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Ma.

del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza


Adriana Sara Jastrzębska
Coordinadoras

0
Universidad Autónoma de Tlaxcala
La Campana Sumergida
DIRECTORIO

Dr. Luis Armando González Placencia


RECTOR

Dr. Enrique Vázquez Fernández


SECRETARIO ACADÉMICO

Mtra. María Samantha Viñas Landa


SECRETARIA DE INVESTIGACIÓN
CIENTIFICA Y POSGRADO

Mtro. Alejandro Palma Suárez


SECRETARIO DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA
Y DIFUSIÓN CULTURAL

Lic. Rosamparo Flores Cortés


SECRETARIA ADMINISTRATIVA

M. C. José Antonio Joaquín Durante Murillo


SECRETARIO TÉCNICO

Dr. Rodolfo Ortiz Ortiz


SECRETARIO DE AUTORREALIZACIÓN

Mtro. Jorge Mario Galán Díaz


COORDINADOR DE LA DIVISIÓN DE
CIENCIAS Y HUMANIDADES

Mtra. Teodolinda Ramírez Cano


DIRECTORA DE LA FACULTAD DE
FILOSOFÍA Y LETRAS
ESTUDIOS INTERDISCIPLINARIOS DE GÉNERO.
ENFOQUES CRÍTICOS

Universidad Autónoma de Tlaxcala


La Campana Sumergida
2018
ESTUDIOS INTERDISCIPLINARIOS DE GÉNERO.
ENFOQUES CRÍTICOS

MA. DEL CARMEN DOLORES CUECUECHA MENDOZA


ADRIANA SARA JASTRZĘBSKA
Coordinadoras

UNIVERSIDAD AUTONÓMA DE TLAXCALA


LA CAMPANA SUMERGIDA
MÉXICO 2018
Estudios interdisciplinarios de género. Enfoques críticos. Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha
Mendoza y Adriana Sara Jastrzębska (coordinadoras). Primera edición.

ISBN (UATx) 978-607-545-017-9

ISBN (LA CAMPANA SUMERGIDA) 978-83-945211-4-1

1. Estudios de género 2.Interdisciplinarios 3. Relaciones hombre-mujer.

Primera edición: 2018

DR © 2018 Universidad Autónoma de Tlaxcala


Calle del Bosque S/N, Tlaxcala, Centro, Tlaxcala, Tlax.
C. P. 90000. Tlaxcala, México

DR © 2018 La Campana Sumergida


ul. Żywiecka 31/4
43-300 Bielsko-Biała
Polska

ISBN 978-607-545-017-9 (UATx)


ISBN 978-83-945211-4-1 (LA CAMPANA SUMERGIDA)

Los trabajos contenidos en este libro fueron sometidos a un doble arbitraje ciego por
pares académicos.

Editado y hecho en México


ÍNDICE

PRÓLOGO ……………………………………………………………........... 9
María J. Rodríguez Shadow

DESDE LAS HUMANIDADES

¿Y este indio, protagonista principal en la representación


teatral de títeres?
Yolanda Jurado-Rojas…………………..………………………………………….. 25

Entre la República y el Imperio; la participación femenina


en la instrucción pública de la ciudad de Puebla, 1862-1867.
Mariana Marín Ibarra……………….……………………………………………….. 37

Un proyecto dispar: la institucionalización del normalismo en


Puebla, 1879-1880.
Estela Munguía Escamilla……………………...…………………………………... 51

Femineidad y Clandestinidad.
Silvina Campo……………………………..………………………..……………….. 69

Las ventajas y desventajas del matrimonio entre pareja finita


y sexuada. Sobre el concepto de matrimonio y diversas formas
de familia.
Liliana Fort Chávez…………………………………………………..……………… 81

Las voces de la clase media sobre el Movimiento del 68

5
en la Línea de la carretera de Mónica Lavín.
Daniel Roberto Peregrino Rocha……….…………………………………………. 97

Tres para el almuerzo: la mujer, la cocina y el joven teatro


mexicano.
Oscar Martínez Agíss…………………… …………………………………………. 111

Las elegidas: la triste historia de la trata de mujeres en


Tenancingo Tlaxcala.
Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza
Ma. Andrea Olimpia Guevara Hernández………………..……………………..... 123

Las mujeres narco: ¿una transgresión imposible?


Adriana Sara Jastrzębska………………………………………………………….. 135

Actitudes lingüísticas de las mujeres estudiantes de lengua


Náwatl de la UATx.
Alfonso Hernández Cervantes…..…………………………………………………. 147

Dos miradas sobre la violencia sexual a través del


documental cinematográfico.
Alma Delia Zamorano Rojas……………………………………………..………… 159

Sexismo, violencia y caricatura.


Anna María Fernández Poncela
Maricarmen Hernández…………………………………………………………….. 173

DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES

La transversalización de la perspectiva de género en la unidad


de aprendizaje “Autorrealización” de la Universidad Autónoma
de Tlaxcala (UATx).
Edith Mendieta Mendieta
Olivia Araceli Aguilar Hernández………………………………………….………. 191

Las mujeres en los puestos laborales altos y el


acoso sexual. Género y violencia en el trabajo.
Lilia Campos Rodríguez

6
María J. Rodríguez- Shadow………………………………………………………. 205

La violencia hacia las mujeres en los ámbitos públicos


y privados: vulnerabilidad e impunidad.
María J. Rodríguez-Shadow
Lilia Campos Rodríguez……………………….……………………….…………… 221

Ataduras internas: la cultura patriarcal en la génesis de


las enfermedades actuales de las mujeres.
Rosa Estela López-Gómez
Miguel Ángel Rodríguez-van Lier……………………………………………..…… 239

La violencia obstétrica en el estado de México: un estudio de caso.


Anadshieli Morales Celaya…………..……………………………………………... 255

SOBRE LOS AUTORES………………………………………………………………… 269

7
8
PRÓLOGO 9

PRÓLOGO

Los estudios de género son una prioridad de los investigadores de México de


todas las disciplinas ante los problemas que vive nuestra sociedad actual, tales
como discriminación laboral y en la educación, violencia de género, violencia
obstétrica, trata de mujeres, prostitución y relaciones de pareja. Problemas que
permean tanto a las Ciencias Sociales como a las Humanidades, en todos los
espacios y tiempos.
De esta manera Estudios Interdisciplinarios de Género. Enfoques Críticos
reúne dieciséis trabajos que abordan los estudios de género tanto de las Ciencias
Sociales como de las Humanidades con la finalidad de que desde diversas ópticas
y saberes se tenga una perspectiva más abarcadora, interdisciplinaria y transversal
del fenómeno de género.
Las autoras que colaboraron en esta obra entienden que el género, como
principio organizativo entre los grupos humanos, constituye el conjunto de atributos
que cada cultura asigna a lo femenino y a lo masculino1 y a partir de esa
categorización primordial se estructura la división de las tareas productivas y las
esferas de acción, influye en la manera en la que se vinculan las parejas, así como
el carácter de las relaciones íntimas, instituye la apreciación asimétrica del valor de
su trabajo, su sexualidad2, la distribución arbitraria de derechos, privilegios y sobre
todo, del poder3. De esta manera, el patriarcado permite que los hombres, como
grupo, se beneficien de las labores femeninas, se apropien de sus capacidades
reproductivas, obtengan placer sexual con o sin su consentimiento y en ocasiones,
inclusive las exploten a través de la prostitución. Bien sabemos que estos arreglos
sociales tienen su base, no en hechos biológicos, sino producto de las dinámicas
culturales, las fuerzas históricas y las estructuras políticas y económicas

1
Héritier, Françoise (2007). Masculino / Femenino II. Disolver la jerarquía. México: Fondo de Cultura
Económica.
2
Héritier, Françoise (2007). Masculino / Femenino II. Disolver la jerarquía. México: Fondo de Cultura
Económica.
3
Bourdieu, Pierre (2002). Masculine Domination. Stanford: Stanford University Press.
10 PRÓLOGO

caracterizadas por una ideología de un signo específico: el patriarcado.4


Este panorama social inicuo se mantiene, entre otras estrategias, gracias a
la violencia, fenómeno que involucra una gran cantidad de aspectos que pueden
ser identificados: el uso de la fuerza física o la amenaza de su utilización como un
medio para intimidar, puede adoptar formas psicológicas, sexuales, económicas,
políticas o simbólicas y expresarse en distintas esferas, interpersonal, familiar,
comunitario, gubernamental, institucional5, a cualquier edad6 y en todos los
sectores sociales En breve, la violencia que se ejerce tiene la finalidad de
mantener el sistema de dominación masculina.
En este volumen pretendemos reunir un amplio abanico de investigaciones
que abordan los diferentes aspectos que adopta la violencia de género en distintas
épocas históricas y esferas y que han sido encarados por las especialistas a través
de marcos teóricos disímiles y metodologías acordes a planteamientos específicos
relacionados con su área de estudio: Las Humanidades y las Ciencias Sociales y
sus respectivos campos académicos.
El primer capítulo se titula: “¿Y este indio, protagonista principal en la
representación teatral de títeres?” fue elaborado desde la perspectiva de la Historia
por Yolanda Jurado Rojas. Su objetivo es reflexionar sobre las disputas que se
produjeron en México entre el Estado y la Iglesia por el dominio de una de las
instituciones más importantes en las que se basa el control social de la población:
el matrimonio. Y para llevar a cabo su ponderación se basa en una obra teatral
representada con marionetas titulada: Un casamiento de indios, que se
escenificaba en las postrimerías del siglo XIX. Se examina el personaje del indio
ubicándolo en su ambiente histórico y social, así como la indagación del manejo de
la estructura literaria y los recursos retóricos.
Resulta, no obstante, paradójico que la autora haga dos aseveraciones

4
Lerner, Gerda (1990). La creación del patriarcado. Barcelona: Crítica.
5
Ruíz, Verónica (2017). “Violencia familiar en la vejez” en Ma. del Carmen Dolores
Cuecuecha Mendoza y Aída Díaz-Tendero Bollain (Coords.). Vejez y Género. México: Centro de
Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, Universidad Nacional Autónoma de México,
Universidad Autónoma de Tlaxcala, pp. 165-181.
6
O´Toole, L. Schiffman J. y M. Edwards (Eds.) (2007). Gender Violence.Interdisciplinary
Perspectives. New York: New York University Press, p. xii.
PRÓLOGO 11

completamente contradictorias en la sección final de su ensayo, ella aduce que “el


matrimonio (era) valorado como culminación de una elección fincada en la
atracción amorosa, como espacio de afectos y sentimientos profundos”. A
continuación, asevera que “la falta de autonomía de la mujer… (es muy clara, ya
que), no participa en las decisiones (…) de su matrimonio…” convenio que era
negociado entre los padres de la muchacha y del pretendiente.
Mariana Marín Ibarra presenta “Entre la República y el Imperio; la
participación femenina en la instrucción pública de la ciudad de Puebla, 1862-
1867” en el que enfatiza que la discriminación hacia las maestras fue muy evidente
desde mediados del siglo XIX, especialmente en lo que se refería a los salarios
pues se suponía que el sueldo que ellas percibían sólo servía para satisfacer
vanidades femeninas y no constituía realmente una contribución económica
significativa al mantenimiento de la familia.
Pese a todo, la experta considera que la recepción de la remuneración que
las docentes recibían por su trabajo como instructoras de primeras letras
representó un empoderamiento pues se percibía que era un sector laboral que
ellas debían ocupar por derecho propio para impulsar la moral e inducir las buenas
costumbres en los espacios en los que se desenvolvían. Esa idea y el hecho de
que los hombres abandonaron esta esfera para migrar a niveles académicos más
altos y mejor pagados posibilitó la feminización de la profesión magisterial a nivel
de primaria.
A fines del siglo XIX y principios del XX este espacio ganado por las
mujeres clase medieras realmente denotó un gran avance, pues con el tiempo,
ellas serían quienes abonarían el camino para que generaciones posteriores de
mujeres pudiéramos concebirnos como seres independientes y autónomos, que
existiera la posibilidad de que pudiéramos lograr una emancipación económica,
magra, pero aun así era un gran triunfo. Asimismo, nos muestra que podemos
luchar por el logro de nuestra ciudadanía e impulsar los primeros congresos
feministas que ofrecerían, al menos al sector escolarizado, la consciencia de que
nuestros horizontes podrían ser ampliados mediante una contienda de la que
todavía nos sentimos orgullosas.
12 PRÓLOGO

Su texto, aunque se refiere a otros momentos históricos, simultáneamente,


nos permite observar cómo las prácticas corruptas de los dirigentes sindicales que
controlan al magisterio continúan, y se han ampliado en venalidad y su perversión
se ha profundizado, se tiene el notable ejemplo de la maestra Gordillo, absuelta y
liberada recientemente.
En “Un proyecto dispar: la institucionalización del normalismo en Puebla,
1879-1880” que surge de la pluma de la profesora Estela Munguía Escamilla se
expone que el propósito de fundar escuelas para maestros se basaba en la idea de
crear profesionistas que educaran en esos establecimientos a los ciudadanos que
se consideraban idóneos para conformar la nación mexicana que se pensaba
lograr después de la independencia de España: un sistema político republicano
impulsado por un estado que se fundamentaría en una instrucción elemental
gratuita, obligatoria, laica y mixta.
Se creía que sólo mediante la fundación de escuelas en las que se formara
el profesorado se podría convertir en realidad estas aspiraciones juaristas y en
1869 se implantó la Secundaria de niñas. También en 1880 se crea la Escuela
Normal en Puebla. Aun así, después de que el presidente Díaz encabezó el
gobierno sólo una cuarta parte de los preceptores elementales estaba constituida
por mujeres, no obstante, el periodo histórico que se vivía influyó positivamente,
pues hacia 1910, pese a enormes rezagos, la mitad de la matrícula escolar estaba
ocupada por niñas, abriéndose de ese modo un área de oportunidades laborales
para ser atendida por mujeres docentes.
La escuela normal, en todo caso, se estableció dividida: una para señoritas
y otra para hombres pues la idea de la época era que existían supuestas
diferencias intelectuales y funciones sociales entre las primeras y los segundos.
Por eso, el abismo existente entre la alfabetización de las niñas y los niños era
descomunal, pues, aunque Guillermo Prieto era liberal, tenía nociones muy
retrógradas: que las mujeres sólo debían instruirse para ser madres para educar a
los futuros ciudadanos, que no renunciaran a los “instintos” de su sexo, ni olvidaran
su importancia en el hogar, ni deseaba que la familia dejara de ser su prioridad.
En breve: las niñas de la clase media debían ser adiestradas para ser
PRÓLOGO 13

amas de casa, madres de familia compasivas y laboriosas, esposas sumisas y


obedientes, que supieran los rudimentos de la doctrina cristiana, que conocieran
las primeras letras y dominaran el “arte de coser y bordar. Si se les permitía la
capacitación como docentes podrían desempeñarse como profesoras de escuela
elemental y ser ejemplos de un comportamiento impecable y de una conducta
moral irreprochable.
Los profesores hombres debían ser capaces de transmitir la enseñanza y
comunicar profundos sentimientos patrióticos. Las elegidas para ser aceptadas en
las normales para señoritas o en la de varones recibían una pensión que, en el
caso de los caballeros se les entregaba en sus manos; el de las jóvenes no, ese
estipendio era entregado a la familia para que lo racionara según su criterio. O sea,
se seguía considerándolas, por su pertenencia de género, como menores de edad,
o sea, irresponsables e insensatas.
Otra diferencia notable se estableció entre la enseñanza para las mujeres
y los futuros docentes: ellas cursarían su carrera en dos años, ellos en tres; en el
último año a ellos les instruían en: náhuatl, latín, inglés, elementos de mecánica,
física, química, historia, economía política y nociones de derecho civil, penal y
comercial. Esto se debía a que se creía que ellas carecían de las capacidades
intelectuales masculinas.
Resulta notable que durante la primera década de vida de la normal
rápidamente las alumnas superaron en número a los estudiantes pues para ellas
significaba ampliar sus horizontes más allá de los estrechos límites domésticos, en
cambio, para ellos era más lucrativo y de mayor prestigio titularse como abogado,
médico o ingeniero que como un simple maestro.
El ensayo “Feminidad y Clandestinidad”, escrito por Silvina Campo de la
Universidad Paris I Panthéon-Sorbonne se inspiró en el personaje de Danielle
Casanova (1909-1943), militante de la Resistencia Comunista Francesa durante la
ocupación de ese país durante la Segunda Guerra Mundial. La autora se pregunta
¿por qué se eligió específicamente a Danielle sobre muchas otras heroínas que
podían tener los mismos méritos que ella?
La escritora plantea sus hipótesis: una puede deberse al hecho de que ella
14 PRÓLOGO

estaba casada con Laurent Casanova, amigo y secretario personal de Maurice


Thorez, líder del Partido Comunista. Y a ambas parejas estaban unidas por
estrechos lazos de amistad, quizá por ello su imagen fue promovida como una
afortunada combinación de espíritu combativo amalgamada con características
atribuidas a lo femenino: sensibilidad al dolor, piedad, devoción y vocación de
servicio. su fallecimiento en Auschwitz alentaba su representación como mártir.
Pese a todo, con el paso del tiempo y las cambiantes circunstancias
políticas, el culto a la imagen de Danielle, como el máximo ícono femenino
representativo de la Resistencia Comunista, se fue decolorando.
En el capítulo “Las ventajas y desventajas del matrimonio entre pareja
finita y sexuada. Sobre el concepto de matrimonio y diversas formas de familia”, de
Liliana Fort Chávez, se formula una reflexión que nos lleva a los inicios de la vida
unicelular, para ofrecernos, su punto de vista sobre lo que, en la época
contemporánea, debe ser considerado un matrimonio jurídicamente legítimo. En un
texto que genera controversia, la investigadora expone su punto de vista acerca de
la legalización de la adopción por parte de las parejas homosexuales.
Por otra parte, desde la Literatura, Daniel Roberto Peregrino Rocha, nos
ofrece, “Las voces de la clase media sobre el Movimiento del 68 en la Línea de la
carretera de Mónica Lavín.” En este texto, el autor comenta que esa escritora, en
la citada novela, expone los diferentes puntos de vista -inclusive antitéticos- que
manifiestan distintos sectores de los estratos medios en relación con esos eventos
sangrientos.
Peregrino Rocha postula, apoyándose en la opinión de otros literatos, que
en sus novelas, más que describir a su sociedad, adoptan una postura ante los
hechos que les toca vivir, y en ocasiones, abrazan una actitud crítica, cuestionando
a la sociedad de su época y creando, por consiguiente, una retórica comprometida,
la cual será de más impacto si constituye simultáneamente una obra que conjuga
denuncia con valores estéticos.
Línea de la carretera es una novela cuyo personaje infantil se entera de los
hechos trágicos de la matanza de estudiantes en Tlatelolco mientras viaja a los
Estados Unidos a visitar a una amiga que solo conoce por carta.
PRÓLOGO 15

En el relato de la novela se despliegan los distintos argumentos y


versiones que exponen los diferentes componentes de una misma familia: los
abuelos, los padres, los hijos, los nietos: si los estudiantes eran un grupo de
revoltosos, provocadores y comunistas; si el gobierno sólo permitía que se
transmitieran las noticias que no perjudicara su imagen oficial, si los reportajes
periodísticos sólo comentaban lo que los grupos en el poder les permitían. Con
actitud crítica los padres de la jovencita pensaban que eran verdaderos los
testimonios que aseguraban que elementos de ciertos grupos paramilitares se
escabulleron entre el contingente de la manifestación estudiantil y causaron el
pretexto perfecto para incitar a los militares a disparar contra los jóvenes
desarmados.
Uno de los cometidos de la literatura radica justamente en develar los
hechos históricos, pese a las tentativas de los grupos en el poder por implantar la
exégesis oficial, que constituye invariablemente una distorsión de los hechos.
Otro cariz que se destaca en la novela es el que se relaciona con las
mujeres. Mientras que los grupos reaccionarios piensan que las mujeres deben
permanecer en la casa, cocinando y cuidando a sus hijos, otros opinan que deben
estudiar y prepararse para la vida, obtener su autonomía, fijarse sus propias metas
y conseguirlas.
El capítulo “Tres para el almuerzo: la mujer, la cocina y el joven teatro
mexicano” escrito por Oscar Martínez Agíss se plantea indagar los vínculos
simbólicos que se han construido y asignado históricamente al espacio de la
cocina y la identidad femenina en la sociedad mexicana presente.
En Tres para el almuerzo, obra surgida de la imaginación creativa de la
joven dramaturga mexicana Gabriela Ochoa Lozano, se muestran las ventajas que
brinda tanto el cine como el teatro para exponer y criticar los valores machistas al
espectador. Asimismo, explica cómo es su propuesta escénica del funcionamiento
de los personajes femeninos ante los acontecimientos de la vida contemporánea.
Oscar Martínez Agíss ofrece innumerables ejemplos cinematográficos de
los papeles femeninos que aparecen indiscutiblemente ligados a la esfera
doméstica, a los espacios privados y su carácter de irrenunciabilidad, que parecen
16 PRÓLOGO

irremediablemente semejantes desde 1950 hasta tiempos tan recientes Como


Agua para chocolate (1992). Estas construcciones de la identidad femenina las
contrasta con las que, desde 1930 estaban creando las dramaturgas, desde su
punto de vista adoptando una perspectiva más vanguardista.
En esa obra de teatro se exhibe un personaje femenino, que, aunque está
instalado en un mundo contemporáneo, continua, por temor e inseguridad
encerrado en su cocina, aterrorizado de enfrentarse a la sociedad que le rodea,
recreando en su mente los viejos conceptos, así como los objetivos impuestos a
las mujeres generación tras generación por la fuerza de la costumbre o el miedo al
rechazo social. De ese modo, el teatro actual, nos presenta una visión fresca de lo
complejo que es aún el rol de las mujeres contemporáneas en nuestro país.
Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza y Ma. Andrea Olimpia
Guevara Hernández escriben el capítulo “Las elegidas: la triste historia de la trata
de mujeres en Tenancingo Tlaxcala”, en el que analizan la novela de Jorge Volpi
desde una perspectiva de género. Las investigadoras destacan en los primeros
párrafos que para escribir Las elegidas Volpi no requirió de una investigación
porque la trata de mujeres en Tenancingo Tlaxcala es un problema que
tristemente se ha vuelto cotidiano y que conoce la población. No obstante, las
investigadoras señalan que el escritor emplea con acierto parábolas bíblicas para
desarrollar de manera paralela la trama de su trabajo literario.
Las investigadoras explican que la novela consta de tres partes: “La Tierra
prometida”, “Los enviados” y “El sacrificio”, y se enfoca en varios personajes: el
Chino, Salvina, su esposa, Azucena (cuñada del Chino), Luciano (sobrino del
Chino), Inés, mujer de aquel, Rosario y Estrella, hijas de esa pareja, Mayo y
Evelia, sobrinos del Chino y el Víbora, su compadre.
Todos ellos emigran a los Estados Unidos en busca de mejores
oportunidades de vida, no obstante, poco a poco, caen en la cuenta de que la
verdadera riqueza se encuentra en la explotación de los cuerpos de las mujeres:
de ellas obtienen descendencia, placer sexual, dinero, privilegios, y así inician el
negocio muy productivo: secuestran a otras jovencitas para ponerlas a trabajar a
su favor, las violan, las cosifican, una de ellas dice: “mi cuerpo ya no era mi cuerpo
PRÓLOGO 17

sino una escoria un desecho.”


Según las investigadoras, en la novela la ley patriarcal no puede ser
derribada por las mujeres, sino sólo por los otros hombres que disputen el poder a
quienes lo detentan, perpetuando en la obra el modelo de la masculinidad
hegemónica.
Así, el patriarcado puede parecernos que es un orden inamovible y eterno,
debido a que todas las instituciones políticas, religiosas, sociales, económicas y
culturales lo apoyan. Sin embargo, las autoras de este capítulo afirman que,
rompiendo creencias religiosas ancestrales, desaprendiendo la sumisión,
educándose y apelando a sus derechos puede romperse este orden que las
mantiene viviendo en un infierno terrenal.
“Actitudes lingüísticas de las mujeres estudiantes de lengua náwatl de la
UATx,” es el título que Alfonso Hernández Cervantes le puso a su contribución
elaborada a través de cuestionarios que recabó entre sus alumnas a nivel
universitario. Varios son los aspectos que se propuso indagar: las actitudes de sus
progenitores ante su interés de aprender un idioma que no les iba a servir para
nada, ni les daría prestigio, ni posibilidades de ganar dinero.
Las alumnas expresaron que el aprendizaje de ese lenguaje les permitió
enriquecer su identidad y su sensibilidad como integrantes de una comunidad
donde se habla ese idioma que está impregnado de poesía y misticismo.
En “Dos miradas sobre la violencia sexual a través del documental
cinematográfico”, Alma Delia Zamorano Rojas, ofrece una reflexión crítica sobre la
violencia sexual a través de dos registros, uno que procede de la India de
manufactura inglesa y otro que expone el caso ocurrido a una mujer israelí que se
convirtió en Miss Mundo. En el primero se narra el caso de una jovencita hindú
que es violada y asesinada, hecho que provocó protestas a nivel nacional y, el
segundo, la denuncia pública que hizo la joven que ganó el concurso de Miss
Israel primero y Miss Mundo posteriormente, y que ulteriormente acusó al hombre
que la violó y la agredió físicamente unos días antes de que se llevara a cabo ese
evento de carácter internacional.
El capítulo “Sexismo, violencia y caricatura” elaborado por Anna María
18 PRÓLOGO

Fernández Poncela y María del Carmen Hernández Montes constituye un


acercamiento al sexismo y la violencia que pueden observarse en ciertas
caricaturas, en especial si se trata de un personaje político femenino denostado,
en este caso, se enfocan en las elaboradas de una dirigente sindical acusada de
conexiones con la delincuencia organizada enriquecimiento ilícito y corrupción:
Elba Esther Gordillo, quien fue encarcelada con acusaciones graves durante la
gestión de Enrique Peña Nieto, aunque ahora ha sido puesta en libertad, a unos
meses de que termine el sexenio del ya mencionado mandatario. Las autoras del
texto emplean este ejemplo para invitarnos a reflexionar si los caricaturistas se
hubieran ensañado con ella de la manera en la que lo hicieron, si se hubiera
tratado de un hombre.
Edith Mendieta Mendieta y Olivia Araceli Aguilar Hernández son las
autoras del capítulo “La transversalización de la perspectiva de género en la
unidad de aprendizaje “Autorrealización” de la Universidad Autónoma de Tlaxcala
(UATX)”. Aquí la intención es describir las fases por las que ha transitado este
proceso: desde la sensibilización y familiarización del estudiantado con esta
orientación, la inclusión de esta óptica en los programas de estudio. Esto implica
que incorporar el Modelo Humanista Integrador basado en Competencias, con lo
que se espera la unificación omnímoda de la perspectiva de género. En su
planteamiento la inserción del enfoque de género como eje transversal en las
Instituciones de Educación Superior (IES), tiene como meta visibilizar e identificar
la existencia de relaciones de jerarquía, desigualdad, e inequidad entre los
géneros, para de ese modo crear estrategias que permitan su desaparición.
Para ello se debe tener presente que debe haber transformaciones en el
ámbito de la legislación; promover que haya Igualdad de oportunidades; que se
generen las instituciones y las condiciones que permitan la conciliación de la
esfera laboral y la vida familiar; se debe llevar un registro estadístico y
diagnósticos con perspectiva de género; se debe tener conciencia de que el
idioma es androcéntrico y se deben hacer esfuerzos claros en el logro de un
lenguaje incluyente; se debe tener como meta la sensibilización de la comunidad
universitaria de los medios de comunicación y del lenguaje cotidiano; la
PRÓLOGO 19

integración de los Estudios de género en la educación superior; se debe llevar a


cabo un combate explícito a la violencia de género en el ámbito laboral, escolar,
familiar, en los espacios públicos, en el ámbito de las relaciones de pareja o
noviazgo.
En la investigación “Las mujeres en los puestos laborales altos y el acoso
sexual. Género y violencia en el trabajo” de la especialista Lilia Campos
Rodríguez, y de María J. Rodríguez-Shadow, se aborda la problemática del acoso
sexual que enfrentan muchas mujeres que desarrollan actividades remuneradas
en el mercado de trabajo que es un ambiente muy machista. Estos abusos han
adoptado un sinfín de particularidades que se hacen manifiestas en las situaciones
concretas.
Esta indagación constituye sólo una pequeña sección de una investigación
más amplia que ha abarcado varios años. Esta sección se fundamentó
básicamente en las entrevistas a profundidad que incluía muchos otros aspectos
vinculados con los procesos vividos por las mujeres que participaron en esta
pesquisa de carácter antropológico y que implicaba otras variables como: la
división sexual del trabajo, la segregación ocupacional, la discriminación salarial,
el techo de cristal, así como la doble jornada de trabajo, entre otras. Elementos
que tienen como causa última a la ideología patriarcal.
En esta disquisición resultó necesario precisar el concepto de acoso
sexual (que distinguimos del hostigamiento sexual). Aquél, en principio, resulta
indispensable asentar que es un acto de violencia que se despliega contra las
mujeres y que se presenta, generalmente, en la esfera laboral. Las mujeres que lo
sufren lo describen como comportamientos ofensivos, inapropiados e incómodos
que, no obstante, no constituye un fenómeno reciente, sino que su historia tiene
una larga data puesto que se basa en la existencia de unas relaciones
inequitativas entre los géneros.
Producto de una investigación de carácter antropológico e indagaciones
bibliográficas, María J. Rodríguez-Shadow y Lilia Campos Rodríguez nos
presentan “La violencia hacia las mujeres en los ámbitos públicos y privados:
vulnerabilidad e impunidad.” Este capítulo se propone analizar, desde un enfoque
20 PRÓLOGO

de género, el impacto que tiene la indefensión y la incapacidad o incompetencia


de los agentes gubernamentales de protegerlas de la violencia y los abusos que
sufren las mujeres a causa de las asimetrías de género, tanto la que se produce
en las áreas públicas, así como en el espacio privado.
La hipótesis de trabajo es que esta indolencia que caracteriza a los
oficiales del orden ante una queja de maltrato o denuncia de arbitrariedades por
parte de una mujer constituye una manifestación de la manera en la que los
miembros de la sociedad occidental internalizan la ideología patriarcal, en la cual
se entrelazan las tradiciones sociales misóginas, con las convenciones culturales
androcéntricas, las creencias religiosas que devalúan lo femenino y éstas con los
mecanismos jurídicos de las prácticas legales en las que carecemos de derechos
y credibilidad.
Si tomamos conciencia del carácter injusto y cruel de este sistema
asimétrico, en el que somos socializadas para adoptar sin resistencia el papel de
esposa abnegada, madre sacrificada y ama de casa estoica podremos apreciar las
estrategias que debemos adoptar para modificar este estado de cosas tan
antinatural. Si nos rebelamos y ponemos en entredicho los cimientos que
conforman las estructuras del patriarcado, estamos seguras de que podemos
obtener la ansiada equidad de género, aunque esto signifique renunciar a muchas
de las instituciones que más amamos, pero que son tremendamente dañinas para
nosotras.
“Ataduras internas: la cultura patriarcal en la génesis de las enfermedades
actuales de las mujeres” capítulo que surge de las reflexiones más críticas
generadas por los estudios de Rosa Estela López-Gómez y Miguel Ángel
Rodríguez-van Lier. En esa investigación se parte del planteamiento de que es
necesario reconocer cómo en las diferentes formaciones socioculturales, las
relaciones entre los géneros que se producen en una cultura patriarcal las mujeres
desde su más tierna infancia son socializadas para que consideren, mediante
aprendizaje y prácticas sociales, que es lógico y natural que deben ocupar un
lugar subordinado y estar sometidas al poder masculino. Estas enseñanzas
influyen en sus comportamientos y conductas que se manifiestan como estrés y
PRÓLOGO 21

que pueden producir estados patológicos en un ambiente misógino.


Estos autores se basan en el pensamiento de Stern quien sostiene que la
ideología patriarcal se define como un sistema jerarquizado y estratificado con
estructuras y prácticas socioculturales en las cuales los hombres ocupan una
posición de dominación y las mujeres de subordinación.
Los investigadores aseveran que los aprendizajes restrictivos y arbitrarios
en los que son socializadas las mujeres por la cultura patriarcal, se establecen en
los bancos de memoria que instituyen el psiquismo consciente e inconsciente
como una estructura interna organizada, que al habituarse a dichas experiencias
produce un continuo estrés, enfermedades y padecimientos de tipo autoinmune.
Este complicado y extensivo estado femenino debe abordarse de manera
interdisciplinaria y estudiarla tanto de manera individual, como en sus contextos
socioculturales, análisis que al entreverarse pueden permitir la comprensión del
psiquismo de las mujeres en la inercia cultural patriarcal que las vulnera.
“La violencia obstétrica en el estado de México: un estudio de caso”, que
nos presenta Anadshieli Morales Celaya, a partir de los testimonios de una mujer
que padece este trato indigno. Sus revelaciones constituyen un ejemplo
paradigmático, de lo que cotidianamente ocurre en nuestro país y en diversas
partes del mundo: embarazadas que resultan agraviadas por los saberes médicos
hegemónicos y los empleados del sistema de salubridad que se erigen en agentes
prepotentes ante lo que consideran un cuerpo vulnerable y ofensivo.
Como podemos apreciar, cada capítulo de este libro aborda de manera
interesante y amena temas que preocupan y ocupan a los estudios de género.
Esperamos que esta publicación deje a los lectores con el ánimo de conocer más
acerca de la perspectiva de género.

María J. Rodríguez Shadow


DESDE LAS HUMANIDADES
Y este indio, protagonista principal 25

¿Y este indio, protagonista principal en la representación teatral


de títeres?

Yolanda Jurado-Rojas
Universidad Nacional Autónoma de México

En México, durante el siglo XIX, la iglesia católica mantuvo una fuerte influencia
sobre el matrimonio, adquirida desde el periodo colonial. A partir de 1854 y hasta
1867, hubo tensión entre la Iglesia y el Estado, sobre el dominio del matrimonio.
El fuerte arraigo popular por esta celebración religiosa entre los indígenas permitió
al espectáculo teatral de muñecos enriquecer el tema y difundirlo entre la
población. El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre una obra teatral titulada:
Un casamiento de indios, representada a finales del siglo XIX con marionetas. Se
analiza el personaje del indio, el contexto de la representación, así como el
manejo del lenguaje desde una perspectiva histórica y literaria.
El teatro de títeres es un género escénico muy antiguo, presente en varias
culturas y épocas, un dispositivo que resultó un buen auxiliar en la enseñanza de
la fe cristiana y al mismo tiempo un pasatiempo divertido. El títere es movimiento,
arte, literatura y teatro. Las obras que se representan con muñecos utilizan un
lenguaje popular, vernáculo, código necesario para la comunicación entre los
títeres y el público mexicano.1
Las compañías teatrales de muñecos durante los siglos XVIII y XIX
ofrecieron diversión al público con obras de corte religioso, a través de la
escenificación en los disímiles pueblos. Este espectáculo popular enriqueció el
adoctrinamiento de los indígenas a la religión cristiana; iniciado por los frailes
franciscanos a su llegada a México. Fernando de Horcasitas,2 llama a este
espectáculo “teatro misionero”, piezas escritas en lengua náhuatl. Los temas eran

1
Véase Jurado-Rojas, Yolanda (2015). Comedia de muñecos. México: CONACULTA, Gobierno del
Estado de Tlaxcala.
2
Fernando de Horcasitas (1974). El teatro náhuatl. Épocas novohispana y moderna. Primera Parte.
Prólogo de Miguel León Portilla. Serie de Cultura Náhuatl. Monografías, 17. México: Instituto de
Investigaciones Históricas, UNAM.
26 Desde las Humanidades

relatos bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento, entre las que podemos
mencionar la representación teatral titulada, El Juicio Final.
En lo que se refiere al adoctrinamiento de los indígenas, una de las
causas del hundimiento de la cosmovisión prehispánica no se localiza en la
conquista armada, sino en la postura de los propios hijos de las indígenas, al
interiorizar las creencias, pensamiento y filosofía cultural de occidente, sólo por
citar un elemento, el ritual del matrimonio.
La promoción de la vida espiritual del cristianismo fue una misión que se
les encomendó a los frailes. A los hijos de los indígenas, los colocó ante una
educación eclesiástica intensiva siendo los protagonistas prácticos de una nueva
cosmovisión religiosa. La representación teatral en ese momento histórico
representó una forma para trasmitir nuevos valores culturales y religiosos. A través
de la búsqueda de obras teatrales en diferentes archivos históricos del país, se
localizó la obra titulada Coloquio para celebrar las cuatro apariciones de la Virgen
de Guadalupe del editor Antonio Vanegas Arroyo, en la escenificación de este
sencillo argumento, se enfatiza en el desarraigo de la idolatría, leamos el CANTO:

Ha concluido la ciega idolatría, que agobiaba la tierra


mexicana, pues que hoy la santifica, en este día, con su
planta María Guadalupe.3

En lo que respecta a los valores religiosos que la obra Un casamiento de indios,


transmite a los indios sobre el matrimonio, ilustremos el contexto, las personas -en
muchas regiones de México, vivían en unidades, que durante el régimen colonial
español se conocía como pueblos de indios, generalmente. En la época
prehispánica, se organiza, lo que podemos llamar ahora como comunidades
campesinas. En dichos espacios, cuando un indio formalizaba el noviazgo, apenas
decidía con quien hacerlo, se realizaban los preparativos para la celebración
religiosa.

3
Vanegas Arroyo, Antonio en Jurado-Rojas, Yolanda (2015). “Coloquio para celebrar las cuatro
apariciones de la Virgen de Guadalupe”, en Comedia de muñecos. México: CONACULTA,
Gobierno del Estado de Tlaxcala, pp. 54-56.
Y este indio, protagonista principal 27

FARSA INDÍGENA
La farsa, en la tradición griega o latina, está asociada con la idea de la comicidad
grotesca y bufona de un estilo poco refinado. En la cultura indígena, la farsa está
figurada a través de los diálogos, el baile, la música y canto, herramientas
creativas para la comicidad.

LA BODA MEXICANA
El primer matrimonio cristiano que se celebró en la Nueva España fue el de un
joven del pueblo de Huexocingo, llamado don Calixto, que fue educado en el
cristianismo junto a otros niños. Este enlace se hizo de manera sencilla y sin el
ceremonial con que la Iglesia cristiana de hoy en día lo realiza. Después, el
hermano de un señor de Tetzcoco, don Hernando, se casó el domingo 14 de
octubre de 1526, a la fiesta asistieron varios señores y caballeros de Méjico,
quienes llevaron magníficos regalos para honrar el matrimonio.4
Este acto litúrgico sirvió de ejemplo a lo demás indios para la formación de
una familia en la religión católica.5 Así, el casamiento entre indígenas tuvo un
sentido y significado especial durante la época novohispana. El teatro de
muñecos, sin la intención de adoctrinar ni de transmitir la religión, permitió que el
público reflexionara sobre este asunto.
En lo que respecta al teatro de muñecos, el personaje “indio” aparece en
varias obras que abordan el tema Guadalupano, el indio Juan Diego
Cuauhtlatoatzin6 es el personaje principal. Dichas representaciones nos llevan a
reflexionar la importancia que tenía este protagonista, quien vivió
aproximadamente 72 años.7
Juan Diego fue el indígena mexicano que según la Iglesia presenció la
aparición de la Virgen de Guadalupe en 1531. Diego era un hombre considerado

4
Pérez Bustamante, C. (1952). “La primera boda indígena en Méjico”. En Revista de Estudios
Políticos, No 66 pp. 167-69.
5
Ibid., p. 69.
6
Cuauhtlatoatzin significa "el águila que habla" en idioma náhuatl),
7
Jurado-Rojas, Yolanda (2015). “Casamiento de Indios”, en Comedia de muñecos. México:
CONACULTA Gobierno del Estado de Tlaxcala. pp. 161-163.
28 Desde las Humanidades

piadoso por los franciscanos asentados en Tlatelolco, donde aún no había


convento, sino lo que se conoce como doctrina, donde se oficiaba misa y se
catequizaba.
En el año de 1792 se representó con muñecos la obra titulada, Las cuatro
apariciones de la Virgen de Guadalupe8 en varias localidades. Dicha obra se
siguió representando todavía en 1930 en la ciudad de Huamantla bajo la dirección
de Francisco Rosete Aranda. He aquí un fragmento:

Juan Diego, el indio protagonista principal de la obra


dice:
Muy linda está la mañanita […] voy curriendo a Tlaltilolco,
que allí el corato […] lo traigas on pagresito […] para tío
Juan Bernardino, que lo quieres confesar […]

El teatro evangelizador, producido por los religiosos a finales del siglo XVI, tuvo
una función pedagógica, enseñar una doctrinar en lengua náhuatl, a indígenas
monolingües, particularmente a los de la cuenca de México. También hubo
escenificaciones en castellano, en el sur del país, a cargo de frailes dominicos,
advierte, German Viveros.9 El significado de Guadalupe para los indios oprimidos
preconizaba la esperanza de la fe. Durante el siglo XVIII, el fervor guadalupano
alcanzó una gran madurez en la elaboración de formas y signos teatrales, uno de
esos signos fue el espectáculo de la comedia de muñecos.
El propósito esencial de este adoctrinamiento, a través del teatro, era la
abolición de rituales indígenas e inculcar en sus espectadores dogmas de la
religión católica. Por su parte, las compañías teatrales de la época enriquecieron
el tema al representarlo en los teatros y carpas de las comunidades. Para apoyar
esta idea encontramos en el año de 1792 una lista de comedias que se
representaban en la ciudad de Puebla y de México, entre las que se encuentra la

8
Vanegas Arroyo, Antonio en Jurado-Rojas, “Coloquio para celebrar las cuatro apariciones de la
Virgen de Guadalupe”, pp. 54-56.
9
Viveros, Germán (2005). Manifestaciones teatrales en Nueva España. México: UNAM, pp. 216.
Y este indio, protagonista principal 29

obra Un casamiento de los indios.10 El tema, sobre el matrimonio, fue significativo,


en el esa periodo.
German Viveros, al examinar la dramaturgia colonial menciona: “la
actividad escénica, en primer tercio del siglo XVIII, era intensa, motivada en parte
por la reconstrucción del Coliseo, primer teatro oficial de la Nueva España.”11 La
dramaturgia de la comedia de muñecos tuvo el privilegio de su tiempo, expresión
espontánea e ingenua con escasas restricciones, pues no estaba sometida por
reglamentación o preceptiva alguna ni por la censura, salvo en contadas
ocasiones derivadas de denuncias surgidas de prejuicios del rigor eclesiástico. En
esa casi libertad teatral radica su mayor atractivo -no sólo literario sino también
social-, pues le dio calidad teatral plena, en medio de limitaciones diversas, hayan
sido éstas económicas, actorales, de tramoya y de espacios escénicos
apropiados; aun así, el teatro de muñecos se ofreció en dos modalidades: el
profano y el de tendencia religiosa, (representaciones de vida de santos).12

CONTEXTO HISTÓRICO DEL SIGLO XIX


El ambiente político en el que se desarrolla el espectáculo teatral después de la
independencia de México, a decir de Julio Jiménez Rueda, surgen dos tendencias
antagónicas en la lucha política, una pretende la continuación del orden de cosas
existente en la colonia; la otra, apartarse del régimen colonial.13
En el momento de la Independencia de México era relevante utilizar el
tema indígena como una manera de cimentar un valor a lo mexicano. Las
personas que participaron en el movimiento de Independencia, convocado por el
cura Miguel Hidalgo y Costilla, necesitaba de un pasatiempo o diversión que se
identificara con sus costumbres.
A finales del siglo XIX se había popularizado el género chico y la comedia
de muñecos. Ignacio Manuel Altamirano describe una escena titulada: La
10
Ibid, Jurado-Rojas, Comedia de muñecos, pp. 28-37.
11
Viveros Maldonado, German (2011). Discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua.
Consulta en líneas: http://www.academia.org.mx/SesionPublica&id=34#discurso_47l|16
12
Ibid, Viveros Maldonado, German (2011).
13
Jiménez Rueda, Julio (1957). Historia de la literatura mexicana, México: Botas, 1957, p. 200.
30 Desde las Humanidades

procesión, representada por un indígena en el teatro América en la ciudad de


México:

Un indígena acomodado, vestido como los montañeses, con


camisa y calzoneras de cuero color de tabaco, está
esperando la visita de Purísima Concepción, que debe
conducir de otro pueblecito el señor cura, con procesión
solemne, acompañado por algunas comadres y amigas.
Entretanto, el indígena, que ha preparado un altar para
recibir a la Santa, se entretiene en adornarlo lo mejor que
puede con ramilletes y candelabros, y su mujer riega flores
en el camino que ha de seguir la procesión […]14

En la escenificación, el indígena es el protagonista principal. En lo que respecta al


fomento del matrimonio eclesiástico y civil, en el siglo XIX, era difícil la práctica,
porque la mayoría de los indios robaban a las mujeres para evitar el gasto
económico que significaba el banquete. El siguiente fragmento de la obra, titulada.
Rapto o robo15 ilustra el plagio de la novia, Ángel, protagonista, convence a
Cándida, joven de alta sociedad, para huir de la casa familiar:

ANGELITO- ¿Tú, quieres casarte conmigo? […] pero


para que tu papá consienta es necesario que tú me
ayudes.
CÁNDIDA: Con tal de que nos casemos, haré todo lo que
me digas.
ANGELITO: […] Pues lo primero es que te dejes raptar.
CÁNDIDA: ¿Me vas a raptar? […] Pero, ¿qué van a decir
cuando lo sepan?

14
Altamirano, Ignacio Manuel (28 de noviembre de 1880) La Republica. s. p.
15
“Rapto o Robo” (1902). en Jurado-Rojas, Yolanda (2015). Comedia de muñecos, p. 170.
Y este indio, protagonista principal 31

El rapto de la novia fue un hecho muy común para llegar al matrimonio, entre la gente
del pueblo, base de la familia; sin embargo, el matrimonio entre la élite criolla, se
consideraba como una alianza entre iguales que establecía lazos de parentesco
útiles para estructurar redes de poder, en la que cada cónyuge tenía derechos y
deberes hacia el otro, además de proporcionar honra y riqueza de gran importancia y
peso social y cultural. Cuando la relación de un noviazgo era desigual, es decir,
uno de éstos pertenecía a otra clase social, se usaba el robo de la novia, como
estrategia para llegar al matrimonio. En la obra ¿Rapto o robo?, el personaje,
Ángel, no tiene una dote que ofrecer a la familia de la novia, que se supone
pertenece a una clase social más alta; para ingresar a esa familia, planea el
rapto y así prescindir del gasto económico que implica el banquete. Cuando
Ángel haya robado a la novia, el padre, aunque enojado con los novios, asumirá
los gastos del banquete, cuyo propósito será quitar la deshonra de la familia y la
continuidad de la misma. He aquí el diálogo, entre Ángel y Cándida:

CÁNDIDA: Sabes que tengo mucho miedo. […]


ANGELITO: Anda, tonta, ya verás qué bien me va a salir
todo esta noche.
CÁNDIDA: Será todo lo que tú quieras, pero como no
tengo costumbre de hacer estas cosas, creo que estoy
cometiendo un horrible delito. Pero, ¿te casarás
conmigo?
ANGELITO: Sí, hija sí; no nos casará tu padre. […]

El matrimonio es la forma legítima de vivir en pareja y constituir una familia.


Puede definirse como una relación culturalmente aprobada entre un hombre y
una mujer de la se supone, generalmente, nacerán hijos. También es una
relación dentro de la cual está plenamente aceptado el trato sexual. En la obra
Un casamiento de indios, el indio Colas, novio de María, expresa sutilmente ese
32 Desde las Humanidades

convenio: “Por fin lo llegó el día de que lo sea mi mojer; ya lo verás Mariquita
cómo te lo he de querer.” Y María, responde: “[..]. tengo mucha vergüenza [..]”16
El concepto de matrimonio está íntimamente ligado al parentesco,
implica la unión afectiva y sexual entre dos individuos adultos socialmente
reconocidos y aprobados, el cual conecta entre sí a un grupo de parientes como
padres, hermanos, (as) y otros consanguíneos y líneas genealógicas que los
ligan.17
El matrimonio es una institución, un estado práctico y un objeto cultural,
en la mayoría de las sociedades. Pierre Bourdieu, dice: “el matrimonio es un
sistema que conforma una estrategia de reproducción social que no puede ser
analizada en abstracto, sino en relación con los sistemas de herencia, con las
prácticas de fertilidad e incluso estrategias pedagógicas, como tal representa un
sistema de reproducción biológica, social y cultura, que cada grupo se empeña
en transmitir a la siguiente generación”. 18

DOTE MATRIMONIAL
La dote es otra forma en la cual se expresa la autoridad de los padres, Pierre
Bourdieu menciona tres funciones: 1) integrar la dote al patrimonio de la familia, 2)
garantizar los derechos de uno de ellos en el nuevo hogar y cuando más elevada
era la dote, más asegurada será. 3) el matrimonio es un valor que está por encima
del aspecto económico.19
Otro aspecto de la dote es el papel de la mujer y su vulnerabilidad,
expresado en el aspecto económico. La entrega de regalos forma parte del pago
o dote de la novia, también la entrada del yerno a la casa de la familia de la
novia, para iniciar un periodo de servicio a los futuros suegros. Que si bien la
dote significa un apoyo económico implica también una cierta manipulación de

16
Casamiento de Indios, en La comedia de muñecos. México: CONACULTA, p. 161.
17
Giddens, Anthony (1991). Sociología, Madrid, Alianza, 1991, p. 415.
18
Bourdieu, Pierre (2004). El baile de los solteros. México: Anagrama, 2004, Cit. en El pago de la
novia: matrimonio, vida conyugal y prácticas transnacionales en San Miguel Acuexcomac, Puebla,
México: El Colegio de Michoacán, p. 32.
19
Bourdieu, Pierre (2004). El baile de los solteros. México: Anagrama, 2004, pp. 189-194.
Y este indio, protagonista principal 33

la familia. Al respecto, don Cleto, el padre del novio, comenta a María lo


importante de su dote, en la obra Un casamiento de indios:

[…] naiden te ha de dar el dote que te da mi hijo Colás: los


cuatro yunta de güeyes que ya vites trabajar, el burra que
está parido, el caballito alazán, cuarenta y ocho gallinas,
doce pípilos y a más el perro que te lo cuida no te lo van a
robar; on tecomate, dos jarros, cuatro ollas de nixtamal, una
cama, dos petates y una frazada de tapar; un chincuetl,
cuatro camisas que yo las caba de comprar, un huipil y seis
huarachi, tos aretes con tos piegra y tos hijos de coral.
El matrimonio significa la obligada movilidad e
integración de los casados al grupo. Así, la dote de la joven
pareja proporciona los medios necesarios para reproducir el
nivel social paterno.

EL ASPECTO LINGÜÍSTICO EN LA OBRA


En el aspecto lingüístico, el mensaje de don Cleto, padre del novio, nos permite
observar, además del aspecto económico, la peculiaridad de las voces. El español
de los indios contiene léxico y sonidos que forman parte de la variedad del
español, por ejemplo: tecomate, vasija hecha de corteza de frutos como guajes o
calabazas; huarache, zapato tosco; huipil, blusa o vestido; chincuetl, falda o tela
que cubre caderas de las indias. Además, contiene un metaplasmo, de tipo
eufonía, que consiste en cambiar el fonema para que suene diferente, por
ejemplo, piedra por piegra, se reemplaza a la d por la g.

ANTONIO: Ya estoy aquí magresita con el siñor del


trompeta, el que los rasca tos tripas y el siñor de la vigüela.
MADRE: ¿Cuánto me lo vas a cobrar, por tocármelo la
fiesta?


Vigüela: instrumento antiguo de cuerda que se pulsaba como la guitarra.
34 Desde las Humanidades

MÚSICOS: Pos por ser para ti, magre, te cuesta doce


pecetas; nos los darás de comer y está arreglada la cuenta
[…]

Por otra parte, México ha sido un país plurilingüe, pero a finales del siglo XIX era
ya un país, mayoritariamente, hispanohablante; sin embargo, un gran número de
mexicanos tenía como idioma materno una lengua indígena, por ello muchos de
los hablantes tenían un acento diferente y cometían lo que hoy consideraríamos
“errores de pronunciación”, dicho en otras palabras, aprendieron a hablar el
español como segunda lengua. El siguiente diálogo entre la madre de la novia y el
cura permite observar otros cambios lingüísticos; por ejemplo, existe la tendencia
a suprimir algunas vocales o consonantes al final de alguna palabra. A ese cambio
o alteración se le llama figura literaria de dicción o metaplasmo, que consiste en
quitar o cambiar tanto letras como silabas en las palabras, por ejemplo: merce es
igual a merced y sustituir la vocal o por u. Veamos el fragmento:

MADRE: Güenos días, pagresito: ¿cómo está su mercé?


¿Cómo se lo sienta usté? […] Yo te lo vengo visar, que
mi’ja, María Chepita, ya te lo quiere casar. […] ¡Ay pagre! Te
lo suplico, que no lo seas tan carero; yo te lo daré on gallina
con diez pollos, un faisán, on pato, on guajolote más grande
que el sacristán.20

En los siglos XVIII y XIX, el español que se hablaba en México usaba el


pronombre plural ustedes sobre el vosotros. La pérdida del vosotros en América
se debe, según el filólogo español Ramón Méndez Pidal, al uso andaluz y no
castellano:

Todo Méjico y Nuevo Méjico usan el Tú como nominativo


sujeto [...]. No obstante, este tuteo mejicano y nuevo

20
Jurado-Rojas, Yolanda (2015). Comedia de muñecos. México: CONACULTA Gobierno del
Estado de Tlaxcala, p.161.
Y este indio, protagonista principal 35

mejicano (y el americano en general) es de tipo, no


castellano, sino andaluz, porque desconoce el plural
«vosotros» sustituyéndolo por ustedes, y en la conjugación
la persona Vosotros se confunde con la persona Ellos [...].
Esto es efecto del odio a la segunda persona plural, en
cuanto servía para el trato altanero y descortés, no se la
quiere emplear ni aun para su natural sentido de pluralidad;
por una ultracorrección de cortesía se usa el ustedes y la
tercera persona plural.21

En lo que respecta a las obras teatrales de muñecos se generalizó el uso del


pronombre usté como sustituto de usted, se eliminó la “d”, a este cambio
lingüístico se le conoce como metaplasmo, transformación que se da
continuamente en la evolución de la lengua. Por ejemplo, durante el diálogo entre
la madre de la novia y el cura, el uso de usté implica respeto, además de ser un
elemento cultural de comunicación.
Otro aspecto lingüístico que se presentan en los diálogos es el uso de
diminutivos para dotar a una palabra con un matiz apreciativo. Para lograr el
efecto juegan con las terminaciones ito. Por ejemplo, como diminutivo de Santiago
Santiaguito, de Antonio Antoñito. En ambos casos pierden la “o” final y suman ito.
A través de las palabras y el lenguaje, se tejen redes de parentesco y
sociabilidad para sostener y reafirmar vínculos de comunicación. Así, las
prácticas religiosas no se establecen al azar. Los rituales constituyen un aspecto
de la dinámica social para la identificación étnica.

CONSIDERACIONES FINALES
El género de la comedia de muñecos fue un elemento básico para promover la
cultura indígena en México. El casamiento de indios es una obra original, ya que
conserva los aspectos de la cultura india a pesar de la imposición de aquello

21
Mendel Pidal, Ramón (2005). Historia de la lengua española 2 Vol. Madrid Fundación Ramón
Méndez Pidal –Real Academia Española, pp. 1110. Citado en José G. Moreno de a Alba, Notas
sobre la cronología de la eliminación del vosotros en América. Consulta en línea:
http://commonweb.unifr.ch/artsdean/pub/gestens/f/as/files/4740/29506_101050.pdf.
36 Desde las Humanidades

peninsular. En la representación teatral, la clase popular también consideró al


matrimonio como una alianza entre iguales, porque se establecían con la unión,
lazos de parentesco profundo y sentimental con los familiares, vecinos, y
amigos. Los jóvenes desposados no buscaban el bienestar económico, sino una
relación social duradera.
En general, la literatura del siglo XVIII y XIX, en torno al matrimonio indígena
concedía “al robo” un interés marginal, cuando en realidad representa una
alternativa que permitía librar o posponer el costo económico del ritual tradicional.
Así, el matrimonio valorado como culminación de una elección fincada en la
atracción amorosa, como espacio de afectos y sentimientos profundos. Según esta
pieza busca regocijar al espectador a través de la representación. El matrimonio
eclesiástico fue más importante, que el civil. Por último, en la representación se
observa, la falta de autonomía de la mujer, es decir, no participa en las decisiones
internas de su matrimonio, caso concreto, la dote, que es tratada entre los
varones: padre y el novio.

Foto: Personajes, Los novios. Compañía Rosete Aranda


Entre la República y el Imperio 37

Entre la República y el Imperio; la participación femenina en la


instrucción pública de la ciudad de Puebla, 1862-1867

Mariana Marín Ibarra


Universidad Autónoma de Tlaxcala

Thomas S. Popkewitz (2003) critica que los estudios de escolarización se han


vertido hacia el reconocimiento de los propósitos individuales enarbolados por las
historias de intelectuales, así como la formación de grupos dirigentes para el
establecimiento de políticas escolares que oprimen a los otros. Propone que “Si
se analiza el poder, éste se localiza en los actores que gobiernan y en los que son
gobernados. El cambio se mide de acuerdo con el tiempo racional y cronológico
en el que los actores configuran una historia que establece o desafía la posición
privilegiada de grupos concretos de actores”.1
Las nuevas propuestas respecto a la reconstrucción histórica de la
educación plantean la importancia de reconocer los actores del proceso educativo
y al mismo tiempo, registrar los procedimientos existentes a la creación y
desarrollo de los cuerpos académicos de preceptores que a lo largo del siglo XIX
se convirtieron en profesionales en la labor de enseñanza. Es necesario realizar
un estudio puntilloso de cómo se generaron los requisitos para asignar a los
individuos en la labor docente, las pruebas enfrentadas, la creación de títulos,
currículum, programas, ejercicios, criterios de selección, entre otros. Por lo que el
presente artículo se encarga de brindar un panorama general respecto a dicho
proceso de selección para la construcción del sistema educativo público de la
ciudad de Puebla, ya que como menciona Viñao “Las disciplinas son, pues, fuente
de poder y exclusión no sólo profesional sino también social”.2

1
Popkewitz, Thomas S., et al. (2003). Historia cultural y de la educación. Barcelona: Edición
Pomares, p. 26.
2
Viñao Frago, Antonio (1995). “Historia de la educación e historia cultural. Posibilidades,
problemas y cuestiones”, en Revista Brasileña de educación, septiembre-diciembre, p. 66.
38 Desde las Humanidades

Reconocer la labor de las preceptoras del siglo XIX parte de la necesidad


de enmarcarlas en un entorno social complejo, donde los maestros se convierten
en los vectores de los saberes establecidos y reconocidos para la disputa del
poder, un poder social y académico que se detenta gracias a su posición como
maestro/a de una escuela pública que logran apropiaciones de espacios tanto
sociales como académicos favoreciendo así su introducción o exclusión. De tal
manera que su labor e imagen se convierten en un instrumento de legitimación y
acreditación de los conocimientos considerados como importantes para una
sociedad determinada.3

EL CONTEXTO EDUCATIVO POBLANO


En México, el siglo XIX se enmarcó en un espacio de desacralización de los
espacios públicos; por supuesto, la escuela no fue la excepción ya que las Leyes
de Reforma marcaron el camino que se impuso de forma sustancial a partir de la
consolidación del triunfo liberal, ratificado con la paz porfiriana. Así, todo lo que se
consideró religioso fue desdeñado por el Estado en pro de una educación
democrática e Ian Hunter señala: “hay algo sospechosamente familiar en
privilegiar un sistema escolar “verdadero” (racional, democrático, secular) antes
que uno histórico (estático, pastoral)”.4 En esta división de saberes también los
grupos de preceptores/as fueron divididos entre aquellos/as aprobados por el
gobierno y los desdeñados por el mismo.
Cabe destacar que, desde la emisión de la Constitución Mexicana en
1857 con su reforma al artículo tercero, marcó un hito en la historia de la
educación, pues a partir de las guerras existentes entre liberales y conservadores,
el pacto invisible existente entre Iglesia y Estado para educar a los nuevos
ciudadanos fue quebrantado al precisar un tipo de educación que no se remitía
forzosamente a la ideología católica, cerrando cualquier posibilidad de acuerdo
entre ambas partes.

3
Viñao Fargo, Antonio (2006). “Historia de las disciplinas escolares”, en Historia de la Educación.
Revista Interuniversitaria, p. 266.
4
Hunter, Ian (s/a). Repensar la escuela, subjetividad, burocracia y crítica. Barcelona: Ediciones
Pomares, p. 62.
Entre la República y el Imperio 39

Así, la libertad de enseñanza se tradujo de diversas formas según los


oradores, pues mientras para algunos significó la no interferencia del Estado en la
instrucción, para otros fue motivo de liberar los estatutos gremiales que
persistieron del periodo colonial y que los saberes fueron aprobados mientras no
atacaran al clero o el tipo de gobierno en turno, sin embargo, para los religiosos
fue un duro golpe a la influencia del catolicismo en la formación de la nación pues
la religión dejó de ser una materia obligatoria.5
Desde 1861 la ley de instrucción pública establecida por Juárez motivó la
separación entre la Iglesia y el Estado, con el objetivo de formar a los nuevos
ciudadanos. De ahí que la participación del clero en la intervención francesa fuera
definitiva, ya que se pensó que a través de los postulados conservadores
monárquicos se restablecería la influencia social y económica del mismo, que se
había perdido debido a las leyes Lerdo e Iglesias.
La participación de las mujeres en la esfera pública fue significativa, pues
en el caso de las preceptoras de primeras letras el encontrarse al servicio del
Ayuntamiento de Puebla las convirtió en sujetos dignos de ser reconocidos por la
ardua labor realizada en la formación de los nuevos ciudadanos, útiles para la
sociedad y la nación. Por lo tanto, las maestras encontraron un espacio público
importante para brindar sus saberes y sus conocimientos a la niñez poblana, de
tal forma que el aula se volvió un espacio de empoderamiento y difusión de sus
convicciones ya que, al no existir la uniformidad del programa, se hizo patente la
creatividad y pensamiento personal al momento de ejercer su labor de
enseñanza.
Las preceptoras de primeras letras acostumbradas a los exámenes
públicos de sus alumnas en los que demostraron la capacidad de su labor,
lograron obtener una imagen social digna de admiración y respeto, debido a que
el gobierno las ocupó como el símbolo idóneo de la mujer mexicana: encargada
de la educación en la infancia, dignas de una moralidad intachable, instruidas
pero maternales, soportes de la ilustración de las masas.

5
Staples, Anne (2011). “El entusiasmo por la independencia” en Historia mínima ilustrada en México.
La educación. México: COLMEX, p. 174.
40 Desde las Humanidades

Es sobresaliente que en un periodo de sitios para la ciudad de Puebla ya


fueran por las tropas francesas o por los ejércitos partícipes de la guerra de
Reforma, los cuales mermaron considerablemente las arcas del Ayuntamiento
fueran los miembros de éste quienes se encontraban preocupados por contratar
preceptoras y liquidar antiguas deudas adquiridas por el cierre de
establecimientos ocurridos durante las ocupaciones militares. Un ejemplo de ello
lo brinda la Señora Soledad Torres quien solicitó le pagaran el adeudo existente
por su labor docente en una de las escuelas públicas del Ayuntamiento; en
contestación los miembros del gobierno expresaron lo siguiente:

[…] resulta que la Señora Torres posee la aptitud y


conocimientos bastantes a la educación de las niñas, pues
hace ya algún tiempo se ha ocupado en este noble ejercicio.
Además, como la enseñanza de niñas necesita una
protección más inmediata y eficaz, por encontrarse los
establecimientos de ramo en una verdadera decadencia el
comisionado cree que es hasta de justicia expedir el
nombramiento de que se trata y auxiliar a la preceptora con
un sueldo mensual de treinta pesos.6

Como se ha mencionado, durante la Intervención Francesa se continuó apoyando


el ramo de educación, pues los gobernantes estaban convencidos de que sólo
mediante la difusión de saberes se lograría la creación de la nueva nación
mexicana. Por lo cual, si había algún establecimiento público gratuito regido por el
Estado, la plaza se puso a concurso y gracias a ello se encontraron las cartas
escritas por puño y letra de las mujeres interesadas en ejercer la docencia.

