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LA NARIZ DEL DIABLO

Desde que mi hijo Félix repentinamente enfermo hace tres años, de una
enfermedad rara a la sangre, que se le bajaba la hemoglobina a 8 hasta 6, del
porcentaje normal que tiene una persona, porque normalmente es 13 a 14 de
hemoglobina a glóbulos rojos, estuvo muy grave que tuvimos que internarlo
de inmediato, nos asustó mucho su estado de salud – ya que sin tener a la
mano los análisis de sangre- los médicos y otros entendidos en estas
enfermedades, que de repente es leucemia o lupus o hemofilia-.
La verdad que a mi esposa y a mí, nos puso tensas, sin poder hacer nada,
felizmente mi hijo Félix tiene su seguro facultativo y por ese lado nos sentimos
momentáneamente aliviados porque esperamos los exámenes legales- lo que
pasa es que hacerse ver por el Ministerio de salud, demora una barbaridad de
tiempo, y con el apoyo de mi hijo Willy que es ingeniero tuvimos la suerte de
sacar un poco rápida los análisis, el médico cuando leyó los resultados, dijo:
que mi hijo tenía una enfermedad rara a la sangre, pero que no eran las
enfermedades que antes mencione, ni cáncer, pero había que seguir un
tratamiento, dietas y jugos para recuperar la sangre y los glóbulos rojos y
blancos, en conclusión- no me determino la enfermedad de Félix- ni dijo a que
se debía lo que le pasaba.
Entonces y seguí al pie de la letra las indicaciones del Doctor y así poco a poco,
se fue recuperando mi hijo- y apenas se descuidaba, volvía a recaer- así que
tuve que ponerme fuerte y le dije: hijo, tú ya estas grandecito y te das cuenta
de lo que te hace bien o mal- le hable así, porque me entere que cuando recaía,
es porque asistía a fiestas y se tomaba sus tragos – a partir de esos consejos
fuertes que le di, comenzó a cuidarse, pero, ni, aun así, volvía a recaer.
Entonces tome otras medidas y como yo soy muy creyente del Cautivo de
Ayabaca, me encomendé a él, le rogaba tanto a que me lo curara y de paso le
hice una promesa de ir a donde estaba su altar en Ayabaca, caminando hasta
su Templo- pero en realidad, no fui y como mi hijo recaía, volví a prometerle
al Cautivo que iba a ir caminando y al final, no fui hasta la tercera vez, tampoco
fui, hasta que deje de lado mis indecisiones y con un amigo que conocía el
camino me embarque hasta Paimas y desde ese lugar comencé a Caminos para
cumplir mi promesa- por supuesto que ya tengo mis años y por lo menos trate
de llegar a pie a Ayabaca- haciendo un gran esfuerzo llegue hasta Montero, y
allí frente a la Iglesia, donde hay una Plaza, nos congregamos muchas
delegaciones y caminantes – pasamos la noche orando y pidiéndole al Cautivo
nos escuche en la madrugada comenzamos la travesía a Ayabaca, el camino
era empinado y agotador, pero mi afán de cumplir mi promesa seguí adelante-
así agotado, con muchos peregrinos seguimos escalando ese cerro que nos
llevaría a nuestro objetivo.
Parábamos a descansar y después de unos minutos nos levantábamos y
emprendíamos la caminata, la travesía, era agotadora- mi fe me mantenía
firme- y siempre pensando en mi hijo que el Cautivito me lo curara- así fuimos
avanzando hasta llegar un lugar que dicen los que conocen, que es misterioso-
llamado La Nariz del Diablo que está a tres horas de la ciudad de Ayabaca-
Efectivamente ese lugar es misterioso, como que tiene una especie e
encantamiento- comentan los lugareños que ese pedazo de roca que tiene la
forma de una nariz, que señala el camino directo a Ayabaca, hasta allí la
caminata se hace pesada y misteriosa.
Los peregrinos, así, nomás no pueden avanzar- todos, sin excepción, con una
piedra en la mano tiene que golpear con fuerza nariz- como que se golpea la
puerta misteriosa de una casa-cerro.
