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HISTORIA "

E I A FILOSOFIA
HISTORIA
DE LA

FILOSOFÍA POR EL

P. Z E F E R I N O G O N Z Á L E Z
D E LA O R D E N D E S A N T O D O M I N G O

CARDENAL ARZOBISPO DE TOLEDO

SEGUNDA EDICIÓN.

TOMO CUARTO BiMípicCi


CapiUa Alfonsina
8*tihoi>ecaUm¡
MADRID
'ÍINT J T J B E R A
IO, caüe de Qampomanes , 10

1886
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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.

I Io

KANT Y LA FILOSOFIA NOVISIMA.


Es propiedad del autor.

Ya hemos indicado antes q u e , aparte de la influen-


cia directa, y , por decirlo así, personal, que Kant ejer-
ció sobre el espíritu de sus contemporáneos y suceso-
res inmediatos, influencia representada por el movi-
miento que acabamos de reseñar en los párrafos que
anteceden, el autor de la Crítica de la razón fura es
considerado como el iniciador déla Filosofía novísima,
y su doctrina como el punto de partida generpl-del mo-
vimiento filosófico durante este últimcf ,período dé la
historia de la Filosofía. 4. •
:
Sin necesidad de exagerar la importancia de Kant
F •• vY'.'À en sentido exclusivista, como hacen-algunos; sin afir-
m a r , como Vacherot, que la Filosofea anterior á Kant
\ sólo conserva valor histórico después de la apari-
ción del filósofo alemán ; reconociendo-, como recono-
cemos, que el pensamiento contemporáneo réfleja y
entrafia ciertos elementos de la..•filosofía ántériófi*^
VALVEf. K a n t , reconocemos al propio tiempo que las príitójpa-'.'
les manifestaciones y direcciones filosóficas del pensa-
Madrid: 1886.—Imp. del. Pérez Dubruil: Flor Baja, 22. miento que representan y forman el contenido de este

O09S29

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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.

I Io

KANT Y LA FILOSOFIA NOVISIMA.


Es propiedad del autor.

Ya hemos indicado antes q u e , aparte de la influen-


cia directa, y , por decirlo así, personal, que Kant ejer-
ció sobre el espíritu de sus contemporáneos y suceso-
res inmediatos, influencia representada por el movi-
miento que acabamos de reseñar en los párrafos que
anteceden, el autor de la Crítica de la razón fura es
considerado como el iniciador déla Filosofía novísima,
y su doctrina como el punto de partida generpl-del mo-
vimiento filosófico durante este últimcf ,período dé la
historia de la Filosofía. 4. •
:
Sin necesidad de exagerar la importancia de Kant
F •• vY'.'À en sentido exclusivista, como hacen-algunos; sin afir-
m a r , como Vacherot, que la Filosofía anterior á Kant
\ sólo conserva valor histórico después de la apari-
ción del filósofo alemán ; reconociendo-, como recono-
cemos, que el pensamiento contemporáneo réfleja y
entrafia ciertos elementos de la..-filosofía ántériófi*^
VALVEf. K a n t , reconocemos al propio tiempo que las príitójpa-'.'
les manifestaciones y direcciones filosóficas del pensa-
Madrid: 1886 —Imp. del. Pérez Dubruil: Flor Baja, 22. miento que representan y forman el contenido de este

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período que llamamos Filosofía novísima, excepción apriorísticas derivadas de K a n t , y de filiación á causa
hecha de la dirección cristiana, proceden directa ó i n - del germen evolucionista y materialista que entrañan
directamente de la Filosofía de Kant. las teorías de Kant y de sus sucesores directos , espe-
En el decurso de esta historia hemos tenido occisión cialmente las de Hegel y Schopenhauer. Finalmente,
de observar que cuando en el espíritu humano se i n i - la Filosofía cristiana procede de Kant occasionaliter y
cia alguna grande evolución filosófica, y con ella algún por vía de oposición, como reacción directa contra los
nuevo período en la historia de la Filosofía , los dife- sistemas escéptico-idealistas, panteistas y materialis-
rentes sistemas que aparecen y hasta luchan entre sí tas , nacidos y desarrollados al calor del movimiento
durante el nuevo período, deben su origen al iniciador iniciado por Kant, y como protesta enérgica contra el
de la evolución filosófica , algunos de ellos por vía de principio racionalista que informa la concepción de
génesis, otros por vía de combinación, y algunos por aquel filósofo en todas sus partes.
vía de oposición y reacción.
Esta clasificación de sistemas y teorías, basada so-
Tal sucede, en nuestro sentir , con los principales bre la naturaleza de sus relaciones con la Filosofía de
sistemas filosóficos que llenan ó forman el contenido Kant, representa la marcha del espíritu humano en este
déla Filosofía novísima, y que pueden reducirseá cua- período de la Filosofía novísima.
tro , que son: Pero es preciso no perder de vista que aquí se trata
a) El panteísmo germánico, representado por Fich- sólo de las líneas más generales de la Filosofía novísi-
t e , Schelling, H e g e l , Krause, Schopenhauer, etc. ma , ó , lo que es lo mismo, que esas cuatro escuelas ó
I) El eclecticismo francés, representado por Cou- direcciones fundamentales abrazan otras direcciones
sin y sus adeptos. subalternas, sin contar las direcciones sincréticas que
c) El positivismo, representado en sus diferentes aparecen y resultan espontáneamente, siempre que en
matices por Comte, Littré, Darwin, Büchner, etc. una época hay choque frecuente, acciones y reaccio-
d) Finalmente , la Filosofía, cristiana, representa- nes vigorosas entre escuelas y sistemas opuestos. Así,
da también en diferentes matices ó tendencias. por ejemplo, el panteísmo germánico puede y debe
El panteísmo germánico procede de la Filosofía de descomponerse en panteísmo idealista (Fichte , Schel-
Kant por vía de generación ó filiación directa ; el eclec- l i n g , Hegel, Krause) ó trascendental, y en panteismo
ticismo francés procede de la misma por vía de combi- positivista (Schopenhauer, Hartmann) ó experimental.
nación entre el elemento panteista-germánico y el ele- Añádase á esto las direcciones especiales del panteis-
mento psicológico- caí tesiano: las relaciones que exis- mo hegeliano, representadas por la derecha, el centro
ten entre el positivismo materialista y el movimiento y la izquierda de esta escuela.
kantiano , son relaciones de reacción y de filiación á la Una cosa análoga sucede con el positivismo, dentro
vez; de reacción contra las exageraciones idealistas y del cual podemos señalar y distinguir el positivismo
semidogmático de Comte y Littré; el positivismo -psi- sobre el asunto, hemos creído que el método que ofrece
cológico, representado principalmente por la Filosofía menos inconvenientes, y que se presta más á comuni-
inglesa contemporánea y por algunos psicólogos ale- car orden y claridad á la historia de este último perío-
manes; el darwinismo, que representa otra especie (le do de la Filosofía, sería combinar el elemento geográ-
positivismo, y el positivismo propiamente materialista. fico con el elemento genético-doctrinal, narrando el
Entre los sistemas especiales ó sincréticos que con- movimiento filosófico verificado en cada nacionalidad
tienen originalidad relativa, á la vez que elementos importante con sujeción á las cuatro escuelas funda-
tomados de diferentes escuelas, y reducidos á unidad mentales arriba indicadas, y en armonía con las d i -
sistemática, merece el primer lugar la doctrina de recciones, ora subalternas, ora sincréticas, á que die-
Herbart, que cuenta con notables discípulos. ron o rigen. Comenzaremos por la historia de
Resulta de las precedentes iudicaciones que el c h o -
que continuo de ideas y sistemas fundamentales, cho- ¡2.°
que muy generalizado por razón de lugares, tiempos y
personas, á contar desde K a n t , ha dado origen á un nú-
L A FILOSOFÍA E N ALEMANIA.
mero considerable de direcciones doctrinales y de ma-
tices filosóficos, que están representados por una infi-
nidad de libros y autores diseminados por toda Europa El primer lugar en la exposición histórica de la Fi-
y aun por América. Por otra p a r t e , la facilidad de co- losofía en el sentido y método indicados, corresponde
municaciones y la propaganda rápida de i d e a s , han de derecho á Alemania, no ya solamente por ser la
borrado en cierto modo las fronteras filosóficas, resul- patria del fundador de la Filosofía novísima, sino por-
tando de aquí que las diferentes escuelas tienen r e - que la doctrina de éste entraña el g e r m e n , ora directo,
presentantes en todas las naciones , por más que al- ora ocasional, de los múltiples sistemas filosóficos que
gunas de esas escuelas tengan, por decirlo a s í , su se sucedieron en el campo de la historia , y que en
patria especial, como lo es la Alemania del panteísmo Europa, y fuera de E u r o p a , preocupan y dividen hoy
idealista, la Inglaterra del psicologismo positivista, la á los espíritus.
Francia del eclecticismo. Aunque todas las fases y los diferentes matices de
Bien se echa de ver, por lo dicho hasta aquí, que la Filosofía novísima han tenido representantes en la
es cosa sumamente difícil, por no decir imposible, re- Alemania, las manifestaciones más principales é i m -
ducir á método sencillo y claro el número prodigioso portantes de la misma , son :
de escuelas, sistemas, direcciones, ideas, libros y a) El panteísmo idealista.
nombres que constituyen el contenido de la Filosofía I) La escuela psicológica.
novísima. Nosotros, después de reflexionar seriamente c) El panteísmo empírico ó positivista.
d) El materialismo en sus diferentes manifesta- Kcenisberg, á veces eu la obscuridad, á veces en la
ciones y fases. penumbra del conocimiento, ejerció una atracción ver-
e) Direcciones especiales ó sincréticas. daderamente prodigiosa y fascinadora sobre la inteli-
En otro concepto, y desde otro punto de vista, la gencia de algunos de sus discípulos y sucesores. Pre-
Filosofía en Alemania podría distribuirse en tres épo- cipitáronse éstos con furor sobre el noumenon kantia-
cas , á saber : época idealista , durante la cual domina no, y transformándolo á su sabor, y convirtiéndolo
casi exclusivamente el idealismo , época que abraza en el ser absoluto, uno é idéntico, y haciendo de él el
desde la muerte de Kant hasta el año de 1830, en que principio, el medio y el fin del ser , de la vida y de la
comienza la decadencia del panteísmo idealista para inteligencia , del mundo, del hombre y de Dios, levan-
dar comienzo á la segunda época, que puede apelli- taron el edificio fantasmagórico del panteísmo idealista
darse realista, porque representa la lucha y la reacción en sus diferentes fases , por medio de construcciones
contra el principio idealista, sirviendo á la vez de a 'priori. Y es sabido que Fichte representa la primera
transición á la época tercera, que es la materialista, la de estas fases en el orden cronológico.
cual verifica su entrada pública en el mundo filosófico La aldea de Rammenau fué la cuna de Fichte, que
de la Alemania con la polémica entablada por Moles- nació en 1762 de una familia obscura. Terminados sus
chott contra W a g n e r , polémica que se mantiene viva estudios, pasó bastantes años desempeñando las f u n -
y hasta preponderante desde aquella fecha hasta nues- ciones de preceptor particular en Suiza, Polonia, P r u -
tros días. sia y otras provincias de Alemania, hasta que en 1794
Aunque esta división en tres épocas ofrece ciertas fué llamado á desempeñar en la universidad de Jena
ventajas, ofrece también graves inconvenientes con res- la cátedra de Filosofía , vacante por muerte de Rein-
pecto á la claridad y orden de la narración histórico- hold. Dos años antes salió á luz su primera obra con
filosófica. Por esta razón damos la preferencia á la el título de Ensayo de una critica de toda revelación,
primera clasificación, la cual nos servirá de norma obra que muchos atribuyeron al principio á Kant, sin
fundamental para la exposición y crítica del movi- razón, pero que se halla inspirada en las ideas racio-
miento filosófico en Alemania. nalistas y anticristianas del autor de la Religión con-
siderada dentro de los límites de la razón sola.
Después de publicar algunos escritos, más bien
|3.°
político-sociales (1) que filosóficos, Fichte dió á luz su
EL PANTEISMO IDEALISTA.—FICHTE.
(1) Tales son, siu contar los que publicó más adelante , los dos
s i g u i e n t e s : Memoria para rectificar los juicios del público sobre la
Aquella cosa en sí de que tanto usó y abusó K a n t ; revolución francesa.—Reclamación en favor de la libertad de pensar,
dirigida á todos los principes que hasta el presente la lian oprimido.
aquel Etmas nouménico colocado por el filósofo de
obra clásica como filósofo, ó sea la Doctrino.\ déla no se pone la existencia de A . . . . , sino que se pone que
ciencia, que algunos y su mismo autor apellidan, acaso si A es , A es asi.... De la certeza absoluta de la pro-
con más propiedad, La ciencia del conocimiento. posición precedente resulta que hay una relación n e -
Acusado de ateismo en 1799, Fichte se retiró á Ber- cesaria entre este sí y este así: y esta relación nece-
lín, publicó su Destinación del hombre y algunas otras saria es lo que se pone absolutamente y sin algún otro
obras. Habiendo obtenido una cátedra de Filosofía en fundamento. Provisionalmente doy á esta relación ne-
la universidad de Erlangen en 1805, abandonó aquella cesaria el nombre de X.... X es dada al yo , y siendo
ciudad á consecuencia de la batalla de Jena , retirán- puesta absolutamente y sin otro fundamento anterior,
dose otra vez á Berlín, en cuya universidad obtuvo una debe ser dada al yo por el mismo yo.
cátedra de Filosofía , que conservó hasta su muerte, »No sabemos si A es puesto, ni cómo es puesto; pero
acaecida en 1814. debiendo expresar X una relación entre un poner des-
conocido y un poner absoluto del mismo A, A está en
Fichte da principio á su Doctrina de la ciencia
el yo y es puesto por el yo lo mismo que X.... Queda,
(Ciencia del conocimiento teórico) en los siguientes
pues, establecido que en el yo hay una cosa que es
términos: «Nos proponemos investigar el principio más
idéntica siempre á sí misma , siempre u n a , siempre la
absoluto, el principio absolutamente incondicional de
misma, y se puede espresar la X puesta absolutamente
todo el conocimiento humano. Si este principio es ver-
bajo la forma de la siguiente ecuación : Y o = Y o ; y o
daderamente el más absoluto, no podrá ser ni definido
soy yo.
ni demostrado. Deberá expresar el acto que no se pre-
senta ni se puede presentar entre las determinaciones »Para el y o , ponerse á sí mismo, es lo que consti-
empíricas de nuestra conciencia , y que es el único que tuye la actividad pura. El yo se pone á sí mismo, y
hace posible toda conciencia.... existe en virtud de esta simple acción (la acción de po-
nerse á sí mismo); y recíprocamente, el yo existe y
»Debemos partir de una proposición cualquiera, que
pone su s e r , en fuerza de su ser simplemente. El yo
nos sea concedida por todo el mundo sin contradic-
es á un mismo tiempo el agente y el producto de la
ción alguna. Todo el mundo admite la proposición : A
acción , la cosa que obra , y la cosa producida por la
es A (lo mismo que A = A, porque esto es lo que sig-
acción; en él la acción y lo hecho son una sola y m i s -
nifica la cópula lógica); y hasta es admitida sin refle-
ma cosa, razón por la cual este Yo soy, es la expre-
xión alguna, como completamente cierta.... Al afirmar
sión de un acto, pero del sólo acto posible....
que la proposición precedente es cierta en sí misma,
»Con respecto al yo,ponerse á sí mismo y ser ó exis-
tir, son cosas completamente idénticas. Esta proposi-
Esto no impidió que en la última época de su vida publicara sus fa-
mosos Discursos á la nación alemana, encaminados á excitar el ardor ción : Yo s o y , porque me he puesto á mí mismo, puede
y entusiasmo de sus compatriotas contra las conquistas y consecuen- expresarse a s í : Yo soy absolutamente, porque soy.»
cias de la revolución francesa.