6
Archivo Histórico General Municipal de Puebla, Expedientes, Vol. 71, f. 4r.
Entre la República y el Imperio 41

LAS/LOS PRECEPTORAS/ES DE PRIMERAS LETRAS EN LA CIUDAD


ANGÉLICA
Los discursos enarbolados por ellas son diversos, pues mientras algunas recrean
un discurso conservador y reformador (como el llevado por el Ayuntamiento)
donde se resaltaba la importancia de normar y moralizar a la sociedad, otras
hacían referencia a símbolos nacionalistas que se relacionaban con la importancia
de servir a la patria mediante la instrucción de las primeras letras. Es hasta 1863
cuando se comenzó a vislumbrar en estos escritos la convicción de la patria en el
imaginario de las mujeres letradas, como es el caso de las preceptoras.
Sin embargo, la condición femenina siempre se hizo patente en su
carácter de desigualdad pues en todos los documentos hallados al inicio de cada
carta, las mujeres comienzan por enfatizar su carácter de sumisión a las
autoridades masculinas y jerárquicamente por encima de ellas debido a que
detentaban en puesto gubernamental. Así, retomando las palabras de María
Josefa Ortiz: “María Josefa Ortiz, mayor de edad y vecina de esta Capital, ante V.
E. respetuosamente dice: que deseando, no obstante su pequeñez, prestar a la
Patria los servicios relativos al noble ramo de la Instrucción primaria”.7
La creación de la figura docente en el imaginario del gobierno fue
impecable, se convirtió en el sinónimo del ciudadano ideal, pues tanto hombres
como mujeres no sólo demostraron sus conocimientos, también debían acreditar
una moralidad impecable, acto altamente solicitado por el Ayuntamiento que
convencido de que sólo un individuo con altos valores sería capaz de enseñar a
los demás el talento, los saberes y la adecuada forma de conducirse en una
sociedad moderna.
Como menciona Dorothy Tanck, los preceptores/as de primeras letras
fueron los primeros en compartir la visión idealizada del gobierno respecto a la
educación; en innumerables ocasiones contribuyeron a reforzar la idea de que de
ella dependió la felicidad o ruina de los pueblos. Tales comentarios sirvieron
también para hacer llegar al gobierno peticiones de mejoras dentro de los
planteles educativos, pues se aludió a la titánica tarea de enseñar en condiciones

7
Ibid., f. 6.
42 Desde las Humanidades

adversas, pues el contexto social no permitió un desarrollo óptimo de las prácticas


educativas, ya que constantemente se aludía a la falta de ingresos monetarios,
así como el apoyo, respeto y reconocimiento por parte del Estado y los padres de
familia.
Existieron así actores sociales que pensaron el ejercicio del magisterio
como una poderosa carga social, pues se quejaron de

[…] Directores, Chichiguas, Pilmanes y cuanto la fortuna


adversa ha inventado… oyendo en cada momento el
término de Escueleros. Sólo el día del juicio se sabrá el
pan tan amargo y la crucifixión que han tenido en este
mundo los Maestros de Escuela. Por eso, vulgarmente se
dice que la mayor droga que se le hace al Diablo es
meterse a Maestro de Escuela.8

Por lo tanto, no es de extrañarse que entre las cartas que los preceptores y
preceptoras enviaron al Ayuntamiento, también se anexara otro escrito realizado
por algún religioso que valiéndose de su carácter de confesor y aval de la alta
moralidad del solicitante enviara una amplia recomendación para los miembros
del gobierno. La importancia de la actividad política de los actores se hace
patente en dichos documentos, ya que a través de las cartas de presentación y
recomendación se conoce el tipo de instrucción que se dio en la sociedad
angelopolitana, sobre todo cuando se habla de que una década antes no existió
una diferencia entre la actividad del Estado y la Iglesia, por el contrario, fueron
instituciones que trabajaron juntas en pro del bien social.
Con el establecimiento del Segundo Imperio Mexicano, el clero quedó
convencido que la pareja imperial sería la encargada de regresarle a la Iglesia el
papel que las leyes de Reforma le quitaron. Probablemente, estas mismas
expectativas las tuvieron los curas poblanos pues como menciona el Presbítero
Don José de Jesús Juárez Ortiz, capellán de la Iglesia de San Roque:

8
Thanck Estrada, Dorothy (2005). La educación ilustrada 1786-1836. México: COLMEX, p. 210.
Entre la República y el Imperio 43

[…] Certifico en debida forma; y cuanto el derecho me


permite: que conozco a Don José María Lara , vecino del
Barrio de Analco: que es hombre de bien y joven muy bien
indinado que su conducta ha sido bastante honrada: que
nunca sirvió en nada al llamado gobierno liberal pasado,
porque quiso abrazar ese sistema, y sí al contrario padeció
por la causa justa: que aunque no sació ninguna licencia de
ese gobierno, para su enseñanza particular en dicho Barrio,
y en ella cumplió sus obligaciones: que sin embargo de ser
joven ha procurado con sus trabajos personales
proporcionará sus padres y familia la subsistencia hasta
donde ha podido.9

La influencia de la Intervención Francesa se hizo patente en la cotidianidad


educativa, pues incluso el Colegio del Estado, nombrado así por los liberales al
antiguo edificio carolino de los Jesuitas, cambió una vez más de nombre y se
convirtió desde 1863 en el Colegio Franco-Mexicano. Dicho espacio fue
trascendente, pues se ocupó para realizar los exámenes para los preceptores de
primeras letras que deseaban ingresar en las escuelas gratuitas.
El proceso fue complejo ya que los sinodales encabezados por el regidor
de escuelas fueron tres, entre los cuales un sacerdote se convirtió en el
encargado de realizar las preguntas pertinentes para las materias religiosas, dos
más se ocuparon de las demás pues como se informa al Ayuntamiento: “habiendo
presentado materias religiosas el R. P., el Sr. Esparragoza sobre Ortología,
Gramática y Caligrafía, y el Sr. Silva de Aritmética”10 los interesados en el puesto
Francisco de P. Fernández y Don José Mariano Dávila y Morgado obtuvieron el
voto unánime del jurado y fueron considerados muy aptos para ejercer la
profesión de primeras letras.

9
Archivo Histórico General Municipal de Puebla, Expedientes, Vol. 71, f. 14.
10
Ibid., f. 19.
44 Desde las Humanidades

Acceder a la enseñanza media superior se convirtió en una tarea difícil,


pues sólo se encontró un expediente que hablara sobre la necesidad de
establecer en la capital poblana una escuela secundaria. Permiso solicitado por
un particular al Ayuntamiento que se encarga de mostrar los altos estándares
educativos que contaba para dirigir dicho establecimiento, pues para comenzar se
trató de un hombre extranjero que después de realizar sus estudios en España,
ejercer la labor de preceptor en Francia, México y Puebla durante un tiempo de
veinte años, evidenciando la trascendencia de su labor con alumnos que llegaron
a obtener títulos de bachiller y licenciado, expone las mejores cartas credenciales
al Estado para abrir el plantel que abarcaría las primeras letras y la enseñanza
secundaria.11
La respuesta del Ayuntamiento no se realizó de forma rápida y se obligó
al solicitante a demostrar su moralidad intachable, además de proporcionar una
copia del programa que se llevaría en las escuelas para ser enviado para su
aprobación a los administrativos del ramo de educación.
En el caso de las maestras no se halló ningún expediente igual o parecido
al anterior, demostrando que en la pirámide social y académica las mujeres fueron
perdiendo presencia conforme se avanzó en la altura y perfeccionamiento de los
conocimientos adquiridos por la sociedad. Limitar su actividad a las primeras
letras desde niñas motivó la nula incursión de féminas preparadas en los saberes
básicos para incursionar más tarde en una escuela secundaria y la enseñanza en
niveles académicos altos.
Las medidas educativas impulsadas por Maximiliano fueron significativas
para la modernización del sistema basado en la escuela francesa, por ejemplo: se
estableció la educación secundaria, una diferenciación de grados académicos
según la edad de los alumnos/as, el impulso de las carreras tecnológicas y
prácticas, eliminación de las lenguas romance de los planes de estudio, influencia
del pensamiento utilitarista en las diversas ramas educativas, etcétera. Sin
embargo, el efímero imperio motivó que los decretos emitidos por Maximiliano
fueran opacados ante un halo de conservadurismo y retroceso, discurso emitido

11
Ibid., f. 24.
Entre la República y el Imperio 45

por los liberales radicales, aunque fue innegable que el símbolo de la modernidad
se plasmó en dichas leyes y las medidas propuestas por el emperador se llevaron
a cabo años más tarde.

DIFERENCIAS DE GÉNERO EN EL ESPACIO EDUCATIVO


Las dificultades y tenciones se hicieron evidentes en el espacio educativo cuando
entre los actores existían fricciones sociales o humanas, los sentimientos de
aprecio o insatisfacción se hicieron patentes en los maestro/as de primeras letras.
A continuación, se expone el caso de empoderamiento realizado por la preceptora
María Inés Manjarrés que en su calidad de maestra de primeras letras le
menciona al Ayuntamiento la penosa situación en la que se encuentra por falta de
fondos que sostengan la amiga que lleva desde hace tiempo, pues en un inicio se
le asignó una pensión de diez pesos que fue reduciendo con el paso de los años
hasta quedar en un peso mensual.
Su indignación se hace patente al enterarse que en los libros que lleva el
Estado se estableció una pensión de seis reales para ella por su gran labor
docente. María Inés menciona que el Señor Bermúdez que es agente de
instrucción es quien se queda con el dinero que por derecho le pertenece a ella.
Retomo sus palabras:

[…] Hoy no es mi ánimo molestar la atención de U. con


una solicitud imprudente, pero si representar el derecho
que me asiste a no desdarlo que el superior Gobierno
está socorriendo a los Señores Preceptores y Maestras
de primeras letras por conducto del Señor Don Mariano
Bermúdez, que se da el título de Agente de la Instrucción,
y que en el presupuesto se me considera con seis reales
al diarios; mas como hasta la hora de esta no he
percibido ni un solo centavo decente jaute socorro:
suplico a U. que en ejercicio de su justa benignidad haga
comparecer al citado Señor Bermúdez, para que haga las
explicaciones o exponga las causas por las que a mí no
46 Desde las Humanidades

me pasa el auxilio con que el Superior Gobierno se ha


imaginado concederme, y con el cual podría salir de los
compromisos de primera necesidad que me agitan hoy
cuando le van escaseando tanto los recursos. Tengo
conciencia de lo que llevo expuesto, y repito que no
quiero ser gravosa al erario público, pero tampoco quiero
que ninguna otra persona lo sea en mi nombre.12

El detentar un cargo profesional reconocido por el Ayuntamiento brindó a las


preceptoras un carácter de credibilidad y competencia respecto a su situación de
inferioridad femenina, ya que al no ser consideradas como ciudadanos del Estado
sus derechos y obligaciones fueron moldeables según las necesidades del
gobierno.
En primer lugar, la preceptora se encarga de mencionar su carácter de
sumisión ante los hombres del Ayuntamiento ya que menciona que no es su
intención la de molestar a ninguna persona, pero que es sabedora de que otros se
encuentran enriqueciéndose con un dinero que se le había asignado a ella como
su salario. Por lo tanto, es una mujer que defiende su trabajo y busca que éste
sea remunerado en los términos que se establecieron desde que ella inició sus
labores de enseñanza.
Cabe destacar que existe no sólo una diferencia de género en este
alegato, sino de jerarquía pública y académica, debido a que mientras ella es
maestra de una amiga pública de la ciudad, el citado Bermúdez es un prefecto
con amplia experiencia en la instrucción poblana que denota una larga carrera
como profesor de primeras letras de una de las escuelas de varones más
importantes de la ciudad y además, es el Inspector de Educación de la ciudad de
Puebla.
Se observa a todas luces una batalla desigual entre la palabra de una
mujer que acusa al Inspector Bermúdez de enriquecerse con el salario que sería
para ella, retomando las últimas palabras de María Inés: “Tengo conciencia de lo

12
Ibid., f. 85.
Entre la República y el Imperio 47

que llevo expuesto, y repito que no quiero ser gravosa al erario público, pero
tampoco quiero que ninguna otra persona lo sea en mi nombre” se muestra la
decisión en sus comentarios y busca que su denuncia no sea infantilizada, como
ocurrió en las denuncias femeninas en las que en ocasiones se les trató como
niños que no saben lo que dicen, por ello es que recalca con fuerza sobre la
importancia de tener conciencia respecto a la acusación lanzada.
El mayor empoderamiento de la preceptora María Inés se da cuando toma
en sus manos la decisión de arreglar su situación económica, presentarse al
Ayuntamiento para denunciar el robo de su dinero, la defensa de su credibilidad,
profesión y remuneración por el trabajo realizado, así como la importancia de
hacerse dueña de sus decisiones para no enriquecer a otros que usurpan su
nombre.
Finalmente, el Ayuntamiento brinda como respuesta que el sueldo de la
preceptora sea restituido por el monto que ella menciona, pero en el documento
se deja la posibilidad abierta de que lo realizado por Bermúdez no haya sido
precisamente un abuso de autoridad, sino que probablemente fue un descuido,
evidenciando el apoyo a la imagen profesional masculina del Inspector.

CONSIDERACIONES FINALES
Rescatar el ámbito educativo es trascendente pues a pesar de que Puebla sufrió
la intervención francesa y una serie de sitios militares en corto tiempo, sus
habitantes prosiguieron con su cotidianidad, por ejemplo, las preceptoras enviaron
sus documentos para conseguir las plazas que el Ayuntamiento ofreció en sus
escuelas públicas destacando sus certificados de moralidad y buena conducta,
además de realizar un examen ante un consejo elegido por el gobierno que
acreditara sus saberes respecto a las materias que brindaron en las amigas.
Cabe destacar que con el arribo de Maximiliano el concurso por las plazas
públicas se difundió más ya que se estableció que la vacante circulara en el
Periódico Oficial, con el objetivo de que un mayor número de pobladores lo
conociera. Pues anteriormente, cada escuela tuvo un preceptor/a que enseñó al
48 Desde las Humanidades

alumnado, sin embargo, en documentos más informales se observa que estos


guías tuvieron subalternos que los ayudaron en sus labores de enseñanza.
De tal manera que cuando la plaza quedaba vacante fueron los ayudantes
quienes inmediatamente entregaban sus documentos a los institutos, desde
posiciones muy ventajosas pues ya poseían las cartas de recomendación de sus
superiores y personas sobresalientes de la comunidad, conocían a profundidad
los problemas del establecimiento, durante años practicaron dando clases al
alumnado y se prepararon con anticipación para el examen del concejo.
Por supuesto, las diferencias de género se hicieron patentes en el ámbito
académico, pues si bien los preceptores/as fueron servidores del Estado al
atender las escuelas de instrucción pública, particularmente aquellas destinadas a
las primeras letras, las distinciones en cuanto a salarios y formas de pago fueron
muy diferentes entre unas y otros.
Al trabajo femenino se les consideró sólo como una fuente de ingreso
complementaria, tomando como principal referencia el trabajo del marido o el
aporte de los progenitores, actores que debían cuidar y sostener la dinámica
familiar, donde las labores mujeriles se establecieron dentro del espacio privado.
También existieron distinciones entre los preceptores que detentaron
algún cargo en el mismo sistema educativo y aquellos que únicamente fungieron
como profesores. Resulta notable que, en el primer caso, no se hallaron en los
documentos del archivo algún ejemplo de mujeres que hubieran accedido al cargo
de visitador o puesto que las posicionara como punta de la jerarquía académica.
Por lo tanto, las primeras letras se convirtió para las preceptoras en el
primer paso a dar para forjar un camino de empoderamiento a través de la
instrucción elemental, el cual no fue percibido de dicha forma durante la
construcción de la ciudadanía, por el contrario, el espacio educativo fue un medio
de acceder a una mejor posición dentro de la pirámide social en el ámbito público,
favorecido por las ideas victorianas existentes, las cuales, establecieron que sólo
damas debían enseñar a las niñas para fomentar la moral y las buenas
costumbres.
Entre la República y el Imperio 49

De tal manera que, la creación y posterior feminización de la profesión


magisterial se dio en gran medida a la convergencia de dos fenómenos: el
imaginario social existente que abogó por la implantación de la educación
ilustrada y las normas morales propuestas por el pensamiento victoriano; y en
segundo lugar, la existencia de un espacio público totalmente libre de la
participación masculina, pues en relación a la jerarquía del conocimiento se
observó que en cuanto se accedieron a saberes más especializados, la
intervención femenina se diluye y llega a desaparecer, las primeras letras que
formaron la base de la pirámide y que impactaron a una mayoría poblacional, se
vieron imbuidas de la participación femenina a través de las preceptoras.
El estudio de la escolarización, de los libros de texto, la creación de
saberes y el análisis de los métodos educativos son necesarios para profundizar
en el quehacer femenino, pues la instrucción pública femenina rendirá frutos años
más tarde con la creación de los primeros congresos feministas en México, siendo
sus principales creadoras y exponentes las profesoras normalistas quienes,
continuando con la tradición pedagógica, siguieron atendiendo a la instrucción de
los niños y la enseñanza de las primeras letras.
Un proyecto dispar 51

Un proyecto dispar: la institucionalización del normalismo en


Puebla, 1879-1880

Estela Munguía Escamilla


Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

MIRADA SUCINTA SOBRE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO: SEGUNDA MITAD


DEL SIGLO XIX
A mediados del siglo XIX, los diferentes estados que conformaban el país se
plantearon como uno de sus objetivos desarrollar la educación primaria y
organizar la formación de futuros maestros en las escuelas normales creadas
para tal efecto. Las normales fueron impulsadas al considerar que el magisterio,
más que una profesión encargada simplemente de enseñar a leer y a escribir,
instruir en conocimientos básicos de matemáticas, ciencias, letras y algún oficio,
serían los formadores de los ciudadanos mexicanos, educando a las futuras
generaciones que el país necesitaba para impulsar la conformación de los
estados nacionales que gradualmente se organizaban en la región, posterior a la
Independencia.
De este modo, con la derrota del imperio de Maximiliano de Habsburgo,
se inició un nuevo periodo en la historia política mexicana: la reestructuración del
régimen republicano. El grupo liberal triunfante tenía conciencia de que la plena
realización de los ideales liberales sólo sería factible en un Estado laico y
escolarizado; la educación pública se torna en una preocupación de primer orden.
Al ser restaurada la república, la educación nacional estableció sus
características. En 1867 el gobierno de Juárez se propuso convertir la educación
en una función pública y encargó al ministro de Justicia e Instrucción Pública,
Antonio Martínez de Castro, que formulara el plan de educación que hiciera
realidad ese propósito. En pocos meses de trabajo, la junta entregó un documento
que se publicó el 2 de diciembre de 1867 con el nombre de Ley Orgánica de
Instrucción Pública, con esta legislación se pretendía reorganizar la educación
52 Desde las Humanidades

nacional; empero, sólo tuvo vigencia en las jurisdicciones que dependían


directamente del ejecutivo federal.
Dos años después, el 15 de mayo de 1869, nuevamente el gobierno de
Juárez expidió otra Ley de Instrucción Pública, que como la anterior, sólo era
aplicable en el distrito y territorios federales. En ésta se mantuvo la obligatoriedad
y la gratuidad de la enseñanza primaria, pero además se suprimió la enseñanza
de la religión, con lo que la instrucción elemental adquiría las características de
obligatoria, gratuita y laica que conserva hasta nuestros días, también se ordenó
abrir escuelas para niños y para niñas.
Las Leyes de 1867 y 1869 fueron los instrumentos jurídicos que sirvieron
de base para organizar la educación en México.
La educación elemental en 1875 tenía una duración de cuatro años, para
1905, la primaria se dividía en elemental (cuatro años) y superior (dos años).
Hasta el año de 1875, los avances en materia de educación elemental fueron
limitados, logrando distinguir cuatro aspectos relevantes: poco patrocinio, falta de
escuelas normales, bajos salarios del profesorado y el hecho de que las escuelas
dependieran de los municipios.
Una preocupación educativa fue la formación de profesores de educación
primaria, pues se advertía la falta de un magisterio debidamente capacitado para
la actividad docente, lo cual implicaba un serio problema para el avance de la
educación nacional. La ausencia de escuelas normales que atendieran este
compromiso o la deficiencia de las pocas que existían, agudizaba este problema. 1
Por su parte, en 1876 al iniciar Díaz su primer mandato, llamó a colaborar
en su gabinete a destacados miembros del Partido Liberal, entre sus
preocupaciones se encontraban atender la instrucción primaria, la de los
indígenas, la superior; y en particular recomendó que la mujer participara en la
enseñanza. Covarrubias reporta para 1875, que en el país trabajaban más de 8
mil preceptores en primarias, de los cuales “sólo una cuarta parte son mujeres y
sirven las escuelas de niñas y el corto número de las escuelas mixtas”. La

1
Solana, Fernando (1991), “II Los orígenes de la Educación Pública en México”, en Solana,
Fernando, et al., Historia de la Educación Pública en México. México: SEP/FCE, pp. 30-39.
Un proyecto dispar 53

educación en el período era unisexual, había escuela de niños, de niñas y unas


cuantas mixtas; la separación por sexos era escrupulosa.
La relativa estabilidad política del gobierno de Porfirio Díaz, aunada a la
incipiente industrialización que se presenta en México al finalizar el siglo XIX, dará
lugar a cambios económicos, sociales, tecnológicos y culturales propios del
mundo industrial, aunque específicos de la realidad mexicana: aumento de la
población, creciente urbanización, relativo paso de la producción artesanal a la de
en serie, creación de cuerpos burocráticos, formación de profesionales, división
del trabajo con categorías diferenciadas y mejoras de la educación. Prácticamente
durante el Porfiriato es cuando se inicia el sistema de educación pública en
términos de compromiso, estructura organizativa y reflexión pedagógica
institucionalizada.2
Es conocido el impulso que el gobierno de Porfirio Díaz dio a la educación
elemental, notándose el beneficio de su política hacia las niñas; pues si para 1875
había 12,255 estudiantes matriculados en las escuelas primarias del Distrito
Federal, con el 33.3 % de niñas, y cada escuela atendida por un docente; para
1910, concurrían 52,080 alumnos matriculados en primaria elemental, de los
cuales el 50.7% eran niñas (Informes presentados al Congreso Nacional de
Educación Primaria, 1911). Sin embargo, a pesar de esta mejora, los índices de
alfabetización continuaron bajos. La escolarización de las niñas generó espacios
laborales para las mujeres.
Díaz nombró como secretario del rubro educativo a Protasio P. de Tagle,
(1877-1879), quien transformó la Escuela Secundaria de Niñas en una institución
que pudiera preparar a las futuras profesoras de enseñanza primaria; fue un paso
importante para sustituir el sistema lancasteriano por uno moderno, fundamentado
en la pedagogía. En treinta años (1875-1905) se abrieron 85 nuevas primarias

2
González, Rosa María (2009). “De cómo y por qué las maestras llegaron a ser mayoría en las
escuelas primarias de México, Distrito Federal (finales del siglo XIX y principios del XX): un estudio
de género”, Revista Mexicana de Investigación Educativa, vol. 14, núm. 42, México, jul. /sep., pp.
5-7.
54 Desde las Humanidades

para niñas (contra 45 de niños) en el Distrito Federal, lo que implicó espacios


laborales para las maestras.3

PROFESIONALIZACIÓN DOCENTE CONTRA IMPROVISACIÓN


Terminar con la tradicional improvisación de maestros en México, mediante la
creación de escuelas normales, fue una demanda constante, independientemente
de los matices partidistas de sus promotores, y de las mayores o menores
posibilidades de éxito de cada uno de ellos. Abrir establecimientos para mujeres
que fueran de nivel superior a los de carácter elemental resultaba un
requerimiento ineludible.4
Al asumir la presidencia Juárez, decretó la Ley de Instrucción que
dispuso, entre otros asuntos, la apertura de un ciclo secundario (entre la primaria
y la educación superior); para 1869, el gobierno juarista crea la Secundaria de
Niñas, como ciclo secundario con seis años de duración.5
Sin embargo, el cúmulo de problemas que caracterizó buena parte del
siglo XIX, imposibilitó por largo tiempo la consolidación de cualquier innovación en
el ámbito educativo. La presencia mayoritaria de profesores y maestras
inadecuados, y por ende incapacitados para un ejercicio conveniente de la
profesión se prolongó sin mayores cambios, al menos hasta bien avanzada la
década de los setenta. Pese al interés gubernamental por romper con este
escenario, era difícil encontrar la solución pertinente; algunas veces los
obstáculos mayores eran de carácter económico, otras, de tipo social, pues las y
los interesados o afectados no siempre estaban convencidos de los beneficios de
las innovaciones que se intentaban implantar.6

3
ibid., p. 9.
4
López, Oresta, et.al., (2008). “De escuela secundaria para Señoritas a Normal de Profesoras,
1867-1890”, Entre imaginarios y Utopías: Historias de Maestras, México, Publicaciones de la Casa
Chata, p. 105.
5
González, Rosa María (2006). “Las mujeres y su formación científica en la ciudad de México.
Siglo XIX y principios del XX”. Revista Mexicana de Investigación Educativa, A.C,, vol. 11, núm. 30,
julio-septiembre, p. 776.
6
López, (2008). “De escuela secundaria para Señoritas a Normal de Profesoras, 1867-1890”,
pp.105-106.
Un proyecto dispar 55

También estaban los conflictos de tipo político, debido a la inestabilidad


que provocaban echaban por tierra toda idea orientada al mejoramiento de la
instrucción, particularmente la de las mujeres De esta manera, entre
levantamientos militares de todo tipo de golpes de estado contra las sucesivas
administraciones y diversas clases de disturbios internos y externos, el tiempo
transcurría y el problema de la formación de docentes se agravaba.7
En Puebla, al finalizar los años setenta e iniciar los ochenta del siglo XIX,
más niños y niñas asistían a las escuelas primarias y existía una preocupación
oficial constante por mejorar las condiciones de funcionamiento de los planteles.
Sin embargo, la escasez de maestros titulados era notoria, la improvisación de
docentes era lo que prevalecía, esta circunstancia llevó al gobernador poblano
Juan C. Bonilla (1877-1880) a plantearse la creación de la Escuela Normal en
Puebla.
Para preparar en Puebla al profesorado de educación primaria, la Ley de
Instrucción Pública de 1879 dispuso que en un plazo no mayor de cuatro meses
se estableciera una escuela normal en la capital;8 sin embargo este mandato se
concretaría hasta finalizar ese año.9

HACIA EL NORMALISMO EN MÉXICO Y PUEBLA


En México, ya la Sociedad Lancasteriana había ensayado el normalismo con
precarios resultados, entre estas tentativas encontramos a la Escuela Normal
Mixta de San Luis Potosí, 1849. En otros estados la situación no era más

7
Loc.cit.
8
Ley de Instrucción Pública para el Estado de Puebla, 9 de enero de 1879, p. 3.
9
ibid., pp. 3 y 4. En la publicación de la Ley de Instrucción Pública de 1879, artículo 6°, en un
primer momento se propusieron las siguientes materias para cursar la carrera magisterial; a la
postre este programa no prevaleció: I. Ortología, II. Caligrafía, III. Gramática Castellana, IV.
Aritmética, comprendiendo los sistemas legal y usual de pesa y medidas, V. Álgebra, VI Geometría
elemental, VII. Cosmografía y geografía, VIII. Elementos de derecho constitucional, IX. Gramática
general, X. Higiene práctica, Moral y Urbanidad, XI. Cronología y elementos de Lógica, XII. Historia
de México y elementos de Historia Universal, XIII. Dibujo natural, lineal y de ornato, XIV. Teneduría
de libros, XV. Francés, XVI. Inglés, XVII. Pedagogía y Filología, XVIII. Música, XIX. Principios de
Física, Química e Historia natural aplicadas a las artes y a la agricultura. Se enseñaría a los
hombres I. Manejo de armas, II. Natación, III. Gimnasia; a las mujeres I. Costura y bordado, II.
Tejido de mano, III. Formación de flores artificiales, IV. Manejo de las máquinas que facilitaran
estas labores y V. Nociones de Economía doméstica.
56 Desde las Humanidades

alentadora, en su informe Covarrubias mencionaba la existencia de quince


colegios que ofrecían educación secundaria o superior para mujeres con la
asistencia de 2,300 estudiantes. Además del Distrito Federal, se señalaba la
presencia de un Colegio en Chiapas; un Instituto para niñas en Durango: una
escuela Normal para mujeres y Escuela de Artes en Guanajuato; un Liceo de
niñas en Jalisco; la Academia de Niñas de Oaxaca; la Normal de profesoras en
San Luís Potosí; el Colegio particular para niñas en Sinaloa; la Normal y un
colegio de niñas de educación secundaria en Sonora.10
Entre las entidades que carecían de educación superior femenina hasta
1874 se encontraban: Aguascalientes, Campeche, Coahuila, Colima, Chihuahua,
Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León,
Querétaro, Tamaulipas, Tlaxcala, Yucatán, Zacatecas, y también Puebla.
Posteriormente, en la década de los ochenta surgieron Normales en
Michoacán, Querétaro y Sonora; pero las que tuvieron mayor prestancia y
sirvieron de modelo fueron las de Puebla y Jalapa, por sus innovadores y
modernos sistemas pedagógicos.11
En la capital de la República, después de varias tentativas quedaría
constituida hacia 1886 la Escuela Nacional de Maestros, cuyo proyecto fue
encomendado a Ignacio M. Altamirano.
En Puebla, para instituir el normalismo se proyectaron dos escuelas, una
para profesores y otra para señoritas; pero nos preguntamos ¿por qué una para
varones y otra para mujeres? Quizá una respuesta la encontremos en cuestiones
de orden “moral, pues la práctica educativa hasta entonces era instruir por
separado a cada uno de los sexos; otra, pudo estar relacionada con la ideología
de la época y que respondió a supuestas diferencias intelectuales y funciones
sociales entre mujeres y hombres.

10
López, Oresta (2008). “Currículum sexuado y poder: Miradas a la educación liberal diferenciadas
para hombres y mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX en México”, en Relaciones 113,
vol. XXIX, México, Relaciones Estudios de Historia y Sociedad, p. 51.
11
Márquez, Ignacio (1985). La crisis del liberalismo y la revolución, La educación en Puebla 1867-
1913. Puebla: Universidad de las Américas, A. C., pp. 125-126.
Un proyecto dispar 57

Juan C. Bonilla para su propósito de instituir el normalismo en Puebla


contó con la ayuda personal de Guillermo Prieto,12 a quien le pidió la elaboración
del reglamento respectivo.13 Tenemos el antecedente que para desarrollar este
plan en primera instancia se pidió ayuda a Gustavo Pedro Mahr, pedagogo
alemán radicado en Puebla.14
Los primeros esfuerzos por renovar la educación en Puebla, parten del
profesor Gustavo P. Mahr, quien asociado a otras personas estableció “lo que fue
el embrión de las futuras escuelas normales”;15 a su iniciativa se debe la
formación de la Academia de Profesores, primer impulso dedicado a la formación
de maestros en la entidad.
La Academia funcionó gratuitamente por las noches, para jóvenes que
quisieran dedicarse al magisterio; participaron, desde 1873, junto con Mahr los
profesores, Julio Zárate, Manuel María Flores, Rafael de la Colina, Mariano
Dávila, Francisco Beltrán de Arias, Ignacio del Pozo, Bernardo Rojas, F.
Zambrano y Sánchez Lara, entre otros.
A pesar de la experiencia pedagógica de Mahr, el proyecto normalista que
finalmente prevaleció fue el formulado por Guillermo Prieto;16 amigo personal de
Bonilla.

12
Guillermo Prieto. Destacado abogado, político y poeta mexicano, influyó notablemente en la vida
cultural y política de México durante el siglo XIX. Nació y murió en la ciudad de México, 10 de
febrero de1818 y 2 de marzo de 1897, respectivamente.
13
Zamacona, R. y Comp. (1892). Reseña Histórica, Estadística y Comercial de México y sus
Estados. Puebla. México: Tipografía de Alejandro Marcué, p. 78.
14
Gustavo P. Mahr, educador alemán avecindado en Puebla, nació en Wurzburgo en 1832, llegó a
México con el ejército francés. Autor de Gramática General y Sinopsis y Definiciones de todas las
ciencias. Murió en Puebla en 1896.
15
Márquez, Ignacio,(1985). La crisis del liberalismo y la revolución, La educación en Puebla 1867-
1913, p. 49.
16
Guillermo Prieto tuvo una larga trayectoria como periodista, y como miembro del partido liberal
llegó a ocupar numerosos cargos públicos: diputado en varios periodos, incluso en el Congreso
Constituyente de 1857. Fue ministro de Hacienda durante las presidencias de Arista (1852-1853),
Juan Álvarez (1855) y Benito Juárez (en diversas ocasiones entre 1858 y 1861). Sufrió
persecuciones, cárcel y destierros por causa de sus convicciones políticas.
58 Desde las Humanidades

INTENTOS POR FRANQUEAR LA DISPARIDAD


El largo periodo estabilizador del gobierno de Porfirio Díaz fue propicio para
impulsar el crecimiento económico y la modernización del país, aunque sus
beneficios fueron discutibles: frente a una pequeña burguesía industrial y agrícola,
una miserable clase trabajadora soportaba el peso del incipiente desarrollo
económico. El presidente Díaz mantuvo una confianza ilimitada en la educación
elemental como medio para alcanzar el desarrollo económico del país,
favoreciendo la apertura de escuelas primarias, principalmente en zonas
urbanas.17
Por lo tanto, una de las preocupaciones de Guillermo Prieto, definido
como liberal radical, fue impulsar la educación nacional, por ende el normalismo,
a través de la enseñanza de la historia con principios republicanos; pensaba que
sólo así el país podría consolidarse como Estado, prosperando la paz y el
desarrollo.18
En el documento relativo al establecimiento de las Escuelas Normales en
19
Puebla, confeccionó en su primera parte la importancia de la escuela. Se
pronunció porque en los establecimientos escolares no existiera distinción alguna
entre pobres y ricos, ya que asumía que el conjunto de conocimientos
depositados en los establecimientos escolares, deberían ser los mismos para
todos, apuntaba que la educación primaria era un derecho de los niños, por eso
era obligatoria.20
En México, unos pocos años antes de este proyecto, hacia 1875, pese a
la existencia de 8103 escuelas primarias; 5567 para niños, 1594 para niñas, 548

17
Loyo, Engracia (1999). Gobiernos revolucionarios y educación popular en México, 1911-1928.
México: El Colegio de México, pp. 3-8.
18
Ortega y Medina, Juan (1996). “Los libros de texto de Historia de México”, Vol. IV, Historiografía
Mexicana, En busca de un discurso integrador de la nación, 1848-1884. México: UNAM, pp. 501-
502.
19
Fondo Personal del Profesor Juan F. Cadena. (1879). Establecimiento de las Escuelas Normales
de Profesores de Instrucción Primaria y Secundaria del Estado de Puebla. Puebla: Imprenta del
Hospicio, 16 páginas. (Documento mecanografiado); también en Biblioteca Palafoxiana de Puebla,
n° de localización: 41442, 36 páginas. (Documento impreso). Nota del autor: para la redacción de
este texto utilicé el documento mecanografiado.
20
ibid., p. 2.
Un proyecto dispar 59

mixtas, 124 para adultos, 21 para adultas y 249 sin clasificación, el esfuerzo aun
era pobre para resolver las necesidades educativas existentes. Aproximadamente
349 000 niños asistían a la escuela, de los cuales 77 mil eran niñas, de un total de
1 800 000 en edad escolar;21 sólo una quinta parte de los niños del todo el país
asistían a un establecimiento escolar.
El desafío generalizado era construir escuelas para educar a una extensa
población analfabeta, así como preparar y formar maestros para impulsar la
educación, pues sólo había ocho mil y la mayoría no estaban preparados para
enfrentar los graves rezagos de la enseñanza.22
Como liberal de su tiempo, aunque Prieto promovía dar un impulso
importante a la educación femenina, intentando franquear la disparidad entre
sexos, pero subrayaba que la urgencia mayor era la educación masculina. En su
proyecto, al referirse a la educación de la mujer, anotaba que se procuraría que
se “instruyese como madre del futuro ciudadano, para que no abandonara los
instintos de su sexo ni su importancia en el hogar”. 23 Por lo anterior, observamos
su convencimiento de que el programa de materias para las futuras docentes
incluyera todos aquellos cursos relacionados con la familia y la formación de
valores.
La tradición de educar a la mujer en el ámbito familiar privado hacía que
ciertos grupos sociales desconfiaran y se resistieran a inscribir a sus hijas en las
escuelas públicas. La enseñanza de las niñas generalmente era tarea de las
madres o de personas directamente autorizadas y vigiladas por los padres.
Las funciones sociales de ambos sexos se fueron delimitando
convenientemente en la modernidad, difundiendo el concepto de una instrucción
elemental semejante.
En general, las familias más ricas contrataban preceptores para instruir en
casa a los varones de la familia, pues serían los niños quienes llegarían a ocupar

21
Díaz Covarrubias, José (1875). La instrucción pública en México. México: Imprenta del Gobierno
en Palacio, pp. 72:64.
22
López, (2008). “Currículum sexuado y poder: Miradas a la educación liberal diferenciadas para
hombres y mujeres durante la segunda mitad del siglo XIX en México”, pp. 40, 41.
23
Establecimiento de las Escuelas Normales, op. cit., p. 7.
60 Desde las Humanidades

los puestos en el gobierno, el comercio, la milicia y la Iglesia. Algunas niñas eran


beneficiadas recibiendo alguna instrucción, ya que las mujeres sólo tenían acceso
a las primeras letras; las niñas deberían ser amas de casa y madres piadosas de
familia, disciplinadas, obedientes y laboriosas, bastaba con que tuvieran una clara
noción de su papel en la sociedad, de la conducta que debían seguir y que
conocieran los rudimentos de la doctrina cristiana, las primeras letras (leer escribir
y contar); así como costura y bordado. Algunos padres de familia buscaron
espacios distintos al doméstico, que ocuparon las primeras mujeres que
asumieron la enseñanza como un oficio. En el ámbito profesional sólo podían
aspirar a ser maestras de enseñanza elemental.24
Asimismo, algunas ideas vertidas por Prieto sobre la formación del
profesorado en Puebla, tienen que ver con la importancia y trascendencia que le
concedía a la Escuela Normal, sin embargo, la consideraba sólo una parte de un
sistema educativo ampliamente concebido para la formación de la escuela
nacional.25 Apuntaba, que uno de los inconvenientes en el proyecto para reformar
la educación era la poca aptitud de los maestros de escuela, así como su escasez
y formación. Su adestramiento y conocimientos debían ostentarlos en grado
considerable no sólo para exponerlos o explicarlos en el aula sino también para
fueran comprendidos y transmitidos a los niños, para poder aplicarlos
objetivamente en la práctica.
El maestro debía ser el modelo del niño y el alma de la escuela,
refiriéndose concretamente a la moralidad y costumbres del docente. Proponía,
un punto esencial, el mentor debía cuidar sus sentimientos e ideas sobre
patriotismo, porque sólo así podría comunicarlo a sus alumnos, de lo contrario
aparecería sólo como un asalariado de la enseñanza.
Otro aspecto que consideraba indispensable, era la vocación del profesor
hacia su profesión, nacida del conocimiento e importancia de esta tarea. 26

24
López, Oresta, et.all., (2008). “De “amiga” a preceptora: las maestras del México independiente”,
en Entre imaginarios y Utopías: Historias de Maestras, México, Publicaciones de la Casa Chata,
pp. 37-38.
25
Establecimiento de las Escuelas Normales, op. cit., p. 11.
26
ibid., p. 9.
Un proyecto dispar 61

Consideraba que la escuela normalista debía estar provista de una cátedra


especial de pedagogía, así como de escuelas anexas a las Normales para la
práctica docente.27
Por lo antes expuesto, podemos observar que la ideología plasmada en el
proyecto de Prieto responde a una valoración de su tiempo, misma que quedaría
reflejada en la normatividad de las escuelas normales de Puebla.

UN PROYECTO DISPAR: LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL NORMALISMO EN


PUEBLA
Para la conformación de la enseñanza normal en Puebla, en su proyecto y
reglamentación imperó la visión prevaleciente de la época, escuelas para varones
y para mujeres, es decir educación dividida por sexos; Escuela Normal para
Señoritas y Escuela Normal para Profesores.
En cuanto a reglamentos, el correspondiente a varones estaba compuesto
por 14 artículos y 18 para señoritas. La reglamentación en su articulado a primera
vista es parecida para hombres y mujeres, como es el monto relativo a pensiones,
así como la presentación de un examen teórico práctico para ingresar a la normal
ante el director de la institución y dos catedráticos.
Entre otras normas paralelas se encontraba la edad requerida para los
postulantes para su ingreso, que debía fluctuar entre los 18 y 22 años, compartían
fechas de apertura y conclusión de cursos, horarios, exámenes y vacaciones. Los
años escolares se abrirían el 2 de enero y concluirían el 15 de noviembre, los
exámenes se verificarían del 16 al 30 del mismo mes, y las vacaciones se
tomarían del 1° al 31 de diciembre.
Todo el alumnado sería externo y tendría la obligación de concurrir con
puntualidad a todas las cátedras que se les indicaran, de no hacerlo se harían
acreedores a perder la pensión otorgada. Tampoco se admitiría que tuvieran más
de treinta faltas, desaplicación notoria a juicio de sus superiores, mala conducta o
reprobaran exámenes. Alumnas y alumnos fueron clasificaron en pensionistas y
voluntarios.

27
ibid., pp. 9 y 10.
62 Desde las Humanidades

Entre los criterios que nos han llamado la atención, y que nos hacen
percibir que se trató de un proyecto dispar se encuentra en primer término el
relativo a cómo se aplicaría la entrega de pensiones, y también los años en que el
alumnado cursaría la carrera magisterial.
Aludiendo al primer procedimiento, los estudiantes para estudiar en la
normal de la capital poblana serían los elegidos por los ayuntamientos de cada
distrito del estado de Puebla, un varón y una señorita; una vez aceptados como
alumnos, el gobierno estatal anualmente les otorgaría una pensión de quince
pesos; pero, la diferencia la encontramos que mientras cada alumno varón
recibiría su asignación monetaria, las alumnas no, sino la familia que se haría
cargo de la futura profesora en la ciudad de Puebla, misma que tenía que
demostrar cualidades de honradez y buena conducta a satisfacción del gobierno.
Asimismo, el reglamento estipulaba que las alumnas debían ser aptas y de
moralidad irreprochable y reconocida, aplicadas y de buenos modales; “requisitos”
no solicitados a los estudiantes del sexo masculino.
Otra diferencia la encontramos en los años que hombres y mujeres
cursarían la carrera; mientras que las mujeres la harían en sólo dos, se proyectó
que los hombres la cursaran en tres.
Las materias simultáneas para hombres y mujeres durante el primer año
serían: gramática castellana, principios de gramática general, aritmética,
teneduría de libros, geografía, elementos de historia universal y patria, moral y
urbanidad, así como pedagogía.
Entre las materias que no compartían se encontraban, principios de
álgebra y explicaciones de la constitución del país para los hombres; mientras que
a las mujeres se les impartirían, lectura, escritura, música, dibujo, urbanidad,
lenguas extranjeras, geografía; materias que “embellecían” a la mujer.28
Durante el segundo año, los cursos para varones versaban sobre las
materias aprendidas durante el primer año para su mejor conocimiento; así
mismo, perfeccionarían matemáticas, francés, lógica, retórica y principios de
28
Arredondo, Adelina (2008). “De “amiga a preceptora”, en Luz Elena Galván Lafarga, Oresta
López Pérez (coordinadoras). Entre imaginarios y utopías: historias de maestras, México:
Publicaciones de la Casa Chata, p. 65.
Un proyecto dispar 63

literatura, nociones de derecho natural e historia patria. Las señoritas el segundo


año lo dedicaban al perfeccionamiento de los principios de álgebra, elementos de
lógica y de literatura e historia patria, igual que los varones; en tanto nociones
científicas, derechos y deberes del hombre, y pedagogía, fueron materias que
cursaban las normalistas durante este ciclo, incluyendo el aprendizaje idiomas:
inglés, francés e “idioma azteca”,29 costura y bordados.
A los aspirantes a profesores, hasta el tercer año les impartían, idioma
azteca, latín e inglés, elementos de mecánica, física, química y de historia natural,
derecho natural, economía política y nociones de derecho civil, penal y comercial;
nos preguntamos, por qué éstas materias no fueron impartidas a las mujeres?
seguramente la respuesta la encontremos en los juicios que sobre las
capacidades femeninas emitían los responsables directivos de la educación de la
época, opinando que el hombre necesitaba una educación viril, con ideas de
progreso de cierto orden, con nociones científicas […] mientras que la mujer no
era capaz de llegar a trabajos intelectuales de primer orden todavía, por lo tanto
su educación debía ser “diversa”, interpreto como desigual a la de los varones. La
metodología entonces para ambas escuelas debía ser diferente, el programa
diverso y los trabajos distintos. (Segundo Congreso de Instrucción, 1891:319).30
Pese a lo anterior, podemos constatar que numerosas materias impartidas
a las futuras profesoras de Puebla fueron forjando su profesionalización, poco a
poco fue cambiando la imagen que se tenía de las mismas, quienes en lo general
eran descritas como mujeres mayores sin formación.31
Las cátedras se impartirían diariamente en una y otra escuela normal, con
excepción de domingos y días de conmemoración nacional. En cuanto a horario,
las clases se darían de ocho a doce del día y de tres a cinco de la tarde.

29
Prieto propuso un elemento pedagógico que debería considerar el normalismo, al que llamó el
“método de enseñanza para los indios” (sic), la asignatura del “idioma azteca”, que consistiría en
cultivar el idioma nativo practicado por los indígenas y transmitirlo a través de la instrucción.
30
González, (2009). “De cómo y por qué las maestras llegaron a ser mayoría en las escuelas
primarias de México, Distrito Federal (finales del siglo XIX y principios del XX): un estudio de
género”, p.12.
31
ibid., p.11.
64 Desde las Humanidades

El proyecto de Guillermo Prieto incluyó la normatividad para los aspirantes


a formarse como docentes y personal profesional del plantel normalista; desde el
director hasta los mozos.32
Una vez presentado el proyecto y aprobado, y de acuerdo con lo
establecido por la Ley de Instrucción Primaria expedida por el Congreso del
estado, la Escuela Normal de Profesoras quedó inaugurada el 16 de septiembre
de 1879 y la de Profesores el 24 de enero de 1880.33
Sobre la inauguración de la escuela para profesoras no contamos con
información que nos reseñe este evento; sin embargo, sabemos que el salón de
sesiones del Congreso del estado de Puebla acogió el 20 de enero de 1880 a
numerosa concurrencia para celebrar la inauguración de la Escuela Normal de
Profesores.34
El programa fue preparado por su primer director Guillermo Prieto. En
esta inauguración actuaron artistas locales, -recitando, cantando y tocando el
piano-, el licenciado Miguel Serrano,35 leyó una alocución referente a este
acontecimiento y el mismo Prieto pronunció un discurso alusivo a la fundación. El
acto concluyó al tocar una orquesta la marcha nacional de Zaragoza.
Las Escuelas Normales ocuparon diferentes espacios en la capital
poblana, la de profesoras fue ubicada en una dependencia del Hospicio, en tanto
que la de profesores se instaló en el edificio del ex convento de San Jerónimo,
actualmente escuela primaria José María Lafragua.

32
Establecimiento de las Escuelas Normales, op. cit., pp. 13-15.
33
Archivo Histórico del Estado de Puebla (AHEP), fondo/SEP-Puebla, año 1929, caja 84, exp. 70.
Conviene apuntar que respecto a las fechas en que se fundaron las mencionadas escuelas no
existe coincidencia entre varios textos consultados sobre el tema, sin embargo, mantengo el dato
señalado por tratarse de información obtenida en fuentes primarias.
34
Periódico Oficial del Gobierno del Estado, Puebla de Zaragoza, 24 de enero de 1880, Tomo XL,
núm. 7, p. 3.
35
Miguel Serrano (1842-1916). Poblano, miembro del grupo de krausistas reunido en torno a
Gustavo P. Mahr, influyente en el desarrollo educativo del estado de Puebla. Fungió como
secretario de Fomento y Educación durante la administración de Juan C. Bonilla (1877-1880) y
secretario de Gobierno durante la administración de Juan N. Méndez (1880-1884). Fue director de
la Normal de Profesores de la ciudad de México cuando abrió sus puertas en febrero de 1887. En
Alvarado, Lourdes (2004). La educación “superior” femenina en el México del siglo XIX. México:
Plaza y Valdés/UNAM, p. 273.
Un proyecto dispar 65

Los primeros directivos de la escuela normal de profesores fueron:


Guillermo Prieto, primer director; secretario, Francisco Beístegui; y como prefecto
Antonio Cardoso. La dirección de la escuela de profesoras quedó bajo la tutela de
la de profesores. La planta docente de la escuela estaría encabezada por la
directora del plantel y profesores encargados de las materias ya anotadas, y una
colaboradora de bordaduría.36 Una norma no escrita que se siguió en el periodo
fue que el director de las primarias de niños fuera siempre un hombre, y los
ayudantes hombres y mujeres; en este caso para la normal de señoritas se siguió
la usanza.37
La escuela normal de profesoras quedó provisionalmente a cargo de la
dirección de Ramón Gómez Daza, quien era Secretario de Fomento y de
Instrucción Pública del gobierno del estado; impartieron cátedras su primera
subdirectora Paz Montaño, el ingeniero Manuel Aragón, Ignacio Blázquez, Félix
Beistegui, Miguel Palma y Concepción Velásquez, entre otros.38
Hacia el año de 1880 la Escuela Normal de Señoritas comenzó a
funcionar con 34 alumnas inscritas y la de profesores también con el mismo
número.39
En diciembre de 1879 a iniciativa de Bonilla se formó una Asamblea de
profesores en el municipio de Puebla, que tenía entre otras funciones la discusión
y formación de temas sobre diversos ramos de la enseñanza primaria y
pedagogía en general, elevar la moral y mejorar el material del profesorado, y la
formación de la estadística escolar del municipio. Periódicamente se celebrarían
sesiones destinadas a estudiar los sistemas y métodos de enseñanza para

36
Establecimiento de las Escuelas Normales, op. cit., pp. 15-16.
37
González, (2009). “De cómo y por qué las maestras llegaron a ser mayoría en las escuelas
primarias de México, Distrito Federal (finales del siglo XIX y principios del XX): un estudio de
género”, p. 9.
38
Cordero y Torres, Enrique (1965). Historia Compendiada del Estado de Puebla. Puebla:
Publicaciones del Grupo Literario “Bohemia Poblana”, pp. 235-236.
39
Huerta, Ana María (1992). Políticas educativas en Puebla 1877-1910. La escuela elemental.
Puebla: Gobierno del Estado de Puebla, p. 7.
66 Desde las Humanidades

alcanzar la uniformidad escolar posible, así como el mejoramiento de las escuelas


y reformas de los libros de texto.40
Es preciso destacar que desde que emprendió el funcionamiento del
normalismo en Puebla, tendió a su feminización; el número de mujeres en pocos
años superó al de varones. En los primeros años de su existencia, 1882-1892,
terminaron sus estudios previo examen profesional 87 jóvenes mujeres frente a
41 hombres; la matrícula femenina se incrementó año con año, porque entre otras
cosas los varones preferían estudiar carreras que consideraban más lucrativas o
de prestigio, cuyo ejercicio les permitiría aspirar a mejores salarios.
Así, de acuerdo con los cánones de la época, era mejor ser reconocido
como abogado, ingeniero u otra profesión liberal, que como profesor, en cambio
para las mujeres, estudiar en la Escuela normal les brindaba la posibilidad de
ejercitar una carrera cuyo desempeño, además de proporcionarles un empleo
aceptable y recursos propios, les permitía alcanzar un estatus social y salir del
círculo de las actividades domésticas.41

CONSIDERACIONES FINALES
Los impulsores de la educación durante los años aquí abordados creyeron en el
poder de la educación, porque desde su perspectiva el progreso deseado para
México, y por ende para el estado de Puebla, dependía de la buena instrucción
que se pudiera ofrecer a los ciudadanos.
Así, podemos observar que con el gobierno liberal de Benito Juárez, tanto
niños y niñas comienzan a recibir educación formalizada, aunque limitada, será
durante el porfiriato cuando tanto a niñas como a mujeres adultas se les ofrezcan
más y mejores oportunidades educativas. En parte, porque el país también
requería que las mujeres y los hombres mejor preparados se integraran al
proyecto modernizador del país. Se pretendió su incorporación laboral en todos

40
Loc.Cit.
41
Morales, Soledad (2008) “Profesoras normalistas del porfiriato”, en Luz Elena Galván Lafarga,
Oresta López Pérez (coordinadoras). Entre imaginarios y utopías: historias de maestras. México:
Publicaciones de la Casa Chata, p. 207.
Un proyecto dispar 67

los ámbitos, entre ellos el educativo, de allí la demanda de institucionalizar una


profesión tan desatendida como era la normalista.
De esta manera, la creación de las escuelas normales para la preparación
formalizada del magisterio, particularmente en Puebla, respondió a una necesidad
educativa y a una política tendiente a innovar y transformar la realidad magisterial
de ese momento: pasar de la improvisación a la profesionalización, y a la
necesaria incorporación femenina al ámbito magisterial como un proceso
encaminado hacia la modernidad, a la construcción del Estado mexicano.
No obstante, hemos podido confirmar a través de este texto, que a pesar
de existir una apertura educativa hacia las mujeres interesadas en cursar la
carrera normalista en Puebla, los apoyos y condiciones sociales hacia éstas
fueron más rigurosos que hacia los varones, creando diferencias notables, al
considerar que las mujeres no estaban aún aptas para manejarse por cuenta
propia, como tampoco para desempeñarse como docentes sin atender y reforzar
el papel tradicional que les había determinado la sociedad; es decir, el de esposa
y madre.
Femineidad y Clandestinidad 69

Femeneidad y Clandestinidad

Silvina Campo
Universidad Paris I Panthéon-Sorbonne

Con la llegada de la Liberación, el Partido Comunista Francés (PCF) erigió un


panteón inmaterial en torno a figuras caídas durante la Segunda Guerra Mundial.
Esas personalidades ilustres fueron ofrecidas a los adherentes del partido y a sus
simpatizantes como arquetipos modélicos. Las mujeres no estuvieron ausentes de
esa “necrópolis del honor”, destacándose entre ellas Danielle Casanova.
¿Cuáles eran los requisitos a reunir para que las mujeres fuesen también
heroificadas: ser objetos de violencia o sujetos activos en la lucha clandestina?
¿Cuáles fueron los criterios para elegir ciertas figuras y no otras? ¿Qué cambios
y/ o permanencias pueden distinguirse a lo largo del tiempo en la apreciación de
esos íconos por parte del PCF? El presente trabajo busca responder estas
interrogantes.

