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Una didáctica para la vida

AUTORES

Julián Javier Ponce Pérez

Ángel Jesús Liendo Origüen

Introducción
Antes de implementar una didáctica educativa de enseñanza o aprendizaje es
necesario realizar un diagnóstico a los sujetos participantes de la instrucción para
elaborar una planificación investigativa efectiva que puede ser abordada desde
objetivos, competencias o proyectos. Tobón (2006 Pág.14) resalta la importancia de
considerar que la formación basada en competencias, requiere asumir una
inteligencia y racionalidad que trascienda la parcelación y fragmentación del
conocimiento, para correlacionarse con todas las dimensiones de la investigación.
Como lo señala Castro (2017), de una forma completa lo actitudinal, emocional
(SER); operacional (HACER); Cognitivo (CONOCER); social (CONVIVIR) y
acercarse a la comprobación de lo que se quiere exponer bajo el binomio marco
teórico y metodológico.

En este sentido, Zabalza (1990) –citado por Castillo & Cabrerizo, 2005- destaca que
la definición de enseñanza debe darse “desde el acto didáctico en sí”. Tomando en
cuenta este hecho, Castillo & Cabrerizo (Ob. Cit.) hace mención de Gimeno (1985)
para resaltar los ambitos que debe darse en el proceso de instrucción indicado
anteriormente por Castro (Ob.Cit.):

1. Enseñar a pensar, como paso previo al "enseñar a aprender".


2. Enseñar a ser persona, como elemento fundamental para conseguir
un desarrollo integral de la personalidad.
3. Enseñar a convivir, que tiene qué ver con la función de la escuela de
contribuir a la socialización de los estudiantes.
4. Enseñar a comportarse, para conseguir la mejor adaptación posible.
5. Enseñar a decidirse, es decir a desarrollar procesos de decisión
significativos en los que uno mismo está implicado. Pág. 28

Es por ello, que Tedesco (2002 Pág.57) cuando hace referencia al “futuro de
la educación” afirma que es el momento en que los maestros comiencen “aprender

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a aprender y aprender a vivir juntos han sido postulados como los dos pilares que
expresan los nuevos desafíos que debe enfrentar la educación en el marco de las
profundas transformaciones que vive la sociedad”.

Es menester considerar que la didáctica ha sido influenciada por las distintas


formas del pensamiento científico evidenciándose en la conducta individual y grupal,
pero su principal impacto se encuentra en las diferentes formas de percibir el
mundo. Porque de allí se derivan las teorías del conocimiento y su relación con
aspectos transcendentales tales como el razonamiento, la fe, la lógica, entre otros.
Por ello, es conveniente reflexionar cómo esas corrientes filosóficas revestidas de la
didáctica inciden en la educación, para su posterior inserción en el aula de clases,
tomando en cuenta concepciones apropiadas en la generación de aprendizajes
significativos.

Porque es necesario analizar el espacio en donde se desarrolla la actividad


docente para considerar su contexto educativo, en la innovación del aspecto
disciplinar que nos convoca a preguntarnos: ¿Cómo se produce el aprendizaje?,
¿cómo potenciar el conocimiento?, ¿dónde queda la investigación? y finalmente,
¿cuál será la didáctica más acertada a implementar?

Aunque cada profesional de la educación aplica su conocimiento según su


libertad de cátedra y el desarrollo de formas de enseñanza-aprendizaje que mejor le
funcionen, es necesario conocer ese marco de referencia identificado desde un
punto de vista filosófico para la generación de propuestas formativas realmente
efectivas. No es recomendable trabajar sobre la base de una sola teoría educativa
cuando se emplean didácticas. Sánchez (2006) señala que:

La filosofía así asumida se le debe dar una connotación cultural, porque


en ella resplandece la verdad, va ayudar al hombre a plantear su
existencia en una forma diferente, la va a instar a luchar por la
autenticidad y originalidad de su ser mismo. También le va a desvelar
su misterio que no es otro que el de ser hombre y del estar en el mundo.
(Pág.166)

En la medida que el docente progresa desde el conductismo hacia el


cognitivismo y al constructivismo, el foco de la instrucción cambia de la enseñanza
al aprendizaje, de la transferencia pasiva de hechos y rutinas hacia la aplicación
activa de las ideas a los problemas. Para dar con ese enfoque instruccional más

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apropiado en la transferencia del conocimiento del estudiante. Es decir, según en
donde se ubique el estudiante – establece Ertmer y Newby (1993), en términos del
desarrollo de su conocimiento profesional – se debe determinar: (saber qué - saber
cómo – y la reflexión en acción). Tal como lo señaló Smith y Ragan (1993, Pág.20):
"El eclecticismo teórico razonado y verificado ha sido la fortaleza clave de nuestro
campo, puesto que no existe una base teórica única que provea los principios
prescriptivos integrales para todo el proceso de diseño”.

