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Tutela

satisfactiva

Derecho
Privado II
Tutela satisfactiva

El cumplimiento. Importancia
El cumplimiento importa a la realización de la prestación debida por el
deudor, de manera fiel y exacta de acuerdo con la conducta comprometida, y la
consecuente satisfacción del interés del acreedor y liberación del deudor. Es el
desenlace o fin natural de la obligación, nace para ser cumplida.

El Código utiliza indistintamente el término “pago” como sinónimo de


“cumplimiento”. Concretamente, el art. 865 define al pago como “el
cumplimiento específico de la prestación que constituye el objeto de la
obligación”1.

La importancia del cumplimiento de la obligación radica en que si éste no


ocurre, el acreedor se encuentra facultado para ejercer diversas tutelas con
el fin de conseguir que aquel tenga lugar.

Distintos modos de cumplimiento


específico
El cumplimiento específico de la prestación que satisface el interés del acreedor
puede conseguirse por la actuación voluntaria y espontánea del deudor o, por
el contrario, mediante los medios de compulsión que el ordenamiento jurídico
le concede al acreedor para obtenerlo (arts. 730 y 731 del Código). En este
último caso, se incluye la ejecución forzosa y el cumplimiento por un tercero.

1
Art. 865 – Ley N° 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación.

1
El pago

Definición
Existen distintas acepciones de la palabra pago:

1. En sentido vulgar: por pago se entiende al cumplimiento de una


obligación de dar y, más concretamente, de dar sumas de dinero: -Voy al
bar, tomó un café y luego se lo “pago” al mozo; -Voy a la farmacia, me
entregan las aspirinas y “pago” por ellas al cajero.

2. En sentido jurídico amplio: el pago es la extinción por cualquier medio,


sea el cumplimiento específico o no de la obligación, que libera al
deudor.

3. En sentido jurídico estricto: según Pizarro y Vallespinos (2014) el pago es


el cumplimiento de la prestación que hace al objeto de la obligación y
que debe ser fiel y exacto de lo pactado, en casi idéntico sentido a la
definición legal del art. 865 del Código.

En definitiva, el pago o cumplimiento implica una coincidencia entre lo debido y


lo prestado, que satisface el interés del acreedor, extingue el vínculo jurídico y
libera al deudor (Negri, 2014).

Funciones del pago


El pago tiene diversas cuestiones según desde la perspectiva con que se lo mire:

 Función jurídica: importa la satisfacción del interés del acreedor y la


liberación del deudor, por lo que produce la extinción de la obligación.

 Función económica: es un instrumento para la transformación del


patrimonio de ambas partes. La prestación sale del patrimonio del
deudor e ingresa al del acreedor.

Naturaleza jurídica

Antes de la sanción del Código Civil y Comercial se debatía la naturaleza jurídica


del pago: si consistía en un hecho jurídico o si se trataba de un acto jurídico; y
dentro de esta última opción (que es la mayoritaria en la doctrina nacional) se
dividían dos posturas, quienes entendían que es bilateral y quienes pensaban
que es unilateral:

2
 Según Pizarro y Vallespinos (2014), es unilateral, ya que requiere la
voluntad del deudor solamente, y si el acreedor no coopera, puede el
deudor pagar por consignación (depósito judicial).

 Para Moisset de Espanés (2004), es bilateral porque se requiere, además


de la voluntad del deudor, la colaboración del acreedor como regla
general. El acreedor debe aceptar el pago del deudor, y para ello debe
estar presente en el lugar indicado, listo para otorgarle el recibo
liberatorio correspondiente. Además, agrega el autor, que en el caso que
el acreedor se niegue a colaborar, el deudor puede realizar el pago por
consignación donde el juez suple al acreedor, ocupa su lugar y lo
reemplaza a los fines de la recepción del pago, por lo que siempre el
pago es bilateral.

El Código pone fin al debate al señalar que al pago se le aplican las reglas de los
actos jurídicos (arts. 259 y ss.), con sujeción a lo previsto en el capítulo especial
del “pago”, por lo que toma postura y define la naturaleza del pago como un
acto jurídico. Sin embargo, no se determina si se trata de uno bilateral o
unilateral, por lo que en este aspecto el debate se mantendrá vigente según la
postura que se adopte.

Presupuesto y elementos del pago


El presupuesto del pago es la existencia de una obligación preexistente, cuyo
objeto es la prestación debida por el deudor en miras a satisfacer el interés del
acreedor.

Por su parte, los elementos del pago son:

1. Sujetos: el acreedor debe ser quien recibe el pago sí o sí y el deudor


debería ser quien realiza el pago, aunque se admite que el pago sea
realizado por otro (pago por un tercero). Ambos sujetos deben tener
capacidad de ejercicio.

2. Objeto: principio de exactitud: identidad, integridad, se paga


exactamente igual a lo que se obligó en cantidad y calidad; y también
principios de localización y puntualidad (art. 867 del Código).

El pago no debe realizarse en fraude a los acreedores (art. 876); y el


crédito debe encontrarse expedito (art. 877).

Si la prestación consiste en la entrega de una cosa cierta para constituir


derechos reales sobre ella, es requisito que quien la entregue sea el
propietario de la cosa (art. 878).

3. Causa fin: el animus solvendi o la intención de pagar del deudor. Cabe


recordar que el pago es un acto jurídico voluntario.
3
Legitimación activa. Terceros habilitados a realizar el
pago: clases de terceros, derecho a pagar y límite,
oposición de las partes, efectos del pago realizado por el
tercero
Lo lógico y natural es que el deudor sea quien realiza el pago, aunque también
se admite que puedan realizarlo terceros en los supuestos que se analizarán. En
todos los casos, quien paga es el “solvens”.

Para que el pago sea válido, se requiere que quien lo realice sea una persona
con “capacidad para disponer”2, conforme el art. 875 del Código, de lo contrario
se estará ante un supuesto de nulidad relativa (arts. 23, 24 y 388).

La legitimación activa para realizar el pago está prevista expresamente, de


modo unificado, en el art. 879 del Código, del que se deriva que:

1. Deudor: tiene el deber y el derecho de pagar. Puede hacerlo


personalmente o por su representaste legal o voluntario, también
pueden pagar los sucesores del deudor.

La norma aclara que, si son “varios deudores”, el derecho de pagar de


cada uno de ellos se rige por las disposiciones correspondientes a la
categoría de su obligación, por lo que habrá que estar atentos a las
normas que regulan la mancomunación simple y solidaria, y si la
prestación es divisible o indivisible.

2. Tercero: la ejecución de la prestación puede ser realizada por un tercero


(art. 881 del Código) que asume la calidad de solvens o sujeto activo del
pago, pues satisface la prestación y desinteresa al acreedor. Con
respecto a esta alternativa, hay que aclarar:

o El tercero es quien no es parte de la relación obligacional (no es


deudor ni acreedor).

o Por regla, el acreedor no puede rechazar el pago hecho por un


tercero, salvo que la obligación fuere intuitu personae.

o El tercero debe pagar con intención de pagar una deuda ajena


(voluntad) y debe tener capacidad para disponer (art. 875).

Existen dos tipos de terceros:

1. Interesado: es la persona a quien el incumplimiento del deudor puede


causar un menoscabo patrimonial (art. 881 del Código). En otras
palabras, se perjudica si la obligación no se cumple, por ello tiene un
interés patrimonial en su cumplimiento.

2
Art. 875. Ley N° 26.994. Op. cit.

4
El código de Vélez incluía en esta categoría, en el art. 768 y por exclusión
a: quien al ser acreedor le paga a otro que le es preferente, el que paga
una deuda al que estaba obligado a pagar con otros o por otros, el que
adquirió un inmueble, y paga al acreedor que tuviese hipoteca sobre el
mismo inmueble, el heredero que admitió la herencia con beneficio de
inventario, y paga con sus propios fondos la deuda de la misma. Si bien
el nuevo código no reedita esta norma, los supuestos son idénticos.

2. No interesado: no se perjudica con el incumplimiento de la obligación.


Podrá pagar sólo si el acreedor voluntariamente le recibe el pago.
Ejemplo: quien por interés afectivo le paga una deuda a su hermano o
hijo.

El derecho del tercero a pagar tiene dos límites que surgen del art. 881 del
Código:

 Si la obligación es intuitu personae.

 Si ambas partes de la obligación se niegan al pago por el tercero. Excepción:


si es tercero interesado, igualmente puede pagar.

Por otro lado, debe analizarse el caso de la oposición al pago por un tercero,
pues pueden darse distintas alternativas.

