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UNIVERSIDAD SANTO TOMAS

TEOLOGIA MORAL
Nombre: Diego José Rentería Lascano

EL ABORTO

Problema de Investigación:

Primeramente, resaltar que al vivir en una sociedad estática la discusión sobre valores no
ocurre porque están codificados y aceptados por la cultura, tradiciones o creencias en
donde se encuentran. Razones por lo cual el reto al que nos enfrentamos, no solo se trata
de resolver un problema ético mayor o menor, sino de elevar los estándares morales de la
sociedad para que seamos capaz de poder aceptar vivir en libertad en situación confusas.
Saber aceptar la confusión y saber enmendar, cuando sea necesario siempre en beneficio
de la dignidad humana, es desde luego un gran reto ético y cristiano.

Otras de las dificultades que se nos presentan, sin negar que sea una gran riqueza, es la
diversidad de pensamiento en los diferentes ámbitos (eclesiales, políticos, sociales,
intelectuales, científicos etc.) y más que una diversidad de pensamiento, es la radical
postura que cada persona o movimiento pueda tener frente a un problema que ha pasado
por años, y que aún hoy es complejo de dialogar. Si bien existen excelentes argumentos
en cuanto al tema a tratar (el aborto), aun en él es difícil discernir la manera como llegar y
motivar al hombre (humanidad) para que logre desde su conciencia discernir
correctamente lo que puede llegar hacer con su toma de decisión para el bien de el mismo
y del prójimo.

Referentes teóricos:

- La Iglesia Católica entiende por aborto la muerte provocada del feto, realizada por
cualquier método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la
concepción. Así ha sido declarado el 23 de mayo de 1988 por la Comisión para la
Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico.

- La Medicina entiende por aborto toda expulsión del feto, natural o provocada, en el
período no viable de su vida intrauterino, es decir, cuando no tiene ninguna posibilidad de
sobrevivir. Si esa expulsión del feto se realiza en período viable pero antes del término del
embarazo, se denomina parto prematuro, tanto si el feto sobrevive como si muere. En el
lenguaje corriente, aborto es la muerte del feto por su expulsión, natural o provocada, en
cualquier momento de su vida intrauterino.
- El Canon 1398 del Código de Derecho Canónico de 1983 "Quien procura un aborto, si
éste se produce, incurre en excomunión Latae sententiae".

- Tertuliano afirma: "es un homicidio anticipado el impedir el nacimiento; poco importa


que se suprima la vida ya nacida o que se la haga desaparecer al nacer. Es ya un hombre
aquel que está en camino de serlo" (Apologeticum, IX, 8)

- Gaudium et spes, 48: "Por su índole natural, la institución del matrimonio y el amor
conyugal están ordenados por sí mismos a la procreación y a la educación de la prole, con
la que se ciñen como con su propia corona". Asimismo, el numeral 50: "El matrimonio y el
amor conyugal están ordenados por su propia naturaleza a la procreación y a la educación
de la prole".

- Gaudium et spes, 51. “Por consiguiente, la vida desde su misma concepción, se ha de


proteger con sumo cuidado; el aborto y el infanticidio son crímenes nefandos.”

- Elio Sgreccia, (manual de bioética) “es deber del médico sostener la vida tanto de la
madre como la del niño y proporcionar todos los medios terapéuticos para que ambos se
salven. Entre estos medios no existe el de dar muerte directamente, que no es ni un acto
médico ni un acto ético. La vida humana puede deteriorarse, y de hecho sucede así por
muchas causas; pero la vida inocente no puede ser suprimida directamente por ninguna
razón, al ser un valor trascendente, ni directamente sacrificada a favor de otros, aunque
sea para salvar a alguien. Cuando se admiten derogaciones a este principio y se insinúan
valoraciones del tipo ‘vida sin valor’, ‘valor subordinado’, ‘vida no plenamente humana’,
se está abriendo la puerta a la eutanasia y a cualquier otro procedimiento
discriminatorio.”

