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Capitalismo y Comunismo

La identificación del Capitalismo con Comunismo es una consecuencia


lógica del examen que hagamos:
1º) De la identidad de sus orígenes filosóficas;
2º) De la identidad de sus orígenes económicos;
3º) De la identidad de dirección en el proceso de desarrollo;
4º) De la unidad de objetivo final. Examinemos, uno a uno, estos
puntos y llegaremos a conclusión de que no es posible combatir el
capitalismo sin combatir el comunismo, de igual manera que no es
posible combatir el comunismo sin combatir el capitalismo. Pues
tanto uno como el otro no pasan de una sólo cabeza, con dos caras,
cabeza conectada al mismo cuerpo, que es el materialismo, la
subordinación del Espirito Humano a la brutalidad de las fuerzas
ciegas de la Naturaleza, o mejor, de una de las fases de la
Naturaleza, es decir, la material. Así veamos.

IDENTIDAD DE ORÍGENES FILOSÓFICAS


El capitalismo es una consecuencia del Liberalismo. El Liberalismo es
el imperio del Individualismo. El Individualismo es la rotura con todas
las disciplinas morales capaces de componer equilibrio en la sociedad,
de acuerdo con los intereses superiores del Espirito.
Por consecuencia, el Individualismo es el Materialismo. Y la prueba de
que el Individualismo es el Materialismo es el hecho de esa
concepción de vida haber tenido como fuente los postulados
epicuristas, estoicistas o naturalistas que hubieron construido toda la
trama del pensamiento de los fines del siglo XVIII, de la Enciclopedia
y de la Revolución Francesa.
El "hombre natural" de Rousseau es el índice de todo el
Individualismo que generó el Liberalismo. Si el Hombre debía ser
"natural", era lógico que la Economía fuera también "natural" y que
ninguna fuerza interviniera, ni en los movimientos del Hombre, ni nos
de la Economía. Todo debería ser subordinado a la propias leyes de la
materia.
Fue según esos principios materialistas que la Burguesía se
desarrolló, como instrumento pasivo en las manos de la Finanza
Internacional.
Lanzada la lucha libre en el mundo, cerradas las corporaciones
obreras, prohibido el Estado de intervenir en los fenómenos de la
producción, de la circulación, de la distribución y del consumo de las
mercancías, comenzó a verificarse lo que sería inevitable: los fuertes
oprimen los débiles.
La libertad contractual, dando derechos y puedas cada individuo para
proponer y aceptar salarios, colocó el obrero, aislado y débil, delante
del patrono inmensamente fuerte. Coagido por la competencia con
otros obreros, el ofertante de "trabajo" se veía en la dura
contingencia de subordinarse a la oscilación de los precios. El
"trabajo" fue transformado en mercancía sujeta a la ley de la oferta y
de la busca.
La libre competencia, en el campo comercial, conforme observa Marx,
que es un sistematizador burgués, llevaba los detentores de los
medios de producción a cortar salarios y aumenten las horas de
trabajo. Esa doble lucha de cada productor, de un lado con su
adversario y del otro con sus asalariados, determinaba la derrota de
los que presentaban más pequeñas posibilidades de resistencia y
adaptabilidad.
Siendo injusta, inmoral, semejante situación, el Capitalismo necesitó
de arreglar una justificación. Esta encontró sus fundamentos en el
materialismo. El estudio de la evolución natural abrió nuevo
horizontes a la brutalidad del Capitalismo. Mientras Haeckel explicaba
el origen de la vida en el misterio de las "moneras", mientras Darwin
desarrolla la teoría del "struggle sea life", que justifica el triunfo del
fuerte, del más apto sobre el débil, Spencer, con extraordinario poder
constructivo, sistematiza las grandes líneas del evolucionismo,
estableciendo sus "principios" y acompañando las manifestaciones de
la "materia" y de la "energía", desde la nebulosa a la sedimentaciones