1. Oposición del acreedor: como regla, está obligado a aceptar el pago,


salvo obligación intuitu personae, y conforme Pizarro y Vallespinos
(2014), aun en las obligaciones de hacer, donde puede que no le dé lo
mismo al acreedor que la realice un tercero, aun cuando no sean intuitu
personae.
2. Oposición del deudor: como regla, no impide ni afecta la eficacia del
pago realizado por un tercero, sea interesado o no.

3. Oposición conjunta del acreedor y del deudor: el art. 881 del Código
dispone que, ante dicho supuesto, cesa el derecho del tercero de pagar,
salvo que sea interesado.

Los efectos del pago realizado por un tercero están previstos en el art. 882.

El principal efecto es que se satisface el interés del acreedor, siempre que haya
cumplido con las características que requiere el pago (identidad, integridad,
localización y tiempo), pero “no se extingue el crédito”. En consecuencia, el
tercero tiene acción contra el deudor según si éste consintió, ignoró o rechazó
ese pago, tal como se estudiará.

Negri (2014) explica que se produce un desdoblamiento en la relación


obligacional que permite distinguir los efectos entre los distintos sujetos
(acreedor-deudor-tercero).
5
 Relación entre el tercero y el deudor: el deudor queda obligado frente al
tercero, quien tendrá distintas acciones para reclamar el reembolso
según cuál haya sido la voluntad del deudor al respecto, así puede darse:

o pago con asentimiento del deudor: reglas del mandato (arts. 1319 y
ss.).

o pago con ignorancia del deudor: reglas de la gestión de negocios


(arts. 1781 y ss.).

o pago contra la voluntad del deudor: sólo puede exigir mediante


la acción del enriquecimiento sin causa (arts. 1794 y ss.).

 Relación entre el tercero y el acreedor: como regla general, el acreedor


no puede negarse a recibir el pago de un tercero, siempre que se den los
requisitos para ello, como ya se expuso.

Una vez cumplido el pago, es irrepetible, salvo que el tercero fuera


incapaz, hubiera pagado por error o no hubiera dado aviso al deudor.

 Relación entre el deudor y el acreedor: el acreedor queda desinteresado,


pero no se cancela el crédito ni se libera el deudor.

Legitimación pasiva (El acreedor. Distintos supuestos.


Representante del acreedor. Terceros habilitados para
recibir el pago. Tenedor de un título al portador. Acreedor
aparente)
El titular del ius accipiendi, es decir, la persona que tiene legitimación pasiva
para recibir el pago es, en principio, el acreedor, pues es el titular del
derecho de crédito. Sin embargo, también puede haber terceros habilitados
para recibir el pago de manera eficaz.

El art. 883 del Código sintetiza las diversas alternativas de los sujetos a los que
puede realizarse el pago con efecto extintivo:

 Acreedor, o a su cesionario o subrogante: el cesionario es la persona a la


cual el acreedor le transmitió el derecho de crédito; el subrogante es
quien sustituye al acreedor, y también están legitimados sus sucesores a
título universal o singular.

La norma también aclara que, si hay varios acreedores, el derecho


al cobro de cada uno de ellos se rige por las disposiciones
correspondientes a la categoría de su obligación, con lo cual se remite a
las reglas mancomunadas o solidarias, y a las divisibles e indivisibles.

 A la orden del juez que dispuso el embargo del crédito: si un acreedor


del acreedor, ante la interposición de una demanda de pago y solicitud de
6
embargo, consiguió que el juez dicte la medida cautelar, el deudor no
puede pagarle al acreedor, sino que debe depositar la deuda a la orden
del juez que ordenó aquella.

 Al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte: cuando el


acreedor haya dado poder, mandato o autorización a otra persona para
recibir el pago en su nombre. Incluye al representante voluntario o legal.

 A quien posee el título de crédito extendido al portador, o endosado en


blanco: por ejemplo, un cheque o un pagaré en el que no se encuentra
identificada la persona que lo cobrará, por ser justamente “al portador”
o “en blanco”, recién se determinará al momento de la presentación
para su cobro el día del vencimiento del título.

Se aclara que el pago es válido excepto sospecha fundada de no


pertenecerle el documento, o de no estar autorizado para el cobro a su
portador.

 Al acreedor aparente: es quien se comporta como si fuera el acreedor,


pero no lo es. Por ejemplo: un acreedor cede su crédito, pero no lo
notifica al deudor. Este paga a quien cedió su crédito por no haber
tenido conocimiento de la cesión, quien lo recibe (a sabiendas de que ya
no tenía derecho a hacerlo).

Si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las circunstancias resulta


verosímil el derecho invocado; el pago es válido, aunque después sea
vencido en juicio sobre el derecho que invoca (en el caso del ejemplo,
podría iniciar juicio el cesionario, quien era el titular del ius accipiens).

Efectos que produce el pago a terceros no


autorizados: derecho del acreedor frente al tercero
Pizarro y Vallespinos (2014) explican que, si el deudor cumple con la
prestación a un tercero no autorizado, la regla es que el pago le es inoponible al
acreedor, quien conserva su crédito; el deudor podrá repetir el pago si actuó de
buena fe, de lo contrario: “quien paga mal, paga dos veces”. Son excepciones:
que el pago le sea útil al acreedor, o que el acreedor ratifique el acto hecho por
el tercero: aprueba el acto que realizó el tercero en su nombre y sin mandato.

El art. 884 del Código expresamente prevé este supuesto, y señala que el
acreedor tiene derecho a reclamar el valor de lo que recibió contra el tercero,
sobre la base de las siguientes reglas:

 en el caso del inciso c) del artículo 883, es decir, si el tercero había sido
indicado para recibir el pago de modo parcial, pero lo hace totalmente, el
acreedor puede reclamar conforme a los términos de la relación interna
entre ambos, como puede ser por el mandato;

 en los casos de los incisos d) y e) del artículo 883: el poseedor del título
de crédito o el acreedor aparente, el acreedor reclamará conforme a las
7
reglas del pago indebido, arts. 1796 a 1799 del Código.

Negri (2014) aclara que el derecho a reclamar el “valor de lo recibido” no obsta


a la posibilidad de reclamar los mayores perjuicios causados por el accipiens
que actuó de mala fe o que le originó un daño injustamente causado.

Capacidad para recibir pagos. Efectos del pago


realizado a un sujeto con capacidad restringida y a un
tercero no legitimado
El acreedor o tercero habilitado para recibir el pago debe tener capacidad de
ejercicio de sus derechos, de lo contrario rige lo dispuesto en el art. 885 del
Código.

La regla es que el pago hecho a una persona declarada incapaz o con


capacidades restringidas, no autorizado por el juez para recibir pagos, o si se
trata de un tercero no autorizado por el acreedor para recibirlo, no es válido.

Dentro de estos supuestos, Negri (2014) menciona al incapaz, a quien tiene


restricciones a su capacidad, y específicamente para recibir el pago, a quien se
encuentra en un proceso concursal, por los arts. 15, 16, 107, 118 y 119 de la
Ley24.522.

La excepción tiene lugar cuando el pago realizado a las personas antes


mencionadas sea ratificado por el acreedor con posterioridad, lo que valida el
acto y torna eficaz el pago. La ratificación es la manifestación de voluntad del
acreedor mediante la cual convalida lo realizado por quien no tenía capacidad
para recibir el pago.

Por último, la norma citada señala que el pago produce efectos cuando sea
beneficioso para el acreedor, lo que deberá ser analizado en el caso concreto.

Objeto del pago. Principios que rigen el cumplimiento.


Otros requisitos: pago en fraude a los acreedores,
carácter expedito del crédito, propiedad de la cosa

Básicamente, el objeto del pago es el exacto cumplimiento del programa de


actuación del deudor, que satisface el interés del acreedor. Acreedor y deudor
se obligaron a algo, y es eso mismo lo que debe cumplirse. Los requisitos del
pago deben coincidir con los elementos de la obligación: con los sujetos y con el
objeto.

Lo dicho nos lleva a analizar los siguientes principios que deben cumplirse en el
pago. El art. 867 del Código señala que el objeto del pago debe reunir los
8
requisitos de identidad, integridad, puntualidad y localización. Los dos primeros
son exigencias sustanciales, mientras que los dos segundos circunstanciales.

Cabe aclarar que estos principios imponen reglas que deben cumplirse, pero
siempre con el límite impuesto por los principios generales de la buena fe y del
no abuso del derecho.

