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Situación histórica y conocimiento en la Antropología​

La Antropología se desarrolla plena y autónomamente a fines del siglo XIX y se consolida en


la primera mitad del XX. Su elemento fundante fue “el trabajo sobre el terreno”, en localidades
lejos de las metrópolis de donde provenían los antropólogos. Va construyendo su objeto de
estudio y el recorte de la realidad que le interesa investigar, de acuerdo con los distintos
momentos históricos. Sus formulaciones son producto de una situación histórica: el
Colonialismo. Este ha sido la condición necesaria de la aparición de la Antropología.
Según Pierre Bonte hay cinco períodos histórico-científicos en el desarrollo de la
Antropología:
Siglo XV ® ​Contenido histórico: ​Descubrimiento occidental del mundo. Desarrollo del
capitalismo mercantil y del comercio de esclavos. Acumulación primitiva de capital. ​Etapas del
pensamiento Etnológico: ​Descubrimiento del “mundo salvaje” y constitución de un nuevo
campo del conocimiento: la descripción de hábitos y costumbres, cronistas de indias.
Siglo XVIII ® ​Contenido histórico: ​Liquidación de la esclavitud e inicio del Colonialismo
propiamente dicho Formación del capitalismo industrial Occidental y nuevas posibilidades de
acumulación de capital. ​Etapas del pensamiento Etnológico: ​Críticas de la tesis esclavistas
recogidas de otras civilización. Dicotomía “primitivo-civilizado”.
1850 - 1880 ® ​Contenido histórico: ​Entrada en la fase imperialista de reparto del mundo y
origen de las conquistas coloniales. ​Etapas del pensamiento Etnológico: ​Repitiendo la
dicotomía “primitivo-civilizado”, la antropología se constituye como disciplina independiente y
comparte con als ciencias de la época la ideología del evolucionismo.
1920-1930 ® ​Contenido histórico: ​Implantación definitiva y triunfante del sistema
colonial. ​Etapas del pensamiento Etnológico: ​Crítica al evolucionismo. Constitución de la
Antropología Clásica y sus diversas escuelas científicas que definen los métodos de
observación y análisis.
1950 - 1960 ® ​Contenido histórico. ​Desarrollo de los movimientos de liberación nacional y
comienzo de los procesos de descolonización. ​Etapas del pensamiento Etnológico:​ La
antropología plantea de nuevo su objeto y su relación con el mismo. Investigación de los
fundamentos de una Antropología General y Crítica a la Antropología Clásica.
Para comprender las causas profundas de la expansión colonial es necesario detenerse en el
tercer período de Bronte, haciendo una breve caracterización de la Europa del siglo XIX.
Año 1870, inicio de un largo período de paz, que se prolongó hasta las puertas de la Primer
Guerra Mundial. El éxito al congelar las tensiones europeas se obtuvo a expensas del resto
del mundo, que en aquellos años fue escenario de luchas continuas y objeto de reparto entre
las grandes potencias. El hombre blanco debía soportar la “carga” de extender por todo el
mundo las formas materiales y espirituales de su civilización. El sentimiento de superioridad
de los blancos estaba asociado al gran progreso económico. El desarrollo industrial fue tal
que, si bien Gran Bretaña era considerada como la potencia de hegemonía económica de
Europa y todo el mundo, sólo diez años después se encontraba igualada y superada en
algunos sectores por Alemania y EE.UU. En este proceso de crecimiento y reestructuración
del sistema económico occidental deben buscarse las causas de la expansión colonial.
Los últimos 30 años del siglo XIX fueron de gran desarrollo productivo, pero de importante y
prolongada crisis: la gran depresión, que se prolongó hasta principios del siglo XX. Hubo una
clara disminución de las tareas de incremento en todas las ramas de la actividad económica,
por la falta de salidas suficientes para absorber las mercancías y los capitales acumulados. El
sistema productivo occidental tenía la necesidad de reestructurar sus bases para no incurrir en
un desastre económico. La crisis planteada estimuló en ciertos sectores la concentración de la
producción en pocas empresas industriales. Así nacieron auténticos imperios económicos que
controlaban las principales ramas de la actividad productiva (acero, químicos, tejidos, fuentes
energéticas). Por otro lado, la división entre capital bancario e industrial iba desapareciendo y,
con la unión de los bancos y las industrias, se dio lugar a un nuevo capital, el financiero. La
crisis se prolongada. Europa estaba cerrada por barreras aduaneras, por lo que las potencias
comenzaron a buscar en otra parte las salidas para sus productos.