EN BUSQUEDA DE ICONOS FEMENINOS


Si bien las resistentes comunistas fueron también objeto de un proceso de
heroificación, ese fenómeno registró menor amplitud que aquel reservado a los
hombres. Una comparación de las figuras masculinas y femeninas que componen
el panteón de la Resistencia comunista lo confirma. Muy pocas mujeres
abandonaron el lugar secundario al que fueron confinadas y en ello el PCF no se
distingue de las corrientes resistentes no-comunistas.
Una posible explicación de esta situación reside quizás en el hecho que el
movimiento obrero en general era concebido en aquella época como un “asunto
de hombres” en el que las imágenes viriles y masculinas se imponían. En tal
sentido, si el PCF había logrado ya en el periodo de entreguerras crear modelos
ejemplares que adoptaban los rasgos del trabajador metalúrgico o del minero,
nada comparable fue realizado en referencia a las mujeres. Además, las
profesiones consideradas como femeninas no pertenecían a sectores económicos
70 Desde las Humanidades

de punta: las mujeres no trabajaban en los ámbitos estratégicos para la


reconstrucción del país y por esta razón el partido no tenía especial urgencia en
crear estereotipos de las actividades o profesiones que desempeñaban.1
Agreguemos a ello que las tareas atribuidas a las resistentes en la lucha
clandestina eran en general actividades complementarias y poco valorizadas
(tales como el transporte de armas, la protección de personas perseguidas,
distribución de prensa y material de propaganda, enlace y transmisión de
mensajes entre resistentes). Esta situación contribuyó a eclipsar el papel jugado
por las mujeres en el combate clandestino. En efecto, en la inmediata posguerra,
era la lucha armada la tarea más valorizada, lucha de la que las mujeres habían
sido en general excluidas.2
Durante el periodo de entre-guerras, el PCF había exaltado el ejemplo de
las mujeres republicanas españolas. Sin embargo, se trataba de poner de relieve
el rol de mujeres anónimas, desconocidas, es decir heroínas colectivas (a la
excepción de la Pasionaria).3 Este aspecto era coherente con una visión marxista
que insistía en “el borramiento personal al servicio de la causa revolucionaria y la
práctica de lo impersonal estaba de moda”.4 Por el contrario, en el caso de las
militantes comunistas que se ilustraron en la Resistencia, el proceso de
heroificación fue nominativo, articulándose sobre historias y biografías personales
concretas.
Pese a esta diferencia, en los dos casos las imágenes de esposas y
madres reemplazaron progresivamente las figuras guerreras o coexistieron con
ellas.5 Así, en plena guerra fría, la búsqueda de la paz ocupó el primer lugar de la
agenda política del PCF, y con ella, las representaciones de la mujer dando vida
se impusieron en desmedro de los peligros guerreros. Esos cambios prueban que

1
Dermenjian, Geneviève, et al. (2004), (dir.), Le Panthéon des femmes. Figures et représentations
des héroïnes, París : Publisud, p. 25.
2
Loc. cit.
3
ibid, p. 185.
4
ibid., p. 189.
5
ibid., p. 185.
Femineidad y Clandestinidad 71

los procesos de heroificación evolucionan con el tiempo para responder a las


demandas de cada época.6
Con la exaltación de Danielle Casanova, se destacaba una mujer
concreta, bien identificada, recortándose de otras militantes, asociando cualidades
consideradas como femeninas y masculinas. En efecto, ella simbolizaba el
espíritu de sacrificio, la abnegación, la sensibilidad al dolor de sus compañeras de
deportación; y al mismo tiempo, se subrayaba que Danielle había muerto por
defender su compromiso político. Los relatos sobre su muerte en Auschwitz,
ocasionada por el tifus que había contraído asistiendo a otras mujeres, 7 era así
puesto en contrapunto con la enumeración de su cooperación en la lucha
clandestina.8 Se podría así situar a Danielle Casanova, siguiendo a Harry
Roderick Kedward, en el umbral en el que se cruzan las virtudes asociadas al
espacio privado y las cualidades ligadas a la arena pública.9
En tal sentido, el éxito póstumo de esta figura debe probablemente mucho
al hecho que ella no ocupó completamente el lugar masculino por excelencia, el
de la lucha armada. Su muerte la coloca entre los mártires -y no entre los héroes
muertos con las armas en mano - lo cual jugó un rol mayor en su elección para
formar parte del panteón comunista. Aunque no haya tenido hijos, y que el PCF
haya puesto de relieve su carácter combativo que la acercaban al ámbito
masculino, ella no espantaba a los comunistas franceses pues su imagen era
matizada por rasgos atribuidos al universo femenino: sensibilidad al dolor,
compasión, devoción y vocación de servicio. Por otro lado, si las publicaciones
comunistas subrayaban el coraje que había demostrado ayudando al primer grupo
de franco-tiradores y partisanos (FTP), al mismo tiempo, se recordaba su

6
ibid., p. 26.
7
London, Lise, (1995), L’écheveau du temps. La mégère de la rue Daguerre. Souvenirs de
Résistance, París : Seuil. p. 255-256; Guidez, Guylaine, (2006), Femmes dans la guerre, 1939-
1945, París : Lavauzelle, p. 92.
8
Op. cit., Dermenjian, Geneviève, et. al., (2004), (dir.), Le Panthéon…, p. 194.
9
Es de esta manera que el historiador británico definió el rol de las mujeres en la Resistencia,
analizando las representaciones transmitidas en el film de Marcel Ophuls, Le chagrin et la pitié. Cfr.
Douzou, Laurent, (1995), «La Résistance, une affaire d’hommes?», en François Rouquet et. al,
Identités féminines et violences politiques (1936-1946) Les Cahiers de l’IHTP, N° 31, octubre 1995,
p. 12-13.
72 Desde las Humanidades

contribución en los medios intelectuales.10 Así, el pensamiento y la acción


convergían en un mismo ícono.
Señalemos que, al agregar a su panteón resistente una mujer, el PCF
quería poner en evidencia la cohesión de todo el pueblo francés en el combate
clandestino. Esta interpretación apuntaba a refutar una visión de la Resistencia
interpretada como el combate de un salvador providencial: el general de Gaulle. 11
Insistiendo en el rol jugado por las mujeres en la lucha clandestina, se proponía
una versión alternativa de la Liberación como fruto del combate de todo un pueblo
y no de un solo hombre.
Además, reconociendo que las mujeres habían resistido, el partido
favorecía una asimilación entre el género y la Republica que venía de nacer, en la
que el PCF había tenido un papel no negligible. La Cuarta Republica quería hacer
tabla rasa del Estado Francés12, así como de su predecesora, la Tercera
República y regenerar las instituciones. Las mujeres, de ahora en más, elegibles y
electoras, podían contribuir a renovar la actividad parlamentaria. En
consecuencia, la presentación de esta figura permitía al PCF realizar un corte
profundo con la Tercera República, considerada corrupta y responder a los
deseos de renovación política a los que tantos resistentes aspiraban.13

LA HEROÍNA COMUNISTA
La heroificación de Danielle Casanova fue posible gracias a la acción multiforme
del PCF que, para la ocasión, se valió de la contribución de dos de sus
organizaciones satélites: la Unión de Mujeres Francesas (UFF) y la Unión de
jovencitas de Francia (UJFF). Esos dos organismos, guardianes de esta tradición

10
Archivo del Museo de la Resistencia nacional de Champigny-sur-Marne, carton B 51 Don de la
Union des Femmes Françaises (UFF), folleto «Huit mois de travail de l’Union des Femmes
Françaises».
11
Fayolle, Sandra, (2006),«Danielle Casanova (1909-1943)» en Marcot, François (dir.),
Dictionnaire historique de la Résistance. Résistance intérieure et France Libre, París : Robert
Laffont, p. 364-365.
12
Denominación con la que se alude al régimen colaboracionista encabezado por Philippe Pétain
entre 1940 y 1944.
13
Chaperon, Sylvie, (2000), Les années Beauvoir 1945-1970, París: Fayard, p. 181-182.
Femineidad y Clandestinidad 73

femenina comunista,14 luchaban porque no fuera olvidada la contribución de las


mujeres en la Resistencia francesa. Con ese objetivo, publicaciones y órganos de
prensa asociativa15 multiplicaban artículos que actualizaban el recuerdo de las
combatientes de las sombras.
¿Por qué entre tantas mujeres comunistas resistentes el PCF eligió a
Danielle Casanova? Varias razones pueden explicar esta selección: en primer
lugar, ella era la esposa de Laurent Casanova, amigo y secretario personal de
Maurice Thorez, líder del partido. Las dos parejas habían tejido solidos lazos de
amistad, compartiendo a la vez la acción militante y tiempo libre. El matrimonio
Casanova estaba, por lo tanto, muy cerca de las instancias de decisión del
partido, como luego en la posguerra, lo estará la pareja formada por Laurent
Casanova et Claudine Chomat.16 En segundo lugar, Danielle militaba en el partido
de manera muy activa, especialmente al frente de la UJFF y de las Juventudes
Comunistas (JC). Su compromiso político había hecho de ella una mujer conocida
y popular en los rangos del PCF, al punto de aparecer en varias secuencias del
film de Jacques Becker, La grande espérance, consagrado el congreso de Arles
del PCF (1937). Esa visibilidad tendió a reforzar su reconocimiento en los medios
partidarios.17 Finalmente, su muerte en Auschwitz favorecía su representación
como mártir. Esta categoría, correspondía a los arquetipos que ciertas
sensibilidades internas del PCF querían poner en primer plano.18

14
Fayolle, «Danielle Casanova (1909-1943)», p. 351.
15
La UFF disponía de un semanario : Femmes Françaises (1945-1946), hasta que la publicación
mensual Heures claires des Femmes Françaises aseguró su relevo (1946- 1957, y la nueva serie
desde 1957 hasta 1985), y también de un pequeño boletín mensual : Cahiers des Femmes
Françaises (1945-1952), seguido de La vie de l’UFF. La Unión des jeunes filles de France (Unión
de jovencitas de Francia), por su parte, tenía como periódico Filles de France (1944-1963).
16
Wieviorka, Annette, (2010), Maurice et Jeannette. Biographie du couple Thorez, París: Fayard, p.
252-254 y p. 357.
17
Fayolle, «Danielle Casanova (1909-1943)», p. 354.
18
ibid, 382-383.
74 Desde las Humanidades

EL CULTO A DANIELLE
El culto a Danielle Casanova se inició antes de la Liberación y fue sometido a
ajustes, así como a la usura propia del tiempo que determinaron que su culto, con
el paso del tiempo, se hiciera más discreto. Sandra Fayolle considera que el
nombre de esta heroína fue movilizado desde el año 1943, para sensibilizar a las
masas femeninas sobre la suerte de mujeres resistentes detenidas. Las fuentes
policiales confirman esta fecha.19 Sin embargo, artículos de L’Humanité, apelaban
desde antes de 1943 a no olvidar las mujeres encarceladas, en especial Danielle
Casanova. El ejemplar del 27 de marzo de 1942 aconsejaba en un recuadro «Ne
les oubliez pas», además de apelar a luchar para obtener su liberación. Dicho
esto, es en efecto, en 1943 que su nombre adquiere mayor visibilidad. Así, Elsa
Triolet, le rindió homenaje en Les amants d’Avignon, publicado en 1943 en las
Ediciones Minuit bajo el seudónimo de Laurent Daniel.20 Louis Aragon, por su
parte, dedicó una oda a Danielle Casanova y a todas las mujeres francesas
deportadas en su obra «Le Musée Grévin» publicado en septiembre de 1943 en
Ediciones Minuit. Más aun, L’Humanité evocaba su deceso en un artículo del 24
de septiembre de 1943, titulado «Ils ont tué Danielle Casanova», señalando al
mismo tiempo que un grupo de FTP había adoptado su nombre para rendirle
homenaje de ese modo.21 En su edición femenina de L’Humanité de septiembre
de 1943 el relato de su desaparición era acompañado de fragmentos de cartas
enviados por Danielle desde el fuerte de Romainville, en el artículo «Tombée au
champ de l’honneur».22
Con la llegada de la Liberación, las primeras referencias a la vida y a la
obra de Danielle figuraban en el primer número legal de L’Humanité, del 21 de
agosto de 1944 en un documento del Comité Central de julio de 1944 que la
presenta como una heroína para las Juventudes Comunistas. Esta integración al

19
Archivos de la Prefectura de Policía de París, Dossier Partido Comunista Francés,
correspondencia, enero-junio 1943, Ba 2068.
20
Desanti, Dominique, (1975), Les staliniens Une expérience politique 1944-1956, París : Fayard,
p. 110.
21
L’Humanité, edición central de zona sur, N° 181, 24 de septiembre 1943.
22
L’Humanité, edición especial femenina de zona norte, septiembre 1943.
Femineidad y Clandestinidad 75

panteón comunista se confirmaba en los llamados a adherir al PCF, en los que


eran citados los grandes nombres del partido y entre ellos el de Danielle.23
A los homenajes rendidos desde la Liberación, se agregaron cada mes de
enero, las conmemoraciones de la partida del convoy que transportó en 1943 a
Danielle y a una mayoría de mujeres comunistas desde el fuerte de Romainville
hacia Auschwitz. Una placa en su honor fue colocada en dicho fuerte en 1946.24
Entre todas las ceremonias que le fueron consagradas las que recuerdan
su muerte en mayo de 1943 son las más importantes.25 En general, esta fecha
daba lugar a ceremonias en el ángulo de la avenida de la Opera y la calle que
lleva su nombre, seguidas de una velada de gala. En el mes de agosto, en el
marco de los aniversarios de la liberación de la capital, manifestaciones
especiales celebraban a las mujeres resistentes, entre las cuales la nativa de
Córcega. A esas manifestaciones se agregan los de cada 1° de noviembre, o
fiesta de todos los muertos.26
Entre otros vectores de recuerdo se destaca la inauguración de una calle
parisina con su nombre en 1944, en respuesta a una proposición del Comité
Parisino de Liberación (CPL).27 Asimismo un hogar Danielle Casanova destinado
a la educación política de mujeres comenzó a funcionar entre 1946 y 1947. 28
También contribuyeron a perennizarla fotos difundida a través de calendarios de
bolsillo en 1947,29 y la colección «Héroïnes d’Hier et Aujourd’hui», compuesta de
fascículos consagrados a Danielle Casanova así como a otras mujeres que

23
L’Humanité, N° 4, 24 agosto de 1944 et N° 51, 14 octubre de 1944. Esta convocatoria se repite
en la edición del mismo periódico del 17 de abril de 1942, N° 158.
24
L’Humanité, N° 693, 3 y 4 de noviembre de 1946.
25
L’Humanité, N° 232, 11 de mayo de 1945.
26
«La Toussaint: La France honore ses morts. Au fort de Romainville», France d’Abord, N° 175, 6
de noviembre de 1946.
27
L’Humanité, N° 59, 24 de octubre de 1944.
28
Viollis, Andrée, «Le foyer d’éducation féminin Danielle Casanova. Lettre d’Andrée Viollis,
présidente du foyer», en Les Cahiers de l’Union des Femmes Françaises, N° 14, octubre de 1946.
29 er
L’Humanité, N° 722, 1 y 2 de diciembre de 1946.
76 Desde las Humanidades

lucharon desde la clandestinidad.30


Su figura fue también invocada en las luchas electorales. En 1945, una
publicación destinada a mujeres comunistas describía su triste final enmarcado en
el panorama opresivo de la Ocupación, dando además la consigna de «Para no
volver a ver esto, vote SI a la primera pregunta y NO a la segunda». 31 Por su
parte, el 2 de junio de 1946, Jeannette Vermeersch invitaba a las mujeres a
confiar “en el partido de los 75 000 fusilados, el partido de Danielle Casanova,
Maïe Politzer, Marie-Thérèse Fleury, Francine Fromond muertas en el campo del
honor para que viva Francia, para que nuestros pequeños conozcan la felicidad
(…)”.32
En 1948, un monolito y una urna conteniendo cenizas de Auschwitz
dieron lugar a una ceremonia en Córcega en su honor. Esa capilla ardiente
adornada de una bandera francesa, se convirtió en la destinación de peregrinajes
que recibieron un gran impulso bajo la guerra fría. Su emplazamiento a algunos
metros de la casa natal de Danielle, alentó la piedad de isleños y metropolitanos
que siempre aportaron flores en su honor.33 Al mismo tiempo, el boulevard en el
que habitaba la familia de Danielle, en Ajaccio, recibió su nombre.34 Por otra
parte, y en respuesta a la necesidad de elevar un monumento en su honor, el
escultor Georges Salendre presentó una maqueta en una velada de gala para el
X° aniversario de su muerte.35 Ese proyecto, una vez aprobado por decreto en

30
Archivos del Museo de la Resistencia nacional de Champigny-sur-Marne, carton 40 BIS BIOS (1
a 24), Fondo Brochures (Folletos), Colección « Héroïnes d’hier et d’Aujourd’hui », París: Edición de
la UFF.
31
Lepine, Josette, «Nous ne voulons plus revoir cela: La Prison de la Santé en 1942 Comment les
femmes nous aidèrent à vivre et à mourir», en Femmes Françaises, N° 51, 14 de septembre de
1945.
32
«Jeannette Vermeersch appelle les femmes à voter le 2 juin contre la réaction», L’Humanité, N°
557, 26 y 27 de mayo de 1946.
33
Tery, Simone, «Mêlées, mêlées à jamais…»,en L’Humanité N° 1464, 20 de mayo de 1949.
34
«A Ajaccio émouvante commémoration de la mort de Danielle Casanova en présence de Laurent
Casanova et Jeannette Vermeersch», L’Humanité, N° 1144, 12 de mayo de 1948; TERY, [1949],
1992, 19.
35
Barron, Marie-Louise, «Ce soir à 20h30 à l’Alhambra programme exceptionnel pour célébrer le
ème
X anniversaire de la mort de Danielle Casanova» en L’Humanité, N° 2700, 12 de mayo de 1953.
Femineidad y Clandestinidad 77

1955,36 fue inaugurado en 1956 a iniciativa de la alcaidía de Romainville y de la


UFF37 para el XIII° aniversario de la partida del convoy de mujeres deportadas del
que Danielle formaba parte.
Señalemos que fue bajo la guerra fría que uno de los principales vectores
de recuerdo de esta heroína vio la luz. En efecto, en 1949 fue publicado el libro
Du soleil plein le cœur de Simone Téry. Esta obra inspiró invariablemente todas
las formas de tributo rendidas a esta figura.
Otra forma de reconocimiento original fue la emprendida por la revista
Femmes Françaises, que publicó fotos de nenas francesas llamadas Danielle en
su honor.38 Además en 1950, una placa fue colocada en la casa en la que había
sido arrestada en Paris.39 Ese mismo año se imprimieron cartas postales con la
reproducción de la pintura de Boris Taslitzky, La mort de Danielle40 en tanto que
Madeleine Riffaud y Jean Wiener compusieron una canción en su honor. 41 Su
figura no sólo fue homenajeada en Paris y en su isla natal sino también en el
conurbano parisino, con la inauguración por ejemplo, de una guardería que lleva
su nombre.42

CONSIDERACIONES FINALES
La incorporación de Danielle Casanova en el cuadro de honor del PCF se
enraizaba en una tradición muy presente en la historia francesa en general, en la
que las heroínas debían resistir a los peligros externos que amenazaban la patria
36
«Erection à Romainville d’un monument à Danielle Casanova et aux femmes mortes pour la
France», L’Humanité, 28 de octubre de 1955.
37
«Le 22 janvier, à la mairie de Romainville, inauguration d’une statue à Danielle Casanova»,
L’Humanité, N° 3535, 14 de enero de1956.
38
Lefebvre, Paulette, «Les petites Danielle», en Femmes Françaises, N° 183, 8 de mayo de 1948.
39
«Ici a été arrêtée Danielle Casanova le 11 février 1942…», L’Humanité, N° 1764, 8 de mayo de
1950.
40
Tetard, Jeannette, «Comment est né le magnifique chef-d’œuvre de Boris Taslitzky : «La mort
de Danielle» en Les Cahiers de l’UFF, N° 58, octubre 1950 y Bloch, Marguerite, «La mort de
Danielle», en L’Humanité, N° 1931, 18 de noviembre de 1950.
41
«La chanson de Danielle», Femmes Françaises, N° 285, 6 de mayo de 1950.
42
«Dimanche a été inaugurée à Nanterre l’école maternelle Danielle Casanova, la première
construite dans la région parisienne depuis la guerre», L’Humanité, N° 1264, 28 de septiembre de
1948.
78 Desde las Humanidades

o comunidad. Es el caso de Santa Genoveva respecto de los bárbaros, o de


Juana de Arco en relación a los ingleses, por ejemplo. Ambas asumían la defensa
de un grupo humano en nombre de valores familiares, humanos o políticos contra
entidades a las que se adjudicaban valores opuestos.43
Nutriéndose de esta tradición, el PCF implementó el culto a Danielle en
función de necesidades políticas y partidarias específicas. Para acentuar la
campaña que apuntaba a mostrar al partido como nacional y enraizado en las
tradiciones francesas, el PCF no dudó en utilizar ampliamente símbolos
nacionales -tales como la bandera tricolor, la Marsellesa en sus ceremonias
conmemorativas de la Resistencia- así como comparar a sus militantes caídos
con los grandes iconos de la historia del Hexágono. Si durante la clandestinidad,
el PCF se apropió de la figura de Juana de Arco varias veces, a partir de la
Liberación, se instituyeron comparaciones y ceremonias conjuntas en honor a la
heroína comunista y a la santa católica, para generalizarse durante la guerra fría.
Pese a la solidez de la presencia de esta figura en el panteón resistente
comunista y a la diversidad de dispositivos memoriales destinados a perpetuar su
recuerdo, ella constituye un caso específico. Es el único icono cuyo lugar en esta
‘ciudad del honor’ fue cuestionado abiertamente en los rangos comunistas. Pese a
ello y al escándalo que envolvía al marido de Danielle, Laurent Casanova, en lo
que constituyó el “affaire Servin- Casanova’ (1961), las manifestaciones en su
honor no acusaron cambios profundos en los años inmediatamente posteriores.
Si se analizan las manifestaciones conmemorativas de Danielle a lo largo
de los años, puede apreciarse una cierta usura del tiempo y un progresivo
desapego de parte del público comunista en cuanto a su participación en veladas
conmemorativas organizadas en su honor. Ello no constituyó sin embargo una
peculiaridad del culto creado en torno a Danielle Casanova, sino que también
pudo percibirse en el caso de otras figuras miembros del panteón comunista
resistente. El progresivo alejamiento de los años de la guerra y la sucesión de
nuevas problemáticas a nivel nacional e internacional en la agenda de prioridades
del PCF explican este fenómeno.

43
Op. cit. Dermenjian, Geneviève, (2004), p. 30.
Femineidad y Clandestinidad 79

Quizás la única transformación sea la referida a la necesidad de compartir


su posición exclusiva en la “necrópolis del honor”. En efecto, como fruto de
cambios profundos en el interior del partido, luego de la muerte de Thorez,
secretario general del PCF, con una consecuente “liberación de la palabra” sobre
aspectos hasta ese momento evitados u ocultados en la historia de la agrupación
partidaria durante los “años negros”, Danielle debió compartir su puesto de
primera dama de la Resistencia comunista con otra figura: France Bloch-Sérazin.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 81

Las ventajas y desventajas del matrimonio entre pareja finita y


sexuada. Sobre el concepto de matrimonio y diversas
formas de familia

Liliana Fort Chávez


Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco

En este ensayo se reflexiona sobre el matrimonio y la familia partiendo de lo local,


que es la reproducción de seres finitos y sexuados, hacia lo global, la especie
humana que civiliza costumbres para acoplarse al planeta. A lo largo del tiempo
se han sucedido diversas formas de hacer una familia y el trato ha cambiado,
sobre todo en relación con la mujer, elemento principal de la reproducción.
Mediante la teoría de los sistemas orgánicos, explicaré el significado de la
reproducción en la evolución biológica y el riesgo latente de enajenarla y
entregarla al manejo de las compañías transnacionales.
Necesitamos un Estado de Derecho deliberativo, formador del lenguaje
significante que permita a los ciudadanos autoconocerse desde sus
subjetividades y valores centrales de la identidad, como es la dignidad personal.
En ausencia de tal Estado surge la violencia generalizada y la guerra entre los
sexos, que generalmente se resuelve con políticas e ideologías que someten a las
mujeres.
Para transformar nuestras pasiones de dominio y apropiación en
sentimientos sociales como la dignidad, se necesita comunicar y deliberar, pero
esto ha faltado en la historia o, más bien, ha sido suplido por información
unilateral y sumisión femenina por diversos motivos. Hoy sería el momento de
transformar el matrimonio, pasar de “ser sumisión” a ser una institución de
reproducción de la civilidad humana, superando las inclinaciones a la sujeción y
posesión del otro. Sin embargo, parece que la guerra entre los sexos ha triunfado
y ahora se plantea el matrimonio gay. Haré una crítica a esta propuesta y
formularé otras maneras de formar una familia.
82 Desde las Humanidades

NUEVOS SABERES SIMPLIFICADOS Y COMPLEJOS: TEORÍA DE SISTEMAS


VIVOS
La modernidad ha simplificado el conocimiento con los principios de causalidad y
universalidad formal de la ley (imperativo categórico). Ha desarrollado discursos
disciplinarios, sin ver por la formación social o lo que en términos de Kant sería la
“sociedad civil cosmopolita”. Este filósofo rechazó la religión, por oscurantista y
supersticiosa, y elevó a cambio la razón. Así proporcionó las potencias
intelectuales para reformular las relaciones sociales mediante el conocimiento
científico, mismo que “dio sentido integral al mundo”.1
Pero en esa ciencia, como nos recuerda Carlos Delgado, se tuvo “una
noción de sujeto separado del objeto mundo de estudio, y se definió el ideal de
conocimiento como el dominio de la naturaleza puesto al servicio de los seres
humanos”.2 La tierra se supuso estática, dispuesta a ofrecer sus secretos para
nuestro goce, igual que los otros obedientes obligados a realizar conductas
mediante sanciones y admoniciones divinas. De manera que estos conocimientos
fueron ciegos a la organización de la vida, a los valores compartidos, a la
creatividad, a los conocimientos sensibles y las emociones. No lograron explicar
por qué se han desordenado los entes. Esa complejidad ontológica no se supo
entender.
Para superar la complejidad ontológica, acudiremos a la complejidad
epistemológica. La teoría de sistemas vivos o teoría de la evolución nos dan el
conocimiento de nuestras posibilidades, como es la posibilidad de ir hacia la
sociedad civil cosmopolita, desde el grupo local familiar, laboral o gubernativo.
Pero no necesariamente transitaremos hacia la sociedad global como forma de
pensamiento que nos observa en la interconexión del todo; y no necesariamente
nos detendremos en la visión disciplinaria. Para auto observarnos en la

1
Delgado, Carlos (2010), “Hacia un nuevo saber: la bioética en la revolución contemporánea”,
Consulta en línea www.multiversidadreal.edu.mx, p. 25.
2
Ibidem, p. 28.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 83

interrelación con el todo, en la definición de matrimonio y familia expondré


algunas líneas de la teoría de la evolución.
Kant pensó la conexión entre ciencias causales y normativas a través del
concepto de dignidad personal que toma de su teleología biológica. Dijo: “Todo
ser racional representa su existencia orgánica como un fin valioso en sí mismo y
no como un medio o herramienta”.3 El valor de la persona es su dignidad, pues
ella no es intercambiable ni tiene precio. Las inclinaciones personales no son el
fundamento de validez de la ley, pues complejizan ontológicamente. Pero hay un
motivo subjetivo universal, que es la dignidad: nos identificamos como personas
que crean valores. Somos el todo de la sociedad civil y el “todo es más que las
partes, pero también es menos”,4 pues desecha las inclinaciones y admite las
identificaciones.
Sin embargo, como ya dije, la modernidad no siguió en la línea del saber
complejo señalada por Kant, más bien redujo el conocimiento a las ciencias
simplificadas y disciplinarias, que desembocaron en “producción de artefactos y
bienes, permitiendo que las ciencias causales remodelaran la vida cotidiana”.5

NUEVOS SABERES
Nuestra dinámica social opera en el lenguaje significante, cuyo contenido es el
organismo vivo e inteligente que se acopla a su mundo eco-sistémico y eco-lógico
organizado autopoiéticamente. Es en el lenguaje donde somos: podemos
quedarnos significados por órdenes impuestos formalmente o, de manera
alternativa, acceder a la sociedad civil global y tener el poder de impugnar leyes o
dichos órdenes, si no procuran la igualdad sustancial o material, que no es otra
cosa que la igualdad de derechos entre aquellos que se representan como
valiosos y dignos.
La autocomprensión nos lleva a ver algunos aspectos de la deriva
biológica. Los seres vivos se caracterizan por su capacidad de producirse
3
Kant, Immanuel (1960). Fundamentación metafísica de las costumbres. España: Espasa Calpe, p.
60.
4
Morin, Edgar (2003). Educar en la era planetaria. Barcelona: Editorial Gedisa, p. 37.
5
Delgado, Carlos, op cit., p. 35.
84 Desde las Humanidades

literalmente a sí mismos. La unidad autopoiética “es un conjunto de procesos


dinámicamente interrelacionados en una continua red de interacciones”.6 A
diferencia de la organización dinámica, “su estructura está dada por los
componentes y relaciones entre ellos que constituyen una unidad particular
realizando su organización autopoiética”.7 La célula cambia su estructura interna a
partir de las provocaciones de los objetos del medio externo. Ella es el primer
orden de la vida. Si “ve” que otra célula se mueve recurrentemente como ella,
ambas se reestructurarán para acoplarse y dar lugar a un metacelular o segundo
orden de la vida.

REPRODUCCIÓN
A partir de una unidad y mediante un proceso determinado se origina otra unidad
de la misma clase.8 La reproducción da pie a la evolución biológica, que no es
otra cosa que un fenómeno histórico.
Distinguimos entre la replicación y la reproducción. En la primera se
generan repetidamente unidades de la misma clase; en la segunda, las unidades
resultantes de la fractura reproductiva, que tienen la misma organización que la
unidad original y llevan tanto aspectos estructurales semejantes a ella como
aspectos estructurales distintos de ella y entre sí.
Esta variación o reestructuración deriva directamente de la estructura de
la unidad original en el momento de la reproducción. Durante la división, los
elementos de la célula se descompartimentalizan para dividirse. En cambio, el
ADN, o genes que forman parte de los cromosomas y que están recluidos en el
núcleo, no se descompartimentalizan, sino que se replican. Llevan la memoria
ancestral pero también se agrega la memoria de las reestructuraciones hechas en
la vida de la célula que se divide. Si la célula está formada por un óvulo y un
esperma, el zigoto llevará la información de las reestructuraciones hechas por las

6
Varela, Francisco y Maturana, Humberto (2000). El árbol del conocimiento. Argentina: Lumen, p.
24.
7
Ibid., p. 28.
8
Ibid., p. 39.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 85

provocaciones del medio, tanto ancestrales como las del padre y la madre. Son
estos cambios en las generaciones lo que llamamos evolución, que consiste en
esa plasticidad y posibilidad de adaptación de las especies al medio.
Las ciencias deterministas o disciplinarias suponen que hay una
información genética estable, pero no es así, la genética va cambiando con las
experiencias y el medio. La lógica de la constitución del multicelular exige que
cada organismo sea parte de un ciclo donde hay una etapa unicelular necesaria.
La reproducción y las variaciones reproductivas ocurren al pasar por esa etapa,
rica en recombinación estructural de los organismos finitos y sexuados. Esto
permite “tanto el entrecruzamiento en los linajes reproductivos como un aumento
muy grande en las clases distintas de individuos”.9
Entre el ser vivo y su medio hay una congruencia estructural necesaria (o
la unidad desaparece), y esto porque los organismos a la vez que se
reestructuran reestructuran el medio. Pero “a pesar de la asombrosa diversidad
aparente, todos ellos conservan la reproducción mediante una etapa unicelular
como característica central de la identidad biológica”.10 Los deterministas tratan a
la naturaleza como un instrumento separado de ellos, por lo que buscan
remodelar la sociedad, poniendo en riesgo la diversidad de los linajes acoplados
al medio.

SISTEMA NERVIOSO
El organismo multicelular está organizado por la interconexión interna de todas
sus células a través del sistema nervioso. Cada organismo que nace hereda un
sistema nervioso, pero éste se reestructura a partir de las provocaciones del
medio para acoplarse a su sociedad instintiva o al tercer orden de la vida. Así
conserva su organización autopoiética.
Los animales mamíferos que no reciben el ‘baño’ con la lengua de la
madre al nacer, no tienen las provocaciones necesarias del medio para establecer
sinapsis entre neuronas de la piel y el cerebro. En consecuencia, no podrán

9
Varela, Francisco y Maturana, Humberto, Op. cit., p. 54.
10
Ibid., p. 58.
86 Desde las Humanidades

coordinar sus movimientos, como jugar o caminar, y no se integrarán a su


sociedad instintiva. Los humanos, con la capacidad de registrar lo que se repite
en la naturaleza y en la sociedad, hemos desarrollado la inteligencia mecánica,
sin embargo, para el desarrollo pleno del cerebro necesitamos los lenguajes
simbólicos de la cultura. Ella nos permite crear nuevos proyectos, nos da la
posibilidad de percibir y movernos en el mundo, de acoplarnos a la sociedad civil
cosmopolita o global; confiere sentido social a los conocimientos disciplinarios.
Sólo un determinista equipara el cerebro con la computadora y simplifica su
capacidad de conocimiento.
Dice Bergson que la inteligencia no es un atributo social, aunque nos da
conocimientos y posibilidad de construir tecnologías; más bien, con ella “surge la
fantasía de ser autosuficiente para desligarse de su grupo y sobrevivir sólo con
los allegados”.11 Por lo tanto, es la visión de la complejidad la que corrige ese
defecto. Edgar Morin encuentra que en la modernidad ya sólo la literatura
conserva la complejidad, en historias como las de Edipo y Antígona. Él
comprende que la impunidad que provoca violencia social no es la del homicida
prófugo, sino la del gobernante que no establece comunicación con sus
ciudadanos. Ella habla desde la sociedad que comunica y desde allí impugna la
ley que establece diferencias entre sus hermanos, señalando que el tirano carece
de autoridad para distinguirlos porque nunca se ocupó de civilizarlos en el debate
de historias. O bien relatos como el de Sara, que ríe de los hombres que dan
leyes sin concretizar en comunicación pública y distribución de bienes el cómo
obedecerlas, pues no transitarán a la sociedad futura pacífica. O como Dulcinea,
que se burla de las ridiculeces de quienes se detienen en sus preocupaciones
individuales y no se identifican con la interrelacionalidad de los elementos de la
tierra. O de Beatriz de Dante…
La humanidad se organiza autopoiéticamente a través del lenguaje
significante, allí se libera de la esclavitud a las inclinaciones, pues mira con

11
Bergson, Henri (1979). Le due fonti della morale e della religione. Milano: Edizioi di Comunitá, p.
150.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 87

transparencia los riesgos y peligros que le acarrean sus decisiones y se acopla al


ideal de biodiversidad.

FAMILIA Y MATRIMONIO EN LA HISTORIA


En las civilizaciones antiguas, como Grecia y Roma, ya se consideró la
monogamia dentro del matrimonio. Refiere Foucault que el matrimonio reconoció
la relación sexual únicamente por su función reproductora: “ellas deben darle los
hijos que serán herederos y ciudadanos”.12 El placer fuera del matrimonio fue
reservado a los hombres, pero éstos debían dar prueba de dominio sobre sí
mismos en la práctica del poder. Para Jenofonte, “Dirigir el oikós es mandar, y
mandar en la casa no es distinto del poder que debe ejercerse en la ciudad”. 13
Esta normativa matrimonial era para los señores, pues los esclavos no se
casaban.
El nombre de familia deriva de famulus o esclavo, como la nombraban los
romanos. El paterfamilias tenía derecho de vida sobre todos, era el propietario,
sacerdote y juez dentro de su domus. Fue un derecho de filiación patriarcal; por
ejemplo, en caso de matrimonio justo, los hijos heredaban el nombre y la
condición del padre, mientras los hijos de concubinato heredaban el nombre y la
condición de la madre. Para los esclavos sólo existía el contubernio o la
convivencia sexual autorizada por el paterfamilias, no tenía derecho de formar
una familia. La manus era “el poder sobre la mujer y las nueras y era una
naturalización doméstica de la mujer en la domus del marido”.14 Al igual que en
Grecia, el matrimonio fue una institución restringida a los propietarios que hacían
la vida pública. El conocimiento del derecho estaba simplificado y las mujeres,
niños y esclavos, sujetos al padre de familia.
En el siglo III, el catolicismo llevó el matrimonio a todos, convirtiéndolo en
“un sacramento que imponía una fidelidad insoportable al hombre y la mujer”, 15

12
Foucault, Michel (1988). “El uso de los placeres”, en Historia de la sexualidad. Argentina: Siglo
XXI, p. 134.
13
Ibid., p. 142.
14
Margadant, Guillermo (1979). Derecho Romano. México: Editorial Esfinge, p. 135.
15
Rougemont, Denis de (1978). El amor y Occidente. Barcelona: Kairós, p. 75.
88 Desde las Humanidades

según los herejes. En el medioevo, el motivo de unir a los cónyuges era la


estabilidad de los acuerdos económico-políticos entre las familias feudales. Sin
embargo, los trovadores hicieron vida itinerante cantando al amor desgraciado
fuera del matrimonio, el que no se conforma con la simple unión de cuerpos, sino
que busca trascender: “El Eros es el impulso del alma hacia la unión luminosa,
más allá de todo amor posible en esta vida.”16 Un amor así supone la castidad y
fidelidad al amante; se vincula con aquellas mujeres presas de matrimonios
convenidos por intereses. La herejía en cuestión se atribuye a los cátaros, que se
burlaban de los vínculos del matrimonio, esa “jurata fornicatio”, decían. Ése era “el
amor al principio femenino narrado por Dante con Beatriz, capaz de mover la
tierra, el cielo y todas sus estrellas”.17
Con este ideal amoroso, y en contra de los matrimonios cristianos
convenidos por intereses económicos y políticos, el adulterio se legitimó en el
imaginario social. El grupo místico amoroso creció alrededor del mito de Tristán e
Isolda, una pasión que triunfó sobre la muerte, pero que representó una amenaza
intolerable para la sociedad de la época. La iglesia intentó reestructurar sus ideas,
pues entró en crisis la institución del matrimonio. No todos los que condenaron el
matrimonio estuvieron fuera de la iglesia, de hecho, por el desprestigio de la
institución, el papa Gregorio VII acabó prohibiendo el matrimonio a los
sacerdotes.18 Inició una campaña contra el catarismo y enfatizó la mística del
amor divino. Las cartas de Abelardo y Eloísa son el primer romance de amor-
pasión de la historia que se toma para rediseñar la institución de matrimonio,
aunque ellos nunca estuvieron casados. Así, el imaginario del amor se reconduce
a la institución y el control de la iglesia, pues el amor de esta pareja se realiza en
sendos conventos: ella le escribe y reclama consejos para su labor; él le responde
con amor y le da indicaciones para la grey, todo en el amor a Cristo.
Mediante estas ideas de cooperación en el trabajo, el estado absolutista
pudo inscribir a la familia en el campo político. El jefe de la familia responde por

16
Ibid., p. 78.
17
Ibid., p. 94.
18
Ibid., p. 115.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 89

sus miembros delante de los aparatos centrales; debe garantizar la fidelidad al


orden de los suyos a cambio de la protección y el reconocimiento de su condición
de poder familiar. Puesto que “el Estado no podía cubrir sus necesidades de la
ciudadanía, pero tampoco retenerlos en los límites del orden, se acudió a la
familia”.19
A lo largo del siglo XVIII, el orden familiar ya no fue capaz de contener a
sus miembros, pues hubo un aumento considerable de pobres que podían
convertirse en vagabundos peligrosos. Fueron todos estos marginados quienes
tomaron la Bastilla, rebelándose en contra de los poderes familiares.
Fue en el Estado de derecho público naciente, que exigía la tribuna
pública, donde surgió el proyecto emancipador, la posibilidad de que pudieran
salir mujeres y jóvenes a pedir legislaciones públicas que reparasen las
sumisiones y desigualdades que han sufrido en el ámbito privado. Surge así el
ideal de “matrimonio consensual que se presenta como una manifestación libre de
voluntades entre hombre y mujer que se unen para constituir un estado
permanente de vida y perpetuar la especie”.20 Sin embargo, los foros públicos
necesarios para consolidar el proyecto, no han sido realizados. Más bien, las
autoridades se las ingeniaron para influir en la esfera privada y simplificar sus
peticiones, sin financiar tales intervenciones.
El Estado de derecho público se vio en problemas para subsistir como
ámbito de la libertad. El pauperismo, que desde el medioevo se ha perpetuado,
coexiste con el derecho de los pobres a la asistencia, el trabajo y la educación.
Para garantizarlo, se debe desarrollar el Estado y organizar los servicios
colectivos, mientras la burguesía se disocia de los pobres. Este desarrollo
desigual y paralelo fue logrado mediante la filantropía de burgueses, comerciantes
y patronos, que en el marco de una parroquia ayudaban a gente y creaban
vínculos de obligación. Ellos fomentaron las virtudes del ahorro y también las
medidas higienistas en la vida pública y privada, para educar y proteger a los
individuos en la esfera industrial e integrarlos como ciudadanos. La familia se

19
Donzelot, Jacques (1998). La policía de las familias. Madrid: Editorial Pre-textos, p. 53.
20
Rojina Villegas, Rafael (1972). Compendio de derecho civil. México: Editorial Porrúa, p. 278.
90 Desde las Humanidades

convirtió en una instancia políticamente responsable de la subsistencia y


bienestar de sus miembros, aunque también fue objetivo de intervención por las
denuncias contra la autoridad familiar. Así se influyó en la esfera privada, no
desde el Estado, sino desde la filantropía: “La compañía de caridad cumple la
función de policía moral de la familia”.21
La conducta sexual fue tomada como blanco de intervención. Se crearon
discursos idóneos para asegurar la reproducción de la fuerza de trabajo y montar
una sexualidad económica y políticamente conservadora. En la mira estuvo la
mujer histérica, el niño onanista, y en el horizonte, las perversiones sexuales que
medica el patriarcado. El dispositivo de las alianzas no fue erradicado, pero ahora
“la familia es el cambiador de la sexualidad y de la alianza: transporta la ley y la
dimensión de lo jurídico hasta el dispositivo de la sexualidad; y transporta la
economía del placer y la intensidad de las sensaciones hasta un régimen de
alianza”.22
No es la ley del padre hecha en diálogo con la madre que habla desde la
concreción del discurso para lograr civilizar la especie y fundar la paz futura; sino
la ley del padre, propietario y gobernante, quien impone sus pareceres y etiqueta
la multitud de perversiones que curar; quien monta un aparato para producir
verdades, sobre todo acerca del sexo considerado esencial y útil, pero peligroso,
precioso y temible a la vez, y por ende susceptible de enmascararse o de pasar a
un punto ciego, es decir, al silencio.
Si la aristocracia nobiliaria especificó su cuerpo por medio de la “sangre
azul’, explica Foucault, “la burguesía, para darse un cuerpo, miró hacia la
descendencia y la salud de su organismo. La higiene del sexo fue la sangre azul
de la burguesía”.23 La importancia del sexo del proletariado surgió por cuestiones
económicas para lo cual se erigió toda una tecnología de control que permitiese
mantener bajo vigilancia ese cuerpo y su sexualidad. De esa manera, los estados

21
Donzelot, Jacques, Op. cit., p. 63.
22
Foucault, Michel (1981). “La voluntad de saber”, en Historia de la sexualidad. Argentina: Siglo
XXI, p. 132.
23
Ibid., p. 151.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 91

sujetaron la privacidad de los miembros de las familias a las políticas higienistas


normalizadoras.

LA CULTURA DEL DEBATE PÚBLICO: EL ESTADO DEMOCRÁTICO DE


DERECHO
En la modernidad se trató de instaurar el Estado de derecho público. ¡Sapere
aude! (ten valor de usar públicamente la razón),24 fue el lema de la Ilustración. Sin
embargo, el debate de historias incluyente no ha sido desarrollado. En las aulas,
la educación ha sido disciplinaria y la complejidad que se conserva en la literatura
fue confinada a los especialistas. Y en la vida, la sujeción de las mujeres, de los
jóvenes y otros grupos a los intereses comerciales de la burguesía, ha triunfado
mediante violencia intrafamiliar y violencia estética que introduce el
comercialismo. No vivimos una era post metafísica, por el contrario,
supersticiones religiosas e ideologías científicas disciplinarias nos invaden. No se
estudia teoría de sistemas vivos, las nociones deterministas acerca de ella
continúan. Pero si no conocemos nuestra evolución, no podemos actuar como
partes de la interrelacionalidad del mundo biodiverso, donde la igualdad sustancial
surge de la comunicación.
La epistemología compleja, que se manifiesta cuando se debate sobre la
vida, no ha comenzado. Hemos visto que las miradas simplificadoras subsisten.
La complejidad ontológica de tiranías que privilegian el poder patriarcal, que
sujetan al resto de los hombres y a la totalidad de las mujeres, se ha consolidado.
Con ello, la guerra entre los sexos toma cartas de victoria. En vez de superarse la
violencia intrafamiliar de mujeres dedicadas al trabajo doméstico o de las mujeres
juzgadas histéricas por motivos sociales, el Estado de derecho no soluciona el
problema con las directrices de comunicación y distribución justa de bienes, sino
que escucha las peticiones de legalizar las uniones homosexuales.
Hoy sería el momento de ver la actuación de mujeres como Antígona,
Sara, Beatriz, Dulcinea o Susana San Juan, que representan la complejidad del

24
Kant, Immanuel (1994). “¿Qué es la Ilustración?”, en Filosofía de la Historia. México: Fondo de
Cultura Popular, p. 26.
92 Desde las Humanidades

mundo frente a las simplificaciones de la ley del padre, marido, patrón y


gobernante, y que transforman organismos con pulsiones e inclinaciones en los
seres humanos civilizados de la Tierra.
Un nuevo paso evolutivo para las instituciones como el matrimonio –unión
consensual entre cónyuges– podría lograrse legislando el matrimonio como la
forma reproductiva de constituir una familia, superando en la vida pública las
inclinaciones al dominio y apropiación entre los cónyuges. El matrimonio debe
definirse por la filiación y el cumplimiento común de los derechos de los niños, con
las garantías de igualdad y sin ataduras entre los consortes; debe mostrar los
riesgos y peligros del sometimiento, de las mujeres en particular, para no caer en
la disolución y autodestrucción social. Sin embargo, en vez de probar la civilidad,
se propone el matrimonio gay. Observamos que los siete países del mundo donde
se considera la figura del matrimonio entre personas del mismo sexo cuentan ya
con regulaciones sobre fertilización asistida y un régimen de filiación abierto. Y
como ya mencioné, esto trae el riesgo de abrir la puerta a las transnacionales en
materia de reproducción asistida e intervenciones eugenésicas, con las
facilidades de ofrecer “niños a la carta”, como alerta Silvia Federici. Hoy, dice la
escritora y feminista, “lo público no es común, lo público es una forma de
privatización en la que el propietario es el estado”.25 Nota que existe un interés
machista internacional por impedir que las mujeres puedan decidir. Lo último de
estos decadentes tiempos modernos es la obsesión por encontrar medios
reproductivos de laboratorio; intentos que parecen de ciencia ficción, de hacer
nacer in vitro a personas sin necesidad de una madre. El cuerpo de las mujeres
es hoy la gran barrera que el capital no ha sido capaz de superar.

CONSIDERACIONES FINALES
El lenguaje es la casa del ser. La sociedad civil cosmopolita se organiza y opera
mediante el lenguaje significante, cuyo contenido son los organismos vivos e

25
Federici, Silvia (2014), “El cuerpo debe ser nuestro. Ni del estado, ni del mercado”, en Consulta
en línea
Consulta en línea https://marxismocritico.com/2014/05/14/el-cuerpo-debe-ser-nuestro/
Las ventajas y desventajas del matrimonio 93

inteligentes que se acoplan al mundo biodiverso organizado autopoiéticamente. El


lenguaje significante se acuña contando historias donde se mira lo simplificado y
lo complejo. Así se ven con transparencia las decisiones y conductas impropias,
con relación a la conservación del futuro de las generaciones. Mediante el
lenguaje universal nos identificamos como partes de una misma especie, calidad
que aún es nuestra, a pesar de las empresas transnacionales.
Se demanda el derecho a casarse por los homosexuales, el derecho a la
felicidad, siendo que un concepto de felicidad único no existe, pues cada persona
la concibe de otra manera. El planteamiento es, más bien, identificarnos en la
dignidad para poder demandar medios que conduzcan a la felicidad. En lugar de
matrimonio homosexual podría plantearse una unión civil, pero las parejas gay
quieren casarse. Consideran que la institución del matrimonio es única; un modo
adecuado de asociación y de compromiso personal que los conecta con las
grandes tradiciones de significado histórico, social y personal. Y es cierto. El
concepto de matrimonio, como señala Ronald Dworkin, ha tenido diversos
significados que le han sido imputados a la institución por siglos de experiencia y
alrededor de la reproducción biológica. Se ha significado como el ideal del amor
ardiente de los cátaros, ha sido el blanco de la normalización de mujeres, niños y
demás perversos, se ha visto como labor diaria delegada a las mujeres por las
ciencias higienistas. Pero dice el filósofo que no es posible crear un compromiso
alternativo que comporte un significado paralelo y sustituto en la poesía y el amor
para los homosexuales. El status de matrimonio prosigue, “capacita a dos
personas juntas para crear valor en sus vidas que ellos no podrían haber creado
si la institución del matrimonio jamás hubiera existido”.26 Valor que se resume en
la civilidad de costumbres que se producen en los hijos reproducidos, que logran
auto conocerse y estimarse como seres dignos que son. Las parejas
homosexuales quieren tener la misma experiencia, pero sin el autoconocimiento.

26
Dworkin, Ronald (2006), “Three questions for America”, Consulta en línea
http://www.nybooks.com/articles/2006/09/21/three-questions-for-america/
94 Desde las Humanidades

La religión hoy dice Dworkin, es impulsora de la economía capitalista:


tiene, por un lado, su propio afán de lucro, y por otro, una ciudadanía que ignora
las ciencias de la complejidad y, en concreto, la teoría de la evolución biológica.
Pero el autoconocimiento biológico es necesario para comprendernos dentro de la
evolución y para saber que las decisiones que hagamos tienen repercusión en el
mundo del cual formamos parte. Se trata de conservar el genoma humano, que es
lo que aún nos identifica de frente a las invenciones de las transnacionales que se
aprestan a intervenirlo y ofrecer la reproducción al gusto del consumidor. Por lo
tanto, el matrimonio debe ser reproductivo y no apropiatorio; los niños tienen
derecho a ser alimentados, cuidados y educados por sus padres biológicos. Estos
son sus derechos fundamentales, la adopción es sólo una medida reparatoria, no
un derecho.
Nuestra identidad, y en el lenguaje universal significante, es la pragmática
en la cual nos entendemos y organizamos planetariamente para el futuro. Llamar
matrimonio a las uniones homosexuales rompe con la identidad biológica y
trastoca el significado de esta institución. Pero, motivos económicos nos ciegan e
impiden que veamos los riesgos que ya se asoman: volvernos dependientes de
las empresas reproductivas a costa de nuestra propia evolución biológica,
alienarnos de nuestro origen orgánico común. No obstante, y sin romper con el
conocimiento complejo que nos lleva a civilizar costumbres para conservar el
futuro de las generaciones, podemos proponer una solución a nuestro problema:
conceder a las ‘uniones civiles’ o ‘uniones de amistad’ el derecho de ‘padrinos’ o
‘madrinas’, que posibilitaría a los homosexuales tener familia. Los niños podrían
ser alimentados, educados y cuidados por ‘padrinazgos’ o ‘madrinazgos’ que no
los alienarían de su autoconocimiento biológico. Entonces el derecho de adopción
se reservaría estrictamente para parejas heterosexuales. Por amor a las
generaciones futuras, no podemos heredarles un lenguaje simplificado y
simplificador. Las generaciones tienen derecho a saber de sus orígenes a partir
de la denominación misma dentro de la familia, como hijo o como ahijado, que
sería su ubicación dentro del género humano.
Las ventajas y desventajas del matrimonio 95

Esta manera de reestructuración social acopla la humanidad al mundo


biodiverso y la presenta como el Gran Teatro del mundo, donde todos tienen un
papel en la conservación de la organización autopoiética en el futuro. Y dentro de
estas familias –unas reproductivas y otras por afinidad– desde lo local se logra la
identidad humana global. Ése es el mundo que conocemos como complejo y que
supera el desorden o complejidad ontológica que provocan las religiones
supersticiosas y las ideologías científicas.
Las voces de la clase media 97

Las voces de la clase media sobre el Movimiento del 68 en la


Línea de la carretera de Mónica Lavín

Daniel Roberto Peregrino Rocha


Centro Universitario UAEM Amecameca

El movimiento estudiantil que se produjo en México en 1968 ha sido abordado en


textos literarios desde diversas perspectivas. Mientras autores como José
Revueltas realizaron textos testimoniales como México 68: juventud y revolución1,
donde relata sus experiencias, así como escritos dirigidos a otros escritores,
figuras públicas y algunos de sus amigos, otros compilaron entrevistas para
difundir lo que sucedió en este movimiento, como el caso de Elena Poniatowska,
quien escribió La noche de Tlatelolco2 a partir de entrevistas con personas que
presenciaron los hechos. Algunos autores escribieron textos que abordan los
sucesos como un referente contextual para proporcionar verosimilitud a la
anécdota relatada.
Mónica Lavín no pretende recuperar los hechos históricos, analizarlos o
reinterpretarlos, sino que los retoma para contextualizar La línea de la carretera,
novela donde además realiza un ejercicio en cual se manifiestan las diferentes
perspectivas sobre este movimiento desde la postura de la clase media, sector de
la población con mayor acceso a la información que el de clase baja, pero donde
se manifiestan diferentes perspectivas y puntos de vista incluso opuestos.
La novela es sin duda uno de los géneros literarios donde existen
mayores posibilidades de manifestar una postura sobre la problemática social,
porque “la forma novelesca es, entre todas las formas literarias, la más inmediata
y directamente ligada a las estructuras económicas en el sentido estricto del
término, a las estructuras de cambio y producción para el mercado.”3

1
Revueltas, José (1978). México 68: juventud y revolución. México: Era.
2
Poniatowska, Elena (2000). La noche de Tlatelolco. México: Era.
3
Goldmann, Lucien (1975). Para una sociología de la novela. Madrid: Ayuso, p. 193.
98 Desde las Humanidades

Las ideas de Lucien Goldmann han cumplido la función de señalar un


sendero para los estudios literarios que relaciona la obra con la problemática
social, sobre todo en la novela, género sobre el que señaló las posibilidades que
ofrece para abordar el contexto.
La novela se consolida a partir de la lucha entre la burguesía y la nobleza,
ya que cuando la primera desplazó a la segunda, la novela se convirtió en el
género que abordó las situaciones vividas por esta clase social, como señala
Goldmann: “En nuestra opinión, la forma novelesca es, en efecto, la trasposición
al plano literario de la vida cotidiana en la sociedad individualista nacida de la
producción para el mercado.”4
De acuerdo con Goldmann, la novela es un género literario que se
identifica con la burguesía, ya que a través de ésta manifiesta su cotidianeidad,
pero al mismo tiempo es un género que otros sectores de la sociedad han
utilizado como un medio para cuestionar las estructuras sociales o crear
consciencia en el público lector.
Durante mucho tiempo se pensó que la novela era un retrato de la
sociedad, pero es mucho más que esto: es un género que permite al escritor ser
crítico de su entorno, o al menos cuestionar la historia oficial o sugerir ideas
distintas a las impuestas por los grupos hegemónicos. El escritor no se limita a
describir su entorno, sino que lo recrea, es decir, es un sujeto activo, como afirma
Sara Sefchovich:

La relación del hombre con su medio deja entonces de ser


contemplativa para permitirle participar y cambiarlo, la
realidad externa deja de ser extraña y aparece hecha de su
misma sustancia, de manera que la historia resulta ser un
producto de la actividad del hombre.5

4
Ibid., p. 24.
5
Sefchovich, Sara (1979). La teoría de la literatura de Lukács. México: UNAM, p. 111.
Las voces de la clase media 99

Juan Ignacio Ferreras tiene una opinión similar a la de Sefchovich, pues afirma
que “La función de la Literatura no es, pues, un mero reflejo social, aunque pueda
serlo, sino también un elemento activo, socializador, capaz de mediar al mundo
que la rodea y del que ha surgido.”6
Como podemos observar, los autores comparten la visión de que el
escritor no se limita a describir la realidad que ve, como si fuera un pintor, sino
que la interpreta, de acuerdo con la formación que posee, así como la manera de
concebir el mundo que comparte con un sector de la sociedad. El escritor está
inmerso en un contexto social, el cual interpreta, por lo que comparte esta visión
con el lector, a quien proporciona elementos para replantear la problemática que
se presenta en su contexto:

En esta perspectiva la creación cultural en sus diferentes


formas –religiosa, filosófica, artística y, por supuesto,
también literaria– constituye un comportamiento privilegiado
en la medida en que realiza, en un campo particular, una
estructura, más o menos coherente y significativa, es decir,
en la medida en que se acerca a un fin al que tienden todos
los miembros de un determinado grupo social.7

Al formar parte de una sociedad, el escritor está integrado a un sector de ésta, es


decir, a una clase social, la cual interpreta la realidad de acuerdo con su propia
visión del mundo. Cada clase, desde la posición que ocupa, se explica a sí misma
la sociedad, las estructuras económicas y las relaciones existentes entre los
diferentes sectores. El escritor se asume como miembro de un grupo, con el que
comparte su ideología y la plasma en su obra. En esta ideología puede estar de
acuerdo con el orden establecido o sentir la necesidad de modificarlo, es decir,

6
Ferreras, Juan Ignacio (1980). Fundamentos de Sociología de la Literatura. Madrid: Cátedra, p.
104.
7
Goldmann, Lucien (1969). “El estructuralismo genético en sociología de la literatura” en Barthes,
Roland et al. Literatura y sociedad. Problemas de metodología en sociología de la literatura.
Barcelona: Ediciones Martínez Roca, p. 209.
100 Desde las Humanidades

puede tomar una postura, la cual se expresa de manera tanto consciente como
inconsciente en su obra.
La novela no se limita a describir la sociedad, sino que se ocupa de tomar
una posición ante la situación imperante, sobre todo en América Latina, donde a
partir de la segunda mitad del siglo XX existe una postura crítica por parte de los
intelectuales:

Los escritores, los críticos, los intelectuales en su conjunto,


representan en Hispanoamérica una fuerza moral muy
importante, tanto más significativa cuanto mayor es el
subdesarrollo del país al que pertenecen. Pero su labor ha
sido hasta la fecha una toma de conciencia de los grandes
problemas sociales. El tema básico de los intelectuales de
habla española es el compromiso del escritor.8

Arturo Souto menciona un término importante para la interpretación del texto


literario: el compromiso, expresión que procede del filósofo francés Jean Paul
Sartre, quien en su obra ¿Qué es literatura? 9, desarrolla su idea sobre la
Literatura comprometida, donde el escritor plasma en sus textos una visión del
mundo, así como un juicio sobre la problemática que enfrenta la sociedad.
De acuerdo con Sartre, la obra literaria manifiesta la toma de conciencia
del escritor, quien opina sobre la sociedad en la que vive, ya sea en apoyo de la
clase dominante o para cuestionarla. No es un testigo mudo, sino un sujeto activo
que manifiesta su postura ante las estructuras sociales, como señala Javier
Sasso:
... probablemente es en primer término la presión de los
acontecimientos sociales, el reflejo de los grandes
enfrentamientos ideológicos de nuestra época, la necesidad
que tanto los creadores de arte como sus críticos han

8
Souto, Arturo (1973). Literatura y sociedad. México: ANUIES, p. 14.
9
Sartre, Jean Paul (1980). ¿Qué es literatura? Buenos Aires: Lozada.
Las voces de la clase media 101

sentido de tomar parte en dichos enfrentamientos o por lo


menos tenerlos muy en cuenta, lo que causa el fenómeno.10

El escritor no puede aislarse de los acontecimientos sociales, porque lo quiera o


no, influyen a su quehacer literario. Es tan evidente la relación entre la literatura y
su entorno, entre el escritor y su problemática social, que Robert Escarpit, uno de
los representantes de la sociología positivista, acepta la existencia del
compromiso: “la literatura busca desde entonces establecer, entre ella y la
colectividad, nuevas relaciones orgánicas: lo que llamamos literatura
11
<comprometida> es la más reciente de estas tentativas.
A pesar de que uno de los propósitos del texto literario sea la denuncia,
esto no implica que deje de lado lo estético. Mario Bendetti, en Letras de
emergencia12 señala lo importante que es para la obra literaria poseer calidad
para cumplir con su propósito, ya que de lo contrario sólo será un panfleto que no
trascenderá.
Para el escritor uruguayo, la literatura ante todo debe ser literatura, es
decir, los elementos que configuran al texto como estético deben ser la principal
preocupación del autor, y en segundo lugar el mensaje que se pretende transmitir.
Cuando el escritor considera que lo más importante es la postura que expresa en
su obra y deja en segundo plano lo literario, la obra desmerece y pierde calidad,
de hecho, cuando el contexto histórico se vuelve lo más importante y la creación
estética se deja en segundo plano, la literatura se vuelve panfletaria.
Por su parte, el ensayista Alfonso Reyes, en su Obras completas13
puntualiza que la literatura cumple una función ancilar cuando su propósito,
además de literario, consiste en abordar una temática con un fin específico, lo que
no la demerita, sino por el contrario, le permite cumplir con otras funciones.

10
Sasso, Javier (1979). Sobre la sociología de la creación literaria. Las tesis de Goldmann. México:
Universidad Veracruzana, pp. 5 y 6.
11
Escarpit, Robert (1971). Sociología de la literatura. Barcelona, Oikos-tau, S.A., p. 7-8.
12
Benedetti, Mario (1989). Letras de emergencia. México: Nueva Imagen.
13
Reyes, Alfonso (1993) Obras completas. México: Fondo de Cultura Económica.
102 Desde las Humanidades

La literatura, a lo largo de la historia, ha sido un medio estético que ha


permitido denunciar la problemática social, cuestionar al poder o ser un testimonio
de los abusos cometidos por las autoridades. De esta manera, además de cumplir
una función estética también desarrolla una social, lo que le permite incidir en su
contexto.
Como documento de denuncia, los textos literarios han contribuido a
rescatar la historia oculta, así como a evidenciar las formas de control que ejercen
los sectores dominantes, tanto en el aspecto represivo como en el ideológico.
Louis Althusser, en La filosofía como arma de la revolución14 menciona al
Aparato de Estado como un medio que las clases dominantes utilizan para
reproducir el sistema; dicho Aparato de Estado funciona por medio de la violencia
física, como quedó plenamente demostrado durante el Movimiento de 1968,
donde los grupos hegemónicos ejercieron su poder represivo para ahogar las
protestas estudiantiles, incluso llegando a una brutal matanza, como sucedió en la
Plaza de las Tres Culturas.
Otro de los medios para reproducirse en el poder son los Aparatos
Ideológicos del Estado, los cuales se encargan de difundir la visión del mundo que
permite a los grupos de poder mantener la hegemonía.
La ideología de los grupos de poder contrasta con la de otros sectores de
la población, ya que es una interpretación de la realidad que obedece a sus
intereses particulares. Mientras las clases dominantes buscan mantener el status
quo, los sectores emergentes pretenden instaurar un cambio en las relaciones
económicas. En El diablo y Dios15, uno de los personajes de Sartre, el banquero,
afirma que quienes lo tienen todo buscan que las cosas sigan igual, mientras que
los que no tienen nada quieren que las cosas cambien, por ello son realistas; por
su parte, hay quienes tienen poco y quieren que las cosas cambien, sin que
pierdan lo poco que tienen, éstos son los idealistas. El banquero se refiere a los
sectores de la sociedad que pretenden mejorar su posición sin poner en riesgo lo
que poseen, y que no desean perder su estabilidad económica. A quienes se

14
Althusser, Louis (1988). La filosofía como arma de la revolución. México: Siglo XXI.
15
Sartre, Jean Paul (1985). El diablo y Dios. Buenos Aires: Lozada.
Las voces de la clase media 103

identifica con esta categoría en el texto de Sartre es a los que en la actualidad


identificamos como la clase media o pequeña burguesía, es decir, quienes a
pesar de no tener el poder económico ni político, viven una situación económica
estable y poseen satisfactores para las necesidades elementales, así como
solvencia que les permite ciertas comodidades.
La clase media es un sector de la población que presenta características
peculiares, debido a su movilidad, así como a las posturas encontradas que
presenta. Lejos de ser una clase social monolítica, muestra una pluralidad de
ideologías, las cuales transitan de las propuestas liberales a las conservadoras.
Su principal temor es que ante los posibles cambios pierdan sus posesiones, por
ello algunos estratos de esta clase social se manifiestan como enemigos de los
cambios y por tanto apoyan las posiciones conservadoras.
La línea de la carretera es una novela cuya anécdota es relativamente
simple: Ana, una niña de catorce años, de clase media, recibe una invitación para
viajar a un pequeño poblado de Oregon, donde viven una amiga por
correspondencia y los padres de ésta. Ante la vacilación inicial de los padres,
éstos aceptan que su pequeña hija realice sola un viaje para visitar a personas
que sólo conocen por carta. Finalmente Ana logra su propósito y realiza la
travesía en septiembre de 1968. Esta anécdota servirá como pretexto para
presentar los hechos trágicos del movimiento del 68, así como sus
consecuencias, vistos desde el exterior del país, a través de una niña que lee las
cartas de sus familiares y recibe las noticias en un poblado remoto de Estados
Unidos.
Antes de realizar el viaje, Ana tiene conocimiento de los problemas que se
gestan en el país, porque sus padres comentan la situación, además de que
Joaquín, su hermano, estudia en una preparatoria de la UNAM y menciona los
problemas que se han ido suscitando. Por ello cuando Ana parte, está consciente
de que existe tensión entre el gobierno y los estudiantes, pero no imagina el
desenlace que éstos tendrán:
104 Desde las Humanidades

Pocas veces se decía algo de México, pero aquella noche,


en breve, con algunas fotos de la Universidad y de los
edificios de Tlatelolco, cerca de donde había sacado su
pasaporte, el locutor informaba que una manifestación
estudiantil en la Ciudad de México había tomado tintes
violentos y las fuerzas armadas habían tenido que intervenir.
No se sabía cuántos estudiantes y granaderos habían
muerto, lamentaba el locutor. El estómago se le puso duro.16

La expresión es clara: “las fuerzas armadas habían tenido que intervenir”, de esta
manera el locutor, al servicio de los mass media y por tanto de los grupos
hegemónicos, justifica la actuación del Aparato Represivo, ya que era necesario
mantener la paz y esto sólo fue posible por medio de la fuerza. “No se sabía
cuántos estudiantes y granaderos habían muerto”, es decir, de acuerdo con esta
afirmación, ambos bandos pelearon en igualdad de circunstancias, por lo que
sufrieron bajas en la misma proporción.
Los mass media son uno de los principales Aparatos Ideológicos de
Estado, porque se encargan de difundir la información que conviene a los grupos
de poder, al mismo tiempo que ocultan o distorsionan aquella que los puede
dañar. El control sobre estos medios permite mediatizar a la población e inculcarle
una ideología.
Los medios masivos de comunicación distorsionaron la noticia y
encubrieron la masacre. Pocos se atrevieron a contradecir al gobierno y dejar un
testimonio, ya que la represión y el control de los medios eran férreos. Un ejemplo
de la protesta fue el cartón publicado por Abel Quezada en el periódico Excelsior,
donde en lugar del acostumbrado dibujo figuraba un espacio cubierto de negro y
las palabras ¿por qué? Para algunos fue una tibia protesta, pero ante la situación
existente en México bajo el gobierno de Díaz Ordaz fue algo significativo. Desde
luego que otras voces fueron más decididas, pero sufrieron la censura y
represión.

16
Lavín, Mónica (2004). La línea de la carretera. México: Plaza & Janés, p. 109.
Las voces de la clase media 105

Algunos sectores de la clase media aprobaron la decisión del gobierno,


porque fue acorde con los intereses de una parte de este sector de la población.
En el caso de la familia con quien Ana estuvo unos días, la idea fue concluyente:
“–Esos comunistas solo se pueden detener a golpes– dijo el Sr Connors.17”
La clase media norteamericana de las zonas rurales se caracteriza por
poseer una ideología conservadora, como resultado del temor de perder su nivel
económico ante un cambio social, por ello promueve el status quo. Y no debemos
pasar por alto que en la década de los sesenta la amenaza comunista fue una
manera de sembrar el miedo en la población. La ideología difundida por los
sectores hegemónicos demonizaba al comunismo y asociaba a éste cualquier
forma de protesta o cuestionamiento a las autoridades.
Por su parte, al escuchar la noticia, la postura de Ana no corresponde con
la de Mr. Connors en relación con la masacre:

Ana hablaba poco. Se sentía tan lejos de comprender. Cerró


los ojos para contenerse, porque su cuerpo estaba allí de
pie, en camisón en la sala del Sr Connors, que decía que los
chicos se merecían la muerte. Y mientras su padre le decía
que Joaquín la llamaría.18

Mientras un granjero norteamericano apoya el crimen de Estado, justificándolo


porque los estudiantes seguramente eran comunistas, Ana está preocupada por
su hermano y los amigos de éste, estudiantes que fueron al mitin de Tlatelolco y
de los que no sabe nada.
En México también existen sectores conservadores en la clase media, los
cuales están en contra de los cambios y rechazan todo lo que amenace el nivel
socioeconómico que poseen. Es el caso de los abuelos paternos de Ana, de
quienes se afirma lo siguiente: “Los otros abuelos eran distintos. Tal vez porque
tenían dinero y viajaban mucho. Estaban siempre como en otro sitio, aun en las

17
Ibid., p. 109.
18
Ibid., p. 110.
106 Desde las Humanidades

comidas.”19 Este sector de la población busca semejarse a la clase alta, imita sus
gustos, su estilo de vida y hace lo posible por escalar al estrato superior, por esta
razón su postura ideológica es acorde con la de los grupos hegemónicos, a los
que admira, de los que desea formar parte:

El abuelo Jacinto, que era arquitecto, se vestía como tal.


Con su gazné y saco de palmitas, y la abuela Mirella lo
seguía mirando embelesada, callada y atenta a su soberbia.
Ana siempre miraba fascinada las muñecas de su abuela
Mirella, cargadas de pulseras de oro.20

En la novela, el abuelo Jacinto es el arquitecto a cargo de la construcción del


Palacio de los Deportes: “Hacía obras para el gobierno, era experto en construir
hospitales y escuelas. –Hace cosas chuecas –insistió Joaquín cuando se le
alababa al abuelo. –También casas chuecas –se burlaba mamá, cuando no
estaba su marido.”21 Debido a su prepotencia era rechazado tanto por la madre
como por Joaquín, ya que el abuelo Jacinto tenía una ideología conservadora y
apoyaba las acciones gubernamentales.
Además, por ser contratista del gobierno mantiene estrechas relaciones
con los grupos de poder, de ahí que se exprese de manera despectiva de los
universitarios, así como de aquellas personas que no comparten su visión
materializada de la vida:

–Hijo, llévate a tu familia de compras a Nueva York.


¿Dónde quedó la clase?
–Yo me visto como se me pega la gana –protestó mamá en
esa ocasión –Así sea ropa del mercado.