Y a partir de esos golpes contundentes, que más que todo, es como un rito-
sirve para reforzar la fe en el Cautivo- y después del golpeteo a la roca- solo la
persona que tiene mucha fe puede seguir su camino- esta nariz del Diablo,
marca la primera prueba de la travesía, para seguir el camino a Ayabaca- los
caminantes, al pasar ese límite obligado marchan con mayor seguridad, parece
ser que el Cautivo los protege y les inyecta energía y entusiasmo y los
peregrinos comienzan a cantar canciones de alabanzas y rogativas al Señor
para que los cuide y proteja y con más entusiasmo se preparan a la segunda y
última prueba de esta caminata – todos los que van por segunda vez saben
que esta prueba es la definitiva y parece ser que todos se preparan a recibir el
espíritu de Cristo.
Y a escasos veinte minutos de la ciudad, como si fuera la portada de Ayabaca,
y ese camino no tiene ninguna señal o tranca especial- solamente es una
prueba que hay que sentirla cuando atravesamos.
El caminante que va por primera vez se asombra y manifiesta que es el Cautivo
que penetra en todas esas personas que efectivamente van con fe a cumplir
su promesa.
Las personas se miran de reojo las caras asombradas porque sus rostros y
manos comienzan a cambiar de color, un color morado brillante que es el color
del habito del Cautivo.
Y muchos se paralizan al ver este cambio o fenómeno de sus rostros y brazos
– yo quise hablar y decir lago o preguntar de ese cambio de mi color de mi piel,
pero viéndolo bien todos tenían el mismo color y a medida que avanzaban por
espacio de unos minutos, todos van volviendo a su color natural- este es un
fenómeno que no tiene explicación es casi como un misterio- pero todos los
aceptan porque no les causa ningún daño o malestar al cuerpo al contario yo
me sentí feliz de ver muchos rostros de gente que sonreían y marchan a la
ciudad de Ayabaca como si se entrara a un templo divino.
Parece que la fe aumento en todos nosotros y entramos triunfantes deseando
con ansia ver a nuestro Cautivo- llegue a los pies del Señor y le pedí con toda
mi alma por toda mi familia en especial por mi hijo Félix- lleve la foto de mi
Hijo y la hice bendecir por el sacerdote del templo y esta fotografía se la puse
en los pies del Cautivo, para que no se olvide de mi hijo – hoy en día, mi hijo
ha mejorado un poco más y yo he vuelto a hacerle otra promesa, de ir
nuevamente a su templo caminando y a pedirle al Señor que sane a mi hijo
Félix y otra cosa, tengo que cumplir con mi promesa , sino el Cautivo también
se olvidara e mi hijo Félix.
EL CONTACTO
Todo empezó cuando la señora teresa villa, después de un próspero negocio
comenzó arreglar su casa – ella vivía en la Av. Progreso, en la quinta cuadra,
en Castilla- su esposo Manuel Bienvenido era un empeñoso comerciante y,
entre los dos, estaban sacando a sus 4 hijos, adelante.
Estaba haciéndole columnas, a la casa pensando en un segundo piso su casa
mayormente era antigua de esas construcciones que no tenían bases.
La heredo de sus padres, y estos de sus abuelos , y que mejor ocasión de
invertir ese dinerito en avanzar sus casa para que se vea bien y arreglada como
decía, recién los albañiles estaban escavando las zanjas para las bases a una
profundidad de un metro veinte, mientras tanto la señora Teresa se
encontraba en la cocina preparando el almuerzo para su familia y una parte de
platos para los trabajadores que estaban en la frontera haciendo las zanjas-
cuando de repente escucha unas voces de los trabajadores que bajara urgente
que en lo profundo de las zanjas habían encontrado una caja metálica, la
señora Teresa Villa de inmediato lo hizo guardar en su cuarto y espero a su
esposo Manuel para que él decidiera que hacer con esa caja metálica- Manuel
se entusiasmó al ver esa caja, en su mente se imaginó que era un cofre de
monedas de oro y plata, o un entierro de joyas- como la que esconden los
hombre ricos y después mueren sin comunicar a sus familias, después de
muerto, su alma comienza a aparecer buscando a alguien a quien entregarle
esa fortuna- Manuel vertiginosamente pensó en eso y sin pensarlo dos veces
trajo herramientas, sin proveer consecuencias al abrirla.
