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EL CONCEPTO DE LOS GÉNEROS LITERARIOS

No obstante, todo el mundo parece admitir una clasificación (exceptuando a


Benedetto Croce). Actualmente, se habla de género (aunque sea por
convención), e incluso se ha llegado a asociar este concepto con el concepto de
norma lingüística de W.-D. STEMPEL, que aborda el problema de los géneros
literarios desde la ESTÉTICA DE LA RECEPCIÓN: igual que la teoría de los actos
de lenguaje, la estética de la recepción insiste en el carácter institucional de la
literatura y en la importancia del lector dentro del fenómeno literario; considera que
la conformación de los géneros también responde a factores sociales y que los
gustos del público afianzan y hacen surgir géneros

“El género […] tiene que ver a la vez con el sistema y con el habla, estatuto que
corresponde a lo que Coseriu ha llamado “norma”.” (“Pour une description des
genres littéraires”, 1971)

En palabras de WELLEK Y WARREN:

«El género debe entenderse como agrupación de obras literarias, basada tanto en
la forma exterior (metro o estructura específicos) como en la interior (actitud, tono,
propósito; dicho más toscamente: tema y público)» (Wellek y Warren, 1959: 278;
citado por Mª Paz Díez Taboada, en “La despedida, moderno subgénero de la
elegía”, SIGNA)

Es importante también la cuestión de los géneros desde la perspectiva de la


LITERATURA COMPARADA. Claudio Guillén (1985) analiza los géneros desde
distintos aspectos: histórico, sociológico, pragmático, estructural, lógico y
comparativo, y los define como “an invitation to form”. Desde su punto de vista,
cada época ha enfocado el problema de los géneros literarios desde un contexto
histórico concreto.

1. La teoría clásica y clasicista, que se basa en las diferentes formas de mimesis o


imitación, nace prácticamente con la Poética aristotélica, en la que se diferencian
tres géneros en función del tipo de expresión:

 épico (narrativa),
 trágico (drama) y
 lírico (poesía).

El crítico Gérard Genette (Introducción al architexto, 1979) compara la visión


clásica de los géneros con la romántica y establece que la segunda se proyecta
sobre la primera para llegar a la delimitación de tres géneros: lírica, épica y
dramática.

León Timoféiev (Fundamentos de teoría de la literatura, 1979), en el contexto de la


ortodoxia marxista, mantiene también la diferenciación aristotélica entre épica y
drama a partir de la relación de la literatura con la realidad; el arte (y por tanto la
literatura) es una imitación o mímesis de la realidad:

-si el reflejo es básicamente fiel, se trata de ENSAYO;

-si el reflejo es ficticio puede ser, bien de una vivencia: LÍRICA, bien de una
carácter en acción, y en este caso distingue la ÉPICA (con narración) del DRAMA
(sin narración);

– si el reflejo es hiperbólico, el género es la SÁTIRA.

2. La teoría romántica o arquetípica está fundamentada en categorizaciones


abstractas. Emil Staiger (1946) habla de conceptos como “lo épico”, “lo trágico”, “lo
lírico”… y busca establecer una conexión entre esta teoría y las categorías
antropológicas, con la pretensión de llegar al “problema acerca de la misma
esencia del hombre” (1946)

3. La descriptiva o taxonómica busca la descripción de manifestaciones históricas


de los géneros y la delineación de unas constantes en medio de esas
manifestaciones. Son las teorías del formalismo ruso, especialmente la definición
de Boris Tomachevski.

1. TEORÍAS CLÁSICAS Y CLASICISTAS

En la teoría clásica de los géneros se diferencia una tipología elaborada


deductivamente a partir de la definición de la literatura como “mímesis”; y una
elaboración de taxonomías a partir de los géneros históricos presentes en las
literaturas griega y latina.

1.1. Platón, en La República III, distingue tres clases de poesía según el papel del
autor en el texto: “un tipo de poesía y composición de mitos íntegramente imitativa”
sin intervención del poeta, que serían la tragedia y la comedia; otro que se
produce“a través del recital del poeta”, en el que engloba a lo que después se
llamará lírica; y un último género “en que se mezclan ambos procedimientos” y que
corresponde a la épica.