Ferry, primer ministro francés y promotor de la expansión imperialista, decía que ​la política
colonial es la continuación de la política industrial. Sistema proteccionista.
Gran Bretaña recurre a la penetración en países extraeuropeos.
Entre 1875 y 1880 el valor de las importaciones aumentó en detrimento de las exportaciones,
y el déficit de la balanza comercial se dobló. Los ingleses se dedicaron a estimular las
inversiones en el extranjero, sobre todo en las áreas coloniales. La carrera por el reparto del
mundo entre las potencias revestía caracteres muy distintos de los de la época colonial
anterior. La búsqueda de mercados no basta para definir la lógica del imperialismo. Hay que
remontarse a las nuevas estructuras de tipo monopolista, los grandes monopolios en
formación para asegurar un rendimiento continuo e invertir en áreas ventajosas el exceso de
capital. En Europa esto no era posible, el crecimiento de los grandes trusts no podía
verificarse sino a expensas de lo territorios extraeuropeos donde la tierra a buen precio, los
salarios bajos las materias primas a bajo costo y la facilidad de asumir posiciones
monopolistas hacían prever inversiones altamente rentables. La posesión exclusiva de
regiones ricas en materias primeras era una necesidad esencial para los grandes grupos
económicos. El imperialismo se convirtió en la doctrina política de Gran Bretaña. El país que le
seguía era Francia, luego Bélgica, Alemania, Holanda y Portugal.
Esta era la situación de la economía política en la Europa del siglo XIX. La Antropología, a la
que se le confiere el estudio de las culturas diversas, diferentes de la cultura occidental, debe
colocarse necesariamente ante la “situación colonial”.
El abismo entre las civilizaciones era demasiado grande para un entendimiento mutuo. El
breve período de tolerancia no duró mucho. ​Esto dice Worsley sobre la expansión colonial. ​La
fase que terminó con la división triunfante del globo entero entre un puñado de potencias
europeas vino en 1885. Repetición de viejos modelos de imperialismo, marcó el alba de una
nueva era de la historia humana, caracterizada por un imperialismo de nuevo tipo como
respuesta a las presiones económicas y financieras en Europa. Dio lugar a la unificación del
globo en un solo sistema social. La nueva fase fue destruir la tradicional nación-Estado
europea occidental. Nació un sistema imperial más amplio.
Pero la situación colonial y la configuración del globo, en el que las potencias europeas se
reparte el mundo colonial, no va a ser percibida por la Antropología Clásica. Solamente va a
aparecer con al descolonización. Según Balandier la situación colonial es ​la dominación
impuesta por una minoría extranjera racial y culturalmente diferente, que actúa en nombre de
una superioridad racial o étnica y cultural, afirmada dogmáticamente. Dicha minoría se impone
a una población autóctona que constituye una mayoría numérica, peor que es inferior al grupo
dominante desde un punto de vista material. Esta dominación vincula en alguna forma la
relación entre civilizaciones radicalmente diferentes: una sociedad industrializada,
mecanizada, de intenso desarrollo y de origen cristiano, se impone a una sociedad no
industrializada, de economía atrasada y simple y cuy tradición religiosa no es cristiana. Esta
relación presenta un carácter antagónico básico, que es resulto por la sociedad desarrollada
mediante el ejercicio de la fuerza, un sistema de seudo justificaciones y un patrón de
comportamientos estereotipados operando en la relación.
Podría decirse que desde el siglo XV hasta ese entonces, situaciones de relación colonial en
América, Asia, África y Oceanía.
La situación colonial nace de la conquista y se desarrolla a partir del establecimiento de
relaciones entre dos civilizaciones. En el curso de su desarrollo, tiene tiempos fuertes y
débiles en la presión: fases de conquista, de aprovisionamiento, de administración y al término
del ciclo, un encaminarse hacia la autonomía.