Ante todo, el avance instruccional es necesario desarrollar una didáctica con


una estrategia que demanda un atinado sentido de disertación de los
procedimientos heurísticos para la posible solución de sus problemas y la
sistematización individual de las tácticas cognitivas consideradas. Motivo por el cual
tanto el conductismo, como el cognitivismo y el constructivismo, considerados desde
el racionalismo, empirismo y el estructuralismo buscan que los aprendizajes
generen reflexión en el individuo cuando piensa sobre el mundo que lo rodea a
través de instrucciones que van desde la generación de propuestas deseadas ante
un estímulo, la formación de conceptos y la creación de significados a partir de
experiencias.

Una didáctica para la vida


El filósofo Hayek (1945) había advertido la indebida aplicación de didácticas
positivistas al método en las ciencias naturales de la acción humana identificándolo
como “Cientismo”. Lo que expresa la utilización de un método ajeno muchas veces
a la humanidad. Hecho que nos llevaría a darle la espalda a nuestra naturaleza
creativa, pero el hombre necesita la certidumbre ante la incertidumbre y ante esa
realidad para el positivismo solo hay un método científico que se aplica por igual a
todo, tanto a la física como al estudio humano, es decir somos iguales bacterias y
humanos.

Riesgo que implica caer en el monismo metodológico en vez del dualismo y el


rechazo de todo axioma por encontrarse fuera de la ciencia ante el enfrentamiento
del reconocimiento de la naturaleza creativa del ser humano y lo racional. Es por
ello que quedarnos con una parte desde la perspectiva de la didáctica con respecto
al postulado ya enunciado probablemente limitaría el abordaje integral hacia una

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teoría del conocimiento es pertinente el dualismo ontológico en el docente. Será
necesario considerar las conclusiones que llegó en el siglo XVIII el filósofo
Immanuel Kant, quien reconcilió la postura racionalista y empirista al interpretar que
la forma de adquirir conocimiento está ligada para ambos pensamientos, ya que en
el empirismo tenemos un primer acercamiento al conocimiento y el racionalismo el
desarrollo del mismo.

Por lo que habrá que considerar entonces al paradigma alterno denominado


postpositivismo, o paradigma cualitativo, fenomenológico, naturalista y humanista.
Para Guba es una versión diferenciada del positivismo. Estos nuevos
planteamientos proceden fundamentalmente de la antropología, la etnografía, el
interaccionismo simbólico entre otros. Este paradigma permite dentro de las
didácticas mantener una actitud ontológica más flexible al aceptar que la realidad
existe, pero no puede ser totalmente conocida, esta es manejada por leyes
universales que no pueden ser totalmente aprehendidas Terán (2006, Pág.68).

Desde el punto de vista epistemológico dicho paradigma es subjetivo y


reflexiona que el conocimiento es un fruto de la acción humana, por lo que, no se
descubre, se produce. Ello representa la redención del sujeto y de su importancia
dentro de la investigación que se materializa en la comunión del investigador y lo
investigado. En este sentido, Ortega (2002) considerar que el saber en el siglo XXI
se inserta en un campo holístico y transdiciplinario.

…toda teoría científica constituye una parte por inclusión de lo que


podemos llamar el discurso de una época, desde el que en definitiva
toda aprehensión de una impresión concreta adquiere sentido en una
época histórica determinada. Esto quiere decir que todo hecho posee
una significación histórica y cultura”. (Pág.170)

Es importante señalar que esa visión transdisciplinaria, es en donde se


permite un intercambio de saberes muchos más amplio, porque se inserta en el
pensamiento complejo propuesto por Morín. Para ello, Nicolescu (1996, Pág. 11) lo
reafirmaría al concebir dicha reciprocidad entre las disciplinas como “…una vía para
dar testimonio de nuestra presencia en el mundo de las experiencias vividas a
través de los extraordinarios saberes de nuestra época.” De igual forma señala en
su artículo N° 11 del Manifiesto de la Transdisciplina que: “Una educación auténtica
no puede privilegiar la abstracción en el conocimiento; debe enseñar a

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contextualizar, concretar y globalizar. La educación transdisciplinaria revalúa el
papel de la intuición, de lo imaginario, de la sensibilidad y del cuerpo en la
transmisión del conocimiento”. (Pág.107).