" S í « * « " *
Este pasaje, al mismo tiempo que da una idea realidad y carencia de realidad. El y o , por lo mismo
de la sutileza dialéctica y del tecnicismo especial de que se pone absolutamente (le moi se pose absolument),
F i c h t e , entraña el concepto esencial y el principio ge- es infinito y contiene en sí todo el ser y toda realidad:
nerador de su sistema filosófico, sistema que se r e - Le moi demande á embrasser en soi toute réalité et á
suelve en un subjetivismo panteista. Para Fichte, el yo remplir l'infini.
es el ser único y absoluto, dotado de actividad pura, La parte más importante de la Filosofía de Fichte es
absoluta é infinita , el cual, en virtud de ésta, se pone la parte práctica ó moral. En la parte especulativa sólo
primero á sí mismo (Le moi fose •'primitivement et ab- aparece el yo puro, como realidad única y principio de
solument son propre être) ó pone su propio ser; des- toda realidad. Al entrar en el terreno moral es cuando
pués pone el mundo ó el no-yo, el cual representa la Fichte se ve precisado á admitir un y o , ó, mejor di-
resistencia ó el choque que experimenta en su des- cho , muchos yos empíricos é individuales, porque sin
arrollo la actividad infinita del yo absoluto. El yo, al éstos no se concibe la libertad , que es el verdadero
ponerse como no-yo, ó sea al objetivarse en el mundo Dios y el summum ens para Fichte. Los individuos (el
externo, se limita á sí mismo , ó se pone como finito yo empírico, el yo fenomenal), como seres racionales
enfrente del no-yo, también finito y determinado. De y libres, y como manifestaciones y determinaciones
aquí los tres momentos de la evolución del yo, en el particulares del yo puro y absoluto, obran con sujeción
cual se concentra y con el cual se identifica toda la á la infinita actividad libre del yo puro. La ley moral
realidad; afirmación primitiva del yo (tesis); afirma- consiste en la participación del yo puro por parte del
ción del no-yo, ó negación del yo (antítesis); limita- yo individual, en la encarnación y operación del yo
ción y unión recíproca (síntesis) del yo y del no-yo. puro en el yo empírico, y la moralidad de este último
Así, pues, el mundo sensible y externo, la cosa-objeto consiste en acercarse indefinidamente al yo puro y á
del pensamiento, sale del y o , ó es puesto por el y o - s u - su actividad absolutamente libre.
j e t o , y la dualidad primitiva del sujeto objeto del pen- Para Fichte, el orden m o r a l , expansión y conse-
samiento no es más que una ilusión. El mundo existe cuencia necesaria de la actividad infinita y libre del
como objeto y en cuanto objeto del pensamiento; pero yo puro, actividad que sirve de norma, de fin y de
existe solamente como puesto en la actividad y por la principio para la moralidad del yo empírico, existe por
actividad del yo. La supresión del yo lleva consigo la sí mismo y tiene su fundamento en sí m i s m o , es decir,
supresión del mundo. En resumen : en el fondo de to- que se pone y existe de una manera primitiva y abso-
das las cosas no hay más realidad que el y o , el cual luta. De aquí procede á afirmar que la existencia de
se pone á sí mismo : a) como afirmación, b) como nega- un Dios personal, exterior y distinto del mundo , es
ción, y cj como limitación, ó sea como afirmación y ne- una hipótesis absurda de la antigua metafísica , por-
gación, puesto que la limitación entraña ser y no ser, que la idea de un Dios-persona es incompatible con la
17

idea de lo infinito. Es inútil, por lo tanto , hablar de


Por cierto que entre las razones alegadas por el au-
un Dios trascendente y personal; porque la verdad es
tor de la Doctrina de la ciencia en favor de su tesis
que no hay más Dios que el orden m o r a l , ni siquiera
ateista, hay algunas que entrañan ideas esencialmente
uos es dado ni necesitamos concebir otra divinidad:
sensualistas y en abierta contradicción , por consi-
Die lebendige und wirkende moralische Ordnung , ist
guiente , con el idealismo rígido de nuestro filósofo.
selbst Gott; vir bedürfen Heines andern Gottes und
Porque Fichte , después de afirmar que no es posible
können keinen andern fassen.
atribuir á Dios inteligencia ni personalidad sin i n c u -
Como se ve por este pasaje y otros análogos y no
rrir en el antropomorfismo, a ñ a d e : a) que sería supers-
menos explícitos (1) que pudieran citarse, la teodicea
tición grosera y contradictoria con la idea misma de
de Fichte es una teodicea incompatible absolutamente
Dios, concebirá éste como una substancia aparte, como
con la idea y la existencia de un Dios personal y tras-
una substancia distinta del mundo y del hombre-, en
cendente. A s í , no es de extrañar que el filósofo ale-
atención á que decir substancia , equivale á decir ser
mán se haya visto precisado á publicar su Appellation
dotado de sensibilidad y subordinado al espacio y al
an das Publicum gegen die Anklage des A theismus, para
tiempo ; b) que tampoco podemos atribuir á Dios exis-
defenderse contra las acusaciones de ateísmo lanzadas
tencia real y propiamente dicha , en atención á que
contra él y contra sudotrina con sobrado f u n d a m e n t o .
ésta sólo conviene á los seres dotados de sensibilidad.
Á pesar de esta apelación y defensa, Fichte fué y Si la historia y la experiencia no atestiguaran las
siguió siendo ateo, en el verdadero sentidode la palabra, contradicciones en que suele incurrir la razón huma -
porque siguió negando la existencia real y objetiva de n a , sobre todo cuando ésta se coloca fuera de la idea
un Dios personal yconsciente como substancia distinta cristiana , sería difícil darse cuenta de cómo Fichte, el
del hombre, y jamás reconoció más idea de Dios que filósofo del idealismo más absoluto y rígido, pudo caer
la idea del orden moral, el cual se identifica con la l i - en el sensualismo más vulgar.
bertad humana , ó sea con la actividad independiente
y absoluta del yo.
I 4.'
(1) El pasaje citado en el texto está tomado de un a r t i c u l o , ó,
mejor dicho, de una disertación que vió la luz pública en u n d i a r i o
CRÍTICA.
filosófico que publicaba en compañía de Niethammer. Fichte añade
que nuestra razón es impotente para inferir ó concluir ta existencia
de Dios como ser especial, ni como causa primera del muudo, ni s i -
quiera del orden m o r a l : Es liegt kein Grund in der Vernunft, aus
El sistema filosófico de Fichte, según se desprende
jener moralischen Weltordnung herauszugehen und vermittelst eines de lo dicho, es á la vez un sistema panteista y un sis-
Schlusses vom Begründetem auf den Grund noch ein besonderes Wesen tema subjetivo-idealista. E n uno y otro concepto, pro-
als die Ursache derselben anzunehmen. cede en línea recta de la Filosofía de Kant. Aunque
TOMO IV. i
17

