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de las Almas
Por
Carzel
El Principio Existencial
Presentación e infancia
Un nuevo Ambiente
Crecimiento y Desarrollo
De manera que fui creciendo toda mi primaria y secundaria las pase a base
de trampas robando y copiando exámenes. Mi conducta daba mucho que
desear, me hicieron muchos reportes el cual mis padres sobornaban al director
para seguir en la institución.
Tuve muchas novias de las cuales solo buscaba placer en ellas eran solo un
número en mi cacería de presas. Mis padres me reprendían pero como
descubrí a mi madre teniendo una aventura con su entrenador de tenis la
manipulaba a mi favor todo Me lo concedía y perdonaba con tal de no contar a
mi padre su secreto.
Cuando cumplí diecisiete mis padres se divorciaron, mi padre también
tenía sus aventuras con muchas mujeres según me di cuenta por otras fuentes.
Así que no tenía derecho de darme consejos ni meterse en mi vida. Se
dividieron los bienes y el dinero, yo por mi parte seguía despilfarrando mi
vida, me matriculé en la universidad elegí la carrera de derecho avance en
varias clases, pero en ese momento no me interesaba ninguna meta ni
aspiración a terminar dicha carrera, solo me interesaba divertirme,
emborrachándome, drogándome mujereando, en fin una vida sin sentido.
Pasaron muchos años así dilapidando mi vida, mi padre buscaba colocarme en
trabajos para mantenerme ocupado pero sus esfuerzos eran vanos no me
gustaba trabajar quería una vida sin sacrificios y con lujos. Y odiaba que me
diera consejos que pretendiera controlar mi vida, sino lo habían hecho cuando
era un niño dejándome solo, peor ahora que me sentía dueño del mundo.
El médico tocó una campanilla lo que género una reacción rápida por parte
de un joven que abrió la puerta presto a las indicaciones del médico, el joven
me pidió que le acompañara y me dijo: él es el Doctor de doctores todos los
pacientes que ha tratado han sido sanados ya verás cuando todo esté proceso
pase serás un hombre nuevo. Me condujo a un consultorio que decía Jardín de
los sentidos, me detuve y le dije al joven porque venimos a este lugar aquí
ejercitaras tus sentidos, yo no necesito hacer eso, no tengo problemas con
ninguno de mis sentidos, eso crees tú me contestó ya verás que no los usas
cómo es debido, se abrió la puerta no había nadie al otro lado, esperaba ver un
consultorio como los que habían en la tierra, con máquinas y personal médico.
Pero lo único que vi era un gran Jardín con abundante vegetación al momento
se cerró la puerta quise hablar pero no pude, yo seré tu guía en este jardín me
dijo el joven te ayudaré agudizar tus sentidos, primero comenzaremos con el
sentido de la vista, si te fijas no puedes hablar debido a que el habla no es
necesaria en este lugar, los seres humanos en la tierra miran pero no observan
y pasan desapercibida la creación que Dios puesto a su disposición están
acostumbrados a sus rutinas desgastantes, no se detienen a ver un sol en el
amanecer, un atardecer, una flor que nace, los colores del cielo, el ave que
vuela, la sonrisa de un niño, detalles tan pequeños que si las observarán no
vivirían esas vidas aceleradas donde solo orientan su mirada a lo efímero y
superficial, un ciego desearía por un instante abrir los ojos para ver el
espectáculo que no puede observar. Hoy que estás aquí dedícate a observar
cada cosas por muy insignificante que sea valórala, puedes caminar, sentarte o
acostarte, de repente el joven ya no estaba me encontraba solo en aquel lugar,
me sentí aburrido en un primer instante no lograba concentrarme luego fui
viendo el espectáculo que se me presentaba en aquel momento, los árboles
eran tan frondosos y verdes que parecían felices, los colores tan vivos que
ningún pintor podía alcanzar esas tonalidades, observé muchas aves y
mariposas de diversos colores que posaban sobre las flores y árboles, era una
armonía difícil de describir con palabras, vi pequeños insectos, un cielo azul
