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Introducción
La casa Winslow fue realizada por Frank Lloyd Wright a sus 26 años, pocas semanas
después de haber abandonado el estudio de Sullivan.
Ya en sus comienzos resulto polémica por su novedad, debido a que lo que estaba de
moda en aquella época por Chicago eran las casas estilo “neo-Tudor” con tejados muy
inclinados.
Hoy la casa Winslow es una de las 17 obras seleccionadas por el AIA como ejemplos de
la aportación de Wright a la cultura norteamericana.
William Winslow, editor de House Beautiful, fue el primer cliente de Wright, cuando
abrió su propio estudio de arquitectura en Chicago en 1893. La casa William Winslow
ha sido un paso esencial en el desarrollo de la Prairie House, ya que fue aquí donde
Wright desarrolló por primera vez las formas exteriores y los conceptos en el alzado
que le permitirían comenzar a dar forma desde fuera a las cualidades dinámicas del
espacio interior.
Nuevos conceptos
Estos conceptos incluyen los fundamentos que unen la casa al lugar, el protagonismo
de la primera planta como espacio vital sobre la segunda planta y el techo a cuatro
aguas con apariencia de flotar por encima de la construcción.
Situación
Concepto
Para las normas actuales, la casa construida para William H. Winslow es un edificio
sobrio, noble y elegante. Sin embargo, para el gusto del año 1894 era algo tan inusual
que suscitaba las burlas de los vecinos. Un gran número de elementos indican el
distanciamiento de las normas de la arquitectura dominante en el Midwest durante el
siglo XIX.
Los muros exteriores se elevan directamente desde una base de piedra encofrada, que
Wright denominó “nivel de aguas subterráneas”. Alrededor del edificio la vegetación
es poco abundante, acentuando así la unidad entre la casa y el terreno.
Paneles de terracota
En lugar del habitual tejado de fuerte pendiente, roto por una chimenea alta y delgada,
el tejado se inclina suavemente desde una voluminosa chimenea, creando un gran
voladizo sobre las ventanas del piso superior que se encuentran a su vez enmarcadas
en una franja de material más oscuro que acentúa este voladizo confundiéndose con la
sombra que este provoca. Esta visera con la que Wright envuelve la casa crea una
visera que nos permite mirar más allá, hacia el horizonte, ya que es allí donde quiere
llegar, a conquistar el oeste, a California.
El uso de esta franja de material oscuro que corona los muros de la fachada también
logran que, junto con el tono oscuro de la cubierta, quede resaltado el canto de la
cubierta de color blando creando por primera vez la imagen de un plano como remate,
como cubierta, aunque en este caso fuese sólo una ilusión también fue todo un
presagio.
Las ventanas mismas van desde el antepecho hasta el dintel, en lugar de terminar unos
treinta centímetros más abajo, con lo que no dan la impresión de ser agujeros en un
muro, sino aperturas en un plano.
La casa Winslow también cuenta con un concepto dual que se evidencia al comparar el
alzado principal con el alzado posterior. Mientras que de frente la casa muestra casi
todas las características de una obra clásica en su alzado trasero sus formas se
rompen, se retranquean, aparecen formas sinuosas, etc. rompiendo con la “caja-
estuche” que existía en esa época.
La fachada sigue siendo un elemento estructural, si, pero transpira, permite las
visuales, es como una membrana, es el comienzo del famoso espacio diafragmático de
Wright.
Espacios
Aunque el alzado frontal, con su clara simetría, anuncie una entrada central como en
las obras clásicas lo cierto es que la casa Winslow no es en absoluto una casa clásica. El
acceso se produce de forma tangencial por uno de los laterales.
Exterior
Simetría en la fachada
El resultado es que el techo parece flotar por encima de la masa de ladrillos, como si
tratara de separarse físicamente del resto de la estructura.
Establo
Planta primera
El diseño de esta casa fue tan inusual para la época, que su propietario dejó sus
recorridos habituales para evitar oír los comentarios de sus vecinos.
Interior
En el interior, los espacios están bien definidos, pero fluyen suavemente entre si, en
lugar de dar la impresión habitual de bloques situados dentro de otros bloques.
Las partes en madera son sencillas y están trabajadas al natural, la discreta obra de
talla y de recubrimiento contrasta con el exceso de adornos recargados tan a la moda.
Todo el conjunto irradia una elegancia digna y discreta, desconocida hasta entonces en
aquella época de exageraciones.
Fiel a sus principios para estas amplias casas, Wright ubicó los ambientes para la vida
diaria en la planta baja, dándole prioridad. Los dormitorios están en la planta superior.
Materiales