idea de lo infinito. Es inútil, por lo tanto , hablar de


Por cierto que entre las razones alegadas por el au-
un Dios trascendente y personal; porque la verdad es
tor de la Doctrina de la ciencia en favor de su tesis
que no hay más Dios que el orden m o r a l , ni siquiera
ateista, hay algunas que entrañan ideas esencialmente
nos es dado ni necesitamos concebir otra divinidad:
sensualistas y en abierta contradicción , por consi-
Die lebendige und wirkende moralische Ordnung , ist
guiente , con el idealismo rígido de nuestro filósofo.
selbst Gott; vir bedürfen Heines andern Gottes und
Porque Fichte , después de afirmar que no es posible
können keinen andern fassen.
atribuir á Dios inteligencia ni personalidad sin i n c u -
Como se ve por este pasaje y otros análogos y no
rrir en el antropomorfismo, a ñ a d e : a) que sería supers-
menos explícitos (1) que pudieran citarse, la teodicea
tición grosera y contradictoria con la idea misma de
de Fichte es una teodicea incompatible absolutamente
Dios, concebirá éste como una substancia aparte, como
con la idea y la existencia de un Dios personal y tras-
una substancia distinta del mundo y del hombre-, en
cendente. A s í , no es de extrañar que el filósofo ale-
atención á que decir substancia , equivale á decir ser
mán se haya visto precisado á publicar su Appellation
dotado de sensibilidad y subordinado al espacio y al
an das Publicum gegen die Anklage des A theismus, para
tiempo ; b) que tampoco podemos atribuir á Dios exis-
defenderse contra las acusaciones de ateísmo lanzadas
tencia real y propiamente dicha , en atención á que
contra él y contra su do trina con sobrado f u n d a m e n t o .
ésta sólo conviene á los seres dotados de sensibilidad.
Á pesar de esta apelación y defensa, Fichte fué y Si la historia y la experiencia no atestiguaran las
siguió siendo ateo, en el verdadero sentidode la palabra, contradicciones en que suele incurrir la razón huma -
porque siguió negando la existencia real y objetiva de n a , sobre todo cuando ésta se coloca fuera de la idea
un Dios personal yconsciente como substancia distinta cristiana , sería difícil darse cuenta de cómo Fichte, el
del hombre, y jamás reconoció más idea de Dios que filósofo del idealismo más absoluto y rígido, pudo caer
la idea del orden moral, el cual se identifica con la l i - en el sensualismo más vulgar.
bertad humana , ó sea con la actividad independiente
y absoluta del yo.
I 4.'
(1) El pasaje citado en el texto está tomado de uii articulo , ó,
mejor dicho, de una disertación que vio la luz pública eü un d i a r i o
CRÍTICA.
filosófico que publicaba en compañía de Niethammer. Fichte añade
que nuestra razón es impotente para inferir ó concluir la existencia
de Dios como ser especial, ni como causa primera del mundo, ni s i -
quiera del orden m o r a l : Es liegt kein Grund in der Vernunft, aus
El sistema filosófico de Fichte, según se desprende
jener moralischen Weltordnung herauszugehen und vermittelst eines de lo dicho, es á la vez un sistema panteista y un sis-
Schlusses vom Begründetem auf den Grund noch ein besonderes Wesen lema subjetivo-idealista. E n uno y otro concepto, pro-
als die Ursache derselben anzunehmen. cede en línea recta de la Filosofía de Kant. Aunque
TOMO IV. i
parece cosa convenida no ver en Kant más que criti-
poner y analizar la Filosofía de K a n t , éste no tiene
cismo y nada de panteísmo, no se necesita reflexionar
derecho alguno para decir que la cosa en s í , el Eticas
mucho para conocer que la realidad nouménica, la cosa
nouménico que supone ó sospecha como fundamento y
en sí, cuya existencia sospecha el criticismo , se con-
causa de las intuiciones sensibles , tenga realidad o b -
vierte fácilmente en realidad única , en esencia , una
jetiva ó exista realmente fuera del yo ; porque en la
en sí misma y múltiple en sus manifestaciones , sobre
teoría de K a n t , las nociones de existencia y de causa
todo si se tiene en cuenta la sospecha insinuada por
son categorías del entendimiento, es decir, formas me-
Kant en orden á la posibilidad de que esa realidad ob-
ramente subjetivas y apriori que preexistenen el yo.
jetiva y externa que afecta nuestros sentidos sea á la
Luego no tenemos derecho para atribuirlas y aplicarlas
vez el sujeto del pensamiento puro. En suma: la teoría
á cosa alguna fuera del yo , si no queremos ponernos
de Kant entraña la reducción de los seres particula-
en contradicción con una de las tesis fundamentales de
res , de los fenómenos múltiples, á una realidad oculta
la Crítica de la razón pura, cuya verdadera conclusión
y misteriosa , á la cosa en s í , ó sea á un ser único,
lógica es que en el yo y solamente en el yo se encuen-
principio y sujeto de la pluralidad de seres y fenóme-
tran la razón de causa y la existencia real, lo cual cons-
nos. La distancia entre esta idea y la tesis panteista
tituye en resumen la tesis de Fichte. Si en la teoría de
es muy corta, por no decir que es nula.
Fichte, el objeto ó e l n o - y o del pensamiento es produ-
Como subjetivismo idealista , el sistema de Fichte cido y puesto por el yo, en la teoría de K a n t , el objeto
procede igualmente de Kant. Si las representaciones del pensamiento, la noción ó concepto del entendi-
de la sensibilidad , si las impresiones de los sentidos miento puro, es una creación del mismo entendimiento
que sirven de materia primera para la elaboración del ó del yo , que saca de su propia substancia las catego-
conocimiento, sólo pueden ser objeto de éste y de la rías que dan el ser á las nociones y conceptos como
ciencia, á condición de ser transformadas en nociones objeto del pensamiento.
por medio de las categorías, es decir, por medio de for-
E s , pues, evidente á todas luces que el subjetivis-
mas subjetivas que el yo saca de su propio fondo, y
mo panteista de Fichte, s u y o i s m o absoluto, representa
si, por otro lado, el espacio y el tiempo, que represen-
y contiene una evolución lógica, pero casi inmediata y
tan el modo y condiciones con que se nos dan esos f e -
directa, del criticismo idealista de Kant, y no sin razón
nómenos sensibles, son creaciones del yo y existen
observa Kuno Fischer, al hacer la crítica y analizar el
sólo en el yo , no se necesita avanzar mucho en el te-
contenido de la Crítica de la razón pura, que el punto
rreno de la lógica y de las deducciones para afirmar
de vista kantiano conduce lógicamente á la negación
que el yo es el principio , el sujeto y el representante
de toda realidad fuera del yo, lo cual constituye pre-
único d é l a realidad, el ser único y absoluto.
cisamente, según acabamos de v e r , el fondo esencial
Por otro lado , y, según dejamos ya indicado ai ex- de la concepción filosófica de Ficht^: Dieser Stand-
punkt führt noticendig :-i< dem Ergebniss : das Ich ist
alies; ausser ihm ist nichts. después el no-yo, ó produce el mundo. Y sobre esta
Otro de los puntos en que Fichte se acerca mucho doble hipótesis, que la razón y la conciencia rechazan
á K a n t , es la preferencia que concede á los problemas de consuno, levanta Fichte todo su edificio.
que dicen relación á la libertad humana y al orden mo- Sin contar los procedimientos por círculo vicioso (1),
ral. La importancia filosófica que Schelling y Hegel no es raro encontrar en la doctrina de Fichte ideas y
conceden á la intuición intelectual y á la idea , Fichte afirmaciones contradictorias. Así, por ejemplo, des-
la coloca en la voluntad con sus derivaciones y aplica- pués de afirmar que el yo es una actividad infinita, se
ciones. En este concepto, Fichte es á la vez el conti- supone que se limita á sí mismo por medio de la po-
nuador de Kant y el precursor deSchopenhauer, puesto sición de un no-yo. Recuérdese también lo que dejamos
q u e , según observa con razón Kuno Fischer, para apuntado acerca de la monstruosa amalgama de idea-
Fichte la voluntad y el cuerpo son una misma esencia lismo y sensualismo que palpita en el fondo de las r a -
en realidad (1), de manera que el cuerpo debe conside- zones ó pruebas contra la existencia de un Dios per-
rarse como un fenómeno determinado por la voluntad, sonal.
esencia y causa de la realidad. En vista de esta y otras contradicciones; en vista
Excusado creemos llamar la atención sobre el tec- de las afirmaciones gratuitas que abundan en la cons-
nicismo extraño empleado por el autor de la Doctrina trucción filosófica de Fichte, y en vista de la obscuri-
de la ciencia, del cual el pasaje citado al principio es dad y confusión general que la caracterizan, bien puede
sólo pequeña muestra. Tampoco creemos necesario decirse con Tennemann, que «este sistema no hace
insistir sobre las afirmaciones gratuitas y las contra- más que sustituir á ciertos misterios otros misterios
dicciones frecuentes que contiene su sistema. mayores todavía, pretendiendo explicar los unos por
Como todas las grandes construcciones del panteís- los otros, y que concluye declarando inexplicable su
mo germánico, la de Fichte no tiene más base que afir- propio principio».
maciones absolutas, pero completamente gratuitas;
puesto que ni se prueban con razón alguna, ni son
evidentes por sí mismas, ni mucho menos. El yo, nos (1) AI hablar de las leyes que regulau la existencia del acto pri-
dice Fichte, se pone á sí mismo, se da á sí mismo el mitivo del yo que s i r v e d e fuudameuto a la ciencia, el mismo Fichte
reconoce que hay aqui un circulo vicioso, pero inévitable. «Les lois
ser de una manera primitiva y absoluta; este yo pone
d'après lesquelles on doit se représenter absolument cet acte comme
le principe de la connaissance humaine.... dérivent, dans leur origine
(1) «Wille uiul Leib ist daher ein und dasselbe von zwei Seiten la plus reculée, du principe dont la légitimité ne peut être établie
betrachtet; was ais Subject Wille genannt w i r , das heisst in seiner que sous la condition de leur justesse. C'est un cercle, mais un cercle
objectiven Erscheinung Leib. • Otchicktc der neuern Philos., tomo v, inévitable.» Doctrine de la science, pàg. 2.
cap. xn.
un sistema de la Filosofía de la naturaleza —Bruno ó
sobre el principio natural y divino de las cosas.—Filo-
I 5-"
sofía y religión—Lecciones sobre los estudios aca-
SCHELLING. démicos.
El pensamiento científico de Schelling presenta tres
fases ó etapas. En la primera , toma por punto de par-
En 1775, y en Leomberg de Suavia, nació este filó-
tida y sigue las ideas de Fichte ; en la segunda , apa-
sofo, que hizo sus estudios universitarios en Leipzig
rece el pensamiento de Schelling en lo que tiene de
y en Tubinga, donde fué compañero y amigo de Hegel.
más original, y con él la Filosofía de la identidad; en la
Á los veintidós años de edad publicó sus Ideas sobre la
tercera, Schelling modifica profundamente su sistema,
Filosofía de la naturaleza, siendo nombrado poco des-
especialmente en sus relaciones con la religión, resul-
pués profesor extraordinario en la universidad de Jenu,
tando de aquí una especie de concepción sincrética, en
en donde conoció y trató á Fichte. Schelling enseñó
que tienen cabida, al lado de i d e a s cristianas, ideas de
Filosofía con grande aplauso en Würtzbourg, Munich,
Platón, de Plotino , de Bruno y de Bóhm. La segunda
Erlangen, hasta que en 1841 fué llamado á Berlín para
fase es la que interesa propiamente á la historia de la
ocupar la cátedra en que le habían precedido Fichte y
Filosofía.
Hegel, y murió en 1854, cuando entraba en los ochenta
años de edad. Fichte había dicho: el yo es el sujeto, el objeto y
el principio ó fundamento absoluto de la ciencia abso-
Schelling comenzó á escribir desde los primeros
luta; el no-yo ó la naturaleza es una condición ó ley
años de su vida escolar (1), según se ha dicho , tarea
del pensamiento, y un nuevo fenómeno del yo. Schel-
que continuó hasta los últimos de su vida. Entre las
ling observa con razón que con igual derecho podría-
numerosas obras de este fecundo autor, las que se
mos derivar el yo del no-yo, el espíritu de la naturale-
hallan más directamente relacionadas con su pensa-
za. De aquí deduce que el principio de la ciencia ver-
miento filosófico son las siguientes, además de algunas
daderamente absoluta y trascendental debe buscarse
de las ya citadas en la nota \ Bel alma del mundo,—Sis-
y ponerse en alguna cosa capaz de resolver y anular la
tema del idealismo trascendental,—Primer ensayo de
oposición entre el yo y el no-yo; en alguna esencia en
(1) E u 1792, cuando solo contaba diez y siete años, escribió su
que desaparezca esa antinomia radical, y en ella y con
disertación: Aniiquissmi de prima malorum origine philosophema- ella, todas las demás antinomias ú oposiciones que de
tis explicandi tentamen criticum. Durante los tres años siguientes, ó ella derivan; en un ser absoluto, cuya forma es la i n -
sea antes de los veintiún años de e d a d , publicó los escritos siguien-
tes : Sobre la posibilidad de una forma general de la Filosofía. — /)<•
diferencia , cuya esencia es la identidad universal, y
Marcione paulinarum epistolarum emendatore.—Del Yo como princi- en cuyo seno existen y preexisten, como idénticos,
pio de la Filosofía , ó sobre lo Incondicionudo en la ciencia humana.— sin oposición ni distinción actual y explícita, todas las
Cartas filosóficas sobre el dogmatismo y el criticismo.
cosas : el sujeto y el objeto, lo finito y lo infinito, lo general, el principio primitivo del pensamiento y de la
universal y lo singular, lo real y lo ideal, el yo y el existencia. Pero entiéndase bien : la dualidad represen-
no-yo, el espíritu y la naturaleza, son una sola y mis- tada por el pensamiento y la materia, lo mismo que la
ma cosa en el absoluto que les sirve de base y punto de representada por el sujeto y el objeto, lo finito y lo in-
partida, pero q u e , considerado en sí y pro prori á sus finito, lo ideal y lo real, etc., es una dualidad más bien
evoluciones progresivas, no es ninguna de estas cosas aparente que real, puesto que su esencia es idéntica, y
opuestas. la pluralidad de formas y determinaciones que bajo
Conocer, pues, ó reconocer que en el absoluto se estas dualidades primeras se manifiestan ( ciencia, re-
realiza la identidad de los contrarios, es el objeto, la ligión, historia, arte , por parte del pensamiento ó es-
esencia y la perfección de la Filosofía como ciencia ab- píritu; materia , movimiento, luz, v i d a , etc., por parte
soluta. Para entrar en posesión de esta ciencia abso- de la naturaleza ó del orden real), corresponden á otras
luta, son insuficientes las nociones y categorías del tantas fases ó etapas de la evolución del ser absoluto,
entendimiento; son inútiles los raciocinios; son impo- cuya esencia, sin dejar de ser única é idéntica en todas
tentes los esfuerzos de la razón humana de que nos las cosas, se manifiesta y revela bajo formas diferen-
hablan generalmente los filósofos y hasta el criticismo. tes y opuestas.
El conocimiento del absoluto como principio de identi- La naturaleza y el espíritu, como manifestaciones
dad universal, como indiferencia de los diferentes, se primarias y fundamentales del absoluto, principio su-
adquiere por medio de una intuición intelectual inme- perior y neutro de las cosas ; como símbolos de los de-
diata, la cual constituye y representa la manifesta- más dualismos (sujeto-objeto, ideal-real, finito-infiui-
ción más perfecta del pensamiento, el acto primitivo to, etc.) equivalentes, entrañan el principio inmediato
de la razón como facultad superior de conocimiento. y la razón suficiente de las demás formas del ser (ma-
Este absoluto, cuya forma es la indiferencia y teria, l u z , organización, sensibilidad, pensamiento,
cuya esencia es la identidad, y en la cual el sujeto y ciencia , religión , etc.), y constituyen el objeto y la
el objeto, lo ideal y lo real, se resuelven en unidad y en esencia de la Filosofía de la naturaleza y de la Filoso-
una verdadera identidad (1), es la base, el substratum fía trascendental ó del espíritu.
La ley que preside al desarrollo de estas dos for-
(1) «Le véritable absolu , escribe Schelling , eu soi est aussi né-
cessairement une véritable identité.... Cette même essence identique
est représentée, dans ce que nous pouvons nommer le côté objectif i l'est en soi ni l'une ni l'autre de ces deux unités, car il est lui-même
de ce développement absolu , comme l'idéal dans le réel, et dans le seulement leur identité, l'essence identique de chacune, et par con-
côté subjectif, comme le réel dans l'idéal, de sorte que dans chacun séquent de toutes d e u x ; par conséquent a u s s i , toutes deux sont
des deux est poseé la même subject-objectivite, et que dans la forme dans l'absolu, quoique d'une manière indistincte, puisqu'il est le
absolue reside aussi l'essence de l'absolu. même dans toutes d e u x , et q u a n t a la forme et quant à l'essence.»
»Si nous désignons ces deux côtés comme deux unités, l'absolu Écrits philos., trad. Bernard , pâg. 109.
mas fundamentales del absoluto es idéntica y una. b) Que por medio de esta evolución, la naturaleza
como idéntica y una es la esencia que llevan en su entra en posesión de sí misma , se reconoce en comu-
seno. De aquí la identidad esencial y primitiva de las nión con los demás seres , y el espíritu advierte y sabe
dos formas, á pesar y sin perjuicio de su dualismo real que entre la naturaleza material y la inteligencia, e n -
y externo. La naturaleza es una imagen del espíritu, tre el mundo externo y la conciencia del hombre, existe
una impresión del pensamiento ; la materia es el espí- una identidad primitiva y real : Offenbar wird, dass
ritu apagado (der erloschene Geist) ó extinguido ; el die Natur ursprünglich identisch ist mit dem, ivas in
pensamiento palpita en el fondo de la naturaleza, y es uns als Intelligenz und Beioustes erkannt wird.
el principio r e a l , aunque inconsciente, del movimien- c) Que los cuerpos son meras formas fenoménicas
to, de la luz, del organismo, de la vida, que en ella se del ser absoluto , de manera que la corporeidad (die
manifiestan y desarrollan. La inteligencia es el alma Leiblichkeit), la materia extensa , la substancia corpó-
del mundo (die Weltseele), que impele y dirige las rea (1), no es más que la manifestación y como una
fuerzas de la naturaleza á producciones más y más se- forma externa del ser infinito ó absoluto, y , por con-
mejantes á las obras de razón, y la naturaleza muerta siguiente , no perjudica á la identidad de ser y de esen-
ó inorgánica es una especie de inteligencia no madura cia entre el cuerpo y el espíritu, entre Dios y el mundo.
(eine unreife Intelligenz) y rudimentaria. Las leyes de d) Que la libertad misma es uno de tantos desarro-
la naturaleza son un ensayo y reproducción de las le- llos y productos de la fuerza misteriosa que palpita en
yes del espíritu ; las propiedades y fuerzas del mundo el fondo de la naturaleza y contiene la razón suficien-
externo envuelven cierta correspondencia con las pro- te de las evoluciones progresivas y ascendentes, por
piedades y fuerzas de la conciencia: las obras de la na- medio de las cuales se realiza el tránsito de lo animado
turaleza inorgánica é inconsciente son como ensayos ó y muerto á lo vivo (von der unbelebten zur belebten Na-
esfuerzos frustrados para llegar á la obra consciente y tur J ó animado, de lo racional ä lo irracional, a l o
retleja : Die todten, escribe el mismo Schelling, und consciente y á la perfecta libertad : allmählich sich
bewusstlosen Producte der natur sind nur misslun- zur vollen Freiheit entwickelt.
gene Versuche der natur sich selbst zu reflectiren. La variedad y las diferencias de cuerpos resultan,
Gomo corolario y aplicación de esta doctrina, Schel- según Schelling , de la diversidad de combinaciones
ling enseña posibles entre las fuerzas de atracción y de repulsión,
a) Que el hombre, considerado como razón ó re- que constituyen los dos factores fundamentales del
flexión, representa y constituye el objeto final y el tér-
(1) «Die F o r m der Objectivirung des Unendlichen in Endlichen,
mino superior de la evolución necesaria, pero inteli-
als Erscheinungsform des Ansich oder W e s e n s , ist die Leiblichkeit
gente , progresiva y ascendente del absoluto á través oder Körperlichkeit überhaupt.? Ideen zu einer Philos. der Natur,
de la naturaleza. ü b . i i , cap. i.
adecuada y explícita de Dios , y como constituye una
proceso dinámico del mundo material. Cuando en un prueba de su existencia real.
punto y en un momento dado hay equilibrio entre las En conformidad con este concepto de la historia, es
dos fuerzas mencionadas , su resultado ó producto es preciso decir que esta es la revelación de los misterios
inerte y mecánico: cuando se perturban y restablecen del reino de Dios, la cual revelación se verifica de una
alternativamente en su equilibrio , resultan productos manera más directa y explícita en el Cristianismo. Sa-
ó efectos químicos : cuando se perturba el equilibrio de bemos por el Cristianismo, entre otras cosas: a ) que el
aquellas fuerzas y esta perturbación es continua y per- absoluto , el infinito , considerado en sí mismo, es el
manente, resultan productos orgánicos. Dios Padre de todas las cosas ; i ) que el Cristo ó Hijo
La concepción histórica y la concepción religiosa de Dios es el principio divino en una forma finita,
de Schelling se hallan en perfecto acuerdo con su teo- y c) que el Espíritu Santo es el principio ideal que
ría del absoluto, y, por consiguiente, son concepciones conduce de nuevo lo finito á lo infinito, ó sea según
fatalistas y naturalistas respectivamente, si bien en el que produce la convicción de la identidad originaria
terreno religioso trató alguna vez de conciliar s u s y substancial de los seres, por virtud de la cual se
ideas, ó digamos las consecuencias y aplicaciones de resuelven todas las antinomias, y entre ellas la a n t i -
su sistema, con las ideas cristianas ; pero esto sólo sir- nomia de lo natural y divino (L'antinomie du divin et
vió para que resaltara más la incompatibilidad absolu- dunalurel, quise reproduit partout, ne s'efface que
ta entre el panteísmo y el Cristianismo, según veremos par la resolution du subjet de concernir les deux ter-
después. mes comme identiques), que es la que predomina en el
Así como los actos y modos ó estados de la concien- Cristianismo. La Iglesia , órgano y encarnación , pero
cia coinciden en su origen y en su fondo con las fuerzas encarnación simbólica, del Cristianismo, es una mani-
de la materia , siendo como una eflorescencia y la e x - festación á la vez infinita y finita (de lo Absoluto), no
presión superior de aquéllas, así la historia es la reve- real como el Estado, sino más bien i d e a l ; una repre-
lación del absoluto ó de Dios por medio del espíritu sentación visible ó simbólica de la unidad de todos en
humano, pero revelación progresiva ascendente, y por el espíritu universal (1), que corresponde á la Iglesia.
ende parcial é incompleta en cada uno de sus m o m e n - E n los últimos años de su vida , y principalmente
tos ó períodos. Porque lo absoluto se revela y m a n i - en su Filosofía positiva de la mitología y de la revela-
fiesta en la historia : primero, como destino ó fatalis-
mo; después , como naturaleza ó fuerza instintiva; y, (1) «Une manifestation à la fois infime et finie, qui elle-même
por último , como providencia. Si cada uno de los ne soit pas réelle comme l'État, mais idéale: qui représente visible-
ment l'unité de tous dans l'esprit universel.... Cette conception sym-
períodos históricos entraña y expresa un aspecto de la
bolique , c'est. l'Église » Écrits philosophiques, trad. Bernard, pa-
vida divina, sólo considerada en conjunto y en su tota- gina 129.
lidad, es como la historia puede apellidarse revelación
ción, Schelling modificó sus ideas teológicas y religio- la evolución del absoluto, aspectos varios de éste, como
sas , pero sin salir por eso del terreno esencialmente esencia una é idéntica de todo cuanto es. Que con esta
racionalista y anticatólico. Á pesar de las apariencias concepción es incompatible la idea de un Dios inteli-
en contra, y á pesar de sus frecuentes citas de los P a - gente, personal, libre y trascendente, cosa es de suyo
dres de la Iglesia y de la Biblia , SÜS teorías teológico- manifiesta. En la teoría del absoluto ad sensutn Schel-
religiosas de última hora tienen más analogía con cier- ling, no cabe más Dios que el mismo absoluto, es de-
tas ideas de los neoplatónicos , y más afinidad con el cir, una divinidad inmanente y sujeta á un proceso ne-
misticismo extraño de Bcehm que con la doctrina de cesario y ascendente; lo cual vale tanto como admitir
los Santos Padres y de la Biblia. Su trinidad de última un Dios rudimentario (Bev.s in fieri, Deus implicitus)
hora no pasa de ser una trinidad sabeliana, consistente en el primer momento de la evolución del absoluto, y
en tres manifestaciones ó potencias del ser Uno y Ab- un Dios actual, completo y hecho (Deus in facto esse,
soluto. Deus explicitus), término y complemento de la misma
Otro tanto debe decirse de sus esfuerzos para s u s - eflorescencia final del absoluto á través de sus transfor-
tituir el teísmo al panteísmo, y para poner en salvo maciones y desarrollos en demanda de la perfección y
la idea de la creación y la libertad humana. Gomo no de la razón consciente. Si la concepción de Schelling es
renuncia á lo que constituye la idea madre de su con- panteista en su principio, no lo es menos en sus aplica-
cepción , á la identidad originaria y substancial de los ciones, no solamente en lo que dice orden á la natura-
contrarios en el Absoluto, las modificaciones introdu- leza y al espíritu como evoluciones y fases del absolu-
cidas últimamente en su doctrina no rebasan los lími- to , sino también en lo que dice orden á la religión y á
tes del principio panteista y del principio fatalista. la historia, según queda apuntado, por más que su
concepción religiosa haya atravesado diferentas fases.
Así, por ejemplo, en la última etapa de su vida cientí-
I 6.°
fica , Schelling, atraído por las ideas cristianas y con
el designio de conciliar con éstas su teoría filosófica,
CRÍTICA.
introdujo profundas modificaciones en la misma. Sin
embargo, no acertó á entrar de lleno en la verdad cris-
La teoría de Schelling que acabamos de bosquejar tiana, ni á salir completamente del terreno panteista.
y qúe presenta grande afinidad con la de H e g e l , es Verdad es que Schelling concedía cierta prioridad al
una tesis esencialmente panteista. El ser absoluto es orden ideal sobre el real, y enseñaba que Dios es un
lo único que realmente existe, es la esencia y substan- ser absoluto superior al mundo ; pero al propio tiempo
cia de todas las cosas, las cuales no son en sí mismas afirmaba que Dios está sujeto á una evolución interior
y por sí mismas más que fases y grados diferentes de necesaria, á una objetivación de sí mismo en el mundo
ción, Schelling modificó sus ideas teológicas y religio- la evolución del absoluto, aspectos varios de éste, como
sas , pero sin salir por eso del terreno esencialmente esencia una é idéntica de todo cuanto es. Que con esta
racionalista y anticatólico. Á pesar de las apariencias concepción es incompatible la idea de un Dios inteli-
en contra, y á pesar de sus frecuentes citas de los P a - gente, personal, libre y trascendente, cosa es de suyo
dres de la Iglesia y de la Biblia , SÜS teorías teológico- manifiesta. En la teoría del absoluto ad sensurn Schel-
religiosas de última hora tienen más analogía con cier- ling, no cabe más Dios que el mismo absoluto, es de-
tas ideas de los neoplatónicos , y más afinidad con el cir, una divinidad inmanente y sujeta á un proceso ne-
misticismo extraño de Bcehm que con la doctrina de cesario y ascendente; lo cual vale tanto como admitir
los Santos Padres y de la Biblia. Su trinidad de última un Dios rudimentario (Bev.s in fieri, Deus implicitus)
hora no pasa de ser una trinidad sabeliana, consistente en el primer momento de la evolución del absoluto, y
en tres manifestaciones ó potencias del ser Uno y Ab- un Dios actual, completo y hecho (Deus in facto esse,
soluto. Deus explicitus), término y complemento de la misma
Otro tanto debe decirse de sus esfuerzos para s u s - eflorescencia final del absoluto á través de sus transfor-
tituir el teísmo al panteísmo, y para poner en salvo maciones y desarrollos en demanda de la perfección y
la idea de la creación y la libertad humana. Gomo no de la razón consciente. Si la concepción de Schelling es
renuncia á lo que constituye la idea madre de su con- panteista en su principio, no lo es menos en sus aplica-
cepción , á la identidad originaria y substancial de los ciones, no solamente en lo que dice orden á la natura-
contrarios en el Absoluto, las modificaciones introdu- leza y al espíritu como evoluciones y fases del absolu-
cidas últimamente en su doctrina no rebasan los lími- to , sino también en lo que dice orden á la religión y á
tes del principio panteista y del principio fatalista. la historia, según queda apuntado, por más que su
concepción religiosa haya atravesado diferentas fases.
Así, por ejemplo, en la última etapa de su vida cientí-
I 6.°
fica , Schelling, atraído por las ideas cristianas y con
el designio de conciliar con éstas su teoría filosófica,
CRÍTICA.
introdujo profundas modificaciones en la misma. Sin
embargo, no acertó á entrar de lleno en la verdad cris-
La teoría de Schelling que acabamos de bosquejar tiana, ni á salir completamente del terreno panteista.
y qúe presenta grande afinidad con la de H e g e l , es Verdad es que Schelling concedía cierta prioridad al
una tesis esencialmente panteista. El ser absoluto es orden ideal sobre el real, y enseñaba que Dios es un
lo único que realmente existe, es la esencia y substan- ser absoluto superior al mundo ; pero al propio tiempo
cia de todas las cosas, las cuales no son en sí mismas afirmaba que Dios está sujeto á una evolución interior
y por sí mismas más que fases y grados diferentes de necesaria, á una objetivación de sí mismo en el mundo
y por el mundo. La naturaleza y el pensamiento, el pero de una manera instintiva más bien que consciente
mundo externo y la conciencia , la materia, la vida y y refleja , período que se extiende hasta nosotros á
el espíritu , que en la precedente etapa ó fase intelec- contar desde la expansión de la república romana. En
tual de Schelling representaban grados determinados -el tercero y último período, Dios, después de haberse
del desarrollo progresivo y ascendente del absoluto manifestado como destino y como naturaleza , se ma-
hacia la perfección , en esta última evolución del filó- nifestará como providencia. No nos es posible decir
sofo de Leomberg representan, por el contrario, formas cuándo comenzará este período ; lo que sí podemos de-
degeneradas , participaciones descendentes y m u y dis- cir es que el ser perfecto y actual de Dios depende de
tantes de la perfección propia del absoluto. Esta con- la realización de este período : Dios será cuando se rea-
cepción, que entraña , al parecer, como una reminis- lice y exista el último período de la historia : Quand
cencia de las ideas neoplatónicas y origenistas, se halla cette periode sera, Dieu sera.
amalgamada á la vez con otras m u c h a s ideas propias Sin embargo, sobre este p u n t o , como sobre otros
de las escuelas místicas y teosóficas antiguas y mo- varios, el pensamiento de Schelling dista mucho de
dernas. Así es que lo que algunos llaman la última ser constante y conforme consigo mismo. Después de
manera de Schelling, se reduce á una especie de sin- haber dicho en su Sistema del Idealismo trascendental
cretismo místico-panteista , combinado con algunas que no es posible determinar cuándo comenzará este
ideas cristianas más ó menos desfiguradas. tercer período (Quand cette periode commencera-t elleí
Schelling divide la historia de la humanidad en tres Nous nepouvotis le diré), ó sea el período de la provi-
grandes períodos : el período del destino, el período de dencia, nos dice en otra parte que comienza con el
la naturaleza y el período de la ;providencia, los cuales Cristianismo (1), el cual representa su inauguración
representan tres fases ó grados de la manifestación de en el mundo.
Dios (1) ó del absoluto. En el primer período domina De todos modos, es evidente que en el fondo de la
una fuerza ciega y fatalista , bajo la cual todo cede y concepción de Schelling-, lo mismo que en sus aplica-
se dobla , y corresponde á los grandes imperios de la ciones á la religión y á la historia, palpita la idea pan-
antigüedad. Durante el segundo período el destino cie- teista con sus corolarios legítimos , la negación de la
go se transforma en naturaleza , es decir, el movi- libertad y la negación del orden sobrenatural.
miento histórico se verifica con sujeción á una ley fija, Porque casi parece excusado advertir q u e , á pesar
de sus veleidades, ó digamos aficiones místicas y
(1) «Nous pouvons admettre trois périodes dans cette manifesta- cristianas, el pensamiento y las ideas de Schelling con
tion de D i e u , et par conséquent aussi trois périodes dans l'histoire. *
Le principe de cette division nous est fourni par les d e u x opposés, (!) «Le Christianisme inaugure ainsi dans l'histoire cette periode
le destin et la providence, entre lesquels se trouve la nature qui est de la providente.* Lerons sur la metíiode des eludes academiques,
la transition de l'un à l'antre.» Système d'idealisme Transe., p. 4. trad. Bernard, lee. 8. a
TOMO iv. 3
respecto al Cristianismo, coinciden con el pensamien- ciencia. Porque es sabido que la base principal, por no
to y las ideas de su maestro Kant. Si se exceptúa el decir única, de todo el edificio filosófico de Schelling,
elemento m o r a l , el Cristianismo con sus dogmas y es la existencia en el hombre de una intuición intelec-
misterios se resuelve, en manos de Schelling , en un tual inmediata del absoluto en su esencia íntima y en
conjunto de ideas místicas , naturalistas y simbólicas. sus manifestaciones, ó , digamos mejor, como unidad
La encarnación de Dios en el hombre no es más que del pensamiento y del ser (concevoir Vunité de la pen-
una fase de la evolución eterna y como la objetivación sée et de Vôtre.... s'apelle s'élever à Vintuition de Vuni-
del absoluto en la naturaleza. Jesucristo, ó el Hijo de té absolue, et par là, en général à l'intuition intellec-
Dios , no es más que la revelación perfecta del absolu- tuelle), como identidad de los contrarios, como indife-
to en el hombre y por medio del hombre. El misterio rencia de los diferentes. Y no hay para qué recordar
de la Trinidad es Dios, principio inmanente, general que ni la ciencia, ni la razón, ni la conciencia prueban
(Dios-Padre) é idéntico de todas las cosas, encarnado la realidad de esa pretendida intuición intelectual, que
en el mundo y el hombre (Dios-Hijo), para adquirir y sólo existe en la imaginación de Schelling para respon-
manifestar toda su perfección, y volviendo otra vez al der á las exigencias del sistema, hasta tal punto, que
Padre (Dios-Espíritu Santo) por medio del conocimien- el mismo Schelling declara que dicha intuición es una
to de la identidad real de la naturaleza y del espíritu cosa que se presupone sin condición alguna (elle est ce
en la substancia primitiva del absoluto. De igual m a - qui est présupposé sans aucune condition), é insinúa
nera desaparecen bajo la pluma de Schelling todos los que debe ser mirada como cosa innata y como un don
grandes dogmas del Cristianismo , desfigurados y anu- de Dios, con independencia de la enseñanza y de los es-
lados por interpretaciones filosófico-simbólicas, en a r - fuerzos personales (1) en el sentido de los problemas
monía con su concepción panteista , por más que du- que proponía Platón acerca de la virtud.
rante los últimos años de su vida haya pretendido Después de esto, se concibe fácilmente la amalgama
transformar sus ideas teológico-religiosas , y c o m u n i - de ideas místicas, cristianas, guósticas y neoplatóni-
carles cierto carácter de ortodoxia cristiana en sentido cas que caracterizan no pocos de los escritos de Schel-
protestante. ling, principalmente los publicados durante los últi-
Por lo d e m á s , el vicio radical de la concepción de mos años de su vida intelectual.
Schelling, como lo es igualmente de todas las grandes (i) «On pouvait, en quelque sorte, s'adresser à son sujet les
construcciones del idealismo germánico, es la carencia questions q u i , dans Platon , se posent au sujet de la vertu: Peut-elle
de toda base racional y científica. La obra de Schelling, ou non s'enseigner? Ne peut-elle s'acquérir ni par l'éducation ni p;ir une
pratique assidue? Est-elle innée dans l'homme, et lui est-elle com-
lo mismo que la de Fichte y la de Hegel, es una obra muniquée comme un don des Dieux? Qu'elle ne soit nullement quel-
de la fantasía y no de la razón, en la cual tienen más que chose qui puisse s'enseigner, cela est évident. » Écrits Philosoph.,
parte la imaginación y la poesía que la verdad y la trad. Bernard , pág. 318.
Pertenecen á la primera clase , entre otros:
§ 7°
a) Klein (1776-1820), de quien puede decirse que
empleó su vida y su inteligencia en vulgarizar y defen-
DISCÍPULOS DE S C H E L L I N G .
der el sistema filosófico de Schelling en su primera
f a s e , ó antes de las modificaciones introducidas en los
Fué notable y bastante duradera la influencia e j e r - últimos años.
cida por Schelling en la Alemania, contribuyendo á b) Tanner, contemporáneo de Klein, y autor de
ello hasta los defectos mismos de sus producciones, en una Exposición rápida de la teoría de la identidad, así
que la imaginación, la poesía, el misticismo y el arte como también de un Manual de Filosofía especula-
ocultan ó disimulan la falta de lógica, de verdad y de tiva, según los principios de la teoría de la identidad
procedimientos científicos. Sea como fuere, los escritos absoluta.
y la palabra del filósofo de Leomberg excitaron desco- c) Wagner (Juan Jacobo, 1775-1821), distinto del
nocido entusiasmo entre sus contemporáneos, que se contrincante de Vogt y Moleseholt, y uno de los que
dejaron fascinar por su concepción brillante y g r a n - más contribuyeron á la propaganda de las ideas de
diosa en lo exterior, comprensiva y sistemática en la Schelling con su Filosofía de la educación, y otras
forma, y más que nada seductora por la aparente f a - obras escritas en el mismo sentido. Sin embargo, en la
cilidad de explicarlo todo con sencilla unidad. Sus pun- que lleva por título Sistema de Filosofía ideal, Wa-
tos de vista nuevos en mitología, en historia y en d e - gner, no solamente hace reservas sobre varios puntos
recho , lo mismo que sus teorías teológico-religiosas, y de la doctrina de Schelling, sino que reprueba el exce-
más aún su manera especial de construir y explicar la sivo idealismo de la misma.
naturaleza física, contribuyeron eficazmente á e x t e n - d) Oken (1779-1851), el cual cultivó y desarrolló
der y afirmar este entusiasmo, no sólo entre sus c o m - el elemento naturalista de la doctrina de Schelling, ó
patriotas, sino entre algunos extranjeros. sea su Filosofía de la naturaleza. En su Manual de la
Filosofia natural, y en su libro sobre La generación,
Entre los discípulos de Schelling hubo algunos que
O k e n , uniendo y combinando la experiencia de los
adoptaron y siguieron con fidelidad la doctrina de
hechos con la especulación filosófica, contribuyó en
aquél, limitándose, por punto general, á exponer,
primer término á la resurrección y progresos de las
vulgarizar y defender la del maestro. Otros adopta-
ciencias físicas y naturales.
ron solamente algunos puntos de s u doctrina, ó se li-
En este concepto, Oken puede decirse que pertene-
mitaron á exponer y desarrollar con mayor ó menor
ce á la segunda clase de los discípulos de Schelling, en
fidelidad algunas partes ó aspectos de la Filosofía de
la cual merecen figurar , entre otros muchos:
Schelling.
a) Esclienmayer (1780-1852), cuyos escritos refle-
jan , en su mayor parte , el pensamiento de Schelling, ber, Blasche y otros varios, que Tenneman y Uberweg
pero modificado bastante en sí mismo y en sus apli- enumeran entre los discípulos de Schelling.
caciones, principalmente en lo que se refiere á la Algunos historiadores de la Filosofía colocan entre
psicología, á la moral y á la religión. En sus últimas los discípulos de Schelling á Baader; pero con igual
obras , Eschenmayer se declaró en contra de la doctri- fundamento podría colocarse al primero entre los dis-
na de Schelling, al menos con respecto á muchas de cípulos del segundo , según indicaremos al tratar de
sus ideas y tendencias. este último.
b) Troxler (1780-1866), en cuyas Lecciones sobre
la Filosofía como enciclopedia y metodología de las I 8.°
ciencias filosóficas, así como en algunas otras obras, se
deja ver la influencia doctrinal de Schelling, pero no H E G E L.
en sentido exclusivista , sino en combinación con las
ideas de Jacobi y de algunos otros.
En el año 1770 nació en Stutlgardt este filósofo,
c) Schubert (1780-1860), cuyas ideas y teorías
destinado á ejercer profunda y universal influencia so-
ofrecen cierta afinidad con ideas y teorías de Schelling:
bre los diferentes ramos del s a b e r , y destinado t a m -
pero en sentido parcial y sincrético, según se echa de
bién á ser el representante más genuino y acaso el
ver en sus Observaciones acerca del lado obscuro de la
más lógico y profundo del panteísmo idealista g e r m á -
ciencia natural, no menos que en su Historia del alma.
nico. Ya hemos indicado antes que en su juventud fué
d) Ast (1778-1841), discípulo bastante fiel de
compañero y amigo de Schelling en la universidad de
Schelling, cuya concepción filosófico-idealista repro-
Tubinga , donde hizo sus estudios filosóficos y teoló-
duce en sus Elementos de Filosofía, si bien con ciertas
gicos. Terminados éstos , y después de haber ejercido
aclaraciones y modificaciones acerca de las manifesta-
el profesorado particular durante algunos años en S u i -
ciones fundamentales del Absoluto en la naturaleza y
za y Francfort, se fijó en J e n a , donde publicó un e s -
en la historia. El elemento estético de la Filosofía de
crito sobre la Diferencia entre el sistema filosófico de
Schelling fué también objeto de trabajos especiales
Fichte y de Schelling, escrito en el cual deja conocer
por parte de Ast.
su predilección por la teoría del último.
c) Steffens (1773 -1845), en s u Bosquejo de la cien-
Después de haber enseñado en J e n a , ya como pro-
cia filosófica de la naturaleza, aparece también inspi-
fesor privado , ya como profesor extraordinario, fué
rado por Schelling, pero de una manera parcial sola-
nombrado rector del gimnasio de Nuremberg en 1808,
mente , y modificando las ideas de aquél con ideas, ora
y ocho años después se le confió una cátedra de Filo-
propias, ora tomadas de otros. Lo c u a l , en mayor ó
sofía en la universidad de Heidelberg, sucediendo des-
menor escala, puede decirse de Burdach, Solger, We-
4i