1. Principio de identidad: responde a la pregunta ¿qué se debe pagar?


(Pizarro y Vallespinos, 2014). Es la adecuación “cualitativa” de lo debido
con lo pagado, e implica confrontar lo pagado con aquello a lo que me
obligué. Por ejemplo: no puedo entregar un aparato de teléfono fijo en
lugar de un celular, que era lo comprado, ni un auto por una moto.
El acreedor no puede ser obligado a recibir y “el deudor no tiene
derecho a cumplir una prestación distinta a la debida”3, aunque sea de
mayor valor (art. 868).

Sin embargo, este principio no puede llevar a abusos de derecho, por lo


que el acreedor no puede rechazar el pago por diferencias
insignificantes. Sin embargo, este principio tiene una excepción en el
caso de las obligaciones facultativas (en las que el deudor conserva la
facultad de elegir una u otra cosa con la que pagará).

Existen supuestos controvertidos como son el pago con cheque, o


cualquier título de crédito, o el pago por depósito en cuenta bancaria, o
por giro bancario, casos en que el acreedor puede negarse a recibirlo
por el riesgo de insolvencia que traen aparejados.

2. Principio de integridad: responde a la pregunta ¿cuánto se debe pagar? En


virtud de éste el pago debe ser completo, no fraccionado
(implícitamente incluye el principio de indivisibilidad), debe llevar los
intereses y demás accesorios. Por ejemplo: si en juicio el deudor realiza
la consignación judicial del capital demandado, sin incluir los intereses,
el pago no será íntegro, pues faltan los intereses por la mora, y otros si
existieran.

Ello implica que el acreedor no está obligado a recibir pagos parciales,


salvo que la ley o un acuerdo de partes lo autorice (por ejemplo: el pago
en cuotas, art. 869). La norma aclara que si la deuda es parcialmente
líquida, el deudor sí puede hacer pago parcial de esta y adeudar la
ilíquida. Además, Negri (2014) indica que algunas excepciones legales a
este principio están dadas por el pago con beneficio de competencia
(arts. 892 y 893), es decir, lo que el deudor buenamente pueda.

Por su parte, se aclara que si la deuda es de dar una suma de dinero, y


ésta lleva intereses, el pago sólo es completo si incluye el capital más los

3
Art. 868. Ley N° 26.994. Op. cit.

9
intereses (art. 870).

El fundamento es que la obligación no puede modificarse, salvo acuerdo


de partes. Las excepciones al principio, casos en los que se admite un
pago parcial es cuando hay acuerdo de partes o la ley así lo establece,
cuando existe deuda parcial ilíquida, o ante pago parcial de un cheque.

3. Principio de puntualidad: este principio marca el tiempo de cumplimiento,


y para ello debe recordarse la clasificación de los plazos en las
obligaciones, pues en cada uno de estos el momento del cumplimiento
será diferente. Si el pago no es realizado en el tiempo propio, el deudor
incurrirá en mora e incumplimiento, y habilitará al acreedor a ejercer las
facultades que le concede el Código.

Este principio está contemplado en diversas reglas claras que establece


el art. 871 del Código, que señala cuándo debe hacerse el pago:

a. si la obligación es de exigibilidad inmediata, en el


momento de su nacimiento;

b. si hay un plazo determinado, cierto o incierto, el día de


su vencimiento;

c. si el plazo es tácito, en el tiempo en que, según la


naturaleza y circunstancias de la obligación, debe
cumplirse;

d. si el plazo es indeterminado, en el tiempo que fije el


juez, a solicitud de cualquiera de las partes, mediante el
procedimiento más breve que prevea la ley local4

Por su parte, el art. 872 regula los efectos del pago anticipado aceptado
por el acreedor, es decir, el realizado con anterioridad al momento del
vencimiento del plazo legal o convencionalmente establecido en la
obligación, y se aclara que aquel no concede al deudor derecho a exigir
descuento alguno.

4. Principio de localización: alude al lugar del pago, es decir, aquel donde


debe realizarse la prestación, en donde se debe cumplir.

La regla está dada por el principio de la autonomía de la voluntad que


impone pagar en el lugar establecido de manera expresa o tácita por
las partes (art. 873). En el primer supuesto, surgirá del contrato; y en el
segundo, de la naturaleza, circunstancias de la obligación.

Subsidiariamente, en caso de que las partes nada hubieran previsto, el

4
Art. 871. Ley N° 26.994. Op. cit.

10
art. 874 establece la siguiente regla y dos excepciones:

o Regla: el lugar de pago es el domicilio del deudor al tiempo del


nacimiento de la obligación. Si el deudor se muda, el acreedor
tiene derecho a exigir el pago en el domicilio actual o en el
anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar de
pago sea el domicilio del acreedor.

o Excepciones: Esta regla no se aplica a las obligaciones:

a) de dar cosa cierta; en este caso, el lugar de pago es


donde la cosa se encuentra habitualmente;
b) de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo;
en este supuesto, lugar de pago es donde debe cumplirse
la prestación principal5

Otros requisitos relacionados con el objeto del pago se prevén en los arts. 876,
877 y 878 del Código, los que imponen:

 El pago no puede ser realizado en fraude a los acreedores: de lo


contrario, se habilita la acción de ineficacia, que puede ser individual: se
aplicarán las normas de la acción revocatoria; o si es colectiva, las de la
Ley concursal 24.522.

Negri (2014) explica que se trata de un requisito negativo de validez del


pago y que hace al principio de buena fe.

Pizarro y Vallespinos (2014) explican que el pago fraudulento se configura


cuando quien lo realiza, a través del mismo, provoca o agrava su
insolvencia, y dicha erogación no tiene para el deudor carácter necesario
o forzoso, en razón de que no genera el riesgo de una inminente
ejecución individual o colectiva de sus bienes. Por ejemplo: quien paga
una gran deuda que se funda en un deber moral o de conciencia (art. 728
del Código) o quien paga una deuda anticipadamente, pues su plazo
todavía no venció.

 El crédito debe encontrarse expedito: que sea disponible por el acreedor,


lo que implica que no esté, por ejemplo, embargado o prendado por sus
acreedores por alguna deuda. Pizarro y Vallespinos (2014) justifican la
medida en el hecho que todo crédito forma parte del patrimonio de una
persona, y en consecuencia, es garantía común de los acreedores.

Negri (2014) señala que se trata de una orden dirigida al deudor, a fin de
que se abstenga de pagar al acreedor en tales hipótesis.

El art. 877 dispone que el pago del crédito embargado o prendado es


inoponible al acreedor prendario o embargante. Lo que remite a las

5
Art. 874. Ley N° 26.994. Op. cit.

11
reglas del art. 396 y 397, y si hay fraude, al art. 338 y siguientes.

 Propiedad de la cosa con que se paga: este requisito rige en las


obligaciones de dar cosa cierta con el fin de constituir derechos reales
sobre ésta. El pago de una cosa que no es de propiedad del deudor
impone la aplicación de las reglas de la compraventa de cosa ajena.
Se trata de una derivación del art. 399 del Código, que nadie puede
transmitir un derecho mayor o más extenso del que posee.

Gastos del pago


Refiere a todo desembolso necesario tanto para la preparación de la prestación
como para su exacto cumplimiento (son ejemplos: la custodia, el transporte, la
entrega, el acondicionamiento, etcétera).

Si bien esta cuestión no está expresamente contemplada en el Código, la


doctrina nacional entiende que, en principio, son a cargo del deudor, salvo
pacto en contrario.

Prueba del pago


El Código regula la prueba del pago de manera concreta y detallada en los arts.
894 a 899, normas que consagran la doctrina y jurisprudencia imperante en la
materia, pues el Código de Vélez no traía normas al respecto.

Cabe aclarar algunos conceptos que tienen relevancia en cuanto a la prueba del
pago relacionándolos con las disposiciones legales al respecto (Pizarro y
Vallespinos, 2014):

 Carga de la prueba: pesa sobre el deudor que alega haber pagado. Si


bien no se presume, puede probarse por medio de presunciones. En
cuanto a la carga de la prueba incumbe, el art. 894 dispone dos reglas
según el tipo de obligación de que se trate:

a. en las de dar y de hacer, sobre quien invoca el pago;

b. en las de no hacer, sobre el acreedor que invoca el


incumplimiento6.

 Objeto de prueba: e s el cumplimiento de la conducta debida


cualitativa y cuantitativamente. Se presume que es tal cuando el
acreedor recibe sin reservas.

