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Conceptos de desigualdad e inequidad en salud

Contenidos

Definiciones de equidad e igualdad


Definición de inequidad sanitaria
Gradiente social

Autores
Autor del material docente: Lorena Hoffmeister, Patricia Caro

Revisores del material docente:


Revisores: Vezna Sabando, Nataly Droguett y Cristóbal Ruiz-Tagle

Hoffmeister, L; Caro, P; Sabando, V; Droguett, N: Ruiz-Tagle, C. Concepto de


igualdad y equidad. Santiago: Escuela de Salud Pública. Universidad Mayor; 2019.
Material Docente Salud Pública.

Definiendo desigualdad e inequidad en salud.

El término desigualdad en salud se refiere de manera genérica a las diferencias


en la salud de los individuos o los grupos. Por tanto, son aquellos aspectos
cuantificables de la salud que varía entre individuos o según agrupamientos
socialmente relevantes. En esta definición se excluye cualquier tipo de apreciación
o juicio de valor moral sobre si las diferencias observadas son razonables o justas.
Por otra parte, una inequidad en salud o disparidad en salud, es un tipo
específico de desigualdad, que denota una diferencia injusta en la salud. Es
decir, cuando las diferencias sistemáticas en salud que podrían evitarse con medios
razonables. Whitehead el año 1991 plantea la siguiente definición: "Son aquellas
diferencias en salud que no solo son innecesarias y evitables sino que,
además, se consideran incorrectas e injustas”.
La distinción clave entre los términos desigualdad e inequidad es que el primero es
sencillamente una descripción dimensional que se emplea cada vez que las
cantidades son desiguales, mientras que el segundo requiere emitir un juicio moral
de que la desigualdad está mal.

Presentamos dos ejemplos de desigualdad. El primero es la diferencia en la tasa de


mortalidad infantil entre países desarrollados y países subdesarollados, siendo
mayor en países subdesarrollados y menor en países desarrollados. El segundo es
que las personas de 20 años gozan de mejor salud que aquellas personas de
60 años. De estos dos ejemplos, solo el primero podría considerarse además como
inequidad en salud. Esto debido a que el primer ejemplo es parcialmente atribuible
a diferencias prevenibles o evitables, en cambio, en el segundo ejemplo las
diferencias de salud basadas en la edad son en gran parte inevitables, lo que hace
dificil argumentar que las diferencias en salud entre personas jóvenes y mayores
sean injustas.

Equidad en salud desde el Modelo de Determinantes Sociales de la OMS

El siguiente modelo toma el concepto de equidad en salud como uno de los


principales principios éticos que guiaron a la comisión mundial de la OMS en su
elaboración. Define la equidad en salud como la ausencia de diferencias de salud
injustas y evitables entre grupos o poblaciones definidos socialmente,
económicamente demográficamente o geográficamente. (OMS, 2007). El
modelo pone énfasis en los contextos socio-económicos y políticos, así como, en
los determinantes estructurales que pueden originar las desigualdades de salud.

Los determinantes estructurales son “aquellos que generan estratificación y


división social de clases en la sociedad y que definen la posición socioeconómica
individual dentro de las jerarquías de poder prestigio y acceso a los recursos. Son:
renta, educación, ocupación, clase social, género y raza o etnicidad. El contexto
junto con los determinantes estructurales constituyen los determinantes sociales de
las desigualdades en salud.

Conociendo el Modelo de Determinantes Sociales de la Salud OMS

El modelo sitúa en la 1º columna los principales factores contextuales que pueden


afectar las desigualdades en salud como: los gobiernos, las políticas
macroeconómicas, las políticas sociales y las relacionadas con la salud. Así mismo,
considera otros factores relevantes como: la cultura, los valores y las normas
sociales. El Estado de bienestar y las políticas redistributivas son dos de los factores
que más influyen en la salud.

En la 2º columna sitúa los aspectos principales de la jerarquía social que definen


la estructura social y las relaciones de clase, dentro de la sociedad. Estas
características están relacionadas con la distribución del poder, el prestigio y los
recursos. La posición socioeconómica se encuentra relacionada con factores como
ingresos, acceso a los recursos, empleo etc. También se incluyen determinantes
estructurales que influyen en las desigualdades de salud como: el género o la etnia.
Esta estratificación de los grupos sociales por ingreso, género, etnia, educación,
ocupación y otros factores puede contribuir a la creación de desigualdades sociales
en las condiciones de vida y de trabajo.

