrededor de la música y del jazz, revisando la
obra Cortazariana podemos afirmar que aquello que se plantea en el cuento con respecto a
través de la cual el arte se manifiesta en este cuento. En otras obras de Cortázar podemos
observar este mismo fenómeno. En “Las babas del diablo” o Rayuela se utilizan otras
manifestaciones artísticas como la fotografía o la escritura respectivamente para concretar
Así pues, el texto a través del relato de Bruno, nos va construyendo una definición de arte
un poco metafísica que se relaciona íntimamente con una concepción de la realidad como
algo no compacto, no perfecto. A Jhony como artista, la música le permite escapar del
tiempo práctico, le posibilita una escisión en la temporalidad que lo transporta a algo que
podríamos llamar “el tiempo verdadero”, un tiempo no lineal, en el que para el saxofonista
es totalmente lógico decir “Esto ya lo toqué mañana” (Cortázar, pág. 3), un tiempo que se
extiende o acorta sin necesidad de coincidir con el tiempo de los relojes: “La música me
sacaba del tiempo, aunque no es más que una manera de decirlo. Si quieres saber lo que
realmente siento, yo creo que la música me metía en el tiempo” (Cortázar, pág. 5). El
tiempo es la primera categoría que sostiene el mundo a la que Jhony pone en duda. Más
adelante Bruno nos dirá que la grandeza del arte de Jhony no recae en la perfección técnica
o en la “belleza formal”, ésto es algo que cualquiera puede alcanzar sin ser un gran artista;
pone en jaque la realidad y expresa la angustia artística por alcanzar esa otra realidad que
intuye como verdadera. El arte entonces, nos expresa este cuento, es solo gran arte cuando
en un puente hacia esa otra realidad, esa otra temporalidad que se acerca más a nuestra
naturaleza humana.
analítica que se nos plantea en Historia de seis ideas. Para Tatarkiwicz “El arte es una
actividad humana consciente capaz de reproducir cosas, construir formas, o expresar una
experiencia, si el producto de esta reproducción, construcción, o expresión puede deleitar,
nos plantea que no basta que una obra pueda deleitar o emocionar al espectador o lector, es
necesario para que exista un verdadero arte que éste provoque un choque en su concepción
de mundo.
Por otra parte, si bien en Fedro Platón utiliza el término arte con una acepción diferente,
podemos intuir en su concepción de que la gran poesía (aquella que perdura) solo se da si
en el proceso interviene la manía provocada por las musas, una concepción artística que se
acerca a lo que se nos presenta en “El perseguidor”. Pues en ambas el arte proporciona a
quién lo produce una especie de locura y dicha locura es una condición necesaria para que
el arte se dé. La figura de Jhony nos pone de manifiesto ésto en el perseguidor. Pero la
locura que provocan las musas y la que tiene Jhony se diferencia radicalmente en su
naturaleza. Pues mientras una es provocada por los dioses (musas) y constituye un puente
que comunica lo divino y lo humano; la de Jhony es una locura humana, nacida de las
ansias de Jhony por encontrar algo diferente a esta realidad, es una locura que busca tender
Imitación y realidad
La idea del arte como imitación de la realidad con las diferentes vertientes que abarcó, fue
una idea fundamental y guío en gran medida el arte occidental durante veinte siglos, como
nos dice Tatarkiewicz. En “El perseguidor” podemos observar como todas las posturas que
aquellas que afirman que el arte es una copia de la realidad; como aquellas que plantean
que lo que se hace no es una copia literal de la realidad sino una interpretación; y las que
exponen que el arte no puede copiar la realidad. Pues el concepto mismo de realidad no
solo es diferente sino que es puesto en duda por Cortázar en este cuento. Por poner un
ejemplo concreto podemos ver la diferencia entre las posturas de artistas realistas del siglo
XIX como Balzac que con un espíritu cientificista creían que la realidad podía ser
la realidad social para entenderla; y Cortázar que plantea que el arte debe poner en duda la
realidad, pues la realidad que creemos comprender como algo sólido, que no varía y que
Si bien, como hemos dicho la teoría estética presente en “El perseguidor” pone en duda las
ideas del arte como imitación y el papel de la realidad en el arte que nos muestra
Tatarkiewicz, debemos aclarar que ya en Historia de seis ideas se nos indica que el
concepto mismo de realidad es variable. Sería equivocado entonces decir que el cuento
niega rotundamente las posturas planteadas por Tatarkiwicz. Podemos incluso identificar
ciertas semejanzas entre lo expuesto en “El perseguidor” y algunas ideas que Tatarkiwicz
expone sobre las posturas de ciertos artistas, como la postura de Kandisky, “quién asoció
las formas abstractas con la realidad espiritual que se expresaba a través de estas formas” (
puede observar una noción de la realidad como algo no único y que tiene un carácter
heterogéneo.
También, si bien es cierto que en “El perseguidor” se plantea la imposibilidad del arte
Córtazar parte de lo que se cree real para ponerlo en duda, es en este punto donde coincide
en gran medida con lo planteado en Historia de Seis ideas, donde se nos dice que “El arte
El concepto de belleza
belleza formal y como lo hermoso. Por un lado la belleza formal solo expresa la perfección
formal de la obra, que representa solo una belleza superficial. Mientras que lo hermoso es
lograr tocar “la verdadera realidad”: “ Miles tocó algo tan hermoso que casi me tira de la
silla, entonces me largue, cerré los ojos, volaba, Bruno, te juro que volaba…Me oía como
exactamente alguien… mira la botella es increíble cómo cabecea…no alguien, uno busca
pág. 34).
Por su parte En el Fedro Plantón nos plantea la belleza como algo de naturaleza doble pues
si bien es algo divino, los hombres pueden soportarla siendo mortales: “Pero al presente
sólo la belleza tiene el privilegio de ser a la vez un objeto tan sorprendente como amable”
(Platón, 1871, pág. 298). La belleza es en el Fedro un puente, o un punto de partida para
recordar y ponernos en contacto con lo divino que ya una vez nuestra alma conoció.
Podemos observar en ambas ideas sobre la belleza que las dos coinciden en plantear la
belleza como un punto de fuga para el encuentro. Pero de nuevo Cortázar nos plantea un
encuentro con algo más humano, el mismo Jhony es descrito por Bruno como un humano
entre ángeles resaltando así la naturaleza profundamente humana de su arte y de su ser;
defiende esta desaparición en la figura de Jhony como un ser humano carnal y nada
extraordinario, que con sus precarias fuerzas de hombre( no está de más la redundancia)
busca mediante la música una rendija, una forma de abrir la puerta que le permita alcanzar
Bibliografía