1.2. Aristóteles (Poética 1448a) establece la clasificación de los géneros a partir


del modo, el medio y el objeto de imitación. Respecto a los modos de imitación,
diferencia dos: la forma activa propia del teatro, en que únicamente intervienen los
personajes; y la forma narrativa en que pueden señalarse dos variedades según si
el poeta narra personalmente, o lo hacen sus personajes. Respecto almedio de
imitación (ritmo, canto, verso), se diferencian por usarlos de manera distinta. Y en
cuanto al objeto de imitación, los géneros se distinguen por hacer a los hombres
mejores, peores o iguales. Para Aristóteles, los géneros están sujetos a la
posibilidad de cambio y tienen unas caracaterísticas estructurales propias (tiempo,
acción, tipo de verso…)

Platón también incluye en el Ion una propuesta taxonómica; como el poeta escribe
según le inspira la Musa, cada uno sobresale en un género determinado y no en
los demás, y diferencia los ditirambos, loas, danzas, epopeyas y yambos; y en Las
leyes clasifica los géneros musicales y habla de himno, treno, ditirambo, peán y
nomo. Por su parte, Aristóteles habla de ditirambo, comedia, tragedia, nomos y
parodias.

Comedia y Tragedia, Chirico.

1.3. Aunque en la poética latina no hay muchas reflexiones teóricas, sí que


encontramos distintas clasificaciones taxonómicas, en Horacio, Cicerón,
Quintialiano o en Tácito, para quien los géneros son, básicamente, tragedia, épica,
lírica, elegía, yambo y epigrama.
1.4. Entre los CLASICISTAS ESPAÑOLES, A. López Pinciano desarrolla el estudio
de los géneros desde tres enfoques siguiendo la tradición aristotélica: según el
medio de imitación, según la cosa imitada y según el modo de imitación. Establece
una taxonomía en la que, además del ditirambo, la poesía dramática y la poesía
épica, habla de mimos, epigramas, apólogos, rapsodias… Todavía no delimita bien
la lírica y el ditirambo, pero con Cascales desaparecen estas confusiones y
encontramos la asimilación del modo de imitación narrativo puro con la lírica. La
poesía se divide en tres especies principales: épica, escénica y lírica (Tablas
poéticas, 1617), con lo que se impone la división tripartita de los géneros,
históricamente aceptada desde S. Minturno (L’arte poética, 1564). Luzán también
mantiene la diferenciación según los modos de imitación, división que
complementa con el criterio de utilidad de cada género literario. Carvallo trata de
manera especial el género de la comedia.

2. TEORÍA ROMÁNTICA

Con el romanticismo se introduce una nueva perspectiva en el estudio de los


géneros. Jean-Marie Schaeffer expone que en este cambio se percibe la intención
de explicar la génesis y la evolución de la literatura, tal como sugiere el hecho que
desde esta época, los géneros literarios se asimilen a determinadas actitudes
fundamentales. Son propuestas abstractas de perfil psicológico:

J.W.von Goethe,(Stieler 1828).

–Goethe, (Formas naturales de poesía) propone tres clases de poesía: la que


narra claramente (épica), la inflamada por el entusiasmo (lírica) y la que actúa
personalmente (dramática). Estas formas “naturales” pueden aparecer juntas en un
mismo poema.

–Schiller, hace una diferenciación basada en la forma de sentir, y distingue una


poesía ingenua, correspondiente a la poesía antigua, y una poesía sentimental
(reflexiva), correspondiente a la moderna, en la que se incluye la sátira, la elegía y
el idilio.

–Hegel (Lecciones de estética, 1817-1820) reformula la tríada clásica y habla de


épica, lírica y dramática.
–Emil Staiger (Conceptos fundamentales de poética, 1946) considera que hay una
relación entre unos estilos fundamentales y unas actitudes básicas del ser
humano, y que coinciden con los géneros literarios tradicionales.

–habla de conceptos como “lo épico”, “lo trágico”, “lo lírico”… y busca establecer
una conexión entre esta teoría y las categorías antropológicas, con la pretensión
de llegar al “problema acerca de la misma esencia del hombre” (1946) à influencia
de Hegel

–Identifica la lírica con el recuerdo, la épica con la representación y el drama con la


tensión.

-Wolfgang Kayser (1948) hablará de “lo lírico”, “lo épico” y “lo dramático” como
actitudes o formas naturales de la literatura, manifestaciones supragenéricas,
puesto que lo lírico puede aparecer en lo narrativo o viceversa.