 Medios de prueba: implica cómo puede probarse el pago. Rige el


principio de libertad de medios probatorios y la rigurosidad en la
apreciación, “excepto que de la estipulación o de la ley resulte previsto el

6
Art. 894. Ley N° 26.994. Op. cit.
12
empleo de uno determinado, o revestido de ciertas formalidades”7

 Recibo: “es un instrumento público o privado en el que el acreedor


reconoce haber recibido la prestación debida8.

Los autores citados señalan que es la constancia escrita que emana del
acreedor, destinada a documentar el pago. Es el medio de prueba por
excelencia, el más perfecto: es la confesión del acreedor de que se pagó.

Con respecto al recibo se aclara que:

o “El cumplimiento de la obligación confiere al deudor derecho de


obtener la constancia de la liberación correspondiente. El
acreedor también puede exigir un recibo que pruebe la
recepción”9 o solicitar un contrarrecibo. La negativa del acreedor
de conceder recibo habilita la declaración de la mora del
acreedor.

o “El deudor puede incluir reservas de derechos en el recibo y el


acreedor está obligado a consignarlas. La inclusión de estas
reservas no perjudica los derechos de quien extiende el recibo”10.

Finalmente, existen presunciones, iuris tantum de origen legal, que el Código


dispone en el art. 890 y que refieren a las siguientes circunstancias en las que
se presume el pago:

1. si se otorga un recibo por saldo, quedan canceladas todas las deudas


correspondientes a la obligación por la cual fue otorgado;

2. si se recibe el pago correspondiente a uno de los periodos, están


cancelados los anteriores, sea que se deba una prestación única de
ejecución diferida cuyo cumplimiento se realiza mediante pagos
parciales o que se trate de prestaciones sucesivas que nacen por el
transcurso del tiempo;

3. si se extiende recibo por el pago de la prestación principal, sin los


accesorios del crédito, y no se hace reserva, estos quedan extinguidos;

4. si se debe daño moratorio, y al recibir el pago el acreedor no hace


reserva a su respecto, la deuda por ese daño está extinguida.

Efectos del pago. Principales, accesorios e


incidentales
Los efectos del pago, conforme Pizarro y Vallespinos (2014), son las
consecuencias que provoca el pago con relación a las partes y los terceros.
7
Art. 895. Ley N° 26.994. Op. cit.
8
Art. 896. Ley N° 26.994. Op. cit.
9
Art. 897. Ley N° 26.994. Op. cit.
10
Art. 898. Ley N° 26.994. Op. cit.
13
Los efectos se clasifican en:

 Principales: previstos en el art. 880 del Código: “el pago realizado por el
deudor que satisface el interés del acreedor, extingue la obligación y lo
libera”11, esto es de manera irrevocable, ya que los efectos del pago son
definitivos. De igual modo, el art. 731 establece que: “el cumplimiento
exacto de la obligación confiere al deudor el derecho a obtener la
liberación y el de rechazar las acciones del acreedor”12. En cambio, el
pago realizado por un tercero, tal como se vio, no extingue la obligación.

 Secundarios: se proyectan en las relaciones de las partes con


independencia de la función cancelatoria. El pago como:

1- Acto de reconocimiento: implica que el deudor admita ser deudor, ya


que quien paga quiere extinguir, sólo se extingue lo que existe. Por ello
la importancia de lograr el reconocimiento de la deuda ante la
posibilidad o sospecha del incumplimiento del deudor, o ante pérdida o
robo del contrato, por ejemplo. Requisitos para que tenga plena eficacia
probatoria:

o causa de la obligación: contrato de alquiler, por ejemplo;

o el quantum de lo debido (monto);

o tiempo en que fue contraída (importante para la prescripción).

Así, es un acto jurídico declarativo, cuyos efectos son:

o probatorio: para acreditar la relación obligacional;


o acto interruptivo: de la prescripción.

Por todo ello conviene admitir un pago parcial si con ello se logra el
reconocimiento de la deuda (siempre que haga recibo de ello con copia
y se aclare el saldo adeudado). Así, a pesar de que la mora sea
automática conviene, antes del vencimiento del plazo, intimar al
deudor a que cumpla, a lo que contestará que no paga porque no venció
la obligación, pero en ese acto reconoce la existencia de la misma.

2- Acto de consolidación del contrato: si en el contrato estaba la posibilidad


de arrepentirse, no podrá realizarse luego del pago. Por ejemplo:
entrega de la cosa a prueba por 10 días, si paga antes, ya no podrá
devolverla luego, pues consolidó el negocio con el pago.

3- Importante a los fines de interpretar el contrato: se realiza según la


literalidad del contrato, según los usos y costumbres, pero también
según los comportamientos de las partes, y el pago es uno de ellos.

11
Art. 880. Ley N° 26.994. Op. cit.
12
Art. 731. Ley N° 26.994. Op. cit.
14
4- Interrumpe la prescripción.

5- Pago como acto de confirmación tácita del acto inválido. Por ejemplo: un
contrato celebrado por sujeto con capacidad restringida para disponer
de sus bienes, luego ratificado por quien ejerce el “apoyo” necesario.

 Incidentales: se producen con posterioridad al pago, se origina una nueva


obligación. Son, por ejemplo:

o reembolso de lo pagado por el tercero: que tiene acción contra


el deudor originario.

o repetición del pago indebido: el acreedor tiene el deber de


restituirlo con más los daños y perjuicios (arts. 1796 y ss.).

o inoponibilidad del pago por cosa embargada (art. 877).

o Restitución al acreedor de lo pagado a un tercero.

Pago a mejor fortuna (Principio. Carga


de la prueba. Muerte del deudor)
El pago a mejor fortuna implica que las “partes pueden acordar” que el deudor
no pague en el tiempo que corresponde a la obligación, sino “cuando
pueda o mejore su fortuna”13. La norma aclara que en dicho caso se aplican
las reglas del plazo indeterminado.

Santarelli (2014) destaca que:

en el régimen anterior se discutía la naturaleza de esta cláusula,


podría considerarse una condición, dado que el deudor puede o
no mejorar en sus condiciones patrimoniales, sin embargo, para
otros autores, la cuestión campea en el ámbito de la exigibilidad
sin poner en vilo a la obligación misma que quedó perfeccionada,
considerándola, pues, como una obligación de plazo incierto 22,
para otro sector de la doctrina, se trata de una obligación de
plazo indeterminado 23; solución que sigue el art. 889 (p. 508).

En definitiva, el Código tomó posición con respecto al debate y consagró que el


pago a mejor fortuna consiste en una modalidad del plazo y no se trata de una
condición.

El efecto de este pacto es “diferir el cumplimiento de la obligación” para


cuando el deudor pueda cumplir o tenga los medios para hacerlo; la
constitución en mora exige para este caso la fijación del plazo e interpelación

13
Art. 889. Ley N° 26.994. Op. cit.
15
por el acreedor, ver el art. 887 inc. b del Código (Negri, 2014).

Con respecto a la carga de la prueba de esta concesión, el Código dispone en el


art. 890 que el acreedor puede reclamar el cumplimiento de la obligación, y le
“corresponde al deudor demostrar que su estado patrimonial le impide
pagar”14. El fundamento se encuentra en que es un imperativo del propio
interés.

Además, se autoriza al juez fijar el pago en cuotas para facilitar el cumplimiento


al deudor.

Finalmente, se aclara que en caso de muerte del deudor, al tratarse de una


concesión intuitu personae que tiene en cuenta la situación patrimonial del
deudor, es exclusiva para éste, y por ende, no se traspasa a sus herederos,
quienes reciben la deuda “como obligación pura y simple”15.

Pago con beneficio de competencia


(Definición. Personas incluidas)
El beneficio de competencia es un “derecho que se otorga a ciertos deudores
para que paguen lo que buenamente puedan, según las circunstancias, y hasta
que mejoren de fortuna”15.

El fundamento de la figura se encuentra en razones de humanidad, solidaridad


y familia, que imponen que el deudor no pueda exigir el pago a personas
cercanas que no se encuentren en condiciones económicas de afrontar la
deuda. Colmo (1951) destaca que el carácter humanitario se funda en “el
derecho a la subsistencia del pobre deudor, que antes que tener que pagar a
sus deudores tiene que vivir” (p. 514).

Negri (2014) entiende que el favor legal que se concede, a pedido de parte (el
deudor debe alegar y probar que no puede pagar) tiene dos consecuencias:
reduce la obligación para el deudor dentro de lo que buenamente puede pagar,
y circunscribe el derecho del acreedor que no podrá reclamarle más que eso; y
por otro lado, el deudor deberá el saldo insoluto sin quedar liberado de éste,
pues únicamente se difiere su exigibilidad hasta que mejore su fortuna.