19
Ibid., p. 27.
20
Ibid., p. 28.
21
Ibid., p. 30.
Las voces de la clase media 107

–Hija, tómale la palabra, que les va a pagar el viaje a Nueva


York –decía la abuela Mirella con su voz pausada y los
labios recién retocados.22

Jacinto es prepotente, siempre trata de dominar en las conversaciones y de


imponer su punto de vista, además de que no para de criticar a los estudiantes
que participan en protestas y manifestaciones, a quienes tacha de revoltosos, lo
que provoca la indignación del padre de Ana: “–Creen que todos los universitarios
con pelo largo son comunistas. –Protestó su padre.”23
Es conveniente recordar que en México, en la década de los sesenta,
desde los inicios del movimiento estudiantil, se satanizó a los estudiantes
universitarios, a quienes se trató de revoltosos, e incluso de comunistas. Durante
esa época era común la frase “Cristianismo sí, comunismo no”, para mostrar
antagonismo entre las ideas marxistas y la religión. El eslogan de la película
Canoa recuerda esta situación: “1968, cuando ser o parecer estudiante era
peligroso”.
La postura antiuniversitaria de Jacinto también se manifiesta cuando
Joaquín menciona sus deseos por estudiar en la UNAM:

Le faltaba un año y medio para entrar a la facultad de


arquitectura y aunque el abuelo Jacinto insistía en que tenía
que irse fuera del país a prepararse, Joaquín lo rebatía e
insistía en que la UNAM era la mejor casa de estudios.24

De esta manera, se observa no solamente una divergencia intergeneracional, sino


posturas encontradas en dos miembros de la misma familia, lo que representa las
diferencias ideológicas en la clase media, por un lado una visión conservadora,
que justifica las acciones represivas y desconoce el derecho que los estudiantes

22
Loc. cit., p. 30.
23
Ibid., p. 19.
24
Ibid., p. 23.
108 Desde las Humanidades

tienen por cuestionar las estructuras de gobierno, por el otro, quienes apoyan a
los jóvenes en su lucha.
Como se mencionó en líneas anteriores, en la clase media también
existen ideologías progresistas, como las expresadas por los padres de Ana,
cuando comentan la matanza:

–Había sido terrible – dijo la madre de Ana – . No se sabe


cuántos muertos hay, no se sabe quién empezó el desastre,
dicen que los muchachos empezaron a disparar pero fueron
los granaderos desde las ventanas de uno de los edificios.
El padre de Ana le dijo que suponían lo vería en la noticias,
por eso llamaban.
–Esto lo sabrá todo el mundo aunque no quiera el gobierno.
Aunque vayan a ser las olimpiadas – Insistió mamá.25

Como buena parte de los sectores informados de la población, los padres de Ana
no aceptan la verdad oficial, ya que están conscientes de que el gobierno
distorsiona los hechos a su conveniencia. Los documentos desclasificados y los
testimonios concuerdan en que un sector del ejército se infiltró en la manifestación
y provocó la matanza, generó el pretexto para iniciar los disparos de los militares
contra los estudiantes indefensos.
Y como se menciona en los diálogos, aunque la noticia trató de ser
ocultada por el gobierno y los mass media a su servicio, la información llegó a la
sociedad y se ha ido reproduciendo a través de los años. Una de las funciones de
la literatura consiste precisamente en reconstruir la historia, a pesar de los
intentos de los grupos hegemónicos por imponer su versión oficial, la cual casi
siempre es una distorsión de los hechos, los cuales son justificados por los
Aparatos Ideológicos del Estado si contribuyen a reproducir la hegemonía y
mantener el poder a toda costa.

25
Ibid., p. 109.
Las voces de la clase media 109

Para las autoridades y los grupos hegemónicos la matanza de Tlatelolco


estaba más que justificada, porque argumentaron infiltración de grupos
extranjeros y manipulación de estudiantes, así como actos vandálicos; pero para
la población no fue más que un crimen sin razón de ser, un atentado contra uno
de los sectores más valiosos del país: los estudiantes.

Pero no había nada que hacer más que imaginar, torturarse


pensando en que una vida puede ser distinta una tarde, en
lo natural que es para un muchacho unirse a la marcha –el
mismo Joaquín sentía el contagio–, protestar, decir. Y
estando allí en medio, desprotegido, limpio, ingenuo,
creyendo que las palabras tendrán efecto, recibir la pólvora
en el pecho. Eso sí tenía efecto inmediato y permanente.26

La reflexión anterior es importante, porque señala la manera como muchos de los


jóvenes estudiantes dirigieron al mitin, contagiados por el entusiasmo de quienes
pensaban que las autoridades podrían iniciar un diálogo, de que los problemas se
podrían resolver sin violencia, pero que fueron masacrados por un gobierno
autoritario, apoyado por sectores de la población beneficiarios del sistema, así
como por los mass media.

CONSIDERACIONES FINALES
Cuarenta y seis años después de un brutal crimen de Estado contra los
estudiantes, cuyos culpables quedaron impunes, se siguen suscitando más
acciones similares, como la matanza de estudiantes de Ayotzinapa, en la que se
duda de la versión difundida por el gobierno. Nuevamente una verdad oficial que
no resiste las más mínimas pruebas de los peritos ni logra convencer a los
sectores informados, quienes se niegan a aceptar una matanza del crimen
organizado.

26
Ibid., p. 123.
110 Desde las Humanidades

Han pasado 48 años de la matanza de Tlatelolco y habrá más tragedias


similares mientras no cambien las estructuras políticas y económicas que reducen
al ser humano a ser una simple mercancía, y en el mejor de los casos, un
consumidor en un sistema donde el mercado es un dios omnipotente.
Algunos sectores de la clase media pueden ser un factor de cambio,
aunque otros grupos de esta misma clase son contrarios a modificar el status quo.
Este estrato de la sociedad, a pesar de sus distintas ideologías, o tal vez por esto,
es un factor de suma importancia para la sociedad.
Otro aspecto que se resalta en la novela es la perspectiva sobre el género
femenino. Mientras los sectores conservadores consideran que la mujer debe
permanecer en el hogar, al cuidado de los padres, sin buscar su propio espacio
en la sociedad, y por lo tanto no debe desempeñar funciones de otro tipo, otros
sectores de la clase media opinan que la mujer debe abrirse paso por el mundo y
enfrentar las oportunidades que le presenta la vida para prepararse y asumir su
propio destino.
Tres para el almuerzo 111

Tres para el almuerzo:


la mujer, la cocina y el joven teatro mexicano.

Oscar Martínez Agíss


Universidad Nacional Autónoma de México

El presente trabajo propone revisar la relación que se ha establecido entre la


cocina y la mujer como referente del rol femenino en la sociedad mexicana actual,
esto a partir del análisis del texto dramático Tres para el almuerzo, de Gabriela
Ochoa Lozano como muestra de la visión que plantea esta joven dramaturga
mexicana. A través de una breve semblanza histórica de cómo se han establecido
paradigmas de dicha relación en el cine y el teatro se conformará una plataforma
de valores para comparar, seguidamente, los valores que planea Ochoa en el
texto y como propuesta escénica del funcionamiento del personaje femenino ante
la vida contemporánea. Se revisará, asimismo, las ventajas que ofrece el teatro
para la exposición y captación de dichos valores al espectador.
Dentro de la cultura mexicana, a lo largo de su historia, la imagen de la
mujer ha estado íntimamente ligada a la cocina aún hasta nuestros días, a pesar
de que a partir de mediados del siglo XX fue cada vez más evidente el hecho de
que la mujer estaba abandonando esos llamados “territorios femeninos” para
integrarse a otros ámbitos sociales.
Este proceso social ha tenido su reflejo tanto en el cine como en el teatro,
medios que por su capacidad de representar desde cierta distancia dado proceso
permiten al espectador la posibilidad no solamente de observar fríamente el
fenómeno para ser estudiado a posteriori, sino también reaccionar emotivamente
ante el mismo durante el proceso de recepción. La conexión emocional entre el
espectador y la escena, sea teatral o cinematográfica, promueve el
establecimiento de modelos, o el rompimiento de los mismos, así como de figuras
que inmediatamente refieren a un contexto que va más allá de sí mismas y que
llevan a la reflexión personal.
112 Desde las Humanidades

El cine mexicano de la época de oro, por ejemplo, muestra el cambio


progresivo en la percepción del rol de la mujer en el entorno citadino, como señala
Hugo Lara en el libro Una ciudad inventada por el cine “la mujer […] comienza a
migrar de la cocina de su hogar hacia el cabaret de la esquina, pero también
hacia otros espacios antes cerrados para ellas, como la oficina o la fábrica”.1
Sin embargo, la mujer sigue siendo representada dentro de la casa como
centro de la vida familiar y base de la familia funcional; por ejemplo, la Chorreada,
interpretada por Blanca Estela Pavón, personaje que es quizá la imagen más
representativa de la época de la esposa amorosa, quien desde su cocina se
comunica con silbidos y acompaña a Pepe el Toro, Pedro Infante, mientras éste
trabaja en su taller en Nosotros los pobres (1948). Así mismo esta relación entre
mujer y cocina es el eje narrativo de una de las películas mexicanas más exitosas
de los años recientes: Como agua para chocolate (1992), en donde la cocina no
sólo funciona como espacio de la mujer sino como punto de construcción de su
propia identidad en términos emocionales e ideales.
En el caso del teatro, el rol de la mujer sigue un camino parecido pero con
ciertas singularidades; en primera instancia, a fines de los años treinta aparece la
primera generación de dramaturgas entre las que se encuentran Catalina
D´Erzell, Amalia de Castillo Ledón, María Luisa Ocampo, Julia Guzmán, por citar
a las más representativas e influyentes, y con ellas comienza a aparecer una
nueva mujer en los escenarios del país, ya que:

[estas] dramaturgas presentaron en sus textos dramáticos


a una nueva sociedad surgida después de la revolución
mexicana en donde la mujer comienza a salir de los cuatro
muros del hogar para iniciar su emancipación aún en contra
de una sociedad hostil y cerrada.2

1
Lara, Hugo (2006). Una ciudad inventada por el cine, México: Cineteca Nacional, p.38.
2
Peña Doria, Olga Martha (2004). “Rodolfo Usigli (1905-2005). Su relación con la primera
generación de dramaturgas”, en Sincronía. Consulta en línea
http://sincronia.cucsh.udg.mx/olgamarta04.htm
Tres para el almuerzo 113

Sin embargo, a pesar de que los textos de varias de estas autoras cuentan con
personajes femeninos fuertes que buscan mantener unida a la familia ante las
nuevas circunstancias sociales o que intentan integrarse al mundo productivo, los
resultados no siempre son los más esperanzadores, sigue siendo una sociedad
dominada por los hombres y el lugar para la mujer ya está definido por lo que al salir
de ese esquema corre el riesgo de quedar fuera por completo, excluida hasta del
mismo seno familiar.
El teatro le da un lugar a la mujer que quiere encontrar cuál es su función
dentro de esta sociedad en formación pero que termina por ser vencida por el peso
de la tradición, sin embargo, ya es patente que las cosas no son tan idílicas como
pueden parecer y se hace evidente que los personajes femeninos son:

Mujeres que deciden su vida a sabiendas que están


rompiendo con su sociedad [y que] el conflicto más importante
es que estas protagonistas carecen de lenguaje, están
incapacitadas para sostener un proceso de comunicación con
el hombre por lo que es un teatro de silencios femeninos
provocados por la opresión masculina.3

Pero es precisamente esta generación de dramaturgas las que abren las puertas
para que el teatro mexicano se siguiera nutriendo del talento de nuevas voces que
continuarían explorando los caminos de la mujer en la sociedad mexicana,
escritoras como María Luisa Ocampo, Julia Guzmán, Elena Garro o Luisa
Josefina Hernández.
Y es gracias a la continuidad del trabajo de alta calidad en la dramaturgia
por parte de las dramaturgas mexicanas que es posible llegar ahora hasta uno de
los más recientes capítulos de esta historia, con una nueva generación de
escritoras entre cuya producción se encuentra la obra Tres para el almuerzo de
Gabriela Ochoa Lozano, dramaturga y directora de teatro.

3
Ibid. Sin número.
114 Desde las Humanidades

Tres para el almuerzo es una de las obras finalistas del Premio Nacional
de Dramaturgia Joven “Gerardo Mancebo del Castillo” 2010, considerado el
premio más importante en México para escritores jóvenes.
La obra de Gabriela Ochoa Lozano es, en palabras de Berta Hiriarte, una:

Propuesta rigurosa e imaginativa. La anécdota –una mujer


prisionera de sus fantasmas- cobra vuelo al alejarse del
realismo y situar la acción en la cocina. […] De este modo,
la autora logra un libreto que sacude al lector-espectador
con esa mezcla de horror y disfrute a la que vale la pena
abandonarse.4

El texto de Ochoa plantea como espacio escénico “una cocina integral con horno
y refrigerador. Hay también una mesa y tres sillas”,5 toda la trama se desarrollará
dentro de este lugar, sin embargo, conforme transcurre la historia, esta cocina
representará mucho más dentro de la estructura dramática, será el punto de
confluencia de la herencia social, donde rondan los sueños y deseos perdidos, en
donde ha quedado atrapada Minerva, el personaje protagónico, aunque también
uno puede preguntarse si éste es el lugar donde ha encontrado refugio.
La primera escena nos presenta a Minerva en su cocina en completo
abandono, todo está cubierto de polvo, ella recostada sobre la mesa, inmóvil,
mientras entra Joaquín, su esposo, “vestido con traje de oficina”6 una y otra vez
sólo para encontrar siempre vacía la cafetera, nada en el refrigerador y la total
indiferencia de su esposa, por lo que antes de salir le avisa “Voy a venir a comer.
Hoy y también mañana… y el resto del mes. Que tengas un buen día”. 7
Así, se nos introduce al mundo de esta pareja cuyo único contacto se
dará en esta singular cocina, en donde el horno no sirve, la cafetera está siempre

4
Villareal, Ileana, et. al., (2010). “Prólogo”, en Teatro de la Gruta X. México: Conaculta, p.10.
5
Villareal, Ileana, et. al., (2010). “Tres para el almuerzo”, en Teatro de la Gruta X. México:
Conaculta, p. 88.
6
Ibid., p. 89.
7
Ibid., p. 89.
Tres para el almuerzo 115

vacía y cuyo refrigerador encierra a la madre de Minerva, quien de vez en cuando


sale para reconvenir a su hija. Un mundo que está reducido a la cocina y que
Minerva nunca puede abandonar, a diferencia de Joaquín, quien sólo regresa
para comer, o de su madre, quien llega sólo de visita, de ese otro plano en donde
existe, para señalar las fallas que encuentra tanto en la cocina misma como en la
vida de su hija.
La obra se inclina hacia la farsa a través de la fuerte simbolización de los
elementos que la constituyen, es evidente desde el principio que la forma en que
éstos se conectan con la realidad no es a través de buscar una verosimilitud
escénica sino al constituirse en referentes más allá de sí mismos, como especifica
Alatorre:

La farsa persigue el escándalo, para lograrlo va a echar


mano de todos los recursos posibles para “cargar de
sentido” hasta el acto más trivial […] el espectador observa
cómo un acto cualquiera reviste una serie de implicaciones
que desnudan a la realidad.8

Así, conforme transcurre la historia, comenzarán a aparecer imágenes referentes


de la cotidianeidad que son llevadas a extremos o que se desbordan de su
contexto, por ejemplo, Minerva trapea la cocina primero mecánicamente, “como
dormida”, después sustituye el trapeador por su cuerpo y termina exprimiendo su
cabello, en lugar del trapo, para después recogerlo y cubrirlo con el trapo que ha
sustituido y que ahora utiliza a manera de pañoleta.
En este proceso de reconstrucción de la realidad irán apareciendo
imágenes comúnmente identificadas con la percepción histórica de la mujer y su
función social dentro de la casa, y particularmente en la cocina. El planteamiento
fársico de estas imágenes, la caricaturización de las mismas termina por
cuestionar el funcionamiento de éstas en el contexto de la vida contemporánea.

8
Alatorre, Claudia Cecilia (1999). Análisis del drama. México: Escenología AC, p. 112.
116 Desde las Humanidades

La determinación de la mujer dentro de la cocina está también planteada


en la obra en forma metafórica con la figura de la madre. Después de la salida del
esposo aparece la madre de Minerva; continuando con la resignificación en este
espacio escénico en donde la realidad se transforma, ella se encuentra al inicio
sólo como una cabeza en el congelador pero termina por entrar a la cocina
pasando por la puerta del refrigerador.
En la primera escena que interviene la conversación con su hija gira en
torno a la comida, aunque primero comienza por regañarla debido al estado en
que se encuentra la cocina, hasta la temperatura del congelador porque se llena
de hielo “y así no se puede estar”, para recordarle que es la responsable de la
casa. “… no quieres cumplir con tus obligaciones”, “¡No tienes nada en el
refrigerador!”,9 le reclama y lo sabe bien porque de ahí viene, “… a tu marido
tienes que darle de comer carne. Unas costillas de ternera”,10 y al fin sale la
preocupación de fondo de la madre con respecto a la comida en relación a su hija
al decirle: “Al hombre se le conquista por el estómago hija, pero tú ni comida, ni
arreglo personal, bueno, ¡ni higiene!, qué bárbara Minervita. ¿Qué no te da miedo
que te dejen por otra?”.11
La Madre se hace eco de una tradición social que espera no sólo que la
mujer sea responsable de la cocina sino, a partir de ésta, de la estabilidad del
matrimonio. En una escena posterior la Madre encuentra un “Recetario” que le
regaló a Minerva cuando niña, el cual lleva por título “¿Cómo ser una feliz
casada?”, de donde lee los siguientes puntos:

Ten preparada una comida deliciosa para cuando él regrese.


Especialmente su plato favorito’ […] ‘Ofrécete a quitarle los
zapatos. Habla en tono bajo, relajado y placentero.’ […]
‘¿Cómo se hace un dobladillo?’, ‘¿Cómo educar a los hijos?
[…] ‘¿Cómo combatir la tristeza?: Comience por sonreír…12

9
Ibid., p. 94.
10
Ibid., p. 92.
11
Ibid., p. 94.
12
Ibid., p. 98.
Tres para el almuerzo 117

La Madre lee a Minerva mientras ésta duerme, como si fuera un subconsciente


del pasado que ronda sus sueños.
Desde el punto de vista de la Madre es la mujer quien es responsable del
funcionamiento del matrimonio pues éste representa la realización femenina,
realización que se pone en riesgo si no se cuida, como ya le ha advertido a su hija
poco antes: “¡Cualquiera que no viva hecha una piltrafa como tú te roba el
mandado! […] ¿Quieres quedarte sola? ¡Pues sola te vas a quedar!”.13
La Madre representa algo que también es innegable, las expectativas de
vida son impuestas de mujer a mujer, son pasadas de madre a hija, generación
tras generación: “No serás tú quien venga a manchar el nombre de esta familia” 14
le dice a Minerva y con esto le deja todo el peso de la herencia familiar.
Por su parte, la construcción del personaje de Joaquín, el esposo,
también utiliza ciertos referentes comunes, como ya señalaba, comienza con la
idea de que él se encuentra todo el día fuera y regresa a casa sólo para comer;
en una escena posterior Minerva le sirve un plato de sopa caliente que le quema
la lengua, pero a pesar de esto continúa llevándose cucharadas a la boca
“haciendo muecas por la temperatura, da la idea de un retrasado mental”, 15
señala la acotación, y que siempre encuentra la comida desabrida sin importar
cuánta sal le añada a la misma, Joaquín es, por tanto, un hombre insensible y
soso de manera evidente.
Cuando intentan comenzar una plática de sobre mesa, la conversación
que sostiene la pareja es inconexa, cada quien habla de cosas distintas sin
escuchar al otro y cuando al fin coinciden es para demostrar cómo se encuentra
su relación:

MINERVA: Tú me conoces mejor que nadie.


JOAQUÍN: (Ríe quemándose la lengua.) ¿E ónde jacas ejo?

13
Ibid., p. 94.
14
Ibid., p. 107.
15
Ibid., p. 99.
118 Desde las Humanidades

MINERVA: Llevamos años juntos.


JOAQUÍN: ¿Y?16

El trabajo de Joaquín también es planteado como un sinsentido que se muestra


dentro de la cocina misma:

saca de su portafolios un fajo de hojas en blanco, las coloca


en un extremo de la mesa, saca un sello y las va sellando y
apilando en el otro extremo […] continúa mecánicamente su
acción […] se levanta y cambia de ritmo, acelerándolo:
recoge y organiza las hojas del piso, saca una cuchara de
su portafolios y come de él como si fuera un plato.17

De la misma manera aparecen imágenes que recrean el lugar común como el


hombre escondido en la mesa detrás del periódico contestando con menos que
monosílabos, casi gruñidos, el reclamo sobre los platos que ya no le prepara, la
comida que siempre encuentra desabrida, en fin, un marido que resume las
grandes faltas de la pareja en una relación.
Cuando Minerva confesarle que ya está harta del estado de las coas,
Joaquín le contesta tajante: “¿Tú? Yo trabajo todo el día y cuando estoy en mi
casa, lo único que quiero es tener un momento de paz, pero parece que cada día
estuvieras más loca”.18
En contraste con el esposo se encuentra la figura del amante, Filiberto.
Éste es un hombre que sí habla con Minerva, que sueña con ella, que la acaricia,
que la desea, que, por momentos, la hace querer escapar, que puede comer la
sopa que prepara ella sin quemarse la lengua y además la encuentra sabrosa, un
hombre por el cual todavía vale la pena cocinar su plato preferido.

16
Ibid., p. 100.
17
Ibid., pp.110-111.
18
Ibid., p. 119.
Tres para el almuerzo 119

Los sueños de Minerva con relación a Filiberto se encuentran


consignados en el Recetario que su Madre le regaló, ya que si bien no lo ha
seguido, sí lo ha llenado con sus propias notas:

Hoy volviste después de tanto tiempo… tu olor… todo era


tan confuso […] No puedo moverme, no me puedo
despertar. Acércate. Sí, sí quiero que me toques… […]
Estoy tan cansada… quisiera hablar de tantas cosas pero no
me vienen las palabras. […] Quiero quedarme en tus
brazos… desaparecer. No necesito nada más. Espérame,
esta vez me iré contigo.19

Sin embargo, a pesar del deseo expresado en el recetario, tampoco Filiberto logra
en última instancia conseguir que Minerva se arriesgue, vaya más allá; cuando él
le pregunta por qué no se va de ahí, ella responde: “Me gustaría intentarlo […] ¿A
dónde? […] ¿A dónde quieres que me vaya? No hay otro lugar al que yo
pertenezca más que aquí; a esta cocina, esta mesa, este mantel, mis cosas”, 20 y
más adelante reconoce: “me dio miedo”.21 Su seguridad se encuentra en los
confines de las cuatro paredes de su cocina, es su mundo, incluso ahí es donde
duerme, sobre la mesa cubierta por el mantel a modo de cobija.
En la parte final de la obra se hace más claro lo que ya se perfilaba desde
el principio, Minerva está siendo visitada por sus fantasmas, madre, esposo y
amante, todos aquellos cercanos que han muerto pero que no la abandonan, que
le siguen marcando la existencia; así como su madre se encuentra en el
refrigerador, congelándose, las cenizas de Joaquín se encuentran en el horno y
Filiberto es ausencia en la cocina que de vez en cuando decide aparecer y
recordarle el camino que no se tomó.
Ochoa consigue crear imágenes que muestran muchos elementos que
han formado parte de nuestra cultura por mucho tiempo, que nos son muy
19
Ibid., p. 98.
20
Ibid., p. 113.
21
Ibid., p. 116.
120 Desde las Humanidades

cercanos pero que ya, muchas veces, nos son tan comunes que no los hacemos
conscientes, que aparentemente han dejado a un lado cierta agresividad por su
permanencia, más al ser reconstruidos en este mundo escénico, aprovechando la
carga de significados que da la farsa, nos permite reconsiderarlos, ya que, como
propone Bentley:

La farsa, por lo general, transcurre en una ocasión muy


particular: amparados por una penumbra deliciosa y
sentados en medio de una cálida seguridad, disfrutamos del
privilegio de sentirnos en absoluta pasividad, mientras en el
escenario nuestros más recónditos e indecibles deseos son
satisfechos ante nuestros propios ojos por las criaturas
humanas más violentas que haya podido concebir la
imaginación de los hombres.22

Si bien la obra de Gabriela Ochoa, en una primera lectura, habla sobre la rutina, la
apatía y la inercia en la figura de Minerva, quien siempre se quedó en el mismo
lugar, temerosa de moverse e ir más allá de ese lugar seguro que es su cocina,
me parece que el personaje también logra plantear un conflicto más profundo, que
hace eco de una historia social que está arraigada en nuestra cultura, ese
conflicto que ya planteaba aquella primera generación de dramaturgas, ¿cuál es
el lugar de la mujer mexicana?
La autora, nacida a mediados de los años setenta, que representa a una
nueva generación de gente de teatro, desarrolla un personaje femenino que ante
todas las posibilidades del mundo contemporáneo sigue encerrada en su cocina,
con un miedo profundo de salir al mundo, que, a pesar de los avances y logros de
las mujeres en general, vive cargando en su mente con todos los viejos conceptos
así como los objetivos impuestos generación tras generación, y, aunque en el
discurso se pueda considerar la realidad como es deseable:

22
Bentley, Eric. La vida del drama, México: Paidos, p. 214.
Tres para el almuerzo 121

[El dramaturgo] puede comprender lo que de distinto hay en


su propia cultura, desde el punto de vista de una mayor
proximidad. No retrata a sus personajes conforme a sus
expectativas previamente existentes entre el auditorio, sino
de acuerdo con similitudes humanas que trascienden
diferencias.23

El hecho de que sea una mujer joven quien escribe Tres para el almuerzo
demuestra que aún hay muchos puntos de contacto con el pasado en relación a la
mujer y su mundo inserto en la estructura de nuestra sociedad en la actualidad, el
personaje Minerva, como menciona Shaked, tiene muchas similitudes profundas
con diferentes mujeres aquí y ahora. No estamos ante una mirada lejana, ya sea
por edad, género, nacionalidad o alguna otra característica, es una joven mujer
escribiendo un personaje femenino dentro de circunstancias que siguen siendo
vigentes y fáciles de identificar inmediatamente.
Creo que, además, gana fuerza al utilizar como conducto el teatro, ya que
éste sigue siendo un fenómeno que propicia la interacción humana, un grupo de
espectadores se reúne con un grupo de actores en un lugar y tiempo común, y si
todos los factores se conjuntan se crea un nexo emotivo que puede, tarde o
temprano, llevar a la reflexión, no sólo por el “mensaje” incluido en el texto, sino,
precisamente por la posibilidad de la identificación a un nivel mucho más profundo
y básico, el nivel humano.
Ésa es la fuerza del teatro que combina lo concreto e inmediato con
elementos que se terminarán de conformar a partir de la experiencia con el
público, o como especifica Umberto Eco el teatro nos da:

A human body, along with its conventionally recognizable


properties, surrounded by or supplied with a set of objects,

23
Shaked, Gershon (1991). “La obra de teatro, puerta al diálogo cultural”, en La obra de teatro
fuera de contexto, México: Siglo XXI Editores, p. 28.
122 Desde las Humanidades

inserted within a physical space, stands for something else


to a reacting audience.24

CONSIDERACIONES FINALES
Es evidente que el proceso de cambio en la sociedad mexicana actual se está
dando y por lo tanto se comienza a reflejar en las manifestaciones artísticas en
diferentes campos. La mujer se encuentra enfrentando no sólo los retos que
presenta el futuro sino las marcas que ha dejado el pasado para conformar su
propia imagen y discurso.
Tres para el almuerzo, en el contexto señalado, es un ejemplo del joven
teatro mexicano, que busca resignificar lenguajes escénicos, que aún enfrenta
viejos problemas que parecen nunca quedar atrás porque es muy difícil cambiar la
herencia que cargamos pero que, sin embargo, no los ignora y los lleva a la
escena, les da vida y los expone buscando… ¿una respuesta?, ¿reflexión?...
¿quizá sólo ir, poco a poco, exorcizando los viejos demonios? Eso sí,
presentando una visión fresca de lo complejo que es aún el rol de la mujer
contemporánea en México
En la construcción contemporánea de la sociedad mexicana hay mucho
que se encuentra en el discurso y en la búsqueda de nuevas formas de
convivencia entre quienes formamos parte de ella, sin embargo, dejar atrás los
viejos patrones no es tarea fácil y mucho menos formar nuevos modelos de
conducta que permitan a todos, hombres y mujeres, relaciones humanas mucho
más honestas, respetuosas y, por tanto, profundas y significativas.
Si bien el teatro no es la única vía para plantear opciones, lo cierto es que
desde su mirada creativa, el arte, nos puede recordar lo que hemos sido, lo que
somos y lo que podemos ser. Así, Gabriela Ochoa muestra a través de esa cocina
escénica que ha creado en su obra que la joven mujer mexicana de hoy tiene voz
como dramaturga y acción como directora de teatro para poner su granito de
arena en el aquí y ahora.

24
Eco, Umberto (1977). “Semiotics of Theatrical Performance”, en The Drama Review, Vol. 21 num
1, New York, p.117.
Las elegidas 123

Las elegidas: la triste historia de la trata de mujeres en


Tenancingo Tlaxcala

Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza


Ma. Andrea Olimpia Guevara Hernández
Universidad Autónoma de Tlaxcala

Jorge Volpi (1968) recibió a inicio de este 2018 el premio Alfaguara a la mejor
novela, el cual se une a los otros muchos galardones que ha obtenido, como El
Premio Mazatlán de Literatura por Mentiras Contagiosas que recibió hace una
década. Asimismo, en 2009 le fueron concedidos el II Premio de Ensayo Debate
Casa- Américas y el premio José Donoso de Chile por la totalidad de su obra. Ha
escrito además varias novelas entre las que citamos En busca de Klingsor, El fin
de la locura. No será la Tierra y Memorial del Engaño, obras que están situadas
en Alemania, Rusia y Estados Unidos, pero con Las elegidas1, el escritor escribe
una novela acerca de una triste realidad que vive nuestro país como es la trata de
mujeres en Tenancingo, Tlaxcala, práctica que, al parecer, es una sorprendente
tradición de este lugar. El escritor, además de enterarse de este hecho a través
de los diarios, también lo conocía por su esposa, que es de Tlaxcala, lo cual lo
motivo a escribir la novela, como indicó en una entrevista: “Rocío [su esposa] me
contó la historia porque todo mundo en Tlaxcala la conoce, no es que haya habido
una investigación”2.
En efecto, en Tlaxcala todos conocemos la historia del pueblo que tiene
esta extraña tradición de educar a las mujeres para dedicarse a la prostitución.
Esta noticia atrajo la atención en los medios de comunicación cuando en 2001 se
desmantelo la banda de los hermanos Julio, Tomás y Luciano Salazar Juárez,
quienes tenían algunos años secuestrando a jóvenes mexicanas para obligarlas a
prostituirse en Tijuana en los “campos del amor” cerca de las plantaciones de

1
Volpi, Jorge. Las elegidas. México, Anagrama, 2015.
2
““Las elegidas”, una historia a contracorriente del mexicano Jorge Volpi”. El confidencial, com, 27
de septiembre de 2015.
124 Desde las Humanidades

fresas de San Isidro California y también traficaban con sus hermanas. La historia
fue publicada en 2004 en el New York Times atrayendo y escandalizando a la
opinión pública. Jorge Volpi escribió Las elegidas, tras siete años de trabajo que
inició en 2008 y concluyo en 20153.
Dado que la trama de la novela es acerca de la trata de mujeres, es decir,
su venta y forzamiento en la práctica de la prostitución, en contraste con el
mejoramiento del nivel económico de los hombres, analizaremos Las elegidas
desde la perspectiva feminista de género.
La novela está conformada por 100 versos con ritmo, logrado por las
repeticiones de palabras, encabalgamientos, asíndeton, concatenaciones y
aliteraciones que el escritor trabaja de manera magistral. Asimismo, está narrada
por la polifonía de voces, conformada por la de los personajes, la voz omnisciente
que narra el éxodo de los personajes principales, que son el Chino, Salvina y su
familia, la narración en segunda persona de una voz que invita a mirar la escena
descrita con una cámara para ver a detalle el infierno que viven las mujeres de
Tenancingo a manos de sus propios padres y explotadores, y también la
narración en segunda persona de la conciencia del Chino. Además, tenemos
otras voces presentes en la narración como la “Letania de Rosita a una mujer
policía” –en la que podemos observar la perspectiva de las mujeres-, los
testimonios de mujeres víctimas de la trata y, finalmente, la misma mujer policía
que interviene en la trama. La novela tiene tres partes: “La Tierra prometida”, “Los
enviados” y “El sacrificio”.
En cuento a la estructura, la novela está enmarcada en el pasaje bíblico
de Abraham4 y Sara, cuando al llegar a Egipto, el patriarca le dice a su esposa:

3
Las elegidas también ha sido llevada al cine, dirigida por David Pablos y en la ópera Cuatro
Corridos, orquestada por Susan Narucki y el Departamento de Música de la Universidad de San
Diego.
4
Aunque falta la evidencia directa de la existencia del patriarca, los detalles circunstanciales de la
narración bíblica han sido adecuadamente corroborados con los hechos históricos. Según la
cronología bíblica, Abraham vivió alrededor del 2000 a.C. Él fue engendrado por Taré en la ciudad
de Ur de los caldeos (Génesis 11:31), y migró a la tierra de Canaán por mandato de Dios (Génesis
12:1). Enciclopedia arqueológica, consulta en línea:
http://www.pulpitovirtual.org/files/699_diccionario_biblico_arqueologico.pdf
Las elegidas 125

[…] he aquí que, ahora conozco que eres mujer de


hermoso aspecto y, cuando te vean los egipcios dirán: su
mujer es me matarán a mi, y a ti te reservarán la vida.
Ahora pues, di que eres mi hermana, para que me vaya
bien por causa tuya y viva mi alma por causa de ti. Y
aconteció que cuando entra Abram en Egipto, los
egipcios vieron que la mujer era hermosa en gran
manera. También la vieron los príncipes de Faraón, y la
alabaron delante de él; y fue llevada la mujer a casa de
Faraón. E hizo a Abram por causa de ella; y él tuvo
ovejas, vacas, asnos, siervos, criadas, asnas y camellos
(sic).5

En efecto, Abraham y Sara encuentran su paralelo en el Chino y Salvina, quienes


salen de Tenancingo, Tlaxcala hacia la tierra prometida debido a que el anciano
patriarca de la familia, lo hecha del pueblo:

[..] con su voz canalla el anciano le dice: lárgate de aquí


Lárgate cuanto antes, lárgate mientras puedas.
[…]
Lárgate truena el anciano y el Chino musita:
Cumpliré con tu palabra, mi señor;
Haré como tú mandas.6

Así, Salvina y el Chino emigran hacia la tierra de la leche y la miel, metáfora que
bien podemos entender como Estados Unidos de América que fue colonizada por
hombres de raza blanca, quienes son la supremacía social y étnica en este país,
en compañía de: “Luciano, sobrino del Chino, y su mujer, la Inés, la Rosario y la
Estrella, hijos de los anteriores, el mayo, el sobrino del Chino, y el Víbora, su

5
Génesis, 12: 11- 16.
6
Op. cit., Las elegidas, p.18 y 19.
126 Desde las Humanidades

compadre, y la hermana del Mayo, la Evelia”.7 Van en busca de alimento, de


riqueza, pues su tierra es pobre.
Recordemos que a Abraham se le nombra el hebreo en la biblia y
etimológicamente, la palabra puede significar “los que atraviesan” en el sentido de
atravesar o emigrar. Probablemente el término “hebreo” no se refería a un grupo
racial en particular, sino a una clase social que emigraba en busca de “la tierra
prometida”. Tal como hoy día emigran a Estados Unidos nuestros compatriotas
tras “el sueño americano”.
Esto ocurre con la familia del Chino y su esposa, sin embargo al llegar a la
plantación de fresas, el Chino le dice a Salvina, su mujer, las palabras ancestrales
que Abraham pronunció a Sara y que ya indicamos anteriormente. Por lo tanto, el
Chino permite que El Gringo se lleve a Salvina –como Faraón hizo con Saraí- y
reciba por ella un mejor trato que el resto de los migrantes: “el Chino, Luciano y el
Víbora y el Mayo/ fueron acogidos entre los varones del Gringo/ y en vez de
piscar fresas como otros/ se les encomendó vigilar a las hembras y cobrarle a los
mojados”. 8
Como vemos, al instalar la novela en el marco bíblico se simboliza el
establecimiento de un orden patriarcal ancestral y fuertemente arraigado por la
cultura. Marta Lamas señala que: “Los seres humanos nos vemos enfrentados a
un hecho básico que es idéntico a todas las sociedades: existe una diferencia
corporal entre mujeres y hombres: específicamente notable en los genitales. La
cultura es el resultado de como interpretamos esa diferencia, de cómo la
simbolizamos […]; pero también es una mediación: un filtro a través del cual
percibimos la vida”.9 Esta diferencia en nuestros cuerpos hace que hombres y
mujeres seamos educados de diferente manera.
Por tanto, en una cultura patriarcal que pondera al sexo masculino en
detrimento del femenino y que otorga poder a uno y devalúa o menosprecia al
otro, no extraña que el Chino y los varones del clan, concientan ser privilegiados a

7
Ibid, Las elegidas, p. 20.
8
Ibid., Las elegidas, p. 30.
9
Lamas, Marta (2012). Cuerpo: diferencia sexual y género. México: Taurus, p.54.
Las elegidas 127

costa del cuerpo de Salvina. Víctor Manuel Ortíz Aguirre señala en su análisis
“Juego simbólico de lo hombre y lo mujer (diferencia mítica de los sexos basada
en la mera genitalidad” (2001) que:

Vivimos en una cultura predominantemente falócrata,


hijos del judeo cristianismo. El Occidente contemporáneo,
extendido por todo el mundo, sin importar la región
geográfica, se construye –entre otros componentes- con
base en el pensamiento que da prioridad al varón, a la
herencia por vía paterna, a la perpetuación del nombre
del padre. Esta idea se construye bajo una idea
masculina de la divinidad […]. Esta construcción llamada
Dios, y todos los mitos que lo rodean, pondera lo
masculino como superior, el poder y el dominio como
signos de logro, de realización de un orden. Cúmulo de
metáforas donde lo masculino se levanta y asciende,
mientras lo femenino yace sobre la tierra.10

Por tanto, el hecho de que Salvina haya sido entregada al Gringo para
salvaguardar la vida de los hombres de su familia, se torna en una forma de ser
para los demás, negándole el derecho de ser para sí. Salvina tiene que servir con
su cuerpo, con su trabajo, con su obediencia absoluta a su marido. De ahí que
entendamos que el cuerpo de la mujer está sometido al control y explotación del
hombre que lo monopoliza para obtener dinero, placer sexual y también para la
procreación.
El Chino le pide a su esposa le dé un hijo, pero Salvina -al igual que la
Saraí bíblica- es estéril, por lo que llama a su hermana, Azucena, quien luego de
ser tomada por el Chino y aunque posteriormente la incorporan a la rutina del
Gavacho, lugar donde tienen a las hembras, queda embarazada del Chino.

10
Ortiz Aguirre, Víctor Manuel (2011). “La prostituta, ¿metáfora de la mujer?”, en Sexualidad,
símbolos, imágenes y discursos. Isabel Jáidar Matalobos (compiladora). México: Universidad
Autónoma Metropolitana, Xochimilco, pp.118 y 118.
128 Desde las Humanidades

En consecuencia, Azucena encuentra un mejor trato y que sea retirada de


la prostitución: “Muy oronda balancea la Azucena/ su incipiente barriguita/ cual
trofeo de caza o BMW del año/ le dan náuseas y se acuesta/ remolonea hasta las
cuatro/ se lima las uñas o le chupa la sangre/ a una telenovela/ en la cuarenta
pulgadas que le regalo el Chino […]/ no barre, no sacude/ muy digna la Azucena,
su barriguita de salvoconducto”.11
En una cultura que demanda engendrar y parir hijos varones, ser estéril
resulta una calamidad, mientras que la mujer fértil y joven es valorada. Por eso el
discurso masculino y misógino increpa a Salvina: “Yegua vieja/ perra anciana/
grulla renga/ rata tuerta,/coneja abúlica,/ hormiga despanzurrada/ cucaracha,/ la
maldita( es/ la maldita/ estéril”.12
En consecuencia, tanto hombres como mujeres buscan el falo, en el
sentido de que las mujeres desearán tener hijos para cumplir con su función
biológica y reproductora para la cual existen en la cultura patriarcal, al igual que
los hombres que buscan el falo para perpetuar su poder y nombre: “En la cultura
patriarcal en la que nos encontramos inmersos se obliga a los hombres y a las
mujeres a producir y valorar el falo por lo que se les obliga a reproducirse
buscando el falo”13. Para el Chino, tener un hijo varón, es perpetuar su nombre y
justificar su existencia a costa de la servidumbre y anulación de las mujeres que lo
rodean.
Cuando Azucena logra tener el hijo del Chino, Salvina pide enérgica a su
marido que envíe a su hermana de vuelta a Tenancingo sin el niño, por lo que
nuevamente vemos el trasfondo bíblico de Sara con su esclava14: “Ya tienes/ lo
que querías,/ Chino/trono la Salvina,/llegó la hora/de mandar/a la Azucena/ de
vuelta/ a Tenancingo”.15

11
Op. cit. Las elegidas, p. 82.
12
Op. cit., Las elegidas, p.53.
13
Op. cit., Ortiz Aguirre (2011), p. 119.
14
Después que Agar hubo concebido, Sara “la afligía y ella huyó de su presencia” (Gn. 16:6).
Después Abraham se entristeció mucho cuando Sara le urge diciendo: “Echa esta sierva y a su
hijo” (Gn. 21:10, 11), un deseo en contra de la costumbre y leyes vigentes.
15
Op. cit., Las elegidas, p.92.
Las elegidas 129

Otro personaje bíblico que podemos detectar en Las elegidas es Lot,


sobrino de Abraham, su esposa y sus dos hijas. Por lo que se dice de Lot que él
“habitó en las ciudades de la llanura, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma”.16
De la misma manera, Abraham, removiendo su tienda, vino y moró en el encinar
de Mamre, que está en Hebrón”.17 De acuerdo con el Génesis, después de
regresar de Egipto, Abraham y Lot se separaron, tomando Lot el valle del Jordán
y Abraham radicándose en Canaán. Sin embargo, posteriormente Lot es atacado
por reyes mesopotámicos por lo que huye hacia la ciudad de Sodoma, advertidos
por dios, pero se les prohíbe volver el rostro. No obstante, la esposa no obedece,
por lo que es convertida en estatua de sal. Posteriormente, Lot huye con sus hijas
y pasado el tiempo éstas buscan reproducirse, por lo que embriagan a su padre y
quedan embarazadas.
En Las elegidas, lo mismo ocurre con Luciano e Inés, quienes huyen de
los Avenidas, otros hombres que les disputan el tráfico de mujeres, alcohol y
drogas, pero al voltear hacia donde se escuchan los balazos, una bala penetra el
cráneo de Inés, por lo que Luciano huye con sus hijas. Posteriormente, Luciano
mantiene relaciones sexuales con ellas, a las que ya había vendido previamente:
“[…] vengan para acá Estrella, Rosario/ […] / Se van a ir con estos señores, /
ordena Luciano a sus dos hijas/”.18
Las mujeres que pueblan la novela Las elegidas, tristemente muestran la
vida brutal a la que es sometida una mujer que es nulificada como sujeto, como
ser autónomo dueña de su cuerpo y destino. Las elegidas, las adolescentes
elegidas, son secuestradas a la salida de la escuela secundaria, donde los ojos
libidinosos las escogen como animalitos de los que se ha de sacar el mejor
provecho. Posteriormente son violadas por el jefe de la banda y luego por sus
secuaces. Dice Rosita a una mujer policía: “El primero fue ese al que le decían el

16
Op. cit., Génesis 13:12.
17
Op. cit., Génesis 13:18.
18
Op. cit., Las elegidas, p. 48.
130 Desde las Humanidades

Chino […] luego vinieron los otros su sobrino sus primos sus hermanos su familia
mi cuerpo ya no era mi cuerpo sino una escoria un desecho” .19.
Como señalamos párrafos arriba, en la voz de Rosita podemos detectar la
visión de las mujeres víctimas del orden patriarcal porque luego de ser
secuestrada, volada, vendida y explotada, la mujer señala: “los hombres son
perros sin bozal sin sesos perros a los que demandan sus instintos perros que a
la primera se te enciman perros callejeros perros encabritados perros siempre en
celo perros insensibles que te lamen te muerden te babean perros que te celan y
te enclaustran {…]”.20
También en los personajes de Salvina e Inés, las esposas respectivas del
Chino y Luciano, se aprecia el resentimiento hacia los hombres que las han
utilizado y por otra parte también observamos su resistencia, tal vez débil e
insuficiente, pero latente a que otras mujeres, como sus hermanas o hijas,
atraviesen el mismo camino que ellas. Es decir, hay una débil resistencia a esa
ley patriarcal que les conmina a la obediencia y silencio: “Tenancingo cumple su
ley inexorable-, la hembra habrá de servir a los varones,/aprenderá a ser dulce y
abnegada,/ a coser y a desvenar los chiles,/ a obedecer a sus hermanos y a sus
primos, / a ofrecerse a sus hermanos y a sus primos,/a saciar las ansias de su
padre, / a preservar el silencio sacrosanto,/ luego vendrán otros varones, vecinos,
parientes, turistas, visitantes,/ los que pagan y los que aceptan regalo, / asi es
desde el principio de los tiempos”.21
El lenguaje presente en la novela también refleja el orden patriarcal, como
señala Marta Lamas: “El lenguaje es un medio fundamental para estructurarnos
22
psíquica y culturalmente para volvernos sujetos y seres sociales”. A través del
lenguaje revelamos socialmente quiénes somos y qué jerarquía guardamos con
respecto a los demás. En este sentido el lenguaje masculino deja ver que se
considera quien tiene el poder de mirar, desear y elegir. En contraste, las mujeres

19
Ibid., Las elegidas, p. 79.
20
Ibid., Las elegidas, p. 73.
21
Ibid., Las elegidas, p. 93.
22
Op. cit., Lamas, p. 54.
Las elegidas 131

son miradas, deseadas y elegidas. Nuevamente el binomio poder/ devaluación,


acción/ pasividad:

[…] desciende un poco más para que avistes sus caderas y


sus cinturitas mientras brincan el resorte, manotean por la
avenida, se alocan con los galanes de las telenovelas,
atisba sus pechitos redondeados, sus pieles café con leche,
imagínalas mientras juegan a la roña y se exhiben ante sus
compañeros – y ante los varones que como tú las saborean-
, tantas morritas en flor […] para que las esculques y las
tientes, para que elijas una, la más dulce, la más bonita, la
más tierna y te la lleves lejos […].23

Otras expresiones hacia las mujeres jóvenes, pero no adolescentes se encuentra


en el poema 43: “Gordas/ jugosas, /dulces,/suaves,/ tiernas,/ hembras”.24 Para el
autor, las mujeres son hembras en el sentido básico sexual, mientras que los
personajes masculino son varones (o machos para guardar la correspondencia
con la de hembra), pero nunca hombres, lo cual es un acierto de Volpi. Asimismo,
el hecho de que los nombres de las personajes sea a través del artículo la, o por
sus apodos, muestra el nivel de clase baja de la cual provienen las mujeres de
Tenancingo.
En la novela, la ley patriarcal no puede ser destruida por las mujeres, sino
por los propios hombres que en su afán de hacerse del poder, un orden es
derribado por otro. Por ejemplo, el Chino traiciona y asesina a el Gringo para
hacerse cargo del Gabacho, los Avenidas matan al Chino y a su primo para
hacerse cargo de El mantarraya, el hijo del Chino traiciona a su padre y lo entrega
a sus enemigos. Por lo que se realizan ciclos que se cierran y abren para dar
paso a otro orden aún más perverso y cruel que se basa en la venta de cuerpos
de mujeres, cuerpos para el placer de los hombres, mujeres explotadas por los
hombres, hombres explotados por los mismos hombres.
23
Ibid., Las elegidas, pp. 16 y 17.
24
Ibid., Las elegidas, p. 67.
132 Desde las Humanidades

CONSIDERACIONES FINALES
Los personajes masculinos de Las Elegidas presentan el llamado modelo de
masculinidad hegemónica,25 el cual se refiere al patrón de comportamiento, donde
la violencia es una forma de ganarse el respeto de los demás, para construirse
ante la sociedad y ante sí mismos como hombres fuertes y valientes porque en
una cultura patriarcal no es bien visto un hombre débil y temeroso, asimismo las
mujeres ocupan un lugar secundario con respecto a los hombres, además sus
cuerpos no les pertenecen, sino a los hombres (ya sean sus familiares o extraños)
para ser usados para el placer sexual o golpeados y explotados económicamente
o para tener descendencia, como hemos ido indicado que ocurre en la novela en
análisis.
Por otro lado, en la novela la mujer policía rescata a las elegidas, ella las
defiende de los cargos de prostitución, pues al escuchar los testimonios de Rosita
y otras víctimas argumenta que no son prostitutas, sino que son obligadas a
prostituirse, so pena de ser brutalmente golpeadas o desaparecidas, como ocurre
con la pequeña Chabelita ¿Qué queremos decir con esto? que el patriarcado nos
hace creer que es un orden inamovible y eterno, pero sólo es una ilusión porque
ese orden se resquebraja cuando las mujeres se atreven a romper las reglas de
silencio y sumisión, a través de desbordar el estereotipo femenino, establecido y
perpetuado por la religión (el catolicismo fanático), así como la falta de educación
y los medios de comunicación que funcionan como formas de control y
reproducción de los moldes de poder y devaluación entre mujeres y hombres.
En Las elegidas observamos un mundo patriarcal en el que las mujeres
están atrapadas por las creencias ancestrales e incongruentes de una religión
católica que no evoluciona, atrapadas por la falta de educación al serles negado
el derecho de estudiar, mujeres atrapadas en los estereotipos de mujer sumisa
reproducidos por las telenovelas mexicanas que poco tienen que ver con la
realidad de las mujeres de este siglo XXI. Por eso es otra mujer, de otro país,
educación y religión que puede salvarlas de su situación de esclavitud sexual. Sin

25
Guzmán Ramírez, Gezabel y Martha Bolio Márquez (2010), Construyendo la herramienta
perspectiva de género: cómo portar lentes nuevos, México. Universidad Iberoamericana, p. 117.
Las elegidas 133

embargo, el verdadero reto para las mujeres de Tenancingo, Tlaxcala es liberarse


ellas mismas del estereotipo o modelo de mujer, desafiando las reglas
ancestrales, no importa morir en el intento, De todas maneras su destino no es
mejor quedándose dentro de ese infierno llamado machismo. El mismo reto lo
tiene los hombres de Tenancingo de desbordar el modelo de masculinidad
hegemónica y construir otro tipo de masculinidad que inter actúe con las mujeres
desde el marco del respeto y la igualdad que considere a las mujeres como
personas independientes y autónomas.
Decíamos al inicio de este trabajo que en Tlaxcala conocemos la historia
vergonzosa de Tenancingo y la trata de sus mujeres en el mercado y tráfico
internacional, pero poco se hace al respecto. Las instituciones encargadas de
impartir justicia son encabezadas por hombres, así como sus leyes emanadas de
la lógica masculina complaciente y corrupta. Por tanto, Las elegidas al entrar al
mundo del arte, la música y el cine puede hacer mayor conciencia en las demás
mujeres y hombres, en el público en sí para que este orden entre en tensión, se
desestabilice y desaparezca.
Las mujeres narco 135

Las mujeres narco: ¿una transgresión imposible?

Adriana Sara Jastrzębska


University of Bielsko-Biala

El mundo narco no sólo es un territorio fundamentalmente masculino, sino también


extremadamente machista. Es jerárquico, patriarcal, autoritario, discriminatorio e
individualista. Privilegia al hombre duro y fuerte – en sentido físico, pero también al
de mayor poder económico. El lugar y el rol de las mujeres en el mundo narco
varía en el tiempo, reflejando las transformaciones de esta sociedad particular
reunida alrededor de la industria de narcotráfico. La literatura y el cine suelen
representar a las mujeres sumisas, pasivas, serviles, sometidas a cumplir los
deseos de los hombres. Sólo de vez en cuando surgen personajes femeninos
dotados de “agencia”.
El objetivo del presente trabajo es presentar dos variantes de esta
“agencia femenina”1 representadas en narconarrativas. Debido al volumen limitado
del texto se ha optado por seleccionar dos novelas colombianas que, siendo muy
distintas una de la otra, comparten por lo menos dos rasgos característicos: el de
situar dicha agencia femenina en el centro de la trama, y el de constituir un
fenómeno que trasciende lo puramente literario, ya que ambas no sólo tienen su
adaptación cinematográfica, sino también han dado origen a las telenovelas
conocidas en varios países del mundo. Se trata de Sin tetas no hay paraíso
(2005)2 de Gustavo Bolívar Moreno y Rosario Tijeras (1999) de Jorge Franco
Ramos3.

1
Al hablar de agencia femenina nos referimos a la capacidad de actuar en el mundo y estructura
social determinada.
2
Bolívar Moreno, Gustavo (2005), Sin tetas no hay paraíso, Bogota, Quintero Editores.
3
Franco Ramos, Jorge. Rosario Tijeras. New York: Siete Cuentos, 1999.
136 Desde las Humanidades

CONTRATO SEXUAL
La historia narrada en la novela Sin tetas no hay paraíso se centra en un grupo de
jóvenes pereiranas que se buscan la vida haciendo de “niñas prepago”. En
palabras de Aldona Bialowas Pobutsky 4(2010):

El nombre denota cierta clase de servicios que se aleja de la


prostitución clásica, típicamente motivada por necesidad, la
pobreza o la desesperación. Al contrario, según las
estadísticas y estudios sociológicos, las damas prepago
pocas veces son pobres y en su gran mayoría son jóvenes
universitarias y escolares de las clases media y media alta
que ejercen el oficio de la prostitución para conseguir lujos,
experimentar una aventura, pagar sus estudios universitarios
o para promover su carrera profesional. Estas acompañantes
asociadas con los narcos convierten su cuerpo en objeto de
mercadería para poder participar en el consumismo
desenfrenado y en el derroche, facilitados por las riquezas
del narcotráfico.

La protagonista principal, Catalina, vive obsesionada por el tamaño de sus


pechos. Reunir dinero para hacerse operar las tetas y llegar a ser novia de un
traqueto luciendo su figura nueva. Así, operararse se convierte en su único
objetivo y motor de toda actividad en la vida de este personaje. La niña – en la
novela Catalina tiene 14 años cuando empieza su “carrera” – está dispuesta a
todo, incluso a arriesgar su vida, para cumplir su sueño.
Las relaciones entre los sexos en Sin tetas no hay paraíso derivan de un
contrato sexual que está determinado por el dominio masculino de la mujer y su
subordinación a los deseos machistas a cambio de bienes materiales y la
posibilidad de aprovechar la posición social y económica del varón.

4
Bialowas Pobutsky, Aldona (2010), “Deleitar denunciando: La narco telenovela de Gustavo
Bolívar «Sin tetas no hay paraíso’ marca el pulso de la sociedad colombiana», Espéculo. Revista
de estudios literarios, 46. Disponible en http://www.ucm.es/info/especulo/numero46/deleitar.html
Las mujeres narco 137

En una perspectiva más amplia, se inscriben en el llamado modelo


tradicional de relaciones amorosas que, al ofrecer la visión del amor como pura
pasión, al mismo tiempo sanciona la desigualdad de las personas dentro de la
relación y asocia el amor a la sumisión, dependencia, sufrimiento, celos,
inestabilidad, muchas veces violencia y maltrato, abuso y miedo5. En palabras de
Yésica, la líder de las jóvenes aspirantes a diosas de belleza de Sin tetas no hay
paraíso:

Los hombres, todos, sin excepción alguna, especialmente los


narcos, los políticos, los artistas y los deportistas e
incluyendo curas, pastores, místicos, religiosos, profesores
de ética, consejeros espirituales, psicólogos, escritores y
ancianos decrépitos, eran una partida de hijueputas,
mentirosos, lujuriosos, fornicadores, asolapados, cínicos y
tacaños, que no podían ser fieles (…). Que esa era su
naturaleza, que cambiarla era imposible6.

La visión del hombre se presenta por un lado como producto de la


naturaleza, por otro – es inculcado a las mujeres que adoptan estrategias de vivir
a pesar de y gracias a estos rasgos masculinos.
El éxito vital del personaje femenino está asentado en función de su
belleza y, en general, de su corporalidad. La belleza es: primero, una gran
promesa del triunfo y, en segundo lugar, una suerte de garantía ilusoria de
mantener el status quo. El cuerpo se convierte así en la principal inversión e
instrumento más importante de su éxito social.

…Catalina comprendió que ponerse bien buena, ante la


escasez de busto, la ignorancia espiritual y la lujuria
desmedida de los mañosos, suponía adelgazar de cintura,

5
Véase al respecto: Gómez, J. El amor en la sociedad del riesgo. Una tentativa educativa.
Barcelona: El Roure, 2004.
6
Bolivar Moreno, Op.cit .p.11.
138 Desde las Humanidades

agrandar sus caderas, reafirmar sus músculos, levantar la


cola, alisar su cabello con tratamientos de toda índole, cuidar
su bello rostro con mascarillas de cuanto menjurje le
recomendaran, desteñir con agua oxigenada todos los vellos
de su humanidad, depilarse cada tercer día las piernas y el
pubis y tostar su piel bajo el sol o dentro de una cámara
bronceadora hasta hacerse brotar manchas cancerosas que
ellos pudieran confundir con pecas sensuales.7

Las protagonistas de la novela se juegan el todo por el todo: abandonan el


colegio para hacer de niñas prepago, ya que este modelo de vida les ofrece la
tentación del dinero fácil y al mismo tiempo se dan cuenta de las escasas
oportunidades de éxito vital ofrecidas por su entorno.

Yésica le respondió que ya no necesitaba volver a estudiar


en su vida porque no se iba a mamar 10 años más, metida
entre bibliotecas desesperantes, aulas calurosas, baños
pestilentes y un uniforme horroroso. En medio de
compañeras chismosas y envidiosas, leyendo libros de
Homero, Cervantes y García Márquez, recitando de memoria
poemas de Calderón de la Barca, haciendo experimentos
con sapos, lagartijas y frijoles y sudando durante las
extenuantes jornadas de la clase de educación física o
danzas para alcanzar un título que de nada le iba a servir si
no contaba con el dinero suficiente para entrar a la
universidad.8

En la novela de Bolívar Moreno se alude a toda una industria que “vende”


o “alquila” mujeres a los narcos que, al mismo tiempo, se configuran como campo
de “agencia femenina”. Margot, “una simpática, bella y desalmada empresaria de

7
Ibid., p 7 y 8.
8
Ibid., p. 22.
Las mujeres narco 139

la lujuria”9 hace no solo de “…intermediaria entre las modelos y las agencias de


publicidad sino también entre las modelos y los narcos”10. Con el tiempo, Yésica
monta su propio negocio de celestina. Para ganarse la confianza y respeto de los
capos se compromete a traer, a la finca de uno de ellos, a una mujer de la
farándula. El proceso de la “conquista” de la mujer por la joven aspirante a
proxeneta pone de manifiesto los mecanismos de relaciones que se da entre los
sexos: el dinero es una llave universal; lo que es negociable es la suma.
Las mujeres de la novela de Bolívar Moreno han aprendido bien el modelo
tradicional de relaciones entre los sexos. Han entendido bien las estipulaciones del
contrato sexual que supone sumisión, cuidado extremo de su aspecto físico,
intercambio de disponibilidad sexual por los bienes materiales. Las protagonistas
no intentan subvertir dicho orden, ni lo cuestionan; su agencia se limita a buscar
provecho dentro de las reglas establecidas por una sociedad patriarcal.
No obstante, en el mundo narco cada éxito tiene su precio. En el caso de
Catalina los senos son el símbolo del particular pacto fáustico: la adolescente está
dispuesta a cualquier sacrificio, cualquier engaño, cualquier delito para conseguir
dinero y hacerse operar. La obsesión de la chica tiene rasgos del pensamiento
mágico: el pecho es un atributo sobrenatural capaz de cambiar la vida entera de
su poseedora. Catalina, sin siquiera haber cumplido quince años, no duda en
poner a riesgo su salud y su vida para lucir senos extraordinarios. En efecto, la
operación cambia su vida, la hace triunfar.

Con sus nuevas tetas, que sin lugar a dudas le hicieron


merecer un lugar destacado entre las preferidas de la mafia,
Catalina viajó a lo largo y ancho del país (…). En ese tiempo
lo vio todo. Lo que sabía, lo que ignoraba, lo que le habían
contado, lo que imaginaba y también lo que nunca pensó
que existiera: hombres con 12 camionetas, escoltas
numerosas, personajes con seis motos Harley Davidson,
casas de 24 habitaciones, comedores de 36 puestos, vajillas
9
Ibid., p. 39.
10
Ibid.
140 Desde las Humanidades

de 1.500 piezas, cubiertos de plata, pistas de aterrizaje que


se cubrían con árboles móviles cuando los aviones repletos
de coca despegaban (…).
Conoció los bultos de dólares, las fiestas de 15 días
consecutivos, esculturas en bronce de tamaños
descomunales, garajes en mármoles y granitos, estatuillas
del Divino Niño, del Señor de los Milagros y de la Virgen
María en oro, piscinas pintadas a mano con el color del mar
y casi de su mismo tamaño, haciendas donde el límite se
pierde hasta tres o cuatro veces en el horizonte y donde eran
necesarios varios días a caballo para recorrerlas y animales
de paso cuyos precios superaban con creces el de los Rolls
Royce's y los Ferrari.
Sin proponérselo, sin quererlo, y también sin importarle,
conoció una parte de las obras pictóricas de Miró, Dalí,
Obregón, Botero, Grau, Manzur, Luciano Jaramillo, Villegas,
Alcántara, Roda, Jacanamijoy, Manuel Hernández y hasta un
cuadro de Picasso que, meses después, la Policía encontró
durante un allanamiento decorando una de las paredes de la
cabaña de Holgazán, el caballo predilecto de un poderoso
narcotraficante del Valle del Cauca al que también le tenían
cocinero y mucama.
Conoció de cerca, y en medio del más absoluto asombro,
varias estrellas de la televisión que idolatraba desde niña,
varios políticos que muchas veces escuchó hablando de
honestidad y justicia social y muchas modelos y actrices de
cuyos afiches estaban tapizadas las paredes de su
habitación (…). Conoció coroneles y generales del Ejército y
la Policía que vivían en contubernio con la mafia y hasta
funcionarios públicos sonrientes y ávidos de dinero para
financiar sus futuras campañas electorales. Bailó con las
mejores orquestas nacionales y extranjeras, en espacios
donde los músicos que veía en las carátulas de discos y
videos, se podían ver a menos de un metro de distancia. Vio
Las mujeres narco 141

amenizar muchos cumpleaños de narcos, sus novias, sus


esposas o sus hijos, con cantantes famosos, incluso de talla
internacional y escuchó serenatas con mariachis
innumerables que parecían más una manifestación en la
plaza Garibaldi.
Vio correr ríos de alcohol y droga, toneladas de alimentos
exquisitos (…). Presenció apuestas de millones de pesos a
los resultados más inverosímiles del fútbol, el béisbol, los
reinados, el automovilismo y cuanta discrepancia se les
ocurriera resolver por la vía del azar. Conoció brujos,
esotéricos, tarotistas, santeros, magos blancos y negros,
hechiceras, gitanas, indígenas con poderes y hasta síquicos
famosos de la televisión. (…) Conoció armas de todos los
calibres, marcas, colores y texturas. Conoció a los
narcotraficantes más buscados por la DEA (…). Vivió una
época decadente y efímera de esplendor al debe, aunque
para ella fuera la más maravillosa de su vida, el
cumplimiento pleno de sus sueños11.

La cita ofrece la visión condensada de la vida más intensiva de Catalina.


