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QUE ES NATURALEZA

No es posible acudir al Código civil ni a ninguna otra ley que nos proporcione un concepto
legal de este contrato denominado de vitalicio 1, también llamado de cesión de bienes a
cambio de alimentos 2 o de pensión alimenticia, porque no existe en el Derecho estatal ni
en el de las Comunidades Autónomas, salvo en la gallega, una regulación específica
aplicable al mismo 3.
Como consecuencia de esto algunas de las definiciones que nos ofrecen tanto la doctrina
como la jurisprudencia, más que definiciones, son descripciones del contrato tomadas muy
directamente de la realidad, puesto que no han pasado por el tamiz técnico-jurídico que
supone la incorporación del contrato al Código 4.
Además, hay que tener en cuenta que la debatida naturaleza jurídica del vitalicio, así como
la amplitud con la que se configura su contenido, repercuten muy directamente en los
intentos definitorios del mismo 5. La mayor parte de la doctrina española coincide en definir
el contrato en términos amplios, configurándolo como un contrato de alimentos 6.
Cabe preguntarse si los autores que hablan de una prestación de alimentos sin distinguir si
éstos son in natura o una pensión en dinero7 están configurando el contrato de un modo
amplio, englobando ambos modos de prestación. Según estos términos, el contenido del
contrato admitiría tanto la posibilidad de prestaciones de hacer como de prestaciones de
dar cantidades de dinero, aunque variables estas últimas en función de las necesidades
del alimentista 8.
Creo que el concepto del contrato que nos ofrece la doctrina patria no permite dar una
respuesta clara a este interrogante. Su naturaleza alimentaria y asistencial, de gran
trascendencia para su diferenciación de otras figuras, no se presenta de un modo claro en
la noción del contrato que nos brinda la doctrina. Si recurrimos a los ordenamientos
extranjeros, encontramos que en el Derecho francés existe una figura muy similar
denominada bail à nourriture que puede traducirse como arrendamiento de manutención.
LALOU afirmaba que el bail à nourriture es una convención que tiene por objeto obligar a
un individuo o establecimiento hospitalario a prestar in natura a otro individuo o a una clase
de individuos todas las cosas necesarias para la vida 9.
Más modernamente, BENABENT lo define del siguiente modo: el bail à nourriture es un
contrato próximo a la renta vitalicia pero, en lugar de pagar al beneficiario las cantidades
convenidas, el deudor se hace cargo de sus necesidades alimenticias. Estas necesidades
no se limitan al mantenimiento, sino a todo lo que de ordinario se incluye en las
obligaciones alimenticias en general: alojamiento, vestidos y todo lo necesario para la vida
diaria hasta el fallecimiento del beneficiario. Frecuentemente, el deudor aloja al
beneficiario, y asegura así in natura su mantenimiento, pero la cohabitación no es
necesaria para el contrato, desde el momento que haya mantenimiento total del
interesado 10.
De estas definiciones se deduce que el deudor asume una obligación de hacer, y se obliga
personalmente a prestar los cuidados al acreedor.
En el Derecho italiano encontramos la figura del vitalicio alimentare, también
llamado contratto di mantenimento. ANDREOLI, acérrimo partidario de la asimilación de
este contrato al de renta vitalicia, lo define, no obstante, del siguiente modo: en tal contrato
mientras que el cedente transfiere al cesionario un capital en dinero (eventualmente
repartido en plazos) o un bien mueble o inmueble (como en la renta vitalicia típica), el
cesionario se obliga, por su parte, a la prestación de alimentos in natura a favor del
cedente y más generalmente a su mantenimiento durante toda su vida, de acuerdo con la
posición social de este último 11.

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