pues á Fichte en la cátedra de Filosofía de Berlín, don- de Fichte es un idealismo subjetivo; el de Schelling es
de falleció atacado del cólera en 1831. un idealismo subjetivo-objetivo. Para Fichte , el ser, la
Al descender al sepulcro, Hegel había adquirido ex- esencia (la cosa en sí de K a n t , la realidad) es el y o , el
traordinaria reputación, debida á su enseñanza y á la sujeto ; el no-yo, el mundo, el objeto, es sólo fenóme-
publicación de obras que abundan en ideas profundas no , accidente y modo de ser : el ser es el yo , y fuera
y más ó menos originales. Su doctrina y teorías, apar- del yo no hay verdadera r e a l i d a d . ^ a r a Schelling , el
te de otros conceptos, son m u y notables por la univer- ser, la esencia, la realidad , no es ni el yo, ni el no-yo;
salidad de sus aplicaciones , no menos que por el orga- ni el espíritu, ni el m u n d o ; ni el sujeto , ni el objeto
nismo sistemático, unitario y enciclopédico que su en cuanto tales: la única y verdadera realidad, la esen-
autor supo comunicar á la ciencia. Sus obras principa- cia, es el Absoluto en cuanto constituye el fondo co-
les son: Fenomenología del Espíritu (1807), especie de mún, indiferente é idéntico de las cosas, inclusas las
viaje de exploración, como la denomina el mismo He- que se presentan como contrarias: el Absoluto es la
gel ; la Lógica, que apareció en tres volúmenes desde realidad verdadera , la esencia real y única ; el yo y el
1814 á 1816; la Enciclopedia de las ciencias filosóficas^ no-yo, el espíritu y la naturaleza, lo finito y lo infini-
Ja Filosofía del Derecho, que vió la luz en 1821, á las to , lo ideal y lo existente son fases, manifestaciones,
cuales deben añadirse algunas muy importantes publi- fenómenos. *j
cadas después de su muerte , como son la Historia de El punto de partida y el esquematismo general de
la Filosofía , la Estética y sus lecciones Sobre la Filo- la concepción de Hegel coinciden con los de Schelling.
sofía de la religión. Como el filósofo de Leomberg, Hegel considera el a b -
Por una evolución natural y lógica, la cosa en sí del soluto , la Idea , el pensamiento , como el principio, la
filósofo de KoBnisberg , la X misteriosa y oculta en el esencia y el término de la realidad, ó sea de todas las
fondo del criticismo kantiano , habíase transformado cosas, las cuales no son más que determinaciones v a -
bajo la pluma de Fichte en el yo puro, principio nece- rias de la Idea. Como Schelling también , el filósofo de
sario del no-yo , ó sea del mundo fenomenal, por m e - Stuttgardt explica el origen y la naturaleza de los se-
dio de una producción inconsciente y espontánea, con- res, ó, si se quiere, del Universo, por medio de evolu-
tra el cual reacciona después por medio de una activi- ciones progresivas y determinadas de la Idea ó del ab-
dad infinita y libre. Schelling, por su parte , acababa soluto.
de convertir la cosa en sí en el Absoluto como unidad ^ E x i s t e n , sin embargo, profundas y trascendenta-
primitiva indiferente y común del yo y del no-yo , del les diferencias entre la concepción filosófica de S c h e l -
sujeto y del objeto, de la naturaleza y del espíritu; en ling y la concepción hegeliana , no ya sólo porque el
otros términos: como esencia general de las cosas, como organismo sistemático y lógico es mucho más vigoroso
fondo común é idéntico de los contrarios. El panteísmo y armónico en Hegel que en Schelling, sino también

