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Facultad Ciencias Agropecuarias

Tesis presentada en opción al título académico de master en


agricultura sostenible mención fitotecnia

Título: Evaluación de la biomasa del bambú


(Bambusa Vulgaris Schrader Ex. Wendland) como
una alternativa para la recuperación de suelos
degradados.

Aspirante: Ing. Otani Alvarez Alonso

Tutor: Dr C. Pedro I. Cairo Cairo

2014
“Año 56 de la Revolución”
Pensamiento
Toda nuestra Ciencia comparada con la realidad, es
primitiva e infantil, y sin embargo es lo más preciado que
tenemos.
Albert Einstein
(1879 – 1955)
Resumen
Resumen

La conservación del medio ambiente es uno de los problemas más graves que enfrenta
la humanidad a nivel mundial, entre sus retos está reducir a niveles permisibles la
degradación y contaminación de los suelos, así como recuperar la fertilidad de los ya
degradados. El objetivo del trabajo consistió en evaluar la biomasa de bambú como
una alternativa para la recuperación de suelos degradados. Se caracterizaron los
sustratos elaborados a partir de la biomasa del Bambú. Se montó un experimento en
condiciones controladas con 6 tratamientos y 4 réplicas, siguiendo un diseño en
bloques al azar con el objetivo de evaluar el efecto de 2 tipos de compost de bambú y
el humus de bambú en comparación con el humus de lombriz y la fertilización
nitrogenada sobre el suelo y el maíz (Zea mayz L.) como planta indicadora; se utilizó
suelo Pardo mullido carbonatado (Hernández et al., 1999) a la profundidad de 0 – 20
cm en bolsas de polietileno de 1kg. Se seleccionó un área experimental representada
por diferentes usos de suelo para estudiar el comportamiento de la especie de Bambú
(Bambusa vulgaris Schrad) y los cambios en el suelo, a diferentes distancias del
plantón. La biomasa de bambú por su composición presenta cualidades muy
sobresalientes para ser utilizados en el mejoramiento de los suelos y demuestra la
factibilidad del uso del bambú de una manera integral incluyendo el aprovechamiento
de su biomasa.
Índice
Índice

ÍNDICE.
No Pág.
1 RESUMEN.
2 1. INTRODUCCIÓN 1
3 2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA 4
4 2.1 Características e importancia de la especie bambú 4
5 2.2 Caracterización química de los abonos orgánicos 5
6 2.2 1 Metales pesados 6
7 2.2.2 Presencia de metales en el suelo 7
8 2.3 El suelo y su degradación 10
9 2.4 Uso y aplicación de los residuos orgánicos 13
10 2.4.1 La materia orgánica 13
11 2.4.2 Hojarasca 15
12 2.4.3 Humus de lombriz 15
13 2.4.4 Compost y efecto de su aplicación 16
14 2.5 Influencia de los residuos orgánicos sobre las propiedades 18
físicas y químicas del suelo
15 2.6 Influencia de los residuos orgánicos sobre la microflora del 19
suelo
16 2.6.1 Las bacterias 20
17 2.6.2 Los actinomicetos 20
18 2.6.3 Los Hongos 21
19 2.6.3.1 Hongos micorrízicos. 22
20 2.7 Bambú y desarrollo sostenible 23
21 2.7.1 Especies de interés 23
22 2.8 El bambú y su impacto ambiental. 25
23 3. MATERIALES Y MÉTODOS. 27
24 3.1. Ubicación del área de investigación 27
25 3.2 Caracterización química de residuos y abonos orgánicos. 27
26 3.3. Experimentos realizados, descripción y muestreos de 28
suelo.
27 3.4. Análisis físicos y químicos del suelo 30
28 3.5. Análisis Microbiológico del Suelo 31
29 3.6. Evaluación de los indicadores morfofisiológicos de la 32
planta indicadora (maíz)
30 3.7. Procesamiento estadístico 33
31 4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 34
32 4.1. Caracterización química de la biomasa de bambú 34
33 4.2. Efectos de abonos orgánicos de residuos de bambú sobre 38
la microflora del suelo
34 4.3. Efectos de abonos orgánicos de residuos de bambú sobre 43
las propiedades físicas y químicas del suelo
35 4.4. Relaciones entre algunas propiedades del suelo en las 45
condiciones de estudio
36 4.5. Efectos de abonos orgánicos de residuos de bambú sobre 49
los parámetros morfofisiológicos de la planta indicadora
Índice
37 4.6. Evaluación del impacto del establecimiento del bambú 51
sobre las propiedades del suelo
38 4.6.1 Efectos de la biomasa del bambú sobre la materia 51
orgánica
39 4.6.2. Efectos de la biomasa del bambú sobre el factor de 53
estructura
40 4.6.3 Efectos de la biomasa del bambú sobre el Límite 55
Inferior de Plasticidad y el Índice de Plasticidad
41 4.7. Análisis económico ambiental 58
42 5. CONCLUSIONES 61
43 6. RECOMENDACIONES 62
44 7. BIBLIOGRAFÏA
45 8. ANEXOS
Introducción
Introducción

1. INTRODUCCIÓN.

En el mundo actual los problemas de la conservación de la naturaleza a menudo se


relegan a segundos y terceros planos. No obstante, estos problemas pueden limitar
el desarrollo futuro de la sociedad humana, puesto que trae consigo la imposibilidad
de abastecer a la humanidad con productos alimenticios a la vez que produce un
daño irreparable para los componentes más importantes de nuestro medio
ambiente natural.

La conservación del medio ambiente es uno de los problemas más graves que
enfrenta la humanidad en la actualidad a nivel mundial. La contaminación
ambiental, la desertificación, la pérdida de biodiversidad y los cambios climáticos
permanecen como evidencias de que el hombre no ha sido conocedor de su propia
naturaleza y se requiere de cambios a corto, mediano y largo plazo (Altieri, 2009).
Entre los retos más importantes se encuentra disminuir a niveles permisibles la
degradación y contaminación de los suelos, así como recuperar la fertilidad de los
ya degradados.

A nivel mundial la degradación afecta considerables superficies de tierras.


Actualmente, se realizan diversos esfuerzos con el fin de rescatar su productividad
y fertilidad a través de tecnologías que faciliten la asimilación de algunos nutrientes
y disminuyan los signos de degradación que aún persisten. En este sentido, los
materiales orgánicos favorecen las propiedades físicas, químicas y biológicas de
los suelos, gracias a que aportan nutrientes, además de influir en la estructura.

En nuestros días nos enfrentamos a una situación donde el reto fundamental es


producir alimentos de manera sostenible. Los fertilizantes orgánicos son productos
naturales que incrementan la disponibilidad de nutrientes en el suelo y generan
sustancias que estimulan el crecimiento vegetal, lo que se revierte en una
agricultura más orgánica y sustentable, además repercute positivamente en el
equilibrio de las poblaciones microbianas que habitan el mismo (Rodríguez et al.,
2007).

La reforestación con bambú puede dar una significativa contribución a aliviar los
urgentes problemas ambientales que sufre nuestro planeta, y en específico Cuba.

1
Introducción

En nuestro país, se ha incrementado la conciencia ambiental y se han tomado


decisiones acerca de cambiar el modo de actuar para mejorar cualitativamente los
suelos y con ello la agricultura en sentido general, a tenor de esto, se han
incorporando áreas a la actividad forestal las cuales, generalmente, son suelos
que en algún grado tienden a la degradación debido a la actividad intensiva a la que
han estado sometidos. Con el establecimiento de especies forestales
proporcionaremos a estos suelos mejores características, gracias al contenido de
nutrientes que incorporan los árboles y las cualidades físicas que aportan como
formadores y protectores de suelo.

Especies de Bambú como Guadua angustifolia Kunth contribuye a la disminución


de la erosión de los suelos y a su protección y conservación, al tener más de 20,0
kg de raíces que detienen la capa vegetal, propicia la regulación hídrica
almacenando hasta 30 000 l.ha-1 de agua y eleva el contenido de materia orgánica
al aportar unas 30 t.ha-1 de biomasa (Botero, 2004). Es conocido que la especie
Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland realiza una buena contribución de
biomasa entre 20 y 33 t.ha-1. La mayor utilidad del conocimiento del rendimiento de
biomasa total de la referida especie obedece a su gran adaptación a nuestras
condiciones y está dirigida actualmente a la protección del medio ambiente y a la
complementación alternativa de la producción de madera y energía (López 2008).

Estas plantas con su gran diversidad de géneros y especies permiten contribuir a la


solución de importantes problemas que tienen que ver con la conservación de los
suelos y la producción de alimentos humano y animal a partir del conocimiento del
rendimiento y sus componentes expresados por el valor de su biomasa total.

Alfonso y Carrobello (2002) plantearon que de los suelos agrícolas cubanos el 76,8
por ciento están afectados por diferentes procesos de degradación, donde se
conjugan factores de diversa índole que limitan el rendimiento de los cultivos a
valores inferiores a un 70 %. El 30,8 % del total están clasificados en la categoría
de pocos productivos, mientras que el 46 %, se consideran muy pocos productivos.
Esta situación con el paso del tiempo se ha ido agravando ya que, según Rodríguez
(2013) existen 2.9 millones de hectáreas en Cuba afectadas por la erosión mientras
que el 70 % de la superficie agrícola del país permanece baja de materia orgánica.
2
Introducción

De la superficie total de los suelos solo el 22% son suelos con potencial productivo
alto mientras que la dinámica de formación de suelos es de 6 a 8 t .ha-1 al año.

Actualmente el Plan de Desarrollo Forestal hasta el 2015 en la provincia de Villa


Clara tiene entre sus objetivos lograr una cobertura boscosa del 27 %. (SEF, 2010).
Para lograr este objetivo se ha elaborado un plan de reforestación por especies,
donde se destacan varias especies entre ellas tenemos el genero Bambusa, dado a
los beneficios ambientales y sociales de esta especie sobre el ecosistema.

Nuestras áreas productivas con el uso intensivo de los suelos y la fertilización


química tienen una tendencia a la degradación por lo que el problema científico de
esta investigación radica en: como contribuir a la recuperación de suelos
degradados mediante el empleo de la biomasa de bambú.

Por lo antes expuesto, se formula la siguiente hipótesis de trabajo:

Hipótesis

El empleo de la biomasa de bambú por sus características puede contribuir como


una alternativa en la recuperación de suelos degradados.

Objetivo general

Evaluar la biomasa de bambú mediante la caracterización física, química y


microbiológica, como una alternativa para la recuperación de suelos degradados.

Objetivos Específicos

1. Caracterizar la composición química de abonos orgánicos a partir de la biomasa


del bambú.

2. Evaluar bajo condiciones controladas el efecto de los abonos orgánicos de


residuos de bambú sobre las propiedades físicas, químicas y microbiológicas del
suelo, estableciendo las relaciones entre ellas.

3. Evaluar bajo condiciones controladas el efecto de los abonos orgánicos de residuos


de Bambú sobre los parámetros morfofisiológicos de la planta indicadora.

4. Determinar el impacto del establecimiento del bambú sobre algunas propiedades


del suelo.

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Revisión Bibliográfica
Revisión Bibliográfica

2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA.

2.1 Características e importancia de la especie bambú


Dentro de los bambúes el género Bambusa se destaca por su gran importancia
desde el punto de medioambiental y tiene especies de gran interés económico como
Bambusa vulgaris Schrader ex Wendland, conocido como bambú común o
simplemente bambú. Es un tipo de bambú alto, sin espinas que forma macizos que
comparten rizomas. La especie sobresale dentro del género por sus propiedades
físico - mecánicas y por el tamaño de sus culmos; que alcanzan hasta 20 metros de
altura y 15 centímetros de diámetro. Es originaria probablemente del Asia tropical.
Es el bambú más cultivado en el trópico y en el subtrópico, en la rivera de los ríos y
como planta ornamental en las ciudades. En América, B. vulgaris se ha adaptado a
diversos tipos de suelos y de climas, desde México hasta Uruguay, y en las Islas del
Caribe (Das et al., 2008 citado por Alfonso (2013).

El bambú es el recurso más renovable para detener la deforestación del planeta por
tener grandes atributos: es la planta de mayor crecimiento, es un protector del
medio ambiente, ya que es un procesador de bióxido de carbono (12 t ha-1), mucho
más eficiente que la mayoría de árboles del bosque tropical por lo que los bosques
de bambú colaboran en la reconstrucción de la atmósfera ofreciendo un aire de
mayor calidad (Scaglione, 2004).
El bambú contribuye a la recuperación y conservación de los suelos, eliminando la
erosión del mismo. Cuando es plantado en cuencas hidrográficas de ríos, lagunas,
etc. En invierno toma agua para almacenar tanto en sus raíces como en su tallo, y
luego por efecto de concentración, el agua es regresada nuevamente al caudal de
los ríos y quebradas en épocas secas, evitando la formación de cárcavas y
disminuyendo las pérdidas de agua por evaporación (Álvarez et al., 2003).
El bambú de tipo leñoso tiene rápido crecimiento, sus tallos (culmos) son capaces
de crecer de 10 a 20 cm/día preferentemente de noche, el diámetro del culmo al
emerger de la tierra es el mismo que tendrá de por vida (Betancourt et al., 2007).
Los culmos están formados por nudos y entrenudos, donde tiene lugar el nacimiento
de las hojas. Los entrenudos son mayormente huecos y el espesor de sus paredes

4
Revisión Bibliográfica

varía entre especies y disminuye desde la base hacia el ápice. Las ramas se
desarrollan en las yemas de los nudos, pueden ser espinosas o apiladas. Las hojas
del culmo, llamadas caulinares, son diferentes de las que crecen en las
ramificaciones (Betancourt et al., 2007).
2.2 Caracterización química de los abonos orgánicos
Según Rodríguez (2003) la aplicación de materia orgánica al suelo permite reciclar
cantidades importantes de nutrientes y produce altos niveles de actividad biológica.
La materia orgánica ejerce el papel central en el almacenaje de los nutrientes y su
liberación en forma asimilable para las plantas (Crespo y Fraga, 2003). Ella no solo
resulta un factor de gran importancia en el suministro de nutrientes sino también en
la formación de la estructura del suelo así como la eficiencia de la fertilización
nitrogenada (Pineda, 2002).
La materia orgánica constituye solo un por ciento del peso del suelo. También
forma parte del ciclo del Nitrógeno, Fósforo y Azufre, resultando un elemento
favorecedor en la composición química, física y biológica del suelo (Vicente, 2003).
La materia orgánica fija iones de la solución del suelo los cuales quedan débilmente
retenidos, están en posición de cambio, evita por tanto que se produzcan perdidas
de nutrientes en suelo, por lo tanto una buena reserva de nutrientes influyen en el
estado de dispersión / floculación del suelo y es un agente de alteración por su
carácter ácido. [Fernández et al., (2003) citado por Ríos (2010)].
Investigadores como [Vázquez (2003); Cairo (2000); Pineda (2002) y Rodríguez
(2002)] plantean que la materia orgánica y los sustratos orgánicos han actuado de
manera eficaz en la agregación y cementación de las partículas a través del Fe3+, el
Ca 2+ y las arcillas.