abovedado, un sol radiante, había también un riachuelo con aguas tan diáfanas
como un cristal que los peces se podían observar, sentía tanta felicidad que por
primera vez me sentí vivo, pensé porque nunca me había detenido a observar
en la tierra la naturaleza, la creación que Dios ha hecho para nosotros, solo
miraba las cosas que me interesaban y me daban placer, jamás me detuve a
observar el jardín , el cielo en fin tantas cosas que estaban a mí alrededor, llore
por un instante sentí vergüenza de mí mismo, el joven apareció de la nada y
me dijo ves que poco habías utilizado tu sentido de la vista, ahora quiero que
uses tu sentido del olfato en ese momento sentí el olor fragante de las flores,
del viento que transportaba las esencias más fragantes de la naturaleza, y
pensé el hombre se ufana de las cosas que hace o descubre, cuando en realidad
solo hacemos una vulgar imitación de lo que hace el creador, sentía como
inhalaba y exhalaba el oxígeno, el aire tan puro, pensaba como nosotros nos
sentimos orgullosos de vivir en esas ciudades atestadas de aire contaminado.
Luego el joven me dijo ahora ya dominas dos de tus sentidos, ahora usa tus
oídos escucha la armonía y la música de la creación, escuche el sonido del río,
el trinar de las aves, el sonido del viento, el sonidos de los árboles batidos por
el viento, todo aquello estaba a mi disposición jamás me había detenido a
escuchar, recuerdo que cuando iban en mi automóvil escuchaba música a alto
volumen, en las fiestas bailaba al son de lo que creía era música más no me
daba cuenta que todo era ruido, estamos acostumbrados al ruido de la ciudad y
el silencio es como un ruido insoportable al que no estamos acostumbrados, de
manera que buscamos mantenernos distraídos por la tecnología. El joven se
me acercó y dijo son pocos los han logrado trascender y escuchar la sinfonía
del creador. Ahora usa el sentido del gusto, prueba de lo que encuentres en el
jardín, pero no comas como para saciarte sino deja que el sabor invada tu
boca, probé de todas las frutas que habían y mi paladar sintió diversidad de
sabores dulces, ácidos, amargos, salados y simples por primera vez deguste
algo en mi paladar, tome agua del riachuelo la sentía tan fresca y agradable, en
la tierra estamos a acostumbrados a comer para saciarnos sin contemplar nada,
y nos alimentamos de cosas artificiales que dañan nuestro organismo.
Ahora usa tu sentido del tacto de manera que aprendas a diferencias las
texturas que tienes delante de ti, comencé a caminar tome una piedra la sentía
lisa, sentía la suavidad del viento en mi piel, toque otras texturas rugosas,
ásperas suaves, blandas, frías y calientes todo me parecía excelente y
detallado, no podía creer lo indiferentes que somos con todo lo que nos rodea,
estamos como dormidos y enajenados de un mundo tan vivo que canta y alaba
al Creador, más sin embargo destruimos su creación. Ahora ya dominas tus
cinco sentidos ves la diferencia entre el antes y el después. No sé cuánto
tiempo estuve allí, sentí como que hubieran sido meses y lo extraño era que
nunca vi ocultarse el sol. Regresemos con el médico dijo el joven para que te
examine y evalúe, llegamos al consultorio del médico estaba sonriente se
miraba muy feliz, no como la primera vez triste y muy serio, me preguntó
¿cómo te sientes? veo que el tratamiento ha hecho un excelente efecto, todos
estos ejercicios que aprendiste en el Jardín de los sentidos los vas hacer
continuamente hasta que te habitués y logres perfeccionar el uso de tus
sentidos, después te enseñare a usar un órgano al que poco usan, para el bien o
lo desarrollan poco, es el cerebro. Desarrollé mis sentidos de manera que me
hice uno con la naturaleza, se agudizaron de una manera impresionante no se
me escapaba ningún detalle desde el nacimiento de una planta hasta su último
suspiro, el joven me dijo ya estás listo cuando regreses a la tierra haz lo mismo
contempla todo lo que te rodea.