00 b
porque el processus dialéctico de la Idea,que representa es inmanente también en las nociones ó categorías ló-
papel tan importante en la teoría hegeliana, entraña gicas, constituye el objeto y el contenido de la Filo-
cierta originalidad y ofrece puntos de vista especiales sofía de la Naturaleza. Considerada, finalmente, según
que no se encuentran en la evolución schelingiana del que adquiere conciencia de sí misma en el hombre,
Absoluto. Esto sin contar que las vacilaciones, obscuri- constituye el objeto y "el contenido de la Filosofía del
dad y contradicciones frecuentes que hemos observado ^Espíritu.
en Schelling no se encuentran en Hegel, el cual mar- Pero téngase presente que la Lógica, la Filosofía de
cha á su objeto, semper siU constans, con pleno domi- la Naturaleza y la Filosofía del Espíritu, más bien que
nio de sí mismo y de su idea, con inquebrantable ciencias verdaderas, son como tres momentos de la
energía , con grande rigor dialéctico , dado su punto de ciencia universal y absoluta, la cual consiste en cono-
partida cer y afirmar que el pensamiento y el ser son una mis-
La Idea, que es á la vez principio, ley y t é r m i n o ^ ma cosa (das absolute Wissen erltennt Denhen undSein
fin del ser, de la realidad, sTmanitiesta y~determina ais identisch), lo cual constituye el término final del
cn_hL£^fcra de los onnr.ept. os j u r o s ó del pensamiento, proceso de la Idea , como principio y substancia del
p.n la esfera de la naturaleza ó mundo material, en la universo, de la universalidad de los s e r e s , y como
ftsferadel espíritu humano ./De aquí las tres partes y principio y substancia del conocer ó de la ciencia.
divisiones fundamentales de la Filosofía de Hegel, que Esto quiere decir, en otros términos, que la Lógica,
son la Lógica, la Filosofía de la naturaleza y la Filo- como ciencia ó conocimiento de las determinaciones
sofía del espíritu. Todas ellas representan evoluciones puras de la Idea, según que ésta entraña y da origen
ó determinaciones diferentes de la misma Idea, y to- á las categorías como elementos abstractos del pensa-
das ellas descansan, no sobre el principio de contra- miento ; la Filosofía de la Naturaleza, como conoci-
dicción que hasta el presente ha servido de base general miento de la Idea en su evolución externa y en sus
d é l a Filosofía, sino sobre el siguiente pronuntiatum determinaciones físico-naturales ; y la Filosofía del
ó axioma : Todo lo que es racional es real, y todo lo que Espíritu, como ciencia y conocimiento de la Idea en
es real es racional. su proceso ascendente desde la naturaleza al espíritu
E n otros términos: la Idea,—la cual, en el fondo, es y en la reversión de éste á sí misma por medio de la
la totalidad del ser (das Gante), el ser todo, el ser ab- conciencia y libertad, representan y constituyen tres
soluto,—considerada en sí misma y como noción racio- partes integrantes de la ciencia una y universal, ó,
nal real, constituye el objeto y el contenido de la ló- digamos mejor, que representan y constituyen tres
gica. Considerada en cuanto sale de sí misma y se premisas, tres pruebas ó demostraciones parciales y
revela en la naturaleza, ó, m e j o r , en cuanto ésta es convergentes de la identidad de lo real y de lo ideal,
engendrada por la Idea inmanente en su fondo, como del pensamiento y del ser, del sujeto y del objeto, de
44 HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.

l ) Esta idea-razón es á la vez sujeto y objeto del


la materia y del espíritu, de Dios y del hombre: con-
pensamiento humano, de manera que su entidad , su
clusión última y tesis esencial de la ciencia ó Filosofía
realidad , forma el contenido del pensamiento como
absoluta.
cognoscente , y el contenido del pensamiento como co-
nocido ó pensado, es d e c i r , del objeto, bien sea que
este objeto pensado sea un concepto puro, bien sea la
naturaleza ó mundo externo, bien sea el espíritu h u -
LA LÓGICA DE HEGEL.
mano.
c) La idea-razón se desarrolla y determina pro-
«La lógica, dice Hegel, es la ciencia de la Idea pura,
gresivamente con sujeción á la ley dialéctica, es decir,
de la Idea considerada en la esfera del pensamiento
con sujeción á una ley necesaria , inmutable y fija, la
abstracto.» Su objeto propio y su función como ciencia
cual es también dialéctica ó racional, porque no se
es conocer y explicar el génesis de los conceptos puros,
distingue de la misma idea-razón, en la cual es inma-
como determinaciones primarias de la Idea , determi-
nente.
naciones q u e , por lo mismo que son primarias , c o n s -
d) Toda vez que esta ley dialéctica es la que pre-
tituyen el antecedente lógico y real de las determina-
side á las evoluciones y concreciones de la Idea en la
ciones posteriores que se refieren á la naturaleza y al
esfera de la naturaleza y del espíritu, como aplicacio-
espíritu. De aquí se infiere que la lógica es la forma
nes que son de sus concreciones ó determinaciones en
primitiva y absoluta de la verdad , es el pensamiento
la esfera de los conceptos abstractos ó lógicos, y puesto
del pensamiento p u r o , la ciencia de Dios ó del Logos-
que por otro lado esta ley dialéctica es subjetivo-obje-
Razón, considerado como quid prius respecto de la
tiva , formando el contenido real de las cosas , como la
naturaleza y del espíritu, y en este concepto es t a m -
Idea m i s m a , con la cual se identifica y en la que es
bién la ciencia universal (panlogismo) y absoluta; por-
esencialmente inmanente , sigúese de aquí que la ló-
que la ciencia de la naturaleza y la ciencia del espíritu
gica debe ser y es la ciencia universal y absoluta, que
llevan en su seno la lógica como principio general é
entraña el contenido real de las demás ciencias, y prin-
inmanente de las determinaciones de la Idea que cons-
cipalmente el de la metafísica.
tituyen estas dos ciencias , ó , mejor dicho, estas dos
E n conformidad á la doctrina expuesta , la cual en-
manifestaciones de la lógica como ciencia del conte-
cierra los puntos capitales del sistema hegeliano, la
nido y de la ley de la idea.
lógica viene á ser para Hegel un sistema de determi-
Para comprender esta doctrina conviene no perder naciones ideales ó del pensamiento puro; pero téngase
de vista las siguientes aclaraciones : presente que estas determinaciones son reales y obje-
a) Lo que Hegel llama la idea, es el pensamiento- tivas , porque, en la teoría hegeliana , el pensamiento
ser, es la razón absoluta , ó , mejor, la idea-razón.
44 HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.

