Sei sulla pagina 1di 6

ADULTO JOVEN

Una etapa en la que existen contradicciones vitales, aún pareciera ser que se es muy joven y
a la vez lo suficientemente mayor como para adquirir responsabilidades, entre las que se
cuentan el matrimonio o vida en pareja, formar una familia, asumir una responsabilidad
laboral y con ello la independencia económica lo cual trae consigo la independencia
emocional y afectiva, así lo ve la sociedad. (Mulsow G., 2013)

No obstante, el adulto joven tiene aún mucho de adolescente, y por ello a veces no mide su
respuesta ante un suceso vital teniendo posteriormente que asumir la consecuencia de ello.
Es más, hay momentos en que por responder a las expectativas de la sociedad la decisión o
alternativa de respuesta es aceptada a los ojos de los demás pero genera descontento y
frustración en sí mismo (Erickson, 1982). (Mulsow G., 2013)

Esta etapa, a nuestro juicio, tiene relevancia en cuanto a la formación y asentamiento del
funcionamiento íntimo de la persona, aspecto que es inherente, hasta cierto grado, a todas
las etapas. (Mulsow G., 2013)

DESARROLLO COGNITIVO EN LA ADULTEZ JOVEN

DEFINICIÓN DE LA INTELIGENCIA ADULTA

Aunque es uno de los términos de uso más generalizado en la Psicología –y en la vida


diaria- el significado de “inteligencia” resulta controvertido. Hay argumentos antiguos
sobre si la inteligencia consiste en una capacidad general (que, si usted la tiene en
abundancia, sería de beneficio en casi todas las tareas cognitivas) o en capacidades
independientes (lo que sugiere que probablemente usted sea fuerte en ciertos ámbitos
cognitivos, débil en otros, etc.). Por ejemplo, Howard Gardner (1983. 1998, 1999) ha
descrito ocho inteligencias diferentes y ha propuesto otras dos (espiritual y existencial).
También se debate el grado de aportación que hacen la herencia y el entorno a la
inteligencia y cómo lo hacen. (Hansen Lemme, 2003)
Marcos mentales, según Gardner.

Howard Gardner se opone al planteamiento de que la inteligencia consta de una capacidad


general que puede evaluarse con base en las pruebas de inteligencia tradicionales. Por
ejemplo, ha propuesto que hay ocho inteligencias diferentes, basadas en distintas partes del
cerebro y que siguen distintas trayectorias de desarrollo. Como especie, el ser humano ha
evolucionado de tal manera que es posible analizar diversas clases de información. Cada
uno de nosotros posee todas estas formas de razonamiento, aunque en diversos grados; por
tanto, es probable que un individuo sea más fuerte en unos ámbitos que en otros, y que las
áreas de fortaleza y debilidad difieran de una persona a otra. Las pruebas de CI estándar se
basan en buena medida en las dos primeras inteligencias descritas: lógico-matemática y
lingüística, las cuales probablemente le suenen familiares. Las otras seis tal vez lo
sorprendan. Gardner considera que nos hemos equivocado al conceptuar las inteligencias de
manera tan limitada, sin conocer y desarrollar otras formas de razonamiento valiosas. A
continuación, se describen sucintamente los ocho marcos mentales, junto con algunas
profesiones en las que la persona podría recurrir a cada fortaleza. Por supuesto, la mayor
parte de las tareas se basa en combinaciones de estas formas de inteligencia.

Inteligencia lógico-matemática. A menudo catalogada como “razonamiento científico”, la


inteligencia lógico-matemática hace referencia a la clase de razonamiento utilizado para
resolver problemas de matemáticas y ciencias. Es lineal y analítica. Científicos,
matemáticos, físicos.

Inteligencia lingüística. Capacidad para servirse del lenguaje con soltura. Un poeta es un
ejemplo de persona que puede valerse de las palabras para transmitir excepcionalmente
bien ideas y emociones. Escritores, traductores, abogados.

Inteligencia Visoespacial. Capacidad para percibir y recordar con precisión estímulos


visuales, orientarse en el espacio, entender la organización de éste y transformar
mentalmente los objetos tridimensionales. Artistas, ingenieros, planificadores urbanos,
escultores, navegantes.