Abrió esa caja vieja y oxidada, la señora Teresa lo contemplaba asombrada ver
por ese empeño de su esposo en abrir ese cobre describir lo que contenía-
hasta doña Teresa entusiasmada y curiosa no apartaba los ojos en ese interés
desmesurado de su esposo, este puso mucha fuerza y astucia por levantar esa
tapa que de seguro tenía muchos años puesta, y sudando mucho logro
levantar lo que no dejaba ver lo que había dentro fue tan violenta el jalar ese
mental, que así como salió disparada la tapa , voto un sopor oscuro y
blancuzco, se elevó cubriéndole todo el rostro a Manuel, que no lo dio tiempo
a disipar ese raro humo que de hecho ya le había alcanzado los ojos- su esposa
tuvo tiempo de aventarse a un lado mientras su esposo con las dos manos se
cogía la cara y los ojos- desesperado por quitarse el humo de los ojo – le grito
a su mujer – tráeme un poco de agua y una toalla- su mujer corrió a traerle y
cuando regresa- este se cogía los ojos gritando desesperado decía- no veo
nada – no veo nada- su esposa pidió auxilio a los trabajadores y vecinos, pero
a don Manuel lo evacuaron a una clínica particular, después de ocultarlo,
revisarle los ojos en un especialista determinaron, ceguera por exceso de gases
tóxicos.
Fueron de un especialista a otro y don Manuel quedo ciego para toda la vida –
doña Teresa Villa se sentía culpable por lo que le había sucedido a su esposo y
no contenta con los resultados que se daban comenzó indagar los medios que
no eran científicos. Fue de un lugar a otro hasta que le recomendaron que, en
Salas, había un curandero que curaba cosas increíbles, y que la ceguera era
una cosa fácil de resolver.
Así que, como doña Teresa con el ánimo de curar a su esposo, conoció al gran
maestro Antonio Vela, un brujo, hijo de brujos que sus abuelos también fueron
brujos. Y que toda su familia y su descendencia provenían de brujos. Antonio
Vela, lo llevo a Salas y allá en su pueblo, donde el brujo se compacta con el
Diablo, lo curo de hecho a don Manuel Bienvenido- Doña Teresa de
agradecimiento le regalo al brujo las monedas de oro y plata que encontró en
esa caja metálica y don Antonio les floreció a toda su familia, su casa y su
negocio y los aseguro con candado para toda la vida – a partir de esos días
Manuel Bienvenido, su familia y negocio, crecieron como viento en popa y son
Manuel y su familia prosperaron rápidamente. Los vecinos y amigos enterados
de la curación de don Manuel vieron como este y sus hijos crecieron de la
noche a la mañana en los negocios.
Todo porque don Manuel se compacto con el diablo- así afirmaban los vecinos,
y es que todo era evidente que hasta el más ciego alcanzaría a ver los progresos
de la familia Bienvenido Villa.
Juan Senmache, vecino de don Manuel, escuchaba con cautela y respeto,
todos los comentarios que se decían de su vecino. El sufría mucho porque no
podía curar a su esposa que hacia medio año padecía de insuficiencia renal y
otros padecimientos y todo porque no tenía recursos económicos como para
que la traten de inmediato. Sus familiares al verlo triste e impotente, le
aconsejaron. Háblale a don Manuel de repente te puede ayudar y recomendar
con el curandero que lo curo de los ojos.
Senmache escucho esa alternativa y como la enfermedad avanzaba, no tuvo
otra opción que humildemente solicitarle un apoyo – Senmache no había
terminado de hablar y conversarle el caso de su esposa, cuando don Manuel
lo interrumpió diciéndole – no me has pedido nada, hombre – no te preocupes,
si quieres, mañana mismo partimos a Salas y don Antonio Vela, mi amigazo te
va a ayudar, y curar a tu esposa.
Senmache sabia como agradecer su gratitud y amistad de buen vecino amigo
– muy temprano Senmache y don Manuel enrumbaron a ese pueblo conocido
como la Cuna de la curación y brujería.
Que me interesa que sea brujo o hechicero, con tal que sane a mi mujer-
tendré que crecer en el – dijo en su corazón agradecido y en silencio- Juan
Senmache- cuando llegaron a Salas – Senmache fue presentado ante don
Antonio Vela – un hombre común como cualquiera usaba un amplio sombrero
de paja y un poncho de colores impactantes que le llegaba hasta las rodillas-
sonrió muy amable y le dijo – ya sabía que tu ibas a venir con tu esposa- no te
preocupes por ahora – en la sesión de la noche y lo que me informe ni
compadrito Bienvenido.
Veremos si es que la podemos curar o no – todo está que el problema no está
avanzado – don Antonio le dio una palmada en el hombro, y le dijo ¡ten calma!
Si es por parte de nosotros, lo podemos curar, hay que ver que es lo que tiene
y se despidió – Senmache se quedó perplejo – y resignado espero la sesión de
la noche.
