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INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA “ADORATRICES”

PROFESORADO DE NIVEL INICIAL


I.S.P.I. Nº 9024

Área Estético-Expresiva II
Plástica
Etapas evolutivas del grafismo infantil
según Viktor Lowenfeld

Profesora: Valeria Palermo


Comisión: 1º año 2ª división
Año 2017
LAS ARTES PLÁSTICAS EN LA INFANCIA
Es desarrollo del arte en la infancia es importantísimo, puesto que el Arte, es una forma de
pensamiento que va más allá de la manifestación de los estados afectivos del niño. El arte
infantil es un sistema de signos organizados, un lenguaje –no verbal- que el niño utiliza como
medio de comunicación. Progresa con su propio desarrollo y evoluciona con él; va pasando por
distintos estadios hasta llegar a la pre-adolescencia, que es cuando muere el arte espontáneo
infantil para dar paso a otro ciclo sujeto a distintas reglas, más próximo a la concepción del
arte adulto.

Una parte importante de los dibujos infantiles están generados por el conocimiento
actualizado que los niños tengan de la realidad y por los aspectos perceptivos ligados a su
experiencia de las cosas.

A través de la actividad gráfico-plástica el niño aumenta su capacidad de observación y


análisis; cuando dibuja pone en marcha procesos de atención, analizando la forma, el tamaño,
la estructura, el color, la textura… de aquello que va a representar y también aumenta su
capacidad de memoria, al seleccionar en el momento del dibujo aquellos elementos que van a
intervenir en su representación.

Si bien la evolución del grafismo es personal y por ello varía de un niño a otro, Viktor
Lowenfeld1, en su libro “Desarrollo de la capacidad creadora”, nos habla de la evolución gráfica
como reflejo de la evolución psicofísica del niño.

1
(1903–1960) Profesor de educación artística en la Universidad Estatal de Pensilvania, que ayudó a
definir y desarrollar el campo de la educación artística en los Estados Unidos.
LAS ETAPAS EVOLUTIVAS DEL GRAFISMO INFANTIL

ESTAPA DEL GARABATEO


(De los 2 a los 4 años según Lowenfeld; pero de acuerdo a la experiencia actual
podemos decir que se adelanta de 18 meses a 3 años y coincide con el jardín de 3
años)

El primer registro gráfico, que adopta la forma de garabato, se da alrededor de los 18 meses
de edad (dependiendo del entorno y las motivaciones que el pequeño reciba) cuando se le da
un lápiz y comienza a trazar rayas sobre el papel. Garabateo, que está estrechamente
vinculado a las experiencias kinestésicas de la infancia. Esos movimientos son incontrolados al
comienzo, pero con su ejercicio mediante
técnicas y motivaciones, los trazos
adquirirán la motricidad necesaria para
darles dirección.

La primera fase del garabato se


denomina garabateo desordenado y
nos indica que el niño todavía no es capaz
de realizar tareas que requieran una
adecuada coordinación motora, como
por ejemplo, comer solo. Estos primeros
trazos no tienen sentido ni representan
nada; son desordenados, porque el niño aún no tiene ningún control visual entre sus
movimientos y los trazos que realiza. Es más, el niño puede estar mirando hacia otro lado
mientras garabatea. Cuando dibuja, hace movimientos burdos, y al dibujar mueve todo el
brazo, produciendo movimientos amplios que a menudo sobrepasan los límites del papel.

La imposición de ideas que están más allá de la capacidad de una etapa del desarrollo infantil,
pueden resultar en estereotipos y frustraciones, que impidan o interfieran con el buen
desenvolvimiento evolutivo. Considera como una regla de conducta: ningún niño debe ser
interrumpido al garabatear. En esta etapa, como
lo importante es el desarrollo kinestésico, los
ayudaremos dándoles materiales y técnicas
llamativas en superficies grandes.

La segunda fase por la que atraviesa, es del


garabateo longitudinal o controlado. En ella,
el niño se va dando cuenta de cómo sus
movimientos afectan al papel y se siente atraído
al comprobar como su movimiento afecta a su entorno. Desde ese momento, traza líneas
conscientemente, ya sea hacia arriba y abajo, como de derecha a izquierda y viceversa, aunque
frecuentemente aparezcan mezcladas con trazos descontrolados. El conseguir el cotrol del
hombro, constituye para él una experiencia vital, no sólo logra confianza en sí mismo,
mediante la sensación de dominio, sino que también siente visualmente lo que hace
kinestésicamente.

Este será el momento en que los adultos podrán solicitar a los niños la ejecución, más o
menos correctas de actividades que requieran coordinación motora -conquista más
importante de esta etapa-.

En esta fase, los niños no tienen otras intenciones de creación más que mover el lápiz sobre el
papel.