En la 3º columna, sitúa los determinantes intermedios de la salud. La influencia de


los determinantes estructurales en la salud no es directa, sino el producto de la
actuación de una serie de factores intermediarios tales como: las circunstancias
materiales, circunstancias psicosociales, los factores fisiológicos y los relacionados
con los comportamientos. El sistema de salud se incorpora al modelo como un
determinante social más de la salud. La capacidad del sector sanitario para producir
salud, se manifiesta a través de las diferencias en la vulnerabilidad, en la exposición
y en las consecuencias de la enfermedad.

Factores que determinan las inequidades sanitarias

Se entiende por determinantes sociales de la salud las circunstancias en que las


personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, y los sistemas establecidos
para combatir las enfermedades. A su vez, esas circunstancias están configuradas
por un conjunto más amplio de fuerzas: económicas, sociales, normativas y
políticas.

El contexto mundial afecta al modo en que las sociedades prosperan, pues


repercute en las relaciones internacionales y en las normas y políticas nacionales.
A su vez, éstas configuran la organización del funcionamiento interno de las
sociedades, a escala nacional y local, propiciando la aparición de diversas formas
de posición social y jerarquía, organizadas en función de los ingresos, educación,
ocupación, género, raza/etnicidad y otros factores.
El lugar que cada cual ocupa en la jerarquía social afecta a sus condiciones de
crecimiento, aprendizaje, vida, trabajo y envejecimiento, a su vulnerabilidad ante la
mala salud y a las consecuencias de la enfermedad.
 Los beneficios del crecimiento económico registrado durante los últimos 25 años se
han distribuido de modo desigual. En 1980, los países más ricos, donde habitaba el
10% de la población del mundo, tenían un ingreso nacional bruto que multiplicaba
por 60 el de los países más pobres. En 2005 lo multiplicaba por 122.
 La ayuda internacional – en gran medida inadecuada y muy por debajo de las
cantidades prometidas – queda en nada al lado de la magnitud de las obligaciones
que impone el pago de la deuda a muchos países. En consecuencia, muy a menudo
se registra un flujo financiero neto desde países pobres hacia países más ricos,
situación ciertamente alarmante.
 A lo largo de los últimos 15 años se ha registrado una tendencia a la disminución de
la participación en el consumo nacional del quintil más pobre de la población de
muchos países. En Kenia, por ejemplo, si se mantienen las actuales tasas de
crecimiento económico y niveles de desigualdad en los ingresos, la familia pobre
mediana no superará la línea de pobreza hasta 2030. Si se duplicara la porción de
crecimiento de los ingresos de los pobres de Kenia, la disminución de la pobreza se
registraría en 2013.
 Los prejuicios sexistas en el acceso al poder y los recursos, en los derechos, las
normas y los valores, y el modo en que se estructuran las organizaciones y se
ejecutan los programas dañan la salud de millones de muchachas y mujeres. La
posición de la mujer en la sociedad está asociada también con la salud y la
supervivencia de los niños y las niñas.
 La equidad sanitaria depende de forma crucial de la capacidad de acción y decisión
de las personas para afrontar y cambiar la distribución, injusta y fuertemente
jerarquizada, de los recursos sociales, a los que todos tienen derecho y pueden
aspirar por igual. La inequidad de poder interactúa en cuatro dimensiones
principales – política, económica, social, y cultural – y se manifiesta sin solución de
continuidad, incluyendo o excluyendo a los grupos en diversos grados.