-Northrop Frye (1912-1991), (“Rethorical Criticism: Theory of Genres” en Anatomy


of Criticism, 1957) propone clasificar los géneros según el auditorio que deberían
tener, y distingue: el drama (obras representadas), la poesía lírica (obras
cantadas), la poesía épica (obras recitadas), la prosa (obras leídas). Los cuatro
géneros principales están caracterizados por un tipo de ritmo propio,

-la recurrencia de lo épico,

-la continuidad de la prosa,

-el decoro del drama y

-la asociación de la lírica.

Hay críticos que llegan incluso a la negación de los géneros en su sentido clásico y
a formulaciones nuevas y originales.

3. TEORÍAS TAXONÓMICAS

Se vinculan de alguna manera al estructuralismo, y buscan la descripción de


manifestaciones históricas de los géneros y la delineación de unas constantes en
medio de esas manifestaciones.
No parten de esquemas previos de tipos ideales, como se aprecia en las teorías
del formalismo ruso, como la de Boris TOMACHEVSKI (1925), quien defiende la
imposibilidad de una clasificación lógica y duradera; por ello propone

“adoptar una actitud descriptiva en el estudio de los géneros; reemplazar la


clasificación lógica por una pragmática y utilitaria que tenga en cuenta sólo la
distribución del material dentro de los marcos definidos. La clasificación de los
géneros es compleja: las obras se distribuyen en vastas clases que, a su vez, se
diferencian en tipos y especies” (“Poética”, en Tzvetan Todorov (ed.), Teoría de la
literatura de los formalistas rusos (Buenos Aires: Signos, 1970).

Así, un género es una abstracción que se efectúa a partir de una serie de obras
que caen dentro de cierto funcionamiento que se denomina de ese modo:

“Los rasgos de un “género” […[, los procedimientos que organizan la composición


de la obra, son procedimientos dominantes […], todos los otros procedimientos
necesarios a la creación del conjunto artístico están sometidos a estos. El
procedimiento dominante se llama la dominante. El conjunto de dominantes
representa el elemento que autoriza la formación de un género “ (citado por
Fernando de Toro, Semiótica del teatro: del texto a la puesta en escena.1987)

Para Tomachevski, existe una gran complejidad en las clasificaciones, y la única


clasificación posible es histórica, que ha de ser, necesariamente, pragmática y
utilitaria:

“Se crean clases particulares de obras (los géneros) que se caracterizan por una
agrupación de procedimientos alrededor de los procedimientos perceptibles, que
llamamos los rasgos de género” [citado por Dómínguez Caparrós, pág.138]

El análisis puede acabar en una mera recensión de rasgos individuales.

4. MÁS TEORÍAS DEL S.XX

4.1. Benedetto Croce (Estética, 1938), en contra del historicismo y el


intelectualismo de la estética, niega el concepto de género literario. La obra poética
es una e indivisible, y es absurdo introducir distinciones. No rechaza la noción de
género, que es un instrumento útil en la sistematización de la historia de la
literatura, pero es algo ajeno a la obra literaria.

Sus ideas influyen en la estilística idealista alemana (Vossler, Spitzer) y en la


española (A. Alonso).

El argentino ENRIQUE ANDERSON IMBERT también niega la existencia de los


géneros.

4.2. Mijail Bajtin (Los géneros del discurso, 1952), en el marco de una teoría del
enunciado lingüístico, distingue entre géneros discursivos primarios y secundarios.
Los géneros literarios son segundos (o complejos) porque surgen de condiciones
de comunicación cultural más compleja, y se desarrollan a partir de muchos
discursos primarios. Bajtin habla de forma arquitectónica y forma composicional de
las artes.

4.3. Todorov (1970) se aproxima a una reinterpretación de la idea de género, de


cuya existencia no duda. Dominguez Caparrós señala que Todorov rechaza las
cuatro objeciones principales a la existencia de géneros: a) que haya que conocer
todas las obras para llegar a la definición de un género; b) que sea difícil hallar el
nivel en el que situar las diferencias entre “género” y “obra individual”; c) niega la
contradicción entre ideal de originalidad y necesidad de repetición genérica; y d) la
aparente falta de sometimiento de la literatura moderna a los géneros.