Las personas incluidas en este beneficio, que en general son aquellas a las que
el acreedor les debe alimentos, son determinadas en el art. 893, que dispone
que debe concederse a:

a) sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el


segundo grado, si no han incurrido en alguna causal de
indignidad para suceder;
b) a su cónyuge o conviviente;

14
Art. 890. Ley N° 26.994. Op. cit.
15
Art. 891. Ley N° 26.994. Op. cit.
16
c) al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación16.

Moisset de Espanés (2004), desde hace tiempo, manifestó que este instituto

en la actualidad carece de razón de ser, no porque cerremos los


ojos ante situaciones de esta naturaleza, de extrema indigencia,
de la miseria más absoluta a que puede ser llevado un deudor y
el núcleo familiar del cual es jefe o cabeza, sino porque hay otros
remedios, por ejemplo, la inembargabilidad de ciertos bienes, de
los muebles de uso indispensable, ropas, alimentos, etc. (…) y
también de cierta porción de los sueldos (Moisset de Espanés,
2004, p. 45).

De cualquier forma, el código unificado recibe la figura y habilita su solicitud.

Imputación del pago


Definición
Es el conjunto de reglas y principios que dan solución a los problemas que se
suscitan entre acreedor y deudor cuando existen varias obligaciones de la
misma naturaleza pendientes de cumplimiento y tiene lugar un pago que no
alcanza a cubrir a todas (Pizarro y Vallespinos, 2014). Estas reglas determinan
quién elige y cuál será la obligación que se extinguirá con el pago.

Los presupuestos de la imputación del pago son:

 varias obligaciones pendientes de pago;

 que vinculen a las mismas personas;

 que su objeto sea de la misma naturaleza;

 que el pago no sea suficiente para extinguir a todas.

Imputación por el deudor. Oportunidad para hacerla.


Limitaciones
La regla general, con fundamento en el principio del favor debitoris es que
corresponde al deudor realizar la imputación del pago, es decir, elegir qué
obligación cancela con su pago. Este derecho debe ejercerlo cuando declara al
acreedor, al momento de hacer el pago, por cuál de ellas lo hace (art. 900 del
Código).

Sin embargo, la norma aludida tiene dos limitaciones:

1. De oportunidad: sólo puede elegir hasta el límite del momento del pago.

16
Art. 893. Ley N° 26.994. Op. cit.
17
Salvo acuerdo de partes.

2. De contenido: la elección debe recaer:

a. Sobre deuda líquida y de plazo vencido: el fundamento está en que en


las deudas ilíquidas es imposible conocer si ese pago es o no íntegro
porque todavía no se sabe cuál es el monto de la deuda. Tampoco se
puede obligar al acreedor a tener por cumplida una obligación a plazo
antes de su vencimiento.

b. Si adeuda capital e intereses el pago no puede imputarse a la deuda


principal sin consentimiento del acreedor: el fundamento está en el
principio de integridad del pago, y tiene relación con la norma del art.
903.

Imputación por el acreedor: Oportunidad para hacerla.


Limitaciones
Subsidiariamente, si el deudor no realizó la imputación del pago al momento de
realizarlo, dicha facultad se transmite al acreedor, que puede hacerlo cuando lo
recibe, según las siguientes reglas que manda el art. 901:

a. debe imputarlo a alguna de las deudas líquidas y exigibles: tal


como tenía derecho el deudor a hacerlo.

b. una vez canceladas totalmente una o varias deudas, puede


aplicar el saldo a la cancelación parcial de cualquiera de las
otras17

La imputación por el acreedor es una manifestación de voluntad mediante un


acto unilateral recepticia, por el que hace saber al deudor qué deuda considera
extinguida con el pago (Negri, 2014).

Imputación legal
Nuevamente, y de modo subsidiario, cuando ni el deudor ni el acreedor hayan
elegido o determinado cuál es la obligación que se extinguió, tiene lugar la
imputación legal que concreta el art. 902 del Código, del siguiente modo:

1. “en primer término, a la obligación de plazo vencido más onerosa para


el deudor”18. Por ejemplo: la que tenga intereses o cláusula penal, la que
lleva prenda o hipoteca, etcétera. No se tiene en cuenta la antigüedad de
la deuda.

2. “cuando las deudas son igualmente onerosas, el pago se imputa a

17
Art. 901. Ley N° 26.994. Op. cit.
18
Art. 902. Ley N° 26.994. Op. cit.
18
prorrata”19: es decir, se divide en partes iguales a cada deuda.

Pago a cuenta de capital e intereses


El Código también establece una regla o limitación a la facultad de elección del
deudor, pues impone en el art. 903 que si el pago se hace a cuenta de capital e
intereses (es decir, es un pago parcial) y no se precisa su orden, se imputará en
primer término a intereses.

El fundamento de este principio se encuentra en el principio de integridad del


pago.

La excepción tiene lugar cuando el acreedor dé recibo por cuenta de capital, en


el que se entiende que tuvo la voluntad de dejar de lado la disposición legal y
así hacerlo.

Tutela satisfactiva. Tutela


resolutoria del crédito
Ejecución específica. Definición.
Importancia. Modos de hacerla efectiva
Anteriormente se hizo referencia a que el deudor podría cumplir con la
prestación a su cargo de modo voluntario, en tiempo y forma, y así satisfacer el
interés del acreedor.

Sin embargo, si el deudor no lo hace, e incurre en mora e incumplimiento, el


acreedor tendrá derecho a satisfacer su crédito mediante el cumplimiento
específico o pago in natura, por medio de las diferentes herramientas que el
ordenamiento jurídico le proporciona para satisfacción de su interés, y que
constituyen la tutela satisfactiva del crédito.

En consecuencia, el deudor se ubica en la etapa de la responsabilidad por


incumplimiento.

Pizarro y Vallespinos (2014) enseñan que la ejecución específica es la vía que el


ordenamiento jurídico le reconoce al acreedor, ante incumplimiento del
deudor, para hacer compeler a éste a cumplir mediante:

a) ejecución forzada: exigir compulsivamente un determinado


comportamiento del deudor.

b) ejecución por un tercero: satisfacer el interés por otro.

Estas alternativas están previstas en el art. 730 del Código y le permiten al

19
Art. 902. Ley N° 26.994. Op. cit.
19
acreedor satisfacer su interés al obligar al deudor a cumplir o al conseguir la
ejecución por otra persona (cuando igualmente le sirva al acreedor, es decir,
que la obligación no sea intuitu personae).

La ejecución en especie es distinta al pago del equivalente de la prestación con


más los daños y perjuicios (art. 730 inc. c), pues en este supuesto no se satisface
el interés del acreedor mientras que, en aquella, si se consigue.

La ejecución forzada

“La ejecución forzada es el conjunto de acciones legales orientadas


a alcanzar la satisfacción del interés del acreedor a través de la
realización compulsiva de la prestación” (Pizarro y Vallespinos,
2014, p. 45).

Esta ejecución tiene una doble justificación, como ya se expuso:

 Sustancial: Es la que deriva del inc. 1º del art. 730 del Código. Se
justifica en la garantía de cumplimiento de la que goza el acreedor por su
derecho de crédito y la responsabilidad del deudor por incumplimiento.

 Procesal: basada en la necesidad de utilizar una vía para el cumplimiento


coactivo del derecho sustancial. Hace a las normas que regulan el proceso
de ejecución.

Sin embargo, la ejecución forzada presenta límites según el tipo de obligación


de que se trate:

 Obligaciones de dar sumas de dinero: el juez sustituye la voluntad del


deudor, mediante el embargo, secuestro y remate de algún bien del
deudor a fin de que el acreedor se asegure de manera suficiente el
cobro de la suma adeudada. También puede embargarse una suma de
dinero, por ejemplo, en una cuenta bancaria, luego el juez librará la
orden de pago. El límite en este supuesto está dado por los bienes
inembargables del deudor (arts. 744, 2110, etcétera).

 Obligaciones de dar cosa cierta: la conducta del deudor es incoercible,


pero el bien si lo es, puesto que, con auxilio de la fuerza pública, el juez
puede disponer su entrega. Las acciones judiciales a tal fin son: embargo,
secuestro de la cosa mueble o desalojo en caso de que el bien sea
inmueble. Es necesario que la cosa exista, que esté en el patrimonio del
deudor ejecutado y que el demandado tenga la posesión de la cosa.