- De acuerdo a La Organización Mundial de la Salud, existen diferentes tipos de aborto, los


cuales se definen de la siguiente manera:
Aborto espontáneo: Es cuando ocurre una pérdida del embarazo antes de que el feto
pueda sobrevivir fuera del útero materno. La OMS considera que el feto es viable a las 22
semanas de gestación.
Aborto inducido: Proceso mediante el cual se interrumpe el embarazo antes de la
viabilidad fetal. Esto es, cuando hay intervención humana con la finalidad de interrumpir
la gestación.
Aborto inseguro: Es el procedimiento llevado a cabo, ya sea por personas que carecen de
la capacidad requerida, en un ambiente carente de estándares médicos mínimos, o en
ambos casos.
- La legalización del aborto operaria como tendencia aportadora, so pretexto de realizar el
aborto provocado en una forma “no peligrosa”, para la salud de la madre. Mal podría el
Estado proteger eficazmente la vida castigando el homicidio pero permitiendo al mismo
tiempo el aborto, que es y será siempre un crimen contra la vida. Quede muy claro que
una ley que autoriza el aborto es inmoral y que no pueden los ciudadanos, en conciencia,
ni apoyarla, ni aceptarla. La finalidad de la ley no debe justificar lo que se hace sino
orientar el comportamiento humano hacia la realización plena de la persona en la
comunidad, mediante el reconocimiento de sus responsabilidades y derechos
fundamentales, (Exhortación pastoral del Episcopado Colombiano, ob. Cit., 8.)

Trabajo de Campo:

¿Qué es el aborto, y debido a que realidades se presenta?

- El aborto es una acto que se realiza por que existe la necesidad (correcta o
incorrecta) de salvar la vida de un individuo. Digo correcta o incorrecta porque,
aunque algunos utilicen argumentos como que el que dice que si una mujer es
violada o que no tiene los recursos para sustentar al niño, es licito que lo haga,
pero para mí el único argumento a dialogar o meditar es el de riesgo de vida para
uno de los dos. (José Luis Auquilla)
- El aborto es un acto indebido que suele presentarse para huir de ciertas realidades
o virtudes de responsabilidad y compromiso, ocasionando un miedo en la persona
antes y después de este. Una de las realidades más comunes hoy en día es el de la
falta de responsabilidad con la vida del mismo, ya que al no ser capaz de velar por
el, no es capaz de velar por otro u otros. Una actitud ignorante y hasta egoísta, que
debe parar porque al ser el aborto una excusa, provocara un inicio a la
mediocridad y a una mediocridad espiritual, en el que el hombre buscara lo fácil, lo
que no me exige y me lleva a amar verdaderamente. (P. Edgar Cárdenas)
- Para mí el aborto es un acto, que nace de la conciencia de cada persona, pero que
es ciertamente involucrada con la otra, ya que al convivir en una sociedad es
correcto mirar el consejo y parecer del otro, sin que esto acose u obligue a la
persona a tomar una decisión sin mirar su condición, estilo y modo de vida. Me
parece que existen realidades como el aborto por motivo de peligro de muerte, de
violación, de problema económico, de convicción personal y a veces algo
egoísta.(Jorge Duque)
- El aborto, es una decisión que una persona toma porque encuentra al embarazo
como un acto que de cierta forma inoportuna, ya que tal vez no se sentía
preparada para vivir esta responsabilidad. Por esta razón, creo que las causas de
un aborto son justas y tienen lógica. Ya que, además de ser la persona quien
decide, no debe estar obligada a traer al mundo a una criatura que ella no desea
tener o cuidar. (Tatiana Rodríguez)
- A mí parecer, y estando de acuerdo también con la Iglesia, creo que el aborto es un
pecado, porque atenta contra la vida del niño y de la misma madre o persona que
está en posibilidad de hacerlo o no. Una vida que no depende de ella sino que
depende de Dios y de toda una familia (junto con la sociedad) que ha venido con
ella guardando y cuidando lo más preciado de la dignidad humana. El aborto por
esta razón para mí es un pecado porque desde una realidad egoísta de la persona,
priva la posibilidad de vida y dignidad de la otra. Creo que ninguna realidad
justifica un acto como este. (Jesús Caldas)

¿El aborto, es una realidad que involucra a la Iglesia y a la vida religiosa o solamente al
Estado?