l ) Esta idea-razón es á la vez sujeto y objeto del


la materia y del espíritu, de Dios y del hombre: con-
pensamiento humano, de manera que su entidad , su
clusión última y tesis esencial de la ciencia ó Filosofía
realidad , forma el contenido del pensamiento como
absoluta.
cognoscente , y el contenido del pensamiento como co-
nocido ó pensado, es d e c i r , del objeto, bien sea que
este objeto pensado sea un concepto puro, bien sea la
naturaleza ó mundo externo, bien sea el espíritu h u -
LA LÓGICA DE HEGEL.
mano.
c) La idea-razón se desarrolla y determina pro-
«La lógica, dice Hegel, es la ciencia de la Idea pura,
gresivamente con sujeción á la ley dialéctica, es decir,
de la Idea considerada en la esfera del pensamiento
con sujeción á una ley necesaria , inmutable y fija, la
abstracto.» Su objeto propio y su función como ciencia
cual es también dialéctica ó racional, porque no se
es conocer y explicar el génesis de los conceptos puros,
distingue de la misma idea-razón, en la cual es inma-
como determinaciones primarias de la Idea , determi-
nente.
naciones q u e , por lo mismo que son primarias , c o n s -
d) Toda vez que esta ley dialéctica es la que pre-
tituyen el antecedente lógico y real de las determina-
side á las evoluciones y concreciones de la Idea en la
ciones posteriores que se refieren á la naturaleza y al
esfera de la naturaleza y del espíritu, como aplicacio-
espíritu. De aquí se infiere que la lógica es la forma
nes que son de sus concreciones ó determinaciones en
primitiva y absoluta de la verdad , es el pensamiento
la esfera de los conceptos abstractos ó lógicos, y puesto
del pensamiento p u r o , la ciencia de Dios ó del Logos-
que por otro lado esta ley dialéctica es subjetivo-obje-
Razón, considerado como quid prius respecto de la
tiva , formando el contenido real de las cosas , como la
naturaleza y del espíritu, y en este concepto es t a m -
Idea m i s m a , con la cual se identifica y en la que es
bién la ciencia universal (panlogismo) y absoluta; por-
esencialmente inmanente , sigúese de aquí que la ló-
que la ciencia de la naturaleza y la ciencia del espíritu
gica debe ser y es la ciencia universal y absoluta, que
llevan en su seno la lógica como principio general é
entraña el contenido real de las demás ciencias, y prin-
inmanente de las determinaciones de la Idea que cons-
cipalmente el de la metafísica.
tituyen estas dos ciencias , ó , mejor dicho, estas dos
E n conformidad á la doctrina expuesta , la cual en-
manifestaciones de la lógica como ciencia del conte-
cierra los puntos capitales del sistema hegeliano, la
nido y de la ley de la idea.
lógica viene á ser para Hegel un sistema de determi-
Para comprender esta doctrina conviene no perder naciones ideales ó del pensamiento puro; pero téngase
de vista las siguientes aclaraciones : presente que estas determinaciones son reales y obje-
a) Lo que Hegel llama la idea, es el pensamiento- tivas , porque, en la teoría hegeliana , el pensamiento
ser, es la razón absoluta , ó , mejor, la idea-razón.
con sus determinaciones está dentro del objeto , forma dicho, se identifica con la nada y el n o - s e r , y de esta
la substancia y constituye la realidad de las cosas ex- suerte el ser es simultáneamente el mismo y su con-
ternas é internas, espirituales y materiales. Así es que trario, el ser y la nada, y precisamente en virtud y á
la lógica, al conocer y determinar el génesis de los causa de esta contradicción que encierra, se halla n e -
conceptos del pensamiento puro, preconoce y predeter- cesitado á moverse para destruir esta oposición con-
mina en cierto modo el génesis de las formas varias de tradictoria , destrucción que se verifica y realiza por
la naturaleza y del espíritu humano, de manera que, en medio del venir-á-ser, del fieri (devenir, werden), el
la concepción hegeliana, la lógica es como el alma y cual entraña en su concepto el ser y el no -ser en u n i -
la esencia de todas las ciencias , á las cuales informa dad de verdad y de identidad. Si el ser puramente abs-
y vivifica substancialmente. tracto é indeterminado fuera ser solamente, permane-
Hegel, después de dividir la lógica en : cería siempre inmóvil, sin concretarse, sin adquirir
a) Lógica ó ciencia pura del ser. ninguna determinación ni realidad actual: si fuera
I) Lógica de la esencia, y solamente nada y no-ser, sería un principio comple-
tamente estéril é impotente para producir realidad
c) Lógica de la noción ó idea, entra en la explica-
alguna: luego para que se produzcan los conceptos ó
ción genealógica de las categorías ó conceptos puros,
categorías lógicas , lo mismo que los seres reales, como
los cuales sirven de base y de norma para el conoci-
determinaciones de la Idea ó razón absoluta, es preciso
miento y explicación de todas las demás determina-
que el ser puro y abstracto que sirve de principio á las
ciones de la Idea. La concepción genética excogitada
evoluciones y determinaciones de la Idea en todas sus
por Hegel tiene por base la trilogía de Fichte , tesis,
esferas, en la esfera del pensamiento puro y de la l ó -
antítesis, síntesis, pero informada , movida y vivifica-
gica , en la esfera del pensamiento objetivo y de la n a -
da por la ley de la contradicción. Esta ley, que en la
turaleza , en la esfera del espíritu absoluto, sea á la vez
Filosofía vulgar sirve para n e g a r , dividir y separar
ser y no-ser, realidad y nada.
una cosa de otra, sirve en la teoría hegeliana para unir
é identificar. Toda la lógica de Hegel se reduce á aplicar á los
demás conceptos y categorías de la razón pura, cali-
El principio , ó, mejor, el punto de partida necesa-
dad, cantidad, medida , esencia, substancia, causa, in-
rio y general para todas las categorías ó conceptos del
dividuo, el procedimiento lógico y genético indicados:
pensamiento, es el ser, el ser puro, abstracto, absolu-
todas deben su origen y constitución al ritmo trilógico
tamente indeterminado ; pero este s e r , por lo mismo
de la tesis , la antítesis y la síntesis; en todas aparece
que es absolutamente abstracto é indeterminado , e x -
el enlace dialéctico de conceptos contradictorios y su
cluye toda realidad, por lo mismo que excluye toda
resolución ó conciliación per identitatem en un tercer
determinación y toda actualidad ; es un concepto vacío
término , el cual no es más que una nueva manifesta-
de realidad, y , por consiguiente, equivale, ó, mejor
ción y determinación de la Idea. El processus á que se constituye el cuadro inteligible, es como el molde ori-
hallan sometidas las demás categorías, es idéntico ginario de las determinaciones naturales , ó sea de las
al que acabamos de ver en la categoría del fieri ó formas concretas , vivas y reales, que se suceden é in-
venir-á-ser. Si á esto se añade que, según dejamos i n - tegran la naturaleza ; y i ) que las categorías lógicas,
dicado , el génesis de los conceptos lógicos es la norma para Hegel, representan y son maneras reales del ser
y contiene el schema del génesis de las formas de la ó de la Idea, y no son meras leyes a priori, ni formas
naturaleza y del espíritu, bien puede decirse que lo ó modos de pensar las cosas, como sucede en la lógica
que se acaba de exponer acerca de la generación del vulgar y hasta en la de Kant.
devenir ó fieri, como identidad ó síntesis del ser y de la En la naturaleza y por medio de la naturaleza y de
nada, expresa y representa la tesis fundamental y el sus formas varias, la Idea se revela como ser otro, como
principio generador de la Filosofía hegeliana. Quien realidad diferente que pasa á otro, que se refleja y ob-
tenga idea exacta del processus y de la ley que presi- jetiva en algo exterior para volver después á sí misma.
den al origen y constitución de la categoría del devenir, El punto de partida de la evolución dialéctica y rítmi-
posee en germen toda la Filosofía de Hegel: en el géne- co-trilógica de la Idea en la esfera de la naturaleza y
sis de esta categoría se halla preformada y como incu- como naturaleza , es la materia primitiva, informe é
bada la vasta y enciclopédica concepción del filósofo indeterminada , como el ser puro é indeterminado sir-
de Stuttgardt. ve de punto de partida para la evolución de la misma
en la esfera lógica. El processus de la Idea, como natu-
10. raleza ó como creación de la naturaleza, contiene tres
grandes momentos : el momento mecánico, en que apa-
LA FILOSOFIA DE LA NATURALEZA.
rece y se forma el mundo sideral, que sólo contiene ma-
teria y movimiento ; el momento químico , en que la
materia se divide, se transforma, se combina y se con-
La Filosofía de la naturaleza es la ciencia de las creta, formando substancias particulares diferentes en
determinaciones de la idea-razón , en cuanto que ésta esencia y atributos internos , y el momento orgánico,
se objetiva y se exterioriza (sich entaussern) en el mun- en que las fuerzas químicas se transforman en fuerzas
do material, pero con sujeción á la misma ley dialéc- vitales, y los cuerpos inanimados en organismos v i -
tica y al mismo principio de contradicción que hemos vientes , ó , lo que es lo mismo, en individuos verda-
observado en la lógica pura. Para comprender la Filo- deros , imperfectos en las plantas y perfectos en los
sofía de la naturaleza según la concepción hegeliana, animales. Dicho se está de suyo que cada uno de estos
conviene no olvidar: a) que el conjunto ó sistema de tres grandes momentos de la evolución de la Idea e n -
las determinaciones lógicas y abstractas de la Idea cierra una serie indefinida de gradaciones sucesivas y
TOMO I V . 4
ascendentes, que deben concebirse como otras t a n t a s
evoluciones de la I d e a , principio universal, esencia
• I 11-
única y absoluta que palpita en el fondo de todos esos
seres , la c u a l , impulsada fatalmente por la dialéctica
LA FILOSOFÍA DEL ESPÍRITU.
y por la contradicción, que es la ley de su movimiento
y como su vida interna y esencial, se eleva y transfor-
ma por medio de gradaciones paulatinas, ascendentes La Filosofía del espíritu, tercera parte déla ciencia
é insensibles en planta, zoófito, pólipo, etc., hasta lle- absoluta , representa el tercer momento fundamental
gar al organismo humano , última determinación , ó de la evolución dialéctica de la Idea , y responde, y
digamos , última creación de la Idea en el orden de la afirma, y explica las determinaciones de ésta , según
naturaleza material. que , regresando sobre sí misma desde la naturaleza,
Y no se pierda de vista que todas estas formas de adquiere, y posee, y desenvuelve, y aplica la concien-
la naturaleza , la materia y el movimiento , los astros cia y la libertad.
y las substancias químicas, los vegetales, los zoófitos El sempiterno ritmo trilógico que palpita en el fon-
y los animales, con todos los demás seres materiales, do de la concepción hegeliana , reaparece en la Filoso-
son seres cuya esencia real verdadera es la razón ; son fía del espíritu, la cual abraza, por consiguiente, tres
esencias intelectuales, puesto que su esencia, lo que grandes divisiones ó partes, que responden á otras tan-
constituye el fondo y la substancia de su ser, es la Idea, tas evoluciones de la Idea , á saber:
y la Idea de Hegel no es ni puede ser otra cosa m á s a) La Filosofía del espíritu individual ó como su-
que la razón absoluta, la Inteligencia infinita, el P e n - jeto.
samiento puro y absoluto. En la mente de Hegel, el b) La Filosofía del espíritu objetivo.
mundo material es el pensamiento divino y absoluto en c) La Filosofía del espíritu absoluto.
cuanto esteriorizado ; la naturaleza es una inteligencia El espíritu humano es á la vez el hijo y el rey , el
petrificada , una razón inconsciente y adormecida. principio y el término de la naturaleza. Es el principio
Así se concibe y explica también el sentido del pro- é hijo de la naturaleza , ya porque la Idea , que cons-
nuntiatum hegeliano que sirve de base y principio g e - tituye el fondo de la naturaleza, es una idea-pensa-
neral de su Filosofía, pronuntiaMm que representa á miento, es una realidad racional, sino principalmente
la v e z , según queda indicado arriba , la conclusión porque la evolución de la Idea en la naturaleza y por
última y general, la tesis fundamental en que se medio de la naturaleza , es una aspiración constante y
encierra y resume toda la Filosofía • hegeliana como permanente á convertirse (devenir , merden) y trans-
ciencia absoluta: Todo lo que es racional es real, y todo formarse en espíritu ; cada forma de la naturaleza es
lo que es real es racional. como un paso dado en la marcha ascendente y progre-
ascendentes, que deben concebirse como otras t a n t a s
evoluciones de la I d e a , principio universal, esencia
• i 11-
única y absoluta que palpita en el fondo de todos esos
seres , la c u a l , impulsada fatalmente por la dialéctica
LA FILOSOFÍA DEL ESPÍRITU.
y por la contradicción, que es la ley de su movimiento
y como su vida interna y esencial, se eleva y transfor-
ma por medio de gradaciones paulatinas, ascendentes La Filosofía del espíritu, tercera parte déla ciencia
é insensibles en planta, zoófito, pólipo, etc., hasta lle- absoluta , representa el tercer momento fundamental
gar al organismo humano , última determinación , ó de la evolución dialéctica de la Idea , y responde, y
digamos , última creación de la Idea en el orden de la afirma, y explica las determinaciones de ésta , según
naturaleza material. que , regresando sobre sí misma desde la naturaleza,
Y no se pierda de vista que todas estas formas de adquiere, y posee, y desenvuelve, y aplica la concien-
la naturaleza , la materia y el movimiento , los astros cia y la libertad.
y las substancias químicas, los vegetales, los zoófitos- El sempiterno ritmo trilógico que palpita en el fon-
y los animales, con todos los demás seres materiales, do de la concepción hegeliana , reaparece en la Filoso-
son seres cuya esencia real verdadera es la razón ; son fía del espíritu, la cual abraza, por consiguiente, tres
esencias intelectuales, puesto que su esencia, lo que grandes divisiones ó partes, que responden á otras tan-
constituye el fondo y la substancia de su ser, es la Idea, tas evoluciones de la Idea , á saber:
y la Idea de Hegel no es ni puede ser otra cosa m á s a) La Filosofía del espíritu individual ó como su-
que la razón absoluta, la Inteligencia infinita, el P e n - jeto.
samiento puro y absoluto. En la mente de Hegel, el b) La Filosofía del espíritu objetivo.
mundo material es el pensamiento divino y absoluto en c) La Filosofía del espíritu absoluto.
cuanto esteriorizado ; la naturaleza es una inteligencia El espíritu humano es á la vez el hijo y el rey , el
petrificada , una razón inconsciente y adormecida. principio y el término de la naturaleza. Es el principio
Así se concibe y explica también el sentido del pro- é hijo de la naturaleza , ya porque la Idea , que cons-
nuntiatum hegeliano que sirve de base y principio g e - tituye el fondo de la naturaleza, es una idea-pensa-
neral de su Filosofía, pronuntiaMm que representa á miento, es una realidad racional, sino principalmente
la v e z , según queda indicado arriba , la conclusión porque la evolución de la Idea en la naturaleza y por
última y general, la tesis fundamental en que se medio de la naturaleza , es una aspiración constante y
encierra y resume toda la Filosofía • hegeliana como permanente á convertirse (devenir , rnerden) y trans-
ciencia absoluta: Todo lo que es racional es real, y todo formarse en espíritu ; cada forma de la naturaleza es
lo que es real es racional. como un paso dado en la marcha ascendente y progre-
siva de la Idea hacia la conciencia y libertad. De aquí libertad absoluta , de la cual participan los individuos
resulta que el e s p í r i t u , tanto el.humano como el divi- ó sea el espíritu subjetivo , se manifiesta primeramen-
no , que en realidad son uno mismo en la teoría hege- te como Derecho. El producto ó efecto propio de la v o -
liana , es también el rey y el término ó fin de la natu- luntad libre es la realidad objetiva, general, social
raleza , toda vez que el espíritu, como ser consciente y del derecho, y el Derecho es la realización de la liber-
libre , representa la última evolución de la Idea y cons- tad en oposición á la arbitrariedad. Las manifestacio-
tituye el término final de la aspiración á la realidad nes principales, ó los momentos fundamentales del
concreta, perfecta y consciente que palpita y se revela derecho, son el derecho de propiedad, el derecho de
en el fondo de la naturaleza y á través de sus formas. contrato ó pacto ( Vertragsrecht) y el derecho penal
El espíritu subjetivo, como todas las demás cosas, (Strafrecht) ó de castigo.' Este último entraña la facul-
debe su existencia y su esencia al desarrollo paulatino tad ó derecho de imponer la pena de muerte, pena cuya
y ascendente de la Idea , merced al cual la sensación, abolición , por más que sea conforme al falso sentimen-
la memoria , el instinto de los animales se transforma talismo, es perfectamente conforme con la idea de la
y se eleva por gradaciones insensibles hasta la inteli- justicia. El verdadero y esencial objeto del castigo le-
gencia y voluntad libre en el hombre, y aun éstas son gal no es la corrección del culpable, sino la rehabili-
imperfectas y rudimentarias en los comienzos ó pri- tación del principio de justicia violado por el individuo,
meros pasos , tanto del individuo como de la especie. el triunfo y la afirmación de la idea de justicia.
El carácter distintivo y el atributo esencial del espíritu El Estado es la institución encargada de realizar el
es la libertad: el hombre se reconoce como espíritu derecho en todas sus esferas, en toda su universalidad
cuando se conoce como ser libre. La antropología, la y perfección. Así es que el Estado debe considerarse
fenomenología y la psicología son las tres ciencias par- como el representante genuino de la libertad absoluta
ciales que responden al espíritu subjetivo. y del derecho absoluto ; como la razón y la voluntad
Pero al conocerse como espíritu libre , conoce t a m - general, ante la cual deben ceder la libertad, el dere-
bién que hay otros espíritus igualmente libres, y se cho , la voluntad, la razón y los intereses todos del
inclina ante su libertad (espíritu objetivo), y la respeta individuo. En atención á que la forma política más per-
y la afirma , como quiera que la suya sea afirmada y fecta del Estado es la monarquía , el monarca, que
respetada : de manera que la libertad individual, la li- viene á ser el Estado hecho hombre, ó encarnado en
bertad del espíritu en cuanto sujeto, se halla limitada un hombre, representa un poder supremo, al cual deben
por la libertad de la totalidad de los individuos, por la absoluta obediencia los individuos. Esta doctrina, que
libertad que corresponde al espíritu objetivo. conduce por derecho camino al despotismo, y que es la
Este espíritu objetivo, penúltima evolución y deter- más conforme con el espíritu esencial de su sistema,
minación de la Idea , cuyo carácter fundamental es la se halla modificada y atenuada por Hegel en otros
pasajes, en que considera la monarquía democrática 2.*, que la historia de la humanidad viene á ser una
como la forma política más perfecta del Estado. especie de geometría inflexible , como inflexible y fatal
El Estado, como todas las demás cosas, es una de- es la ley dialéctica que preside á las evoluciones ó d e -
terminación de la I d e a , y representa un momento dado terminaciones de la Idea.
de su evolución. De aquí resulta que un mismo Estado Excusado nos parece advertir que el ritmo trilógico
es más ó menos perfecto en sus diferentes períodos del ser, la distinción ú oposición, y la conciliación, la
históricos, en relación con el grado de desarrollo d é l a tesis, la antítesis y la síntesis, ritmo que constituye
Idea que entraña en un momento histórico dado, y que la ley primordial del desarrollo de la I d e a , y , por con-
un Estado es superior ó inferior con respecto á otro, siguiente, de la existencia y explicación de las cosas,
según que entraña y refleja un movimiento superior ó sirve igualmente á Hegel para dar razón de los hechos
inferior de la Idea. De aquí se infiere que las guerras y explicar la marcha de la historia en todas sus esfe-
de conquista , no solamente son siempre justas y legí- ras. La historia no es más que la serie de las determi-
t i m a s , puesto que representan una evolución a s c e n - naciones de la Idea, y , por consiguiente, la historia de
dente de la Idea, sino que son fatales, necesarias é la humanidad es la historia del mismo Dios (die Ges-
inevitables, toda vez que son el resultado espontáneo, chichte Gottes sellst ist), ó digamos de sus evoluciones
la expresión lógica de la marcha ascendente de la Idea y manifestaciones en el hombre en sus múltiples esfe-
en un Estado determinado y en momento histórico ras. Así, por ejemplo, si se trata de la historia político-
dado. E n otros términos: la guerra es la crisis que de- social, las monarquías orientales representan el ser in-
termina la transición en la Idea desde una determina- móvil y la tesis; porque en ellas el Estado concentrado
ción inferior á otra superior , y , como consecuencia y encarnado en el jefe lo es todo, y el individuo es
necesaria, la absorción del Estado inferior, ó séase de nada; su libertad desaparece y nada significa en pre-
la nación menos civilizada por la más civilizada ; de sencia del soberano, especie de divinidad terrestre, ante
manera que toda victoria de una nación sobre otra, por la cual el hombre particular se postra y se anonada. La
el mero hecho de ser victoria , entraña la demostración Grecia con sus repúblicas, representa la lucha y la opo-
de su necesidad, de s u justicia y de la civilización su- sición (antítesis) de la libertad individual contra el mo-
perior del pueblo vencedor sobre el vencido. narca absoluto, la negación de la monarquía asiática.
La Europa cristiana representa la conciliación (sínte-
Dos consecuencias importantes resullan de esta
s i s ) , la armonía, el equilibrio entre el Estado y el
doctrina hegeliana: 1. a , que en cada época histórica
individuo.
existe un pueblo, una nacionalidad que marcha á la
Si de la historia político-social pasamos á la historia
cabeza de la civilización general de la humanidad y de
de la Filosofía, vemos á ésta ocuparse casi exclusiva-
las demás naciones, porque en ella se halla encarnada
mente del ser, y afirmar (tesis) la unidad é i n m u t a b i -
la Idea de una manera más perfecta que en las otras;

