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Unidad 1:
Así mismo desde esta disciplina que como se menciona precedentemente, aborda
al hombre en su relación laboral invita a reflexionar sobre la relación trabajo –
salud. A propósito la Serie de Informes Técnicos de la OMS número 571, retoman
la conocida definición de salud de la OMS y ofrece una versión que incorpora
varios elementos nuevos: “La salud no es una mera ausencia de enfermedad, sino
también un estado óptimo de bienestar físico, mental y social. La salud no es algo
que se posea como un bien, sino una forma de funcionar en armonía con su medio
(trabajo, ocio, forma de vida en general). No sólo significa verse libre de dolores y
enfermedades, sino también la libertad para desarrollar y mantener sus
capacidades funcionales. La salud se mantiene por una acción recíproca entre el
genotipo y el medio total. Como el medio ambiente de trabajo constituye una parte
importante del medio total en que vive el hombre, la salud depende de las
condiciones de trabajo”.
Lic. Emilce Ozan. Psicloga Laboral. Asociada cátedra: Psicología Laboral. FDYCS. UCCuyo
Al respecto, un conocido autor español dice…” son sin duda los factores
psicológicos, en su doble vertiente, cuantitativa y cualitativa, aspectos
fundamentales e insoslayables que en las relaciones laborales, manifiestan la
fuerte evidencia e influencia sobre la salud y la seguridad psicosocial de los
trabajadores…”
Este nos remite a la psicología, como disciplina central en toda cuestión que
implique el factor humano, especialmente en su relación con la prevención de
factores de riesgo para la salud psicosocial del trabajador
Etimología:
El término trabajo deriva de una tortura medieval cuyo nombre en latín era
tripalium (tres palos), se extendió el verbo tripaliāre como sinónimo de torturar o
torturarse, posteriormente la palabra mutó en el castellano arcaico a trebejare con
el significado de esfuerzo y luego surgió trabajar como sinónimo de laborar.
Tripalium
Tripaliāre
Trebejare
Laborar.
Lic. Emilce Ozan. Psicloga Laboral. Asociada cátedra: Psicología Laboral. FDYCS. UCCuyo
A. Perspectiva histórica
En el mundo antiguo y en las comunidades primitivas no existe un término como el
de trabajo con el que hoy englobamos actividades muy diversas, asalariadas y no
asalariadas, penosas y satisfactorias, necesarias para ganarse la vida o para
cubrir las propias necesidades. En el mundo griego se juzgaba que la cualificación
y la distinción entre actividades era algo esencial. Aristóteles distinguía entre
actividades libres y serviles y rechazaba estas últimas porque "inutilizaban al
cuerpo, al alma y a la inteligencia para el uso o la práctica de la virtud"; comparaba
el trabajo "que se hace para otros" al del esclavo y criticaba con energía la
actividad económica que "pone todas las facultades al servicio de producir dinero".
Consideraba que la finalidad de la actividad tenía extrema importancia, pero dicho
fin no se podía restringir a la utilidad de las actividades. Aristóteles entendía que
las actividades son útiles (leer y escribir, por ejemplo, pero las actividades no
debían perseguir siempre la utilidad. (Aristóteles, 1988).
En aquellos tiempos el ocio era mucho más valorado que en la actualidad y más
apreciado que cualquier tipo de trabajo. Pensadores y filósofos llamaban a
reflexionar sobre la manera de ocupar este tiempo de no trabajo. En efecto -dice
Aristóteles- ambos (trabajo correcto y ocio) son necesarios, pero el ocio es
preferible tanto al trabajo como a su fin, hemos de investigar a qué debemos
dedicar nuestro ocio. El también decía que deben aprenderse y formar parte de la
educación ciertas cosas con vistas a un ocio en la diversión. (Aristóteles, 1988)
La política era la actividad paradigmática en ese primer mundo, al que tenían
acceso todos los ciudadanos libres. Las actividades del mundo de lo común o de
la polis constituirían el ámbito de la libertad, mientras que las tareas dirigidas a la
conservación de la vida, que contribuían al desarrollo de la comunidad familiar,
conformaban el ámbito de la necesidad–predominantemente ejercidas por
esclavos- para que otros sector, el de los hombres libres, pudiera dedicarse a las
actividades realmente estimadas (Arendt, 1993).
