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MARCO SOCIOPSICOLÓGICO DE LA ARGUMENTACIÓN

 En el discurso argumentativo => predominio de la función apelativa del lenguaje. Los oyentes o
lectores deben ser convencidos de algo. (Renkema, 1999, cap.12)
 En el modelo del Organon de K. Bühler (1934) esto constituye el aspecto “señal”.
 Propósito: cambiar las actitudes (porque al cambiar la actitud, los comunicadores esperan que los
receptores cambien su conducta).
 Modelo de Probabilidad de Elaboración (Petty & Cacioppo, 1986): es una teoría general sobre el
cambio de actitud. Considera que la variación en el poder de persuasión está influida por la
probabilidad que los receptores se involucren en la elaboración de la información presentada.
“Elaboración” en este caso significa la reflexión dedicada a un tema. El punto de partida es que la
gente está motivada a tener las actitudes correctas. Sin embargo, la cantidad de esfuerzo que está
dispuesta a insumir en la evaluación de los argumentos del mensaje varía debido a factores del
individuo y de la situación, en particular la motivación y la habilidad.
 Motivación y habilidad: “Ruta central” y “ruta periférica”.

MARCO HISTÓRICO DE LOS ESTUDIOS DE LA ARGUMENTACIÓN

Plantin (1998) divide los estudios de la argumentación en dos momentos (el punto de inflexión lo sitúa al
término de la 2ª GM, en 1945):

a) Entre la retórica y la ciencia


a. Argumentación en la retórica (Retórica de Aristóteles, Rethorica ad Herennium):
i. Análisis del proceso argumentativo: etapas argumentativa, textual, lingüística,
memorización y acción.
ii. Análisis del producto: estructura del discurso (introducción, narración-
argumentación, refutación, conclusión).
b. Argumentación científica:
i. Lógica de Aristóteles: Tópicos y Analíticos.
ii. Teoría del silogismo científico.
b) Estudios autónomos
a. Crisis del discurso político: los totalitarismos, propaganda.
b. Curtius, 1948: topos.
c. 1958: Tratado de la argumentación. La nueva retórica (Perelman); los usos de la
argumentación (Toulmin).
d. Hamblin (1970): Estudio dialéctico, falacias.
e. Lógica no formal (Blair y Johnson, 1989).
f. Las pragmáticas de la argumentación (influencias de Austin, Searle y Grice):
g. La pragmadialéctica (Van Eemeren y Grootendorts).
h. Argumentación y análisis de la conversación.
i. Pragmática lingüística integrada en la lengua: la argumentación en la lengua (Ducrot y
Anscombre).

EL MODELO DE ARGUMENTACIÓN DE STEPHEN TOULMIN (Los usos de la argumentación, 1958)

 El objetivo del libro es sustentar “la conclusión de que debe rechazarse por confuso el concepto de
inferencia deductiva, aceptado como impecable, sin vacilaciones, por numerosos filósofos
recientes” (p. 13).
 Toulmin sostiene que la lógica ha tendido a lo largo de su historia a desarrollarse en una dirección
que la ha apartado de las cuestiones prácticas vinculadas al modo en que se pueden manejar y
someter a crítica los argumentos en diferentes campos. De manera que la lógica se ha acercado a
una autonomía completa, en la que se convierte en un estudio teórico por sí mismo, lejos de
cualquier preocupación inmediata como lo puede ser una rama de la matemática pura.
 Este desarrollo de la lógica hacia el modelo matemático estaría prefigurado en la aspiración de
Aristóteles de hacer de la lógica una ciencia formal, una episteme. Toulmin quiere remarcar el
contraste entre los estándares y los valores del razonamiento práctico, que incluye “consideraciones
sustanciales”, y los criterios formales y abstractos basados en la lógica matemática y una parte
importante de la epistemología del siglo XX. Se pregunta si al hacer de la lógica una ciencia formal,
¿puede conservar ella la posibilidad de ser aplicada en la evaluación crítica de argumentos reales?
(p. 19).
 Por eso, se le ha llamado “Lógica sustancial” o “lógica informal”. Sin embargo, Toulmin aclara que de
ninguna manera había pretendido “exponer una teoría de la retórica ni de la argumentación”, “mi
interés radicaba en la epistemología del siglo XX, no en la lógica informal”. El objetivo de su libro era
“estrictamente filosófico”: “Criticar el supuesto, asumido por la mayoría de los filósofos
anglosajones, de que todo argumento significativo puede expresarse en términos formales; no
como un mero silogismo (...) sino como una deducción estrictamente concluyente según la
geometría euclidiana” (p. 9).
 En este sentido, Toulmin revisa las supuestas pretensiones de la lógica, que son: a) la lógica trata de
las leyes del pensamiento (modelo psicológico), b) la lógica es el estudio de los hábitos de inferencia
(modelo sociológico, representado por el filósofo J. Dewey), c) la lógica es el “arte de pensar”
(remite a la escuela de Port-Royal) y d) la lógica es una ciencia objetiva, que estudia las “relaciones
lógicas” y su modelo implícito es la matemática pura (p. ej. Carnap).