 Obligaciones de hacer: el límite es la no violencia sobre la persona del


deudor, a no ser que fuese necesaria la violencia contra este. Ante
incumplimiento, el acreedor sólo podrá conseguir la ejecución por otro,
o podrá pedir perjuicios e intereses.

20
 Obligaciones de no hacer: Si todavía le interesa al acreedor, puede exigir
el cumplimiento forzoso, aunque aún existiría la misma limitación de la
no violencia. De lo contrario, al acreedor le quedan los daños y perjuicios.

La ejecución forzada en la Ley de Defensa del Consumidor está prevista en el


art. 10 bis, que de modo similar al 730 del Código le concede al consumidor,
ante incumplimiento del proveedor, el derecho a exigir:

a) Exigir el cumplimiento forzado de la obligación,


siempre que ello fuera posible;

b) Aceptar otro producto o prestación de servicio


equivalente;

c) Rescindir el contrato con derecho a la restitución de lo


pagado, sin perjuicio de los efectos producidos,
considerando la integridad del contrato20

Y todo ello sin perjuicio de las acciones de daños y perjuicios que correspondan.

Con respecto al quid de la preferencia entre la ejecución forzada o la


indemnización de los daños y perjuicios, el Código no dispone un orden de
prelación entre las opciones que tiene el acreedor en el art. 730, por lo que éste
es libre de elegir, según su propio interés, la que más lo satisfaga.

En consecuencia, no es necesario que el acreedor primero intente la ejecución


forzada y luego recién pueda reclamar los daños y perjuicios, pues si ya perdió
interés, por ejemplo, porque la obligación era de plazo esencial (musicalizador
en la fiesta de casamiento), no será necesario que exija al deudor el
cumplimiento, sino que directamente puede reclamar los daños.

Cabe destacar que aun cuando consiga el cumplimiento forzoso, siempre tiene
derecho a reclamar, además, los daños y perjuicios si existen (los que debe
alegar y probar).

20
Art. 10 bis – Ley N° 24.240 (1993). Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la Nación.

21
Ejecución por un tercero (Definición. Prestaciones
fungibles e infungibles. La ejecución por un tercero
en las obligaciones de dar, hacer y no hacer. La
autorización judicial. Aspectos procesales. Nociones.
Casos en los que es posible prescindir de ella)
La ejecución por un tercero es otra de las opciones de las que dispone el
acreedor para conseguir el cumplimiento de la prestación y satisfacer su interés,
siempre que la obligación no sea intuitu personae, es decir, que le sirva que otra
persona distinta al deudor la cumpla en su lugar, a costas de éste. También está
prevista en el art. 730 inc. b del Código.

El acreedor tendrá derecho a solicitar el reembolso de los gastos efectuados al


deudor, con más los daños y perjuicios ocasionados.

De acuerdo con el tipo de prestación que se haya comprometido, se presentan


diversas particularidades que merecen distinción:

1. Obligaciones de dar:

o Cosas ciertas en poder del deudor: no es posible, porque la cosa


la tiene el deudor. Por ejemplo: estatua que se encuentra en su
jardín.

o Cosas inciertas no fungibles: si, es posible porque siguen las reglas


del género y son reemplazables. Por ejemplo: cámara de fotos
nueva de determinadas características y marca.

o Sumas de dinero: si, es posible.

2. Obligaciones de hacer: sólo cuando el deudor pueda ser sustituido. No


en el caso de intuitu personae.

3. Obligaciones de no hacer: muy excepcionalmente un tercero se abstenga,


pero podría suceder si le interesa al acreedor.

Una cuestión relevante es si el acreedor requiere o no autorización judicial para


conseguir el pago por un tercero. El Código no regula esta cuestión.

Pizarro y Vallespinos (2014) opinan que la regla es que el acreedor no puede,


por su sola voluntad, sustituir al deudor por un tercero para la realización de la
prestación, con fundamento en el principio de que nadie puede hacer justicia
por mano propia, y en consecuencia, se debe requerir autorización judicial.
Esto, además, es recomendable a los fines de la posterior obtención del
reembolso de los gastos, pues el juez ya autorizó la realización por el tercero y,
seguramente, también el costo.

La excepción está dada cuando se trata de un caso de urgencia, que impide la


tramitación judicial.

22
Las sanciones conminatorias o astreintes
Definición. Caracteres. Supuestos de aplicación y
exclusión
Las sanciones conminatorias o astreintes son condenas pecuniarias que los
jueces aplican a quien no cumple con el deber jurídico impuesto en una
resolución judicial (decreto, auto o sentencia). Están reguladas en un único
artículo del Código: el 804.

Estas sanciones se incluyen en la tutela satisfactiva del acreedor, pues son una
herramienta más para “obligar al deudor al cumplimiento específico”, aunque
cualquiera de los sujetos puede ser condenado a ellas (y no sólo el deudor).

Los caracteres de las astreintes son:

 Conminatorias: son medio de compulsión procesal.

 Discrecionales: el juez puede aplicarlas (o no) y es libre de fijar su cuantía.

 Progresivas: aumentan día a día mientras se mantenga el incumplimiento.

 No retroactivas: siempre corren para el futuro desde el día en que se


disponen.

 Revisables: porque dependen de la conducta del sujeto pasivo. El juez


puede disminuirlas o dejarlas sin efecto mientras no estén firmes si el
deudor cumple o justifica su imposibilidad de no hacerlo.

 Pecuniarias: sólo consisten en sumas de dinero.

 Transmisibles: por acto entre vivos o mortis causa.

 Ejecutables: una vez firmes, se producen por el procedimiento de


ejecución de sentencia.

 No son subsidiarias: pueden aplicarse, aunque existan otras vías para


lograr el cumplimiento de la resolución.

Las condiciones de aplicación de las sanciones conminatorias, según


Campagnucci de Caso (en Rivera y Medina, 2014), son:

 El hecho por el que se impone la penalidad debe ser de cumplimiento


posible, pues nadie puede ser obligado a lo imposible.

23

 La conducta (incumplimiento de la resolución judicial) debe ser
injustificada, obstinada y caprichosa.

 A los fines de la cuantificación, se debe tener en cuenta el caudal


económico de quien debe satisfacer la resolución judicial (art. 804).

Con respecto al factor de imputación del incumplimiento, Pizarro y Vallespinos


(2014) señalan que es suficiente la mera negligencia del sujeto pasivo, que se
presume por el incumplimiento.

Los sujetos de las astreintes son:

 Activo: el beneficiario, titular del derecho, en general será el acreedor,


pero puede no serlo.

 Pasivo: la parte que no cumple, un tercero ajeno al litigio (sociedad,


institución, etcétera, de carácter privado).

Se “excluye” por expresa manda legal del art. 804 a las “autoridades públicas”,
quienes no se rigen por esta norma sino por las del derecho administrativo, lo
que ya fue criticado21 respecto a su constitucionalidad, por tratarse de una
distinción sin fundamento (en este sentido, Campagnucci de Caso (en Rivera y
Medina, 2014) entiende que la exclusión “es improcedente y fuera de lugar. En
principio porque desconoce la unidad del plexo normativo, y segundo porque
pareciera crear una especie de ius singulare para las que se denominan
“autoridades públicas”, que considero que serán los funcionarios públicos a
cargo de las dependencias administrativas o algo similar” (p. 168).

Las astreintes pueden cesar si el deudor justifica su comportamiento o desiste y


cumple con la resolución judicial, en cuyo caso los jueces pueden dejarlas sin
efecto o disminuirlas (art. 804).

Para Borda (2008) los supuestos de aplicación de astreintes son para cualquier
obligación de dar, hacer o no hacer. El autor aclara que en las obligaciones de
dar es mucho más eficaz el embargo y la ejecución del bien por ejemplo, pero
que en las obligaciones de hacer y no hacer encuentran su campo específico.
Por ejemplo: ante la negativa del demandado de acompañar informes internos
que acrediten una determinada situación de hecho como balances de una
empresa, libros de comercio, videos de cámaras de seguridad, etcétera.

Por su parte, Pizarro y Vallespinos (2014) afirman que se aplican a todo tipo de
obligaciones, de contenido patrimonial, no patrimonial e incluso derivadas del
derecho laboral.