En la época medieval el trabajo en general no ganó mayor aprecio. Desde la
perspectiva cristiana hay una inclinación a justificar el trabajo, pero no a verlo
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como algo valioso. Los pensadores cristianos hacían referencia al principio paulino
"quien no trabaja no debe comer…", pero entendían que el trabajo era un castigo
o, cuando menos un deber. Se justificaba el trabajo por la maldición bíblica y por la
necesidad de evitar estar ocioso. Como vemos el ocio comienza a adquirir otra
connotación algo distinta a la del mundo antiguo. Sin embargo, la vida monástica
dedicada a la contemplación se valora mejor que el trabajo. Para legitimar esta
excepción al principio paulino, filósofos como Santo Tomás argumentan que el
trabajo es un deber que incumbe a la especie humana, pero no a cada hombre en
particular.
Con el pensamiento moderno nace una concepción muy diferente del trabajo. El
trabajo llegó a tener su máxima expresión de importancia social y económica con
el advenimiento de la economía industrial, justo en los momentos en que más fue
requerido y peor interpretado.
Lic. Emilce Ozan. Psicloga Laboral. Asociada cátedra: Psicología Laboral. FDYCS. UCCuyo
número de recursos. Ello desembocó no solo en la rebaja del precio del producto
final, sino que además exacerbó las exigencias laborales a un máximo de destreza
carente de contenido.
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Se observaron cambios que afectaron drásticamente la forma de vida. La
evolución de los transportes, las telecomunicaciones y las tecnologías para la
producción fue acelerada en las últimas décadas. Sus efectos se han manifestado
tanto en la modernización económica como en la transformación social y cultural,
lo que produjo grandes cambios en los referentes culturales y sociales, el
lenguaje, la formación de ideologías, aspiraciones y expectativas, la
transformación de valores, pero fundamentalmente en el ámbito laboral y
productivo.
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habilidades, destrezas y el capital humano que en definitiva es la fuente de su
competitividad.
Este nuevo concepto ha llevado a tratar el recurso humano como capital,
considerándolo como un factor de real importancia, buscando aumentar sus
capacidades y elevar sus aptitudes.
La gestión que ahora se desarrolla ya no está basada sólo en elementos como la
tecnología y la información; sino que la clave de una gestión acertada está en la
gente que en ella participa.
Lo que actualmente se busca es desprenderse del temor que produce lo
desconocido y adentrarse en la aventura de cambiar interiormente, innovar
continuamente, entender la realidad, enfrentar el futuro, entender la empresa y la
misión de la gente dentro de ella.
Todo ello ha obligado a transformar los sistemas de gestión que emplean las
organizaciones.
Las organizaciones saben que la tecnología de avanzada es indispensable para
lograr la productividad que hoy exige el mercado, pero son concientes también de
que el éxito de cualquier emprendimiento depende principalmente de la flexibilidad
y de la capacidad de innovación que tenga la gente que participa en la
organización.
En la era actual, la tecnología y la información están al alcance de todas las
empresas, convirtiéndose la capacidad que tienen las personas dentro de la
organización de adaptarse al cambio, en la única ventaja competitiva que puede
diferenciar una empresa de otra.
Este desafío solo podrá lograrse mediante el fortalecimiento de la capacitación y el
aprendizaje continuo a fin de que la educación y las experiencias sean medibles y
valorizadas.
El trabajo es uno de los mejores instrumentos de los que dispone el hombre para
realizarse como persona, el impulso por trabajar y obtener logros es parte de la
naturaleza humana. Una persona es plenamente satisfecha si se siente
productiva. Por lo tanto el trabajo es la expresión natural de la vida humana, es la
fibra misma del hombre y la expresión real de su contribución a la vida.
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El hombre tiene la capacidad para realizarse a sí mismo, de satisfacer las propias
necesidades de supervivencia, de liberarse de ciertos condicionamientos
naturales, en definitiva, de construir su vida y aportar a la construcción social. Es
por ello que se le atribuye al trabajo un significado propio a lo largo del proceso de
socialización, y cada uno de los distintos elementos socioculturales, del medio
ambiente y los que integran a la propia personalidad del hombre van adaptándose
a la sociedad a la que el mismo pertenece pertenecen.