Aprendiendo a Orar
El Lago de la Prueba
Caminamos y llegamos cerca de una lago donde había una pequeña barca,
Jesús me dijo quiero que cruces el lago y medita en toda esta experiencia que
has tenido, yo esperaré por ti al otro lado no tengas miedo confía en mí, subí a
la barca solté las amarras, comencé a remar poco a poco fui avanzando, el lago
era muy grande de color azul profundo, las aguas estaban muy quietas, el sol
resplandeciente, seguía remando hasta que mis brazos comenzaron a doler
mucho, sentía que entre más remaba poco a avanzaba y la tarea de llegar al
otro lado era imposible, por la mente se me cruzo renunciar a esta empresa,
devolverme a la orilla y rodear el lago por tierra, pero recordé que Jesús me
pidió que cruzará el lago y debía de obedecer, además de todo el proceso de
aprendizaje que había pasado, renunciar a estas alturas era una cobardía, seguí
remando fui meditando en todo lo acontecido desde que llegué recordé como
había llegado al lugar: sucio, andrajoso, enfermo sin ganas de vivir y mi mente
un laberinto sin salida. No ha sido fácil mi estadía acá pero ha valido la pena,
además de cómo he aprendido a utilizar y valorar mis órganos sensoriales en el
jardín de los sentidos. De cómo en el sanatorio de los enfermos Rafael y los
demás enfermeros me enseñaron a servir a mi prójimo. Y lo más importante
Jesús en persona ha sido mi médico de cabecera, mi maestro y redentor. Me
siento agradecido con Dios por este proceso de aprendizaje acelerado e
intensivo que he recibido, además de la segunda oportunidad que me han
dado, sé que todo esto que he recibido debe dar frutos en la tierra, seguía
remando con mucha alegría esta vez el dolor desapareció, silbaba, cantaba y
gritaba al compás de las aves que volaban. De repente sin previo aviso toda
aquella hermosura de cielo fue desapareciendo de manera que el cielo se
cubrió de una negrura que avisaba que una tormenta se avecinaba, no lo podía
creer un cambio radical, el viento comenzó a convertir las aguas quietas a
turbulentas, mi barca comenzaba a batirse de un lado a otro. La alegría fue
desapareciendo y me embargo un sentimiento de miedo, comenzó a llover a
cántaros, mi barca iba a la deriva no podía creer lo que me estaba pasando, al
inicio gritaba de alegría hoy mis gritos eran de auxilio, llame a Jesús para que
me socorriera y no escuchaba respuesta alguna, me sentí solo vulnerable, toda
la buena experiencia de mi proceso se me había olvidado, pensaba en no
perder mi vida, por un momento pensé que Jesús se quería deshacer de mi
mandándome a cruzar este enorme lago.