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Revisión Bibliográfica

2.3 .1 Metales pesados


El efecto que su aplicación provoca en el suelo depende de, factores propios del
compost (donde el tipo de material que le da origen y su estado de maduración
parecen ser los de mayor relevancia) y de las condiciones edafoclimáticas donde es
aplicado. En general, la composición del compost puede ser muy variable y como
ejemplo de ello se tienen los datos presentados en el tabla 1, donde se muestran los
rangos obtenidos para distintos parámetros. Estos fueron medidos en compost
preparados a partir de residuos sólidos urbanos (Rivero de Trinca, 1999).
Para compost provenientes de lodos, se han indicado valores cercanos o
comprendidos en los rangos mencionados, solo que les atribuye contenidos
importantes de metales pesados. Ver los valores frecuentemente señalados en la
literatura para este tipo de materiales.

Tabla 1. Composición del compost de residuos urbanos, rangos para cada


variable [Adaptado de Nogales, 1993 por Rivero de Trinca, 1999].

Variable Rango
Materia orgánica (g K-1) 200 – 600
-1
Ácidos húmicos (g K ) 6 – 70
Ácidos fúlvicos (g K-1) 1 – 100
N total (%) 0,4 – 1,8
P total (%) 0,15 – 0,50
S total (%) 0,3 – 0,9
K (%) 0,25 – 1,0
Ca (%) 2 – 12
Mg (%) 0,5 – 2,5
pH 7,0 – 8,5
Conductividad (mS cm-1) 6 – 15
Densidad aparente (g cm-3) 0,5 – 0,7

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Revisión Bibliográfica

Los compost obtenidos a partir de residuos vegetales o estiércoles presentan


valores generales similares a los indicados en la tabla 1, pero no se ha señalado la
presencia de metales pesados en cantidades que pudieran inducir preocupación
alguna. En el caso de aquellos que provienen de desechos de la industria maderera
se ha señalado como un problema importante el contenido de sustancias inhibidoras
de la actividad biológica del suelo (Basham, 1980 citado por Rivero de Trinca,
1999).

2.2.3 Presencia de metales en el suelo


En la tabla 2 se ilustra las concentraciones usuales de algunos de estos elementos
en suelos y tejidos vegetales (Rivero de Trinca, 1999).
Concentraciones muy elevadas de los micronutrimentos pueden transfórmalos en
elementos tóxicos. El límite entre el nivel de suficiencia y el de toxicidad de estos
elementos es muy estrecho. Los metales pesados, en cambio resultan tóxicos, aun
a concentraciones muy bajas. El nivel usualmente bajo, de estos elementos en el
suelo, se ha visto incrementado en las últimas décadas, debido a que muchos de
ellos son subproductos de la gran actividad urbano – industrial que caracteriza al
mundo actual.

Tabla 2. Contenidos de metales pesados en un compost de lodos residuales


[Adaptado de Bigeriego (1993) citado por Rivero de Trinca (1999)].

Elementos Concentración (mg kg-1)


Fe 1.67
Cu 542
Pb 553
Cr 946
Zn 1676
Ni 72
Cd 22

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Revisión Bibliográfica

En relación a los riesgos de uso de materiales que aporten cantidades importantes


de estos elementos al suelo, se indica que los metales pesados contenidos en lodos
expresan sus efectos nocivos sobre los cultivos en función de la solubilidad de las
formas químicas que los portan, de la reacción del suelo y de la desaparición de la
materia orgánica de éste; además tienen efectos nocivos sobre los microorganismos
del suelo, ya que provocan una fuente disminución de las poblaciones de los
mismos modificando también su composición Hani et al., (1996) citado por Rivero
de Trinca (1999)]. En suelos venezolanos [Anzola y Rivero (1997) citado por Rivero
de Trinca (1999)] demuestran que lodos provenientes de las industrias de cerveza y
papel aportan metales pesados tales como Zn, Cd, Pb, Ni y Cu.

El contenido de metales pesados constituye hoy el problema fundamental de los


abonos orgánicos producidos a partir de los Residuales Sólidos Urbanos para su
utilización. Valores por encima de los límites permisibles pueden provocar
consecuencias desfavorables para el agroecosistema al contaminar la capa
superficial de los suelos de cultivo, introducir procesos de fitotoxicodad en la planta,
introducirse en la cadena trófica y provocar toxicidad en animales y seres humanos,
contaminar por migración a través del perfil del suelo las aguas subterráneas y por
escorrentía y erosión las aguas superficiales terrestres. García et al., (2008) cuando
estudiaron el humus de lombriz de Residuos Sólidos Urbanos encontraron
concentraciones elevadas de microelementos esenciales para las plantas Hierro
(Fe), Manganeso (Mn), Cobre (Cu) y Zinc (Zn) pudiendo ser considerados como
biocorrectores de micronutrientes de suelos deficientes. Sin embargo, la presencia y
magnitud del Plomo (Pb) y Zinc (Zn) en el humus producido avizora sobre la
generalización de su uso como abono orgánico. De seguro estos valores están
dados por la mezcla de residuales putrescibles con materiales de alto contenido de
estos elementos contaminantes como latas baterías etc.

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Tabla 3. Concentraciones de metales pesados en suelos y tejidos vegetales


en mg kg-1. [Adaptado de Riffaldi y Levi – Minzi (1989) por Rivero de Trinca
(1999)].

Elementos Suelos Vegetales


Mínimo Máximo Mínimo Máximo
Cd 0,01 2,0 0,20 0,8
Co 0,05 65,0 0,05 65,0
Cr 5,00 1 500,0 0,20 1,0
Cu 2,0 25,0 4,00 15,0
Hg 0,01 0,5 0,015 -
Mn 10,0 10 000,0 15,00 100,0
Ni 2,0 750,0 1,00 -
Zn 1,00 900,0 8,00 100,00
Pb 2,00 300,3 0,01 10,0

Tabla 4. Concentraciones de microelementos y metales pesados en humus


de residuales sólidos urbanos. [García et al., (2008)].

Elementos Concentraciones (mg kg-1)


Fe 30 821
Mn 767.6
Cu 191.2
Zn 1186.9
Pb 291.5
Ni 51.2
Cd Nd

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2.3 El suelo y su degradación


El suelo puede ser considerado un recurso no renovable, pues su formación es un
proceso muy lento. Proporciona un medio para sostener las raíces de las plantas,
pero es también un ecosistema complejo sobre el que nuestros conocimientos son
aún muy limitados. Un suelo agrícola productivo está lleno de vida, con millones de
organismos que interactúan química y físicamente con su entorno. Estos procesos
regulan la liberación de nutrientes, de minerales y materia orgánica para alimentar a
las plantas, así como la capacidad de adaptación de los cultivos a los riesgos
inherentes a cualquier sistema agrícola, que son generalmente más simples e
inestables que los sistemas naturales. Un suelo vivo tiene una mejor estructura y
puede absorber y retener más agua y aire que un suelo estéril. Por todo ello, una
producción ecológica responsable comienza por el mejoramiento del suelo (Ugáz,
2007).
Con el propósito de elevar los rendimientos, desde hace décadas se ha
generalizado el uso de fertilizantes químicos y de productos que contaminan el
medio ambiente, unido a la erosión, la intensificación de la agricultura y la
mecanización han deteriorado la estructura natural de los suelos. El incremento de
la producción de alimentos tendrá que ir acompañado de tecnologías
conservacionistas que protejan la tierra, el medio y que se permita la restauración
de ecosistemas y suelos degradados por el intenso uso agrícola (Lal, 2000).
En la actualidad escasea la materia prima para la producción de fertilizantes y los
precios se incrementan, por lo que obtener una alta eficiencia se hace cada vez mas
difícil, especialmente en las condiciones naturales del trópico, en que encontramos
abundantes lluvias, y características de los suelos donde aumentan las perdidas de
fertilizantes por diferentes vías, causando pobre utilización de los mismos (Cabrera
y Bouzza, 1999; Colás, 2007).
Cuando se utilizan sistemas de tratamientos en los suelos, ya sean químicos o
mecánicos, con el fin sólo de producir y elevar los rendimientos de las cosechas, se
producen cambios sustanciales en las condiciones de vida de la microflora edáfica,
con destrucción de las asociaciones microbianas y cambios de su actividad
funcional y bioquímica. El fenómeno que resulta de estas alteraciones ecológicas,
es la degradación paulatina de la fertilidad de los suelos debido fundamentalmente a

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Revisión Bibliográfica

la pérdida de la materia orgánica (en cantidad y calidad), la obtención de productos


cada vez con menor calidad para su consumo y la contaminación del ambiente.
(Martínez et al., 2003).
Todos estamos concientes de que hay mucho por hacer y que nuestros suelos
están empobrecidos, como consecuencia de las deficientes prácticas agrícolas, pero
así mismo si cambiamos nuestra manera de actuar e investigamos nuevas maneras
de producir en base a la utilización de abonos orgánicos como los Bokachis, bioles,
compost, humus de lombriz, uso de plaguicidas, fungicidas, herbicidas naturales,
podríamos obtener rendimientos altos (Monografías.com, 2003).
La degradación antrópica de las tierras es un proceso dinámico que puede ser
reversible, dentro de límites marcados por la posibilidad de recuperación del suelo,
sustrato fundamental prácticamente no renovable, dada la longitud del periodo
necesario para esa recuperación. Se podría decir que, prácticamente, todos los
problemas ambientales son teóricamente reversibles, a excepción de la pérdida de
los recursos genéticos y del suelo. Cuando la degradación de la tierra alcanza un
estado irreversible, se dice que se ha desertificado, dando, en ocasiones, la falsa
impresión de un proceso abrupto, cuando más bien es gradual y puede ocurrir en
cualquier condición climática, en donde son aplicables todos los conceptos y
acciones relativos a la desertificación (Congreso de la Unión, 2001).
El suelo como medio imprescindible de producción es el objeto de trabajo del
hombre y el cuerpo natural para los procesos de crecimiento y desarrollo de las
plantas, constituye un sistema con componentes y funciones múltiples. Desde un
enfoque ecológico, el subsistema suelo es el lugar principal para el proceso de
descomposición, fundamental para la reobtención y reciclado de nutrientes que
aseguren otro gran proceso vital: la producción de biomasa vegetal. Como tal, el
subsistema suelo bajo la Agroecología incluye la disponibilidad y flujo balanceado
de nutrientes, el manejo de la materia orgánica, y la actividad biológica del suelo
(Águila, 2008).
Más reciente aún resulta el concepto de la salud de suelo, que percibe al mismo
como un sistema vivo. La propuesta científica del concepto de la salud del suelo es
que, aunque la medición de parámetros físicos y químicos sirve como una manera
práctica para saber la condición actual de un suelo, el progreso en el entendimiento

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Revisión Bibliográfica

de las interacciones entre intervenciones humanas en el manejo y la capacidad de


este para responder depende en las perspicacias sobre su funcionamiento como un
subsistema integrado del agroecosistema (Kibblewhite et al., 2008).
El subsistema suelo tiene varios funciones dentro del agroecosistema. Según Águila
(2008) sus funciones incluyen la producción de biomasa, el hábitat biológico y
reserva genética, el medio físico e histórico de muchas de las interacciones del
sistema, la fuente de materias primas, y la filtración, amortiguación, y transformación
de las materias del agroecosistema.
Desde tiempos antiguos, el concepto de la fertilidad del suelo ha sido entendido por
productores y científicos como la capacidad del suelo para producir cultivos en las
cantidades y calidades deseadas. Aunque la fertilidad del suelo ha sido entendida
en ocasiones como la disponibilidad de nutrientes en el suelo, hoy se entiende
también como la estructura, la textura, y el contenido de materia orgánica en el
suelo. En las décadas recientes, ha surgido el concepto de la calidad de suelo, que
amplía la idea de fertilidad por incluir dentro de su concepción a todos los servicios
ambientales que brinda el suelo a la calidad de vida humana, incluso agua limpia,
alimentos sanos, y hasta recreación. Generalmente, el concepto de calidad de
suelo ha sido vinculado con la agricultura sostenible (Yera, 2011).
El suelo es consecuencia de la naturaleza, constituye el hábitat de las plantas, que a
la vez favorecen su desarrollo y además es el medio de mayor importancia en el
desarrollo de los cultivos. Constituye el elemento indispensable donde se aplicarán
los fertilizantes ecológicos, ya que son ellos el sostén y el sustento de los cultivos
agrícolas, las propiedades de los suelos determinan, en última instancia, que un
sistema de cultivos se pueda desarrollar de manera sostenible en ellos y que
demanda de nutrientes requieren las plantas para proporcionar rendimientos
adecuados (Muñiz, 2001).
Un suelo está compuesto de una parte mineral y de una parte orgánica, así como de
agua, gas y de organismos vivientes. La parte mineral de un suelo está constituida
por fragmentos de roca madre de alteración y de talla variables, inactivos
químicamente, de elementos coloidales de un diámetro inferior a 2 micrómetros – en
gran parte arcillas que juegan un papel importante en la absorción del agua y la

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Revisión Bibliográfica

fijación de iones minerales, fuentes de nutrición mineral para las plantas (Alegre et
al., 2000).
2.4 Uso y aplicación de los residuos orgánicos
La importancia fundamental de su necesidad en las tierras obedece a que los
abonos orgánicos son fuente de vida bacteriana del suelo sin la cual no se puede
dar la nutrición de las plantas. Para aprovechar la aplicación de los minerales
contenidos en los fertilizantes, las plantas requieren que se los den "listos" para
asimilarlos y esto solo es posible con la intervención de los millones de
microorganismos contenidos en los abonos orgánicos que transforman los minerales
en elementos "comestibles" para las plantas, de ahí la importancia de utilizarlos
conjuntamente. Dicho de manera concreta, sin abonos orgánicos no hay proceso
alimenticio aunque se apliquen fertilizantes, y lo que es peor aún, si no son
aprovechados los minerales adicionados de los fertilizantes éstos se convierten en
sales insolubles y lejos de ayudar al desarrollo de las plantas las deprime, abate y
mata. Los abonos (de origen orgánico) actúan aumentando las condiciones
nutritivas de la tierra pero también mejoran su condición física (estructura) y aportan
materia orgánica, bacterias beneficiosas y (en ocasiones) hormonas y por supuesto
también fertilizan. Los abonos actúan más lentamente que los fertilizantes pero su
efecto es más duradero y pueden aplicarse mas frecuentemente pues no tienen
secuelas perjudiciales, Los abonos también calientan la tierra; en tierras donde no
hay presencia orgánica suficiente, estas son frías y las plantas crecen poco y mal;
por el contrario, en tierras porosas por la aplicación constante de abonos orgánicos,
se tornan calientes y favorecen el desarrollo de las raíces, principal vía de nutrición
de plantas y pastos. (Abonos Orgánicos, 2010).
La sustitución de fertilizantes minerales por abonos orgánicos permite aumentos
productivos sostenibles económicamente, reducen la contaminación del suelo y del
manto freático y favorecen las condiciones para el desarrollo de la biota del suelo y
sus propiedades hidrofísicas y químicas. (Pérez et al., 2007)
2.4.5 La materia orgánica
La degradación de ecosistemas naturales o agroecosistemas, que se manifiesta
visualmente en la pérdida de la cubierta vegetal o en el descenso de la
productividad agrícola, está asociada con cambios importantes en la calidad del