La carrera vertiginosa de la muchacha encuentra su cumbre en el matrimonio
contraído con un viejo narco rico, Marcial Barrera. Marcial le promete a Catalina
convertirla en reina de belleza. El concurso es el primer momento que frena el
ascenso de Catalina en el narcomundo. Aunque Marcial soborna al jefe del jurado,
en el último momento aparece un mejor postor y Catalina termina como virreina.
Este acontecimiento resulta crucial: a partir de este momento su vida va de mal en
peor. Descubre la deslealtad de su novio, Albeiro que mantiene una relación
amorosa con la madre de la muchacha. Más adelante, la idea de denunciar a los
narcos para llevarse el premio previsto por la policía la pone en peligro. Poco
después, los senos postizos le causan alergía, lo que supone otra intervención
quirúrgica y un largo periodo de recuperación. Lo más pronto posible, Catalina

11
Ibid.p., 100 y 101.
142 Desde las Humanidades

empieza a buscar a un cirujano que acepte operarla de nuevo, a pesar de las


contraindicaciones de suma importancia. La nueva operación resulta otro fracaso,
Catalina vuelve a ser hospitalizada y pierde sus senos de silicona. Mientras tanto,
Yésica, su amiga eterna, empieza a adueñarse de la vida de Catalina: primero
seduce a su esposo, lo enamora, por fin viaja con él a España donde los dos se
casan. Catalina lo pierde todo: junto a las tetas desaparece su familia, su vida de
lujo, el cariño de Marcial, la amistad. Desesperada, la joven proyecta y organiza su
propia muerte. Paradójicamente, ésta es la única actividad autónoma,
independiente que emprende Catalina.
Al analizar el ascenso y la caída que llevan las protagonistas de Sin tetas
no hay paraíso, lo que se pone de manifiesto es que la única que paga el precio
de sus momentos de felicidad es Catalina, la más joven y más ingenua de todas.
Lo que resulta castigado no es el cinismo, la prostitución, manipulaciones,
deslealtades, sino la ingenuidad.

MUJER COMO FUERZA DESESTABILIZADORA: ROSARIO TIJERAS


En el personaje de Rosario Tijeras, la protagonista de la novela de Jorge Franco,
confluyen el deseo y el peligro. La historia de la muchacha es una historia de
trangresiones sucesivas que desembocan en un castigo espectacular que es su
muerte prematura.
La suerte de Rosario parece predeterminada por el hecho mismo de que
la niña haya nacido en un ambiente pobre, en una familia descompuesta. Desde
su niñez es abusada por los hombres y forzada a defenderse para sobrevivir en un
ambiente en que la violencia de género y abusos sexuales parecen naturales.
Junto a su madre impotente, Rosario queda atrapada en el ciclo de la marginación
femenina. El símbolo de esta marginación y el intento por superarla, trangredirla,
se representa a través de las tijeras que usa la chica para vengarse de su violador.
De esta manera Rosario lo castra con el mismo instrumento que su madre
intentaba utilizar para salir de pobre. Así, las tijeras sirven como arma para vencer
la pobreza y la agresión sexual, sin dejar de ser “arma femenina”. Rosario se
redefine a sí misma a través de las tijeras: arma que subraya sus vínculos con el
Las mujeres narco 143

mundo tradicionalmente femenino se convierte en su apodo/apellido sustituyendo


el heredado de sus padres. Más tarde, mientras Rosario Tijeras trabaja de sicaria,
añade a su arma femenina otra arma masculina – el revólver que usa para
ejecutar a sus víctimas. No obstante, no deja de valerse de artimañas femeninas:
uniendo el disparo con un beso. Así “el dolor de la muerte se confunde con el del
amor”12.
El atractivo de Rosario, tanto dentro del mundo representado, como para
el lector de la novela, reside en la tensión constante entre lo femenino y lo
masculino en su comportamiento, en su carácter, en sus relaciones con otra
gente. La historia de la sicaria se apoya en un jugueteo de feminidad y
masculinidad, en la confusión de los géneros y trangresión de normas.
En el mundo de las comunas de Medellín, ser mujer significa ser víctima.
La primera transgresión de Rosario consiste en vengarse de su agresor e irse de
la casa de doña Rubí, rompiendo con el modelo de vida de su estrato social.
La segunda transgresión es la sexual. Rosario encarna la sexualidad
femenina devoradora de hombres. Es bella, es misteriosa y, al mismo tiempo,
extremadamente peligrosa. Rompe con la imagen de una mujer pasiva, sumisa,
rechaza la visión mariana de mujer silenciosa y opta por la violencia activa, la vida
nocturna, sexo y drogas.
No obstante, la liberación sexual de Rosario resulta ilusoria. Observa al
respecto Stacey Alba D. Skar13 (2007): “…la manipulación de esta supuesta
‘liberación sexual’ se define dentro de un marco narrativo de un erotismo
indudablemente masculino y burgués.” Como la novela de Jorge Franco se narra
desde la perspectiva de otro protagonista, Antonio, los lectores no podemos
acceder a la condición psíquica, ni tampoco a la percepción del mundo de Rosario.
Rosario Tijeras ES PERCIBIDA, ES VISTA, lo que desemboca en convertirla en
objeto. Un hombre, además de clase social alta, se sitúa en la posición privilegiada
del sujeto. Antonio y su amigo observan a las mujeres de las comunas como seres

12
Op. cit., Franco, p. 9.
13
Skar, Stacey Alba D., (2007). “El narcotráfico y lo femenino en el cine colombiano internacional:
Rosario Tijeras y Mería llena eres de gracia”. Alpha (Osorno), 25, pp. 115-131. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S071822012007000200008&lng=es&tlng=es.
144 Desde las Humanidades

ajenos a su propio mundo, exóticos, cuya existencia no tiene otro objetivo sino
satisfacer los deseos masculinos:

La trajeron hasta donde nosotros, nos la acercaron, nos la


mostraron como diciendo miren culicagados que nosotros
también tenemos mujeres buenas y más arrechas que las de
ustedes (…)
Mujeres desinhibidas (…), incondicionales en la entrega,
calientes, mestizas, de piernas duras de tanto subir las
lomas de sus barrios, más de esta tierra que las nuestras,
más complacientes y menos jodonas. Entre ellas estaba
Rosario14.

Antonio y Emilio, los protagonistas masculinos de la novela,


respectivamente el parcero y el novio de Rosario, pertenecen a una realidad muy
distinta de aquella en la que se ha formado Rosario. Sus contactos con el mundo
narco parecen una prolongación de su juerga de jóvenes aburridos en busca de
rebelarse contra su entorno. No obstante, por más “machos” que se imaginaran
los muchachos a sí mismos, no dejan de ser “hijos de papi”, inmaduros, histéricos,
seguros de que su posición social es algo merecido y que los protegerá cualquiera
que sea su idea de jugar a narcos. En la novela de Franco, las mujeres resultan
mucho más fuertes, mucho más firmes que los hombres. Estos lloran, se dejan
llevar por sus caprichos, son indecisos, dominados por sus familias – o sea,
muestran rasgos estereotipadamente atribuidas a las mujeres.
La tercera transgresión de Rosario se vincula con la incongruencia de los
mundos: el de su origen y el de su novio. Rosario es castigada por atreverse a
penetrar mundos tradicionalmente separados. Cabe subrayar al mismo tiempo que
los protagonistas masculinos no sufren ningún castigo por haberse metido en el
mundo ”sicario”, ni siquiera notan consecuencia alguna en ello: vuelven a su
mundo como si nada hubiera pasado. La mujer, al abandonar la casa de su
madre, rechaza el mundo de su origen y la sociedad clasista de Colombia nunca le
14
Op. cit., p. Franco, p. 12 y 17.
Las mujeres narco 145

permitirá situarse en el de clase media o media alta. Rosario queda de esta


manera “desterritorializada”. Rompe con la imagen de mujer que pertenece: a un
hombre, a una familia, a una casa, a sus hijos, etc.
Las tres trangresiones que se dan en una sola mujer desembocan en un
castigo espectacular. Su muerte violenta que, irónicamente, repite sus propios
modelos de añadir un beso al disparo, pone fin a su existencia rebelde y, hasta
cierto punto, restablece el orden “natural”. Dicho en palabras de María Fernanda
Lander, la muerte de Rosario “…sugiere la misma reafirmación social que las
ejecuciones públicas de la Francia dieciochesca de las que habla Foucault: no
para restablecer la justicia sino para reactivar el poder. En este caso, el poder del
sector que se siente víctima de los sicarios”15,
A la luz de lo expuesto, a muerte violenta de Rosario se configura sobre
todo como un castigo a la mujer que se atreve a transgredir normas de su género.
Dice Stacey Alba Skar: “Rosario Tijeras en todas sus formas (música popular, cine
y literatura) responde a una violenta mirada masculina que busca confirmar
estructuras patriarcales con la represión (muerte) de una fuerza desestabilizadora
femenina”16.

CONSIDERACIONES FINALES
Como se ha presentado, en el narcomundo cada éxito femenino tiene su precio.
Es lo que Carlos Monsiváis denomina como pacto fáustico, es decir: “el
intercambio de un presente opulento por un futuro incierto, de un momento de
placer, poder y riquezas por una muerte prematura o una vida entre rejas”17.
En su trabajo “Mujer y pacto fáustico en el narcomundo” (2010) Francisca
González Flores observa que el papel creciente de las mujeres en el narcomundo
se ve reflejado en la producción artística, desde narcocorridos a películas y

15
Lander, María Fernanda (2007), “La voz impenitente de la ‘sicaresca’ colombiana”, Revista
Iberoamericana 73.218-219, p.169.
16
Op. cit., Skar, p. 207
17
González Flores, Francisca (2010), “Mujer y pacto fáustico en el narcomundo”, Romance
Quarterly, 57:4, p. 291.
146 Desde las Humanidades

novelas18. Las mujeres pasan de ser propiedad a ser propietarias, cobran agencia,
se liberan, ocupan espacios que otrora fueron dedicados exclusivamente a los
hombres. Al mismo tiempo crean una suerte de red de apoyo a otras mujeres 19. El
creciente protagonismo femenino será fruto de la crisis del contrato sexual
tradicional20 e imagen de una sociedad (también la creada por el mundo narco) en
transformación.
Sin embargo, en las novelas que acabamos de comentar, la transgresión
femenina parece resultar imposible. Las protagonistas que intentan cambiar su
vida – sea aprovechando la cultura machista, sea desafiándola – son castigadas y
el equilibrio tradicional entre lo femenino y lo masculino parece restablecido.
Es interesante, porque el “precio a pagar“ previsto para ambas muchachas
por los autores de las novelas respectivas, transmite, de manera más o menos
directa, sus juicios y opiniones al respecto, lo que convierte a la narconovela en un
subgénero esencialmente didáctico y moralizante.

18
Ibid., p. 239.
19
Ibid., p.292.
20
Ibid., p.288.
Actitudes lingüísticas 147

Actitudes lingüísticas de las mujeres estudiantes de lengua


Náwatl de la UATx

Alfonso Hernández Cervantes


Universidad Autónoma de Tlaxcala

La enseñanza-aprendizaje de la tercera lengua náwatl en el Programa Educativo


(PE) de la licenciatura en Enseñanza de Lenguas de la Universidad Autónoma de
Tlaxcala es una realidad compleja que tiene un reto en este mundo globalizado.
Primero porque es una lengua originaria enseñada en un contexto universitario
donde, por prestigio, se enseñan lenguas de poder como el inglés, francés e
italiano. En segundo término, porque es un idioma heredado por medio de la
oralidad y no se cuenta con materiales didácticos como en las lenguas de poder.
También, porque es una lengua donde, culturalmente hablando, las mujeres son
las más conservadoras en cuanto su sistema lingüístico.
En este trabajo describo las actitudes lingüísticas de las estudiantes de
tercera lengua náwatl que conducen a la construcción de una identidad. En este
trabajo, en primer lugar, hago una descripción conceptual de las actitudes y de
identidad para después centrarme en cómo los factores sobre actitudes permiten
construir una identidad que se refleja en el proceso de enseñanza-aprendizaje de
la lengua náwatl en las mujeres estudiantes.
En segundo lugar, describo cómo las estudiantes de tercera lengua
‘náwatl’ determinan su interés hacia esta lengua y la competencia que han
adquirido con respecto a la primera lengua (español) y segunda lengua (inglés o
francés). Subrayando, también, las principales variables que pueden originar o
modificar las actitudes lingüísticas en el proceso de enseñanza-aprendizaje de
esta tercera lengua, realzando su sentimiento y el rol que tienen en la comunidad
estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras.
Ser estudiante de una lengua originaria y ser mujer en nuestro país son
dos realidades que una parte significativa de la población femenina, en la
148 Desde las Humanidades

Facultad de Filosofía y Letra, vive. Los hablantes de cualquiera de las más de 62


lenguas originarias que conviven con el español en México, en su cotidianidad,
enfrentan diversos conflictos que van desde los lingüísticos hasta los sociales y
políticos. Los conflictos lingüísticos más perceptibles son la discriminación por no
utilizar la lengua ‘estándar’ español en contextos ajenos a los lugares de origen de
las personas que hablan una lengua originaria. También existen aquellos que en
la lengua mayoritaria hemos establecido con las normas del español; cuando
escuchamos el español que hablan las personas de lengua originaria. Juzgamos
expresiones como: ‘no se lo di mi papá’ en vez de ‘no se lo dio a mi papá’.
Entre los conflictos sociales más perceptibles se encuentran aquellos que
al ver a una persona que habla lengua originaria porta una vestimenta sencilla,
desde la mirada de una sociedad ‘globalizada’, por mencionar un ejemplo, no se
le permite entrar a centros comerciales; y de los conflictos políticos no hablamos.
Pertenecer a una comunidad estudiantil donde se enseña y se aprende
lengua originaria es un reto en este mundo globalizado y mucho más si se es
mujer. En las siguientes líneas describimos las actitudes lingüísticas de las
mujeres estudiantes de la lengua originaria náwatl, a través de la experiencia de
vida que han enfrentado en contextos familiares, la cotidianidad y convivencia con
la estructura gramatical de la lengua náwatl, y los sentimientos que han
desarrollado durante tres semestres para forjar una identidad en un contexto
estudiantil donde las lenguas de poder son más importantes en este mundo
globalizado. La identidad de una persona, según Villoro 1, está compuesta por los
aspectos que la singularizan o que la hacen distinta de otra frente a los demás y,
además, es consciente de su singularidad.

LA LENGUA NÁWATL EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS


En la reestructuración del plan de estudios de la licenciatura en Enseñanza de
Lenguas, en el año 2012, se sigue contemplando la enseñanza- aprendizaje de la
lengua originaria náwatl como tercera lengua. Esta reestructuración permite

1
Villoro, Luis (2007). “Los retos de la sociedad por venir”. Ensayos sobre justicia, democracia y
multiculturalismo. México: Fondo de Cultura Económica.
Actitudes lingüísticas 149

replantearse una necesidad que tiene que ver con el tiempo de horas que se va a
impartir a la semana. Se propone que sean seis horas semanales durante el
semestre. Esta decisión permite una mayor comprensión e involucramiento con la
lengua náwatl. Es así como en esta nueva reestructuración, los estudiantes eligen
su tercera lengua a partir del sexto semestre.
La generación 2012-2016 del programa de estudios de Enseñanza de
Lenguas, en el periodo primavera 2015, elige la tercera lengua inglés, francés,
náwatl e italiano. Siendo un total de 28 estudiantes los que deciden tomar náwatl.
De los 28 estudiantes 23 son mujeres y 5 hombres.

LENGUA NÁWATL Y MUJER


Ser mujer es una forma cotidiana de vivir entre el dominio ‘aparente’ de los
hombres. Las mujeres son las que mantienen el habla más conservadora porque
casi no salen de la comunidad, son las que transmiten el conocimiento de la
lengua a los hijos porque son las que se encargan de los trabajos en casa y el
campo puesto que los hombres salen de la comunidad a buscar trabajo, a buscar
el sustento de la casa para tener una mejor calidad de vida. Sin embargo, en
muchos casos, olvidan a su familia porque forman otra lejos de su comunidad.
Ser mujer, universitaria, estudiante de lengua náwatl, en el contexto
universitario, constituye una fortaleza en la conservación y mantenimiento de la
lengua porque son las mujeres las futuras docentes de lenguas extranjeras con
una cosmovisión adquirida de la lengua originaria náwatl. Así, se asegura una
enseñanza de lenguas con un sentido y cosmovisión de una cultura originaria.
Hay quienes sostienen que la educación y, en particular, la escuela “es mixta,
pero salvo algunas excepciones no es coeducadora, puesto que se siguen
transmitiendo y reproduciendo los valores y la cultura masculina predominante”.2
En el caso particular de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Autónoma de Tlaxcala, en la licenciatura de Enseñanza de Lenguas, este punto

2
Quesada Jiménez, J. y A. López López (2010). “Estereotipos de Género y Usos de la lengua: un
estudio en Educación Secundaria”, en Ensayos, Revista de la Facultad de Educación de Albacete,
No. 25, p. 3.
150 Desde las Humanidades

de vista está desgastado en el sentido de que las mujeres son mayoría y son las
futuras docentes de lenguas que transmitirán conocimientos de la lengua náwatl,
pero con características gramaticales donde la cuestión de género gramatical no
existe, pero no quiere decir que la forma predominante sea lo masculino.

ACTITUDES LINGÜÍSTICAS
El éxito para el aprendizaje de una lengua está motivado por el tipo de actitud que
muestre el estudiante hacia la variante lingüística que esté aprendiendo; si es
positiva y, por lo tanto, asociada a valores positivos, el éxito es mayor que si esa
variedad no tiene prestigio o connotaciones positivas para el estudiante. Aprender
una lengua por gusto o por obligación no es lo mismo; mucho menos es lo mismo
aprender una lengua extranjera que una lengua originaria, ni es lo mismo
aprender una lengua de un pueblo amigo que la de un pueblo dominador. Las
actitudes, según Castillo Hernández, son:

Manifestaciones “valorativas” hacia las cosas que la gente


hace y dice y se construyen durante la experiencia social. La
cuestión sobre lo dicho, que puede ser algo no cierto, refleja
la forma en que una persona percibe a los demás y es a
través de las actitudes cómo podemos reconocer la
valoración que expresa hacia grupos diferentes. 3

La actitud hacia una lengua, variante o variedad ocurre, no por razones de tipo
lingüístico, sino más bien por la consideración que merecen los hablantes de esa
lengua, variante o variedad, los contextos de uso y sus múltiples funciones para la
que es usada; esto es, razones políticas y sociales.
Los hablantes o usuarios de una lengua, al parecer, muestran un sentido,
pero actúan de otra manera. Esto quiere decir que al ser usuario o aprendiz de
una lengua emergen creencias y hechos. Las actitudes no ayudan a predecir el

3
Castillo Hernández, Mario (2006). “El Estudio de las Actitudes Lingüísticas en el Contexto
Sociocultural: El Caso del Mexicano en Cuetzalan” en Anales de Antropología. México: UNAM. p.
284.
Actitudes lingüísticas 151

comportamiento lingüístico de los usuarios y mucho menos de las comunidades


de habla y lingüísticas.
Los hablantes, usuarios o aprendices siempre forjan actitudes porque son
conscientes de los hechos lingüísticos y sociolingüísticos que les ocurren o
afectan. Ellos saben que su comunidad elige o prefieren unos usos lingüísticos
que otros y ciertos usos son propios de uno y no de otro. Las actitudes
lingüísticas, desde un punto de vista psicolingüístico, “depende de lo que el
hablante sabe acerca de las distintas funciones de la lengua según su propia
experiencia y según las estrategias que utiliza para comunicarse con las personas
de su comunidad o de otras comunidades”4. Las estudiantes de Tercera Lengua
náwatl utilizan palabras y frases para comunicarse con sus compañeras y
compañeros; y, además, enseñarles a algunos de sus familiares vocabulario
básico para el cual diseñan materiales didácticos como: cartillas iconográficas,
entre otros.

METODOLOGÍA
La técnica que se empleó para cumplir los objetivos expuestos es: se le pidió a los
estudiantes tanto hombres como mujeres que se auto-representaran en un papel
o cartulina cómo eran antes y después de conocer la lengua náwatl y cuál era y
es su visión sobre la lengua. Esto se hizo al final del curso porque ya habían
adquirido conocimientos gramaticales de la lengua en los que se expresan valores
y aspectos culturales sobre la lengua.
La idea de hacer este estudio obedece a que la enseñanza-aprendizaje
de una lengua originaria en el estado de Tlaxcala, sólo ocurren en educación
básica, pero la Universidad Autónoma de Tlaxcala tiene como uno de sus
planteamientos el de mantener y preservar la identidad cultural y la diversidad
lingüística. Es por ello que en la licenciatura de Enseñanza de Lenguas de la
Facultad de Filosofía y Letras se cuenta, en el plan de estudios, con una Unidad
de Aprendizaje (UA) de tercera lengua, ya que se tiene como lengua meta el

4
Ibid., Castillo Hernández, Mario (2006), p. 285.
152 Desde las Humanidades

inglés o el francés y como tercera lengua son: inglés, francés, italiano y náwatl. La
apertura que la universidad le da a las lenguas es parte del Modelo Humanista
Integrador puesto que permite a sus estudiantes conocer valores propios de las
lenguas originarias.
El presente estudio fue diseñado a partir de un cuestionario para conocer
las actitudes de las estudiantes de tercera lengua náwatl. El cuestionario
comprende un total de 35 preguntas para conocer aspectos sobre su experiencia
que han tenido que enfrentar en su contexto familiar, el acercamiento a una
estructura gramatical distinta a su lengua materna y los sentimientos que han
generado hacia la lengua náwatl.

ACTITUDES POR EL CONTEXTO FAMILIAR


El contexto familiar es un factor extralingüístico determinante que puede alentar el
proceso de aprendizaje de la tercera lengua náwatl. En el siguiente fragmento se
puede apreciar un hecho de apoyo y a su vez de desaliento en el aprendizaje del
náwatl:

Mi familia me apoya bastante, aunque nunca faltan una que


otra broma, mi papá me apoya en ir a dar clases en lugares
donde la lengua sea náwatl. Cuando son los villancicos, a mi
sobrinito y mis papás y hermanas les gusta que cante. Mis
tíos me dicen que aprenda bien para que les enseñe o para
que busque trabajo.

Esta respuesta obedece a la interrogante ¿Qué opinión tiene tu familia de que


estudies náwatl? El hecho de sentir apoyo familiar hace que el aprendizaje de la
lengua sea más significativo porque existe una lealtad entre los integrantes de la
familia. Además, este ambiente de apoyo se refleja en el aprendizaje de la lengua.
Otra respuesta a esta misma pregunta tiene que ver con el dilema de la
estudiante sobre si tiene que seguir aprendiendo o no la lengua, o bien, la familia
no se da cuenta, en un principio, del valor que tiene la lengua en ella. El valor que
Actitudes lingüísticas 153

ella ha encontrado en el aprendizaje de la lengua náwatl lo hace extensivo a su


familia y lo expresa de la siguiente manera:

Les interesó, al principio me dijeron que no porque no


tendría (en un futuro) trabajo por aprender esa lengua, pero
después se fueron dando cuenta de lo importante que es
valorarla.

Esta respuesta tiene un trasfondo cuyo sentido es el valor compartido y extendido


hacia el núcleo familiar. Para la familia, estudiar lenguas de poder o extranjeras es
sinónimo de asombro y reflejo de una actitud, cuyo fin es el aspecto económico.
El hecho de que alguno de los integrantes esté estudiando una lengua originaria
sólo representa asombro y entusiasmo, pero no un interés como si fuera la lengua
inglesa o francesa, tal como en el siguiente texto de la misma pregunta:

Muchos se asombran y se interesan e incluso preguntan


algunas palabras, algunos pocos me preguntan que si es
‘conveniente’. Pero la gran mayoría se entusiasma y quiere
aprender también.

En los textos donde las estudiantes responden a la pregunta, podemos ver que
aunque exista apoyo familiar, se trabaje en darle valor a la lengua y exista
asombro y entusiasmo, las estudiantes de lengua náwatl son mujeres que les
interesa adquirir valores tanto lingüísticos como culturales de otra cosmovisión o
forma de ver el mundo.

ACTITUDES HACIA LA GRAMÁTICA DEL NÁWATL


Conocer otra cosmovisión, a través de una lengua y otra forma de estructurarla,
rompe con el esquema tradicional de aprender un sistema lingüístico que se
conoce a los 20 años; es un reto que se logra con el entusiasmo y la dedicación
continua de los estudiantes. Cuando nos enfrentamos a otro sistema, el esquema
mental de la lengua materna (español) y segunda lengua (inglés o francés) se
154 Desde las Humanidades

altera porque ya tenemos un paradigma a seguir. En cambio, cuando nos


enfrentamos a un paradigma donde se aglutinan morfemas para formar palabras y
una palabra significa muchas palabras en español, el aprendizaje ocurre de otra
manera con otra terminología y con otras formas de percibir el mundo. Las
estudiantes de náwatl expresan lo siguiente cuando se les preguntó qué les
parecía la sintaxis del náwatl y ¿por qué?, a ello opinaron lo siguiente:

Pregunta: La sintaxis del náwatl te parece:


Tres de ellas respondieron: Muy compleja
Cuando se les preguntó: ¿Por qué?
La primera de las tres dijo: Ahora sabemos un poco más y te
vas aprendiendo la sintaxis, pero en sí es muy compleja.
La segunda respondió: por la cultura y la diferente
representación que tiene una palabra en náwatl y en
español
La última respondió: No es como el español o el inglés. En
náwatl le dan más importancia a ciertas cosas.

Una gramática distinta a la adquirida en la niñez y como segunda lengua, por la


globalización permite tener un alcance significativo para su conocimiento. En
cambio, cuando se aprende una tercera lengua con un sistema lingüístico
diferente, con una manera distinta de expresar las cosas, y con muy pocos
hablantes y muy pocos o escasos materiales didácticos donde se tienen más de
treinta variantes lingüísticas en nuestro país, la complejidad de aprenderla se
vuelve más difícil, pero ayuda a tener un panorama de las distintas realidades
sobre la enseñanza-aprendizaje de las lenguas originarias de nuestro país. Es
alentador cuando los estudiantes eligen esta lengua originaria para su formación
profesional porque es un hecho que permite contribuir al mantenimiento de esta
lengua.
Actitudes lingüísticas 155

ACTITUDES DE SENTIMIENTOS HACIA LA LENGUA NÁWATL


Un sentimiento aparece cuando se tiene contacto con una persona u objeto, cuyo
significado y sentido es importante para el ser humano. Aprender una lengua
genera través de las palabras. Esto genera que los seres humanos seamos más
sensibles y tolerantes con nuestro entorno; la naturaleza a la cual pertenecemos y
no que nos pertenece. En lengua náwatl, los sentimientos van implícitos en las
palabras como, por ejemplo: tlasohkamati “gracias”, pero no sólo es un gracias
simplemente, sino que en la misma palabras se expresa lo siguiente: “decir
amores con la boca”.
Los sentimientos y las formas de calificar que las estudiantes de náwatl
expresan hacia la lengua son:

Sentimientos:
Estudiante (1): Es un sentimiento un tanto inexplicable, es
mucha emoción, ganas de saber qué dicen, cuando los
escucho me detengo para intentar saber lo que dicen y en
ocasiones terminamos medio platicando.
Estudiante (2): Me nace la curiosidad por lograr comprender
todo eso que está transmitiendo.
Estudiante (3): Me emociona y me llama mucho la atención
que aún existan personas que no les preocupe hablar en su
lengua que la sigan practicando.

Formas de calificar:
Estudiante (1): Fuerte, hermosa, valiosa, llena de amor,
amable, respetuosa.
Estudiante (2): Bonita, sutil, sincera, originaria.
Estudiante (3): Amable, respetuosa (para con las personas y
con el medio ambiente) adaptable.

Las emociones hacia la lengua náwatl son un hecho que corrobora que la lengua
seguirá siendo hablada porque existe curiosidad, emoción e interés de
conocimiento, aunado con las distintas formas de referirse a la lengua. Lo que se
156 Desde las Humanidades

puede percibir es que hay lealtad y respeto hacia la lengua. En las siguientes
líneas muestro un poema de mi autoría, en lengua náwatl, para todas aquellas
mujeres que desarrollan la habilidad de aprender otra lengua ante cualquier
adversidad:

ichikawalistli in sowatsintli
otitlakat tlakatl naciste persona,
teh see sowatsintli eres mujer,
otiek see sowapiltsi fuiste bebé,
otiek see ichpopokatsi fuiste jovencita.
teh see ilamatsi eres adulta,
teh see tesihtsi eres abuela,

momostla in tlen tikmati lo que aprendes,


día a día,
iihtek moyolotsi tikchikawilia lo fortaleces en tu
corazón
ika momatsi teixmatilia y con tu mano lo
compartes.

ipan moihte moiskaltia in nemilis en tu vientre la


vida crece,
moxochiyotia in tlasohtlalis el amor florece
iihtek moyolotsi tikwika moyeso en tu corazón
llevas tu linaje
ika motlahtol tlanesi in tonaltsi con tu palabra el
sol aparece.

CONSIDERACIONES FINALES
Las actitudes que las estudiantes de tercera lengua náwatl expresan son formas
que permiten enriquecer su identidad como estudiantes, como integrantes de una
familia y, sobre todo, como seres humanos. Las actitudes lingüísticas son un
medio que permite conocer el estado actual de un grupo hacia un hecho
Actitudes lingüísticas 157

significativo. Las estudiantes quienes tienen el cometido de ser las futuras


docentes de lenguas en nuestro estado cuentan ya con una identidad enriquecida
y una formación que cubre aspectos socioculturales de comunidades donde se
habla una lengua originaria. También son ellas las que tienen en sus manos un
conocimiento que deben seguir explorando para sensibilizar a las siguientes
generaciones de estudiantes. En la Facultad de Filosofía y Letras, la lengua
náwatl se ha convertido en la lengua con mayor interés quizá por su misticismo, o
bien, por su amplio esquema de posibilidades para dar solución a aspectos del
medio ambiente y cultural que pueden mejorar este mundo que habitamos. Las
actitudes de las mujeres estudiantes son las que nos permitirán seguir
manteniendo y difundiendo la lengua náwatl
Dos miradas sobre la violencia 159

Dos miradas sobre la violencia sexual a través del documental


cinematográfico

Alma Delia Zamorano Rojas


Universidad Panamericana

El documental cinematográfico es un tipo de registro fílmico que ha cobrado una


gran trascendencia en la época actual por su capacidad de comunicación gráfica
y su afán de acercarse a la realidad combinando distintas formas de expresión,
por medio de las cuales selecciona y ordena los acontecimientos que convertirá
en discursos.
En este capítulo tenemos el propósito de examinar dos documentales 1
recientes sobre la violencia sexual en el ámbito mundial: India’s Daugther (Hija de
la India) (Leslee Udwin, 2015) y Brave Miss World (Valiente Miss Mundo) (Cecilia
Peck, 2013)2 los cuales, por primera vez abordan abiertamente el tema de la
violencia sexual, por lo que a través de estas películas se intenta generar una
conciencia social acerca de este grave problema que enfrentan millones de
mujeres en todo el mundo.
En las definiciones de violencia sexual pueden influir valores culturales,
normas sociales, derechos humanos, roles de género, iniciativas legales y
nociones de lo que constituye un delito, elementos que han variado a través del
tiempo; sin embargo, el hecho mismo de pretender la construcción de un
concepto representa el inicio de un progreso para identificar una problemática y
crear esfuerzos conscientes para erradicarla, a pesar de los distintos elementos
mencionados arriba. Una definición consensuada podría ser que la violencia
sexual:

1
En este capítulo se entenderá como documental a la película cinematográfica que se construye a
partir de su referencia hacia el mundo real con el objetivo de que el público comprenda el entorno
de su realización.
2
India’s Daugther (Hija de la India), Directora Leslee Udwin, 2015, Reino Unido, y Brave Miss
World (Valiente Miss Mundo), Directora Cecilia Peck, Estados Unidos, 2013.
160 Desde las Humanidades

… ocurre cuando alguien fuerza o manipula a otra persona a


realizar una actividad sexual no deseada sin su
consentimiento. Las razones por las cuales no hay
consentimiento pueden ser el miedo, la edad, una
enfermedad, una discapacidad y/o la influencia del alcohol u
otras drogas. La violencia sexual le puede ocurrir a
cualquiera, incluyendo: niñ@s, adolescentes, adult@s y
personas mayores.3

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud recalca que la persona que


comete violencia sexual utiliza coerción, lo que puede incluir:

…fuerza física […] intimidación psíquica, la extorsión u otras


amenazas, como el daño físico, la de despedir a la víctima
del trabajo o de impedirle obtener el trabajo que busca.
También puede ocurrir cuando la persona agredida no está
en condiciones de dar su consentimiento, por ejemplo,
porque está ebria, bajo los efectos de estupefacientes o
dormida, o es mentalmente incapaz de comprender la
situación.4

El documento denominado Estimaciones mundiales y regionales de la violencia


contra la mujer: Prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia
5
sexual no conyugal en la salud, manifiesta que: “Globalmente, el 35% de las

3
National Sexual Violence Resource Center (2012). ¿Qué es la violencia sexual? Consulta en línea
https://oig.cepal.org/sites/default/files/20184_violenciasexual.pdf.
4
Jewkes Rachel, Purma Sen y Claudia García-Moreno (2002). Informe mundial sobre la violencia y
la salud. Estados Unidos: Organización Mundial de la Salud.
5
Organización Mundial de la Salud (2013). Estimaciones mundiales y regionales de la violencia
contra la mujer: Prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal
en la salud, Consultado en línea.
http://www.who.int/reproductivehealth/publications/violence/9789241564625/es/.
Consulta en línea http://apps.who.int/iris/bitstream/10665/85243/1/WHO_RHR_HRP_13.06_spa.pdf
Dos miradas sobre la violencia 161

mujeres del mundo entero han sido víctimas de violencia física y/o sexual por
parte de su pareja o de violencia sexual por parte de personas distintas de su
pareja”.6 Aunque las mujeres pueden estar expuestas a muchas otras formas de
violencia, esta cifra constituye un elevado porcentaje de la población femenina
mundial.

SOBRE LA METODOLOGÍA
Uno de los elementos más interesantes de los documentales aquí analizados es
que se trata de materiales construidos a través del testimonio y es por ello que
para acceder a su análisis partiremos de una metodología poco común, pero muy
aplicable en este tipo de estudios: las Historias de Vida, una técnica de
investigación cualitativa, ubicada en el marco del denominado método biográfico,
cuyo objeto principal es el análisis y la transcripción que la investigadora o
investigador efectúa a raíz de los relatos de una persona sobre su vida o
momentos concretos de la misma. En este caso son las directoras de cine -Leslee
Udwin y Cecilia Peck- quienes llevan a cabo la recopilación de estas historias, así
como las narraciones y documentos extraídos de terceras personas; es decir,
relatos y aportaciones realizadas por otros individuos en relación al sujeto de la
Historia de Vida.
Podemos hallar el origen del método biográfico en la obra de Thomas y
Znaniecki (1972), The Polis Peasant, donde aparece por primera vez el uso del
término Historias de Vida, cuya principal finalidad es construir un relato que se
extrae de las mismas, contextualizadas en un lugar y tiempo determinado, y que
permiten revivir, analizar e incluso situarse ante tales circunstancias y razonar su
comportamiento en un momento dado.
Así, el análisis de los datos obtenidos supone un proceso de indagación
basándose en técnicas de recolección de datos de índole cualitativa; en este
caso, a través de la entrevista y de los largos diálogos entre las realizadoras de
los documentales y las personas autoras del relato, donde éstas últimas exponen
lo más íntimo de ellas: sentimientos, pensamientos y valores, para que las

6
Loc. cit.
162 Desde las Humanidades

directoras puedan contextualizar el relato lo más veraz posible.


Hay que señalar que a menudo, el término Historias de Vida con su
carácter multifacético al basarse en el método biográfico y la multiplicidad de
enfoques que éste puede tener, suele llevar a la confusión conceptual con la
expresión Relato de Vida, haciendo referencia éste último a la historia de una
persona contada por ella misma. Mientras que una Historia de Vida se refiere al
relato de una persona narrada desde diversas perspectivas y tipos de informantes
o documentación, como en los biogramas. Y en el caso de estos documentales,
se refieren más a Historias de Vida, pues “la voz del informante tiene un papel
fundamental no sólo como informante, sino como punto de contraste de los
diferentes momentos y formas de decir”.7
Así, a través de esta metodología, los documentales nos permiten
visualizar, entender e interpretar las voces que siempre han estado ahí, pero que
los discursos dominantes de nuestra sociedad nos han imposibilitado ver.

HIJA DE LA INDIA: LA VIOLENCIA EN UNA CULTURA ATÁVICA


“La violencia sexual es el único crimen en el que la víctima se convierte en
culpable”. Esta frase se enarboló como pancarta en la India durante las
multitudinarias manifestaciones en contra del asesinato de la estudiante de
medicina Jyoti Singht, quien fuera violada en un autobús en Nueva Dehli en 2012,
y también fue el detonante para que la cineasta británica Leslee Edwin investigara
y entrevistara a alrededor de 30 personas, para intentar exponer la violencia
sexual derivada de una cultura ancestral, en el documental Hija de la India
estrenado en 2015.
El filme primero introduce en las acciones que se desarrollaron en Nueva
Dehli el 16 de diciembre de 2012: “A las 8:30 de la noche, aproximadamente, una
estudiante de medicina de 23 años iba del cine a su casa con un amigo. El chofer
de un autobús privado les aseguró que cubría la ruta. Su amigo fue brutalmente
golpeado. A ella la arrastraron hacia atrás donde la violaron brutalmente seis
hombres, hasta que le sacaron los intestinos, mientras el autobús daba vueltas

7
Goodson, Ivor (2004). Historias de vida del profesorado. Barcelona: Octaedro.
Dos miradas sobre la violencia 163

por la ciudad”.8
Después vienen las cifras oficiales, una mujer es violada en la India cada
20 minutos, pero la mayoría se calla. Hubo protestas sin precedentes que
sacudieron al país y grandes concentraciones, sobre todo de estudiantes y grupos
de mujeres que se manifestaron pidiendo justicia. Esta investigación se apoya en
grupos de entrevistados que dan su testimonio acerca de elementos importantes
para la construcción de las historias de vida de todos los implicados en el relato,
permitiendo elaborar un imaginario social acerca de la forma de pensar y concebir
a las mujeres en la sociedad india y derivado de ello, la forma de crear el
significado de la violencia sexual.
De esta manera conocemos la forma de pensar y de actuar de Jyoti a
través de entrevistas con sus padres, amigos y tutores. Después, un pensamiento
“irracional” con respecto al “deber ser de la mujer” a través de una mirada,
fundamentalmente masculina con entrevistas realizadas a uno de los violadores,
el fiscal, los abogados y psiquiatras de la prisión; y finalmente el último bloque de
entrevistas, que tiene como finalidad comentar los acontecimientos y posibles
derroteros de la violencia sexual en mujeres pertenecientes a esta sociedad en
particular, así como en el resto del mundo.
Así, con la leyenda de: “Este film no pretende comentar ni afectar el
resultado del juicio relacionado con el evento descrito. Todas las entrevistas
fueron autorizadas”.9 En el primer bloque de entrevistas, conocemos a los padres
de Jyoti: Badri y Asha Singh, quienes describen y muestran las fotografías de la
chica desde que era pequeña, cuentan acerca de su nacimiento y expresan
muchas de sus tradiciones, como el regalar dulces cuando se trata de un varón,
mientras que no se regala nada o casi nada cuando se trata de una niña; sin
embargo, ellos la vieron “como un regalo de luz y de felicidad”.
Una vez joven, Jyoti les expresó a sus padres el deseo de estudiar, una
cuestión mal vista en esa sociedad, pues el estudio está reservado para los
hombres, ya que las mujeres deben realizar labores domésticas; sin embargo,

8
Edwin, Leslee (2012). Introducción en la película Hija de la India.
9
Loc. cit.
164 Desde las Humanidades

Jyoti convenció a sus padres de que usaran el dinero destinado para su posible
boda “su dote” para su educación, pues deseaba convertirse en médica, así que
los padres la favorecieron y decidieron vender sus tierras para pagar sus estudios,
lo cual fue apoyado por la misma joven, quien trabajaba medio tiempo en un
centro de llamadas internacionales, durmiendo a veces solo cuatro horas al día,
pero con el ilusión de ayudar a los pobres y a su familia. Es así como se crea un
retrato detallado de la estudiante de medicina que entendía que existía una gran
desigualdad entre los sexos y que debía luchar para ocupar un lugar en medio de
una sociedad machista.
En lo que podríamos llamar un segundo bloque de entrevistas, resulta
sorprendente corroborar que en pleno siglo XXI la violación es vista como un
derecho de los hombres. A través del encuentro, principalmente con Mukesh
Singh, quien conducía el autobús en el que violaron a Jyoti, y quien también
participó en ella, conocemos la vida de los seis violadores, marcadas por la
pobreza, el resentimiento social y el machismo. Uno era menor de edad y fue
consignado por las autoridades correspondientes, imponiéndole un castigo de
solo tres años de prisión; otro de los implicados se presume que, ante la presión
de los medios, se suicidó en la cárcel tres meses después; y los otros tres junto
con Mukesh fueron condenados a muerte por ahorcamiento, al ser encontrados
culpables de los hechos.
De todos ellos, cuyas imágenes y detalles de sus historias de vida
aparecen reiterativamente a lo largo del documental, son las declaraciones de
viva voz de Mukesh Sing, las que más impactan, pues la directora logra, a través
de la entrevista como una técnica indagatoria, afirmaciones que en el mundo
actual pueden resultar aterradoras y escandalosas. “Una joven decente no anda
por ahí a las 9:00 de la noche. Es mucho más responsable una mujer por una
violación que el hombre”10 “Los chicos y las chicas no son iguales. Deberes
domésticos para las mujeres no bares ni discotecas de noche. Haciendo cosas
indecentes, usando ropa indecente. Solo el 20% de las mujeres es decente”.11

10
Entrevista contenida en la película Hija de la India (Leslee Edwin, 2012).
11
Loc. cit.
Dos miradas sobre la violencia 165

Con este mismo pensamiento el abogado defensor declara: “La hembra


es como una flor. Es algo muy hermoso, algo de delicadeza única. El hombre es
idéntico a una espina, es duro y fuerte. La flor necesita ser protegida. Si colocas a
una flor en una cloaca la echas a perder. Si la colocas en un templo la
adorarán”.12 “Ellos ignoraron nuestra cultura. Los jóvenes están bajo la influencia
de una cultura del cine en la que todo está permitido. Ella no debe ser lanzada a
la calle como comida. Una mujer es como un diamante. Si la pones en la calle, un
perro se la llevará y no puedes detenerlo”.13 Cuando la sentencia fue conocida, el
abogado afirmó: “Si mi hija o mi hermana ejerciera actividades prenupciales que
la deshonran y que mancillan su carácter, definitivamente agarraría a tal hermana
o tal hija, la llevaría a mi casa y delante de toda la familia la cubriría de gasolina y
le prendería fuego”.14
Asimismo, otro abogado de la corte hace evidente esta idiosincrasia
cuando afirma: “La amistad entre un hombre y una mujer no es posible en la
sociedad india. Una mujer significa sexo inmediatamente para el hombre.
Tenemos la mejor cultura. En nuestra cultura no hay espacio para la mujer”.15
También aquí aparecen opiniones como la de Sandeen Goml, psiquiatra
de la cárcel, quien explica “la mentalidad es que la violación es su derecho y
quieren divertirse. Y todo el mundo tiene derecho a divertirse. La gente con dinero
lo paga. Ellos tienen la valentía y lo hacen con valentía”.16
El violador comenta que se le dio una oportunidad a Jyoti, pues “La mujer
no debe oponerse a la violación. Debe quedarse callada y permitir que la violen.
Entonces la dejarán irse después de violarla. La pena de muerte solo acarreará
más peligro hacia las mujeres. Ahora cuando las violen no las soltarán como
nosotros. Las van a matar. Antes las soltaban porque no denunciaban. Ahora

12
Loc. cit.
13
Loc. cit.
14
Loc. cit.
15
Loc. cit.
16
Loc. cit.
166 Desde las Humanidades

cuando las violen, las matarán”.17


Finalmente, en el último grupo y a manera de cierre, un conjunto de
especialistas mujeres, entre las que destaca María Misra (escritora e historiadora
de la Universidad de Oxford), Leila Seth (miembro de la revisión del comité contra
la violencia) y Sheila Dixit (Primer ministra de Dehli) entre otras, manifiestan que
debido al acto de violencia sexual en contra de Jyoti hay una esperanza de
cambiar la mentalidad de la sociedad, sobre todo una concepción acerca de la
mujer por la mujer misma, pues antes del acontecimiento había una cultura muy
fuerte de vergüenza, “ser violada era una vergüenza, peor que estar muerta. Se
decía que era mejor morir, porque si vivía sería un cadáver ambulante”. 18 Ahora
comienza a hablarse de este tema y la voz de las mujeres se escucha en las
manifestaciones en contra del patriarcado, del machismo, del maltrato hacia las
mujeres, la selección sexual y el feticidio.
De esta manera, el documental cierra con la idea de que la muerte de
Jyoti impulsó un gran cambio:

…Nos hizo entender el tema, los problemas y la forma en


que es vista la mujer y el impulso de mujeres jóvenes e
independientes en la sociedad de la India ¿qué representa
la mujer? ¿Cómo es vista por la sociedad actual? La muerte
de Jyoti fue como una tormenta, pues la violación de la Hija
de la India hizo que las denuncias contra violencia sexual
aumentarán en un 35%.19

Sin embargo, con un epílogo muy poco esperanzador, el documental expresa a


través de cifras, que el problema no se limita a una India subdesarrollada y con
una cultura ancestral obsoleta y humillante, sino a un imaginario universal de
países ricos y pobres sobre las mujeres y la violencia que se ejerce sobre ellas:

17
Loc. cit.
18
Loc. cit.
19
Loc. cit.
Dos miradas sobre la violencia 167

En Australia 35% de mujeres son agredidas sexualmente,


solo el 15% lo reportan. Canadá. Una de cada 3
canadienses es agredida sexualmente solo el 6% es
denunciado. En la República del Congo más de 400 mil
mujeres son abusadas cada año. En Dinamarca solo 1 de
cada 5 violaciones es condenada. El 96% de las egipcias
sufre mutilaciones genitales. En Etiopía, el 60% de las
mujeres es agredida sexualmente. Una de cada 10
francesas es víctima de violencia doméstica. En Nigeria, 10
de sus 36 estados tiene leyes que permiten que los maridos
usen violencia física contra sus esposas. En Sudáfrica, una
mujer es violada cada 26 segundos. En Sri Lanka una
violación tarda de 6 a 12 años en ser procesada en un
tribunal. En Reino Unido, el 33% de chicas entre 13 y 17
años han sido víctimas de violencia sexual. En Estados
Unidos 17.7 millones de mujeres han sido violadas. 1 de
cada 3 mujeres del mundo es golpeada, obligada a tener
sexo o abusada. 1 de cada 5 será víctima de una violación o
de un intento de violación.20

UNA VALIENTE MISS MUNDO: MENSAJE UNIVERSAL SOBRE LA


SOBREVIVENCIA
El siguiente trabajo documental Brave Miss World fue realizado en 2013 por la
cineasta Cecilia Peck, abordando nuevamente la temática de la violencia sexual
de una manera abierta y como una forma de denuncia mundial a través de la
indagación en la historia de vida de Linor Abargil, quien fue coronada como Miss
Mundo en 1998, cuando siete semanas atrás había sido violada y apuñalada.
Nuevamente a través de la Historia de vida, la directora reúne una serie
de entrevistas en principio a familiares, amigos y conocidos de Linor Abargil, y de
la misma ex Miss Mundo para narrar su experiencia ante la violencia sexual, para
después dar paso a testimonios de mujeres violadas en todo el mundo, quienes

20
Epílogo de la película Hija de la India (Leslee Edwin, 2012).
168 Desde las Humanidades

accedieron a hablar frente a las cámaras y compartir sus sentimientos,


inseguridades y pensamientos acerca de lo que significó y sigue afectando en su
vida, la violencia sexual ejercida en ellas.
En principio, en este documental se hace más intensa la narrativa al
contar con el testimonio en primera persona de las víctimas de violación.
Empezando con el personaje principal Linor Abargil, quien narra como ella en
1998, contando con 18 años y coronada Miss Israel se encontraba en Milán
trabajando como modelo mientras llegaba la fecha de la competencia. Quiso
viajar de regreso a su país para estar unos días con su familia, y contactó a Uri
Shlomo Nur, dueño de una agencia de viajes que le habían recomendado. Él le
dijo que no había vuelos disponibles hasta Tel Aviv, y se ofreció a llevarla en auto
hasta Roma para que desde allí pudiera tomar un avión. En el camino, se apartó
de la vía, la golpeó, le amarró las manos, la apuñaló y, navaja en mano, la violó
repetidas veces.
Mientras su agresor intentaba asfixiarla, Linor logró persuadirlo de dejarla
vivir. “Todo el tiempo me repetía que lo sentía, que lo perdonara; yo lo único que
pude decirle fue que no se preocupara, que no le iba a decir a nadie. Y parece
que esa frase lo convenció, porque me soltó”.21 En lugar de dejarla en la
carretera, su agresor la devolvió a Milán y la dejó en la estación de trenes, no sin
antes recordarle que nadie debía enterarse de lo que había pasado.
Pero Uri Shlomo Nur no esperaba que aquella joven aspirante a ser la
mujer más bella del mundo se atreviera a denunciarlo, pues Linor apenas
consiguió un teléfono, llamó a su mamá en Israel para contarle. “No te bañes, ve
al hospital y después a la policía”.22 Estas palabras no solo fueron una prueba de
que le había creído, sino la clave para poner a su agresor tras las rejas, un año
después. La razón por la que llegó a Miss Mundo sin que nadie supiera, fue el
acuerdo de silencio al que llegó con la policía de Israel para que Nur no supiera
que lo estaban investigando y así poder arrestarlo cuando viajara a Tel Aviv. El
agresor fue sentenciado a 15 años de prisión.

21
Testimonio en la película Brave Miss World (Cecilia Peck, 2013).
22
Loc. cit.
Dos miradas sobre la violencia 169

Cuando Miss Mundo decidió contarlo ante la prensa fue un gran boom
mediático. Durante el juicio, Linor tuvo que revivir su violación y contarla una y
otra vez frente a su agresor y ante las cámaras del mundo entero. Después de la
sentencia se enteró que diez mujeres más habían confesado también ser víctimas
de aquel hombre, pero que no se habían atrevido a contarlo. Esto llevó a Linor a
reflexionar sobre el daño de callarse y la falta de apoyo, así como el sufrimiento
de las víctimas ante las autoridades, pues son sometidas a interrogatorios y
muchas veces sin pensar en lo que sienten, por ello decidió comenzar un sitio
web en donde sobrevivientes de violación de todo el mundo pudieran compartir
sus historias.
En muy poco tiempo, miles de testimonios llegaron a ella, y aunque no
podía encontrar la forma de ayudarlas entendió que aquello significaba para esas
mujeres una forma de catarsis, pues habían dado el primer paso para contar sus
historias. Fue así que decidió unirse con la documentalista Cecilia Peck e iniciar
un proyecto para visitar y apoyar a esas mujeres víctimas de agresión sexual,
para ayudarlas a sanar a través de contar sus vivencias frente a la cámara, y
crear conciencia de que el primer paso para ganarle la pelea a los agresores es
denunciarlos.
Así comienza su recorrido 10 años después de ser nombrada Miss
Mundo, por prácticamente todos los países, buscando a mujeres que a través de
la página -www.BraveMissWorld.com- aún vigente hasta el día de hoy, habían
logrado contactarla y estaban dispuestas a exponer sus historias. Así, viaja a Ohio
a un Centro de ayuda a víctimas de violación en donde afirma: “La violación te
hace sentir tan sola, porque incluso si le dices a la gente lo ocurrido tienen miedo
de mencionarlo, así que estás rodeada de silencio. Por eso todas tenemos el
mismo dolor sin importar de donde seas”.23
Después aparece una mirada más profunda de su experiencia traumática,
vista a través de quienes también sufrieron su violación: sus padres, su hermana,
sus amigos y su novio. Todos de distintas maneras, los hombres manifestando su
rabia y su dolor ante el hecho, y las mujeres mucho más solidarias y en busca de

23
Loc. cit.
170 Desde las Humanidades

una sanación, expresan que este es un problema global: “La sociedad culpa a la
mujer. El miedo es a culparla. Y es algo por lo que las mujeres no quieren
pasar”.24
Después hizo otro viaje a Nueva York y se entrevista con decenas de
mujeres que nunca habían hablado de su violación por la incomprensión de una
sociedad que “te hace sentir desagradable y asquerosa”.25 Son mujeres que han
sido violentadas por padres, conocidos o totales desconocidos y que se sumen en
la soledad, pero todas estas historias tienen como común denominador el miedo a
contar su experiencia, aunque para Linor “el hablar es como la mejor píldora…
hablar te sana”.26
Cuando Linor regresó a Tel Aviv se dio cuenta de que su atacante
promovía un juicio para pedir una revisión de su caso. En ese momento otro
elemento atrajo su atención: la necesidad de acelerar los procesos judiciales
contra los violadores, pues los oficiales encargados de llevar a cabo estos juicios
los llevan a cabo con una lentitud deliberada.
Viajó asimismo a Johannesburgo en donde se reunía con jovencitas de
entre los 12 a los 18 años que habían sido violadas, quienes le contaban sus
experiencias y le externaban su necesidad de ser escuchadas. Posteriormente
llevó a cabo una incursión al campus de la Universidad de Santa Bárbara, en
donde descubrió que existe un gran temor de hablar acerca de la violencia sexual,
enterándose, al mismo tiempo, que la violación es una acción recurrente en sus
instalaciones.
Luego viajó a Los Ángeles, buscando fondos para seguir apoyando a las
mujeres agredidas. Asistía a desfiles de moda y entrevistó a dos connotadas
actrices, también víctimas de violencia sexual: Joan Collins, quien fue violada a
los 17 años y Fran Dresher, atacada cuando contaba con 27 años. Aprovechaba
sus viajes para asistir al juicio de un destacado diseñador de modas, quien fue
acusado de violación por muchas jovencitas.

24
Loc. cit.
25
Loc. cit.
26
Loc. cit.
Dos miradas sobre la violencia 171

Al revivir su propio caso, enfermó, abandonó su proyecto y se encerró


durante seis meses. Después decidió regresar a su país y empezó a colaborar en
el propio centro de ayuda a víctimas en Tel Aviv. Se aproximaba una revisión del
juicio de Uri Shlomo y tenía conocimiento de otras denuncias en contra de su
agresor, decidió viajar a Milán, para enfrentar su pasado. Su recuperación total
tiene que ver con su propia catarsis recorriendo los lugares de su violación y
recordando nuevamente sus traumas.

CONSIDERACIONES FINALES
Después de revisar estos dos trabajos fílmicos en el terreno del documental se
puede afirmar que el problema de la violencia sexual reside en una idiosincrasia
cultural global en donde las mujeres son consideradas y han sido convertidas en
objetos de placer, lo cual se ha hecho manifiesto de diferentes formas y se ha
expresado a través de costumbres, tradiciones y en la vida cotidiana de distintas
sociedades, creando un clima de terror y miedo.
Los documentales aquí expuestos significan el inicio de un abordaje serio
en torno a esta temática, que a través de diversas técnicas en la construcción de
Historias de Vida logran captar las experiencias de mujeres violentadas, pues son
ellas quienes determinan qué es relevante o no para ser narrado, y son ellas
quienes tiene el hilo conductor de sus historias. El primer paso es contar,
denunciar y después exigir justicia.
En estos trabajos cinematográficos, el testimonio de mujeres de distintos
países y nacionalidades ante este mal social, son un medio, un recurso para
alcanzar una finalidad última: concientizar al mundo de que la violencia sexual
contra las mujeres es un cáncer que no ha dejado de extenderse en todo el
planeta, pues no se trata de un problema de ricos y pobres, ni se trata de políticas
o falta de ellas; el problema de la violencia sexual es que simplemente no se ha
visibilizado en la sociedad del siglo XXI.
Sexismo, violencia y caricatura 173

Sexismo, violencia y caricatura

Anna María Fernández Poncela


Ma. del Carmen Hernández Montes
Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco

Este capítulo es una aproximación al humor y la caricatura, el sexismo y la


violencia, se centra en un estudio de caso: el tratamiento de los caricaturistas de
Elba Esther Gordillo alrededor de los días en que fue detenida y acusada de
desvío de fondos y defraudación fiscal en febrero del año 2013. En concreto
deseamos saber ¿cómo tratan los dibujantes de cartones a la maestra?, ¿qué
temas y rasgos remarcan las caricaturas?, ¿hay sexismo y violencia?, y ¿se la
aborda como se haría con un hombre en circunstancias similares?
Para iniciar cabe señalar que mucho podría decirse sobre el humor y la
caricatura política, así también sobre la violencia hacia las mujeres y el sexismo
en el lenguaje icónico y verbal, por lo que aquí sólo esbozaremos una
introducción a estos temas que enmarcan y contextualizan el estudio de caso que
se presenta.
Para continuar diremos que este trabajo se inspira en la perspectiva de
género desde la investigación de las Ciencias Sociales -Sociología, Psicología y
Comunicación- y se aterriza en el análisis de la caricatura política.

EL HUMOR Y LA CARICATURA POLÍTICA


El humor es básico en la vida. Se considera que la caricatura es parte del humor,
éste combina emociones encontradas y mensajes irónicos en imágenes y textos,
que mueven a una sonrisa, más ciertamente no de alegría.
El humor puede ser entendido y estudiado desde lo simbólico 1 y también
lo psicológico como una descarga de energía interior,2 además como significación

1
Bergson, H. (2008). La risa. Ensayo sobre la significación de lo cómico. Madrid: Alianza Editorial.
2
Freud, S. (2008). El chiste y su relación con el inconsciente. Madrid: Alianza editorial.
174 Desde las Humanidades

social incluso fuerza transformadora,3 si bien también se puede leer como un


fenómeno sociológico que apoya en la comprensión de la vida, 4 siempre
estrategia de comunicación.5 Aquí reconociendo los anteriores aspectos nos
centraremos en la caricatura política que es un humor especialmente irónico y
amargo, contrario al ingenuo y benigno, por lo que hay más emociones
desagradables que agradables, que entran en juego. Caricatura según el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española es: “2. f. Dibujo satírico
en que se deforman las facciones y el aspecto de alguien. 2. f. Obra de arte que
ridiculiza o toma en broma el modelo que tiene por objeto. 3. f. despect. Obra que
no alcanza a ser aquello que pretende”.6
El origen etimológico de la palabra proviene del italiano “caricatura” o
“caricare” que quiere decir cargar,7 también se traduce como recargar y exagerar.8
Las características de la caricatura son las siguientes:

Simplificación visual: exagerando lo relevante e impacto con


trazos mínimos.
Degradación, agresión y ridiculización.
Moralidad: pensamiento crítico, defensora de derechos y
fuente de denuncias.
Exageración: deformación de rasgos, gestos, etc.
Una opinión y una idea: intencionalidad.
Deformación de la realidad.

3
Bajtin, M. (1995). La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de
Francois Rabelais. España: Alianza Universidad.
4
Berger, P. (1999). La risa redentora. La dimensión cómica de la experiencia humana. España:
Kairós.
5
Raskin, V. (1985). Semantics Mechanisms of Humor. Holland: Reidle Publishing Company.
6
Drale (2012). Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua. Consulta en línea
http://www.rae.es/rae.html.
7
Pedrazzini, A., et. al., (2012). “Figuras retóricas verbales y visuales en la conformación de un
estilo de autor: las caricaturas políticas del seminario satírico francés Le Carnard enchine”, en
Cultura, lenguaje y representación. Vol. 10, Francia: Universitat Jaume I.
8
Curcó, C. (2004). “Ironía, persuasión y pragmática: el caso de la caricatura política mexicana
contemporánea”, en Acta Poética, 25-2, otoño, México: UNAM.
Sexismo, violencia y caricatura 175

Juego entre lo visual y textual, imagen y palabra, esto es,


intertexto; actualidad, contexto espacio temporal conocido.9

Se trata de una narrativa fincada en:

Recursos humorísticos –psicológicos según-:10 humor, ironía,


sátira, comicidad, chiste, burla, mordacidad, sarcasmo.
Recursos retóricos –figuras retóricas-: hipérbole, metáfora,
metonimia, autonomía, polisemia, comparación, paradoja,
redundancia, personificación, animalización, cosificación,
alusión, juegos de palabras.
Recursos literarios de tipo gramatical: elipsis, anáfora,
epifora, poliptoton, hipérbaton, paralelismo.
Recursos lingüísticos: adjetivos calificativos, jergas,
diminutivos; recursos plásticos: fisonomías, facciones,
posturas, expresiones.

En cuanto a su forma y función, la caricatura política, según Pedrazzini y


Scheuer,11 subraya y exagera la representación gráfica, ridiculiza a personas que
deforma, acentúa rasgos físicos del cuerpo o el rostro, trata hechos de la
actualidad y la personalidad caricaturizada, personifica los hechos, siendo
responsable de decisiones y acciones políticas que se simbolizan en ciertos
cuerpos y rostros. El personaje es deconstruido y alterado, exagerado y
ridiculizado, dando lugar a la sátira, entrelazando ofensa y comicidad, como parte
de la crítica y denuncia de situaciones y asuntos, considerados errores o abusos,
siempre desde lo cómico.

9
Vergel Loo, L. P. (2008). “Imágenes de la caricatura política en época electoral: campaña
presidencial 2001”, Lima: Tesis de Licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, p. 75.
10
Abreu Soto, C. (2001). “Periodismo iconográfico (VII). Hacia una definición de caricatura”, en
Revista Latina de Comunicación Social, número 40, febrero, Universidad de la Laguna. PAIS:
UNIVERSIDAD.
11
Op. cit. Pedrazzini A. y N. Sheuer.
176 Desde las Humanidades

Sánchez Guevara12 señala que la caricatura política desarrolla la función


crítica de la problemática social existente en un momento dado y hace reír a quien
la consume, lo cual colabora a menguar el drama de la política cotidiana. Por su
parte, Curcó13 pone el acento en que ésta posee un carácter de editorial
periodística, esto es, forma opinión, interpreta la realidad de manera humorística e
ideológica a través de figuras retóricas de persuasión.
Su aprehensión en nuestros días es como relato gráfico gracioso, entre
irónico y amargo, como se dijo, que se compone de mensaje escrito e icónico.
Aúna lenguaje visual y verbal, combina signos lingüísticos, plásticos e icónicos; de
hecho, es una expresión icónico-gráfica. En fin, se trata en definitiva de una
estrategia de comunicación y de un género periodístico de opinión, cuyo principal
objetivo es la crítica y supuestamente también reflexión según afirmaba Carlos
Monsiváis.14 A veces predomina la primera pero muy ideologizada y
prácticamente como slogan de campaña con intención de atacar al contendiente
contrario. En ocasiones si ésta crítica social se abre a otros aspectos más
colectivos y sin perder ideología traspasa el estrecho escenario de los partidos
políticos y el lente se amplía a señalamientos del sistema político y actuación de
sus protagonistas más allá de colores y consignas. En general, presenta una
suerte de rebelión contra la autoridad muchas veces, contra el supuesto rival, en
ocasiones sólo una mirada reflexiva a través de un juego de imágenes y palabras,
una broma ligera y simpática o una ironía afilada y profunda.
Freud, el padre del psicoanálisis, afirmaba que las caricaturas:

Se dirigen contra personas y objetos respetables e investidos


de autoridad (…) La caricatura lleva a cabo la degradación
extrayendo del conjunto del objeto eminente un rasgo aislado

12
Sánchez Guevara, G. (2012). “La caricatura política: sus funcionamientos retóricos”, en Razón y
Palabra, número 78, noviembre 2011-enero 2012, México: UNIVERSIDAD? Monterrey.
13
Op. cit. Curcó, C.
14
Observatorio de medios UIA (2008). “El Universal online difunde: Provoca cartón político en
México risa y reflexión: Monsiváis”, Consulta en línea http://observatoriomediosuia3
Sexismo, violencia y caricatura 177

que resulta cómico, pero que antes, mientras permanecía


formando parte de la totalidad, pasaba inadvertido.15

Añade este autor que se trata de un medio que persigue y consigue un efecto
cómico hacia un rasgo exagerado, o incluso la invención de tal rasgo, en todo
caso, siempre el predominio de lo cómico.
Bergson, quien tiene un magnífico ensayo sobre la risa, señalaba:

Por regular que resulte una fisonomía, por armoniosas que


se supongan sus líneas y por ágiles que resulten sus
movimientos, jamás es enteramente perfecto su equilibrio.
Siempre se desprenderá de ella la indicación de un hábito
que se anuncia, el esbozo de un posible gesto, una
deformación preferida, en suma, a la cual se inclinará más
fácilmente la naturaleza.16

Por lo que captar el movimiento es imperceptible, visibilizar la gesticulación y


externar gestos es parte del arte del caricaturista.
Por su parte, Carlos Monsiváis opinaba que la caricatura política no es
algo que se considere en la actualidad subversivo por quien la observa, sino un
instrumento que provoca risa y sobre todo reflexión, además añadió que está
perdiendo influencia ante el advenimiento y preponderancia de la radio y
especialmente la televisión;17 a lo que habría que añadir los nuevos medios de
información producto de las nuevas tecnologías de la comunicación en nuestros
días.
Resumiendo, la caricatura es reflexión, crítica y opinión. Si bien
supuestamente suele ser una crítica a la autoridad, a veces esto tiene sus
matices, como en el caso que nos ocupa de Elba Esther Gordillo, la crítica se
encamina hacia una persona que tuvo la autoridad y que la autoridad la cesó.