009829
lidad de la substancia (el agua de Tales, el ser uno de la misma, en cuanto objeto y contenido de la lógica.
los eleatas, la mónada de los pitagóricos); después de Fiel á este principio, Hegel nos dice que la Filosofía de
lo cual aparece Heráclito negando (antítesis) la unidad la escuela eleática corresponde al ser puro ó abstracto,
é inmutabilidad de la substancia y del s e r , que se re- la Filosofía de Heráclito responde á la determinación
duce á un flujo ó cambio continuo, al fieri ó movi- lógica ó concepto del merden; la Filosofía de Platón
miento perenne, viniendo más tarde Platón y Aristó- corresponde ó representa la categoría de la esencia ; la
teles á resolver esta contradicción (síntesis) y conciliar Filosofía de Aristóteles es la Filosofía de la noción ; la
el ser permanente de los antiguos y el ser fluente y Filosofía de los neoplatónicos entraña y representa el
movedizo de Heráclito, por medio de la teoría del uni- concepto lógico de totalidad. Á este tenor, Hegel sigue
versal. En otra esfera más amplia, y según aplicación estableciendo relaciones entre las diferentes fases y
más general d é l a concepción hegeliana, la Filosofía sistemas filosóficos y las determinaciones ó fases de la
griega representa la ciencia de la naturaleza; la Filo- Idea, hasta llegar á la suya propia, la cual no hay para
sofía de la Edad Media representa la ciencia del espí- qué decir que es la más perfecta , toda vez que responde
ritu ; la Filosofía moderna representa la unión y con- á la Idea como pensamiento puro, y entraña el saber
ciliación de la ciencia de la naturaleza y del espíritu en absoluto (absoluten Wissen), la visión ó percepción de
unidad superior. la identidad de los contrarios en la superior unidad de
En todo caso, y cualquiera que sea el punto de vista la Idea.
en que nos coloquemos para caracterizar y distinguir La manifestación de la Idea como Derecho y como
las épocas en la historia de la Filosofía, estas épocas y Estado, no constituye la evolución última y más p e r -
sus caracteres están necesariamente en relación y a r - fecta de la misma, pues todavía le falta revelarse y
monía con las evoluciones de la Idea en el orden ló- manifestarse como arte, como religión y como ciencia
gico. De manera que cada etapa histórica de la Filoso- ó Filosofía. Esta triple manifestación constituye el ob-
fía responde á alguna determinación lógica de la Idea, jeto y el contenido de la tercera parte de la Filosofía
porque ya se ha dicho, y nunca debe perderse de vista del espíritu^ expresa el tercer momento de la evolución
para comprender el espíritu y el sentido real de la con- d é l a Idea como espíritu, y corresponde á lo que se
cepción hegeliana , que las determinaciones lógicas de llama espíritu absoluto, en contraposición al espíritu
la Idea, ó sea el génesis 'de los conceptos abstractos de subjetivo y al espíritu objetivo. El arte es la materia
la razón p u r a , se encuentran en el fondo de las restan- idealizada, la compenetración de la materia y de la
tes evoluciones de la Idea como naturaleza y como es- Idea, pudiendo decirse que la perfección y superiori-
píritu, predeterminan en cierto modo y contienen la dad del arte se halla en relación con la mayor ó menor
razón suficiente de todas las demás determinaciones de compenetración de la Idea y de la materia. La escul-
la Idea, que son posteriores á las determinaciones de tura, por ejemplo, es un arte más perfecto que la a r -
quitectura, porque encarna y reproduce la Idea de una uniendo en Jesucristo lo infinito con lo finito , repre-
manera más íntima. La poesía es la más perfecta entre senta la síntesis.
todas las bellas artes, porque resume, concilia y s i n -
La última etapa de la evolución de la Idea como e s -
tetiza el ser de las otras; la poesía construye como la
píritu absoluto es la ciencia, es decir , la Filosofía, en
arquitectura, dibuja como la pintura, canta como la
la cual y con la cual la Idea se reconoce á sí misma,
música y esculpe como la escultura.
no ya sólo como pensamiento absoluto, como pensa-
La religión , según Hegel, viene en pos del arte, y miento sujeto-objeto, sino como la identidad absoluta
es en cierto modo su producto; pues el hombre, después de todas las cosas. La Idea , que , al transformarse en
de haber representado y procurado expresar lo infinito espíritu subjetivo y objetivo, se había reconocido como
por medio del arle, concibe y se representa este infi- ser consciente y libre, como derecho, como moral,
nito como separado de la materia , del mundo y del como Estado ó constitución político-social, se trans-
hombre, como un ser extremadamente diferente de lo forma y se revela como espíritu absoluto, según se ha
finito. En su concepto total y propio, la religión e n - dicho arriba , y después de recorrer las dos primeras
cierra tres términos ó momentos , lo infinito ó Dios, lo etapas de esta evolución, después de manifestarse
finito ó el hombre, y la relación entre Dios y el h o m - como arte y como religión , se manifiesta como ciencia
bre. La historia de la religión no es más que el r e s u l - absoluta, y entra en posesión de ésta porque y en cuanto
tado y la expresión del predominio relativo de cada se reconoce como identidad absoluta y universal , en
una de estas tres ideas en la conciencia de la humani- cuya realidad una y suprema desaparece la oposición
dad. Para los hombres dei antiguo Oriente , lo infinito entre lo infinito y lo finito, entre la eternidad y el
ó Dios lo es todo, y el hombre significa muy poca cosa. tiempo, entre la materia y el e s p í r i t u , entre lo ideal
Para los hijos de Grecia y Roma, el hombre lo es todo, y lo r e a l , entre la substancia y el accidente, entre el
y el infinito ó Dios desaparece, ó al menos pierde la sujeto y el objeto, entre Dios y el mundo. En este ter-
preponderancia exclusiva que tenía en las religiones cero y último momento del fieri, del devenir universal
orientales. Para los cristianos , el punto capital é im- de la Idea á través de la lógica, de la naturaleza y del
portante , el nudo esencial en la idea religiosa , es la espíritu con todas sus respectivas formas , la Idea se
relación entre Dios y el hombre realizada en Jesucristo reconoce como ser absoluto, y , por consiguiente, como
por medio de la encarnación. Por lo demás, aquí, como Dios. Dios, pues, es el término final del devenir uni-
en todas las partes de la concepción hegeliana, aparece versal de la Idea, y, por consiguiente, est in fieri d u -
la trilogía fundamental y universal. El Oriente con su rante los momentos del devenir que preceden lógica-
afirmación del infinito, representa la tesis; la Grecia mente al momento final, síntesis definitiva y última
con la posición de lo finito enfrente de lo infinito, r e - del devenir universal, necesario y dialéctico de la Idea.
presenta la antítesis ; el Cristianismo conciliando y
Pero este Dios no es un ser especial y distinto de
los demás seres, y mucho menos distinto del hombre. fuerzos para atenuar la crudeza de estas aserciones,
Dios es el ser absoluto é idéntico en su substancia y interpretándolas, ora en éste, ora en aquel sentido. Sea
esencia con la substancia y esencia de todas las demás de esto lo que quiera, la verdad es que semejantes afir-
cosas; es la totalidad del ser (das Ganze), es la Idea maciones , falsas como son en sí mismas y radical-
misma considerada en sus últimas evoluciones, consi- mente erróneas, todavía ofrecen cierta relativa legiti-
derada en cuanto adquiere conciencia de sí misma en midad lógica, consideradas como derivaciones y aplica-
el h o m b r e : Gott ist Gott nur insofern er sich selber ciones de la identidad absoluta de la Idea consigo
weiss; sein sich Sich-Wissen ist ferner sein Selbstbe- misma y con sus múltiples determinaciones, tesis fun-
wusstsein im Menschen. damental de la concepción hegeliana como sistema
filosófico.
Una vez colocada la razón humana en la cumbre de
la ciencia absoluta, última evolución y revelación de Pero Hegel, presintiendo y experimentando sin
la Idea; desde el instante en que la razón del h o m - duda el vacío real de semejantes afirmaciones, la fal-
bre entra en posesión de esa ciencia , descubre y ve y sedad originaria de las mismas, quiso robustecerlas
demuestra la identidad real de todas las cosas en la por medio de demostraciones ó pruebas especiales y
Idea como absoluta, y, lo que es más a ú n , la identidad directas, y al hacerlo, se le ve descender á terreno evi-
de lo idéntico y de lo no idéntico (das Absolute ist die dentemente sofístico, arrastrado por la fuerza de las
Identität des Identischen und Nicht-Identischen), con cosas. Para convencerse de ello, vamos á exponer con
lo cual dicho se está que no hay ni puede haber opo- la claridad posible el razonamiento, por medio del cual
sición alguna, por grande que sea , que no desaparezca pretende probar la identidad real de las cosas, aun de
y sea anulada y absorbida en la Idea como Absoluto. aquellas que se nos ofrecen como contrarias , diferen-
Si lo idéntico y lo no idéntico son una misma cosa y tes ú otras entre sí.
se identifican en el Absoluto, Hegel es consecuente y Alguna cosa (por ejemplo, esta mesa), es en sí mis-
lógico cuando enseña que la Idea es la unidad de lo ma y por sí misma otra cosa (respecto de esta piedra,'
ideal y lo real, de lo finito y lo infinito, del cuerpo y por ejemplo). Por otro lado, esta otra cosa (la piedra) es
del alma; que la luz pura y las puras tinieblas son también en sí misma y por sí misma alguna cosa, y es
lo mismo (das reine Licht ist reine Finsterniss), y además otra cosa (respecto de la primera alguna cosa, ó
que hay identidad también entre el ser y la nada, sea la mesa): luego la mesa y la piedra son una misma
puesto que la nada, en cuanto tal y como semejante á cosa, son idénticas, puesto que las dos son alguna cosa
sí misma, es justamente la misma cosa que el ser: y las dos son otra cosa. De otra manera , y empleando
Das Nichts ist als dieses unmittelbare, sich selbstglei- el ejemplo del mismo Hegel: si suponemos dos seres,
che, eben so umgekehrt dasselbe , ivas das Sein ist. de los cuales el uno se llama A y el otro se llama B,
es claro que el ser B es otro del ser A; pero al propio
Algunos discípulos de Hegel hicieron y hacen e s -
tiempo el ser A es otro del ser B: luego el ser A y el to. El primer momento de la Idea representa la noción
ser B son lo mismo, puesto que á los dos conviene del Padre: la segunda persona de la Trinidad ortodoxa,
igualmente y de la misma manera ser y apellidarse ó sea el Hijo, es la Idea considerada en el segundo mo-
otro (1), como son también los dos algo, ó sea alguna mento de su desarrollo. El Espíritu-Santo es la Idea
cosa, y , por consiguiente, idénticos también por este considerada en su tercer momento ó determinación,
lado. cuando, átravés de las formas finitas , adquiere la con-
Con respecto al Cristianismo, H e g e l , como la m a - ciencia de sí misma, ó , lo que es lo mismo, se conoce
yor parte de sus predecesores y sucesores, desfigura y como espíritu absoluto y como identidad absoluta de
aniquila los dogmas, á fuerza de querer expresarlos y todas las cosas.
encerrarlos en fórmulas de la Filosofía especulativa é Hegel desfigura y anula en realidad el misterio de
idealista. El dogma de la Trinidad , por ejemplo, es la la Encarnación, misterio que, en unión con el dogma
expresión simbólica de los tres momentos capitales de de la Trinidad, constituye el eje central de la Religión
la evolución de la Idea. Dícenos la ciencia absoluta, cristiana. Lo que es para el Cristianismo unión real
en efecto, que la Idea es pensada y existe: a) primero, del hombre y Dios, ó, mejor, de la naturaleza humana
en sí m i s m a , como ser en s í ; b) después como d i s - y de la divina en la persona del Verbo y en el Cristo
tinta y opuesta á sí (anders sein) ó como ser-otro que de la historia , es para el filósofo alemán la unión de
se realiza , concreta y exterioriza á través de formas y Dios con el hombre , según que el primero adquiere
determinaciones múltiples , y c) en tercer lugar, como conciencia de sí mismo en el hombre y por el h o m -
identidad de lo ideal y lo r e a l , de lo infinito y lo fini- bre, ó , hablando más propiamente , la unión de Dios
con el hombre consiste y se verifica según que la Idea,
(1) Para que no se crea que exageramos, lie aquí las palabras
de Hegel, en que se resume esta argumentación, la misma que e x - aladquirirconcienciadesí misma en el hombre, después
pone y desarrolla más extensamente en otros pasajes: «Wenn wir ein de haber atravesado otros estados y formas inconscien-
Dasein A n e n n e n , das andere aber B, so ist zunächst B als das Ande- tes, reconocesuidentidad real y substancial con el hom-
re bestimmt. Aber A ist eben so sehr das Andere des B. Beide sind
a
uf gleiche Weise auch Andere. Beide sind sowohl als Etwas als bre. Para la Filosofía ó ciencia absoluta , última etapa,
auch als Anderer bestimmt, hiermit dasselbe.» como hemos visto, de la evolución de la Idea, el dog-
Creemos excusado llamar la atención del lector sobre lo pueril, ma cristiano de la Encarnación, y el dogma de la T r i -
hasta r a y a r e n ridiculo, del sofisma contenido en este pasaje, asi
nidad y los demás dogmas , son verdaderos , no como
como en la argumentación expuesta en el texto. Como se ve , aqui no
hay más que u n sofisma vulgar, un juego de palabras, una argu- expresión déla realidad objetiva é histórica queles atri-
mentación en q u e se confunde é identifica el significado material de buye el vulgo, sino como expresión mística de la v e r -
los términos con su significación formal y real objetiva , un sofisma dad , como formas simbólicas de la realidad superior,
análogo al que se comete cuando se dice: el carnero es un animal:
es asi que el p r i m e r signo del zodiaco es el carnero : luego el primer cuyo conocimiento pertenece exclusivamente á la
signo del zodiaco es un animal. ciencia absoluta, la cual entraña una forma ó determi-
nación de la Idea, superior á la forma religiosa, y, por hegeliano ha ejercido sobre el pensamiento contem-
lo mismo, más íntimamente enlazada con la verdad y poráneo en todas sus esferas. Filosofía y religión,
realidad absoluta. ciencia y a r t e s , literatura é historia , la poesía y el
lenguaje , todos los ramos , en fin , del saber , se h a -
i 12. llan más ó menos penetrados é influidos por el pensa-
miento de Hegel: en todos se descubren señales v i s i -
CRÍTICA.
bles , vestigios incontestables de su método, de sus
ideas , de sus puntos de vista , de sus principios. En
este concepto , la personalidad científica de Hegel es
Al recorrer el sistema hegeliano y terminar su e x -
de las más imponentes y extraordinarias que registra
posición sumaria, encuéntrase el espíritu en una situa-
la historia.
ción difícil, y hasta pndiéra mos decir sometido á la
ley de contradicción, que tan importante papel d e s e m - Justificada y muy justificada , útil y provechosa
peña en este sistema filosófico. El espíritu siéntese por además sería la influencia científico-literaria ejercida
de pronto solicitado, movido y arrastrado á la admira- por el filósofo de Stuttgardt, si la verdad y solidez de la
ción y al entusiasmo en presencia de esa concepción doctrina se hallaran en relación y armonía con la pro-
gigantesca, que entraña la síntesis científica más gene- fundidad aparente , con la grandiosidad externa de su
ral , más sistemática y más comprensiva de cuantas sistema. No sucede así, por desgracia : cuando el e s -
han aparecido en el campo extenso de la historia de la píritu, deslumhrado un momento por el brillo esplen-
Filosofía : en presencia de ese grande organismo infor- dente de esa grandiosidad externa y de las m a j e s -
mado por un método inflexible , idéntico, universal; de tuosas y bellas proporciones del edificio, penetra en
ese grande organismo en cuyo fondo palpita la Idea su interior, experimenta amarga cuanto inevitable de-
como su verdadera y única forma substancial; de ese cepción. La ilusión desaparece por completo para
grande organismo vivificado por una idea central, que cualquiera que con mirada escrutadora y penetrante
reaparece y se encarna en todos los puntos de la cir- llegue hasta el fondo del sistema , en donde descu-
cunferencia, y que contiene la razón suficiente, la e x - brirá sólo una concepción , cuya base es la nada ó el
plicación de la naturaleza y del espíritu, de Dios y del no-ser, cuya ley interna es el absurdo ó la contradic-
hombre, de la historia de la humanidad y de la histo- ción , cuya esencia íntima y verdadera se resuelve en
ria de la Filosofía, de la historia de las religiones y de panteísmo ateo con todas sus consecuencias y deriva-
la historia de los Estados, de la libertad y de la felici- ciones lógicas.
dad , y , finalmente , del arte , de la religión y ' d e ía La base de la concepción hegeliana es la Idea. To-
ciencia. Así no es de extrañar la influencia e x t r a o r - das las cosas deben su origen , su realidad y su esen-
dinaria , universal y decisiva que el pensamiento cia al desarrollo ó processus ordenado y progresivo de
TOMO I V . g
nación de la Idea, superior á la forma religiosa, y, por hegeliano ha ejercido sobre el pensamiento contem-
lo mismo, más íntimamente enlazada con la verdad y poráneo en todas sus esferas. Filosofía y religióu.
realidad absoluta. ciencia y a r t e s , literatura é historia , la poesía y el
lenguaje , todos los ramos , en fin , del saber , se h a -
i 12. llan más ó menos penetrados é influidos por el pensa-
miento de Hegel: en todos se descubren señales v i s i -
CRÍTICA.
bles , vestigios incontestables de su método, de sus
ideas , de sus puntos de vista , de sus principios. En
este concepto , la personalidad científica de Hegel es
Al recorrer el sistema hegeliano y terminar su e x -
de las más imponentes y extraordinarias que registra
posición sumaria, encuéntrase el espíritu en una situa-
la historia.
ción difícil, y hasta pndiéra mos decir sometido á la
ley de contradicción, que tan importante papel d e s e m - Justificada y muy justificada , útil y provechosa
peña en este sistema filosófico. El espíritu siéntese por además sería la influencia científico-literaria ejercida
de pronto solicitado, movido y arrastrado á la admira- por el filósofo de Stuttgardt, si la verdad y solidez de la
ción y al entusiasmo en presencia de esa concepción doctrina se hallaran en relación y armonía con la pro-
gigantesca, que entraña la síntesis científica más gene- fundidad aparente , con la grandiosidad externa de su
ral , más sistemática y más comprensiva de cuantas sistema. No sucede así, por desgracia : cuando el e s -
han aparecido en el campo extenso de la historia de la píritu, deslumhrado un momento por el brillo esplen-
Filosofía : en presencia de ese grande organismo infor- dente de esa grandiosidad externa y de las m a j e s -
mado por un método inflexible , idéntico, universal; de tuosas y bellas proporciones del edificio, penetra en
ese grande organismo en cuyo fondo palpita la Idea su interior, experimenta amarga cuanto inevitable de-
como su verdadera y única forma substancial; de ese cepción. La ilusión desaparece por completo para
grande organismo vivificado por una idea central, que cualquiera que con mirada escrutadora y penetrante
reaparece y se encarna en todos los puntos de la cir- llegue hasta el fondo del sistema , en donde descu-
cunferencia, y que contiene la razón suficiente, la e x - brirá sólo una concepción , cuya base es la nada ó el
plicación de la naturaleza y del espíritu, de Dios y del no-ser, cuya ley interna es el absurdo ó la contradic-
hombre, de la historia de la humanidad y de la histo- ción , cuya esencia íntima y verdadera se resuelve en
ria de la Filosofía, de la historia de las religiones y de panteísmo ateo con todas sus consecuencias y deriva-
la historia de los Estados, de la libertad y de la felici- ciones lógicas.
dad , y , finalmente , del arte , de la religión y ' d e ía La base de la concepción hegeliana es la Idea. To-
ciencia. Así no es de extrañar la influencia e x t r a o r - das las cosas deben su origen , su realidad y su esen-
dinaria , universal y decisiva que el pensamiento cia al desarrollo ó processus ordenado y progresivo de
TOMO I V . g
CRÍTICA. 67