Inteligencia musical. Capacidad para entender y producir música. Músicos, compositores,


directores.
Inteligencia corporal/cinética. Capacidad para entender y servirse eficazmente del cuerpo.
Deportistas, bailarines, cirujanos, artesanos.

Inteligencia naturalista. Capacidad para entender las pautas del mundo natural. Biólogos,
geólogos, oceanógrafos.

Inteligencia interpersonal. Término que alude a la capacidad para entender a los demás,
saber qué los motiva, leer sus señales, intenciones y deseos. Políticos, maestros, terapeutas,
vendedores.

Inteligencia intrapersonal. Conocimiento del funcionamiento interno propio, tener acceso


a los propios sentimientos. Ésta es una modalidad de inteligencia más íntima y sólo se hace
evidente a través del lenguaje, la música o alguna otra forma de expresión. Actores, líderes
espirituales. (Hansen Lemme, 2003)

En el campo de la Psicología, se ha llegado a definir la inteligencia, para razones prácticas,


en función de las pruebas que la miden. Dicho de otro modo, se ha equiparado a la
inteligencia con la calificación en una prueba de inteligencia. Estas pruebas, que
comenzaron con la de Binet y Simon en 1908, tenían por objeto medir principalmente la
capacidad académica de los niños. La inteligencia, definida de esta manera, hace referencia
a su uno posee, en términos cuantitativos, la clase de habilidades académicas que necesitan
los niños para tener un buen aprovechamiento en la escuela, como las capacidades verbal y
matemática, pero ignora capacidades como la creatividad. Se trata, pues, de una definición
muy restringida. Este uso del término “inteligencia” se vuelve más problemático cuando se
aplica a los adultos. Se considera en forma muy generalizada que la inteligencia académica
es un pobre reflejo de la diversidad de habilidades mentales necesarias para tener éxito en
la vida diaria adulta. La competencia cognitiva en la escuela podría aprovechar otras
capacidades cognitivas distintas de la competencia cognitiva en una situación de ventas o
de combate militar. Una definición más adecuada y amplia del término reflejaría los puntos
de vista contextuales sobre el desarrollo, en los cuales se sostiene que la “inteligencia
consiste en la actividad mental relacionada con el hecho de adaptarse exitosamente al
propio entorno. (Hansen Lemme, 2003)
La perspectiva Piagetiana es, tal vez la más explícita en postular que el desarrollo
intelectual está completo con el desarrollo de las estructuras operacionales formales, el cual
ocurre en algún momento durante la adolescencia. Los Neo-piagetianos, desde la
perspectiva de Piaget, típicamente escogen caracterizar el desarrollo intelectual sólo hasta
alrededor de la edad de 20 años. Sin embargo, es menos probable que se queden en que el
desarrollo intelectual termina donde su teoría lo deja fuera. Dentro de la perspectiva
psicométrica, muchos de los test de inteligencia descontinúan la recopilación de datos
normativos alrededor de la adolescencia. (Hansen Lemme, 2003)

La información de procesamiento, aprendizaje y perspectivas contextuales son mucho más


ambiguas en cuanto a cuando desarrollo intelectual está completo. Investigación sobre
procesamiento de la información ciertamente demuestra que en la tercera infancia (con
frecuencia incluso en inicios de la adolescencia) se usan procesos, estrategias y
representaciones similares con la misma velocidad y eficiencia en jóvenes adultos.
Investigaciones dentro de la perspectiva del aprendizaje también muestra que los
adolescentes son similares a los jóvenes adultos en el contenido y organización de su
conocimiento base. En perspectiva contextual, los niños adolescentes han adquirido muchas
de las herramientas y medios para resolver problemas intelectuales, de sus antepasados
eruditos. (Hansen Lemme, 2003)