- Ciertamente esta cuestión es, desde luego, un problema científico, político y social
grave. Pero también es, y en gran medida, un serio problema moral para
cualquiera, sea o no creyente. La Iglesia esta ciertamente involucrada en este
asunto ya que es también responsable y una de las tantas educadoras de la
humanidad, sobre asuntos de moral y valores que protegen al ser humano, aunque
en ocasiones también se allá equivocado. (José Luis Auquilla)
- La Iglesia y toda la vida religiosa y laica, debe estar al servicio de la defensa de la
vida, del no al aborto. Debe haber siempre una posibilidad de dialogo entre ambos
ambientes, Iglesia y Estado sin confundir a los dos, es necesario que cada uno
pueda buscar siempre lo mejor para el hombre, y evitar que este caiga en una
mentalidad light o relajada que permita estas actitudes llenas de inhumanidad y de
falta de pensamiento y cultura por la verdadera construcción de un mundo mejor,
que prometa desde ya un cuidad por quienes vendrán a futuro. Pensando en la
vida de quienes vendrán después de nosotros, dejarles un futuro de respeto y
perdón, en el cual se puedan sentir seguros y animados a continuar con
responsabilidad el proyecto salvador que Dios quiso para cada uno de nosotros. (P.
Edgar Cárdenas)
- Yo creería que las Iglesias, como otros grupos sociales de opinión, tiene derecho y
deber de anticipar con su aportación al debate público, con la condición de no
imponer, sin o proponer, su opinión y sin que las razones aducidas para
mantenerla sean de índole ideológica, política o religiosa (dogmáticas). Para tener
un juicio justo, en el que tanto la Iglesia como el Estado puedan llegar a un
acuerdo, y puedan prevenir de algún modo este acontecimiento que traer dolor y
conflicto a familias y a la sociedad. Creo que es importante más que exigir y
ordenar, es más bien acompañar a la persona, conocerle y poder lograr que ella
pueda cambiar su vida (si lo necesita) desde un encuentro interior. (Jorge Duque)
- Es lamentable que, cada vez que se reaviva el debate político sobre este tema, se
polaricen las opiniones en dos extremismos por razones ideologías o religiosas.
Tendríamos que evitarlo. Sin embargo se puede conjugar la pluralidad de
opiniones con un acuerdo básico común. A mi parece que esta bien defender el
derecho a la vida, pero este no se identifica con la defensa del proceso
embrionario, desde su comenzó, ni siquiera en pasos posteriores de su ciclo
intrauterino. No hay que olvidar que en última instancia estamos hablando de una
decisión que debe ser tomada siempre de modo personal e íntimo y en conciencia
de cada uno. (Tatiana Rodríguez)
- Sin decir que la Iglesia debería tener una voz más alta sobre el mandato del Estado,
creo que la Iglesia debería siempre ser escuchada ya que ella ha sido quien ha
sabido realmente dar respuestas a las preguntas que el hombre se ha hecho a lo
largo de la Historia. Es ella el medio para proteger al hombre y guiarlo hacia la
verdad que es Dios. El estado debería potenciar más esta responsabilidad y palabra
de la Iglesia, para que el hombre no se pierda y pueda ser orientado a lo más
perfecto de su ser. (Jesús Caldas)

¿En qué casos le parecería irresponsable o injusto el sí al aborto, y como se podría


acompañar?