geológicas, y desde las primeros fenómenos vitales hasta la
Sociología, a la Política y al Derecho.
Spencer es el filósofo de la Burguesía y del Capitalismo inglés, como
Adam Smith es el economista del liberalismo nacionalista de Gran
Bretaña. La palabra mágica, tanto para uno, como para otro, es la
misma de Darwin: la lucha.
Nada más natural para una concepción materialista de la vida. Nada
más lógico, para una época en que el naturalismo llevó al
experimentalismo y esta a la consideración unilateral de los
fenómenos.
La palavea cabalística del siglo XIX, día Harías Brito, fue: "evolución".
Creo que podremos añadir a esa palabra, esta otra: "lucha".
Sólo el Espirito une. La materia divide. Por eso Individualismo y
Liberalismo, hijos del Materialismo, lanzaron las más tremendas
luchas sobre la tierra. En el campo de la política, la lucha de los
partidos; en el geográfico, la lucha de las regiones; en el étnico la
lucha de las razas; en el de la producción, la lucha de clases; en el
comercial, la lucha de la competencia; en el económico-financiero, la
lucha de la moneda con la mercancía; en el internacional, la guerra
imperialista.
Ni se diga, simplemente, que esas luchas siempre existieron, porque
eso sería confesar a suspensión de pagos de un siglo, de todo el
orgullo de su ciencia y de su filosofía. Porque el hecho es que las
viejas luchas de que en los deberíamos liberar, en un estadio superior
de civilización, fueron agravadas y a ellas el Materialismo añadió
otras más crueles.
Era lógico, por lo tanto, que Karl Marx, el fundador del comunismo,
siendo un burgués y hijo del siglo XIX, imprimió a la sistematización
de su obra el mismísimo timbre de la filosofía burguesa, que es la
filosofía de la lucha estúpida e invidente del materialismo justificador
de los triunfos de los fuertes sobre los débiles.
Esa identidad de pensamientos, de concepción de vida, que se
sorprende en el Marxismo y en el Capitalismo Liberal, ambos
subordinados a la leyes inherentes a un aspecto aislado de la
Naturaleza, revela, también en el Comunismo, que tantos creen ser la
doctrina "de la moda", el carácter inconfundible del siglo XIX: la
unilateralidad. Por eso es por lo que Henri de Man afirma que el
Marxismo no pasa de "una forma particular de una mentalidad
general, propia del siglo XIX". Basta, de hecho, leer las reflexiones de
Sorel para tenerse presente, en el espirito del sindicalismo
revolucionario en que también se basó Lenin, la identidad del
pensamiento darwiniano, del pensamiento burgués dominante en
todas las teorías de Evolución.
En el tocante la Marx, la propia dialietica de Hegel, que es el dínamo
propulsor de su doctrina, es una concepción cuyo sentido dualista de
lucha se presenta con un carácter marcadamente siglo XIX.
Hoy, que la ley de la gravitación de Newton, en cuya expresión
expositiva se encuentra el carácter de la época dialéctica, cede lugar
a una nueva concepción de los movimientos; hoy, que las viejas
concepciones del espacio y del tiempo, ceden lugar a una
comprensión nueva de ritmos universales, desde Henri Poincaré; hoy,
que vamos a encontrar en el receso de los átomos, no sólo la
negación de la materia, pero la unidad de las leyes universales y la
unidad de la energía, nosotros, hombres del siglo XX(XXI), nos
sentimos muy más próximos de Aristóteles (la unidad diferenciada del
equilibrio universal), del que de los filósofos materialistas de los
cuales procede, como una flor de la burguesía crepuscular, el
Marxismo.
Lo que no se puede negar es la identidad absoluta del Marxismo con
la filosofía burguesa, creada para oprimir los humildes y justificar la
explotación del hombre por el hombre. Lo que es fuera de duda, es
que el Capitalismo y el Comunismo no pasan de palabras diferentes
para designar la misma cosa; la brutalidad de la violencia, el
materialismo grosero.