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Revisión Bibliográfica

suelo (pérdida de la estructura, incremento de la erosión, pérdida de nutrientes


asimilables y materia orgánica (Jiménez y Lamo, 1998).
El uso de materia orgánica se ha convertido en la base para el desarrollo de
agricultura orgánica. Sin embargo, es un error considerar que agricultura orgánica
es simplemente “no usar productos sintéticos”. La agricultura orgánica debe
considerar dos aspectos esenciales: (a) la diversidad estructural y de procesos, y (b)
el manejo ecológico del suelo y nutrición (Brenes, 2003).
La materia orgánica es un componente muy estudiado pero todavía no
completamente entendido del suelo. Está claro que la materia orgánica es la fuente
principal de carbono al agroecosistema, pero también juega un papel importante en
el ciclo de varios micronutrientes vitales a las plantas, la conservación del suelo, la
fuente nutritiva de los microorganismos del suelo, y el reciclaje de las materias del
agroecosistema. La materia orgánica es el subsistema del suelo más sensible a
cambios de manejo del agroecosistema, se divide en sustancias húmicas y no
húmicas, con estas últimas más disponibles como fuente nutritiva a las plantas
mientras las sustancias húmicas contribuyen a la génesis y estabilidad de la
estructura del suelo (Águila, 2008).
Julca et al., (2006) plantean que es necesario trabajar en el manejo ecológico del
suelo como una herramienta importante de la agricultura orgánica. Desde este
ángulo es preciso actuar de tal forma que exista un aumento del contenido de la
materia orgánica, lo cual a su vez tendría un efecto positivo sobre la biología del
suelo. Bloem (1994) ha señalado que para reducir las pérdidas y facilitar el uso
óptimo del N mineralizado por el cultivo en crecimiento, es necesario conocer el
efecto del manejo de las fincas sobre los organismos del suelo y el ciclo del
nitrógeno. Además, estos efectos ayudarían a reducir los problemas ambientales,
porque permitirían una reducción considerable de la fertilización nitrogenada, debido
a una alta mineralización del N, desde la materia orgánica.
Se ha reportado que los suelos tropicales bajo vegetación forestal muestran
contenidos de carbono orgánico y nitrógeno total significativamente más altos que
los suelos con vegetación tropical de sabana en una profundidad de 0-15 cm;
mientras que la relación carbono nitrógeno es más baja en los primeros que en los
segundos (Cairo y Fundora, 2005). La materia orgánica contribuye a aumentar

14
Revisión Bibliográfica

sensiblemente la porosidad (la cual es un resultado de la textura, estructura y la


actividad biológica del suelo), es decir, son los suelos ricos en elementos
coloidales los que tienen la mayor porosidad, siendo este uno de los principios de
determinación de la estabilidad estructural, junto a los agregados estables, debido
a su alto contenido de materia orgánica y la presencia de hierro o calcio.
2.4.6 Hojarasca
El follaje de las plantas y sus residuos cubren el suelo y lo protegen de los
cambios bruscos de temperatura y humedad y de los efectos de las gotas de
lluvias, lo que favorece la infiltración en detrimento de la escorrentía, reduce la
erosión y los riesgos de inundación [Cairo y Fundora (2005) y Febles et al., (1996)
citados por Yera, (2011)]. Los residuos vegetales, tanto el follaje como la raíz,
proporcionan la base alimentaria de los microorganismos del suelo, que son uno
de los principales factores agregantes (Cairo y Fundora, 2005).
Las plantaciones de Bambú ayudan a la conservación de cuencas hidrográficas al
regular los caudales de agua con una cubierta protectora y una capa de residuos
orgánicos, producto de la caída del follaje, lo mismo reduce la escorrentía
superficial, evitando la erosión (Torres, 2010).
2.4.7 Humus de lombriz
El humus tiene efecto sobre las propiedades físicas del suelo, formando agregados
y dando estabilidad estructural, uniéndose a las arcillas y formando el complejo de
cambio, favoreciendo la penetración del agua y su retención, disminuyendo la
erosión y favoreciendo el intercambio gaseoso. Cuando se refiere al efecto sobre las
propiedades químicas del suelo, los autores mencionan que aumenta la capacidad
de cambio del suelo, la reserva de nutrientes para la vida vegetal y la capacidad
tampón del suelo favorece la acción de los abonos minerales y facilita su absorción
a través de la membrana celular de las raicillas. Y en cuanto a su efecto sobre las
propiedades biológicas, favorece los procesos de mineralización, el desarrollo de la
cubierta vegetal, sirve de alimento a una multitud de microorganismos y estimula el
crecimiento de la planta en un sistema ecológico equilibrado. Estos efectos de la
materia orgánica también han sido sugeridos por otros autores [Anónimo (1988) y
Graetz (1997)].

15
Revisión Bibliográfica

Para Jhonstom (1991) la cantidad de humus en el suelo depende de muchos


factores, tales como la incorporación de nuevos restos orgánicos al suelo y su
velocidad de oxidación química y biológica, la velocidad de descomposición de la
materia orgánica existente ya en el suelo, la textura del suelo, la aireación, humedad
y los factores climáticos. Las prácticas de manejo del cultivo también pueden tener
un efecto sobre este parámetro, ya que el empleo de abonos minerales acelera la
descomposición de la materia orgánica en el suelo. Esto es una manifestación del
crecimiento de la actividad biológica, que se traduce en la práctica en una mejora de
la fertilidad y los rendimientos (Gros y Domínguez, 1992).
2.4.8 Compost y efecto de su aplicación
El compostaje es un proceso de descomposición oxidativa de los constituyentes
orgánicos de los materiales de desecho, que se lleva a cabo bajo condiciones
controladas sobre sustratos sólidos orgánicos heterogéneos, originando un producto
que representa grandes beneficios cuando es adicionado al suelo. (Peña, 2002).
El compost es considerado como un material biológicamente activo, resultado de la
descomposición de la Materia Orgánica bajo condiciones controladas. Es utilizado
para promover el reciclaje de nutrientes el mejoramiento del suelo y el crecimiento
de los cultivos. Al aplicarlo los microorganismos que se encuentran en el suelo
continúan los procesos de degradación de la Materia Orgánica. (Funes-Monzote,
2008)
Cairo et al., (1995) en experimentos bajo condiciones controladas arribaron a la
conclusión de que las aplicaciones de compost solo o combinado con zeolita
aumenta significativamente el % de Materia Orgánica, el P O asimilable, el % de
2 5

Agregados Estables, la Permeabilidad, el Límite Inferior de Plasticidad y el Factor


Estructura.
El compost, además de proveer nutrientes a las plantas, mejora las condiciones
físico-químicas y biológicas de los suelos. La aplicación de este fertilizante ayuda al
incremento de nitrógeno en los cultivos, en el equilibrio de la mineralización de los
compuestos nitrogenados y en la descomposición del material fibroso (Ramos y
Pérez, 2009).
El compostaje, es una técnica practicada desde hace mucho tiempo por los
agricultores, como una manera de estabilizar estiércoles y otros residuos orgánicos

16
Revisión Bibliográfica

con la finalidad de utilizarlos como abonos, es un proceso aeróbico de


transformación de los residuales sólidos orgánicos, que implica el paso por una
etapa termófila y origina al final dióxido de carbono, agua y minerales, como
productos de los procesos de degradación, así como una materia orgánica
estabilizada, libre de fitotoxinas, y dispuesta para su empleo en la agricultura
(Quiñones, 2008).
Según Monografias.com (2003) entre los beneficios del compostaje se incluyen:
a) Acondicionamiento del suelo: La utilización del compost como enmienda
orgánica o producto restituidor de materia orgánica en los terrenos de labor tiene un
gran potencial e interés en nuestro país, ya que la presencia de dicha materia
orgánica en el suelo en proporciones adecuadas es fundamental para asegurar la
fertilidad y evitar la desertización. Además, cabe comentar que la materia orgánica
en el suelo produce una serie de efectos de repercusión agrobiológica muy
favorable.
b) Mejora las propiedades físicas del suelo: La materia orgánica contribuye
favorablemente a mejorar la estabilidad de la estructura de los agregados del suelo
agrícola (serán más permeables los suelos pesados y más compactos los ligeros),
aumenta la permeabilidad hídrica y gaseosa, y contribuye a aumentar la capacidad
de retención hídrica del suelo mediante la formación de agregados.
c) Mejora las propiedades químicas: La materia orgánica aporta macronutrientes
N, P, K y micronutrientes, y mejora la capacidad de intercambio de cationes del
suelo. Esta propiedad consiste en absorber los nutrientes catiónicos del suelo,
poniéndolos más adelante a disposición de las plantas, evitándose de esta forma la
lixiviación. Por otra parte, los compuestos húmicos presentes en la materia orgánica
forman complejos y quelatos estables, aumentando la posibilidad de ser asimilados
por las plantas.
d) Mejora la actividad biológica del suelo: La materia orgánica del suelo actúa
como fuente de energía y nutrición para los microorganismos presentes en el suelo.
Estos viven a expensas del humus y contribuyen a su mineralización. Una población
microbiana activa es índice de fertilidad de un suelo.
e) Facilita el manejo de estiércoles: El compostaje reduce el peso, el volumen, el
contenido en humedad, y la actividad de los estiércoles. El compost es mucho más

17
Revisión Bibliográfica

fácil de manejar que los estiércoles, y se almacena sin problemas de olores o de


insectos y puede ser aplicado en cualquier época del año. Esto minimiza las
pérdidas de nitrógeno y el impacto ambiental en el campo.
f) Aplicabilidad al suelo: Tanto el compost como los estiércoles son buenos
acondicionadores del suelo con valor fertilizante.
Raaa (2005) y Cairo (2008) exponen que el compost tiene varios efectos en el
suelo:
Estimula la diversidad y actividad microbiana en el suelo.
Mejora la estructura del suelo.
Incrementa la estabilidad de los agregados.
Mejora la porosidad total la penetración del agua, el movimiento a través del
suelo y el crecimiento de las raíces.
La actividad de los microbios presentes en el compost reduce la de los microbios
patógenos a las plantas, como los nemátodos.
Contiene muchos macros y micros nutrientes esenciales para el crecimiento de
las plantas.
Provoca la formación de humus, complejo mas estable de la materia orgánica
que se encuentra solo en el suelo y es responsable de su fertilidad natural.
2.5 Influencia de los residuos orgánicos sobre las propiedades físicas y
químicas del suelo
La agricultura sostenible y el encarecimiento de los fertilizantes minerales, han
propiciado un gran empleo de los abonos orgánicos en la agricultura, lo cual se
debe a sus grandes posibilidades como mejoradores de las propiedades físico-
químicas del suelo, así como portadores de macro y micro elementos esenciales.
(Pérez, 1997).
El mejoramiento de las propiedades físicas del suelo, constituyen un elemento muy
importante en defensa de una agricultura sostenible (Primavesi, 1990; Mann y
Tollbert, 2000).
La sustitución de fertilizantes minerales por abonos orgánicos permite aumentos
productivos sostenibles económicamente, reducen la contaminación del suelo y del
manto freático y favorecen las condiciones para el desarrollo de la biota del suelo y
sus propiedades hidrofísicas y químicas. (Pérez et al., 2007)

18
Revisión Bibliográfica

Se ha reportado que los suelos tropicales bajo vegetación forestal muestran


contenidos de carbono orgánico y nitrógeno total significativamente más altos que
los suelos con vegetación tropical de sabana en una profundidad de 0 – 15cm;
mientras que la relación carbono nitrógeno es más baja en los primeros que en los
segundos (Cairo y Fundora, 2005). La materia orgánica contribuye a aumentar
sensiblemente la porosidad (la cual es un resultado de la textura, estructura y la
actividad biológica del suelo), es decir, son los suelos ricos en elementos
coloidales los que tienen la mayor porosidad, siendo este uno de los principios de
determinación de la estabilidad estructural, junto a los agregados estables,
debido a su alto contenido de materia orgánica y la presencia de hierro o
calcio.
2.6 Influencia de los residuos orgánicos sobre la microflora del suelo
Desde tiempos remotos los campesinos relacionan los estiércoles, las hojas
podridas e incluso la “basura” de la casa con los abonos orgánicos, esto es correcto,
pero subrayando que estos materiales biodegradables deben ser transformados por
la acción de los microorganismos y del trabajo humano ya que tienen efecto sobre el
suelo, pues mantienen la flora microbiana del suelo, mejoran las propiedades físicas
e hídricas del mismo, posibilitan mayor cantidad de nutrientes, incrementan la
calidad de las cosechas, elevan y estabilizan la fertilidad de los suelos, aumentan la
composición nutricional de los productos agrícolas [ACTAF (2007) citado por
Ribalta (2008)].
La parte orgánica de un suelo se presenta bajo dos formas: una forma bruta que
contiene residuos vegetales o animales en descomposición y una forma humificada,
o humus, que corresponde a los compuestos húmicos, cuerpos químicos complejos
elaborados por las bacterias y hongos del suelo a partir de la descomposición de las
células animales y vegetales [Lacoste y Salanon (1991) citado por Oramas (2010)].
Un suelo naturalmente fértil es aquél en el que los organismos edáficos van
liberando nutrientes inorgánicos, a partir de las reservas orgánicas, con velocidad
suficiente para mantener un crecimiento rápido de las plantas. La actividad biológica
de los suelos es la resultante de las funciones fisiológicas de los organismos y
proporciona a las plantas superiores un medio ambiente adecuado para su
desarrollo. Pero la exigencia de los microorganismos edáficos en energía,

19
Revisión Bibliográfica

elementos nutritivos, agua, temperaturas adecuadas y ausencia de condiciones


nocivas es similar a la de las plantas cultivadas (Wild, 1992).
Los suelos contienen una amplia variedad de formas biológicas, con tamaños muy
diferentes, como los virus, bacterias, hongos, algas, colémbolos, ácaros, lombrices,
nemátodos, hormigas y, por supuesto, las raíces vivas de las plantas superiores
[Fassbender (1982) y Wild (1992)]. La importancia relativa de cada uno de ellos
depende de las propiedades del suelo [Thompson y Troeh (1988)].
2.6.1 Las bacterias
Las bacterias son organismos procariotas unicelulares; la mayor parte de ellas
presenta forma esférica cocos o de bastón bacilos y son importantes debido a que
algunas realizan funciones específicas como la oxidación del amoniaco a nitratos,
mientras que otras intervienen en el proceso general de descomposición de
materiales orgánicos [Thompson y Troeh, (1988)].
El pH puede tener importancia en la retención de las bacterias en el suelo, según lo
observado experimentalmente por Bitton et al., (1974). La mayor parte de bacterias
y actinomicetos se desarrollan mejor a pH neutro y ligeramente alcalino; en cambio,
los hongos se desarrollan a un pH más amplio (Fassbender, 1982). También existe
la posibilidad que la materia orgánica por su carga negativa, adsorba y retenga a
estos microorganismos de manera significativa (Goyal y Gerba, 1979).
2.6.2 Los actinomicetos
Los actinomicetos son organismos procariotas filamentosos; sus hifas son
cenocíticas, tienen el diámetro de las bacterias y de la arcilla gruesa y están con
frecuencia ramificadas y entrelazadas, por lo cual son difíciles de contar (Thompson
y Troeh, 1988). Nutricionalmente, se trata de un grupo muy adaptable, sus
miembros son heterótrofos sin excepción y pueden utilizar una amplia gama de
compuestos carbonados y nitrogenados, como polisacáridos, lípidos, hidrocarburos
saturados, fenoles, proteínas y quitina. Son organismos típicamente aeróbicos, por
lo que no suelen encontrarse en suelos encharcados, son más frecuentes en los
suelos calientes que en los fríos y resultan muy poco tolerantes a la acidez (Wild,
1992).
Los actinomicetos son menos numerosos que las bacterias y uno de los factores
favorables para su presencia es la abundancia de calcio, que proporciona una