Según Balandier hay tres tipos de empresas dentro de la situación colonial:
- ​La empresa material: ​control de la tierra y modificación de población de los países
sojuzgados, economías ligadas a la metrópoli.
- La empresa política y administrativa: ​control de autoridades locales y autoridades de
reemplazo, control de la justicia, oposición a las iniciativas políticas autóctonas, aunque se
expresen de manera discreta.
- ​La empresa ideológica: t​ entativas de desposesión religiosa para permitir la evangelización,
acción directa de un aprendizaje importado, transmisión de modelos culturales en función del
prestigio desarrollado por el grupo dominante.
Los colonizados prueban la situación colonial como una empresa de desposesión material y
espiritual.
Es sobre esta situación histórica concreta que se va a desarrollar la Antropología Clásica.
El colonialismo no es sólo expansión y dominación económica, sino también dominación y
etnocentrismo culturales. Supone la creencia en una sola cultura.
A la visión imperial está ligada la negativa de reconocer a las sociedades no occidentales una
interioridad real que no sea percibida como pasividad u hostilidad.
Según un autor ​No es natural, no es justo que los pueblos civilizados occidentales vivan en
espacios restringidos, donde acumulan maravillas de la ciencia, el arte, la civilización, dejando
la mitad del mundo a pequeños grupos de hombres incapaces e ignorantes… o bien
poblaciones decrépitas sin energía ni dirección, incapaces de todo esfuerzo.
Esta superioridad intrínseca de los europeos legitima la apropiación y para el colonizador, el
colonizado se va transformando en un vago, un desganado, desocupado. Pero la visión
imperial no es negación pura y simple de la otra. La diversidad del mundo es sabrosa para el
colonialismo de 1900. Esta diversidad, este exotismo, genera inspiración y curiosidad
científica. Son la doble compensación del imperialismo. Curiosidad de un tipo bien
determinado (para ella la religión se convierte en superstición, el derecho en costumbre y el
arte en folklore). Se va a pretender además estudiar científicamente los pueblos que se
colonizan y colonizar científicamente.
Las escuelas antropológicas que dominan la historia de la expansión colonial de los siglos XIX
y XX son el evolucionismo y el funcionalismo. No son las únicas pero son las hegemónicas.
¿Qué concepciones se tenían de las sociedades no occidentales en el siglo XIX en el marco
de esas corrientes teóricas?
Durante el siglo XVIII los ideólogos del Iluminismo elaboran una visión progresista de las
sociedades salvajes, que no logra plasmarse en una teoría y en una práctica antropológica en
sentido estricto. Conserva la creencia en la universalidad de la naturaleza humana concebida
como la expresión, geográfica e históricamente, de la universalidad de la razón. Las
sociedades salvajes no son estudiadas por sí mismas, sino por la ayuda que puedan aportar al
establecimiento de una tipología de las operaciones de que es capaz el espíritu humano Para
los pensadores originales del siglo XVIII los salvajes son los representantes contemporáneos
de los hombres de origen o próximos al origen. Pero esta idea de salvajes no es asimilable al
a de los pensadores evolucionistas, para quienes el primitivo es el representante del estado
primero de la sociedad. El origen es concebido en el siglo XVIII como auténtico, en tanto que
en el siglo XIX será concebido como simple, lo tosco y lo inacabado. En la medida en que el
origen es lo auténtico, se puede obtener de él enseñanzas teóricas y prácticas.
El concepto de ​pueblo de naturaleza ​no solamente remite a la idea de una norma práctica, de
una vida moral auténtica sino también a la de una razón teórica, respecto a la cual el saber
actual toma sentido y validez.
La ideología del “buen salvaje” estaba ligada a la del Iluminismo. Rousseau ve en la sociedad
salvaje el modelo de sociedad auténtica, que responde a las necesidad inmediatazas. Y la
sociedad que sus contemporáneos llaman “ilustrada” no es más para él que una sociedad en
la que las luces consisten ante todo el lujo, la afectación, el artificio y la superficialidad. Los
artificios y el lujo europeos irían a pervertir al “buen salvaje” en estado puro y de encantadora
inocencia. Como las necesidades y la ideas que constituyen la naturaleza humana son las
mismas en todas partes, la s propiedades generales de sociedades son comparables,; tienen
preocupaciones e intereses comunes.