Asimismo, todo recae en reconocer que la didáctica –sea instruccional o de


aprendizaje- es parte de la ciencia productiva desde el punto de vista o criterio
teleológico. Castillo & Cabrerizo (Ob. Cit., Pág. 16) destacan que este tipo de
ciencia se dan “porque se elaboran en función de una técnica o actividad, la cual
produce algo”. De este modo, para la década de los sesenta existía la necesidad de
sustituir el termino pedagogía por el de ciencias de la educación, para subrayar el
cambio que se ha operado con el influjo de la pedagogía descriptiva, porque toda
didáctica implementada además de ser una herramienta, puede transformarse en
una metodología

Por un lado, Zabalza (Ob. Cit.) -mencionado por Castillo & Cabrerizo, Ob.
Cit., Pág. 20 y 21- describe que "la Pedagogía, a nivel general, se plantea como la
organización sistemática de conceptos y principios referidos a toda la educación,
deja para la Didáctica el encargarse de la puesta en práctica y de la organización
técnica de tales principios". Zabalza, también expone que el acto educativo o
pedagógico es la base donde se construyen los cuatro pilares de la didáctica:
Pedagógico / Epistemológico; Escuela / Contextual; Profesor / Curricular; y
finalmente Estudiante / Pragmático.

Por su parte, García (2009) en sus reflexiones sobre el rol del docente coloca
sobre el tapete el tema de la motivación de los educandos como uno de los puntos
neurálgicos con respecto al adecuado uso de las didácticas, porque a su juicio
muchas veces el profesor no plantea estrategias acordes con el grupo que está
abordando, porque a fin de cuentas su uso es una exigencia continua por parte del
profesional de la educación. Para ello, Tapia (1997) explicita algunos de los
condicionantes con textuales de la motivación y examina con respecto a la
motivación y el aprendizaje, considerando siempre que están va a variar según el
grupo de estudiantes y el contexto donde se produzcan:

Comienzo de las actividades de aprendizaje: todo profesor debe lograr


al comienzo de una clase, corno condición necesaria para activar la
motivación de sus alumnos, captar su atención despertando su
curiosidad, mostrando la relevancia de lo que han de aprender y

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creando las condiciones para mantener su interés. Desarrollo de las
actividades de aprendizaje: el interés, el esfuerzo y la forma de afrontar
las tareas no son algo estático sino dinámico, por este motivo es
importante examinar lo que los profesores podemos hacer para
conseguir que la motivación de los alumnos se mantenga orientada
hacia la adquisición de competencias. Evaluación del aprendizaje: la
forma en que los alumnos y alumnas son evaluados constituye sin duda
uno de los factores con- textuales que más influyen en su motivación o
desmotivación frente a los aprendizajes. Al hablar de la forma de
evaluación no nos referimos sólo a las calificaciones, sino a todo el
proceso que va desde lo que el profesor les dice, antes de la evaluación
para ayudarles y motivarles a prepararla, pasando por el planteamiento
mismo de las actividades y modo de recogida de información, puntual o
continua, hasta el uso que hace posteriormente de la información
recogida. Pág.14-15

Finalmente, para Ferrández, Sarramona y Tarin (1987) –destacado por


Castillo & Cabrerizo, Ob. Cit., Pág. 28- enseñanza y aprendizaje, como parte del
objeto de estudio de la didáctica, son "como dos fases consecutivas de un mismo
proceso que desemboca en la instrucción. La enseñanza como actividad no puede
separarse del aprendizaje, a riesgo de perder su sentido y finalidad principal".

Reflexión final a modo de conclusión


Se trata de reconocer que a través de las didácticas se establece una
interacción entre el proceso de educativo y el aprendizaje, la concepción de un
verdadero acercamiento hacia el conocimiento por el individuo que lo practica.

Para Castillo & Cabrerizo (Ob. Cit., Pág. 20) esta simbiosis entre didáctica y
pedagogía están cohesionadas dentro de las Ciencias de la Educación, debido a
que la didáctica “que sirve a la Pedagogía como apoyo insustituible para clarificar,
explicar y aplicar los grandes principios que ella formula en el ámbito expreso del
proceso de enseñanza-aprendizaje”.