20
Revisión Bibliográfica

condición neutra o ligeramente alcalina (Thompson y Troeh, 1988). Otro factor


importante a tener en cuenta es la humedad; aunque los actinomicetos necesitan
humedad para su crecimiento, sus esporas pueden soportar prolongadas sequías
durante más tiempo que otros microorganismos, hasta el punto que puedan llegar a
dominar la población edáfica (Wild, 1992).
2.6.3 Los Hongos
Los hongos son componentes importantes de la microbiota del suelo, intervienen en
procesos ecológicos tales como el reciclado de nutrientes y el mantenimiento de
importantes relaciones simbióticas con plantas y bacterias (Jeewon y Hyde, 2007).
Los hongos pueden representar el 70% de la población microbiana y constituyen el
segundo de los dos grandes grupos de microorganismos del suelo. Todos son
eucariotas heterótrofos y se incluyen entre las especies que necesitan nitrógeno, ya
sea en forma de sales minerales o de compuestos orgánicos nitrogenados, pues
están desprovistos de capacidad fijadora. Las especies edáficas presentan gran
diversidad en cuanto a exigencias en sustratos carbonados, variando desde los que
pueden utilizar hidratos de carbono, alcoholes y ácidos orgánicos sencillos hasta los
que son capaces de descomponer compuestos polimerizados, como la celulosa y la
lignina. Este es el caso de los que son parásitos obligados de los vegetales
superiores o de los que han desarrollado una simbiosis obligada con determinadas
plantas, como las micorrizas. Los saprófitos comunes en el suelo pueden ser
eficaces transformadores de sustratos edáficos en tejidos microbianos. Algunos de
ellos pueden asimilar entre el 30 y 50% del carbono presente en la materia orgánica
que descomponen, lo que representa una tasa de conversión muy superior a la de
las bacterias, que es del 5 al 20%. Esto significa que el crecimiento muy rápido de
los hongos puede originar una elevada demanda del nitrógeno disponible en el
suelo, aunque ésta puede quedar mitigada por su relación C/N, que es superior a la
que presentan las bacterias. Algunos hongos pueden sintetizar compuestos
polifenólicos, que se parecen a las formas encontradas en la fracción húmica del
suelo, contribuyendo de esta manera a la formación de la materia orgánica
evolucionada y estable. Generalmente toleran mejor las situaciones ácidas y el
escaso suministro de calcio que otros microorganismos, y su presencia cuantitativa
en los suelos ácidos es del mismo orden que en los neutros y suelen predominar en

21
Revisión Bibliográfica

la población microbiana de los suelos forestales, porque los restantes


microorganismos se hacen menos numerosos en condiciones ácidas. Además, los
hongos disponen de diversos métodos para sobrevivir durante épocas
desfavorables, como el calor y la sequía del suelo (producción de esporas en
cuerpos fructíferos, clamidósporas, esclerotes, etc.). Por otro lado, la excesiva
humedad suele ser desfavorable para ellos (Wild, 1992).
La población fungosa predomina en suelos ricos en restos vegetales, donde la
competencia por alimentos y energía no es demasiado aguda, pero declinan
rápidamente cuando desaparecen los materiales fácilmente degradables; en
cambio, las bacterias persisten más tiempo y consumen a los hongos (Thompson y
Troeh, 1988). La posibilidad de que predominen los hongos o el grupo bacterias -
actinomicetos depende de las condiciones locales, especialmente del pH y del
contenido de humedad. Además, los mecanismos por los que los fragmentos de
hifas y especialmente las conidias de los hongos no germinan o son estimulados al
crecimiento, son complejos y en cierto modo aún falta aclarar.
2.6.3.1 Hongos micorrízicos.
Los hongos micorrízicos arbusculares (HMA) son microorganismos simbióticos que
se asocian con las plantas e incrementan su tolerancia al estrés hídrico al modificar
las tasas fotosintética y de transpiración, el potencial hídrico de hojas y suelo, la
concentración de osmolitos, la eficiencia en el uso de agua y la asimilación de
nutrimentos en el hospedero (Harris et al., 2009). Por su parte, estos hongos
adquieren fotoasimilados de las plantas para su mantenimiento (Smith y Read,
2008).
Los HMA tienen un efecto en las relaciones hídricas de la planta y del suelo en
condiciones de estrés, que modifican la conductividad estomática, la tasa
fotosintética y la transpiración en las plantas, mientras que los exudados fúngicos
promueven la cohesión de las partículas del suelo e incrementan la retención de
agua en el sustrato (Rillig y Mummey, 2006).
Los suelos colonizados por HMA contienen más agregados estables al agua que
los suelos carentes de HMA. El desarrollo de micelio extrarradical permite a las
raíces tener un mayor acceso al agua del suelo y aumentar así su hidratación, lo

22
Revisión Bibliográfica

que mejora el metabolismo vegetal aun en condiciones de estrés ambiental (Auge,


2004).
2.7 Bambú y desarrollo sostenible
El Bambú es el recurso más renovable para detener la deforestación del planeta por
tener grandes atributos: es la planta de mayor crecimiento, mucho más eficiente que
la mayoría de los árboles del bosque tropical por lo que los bosques de bambú
colaboran en la reconstrucción de la atmósfera ofreciendo un aire de mayor calidad.
La reforestación con bambú puede dar una significativa contribución a aliviar los
urgentes problemas ambientales que sufre nuestro planeta, y en específico en Cuba
(Ganse, 2011).
La subfamilia Bambusoideae (Gramineae-Poaceae) cuenta aproximadamente con
120 géneros y 1200 especies, divididos en herbáceos y leñosos. Los bambúes
herbáceos son menos numerosos y su valor es puramente taxonómico u
ornamental, y en algunos casos constituyen curiosidades botánicas, sin embargo,
los leñosos (lignificados) son de gran interés por sus usos, rápido crecimiento y
elevada capacidad de regeneración, pueden agruparse en trepadores o recostados,
arbustivos y arborescentes (Catasús, 2003).
El Bambú es muy útil en plantaciones con propósitos de conservación y protectora
de las cuencas y riberas de los ríos y quebradas. Su acción es reguladora de la
cantidad y calidad de agua, que devuelve a su caudal en épocas normales y secas.
Es un gran productor de oxígeno y un gran retenedor de dióxido de carbono (Torres,
2010).
Gracias a su sistema radicular (raíces) y su enorme efervescencia para
desarrollarse, permite cubrir y restaurar al ecosistema dañado a causas de
incendios, tala de bosques o deslizamientos de tierra en un lapso de
aproximadamente ocho años porque reintegra gran cantidad de material orgánico
producto de tallos y hojas muertas devolviendo nuevamente la fertilidad al suelo, ya
que fija nitrógeno, fósforo, calcio, potasio y sílice. Es aquí donde el bambú es
considerado como un gran fertilizador natural del suelo.
2.7.1 Especies de interés
El género Bambusa representa uno de los más grandes recursos naturales
renovables. Por sus excelentes propiedades físico-mecánicas, su resistencia al

23
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ataque de insectos, su belleza y por la diversidad de aplicaciones que se le dan;


representa una valiosa alternativa económica que ha coadyuvado a mitigar la
problemática social del campo en Cuba. Los bambúes arborescentes son todos
foráneos, de ellos, solo Bambusa vulgaris se ha naturalizado a lo ancho y largo de
Cuba, aunque existen poblaciones de B. tulda en poblaciones pequeñas mezcladas
con la anterior, las que son posible de diferenciar por sus culmos de mayor
diámetro (Catasús, 2003).

Desde el punto de vista ecológico, la Bambusa vulgaris es una especie promisoria


pues ayuda a la conservación de los recursos hídricos, protege generosamente los
suelos de la erosión y brinda refugio a la fauna silvestre, mitiga la presión a los
bosques brindando madera de excelente calidad, y además capta entre 7 a 15 tha-1
de CO2 anual (Álvarez et al., 2001; citado por Yera, 2011).

A continuación se citan algunas especies leñosas de interés constructivo.


Guadua angustifolia Kunth.
Bambusa vulgaris Schareder ex Wendland.
Bambusa tulda.
Dendrocalamus asper
Dendrocalamus strictus Nees.
De las especies mencionadas anteriormente, la Bambusa vulgaris var. vulgaris es
la de mayor abundancia y amplia distribución en Cuba, su porte es mediano (13 –
16 metros) y alcanza diámetros entre 8 y 10 cm (Betancourt et al., 2007).
Hoy existen unas 30 variedades de Bambú en toda Cuba que se han adaptado a las
condiciones ambientales del país (Catasús, 2003). Sin embargo, el por ciento de las
plantaciones de bambú existentes es insignificante en comparación con otras
especies encontradas en nuestros bosques , pues constituye solamente el 1% del
patrimonio forestal cubano.

En la proyección del desarrollo forestal de Cuba hasta el 2015 (Herrero, 2003) en el


aspecto relacionado con la política de usos y diversificación de especies, el bambú
se potencia como una alternativa no solo para disminuir la presión extractiva de

24
Revisión Bibliográfica

madera de los bosques, sino también en otras múltiples contribuciones ambientales


como la lucha contra la erosión de los suelos y la contaminación ambiental.
2.8 El bambú y su impacto ambiental.
Un impacto ambiental es el daño que se puede causar sobre la flora o la fauna, el
suelo, el agua, el aire o el clima y sobre el hombre mismo, incluido sus componentes
culturales o económicos. (NC 521, 2007).
Desde hace más de 20 años, el Centro de información sobre Agricultura Sostenible
y de Bajos Insumos Externos (ILEIA) se ha preocupado por el desarrollo agrícola,
particularmente el de los países del Sur, desde dos puntos de vista: el impacto
ambiental de nuestro sistema de producción de alimentos, que socava la capacidad
productiva del planeta, y la pobreza y marginación de los pueblos indígenas,
comunidades rurales y agricultores de pequeña escala. Para evitar la degradación
del ambiente, así como los efectos negativos sobre la productividad a largo plazo, la
agricultura debe estar construida en principios ecológicos (Ugás, 2007).
En un suelo de buena calidad se deben obtener cultivos sanos y de alto
rendimientos, con un mínimo de impactos negativos sobre el medio ambiente. Es un
suelo que también brinda propiedades estables al crecimiento y salud de los
cultivos, haciendo frente a condiciones variables de origen humano y natural,
principalmente las relacionadas con el clima, o sea, debe ser un suelo flexible y
resistir el deterioro (Ascanio, 2004).
El bambú desempeña un papel vital para la vida socio-económica de las
comunidades que se benefician de su utilización y un impacto ambiental en el
devenir de las mismas: es un recurso natural renovable a corto plazo con relación a
otras maderas, biodegradable, con más de un millar de usos, con una enorme
diversificación de productos: entre ellos como recurso de decoración y paisajismo;
recuperador, conservador y estabilizador de suelos; regulador de sistemas hídricos;
herramientas agrícolas; fuente de alimentación para seres humanos y animales;
preservativo de alimentos e inhibidor de crecimiento bactérico; desodorante
ambiental; fijador de dióxido de carbono; purificador de agua; deshumidificador;
combustible vegetal, entre muchos otros (Scaglione, 2004)
Las plantaciones de bambú ayudan a la conservación de cuencas hidrográficas al
regular los caudales de agua con una cubierta protectora y una capa de residuos

25
Revisión Bibliográfica

orgánicos, producto de la caída del follaje, lo mismo reduce la escorrentía


superficial, evitando la erosión. Un tallo de bambú posee alrededor de 73
entrenudos con una capacidad para almacenar alrededor de cuarenta litros de agua
y una hectárea puede almacenar hasta treinta mil trescientos setenta y cinco litros
de agua (Torres, 2010).
Las formaciones de bambú, además de los beneficios que provee al medio
ambiente por la capacidad de su sistema radicular, conjuntamente con las hojas que
aportan material vegetal al suelo, de formar suelos de mejor textura y capacidad de
retención de agua, regulando la escorrentía y los caudales de los cuerpos de agua,
en cuyas márgenes crecen normalmente. Las raicillas con el rizoma forman un
sistema entretejido, dando la apariencia de una malla, los cuales amarran
fuertemente el suelo, permitiendo su desarrollo en pendientes pronunciadas,
evitando así la degradación y erosión del suelo (PERUBAMBU, 2007).
Resultados concretos y actualizados del impacto ambiental del bambú en las
condiciones de Cuba. (Martirena et al., 2011 citado por Yera, 2011):
Reforestación de 5,990 ha de bambú, un 30% de ellas ubicadas en suelos no
utilizables para otras producciones agrícolas, y un 70% en áreas de cuencas
hidrográficas con afectaciones medioambientales.
Secuestro de 436,800 t de CO2, que podrían generar ingresos en el orden de
28,13 millones de pesos (CHF 4,7 millones) según valores mundiales del
mercado –voluntario- de créditos de carbono.
Recuperación de 1,790 ha de suelo con alto nivel de deterioro por la sobre-
explotación en plantaciones de caña de azúcar, o por efecto de la salinización.

La agricultura moderna se enfoca hacia la sostenibilidad de los sistemas de cultivos


agrícolas, donde no se degrada el medio ambiente y por lo tanto se mantenga la
fertilidad del suelo. En nuestro país, para alcanzar un sistema sostenible de producción,
la estrategia de sustitución de insumos necesita evolucionar hacia un enfoque de
sistema de producción agroecológica. Solamente haciendo cambios de mayor alcance
hacia sistemas agrícolas regenerativos que sustituyan a aquellos basados en insumos,
aunque estos insumos sean biológicos u orgánicos, será posible incrementar la
sostenibilidad a largo plazo (Funes, 2006).

26
Materiales y Métodos
Materiales y Métodos

3. MATERIALES Y MÉTODOS.

3.1. Ubicación del área de investigación

El estudio fue realizado en los laboratorios del Centro de Investigaciones


Agropecuarias (CIAP), en el Centro de Estudios de Química Aplicada (CEQA) y en
la Estación Experimental Agrícola “Álvaro Barba Machado“, pertenecientes a la
Universidad Central “Marta Abreu” de las Villas.

3.2 Caracterización química de residuos y abonos orgánicos.

A los efectos de este trabajo se ha considerado utilizar los siguientes términos:

Biomasa del bambú, que incluye hojarasca, raíces y tallos del bambú, humus de
bambú y compost elaborado a partir de la hojarasca que a la vez representan
residuos y abonos orgánicos de la especie Bambusa vulgaris Schrader Ex.
Wendland.

El humus de lombriz y la hojarasca fueron tomados de regiones de la estación


experimental Agrícola “Álvaro Barba Machado“, a partir de la hojarasca de bambú
se elaboró el compost correspondiente.

El humus de lombriz fue obtenido a partir de estiércol vacuno sin la presencia de


biomasa de bambú.