Ejemplos de inequidades en salud

Ejemplos de inequidades sanitarias entre países:


 La tasa de mortalidad infantil (el riesgo de que un bebé muera entre el nacimiento y
el momento de cumplir un año) es de 2 por 1000 nacidos vivos en Islandia, y de más
de 120 por 1000 nacidos vivos en Mozambique
 El riesgo de muerte materna a lo largo de la vida durante el parto o poco después
es de sólo 1 por cada 17 400 en Suecia, pero de 1 por cada 8 en el Afganistán.
Ejemplos de inequidades sanitarias dentro de un mismo país:
 En Bolivia, la tasa de mortalidad infantil de los bebés de madres que no han cursado
estudios supera los 100 por 1.000 nacidos vivos, mientras que la de los bebés de
madres que han cursado por lo menos estudios secundarios es inferior a 40 por
1.000 nacidos vivos
 La prevalencia de discapacidades de larga duración entre los varones europeos de
80 años o más es del 58,8% para los quee tienen un nivel educacional bajo y del
40,2% para con nivel educacional más altos.
Los más pobres entre los pobres, en todo el mundo, son también los que tienen
peor salud. Dentro de los países, los datos muestran que en general cuanto más
baja es la situación socioeconómica de una persona, peor salud tiene.

Existe un gradiente social de la salud que discurre desde la cúspide hasta la base
del espectro socioeconómico. Se trata de un fenómeno mundial, observable en los
países de ingresos altos, medianos y bajos. La existencia de un gradiente social de
la salud implica que las inequidades sanitarias afectan a todos, pero no con la
misma intensidad. Es decir a medida que se desciente en el nivel socioeconómico
peor resultado de salud.

Por ejemplo:
Si se consideran las tasas de mortalidad de los menores de 5 años en función de
los niveles de riqueza, se observa que, dentro de un mismo país, la relación entre
el nivel socioeconómico y la salud muestra un gradiente. Los más pobres tienen las
tasas de mortalidad de menores de 5 años más altas, y la población del
segundo quintil de riqueza tiene tasas de mortalidad en su progenie más altas que
las de la progenie del quintil más rico. En eso consiste el gradiente social de la
salud.

Equidad en salud y políticas públicas

Cualquier aspecto de la actuación gubernamental y de la economía puede


afectar a la salud y la equidad sanitaria (finanzas, educación, vivienda, empleo,
transporte y sanidad). Aunque la salud no sea el objetivo principal de las políticas
de esos sectores, todos ellos están estrechamente vinculados con la salud y la
equidad sanitaria.
La coherencia de las políticas es esencial, las políticas de los diversos ministerios y
departamentos tienen que complementarse, en lugar de contradecirse mutuamente
en materia de equidad sanitaria.

Por ejemplo, la política comercial que fomenta activamente la producción, el


comercio y el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares en detrimento de
las frutas y las verduras está en contradicción con la política de salud. La obesidad
supone cada vez más un auténtico problema de salud pública en los países con
economías de transición, como ya es el caso en las naciones de ingresos altos.
Para prevenir la obesidad se requieren planteamientos que garanticen el
abastecimiento sostenible de alimentos adecuados y nutritivos; un hábitat que
propicie la ingesta de alimentos más sanos; actividad física, y un entorno familiar,
docente y laboral que refuerce positivamente los modos de vida sanos. Pocas de
esas medidas son del dominio o responsabilidad del sector de la salud.
Se han registrado progresos positivos (por ejemplo con las prohibiciones de la
publicidad de alimentos ricos en grasas, azúcares y sal en programas de televisión
destinados a los niños). Sin embargo, para corregir las tendencias de la epidemia
mundial de obesidad será necesario superar un importante obstáculo pendiente:
lograr la participación de diversos sectores ajenos a la esfera de la salud tales como
el comercio, la agricultura, el empleo y la enseñanza.

Definiciones

La equidad en la salud implica que, idealmente, todos deben tener una


oportunidad justa para lograr plenamente su potencial de salud y, de modo más
pragmático, que nadie debe estar desfavorecido para lograrlo en la medida en que
ello puede evitarse.

Equidad, en consecuencia, se refiere a la creación de las mismas oportunidades


para la salud, así como a la reducción de las diferencias en salud al nivel más bajo
posible.

WHO, 1986
Referencias bibliográficas

Whitehead M. Los conceptos y principios de la equidad en salud. Organización


Mundial de la Salud, Serie N°9, 1991.
Marmot M. Social determinants of health inequalities. Lancet 2005; 365:1099-104
Hoffmeister L, Moya P, Vidal C, Benadof D. Factors associated with earlychildhood
caries in Chile. Gac Sanit. 2016 Jan-Feb;30(1):59-62.
Kawachi I, Subramanian SV, AlmeidaFilho N. A glossary for health inequalities. J
Epidemiol Community Health. 2002; 56:647–52.

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