Mi barca se dio vuelta por los embates de las olas que se habían formado
por el viento. Caí al agua me sumergí un poco profundo, salí como pude, pero
no podía nadar, trague mucha agua, un raudo pensamiento cruzo mi mente,
Dios quería que muriera en estas aguas. Decidí darme por vencido me iba
sumergiendo poco a poco, cuando de repente una mano me tomo del brazo,
me levanto de manera que pude tomar una bocanada de aire, pero como había
tragado mucha agua comencé a toser, era Jesús quien me estaba rescatando de
esta lago tempestuoso, estaba caminando por encima de las aguas sin hundirse
algo increíble e inexplicable, me tenía sujetado muy fuertemente, dio vuelta a
la barca y nos subimos, como por arte de magia toda la tempestad desapareció,
y todo volvió a la normalidad, estaba avergonzado no quería ver a los ojos a
Jesús, comenzó a remar y me dijo: esta era la última prueba Tomás, no te
desanimes hace mucho tiempo un Discípulo mío llamado Pedro en compañía
de mis otros discípulos iban montados en una barca, la tempestad cayó
también sobre ellos, al igual que tú, dudaron y renegaron de mí, a Pedro le
pedí que caminara sobre las aguas como yo lo hice, dio dos pasos, el miedo y
la duda lo invadieron se hundió en las aguas por su poca fe . Los seres
humanos así son cuando su vida se encuentra en plena tempestad, dudan,
reniegan y quieren que Dios actúe como un genio de lámpara que al momento
se invoca aparece y les haga el milagro, las cosas no son así, hay sufrimientos
que son necesarios en la vida de las personas, para probar su fe, es necesario
llevarlos al límite, hay que moverles el piso de la rutina y la comodidad, para
sacar lo mejor de ellos mismos, todo tiene su proceso y tiempo. Si todo fuera
color de rosa en la vida de las personas no necesitarían de Dios, el dolor y los
problemas superados no serían méritos alcanzados. Es necesario que tengan su
parte de esfuerzo, ya que estos les permiten valorar los logros obtenidos. Creo
que tu fe fue puesta al límite pensaste que te había abandonado, que mi
voluntad era dejarte morir, más no fue así, yo siempre he estado contigo,
nunca te he dejado, aunque tú no me conocías ni me amabas yo sí lo hacía, me
dolía ver como tú vida en la tierra se estaba perdiendo y salí a tu encuentro.
Jesús me abrazó y lloré, le pedí perdón por dudar de él.
De repente ya estábamos en la orilla, bajamos de la barca nos sentamos en
la arena y vimos el atardecer precioso que se nos presentaba con múltiples
colores, obra del gran maestro que ningún cuadro o fotografía humana podían
imitar tal espectáculo. Ya estás listo Tomás es hora de regresar a la tierra, tu
estadía aquí ha terminado, recuerda que yo siempre estaré contigo, no te
olvides de todo lo que aprendiste ponlo en práctica. Yo no quería regresar pero
Jesús leyó mi pensamiento, no te preocupes nos volveremos a ver en la
eternidad te lo prometo.
De Regreso a la tierra
Puso su mano en mi hombro y dijo despierta, al momento todo el
panorama cambio, me vi en una cama de hospital, con aparatos conectados, el
cuerpo me dolía exageradamente, tenía tornillos que atravesaban los huesos de
mis piernas y brazos, el resplandor de la luz de la ventana cegaban mis ojos,
mi madre y Juana dormidas en un mueble, yo no podía articular palabra
alguna, quería gritarles o moverme, al instante Juana abrió los ojos y grito
milagro, el joven Tomas ha abierto sus ojos, mi madre se levantó también las
dos lloraban de alegría, al ver el milagro, mi madre y Juana se acercaron a mi
cama me tomaron de la mano, mi Madre sentía dolor acumulado en su alma,
de sus labios salió la palabra perdóname hijo, lloraba profusamente, me besaba
las manos, sé que no he sido una buena madre, y tuvo que suceder esta amarga
prueba para darme cuenta que te amo, he sido injusta contigo, y te juro que lo
que me queda de vida lo dedicaré a ti. Mis ojos anegados en lágrimas no
podían creer lo que estaba viendo, a mi Madre aquella mujer fría y vanidosa
hecha toda un amor conmigo, sé que esto fue obra de Dios, que trabajo en el
silencio el corazón de mi madre. Pude articular palabra y le dije, yo también te
pido perdón porque mi corazón estaba lleno de dolor y rencor contra ti, ya que
todo el daño que también hice era para llamar tu atención, te amo madre y no