APRENDIZAJE ADULTO DURANTE EL CICLO VITAL

Los individuos necesitan del aprendizaje durante toda su vida a fin de lograr adaptarse a los
cambios en sus entornos y circunstancias de vida. Esto se aplica sobre todo en la actualidad,
en razón del acelerado ritmo del cambio y la dificultad para prever la clase de mundo que
sobrevendrá en el futuro. Poco se sabe del aprendizaje adulto, debido a que el énfasis se ha
colocado en estudiar el aprendizaje y desarrollo cognitivo en los primeros años de vida y
porque las modalidades de aprendizaje que se dan en la edad adulta difieren de las que
suelen estudiar los investigadores. Con todo, las investigaciones señalan que la mayor parte
de las capacidades de aprendizaje aumentan de la tercera a la octava década de vida, aunque
el aprendizaje en la adultez es distinto del que se manifiesta en la niñez, ya que las
necesidades de los discípulos adultos y los contextos que tiene lugar el aprendizaje adulto
son considerablemente diferentes. (Hansen Lemme, 2003)

Los sucesos y las transiciones que experimentan los adultos motivan buena parte de su
aprendizaje, sobre todo en los ámbitos del trabajo y la vida familiar; el aprendizaje adulto
está muy ligado al contexto de vida del individuo. Dicho aprendizaje puede ser formal
(como tomar clases) o informal. A los adultos quizá les resulte necesario aprender
información nueva o adquirir nuevas habilidades para encontrar un trabajo o asumir nuevos
roles. Las exigencias de aprendizaje sobre los adultos, las opciones y las oportunidades que
enfrentan y los recursos que disponen se verán matizados por su entorno social, cultural e
histórico, lo mismo que por su género, clase y origen étnico. Así, la experiencia de la vida
adulta estimula y estructura la naturaleza pragmática del aprendizaje. (Hansen Lemme,
2003)

DESARROLLO FÍSICO EN LA ADULTEZ JOVEN

Dando una mirada a nuestro rededor podremos comprobar que el adulto joven típico es un
espécimen físicamente bueno, le caracteriza su fuerza, energía y resistencia. Desde la mitad
de los 20 años, cuando la mayor parte del cuerpo está completamente desarrollado (en
tamaño) hasta alrededor de los 50, el declive de las capacidades físicas está generalmente
tan graduado que se nota difícilmente. Hoy día los que tienen veinte años tienden a ser más
altos que sus padres por la tendencia secular, consecuencia de una mejor alimentación y
atención a la salud. (Sánchez, 2006)

La fuerza muscular tiene su punto entre los 25 y los 30 años de edad. La destreza manual es
más eficiente en los adultos jóvenes; la agilidad de los dedos y los movimientos de las
manos empiezan a disminuir después de la mitad de los 30 años. Los sentidos están
también más agudos durante la vida adulta joven. La agudeza visual es más penetrante
alrededor de los 20 años y empieza a declinar alrededor de los 40. Una pérdida gradual de
la audición empieza típicamente antes de los 25 años, después de estos, la pérdida llega a
ser más real. El gusto, el olfato y la sensibilidad al dolor y a la temperatura generalmente no
muestran ninguna disminución hasta cerca de los 45 a los 50 años. (Sánchez, 2006)

Estado de salud

Los adultos jóvenes son la gente más sana de la población. Aproximadamente el 90% de los
jóvenes opinan que su salud es excelente, muy buena o buena. La gente de este grupo de
edad informa que tiene mucho menos resfriados e infecciones respiratorias que cuando
niños; y que cuando tiene resfriados, generalmente se deshace de ellos fácilmente. Muchos
adultos jóvenes nunca están seriamente enfermos o incapacitados. Menos de 1% están
limitados en la habilidad de moverse y hacer cosas por dolencias crónicas o deterioro.
Cerca de la mitad de todas las dolencias agudas experimentadas en la vida adulta joven son
respiratorias, y otro 20% son heridas. Las dolencias crónicas más frecuentes, especialmente
en familias de bajos ingresos, son problemas de la espalda o de la columna, deterioro de la
audición, artritis e hipertensión. Las razones más frecuentes para la hospitalización en estos
años son alumbramientos, accidentes y enfermedades del sistema digestivo y
genitourinario. (Sánchez, 2006)

Potrebbero piacerti anche