IDENTIDAD DE ORÍGENES ECONOMICAS


Acaso el Marxismo se revela contra la Economía Burguesa? Acaso el
Comunismo si revuelta contra el Capitalismo? Si la filosofía comunista
es la misma que la capitalista, como se acaba de ver, como puede
engendrar el comunismo una economía nueva?
Pero acaso, una Economía nueva es anunciada por el comunismo?
Pero entonces él reniega las "ley naturales"? Si niega, dejó de ser
materialista y pasó para el campo de la ética espiritualista. Si no
niega, entonces no es revolucionario, como se pregona, pues se
somete a una concepción de vida que pertenece, en primera mano, al
Capitalismo y a la Burguesía.
El Comunismo pretende dar fundamento moral a la Economía? Pero
entonces reconoce que la Economía no puede subordinarse al
materialismo naturalista? En ese caso, el marxismo está renegando
sus propios fundamentos, es decir, el decantado "materialismo
histórico".
El Comunismo objetiva una "justicia social"? Y pretende la realizas
bajo el imperio de las "leyes naturales"? Preguntamos: cuál es la
moral de las "leyes naturales"? Cual el interés de justicia social de las
"leyes naturales", desde que se abstraía las ideas de Dios y del
Espirito? Cual el interés de justicia social de las "leyes naturales"? Si
cogiéramos en una corriente eléctrica de muchos volts, las leyes
naturales obedecerán a un principio de justicia? O sólo será fulminado
aquel que merecer? El Comunismo cree que puede haber
interferencia del Hombre, según su interés en las "leyes naturales" de
la Economía? Pero eso es negar todo el viejo determinismo de la
Evolución y del Materialismo oficial donde el Marxismo se abrevia.
La verdad es que el Marxismo no pasa de un capitulo añadido a la
Economía Burguesa. Y es el propio Marx quien lo confiesa, declarando
que no niega las leyes que fueron siendo descubiertas, desde los
fisiócratas, pero a ellas viene a añadir otras que él descubrió. Él es un
continuador de Adam Smith.
Marx descubre algunas leyes nuevas, siendo la fundamental de su
sistema a de la "más valía". ES un continuador de los burgueses
evolucionistas y materialistas. Lo preocupa la precipitación del
proceso evolutivo del Capital. Pide, entonces, prestado a otro
burgués, Hegel, su proceso dialéctico. Su "filosofía de acción" es una
beberagem donde se mezclan todas las tisanas filosóficas del siglo
XIX. Su Economía es la subordinación a los mismos principios de la
Economía Liberal Burguesa.
Pensando bien, la obra de Marx es la apología del Capital. ES absoluta
la identidad de propósitos del Comunismo y del Capitalismo. El
Comunismo es sólo más apresurado. El Capitalismo, a través de sus
teorizadores, calla sus intenciones secretas. El Comunismo revela las
intenciones secretas del Capitalismo y se propone a ejecutarlas.
El Capitalismo que el triunfo de los más fuertes, en la ley de la
competencia. Uno a uno, serán absorbidos los luchadores. Llegará la
ocasión en que dos o tres financistas tendrán proletarizado todo el
género humano. Marx sabe que ese es el fin del Capitalismo y que,
no contrariarlo, pero apresurarlo lo más posible.
El Capitalismo pretende que un día los técnicos de la Finanza
gobiernen el mundo, absorbiendo todas las autoridades vivid,
sociales, artísticas y políticas. Y el Comunismo no quiere otra cosa.
Todo será subordinado a la Economía.
El Capitalismo es internacional. El Comunismo es internacional. El
Capitalismo quiere esclavizar todos los pueblos; el Comunismo
también. El Capitalismo, a través de la usura, del juego de la bolsa,
de las oscilaciones del cambio, atenta diariamente contra el principio
de la propiedad; el Comunismo predica abiertamente contra ese
principio.
Y todo eso por qué? Por qué Capitalismo y Comunismo son dos
nombres para designar la misma cosa: el Materialismo. (...)

Plínio Salgado

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