sabes lo feliz que me haces de ver que Dios hizo el milagro en ti, me regreso a
la Madre que soñé. Juana a ti te pido perdón porque tú fuiste mi madre en el
silencio, yo te hice mucho daño con mis travesuras, mi malcriadez e
indiferencia hacia ti, gracias Juana por todo lo que has hecho por mí te amo
mucho también, no hay nada que perdonar Joven Tomas, lo importante es que
usted ha regresado a la vida, mi Madre estaba asombrada de lo que oía, nunca
se imaginó nada de esto, el Tomás que era antes del accidente era soberbio,
egocéntrico, pedante y jamás pedía perdón ni daba muestras de cariño, yo
observé sus gestos atónitos y leí sus mentes, les comenté que había pasado una
gran experiencia sobrenatural, que en su momento les contaría. En ese
momento el médico llegó me saludo y me dijo Tomas eres tan afortunado un
accidente como el que tuviste era para fallecieras o quedarás en estado de
coma, veo que Dios está de tu lado y ha hecho este gran milagro. Le pregunté:
¿cuánto tiempo llevo aquí en el hospital? Llevas tres meses, pensé que la
experiencia que tuve en el Cielo, había sido más prolongada. Pasaron tres días
me realizaron varias pruebas los médicos estaban atónitos de ver el milagro
que Dios había hecho en mí. Comparaban los estudios neurológicos anteriores
y parecían que eran de dos personas distintas. Me dieron el alta e indicaciones
que debía seguir al pie de letra, citas posteriores de seguimiento. Cuando
llegue a casa me sentía como extraño, y un sentimiento de nostalgia me
embargo, quería ver a Jesús, pero recordé lo que me dijo búscame en la
oración, no olvides lo que aprendiste acá, yo siempre estaré contigo. Me
llevaron a mi dormitorio mi madre y Juana muy atentas, les pedí que me
dejaran solo, accedieron y comencé hacer oración le di gracias a Dios por mi
nueva vida, mi conversión le pedí que guiara mi caminar. Poco a poco me fui
recuperando, la oración y la lectura de la Biblia las comenzaba hacer un
hábito,
Mi Padre se había separado de mi madre ya que la relación entre ellos se
había enfriado, vino a verme un día, cuando llegó me dijo eres un
irresponsable me comenzó a reprochar todo lo acontecido a raíz de mi
accidente, al momento le dije tienes razón papá te he fallado como hijo, pero
te prometo que retomaré la riendas de mi vida, te voy a honrar no volveré a
defraudarte, mi papá se quedó absorto no esperaba esa respuesta pensó de
seguro que le iba a contestar de mala forma, porque la relación con mi padre
antes del accidente era mala, no me importaba lo que pensara de mí, y todo
comentario sobre mi comportamiento me salía sobrando. Mi papá quedó
pensativo y me preguntó ¿qué te ha pasado hijo? te veo distinto algo en ti no
es igual. Le dije: Dios ha hecho un milagro en mí, además quiero decirte que
te perdono las ausencias y lo frío que fuiste conmigo, sé que tu trabajo te
absorbe tiempo pero me dejaste solo y a la deriva, me diste todo lo que
materialmente se pueda desear, pero no me diste amor, tus visitas y relación
conmigo eran puntuales, solo me exigías resultados y buen comportamiento,
jamás tuviste un detalle cariñoso conmigo, esperaba que me dijeras te amo, me
siento orgulloso de ti, una abrazo, que jugaras conmigo y me dedicaras
tiempo. Mi papá quiso debatirme pero le pedí que me dejara hablar yo guarde
este resentimiento te odiaba Papa, y todo mi mal comportamiento eran
mecanismos que usaba para llamar la atención, sé que no fue lo correcto, pero
te perdono y te amo, como quisiera que regresaras a casa y volver a comenzar
nuestra relación como padre e hijo o grandes amigos, mi papá estaba con la
cabeza agachada, fue duro el golpe de mis palabras que tocaban lo más
profundo de su alma. Le pedí que me diera un abrazo se levantó y nos
fundimos en el más tierno abrazo lloramos como niños, me dijo perdóname
hijo lo repitió muchas veces, yo te perdono papá y también te pido perdón. Fue
el mejor día de mi vida ver como rompimos todas aquellas ataduras y cargas
con mi papá, te prometo hijo que regresare a casa y le pediré perdón a tu
madre, me has dado una gran lección hijo. Ese mismo día mi Padre le pidió
perdón a mi Madre se reconciliaron el ambiente en mi casa mejoro, ya no era
aquella casa grande lujosa y vacía ahora se había convertido en mi hogar el
amor comenzaba a reinar.