Ya oscureciendo los llamaron a todos los pacientes con sus familiares – el
recinto poco iluminado denotaba respeto y tranquilidad- todos iban
acomodándose según ingresaban y entre las penumbras de un estrado con
cortinas rojas, apareció de la nada Antonio Vela, no se supo si salió de la mesa
donde estaba abarrotada de inciensos, pomos de colores, hierbas aromáticas,
calaveras de muertos y un sin números de botellas de San Pedro, moras y otras
bebidas y sin darse cuenta del cambio los pacientes estaban rodeando la gran
mesa y don Antonio frente a ellos, el anfitrión les iba dando de beber a cada
uno de esos pacientes las bebidas exóticas expuestas en ese mesón de la
sanación, así como bebidas le hacía efecto comenzaba como a delirar y en ese
estado de la inconciencia invoca al ser del más allá- los familiares felizmente
no estaban ecuánimes y lucidos, entendiendo y viendo todo lo que acontecía
en esa supuesta curación que se iba a realizar.
Los familiares esperaron asombrados al menos esperaron asombrados al
menos Senmache nunca había presenciado ese rito, Antonio seguía Evocando
al hacer del más allá y le decía a ¡Ricardito! ¡Ricardito! ¡Toma mi alma! ¡Dame
el poder! para curar a mis hermanos que sufren ¡Toma mi alma!, de repente
en medio de espectáculo, el que hacía La invocación, Antonio, se achico, como
que se redujo de talla, sin exagerar, su porte no llegaba a la altura de la mesa
,pero, si vos se hizo firme y contundente y después de unos minutos Don
Antonio retomó su talla normal y sus facciones, su mirada y su rostro, comenzó
a cambiar y a sonreír porque minutos antes cuando deliraba Llamando a
Ricardo, que no era más que el diablo en persona, su rostro se había
desfigurado y tomó tonalidades negras y azuladas y sus ojos se llenaron de luz
y fuego, daba horror sólo mirarlo.
Todos los familiares estaban horrorizados de apreciar ese espectáculo por
demás insostenible ante sus ojos, qué más de un espectador grito y se
desmayó pero pasó lo mismo con los enfermos o pacientes que estando en ese
estado de embriaguez, de la inconsciencia y de trance, no sintieron ni se
percataron del horror que estaba suscitándose en su alrededor, frente al brujo
que los iba a sanar y así de súbito, como si nada hubiera pasado, el brujo
Antonio, calmado, de forma muy normal comenzó a nombrar y llamar a los
pacientes uno a uno y delante de todo el mundo presente les fue declarando
la enfermedad o el daño que tenía y que donde le habían hecho ese mal. Los
pacientes con sus familiares lloraban al escuchar sus realidades, otro reían de
contentos cuando el brujo Antonio los declaraba sanos y cuando le llegó el
pronóstico a la esposa Senmache, Antonio le dijo: tu esposa tiene dos cosas
graves, tiene una enfermedad Crónica al riñón que no ha sido tratada con
tiempo y está avanzada que con una buena suerte y fe en Dios la insuficiencia
renal la podría superar algún día, pero dejaría sus secuelas posteriores y la otra
es que le han hecho daño un familiar lejano que también le ha quebrantado su
salud y la tiene amarrada
En otras palabras, sólo Dios podrá salvarla. Senmache ya no tenía lágrimas para
calmar su corazón destrozado, por la respuesta directa y sin esperanza, quedó
más que agradecerle al maestro después de terminada eso que podría ser la
clausura de una sesión o ceremonia inusitada y predecible; vino los cantos de
Alabanza a Dios y a la Virgen, al Cautivo, al Señor de los Milagros y a todos los
Santos que intercedieron en la clarividencia, ayuda y aciertos de los pacientes-
enfermos, todo parecía casi absurdo, antes de iniciar la ceremonia de sanación
y aciertos todo fue alabanzas al diablo porque Don Antonio lo evocó para curar
a los hermanos enfermos y de repente concluye la reunión por parte del brujo
con alabanzas a Dios, Senmache salió decepcionado y desubicado porque no
le dieron solución a su esposa, porque regresaba con ella y casa para que
muera. Y por último primero se invoca el diablo y después a Dios.
Ahora yo no creía en nadie, pero si la llevó a su esposa al hospital donde la
ciencia le prolongó unos días más existencia hasta que falleció.

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