La caracterización química del compost de bambú, humus de lombriz, hojarasca de


bambú y humus de bambú se realizó en los laboratorios de química de suelos y el
de espectrofotometría del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP); además
del laboratorio de Química del Centro de Química Aplicada (CEQA).

El secado de los residuos y abonos orgánicos se realizó primero de forma natural


(en un lugar ventilado y a la sombra hasta alcanzar la condición de muestra seca al
aire) y luego artificial (estufa del laboratorio de Suelos del CIAP a 60 oC). Finalmente
se molieron y pasaron por un tamiz de 0.5 mm.

Los métodos de análisis químicos empleados fueron los siguientes:

pH (agua): 10 g del material en 50 ml de agua destilada, relación 1:5.

27
Materiales y Métodos

% ceniza y % materia orgánica: 2 g del material en un crisol de 25 ml y por


incineración, en la mufla, se eleva la temperatura hasta llegar a 550oC. Se
determina A= Peso constante del crisol a 550 ºC; B = Peso constante del
crisol + ceniza; C = Peso de la muestra seca al aire y el factor de corrección
de la humedad (fch) a través del % de humedad de la muestra.

Cálculo del por ciento de cenizas y por vía indirecta el de materia orgánica:

% Ceniza = ((B – A)/ C)* 100 * fch. Donde:

% MO = 100 – % Ceniza

Macroelementos potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg): Método de


espectrofotometría de absorción atómica, según la NRAG 894/1988 por
digestión de la muestra con H2SO4 concentrado y selenio como catalizador y
posterior dilución con agua destilada. Se expresan en %.

Carbono (%): Calculo por vía indirecta a través del % MO: % C =% MO*0.58.

Nitrógeno (N): Método de digestión - destilación de Kjeldahl.

Relación C/N =% C/ %N.

Microelementos como cobre (Cu), zinc (Zn), cobalto (Co), manganeso (Mn),
hierro (Fe), método de espectrofotometría de absorción atómica, según la
NRAG 894/1988, por digestión de la muestra con H2SO4 concentrado y
selenio como catalizador y posterior dilución con agua destilada. Se expresan
en mg kg-1.

3.3. Experimentos realizados, descripción y muestreos de suelo.

Experimento 1. Con el objetivo de evaluar el efecto de 2 tipos de compost de


bambú y el humus de bambú en comparación con el humus de lombriz y la
fertilización nitrogenada sobre el suelo y el maíz (Zea mayz L.) como planta
indicadora; se montó un experimento en condiciones controladas con 6 tratamientos
y 4 réplicas, siguiendo un diseño en bloques completamente al azar.

Se utilizó suelo pardo mullido carbonatado (Hernández et al., 1999) en bolsas de


polietileno de 1kg. Los tratamientos utilizados fueron:

28
Materiales y Métodos

1. Control

2. 75 kg ha-1 N (urea)

3. 4t ha-1 humus de lombriz

4. 4t ha-1 humus de bambú

5. 4 t ha-1 compost de bambú sin inóculo

6. 4 t ha-1 compost de bambú con inóculo

El inóculo empleado, fue líquido con cuatro microorganismos (Aspergillus oryzae


(hongo), Bacillus natu (bacteria), Saccharomyces cerevisae (levadura), Trichoderma
viridae (hongo) a razón de 1l t-1 de compost cuya función es descomponer el
material.

Para su evaluación se dejaron cuatro plantas por bolsa luego de la germinación.


Las mismas se mantuvieron por treinta días. Durante el desarrollo del experimento,
el suelo se mantuvo próximo al 80 % de su capacidad de campo.

Experimento 2. Se seleccionó un área experimental representada por diferentes


usos de suelo, con el objetivo estudiar el comportamiento de la especie de bambú
(Bambusa vulgaris Schrader Ex. Wendland) y los cambios en el suelo, a diferentes
distancias del plantón. Se tomaron como referencia 3 zonas, las cuales se describen
a continuación:

Zona 1. Área de bambú con 15 años de establecido (1 ha), una densidad


de población de 16 a18 culmos por plantón

Zona 2. Área de bambú con 5 años de establecido (cercana a la zona 1)

Zona 3. Área de agricultura convencional (5 ha) (Cultivos Varios), por más


de 40 años de establecida. Referencia del suelo degradado (RSD)

Se tomaron muestras a las profundidades de 0 – 10 y 10 – 20 cm a partir de 0.30 m


del plantón, cada metro hasta 10 m en el bambú de 15 años y hasta 5 m en el
bambú de 5 años.

29
Materiales y Métodos

3.4. Análisis físicos y químicos del suelo

Las determinaciones físicas y químicas se realizaron en los laboratorios de Física y


Química de Suelos del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) por los
siguientes métodos:

Coeficiente de Permeabilidad (Perm): Método de Henin et al., (1958) citado


por Cairo (2006) utilizando un infiltrómetro. Las fórmulas son:
k
Permeabilidad = log 10 y K = (e*v)/(H*S). Donde: K = coeficiente de
percolación, e = altura de la columna de suelo, V = volumen en ml de agua
percolada en una hora, H = altura de la columna liquida o lámina de agua, S =
área de la sección transversal de la columna de suelo dentro del capilar.

Factor de estructura (FE): Método de Vageler y Alten, citados por Cairo


(2006), mediante la determinación de arcilla sin dispersar (b) y arcilla
previamente dispersada, de acuerdo con el análisis mecánico (a) según la
fórmula: FE = ((a – b)/a)*100.

pH H2O y pH KCL: Método potenciométrico de Hesse, (1971), usando la


relación de suelo: solución 1:2.5.

P2O5 y K2O: Método de Oniani. Solución extractiva de ácido sulfúrico (0,1 N).
Se determinó el K2O por fotometría de llama y el P2O5 por el método
colorimétrico.

Materia Orgánica (MO): Método colorimétrico de Walkey y Black, por


oxidación con dicromato de potasio y ácido sulfúrico concentrado.

Todos los análisis químicos se realizaron según la Norma Ramal 279 del
MINAGRI (NRAG 279, 1980).

30
Materiales y Métodos

3.5. Análisis Microbiológico del Suelo

Las determinaciones microbiológicas se realizaron en el laboratorio de Microbiología


del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP), utilizando en todas el método
de conteo en placas con diluciones de 1 gramo de suelo a diferentes
concentraciones en medio de cultivo sólido. La composición química de los 3
medios de cultivos utilizados se muestra en la tabla 1.
8
Bacterias: Aplicando 1 ml de la dilución de concentración 10 al medio de
cultivo “Glicerina Peptona Agar”
5
Hongos: Aplicando 1 ml de la dilución de concentración 10 al medio de
cultivo “Agar Rosa de Bengala”
5
Actinomicetos: Aplicando 1 ml de la dilución de concentración 10 al medio de
cultivo “Almidón Amoniacal Agar”.

Tabla 5. Composición química de los medios de cultivos utilizados

Medio de cultivo Medio de cultivo ”Agar Medio de cultivo


”Glicerina Peptona Agar” Rosa de Bengala ”Almidón Amoniacal
Agar

Ingrediente Cantidad Ingrediente Cantidad Ingrediente Cantidad

Glicerina 2.0 g Glucosa 10.0 g (NH4)2SO4 2.0 g

Peptona 2.5 g NaNO3 1.0 g K2HPO4 1.0 g

K2HPO4 1.0 g K2HPO4 1.0 g CaCO3 3.0 g

CaCO3 0.04 g Rosa de 0.07g NaCl 1.0 g


Bengala

NaCl 3.0 g Agar (1.5%) 15.0g MgSO4 1.0 g

MgSO4 0.25 g Extracto de 1L Almidón 3.0 g


suelo* soluble

FeSO4 0.01 g *Extracto de suelo: 500 g Agar 15 g


de suelo fértil en 1200 ml (1.5%)

31
Materiales y Métodos
de agua común, se pone Agua
Agar 15.0 g 1.0 L
en la autoclave por 1 hora,
(1.5%)
añadir y filtrar, llevar a 1
Agua 1.0 L litro, pH de 6.8 a 7.0. pH 6.8 – 7.2

pH 7.0

Infestación micorrízica: Método de Phillips y Hayman (1970), consiste en someter


250g de raíces de 1cm de largo, previamente lavadas a la acción del KOH al 10% y
ponerla a hervir en baño de María durante 1 hora a 90 oC. Después sacarlas y
añadirle lactoglicerina y el indicador Azul Trypan. Después de poner 1 hora a
temperatura ambiente y luego en la estufa a 100 oC por 1 hora más, se lavan las
raíces y se le añaden lactoglicerina de nuevo. A las 24 horas de este paso se llevan
al microscopio estereoscópico para contar las raíces infestadas del total de raíces
tratadas y calcular la Infestación micorrízica que se expresa en %, por la fórmula
siguiente:

Infestación micorrízica (%) = (# de raíces infestadas/ # total de raíces


tratadas)* 100

3.6. Evaluación de los indicadores morfofisiológicos de la planta indicadora


(maíz)

Altura de las Plantas (AP) (cm): se midió con una cinta métrica

Longitud de la Raíz (LR) (cm): se midió con una cinta métrica

Peso Fresco de Follaje y Raíz por separado (PFF y PFR) (g): recién
cosechada se pesan en una balanza analítica

Peso Seco de Follaje y Raíz por separado (PSF y PSR) (g): las muestras
fueron puestas en la estufa a 65 °C durante 48 horas y luego fueron pesadas
en una balanza analítica.

3.7. Procesamiento estadístico

Para el procesamiento estadístico se utilizó el paquete de programas profesional


STATGRAPHICS CENTURION, Versión 15.2 sobre Windows XP. Se aplicó Análisis
de Varianza de clasificación simple con la prueba de comparación de medias de

32
Materiales y Métodos

Tukey HSD, verificando la homogeneidad de la varianza, para aquellos datos que no


cumplieron los requisitos para los análisis estadísticos paramétricos se aplicó
prueba no paramétrica de Kruskal- Wallis, en los resultados del trabajo se muestran
las medias con las diferencias estadísticas correspondientes a los rangos promedio,
además se calcularon las correlaciones por el método de Pearson y se llevaron a
cabo análisis de regresión simple.

33
Resultados y Discusión
Resultados y Discusión

4. Resultados y Discusión

4.1. Caracterización química de la biomasa de bambú

El origen de los sustratos es un factor determinante en la composición química del


mismo. La hojarasca de bambú está muy asociada al compost de bambú y como
consecuencia del proceso de la misma se logran niveles de pH superiores (Yera,
2011).

El humus de lombriz representa en la investigación una referencia conocida de un


abono orgánico de calidad elaborado a partir de estiércol vacuno. El humus de bambú
es el resultado de la humificación en condiciones naturales por más de 15 años de la
biomasa de bambú, donde se incluye la hojarasca, ramas, raicillas, restos de tallo,
etc. El pH está muy asociado a estas condiciones y al contenido de cenizas, Ca y Mg.

Al analizar la composición química de los sustratos en estudio (tabla 6). los resultados
del pH en H2O muestran diferencias significativamente mayor del humus de bambú,
respecto a los demás sustratos. Según clasificación de Pagel et al, 1982 los valores
del humus de bambú y el humus de lombriz oscilan en el rango de la neutralidad (7,3 y
6,9 respectivamente) mientras que la hojarasca refleja valores moderadamente
ácidos (5,7).

Estos datos coinciden con Oramas (2010), el cual obtuvo resultados similares para
esta especie cuando estudió la caracterización química de la hojarasca en diferentes
especies forestales.

Existen diferencias significativas en el contenido de materia orgánica de los diferentes


sustratos esto asociado al origen de los residuos y condiciones de formación. Los
valores oscilan desde bajo a medio (28.79 a 46.65) en los sustratos procesados
(NRAG 564).

El contenido de cenizas en todos los casos sobrepasa el 50 %, lo anterior expuesto,


demuestra que estos sustratos contienen una elevada composición mineral respecto a
la orgánica, lo cual constituye algo muy novedoso a tener en cuenta en su
aprovechamiento perspectivo para el mejoramiento de los suelos y la nutrición de las
plantas. Algunos investigadores se han referido al alto contenido de cenizas del
bambú en comparación con otras especies forestales (Yera, 2011).

34
Resultados y Discusión

Tanto la materia orgánica como la ceniza pueden hacer una importante contribución a
la recuperación de suelo. Se ha demostrado por un grupo de investigadores el
impacto del bambú sobre este en particular, una buena parte de la efectividad se debe
a la incorporación de la hojarasca del bambú. La composición química de la hojarasca
de bambú reportado por otros autores como Oramas (2010) y Cairo (2011) detallan la
presencia de elevado contenido de ceniza y de bases como calcio y magnesio que
gradualmente pueden tener efectos sobre el pH del suelo.

El contenido de cenizas del bambú esta compuesto por minerales inorgánicos, en


primer lugar sílice, calcio y potasio. El manganeso y el magnesio son otros dos
minerales comunes. El bambú consta de otra composición orgánica en adición a la
celulosa y la lignina este contiene alrededor de 2-4 % de grasa y 0,8 – 6% de proteínas
(Xiaobo Li, 2004).

Respecto a los valores de potasio existen diferencias estadísticamente significativas


entre todos los tratamientos, no obstante según clasificación de (NRAG 564) oscilan
entre medio y bajos (0,98 y 0,26 %) mostrando el mayor porcentaje para la categoría
media, la hojarasca de bambú (0,98 %).

Los contenidos de Ca y Mg de los diferentes sustratos están muy asociados al pH y el


contenido de cenizas. Los valores más altos se expresan para el Ca (2.5) en el humus
de bambú y Mg (1.25) en el compost de bambú. Ganse (2011) caracterizando
diferentes variantes de compost de bambú, obtuvo valores inferiores pero algo
cercanos a los obtenidos en esta investigación.

Tanto el humus de bambú como el compost de bambú por su composición en cuanto


a pH, contenido de ceniza, Ca y Mg, demuestran cualidades muy sobresalientes para
ser utilizados en el mejoramiento de los suelos.

El carbono (C) y el nitrógeno (N) son los dos constituyentes básicos de la materia
orgánica. Por ello, para obtener un compost de buena calidad es importante que exista
una relación equilibrada entre estos elementos en el sustrato, utilizado para el
compostaje (Funes y Hernández, 2001).

Los resultados de la relación C/N oscilan entre 8 y 12 estando la mayoría de los


resultados en la categoría de buenos (según NRAG 564).

35
Resultados y Discusión

La relación C/N constituye en este caso, un indicador muy sobresaliente de las


características de esta biomasa. Oramas (2010); Alvarado (2011); Alfonso (2013)
hacen referencia al posible potencial del bambú como fijador biológico del nitrógeno
atmosférico; lo cual significa que el mismo a pesar de ser una poácea se comporte
como una leguminosa. Alvarado et al., (2011) comprobó la presencia de determinados
microorganismos solubilizadores de fósforo, fijadores de nitrógeno y productores de
sideróforos.

La relación C/N es importante porque en un buen número de casos el contenido de


humus del suelo depende de ella, pues a medida que se amplía, el grado de
lignificación es mayor y a su vez la descomposición se hace más lenta. (Cairo y
Fundora, 2005).

Carmona et al., (2008) consideran la relación de masa de carbono: nitrógeno (C/N)


como un estimador de la "calidad química" de un sustrato.