Un día también llegaron mis hermanos, se miraban malhumorados e
indiferentes conmigo no fue fácil romper aquel hielo, a leguas se miraba que
no estaban por voluntad propia sino porque mi madre los había llamado para
que me visitaran, sentía que con sus miradas me apuñalaban, pero no me deje
llevar por eso, les pregunte cómo les estaba yendo, me contestaron con una
respuesta afirmativa, fría y cortante. Entonces comencé a romper el hielo,
diciéndoles sé que nuestra relación como hermanos no ha sido buena, no sé si
ustedes me deseaban como hermano, o me vieron como un intruso en sus
vidas o les dio igual mi nacimiento, para mí no fue fácil saber que a mis
hermanos no les interese ni un ápice, me daba envidia ver en otras familias la
relación que había entre hermanos, que aunque hubiesen peleas se apoyaban
entre sí, como me hubiese gustado que tu Cristofer me hubieses guiado como
hermano mayor, o encontrar consuelo en ti Rosa, pero lastimosamente no fue
así, a medida fui creciendo ustedes eran para mí como dos desconocidos que
llevaban mi sangre. Sé que para ustedes dos venirme a ver es un sacrificio, y
entiendo que no es fácil venir obligados a petición de mi Madre. Cristofer
quiso tomar la palabra, pero le dije que me permitiera terminar. Todo esto que
les estoy diciendo era lo que guarde por años me dolía ver mi familia tan fría y
dividida. Pero tenía que decirlo, además quiero pedirles perdón porque yo
tampoco he sido un buen ejemplo, también por el odio y rencor que les he
guardado. Quedaron perplejos, no esperaban toda aquel discurso de mi parte,
Rosa quedó conmovida por todo aquello que escucho y las lágrimas
comenzaron a salir, sus palabras trémulas y compungidas comenzaron
diciendo: perdóname hermano por no apoyarte cuando me necesitaste, por mi
indiferencia, sé que ha no sido fácil para ti, pero tus palabras son muy ciertas
para nosotros fuiste un intruso, un error de mis padres, me duele decirlo pero
es la verdad, muchas veces me lamente por esto que hacíamos contigo, pero
no hice nada el orgullo me dominó. Rosa se acercó a mí me abrazo yo igual le
correspondí, lloramos por todo aquello. Cristofer se mantenía inmutable e
indiferente, y comenzó a reír con sarcasmo, comenzó a decirme eres un
hipócrita piensas que con ese discursito me vas a conmover, se lo que buscas y
no sé cómo les has lavado el cerebro a los demás pero a mí no me convences
sigues siendo el mismo perdedor, un estorbo, un intruso que no debió nacer,
realmente ¿no sé qué hago aquí? no me importaba que lleves mi sangre pero
no te considero familia. Aquellas palabras me hirieron hasta lo más profundo,
no sabía que mi hermano me odiaba tanto, Rosa se levantó y le propinó una
bofetada, y exclamó eres un animal, inhumano no te da vergüenza eres mi
hermano y te amo, pero me decepcionas Tomas tomo la iniciativa de pedir
perdón y reconocer sus errores, no puedes tú hacer lo mismo y cambiar esta
historia, te apoye con tu iniciativa de ser indiferentes con Tomás, pero ya
somos lo bastante adultos para seguir con esta estupidez. Cristofer no supo que
decir no esperaba aquella reacción de Rosa levantó y se fue dando un fuerte
golpe a la puerta. Mi madre preocupada entró a la habitación y nos preguntó
por lo sucedido y la reacción violenta de Cristofer, Rosa tomo la palabra y le
relato todo lo acontecido, mi madre se puso triste y se lamentaba diciendo: yo
tuve la culpa no fui una buena Madre con ustedes desperdiciando mi vida en la
vanidad y el prestigio, no les inculque valores morales ni temor de Dios los
dejé a la deriva. No te culpes mamá y no es tarde para rectificar yo te perdone
le exclame.