15
Op. cit. Freud, S, p. 203-204.
16
Op. cit. Bergson, p. 27.
17
Op. cit. Observatorio de Medios UIA.
178 Desde las Humanidades

Aunque en este caso, ya antes de ser removida de su cargo y encarcelada era


objeto de duras críticas desde la pluma de los caricaturistas en general, sujeto
favorito de éstos de manera usual durante años, por uno u otro motivo.
La sátira política denuncia, critica, ridiculiza a mujeres y hombres políticos.
Pero ¿los trata de manera diferente? ¿hay sexismo en imágenes y palabras? ¿es
más irónica y mordaz con algún sexo en concreto? Más que responder a las
preguntas, éstas orientan y guían el análisis que se desarrolla a lo largo de estas
páginas.

EL SEXISMO Y LA VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES


La violencia es toda acción u omisión, directa o indirecta que limite o impida el
libre ejercicio de los derechos humanos de una persona. La violencia contra la
mujer según el artículo 1º de la Declaración sobre la eliminación de la violencia
contra la mujer de la Organización de las Naciones Unidas (1993) “se entiende en
todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para
la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria
de libertad, tanto si se produce en la vida pública como en la privada”. Los tipos
de violencia son señalados como: física, sexual y psicológica; los espacios: en la
familia, la comunidad y el Estado.18
Aquí es importante señalar la violencia psicológica, emocional y cultural,
quizás más indirecta, invisible e inconsciente también, más tolerada por ello.
Violencia simbólica en general, violencia en el lenguaje en particular. No es
violencia física directa pero sí coerción en el sentido que perpetúa la
discriminación, desvalorización, dependencia y control. Incluye y estructura tanto
la psique personal, como la mentalidad y el imaginario cultural, que gobierna los
contactos y relaciones interpersonales y grupales. Añadir que no se limita a la
violencia emocional de los gritos, humillaciones, burlas, amenazas,
intimidaciones, insultos o vejaciones, va más allá, y tiene que ver con invisibilizar

18
Fernández Poncela, A. M. (2012). La violencia en el lenguaje o el lenguaje que violenta. Equidad
de género y lenguaje. México: UAM/Ítaca, p. 39.
Sexismo, violencia y caricatura 179

–androcentrismo, y con desvalorizar –sexismo hacia las mujeres- a la población


femenina, además de adjudicarle una serie de roles y estereotipos por el solo
hecho de ser mujer.
En particular el sexismo es una actitud de desvalorización y menosprecio
hacia las mujeres y sus pensamientos o actos. La hegemonía de los hombres y
las creencias que la legitiman. En palabras de Sau: “Conjunto de todos y cada
uno de los métodos empleados en el seno del patriarcado para poder mantener
en situación de inferioridad, subordinación y explotación al sexo dominado: el
femenino. El sexismo abarca todos los ámbitos de la vida y las relaciones
humanas…”.19 Son actos de discriminación con el objetivo de privilegiar al hombre
y degradar a las mujeres. En ocasiones es muy visible por sus expresiones
directas y claramente hostiles y agresivas, otras veces no tanto, al estar envueltas
en el halo simbólico.20
Así el sexismo es:

Una actitud caracterizada por menospreciar y desvalorizar


ya sea por defecto o por exceso, a las mujeres (…). La
ideología sexista asigna valores, capacidades y roles
diferentes a hombres y mujeres, exclusivamente en función
de su sexo, estereotipando, generalizando, incluso
desvalorizando lo que hacen las mujeres frente a los
hombres que es lo que está bien, lo que importa.21

De ahí deriva el sexismo lingüístico “una imagen descalificadora y desvalorizada


de lo que son las mujeres, a menudo basada en imágenes estereotipadas y
tópicos.”22
En la caricatura el sexismo se encuentra, en ocasiones, en el lenguaje
verbal, sobre todo, en el icónico. En el cual, y como se mencionó, se juega con

19
Sau, V. (1990). Diccionario ideológico feminista. España: Icaria, p. 257.
20
Hoy en día se reconoce sexismo tanto hacia las mujeres y también hacia los hombres.
21
Garí Pérez, A. (2006). Hablamos de salud. España: Instituto de la Mujer, p. 14.
22
Loc. cit.
180 Desde las Humanidades

recursos plásticos y psicológicos, además de los lingüísticos, retóricos y


literarios.23 En concreto, el sexismo puede aparecer en el dibujo, la palabra, e
incluso el imaginario cultural que guía el espíritu general de las caricaturas, esto
es, las concepciones e intenciones de dibujantes, las líneas y enfoques editoriales
del periódico o publicación, y por supuesto, las representaciones sociales,
imágenes mentales, expresiones lingüísticas e imaginario socio cultural del lector
que adquiere y mira y lee la publicación en cuestión.

UN ESTUDIO DE CASO: LA CARICATURA Y ELBA ESTHER GORDILLO24


En 1989 Elba Esther Gordillo obtiene el liderazgo del Sindicato Nacional de
Trabajadores de la Educación por acuerdo del entonces presidente de la
República Mexicana Carlos Salinas de Gortari. A partir de este momento se
convierte en una figura de poder incuestionable en el sindicato, durante casi un
cuarto de siglo.
El 26 de febrero de 2013 fue detenida sorpresivamente por elementos de
la Procuraduría General de la República (PGR) y la Marina, acusada de realizar
operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada; fue
recluida en el Penal de Santa Marta Acatitla, sin embargo, debido a los problemas
de salud que padece fue trasladada al de Tepepan.
Con este hecho, Elba Esther Gordillo se convirtió en blanco diario de los
caricaturistas –si bien ya con anterioridad había sido una referencia frecuente de
polémica, burla y escarnio en numerosas ocasiones- durante más de dos
décadas; quienes como se expuso anteriormente, exageraron rasgos y
situaciones25 para crear opinión pública26 a través de la resignificación de un
personaje arraigado en la vida política y social del país. Su detención se entendió

23
Op. cit. Abreu Soto.
24
Por supuesto, mucho se podría describir, analizar e interpretar de las caricaturas, entre otras
cosas, el estilo de cada caricaturista o la ideología de cada periódico, sin embargo, aquí nos
vamos a ceñir en el tema y objetivo de este estudio. Se comentan y analizan varias caricaturas
que a través de su correspondiente cita podrán consultarse en sus respectivas fuentes
periodísticas de las cuales se han seleccionado.
25
Op. cit. Vergel Loo, L. P.
26
Op. cit. Curcó, C.
Sexismo, violencia y caricatura 181

no sólo como un acto de justicia, sino además como un suceso que legitimaba al
gobierno de Enrique Peña Nieto, entre otras cuestiones.
Partiendo de que el objeto de la caricatura política es “la degradación,
deformación y ridiculización de un individuo o situación”27 analizamos cincuenta y
un gráficos que ilustran la detención de este personaje político y lo que giró en
torno a ésta a finales del invierno e inicios de la primavera del año 2013.
Con el objetivo de tener un panorama más amplio, se revisan algunos
cartones, en especial los que datan del 2012 durante la campaña electoral.
Muestran la imagen de una mujer con poder sobre las decisiones de los demás,
que se mofaba de la alianza que en aquel momento se establecía entre el Partido
de la Revolución Institucional (PRI) y el Partido Nueva Alianza (PANAL). En estos
dibujos se la ve arreglada, sin mucha distorsión en las facciones y grande en
comparación a los otros sujetos,28 sin embargo, para poder decir que “la había
librado” y gozaba de poder omnipotente la caracterizaban como un hombre, con
bigote, cejas pobladas y anteojos grandes,29 ¿se trata únicamente de parodiar a
Gabriel Quadri o de mostrar a la vez que solamente bajo la apariencia de un
hombre se puede quedar “bien parado”? El signo de la mano, las cejas y bigote
así dibujados, aluden a otros personajes, tales como Hitler o pase de lista, y
Groucho Marx. El terror dictatorial real y lo cómico ficticio se hermanan.
En otro cuadro se la caracterizó como una persona con la capacidad de
frenar la carrera de otros personajes, y en una ilustración la pintan desacomedida,
despreocupada, parodiando quizás a Robin Hood o a la madrastra de
Blancanieves,30 pero con la intención de no dejar escapar a quienes no se
subordinarán. Además, como una mujer planificadora en época de elecciones,
que aparenta tener resueltos los comicios a su favor y los candidatos bajo sus

27
Fernández Poncela, A. M. (2015) “Caricatura política, razones y emociones”, en Primera Revista
Electrónica en Iberoamérica Especializada en Comunicación, México: número 89, marzo-mayo.
28
Helio Flores (2012). “Día del maestro”, Acceso directo, 15 de mayo.
29
Camacho (2012). “Soliloquio”, Reforma, 8 de mayo.
30
Rocha (2012). “Dardos”, La Jornada, 17 de mayo.
182 Desde las Humanidades

órdenes31; su cara se ensancha y los rasgos son pintados más toscos, similares a
los de un hombre, ella continúa manejando la carrera electoral de los postulantes.
Pese a la posición de autoridad político-sindical con la que contaba
Gordillo, en el 2012 tras la ruptura de la alianza con Enrique Peña Nieto, la
muestran con rasgos que salen de lo humano dado el parecido con los monstruos
caricaturescos a los que los dibujantes la someten; mientras que la imagen del
hombre queda como humana, aunque con características animales que permiten
la crítica y burla a la situación por la que atravesaba la maestra. Esta imagen
rompe con lo que hasta ese momento se había mostrado de ella en el ámbito
político, es decir, ya no es la señora bien arreglada y sonriente que manipula
cautelosamente cual maga,32 sino algo más parecido a una quimera que recurre
al miedo para obtener resultados33; eso sí, de gran tamaño, demostración de
poder omnipotente y sobre humano total.
El modelo anterior de una mujer poderosa, controladora y con capacidad
de decisión cambió por completo con las caricaturas que se crean a partir de su
detención en 2013, ya que tras este episodio la imagen pública de Elba Esther
Gordillo se transforma y presenta como una mujer ya sin poder, tras las rejas,
como una ladrona. De entre todos los hombres corruptos de México, ella fue a
quien encarcelaron.34 La exponen como una mujer que pudo adelantarse a los
hechos pero que no lo hizo por falta de ideas. 35 Su imagen aparece tras las rejas
y jugando con su acusación.36

31
Helguera, (2012). “Campaña”, La Jornada, 27 de junio.
32
El Fisgón, (2012). “Maestra en alquimia”, La Jornada, 26 de junio.
33
Calderón (2012). “Elba Esther”, Reforma, 30 de marzo.
34
Carreño (2013). “A imagen y semejanza”, El Universal, 28 de febrero.
35
Naranjo (2013). “Presentimiento”, El Universal, 27 de febrero.
36
Helioflores (2013). “Aquí yace…”, El Universal, 27 de febrero.
Sexismo, violencia y caricatura 183

En otra ilustración se la
retrata como la “imagen y
semejanza” de Carlos Romero
Deschamps,37 quien en esas
fechas era el líder sindical de
Petróleos Mexicanos, sugiriendo
con ello que por sí misma no
hubiese podido actuar y estar al
frente de “uno de los sindicatos
más importantes de
38
Latinoamérica;” es decir, de no
haber sido por la ayuda de sus
“colaboradores,” los resultados
serían distintos. También se la
ilustra cual medusa que es
capturada por Perseo o el
presidente de México en este
caso.39
Fuente: Helioflores, “Aquí yace…”, El
Universal, 27 de febrero de 2013.

Fuente: Calderón, “Perseo Nieto”, Reforma, 27 de febrero de 2013.

37
“Pescador”, Omar (2013). El Universal, 3 de marzo.
38
Carreras, Z. (2013). “Biografía de una ‘heroína’ derrocada: ¿quién es Elba Esther Gordillo?”, en
México: Revolución tres punto cero. Consulta en línea
http://revoluciontrespuntocero.com/biografia-de-una-heroina-derrocada-quien-es-elba-esther-
gordillo/.
39
Calderón (2013). “Perseo Nieto”, Reforma, 27 de febrero.
184 Desde las Humanidades

Un día después de su captura


los caricaturistas muestran
dos lados de la maestra, uno
tras las rejas –como se dijo- y
otro cometiendo los delitos
que la condujeron a lo
anterior. Como se sabe, Elba
Esther Gordillo se realizó
algunas cirugías plásticas, lo

cual sirvió para que los Fuente: Gregorio, “Pez Gordillo”, Excélsior, 27 de febrero de 2013.

caricaturistas se mofaran de
su situación e incapacidad para “maquillar” mejor la desviación de fondos, dando
a entender que hubiera sido mejor una cirugía plástica a las cuentas, no un simple
maquillaje.40
En otras imágenes la denigración de Gordillo se vuelve evidente cuando
la dibujan como una rata humana,41 es decir, la caracterizan como tal. Además, es
la mano de un hombre la que jala la cola, mientras el entonces Secretario de
Educación, Emilio Chauayfett, de menor tamaño se ríe, al tiempo que ella trata de
explicar que la cantidad que desvió no era de importancia.
Dos días después de su aprensión las caricaturas continuaban con un
tono burlesco, mostrando las redes clientelares de las cuales Elba Esther Gordillo
había sido partícipe,42 mismas que tenían por cabecillas a hombres, ella aparece
como la única mujer. Por otra parte, las acusaciones que se le hacen son llevadas
al extremo irónico, es decir, la inculpan de cometer crímenes a los criminales,
además de a un partido político43 ¿también se haría esto con un hombre
corrupto?

40
Caricaturas para pausar, “No pasó”, Caricaturas para pausar, 27 de febrero de 2013.
41
Gregorio (2013). “Pez Gordillo”, Excélsior, 27 de febrero.
42
Hernández (2013). “Siguiendo la pista”, La Jornada, 28 de febrero.
43
Helguera (2013). “Ajustes de cuentas”, la Jornada, 28 de febrero.
Sexismo, violencia y caricatura 185

En la imagen en la cual Carlos Salinas de Gortari y Enrique Peña Nieto


dialogan,44 a simple vista se nota la carga negativa hacia Elba Esther Gordillo
como persona, ya que, de todos los personajes de la política mexicana a la que
deciden “sacrificar” para legitimar las acciones gubernamentales del ahora
Presidente es a la maestra, ¿coincidencia? Tal vez, pero la reafirmación de los
políticos que toman las decisiones últimas como figuras masculinas perdura a lo
largo de este caso.
Con la salida forzada de Gordillo del sindicato éste queda bajo la
dirección de Juan Díaz de la Torre, quien también es caricaturizado, no obstante,
su figura no es tan distorsionada como lo hacen con la maestra y el texto que le
acompaña deja en claro que él tratará de actuar diferente para no caer en lo
mismo que su antecesora, pese a que el Sindicato es representado no sólo como
un laberinto, sino como una sustanciosa fuente de ingresos.45
La última imagen que parece relevante para este estudio de caso
presenta a dos jueces hombres46 que enfatizan los apellidos de las personas con
las cuales Elba Esther Gordillo se relacionó durante su carrera –un dirigente
sindical y ex presidentes de la República-, quienes fueron parte polémica de su
vida y ayudaron a lograr los cargos que tuvo y sostenerse en su puesto de poder
a la cabeza del Sindicato más grande de América Latina y como personaje
imprescindible en la vida política del país en todo momento. Tal es el caso de
Carlos Jonguitud, quien la promovió, y fue destituido de su puesto como líder
sindical por Carlos Salinas y reemplazado precisamente por la misma Gordillo, en
circunstancias similares a las de la maestra, liberarse de alguien incómodo,
contrario, corrupto, y legitimar el poder. Carlos Salinas fue quien le dio el cargo a
la cabeza del Sindicato, del cual vivió hasta su encarcelamiento. Felipe Calderón
es con quien se alía en el año 2011, acción que repercutió negativamente en su
colaboración priista, pues a partir de ese momento la ven como una “traidora” al
partido. El dibujo remarca que la Maestra, como era y es popularmente llamada,

44
Rocha (2013). “Jugar con el librito”, La Jornada, 1 de marzo.
45
De la Torre (2013). “PAN con lo mismo”, Excélsior, 5 de marzo.
46
Fisgón (2013). “Cargos serios”, La Jornada, 6 de marzo.
186 Desde las Humanidades

puede ser acusada, entre otras cosas, de


delincuencia organizada por dichas relaciones y
vinculaciones. La traición se remarca en varias
ilustraciones.47

CONSIDERACIONES FINALES
Es importante mencionar como dato curioso que a
esta mujer política se la nombraba, y aún se la
nombra, por el nombre de pila de manera usual (Elba
Esther), menos veces por el apellido (Gordillo) o el
nombre completo (Elba Esther Gordillo), ¿a qué
Fuente: Helguera, “Ajustes de
cuentas”, La Jornada, 28 de febrero de político hombre se le hace lo mismo?, ya sea éste
2013.
popular o sujeto de caricaturización.
Para concluir, después de analizar una vasta cantidad de caricaturas
políticas que giran en torno a la detención de Elba Esther Gordillo, en aquellos
días entre febrero y marzo del año 2013, se comprueba que el tratamiento por
parte de los caricaturistas tiende a remarcar su incapacidad para “disfrazar” los
delitos cometidos, así como la derrota de una mujer que no pudo sobrevivir en un
mundo político en que los hombres deciden, en particular, en el caso mexicano.
Eso sí, qué duda cabe que fue la mujer con mayor poder de la política mexicana
en los últimos años, como líder sindical y por encima de las mujeres políticas en el
legislativo, en el ejecutivo y en el poder judicial. Quizás a ello se deba su papel
protagónico en las caricaturas y la dureza de las mismas, más allá de la denuncia
moral48, la reflexión social y política,49 la crítica política y social,50 y el carácter de
creación de opinión,51 resalta el discurso ofensivo cómico en paralelo a la

47
Helguera (2013). “Ajustes de cuentas”, La Jornada. 28 de febrero.
48
Op. cit. Vergel Loo, L. P.
49
Op. cit. Observatorio de Medios UIA.
50
Op. cit. Sánchez Guevara, G.
51
Op. cit. Curcó, C.
Sexismo, violencia y caricatura 187

denuncia de abusos.52 Destaca también el menosprecio y desvalorización sexista


en varias cuestiones,53 desde el aspecto físico, el cuerpo y especialmente el
rostro, entrelazando aspectos personales con asuntos políticos, la
masculinización del poder femenino o el hecho de llegar al mismo a través de los
hombres.
Sin embargo, así como es posible cuestionar las aparentes intenciones
sexistas de los caricaturistas, se podría hacer lo mismo sobre la poca
participación femenina en la política mexicana en algunos espacios como en la
primera línea de cargos políticos en altas esferas del organigrama institucional o
en el poder local, pese a los avances en el tema en los últimos años en el país, en
la legislación al respecto y la aplicación de la mima.
Parece evidente que los cartones cambian de acuerdo al género y el nivel
de agresividad con que se ilustran para formar una opinión pública, no obstante,
no parecen ser simples burlas, sino una crítica hacia el papel que desempeñan
las mujeres en la política mexicana, o, por lo menos algunas mujeres.
De haber sido un hombre, quizá la burla hubiese sido diferente, no se
enfocaría en cuestiones de cirugía estética y falta de ideas, tal vez, serían igual de
rudos pero sin señalamientos hacia la masculinidad del político en cuestión.
En este sentido, la caricatura es un productor de opinión que en el caso
hemos expuesto crea, transmite y reafirma cierta creencia de que las mujeres y la
política no deben ir juntas -los hombres las nombran y destituyen, ellas se
masculinizan-, idea que es reforzada por los medios de comunicación, las
creencias y los juicios sociales al respecto.
Elba Esther Gordillo es ilustrada como una mujer sola, que es señalada
por haber cometido errores que no debían mostrarse, por actos corruptos e
ilegales, así como la transformación de una mujer poderosa omnipotente y
omnipresente, dominante, manipuladora y poco menos que invencible, a una
mujer tras las rejas, sola y derrotada, cual moraleja de cuento popular tradicional.
Obviamente este caso recuerda, salvando todas las distancias y solo pensando

52
Op. cit. Pedrazzini A., et al.
53
Op. cit. Sau, V., Op. cit. Garí Pérez, A.
188 Desde las Humanidades

en el tratamiento de una mujer política ante un altibajo en su carrera -por así


decirlo- y su tratamiento en las caricaturas, al caso de Rosario Robles Berlanga,
hace ya algunos años.
“En fin, reproducción de estereotipos mentales, recreación de perjuicios
valorativos, conducen inexorablemente como callejón sin salida a la
discriminación”.54 Esta ideología está internalizada en el pensamiento político de
nuestro país, generándose una sociedad machista en la cual la caricatura política
es un pequeño punto de la totalidad de representaciones en las que este
fenómeno se encuentra. A lo largo de esta investigación y su presentación en más
de una ocasión surge el interrogante ¿qué hubiera pasado si Elba Esther Gordillo
fuera un hombre, o qué cambiaría en el abordaje caricaturesco en dicho caso?
Ahora es importante preguntar a la par ¿qué pasaría si los caricaturistas fuesen
mujeres y no hombres?, ¿el entendimiento y la mirada de lo político cambiaría?
¿la visión sería equitativa o continuaría siendo sexista bajo los cánones en que
hoy se ilustra? Lo que queda claro es que una sociedad machista creará
caricaturas sexistas. Cuando seamos capaces de construir una sociedad basada
en la equidad de género, este tipo de caricaturas no tendrán razón de ser.
Para Van Dijk la caricatura es expresión verbal e icónica, siendo un
fenómeno práctico como parte del discurso, un fenómeno simbólico y emocional,
social y cultural, una acción social, interacción y diálogo en su contexto espacio
temporal, donde es posible observar las relaciones de poder y la ideología. 55
En este caso, una caricatura con claros rasgos sexistas, que como se dijo
anteriormente están en la sociedad, obviamente la caricatura expresa y
reproduce, entre la realidad y la fantasía del imaginario social y el conflicto
político, una ideología patriarcal.

54
Op. cit. Fernández Poncela, 2015.
55
Loc. cit.
DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES
La transversalización de la perspectiva de género 191

La transversalización de la perspectiva de género en la unidad de


aprendizaje “Autorrealización” de la
Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATX)

Edith Mendieta Mendieta


Olivia Araceli Aguilar Hernández
Universidad Autónoma de Tlaxcala

La inclusión de la perspectiva de género como eje transversal en las Instituciones


de Educación Superior (IES), tiene como propósito visualizar y reconocer la
existencia de relaciones de jerarquía, asimetría, inequidad y desigualdad entre los
géneros. A partir de 2009 con la creación de la Red Nacional de Instituciones de
Educación Superior: Caminos para la Igualdad, las IES afiliadas a la Asociación
Nacional de Universidades (ANUIES), asumen el compromiso de transversalizar
la perspectiva de género tomando como referente la Ley General para la Igualdad
entre Mujeres y Hombres, estableciendo en su declaratoria las directrices que
deben llevar a cabo las IES en materia de igualdad de género y
trasnversalización.
Este artículo pretende mostrar el recorrido que la Universidad Autónoma
de Tlaxcala ha seguido a partir de 2011 para introducir la perspectiva de género1 y
el proceso de transversalización con el estudiantado; desde la puesta en marcha
de la reforma curricular iniciada en el mismo año, donde se implementa el Modelo
Humanista Integrador basado en Competencias, la consecuente actualización de
los planes de estudio, mismo que permite la introducción de la temática de género
como proceso trasnversalizador.
Mediante un trabajo documental se recopilaron las evidencias existentes
para obtener la información en la que se apoya esta investigación, se recurre a

1
A partir de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, el conjunto de instituciones
que imparten educación superior en nuestro país está comprometida a promover, en sus reglas de
operación internas, la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como a impulsarla
en la sociedad. En consecuencia, debe interesarse en transversalizar la perspectiva de género de
manera orgánica.
192 Desde las Ciencias Sociales

diversas fuentes con el objeto de profundizar y relatar el proceso de


implementación de la transversalización en las unidades de aprendizaje.
Revisar la incorporación de la perspectiva de género consiste al menos en
considerar los diversos procesos de aprendizaje con la intención de promover una
cultura de igualdad y la capacidad crítica a través de los contenidos temáticos de
las unidades de aprendizaje, los diferentes medios didácticos y el uso de lenguaje
inclusivo y no sexista.

LA TRANSVERSALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA


INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Se pueden considerar varios aspectos importantes que han instado a la
Universidad Autónoma de Tlaxcala a atender dentro de sus ejes estratégicos la
necesidad de contemplar la perspectiva de género, como un elemento que le
permita sumarse a los acuerdos y requerimientos suscritos al incorporarse a la
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES) y el Consorcio Nacional de Universidad Mexicanas (CUMEX); además,
implementar un cuarto eje transversar y articulador denominado Autorrealización
que recupera el planteamiento de la Igualdad, que se esboza en el desarrollo del
nuevo modelo educativo denominado Modelo Humanista Integrador basado en
Competencias (MHIC).
La ANUIES como instancia aglutinadora de las Instituciones de Educación
Superior ha incorporado y atendido la temática de la transversalidad a partir de la
importancia de hacer válidos los acuerdos internacionales en materia de
prevención y erradicación de todas las formas de violencia por cuestiones de
género. Es a través de las Redes Regionales que se ha trabajado y planteado una
agenda de equidad mediante la implementación de una declaratoria que
suscriben las IES pertenencientes a la ANUIES a nivel nacional.
La Red Nacional de IES “Caminos para la Igualdad de Género (RENIES-
Igualdad), constituida en agosto de 2009, impulsa a través de la declaratoria que
las universidades desarrollen estrategias institucionales para dar cumplimiento y
La transversalización de la perspectiva de género 193

establecer el compromiso con rectores y autoridades para atender la


trasnversalidad en materia de género.
Es importante subrayar que introducir la perspectiva de género en las
universidades con un carácter trasnversal permite hacer visibles las
desigualdades que ocurren en su desarrollo y funcionamiento, reconoce las
situaciones de producción, distribución y circulación del conocimiento, permite
hacer visibles las jerarquías institucionales y desde el sistema patriarcal identificar
la distribución del conocimiento, cuestionar las prácticas y reproducción del
aprendizaje, el trabajo académico y el desarrollo de la ciencia.
La introducción de la perspectiva de género de carácter transversal impide
que la discriminación se enfoque únicamente desde la situación de desventaja
personal de las mujeres, permite hacer visibles las jerarquías culturales e
institucionales, desnaturaliza las prácticas de trabajo y aprendizaje jerarquizadas
para mujeres y hombres.

En este sentido, Duran2 entiende la transversalidad como:

Una herramienta estratégica de transformación política


(progresiva) de las estructuras sociales sobre las que se
construyen y mantienen los estereotipos de género.
Mediante un proceso complejo y dinámico de análisis,
intervención y gestión, impulsa a los actores involucrados en
la adopción de políticas públicas a que, incorporen
claramente la perspectiva de género, equidad e igualdad de
oportunidades entre mujeres y hombres en la agenda
política dominante, reflejándose en las decisiones de todas
las áreas políticas y en todos los sistemas (social,
económico, político), estructuras y cultura, tanto en la esfera
pública como en la privada.

2
Durán, María (2011). “La Transversalidad de Género en la Educación Superior: propuesta de un
modelo de implementación” en Revista Posgrado y Sociedad, Volumen 12, Número 1, pp. 23-43.
194 Desde las Ciencias Sociales

Se entiende que en la educación superior las IES son responsables de reconocer


la desigualdad entre mujeres y hombres y trabajar con herramientas de política
pública que permitan la igualdad sustantiva en toda la comunidad y se haga
extensiva a la sociedad en su conjunto.
Los temas, desde esta perspectiva, provocan cambios metodológicos sin
necesariamente alterar los trasfondos ideológico y axiológico del proceso
educativo. Por su parte, los ejes transversales surgen de necesidades y
demandas que la sociedad plantea a la educación y es alrededor de estos que
debe organizarse la vida educativa, a partir de la planificación ya que no sólo
“cruzan” las asignaturas y diversas áreas de trabajo, sino que señalan un camino
a seguir y una meta formativa de interés educativo.
De acuerdo con Buquet3, la incorporación de la perspectiva de género en
los currículos de la educación superior favorece el proceso de institucionalización,
ya que tiene un impacto directo en la juventud al proporcionarles nuevos
elementos teóricos y metodológicos para la comprensión de la realidad social.
Además, la discusión en clase de los temas con perspectiva de género —
que incluyen el análisis de las diferencias sexuales y diversidad de identidades, el
cuestionamiento de los estereotipos sexistas, el papel de las mujeres en la
historia, así como desaprender la violencia y la discriminación hacia las mujeres—
, aporta a la formación de la juventud universitaria elementos para la
deconstrucción de las diversas formas de discriminación y violencia imperantes en
nuestras sociedades y les transmite valores de equidad y respeto a las
diferencias.
La incorporación de las temáticas de género en los planes y programas
de estudio del nivel superior en nuestro país, se ha enfrentado a grandes
obstáculos de índole institucional. Son contadas las universidades y las carreras
que contienen de manera formal una o más materias con perspectiva de género.
Regularmente han sido profesoras con orientación feminista quienes entretejen

3
Buquet, Ana (2011), “Transversalización de la perspectiva de género en la educación superior:
Problemas conceptuales y prácticos” en Perfiles Educativos.
Consultado en línea http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-
26982011000500018&lng=es&tlng=es.
La transversalización de la perspectiva de género 195

las temáticas de género con el contenido de la materia que imparten, para


incorporar esta perspectiva en su práctica docente. Al no ser materias
formalmente incorporadas en la estructura curricular del plan de estudios, son
cambiadas o removidas en función de intereses del profesorado y los programas
educativos que se imparten.
La importancia de la trasnversalización en la educación superior radica en
la posibilidad de generar trasnformaciones significativas en las relaciones entre
mujeres y hombres a partir de una formación más humanista.

LA TRANVERSALIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE TLAXCALA


El proceso de transversalización de la perspectiva de género en la Universidad
Autónoma de Tlaxcala (UATx), comienza a partir de junio de 2010 con la creación
del Programa Universitario para la Autorrealización y la Equidad (PUAIG) que
surge como respuesta a la participación de la UATx en la Reunión Nacional de
Universidades Públicas: Caminos para la Equidad de Género en las Instituciones
de Educación Superior celebrada en el año 2009 en la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). El propósito del PUAIG declara: “…contribuir a la
construcción de igualdad de género en las acciones sustantivas de la Universidad
Autónoma de Tlaxcala mediante la trasnversalidad de la perspectiva de género”.
Un año después de establecido el Programa se creó la Comisión
Universitaria para la Igualdad de Género (CUIG) con el propósito de generar
acciones tendientes a impulsar la investigación y las actividades con perspectiva
género, en el marco de la autorrealización como cuarto eje sustantivo de la
Universidad. Integrada por académicas de las diferentes áreas de conocimiento
de la universidad, la comisión tuvo a su cargo la tarea de generar la estructura de
trabajo de la comisión, las estrategias y acciones alineadas con los objetivos
estratégicos del Plan de Desarrollo Institucional.
Desde entonces la Comisión ha desplegado una serie de acciones de
sensibilización, formación, gestión e investigación que representan una base
importante para dar continuidad al trabajo en materia de género en la institución,
entre las acciones que se destacan se encuentran: el Acuerdo por el cual se
196 Desde las Ciencias Sociales

formaliza la creación del PUAIG con la intención de dotarle de formalidad y


certeza jurídica, mismo que fue firmado por el rector en turno el Dr. Víctor Job
Paredes Cuahquentzi, quien además otorgó nombramientos a las integrantes de
la CUIG y se elaboraron Lineamientos de Operación del PUAIG.
Una vez otorgadas las facultades necesarias para su operación y
definidas la estructura y las tareas de la CUIG se formula un plan anual de trabajo
articulado con el programa de largo plazo y en correspondencia con los ejes
trasnversales definidos por cada administración rectoral.
Para el periodo comprendido entre 2011 y 2016 se tuvieron logros
significativos, entre los que se destacan la modificación en 2012 de la
nomenclatura de la expedición de títulos universitarios que otorga la UATx,
utilizando un lenguaje incluyente. En 2013 se abre el programa de Maestría en
Estudios de Género, también se instituyó en coordinación con la Secretaría de
Autorrealización y el PUAIG el reconocimiento “Paulina Maraver Cortés”, con la
intención de visibilizar la trayectoria de destacadas mujeres universitarias en su
contribución a la promoción de la igualdad de género entre mujeres y hombres en
el estado de Tlaxcala.
Con estas medidas se pretende realizar acciones que motiven cambios de
actitud, de cultura de trabajo y reconocimiento del esfuerzo que logren romper los
estereotipos de género y hacer visible las contribuciones que, desde la ciencia, y
el trabajo no académico cotidiano realizan las mujeres.
Una de las estratrgias más significativas impulsadas por el PUAIG
consistió en incorporar el tema de igualdad de género en la unidad de aprendizaje
de Autorrealización, en concordancia con los elementos planteados en la
implementación del MHIC.

EL MODELO HUMANISTA INTEGRADOR BASADO EN COMPETENCIAS


(MHIC) Y LA INCORPORACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA
UNIDAD DE APRENDIZAJE DE AUTORREALIZACIÓN
Uno de los compromisos que tienen las instituciones de educación superior con la
sociedad, es formar mujeres y hombres con las condiciones necesarias para
La transversalización de la perspectiva de género 197

demostrar y representar mediante actuaciones éticas, altos niveles de


competitividad frente a los desafíos que imponen las cambiantes condiciones de
la sociedad mexicana, en su entorno local y global.
En función de lo anterior, la Universidad Autónoma de Tlaxcala a partir del
segundo semestre del 2011, contempló la necesidad de reformular su modelo
educativo, con la intención de formar personas conscientes de la
multidimensionalidad de su realidad, capaces de asumir el proceso de su
autorrealización con responsabilidad; para ello, fue necesario hacer una reflexión
sobre el sujeto que se pretende formar, cuáles deben ser sus características para
desarrollarse como un profesional competente, un ciudadano comprometido con
la sociedad y con su entorno natural, y una persona en proceso de realizarse en
plenitud4.
Concebido así, el modelo educativo se convierte en una declaración
normativa que pretende consensuar la dirección de la actividad formativa, al
resultado de esta reflexión colectiva se le ha denomino Modelo Humanista
Integrador basado en Competencias (MHIC), cuyo propósito es propiciar en los
estudiantes una formación humanista e integradora, cuya base, es el enfoque
basado en competencias.
Para la implementación de esta reforma, fue necesario el enfoque de
planeación institucional para intervenir en los procesos de carácter académico,
administrativos y de gestión educativa, con el propósito de armonizar las
actividades y acciones necesarias para avanzar de manera homogénea y
contundente con cada uno de los componentes que integran dicho modelo.
La Comisión responsable del diseño e implementación del MHIC
consideró la pertinencia de que este Modelo debía ser monitoreado y evaluado,
para medir su impacto y así realizar el seguimiento de cada proceso y
acompañamiento de las actividades académico-administrativas para fortalecer el
cumplimiento de los objetivos. Un primer diagnóstico detecta que hace falta dar a
conocer los fundamentos del modelo a los jóvenes estudiantes y en general a la

4
Ortiz, Serafín (2014). La formación humanista en la educación superior. Modelo Humanista
Integrador basado en Competencias. México, Gedisa.
198 Desde las Ciencias Sociales

comunidad universitaria, ya que de su implementación se derivan una serie de


efectos técnico-administrativos, que impacten incluso los procesos de calidad,
certificación y acreditación.
Ya para el segundo semestre de 2015, la Comisión del MHIC propuso el
proyecto “Jóvenes universitarios: La objetivación de la transversalidad curricular”
con la finalidad de sensibilizar a las diversas áreas y responsables de los distintos
programas que tienen contacto con el estudiantado sobre la necesidad de formar
en las competencias genéricas y la transversalidad curricular, necesaria para
fortalecer la formación integral.
Conviene subrayar que el término transversal en el MHIC se entiende
como un tipo de formato curricular por el cual ciertos temas atraviesan todos los
contenidos curriculares llamados temas transversales, tomando como referente a
la persona desde una dimensión biopsicosocial; en estos temas se haya implicada
su sexualidad, su identidad sociocultural, los derechos humanos, la equidad de
género, el razonamiento, sus valores y juicios éticos y por tanto favorecen una
educación integral ya que abarcan conocimientos, habilidades, actitudes y
valores.
De este modo, como sostiene Botero5 la transversalidad curricular puede
empezar a comprenderse como uno de los elementos estratégicos más
importantes dentro de cualquier propuesta educativa universitaria, en la medida
en que enmarca el diseño estructural de los contenidos temáticos propios de los
espacios académicos que conforman la malla estructural de conocimientos a
enseñar, estos deben estar acorde con la premisa de certificar en sus
profesionales los altos niveles de calidad formativa.
De lo anterior resulta necesario que los contenidos temáticos se elaboren
con parámetros pertinentes e innovadores frente a cada una de las necesidades
reales del entorno, en el sentido que los procesos de enseñanza y aprendizaje
deben certificar no solo al estudiantado, sino también al cuerpo docente, en la

5
Botero, C. (2006), “Los Ejes Transversales como Instrumento Pedagógico para la Formación en
Valores”, en Revista Politécnica, Medellín, (3), pp. 49-59.
La transversalización de la perspectiva de género 199

medida en que lo que se busca es el desarrollo integral del mayor número de


capacidades y competencias en el entorno social y laboral donde se desempeñen.
La intención de identificar, establecer e implementar los ejes transversales
más adecuados para un currículo, se focaliza en llegar a crear un entorno
educativo que represente tanto para docentes y estudiantado mejores niveles de
formación, eso no significa que dichas temáticas se limiten exclusivamente a
aspectos disciplinares de cada profesión, sino que también incluyen enfoques que
vinculan aspectos importantes asociados con el entorno social, económico,
cultural y ambiental.
En el caso de la UATx, el enfoque temático de su transversalidad
curricular es la que da sentido y significado a la acción formativa. Los contenidos
transversales cobran sentido, a partir de la respuesta ética que, trasciende el
espacio curricular, para apoyarse en la reflexión y vivencia de lo cotidiano. Los
contenidos transversales que propone son nueve:

1) Los jóvenes, exclusión, educación y trabajo


2) Género, educación y universidad
3) Diversidad cultural
4) Accesibilidad e inclusión de personas con discapacidad
5) Apreciación estética
6) Los jóvenes ante la pobreza y la desigualdad social
7) Ciudadanía y derechos humanos
8) Los jóvenes y su relación con la naturaleza
9) Salud y sexualidad humana

Estos temas transversales pretenden proporcionar una herramienta para


aproximar el currículo a la vida, en la medida en que son planteados en función de
las preocupaciones sociales más actuales y urgentes, pueden ofrecer, sin
modificaciones significativas, un medio de adaptación y ajuste de los contenidos
de las distintas asignaturas. Los contenidos que pueden ser identificados para su
tratamiento transversal, dependerán de cada contexto sociocultural y de las
necesidades propias de cada comunidad educativa, aunque existen ciertos
tópicos recurrentes en torno a los cuáles parecen girar la conflictividad social y las
200 Desde las Ciencias Sociales

preocupaciones individuales y comunitarias, como es el caso, de la incorporación


de los estudios de género en los currículos.
El impacto de las medidas que a partir de 2010 se toman de manera
institucional para introducir en la agenda universitaría la tématica de género ha
permitido posicionar el tema y abrir espacios para la trasnversalización, la Unidad
de Aprendizaje Autorrealización -que es una materia de tronco común para todas
las licenciaturas de la universidad-, incluye una competencia genérica en el nuevo
Plan de Estudios y un capítulo temático sobre igualdad de género, mismo que se
va actualizando cada año en la reunión de academia general de dicha unidad de
aprendizaje.
Una de las estrategias a seguir para la impartición de la Unidad de
Aprendizaje consiste en formar docentes universitarios para la unidad de
aprendizaje de Autorrealización hacia una cultura de equidad de género,
desarrollando en cada participante las habilidades y competencias necesarias
para impartir contenidos sobre género, considerando los siguientes contenidos
temáticos:

1. Contexto de la perspectiva de género en la UATx


2. Bases conceptuales de la equidad de género
3. Género y educación
4. Lenguaje incluyente
5. Estudios de las masculinidades.

A partir del ciclo otoño 2012 se imparte la unidad de aprendizaje de


“Autorrealización” en todos los programas de licenciatura, cuyo contenido prevé
un capítulo sobre la igualdad de género, el cual forma parte del tronco común, por
lo que la cursan todo el estudiantado de nivel licenciatura.
Resulta importante señalar que en la declaratoria de la RENIES las
universidades definen las directrices que en materia de género deberán ser
impulsadas, de acuerdo a las condiciones específicas de cada IES; es importante
señalar que en el último informe presentado por la RENIES en octubre de 2017
La transversalización de la perspectiva de género 201

sólo tres universidades incluyendo la UATx integran en su currículo contenidos


relacionados con la igualdad de género.

CONSIDERACIONES FINALES
El proceso de transformación que propone la Autorrealización a través del MHIC
pretende permitir a la comunidad universitaria asumir una nueva dinámica en la
forma de concebir su responsabilidad con la educación, trascender, sobre la
concepción que se tiene de la educación superior, atender compromisos con la
sociedad, sentar las bases para el desarrollo de una nueva dinámica que propicie
los cambios estructurales en la educación.
Los elementos que sustentan la autorrealización se conciben como la
configuración del proceso de transformación y generador de nuevo conocimiento,
alentar y fortalecer los valores del sujeto para la igualdad, así como la atención de
las necesidades, el acceso a la educación y las oportunidades laborales.
Los pilares que sostienen la igualdad de género cumplen una función muy
importante para lograr la transversalización, por ello es menester recalcar que las
directrices que han orientado el trabajo tanto del PUAIG como de la Comisión se
refieren a:

1. Legislación
2. Igualdad de oportunidades
3. Conciliación de la vida profesional y la vida familiar
4. Estadísticas de género y diagnósticos con perspectiva de
género
5. Lenguaje incluyente
6. Sensibilización a la comunidad universitaria
7. Estudios de género en la educación superior
8. Combate a la violencia de género en el ámbito laboral y escolar

Aún cuando cada institución decide las estrategias a desarrollar para cumplir con
estas directrices, no existe un orden específico a seguir, la UATx continúa
202 Desde las Ciencias Sociales

trabajando en el logro de estos objetivos para transversalizar el género, Reyna 6


señala que al estar garantizada la igualdad en la Constitución surge la necesidad
de alinear una política de reforma legislativa incluyente y transversal.
Para tal efecto se ha iniciado con los trabajos de diagnóstico del personal
académico, la población estudiantil y el personal administrativo y de imagen que
permitan construir una base de datos actualizada que muestre las brechas de
género que se encuentran en nuestra universidad.
La existencia de la Maestría en Estudios de Género desde su apertura en
2013 en la Facultad de Trabajo Social, Sociología y Psicología se ha consolidado
como un espacio de confluencia de inquietudes académicas, proyectos y
propuestas para unir esfuerzos e impulsar el trabajo académico a través de la
investigación, el diseño de proyectos de intervención, la capacitación docente, la
prevención de la violencia en el noviazgo así como la realización de foros de
alcance nacional e internacional que promueven la reflexión y discusión de las
temáticas de género.
Uno de los primeros factores que se deben tomar en consideración
cuando se habla de género en la IES es el relacionado con la creación de una
comisión de equidad al interior de los consejos u órganos de gobierno, así como
la formación de una instancia, estructura o mecanismo para la implementación de
la equidad de género, aspectos en los que la UATx ha tenido un logro importante.
Uno de los rubros pendientes es la importancia de garantizar la
asignación de recursos anuales específicos, que sean irreductibles, para
implementar políticas institucionales a favor de la equidad de género en nuestra
institución, así como la integración del precepto de equidad de género dentro de
la legislación y su actualización a fin de promover la igualdad de oportunidades
entre mujeres y hombres.
Sin duda uno de los aspectos más importantes es el relativo a la
asignación de recursos específicos para la trasnversalización, en este punto la
voluntad política de las autoridades universitarias y de gestión se traduce en un
6
Reyna, Miguel, et. al., (2016). “La perspectiva de género como factor sustentable en la gestión
estratégica educativa”, en Género, universidad y sociedad. México: Universidad Autónoma de
Tamaulipas, Porrúa, p 303.
La transversalización de la perspectiva de género 203

elemento de impacto. La Secretaría de Educación Pública (SEP) con el Programa


Fortalecimiento de la Calidad Educativa (PFCE) a través de la planeación
estratégica participativa destina recursos específicos para promover e impulsar la
transversalización de la perspectiva de género en las universidades públicas.
Los esfuerzos realizados por la UATx en materia de institucionalización de
la perspectiva de género han tenido resultados significativos, sin embargo, es
necesario dar continuidad a las políticas institucionales y mantener el tema de
igualdad de género en las curriculas de sus programas de licenciatura que
garanticen la sensibilización y formación profesional con perspectiva de género.
Las mujeres en los puestos laborales 205

Las mujeres en los puestos laborales altos y el acoso sexual.


Género y violencia en el trabajo

Lilia Campos Rodríguez


Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
María J. Rodríguez-Shadow
Dirección de Etnología y Antropología Social-INAH

En la actualidad, algunas mujeres se encuentran insertas en el trabajo


remunerado. Este hecho ha adoptado un sinfín de características y matices que
se hacen visibles cuando de concreciones se trata. Valga precisar que, tales
particulares siempre son permeadas por variables como: la división sexual del
trabajo, la segregación ocupacional, la discriminación salarial, el laberinto de
cristal y por la doble jornada de trabajo, entre otras. Elementos que tienen como
causa última a la ideología patriarcal.
En este orden de ideas, nos interesa enfocarnos en un sector de la
población femenina del mercado laboral que aun cuando, en el escenario
internacional, es minoritario, no por ello es irrelevante, nos referimos a las
ejecutivas. Y damos cuenta de que, no obstante, su prominente perfil laboral
también son víctimas de acoso sexual por parte de determinados hombres que se
hallan en su entorno de trabajo.

LAS MUJERES EN LAS JERARQUÍAS ELEVADAS DE LAS EMPRESAS


Ellas se encuentran ocupando puestos de ejecutivas en las organizaciones. 1
Huelga precisar que, por tal posición se entiende a un sujeto –mujer u hombre—
que no posee acciones en la empresa en la que se ubica y que se halla en los
altos niveles del organigrama. Asimismo, tiene personal bajo su mando y toma

1
Colectividades con cierta permanencia que se han conformado con la finalidad de lograr objetivos
relativamente específicos, que poseen un orden normativo. Además, cuentan con rangos de
autoridad, un sistema de comunicaciones y un esquema de incentivos que permite que los
diferentes tipos de participantes trabajen juntos para el logro de objetivos comunes. Scott, W. R.
(2008). Institutions and Organizations. Ideas and Interests. Estados Unidos: Sage Publications.
206 Desde las Ciencias Sociales

decisiones tanto estratégicas como funcionales para la organización en la que se


encuentra.2
A estos puestos de trabajo se les nombra de maneras distintas. Verbi
gratia: direcciones, subdirecciones y gerencias, por mencionas algunas. Y todos
ellos tienen un repertorio amplio y difícil de requisitos a cubrir si se quiere acceder
a ellos.
Valga mencionar que, el perfil de estos puestos laborales se circunscribe
a lo siguiente: en lo que a escolaridad se refiere, se pide que la persona tenga al
menos el grado de maestría en el área del conocimiento en la que se va a
desempeñar; y que domine como mínimo dos idiomas (español e inglés), aunque
ya es frecuente que se solicite el manejo de un tercer idioma (alemán, chino o
francés, por mencionar algunos). En lo que toca a la experiencia laboral, es
necesario que se cuente con tres o más años en puestos semejantes.
Con respecto a las características de inteligencia, se requiere un
rendimiento superior al promedio, con altas capacidades de razonamiento y de
juicio crítico-objetivo, de análisis y síntesis, de pensamientos abstracto y concreto;
y habilidades muy desarrolladas para la percepción y la relación de los
componentes de un problema o una situación, en el marco de un contexto
específico.
En lo que concierne a los rasgos de personalidad es preciso que se tenga
una elevada habilidad en relaciones interpersonales, con reacciones prontas y
oportunas, con impacto personal y la conciencia de ello para saber emplearlo
adecuadamente; demostrar que se posee estabilidad y control emocional,
madurez, y habilidad en el manejo de circunstancias antagónicas y difíciles.
Asimismo, se requiere contar con facilidad y claridad para todo tipo de
comunicación, alto nivel cultural y un vocabulario amplio. En el rubro de
habilidades gerenciales, son imprescindibles: la iniciativa, la creatividad, la
responsabilidad, la toma de decisiones, la tenacidad, el liderazgo, la capacidad

2
Martínez Vázquez, Griselda (2001). “Ejecutivas: una nueva presencia en los espacios del poder”,
en Barrera Bassols, Dalia (comp.), Empresarias y ejecutivas. Mujeres con poder. México: El
Colegio de México, pp. 179-209.
Las mujeres en los puestos laborales 207

de negociación, la agresividad3, la estabilidad, la ambición, el control de sí mismo


y de las situaciones, la adaptabilidad, la motivación y el empuje, la dominancia, la
eficacia en las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo, entre otras.4
Desde luego, en las distintas empresas, suele haber variaciones en las
requisiciones de personal en lo referente a los puestos ejecutivos; sin embargo,
en todos ellos se tiene la responsabilidad de lograr los objetivos organizacionales,
se posee autoridad, se dirige a la gente, se requiere idear y poner en práctica
estrategias y técnicas, y se precisa articular una gran variedad de actividades.
Para esto, es menester que se posean conocimientos sobre las maneras
adecuadas de llevar a efecto la planeación, la organización, la dirección y el
control con la finalidad de que el proceso administrativo cumpla con su cometido.
También, es necesario estar al tanto de todo lo concerniente a lo técnico del área
funcional en la que se halle inserto, en consideración con el tipo de empresa que
se trate, ya sea que manufacture productos o que brinde servicios.
Asimismo, la exigencia de la experiencia laboral con la duración que
hemos mencionado, debe también avalar que en ese lapso se demostró contar
con todo lo expuesto en el perfil de puesto.5
En este sentido, huelga decir que, las mujeres que se encuentran en los
puestos altos de las empresas, no sólo han cumplido con todo lo requerido sino
también han evidenciado, durante varios años, que poseen los conocimientos, las
habilidades, las características de inteligencia, los rasgos de personalidad y el
dominio de varios idiomas que resultan imprescindibles para cubrir esas
posiciones laborales. En consecuencia, son mujeres que, en la compañía para la
que trabajan, tienen autoridad y ejercen el poder, y sus aportaciones y las
decisiones que toman son fundamentales para el sano desarrollo de la empresa.

3
Es decir, “todas las tendencias activas dirigidas hacia el exterior, que afirman el yo y [que] son
[…] constructivas”. Merani, Alberto L. (1997). Diccionario de psicología. México: Tratados y
Manuales Grijalbo, p. 9.
4
Campos Rodríguez, Lilia (2012). Las ejecutivas y la motivación. Género y administración de
recursos humanos. México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
5
Tecnicismo de la administración que “debe contemplar las singularidades que debe reunir quien
cubra esa posición”. Ríos Szalay, Adalberto et al., (1980). "Análisis de puestos", en Arias Galicia,
Fernando (coord.), Administración de recursos humanos. México: Trillas, pp. 174-193, p. 185.
208 Desde las Ciencias Sociales

Y es en este escenario, en el que nos interesa visualizar a estas féminas


que, además, tienen ingresos económicos elevados y gozan de buenas
prestaciones, como víctimas del acoso sexual. Situación que, en principio, no sólo
podría parecer paradójica sino que también resulta habitual.

ACOSO SEXUAL
Cabe precisar que, este tipo de acoso con frecuencia suele ser confundido con el
hostigamiento sexual e inclusive con el acoso laboral,6 lo que resulta un error ya
que estas tres categorías poseen connotaciones distintas.
Al hostigamiento sexual se le define como: “el ejercicio de poder que se
realiza en el marco de una relación de subordinación laboral y/o escolar. Se
expresa en conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad y
connotación lasciva”.7 En tanto que, al acoso sexual se le conceptúa como: “una
forma de violencia, en la que si bien no hay subordinación, hay ejercicio abusivo
de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la víctima,
independientemente de que se realice en uno o varios eventos”.8
De igual manera se apunta que, el hostigamiento sexual estriba en el
comportamiento físico o verbal reiterado de naturaleza sexual no deseado y/o
rechazado, ejecutado por un individuo o varios que se aprovechan de un lugar de
autoridad o jerarquía en cualquier situación de ventaja, para proceder en contra
de aquellas personas que rechazan estos actos por considerar que van en contra
de su dignidad y de sus derechos fundamentales.9
En lo que concierne al acoso sexual, en principio, resulta imprescindible
apuntar que es un acto de violencia que se ejerce contra las mujeres. 10 Y que hay

6
Al respecto consúltese a Campos Rodríguez, Lilia, et al., (2013). “El acoso laboral y la ideología
patriarcal: el caso de las ejecutivas”, en Peña Saint Martin, Florencia (coord.), Develar el mobbing.
Asegurar la dignidad en las organizaciones II. México: Ediciones y gráficos Eón, pp. 59-75.
7
Según la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Consulta en línea: http://201.116.60.81/pci/Contenido.aspx?n1=3&n2=15&n3=12
8
Ibidem.
9
Viviano Llave, Teresa (sistematizadora) (2007). Detrás del mandil: Trabajadoras el hogar,
víctimas de maltrato y hostigamiento sexual. Perú: Ministerio de la mujer y desarrollo social, p. 19.
10
Salvo pocas excepciones se presenta hacia los hombres.
Las mujeres en los puestos laborales 209

elementos comunes entre éste y otros tipos de violencia sexista, y también


diferencias entre las que se encuentra el que el acoso sexual se presenta en el
ámbito laboral,11 y el que la mayoría de los estudios no lo conciben como algo
eventual.
El acoso sexual en el trabajo es un problema que ha sido investigado con
mayor profundidad en la literatura anglosajona, y aunque estos estudios son
relativamente recientes, es menester considerar que este concepto nuevo da
cuenta de una problemática vieja.12
Lo anterior es ratificado por los estudios históricos que ya, desde los
inicios del siglo XX, ahondaban en casos en los que las mujeres padecían lo que
hoy se denomina acoso sexual, y que calificaban a los comportamientos
respectivos como ofensivos, inapropiados e incómodos.13
Valga decir que, si bien el acoso sexual (sexual harassment) es una
categoría jurídica, fueron las feministas norteamericanas de la Universidad de
Cornell, en 1974, las primeras que lo nombraron, al estar impartiendo un curso,
con la finalidad de analizar sus experiencias con los hombres en el ámbito del
trabajo, al hacer mención de la conducta masculina que, aun cuando desde una
óptica superficial tenía aspecto sexual, en realidad, se trataba de un ejercicio de
poder.14 Y lo conceptualizaron bajo los términos: “conducta intrusiva o indeseada
de los hombres sobre las mujeres en el escenario laboral”.15

11
Pernas Riaño, Begoña (2001). “Las raíces del acoso sexual: las relaciones de poder y la
sumisión en el trabajo”, en Osborne, Raquel (coord.), La violencia contra las mujeres. realidad
social y políticas públicas. España: Universidad Nacional de Educación a Distancia, pp. 53-75.
12
Rubenstein, Michael (1988). The Dignity of Women at Work: A Report on the Problem of Sexual
Harassment in the Menber States of the European Communities. Luxembourg: Commission of the
European Communities, Office for Official Publications of the European Communities.
13
Bacchi, C., et al., (1994). “Dealing with Sexual Harassment: Persuade, discipline, or punish?”, en
Australian Journal of Law and Society, núm. 10, pp. 1-14.
14
Dourambeis, Nicola (1997). Sexual harassment: the disparity between abstract definitions and
university student’s experiences. Canadá: MacGill University.
Y: Pernas, Begoña, et al., (2000). El acoso sexual en el trabajo en España. España: Secretaría
Confederal de la Mujer de CC.OO.
También: Wise, Sue, et al., (1992). El acoso sexual en la vida cotidiana. España: Paidós.
15
Dourambeis, Nicola (1997). Sexual harassment: the disparity between abstract definitions and
university student’s experiences. Canadá: MacGill University, p. 56.
210 Desde las Ciencias Sociales

Las ideas que denotan y connotan el acoso sexual han tenido una
variedad de matices que provienen de distintas autoras y autores, y de diferentes
momentos histórico.16
En este orden de ideas, la Ley Orgánica 3/2007, para la igualdad efectiva
de mujeres y hombres, en España, en su artículo 7, apunta que, “constituye acoso
sexual cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que tenga
el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, en
particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo […] [y
es] en todo caso discriminatorio”.17
El acoso sexual adopta una diversidad de manifestaciones entre las que
se encuentran, verbi gratia, palabras, miradas sugerentes, gestos, ademanes,
toqueteos, hacer chistes sexuales o presionar a alguien, con el objetivo de
conseguir favores sexuales.
Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo, refiere que el acoso
sexual “consiste en insinuaciones sexuales indeseables o en un comportamiento
verbal o físico de índole sexual que pretende interferir, sin razón alguna, en el
requerimiento laboral de una persona o crear un ambiente de trabajo intimidante,
hostil u ofensivo”.18
La Organización Internacional del Trabajo señala que se requieren tres
factores para que se presente el acoso sexual: una conducta de índole sexual que
no sea deseada, que la víctima la perciba como un condicionamiento hostil para
sus labores y que derive en que su trabajo se convierta en algo humillante.
Además, hay niveles de comportamientos en el acoso sexual, entre los que se
encuentran, la interacción verbal o no verbal, el contenido del mensaje coercitivo y
la presencia o no de contacto físico. Conjuntamente, este tipo de acoso, con base

16
Al respecto, vid., Pérez Guardo, Rocío (2012). “Las limitaciones en la cuantificación del acoso
sexual laboral en España”, en Athenea Digital, vol.12, núm. 2, pp. 199-219.
17
“Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres”.
Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. España.
Consulta en línea: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-6115.
18
Cruz Jaimes, Guadalupe (2007). “Acoso y hostigamiento sexual, diferencias”, en Cimacnoticias.
Consulta en línea:http://www.cimacnoticias.com.mx/node/51127.
Las mujeres en los puestos laborales 211

en lo agravante de su operación, posee una taxonomía en cinco estamentos: el


verbal leve, el moderado no verbal sin contacto físico, el fuerte verbal, el fuerte
con contacto físico y el muy fuerte con presiones físicas y psicológicas para tener
contactos íntimos.19
El acoso sexual puede ser vertical –cuando se ejerce de un superior
jerárquico hacia una subalterna en tanto manifestación de poder, a través de
amenazas si la víctima no consiente favores sexuales o por medio de promesas
de beneficios laborales— u horizontal --cuando el acosador es un compañero de
trabajo de igual o menor jerarquía,20 o cuando una mujer es acosada por un
cliente de la empresa donde labora--. Y es, precisamente, desde esta mirada en
la que emerge otra diferencia entre el acoso sexual y el hostigamiento sexual; ya
que, el primero, en sentido distinto al segundo, puede presentarse dentro de una
igualdad jerárquica o inclusive el acosador puede hallarse en un escalafón menor
al de la víctima.21
Por otra parte, el acoso sexual plantea, en principio, una dificultad al
definirlo como problema. En lo particular, en lo que toca a la complejidad en
establecer la línea que divide a éste de los comportamientos de cortejo o flirteo. Al
respecto y como punto de partida, emerge la consideración de que tales
conductas no sean bien recibidas por la persona hacia la cual van dirigidas. 22
Lo anterior conduce al brete de la subjetividad y de que las mujeres, en
términos de su mentalidad, sean víctimas de la ideología patriarcal y, en
consecuencia, se les dificulte identificar las expresiones este acaecimiento como
injuriosas.
Así, el concepto de acoso sexual se focaliza a los comportamientos
asociados a la sexualidad que las agraviadas estimen desagradables y que,

19
Idem.
20
Staff Wilson, Mariblanca, et al., (2001). Acoso sexual: un problema laboral. Panamá: Instituto de
la Mujer y Universidad de Panamá.
21
Cruz Jaimes, Guadalupe (2007). “Acoso y hostigamiento sexual, diferencias”, en Cimacnoticias.
Consulta en línea: http://www.cimacnoticias.com.mx/node/51127.
22
Cuenca Piqueras, Cristina (2017). El acoso sexual. Un aspecto olvidado de la violencia de
género. España: Centro de investigaciones sociológicas.
212 Desde las Ciencias Sociales

también, aun cuando no sean graves, se presenten en forma habitual. Lo


concerniente a lo esporádico es, asimismo, reprobable y muestra los
micromachismos23 y los microabusos en la esfera del trabajo; no obstante, no
tendría la entidad de acoso sexual, pero sí son parte del sexismo laboral.
Resulta menester considerar las conductas que manifiestan tal sexismo,
debido a que los tipos graves de acoso sexual, al igual que otras exteriorizaciones
de violencia, se van presentando en forma progresiva; es decir, empiezan por
comportamientos de menor gravedad hasta que las intenciones del asediador son
evidentes.
Cabe señalar que, las conductas sutiles, cuando son frecuentes,
igualmente influyen negativamente en las relaciones de trabajo de las víctimas; en
este sentido, estos comportamientos leves que adoptan formas verbales o
gestuales --como miradas lascivas o preguntas sobre la vida y disponibilidad
sexual en el ámbito laboral-- tendrían que ser entendidos como integrantes del
acoso, a pesar de que no son considerados en algunas legislaciones.
En lo que toca a las consecuencias del acoso sexual, nos encontramos
ante una diversidad; no obstante, entre las más importantes se hallan: el despido,
la renuncia voluntaria, el silencio o el sometimiento con la finalidad de no perder el
ingreso económico, nerviosismo, depresión, ansiedad, sentirse culpable por la
carga cultural de haberlo “provocado” y trastornos psicosomáticos que repercuten
en un menoscabo de la integridad física y psicológica.24

23
Vocablo acuñado por Bonino y empleado en los documentos de la psicología que versan sobre
la violencia en la pareja y la expareja. Denota las conductas de violencia y dominación que surgen
en el nivel micro, que parecen ser invisibles y que casi todos los hombres llevan a cabo
cotidianamente en el marco de las relaciones de pareja. Bonino precisa que tales microabusos y
microviolencias tienen como objetivo que el varón mantenga su posición de ventaja en las
interacciones del poder. Bonino, Luis (1995). “Desvelando los micromachismos en la vida
conyugal”, en Corsi, Jorge et al., (eds.), Violencia masculina en la pareja. Una aproximación al
diagnóstico y a los modelos de intervención. Argentina: Paidós, pp. 191-208.
Y: Bonino Luis (1998). “Desconstruyendo la «normalidad» masculina. Apuntes para una
psicopatología de género masculino”, en Actualidad Psicológica, núm.253, pp. 25-27.
Huelga precisar que, el apelativo micromachismo no se refiere a que estos tipos de ejercicio del
machismo tengan un carácter exiguo, sino que se presentan en aquellas entidades sociales
pequeñas que conforman a las sociedades.
24
Cruz Jaimes, Guadalupe (2007). “Acoso y hostigamiento sexual, diferencias”, en Cimacnoticias.
Consulta en línea: http://www.cimacnoticias.com.mx/node/51127.
Las mujeres en los puestos laborales 213