Sigue las teorías de Northrop Frye (1957) en su intento de encontrar los rasgos
propios de cada género, y diferencia distintos géneros literarios. Para T.Todorov la
teoría de los géneros literarios se ha de basar en una representación o modelo de
la obra literaria, y una vez establecidos teóricamente, los géneros deben
contrastarse en los textos. Todorov no duda de la existencia de diferentes géneros
de discurso y establece determinadas premisas desde las que se puede elaborar
una tipología:

– la teoría de los géneros parte de una representación (modelo) de la obra literaria.

– hay que situar las estructuras literarias en un nivel


–los géneros literarios son históricos (derivados de una observación de los hechos
literarios) y teóricos (deducidos de una teoría de la literatura).

– los géneros teóricos, según su estructura, pueden ser elementales (según la


presencia o ausencia de un solo rasgos estructural) y complejos (por la presencia o
ausencia de una conjunción de rasgos).

– los géneros teóricos han se ser comprobados en los textos, y los géneros
históricos deben ser explicados por la teoría.

4.4. Julia Kristeva, desde una perspectiva semiótica, aborda el problema de la


sustitución de los tradicionales géneros por una tipología de los textos, término
este que usa para referirse a la totalidad novelesca, y a cuya realización concreta
llama enunciado novelesco.

4.5. Marie-Laure Ryan (“Hacia una teoría de la competencia genérica”, 1979)


desarrolla una clasificación de los géneros a partir de la teoría de los actos de
lenguaje, y propone las reglas pragmáticas de una serie de géneros concretos
como el reportaje, la receta, la adivinanza, el chiste, la novela policíaca, el relato de
terror, el relato fantástico.

4.6. Jean-Marie Schaeffer (Qué es el género literario, 1989), señala cuatro


aspectos de los que depende la tipología de los géneros:

1) todo texto es un acto de comunicación;

2) tiene una estructura de la que se deducen unas reglas;

3) tienen un carácter hipertextual por cuanto se relaciona con otros textos; y

4) es similar a otros textos.

Considera que el género varía según el contexto en que la obra se escribe, de


manera que la clasificación puede abordarse desde distintas perspectivas que
condicionarán los resultados.

«La dificultad del problema de la identidad genérica de las obras literarias no se


debe únicamente al hecho de que los textos sean actos semióticamente complejos,
va también ligada al hecho de que las obras, tanto orales como escritas, tienen un
modo de ser histórico»

Asocia los géneros tradicionales con actos ilocutivos concretos de Searle

4.7. MªPaz Díez Taboada (1965) hablaba del género como “cauce histórico,
tradicional e institucional de comunicación”.

4.8. Miguel Ángel Garrido (1988) señala el carácter institucional del concepto, en
el sentido de que permite al autor escribir dentro de unos moldes, y al lector saber
con qué se va a encontrar al abrir una novela o una obra de teatro.

4.9. Lázaro Carreter (Estilo barroco y personalidad creadora, 1973) Parte de


Tomachevski (teoría taxonómica) y define el género literario como “una
combinación, a veces muy compleja, de rasgos formales y semánticos.”

Defiende la realidad histórica del concepto de “género” a partir de factores como

-cada género tiene un origen conocido que puede descubrirse

-el género se establece cuando un escritor sigue un modelo anterior

-el género tiene una estructura con funciones diferenciadas

-el epígono suprime y altera funciones

-la afinidad de género se basa en las afinidades de las funciones

-el género está vigente durante una etapa más o menos larga.

4.10. Claudio Guillén (Entre lo uno y lo diverso, 1985) analiza seis aspectos de los
géneros (histórico, sociológico, pragmático, estructural, lógico y comparativo), y
concluye que la cuestión de los géneros es un asunto central en la reflexión teórica
sobre la literatura, aunque esa reflexión también está condicionada históricamente,
de manera que el problema es enfocado por cada época, escuela o crítico desde
planteamientos que le son propios y que constituyen su entorno histórico.

“Los géneros son modelos convencionales cuyo examen requiere un esfuerzo de


observación, tanto temática como formal” (Entre lo uno y lo diverso, pág.182)
4.11. Barthes (“El discurso de la historia”, 1967) considera que el problema de los
géneros es tarea de investigación propia de la lingüística del discurso.

4.12. Käte Hamburger (1968) parte de la diferenciación entre géneros miméticos


(épica y drama) y no miméticos (lírica)

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