Poco a poco me iba recuperando ya empezaba a dar mis primero pasos
apoyado de un bastón, me sentía como un niño pequeño que comienza sus
primeros pininos. Una tarde le dije a mi madre que me llevará a la iglesia, la
más cercana era una iglesia Católica, mi hermana también decidió
acompañarnos, cuando entre lo primero que vi fue la imagen de Jesús
crucificado inmediatamente me transporte aquel momento que Jesús me
relataba su muerte cruenta y salvífica al mostrarme sus cicatrices, me invadió
un sentimiento de humillación me postre rostro en tierra y di gracias a Dios
por su amor y sacrificio. Mi madre y mi hermana se quedaron perplejas y
extrañadas de ver tal y reacción de mi parte dentro de la iglesia. Jamás había
vivido una misa como aquella estuve tan pendiente de hasta el más mínimo
detalle. Cuando llegamos a la casa mi madre y mi hermana estaban todavía
con una cara de perplejidad, leí en su semblante su duda, mi madre como
avergonzada me preguntó, hijo discúlpame que te pregunté esto, ¿Cómo has
podido cambiar tanto? Ya no eres la sombra de lo que eras, veo un cambio en
ti de 360 grados, te escucho orar, lees continuamente la Biblia, te veo por la
ventana contemplando la naturaleza y sonriendo. Tu no eras así antes del
accidente, ¿quién te enseño eso?
Sabes Madre antes del accidente era un cadáver andante, un hombre vacío
que no tenía ganas de vivir, mi alma estaba tan enferma y podrida que daba
lástima, tuve un encuentro y un nuevo nacimiento nada más y nada menos que
con Jesús, cuando estuve en coma no se ¿qué pasó conmigo? pero mi alma se
transportó a un lugar no sé adónde, y comencé a relatarles mi experiencia de
cómo había llegado a dicho lugar guiado por un niño, de lo deprimente de mi
estado, de todo aquel proceso curativo al que me sometí en el Hospital de las
Almas, la experiencia vivida en el Jardín de los sentidos, de cómo me
enseñaron a servir a los demás en el sanatorio del prójimo, y lo más
importantes de como Jesús me enseñó a orar, además de la misión
encomendada en esta segunda oportunidad de vida, de llevar esta verdad a
quienes han perdido el horizonte de su existencia. Les comenté que al estar
con Jesús fue una experiencia única es alguien que no solo te señala tu vida de
pecado sino que te ayuda a levantarte de tus caídas, que es fiel y constante a
nuestras súplicas que nunca nos abandona, somos nosotros quienes decidimos
por nuestro libre albedrío alejarnos de Dios, las dos estaban impresionadas de
todo lo que les había relatado. Mi madre exclamó: que hermosa experiencia
hijo, y realmente veo en ti una nueva persona, enséñanos todo lo que
aprendiste danos un poco de lo que recibiste. Este relato se le conté también a
mi padre el cual quedó muy conmovido me sugirió la idea de escribir un libro,
le dije que lo iba considerar.
Jamás olvidaré lo que Jesús hizo en mi vida, no tengo palabras para
describir mi agradecimiento, comencé esta misión en familia lo cual ha dado
abundantes frutos, con Cristofer limamos las asperezas nos reconciliamos de
manera que nos hemos vuelto muy unidos, he podido conocer mis sobrinos y
mis padres son verdaderamente felices.
Hoy si puedo decir con propiedad amo mi familia, mi hogar es un lugar
acogedor donde Dios ocupa el primer lugar.