Por otro lado y como hemos mencionado, el acoso sexual es abordado


desde distintos enfoques teóricos. Entre los que se encuentran: el modelo natural
o biológico, que lo ve como una expresión de la atracción sexual; el modelo
sociocultural, que sustenta que es un reflejo del desigual reparto de poder práctico
y simbólico entre las mujeres y los varones; el modelo del desbordamiento del rol
sexual, que lo concibe como la continuación de las expectativas de
comportamiento basadas en el género, en el centro de trabajo; el modelo
organizativo, que dirige su mirada a las posibilidades que ofrece la estructura
jerárquica para el ejercicio del poder o para abusar de él; y el modelo
multidimensional, que se aboca a los efectos conjuntos del sexo y de la identidad
étnica en el acoso sexual.25 Sin embargo, generalmente, suele ser estudiado
desde la óptica del modelo sociocultural; aunque, en los años más recientes,
también es considerado desde el ángulo organizativo. Y en ambas perspectivas el
poder es un eje fundamental.
En este tenor, la Organización Internacional del Trabajo expone que el
acoso sexual es un problema de las relaciones de poder,26 y no una cuestión
propiamente sexual; que además incluye el uso del poder para demandar
requerimientos sexuales indeseados hacia la víctima, en el marco de una
relación.27 A lo que se añade que no se trata de un poder de jerarquía, sino de un
poder de género.28 Así, es una manifestación del patriarcado en el ámbito laboral.
29

25
Cuenca Piqueras, Cristina (2017). El acoso sexual. Un aspecto olvidado de la violencia de
género. España: Centro de investigaciones sociológicas.
26
Ibáñez González, Mónica, et al., (2007). Acoso sexual en el ámbito laboral. España: Universidad
de Deusto.
27
Kornblit, Ana, et al., (2002). “El acoso sexual en el escenario laboral”, en Morales, Francisco, et
al., (comps.), Psicología social. España: Prentice Hall, pp. 167-171.
28
Alemany, Carme, et al., (2001). El acoso sexual en los lugares de trabajo. España: Instituto de la
Mujer.
Y: Pernas, Begoña, et al., (2000). La dignidad quebrada. Las raíces del acoso sexual en el trabajo.
España: Los libros de la catarata.
También: Pérez Guardo, Rocío (2012). “Las limitaciones en la cuantificación del acoso sexual
laboral en España”, en Athenea Digital, vol.12, núm. 2, pp. 199.219.
29
Torns, Teresa, et al., (1996). L’asstjament sexual en el món del treball a Catalunya. España:
Universitat Autónoma de Barcelona.
214 Desde las Ciencias Sociales

EXPERIENCIAS DE LAS MUJERES EN LOS PUESTOS LABORALES ALTOS


COMO VÍCTIMAS DEL ACOSO SEXUAL
Estos hallazgos se recabaron por medio de entrevistas a ejecutivas que colaboran
en una investigación que se aboca a distintas variables; mismas que se
emplearon como base para la elaboración de una guía de entrevista a
profundidad, y una de éstas es el acoso sexual en el trabajo. Por razones de
espacio, para este estudio de carácter exploratorio, se seleccionaron a cinco
ejecutivas cuyas comunicaciones son las más representativas en lo que a esto
concierne. Huelga mencionar que, a la luz de los estudios de género,
procederemos al análisis y la interpretación de la información obtenida.
Estas ejecutivas laboran en empresas manufactureras que se encuentran
en la ciudad de Puebla. Ocupan puestos de subdirección de las áreas
funcionales: producción (tres) y finanzas (dos). Las cinco poseen estudios de
posgrado que son requeridos en esos puestos y dominan dos o tres idiomas.
Cabe señalar que, todas han sufrido el acoso sexual en el ámbito laboral.
En este sentido, cuando se les preguntó si habían sido acosadas
sexualmente en sus centros de trabajo, manifestaron lo siguiente: “Claro que sí.
En mi puesto tengo que tratar con personas que no trabajan en la compañía por
las exportaciones y, no sabes, en varias ocasiones me han condicionado la
compra de las mercancías pidiéndome que fuera “amable” con ellos en citas de
trabajo, y el ser amable quiere decir que me voy a prestar a dar y recibir caricias,
besos y a siempre tener una disposición como si fuera una prostituta. Lo peor es
que, con frecuencia, mi jefe no lo entiende y hasta me ha dicho que nada me
cuesta ser “amable” (Paula).
“Hace poco me ocurrió que un empleado que se encontraba en niveles
más abajo que yo, pero que dependía de mí, empezó a venir a mi oficina para
comentarme sobre su trabajo y, de repente, un día me comentó que él todos los
fines de semana iba a bailar y me invitó a ir con él, antes me había preguntado si
no me daba miedo vivir sola, por cierto yo nunca supe de dónde él sacó esta
información, yo le dije que no era el caso, porque no quise entrar en detalles
sobre mi vida personal. Yo no acepté su invitación, inventándole que no me
Las mujeres en los puestos laborales 215

gustaba bailar, pero él insistió reiteradamente durante semanas, lo que me


incomodaba mucho, porque además de estar bajo mi autoridad, era un hombre
con niveles de educación y de escolaridad bajos, feo, con una mala presentación
y con un poder adquisitivo muy inferior al mío. Lo peor fue que ante mis negativas,
no seguía mis indicaciones, se volvió grosero, irascible y siempre ponía pretextos
para no cumplir con su trabajo, y se dedicó a crearme problemas. Total, el tipo se
convirtió en una verdadera pesadilla para mí. Cuando yo le hacía ver las fallas en
su desempeño laboral, me contestaba que yo tenía la culpa porque no era buena
con él. Esto me estresó mucho porque como él ya prácticamente no hacía su
trabajo, sus compañeros se quejaban de ello, lo que provocó un desorden. Tuve
que empezar a hacer escritos cada vez que no cumplía con lo que le indicaba,
porque recursos humanos me dijo que no podría proceder si yo no le daba
elementos, y fue muy desgastante porque tenía que dedicar tiempo a esto, pero
conseguí que lo cambiaran a otro departamento, aunque no por el acoso sino por
fallas en su desempeño laboral” (Sonia).
“De mi propio jefe, el director del área, al principio, le dio por piropearme y
por retener mi mano cuando lo saludaba, luego por acercarse mucho a mí cuando
hablábamos y por platicar de temas que no eran trabajo y así, fue de menos a
más, hasta llegar a pedirme que me acostara con él, como yo me negué, me dijo
que lo pensara porque si yo no aceptaba que tampoco no me extrañara por las
consecuencias, ya que él tenía más autoridad y mucha influencia con el director
general porque eran amigos. Y así ocurrió, empezó a obstaculizar mi trabajo, a
poner a mis subordinados en mi contra y lo peor fue que el director general lo
apoyó. No me quedó otra más que renunciar, pero la verdad me pareció muy
injusto. Luego vino otro problema, cuando al estar en entrevistas para conseguir
otro trabajo, me preguntaban las razones de la renuncia, nunca mencioné la
verdadera razón por temor a que fuera una causa para no darme empleo”
(Rosario).
“Sí. Un compañero de trabajo me veía de arriba abajo y ponía una mirada
que me daba asco; cuando hablábamos sobre un asunto de trabajo, en mi propia
cara, me estaba viendo los senos, cuando estábamos con otros compañeros,
216 Desde las Ciencias Sociales

mujeres y hombres, contaba chistes sexuales muy vulgares. El acabose fue que
un día, estando solos en mi oficina, me quiso besar y como yo no me dejé se
puso furioso y me dijo que me iba a arrepentir porque a él, ninguna cualquiera, lo
despreciaba. Yo no lo reporté por temor a verme envuelta en habladurías y a que
esto afectara mi imagen. A partir de ahí, se volvió muy majadero conmigo y como
teníamos asuntos de trabajo en común, no cumplía con lo que tenía que hacer e
iba con nuestro jefe a calumniarme. Lo bueno es que teníamos un jefe profesional
y me llamó para conocer mi versión, mi jefe valoraba mucho mi trabajo y,
afortunadamente, me dio su apoyo. Pero mi compañero siguió causándome
problemas, se alió con otros que no soportaban que una mujer tuviera más
autoridad que ellos, y cada vez que estábamos solos trataba de tocarme y veía mi
cuerpo de una manera muy desagradable. Esta situación duró como dos años,
hasta que al tipo le salió un trabajo mejor y renunció” (Elena).
“Ay!, sí, con el chofer del departamento. Cada vez que venía a mi oficina
por trabajo, me decía que era muy bonita, muy fina y que a él le gustaban las
mujeres así. Quiso regalarme algún chocolate, un refresco o algo de comer, pero
yo nunca se los acepté, se quedaba viendo mis piernas, mi busto, mi cuello;
también me hizo invitaciones para salir y decía que soñaba conmigo y que yo era
muy ardiente, y me decía que me iba a demostrar lo que era un hombre, ya no lo
aguantaba. Hasta que puse mi queja por escrito con recursos humanos, lo
mandaron a llamar y le dijeron que si comprobaban lo que decía mi escrito, le iban
a rescindir el contrato. Sólo así se calmó, pero se volvió muy grosero conmigo y
me enteré que andaba hablando muy mal de mí” (Alba).
Como se observa, estas ejecutivas han padecido el acoso sexual en el
trabajo en sentido vertical y horizontal. Lo que pone en evidencia que este tipo de
acoso no está determinado por la autoridad, sino por el poder que deviene por
elementos provenientes de la ideología patriarcal. Asimismo, lo que manifiestan
estas mujeres prominentes da cuenta de que los hombres piensan que los
cuerpos de las mujeres se encuentran a su disposición y que pueden ser usados
Las mujeres en los puestos laborales 217

para su satisfacción sexual,30 independientemente de los lugares que ocupan en


los organigramas de las empresas.
En este orden de ideas, este acoso es un “indicador patriarcal”. Y es
consecuencia de un imaginario31 colectivo y unas prácticas aceptadas en las
distintas esferas de la vida, que facilitan y legitiman algunas exigencias de los
hombres en el trabajo y en los cuerpos de las mujeres. Así, el acoso sexual en el
ámbito laboral se presenta debido al trasfondo cultural, social e ideológico que, a
la vez, configura el imaginario mencionado; mismo que se halla
fundamentalmente influenciado por el sistema de organización patriarcal que rige
la vida de las féminas y los varones en la sociedad. 32
También, al analizar lo expresado por estas ejecutivas emergen matices
que tienen su génesis en los conceptos que sobre el ser mujer y el ser hombre ha
concebido la ideología patriarcal,33 y que permean la cultura organizacional34 de
las empresas, orquestando las relaciones interpersonales y suscitando las
distintas formas que adopta el acoso sexual en el trabajo. Lo que se hace visible
en lo referido en todos estos casos en los que los hombres, al estar frente a una
mujer, piensan en ella como objeto sexual, prescindiendo del contexto en el que
se da la interacción.

30
Campos Rodríguez, Lilia (2016). Las mujeres y la cultura. Identidad, género, sexualidad y cine.
México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
31
“Conjunto de imágenes y representaciones que vamos construyendo sobre la realidad que nos
rodea, a través de la socialización recibida y del quehacer cotidiano”, p. 60.Torns, Teresa, et al.,
(1999). “El acoso sexual en el mundo laboral: un indicador patriarcal”, en Sociología del Trabajo,
nueva época, núm. 36, pp. 57-77.
32
Idem.
33
Vid.: Campos Rodríguez, Lilia (2009). Vislumbres y particularidades de la identidad de género de
las ejecutivas y las empresarias. México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Y: Campos Rodríguez, Lilia, et al., (2015). “Mujeres prominentes: violencia simbólica y la figura de
autoridad en el ámbito laboral”, en Rodríguez-Shadow, María J., et al., (eds.), Trabajo y Violencia.
Perspectivas de Género. México: Centro de Estudios de Antropología de la Mujer, pp. 183-204.
34
Consúltese: Campos Rodríguez, Lilia (2012). Las ejecutivas y la motivación. Género y
administración de recursos humanos. México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
218 Desde las Ciencias Sociales

Huelga mencionar que, en todos estos casos, la superioridad y el poder


que la ideología patriarcal otorga a los hombres por el sólo hecho serlo, tienen un
papel medular en el acoso sexual. Ya que, en las situaciones de Sonia y de Alba,
los acosadores fueron varones que --en vocablos económicos, sociales, de
escolaridad y de presencia física, por mencionar algunos-- estaban en posiciones
inferiores. No obstante, todo ello no los frenó en sus pretensiones sexuales. Lo
que permite inferir que procedieron bajo el supuesto de que, por ser hombres,
pueden relacionarse sexualmente con todo tipo de mujeres, hasta con aquellas
que poseen altos niveles de capacitación, de escolaridad, de ingresos
económicos y que cuentan con amplias redes sociales; elementos que les
permiten desempeñar altos cargos en el ámbito del trabajo. Así, lo que en inicio
parece extraño adquiere su propia lógica en la ideología machista que pulula en
todas las culturas, a pesar de las distintas peculiaridades que adopta, y que
atraviesa a todas las culturas organizacionales de las compañías.
Asimismo, en lo manifestado por estas ejecutivas irrumpe la consideración
de que el acoso sexual en el trabajo es un problema de las relaciones de poder,
en concreto, de un poder de género que se plasma en lo sexual dentro del
contexto de una interacción laboral.
De manera particular, resulta interesante en el caso de este sector de
mujeres trabajadoras el que, como se ha visto, no se trata de un asunto de
autoridad; es decir, de un poder que acaece por ocupar un puesto concreto en
una jerarquía organizacional, porque entonces no hubiera ocurrido lo narrado por
Paula, Sonia, Elena y Alba. Se trata de un poder de género que procede de la
ideología patriarcal.
Ideología en la que se concibe a los hombres como: superiores a las
mujeres --sin importar que, en algunos casos como en los de estas ejecutivas, el
perfil personal de las féminas sea mucho más elevado que el de ellos--. Como
poseedores de un dominio hacia ellas –por lo tanto, no tienen en cuenta lo que las
mujeres piensan, sienten y deseen hacer; así, a los acosadores de Paula,
Rosario, Sonia, Elena y Alba no les interesó saber que su conducta estaba
provocando algo desagradable en ellas--. Y como activos sexualmente --en tanto,
Las mujeres en los puestos laborales 219

piensan que la expresión de su sexualidad es válida, en cualquier ámbito y ante


cualquier mujer; como sucedió en estos casos en que los acosadores, en un
contexto de trabajo que no es un espacio para intercambios sexuales, mostraron
un comportamiento sexual hacia mujeres que estaban desempeñando un puesto
de trabajo que no tenía ninguna relación con el sexo.

CONSIDERACIONES FINALES
El acoso sexual, tanto desde una óptica legal como en su conceptualización, es
una forma de discriminación con base en el género; ya que, entre otros
elementos, la gran mayoría de las víctimas son mujeres.35
Como se sabe, la ideología patriarcal penetra significativamente en la
cultura organizacional. Y en este sentido, la valencia diferencial de los sexos 36 y la
dominación masculina,37 como variables de la ideología de género, influyen
significativamente.
En este orden de ideas, el género38 en tanto eje de diferenciación social, a
priori, sitúa a las mujeres en condiciones de vulnerabilidad para padecer el acoso
sexual, sin importar que se hallen en puestos de trabajo elevados en los
organigramas de las empresas, lo que se observa en este estudio.
Asimismo, y no obstante, el que estas ejecutivas posean toda una serie
de peculiaridades que las convierten en seres humanos prominentes; nos
referimos a sus características de inteligencia, personalidad, escolaridad, dominio
de idiomas, ingresos económicos altos, autoridad y prestigio en el ámbito laboral -
-por el sólo hecho de ser mujeres—son objeto de tal acoso.

35
Organización Internacional del trabajo. Aparece en: Ibáñez González, Mónica, et al., (2007).
Acoso sexual en el ámbito laboral. España: Universidad de Deusto.
36
Véase: Héritier, Françoise (2007). Masculino/femenino II. Disolver la jerarquía. Argentina: Fondo
de Cultura Económica. Y: Héritier, Françoise (1996). Masculino/femenino. El pensamiento de la
diferencia. España: Editorial Ariel.
37
Bourdieu, Pierre (2000). La dominación masculina. España: Anagrama.
38
Que consiste en el conjunto de relaciones sociales entre las mujeres y los hombres que tiene
como base la construcción simbólica de la diferencia de sexo, en las distintas culturas. Campos
Rodríguez, Lilia (2009). “Mitos, realidades y elucidaciones sobre el género”, en Quiroz Palacios,
Abraham (coord.), Estudios de cultura, política y género. México: Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, pp. 105-127.
220 Desde las Ciencias Sociales

Huelga decir que, en este caso, el acoso sexual que han padecido las
féminas de los puestos laborales altos ha adoptado las formas vertical y
horizontal.
Finalmente, por lo aquí referido, no es posible dar lugar a
generalizaciones. Así, resulta necesario, continuar con este tipo de
investigaciones. Ya que, las particularidades por medio de las que se ejerce el
acoso sexual hacia las mujeres, adoptan sus concreciones en dependencia de las
subjetividades de los involucrados, de la cultura organizacional de la empresa y,
por supuesto, de lo económico, lo político y lo sociocultural del contexto en el que
se halle la organización.
La violencia hacia las mujeres 221

La violencia hacia las mujeres en los ámbitos públicos y


privados: vulnerabilidad e impunidad

María J. Rodríguez-Shadow
Dirección de Etnología y Antropología Social-INAH
Lilia Campos Rodríguez
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

En esta sección, nuestro propósito es examinar, desde un enfoque de género, el


impacto que tiene la vulnerabilidad y la impunidad en la violencia que sufren las
mujeres, tanto en la esfera pública como en el ámbito privado con el fin de
mostrar la manera en la que se entrelazan las tradiciones sociales, con las
convenciones culturales y éstas con los mecanismos jurídicos en la sociedad
actual.
Es de sobra conocido que la investigación sobre la violencia hacia las
mujeres no es una cuestión reciente. Desde hace ya más de 50 años la Historia, 1
la Antropología,2 la Sociología,3 la Psicología,4 la Biología, 5
la Literatura,6 la
Filosofía entre otras disciplinas, se han encargado de su estudio.7 Se trata de un
fenómeno que ha ocurrido prácticamente en todas las sociedades del mundo,

1
Gordon, Linda (2002). Heroes of Their Own Lives : The Politics and History of Family Violence.
Boston, 1880-1960. Estados Unidos: University of Illinois Press; Muñoz, Francisco y Claudia Martínez
(1998). “Conflictos, violencia y género en la Historia”, en Fisas, Vicenc (ed.), El sexo de la violencia.
Género y cultura de la violencia. España: Icaria, pp. 135-151.
2
Eller, Jack David (2005). Violence and Culture: A Cross-Cultural and Interdisciplinary Approach.
Estados Unidos: Wadsworth Publishing.
3
Dekeseredy, Walter y Martin Schewartz (2013). Male Peer Support and Violens against Women The
Historia & Verification of a Theory. Estados Unidos: Northeastern University Press.
4
Corsi, Jorge, et al., (1995). Violencia masculina en la pareja. Una aproximación al diagnóstico y a los
modelos de intervención. Argentina: Paidós.
5
Fausto-Sterling, Ann (1992). Myths of Gender. Biological Theories About Women and Men, Estados
Unidos: Basic Books.
6
Cuecuecha Mendoza, María del Carmen Dolores (2015). “Elena, Angelina, y María Luisa: la
autonovelación de tres escritoras mexicanas de la segunda mitad del siglo XX”, en María del Carmen
Cuecuecha Mendoza y María Elizabeth Jaime Espinosa (coords.), Estudios de Género. La
perspectiva de las Humanidades en México. México: Universidad Autónoma de Tlaxcala, pp. 37-50.
7
Jacorzynski, Witold (2000). Estudios sobre la violencia. Teoría y Práctica. México: CIESAS.
222 Desde las Ciencias Sociales

principalmente en el ámbito del hogar y por ello, permanecía oculto. 8 No obstante,


las académicas feministas9 alentadas por diversas organizaciones y el impulso de
los movimientos sociales10 se han esforzado en su análisis con el propósito de
transformar los contextos culturales, las ideologías sexistas y las nociones
jurídicas que normalizan el maltrato hacia las mujeres.
Por ello, se ha exigido que el Estado intervenga legalmente en la
protección de los derechos humanos de las mujeres sobre las que se ejercen
brutales ataques en el ámbito del hogar,11 en los sitios públicos y en los espacios
laborales,12 entre otros.13
Las Naciones Unidas definen la violencia contra las mujeres como “todo
acto de hostilidad que derive en un daño físico, sexual o psicológico, así como las
amenazas, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en
la vida pública como en la privada”.14 No obstante, ya desde la Historia, Lerner15
había identificado y estudiado detalladamente las estructuras patriarcales que han
institucionalizado los ordenamientos sociales en los que se fundamenta la

8
González Miers, María del Rocío (2010). El duelo de la mujer golpeada. Un acercamiento a la
violencia familiar. México: Panorama.
9
Campos Rodríguez, Lilia (2009). Vislumbres y particularidades de la identidad de género de las
ejecutivas y las empresarias. México: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
10
De Miguel, Ana (2003). “El movimiento feminista y la construcción de marcos de interpretación. El
caso de la violencia contra las mujeres”. Revista Internacional de Sociología. Tercera época, núm. 35,
mayo-agosto, pp. 127-150.
11
Mindek, Dubravka (2014). “Género, Discurso y Derecho en los conflictos conyugales de los pueblos
mexicanos de ayer y hoy”, en Zárate Vidal, Margarita del Carmen y María Gabriela Hita (coords.).
Actores Sociales, violencias y luchas de emancipación. Lecturas desde una Antropología Crítica.
México: Porrúa, pp. 189-212.
12
Campos Rodríguez, Lilia (2016). Las mujeres y la cultura. Identidad, género, sexualidad y cine.
Puebla: Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; Goldsmith, Mary (2014). “Domésticas,
esposas, queridas. arrimadas e hijas de crianza en Tamaulipas, México: 1930-1945”, en Rodríguez-
Shadow, María J. y Beatriz Barba (eds.), Antropología de las Mujeres en México. México: CEAM, pp.
57-76.
13
Merry, Sally (2009). Gender Violence. A Cultural Perspective. Introduction to Engaged
Anthropology. Estados Unidos: Willey-Blackwell; Lilia Campos Rodríguez y María J. Rodríguez
(2013). “El acoso laboral y la ideología patriarcal: el caso de las ejecutivas,” en Peña Saint Martin,
Florencia (coord.). Develar al mobbing. Asegurar la dignidad en las organizaciones II. México:
Ediciones y Gráficos Eón, Escuela Nacional de Antropología e Historia, PROMEP, pp. 59-75.
14
ONU (2017). “Violencia de pareja y violencia sexual contra la mujer”, Violencia contra la mujer.
España. Consulta en línea: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs239/es/.
15
Lerner, Gerda (1990). La creación del patriarcado. España: Icaria.
La violencia hacia las mujeres 223

violencia hacia las mujeres, también desde la Sociología, Bourdieu se ocupó del
análisis de la dominación masculina16 y Mies de sus vínculos con el capitalismo.17
Consecuentemente, el asunto de la violencia que se ejerce sobre las
mujeres teniendo como base una ideología patriarcal se ha convertido, gracias al
impulso del movimiento feminista, en un tema de crucial interés en los programas
de diversas instituciones internacionales, en una cuestión prioritaria de salud
pública, debido a que ellas pierden uno de cada cinco días de vida saludable. 18
Este fenómeno, que durante mucho tiempo se consideró (y se sigue
juzgando) como una problemática personal que incumbía sólo a los individuos
involucrados, esto es, la pareja, se identifica ahora como un asunto social, esto
es, político. El slogan de “Lo personal es político” se basa en la idea de que la
vida de los sujetos particulares, especialmente, las relaciones de pareja,19 es
resultado de los arreglos políticos y sociales predominantes en una sociedad
concreta.20
Los estudios históricos feministas y las antropólogas que adoptan una
perspectiva de género han planteado que la violencia hacia las mujeres es una de
las muchas formas en la que se expresa la supremacía masculina vinculada al
patriarcado que es el sistema social que se fundamenta en la creencia de que los
hombres son superiores a las mujeres y que éstas deben estar sometidas a su
control y poder porque son seres inferiores.21 En otras palabras, el patriarcado es
la institucionalización de la dominación masculina sobre las mujeres en todos los

16
Bourdieu, Pierre (2000). La dominación masculina. España: Anagrama.
17
Mies, Maria (2014). Patriarchy and Accumulation on a World Scale. Women in the International
Division of Labor. Reino Unido: Zed.
18
Muedano, Marcos (2017). “Violencia de género. Un problema histórico”. Excelsior. México. Consulta
en línea: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/10/22/1196308
19
En muchas ocasiones, pierden incluso la vida. Tenemos el dato estremecedor de que de los 12
homicidios de mujeres que se producen diariamente en América Latina, 8 son perpetrados en nuestro
país.
20
Castro Pérez, Roberto (2004). Violencia contra las mujeres embarazadas: tres estudios
sociológicos. México: CRIM, UNAM.
21
Moncó, Beatriz (2011). Antropología del género. España: Síntesis, p. 138.
224 Desde las Ciencias Sociales

ámbitos: apoderándose de su cuerpo, su sexualidad, su trabajo, su dinero y sus


hijos.22
Esto produce, obviamente, unas relaciones jerárquicas entre los géneros,
y, por consiguiente, una devaluación, opresión y denigración de todo lo
relacionado con lo femenino y las mujeres.23 Esta forma de organizar las
relaciones entre los géneros legitima la desigualdad y su subyugación y concede
derechos y privilegios que los hombres tienen sobre las mujeres, pero que
ninguna mujer tiene sobre los hombres.24
La alusión anterior permite colocar la mirada en la noción de lo que es el
género, que sería la colección de normas, representaciones sociales,
pensamientos, percepciones, axiomas, imágenes, prácticas, tareas, ritos,
significados, evaluaciones e ideales asociados a lo femenino o a lo masculino
basándose sólo en la apariencia de los genitales que se produce en el imaginario
social de acuerdo con los intereses de los grupos que detentan el poder.25
Generalmente, estas ideas se presentan como contrapuestas y antitéticas
en múltiples sociedades, lo femenino se vinculará con la debilidad, la
pusilanimidad, la ingratitud, la haraganería, lo irracional, el egoísmo, la necedad,
la contaminación y la perversión, entre otros elementos nocivos.26 Lo masculino,
por el contrario, se le asignarán particularidades constructivas como la fuerza, la
valentía, la lealtad, la laboriosidad, la mesura, la discreción, la racionalidad, la

22
Delphy, Christine (1984). Close to Home. A Materialist Analysis of Women´s Oppression. Estados
Unidos: The University of Massachusetts Press.
23
Lerner, Gerda (1990). La creación del patriarcado. España: Crítica.
24
Moore, Henrietta (1991). Antropología y feminismo. España: Cátedra.
25
Rodríguez-Shadow, María y Lilia Campos Rodríguez (2014). “La vocación impugnadora de la
Antropología de las Mujeres”, en María Rodriguez-Shadow y Beatriz Barba (eds.), Antropología de las
Mujeres en México. México: CEAM, pp. 25-36.
26
Rodríguez-Shadow, María (2014). Las mujeres mayas de antaño. México: Fundación Armella-
Spitalier; María Rodríguez-Shadow (coord.) (2007). Las mujeres en Mesoamérica prehispánica.
Toluca: Universidad Autónoma del Estado de México; Rodríguez-Shadow, María (2005). “La
condición femenina en la civilización maya y en la azteca”, en Queril, Ma. A., C. Martínez y Asunción
Lavrin (coords.). Historia de las mujeres en España y América Latina. De la prehistoria a la Edad
Media. España: Cátedra, pp. 777-796; Rodríguez-Shadow, María (2000). La mujer azteca. México:
Universidad Autónoma del Estado de México.
La violencia hacia las mujeres 225

disciplina, la rectitud y otras conductas consideradas positivas como la intrepidez


y la bravura.27
Se pretende, aun desde el punto de vista científico, que estas
caracterizaciones de los géneros se fundamentan en procesos innatos: las
mujeres se embarazan, dan a luz, amamantan, ergo, deben cuidar a los infantes y
encargarse del llamado “trabajo de cuidado”, ideas que inclusive una corriente del
pensamiento feminista avala. Empero, estas aseveraciones no están apoyadas en
estudios de corte histórico, investigaciones de carácter antropológico, de tipo
sociológico, o indagaciones biológicas e incluso de genetistas. No obstante,
pesquisas etnográficas han demostrado que estos arreglos sociales son distintos
en diferentes periodos históricos, no son inmutables y, por consiguiente, han sido
reconocidos como convenciones culturales, sin ningún anclaje en lo biológico. 28
En este trabajo partimos de la premisa de que la violencia hacia las
mujeres no constituye un comportamiento congénito, sino que se trata de un
componente estructural del orden social imperante, que se ha instituido como un
dispositivo de control que se aplica a todas las mujeres, sin importar su edad, su
condición civil, su identidad étnica, sus creencias religiosas, su escolaridad, su
clase social, su orientación sexual o su nacionalidad, por ello, todas las mujeres,
por el sólo hecho de serlo, se encuentran en un estado de vulnerabilidad puesto
que estos atropellos se consideran normales, habituales y, en consecuencia, pese
a que existen leyes que los tipifican como un delito, sigue existiendo una gran
tolerancia social hacia la misma derivándose de ello la impunidad que hasta ahora
ha predominado.29
Con esta finalidad en mente iniciaremos citando que, de acuerdo con
INEGI, en 2015 en nuestro país había 94 hombres por cada 100 mujeres, en
consecuencia, las mujeres somos la población mayoritaria en México. Después de

27
Rodríguez-Shadow, María (2016). “La construcción cultural de la feminidad y de la masculinidad en
diferentes sociedades”. Conferencia Magistral, IV Congreso de Estudios de Género en Humanidades.
Mexico: Universidad Autónoma de Tlaxcala, 9 de marzo.
28
Rodríguez-Shadow, María (2017). “La integración de la perspectiva de género en la Antropología
Social”, en Teresa Mora (Coord.), III Coloquio de los Seminarios de la DEAS. México: INAH.
29
Rodríguez-Shadow, María (2017). “La violencia hacia las mujeres ¿por qué continúa?”, Vertientes.
Ciencias de la Salud, México: UNAM, pp. 10-12.
226 Desde las Ciencias Sociales

esa aseveración debemos tener presente la urgencia política que posee colocar
nuestra mirada en la violencia contra las mujeres en todos sus aspectos, pues no
se trata de “un grupo social más”, sino que constituimos más de la mitad de la
población nacional y que, por consiguiente, somos a la vez un colectivo específico
30
que recibe maneras peculiares de vejaciones y perversidad, situaciones que no
siempre resultan de nuestro agrado y podemos oponernos de manera férrea a
ello.31

VULNERABILIDAD
En primer lugar, es necesario dirigir nuestra atención a la cuestión relacionada
con la vulnerabilidad, término que es usado:

… to describe groups that are weak and liable to serious


hardship. These are groups that without substantial support
may be in severe and chronic poverty, unable to take
advantage of profitable opportunities if they emerge, while
with limited defenses in case serious events or shocks occur.
Examples are … households headed by widows or deserted
women... These groups are described as ‘vulnerable’ in the
common usage of the term, but (uninsured) risk is not a core
characteristic of their problems, even if in some cases,
shocks may have contributed to their destitution, and even if
the precarious circumstances faced by these groups mean
that any uninsured risk is especially difficult for them, since
their options to manage risk are likely to be limited.32

30
Castañeda Salgado, Martha Patricia Ravelo Blancas y Teresa Pérez Vázquez (2013). “Feminicidio
y violencia de género en México: omisiones de Estado y exigencia civil de justicia “, Iztapalapa, Núm.
74, Año 34, enero-junio, pp. 11-39.
31
Rodríguez-Shadow, María y Lilia Campos Rodríguez (2011). “Oponiéndose a la violencia marital”,
María J. Rodríguez-Shadow y Lilia Campos Rodríguez (eds.). Mujeres: miradas interdisciplinarias,
México: CEAM, pp. 128-134.
32
Hoogeveen, Johannes, Emil Tesliuc, Renos Vakis y Stefan Dercon (2004). A Guide to the Analysis
of Risk, Vulnerability and Vulnerable Groups. Consulta en línea:
https://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/46969955/A_Guide_to_the_Analysis_of_Risk_V
ulnerab.pdf p. 4.
La violencia hacia las mujeres 227

En consecuencia, ésta puede definirse como la aptitud menguada que posee una
persona o un grupo para encarar riesgos, resistir los obstáculos y recuperarse de
los conflictos o sufrimientos que ha enfrentado. La vulnerabilidad se relaciona
generalmente con una serie de factores que obstaculizan la habilidad de las
mujeres de responder de manera eficaz a una serie de dificultades: su edad, su
salud, su condición de pobreza, origen étnico, su situación política, entre otras.
El grado de vulnerabilidad de las personas y el alcance de su capacidad para
resistir y hacer frente a los peligros y lograr su recuperación dependen de factores
físicos, económicos, sociales, políticos e inclusos psicológicos.33
Esta noción se ha usado para referirse a “aquellos núcleos de población y
personas que, por diferentes factores o la combinación de ellos, enfrentan
situaciones de riesgo o discriminación que les impiden alcanzar mejores niveles
de vida y, por lo tanto, requieren de la atención e inversión del Gobierno para
lograr su bienestar”.34
Las niñas y adolescentes se hallan en un escenario de riesgo y
vulnerabilidad cuando se encuentran afectadas por desnutrición, deficiencias en
su desarrollo físico o mental, o cuando éste sea afectado por situaciones
familiares desfavorables, maltrato o abuso, ser víctimas de cualquier tipo de
explotación, vivir en situación de calle, ser víctimas del tráfico de personas, la
pornografía, el comercio sexual o recibir maltrato por parte de su pareja, entre
otros.35
Esta situación de vulnerabilidad se vincula de manera importante con el
proceso de empoderamiento femenino apoyado por instancias jurídicas y
reconocimientos de derechos legales.36 Si entendemos por aquel, el desafío de

33
Baqué, Marie-Helene y Carole Biewener (2015). El empoderamiento. Una acción progresiva que ha
revolucionado la política y la sociedad. España: Gedisa.
34
Daniela Rondon Jaramillo (2015). “Las mujeres grupos vulnerables”. Consulta en línea:
https://prezi.com/6kg82ig45ecs/las-mujeres-grupo-vulnerables/.
35
Delphy Christine y Diana Leonard (1992). Familiar Explotation. A New Analysis of Marriage in
Contemporary Western Societies. Reino Unido: Polity Press.
36
Miller, Susan y LeAnn Iovanni (2007). “Domestic Violence Policy in the United States.
Contemporary Issues”, en Laura O´Toole Jessica Schiffman y Margie Kiter Edwards (eds.), Gender
Violence, Interdisciplinary Perspectives. Estados Unidos: New York University Press, pp. 287-296.
228 Desde las Ciencias Sociales

las relaciones jerárquicas entre los géneros, la lucha por eliminar los estigmas, la
defensa de la autonomía, la distribución equitativa de los bienes materiales y
simbólicos, el acceso al capital cultural, al goce de la equidad política, a controlar
su capacidad reproductiva, a la satisfacción de su sexualidad y la apropiación de
su cuerpo, a rechazar activamente la violencia de la pareja, entre otras
prerrogativas que deberían disfrutar.37
En el caso concreto de las mujeres sometidas a violencia por su pareja la
gestión que se lleva a cabo en los grupos de empoderamiento tiene como
propósito generar una dinámica de concientización que las motivará a actuar
contra el sexismo interrumpiendo los ciclos de violencia y eliminándolos
empleando diferentes estrategias.38
Desde luego, como ya se dijo arriba, las mujeres son especialmente
vulnerables a la violencia masculina si viven en países que por su situación legal
los hombres pueden imponer agresiones muy graves a su pareja por estar
jurídicamente protegidos por las leyes vigentes o por las tradiciones culturales.39
El caso de las mujeres españolas es especialmente ilustrativo. Durante el
franquismo, el maltrato a las esposas se efectuaba al amparo del derecho a
“corregir a la esposa”.40 En algunos casos se ha propuesto que el concepto de
vulnerabilidad aplicado a las mujeres41 debe ser modificado con base en la
seguridad humana (Human Security), con el fin de prestar atención a los
contextos y las áreas en la que su inmunidad puede resultar afectada, como los

37
Fonseca Hernández, Carlos y María Luisa Quintero Soto (2008). “Recomendaciones y mecanismos
de seguimiento nacionales e internacionales para eliminar todas las formas de discriminación y
violencia hacia las mujeres”, en Quintero Soto, María Luisa y Carlos Fonseca Hernández (coords.),
Investigaciones sobre género. Aspectos conceptuales y metodológicos. México: Porrúa.
38
Pferdehirt, Julia (2016). Strong Together: A Domestic Violence Support Group Curriculum for
Muslim Women, Reino Unido: Create Space Independent Publishing Platform.
39
True, Jacqui (2012). The Political Economy of Violence Against Women, Estados Unidos, Oxford
University Press.
40
El Khattat, Mohamed (1997). “Un hombre mata a su exmujer prendiéndole fuego tras atarla”.
elmundo. España. Consulta en línea:
http://www.elmundo.es/elmundo/1997/diciembre/18/nacional/malostratos.html.
41
Busso, Gustavo (2001). “Vulnerabilidad social: nociones e implicancias de políticas para
Latinoamérica a inicios del siglo XXI”, Seminario Internacional. Las diferentes expresiones de la
vulnerabilidad social en América Latina y el Caribe. Chile, 20 y 21 de junio.
La violencia hacia las mujeres 229

“usos y costumbres” comunitarias de que ellas coman al último, de que haya


siempre la amenaza de que serán violadas,42 de que les impongan la
clitoridectomía o que las embarazadas den a luz en condiciones antihigiénicas e
insalubres.43

IMPUNIDAD
Hemos adoptado el criterio de que la impunidad alude a un evento en el que a los
hombres no se le impone ninguna sanción por la ejecución de una acción que
tradicionalmente ha sido considerada como normal: pegar a la esposa. Y que aún
ahora que es un delito el maltrato físico a la cónyuge, tanto en las creencias
culturales como en las acciones institucionales se estima que estas costumbres
tan abusivas no deban sancionarse con rigor por creer que ese atropello sólo
constituye un desliz intrascendente.44 O francamente, porque si no cumple con las
expectativas sociales “se lo merecía.”
Este es justamente lo que está pasado en Rusia, donde recientemente se
despenalizó la violencia de género y se permite que al menos una vez al año
cualquier marido pueda propinar una golpiza a su esposa, sin que esa acción se
considere una trasgresión de tipo penal, sino civil. Un marido que sea arrestado y
enviado a la cárcel sólo por haber propinado una paliza a su pareja durante una
discusión se considera “algo que va contra la familia”. Inclusive la iglesia ortodoxa
rusa juzga que ese acto es perdonable si "el castigo corporal" es "razonable y se
hace con amor".45

42
Dekeseredy, Walter y Martin Schewartz (2013). p. 23.
43
Rubio-Marin, Ruth y Dorothy Estrada-Tanck (2013). “Violence against Women. Human Security,
and Humans Rights of Women and Girls” en Aili Mari Tripp, Myra Marx Ferree y Christina Ewig (eds.),
Gender, Violence and Human Security. Critical Feminist Perspectives. Estados Unidos: New York
University Press, pp. 238-259.
44
Aresti Lore (1999). La violencia impune. Una mirada sobre la violencia sexual contra la mujer.
Violencia sexual. Estrategias de apoyo y propuesta terapéutica. México: Fondo Cultural Albergues de
México.
45
Colás, Xavier (2017). “Rusia quiere que no sea delito pegar a la mujer «una vez al año»”. El Mundo.
España.
Consulta en línea: http://www.elmundo.es/sociedad/2017/01/12/5877aff5268e3e11418b4728.html.
230 Desde las Ciencias Sociales

La aprobación de estas leyes en sociedades avanzadas contemporáneas


implica un grave retroceso pues volvemos a la edad media donde la corte inglesa
concedía al marido el derecho de golpear con rigor a su esposa para que ésta
obedeciera sus órdenes o corrigiera sus errores.46 Aunque esta tradición medieval
es heredada de la sociedad griega.47
La impunidad implica evadir el castigo que conlleva la realización de una
felonía, la ejecución de un incidente que infringe los derechos humanos de un
grupo de personas, mujeres, en este caso. Consecuentemente, proponemos que
el patriarcado, el machismo y la impunidad son fenómenos que tienen
propincuidad con la violencia cotidiana de género.
La impunidad, igualmente, es uno de los mecanismos que motiva estos
crímenes, pues en la mayoría de las ocasiones no se lleva a los malhechores ante
la ley, según lo admiten públicamente las organizaciones defensoras de los
derechos de las mujeres e inclusive el propio gobierno mexicano.48
La apatía y el descuido de los oficiales gubernamentales encargados de
dar seguimiento a una averiguación sobre la violencia contra las mujeres en el
ámbito del hogar, imposibilita estar al tanto de cuántos individuos fueron
arrestados, enjuiciados y sentenciados por esos abusos cometidos o, cuántos
lograron escabullirse. Esta carencia de cifras produce un panorama de desaliento,
angustia y desamparo en las mujeres que tienen que enfrentar estos agravios y a
nivel social provoca una situación de ignorancia que impide que los funcionarios
generen normas o estrategias que permitan prevenir y combatir este grave
problema social que afecta no sólo a las mujeres, sino a la sociedad en general.

46
Rodríguez-Shadow, María y Lilia Campos Rodríguez (2015). “Los estudios sobre la violencia hacia
las mujeres: nuevos aportes”, en María J. Rodríguez-Shadow y Beatriz Barba (eds.), Trabajo y
Violencia. Una perspectiva de Género, México: CEAM, pp. 47-68.
47
Keuls, Eva (1993). The Reign of the Fallus: Sexual Politics in Ancient Athenas. Estados Unidos:
University of California Press.
48
Hernández Julián, Ana Leticia (2013). “La tasa de feminicidios en México se dispara; la impunidad
alienta estos «crímenes de odio»: expertos”. México. Consulta en línea:
http://www.sinembargo.mx/22-04-2013/594745.
La violencia hacia las mujeres 231

Esta negligencia gubernamental nos da una idea de la insensibilidad, torpeza e


incompetencia con que las autoridades llevan a cabo estas gestiones.49
Los grupos de activistas y los colectivos feministas han intentado
enfrentar esta cuestión de las agresiones conyugales empleando diversas
tácticas: fundando refugios, consiguiendo órdenes de restriñimiento, imponiendo
multas,50 o encarcelándolos por 48 horas y obligándolos a asistir a talleres en
donde les enseñan técnicas de reconocimiento del proceso de desarrollo de la
furia con miras a que, de manera individual la puedan controlar.51 No obstante,
estas medidas han dado pocos o nulos resultados pues la asistencia a los talleres
depende de la voluntad de los agresores.
Sin embargo, es necesario enfatizar la función positiva que desempeña el
advenimiento de las iniciativas de las organizaciones ciudadanas y los grupos
civiles como promotores de la defensa de los derechos humanos de las mujeres y
de las nuevas posibilidades de civilidad, que abarcan los reclamos a las
instituciones gubernamentales para que arroguen su compromiso de salvaguardar
dichos derechos y de preservar la vida de las mujeres de todas las edades y
condiciones sociales.
La violencia hacia las mujeres no es producida por la conducta de unos
cuantos individuos con una deficiencia hormonal para refrenar sus impulsos
agresivos, que padecen trastornos genéticos o que son lunáticos, sino que
constituye un elemento estructural del que el patriarcado no puede prescindir si
quiere preservarse como el sistema dominante que ha sido hasta ahora, es un
mecanismo de control para todas las mujeres, pues la ideología sexista la
presenta como una conducta que se considera normal, que resulta aceptable y,
además, sigue existiendo una gran tolerancia social hacia la misma.

49
Rodríguez-Shadow, María y Lilia Campos Rodríguez (2014). “Diagnostico, prevención y estrategias
en situación de violencia hacia las mujeres”, en José Luis Rodríguez Sánchez (comp.), Prevención y
evaluación en Psicología. Aspectos teóricos y metodológicos. México: Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla.
50
Ramírez Hernández, Felipe Antonio (2000). Violencia Masculina en el Hogar. México: Pax.
51
Ramírez Rodríguez, Juan Carlos (2005). Madejas entreveradas. Violencia, masculinidad y poder.
México: Plaza y Valdés, p. 126.
232 Desde las Ciencias Sociales

En nuestro país, además de la violencia generalizada, las mexicanas nos


enfrentamos a la incapacidad o a la displicencia de los “agentes del orden” de
atrapar a estos infractores, cuyos delitos permanecen impunes y, de ese modo
esas conductas abusivas alientan a otros a obrar del mismo modo a sabiendas de
que pueden imponer escarmientos feroces e inclusive mortales sin sufrir ninguna
consecuencia negativa.52
Las marchas, manifestaciones, mítines y las movilizaciones populares no
se explican sólo como un rechazo colectivo a las situaciones vituperables que se
producen, censurando la misoginia manifiesta o repudiando las desigualdades
estructurales, sino que buena parte de su sentido y acción se dirige a mostrar, a
hacer explícitas o visibles esos conflictos sociales ante la opinión pública.53
De igual modo y a pesar del cúmulo de evidencias que se exhiben en los
observatorios, los medios, el periodismo amarillista, la nota roja, así como la
detallada literatura especializada, en nuestro país se ha prestado muy poca
atención a la manera como ciertas expresiones de la violencia, de manera
significativa el maltrato a la esposa, incluyendo el homicidio, pueden estar
vinculadas y propiciar otras formas de intimidación. Numerosas estudiosas han
llegado a la conclusión de que la familia es una de las instituciones sociales más
violentas.54 Sin embargo, subrayan que a menudo los comportamientos agresivos
en las familias constituyen una respuesta a exclusiones sociopolíticas o
económicas que hicieron parecer a esas conductas belicosas como la única
posible en esas circunstancias. Este señalamiento tiene el propósito de tener
presente que estas formas de violencia, de las que se habla mucho y se hace
poco, permanecen invisibles porque las hemos "naturalizado", nos hemos

52
Barragán, Almudena (2016). “Suben feminicidios en México: 6,488 mujeres asesinadas entre 2013
y 2015. ElEconomista.es. España. Consulta en línea:
http://www.economiahoy.mx/nacional-eAm-mx/noticias/7406635/03/16/Siete-mujeres-mueren-al-dia-
en-Mexico-victimas-de-la-violencia.html.
53
De Miguel (2003), p. 131.
54
Bosch, E. V. Ferrer, V. Ferreiro, C. Navarro (2003). La violencia contra las mujeres: el amor como
coartada. España: Anthropos.
La violencia hacia las mujeres 233

acostumbrado a que formen parte de nuestra vida cotidiana.55 El caso de las


mujeres golpeadas no se puede expresar simplemente en términos de éxitos y
fracasos. La solución sólo llegará después del largo proceso, que apenas se ha
iniciado, de “desmachificación”.56
Y aunque la paridad va instalándose progresivamente se continúa
percibiendo en el imaginario colectivo a los hombres como activos y dominantes y
a las mujeres como madres, esposas y amas de casa caracterizadas por la
dulzura y la sumisión; todavía continúan las resonancias del artículo 213 del
Código Napoleónico “El marido debe protección a su esposa, que, como
contrapartida, le promete obediencia”.57

CONSIDERACIONES FINALES
La violencia contra las mujeres constituye uno de los cimientos sobre los que se
construye la opresión femenina. En las sociedades patriarcales como la nuestra
esa es una de las condiciones de su funcionamiento y se inculca mediante la
naturalización de las relaciones jerárquicas entre las mujeres y los hombres.
Esa naturalización se produce y transmite desde múltiples instituciones:
los cuentos y los juegos infantiles, los mitos religiosos, las normas legales, las
estructuras de parentesco, los ritos de paso, las formas de la vinculación
“amorosa”58 entre los géneros, la división sexual del trabajo, la enajenación del
cuerpo femenino y la apropiación por parte de los hombres de su sexualidad, sus
cuidados, su amor, su capacidad reproductiva, en un contexto social en el que las
normas morales, son estrictas para ellas, laxas y permisivas para ellos.

55
Scheper-Hughes, Nancy y Philippe I. Bourgois (2003). Violence in War and Peace: An Anthology.
Estados Unidos: Blackwell Publishing.
56
Bartra, Eli (1992). “Mujeres y política en México: aborto, violación y mujeres golpeadas”. Política y
Cultura, México.
57
Hirigoyen, Marie-France (2006). Mujeres maltratadas. Los mecanismos de la violencia en la pareja.
España: Paidós, p. 58.
58
Bosch, Esperanza, Victoria Ferrer, E. García, M. C. Ramis, M. C. Mas, C. Navarro, Gema Torrens
(2007). Del mito del amor romántico a la violencia contra las mujeres en la pareja. España:
Universidad de las Islas Baleares.
234 Desde las Ciencias Sociales

¿Por qué tantos hombres golpean, hieren, violan, estafan, humillan


abusan, dañan o inclusive matan a sus parejas sentimentales? A veces se afirma
que estos actos son muy poco comunes que sólo los llevan a cabo los psicópatas,
los dementes o individuos con graves desequilibrios. No obstante, puesto que las
cifras de delitos y crímenes contra las mujeres van en aumento esto sólo puede
deberse a factores sociales, políticos, económicos, jurídicos59, y al sexismo que
es alimentado en todos los ámbitos sociales y a que el Estado hace poco o nada
por su defensa o protección, pero esto es así, pues el diseño del sistema
patriarcal está estructurado para que ocurra justamente de ese modo. La
vulnerabilidad y la impunidad están estrechamente interconectadas y son factores
intrínsecos al sistema social de nuestro entorno.
Los estudios de género han cumplido un papel muy importante en el
nuevo proceso de puntualización y deslegitimación de la violencia contra las
mujeres. Estos análisis han contribuido a generar nuevas explicaciones de las
causas que la provocan y estudiado el significado y las consecuencias de este
grave problema social.60 El ejercicio de la violencia masculina se sigue
considerando como algo “normal”, o como una situación irremediable en especial
entre los sectores más tradicionales de nuestro país, sin que esta aseveración
sugiera que la población con estudios universitarios está exenta de estas
prácticas perversas.
El machismo, que se manifiesta en la música popular ranchera, las
revistas, el cine, los videojuegos y las redes sociales, entre otros, promueve
frecuentemente que la violencia hacia las mujeres resulte “invisible” aun para las
propias mujeres maltratadas, no importa si se trata de personas que no han
terminado la primaria o ya concluyeron una licenciatura, si tiene ingresos propios
o es una trabajadora sin sueldo en su hogar. Los elementos que favorecen esta
59
Castañeda Altamirano, Yolanda (2015). “Las víctimas”, nuevas formas de redefinición de las
mujeres a través del ejercicio de sus derechos a la no violencia en el ámbito jurídico”, en Cuecuecha
Mendoza, María del Carmen Dolores y María Elizabeth Jaime Espinosa (coords.). Estudios de
Género. La perspectiva de las Humanidades en México. México: Universidad Autónoma de Tlaxcala,
pp. 327-341.
60
Miguel, Ana de (2003). “El movimiento feminista y la construcción de marcos de interpretación. El
caso de la violencia contra las mujeres”, Revista Internacional de Sociología. Vol. 61, núm. 35, pp.
127-150.
La violencia hacia las mujeres 235

negación y la naturalización de la violencia son múltiples y de diverso orden:


personales, de las tradiciones comunitarias, relación de pareja, y de orden
jurídico, social, económico y simbólico.61
Queremos terminar citando una nota periodística del año 2011 62 en la que
se comentan varias cuestiones en relación con los elementos y antecedentes que
intervienen para que una mujer tolere la violencia de su pareja: a) Maltrato por
alguno o ambos padres de manera física, psicológica o sexual, o fue testigo de los
golpes que su padre propinaba a su madre; b) Fue educada con la idea que debía
someterse a la voluntad masculina, encarnada en la figura déspota y castigadora
de su padre; por ello, entienden, que para ser aceptadas por la autoridad
patriarcal deben desempeñar un rol pasivo, de sumisión, dependencia y
sometimiento en sus relaciones de pareja.
Esto lo aprenden, no sólo en sus vivencias infantiles, sino que en su
juventud son reforzadas por las telenovelas, las revistas “femeninas” e incluso en
las películas de “amor” de Hollywood63; c) Está acostumbrada a observar
conductas violentas, en su entorno familiar, en el cine, en la música pop, en la
televisión, en la literatura popular, en consecuencia, las considera normales; d) La
ideología hegemónica, los juegos y los cuentos infantiles, sus creencias
religiosas, la restricción a sus movimientos, el trabajo que deben, obligadamente,
llevar a cabo: ayudar a las tareas domésticas a su madre, la práctica generalizada
de no enviar a las hijas a la escuela, la discriminación que sufren frente a sus
hermanos, todos estos elementos propician en ellas una baja autoestima y
alientan una personalidad devaluada como sujetos sociales y como personas sin
derechos.
Quizá asimiló muy bien el refrán de que “las mujeres sólo sirven para el
petate y para el metate” y, en consecuencia, no tienen ninguna confianza en sus

61
Agoff, Carolina, Ari Rajsbaum y Cristina Herrera (2006). “Perspectivas de las mujeres maltratadas
sobre la violencia de pareja en México”, Salud pública de México. Vol. 48, suplemento 2, pp. 307-314.
62
Solera, Claudia (2011). “En México, mil mujeres al día son víctimas de la violencia”. Excelsior.
consulta en línea: http://www.excelsior.com.mx/node/700449.
63
Rodríguez-Shadow, María y Lilia Campos (2012). “Violencia de género en el cine”, IX Encuentro
Participación de la mujer en la Ciencia. 16-18 mayo, México: Guanajuato.
236 Desde las Ciencias Sociales

habilidades intelectuales, ni creen que sean capaces de lograr su autonomía


económica, recuperar su autoestima, conseguir su emancipación emocional; e)
Que una mujer significa amor, y el amor representa sacrificio, sumisión,
obediencia ciega y dependencia absoluta de su pareja. Otorga, tolera, sufre,
aguanta, soporta todo por la aprobación y el amor de su cónyuge: infidelidades,
golpes, maltrato verbal, abusos económicos, agresiones sexuales, humillaciones.
Nada de eso es relevante, lo único que importa es que él no la abandone.
Creyendo a pie juntillas el refrán “una mujer sin un hombre no vale nada”. f)
Necesita la aquiescencia constante de su pareja. Los recursos financieros se
asignan y se distribuyen como él quiere y a su conveniencia, pero ellas viven
contentas si logran hacer feliz a su “media naranja”; g) Como el divorcio no es
tolerado por la sociedad y se considera un signo de fracaso personal, por ello, en
ocasiones, las mujeres pueden dejar ir al amado, pero se niegan a darle el
divorcio; h) Justifican la violencia de su cónyuge atribuyéndolo a factores
externos: “llega cansado de trabajar,” “no logra conseguir empleo,” “su jefe lo
regañó”, entre otras excusas.
Estas ideas se han convertido en dogmas gracias a la educación y a la
socialización tan sutil, como perversa que hemos recibido, pero pueden
“desaprenderse”, si somos perseverantes en el examen incisivo de las tradiciones
que nos dañan, si formamos círculos de discusión y las vamos desmontando para
conocer su impacto nocivo, si creamos talleres de autoconsciencia y autoestima
para dar a conocer nuestra experiencia vital, aprender de otras y apoyarnos, si
nos enteramos de nuestros derechos y los ejercemos, si estudiamos lecturas
críticas sobre los efectos nocivos de nuestro sistema socioeconómico y su
connivencia con el patriarcado y oponemos resistencia a la aceptación de nuestra
posición subordinada, a la opresión y la violencia en sus diversas formas. Si
luchamos por lograr nuestra autonomía económica, psicológica, política,
emocional e intelectual estaremos capacitadas para empoderarnos creando redes
de sororidad y colaboración. Si tenemos la capacidad de construir un espejo que
no nos devuelva sólo una imagen de esposa abnegada, madre sacrificada y ama
de casa estoica podremos vislumbrar un horizonte plagado de retos y múltiples
La violencia hacia las mujeres 237

senderos. Si adquirimos una mirada crítica que nos permita desmontar


analíticamente los elementos que conforman los cimientos del patriarcado y
oponemos una resistencia tenaz, estamos seguras de que podemos obtener la
deseada equidad de género, aunque esto signifique mucho trabajo y el rechazo
de algunas de las instituciones más preciadas en la actualidad, lo lograremos.
Ataduras internas 239

Ataduras internas: la cultura patriarcal en la génesis de las


enfermedades actuales de las mujeres

Rosa Estela López-Gómez


Miguel Ángel Rodríguez-van Lier
Universidad Estatal de Valle de Ecatepec

Este trabajo pretende reconocer cómo las formaciones socioculturales de las


relaciones entre hombres y mujeres dentro de la cultura patriarcal son insertadas
en las mujeres desde su infancia en sus bancos de memoria como aprendizajes y
experiencias, estructurando así los sistemas de creencias de obediencia y
subordinación al hombre, que determinan actitudes y conductas psicobiológicas
manifestadas como estrés y que influyen en los procesos de salud –enfermedad.
Proponemos que mediante el psicoanálisis estos sistemas de creencias pueden
explorarse y favorecer una mayor comprensión.
Los enfoques tomados para este análisis están fundamentados en los
conceptos actuales sobre estudios de género y cultura patriarcal, el papel de las
memorias y procesos de aprendizajes desde las neurociencias y desde la
biopsicología la generación de estrés como resultado de la experiencia femenina
dentro de un ambiente misógino.
Históricamente, la cultura ha sido influida totalmente por el género
masculino, ya que, eran los hombres quienes podían escribir, dejando oculta, no
solo la escritura sino la presencia y esencia femeninas, al ser el género masculino
el representante de toda la humanidad. Por ejemplo, plantea Granillo: “las
historias literarias mexicanas escritas en el siglo XX suelen desconocer a las
mujeres escritoras [...] históricamente se ha omitido toda mención de la escritura
femenina del México del siglo XIX”1, el patriarcado es una formación cultural que
ha cubierto toda la historia en amplios contextos histórico-políticos y
sociodemográficos.

1
Granillo Vázquez, Lilia. (2010). Escribir como mujer entre hombres, poesía femenina mexicana
del siglo XIX. México: UAM Azcapotzalco, p.19.
240 Desde las Ciencias Sociales

Explica Santillán que2 en el México prehispánico la religión era politeísta y


su gobierno teocrático, aunque las actividades de las mujeres estaban regidas por
la religión, en la religión azteca existían tanto dioses como diosas con jerarquías
similares, existía también un principio de dualidad “Ometotl” una deidad andrógina
originaria de todas las cosas con esencia masculina y femenina. Aunque en la
organización social azteca había estratos muy marcados, las mujeres participaban
en cada uno según su linaje, ya que este se transmitía mediante las mujeres así
como la herencia de las tierras, sin embargo esto no las libraba de mantenerse
también en el ámbito doméstico mayormente y sujeta a las condiciones
masculinas3
Después de la conquista, la culturización y el dominio españoles
generaron grandes cambios que favorecieron la ideología patriarcal: la inclusión
de la virgen Guadalupe (a la Deidad azteca Tonantzin) madre impoluta e
inmaculada, genera un modelo de sumisión, abnegación y perfección irrealizables
que a su vez genera culpa, autocastigo y frustración. Con la imposición de un dios
varón creador de todo y muy por encima de la virgen, fomenta la cultura patriarcal
y que cómo se ha visto, representa un medio de control social, el cual se entiende
como las actividades sociales formales o informales, que llevan a cabo los que
detentan el poder, como respuestas diversas ante la desobediencia al orden
social.4
La ideología patriarcal según Stern, se define como “un sistema
jerarquizado y estratificado con estructuras y prácticas socioculturales en las
cuales existe dominación de los hombres hacia las mujeres […] Es una

2
Santillán, Iris (2013). Violación y culpa. México: UBIJUS p. 4.
3
Al momento de la Conquista de México muchos códices fueron quemados, sin embargo, se sabe
que las mujeres no solamente se dedicaban a la casa y al cuidado de los hijos, sino que ejercían
otras actividades como, mercader o activa en el trueque o intercambio (con estatus socialmente
alto), tejedora, hiladora, costurera, alfareras y artesanas, quienes eran las que elaboraban las
vasijas rituales, las mujeres eran productivas y contribuían altamente a la grandeza del señorío
Ibid., p. 10.
4
De ahí que las mujeres desde esos tiempos, han sido controladas en la época prehispánica con
una vestimenta recatada, poco adornos, control de su cuerpo y sexualidad, castigos físicos, exceso
de trabajo en actividades dentro y fuera de casa; a lo anterior se le suma en la época de la
conquista, la limitante de dedicarse al hogar o a vivir en un convento, para después en la etapa
novohispana someterla en grado máximo mediante la inquisición. Ibid. p 15.
Ataduras internas 241

organización social sistematizada de la supremacía de los hombres sobre las


mujeres en donde se abolen a las mismas con acciones directas o indirectas,
tangibles y simbólicas”.5
Hablar de género es hablar de historia y a su vez de lo socio cultural, el
género como una construcción social, establece, según Wallach: “una realidad
social basada en la sexualidad [...] y la estructuración psíquica de la identidad, es
un vínculo entre la sociedad y la estructura psíquica” 6 Así se establecen modelos
de masculinidades y feminidades en donde las mujeres se subordinan al hombre.
Posturas acerca de la preponderancia masculina sobre las mujeres, les
confieren el estatuto de segundo sexo, como Simone de Beauvoir expresa:

Los dos sexos no han compartido nunca el mundo por


partes iguales, el hombre soberano protegerá materialmente
a la mujer-vasallo y se encargará de justificar su existencia
junto con el riesgo económico, la mujer esquiva el riesgo
metafísico de una libertad que debe inventar sus propios
fines sin ayuda […] Las mujeres en conjunto son
consideradas inferiores a los hombres7

Cómo se observa, la autora pone de manifiesto las condiciones desiguales que


viven los hombres y las mujeres desde antaño. Favorecer que desaparezca el
pensamiento de que el sexo femenino es “el segundo sexo”, es parte de lo que la
perspectiva de género va logrando.
La ideología machista se ha permeado durante siglos en la historia
humana, en México existen conductas femeninas altamente valoradas en ese
contexto, tales como la sumisión, la dependencia, la abnegación, resignación y

5
Stern, S. (1999). La historia secreta del género, mujeres hombres y poder en México en las
postrimerías del periodo colonial. México: Fondo de Cultura Económica, p. 25.
6
Wallach Scott, Joan (2012). Género e historia. México: Fondo de Cultura Económica y
Universidad Autónoma de la Ciudad de México, p. 57.
7
Beauvoir, Simone (1949). El segundo sexo. Los hechos y los mitos. Argentina: Siglo veinte, p. 25
242 Desde las Ciencias Sociales

auto desvaloración.8En ese talante, se fomenta la superioridad y poder físico por


parte de los varones, deben tener un concepto por demás peyorativo de las
mujeres o lo que consideran no hombre o débil; además de considerar a las
mujeres como objetos de satisfacción desechables, sustituibles e insuficientes9,
con ello se recrean conductas altamente misóginas.
Algunas conductas sociales -como el control, vigilancia y prohibición de
las relaciones sociales, la crítica mordaz hacia el físico o la exigencia para poseer
determinadas cualidades corporales, el menosprecio o sobre carga con respecto
al trabajo, etc.-, tanto hacia los hombres como hacia las mujeres son formas de
violentar sus derechos y dignidad humanos. La generación de estereotipos acerca
de lo que debe ser una mujer y un hombre como regla invariable de su identidad,
ha generado controversias, entre lo que se quiere ser y lo que se tiene que ser.
Una descripción de los enfoques culturales de los géneros, las maneja Frías de la
siguiente forma:

Las mujeres son integradas en el ámbito social en función


de la reproducción-producción. Las diferencias entre
hombres y mujeres son excluyentes y antagónicas entre sí.
Existe mayor poder en el ejercicio de la sexualidad
masculina, la reproducción en relación a lo femenino. El
poder da beneficios y estatus a los hombres, en cuanto a
servicios prestados por las mujeres. Existe una mayor
autoridad de los hombres en las familias y de ahí se
proyecta a la autoridad social. Se justifican las conductas
violentas hacia las mujeres que intentan salirse de este rol.10

8
Por ejemplo, puede verse en un sinnúmero de películas y canciones de la llamada época de oro
del cine mexicano, que sin demerito de su calidad en cuanto a producción, recrean y fomentan las
cualidades esperadas de las mujeres como cimientos culturales de su existencia.
9
Tal es el caso del donjuanismo, en dónde las mujeres solo objeto de satisfacción momentánea.
10
Frías Martínez, Sonia. (2009). “Diferencias regionales en la violencia doméstica”, en México. Rol
de la estructura patriarcal en Estudios sobre cultura, género y violencia contra las mujeres. Castro,
R; Cacique, I. México: UNAM, p. 48-49.
Ataduras internas 243

Hombres y mujeres construyen sus identidades a través de los preceptos


anteriores, formando así sus masculinidades y sus feminidades.
Para Bonino, las masculinidades son parte de procesos activos que se
conforman y se dan a partir de las relaciones entre los géneros, establecidos
como prácticas, códigos actitudes en donde la existencia de jerarquías establece
una hegemonía de los hombres o los grupos representativos, sobre las mujeres.
Así, la autoridad en la familia, fuerza física, proveedor económico, sexualidad
activa, desempeño en el ámbito público, capacidad de controlar, rudeza, firmeza,
competencia, agresión, conductas riesgos u auto riesgo; les dan potestad para el
control sobre las mujeres y sus cuerpos11. Así los hombres:

Detentan mayor poder y supremacía sobre las mujeres o


todo lo que no es hombre. Tienen más derecho a ciertas
libertades. Ocultan sus sentimientos, demostrándolos
únicamente mediante la rudeza, la agresión, el desafío, el
enojo, la competencia. Deben tener la razón. Exigen ser
cuidados o al menos recibir servicios femeninos como
autoridad por encima de ella. No se responsabilizan de lo
doméstico. Son quienes deben poseer autonomía
autoafirmativa. Los distingue la negación de la intimidad y
reciprocidad conformándose así, la masculinidad
hegemónica12

Con lo anterior, los hombres deben ser seguros, competitivos, intrépidos,


dominantes, hipersexuales, ajenos a los afectos, aunque en ello ostenten
actividades riesgosas, como las adicciones, riñas, manejo a alta velocidad, etc. El
llamado machismo, se ejerce entonces, en función del otro, generalmente las
mujeres, niños y personas consideradas débiles; lo que da también un sentido de

11
Bonino Luis. (2005). Las Microviolencias y sus efectos: claves para su detección, en Ruíz-Jarabo
C.; Blanco, P. La violencia contra las mujeres Prevención y detección Como promover desde los
servicios sanitarios relaciones autónomas soldarías y gozosas. España: Díaz de Santos, p. 85-86.
12
Bonino, Luis (1999). Masculinidad hegemónica e identidad masculina. Revista Argentina de
Psicología clínica, nº 8 p. 4.
244 Desde las Ciencias Sociales

identidad masculina. Esto genera, por supuesto, una distribución injusta de los
derechos y oportunidades para las mujeres.
Para Villegas, el sentido común en el machismo tiene que ver con cubrir
todas las condiciones propuestas por la cultura patriarcal, sobre todo lo referente
al abuso de lo femenino considerado como débil “la conducta machista tiene que
ver con abusar, sobre todo de la mujer o de quien se considera más débil, […] ser
intransigente, no respetar la opinión de nadie”13
En su época las mujeres eran educadas para ser buenas esposas,
madres vigilantes de su hogar y las costumbres, dichos cánones adheridos
totalmente a las circunstancias socioculturales; muchas veces resultaron
limitantes para su desarrollo en los ámbitos que diferían de los preestablecidos.
No se han atenuado del todo los tiempos en los que las mujeres tenían
que arriesgar su seguridad física y moral por la ruptura de paradigmas impuestos
socialmente para poder prepararse o distinguirse; los estereotipos esperados o
asignados a las mujeres sin concebirla fuera de ellos, siguen asechándolas. Las
condiciones patriarcales sobre las que se construye la identidad y feminidad de
las mujeres, permea en ellas un sometimiento y rendición a las disposiciones
culturales tradicionales de la feminidad como parte del andamiaje de su identidad,
tal como lo expresa, Perrot:

Es propio de la mujer el que “sea para todos” y no para ella.