Doble regulación procesal y sustantiva. Régimen legal


en Código Civil y Comercial
Las astreintes tienen un doble carácter sustancial y procesal, pues si bien están
estipuladas en el art. 804 del Código Civil y Comercial, los diversos códigos de
procedimiento provinciales y el nacional establecen el modo de aplicarlas y
ejecutarlas a fin de tornarlas eficaces.
24
Liquidación y ejecución de las astreintes. Acumulabilidad
con la indemnización de daños y perjuicios
Las astreintes se establecen en dos etapas:

1. Conminatoria: refiere a la decisión judicial de imponer la condena por la


cual se hace saber al incumplidor que se le aplicará la sanción
conminatoria, es decir, el costo de su resistencia (amenaza).

2. Sancionatoria: si el sujeto no cumple con el deber, se hace efectiva la


imposición de la sanción, actúa como una pena (efectivización). En este
momento quedarán firmes y podrán ser ejecutadas por el beneficiario.

Por otro lado, la sanción conminatoria se acumula a la indemnización de daños


y perjuicios, pues constituyen un concepto distinto, y un fenómeno autónomo
con respecto a éstos por tener carácter punitivo (Pizarro y Vallespinos, 2014).

Aspectos procesales. Nociones


Pizarro y Vallespinos (2014) destacan los siguientes aspectos:

 Pueden darse antes de la sentencia y en consecuencia se pueden


establecer a través de decreto, auto o sentencia.

 No requiere formalidades especiales, pero la decisión debe estar fundada.

 Corren desde que está firme y ejecutoriada la resolución que las impone.

 La naturaleza de las astreintes no impide que puedan ser declaradas de


oficio según los autores citados, aunque otros consideran que debe ser
a petición de parte interesada. El Código unificado nada dispone al
respecto.
 La vigencia de las astreintes se mantiene hasta que el deudor acabe el
deber objeto de la intimación o se dicte una nueva resolución que las
modifique o termine.

 Son apelables.

 La decisión que las impone es sentencia definitiva para el recurso


extraordinario.

25
Acción directa
Definición
El Código unificado define a la acción directa en el art. 736 como: “la que
compete al acreedor para percibir lo que un tercero debe a su deudor, hasta el
importe del propio crédito”21.

La acción directa integra la tutela satisfactiva del crédito, pues es otra


herramienta o facultad con la que cuenta el acreedor para hacer efectivo su
crédito y satisfacer su interés.

En consecuencia, existen dos obligaciones, una entre el acreedor y el deudor, y


otra entre el deudor y otro sujeto (tercero respecto a la primera obligación).

La ley habilita al acreedor del deudor a demandar directamente al deudor de su


deudor, siempre que se den los requisitos legales, a fin de hacer efectiva su
propia acreencia.

Figura 1: Acción directa

Fuente: Elaboración propia.

Fundamentos
Los fundamentos de la acción directa son:

1. Evitar el enriquecimiento sin causa del deudor.

2. Economía procesal: se evita el desgaste jurisdiccional que importaría la


doble demanda, en primer lugar, al deudor originario; y luego, al tercero.

Caracteres
Los caracteres de la acción directa son los siguientes:

 Excepcional: porque “sólo procede en los supuestos expresamente


previstos por la ley”22.

21
Art. 736. Ley N° 26.994. Op. cit.
22
Art. 736. Ley N° 26.994. Op. cit.
26
 Interpretación restrictiva: en caso de duda no procede, y no es aplicable
por analogía (art. 736).

 Medio de ejecución: Es una forma que tiene el acreedor para satisfacer


su crédito de un tercero.

Requisitos
Para que el acreedor pueda accionar directamente contra el tercero, se
requieren los presupuestos previstos en el art. 737 del Código:

1. “Un crédito exigible del acreedor contra su propio deudor”23: que no


esté sujeto a plazo, condición y que sea líquido.

2. “Una deuda correlativa exigible del tercero demandado a favor del


deudor”24: y que esté subsistente al momento de entablar la acción.

3. “Homogeneidad de ambos créditos entre sí”25: de igual naturaleza, en


general son prestaciones de dar sumas de dinero.
4. “Ninguno de los dos créditos debe haber sido objeto de embargo anterior
a la promoción de la acción directa”26: deben encontrarse expeditos y
disponibles.

5. “Citación del deudor a juicio”27: a fin de hacerle extensivos los efectos


de la condena.

Efectos
El nuevo Código unifica los efectos que produce la acción directa respecto a
todos los sujetos involucrados en una sola norma, el art. 738:

1. “la notificación de la demanda causa el embargo del crédito a favor del


demandante”28;

2. “el reclamo sólo puede prosperar hasta el monto menor de las dos
obligaciones”29: pues no puede exigirle al tercero más de lo que éste
debe a su deudor, ni tampoco el acreedor puede reclamar un monto
mayor a su propio crédito. En consecuencia, se deben analizar los
montos de ambas obligaciones y la demanda procede por el menor de
éstos.

23
Art. 737. Ley N° 26.994. Op. cit.
24
Art. 737. Ley N° 26.994. Op. cit.
25
Art. 737. Ley N° 26.994. Op. cit.
26
Art. 737. Ley N° 26.994. Op. cit.
27
Art. 737. Ley N° 26.994. Op. cit.
28
Art. 738. Ley N° 26.994. Op. cit.
29
Art. 738. Ley N° 26.994. Op. cit.
27
3. “el tercero demandado puede oponer al progreso de la acción todas las
defensas que tenga contra su propio acreedor y contra el
demandante”30;

4. “el monto percibido por el actor ingresa directamente a su patrimonio”31:


esta es la característica más particular de la acción directa, y que la
distingue de la subrogatoria (ingreso al patrimonio del deudor).

5. “el deudor se libera frente a su acreedor en la medida en que


corresponda en función del pago efectuado por el demandado”32: habrá
que analizar si fue por el monto total de la deuda con el acreedor o por
uno menor (en atención al crédito que el deudor tenía con el tercero).

Casos legislados
Tal como se describió supra, la acción directa es de carácter excepcional, y sólo
procede en los casos expresamente consagrados por la ley, los que pueden
sintetizarse con fines didácticos en el siguiente cuadro (pueden existir otros
casos previstos en leyes especiales):

Tabla 1: Casos legislados

Caso Acreedor Deudor Tercero


Sublocación de Locador. Locatario. Sublocatario.
cosas (1216) Sublocatario. Locatario. Locador.
Sustitución del Mandante. Mandatario. “Reemplazante” del
mandato (1327) mandatario.
Subcontrato Subcontratado. Por Contratado. Por Propietario. Por
(1071) ejemplo: trabajador. ejemplo: empresario ejemplo: dueño de la
de la construcción. obra.
Cobro de costas. Abogado. Cliente. Condenado en
Ley N° 21.839 costas (contraparte
del cliente).

Fuente: elaboración propia.

Paralelo con la acción subrogatoria


La acción directa se diferencia de la acción subrogatoria en múltiples aspectos, a saber.

30
Art. 738. Ley N° 26.994. Op. cit.
31
Art. 738. Ley N° 26.994. Op. cit.
32
Art. 738. Ley N° 26.994. Op. cit.
28
Tabla 2: Diferencias acción directa y acción subrogatoria

Aspectos Directa Subrogatoria


Tutela Satisfactiva, pues se Tutela conservatoria del patrimonio
ejecuta el crédito y del deudor.
satisface el interés del
acreedor.
Ingreso del bien Patrimonio del Patrimonio del deudor subrogado.
acreedor.
Facultades del Indisponibilidad del Deudor puede disponer del crédito.
deudor crédito objeto del juicio.
Queda embargado.
Monto del crédito. Por el monto de la Sobre la totalidad del crédito del
Límite deuda menor. deudor con el tercero.
Representación Demanda en nombre Demanda en representación de su
propio. deudor (al que subroga).

Fuente: elaboración propia.

Acción de inoponibilidad
Nociones generales. Su importancia como vía de tutela
satisfactiva del crédito
Si el deudor actúa con fraude y, por ejemplo, provoca su estado de insolvencia
o lo agrava (o incluso empeora su situación patrimonial sin llegar a tal
situación), “en fraude a sus acreedores”, con el fin de no pagar su deuda, estos
tienen derecho a ejercer la antes denominada “acción revocatoria o pauliana”.

Pueden declararse inoponibles los actos jurídicos válidos de contenido


patrimonial, en general se trata de actos de disposición (compraventa,
donación, cesión, permuta, no contestar la demanda en un juicio y permitir la
ejecución del bien objeto de la obligación).

Si bien este instituto fue estudiado en la materia correlativa anterior, Derecho


Privado I, aquí simplemente se hace referencia a éste como una de las
facultades con las que goza el acreedor a fin de hacer efectivo su crédito, pues
está dentro de la tutela satisfactiva.