La mayor parte (> 90%) del nitrógeno total del compost es nitrógeno orgánico. Para la
máxima disponibilidad en las plantas se requiere de una relación C/N <20 (Hue and
Sobiesczyk, 1999); una relación C/N < 12 traería consigo el riesgo de una lixiviación
de N (Insam y Merschak, 1997) mientras que una proporción C/N > 20 puede provocar
una inmovilización del N.

Springob y Kirchmann (2003) encontraron que las proporciones de sus compost


variaron en un rango de 12.3 a un 13.1, por lo que no se anticipó una inmovilización
del N ni una lixiviación de nitrato. La relación C/N de los suelos tratados varió de un
13.3 a un 13.8, que es el rango que se encuentra en los suelos fértiles

La relación C/N ha demostrado ser un indicador de mucho valor para evaluar la


calidad de la biomasa de los sustratos estudiados y certifica la posible efectividad del
empleo de estos residuos acompañado de su nivel nutricional sobre las propiedades
físicas químicas y microbiológicas de los suelos coincidiendo con lo planteado por
Alfonso ( 2013).

Se confirma una vez más la calidad del sustrato (bambú) al compararlo con el humus
de lombriz como abono de referencia.

36
Resultados y Discusión
Tabla 6: Composición de nutrimentos, materia orgánica y pH de los diferentes sustratos
estudiados

Sust pH MO* Ceniza* K Ca Mg* C* N Relación


rato agua C/N
s %
1 7,30 a 28,79 d 71,21a 0,26 d 2,59 a 0,63 c 16,70 d 2,01 a 8,33 b

2 6,90 b 35,09 c 64,91 b 0,54 b 1,13 c 0,85 b 20,35 c 1,75 b 11,65 ab

3 6,60 c 39,20 b 60,80 c 0,40 c 1,76 b 1,25 a 22,74 b 2,08 a 10,93 b


4 5,70 d 46,65 a 53,35 d 0,98 a 0,72 d 0,20 d 27,06 a 2,11 a 12,88 a

EE ± 0.0612 0.781 0.782* 0.0210 0.0750 0.0492 0.453 0.0454 0.298

Medias con letras diferentes en una misma columna muestran diferencias estadísticas
significativas según prueba de la diferencia honestamente significativa (HSD) de Tukey para
p<0.05. * Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis.

Leyenda: 1- humus de bambú, 2- humus de lombriz, 3- compost de bambú, 4- hojarasca

La composición de metales pesados de los diferentes sustratos estudiados (Cu, Zn,


Co, Mn y Fe) evidencia que en general existen niveles medios de estos
micronutrientes según categorías internacionales establecidas de niveles críticos para
abonos orgánicos, compost y residuos (Tabla 7). El humus de lombriz muestra valores
de Fe y Mn significativamente superiores al compost de bambú y al humus de bambú.
En el caso concreto del Mn en humus de lombriz sobrepasa los límites críticos
planteados por (Muñiz, 2001).

El humus de lombriz constituye un abono orgánico de referencia por sus cualidades


nutricionales (Martínez et al., 2003). Tanto el humus de bambú como el compost de
bambú indican niveles de Zn similares al humus de lombriz, no así para Co y Cu
aunque con niveles no despreciables.

La materia orgánica del suelo es una importante fuente de micronutrientes,


especialmente de los cationes metálicos como Fe, Mn, Cu y Zn. Estos normalmente
se encuentran quelatados por las sustancias orgánicas, lo que favorece una adecuada
nutrición de las plantas (Sierra, y Rojas. 2005)

Resultados similares obtuvieron García et al. (2008) cuando demostraron que el


humus de lombriz de residuos sólidos urbanos de una muestra estudiada presentaba

37
Resultados y Discusión

concentraciones elevadas de microelementos esenciales para las plantas hierro (Fe),


manganeso (Mn), cobre (Cu) y zinc (Zn) por lo que pueden ser considerados como
biocorrectores de micronutrientes de suelos deficientes.

Tabla 7. Contenido de metales pesados en los diferentes sustratos estudiados

Metales pesados mg kg-1


Sustratos
Fe Mn* Zn Cu Co

1 16375,00 b 656,55 b 105,13 ab 18,25 c 13,20 b

2 33065,00 a 1819,75 a 110,78 a 52,74 a 52,80 a

3 16687,50 b 756,40 b 99,23 b 31,85 b 11,05 b

4 3135,00 c 117,75 c 36,08 c 10,10 d 4,45 c

EE ± 1003,95 49,3825 2,057 0,5006 1,319

Medias con letras distintas en una misma columna muestran diferencias estadísticas
significativas según prueba de la diferencia honestamente significativa (HSD) de Tukey para
p<0.05. * Prueba no paramétrica de Kruskal-Wallis.

Leyenda: 1- humus de bambú, 2- humus de lombriz, 3- compost de bambú, 4- hojarasca

4.2. Efectos de abonos orgánicos de residuos de bambú sobre la microflora del


suelo

El uso de abonos orgánicos ejerce su influencia sobre la biomasa microbiana y se


ha demostrado que un aumento del contenido de la materia orgánica, tendría un
efecto positivo sobre la biología del suelo.

En este experimento existen tres controles de referencia: (control sin tratamiento,


control con fertilizante nitrogenado y control humus de lombriz).

El efecto de diferentes abonos orgánicos a partir de la biomasa de bambú sobre la


población microbiana del suelo en condiciones controladas (tabla 8), demostró que al
comparar el humus de lombriz como abono orgánico de calidad conocida con el
compost de bambú con inóculo tiene una respuesta significativa a favor del compost
de bambú con inóculo tanto en hongos, bacterias como en actinomicetos coincidiendo
con (Ganse, 2012). El humus de bambú y el compost de bambú con inóculo

38
Resultados y Discusión

muestran diferencias significativas en cuanto a hongos y bacterias respecto al control


sin tratamiento y al control con fertilizante fundamentalmente.

El impacto de los tratamientos sobre la población microbiana está muy relacionada


con la composición química de los mismos donde sobresale el pH, la materia
orgánica, ceniza, Ca, Mg, y relación C/N (compare Tabla 6).

Investigaciones recientes realizadas por Alfonso (2013) cuando estudia la diversidad


de comunidades microbianas cultivables en la rizosfera de Bambusa vulgaris Schrader
ex Wendland comprueban la presencia de una gran diversidad de bacterias con
capacidad metabólica en los procesos de oxidación de la glucosa.

Los hongos, según Wild (1992), pueden representar el 70% de la población


microbiana y constituyen el segundo de los dos grandes grupos de microorganismos
del suelo.

Las bacterias son organismos procariotas unicelulares y son importantes debido a que
algunas realizan funciones específicas como la oxidación del amoniaco a nitratos,
mientras que otras intervienen en el proceso general de descomposición de materiales
orgánicos (Thompson y Troeh, 1988).

Los actinomicetos son menos numerosos que las bacterias y uno de los factores
favorables para su presencia es la abundancia de calcio, que proporciona una
condición neutra o ligeramente alcalina (Thompson y Troeh, 1988). Son organismos
típicamente aeróbicos, por lo que no suelen encontrarse en suelos encharcados, son
más frecuentes en los suelos calientes que en los fríos y resultan muy poco tolerantes
a la acidez. La posibilidad de que predominen los hongos o el grupo bacterias-
actinomicetos depende de las condiciones locales, especialmente del pH y del
contenido de humedad (Wild, 1992).

Los resultados expuestos concuerdan con lo planteado por Igarza et al., (2010)
cuando plantean que los principales grupos de microorganismos que participan en el
proceso de compostaje son los hongos, las bacterias y los actinomicetos. Estos, al
tener diferencias nutricionales y metabólicas, son capaces de descomponer los
compuestos químicos simples y complejos que están en la fracción orgánica de los

39
Resultados y Discusión

residuos sólidos agrícolas y urbanos como son lípidos, proteínas, aminoácidos, lignina
y celulosa.

Reyes, (2006) citado por Dávila,(2007) plantea que los residuos a compostear van a
formar un micro hábitat con características muy diferentes del entorno, lo que propicia
la aparición de organismos especialmente adaptados a esas condiciones, que se
clasifican en consumidores primarios, consumidores secundarios y consumidores
terciarios.

Díaz (2005) realizó una Investigación detallada en la elaboración de compost con


diferentes residuos demostrando la efectividad del empleo de fuentes enriquecidas
en nitrógeno y carga microbiana.

Julca et al., (2006) plantean la necesidad de trabajar en el manejo ecológico del suelo
como una herramienta importante de la agricultura orgánica. Dentro de esta tarea se
busca actuar sobre las parcelas agrícolas de tal forma que permitan un aumento del
contenido de la materia orgánica, lo cual a su vez tendría un efecto positivo sobre la
biología del suelo.

Tabla 8. Efecto de diferentes abonos orgánicos sobre la población microbiana del


suelo en condiciones controladas

ufc/g de suelo
Tratamientos
Hongos * Bacterias Actinomicetos *
105 *108 105

1 59,33 c 97,67 cd 53,33 c

2 47,00 cd 53,00 d 64,00 bc

3 28,33 e 276,67 b 31,00 d

4 99,33 b 190,0 bc 28,33 d

5 35,33 de 33,67 d 69,67 b

6 158,00 a 2400,00 a 89,33 a

EE ± 2,660 20,169 2,880

40
Resultados y Discusión

Medias con letras diferentes en una misma columna muestran diferencias estadísticas significativas
según prueba de la diferencia honestamente significativa (HSD) de Tukey para p<0.05

Leyenda: 1- control; 2- 75 kg ha-1 N (Urea); 3- 4 t ha-1 humus de lombriz; 4- 4 t ha-1 humus de bambú;
5- 4 t ha-1 compost de bambú sin inóculo; 6- 4 t ha-1 compost de bambú con inóculo.

El porcentaje de infestación micorrizica es el resultado de la asociación de los hongos


micorrizógenos del suelo con las raíces de la planta indicadora en los diferentes
tratamientos. Al evaluar el porciento de infestación micorrízica se comprobó una
mejor respuesta en los tratamientos a partir de residuos orgánicos y dentro de ellos
los tratamientos a partir de la biomasa de bambú obtuvieron los mayores valores en
comparación con el control y la urea existiendo total correspondencia entre la gran
diversidad de microorganismos ya señalados en los tratamientos y la presencia de
cepas de micorrizas.

En este análisis se está haciendo referencia a la presencia de micorrizas nativas que


se desarrollan en un medio con condiciones físicas y químicas del suelo favorables. El
impacto de los abonos orgánicos procesados a base de los residuos de bambú
pudiera ejercer un efecto adicional a partir de las micorrizas.

Hernández (2012) al estudiar el grado de degradación de los suelos ferralíticos rojos


lixiviados comprobó la presencia de una alta actividad micorrízica en el suelo
agrogénico, expresada a través del número de esporas, glomalina total y porciento de
colonización.

Los hongos son capaces de desarrollar interacciones benéficas con las plantas, como
por ejemplo la asociación micorrízica las que secretan sustancias que mantienen la
cohesión de las partículas (Guadarrama et al., 2004 citado por Alfonso, 2013).

En estudios realizados en condiciones controladas por Barea et al., (1991) se ha


puesto de manifiesto que por cada metro de raíz colonizada se producen entre 7 y 250
m de hifas externas del hongo, dependiendo de la especie implicada en la simbiosis y
de sus condiciones de crecimiento.

Las hifas externas del hongo que se desarrollan en el suelo, constituyen un sistema
capaz de absorber elementos minerales y agua. Esta red de micelio se extiende varios
centímetros desde la superficie de la raíz, por lo que las hifas actúan como “puentes “

41
Resultados y Discusión

que superan la zona de “agotamiento” en nutrientes que rodea la raíz (Jiménez y


Lamo, 1998).

Su función es crítica para la captación de nutrientes poco móviles. Particularmente


fosfato, amonio y algunos micronutrientes. Las hifas del hongo en conjunción con
otros microorganismos del suelo contribuyen a la formación de agregados estables
necesarios para mantener la calidad del suelo (Jiménez y Lamo, 1998).

El desarrollo vegetal puede incrementarse por la utilización de elementos biológicos


que actúan de forma coordinada en la interfase suelo - raíz, entre estos y como factor
imprescindible se encuentran los hongos formadores de micorrizas arbusculares
(Barea et al., 1991 y Fernández, 1999).

Los microorganismos pueden actuar como solubilizadores de los minerales y por lo


tanto favorecen la disponibilidad de micronutrientes en las plantas (Jiménez y Lamo,
1998).

80

70
Infestación Micorricica (%)

60

50

40
1 2 3 4 5 6
Tratamientos

Figura 1. Efecto de los tratamientos en el porcentaje de infestación micorrízica

Leyenda: 1- control; 2- 75 kg ha-1 N (Urea); 3- 4 t ha-1 humus de lombriz; 4- 4 t ha-1 humus de bambú;
5- 4 t ha-1 compost de bambú sin inóculo; 6- 4 t ha-1 compost de bambú con inóculo.

42
Resultados y Discusión

4.3 . Efectos de abonos orgánicos de residuos de bambú sobre las propiedades


físicas y químicas del suelo

Cuando analizamos el efecto de los diferentes tratamientos sobre las propiedades


químicas y físicas del suelo en condiciones controladas (Tabla 9) se demostró que los
resultados obtenidos en la determinación de pH, no mostraron diferencias
significativas entre los tratamientos realizados.

El pH neutro o poco ácido, entre 5 y 7, favorecerá la disponibilidad de la mayoría de los


nutrientes (García y Martínez-Laborde, 1994), valores de pH muy ácidos pueden
insolubilizar algunos nutrientes y movilizar al Al3+ con frecuencia tóxico.

Los valores de P2O5 muestran diferencias significativas entre los tratamientos, los
cuales van desde valores medios, hasta muy altos. En los casos del humus de bambú
(17,46), el compost de bambú sin inóculo (15,45) y la urea (16,82) se aprecian los
valores más altos mientras que el control (9,18) resultó ser el de menor contenido de
P2O5.

La materia orgánica favorece el contenido de fósforo asimilable de los suelos, lo cual


puede atribuirse por una parte a la mineralización de los diferentes compuestos de
fósforo orgánico que ella contiene.

En Italia, Pinamonti (1998), usando compost como mulch en viñedos, encontró un


incremento del contenido de materia orgánica, de fósforo disponible y del potasio de
cambio en el suelo; también mejoró la porosidad y la capacidad de retención del agua.

El contenido de potasio en los diferentes tratamientos difiere significativamente,


resultando el humus de lombriz el que presenta valores superiores, clasificados de
muy altos (23,64) seguido por el compost de bambú sin inóculo (18,75) y el humus de
bambú (17,97). El control y la urea mantuvieron los valores más bajos (10,94).

La materia orgánica evidencia el efecto de los tratamientos sobre el suelo. Las


combinaciones orgánicas difieren estadísticamente en relación con los demás
tratamientos, estas muestran la categoría de medio (3,09 - 3,30), sin embargo el
humus de bambú (3,30) y el humus de lombriz (3,16) son los que manifiestan los
valores más altos dentro de esta categoría. El control y la urea mantuvieron los
valores menores (2.88), los cuales se clasifican de bajos.

43
Resultados y Discusión

Oramas (2010) afirma que la materia orgánica favorece el contenido de fósforo


asimilable de los suelos, lo cual puede atribuirse por una parte a la mineralización de los
diferentes compuestos de fósforo orgánico que ella contiene.