1
FRANKL, Víctor E “Psicoanálisis y existencialismo” De la psicoterapia a la logoterapia. Ed. Fondo de
Cultura Económica 1950
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El significado del trabajo incluye un conjunto de creencias y valores
que el individuo desarrolla a lo largo del proceso de socialización
laboral. Este conjunto sufre modificaciones en función de las
experiencias personales y las situaciones que afronta cada ser
humano.2
2
“Drenth en Filippi, Graciela “El significado y el valor del trabajo en distintos grupos socio laborales de
Argentina en los albores del siglo XXI”, 2008. Pág. 16
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La creencia del trabajo como una obligación del individuo respecto a la sociedad,
esta supone que la actividad laboral debe valorarse con independencia por ser un
medio a través del cual se contribuye al buen funcionamiento de la misma.
III Valores laborales: Un valor es una concepción que las personas sostienen de
los aspectos deseables que influyen de la elección de los modos, medios y fines
para realizar una acción.3
Refiere a que Aspectos o características del trabajo son importantes para una
persona y preferiría encontrar en su trabajo. (Boering 1977).
3
ROCKEACH en FILIPPI, Graciela “El significado y el valor del trabajo en distintos grupos socio laborales
de Argentina en los albores del siglo XXI”, 2008. Pág. 35l.
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En el mundo moderno el trabajo es un eje principal de la construcción de la
identidad, la autoestima y la valoración social de mujeres y varones.
Se sabe que, desde el punto de vista del producto obtenido, existen casi tantos
tipos de trabajos como bienes y servicios. Sin embargo todo trabajo por distinto
que sea, supone un esfuerzo humano y como tal un gasto de las potencias del
hombre.
4
García F.; Gonzales P.; Perió J.M.- “El trabajo en relación con otros ámbitos de la vida” en “Tratado de
psicología del trabajo Vol. II: Aspectos psicosociales del trabajo”. Peiró-Prieto 1996 García, F; Martin, P;
Rodríguez, I y Peiró “Cambios en los componentes del significado del trabajo durante los primeros años del
empleo” 2001.
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Trabajos Intelectuales que iluminan las mentes y promueven el avance del
conocimiento científico y tecnológico, entre otros tantos.
1. Integrativa o significativa: El trabajo como una fuente que puede dar sentido
a la vida en la medida en que permite a las personas realizarse
personalmente a través del mismo.
Lic. Emilce Ozan. Psicloga Laboral. Asociada cátedra: Psicología Laboral. FDYCS. UCCuyo
mejorarlas, o incluso es posible que se adquieran para o en la ejecución del
trabajo.
Sin embargo el trabajo puede ser también disfuncional para el individuo cuando la
tarea es repetitiva deshumanizante, humillante, monótona y no potencia la
autonomía.
El trabajo puede tomar aspectos muy diferentes según sean los medios de
producción a su disposición y según sean los tipos de relaciones, que a través del
trabajo, se establezcan entre los hombres. Ambas condiciones se interrelacionan
mutuamente, y de hecho, caracterizan los distintos modos de producción de la
historia de la humanidad.6
En definitiva, “el trabajo como ´vinculo social´ propicia la integración social que se
basa en la reciprocidad, contrato social o utilidad social: mientras aporta su
contribución a la sociedad, desarrolla el sentimiento de pertenencia y queda ligado
5 op cit Filippi, Graciela Leticia “El significado y el valor del trabajo en distintos grupos socio-laborales de Argentina en
los albores del siglo XXI”, 2008
6
García F. J.; Salanova M. ; Prieto F.; Peiró J. M; Ripio P.-“Definiciones del trabajo” en “Los jóvenes ante su primer
empleo. Los significados del trabajo y su medida” Peiró, Prieto, Bravo, Ripio, Rodríguez, Hontangas, Salanova (editores)
NAU libres 1993
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a él por la necesidad y utilidad de la misma”7. En efecto, la utilidad del trabajo es
de naturaleza económica, social y técnica.
BIBLIOGRAFIA:
FILIPPI, Graciela Leticia “El significado y el valor del trabajo en distintos grupos
socio-laborales de Argentina en los albores del siglo XXI”, 2008. Tesis de
Doctorado. UBA Director: Aldo Schemelson. Calif: 8
7
BRAUDE L- "Sociología del trabajo". 1° Edición en castellano. Onmia Editora 1978
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