Y así el interés y las preocupaciones de las sociedades salvajes son las mismas que las de
Europa Los pueblos son comerciantes, cambian sus mercancías y Europa podría organizar
con ellos relaciones pacíficas si no hubiera una dificultad debida al hecho de que esas
relaciones han sido manchadas por la anterior violencia europea. El pensamiento dominante a
fines del siglo XVIII no pretende fundar en la violencia el establecimiento de relaciones con las
naciones salvajes, pero han tenido que “arreglar” estas concepciones ya que no eran
compatibles con una cierta colonización. Pero de ninguna manera es asimilable al
colonialismo que aparece a mitad del siglo XIX.
Hacia 1860 la reflexión antropológica toma un nuevo rumbo. Aparecen las obras clásicas de
Bachofen, Tylor y Morgan. Las mismas explican que las sociedades están alineadas según un
continuo homogéneo y único, jalonado por cortes: “estudios de avance. Toda sociedad real se
ve reducida en un determinado momento a un estadio de evolución técnico-económico.
En la revolución industrial el criterio de avance es esencialmente tecnológico.
El principio de la unidad del género humano se funda en la universalidad del conocimiento
técnico.
Un principio común de inteligencia puede encontrarse en el salvaje, el bárbaro y el hombre
civilizado. La humanidad ha sido capaz de producir en condiciones semejantes mismos
instrumentos y utensilios, los mismos inventos y construir instituciones semejantes a partir de
los mismos gérmenes de pensamiento originales. De la punta de la flecha que expresa el
pensamiento en el salvaje, a la punta en mineral y hierro que expresa el del bárbaro y,
finalmente, el ferrocarril, que es el triunfo de la civilización. ​(Morgan)
Para Morgan el salvajismo ha precedido al a barbarie en todas las tribus de la humanidad y la
barbarie ha precedido al a civilización.
El siglo XIX asocia el aporte de la civilización a la valoración de los recursos inexplotados ​. El
hombre civilizado es en todo más juicio y más hábil que el salvaje, y también mejor y más
dichoso.​ (Tyler).
Ha caído en desuso la ideología del buen salvaje y ha sido suplida por la de la superioridad de
la sociedad civilizada o industrial.
Dentro de esta corriente la Antropología tiene la tarea de describir esas sociedades atrasadas
“antes de que sean transformadas por Occidente”. Europa tiene el deber de abrir los pueblos
coloniales al a civilización. La especificidad de la colonización contemporánea no es sólo el
hecho de una sociedad que se cree superior, sino el hecho de una sociedad que cree
fundamentar su superioridad en la ciencia y especialmente en la ciencia social.
Berque dice ​El imperialismo imponía al mundo una forma de concia al mismo tiempo que una
forma de gestión.
Implica tanto la ideología evolucionista como el dislocamiento de los sistemas económicos
tradicionales. La asimilación constituye el objetivo de la colonización en la perspectiva
evolucionista. O sea, la entrada de todas las sociedades no occidentales en la órbita de la
“civilización”. Se adopta una actitud de desilusión ante la resistencia de los colonizados y se
afirma la necesidad de un paso gradual y mesurado de dicho estado a la civilización.
La explotación colonial supone el pasaje de una economía de subsistencia o de excedente
relativo, a una economía basada en la producción de excedente para el mercado monopolista.
Esto conducirá a cambios radicales en las relaciones ecológicas, productivas, y en los
contenidos culturales e ideológicos de estas relaciones.
La penetración colonial supone dos procesos conjuntos: la apropiación y privatización e la
tierra y la producción de mano de obra barata. Estos procesos se sostienen sobre los
siguientes supuestos:
- Considerar lo “descubierto como si no perteneciera a nadie, como si las áreas no estuvieran
habitadas y usadas por otros grupos.
- Invocar causas legales. Derechos creados por la legislación europea.