- Todo hombre y toda mujer, si no quieren negar la realidad de las cosas y defienden
la vida y la dignidad humanas, han de procurar que las leyes no permitan la muerte
violenta de seres inocentes e indefensos. Los cristianos, entre los que nos
contamos los católicos, sabemos que la dignidad de la persona humana tiene su
más profundo fundamento en el hecho de ser hijos de Dios y hermanos de
Jesucristo, que quiso ser hombre por amor a todos y cada uno de nosotros. Por lo
que es correcto también acoger y ayudar económicamente y espiritualmente, a
quienes, por razón de su maternidad, se encuentran en situaciones difíciles. (José
Luis Auquilla)
- Los católicos, si vivimos nuestra fe, valoramos en toda su dimensión el drama
terrible del aborto como un atentado contra esta dignidad sagrada. Más que de
obligaciones adicionales, pues, habría que hablar de una más profunda y plena
comprensión del valor de la persona humana, gracias a nuestra fe, como
fundamento para nuestra actitud en favor de la vida, ya que sabemos que el olvido
de Dios lleva con más facilidad al olvido de la dignidad humana. Por lo que sería
bueno informar a quienes nos rodean, con caridad, pero con firmeza y claridad, de
la realidad del hijo no nacido y de la importancia de defender su derecho a vivir. (P.
Edgar Cárdenas)
- Uno de los motivos por los que algunos ordenamientos despenalizan el aborto es
la violación de la madre. Ciertamente es un trauma para la madre que haya sido
violada, pero el subsiguiente aborto no elimina el trauma de la violación. Es cierto
que si la madre ha quedado traumada por la violación, se le deberá ayudar, pero el
embarazo es un problema distinto. Se debe tener en cuenta además que si la
madre aborta en vez de un trauma puede tener dos: el de la violación y el del
aborto. Por esta razón, El lograr que en una sociedad se respete el derecho a la
vida es responsabilidad de todos en su actividad cotidiana, pues todos, con el
ejemplo de su conducta, sus palabras, sus escritos, sus opiniones, su voto, la
educación de sus hijos, influyen en lo que se piensa, en cómo se vive y en lo que se
legisla. (Jorge Duque)
- Me parece que no es un delito ni un pecado, me parece importante insistir desde
el comienzo en lo de no imponer. Las decisiones, en cualquier caso, deben ser
adoptadas después de un concienzudo análisis y de haber recabado consejos por
parte de las personas más cualificadas en los distintos temas. De este modo se
evitarían medidas ejecutivas o directrices legislativas erróneamente adoptadas por
manifiesta incompetencia, lo que es especialmente grave cuando su aplicación
puede producir efectos irreversibles. Por lo que es bueno, dejarse asesorar en
temas en los que debe prevalecer el rigor científico. Y sobre todo, no es bueno
obligar a nadie a que se comporte en cuestiones tan esenciales en virtud de
criterios deformados por el miedo o el dogmatismo. (Tatiana Rodríguez)

- Es un pecado grave contra el valor sagrado de la vida humana. El quinto


Mandamiento ordena no matar. Es un pecado, porque la víctima es inocente e
indefensa y su muerte es causada precisamente por quienes tienen una especial
obligación de velar por su vida. Además, hay que tener en cuenta que al niño
abortado se le priva del Sacramento del Bautismo. Sería correcto que los médicos,
en especial los ginecólogos, y otros profesionales sanitarios, empleando los medios
técnicos que permiten que una madre vea en una ecografía, con sus propios ojos,
al hijo en sus entrañas, moviéndose, nadando, chupándose el dedo. Se ha dicho
que si el vientre de las madres fuera transparente, muchos verían la cuestión del
aborto provocado de otra manera. (Jesús Caldas)
Análisis y Evaluación de los resultados de las estadísticas:

1. Se admite que todos estamos a favor de la vida, junto con una actitud indubitable
frente a este derecho primero, que todos debemos exigir para nosotros, así como
el de respetar a los demás.
2. Se considera que no hay cuestión alguna en la que no recibamos del pasado
presupuestos que condicionan nuestro juicio y solución. El aborto es una de estas
cuestiones que marca nuestros sentimientos y pronunciamientos. Y es lo que
explica la posición exacerbada de unos y otros, a favor o en contra.
3. Resulta claro que ninguna cuestión humana debe darse como absolutamente
resuelta. Sobre lo humano caminamos siempre, muchas veces a tientas, y no
podemos sentenciar haber conseguido la verdad plena de la realidad investigada.
Pero aun así, nos domina la predisposición a defender muestra posición y rechazar
la contraria. Lo cual ciega, hace inútil el dialogo e impide añadir avances a nuevos
enfoques y soluciones del tema. Por lo que, no se puede conseguir con posturas
(por ideología religiosa, pre científica, política, etc.) un consenso, desde estas
realidades, valido para todos. Sin embargo, si se puede llegar y realizar un
consenso del hecho de que “los pueblos reafirman su fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y valor de la persona humana y en la
igualdad de hombres y mujeres” (Declaración universal de los derechos humanos,
preámbulo). Y también desde consensos en donde se resalte la voluntad de divina
sobre el cuidado y el amor por el hombre (o de la humanidad); siendo este
protegido de igual forma por hombres que guarden esta experiencia de fe y luchen
por su transformación o renovación espiritual. Así como por ejemplo en el
documento sobre los principios de una ética mundial en la declaración del II
Parlamento de las Religiones del Mundo, celebrado en Chicago en 1993 no dice
que: “Por ética mundial no entendemos una nueva ideología, como tampoco una
religión universal unitaria más allá de las religiones existentes ni, mucho menos, el
procedimiento de una religión sobre las otras. Por ética mundial entendemos un
consenso básico sobre una serie de valores vinculantes, criterios inamovibles y
actitudes básicas personales.” Logrando así que el hombre, por medio de la
reflexión, la oración y la solidaridad pueda promover la paz y sea un amante de lo
creado.
4. También se resalta, desde el cristianismo, que el derecho a la vida es un regalo
exclusivo para todo hombre, ya que el único que se lo otorga es Dios mismo;
motivo por el cual es nuestra responsabilidad permitirlo y no negarlo o intentar
quitarlo. Por lo que, la Iglesia ha comprendido que el aborto provocado es uno de
los peores crímenes desde el punto de vista moral. Así mismo el Concilio Vaticano
II dice: "Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de
proteger la vida, que se ha de llevar a cabo de un modo digno del hombre. Por ello,
la vida ya concebida ha de ser salvaguardada con extremados cuidados; el aborto y
el infanticidio son crímenes abominables" (Const. "Gaudium et Spes").
5. Se afirma que el aborto, no solo se reduce o entiende como la expulsión del feto
inmaduro, sino que comprende como delito y pecado cualquier muerte provocada
desde la concepción o desde el nasciturus, tal como ya lo hemos escuchado incluso
del mismo Consejo Pontificio para la interpretación de los textos legislativos, en la
respuesta del 23 de mayo de 1988.
6. También, se afirma como vemos además de un consenso y de un derecho a la vida,
la posibilidad de dar una esperanza, aunque aún falten ciertos detalles sobre la
responsabilidad del ser humano, aún se puede trabajar desde el dialogo para que
este acompañamiento sea cada vez más profundo y más vivido para dar paso a un
pensamiento nuevo que permita la defensa de la vida desde los inicios de la vida
de cada hombre. Es decir, hacer al hombre cada vez más consiente de este amor
hacia el otro, para que descubra en esta relación la posibilidad de brindar algo
mejor a su descendencia y a las demás familias que conviven con él.