Al analizar el comportamiento de las propiedades físicas del suelo permeabilidad y


factor de estructura se destacan los tratamientos con los compuestos orgánicos,
manteniendo para la permeabilidad valores excelentes (1,99 - 2.01) (Cairo 2003) y
para el factor de estructura la categoría de bueno (66,31 - 67,56) difiriendo en ambas
propiedades de las combinaciones con urea y el control.

Una plantación de bambú se constituye en un bosque protector, mejora las


propiedades físicas del suelo debido a la abundancia de raíces y raicillas, que
permiten mayor intercambio gaseoso y mejoramiento de la propiedad de filtración,
incrementando las condiciones para la vida animal y vegetal (IPCC, 2007).

Estos resultados demuestran el efecto positivo de los compuestos orgánicos a partir


del bambú, tanto para las propiedades físicas como químicas del suelo.

Tabla 9 Efecto del compost de bambú y diferentes tratamientos sobre las propiedades
químicas y físicas del suelo en condiciones controladas

Tratamie pH P2O5 * K2O * MO Perm. FE


ntos KCl H2O mg 100 g- mg 100 g-1 (%) (log 10K) (%)
1

1 6,15 a 6,63 a 9,18 d 10,94 d 2,88 c 1,88 c 64,25 c

2 6,15 a 6,58 a 16,82 a 10,94 d 2,88 c 1,93 b 65,60 b

3 6,13 a 6,60 a 13,77 c 23,64 a 3,16 ab 2,00 a 67,31 a

4 6,15 a 6,70 a 17,46 a 17,97 b 3,30 a 2,00 a 67,31 a

5 6,10 a 6,58 a 15,45 b 18,75 b 3,09 b 1,99 a 66,95 a

6 6,03 a 6,58 a 13,42 c 15,43 c 3,12 b 2,01 a 67,56 a

EE ± 0,0382 0,039 0,527 1,257 0, 0319 0, 0089 0,221

44
Resultados y Discusión
Medias con letras diferentes en una misma columna muestran diferencias estadísticas significativas
según prueba de la diferencia honestamente significativa (HSD) de Tukey para p<0.05. * Prueba no
paramétrica de Kruskal-Wallis.

Leyenda: 1- control; 2- 75 kg ha-1 N (Urea); 3- 4 t ha-1 humus de lombriz; 4- 4 t ha-1 humus de bambú;
5- 4 t ha-1 compost de bambú sin Inóculo; 6- 4 t ha-1 compost de bambú con inóculo.

4.4. Relaciones entre algunas propiedades del suelo en las condiciones de


estudio

El suelo es un medio muy complejo, donde se dan innumerables interacciones que


afectan las poblaciones de los organismos que la habitan y de igual forma estas
inciden de forma particular sobre las propiedades físicas y químicas de este medio.
Cuando utilizamos materiales orgánicos los microorganismos que habitan el suelo
pueden modificar el flujo de nutrientes y mejorar el uso de los mismos por la planta

Existe una estrecha relación entre la materia orgánica y la permeabilidad del suelo.
En la figura 2 se observa que a medida que aumentan los valores de materia orgánica
aumenta la permeabilidad, demostrando que la materia orgánica mejora la estructura
del suelo y aumenta la capacidad de retención de agua del terreno.

A medida que aumentan los niveles de materia orgánica, se manifiestan valores de


permeabilidad por encima de 2.00 por lo que en la categoría de evaluación se
considera excelente.

Estos resultados coinciden con Arzola et al. (1981) cuando plantean que a los suelos
arcillosos plásticos, la materia orgánica les imparte una mejor consistencia, la cual no
solo facilita las labores de labranza y el crecimiento de las plantas, sino que mejora las
condiciones de aireación. Los suelos arenosos, en contraste, al agregarles materia
orgánica se tornan más retentivos de humedad, lo cual puede reflejarse decisivamente
en el crecimiento de las plantas de cultivo durante épocas muy secas. La materia
orgánica actúa sobre la estructura del suelo y favorece la aeración, el drenaje,
enraizamiento, la capacidad de retener agua, etc.

Los resultados obtenidos demuestran que los valores de materia orgánica destacan
una proporcionalidad directa respecto a los valores del Factor de Estructura (FE). En
la medida que aumentan los valores de materia orgánica aumentan también los

45
Resultados y Discusión

valores del factor de estructura llegando a estar por encima de 65%, por lo que se
cataloga la estructura de buena (figura 3).

Al aumentar el contenido de materia orgánica mejoraron las características físicas


permeabilidad y factor de estructura del suelo aumentando la aireación y la
capacidad de retención de agua, aumentando además la disponibilidad de agua y
nutrientes resultados que coinciden con Cairo (2010) cuando planteó “la fertilidad
física del suelo no es tan solo física sino también físico - química y biológica y se
decide en la manera en que los coloides unidos a los demás factores se integran para
la formación de una bioestructura porosa y estable”.

De forma general los nutrientes contenidos en la Materia Orgánica (MO) están


fácilmente disponibles para el cultivo, debido a que se mejoraron las características
físicas del suelo que permitirán mayor aireación y un mejor flujo del agua en los
capilares del mismo. La textura influye por un lado debido a la protección física de
materia orgánica por parte de las arcillas limitando el acceso de los microorganismos
al material orgánico que se encuentra encapsulado en poros de tamaño muy pequeño.
Estos aspectos pueden ser utilizados como indicadores de la fertilidad actual del
suelo. También la materia orgánica está asociada a otras propiedades tales como la
capacidad de intercambio catiónico, la retención y disponibilidad de agua y nutrientes
y es sustrato para la actividad de los microorganismos del suelo, existiendo relaciones
significativas entre materia orgánica en el suelo y biomasa microbiana (Cairo, 2003).

En una aproximación sostenible de la agricultura, o en la recuperación de los


ecosistemas degradados, es indispensable la manipulación de las interacciones
microbianas (microbio-microbio y microorganismos-planta) preservando y explotando
la diversidad de la microbiota rizosférica (Jiménez y Lamo, 1998).

La estructura del suelo influye en la mayoría de los factores de crecimiento de las


plantas, por tanto, en determinados casos, puede ser el factor que limita la producción.
Una buena estructura hace que los factores de crecimiento funcionen

a su máxima eficiencia y se obtengan mayores rendimientos en las cosechas. (Cairo


y Fundora, 2005).

46
Resultados y Discusión

Las funciones del suelo dependen de la calidad de la estructura y esta, a su vez,


define la amplitud de usos del suelo (Dexter, 2002).

Figura 2. Relación entre la materia orgánica Figura 3. Relación entre la materia orgánica
y la permeabilidad del suelo y el factor de estructura del suelo

Las figuras 4 y 5 indican la relación de bacterias con la permeabilidad por una parte y
el factor de estructura por otra, donde se demuestra que en la medida que aumenta el
número de UFC aumentan tanto la permeabilidad como el Factor de Estructura, lo cual
reafirma el concepto de manejo ecológico del suelo cuando se plantea que es el
conjunto de prácticas que proporcionan las condiciones al suelo para una gran
actividad biológica y permiten el mejoramiento y mantenimiento de su fertilidad física,
química y microbiológica (Cairo, 2011).

Oramas (2010) demuestra que cuando existe mayor cantidad de microorganismos


presentes en un suelo, mejor es su estado estructural.

Los microorganismos presentes en el suelo son responsables del reciclaje de materia


orgánica e inorgánica y desempeñan un papel importante en la dinámica de la
regeneración del suelo. Dentro de estos, las bacterias son las únicas entre las formas

47
Resultados y Discusión

de vida que pueden fijar nitrógeno atmosférico para que pueda ser utilizado por otros
organismos (Sprent y Sprent, 1990 citados por Alfonso, 2013).

Figura 4. Relación entre el número de Bacterias y el Factor de Estructura del suelo

Figura 5. Relación entre el número de Bacterias y la Permeabilidad del suelo

48
Resultados y Discusión

4.5. Efectos de abonos orgánicos de residuos de bambú sobre los parámetros


morfofisiológicos de la planta indicadora

El humus de bambú y el humus de lombriz son las variantes que mejor respuesta
integral muestran en el efecto sobre los indicadores morfofisiológicos de la planta
indicadora (tabla 10 y figura 6).

El humus de bambú y el de lombriz respecto a los demás controles establecidos


(control y urea) muestran diferencias significativas en el desarrollo radical teniendo en
cuenta el largo de la raíz y el peso de la raíz, lo que reafirma el papel que pueden
ejercer los residuos orgánicos obtenidos a partir del bambú sobre el cultivo.

Ríos (2003) al estudiar los efectos alelopáticos de los bambúes en condiciones


controladas sobre plantas de maíz demostró que el crecimiento del epicotilo no se ve
afectado por los estratos de bambú y la elongación de la radícula fue mayor en la
planta indicadora.

También se ha evaluado el efecto de la materia orgánica o de productos derivados de


ésta, sobre el crecimiento de la planta o la producción de los cultivos. Buniselli et al.
(1990) citados por Julca et al. (2006) encontraron un aumento del peso y altura de la
planta, longitud de la mazorca y rendimiento de grano en maíz, cuando aplicaron 100,
300 y 900 kg/ha de residuos sólidos urbanos (RSU) compostados, junto con
aplicaciones complementarias de NPK.

Tabla 10. Efectos diferentes combinaciones de compost sobre los parámetros


morfofisiológicos de la planta indicadora

AP PFF PSF LR PFR PSR


Tratamientos
(cm) (g) (cm) (g)

1 47,00 b 12,01ab 1,15 b 13,25 b 3,13 b 0,84 cd

2 53,00 ab 14,87a 1,32 a 18,25 ab 4,71 a 0,99 c

3 53,75 a 12,83 ab 1,04 bc 22,00 a 4,86 a 1,83 a

4 51,25 ab 11,53 ab 0,89 cd 16,50 ab 3,78 ab 1,20 b

49
Resultados y Discusión

5 51,25 ab 12,51ab 1,02 bc 19,00 ab 3,66 ab 0,80 d

6 53,00 ab 11,24 b 0,78 d 17,50 ab 2,59b 1,74 a

EE± 1,425 0,766 0,0346 1,579 0,274 0,0417

Medias con letras diferentes en una misma columna muestran diferencias estadísticas
significativas según prueba de Tukey (HSD) para p<0,05

Leyenda: 1- control; 2- 75 kg ha-1 N (Urea); 3- 4 t ha-1 humus de lombriz; 4- 4 t ha-1 humus de


bambú; 5- 4 t ha-1 compost de bambú sin Inóculo; 6- 4 t ha-1 compost de bambú con inóculo.

Figura 6. Parámetros morfofisiológicos de la planta indicadora

50
Resultados y Discusión

4.6. Evaluación del impacto del establecimiento del bambú sobre las
propiedades del suelo

4.6.1 Efectos de la biomasa del bambú sobre la materia orgánica

Las figuras 7 y 8 muestran el efecto de la biomasa del bambú establecido a los 5


años a diferentes distancias del plantón sobre la materia orgánica, para una
profundidad de 0-10 y 10-20 cm respectivamente, tomando como referencia el suelo
degradado (RSD).

El plantón de bambú provoca un efecto radial sobre el contenido de materia orgánica,


lo cual se expresa en valores por encima del 1% tanto a la profundidad de 0-10 cm
como de 10-20 cm. Este proceso es aún más evidente en la medida que pasa el
tiempo en el plantón de 15 años establecido donde los valores de materia orgánica
son más estables en la profundidad de 10-20 cm. Este resultado puede tener mucha
influencia sobre otras propiedades del suelo tanto desde el punto de vista físico,
químico como microbiológico (tablas 1, 4, figuras 3,4,5) lo que demuestra su efecto en
el tiempo corroborando lo planteado por Oramas (2010) citado por Yera (2011).

Lograr en tan poco tiempo de establecido el bambú incrementos de más de 1 % de


materia orgánica representa mucho desde el punto de vista ambiental, como
mejorador de suelos y secuestro de carbono.

Friedrich (2013) plantea que los sistemas de laboreo de conservación se ven


favorecidos a partir de que se incrementa del contenido de materia orgánica,
mejorando además la estructura del mismo. El contenido de materia orgánica de los
suelos está estrechamente relacionado con su potencial productivo.

La influencia de la materia orgánica es decisiva en el mejoramiento de las propiedades


físicas del suelo contribuyendo con ello al buen drenaje y aireación del suelo, así
como en el suministro de agua a las plantas (Primavesi, 1990).

Las plantas fijadoras de nitrógeno pueden hacer una buena contribución al aumento
de la materia orgánica del suelo, según resultados de Morales, (2003); Ribalta,
(2008); Oramas, (2010).

51
Resultados y Discusión

Prof. 0 - 10 cm Prof. 10 - 20 cm

6 5.26 6
Materia Orgánica (%)

Materia Orgánica (%)


4.75 4.84 4.76 5.03 4.75 4.68
5 5 4.1 4.15
3.45 3.76 3.76
4 4
3 RSD 3
2 RSD
2
1
1
0
0
0.3 1 2 3 4 5
0.3 1 2 3 4 5
Distancia desde el plantón (m)
Distancia desde el plantón (m)

Figuras 7 y 8. Efectos de la biomasa del bambú establecido a los 5 años a diferentes


distancias del plantón sobre la materia orgánica

Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


4.72 4.68
6 5
5.07 4.91 4.99 4.99 4.19 4.27 4.03 4.16 4.13
Materia Orgánica (%)

Materia Orgánica (%)

4.75 4.47 4.75


5 4
4
3
3
RSD 2 RSD
2
1 1

0 0
0.3 1 2 3 4 5 10 0.3 1 2 3 4 5 10
Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 9 y 10 Efectos de la biomasa del bambú establecido a los 15 años a diferentes


distancias del plantón sobre la materia orgánica

52
Resultados y Discusión

4.6.2 Efectos de la biomasa del bambú sobre el factor de estructura

El impacto que ha tenido el establecimiento del bambú sobre la materia orgánica


repercute a su vez sobre el Factor de Estructura (FE) (figuras 13 y 14), todo esto tiene
mucha relación con los aspectos analizados de la biomasa en condiciones controladas
y por supuesto los resultados en campo están en estrecha correspondencia con las
condiciones controladas, ya que en campo se refiere a biomasa incorporada al suelo.

El plantón de bambú en su efecto radial a partir de 0.3 m hasta 10 m incrementa el


Factor de Estructura desde valores en categoría de regular en el suelo degradado
hasta valores en categoría de bueno en las diferentes profundidades estudiadas tanto
en el plantón de 5 años como en el de 15 años de establecido.

El hecho de alcanzar niveles de factor de estructura por encima de 70% a los 5 años
de permanencia arborizada de bambú, evidencia la factibilidad de recuperación de los
suelos, conincidiendo con lo planteado por Noval (2000) al estudiar el efecto de la
leucaena en sistemas silvopastoriles.

Oramas (2010) comprobó que el bambú incrementa el factor de estructura del suelo
asociado al incremento de la materia orgánica y la actividad biológica del suelo.

La estructura del suelo influye en la mayoría de los factores de crecimiento de las


plantas, por tanto, en determinados casos, puede ser el factor que limita la producción.
Una buena estructura hace que los factores de crecimiento funcionen a su máxima
eficiencia y se obtengan mayores rendimientos en las cosechas. (Cairo y Fundora,
2005).