Caracterización de la lógica según Toulmin:

 El objetivo principal de la lógica es de tipo retrospectivo y justificatorio pues trata de los argumentos
que pueden esgrimirse a posteriori, con el fin de apoyar nuestra pretensión (claim) de que las
conclusiones a las que hemos llegado son conclusiones aceptables porque pueden justificarse. Por
tanto, la lógica que propone Toulmin no trata sobre la manera en que inferimos ni sobre cuestiones
de técnica.
 La lógica trata de la corrección de los enunciados construidos -acerca de la solidez de los cimientos
(grounds) que elaboramos para apoyarlos, acerca de la firmeza del respaldo (backing) que somos
capaces de darles- o, modificando la metáfora, del tipo de caso (case) que presentamos en defensa
de nuestras afirmaciones (claims) (p. 24).
 Toulmin llama a alejarse de modelos de la psicología, sociología, tecnología, matemáticas y la
ingeniería estructural y a tomar como modelo la disciplina de la jurisprudencia. “La lógica,
podríamos decir, es una jurisprudencia generalizada.” (p. 24).
 Su propuesta es caracterizar la lógica en términos de creencias, acciones o comportamientos
justificados. Ya que, “si queremos que la lógica tenga alguna aplicación en la evaluación práctica de
los argumentos y las conclusiones, necesariamente habrá que hacer referencia a estos conceptos.
Ello no supone en absoluto que sea lo mismo que afirmar que el razonamiento es el objeto de la
lógica, como supone Carnap. (...) Las leyes de la lógica no son generalizaciones sobre cómo piensan
los pensadores, sino, más bien, estándares para la crítica de los resultados obtenidos por los
pensadores. La lógica es una ciencia crítica, no una ciencia natural. Para dejarlo claro: la lógica no
describe un tema y no trata sobre nada, por lo menos del modo en que las ciencias naturales como
la mineralogía o la psicología tratan sobre los minerales o sobre la mente.” (p. 112).
 Rechaza las pretensiones de los “lógicos profesionales” de: a) la unificación de la estructura formal:
probar que es posible exponer argumentos procedentes de campos diferentes bajo una fórmula
común y b) la unidad de criterios de evaluación de la fuerza: criticar argumentos y conclusiones
como débiles, sólidos, o concluyentes, o como posibles, probables o ciertos, recurriendo a una serie
única y universal de criterios igualmente aplicables a todos los campos de la argumentación.
 Refuta el análisis de los argumentos en la micro estructura aristotélica: premisa menor, premisa
mayor; por tanto, conclusión. Destaca su simplicidad, pero se pregunta si “¿se pueden clasificar
adecuadamente todos los elementos de los argumentos bajo los tres apartados (...) o resultan estas
categorías tan reducidas en número que inducen a interpretaciones equivocadas? ¿Acaso hay
similitudes suficientes entre la premisa mayor y menor para que se las agrupe provechosamente
bajo la etiqueta única de «premisa»?” (p.131). Toulmin sostiene que el silogismo analítico “es un
tipo de argumento no representativo y engañosamente fácil y que muchos de los lugares comunes
paradójicos de la lógica formal y de la epistemología provienen de una aplicación errónea de dichas
categorías a argumentos de otras clases.”

