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Cuando se dan los supuestos establecidos en la ley para el empleo de los medios de
apremio a fin de lograr el cumplimiento de las resoluciones judiciales, deben
decretarse los mismos previa petición del interesado, ya que no es una facultad
discrecional del Tribunal hacerlo si se atiende a que para proceder penalmente
contra el rebelde por el delito de desobediencia, se requiere que previamente se
agoten los medios de apremio.
MEDIOS DE APREMIO
ahondando más en lo anterior en el acuerdo de no ejercicio de la acción penal se
establece que según el artículo 1067, del Código de Comercio, en lo relativo a las
medidas de apremio se establece que ante la no observancia del ordenamiento o
requerimiento de un partículas deberán hacerse efectivos los medios de apremio
que prevé la ley, primeramente con amonestaciones, multa de hasta 6896.29, uso
de fuerza público y rompimiento de cerraduras cuando esto sea posible y necesario,
arresto de hasta por 36 horas y si a pesar de lo anterior no hay cumplimiento de la
obligación por parte del particular demandado y requerido, hacer del conocimiento
del Ministerio Público de la existencia de un posible hecho delictuoso,
Se requiere que sea la misma autoridad quien haga del conocimiento al Ministerio
Público de un posible hecho delictuoso para que se lleve a cabo la investigación, en
este supuesto no fue así, es el particular, la presunta víctima quien presenta querella
ante el ministerio público haciéndose “tutor” de un bien jurídico que sólo posee la
autoridad, avocándonos al sentido literal del delito mismo, previsto por el Artículo
255, del Código Penal para el estado de Guanajuato, reubicado en el 2018, al 257
del mismo ordenamiento:
Artículo 257. A quien agotadas las medidas legales de apremio, se rehusare a
cumplir un mandato de autoridad, se le aplicará de uno a cinco años de prisión y de
diez a cincuenta días multa
De tal forma que el delito de desobediencia a un mandato judicial únicamente puede
iniciarse a solicitud de la autoridad que sin duda, es la única que emite un mandato
judicial, siendo que los particulares, o las víctimas inclusive no pueden ser titulares
del bien jurídico, tutelado por este delito, pues la materia del mismo no lo permite,
avocando de esta forma a la lógica y correcta argumentación del Juzgador, ya
previamente en el acuerdo motivábamos el no ejercicio de la acción penal en virtud
de causales de exclusión del delito, no existencia de elementos objetivos y
subjetivos del tipo penal, por tanto la negativa de existencia de un hecho que
posiblemente pudiera señalarse como delictuoso,
ENTREGA DE LA INFORMACIÓN Y NO NECESIDAD DE APREMIOS
Lo mencionado hasta el momento, así como la decisión, de no ejercicio de acción
penal se motiva además, si de las constancias aportadas por el promovente del
recurso innominado, previsto por el 258, del CNPP que nos atañe a esta audiencia
se desprende la documental contable diversa, remitida por los ciudadanos JUAN Y
PEDRO, ambos de apellidos López, no existiendo delito alguno que reclame,
aunado a lo anterior, de la entrevista al imputado, se menciona que el mismo no
tenía conocimiento de los requerimientos y medios de apercibimiento, así como que
no obra en autos documental alguna que acredite que se llevó a cabo el medio de
apremio de multa y arresto de hasta por 36 horas, no haciéndose efectivo dicho
apercibimiento, no reuniendo los requisitos necesarios previos a la presentación de
un posible hecho delictuoso.
DESOBEDIENCIA A UN MANDATO LEGITIMO DE LA AUTORIDAD, DELITO DE.
El artículo 183 del Código Penal Federal, establece que: "Cuando la ley autorice el
empleo del apremio para hacer efectivas las determinaciones de la autoridad, sólo
se consumará el delito de desobediencia cuando se hubieren agotado los medios
de apremio." De esto se sigue, que si la ley que rige el procedimiento de donde
proviene el mandato que se reputa desacatado, prevé medidas de apremio para
constreñir al rebelde a la observancia de tal determinación, es requisito legal que
para proceder penalmente en su contra, previamente se hayan agotado esos
medios de apremio; por lo que, atento a ello, debe convenirse que los elementos
intrínsecos del delito de desobediencia a un mandato legítimo de la autoridad, a que
se contrae el numeral 178 del ordenamiento invocado, son: a) La existencia de un
mandato de autoridad; b) Que dicho mandato sea legítimo; c) Que el mismo sea
desobedecido sin causa legal; y d) Que previamente se hayan agotado en contra
del rebelde, los medios de apremio contemplados en la ley que rige el procedimiento
de donde emana la resolución desobedecida. Por tanto, si en la causa penal
instruida al quejoso, hay prueba de que pese a agotarse en su contra los medios de
apremio legales, continuó en su conducta rebelde de no acatar el mandamiento de
la autoridad, es inconcuso que quedó configurada la hipótesis criminal que se le
atribuye en el citado artículo 178.
Una recta intelección del artículo 217 del Código Penal para el Estado de Quintana
Roo en concordancia con su diverso numeral 213, conlleva a establecer que el delito
de desobediencia requiere, previamente para su actualización, el cumplimiento de
un requisito básico, el cual se traduce en el agotamiento de los medios de apremio
que la ley autorice para hacer efectivas las determinaciones que tome la autoridad,
en otras palabras, constituye un factor de punibilidad el cumplimiento de dicha
medida, para que la desobediencia adquiera el rango de hecho criminoso y, en
consecuencia, el agente merezca el reproche penal. Por tanto, este ilícito no se
actualiza si de autos no aparece que en el caso se hubiesen agotado los medios de
apremio, aun cuando se haya incurrido en desacato al legítimo mandamiento de
autoridad.
Relacionado con lo anterior, quién resulta ser el titular del bien jurídico titulado por
el delito, resulta ser el órgano jurisdiccional, quien, en ejercicio de sus facultades
pretende cumplir na determinación que, a criterio y análisis, es necesario realizar.
De tal forma que debería presentarse dicha solicitud por la autoridad jurisdiccional,
sí, con posibilidad de solicitud de la víctima, pero no, por derecho propio, ¿Quién
resulta ser el emisor del mandato Judicial, José Hernández?