- Legitimar los hechos de apropiación por la superioridad intrínseca de los europeos y por la
incapacidad de los pueblos europeos.
Coincidiendo con la cuarta fase según Bonte, en la que se consolida definitivamente el
sistema colonial, correspondería, en la etapa de pensamiento etnológico, el ​pasaje del
evolucionismo al funcionalismo​.
El ​funcionalismo ​va a surgir en el seno mismo de la ideología evolucionista como la
necesidad que tiene la colonización de conocer las instituciones locales, para lo cual se
requiere el análisis de las estructuras sociales indígenas.
No reniego por completo del evolucionismo. Sigo creyendo en la evolución, los orígenes, el
proceso de desarrollo, pero veo que las respuestas a todas las preguntas del evolucionismo
deben derivarse del estudio empírico de los hechos e instituciones cuyo desarrollo pasado
queremos reconstruir. M ​ alinowski​ . Antropólogo inglés que va a dar fuerza y carácter a la
corriente funcionalista. Su opinión es importante para demostrar que las rupturas científicas
y/o ideológicas no son taxativas y que se trata más de cambios de enfoque antes que de
cortes radicales.
La técnica de “trabajo de campo” se va a imponer para cumplir los objetivos del funcionalismo.
El método funcional va a poner su interés en las relaciones entre costumbres, instituciones y
aspectos culturales. El antropólogo deberá permanecer largamente sobre le terreno para
comprender a la sociedad en su interioridad.
El antropólogo debe abandonar su confortable posición y debe ir a las aldeas, ver a los
indígenas trabajando, debe navegar con ellos, observarlos en la pesca, en la caza y en las
expediciones. La información debe llegarle en toda su plenitud a través de sus propias
observaciones sobre la vida indígena en lugar de venir de informaciones reticentes. La
Antropología la aire libre.
Así postula Malinowski que debe ser recogida la información, en función de su mejor validez.
La Antropología, con el funcionalismo, deja de ser el mirador de la civilización ante las
costumbres “aberrantes”. Es el mirador de la sociedad industrial ante la vida auténtica. Para el
antropólogo, la necesidad de “vivir lejos de los blancos, en completa convivencia con
indígenas”. Vivirá entre ellos como un miembro más de su sociedad. El antropólogo rompe con
el mundo blanco, mas por razones metodológicas que románticas. Trata de abolir su condición
de europeo para hacerse una mirada objetiva. En la Antropología funcionalista el punto de
vista comparativo se esfuma y deja lugar a estudios monográficos sobre culturas que
contienen lo que es necesario para su comprensión. El funcionalismo se define por contraste
con las otras corrientes que lo han precedido.
La concepción funcionalista con respecto a los pueblos colonizados era una mirada que
penetraba en la interioridad de esas culturas, conllevando un relativismo implícito, una actitud
romántica.
¿Qué efecto tuvo el medio ambiente colonial sobre el surgimiento del funcionalismo británico?
No se trata de una relación mecánica, ya que otros regímenes coloniales europeos no
consiguieron producir escuelas de antropología semejantes. Hay que contar con la política del
gobierno indirecto como progenitor de la antropología funcionalista o de otra clase.
La perspectiva funcionalista fue un experimento de análisis sincrónico que llega su
culminación en el funcionalismo contemporáneo. Que abandona la optimista confianza en el
progreso y la reemplaza por el problema del orden y la cohesión. Incorporando la norma del
utilitarismo social: utilidad para la sociedad.
Los antropólogos de este período pretendieron ser útiles al gobierno colonial. Algunos lo
fueron, otros no. El paréntesis que supuso el funcionalismo con respecto al a valoración de
superior /inferior adjudicados a Occidente y a los pueblos colonizados respectivamente fue
breve y restringido a los ambientes académicos, pues la sociedad y los administradores
coloniales siguieron manteniendo una concepción evolucionista en cuanto a la valoración e los
grupos etnográficos.
A partir de la Segunda Guerra Mundial se abandonan las concepciones relativistas, se asume
un neoevolucionismo que mide el adelanto de las sociedades humanas por cantidad de
energía consumida por habitante. Y el mundo queda dividido en países “desarrollados” y
países “subdesarrollados”.

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