En este sentido, el conocimiento científico o humanista se construye según la


realidad y contexto en que sea analizado. Zubiri (s.f.), –citado por Ortega, Ob. Cit.-
dijo que “el contenido de la realidad o el mundo es el contenido mismo de nuestras
impresiones”. Es decir, que el saber puede ser medido de forma cualitativo
(símbolos-representativos como el lingüístico), pero lo cuantitativo (ley que se
expresa matemáticamente) debe estar presente para tener ambas hipótesis
(inductiva o deductiva), según el ángulo que favorezca la adquisición del
conocimiento.

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Freire (1997 citado por Meza C., 2009, pág. 3), expone que “el proceso
educativo tiene que fundamentarse en la participación, la auto-reflexión y el
pensamiento crítico de quienes son sujetos del proceso de enseñanza y de
aprendizaje, esto es, las y los estudiantes y las y los docentes”, por eso las
didácticas son muchas veces para la vida.

Sin embargo, Castillo & Cabrerizo (Ob. Cit., Pág. 47) expone que todo
dependerá del enfoque didáctico (sistémico, humanista, personalizado y crítico) en
que se genere la educación de un país o ente que propicia la instrucción. En
Venezuela, actualmente se impulsa a desarrollar un enfoque didáctico crítico-
constructivista. Para estos autores “el término constructivo indica praxis, acción,
configuración y cambio. Se trata de un enfoque didáctico que entiende la educación
como capacidad de auto determinación, codeterminación y solidaridad”. Pág. 52

Sobre este tema, Klafki (1986) –mencionado por Castillo & Cabrerizo, Ob.
Cit.- destaca que una de los principios didácticos son que:

La enseñanza y el aprendizaje se entienden como un proceso de


interacción, como una relación mutua de profesores y estudiantes, así
como de estudiantes entre sí. Como un proceso en el que los
estudiantes han de adquirir con la ayuda de los docentes,
conocimientos y métodos que posibiliten el desarrollo de la percepción,
configuración, enjuiciamiento, valoración y una acción cada vez más
personal para enfrentarse de forma reflexiva y activa a su medio. (Pág.
53)

Finalmente, cada enfoque estará ajustado a las necesidades de lo que la


sociedad y sus formadores perciban que se requiere para avanzar y egresar a
educandos competitivos, según su construcción social. En este sentido, Castillo &
Cabrerizo (Ob. Cit., Pág. 55) afirman que la didáctica tiene como trabajo ser un
instrumento científico durante todo el proceso educativo para propiciar la instrucción
y el aprendizaje significativo en lo individual y lo colectivo, “cuyos espacios propios
son: la enseñanza, el currículum, las técnicas de instrucción, los medios y la
tecnología didáctica, y la formación del profesorado”.

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Referencias bibliográficas
Castillo, S., & Cabrerizo, J. (2005). La Distancia en la clasificación de las ciencias.
En Formación del profesorado en educación superior (págs. 15 - 55).
McGrawHill.

Ertmer, P., & Newby, T. (1993). Conductismo, cognitivismo y constructivismo: una


comparación de los aspectos críticos desde la perspectiva del diseño de
instrucción. Recuperado el 13 de Octubre de 2017, de sitio Web Galileo.edu:
https://www.galileo.edu/wp-content/blogs.dir/4/files/2011/05/1.-
ConductismoCognositivismo-y-Constructivismo.pdf

García, Ana. (2009). Didáctica Universitaria. Madrid La muralla La función docente


del profesor universitario, su formación y desarrollo profesional. Dirección de
investigaciones y postgrado de la Universidad Nacional Abierta:
Postgrado.una.edu.ve:
http://postgrado.una.edu.ve/filosofia/paginas/ortizideal.pdf

Meza C., L. G. (2009). Elementos de pensamiento crítico en Paulo Freire:


Implicaciones para la educación superior. En ITCR, Revista digital
Matemática, Educación e Internet (Vol. 10, pág. 3). Costa Rica: Instituto
Tecnológico de Costa Rica (ITCR).

Ortega, F. (2002). Epistemología y ciencia en la actualidad. Recuperado el 01 de


Noviembre de 2017, de sitio web Institucional:
http://institucional.us.es/revistas/themata/28/09%20ortega%20martinez.pdf

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