La tercera fase es la del garabateo circular. El


niño logra mayor motricidad, y al utilizar todo su
brazo, obtiene como resultado el movimiento
circular. Este hecho, constituye para él una
experiencia de gran valor emocional, puesto que
controla sus movimientos y en consecuencia, su yo
se afirma.

Finalizando la etapa del garabato, nos encontramos con la fase del garabateo con nombre.
Esta etapa es similar a la que Georges-Henri Luquet llamaba etapa del Realismo Fortuito. El
niño observa los garabatos y les busca un significado: “eso es una casa”, “ese es un niño”. Pero
esta explicación es a posteriori; el niño no intentaba dibujar eso y no hay concordancia de
forma ni color. Además, un mismo garabato puede cambiar de nombre a lo largo del proceso
del dibujo.

Poco a poco, la docente, verá que a través de narraciones, paseos, percepciones directas e
indirectas, los niños comienzan a querer representar la familia, el perro, la mesa, la sala y otros
objetos cotidianos.

El niño, cambió del pensamiento


Kinestésico (referido al movimiento y a
las sensaciones musculares) al
pensamiento imaginativo. Comienza a
formar sus propios esquemas de las
cosas y sus garabatos adquieren forma y
vida para él. La docente debe admirar y
estimular sus dibujos para que siga experimentando nuevos esquemas de pensamiento.

EL SIGNIFICADO DEL COLOR:

El color ocupa un papel secundario en esta etapa. Al niño le gusta usar colores, pero hay que
saber que el uso de los mismos puede distraerlo de lo fundamental que es el establecimiento
de la coordinación motriz.
Los niños que son atraídos por los colores interrumpen frecuentemente la ejecución del
garabateo para manchar de pintura el papel que disponen. Por lo tanto, es preferible darles
uno o dos colores.

ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:

NUNCA debemos colocar frente a los niños una hoja y decir simplemente: dibujen.

Cuando comienza su obra, el niño debe estar pensando en “algo” producto de nuestra
sensibilización. Frecuentemente ese “algo” nos parece insignificante, pero para el niño
significa siempre una confrontación con su propio yo, con su propia existencia.

Si un pequeño garabatea en una esquina de la hoja, no podemos decirle que utilice toda la
hoja, sino que para lograr nuestro objetivo tenemos que aplicar un campo de referencia y
decirle por ejemplo: -“si jugaras con un autito, solamente lo moverías en una baldosa o por
todo el piso. Imagina que tu hoja es el piso y tu auto es el fibrón”.

Las primeras interferencias comienzan en el garabateo cuando los mayores, ansiosos, esperan
ver algo que concuerde con sus concepciones de adulto.

ETAPA PRE-ESQUEMÁTICA
(De los 4 a los 7 años según Lowenfeld; pero de acuerdo a la experiencia actual
podemos decir que se adelanta de los 3 a los 5 años abarcando las 3 salas del jardín)

El niño se siente tan atraído hacia el dibujo, y puede llegar a concentrarse en la tarea durante
media hora. En este momento por primera vez intenta reflejar algo. Aquello en lo que por
primera vez siente interés es en la figura humana.

FIGURA HUMANA:

El niño representa la figura


humana a través de los llamados
“renacuajos”, que muchas veces
son una cabeza de la que surgen
dos piernas largas. La importancia
que le da a la cabeza viene de que
el niño lo relaciona con los
principales sentidos, con la
alimentación y con el
reconocimiento de la cara de los
seres queridos. Al principio los
rostros y los dibujos tienen pocos
elementos, y poco a poco los va
aumentando de forma progresiva.
Esta es una característica típica de esta etapa, la adición de elementos. Poco a poco va
agregando pies, orejas, cuerpo, brazos.

La criatura representa lo que es emocionalmente importante para ella en el momento de la


experiencia gráfica, aunque sabe que un hombre también tiene cuerpo, brazos, manos, dedos,
su conocimiento es pasivo.

Gracias a nuestro trabajo, incentivando la percepción, comienzan a sentir la necesidad de


enriquecer sus recientes descubrimientos, y lo lograrán paulatinamente; el garabateo irá
desapareciendo para dar paso a trazados que reflejen al objeto. En ese momento comienza la
CREACIÓN CONSCIENTE DE LA FORMA.

En el reciente impulso de descubrir relaciones, el niño está en constante búsqueda de nuevos


conceptos, para los cuales pronto establecerá su propio e individual patrón; su ESQUEMA
personal.

ESPACIO:

Llamamos espacio a todo lo que está fuera de la figura.

El niño queda satisfecho por representar los objetos en sí, sin necesidad de vincular cada
objeto con los demás. La
incapacidad para correlacionar
debidamente el espacio, es
una clara evidencia de que el
niño todavía no está maduro
para cooperar socialmente, ni
tiene el deseo de coordinar las
letras o de aprender a leer.
Aún no se ha sentido a sí
mismo como parte del medio.
Es por ello que los objetos se
presentan sin orden en la hoja.