Modelo de análisis de la argumentación

 Si afirmamos algo nos comprometemos con ello; como puede ponerse en duda, debemos apoyarlo:
probar y demostrar que está justificado. Normalmente lo podemos apoyar con hechos, con los
elementos justificatorios que son la base de la afirmación: los Datos (D). Si las objeciones se
mantienen, no será necesario agregar más Datos sino Garantías (G), es decir: reglas, principios,
enunciados de carácter general que permitan mostrar cómo de los Datos pasamos a la Conclusión;
pueden ser muy breves pero también pueden ser más explícitos y expansivos. Estas Garantías se
corresponden con los Criterios o estándares prácticos de los campos de argumentación.

 Si seguimos examinando el asunto surgen nuevas distinciones: las G pueden ser muy variadas, de
acuerdo al campo de argumentación determinado en el que opera, y otorgar “diversos grados de
fuerza” a las C; estas G permiten matizar la C con modalizadores como “necesariamente”,
“probablemente”, “presumiblemente”, etc.
 Un nuevo elemento se agrega: los Modalizadores (M) que maticen la C, precisar el grado de fuerza
que los D y las G ofrecen.
 Pero si se introducen los M también será necesario introducir “las condiciones de excepción o de
refutación”, las Excepciones (E); este elemento indica las circunstancias en que la autoridad de la G
no funciona.

 Si se objeta la autoridad de la G será necesario apoyarla con otras certezas que le restituyan
autoridad: ofrecer un Respaldo (R); el R también varía de un campo de argumentación a otro
(clases, leyes, datos estadísticos, hechos históricos, etc.).
Críticas y limitaciones del modelo de Toulmin

1) ¿El esquema de Toulmin logra efectivamente superar las limitaciones de la lógica formal,
especialmente, del silogismo analítico?
2) La casi total ausencia de elementos retóricos y dialécticos en este modelo de análisis, es decir, su
enfoque en el mensaje o en el logos de la argumentación;
3) Su limitación al aspecto “procedimental” del habla argumentativa.

 Corine Hoogaert (2001) considera que lo que construye Toulmin es “una teoría sobre el discurso,
sobre el mensaje” en la cual “el orador y el interlocutor ocupan un lugar restringido”, siendo así una
teoría “logocéntrica”.
 Michel Meyer (1999) contrasta el modelo de Toulmin, con el análisis de Perelman-Olbrechts:
“Ciertamente, ambos se esfuerzan por desarrollar una racionalidad argumentativa que privilegia un
logos reducido al lenguaje natural. Pero Toulmin es un alumno de Wittgenstein: sólo el lenguaje
cuenta, y él no se ocupa ni de tipologizar los auditorios, ni de considerar el ethos, reducido a un
orador que es intercambiable con el interlocutor”
 Van Eemeren y Grootendorst (2004) también han sometido a crítica el modelo de Toulmin: “En una
primera mirada, Toulmin parece situar la argumentación en el contexto dialéctico de la discusión
entre un hablante y un oyente, pero en una mirada más atenta, su enfoque resulta ser retórico”.
 Consideran que la “expansión retórica del silogismo”, que subyace el modelo de Toulmin, es similar
al epiquerema de la retórica clásica. Y, aunque anticipa las reacciones del interlocutor, el modelo
está dirigido básicamente a representar los puntos de vista del hablante o el escritor que
argumentan, “la parte contraria permanece pasiva: la aceptabilidad de la conclusión no depende de
una contrastación sistemática de los argumentos en pro y en contra de ella.” (Van Eemeren y
Grootendorst , 2004).

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