Conclusión:

Primeramente se puede decir, que si bien las responsabilidades que tenemos son
complejas y de cierta forma difíciles, al ser parte de una Iglesia, de una sociedad y sobre
todo de una misma relación entre personas que comparten una misma dignidad, no se
puede dejar de lado lo esencial de la vida, que solo brota de esta misma experiencia de
amor con Dios, el dejarse amar para poder amar, así como nos lo recalca Pablo VI en su
encíclica "EVANGELII NUNTIANDI" desde una Renovación interior y reconciliación con
Dios: desde un “rehacer al hombre desde dentro”, ya que las estructuras de libertad y
bienestar si bien son importantes aún son insuficientes. Se trata más bien de una
conversión de corazón y de mente, de una visión evangélica y espiritual del hombre.
Conversión y misericordia que son la verdadera opción principal a la hora de encontrarme
con el otro y tomar una decisión que involucre el bienestar de los dos y de otros. Es por
esta razón, que debe haber un sentido de solidaridad y caridad de la persona ante lo que
acontece, tratando así de ayudar y servir sin esperar nada más que la esperanza de que mi
prójimo o el más cercano que se ve necesitado, también pueda compartir la misma
experiencia de amor y perdón que lo edifica y le permite transmitirlo. Tal como se explica
en la Declaración sobre el aborto (Congregación para la Doctrina de la Fe) numeral 26.
“Toda persona de corazón y ciertamente todo cristiano, debe estar dispuesto a hacer lo
posible para ponerles remedio. Esta es la ley de la caridad, cuyo primer objetivo debe ser
siempre instaurar la justicia. No se puede jamás aprobar el aborto; pero por encima de
todo hay que combatir sus causas. Esto comporta una acción política, y ello constituirá en
particular el campo de la ley. Pero es necesario, al mismo tiempo, actuar sobre las
costumbres, trabajar a favor de todo lo que puede ayudar a las familias, a las madres, a los
niños. Ya se han logrado progresos admirables por parte de la medicina al servicio de la
vida; puede esperarse que se harán mayores todavía, en conformidad con la vocación del
médico, que no es la de suprimir la vida, sino la de conservarla y favorecerla al máximo. Es
de desear igualmente que se desarrollen, dentro de las instituciones apropiadas o, en su
defecto, en las suscitadas por la generosidad y la caridad cristiana, toda clase de formas de
asistencia.” Tal vez, sea algo idealista o fantasioso para algunos, pero es verdad que el
cristiano aun en la dificultad y el sufrimiento encuentra esperanza, porque conoce o más
bien se sabe conocido y amado por un amor que lo puede todo, y que ni la tribulación, ni
la muerte pueden superar este vínculo y este compromiso que existe entre el Hombre y su
Creador o Padre; tal como podemos observar en la citas de Rom 8,18 y 2 Cor 4,17.

Ahora bien, podemos concluir reiterando que es indispensable insistir aún más en la
paternidad y maternidad responsables. Que quede muy claro en la educación sexual y en
la formación prematrimonial, que le hijo nunca deberá ser considerado como un intruso. Y
que, nunca será suficiente hacer hincapié en la aceptación de los valores éticos, en el
fortalecimiento de los principios religiosos y en la verdadera comprensión del amor
conyugal. Sin embargo, asimismo es de subrayarse la vigilancia que debe realizar el
Estado para que no proliferen las “clínicas” clandestinas que son industrias del crimen y
estimulantes para facilitar el aborto. Tal como lo podemos encontrar en la exhortación
pastoral de Episcopado Colombiano, afirmando que el aborto siempre será un crimen y
que por lo tanto incluso el Estado debe defender a las madres y a la ciudadanía de este
acto inmoral que va en contra de la vida.

Por lo que, todo hombre (humanidad) debe ante todo proteger la vida, creyente o no, es
un acto que nos hace más humanos y que nos va acercando cada vez, incluso
inconscientemente, a la verdad y a Aquello que nos desborda. Sólo así se podrá llegar a
acompañar esta realidad, desde antes de un pensamiento como es el del aborto, para que
con verdadera conciencia y madures de corazón y de mente se pueda optar por el único
Bien, y desde el cristianismo, por Dios que nos da la plenitud y nos hace en Él más divinos
y humanos en un vínculo con Él que se comparte con quienes convivimos y acompañamos.

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