53
Resultados y Discusión

Factor de Estructura (%) Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


75

Factor de Estructura (%)


73,2
71,65 72,15 75
72 70,89 70,23 70,16
72 69.14 69.54
69 68.36 68.23 68.14
69 67.31
66 66
63 63 RSD
RSD
60 60
0.3 1 2 3 4 5 0.3 1 2 3 4 5

Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 11 y 12. Efectos de la biomasa del bambú establecido a los 5 años a


diferentes distancias del plantón sobre el factor de estructura

Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


75
Factor de Estructura (%)

75
Factor de Estructura (%)

71.12
70.42 69.83 70.16 69.85
72 69.42 69.71 72
68.16
69 69 67.10 67.16
66.14 66.21 66.22 67.34
66 66
63 63 RSD
RSD
60 60
0.3 1 2 3 4 5 10 0.3 1 2 3 4 5 10

Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 13 y 14. Efectos de la biomasa del bambú establecido a los 15 años a


diferentes distancias del plantón sobre el factor de estructura

54
Resultados y Discusión

4.6.3 Efectos de la biomasa del bambú sobre el Límite Inferior de Plasticidad y


el Índice de Plasticidad

La consistencia del suelo (plasticidad) es una consecuencia del papel de la materia


orgánica y del estado estructural, si estas condiciones mejoran el suelo se hace más
apropiado para el laboreo y con mejores cualidades para el establecimiento de la
labranza de conservación (Friedrich, 2013).

Las figuras 15 a la 22 resumen el efecto integrado de la biomasa de Bambú sobre el


suelo. En esta investigación se materializa el esquema:

Biomasa – Materia Orgánica – Actividad Biológica – Estructura – Consistencia


(Plasticidad).

El establecimiento del Bambú por tales razones puede aumentar de manera


significativa el Límite Inferior de Plasticidad (LIP) y disminuir el Índice de Plasticidad
(IP) en las condiciones estudiadas.

La acción de la biomasa sobre el suelo hace de la consistencia una propiedad


dinámica que cambia de categoría de plástico (RSD) a medianamente plástico (Cairo,
2003).

El cambio de categoría del suelo plástico a medianamente plástico favorece de forma


significativa al manejo del suelo desde el punto de vista de su preparación y laboreo y
permite la selección de implementos agrícolas que puedan garantizar el laboreo de
conservación, ya que todo esto lleva implícito también un aumento de la estabilidad
estructural del suelo (Friedrich, 2013).

En la medida que estos suelos están mejor estructurados aumentan su capacidad de


retención de humedad y con ello el límite inferior de plasticidad (Cairo, 2010).

El suelo a consecuencia de estos factores se hace menos plástico, menos cohesivo,


condición esta más apropiada para su manejo y laboreo (Cairo y Fundora, 2005).

55
Resultados y Discusión

Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


39 37.17 37.74 39
35.79 36.42 36.49
35.09 35.77
34.64 34.89
LIP (% hbss)

LIP (% hbss)
36 34.28 36 33.85
33.93

33 33
RSD
30 30 RSD

27 27
0.3 1 2 3 4 5 0.3 1 2 3 4 5
Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 15 y 16. Efectos de la biomasa del bambú establecido a los 5 años a diferentes
distancias del plantón sobre el LIP

Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


40 40
38.47 37.02 37.89
36.91
37.03 36.92 36.86 36.79 36.08
LIP (% hbss)

37 35.21
LIP (% hbss)

37
35.15 35.1 34.22 34.04

34 34

31
31
RSD RSD
28
28
0.3 1 2 3 4 5 10
0.3 1 2 3 4 5 10
Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 17 y 18. Efectos de la biomasa del bambú establecido a los 15 años a diferentes
distancias del plantón sobre el LIP

56
Resultados y Discusión

Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


30
27 RSD
27
RSD
24 24

IP
23,49
IP

21 22,55 23,06 21 22,59


21,87 22,51
20,7 21,12
18 19,96 18 19,33 20,46
18,79
15 15
0,3 1 2 3 4 5 0,3 1 2 3 4 5

Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 19 y 20. Efectos de la biomasa del bambú establecido durante 5 años a diferentes distancias del
plantón sobre el IP

Prof. 0 - 10cm Prof. 10 - 20cm


27
31
RSD
24 28
RSD
25
IP

21
IP

21,68 21,6 22
20,41
18 19,84 19,61 20,31 19
20,51 21,44
18,21 16 18,82 19,67 19,52 18,37
17,73
15 13
0,3 1 2 3 4 5 10 0,3 1 2 3 4 5 10
Distancia desde el plantón (m) Distancia desde el plantón (m)

Figuras 21 y 22. Efectos de la biomasa del bambú establecido durante 15 años a diferentes distancias del
plantón sobre el IP

57
Resultados y Discusión

4.7. Análisis económico ambiental

La tabla 11 muestra los resultados del análisis económico donde se evidencia el costo
del uso de abonos orgánicos a base de residuos de bambú

Con este análisis queda demostrado que el uso de de la biomasa del bambú no
resulta costoso y sin embargo permite aumentos productivos sostenibles
económicamente ya que actúan sobre el suelo, mejorando su estructura,
incrementando su actividad microbiológica y sus propiedades químicas.

Según Dávila (2007) 1 t de cualquier Compost elaborado cuesta $40.00 MN. Actualmente
los precios de los fertilizantes químicos fluctúan en dependencia del fabricante y su
composición, no obstante el precio promedio de 1.0 t de fertilizante granulado
mezclado FC. 9 – 13 – 17 es aproximadamente $ 625,1236 MN (UAA, 2013) en una
empresa estatal, sin embargo para la macroeconomía al cambio de 1 por 1
representa $ 625,1236 MC, que es dinero líquido que sale del país.

Tabla 11. Análisis económico del uso de los abonos orgánicos a base de residuos de
bambú

Precio de
Precio Dosis Costo
Tipos de fertilizantes aplicación
($ t-1) -1
tha-1 Total
($ t )

Humus de bambú 0 5,294 4,0 21,16

Compost de bambú 40,00 5,294 4,0 181,16

Esta investigación aunque aún preliminar pone de manifiesto las perspectivas de la


utilización del bambú en el desarrollo de la agricultura sostenible y como una
estrategia más integral en el orden de la protección del medio ambiente cuando
queda demostrado que después de 5 años de establecido el bambú puede aumentar
la materia orgánica del suelo degradado por encima del 1%, incrementar la actividad
biológica, mejorar la estructura y consistencia y como consecuencia de ello reducir los

58
Resultados y Discusión

riesgos de erosión teniendo en cuenta el papel de la biomasa y de la rizosfera que se


establece,

Desde el punto de vista ecológico, Bambusa vulgaris es una especie promisoria pues
ayuda a la conservación de los recursos hídricos, protege generosamente los suelos
de la erosión y brinda refugio a la fauna silvestre, mitiga la presión a los bosques
brindando madera de excelente calidad (Álvarez et, al., 2003)

El hecho de transformar un suelo degradado en un suelo mejorado no solo tiene


repercusión ambiental sino también económica y al final también repercute en lo
social.

Se ha demostrado ampliamente que las alternativas del uso de abonos orgánicos a


partir de residuos del bambú ha conducido a una etapa superior en el mejoramiento
de las características físicas y químicas de los suelos, todo ello generado a partir de la
necesidad de aprovechar sus ventajas económicas y medioambientales al constituir
una fuente natural de nutrientes, macro y microorganismos, logrando minimizar el
impacto ambiental sobre estos,

Como vía para contrarrestar, evitar o mitigar los efectos negativos de la actividad
productiva agropecuaria sobre el medio ambiente se ha establecido el término de
agricultura sostenible, como una importante vía de garantizar la alimentación sin dañar
el medio ambiente, Según investigaciones realizadas respecto a este tema, se ha
demostrado que las técnicas agrícolas sostenibles dan como resultado productos
alimenticios más puros y frescos con mayor concentración de minerales, los costos de
producción y los costos ambientales son mucho menores, se obtiene mayor
rentabilidad a largo plazo y la erosión de los suelos es menor ( Reyes, 2010).

El bambú es muy útil en plantaciones con propósitos de conservación y protectora de


las cuencas, riberas de los ríos y quebradas, Su acción es reguladora de la cantidad y
calidad de agua, que devuelve a su caudal en épocas normales y secas. Es un gran
productor de oxígeno y un gran retenedor de dióxido de carbono (Torres, 2010).

La producción y productividad no podrán ser alcanzadas a costa del deterioro del


medio ambiente y de los recursos, Esto implica no solo recuperar los recursos
naturales deteriorados, sino la necesidad de un nuevo patrón tecnológico más

59
Resultados y Discusión

amigable y que conduzca al aumento de la producción y productividad en la esfera


agropecuaria (Aguilera, 2007).

La reforestación con bambú puede dar una significativa contribución a aliviar los
urgentes problemas ambientales que sufre nuestro planeta, y en específico en Cuba
(Ganse, 2012).

Este trabajo abre una nueva perspectiva desde el punto de vista del uso práctico del
bambú, no solo como cultivo que cubre y protege la capa arable del suelo sino como
un recuperador de suelos degradados ya que se pudo demostrar que esta planta
creciendo en campo también tiene un impacto positivo siendo capaz de mejorar la
estructura y consistencia de los suelos en los cuales está establecido, por otra parte
queda demostrado que la biomasa del bambú es utilizable para la elaboración de
abonos orgánicos además de la reserva que constituye hoy el humus de bambú
almacenado de forma natural.

60
Conclusiones
Conclusiones

5. CONCLUSIONES

1. Tanto el humus de bambú como el compost de bambú por su composición


química muestran cualidades muy sobresalientes para ser utilizados en el
mejoramiento de los suelos.

2. El humus de bambú resultó ser el tratamiento más estable desde el punto de


vista de la respuesta microbiológica en el suelo para las condiciones de
estudio.
3. Debido a las cualidades organominerales de los abonos orgánicos obtenidos
a partir de residuos de bambú, su efecto sobre las propiedades físicas,
químicas y biológicas del suelo es similar o superior al humus de lombriz
como abono orgánico de referencia.

4. El plantón de bambú provoca un efecto radial sobre el contenido de materia


orgánica expresado en valores por encima del 1% e incrementa el Factor de
Estructura desde valores en categoría de regular (RSD) hasta categoría de
bueno.

5. La acción de la biomasa sobre el suelo propició el cambio de categoría del


suelo plástico a medianamente plástico favoreciendo de forma significativa al
manejo del suelo.

6. La valoración económica ambiental preliminar realizada en el presente


trabajo demuestra la factibilidad del uso del bambú de una manera integral
incluyendo el aprovechamiento de su biomasa.

61
Recomendaciones
Recomendaciones

6. RECOMENDACIONES.

1. Continuar las investigaciones sobre el uso de la biomasa del bambú así como
su asociación con otras especies para el manejo de suelos degradados.
2. Utilizar como referencia la caracterización química resultado de este trabajo
en estudios posteriores con el objetivo de unificar criterios sobre la
composición de la biomasa de bambú y su impacto sobre el suelo degradado.
3. Extender los resultados de este trabajo a través de montaje de áreas
demostrativas aprovechando la biomasa del bambú y su impacto sobre el
suelo.

62
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Anexos
Anexos

8. ANEXOS
8.1 Categorías de evaluación de algunas propiedades físicas y químicas de los
suelos.

pH ( KCl) pH (H2O) Categoría


< 3.5 < 5.0 Muy ácido
3.5 – 4.5 5.0 – 5.5 Ácido
4.6 – 5.5 5.6 – 6.0 Moderadamente ácido
5.6 – 6.0 6.1 – 6.5 Ligeramente ácido
6.1 – 7.0 6.6 – 7.5 Neutro
7.1 – 8.0 7.6 – 8.0 Ligeramente alcalino
8.1 – 8.5 8.1 –8.5 Moderadamente alcalino
> 8.5 > 8.5 Alcalino

Fuente: López y col., (1981)

% de Materia Orgánica ( Método de Walkley y Black)

% de Materia Orgánica Categoría


< 1.5 Muy bajo
1.5 – 3.0 Bajo
3.1 – 5.0 Mediano
> 5.0 Alto
Fuente: López y col., (1981)

P2O5 mg.g100-1 K2O mg.g100-1 Clasificación


<6 <7 Bajo
6 -11 7 -14 Mediano
11 – 15 14 -20 Alto
>15 > 20 Muy alto
(Fundora y Yepis, 2000)

LSP (% hbss) Método LIP (% hbss) IP (Índice de Categoría


del balancín de Método de los plasticidad)
Basiliev rollitos de Atteberg
< 50 < 20 < 15 No plástico
50 – 70 20 – 35 15 – 30 Ligeramente plástico
70 – 90 35 – 50 30 – 45 Plástico
> 90 > 50 > 45 Muy plástico

Fuente: López y col., (1981)


Anexos
8.2. Para la evaluación de cada una de las propiedades físicas se tuvieron en
cuenta los siguientes parámetros:

Permeabilidad (log 10 K) Factor de Estructura (%)


2.00 – 2.50 Excelente 80 – 100 Excelente
1.50 – 2.00 Adecuada 65 – 80 Bueno
1.00 – 1.50 Regular 55 – 65 Regular
<1 Mal < 55 Mal
(Cairo, 2000)

Índice de plasticidad (%)


< 12 Poco plástico
12 – 20 Mediana plasticidad
> 20 Muy plástico

8.3. Escala de evaluación utilizada para humus y abonos orgánicos


Categoría %N %P %K %MO
Bajo -1.2 -1.0 -0.8 -30
Medio 1.2-1.8 1.0-1.5 0.8-1.2 30-45
Alto 1.8-2.2 1.5-2.0 1.2-1.8 45-60
Muy Alto +2.2 +2.0 +1.8 +60

Relación C/N
Categoría C/N
Buena 10-15
Regular 15-20
Mala +20

Fuente: NRAG 564 Análisis foliar. Reglas generales.


Anexos

8.3. Tenores máximos permisibles de metales pesados (mg kg-1) en compost y lodos
residuales en diferentes países (Hernández Jiménez A. 2012 tomado de O. Muñiz
2001).
Elemento Austria Italia Holanda EU CEE
Cd 6 10 5 85 20
Pb 900 500 500 840 750
Cr 300 500 500 3 000 750
Cu 1 000 600 600 4 300 1 000
Hg 4 10 5 57 16
Ni 200 200 100 420 300
Zn 1 500 2 500 2 000 7 500 2 500

Rango usual de metales pesados países (Hernández Jiménez A. 2012 tomado de


O. Muñiz 2001).

Elemento Estiércol Compost Lodos residuales

Cromo 1,1 – 55 1,8 – 410 8 – 40600


Manganeso 30 – 969 - 60 – 3900
Cobalto 0,3 – 24 - 1 – 260
Níquel 2,1 – 30 0,9 – 279 6 – 5300
Cobre 2 – 172 13 – 3580 50 – 8000
Zinc 15 – 566 82 – 5894 91 – 49000
Cadmio 0,1 – 0,8 0,01 – 100 < 1 – 3410
Mercurio 0,01 – 36 0,09 – 21 0,1 – 55
Plomo 0,4 – 27 1,3 – 2240 2 – 7000

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