Remisión a las normas del fraude en el Código Civil y


Comercial. Inoponibilidad (Requisitos. Efectos. Extinción)
El Código unificado regula el instituto de la acción de inoponibilidad al tratar el
fraude en los actos jurídicos, en los arts. 338 a 342 del Código.

La primera de las normas, bajo el título de “Declaración de Inoponibilidad”


dispone que:

29
Todo acreedor puede solicitar la declaración de
inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en
fraude de sus derechos, y de las renuncias al ejercicio de
derechos o facultades con los que hubiese podido mejorar
o evitado empeorar su estado de fortuna33.

El fundamento de esta facultad se encuentra en el principio según el cual el


patrimonio del deudor es prenda común de los acreedores (art. 242 del Código).

Los presupuestos para el ejercicio de esta facultad son los previstos en el art.
339:

a. que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado,


excepto que el deudor haya actuado con el propósito de
defraudar a futuros acreedores;

b. que el acto haya causado o agravado la insolvencia


del deudor;

c. que quien contrató con el deudor a título oneroso haya


conocido o debido conocer que el acto provocaba o
agravaba la insolvencia34. [Es decir, haya actuado de mala
fe, en connivencia con el deudor]

La acción de inoponibilidad no puede oponerse a los acreedores del adquirente


que “de buena fe hayan ejecutado los bienes comprendidos en el acto”35. La
norma agrega que:

La acción del acreedor contra el subadquirente de los


derechos obtenidos por el acto impugnado sólo procede si
adquirió por título gratuito, o si es cómplice en el fraude;
la complicidad se presume si, al momento de contratar,
conocía el estado de insolvencia36.

La prueba del fraude pesa sobre el acreedor que lo alega, aunque se presume
en caso de insolvencia (art. 340). Por su parte, el deudor desvirtúa la prueba
cuando demuestra que no está en estado de insolvencia. En este sentido, las
presunciones juegan un rol sumamente importante, ya que muchas veces la
prueba del fraude en sí misma puede resultar una “prueba diabólica” por su
dificultad.

33
Art. 338. Ley N° 26.994. Op. cit.
34
Art. 339. Ley N° 26.994. Op. cit.
35
Art. 340. Ley N° 26.994. Op. cit.
36
Art. 340. Ley N° 26.994. Op. cit.
30
Los efectos del pedido de inoponibilidad son regulados en el art. 340 del Código
del siguiente modo:

El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe


con el deudor responden solidariamente por los daños
causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos
se transmitieron a un adquirente de buena fe y a título
oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El
que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor,
responde en la medida de su enriquecimiento37.

Por su parte, el art. 342 del Código aclara la extensión de la inoponibilidad, que
sólo beneficia al acreedor que promovió la acción, y en la medida de su crédito.

Finalmente, cabe aclarar que la acción de inoponibilidad cesa “si el adquirente


de los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o da garantía
suficiente”38, tal como lo dispone el art. 341.

La ejecución forzada colectiva


En materia de tutela satisfactiva, el acreedor puede intentar ejecutar la
prestación que el deudor le adeuda en un “juicio en particular”, en los que las
partes son el acreedor (actor) y el deudor (demandado), por ejemplo: demanda
de cumplimiento de contrato.

Sin embargo, puede suceder que el deudor se encuentre en estado de cesación


de pagos o insolvencia, lo que implica que no sólo incumple con un deudor,
sino que no puede asumir en general con su activo las obligaciones asumidas.
En este supuesto, la “ejecución” de sus deudas ya no es individual sino
“colectiva”, mediante los procedimientos consagrados en la Ley 24.522 de
Concursos y Quiebras (LCQ).

En ambos procedimientos concursales, la regla es que los acreedores se


encuentran en pie de igualdad frente al patrimonio del deudor, como
consecuencia del principio de la par conditio creditorum (a pesar de que luego
habrá algunos privilegiados, según lo determina la propia ley).

Los procedimientos son:

 Concurso preventivo: el estado de insolvencia no es definitivo, tiene por


fin lograr un acuerdo entre el concursado y sus acreedores a fin de
cumplir con las prestaciones a su cargo, pero de un modo distinto al
previsto originariamente, por ejemplo, en un plazo mayor y en cuotas.

37
Art. 340. Ley N° 26.994. Op. cit.
38
Art. 341. Ley N° 26.994. Op. cit.
31
 Quiebra: el estado es irreversible, se produce el desapoderamiento de
pleno derecho de los bienes del deudor, se nombra un síndico que
administra su patrimonio a los fines de la liquidación y pago a los
acreedores hasta donde alcance con su producido.

El estudio en profundidad de estos procedimientos tendrá lugar en la materia


pertinente.

Tutela resolutoria del crédito. Definición.


Importancia. Supuestos
Hasta ahora vio la tutela satisfactiva del crédito, que es la que le permite al
acreedor perseguir el cumplimiento de una obligación y satisfacer su interés.

Sin embargo, puede ocurrir que el cumplimiento ya no sea posible o que el


acreedor no mantenga el interés en la prestación. En éste, el acreedor posee la
tutela resolutoria como forma de desvincularse de la obligación, y se
extingue el contrato por esta vía. De esta manera, el acreedor recupera la
posibilidad de realizar un nuevo contrato que le facilite la consecución de su fin.

Para que proceda la resolución, se requiere la presencia de un contrato


bilateral, que genere obligaciones recíprocas entre las partes, como puede ser la
compraventa o la locación, en donde ambas partes tienen a su cargo una
prestación.

Por otro lado, es necesario que quien reclama haya cumplido, demuestre que
su obligación es a plazo u ofrezca cumplir, y por otro lado, que el
incumplimiento de su cocontratante sea importante.

Esta tutela es denominada por la doctrina “pacto comisorio” y está regulada en


los arts. 1083 a 1089 del Código. Estos artículos establecen que la tutela puede
estar prevista de modo expreso en una cláusula del contrato, o implícita en caso
de contratos bilaterales, así como también puede surgir de la ley, como ocurre
en el caso del art. 10 bis de la Ley de Defensa del Consumidor, que brinda
al consumidor, como alternativa ante incumplimiento, la facultad de resolver el
contrato.

El art. 1083 establece una noción de la figura al expresar:

Una parte tiene la facultad de resolver total o


parcialmente el contrato si la otra parte lo incumple. Pero
los derechos de declarar la resolución total o la resolución
parcial son excluyentes, por lo cual, habiendo optado por
uno de ellos, no puede ejercer luego el otro. Si el deudor
ha ejecutado una prestación parcial, el acreedor sólo
puede resolver íntegramente el contrato si no tiene
ningún interés en la prestación parcial39.
39
Art. 1083. Ley N° 26.994. Op. cit.
32
Este instituto será estudiado en profundidad en otra materia, pues es una forma
de extinción de los contratos, que tiene relación con esta materia, pues al
ponerle fin elimina la causa fuente de la obligación.

33
Referencias
Borda, G. A. (2008). Tratado de Derecho Civil. Obligaciones. Tomo I. 9º Edición.
Argentina: La Ley.

Colmo, A. (1920). De las obligaciones en general. Argentina: Librería y Casa Editora de


Jesús Menéndez.

Ley Nº 24.522 (1995). Ley de Concursos y Quiebras. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Ley Nº 24.240 (1993). Ley de Defensa del Consumidor. Honorable Congreso de la


Nación.Negri, N. J. (2014). “Mora y Pago con subrogación”. En Rivera Julio C. y Medina
G. (Directores). Código Civil y Comercial de la Nación Comentado. Tomo III. Argentina:
La Ley.

Ley Nº 26.994 (2014). Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la


Nación.

Moisset de Espanés, L. (2004). Curso de obligaciones. Tomo 2 y 3. Argentina: Zavalía.

Padilla, R. (2012). “Privilegios”. En Rivera J. C. y Medina G. (Directores). Código Civil y


Comercial de la Nación Comentado. Tomo VI. Argentina: La Ley.

Pizarro, R. y Vallespinos, C. (2014). Compendio de obligaciones. Tomo 1 y 2. Argentina:


Hammurabi.

Rivera J. C. y Medina G. (Directores) (2014). Código Civil y Comercial de la Nación


Comentado. Tomo VI. Argentina: La Ley.

Santarelli, F. (2012). “La extinción de las obligaciones”. En Rivera, J. C. (Director).


Comentarios al Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación. Argentina: Abeledo
Perrot.

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