Se le atribuye una naturaleza cuidadora, emotiva,
inconforme, dramática, exagerada, sensible, incoherente
predispuesta al chisme y la mentira. Existe “la palabra de
hombre” como fe de cumplimento y verdad, se designa
“palabras de mujer” como algo variable y poco confiable.
Una sostenible capacidad del cuidado de los demás,
asímismo disponibilidad para ellos. Culpabilizarla de incitar
al pecado, prostituta, bruja, seductora, femfatale.
Culpabilizarse, auto responsabilizarse sobre el bienestar o
malestar de las personas con quienes se vinculan. Evita el

13
Villegas, M. (2007). El destino del macho. ¿Guía práctica? México: Trillas, p. 42.
Ataduras internas 245

conflicto. Es complaciente y al servicio del varón. Solicita


aprobación para ser. Pasiva, sumisa, abnegada y pura. Se
desenvuelve en el ámbito privado. Innegable papel obligado
y casi único como madre –esposa. Mediante el chiste, la
televisión, la publicidad sus subjetividades son tratadas con
ánimo mordaz, de burla exigencia y sensiblería. Son
propiedad del hombre, de ahí que exista el crimen por
“honor”, “pasional” etc.14

Anderson también lo plantea cuando indica: “El hecho de ser menos valorada
contribuyó y ayudó a la formación de un sistema de subordinación femenina […]
la palabra de una mujer tiene valor solo si su marido o padre no la contradice, de
ser así prevalecen las ideas de estos últimos”.15
Con lo anterior se observa que en la formación de las feminidades están
implícitos estos patrones de conducta, aprendizajes de obediencia, desvaloración
y subordinación, que aparte de generar una estructura psíquica determinada,
estructuran la corporeidad, es decir, el qué hacer y cómo hacerlo. Dichos
aprendizajes, han sido integrados en los bancos de memoria de largo plazo, como
conductas que “hacen e identifican” a las mujeres, impactando en la
estructuración de su identidad. Así lo afirma Marcela Lagarde en la siguiente
reflexión: “Decidir sobre la propia vida y el mundo, es entonces un tabú –una
prohibición sagrada- impuesta a las mujeres, que ocupa el núcleo de la identidad
femenina: reproduce a las mujeres como sujetos sociales cuya subjetividad se
construye a partir de la dependencia y del ser a través de los otros”.16 Esta
conducta aprendida, está establecida en los bancos de memoria.
La memoria se refiere al almacenaje y recuperación de información
organizada en un tiempo determinado, tiene tres aspectos: almacenamiento

14
Perrot, Michelle. (2009). Mi historia de las mujeres. México: Fondo de Cultura Económica, p.198.
15
Anderson S. Bonnie, et al. (2000). Historia de las mujeres: una historia propia, vol. 1. España:
Critica, p. 43.
16
Lagarde, Marcela (2003). Cautiverios de las mujeres madresposas, monjas, putas, presas y
locas. México. FCE-UNAM p. 18.
246 Desde las Ciencias Sociales

(guardar) codificación (significar) y recuperación (rescatar la información) 17, a


través de la memoria somos y nos definimos, la memoria es nuestra historia
humana y personal, así lo expresa Erick Kandel:

La memoria no sólo es esencial para la continuidad de la


identidad sino para la transmisión de la cultura, la evolución
y la continuidad de las sociedades a lo largo de las centurias
18
[…] Desde la antigüedad hasta nuestros días, todas las
hazañas humanas fueron producto de una memoria
compartida que se acumuló durante siglos, […] la pérdida de
la memoria destruye la continuidad del yo, corta los lazos
con el pasado y con los otros […] el individuo carga con el
peso agregado de una memoria defectuosa 19

Dado que la ideología patriarcal está implícita en cada conducta, expresión


lingüística, publicidad, forma de vestir, actitudes, acciones, chistes, canciones,
etc.; el reforzamiento de dichos bancos de memoria es continuo, incesante y
determinado, favorece, desde el punto de vista de las neurociencias, la
potenciación a largo plazo (PLP) de estos bancos de memoria, es decir, que
existen experiencias perfectamente definidas, automáticas y persistentes, que
como cambios estructurales en el cerebro, llamados plasticidad cerebral,
favorecen la presencia y manifestación de tales experiencias. Ya lo dice Erick
Kandel:

La PLP se expresa como un aumento persistente de la


respuesta sináptica, reforzada por la repetición o el uso […]
que en última instancia promueve cambios estructurales […]

17
Omrod, Jean Ellis (2008). Human Learning. 5ta.USA: Pearson, p. 90.
18
Erick, Kandel (2007). En busca de la memoria. El nacimiento de una nueva ciencia de la mente.
Argentina: Kats, p. 29. Médico y neurobiólogo austriaco, sobreviviente al holocausto judío, recibió
el premio nobel de medicina en el año 2000 por sus estudios sobre la memoria, dada su
experiencia con el psicoanálisis, él vincula la neurociencia con el psicoanálisis mediante la
memoria. p. 45.
19
Ibíd., p 35.
Ataduras internas 247

particularmente en la corteza cerebral y las estructuras que


conforman el sistema límbico, […] la sensibilización es un
tipo elemental de aprendizaje que permite la formación de
una respuesta de miedo aprendido. 20

Asimismo, Kandel explica: “Un modelo neural de la mente postula […] que los
circuitos neurales que se ocupan de la memoria establecen conexiones sinápticas
21
cuya fuerza se modifican con el aprendizaje”.
Lo anterior explica cómo, en este caso, la vivencia de la cultura patriarcal,
día a día desde la infancia, genera experiencias que al ser almacenadas en los
bancos de memoria, especialmente la autobiográfica y la episódica, asociados al
sistema límbico, apoyan la generación de emociones de miedo, ira, impotencia,
etc.; implicadas en las conductas de obediencia y permisividad. Dado que esta
ideología sociocultural es una forma de aprendizaje-memoria reforzada, influye en
la anatomía-funcional cerebral de las mujeres que son criadas así, las creencias,
conductas y actitudes derivadas e internalizadas determinan su estructuración
neuropsicológica de miedo y autolimitación constitucionales.
Esto concuerda con lo que Lagarde expresa: “La opresión está en
nosotras cuando nuestro cautiverio cuenta con nuestro más firme apoyo y cuando
atreverse y experimentar, son acciones que parecen imposibles”.22 Esta es una
atadura interna difícil de detectar, cuestionar y resolver, por ser parte de la vida
cotidiana propia para las mujeres y que rige tanto sus acciones como
pensamientos. La inercia cultural patriarcal y su orden simbólico, con su continua
23
estimulación cerebral, establecen entonces, la habituación y la sensibilización

20
Kandel, Erick. (2007). Psiquiatría, Psicoanálisis y la nueva biología de la mente. España: ArsXXI
comunicación, p.23.
21
Kandel, Erick (2007). En busca de la memoria, el nacimiento de una nueva ciencia de la mente.
Argentina: Kats, p. 235.
22
Lagarde, M. (2003). Cautiverios de las mujeres madresposas, monjas, putas, presas y locas.
México: FCE-UNAM, p. 18.
23
En su libro en busca de la memoria, Erick Kandel comenta: Pavlov descubrió dos formas de
aprendizaje […] la habituación y la sensibilización […] En la habituación se aprende a hacer caso
omiso de un estímulo porque es trivial, mientras que en la sensibilización, se aprende a prestar
atención a un estímulo porque es importante, p. 62
248 Desde las Ciencias Sociales

en las mujeres, es decir, por un lado puede no darse cuenta de lo que pasa por
ser “normal” (habituación) y por otro lado, el enfoque de sus decisiones y acciones
está en función de dicha inercia (sensibilización), mismas que están
continuamente realimentándose en un círculo de respuestas psicobiológicas que
son generadoras de tensión o estrés, que a su vez favorecen el temor a repetir las
experiencias dolorosas, conformándose el síndrome de estrés postraumático.24
El estrés se define como “el conjunto de reacciones psicológicas que
preparan el organismo para la acción”25 para Torrades, se trata de “un sistema de
alerta biológico necesario para la supervivencia, producto de la interacción entre
el individuo y su medio ambiente, estilo de vida, relaciones interpersonales,
disposiciones de temperamento, vulnerabilidades biográficas y biológicas”26; se
asocia a diferentes situaciones, conflictos, pérdidas o amenazas que lo impactan
en determinados momentos o períodos de su vida
De acuerdo con esta definición y con lo ya mencionado, los aprendizajes
obtenidos desde la vivencia de las coacciones provenientes de la cultura
patriarcal, que refuerzan los bancos de memoria cerebrales, generan emociones y
respuesta de alarma corporales, llamadas estrés. El estrés agudo y crónico, está
asociado a diferentes enfermedades, como Segura plantea:

El estrés es un estado que ocurre cuando un individuo


percibe las demandas de una situación que excede sus
recursos. Este evento estresante puede incrementar la
vulnerabilidad del organismo a ciertas enfermedades,
ejerciendo un efecto inmunosupresor, que se manifiesta
fundamentalmente en aquellas patologías que están
vinculadas directamente con los mecanismos

24
Wendy D'Andrea, et. al., (2015). “Autonomic arousal and emotion in victims of interpersonal
violence: Shame proneness but not anxiety predicts vagal tone”. J Trauma Dissociation. Jul-Sep.;
16(4): 367. Este síndrome TEP, esta descrito en el DSM-IV como un trastorno de ansiedad, este se
define como la vivencia de miedo patológico, exagerada activación fisiológica, y la reducción de la
modulación miedo en respuesta a los estímulos que evocan un proceso traumático.
25
Ramírez, Karen (2011), “Estrés” en Servicios Médicos Acatlán. Consulta en línea.
http://www.acatlan.unam.mx/medicos/estres/.
26
Torrades, Sandra (2007). Estrés y Bur not. Ámbito farmacéutico. OFFARM-Elsevier, p.104.
Ataduras internas 249

inmunológicos, tales como las infecciones, las


enfermedades autoinmunes y las neoplasias. El estrés
crónico puede conducir a presión sanguínea elevada y
riesgo de ataque al corazón.27

Por consiguiente, si la cultura patriarcal genera estrés y el estrés enfermedades,


entonces la cultura patriarcal favorece las enfermedades en las mujeres. Un caso
especial son las enfermedades autoinmunes (lupus eritematoso, artritis
reumatoide, etc.), que están mayormente presentes en las mujeres y las de origen
aparentemente desconocido, como la fibromialgia o las asociadas a estrés como
28
la enfermedad acido-péptica ,la colitis y trastornos hormonales. Es claro que
dichas asociaciones están influenciadas por otros factores como son otros
factores socioculturales y de forma individual la personalidad, el carácter y el
temperamento.
Al respecto de lo social, Pearlin29, menciona un tipo de estrés crónico,
asociados a roles:

Esta modalidad de estrés crónico aparece en formas


diferentes, pero siempre conlleva problemas y dificultades
que se originan entre personas que interactúan entre sí en
conjuntos de roles complementarios, tales como esposo y
esposa, padre e hijo, obrero y supervisor, etc. […] por
ejemplo: conflictos entre roles se producen cuando existen
demandas incompatibles entre diversos roles, como por
ejemplo entre las demandas laborales y las familiares […].

27
Segura Miranda, Miriam, et. al., (2006). “Asociación entre el estrés y las enfermedades
infecciosas, autoinmunes, neoplásicas y cardiovasculares”. Revista Cubana Hematología
Inmunología y Hemoterapia. Sep. v.22 n.3, p. 2.
28
La enfermedad autoinmune tiene un componente de falla en el sistema inmunológico, en el
reconocimiento del propio cuerpo, el cual genera un rechazo o autoataque, existe predominancia
hasta de 2:1 en mujeres con respecto a los hombres Loc cit p.4. Esto recuerda la crisis de
identidad, duda, rechazo y autocrítica que enfrentan muchas mujeres al tratar de romper las
estructuras patriarcales, situación que amerita un análisis más detallado.
29
Pearlin, L.I. (1989). «The sociological study of stress». Journal of Health and Social Behavior,
June(4) p. 30.
250 Desde las Ciencias Sociales

Por cautividad de rol: ocurre en personas que no están


dispuestas a llevar a cabo un rol que les incumbe. Por
ejemplo, las amas de casa o los jubilados que prefieren un
trabajo fuera de casa o los trabajadores empleados en una
empresa que prefieren estar en casa con niños
pequeños.[…] Reestructuración de rol se refiere al producido
por los cambios asociados a la evolución del propio rol. Es
virtualmente inevitable que las relaciones en el conjunto de
los roles conlleven cambio. Tanto los procesos relacionados
con la edad como las exigencias externas fuerzan a
alteraciones en las expectativas e interacción de patrones
largamente establecidos.

En lo referente a lo individual o intrapsiquíco, Téllez-Vargas, explica lo siguiente:

La personalidad es fruto del neurodesarrollo y de las


interacciones del individuo con el ambiente y la cultura que
originan formas individuales de comportamiento, que dan
identidad al individuo y lo convierten en un ser único e
irrepetible. Los rasgos de personalidad están presentes
desde la edad madura del individuo y son patrones
persistentes de formas de percibir, relacionarse y pensar
sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de
manifiesto en una amplia gama de contextos sociales y
personales.[…]El temperamento es la predisposición
emocional congénita, es decir, la manera básica como un
individuo enfrenta y reacciona ante una situación y el
carácter como el fruto de la experiencia, que representa el
modo como el individuo interpreta las respuestas a los
estímulos intrapsíquicos o a los provenientes del medio que
lo rodea. Es heredado y está basado en las emociones,
posee un proceso de desarrollo que se mantiene durante
toda la experiencia del individuo y no está influido por el
aprendizaje socio cultural. El temperamento tiene como
Ataduras internas 251

substrato biológico al sistema límbico y al cuerpo estriado y


sus variaciones en un 50% son heredadas. El carácter, por
el contrario es poco heredado y está influenciado por el
aprendizaje sociocultural. Su desarrollo se inicia en la
infancia, alcanza la madurez en la edad adulta y posee
varios niveles de madurez‑Su substrato biológico
corresponde al neocortex y al hipocampo y está orientado a
alcanzar metas, conservar valores y obtener capacidad de
introspección. Lo maravilloso del carácter es su capacidad
de modificar al temperamento.30

Todo lo anterior como condición inherente al ser humano, contribuye al estrés y,


por supuesto, se asocia con las enfermedades mencionadas y no deben dejarse
de lado, pues también podrían caer dentro de lo no consiente, sin embargo, el
propio carácter, puede modificar de forma consiente el temperamento. Esta
condición se analizará en otro momento.
Ante la habituación que las mujeres tienen a la normalización de
conductas machistas dentro de un ambiente patriarcal, se dificulta el que se den
cuenta de que están inmersas en ellas. Esto resulta por demás complejo, ya que
¿cómo alguien puede modificar un aprendizaje que no se da cuenta que tiene?
¿Cómo una mujer pude cambiar una experiencia limitante de la que no está
consiente? Esas experiencias, esos aprendizajes, son pues, hechos
inconscientes.
Si en un determinado caso es complejo trasformar un hecho consciente,
es aún más complejo trasmutar un hecho inconsciente, por fortuna los estudios de
género contribuyen al “darse cuenta=estar consciente” de esas condiciones, con
sus análisis y reflexiones, el psicoanálisis puede también dar luz al respecto.
Sigmund Freud, médico y neurólogo austriaco creador de psicoanálisis,
como un método de exploración y estudio del psiquismo humano a través de

30
Téllez-Vargas, Jorge (2014), “Bases biológicas de la personalidad y sus trastornos” en SUMOAC
Consulta en línea: https://mafiadoc.com/neurobiologia-del-temperamento-y-la-
personalidad_59f7a57d1723dd28d4cd7ed1.html.
252 Desde las Ciencias Sociales

hacer consciente lo inconsciente mediante el lenguaje; propone la existencia de


un psiquismo consciente e inconsciente, dinámico y estructurado, que rige las
conductas psicobiológicas humanas31, Freud menciona:

Tanto en los sanos como en los enfermos, surgen con


frecuencia, actos psíquicos, cuya explicación presupone
otros de los que la conciencia no nos ofrece testimonio
alguno. Actos de este género son, no sólo los fallos y los
sueños de los individuos sanos, sino también todos aquellos
que calificamos de síntomas […] en los enfermos32 […] la
existencia de un psiquismo inconsciente […] (influye)
adecuadamente sobre el curso de los procesos conscientes
[…]no es sino una pretensión insostenible el exigir que todo
lo que sucede en lo psíquico haya de ser conocido a la
conciencia[...] la conciencia sólo integra [ …] un limitado
contenido, de manera que la mayor parte de aquello que
denominamos conocimiento consciente, tiene que hallarse,
durante extensos períodos, en estado de latencia […] un
estado de inconsciencia psíquica33

Al respecto, Kandel también comenta:

Freud cuenta los sucesos más comunes, aparentemente


insignificantes –lapsus, pequeños accidentes, errores al
guardar objetos, errores de ortografía, olvidos– y los utiliza
para mostrar que la mente humana está gobernada por un
conjunto de leyes precisas, en su mayoría inconscientes.
Son distracciones que parecen estar en la superficie de los
errores habituales, pequeños accidentes que todos sufrimos

31
Kandel, Erick, et. al. (1999). "Biology and the future of psychoanalysis: a new intellectual
framework for psychiatry revisited". American Journal Psychiatry; April 156(4) p. 507.
32
Sigmund, Freud (1915). Lo inconsciente. Argentina. Amorrotu, p. 3.
33
Ibíd., p. 5.
Ataduras internas 253

[…] Lo que Freud me hizo ver es que ninguno de esos


accidentes es casual. Cada uno de ellos guarda una relación
coherente y significativa con el resto de la vida psíquica […]
cada suceso psicológico está determinado por otro que lo
precede 34

Así se observa que el psiquismo inconsciente existe de forma permanente e


influye sobre lo consciente, en este caso, la habituación a las imposiciones
patriarcales que generan estrés se permean a toda conducta, pensamiento o
acción, ocasionando con ello el síntoma o la enfermedad y la complejidad de su
transformación. Ante ello la importancia de la comprensión y exploración del
psiquismo consciente e inconsciente, estructurado por el aprendizaje patriarcal,
resulta vital, para ello Kandel expresa lo siguiente:

Quedé deslumbrado por el psicoanálisis, disciplina que tiene


el objetivo de levantar las distintas capas de la memoria y la
experiencia del individuo a fin de comprender las raíces a
menudo irracionales de los móviles, los pensamientos y el
comportamiento de los seres humanos.35[…] Me convencí
de que el psicoanálisis era un método fascinante para
estudiar la mente y, quizás, el único posible. No sólo ofrecía
un panorama sin igual de los aspectos racionales e
irracionales de nuestras motivaciones y de la memoria
consciente e inconsciente, sino que también brindaba una
imagen de la índole sistemática del desarrollo cognitivo, del
desarrollo de la percepción y del pensamiento36[...] Freud
pensaba que la conducta manifiesta era sólo una manera
entre muchas de estudiar los estados internos, fueran éstos
conscientes o inconscientes[…] los sentimientos, los planes,

34
Kandel, Erick (2007). En busca de la memoria, el nacimiento de una nueva ciencia de la mente.
Argentina. Kats, p. 60.
35
Ibíd., p.24.
36
Ibíd., p.64.
254 Desde las Ciencias Sociales

los deseos, las motivaciones y los valores, los estados


internos y las experiencias personales que constituyen
nuestra humanidad y que el psicoanálisis ponía en primer
plano 37

Tal reflexión explica claramente lo que brinda el psicoanálisis a las humanidades.

CONSIDERACIONES FINALES
Los aprendizajes limitantes y opresivos instalados en las mujeres por la cultura
patriarcal, se establecen en los bancos de memoria que constituyen el psiquismo
consciente e inconsciente como una estructura interna organizada, que al
habituarse a dichas experiencias genera un continuo estrés y enfermedades. Este
complejo y generalizado estado femenino debe abordarse desde diferentes
disciplinas y condiciones tanto, socioculturales como individuales, que al
hermanarse dan más luz a la comprensión del psiquismo de las mujeres en la
inercia cultural patriarcal que las vulnera. Las neurociencias y el psicoanálisis
pueden entrelazarse con las humanidades para ello.

37
Ibíd., p.62.
La violencia obstétrica 255

La violencia obstétrica en el estado de México:


un estudio de caso

Anadshieli Morales Celaya


Universidad Autónoma Metropolitana

Desde los inicios de la humanidad, el embarazo, el parto y el nacimiento eran


acontecimientos considerados como naturales para las mujeres. El conocimiento
empírico revelaba la forma de atender estos momentos, radicando en su
humanización, es decir, en una conceptualización integral para respetar las
formas en que se presentaba el embarazo, parto y nacimiento. No obstante,
desde la Edad Media (siglo V al siglo XV) hubo una transformación sociocultural
que introdujo la biomedicina como eje rector para atender dichos eventos. Así,
conceptualizar y atender el proceso reproductivo radicó en su institucionalización,
siendo los espacios de salud públicos o privados los encargados de monitorear el
embarazo, parto y nacimiento de algunas mujeres, hasta nuestros días.
Las experiencias de las mujeres en relación con el embarazo, el parto y el
puerperio están entretejidas con diversos factores: biológicos, económicos,
culturales, sociales, entre otros, mismos que reflejan la complejidad que permea
el proceso reproductivo. Para diversas mujeres, el acto de parir es uno de los
sucesos más importantes del embarazo, por lo que su cuerpo y sus emociones se
adaptan a cambios paulatinos durante esta etapa. Explicar el mismo no sólo como
un transcurso fisiológico, en el cual interviene la ciencia médica, permite pensarlo
también como un proceso social y entrelazar cuestiones más profundas como las
interacciones sociales:

A través de procesos de interacción social es que los


individuos, dotados de una cierta capacidad para producir su
propia subjetividad, van formando una serie de
concepciones acerca de los sucesos del mundo que los
rodea, la reproducción como proceso biológico no escapa de
256 Desde las Ciencias Sociales

este hecho y se encuentra permeado por una serie de


significados que ubica la manera en la que los actores
sociales han de conducirse, quienes su capacidad de
producir y reproducir dichos significados son capaces de
condicionar, influenciar y orientar el actuar de los
1
individuos.

Las instituciones, independientemente de su naturaleza y función, están


constituidas de tal manera que intervienen significativamente en la vida de las
personas, guiando y reforzando aspectos cotidianos de las relaciones sociales,
así como la trascendencia que se circunscriben alrededor de las mismas. “A
través de diferentes mecanismos [las instituciones] establecen criterios de
normatividad, de vigilancia y de reproducción de dicha normatividad, a veces de
manera explícita, pero otras con procesos implícitos en las conductas cotidianas
que prevalecen en los ámbitos sociales de referencia”.2
En este contexto, existe una autoridad médica sobre el cuerpo de los
pacientes. En el proceso reproductivo, dicha autoridad derivada de la capacitación
y preparación académica les otorga las facultades necesarias para someter a las
mujeres a una serie de tratamientos que están fuera de su control inmediato. Es
interesante observar la manera en que esta forma de relacionarse entre las
mujeres y el personal de salud conduce a la patologización de los cuerpos, muy
de acuerdo con el concepto biomédico que reduce el cuerpo activo a uno “pasivo,
poseído y parcializado” durante el embarazo, parto y puerperio.3
El presente trabajo corresponde a una investigación exploratoria, de corte
cualitativo, cuyo objeto de estudio es la violencia obstétrica. Dicho concepto
comenzó a emplearse en países hispanoparlantes en los discursos retomados

1
Rizo, Marta (2012). La interacción y la comunicación desde los enfoques de la psicología social y
la sociología fenomenológica. Breve exploración teórica. México: Universidad Autónoma de la
Ciudad de México, p. 281.
2
Figueroa, Juan (1995). “Apuntes sobre algunas posibilidades de autodeterminación reproductiva
en América Latina”, en Revista Perfiles Latinoamericanos, México: pp. 121-147.
3
Pollock, Lorena (2009). “Rituales de nacimiento. Subjetividades en transformación”, Elegir como
parir, elegir como vivir. FALTA PAIS, EDITORIAL Y PAGINACION.
La violencia obstétrica 257

sobre los derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos y violencia de


género, en los movimientos alternativos al modelo biomédico hegemónico 4 para la
atención del embarazo y nacimiento5, así como su reciente tipificación en la Ley
Orgánica de Acceso a una Vida Libre de Violencia de Venezuela, en 2007.
Hablar de violencia obstétrica remite a tratar con un concepto reciente, y
en nuestro contexto carente para describir la realidad del problema. No obstante,
aunque existen aspectos por precisar se define violencia obstétrica como: la
violación a los derechos sexuales, reproductivos y humanos de las mujeres por
parte de las instituciones de salud y el Estado, manifestándose desde las
prácticas sociales, la interacción social y la interacción institucional. También es
una violencia de género que amenaza de forma física y psicológica la integridad
de las mujeres.6
Asimismo, los regaños, las burlas, amenazas, humillaciones, la falta de
información sobre lo que pasa con sus cuerpos o bien, del producto, negación o
imposición de algún tratamiento, indiferencias y aplazamiento de la atención
médica urgente, la crítica al apego o desapego de las madres hacia sus hijos o
hijas, la falta de atención médica oportuna para ellas antes, durante y posterior a
su parto, los discursos guiados por los roles de género que expresan las y los
profesionales de la salud a las mujeres en citas ginecológicas, y por supuesto, en
todo el proceso del embarazo, articulan también la forma de maltrato obstétrico.7
De acuerdo con lo anterior, el momento del parto se ha transformado en
un momento institucionalizado. “Desde la ciencia médica, que incluye una
valoración diferencial de los cuerpos reproductivos, femeninos y masculinos, en

4
El modelo biomédico hegemónico son las prácticas, saberes y teorías generadas por la medicina
científica, facultativa u ortodoxa.
5
Romo-Medrano, Karina (2015). “Missing Bodies: Experiences of Pregnancy Loss in a Public
Hospital in Mexico City”. Dissertation fot the MSc in Medical Antrhopology. Universiteit van
Amsterdam. Consulta en línea http://amma.socsci.uva.nl/theses/romomedrano.pdf.
6
Grupo de Información en Reproducción Elegida, GIRE (2013). Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia; LGAMVLV (2007); Lamas, Marta FALTA REFERENCIA
COMPLETA (1986); Herrera, FALTA REFERENCIA COMPLETA (2010); Norma Oficial Mexicana
NOM-007-SSA2-2016.
7
Ibid.
258 Desde las Ciencias Sociales

donde los primeros ocupan una posición devaluada frente a los segundos” 8. La
práctica médica, en la que se adopte una perspectiva de género, hace evidente la
construcción de jerarquías, donde las mujeres siempre estarán por debajo de todo
aquello que represente el ámbito masculino.
En este contexto, las prácticas y los discursos médicos para atender a las
mujeres en situación de embarazo o parto se componen de la percepción del
cuerpo femenino, el cual se le tiene que controlar y su tecnificación está sujeta a
las órdenes del personal de salud, específicamente en el proceso reproductivo.
Ya sea que se nombre violencia obstétrica o experiencias negativas en la sala de
partos, se incurre en una o varias faltas graves a la integridad de las mujeres, en
su salud sexual y reproductiva, y constituye una violación de sus derechos
humanos y la persistencia de la violencia de género.
A pesar de la existencia de la Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-
2016, para la atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio, y de la
persona recién nacida donde se mencionan los protocolos de atención para
proporcionar el mejor tratamiento técnico que deben recibir las usuarias durante el
proceso de embarazo, parto, puerperio y lactancia, para no incurrir en alguna
mala práctica médica que dañe su salud o integridad, aquellas siguen siendo
violentadas perciban o no este maltrato.
Ejemplo de lo anterior tiene que ver con procedimientos como la
episiotomía (corte realizado entre el ano y el perineo para abrir el canal de parto),
cuya aplicación debe estar justificada medicamente y autorizada por la mujer. Esa
práctica, en muchas ocasiones no se lleva a cabo como lo estipula la norma. En
los casos de tricotomía (rasurado del vello púbico) la misma ley estipula que debe
estar autorizada por la paciente. Y en relación con los analgésicos para mitigar el
dolor de las contracciones uterinas, existe una nula o una excesiva aplicación de
estos medicamentos por el personal médico.
Los procedimientos técnicos mencionados -episiotomía, tricotomía y uso
de analgésicos- entre otros, forman parte de una violencia simbólica, pese a todo
8
Erviti Joaquina (2012). “Mujeres, cuerpos y medicina. Un estudio con médicos en servicios de
salud reproductiva”, en Visible en todas partes. Estudios sobre violencia contra mujeres en
múltiples ámbitos. México: CRIM-UNAM; pp. 119-143.
La violencia obstétrica 259

es casi imperceptible para las usuarias y aun para el propio personal de salud. En
dichos eventos no se lleva a cabo el consentimiento informado, situación que, en
caso de presentarse alguna consecuencia negativa durante el parto,
responsabilizan a la mujer y no al personal médico, dañando su integridad, su
salud y la del producto.
La violencia obstétrica implica una gran variedad de dimensiones que
tienen que ver con la subjetividad, la óptica social y los procedimientos
estructurales. Para Roberto Castro y Joaquina Erviti (2014), el tema de la
violencia obstétrica es un tópico que se ha señalado durante los últimos 25 años,
por lo que “se está enfrentando un problema que tiene que ver con la violación de
los derechos a la salud y la salud reproductiva de las usuarias en los espacios de
los servicios de salud”.9
Ante la problemática mencionada, se abordará el caso de una mujer
habitante del Estado de México en el que hubo evidencia de violencia obstétrica
durante el año 2011, contexto mexicano en el que el concepto aún no se
empleaba como tal y la violencia obstétrica no estaba contemplada en el Código
Penal de la Entidad, sino hasta el 2016. Dicha investigación retoma elementos
teóricos y epistemológicos del campo del conocimiento de la sicología social, con
perspectiva de género y derechos humanos, y hace uso de la entrevista a
profundidad como método de recolección de datos.

“YO NOMAS ME ACUERDO QUE ESTABA ASÍ Y ME HABÍAN AMARRADO”10


Nancy es una mujer de 31 años, ama de casa y vive con su esposo, su hijo de
ocho años y su hija de dos años. Una noche cuando estaba en el tercer mes de
embarazo de su primer hijo (2011), comenzó a sentir dolores en el vientre que le
impidieron caminar. Preocupada por el evento le avisó a su esposo. Ella y su
pareja le hicieron saber a su médico de la emergencia obstétrica, obteniendo

9
Erviti Joaquina y Castro Roberto (2014). “25 años de investigación sobre violencia obstétrica en
México” en Revista CONAMED. México: Vol. 19, p. 38.
10
La entrevista se realizó con el consentimiento informado sobre la utilización del testimonio de
Nancy Canseco. La misma se llevó a cabo en agosto de 2015 en la delegación Iztapalapa, Ciudad
de México. En el momento de la entrevista ella tenía 29 años.
260 Desde las Ciencias Sociales

como respuesta la instrucción de dirigirse al hospital San José de Ciudad


Nezahualcóyotl donde se atendía para saber lo que estaba sucediendo. Una vez
que llegaron al nosocomio, el doctor estaba ausente pese a que le habían
comentado la urgencia horas antes.
Después de una hora de espera el médico llegó al lugar sin explicar la
razón de su retraso. Sin una revisión médica de lo antedicho por Nancy externó
comentarios donde le decía que quizá el bebé se había muerto, pero que tenía
que realizarse otros estudios médicos porque en el hospital no tenían la
tecnología adecuada para confirmar el diagnóstico. Nancy acudió a un laboratorio
distinto para efectuarse un ultrasonido que le confirmara (o no) que el producto
estaba muerto.
Más tarde, los resultados habían arrojado que el producto estaba bien, sin
embargo, no estaba bien plantado el saco gestacional, por lo que Nancy debía de
tratarse con algún medicamento para que no se interrumpiera el embarazo de
forma imprudencial. Después de esa primera amenaza de aborto Nancy dio
seguimiento a su embarazo en la misma clínica. Para los nueve meses, su
médico planeaba programarla para realizar una cesárea, por lo que, basado en
recomendaciones de la familia, Nancy preguntó si era posible el parto natural, a lo
que él insistía en una negativa, sin dar justificación a la petición de Nancy. Según
su testimonio, para el médico, ella se veía que era de “esas mujeres que no
podrían aguantar un parto natural” por lo que para Nancy era una mejor opción
llevar a cabo una cesárea programada. Ella no accedió y esperó a que el parto se
diera de manera fisiológica (parto normal).
Durante la semana 41, Nancy fue a consulta porque no presentaba
contracciones y no quería tener complicaciones en el parto. El médico le hizo
saber que él había tenido la razón desde que la quería programar, por lo que
regañó a Nancy y la mandó a realizarse ultrasonidos en un laboratorio diferente
para conocer como estaba evolucionando su embarazo. En el lugar le indicaron a
Nancy que tenía que ingresar al hospital de emergencia porque si esperaba a las
contracciones, el bebé podría tener sufrimiento fetal y podía morir. Ante tal
circunstancia, ella llamó al médico. El doctor le informó que le realizaría una
La violencia obstétrica 261

cesárea, por lo que le dio instrucciones de llegar al hospital para atenderla de


forma inmediata, mientras él preparaba todo para el momento de la cirugía.
Cuando Nancy llegó al hospital, tuvo que registrar su visita. El personal
administrativo le indicó que tenía que esperar su turno, pues había tres mujeres
antes que ella para pasar con el doctor. Ella y su pareja le comentaron la
emergencia y las instrucciones que había dado el médico encargado, pero la
única respuesta que recibieron es que tenían que esperar su turno. Cuando
estaba listo el quirófano para ingresarla, el personal de salud no había realizado
los estudios previos al parto.
El personal de enfermería seguía los protocolos del hospital para preparar
a Nancy. Cuando ingresó al quirófano la desnudaron, le realizaron el rasurado del
vello púbico y no le informaron que el doctor quería hablar con ella. Mientras
estaba desnuda y esperando al personal que asistiría su parto, el doctor le
informaba todo lo que tuvo que hacer, como llamar a los anestesiólogos de
emergencia “por tu culpa”.
Al lugar llegaron las personas requeridas para atender a Nancy. En ese
momento emplearon los protocolos técnicos de cesárea como la aplicación de
anestesia local y otros medicamentos que ella desconocía para esterilizarla.
Nancy comenzaba a temblar de manera violenta. Ante tal situación, le amarraron
los brazos a la cama impidiéndole el movimiento. La justificación que dio el
personal de salud para explicar los temblores fue que había comido y no les había
avisado para que realizaran con anterioridad otros estudios necesarios para la
cirugía.
Después de la intervención, el médico le anunció que la cesárea había
sido un éxito, el bebé no tuvo complicaciones para nacer, se lo mostraron a Nancy
y lo llevaron a revisión mientras terminaban con la cirugía. Nancy no dejaba de
temblar cuando la pasaron a su habitación.
Durante la noche, ella pedía a su esposo que les informara a las
enfermeras sobre un escalofrió que presentaba de manera extraña, así como
dolor y el cuerpo en temblor total. Las enfermeras hacían caso omiso a las
peticiones de su esposo con argumentos de no poderle recetar nada hasta que el
262 Desde las Ciencias Sociales

doctor lo ordenara, todo ello mientras comían o veían la televisión. Así mismo, ella
sentía que estaba húmeda de la espalda, pero atribuía la sensación a los
temblores de su cuerpo.
A la mañana siguiente, Nancy y su mamá descubrieron que le habían
dejado desangrar durante la noche, pues al alzar las cobijas de la camilla, éstas
estaban llenas de sangre, hecho que el personal médico no se había percatado
para atender la hemorragia. Hasta el momento en que el doctor llegó, después de
las diez de la mañana del siguiente día, de manera instantánea y por orden del
médico, le colocaron medicamento por el suero y fue así como dejó de tener
dolores y el sangrado.
Ese mismo día, ante las acusaciones que hizo la madre de Nancy al
personal de salud por la mala atención que recibió su hija, la dieron de alta.
Nancy, su pareja y su bebé regresaron a su casa y de forma cuasi inmediata
buscaron la opción de atenderse en otro hospital privado en la delegación
Iztapalapa, en la Ciudad de México (CDMX) para descartar consecuencias más
graves que pusieran en riesgo la salud y la vida de Nancy.
Pasaron algunos meses después de su primer parto para que Nancy
llegara nuevamente al hospital en la delegación Iztacalco (CDMX) puesto que, de
su primer parto, le habían colocado con su autorización el DIU (dispositivo
intrauterino), pero de forma incorrecta, hecho que provocó un aborto espontáneo.
Nancy no sabía que había estado embarazada nuevamente, por lo que el aborto
le tomó por sorpresa y las actitudes del personal médico hacia ella, según su
narración, evocaron una culpabilización y responsabilidad del evento.

EXPERIENCIA DE PARTO
Hablar de lo que implicó el proceso de embarazo para Nancy representa diversos
aspectos como el deseo de la llegada del nuevo miembro de la familia y el amor
como compañeros. No obstante, se atribuyeron al hospital privado valoraciones
que denotan el imaginario de una institución de salud que no le respondía de
acuerdo con sus necesidades emocionales, económicas, médicas y estructurales
por las cuales estaba pagando el servicio. Nancy describe la concepción del
La violencia obstétrica 263

hospital como un lugar clandestino, feo y viejo que evoca una escena de algo
incierto: “entonces era una clínica. Si se veía medio malandrina [...] Era un
pasillito, una entrada, unas banquitas donde estaba yo ahí recargada” (Nancy
Canseco, 29 años al momento de la entrevista).
De acuerdo con la Nom-007, en su apartado 5.5.411, menciona las
acciones que el personal de salud debe seguir cuando una mujer en trabajo de
parto llega al hospital. Debe existir una valoración, interrogar sobre la percepción
de las contracciones, intensidad y frecuencia, así como aspectos físicos que
puedan proporcionar más información sobre la emergencia de Nancy. Así mismo,
se deben tomar signos vitales, presión arterial, entre otros elementos
característicos para el parto, apoyados también de la Guía de Práctica Clínica de
la Frecuencia de Operación Cesárea (2014).
El maltrato obstétrico comienza con el personal de salud encargado de
recibir a Nancy en urgencias, pues una referencia en la atención hospitalaria a la
que hace mención, es la forma en la que se dirigen hacia ella, donde no muestran
una empatía con la emergencia que implica el proceso de parto, desplazando los
dolores, las contracciones y los sentimientos que presenta, para la toma de datos,
realizar las intervenciones médicas para cubrir el registro que pide el hospital o
simplemente, no atender su urgencia.
Si bien es cierto que el nosocomio tiene que seguir ciertos protocolos de
atención como un registro previo para asegurar y clasificar la emergencia
obstétrica tanto en hospitales públicos como privados, en estos últimos dichos
protocolos pueden llevar otro orden, sobre todo si están acompañados de
indicaciones médicas por quienes atenderán las emergencias obstétricas,
diferente a una institución pública. En principio, el personal médico, en específico
las y los enfermeros, se dirigían con un modo particular de desdén, ya que al
acercársele no tomaban la importancia que requería su proceso de parto, ello
visto con la descortesía de no presentarse, revisar su expediente sin decirle el
diagnóstico, realizar el tacto sin informarle, no administrar el medicamento
11
Norma Oficial Mexicana NOM-007-SSA2-2016, para la atención de la mujer durante el
embarazo, parto y puerperio, y de la persona recién nacida, (2016). Consulta en línea:
http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5432289&fecha=07/04/2016.
264 Desde las Ciencias Sociales

solicitado por Nancy y hablar de aspectos ajenos al hospital: “te digo que estaban
ahí las pinches enfermeras risa y risa viendo películas y yo me estaba quejando
del dolor” (Nancy Canseco, 29 años al momento de la entrevista).
En ese mismo sentido, en las acciones del personal hospitalario en
relación con la atención, siguen protocolos mal realizados, donde sitúan a Nancy
en condiciones vulnerables tanto en el aspecto físico como emocional, al no tener
en cuenta las emergencias obstétricas que presenta. Es en este momento en el
que el maltrato comienza a verse como una justificación, el cual permitirá que no
se atienda el nacimiento del bebé, pues ante los discursos, significados y
quehaceres médicos, mientras la mujer exija más la atención hospitalaria, menos
cuidado se le dará.
En la narrativa de Nancy se hace mención de aquello que les decían las y
los médicos al momento de entrar a la sala de trabajo de parto. Estos discursos
denotan estereotipos de género respecto a las mujeres embarazadas o bien, en
trabajo de parto, pues hacían alusión a su condición de mujer débil, mujer
obediente, mujer quejosa, mujer sabelotodo o bien mujer inexperta,
conceptualizaciones que avalan un poder sobre las mujeres en labor de parto y
vuelve el contexto permisible para que Nancy considerara que atenderían de la
misma forma a su bebé. Para ejemplificar mejor esta situación, ella lo narra así:

Pues yo sin saber voy caminando hacia el quirófano. Para


esto yo había comido como hasta las cuatro de la tarde y me
dijo “Mira ya ni te hice estudios”, regañándome ahí en el
quirófano yo parada, desnuda y con la pinche bata y él
regañándome porque había comido […] Yo decía “con que
nazca mi hijo me vale madre que me humille, quiero que me
atienda” y yo parada ahí, “a ver ahí párate”, estaba yo
parada ahí. Hacia un pinche frío, yo encuerada, estaba
lloviendo, eran como las siete de la noche y estaba yo así
(desnuda) y ellos chacoteando. (Nancy Canseco, 29 años al
momento de la entrevista).
La violencia obstétrica 265

El testimonio anterior refleja que la forma despectiva en la que se dirigen


enfermeros, enfermeras y el doctor mismo, se vuelve una situación de tolerancia
para Nancy. Si bien no está de acuerdo con la forma en la que se dirige el
personal de la institución de salud, en función de asegurar el bienestar de su
bebé, otorgó el protagonismo del parto al personal médico, puesto que no existen
otras opciones para asegurar la atención requerida, aunque como lo especifica la
Nom-007, las guías clínicas de atención del parto como Cocreihne y la Ley
General de Salud, debe existir pleno conocimiento de los procesos a los que la
mujer se enfrenta durante el parto. Nuevamente se corrobora que existe una gran
falta de apego a las normas y leyes oficiales, mismas que fomentan el maltrato
estructural.
Durante el parto, Nancy perdió la tranquilidad y el movimiento de su
cuerpo. El hecho de amarrarla a la camilla, como lo hizo constar el personal de
salud a través de una justificación médica de que podía moverse y con ello
complicar la expulsión del bebé, sin darle alguna opción terapéutica que
permitiera sentirse libre de mover el cuerpo, describe una cosificación del cuerpo
de las mujeres reduciéndolas a un objeto de intervención médica y no como
sujeto de derechos ante una desigualdad simbólica.12

[…] Me acuestan en la camilla. Ya, me ponen la de la


raquea y me dicen “sabes que, es que comiste” y ¡me
amarraron los brazos!, me pusieron unos como cinturones
aquí (señala el antebrazo), como los pinches locos, me
amarraron los brazos y recuerdo que me pusieron aquí (en
el vientre) como una cortinita y este, dice “a ver empiecen a
esterilizarla”. Me acuerdo que ahí fue cuando me acabaron
de rasurar mi parte […] Yo nomas me acuerdo que estaba
así (hace referencia de brazos temblando) y me habían
amarrado (Nancy Canseco, 29 años al momento de la
entrevista).

12
Belli, Laura (2013). “La violencia obstétrica: otra forma de violación a los derechos humanos” en
Revista Redbioetica/UNESCO. Número 4. vol. 7, CONICET, pp. 1-22.
266 Desde las Ciencias Sociales

Otro punto de análisis al que hago referencia en el momento del parto es la


episiotomía, la cual se realiza como protocolo obligatorio de parto. Esta cirugía se
lleva a cabo de acuerdo con el criterio del médico en turno y no existe situación
médica que avale el procedimiento. Nancy tenía heridas sin curación por
episiotomía: cicatrización tardía de los puntos de la cesárea y sangrado sin control
causando daños graves a su salud en el postparto debido a malas prácticas que
realizaron gracias a dicha intervención:

Recuerdo que me quejaba y me quejaba del dolor y en eso


llega mi mamá […] mi mamá levanta la cobija y las sábanas,
¡toda la cobija y las sábanas estaban llenas de sangre!
Estaba yo empapada de sangre, me llegaba la sangre hasta
acá y hasta acá (señala de la cintura hasta las rodillas).
Estaba yo desangrándome y la sonda estaba volando por
ahí (Nancy Canseco, 29 años al momento de la entrevista).

Con el testimonio anterior se evidencia la violencia obstétrica al no cumplir los


parámetros que indica la Nom-007 para atender el parto. No existió una atención
por parte del personal hospitalario, no existe un seguimiento adecuado de cómo
atender su salud sexual y reproductiva, y, por tanto, el embarazo es en sí, una
experiencia negativa, marcada en todo el proceso reproductivo.

CONSIDERACIONES FINALES
La violencia obstétrica es un fenómeno muy complejo y multifactorial, donde se
mezclan tanto la violencia de género como la formación del personal médico, la
infraestructura y funcionamiento de los servicios de salud, la falta de perspectiva
de género, derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos en todos los
niveles (servicios, prestadores de servicios, usuarias) y sobre todo la falta de
apego a las leyes y normas que dictaminan los mejores procesos técnicos para
atender el embarazo, parto, puerperio, nacimiento y lactancia.
Para una mujer en espera de parto en un hospital, sea este público o
privado como en el testimonio, implica que el rol protagónico del alumbramiento
La violencia obstétrica 267

sea ocupado por el personal hospitalario. La violencia obstétrica se abre paso a


través de interacciones microsociales, práctica médica y poder por medio de la
interacción social entre mujeres y personal gracias a un contexto que lo hace
permisible.
En ese sentido, las mujeres que vivan la experiencia de violencia
obstétrica no son dueñas de su cuerpo, reflejado por las inconsistencias en las
intervenciones médicas, desde el ingreso al hospital, hasta el puerperio. Las
contestaciones sin respuestas concretas a lo que Nancy preguntaba y el desdén
con el que se dirigían enfermeros, enfermeras, y en particular, el médico
encargado de su parto manifiesta un descuido en su proceso reproductivo en el
que no tienen aprendidos los protocolos mínimos de atención y por tanto el
cuerpo y lo que pase con la persona en trabajo de parto, se vuelve como un
objeto para manipular de forma técnica.
La experiencia hospitalaria está descrita por los momentos de
incertidumbre, miedo, inseguridad, enojo y molestia que presentó Nancy y en sí,
las mujeres durante el parto y puerperio, Para ellas, presenciar su propio trabajo
de parto, es perder la capacidad de decisión, no porque así lo deseen, sino es el
personal de salud quien histórica y culturalmente, se ha apropiado de actos donde
las mujeres se sientan vulnerables, los cuales dañan su integridad y salud. En
este contexto se ha otorgado al personal médico el protagonismo de este.
Las inconsistencias en las intervenciones médicas reflejan que las
mujeres no son dueñas de su cuerpo, desde el ingreso al hospital hasta el
puerperio. Las contestaciones sin respuestas concretas a lo que Nancy
preguntaba y el desdén con el que se dirigía a ella el personal de salud
manifiestan un descuido en el proceso reproductivo, la falta de información para la
mejor atención médica y la nula evidencia de buenas prácticas médicas para
hacer del embarazo, parto y puerperio un evento donde el rol protagónico sea de
la mujer y su bebé.
Como cualquier tipo de violencia, la violencia obstétrica no podrá
erradicarse sin que antes se visibilicen las formas y espacios en donde se
presenta, se respeten los acuerdos legislativos, las mujeres estén informadas,
268 Desde las Ciencias Sociales

exijan sus derechos y el gobierno garantice la protección del derecho a la salud,


los derechos humanos, sexuales y reproductivos durante el embarazo, parto y
puerperio. Así mismo, se debe tomar mayor importancia a las condiciones
médicas que evitan complicaciones durante el parto y sean claras para las
mujeres como una forma de garantizar su derecho a la información.
Sobre los autores 269

Sobre los autores

Yolanda Jurado Rojas es Doctora en Historia por la BUAP, docente en el


Posgrado de Pedagogía de la FES Aragón, UNAM. Pertenece al Sistema Nacional
de investigadores. Autora de varios libros, entre los que destacan, La comedia de
muñecos. Estudio literario y crítico (2015) y Técnicas de investigación documental
(2002). Colaboró en 2013, con un capítulo, en el libro, Dictatorships in the Hispanic
World: Transatlantic and Transnational Perspectives. Su obra está incluida en la
Enciclopedia de la literatura en México.

Mariana Marin Ibarra es Doctora en educación por la Universidad Autónoma de


Tlaxcala, con estancia posdoctoral en el Instituto de Ciencias Sociales y
Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Entre las
publicaciones del 2017 se encuentran los artículos: “Discordias y solidaridades: los
preceptores de primeras letras en Puebla (1820-1860), en Revista Mexicana de
Historia de la Educación; “La creación del hito nacional: 2 de Abril de 1867”,
revista digital El Pregonero; “Voces ocultas. Las preceptoras poblanas de primeras
letras en el siglo XIX”, en Variedad y diversidad. Acercamientos a los trabajos,
actividades y condiciones de las mujeres en México, siglos XIX y XX, Tirado
Villegas, Gloria A. y Rivera Gómez, Elva (coords.).

Daniel Roberto Peregrino Rocha es Doctor en Humanidades por la Universidad


Autónoma Metropolitana, Iztapalapa. Docente del Centro Universitario UAEM
Amecameca. Ha participado en coloquios y congresos en diferentes universidades
y ha publicado diversos artículos sobre literatura.

Oscar Martínez Agíss es Licenciado en Literatura Dramática y Teatro, Maestro en


Artes Visuales, ambas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Docente en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Forma parte del grupo
de investigación ESSEX, afiliado a la Coordinación de Redes de Investigación de
la Facultad de Artes y Diseño, UNAM. Ha publicado artículos en revistas en Suiza,
España, Argentina y Brasil.

Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza es Doctora en Literatura por la


Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, con posdoctorado en la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Pertenece al Sistema Nacional de
270 Sobre los autores

Investigadores. Perfil Prodep. Es autora del libro María Luisa Puga. De la


autobiografía a la autoficción (2015); ha publicado diversos artículos en revistas
especializadas, entre los que se encuentra "Cartucho de Nellie Campobello: una
aproximación desde la teoría autoficcional"(2016). Coordino los libros Estudios de
Género: la perspectiva de las humanidades en México (2015) y Género y vejez
(2017). Desde 2013 coordina el Congreso de Estudios de Género organizado por
la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx). Es profesora de tiempo completo de
la Facultad de Filosofía y Letras de la UATx.

Ma. Andrea Olimpia Guevara Hernández es Maestra en Letras por la


Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Autora de Dramaturgos
tlaxcaltecas y coautora de Armario de ilusiones. Antología de literatura de
Tlaxcala. Ha publicado además en diversas revistas y libros sobre teatro mexicano
contemporáneo. Es profesora de tiempo completo en la Universidad Autónoma de
Tlaxcala (UATx).

Adriana Sara Jastrzębska es doctora en Humanidades por la Universidad


Jaguelónica de Cracovia. Desde 2008 es profesora adjunta y desde 2015 la
directora de la Cátedra de Filología Hispánica de Universidad de Bielsko-Biała
(Polonia). Sus trabajos publicados versan sobre la narrativa actual
hispanoamericana, novela negra, imágenes literarias de la violencia en América
Latina, narrativa de las drogas y metanovela. Es autora de un libro monográfico
sobre la nueva novela histórica en la literatura hispanoamericana (2013).
Organizadora de coloquios interdisciplinarios Jornadas Latinoamericanas que se
celebran anualmente en Bielsko-Biała desde 2012. Actualmente realiza un
proyecto de investigación sobre la convención y poética narco en la literatura
colombiana.

Silvina Campo es Profesora y Licenciada en Historia (Universidad Nacional de


Córdoba, Argentina). Titular de un Máster en Sociología de la Cultura y Análisis
Cultural (Universidad de San Martin, Argentina) y de un Diplôme d’Etudes
Approfondies (D.E.A.) en Historia Social y Cultural S.XIX- XX (Universidad Paris I
Panthéon-Sorbonne). Se doctoró en Historia en la Universidad Paris I Panthéon-
Sorbonne con una tesis sobre usos del pasado del PCF. Ejerció la docencia en la
Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y en la Universidad de Buenos Aires
(UBA). Publicó artículos en revistas especializadas. Sus temas de interés son las
temáticas sobre memoria y usos del pasado, historia contemporánea europea,
Segunda Guerra Mundial, Partido Comunista Francés.
Sobre los autores 271

Liliana Fort Chávez es Doctora en Filosofía del derecho por la Universidad “La
Sapienza” de Roma Italia y docente de la Universidad Autónoma Metropolitana
Azcapotzalco en la Ciudad de México. Pertenece al Sistema Nacional de
Investigadores. Es autora del libro sobre Don Quijote, Identidad planetaria y
opinión pública. Allí se plantea la risa burlona de Dulcinea como corrección del
discurso y, con el caballero, formadora de opiniones y educadora de voluntades
que tienden a la conservación de las generaciones futuras (2013). También ha
participado con capítulos de libro como “El papel de la mujer en la corrección del
discurso y conservación de la paz” (2015), en Estudios de Género: la perspectiva
de las humanidades de México, editado por la UATx.

Alfonso Hernández Cervantes es Maestro por el Centro de Investigaciones y


Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), DF. Perfil deseable
PRODEP y docente desde hace dieciocho años del área de Lingüística y Lengua
originaria náwatl en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma
de Tlaxcala.

Alma Delia Zamorano Rojas es Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la


Universidad Nacional Autónoma de México y tiene una Especialidad en
Antropología por la Universidad Panamericana. Actualmente es
profesora/investigadora de tiempo completo adscrita a esta última Universidad. Su
actividad docente y de investigación se centra en las ciencias sociales y las
humanidades, con énfasis en el estudio de la cultura audiovisual y el cine. Ha
impartido conferencias y ponencias en eventos nacionales e internacionales. Es
autora del libro El principio del fin. Imaginarios cinematográficos sobre el
Apocalipsis (Instituto Mexiquense de Cultura, 2011) y Coordinadora de las
Jornadas de Cine Mexicano, del que se han publicado los libros La pantalla como
cuadrilátero. Santo, el enmascarado de plata (Minos Tercer Milenio, 2016); La
familia en la pantalla grande (Minos Tercer Milenio, 2017) y La niñez en el cine
mexicano (Notas Universitarias, 2018). Desde 2010 es miembro del Sistema
Nacional de Investigadores.

Anna María Fernández Poncela es Doctora "Cum Laude" en Antropología


cultural por la Universidad de Barcelona. Investigadora y docente Titular C.
Tiempo Completo, en la Universidad Autónoma Metropolitana/Unidad Xochimilco
(UAM-X). Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores desde 1995.
Pertenece al PROMED desde 2003. En la actualidad es docente en Tronco
Interdivisional, Tronco Divisional, Licenciatura en Política y Gestión Social, y
272 Sobre los autores

Doctorado en Ciencias Sociales en la UAM/X, además de investigadora de esa


misma institución. Ha publicado numerosos libros entre los que se encuentra
Estereotipos y roles de género en el refranero popular.

Edith Mendieta Mendieta es Doctora en Sociología con especialidad en Estudios


de Género por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades "Alfonso Vélez
Pliego" de la BUAP, docente e investigadora en la Facultad de Trabajo Social,
Sociología y Psicología Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Tlaxcala
(UATx). Perfil PRODEP. Es Coordinadora de la Maestría en Estudios de Género
de la UATx. Ha escrito diversos capítulos de libro y artículos en revistas
relacionados con la sexualidad, género y migración.

Olivia Araceli Aguilar Hernández es Socióloga y Doctora en Educación por la


Universidad Autónoma de Tlaxcala. Actualmente se desempeña como docente de
la Maestría en Estudios de Género. En 2016 coordinó el libro Jóvenes
Universitarios. Recientemente participó en la elaboración de un diagnóstico
institucional sobre brechas de género en la Autónoma de Tlaxcala.

Rosa Estela López Gómez es médica, doctorante en neurociencias y


psicoanálisis y profesora de tiempo completo de la Universidad Estatal del Valle de
Ecatepec. Es profesora con perfil PRODEP, pertenece al Cuerpo Académico de
salud transdisciplinaria. Sus líneas de investigación sobre estrés emocional,
cultura y género le apoyan para la intervención educativa con arte-intervención
para estrés y violencia. En 2015 participó en el libro Estudios de Género La
perspectiva de las humanidades en México, editado por Universidad Autónoma de
Tlaxcala.

María J. Rodríguez Shadow es Doctora en Ciencias Antropológicas por la


Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es investigadora titular
en la Dirección de Etnología y Antropología Social-INAH, catedrática en el
Posgrado de Arqueología en la ENAH. Pertenece al Sistema Nacional de
Investigadores. Es autora de Las mujeres mayas de antaño (2016), ha publicado y
compilado diversos libros sobre arqueología y antropología de las mujeres y
Coordina un Seminario y un Congreso sobre la violencia hacia las mujeres.
Sobre los autores 273

Lilia Campos Rodríguez Doctora en Sociología. Profesora-Investigadora en la


Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Miembro del Sistema Nacional de
Investigadores, Perfil Prodep e Integrante del Padrón de Investigadores de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Miembro del Registro CONACYT
de Evaluadores Acreditados (RCEA). Integrante de los Comités de Expertos de
Alto Nivel Prodep–SEP. Ha escrito libros, artículos en revistas arbitradas e
indexadas y capítulos de libros arbitrados. Entre sus libros publicados se
encuentran: Vislumbres y particularidades de la identidad de género de las
ejecutivas y empresarias; Las ejecutivas y la motivación: género y administración
de recursos humanos; y Las mujeres y la cultura. Identidad, género, sexualidad y
cine. Ha impartido, durante más de veintiocho años, cursos y seminarios en el
nivel superior y de posgrado, en el área de ciencias sociales y humanidades, en
distintas universidades.

Anadshieli Morales Celaya es Sicóloga Social por la Universidad Autónoma


Metropolitana (UAM) y promotora en Derechos Sexuales y Reproductivos por la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Sus líneas de
investigación son los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, género y
derechos humanos, áreas en las que cuenta con experiencia en investigación de
corte etnográfico. Colabora en la agencia de noticias NotieSe y el Suplemento
Letra S del periódico La Jornada. También ha colaborado en distintos proyectos
de investigación para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
UAM, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y el Consejo Estatal
de la Mujer del Estado de México. Actualmente pertenece a la Red Nacional
Católica de Jóvenes por el Derecho a Decidir (RNCJDD) como acompañante de
mujeres en situación de aborto y es fundadora e integrante del Grupo de estudios
sobre derechos géneros y diversidades DEGEDI, A.C.
Estudios Interdisciplinarios de Género.
Enfoques Críticos es editado por la
Universidad Autónoma de Tlaxcala y La
Campana Sumergida, se terminó de
realizar para su versión electrónica en
septiembre de 2018. El cuidado editorial
estuvo a cargo de Ma. del Carmen
Dolores Cuecuecha Mendoza y Lorena
Pérez Sánchez. Diseño de portada:
Miriam Cuatepitzi Pérez.
ISBN (UATx) 978-607-545-017-9
ISBN (LA CAMPANA SUMERGIDA)
978-83-945211-4-1.

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