COLOR:

El niño no ha descubierto aún la relación color-objeto; aplica a sus representaciones los


colores según los sentimientos que experimenta en contacto con los objetos, o en el momento
de representarlos.

ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:

Puesto que todo contacto o comunicación con el medio se establece mediante el “yo”, es de
mayor importancia estimular el respeto al mismo.

Para enriquecer el conocimiento activo del “yo” es necesario estimular el concepto infantil de
las PARTES DEL CUERPO, mediante experiencias individuales a través de los sentidos (mirar,
tocar, jugar con el cuerpo, etc.). Un simple ejemplo ilustrativo: para que dibujen su boca,
primero se los estimula dándoles de comer un caramelo. Los chicos lo mastican, lo saborean,
se observan haciéndolo, y luego dibujarán sin dificultad la boca en sus esquemas.

Gracias a las actividades lúdicas, las vivencias reales o sustitutas, la observación del mundo
que lo rodea, poco a poco, los elementos representados se irán apoyando en una línea de
base, esta es la transición que marca el comienzo del ESQUEMATISMO.

ETAPA ESQUEMÁTICA
(De los 7 a los 9 años según Lowenfeld; pero de acuerdo a la experiencia actual
podemos decir que se adelanta de los 4-5 años hasta los 8 años, abarcando salas de 4 y
5 y primer ciclo de primaria)

ESPACIO:

El niño descubre que forma parte de un todo más grande donde existe un orden. En sus
representaciones aparece la línea de base, que representa el terreno. En cuanto al cielo, el
niño sabe y siente que está por encima de nosotros, por eso lo representa con una franja en la
parte superior de la hoja. Toma conciencia de que existe cierto orden en las relaciones
espaciales, ya no piensa en objetos aislados, sino que establece relaciones entre los
elementos.

El docente debe poner especial atención en el esquema espacial, sin dejar de lado el corporal.
La observación del entorno, de obras de arte de diferentes referentes, historias que describa
lugares significativos, harán que los niños comiencen a ensayar representaciones espaciales.

Es peculiar ver que a todos los elementos los dibujan perpendicular a la línea de tierra.

El PLEGADO O REBATIMIENTO, constituye un recurso gráfico de esta etapa, para representar


los objetos en el espacio.
La REPRESENTACIÓN ESPACIO-TIEMPO, nos muestra el conocimiento activo del niño acerca
del transcurso del tiempo, de hechos sucesivos se refleja principalmente de dos formas. Una,
da como resultado dibujos seriados, especie de historieta o película en la que se suceden las
escenas. Otra consiste en refundirlo todo en una misma escena, aunque cronológicamente se
haya dado en tiempos diferentes. Sería algo similar a la fotografía en que se aprecia el
movimiento por repetición del objeto, en posturas sucesivas, en la misma placa.

La MEZCLA DE PLANO Y ELEVACIÓN, evidencia la intención de representar todos los detalles


de una escena, sin importar los puntos de vista del espectador; dibujando elementos vistos
desde arriba, con otros que se observan de frente.

Otro caso especial son las TRANSPARENCIAS o


cuadros de tipo RAYOS X en que vemos, a la vez, la
parte exterior e interior de las cosas. Por ejemplo, la
casa y lo que hay dentro, o el coche como si fuese de
cristal con asientos, personas, motor, etc., o la
persona vestida con ropa trasparente.

Los dibujos representan el concepto del objeto


para el niño. Aun así, algunos dibujos se asemejan más que otros a la realidad. Esto dependerá
de su experiencia personal. Trata de representar el objeto tal cual es, incluidos los colores.
Aparece el desarrollo de un concepto definido de la forma, mediante la repetición de símbolos:
esquema o iconograma. (ESQUEMA= concepto al cual ha llegado un niño respecto de una
forma y lo repite continuamente mientras no haya tenido una experiencia nueva que influya
sobre él para cambiar ese esquema.

El esquema representa el conocimiento activo que el niño tiene de ese objeto, no es una
plasmación de lo que ve.

FIGURA HUMANA:

Agregando detalles el niño llega a conquistar el esquema completo de la figura humana,


apareciendo el concepto definido de la misma. En donde, el esquema-imagen corporal está
constituido por líneas y figuras geométricas que pierden su significado fuera del conjunto
(círculo para la cabeza, rectángulos, triángulos, óvalos, líneas…para el resto de las partes más
significativas de la figura humana).

El niño dibuja cabeza con ojos, nariz y boca -a veces con cabellos y/u orejas-, tronco con
brazos y dedos, piernas y pies. Incluso llega a representar actitudes que simulan el
movimiento. Repite constantemente su esquema.

