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PEDAGOGIACONTEMPORANEA
Para Piaget los seres humanos nacemos con la tendencia a organizar nuestros
procesos de pensamiento con base en lo que él llama esquemas, un término clave
en la teoría piagetiana. Los esquemas son estructuras psicológicas que nos
permiten comprender y relacionarnos al mundo.
Estos procesos son más evidentes en situaciones donde nuestros esquemas
chocan con alguna circunstancia nueva e inesperada: bien podemos caer en un
estado de parálisis o bien adaptar nuestros esquemas a la nueva situación y salir
avante. El que los individuos no respondan de la misma manera ante situaciones
similares se explica por el hecho de que el aprendizaje no implica una relación
abstracta entre los objetos externos y nuestra mente, sino implica ante todo, un
proceso social más rico y complejo.
Nuestros primeros esquemas son básicos pero se van haciendo más complejos
conforme la información que adquirimos del mundo exterior se va ampliando. Por
ejemplo, en los primeros días de vida un El bebé desarrolla un esquema muy
sencillo para tomar un objeto y otro esquema distinto para observarlo, sin embargo
es incapaz de realizar ambas acciones a la vez. Solo en un momento dado, debido
a la tendencia natural explicada por Piaget a adaptarnos al medio, estos
esquemas separados se reorganizan en uno solo más complejo que hace que el
bebe pueda observar y tomar un objeto como un proceso único. Luego a estos dos
esquemas unidos en unos solo –observar y tomar un objeto– podría unírsele otro
que consistiría en beber un líquido por medio de un sorbete, etc.
Para adaptarse al medio cada vez más complejo las personas utilizan los
esquemas que ya poseen en la medida en que éstos le funcionan, pero puede
modificarlos y aumentarlos. Cuando nos enfrentamos a una nueva situación
podemos ser capaces de desarrollar esquemas más complejos. Este proceso
dialéctico de asimilación y adaptación al medio es, en cierta medida, una
constante a lo largo de nuestra vida.