COLOR:

El niño descubre la relación color-objeto. Ya conoce colores primarios y secundarios y puede


experimentar la mezcla pigmentaria también con claros y oscuros.

ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:
El niño está buscando un modelo o una estructura dentro de su medio. El concepto de sí
mismo que se desarrolle en este momento, puede ser un factor importante en sus relaciones
con la capacidad de aprendizaje y con la gente. Los propósitos básicos del programa de plástica
para ellos, deben tender a “desarrollar una imagen positiva de sí mismos, alentar a la confianza
en los propios medios de expresión y proveer la oportunidad para que se origine el
pensamiento divergente constructivo”2.

ETAPA DEL REALISMO


(De los 9 a los 12 años; equivale al segundo ciclo de la educación primaria)

Hacia los 9 años la representación esquemática y las líneas geométricas no bastarán para
permitir que el niño se exprese; intenta ahora enriquecer su dibujo y adaptarlo a la realidad. El
dibujo es más natural. Es la edad de la pandilla, una época en que sus pares adquieren una
gran importancia. Descubren su independencia social. Los chicos disfrutan con sus reuniones y
códigos propios, en ese mundo lleno de emociones que los mayores no comprenden. Es un
momento ideal para formar hábitos de cooperación grupal, respeto y consideración.

El niño va tomando progresivamente conciencia de su mundo real; manifiesta mayor


conciencia visual, y en el dibujo presenta mayor interés por los detalles. Al mismo tiempo,
comienza a esconder sus dibujos y a perder la espontaneidad al expresarse plásticamente.

Para Lowenfeld el concepto de realismo no significa “reproducción fotográfica de la


naturaleza”, sino la tentativa del sujeto por representar un objeto como concepto visual.

FIGURA HUMANA:

El esquema ya no es adecuado para la representación humana que era una expresión


generalizada, ahora el niño está interesado en expresar características vinculadas al sexo
(vestimenta, corte de cabello, accesorios, etc.). Dibuja de frente y de perfil e incluso se acentúa
la actitud de movimiento.

2
ACERETE, Dora. Objetivos y didáctica de la educación plástica.
ESPACIO:

Respecto del espacio, se puede apreciar un cambio desde la representación simbólica que
conocemos con el concepto de línea de base hasta una representación mucho más naturalista.
El niño descubre que el espacio entre las línea de base adquiere significado. A través de la
página, en la parte superior del dibujo, sino que ahora se extiende hacia abajo, hasta el
comienzo que puede haber sido la línea de base, pero que gradualmente adquiere el
significado de horizonte. En este momento, sin embargo, aún no ha llegado a comprender el
significado de horizonte; inicia sus primeros pasos hacia el concepto de profundidad, a pesar
que todavía no ha desarrollado una percepción visual consciente del mismo.

ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:

En esta etapa, a los niños les cuesta mucho pintar y hay que incentivarlos continuamente.

A medida de que acrecientan sus relaciones con el ambiente, se hace necesario


proporcionarles un sentido de lo que es genuino y lo que no lo es; siendo una de las principales
funciones del diseño es establecer relaciones armoniosas entre los objetos representados.

Enseñarles a descubrir la belleza natural de las cosas, enriqueciendo su capacidad perceptiva,


observando, eligiendo y clasificando. Es un buen momento para ponerlos en contacto con todo
tipo de materiales y texturas que podrán servir de base a diseños armoniosos, siempre en
función de las cualidades específicas de cada uno de ellos.

Se comienza a notar un conocimiento consciente de la decoración y del diseño, lo que no


significa que se les deba enseñar formalmente diseño. “Identificarse con las cualidades de los
materiales, aprender a conocer su comportamiento, es importante no sólo para el punto de
vista educativo, sino también ético, pues servirá para crear un sentimiento de sinceridad y
autenticidad en el diseño”3.

Durante esta etapa hay una fuerte presión sobre el niño para que se adapte a los esquemas o
gusto de los adultos, a la sociedad y al grupo. Es un riesgo caer en el estereotipo o la
frustración. –“Ella dibuja mejor que yo”. –“A mí no me salen tan bien”. Por ello, es de vital
importancia, favorecer los intentos individuales, darles confianza para que hallen sus propias
respuestas y puedan resolver problemas.

BIBLIOGRAFÍA:
LOWENFEL, Viktor. Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Kapelusz, 1974.

PALOPOLI, María del Carmen. Didáctica de las artes plásticas en el nivel inicial: el lenguaje
visual, un camino con nuevos desafíos / María del Carmen Palópoli y Cristina Laura Palópoli. -
1ª ed. – Buenos Aires: Bonum, 2009.

3
Pág. 235. LOWENFEL, Viktor. Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Kapelusz, 1974.

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