la I d e a , bien sea que este processus se deba tomar en condición indispensable de la ciencia , es la ley misma
sentido cronológico, bien sea que exprese sólo el orden del pensamiento. Creemos que en Hegel hay algo más
ó sucesión lógica , como pretenden los más fervientes que un gran sofista, á pesar de lo que dice Gratry;
partidarios de Hegel. El momento inicial de la Idea pero creemos también q u e , á pesar de las explicacio-
como origen de las cosas, su primera determinación, es nes , comentarios y atenuaciones de los discípulos de
el ser puro ó abstracto, el cual es una misma cosa con Hegel sobre este punto, su teoría del génesis del deve-
la nada (Sein und Nichts ist dasselbe), ó se identifica nir, su afirmación de la identidad entre el ser puro y
con el no-ser. Y porque el ser y la nada se contradicen la nada, hieren de muerte la concepción del filósofo de
y n i e g a n , por eso precisamente, ó sea en virtud de su Stuttgardt.
contradicción inmediata , se resuelven en un tercer «La lógica, la naturaleza y el espíritu, escribe
término, que es el fieri ó venir-á-ser (devenir, werden), Vera , no son más que tres partes de un solo y mismo
primera realidad concreta, en la cual la nada ya no todo. Ni las especies, ni las esencias, ni las relacio-
permanece nada, sino que se transforma ó convierte en nes de los seres son creadas, según acabamos de de-
su contrario, que es el ser: das Werden enthält, dass mostrar. Lo que es producido por medio déla creación,
Nichts nicht Nichts bleibe, sondern in Sein anderes, son los fenómenos, son las existencias individuales y
in das Sein übergehe. finitas, y sólo en este sentido se dice que el mundo es
No contento con esto, ó, mejor dicho , en relación creado.» Estos pasajes , con otros muchos análogos que
con esta doctrina y como aplicación de la misma , He- pudiéramos citar del ferviente adepto del hegelianis-
gel rechaza como falso el axioma que supone y afirma mo, serían suficientes para probar que la idea panteis-
que de la nada, nada puede salir, y que lo que es real ta anida en el fondo de este sistema. Pero la verdad es
sólo puede proceder de algo real, maravillándose en que no se necesita acudir al testimonio d e s ú s discípu-
cierto modo (es muss aber als wunderbar auffallen, los y partidarios para descubrir y reconocer que el pan-
die Sätze: Aus Nichts wird Nichts, oder aus Etwas teísmo, y el panteísmo ateísta, es lo que constituyela
wird nur Etwas, auch in unseren Zeiter ganz unbe- esencia y el contenido real de la teoría hegeliana. Por-
fangen zu sehen) de que todavía el pensamiento con- que panteísmo , y panteísmo esencialmente ateo, es
temporáneo no haya reconocido la inexactitud de dicho preciso reconocer en esa construcción gigantesca, que,
axioma. partiendo de la nada, ó , si se quiere, tomando por
punto de partida la pura potencia, la potencialidad
Doctrinas son estas que no pueden menos de p r o -
nuda del s e r , nos conduce, marchando sobre la ruina
ducir el vacío en torno del sistema hegeliano. La n e -
del principio de contradicción, sobre la tesis de la
gación de la distiución radical y absoluta entre el ser
identidad entre el ser y la nada, á un Dios que se o b -
y el n o - s e r , entraña la negación del principio de con-
jetiva y condensa en la naturaleza y en la humanidad,
tradicción , y el principio de contradicción es base y
á un Dios que llega á serlo, que adquiere la divinidad
en cuanto y porque adquiere conciencia de sí mismo en Dios impone al hombre en pena de su rebeldía y menos-
el hombre (Gott ist Gott nur insofern er sich selber precio de la voluntad divina, también puede decirse
iveiss; sein sich Sich-wissen ist ferner sein Selbstbe- que el error , siquiera sea el error en sus formas más
wusstsein im Menschen) y por el hombre; á un Dios brillantes y seductoras, es el mayor castigo de la razón
que, antes de ser y apellidarse Dios, es impulsado fatal- humana cuando, arrastrada por la ola de la soberbia,
mente por la ley dialéctica á pasar, por medio de una va á estrellarse contra el trono del Altísimo. Tal es el
serie de evoluciones sucesivas y ascendentes, desde la pensamiento que surge espontáneamente en el corazón
materia inorgánica hasta el cerebro del hombre, desde del hombre cristiano, en presencia de ese panteísmo
la materia primitiva é informe hasta el organismo h u - brutalmente ateísta que palpita en el fondo de la con-
mano , desde el espacio puro hasta los grandes cuerpos cepción hegeliana, que representa y sintetiza el e s -
siderales, desde las fuerzas químicas y la vida vegetal fuerzo titánico de uno de los genios más poderosos que
hasta la sensación y la inteligencia ; á un Dios, en fin, vieron jamás los siglos. Porque ello es cierto que p a n -
que jamás puede llegar á ser realmente Dios, no ya teísmo , y panteísmo esencialmente ateo, es lo que re-
sólo porque Dios, ó no existe, ó es perfectísimo é i n - presenta y constituye la última palabra y el contenido
finito desde la eternidad y pro priori á todo otro ser y real de esa concepción que produce vértigos por su
á toda mutación, sino también porque se supone in- originalidad profunda, por la unidad fascinadora de
definida y eterna su elaboración : Deus est in fieri. Por- sus aplicaciones, por sus vastas proporciones como
que es preciso no perder de vista que el Dios de Hegel sistema filosófico ; de esa soberbia y colosal pirámide
no es siquiera el ser absoluto de Schelling, ni el yo de los tiempos modernos, q u e , á pesar de tener la nada
puro de Fichte ; es el movimiento mismo, es la suce- por base y por cúspide la negación de Dios, representa
sión indefinida , es la generación perpetua de las cosas, y entraña la revelación más sorprendente del alcance
y, por consiguiente, Dios nunca existe ni puede exis- y poderío de la razón h u m a n a , y la revelación de que
tir como ser absoluto y permanente, sino como re- bajo las inspiraciones de la idea cristiana, el Aristóte-
sultado y expresión del processus universal, como les de los tiempos modernos , el profeta panlogista de
elaboración sempiterna, como ser ó realidad que se la idea, hubiera podido ser el Santo Tomás del siglo xix.
hace (mrd), que está sujeto siempre al fieri, que siem-
En resumen : hay en la concepción de Hegel p u n -
pre se halla en período de formación, como un Dios
tos de vista sorprendentes, bellezas admirables, pen-
cuya divinidad se está haciendo : Gott ist in Werden.
samientos profundos, intuiciones luminosas del g e -
Si la privación de las gracias actuales que lleva nio, m u y á propósito para seducir y capaces de ejercer
consigo la caída en nuevos pecados, constituye, según fascinadora influencia sobre el espíritu; pero esa grande
la Teología católica, uno de los mayores castigos que concepción inspira é inspirará siempre profundas y
justificadas repulsiones á todo espíritu reflexivo y
Antes de poner término á esta exposición y crítica
amante de la verdad, cuando, penetrando en su fondo,
de la Filosofía de Hegel, séanos permitido indicar que
vea que se trata de una concepción en la cual se afir-
algunos de sus puntos de vista más originales ofrecen
ma que el ser y la nada son idénticos , que el principio
ciertas analogías y afinidades con algunas ideas y teo-
de contradicción carece de verdad, que el individuo es
rías de los escolásticos, siendo muy posible, y aun pro-
una gota de agua en el torrente del espíritu universal
bable , que Hegel se inspiró en ellas. Así, por ejemplo,
y objetivo, que la victoria y la fuerza se identifican con
la teoría de éste acerca del merden ó hacerse de las
la justicia , que la ley de la historia es el fatalismo ó
cosas, parece ser una aplicación y trae á la memoria la
sea la ley dialéctica necesaria é inflexible de la Idea,
definición del movimiento, según los escolásticos: Ac-
que el espíritu humano y el espíritu divino son una
tus entis in potentia prout in potentia, el acto de un ser
misma substancia , que Dios se hace y que su esencia
que está en potencia, considerado precisamente según
consiste en un devenir sempiterno , y viene á ser el
que está en potencia. El movimiento es acto ó actuali-
resultado de una elaboración evolutiva y ascendente.
dad respecto del sujeto que antes estaba en potencia
Y cuenta que aquí hablamos solamente de la concep-
para moverse y adquirir por medio de este movimien-
ción hegeliana , examinada en el terreno de la razón
to alguna actualidad, algún modo, alguna realidad (la
pura ó n a t u r a l , y , por consiguiente, haciendo caso
mano que adquiere sucesivamente el calor que antes
omiso de su espíritu esencialmente racionalista y anti-
no tenía , el cuerpo que pasa del lugar A al lugar B),
cristiano.
hacia la cual se mueve ó aproxima ; pero que todavía
En una palabra : Hegel es á la vez un gran p e n s a - no tiene , y por consiguiente todavía está e n potencia
dor y un gran sofista: en su Filosofía, al lado de pensa- (prout in potentia) con respecto á ella , aunque ya está
mientos profundos y de rasgos luminosos, abundan las en acto con respecto al estado anterior, ó sea al térmi-
paradojas y los sofismas más vulgares. no a quo. El fieri ó hacerse de Hegel, su merden pri-
Cierto que en presencia de esos profundos pensa- mitivo y lógico , entraña un acto , algo de actual con
mientos, de esos rasgos luminosos, de esa construcción respecto al sujeto que le sirve de término a quo, que es
gigantesca, el espíritu se siente solicitado y como im- el ser abstracto ó indeterminado que representa la nuda
pelido á la admiración y al entusiasmo; pero al ardor potencia para el ser concreto , para la realidad , pero
del entusiasmo sucede bien pronto una especie de es- un acto que le corresponde considerado como todavía
calofrío que parece circular por las v e n a s , cuando se en potencia , y como en camino para llegar al acto per-
reflexiona que el filósofo de la I d e a , después de amon- fecto, á la esencia determinada , la cual es como el t é r -
tonar abstracciones sobre abstracciones, concluye por mino ad quem del merden, del hacerse de la cosa, ó sea
desvanecerse cual efímera y prestigiosa sombra en las del movimiento por medio del cual la cosa posible pasa
frías y silenciosas regiones de la contradicción^, del á adquirir alguna de las muchas actualidades y reali-
sofisma y de la nada.
dades que estaban contenidas en ella de una manera un concepto trascendental que se encuentra embebido
potencial, en estado de posibilidad pura. Así, pues, la necesariamente en todo otro concepto;
noción del werden hegeliano tiene grande analogía, c) Q u e , por consiguiente, las categorías, como la
por no decir perfecta semejanza, con la noción esencial cantidad, la relación, la cualidad, pueden y deben
del movimiento, según la comprendían y explicaban considerarse como modos del ser. Que si Hegel consi-
los escolásticos en la definición : actus entisinpotentia dera al ser puro é indeterminado como el elemento
prout in potentia. primordial é inherente en los demás conceptos y cate-
No es menor la afinidad de doctrina que existe e n - gorías lógicas, también para Santo Tomás todos los
tre Hegel y Santo Tomás con respecto á la constitución demás conceptos de la razón representan otras tantas
interna de las categorías de la razón pura. Por parte modificaciones y como adiciones (oportet quod omnes
del génesis ó del proceso generador de las categorías, aliae co¡iceptiones intellectus accipiantur ex additione
nada hay de común entre Santo Tomás y Hegel; pues ad ens)de la idea de ser; y si para Hegel las categorías
el primero, sin anular ni destruir el principio de con- son evoluciones y determinaciones del s e r , también
tradicción , explica el génesis , la distinción y el orden para Santo Tomás los géneros supremos, ó sea las diez
de las categorías racionales por medio de las diferen- categorías, se constituyen, no por adición de elemen-
cias genéricas y específicas, de las cuales dice que son tos extraños, sino por contracción y determinación
seipsis primo diversae , y por medio de las maneras di- del mismo s e r , representan determinados modos del
versas de afectar ó modificar la substancia. ser: Ens contrahitur per decem genera(los diez predi-
Empero, por parte de la constitución racional é in- camentos ó categorías), quorum unumquodqu-e addit
terna , por decirlo a s í , de las categorías, puede decirse aliquid supra ens, non aliquod accidens, vel aliquam
que hay perfecto acuerdo entre el doctor panlogista y differentiam, quae sit extra essentiam, sed determi-
el Doctor Angélico. Porque, como Hegel y siglos antes natum modum essendi.
que Hegel, Santo Tomás había dicho y enseñado,
a) Que el ser, considerado en toda su universalidad
% 13.
(ens in communi, ens communissimum), es el concepto
más indeterminado y el menos real objetivamente e n -
MOVIMIENTO HEGELIANO.
tre todos los conceptos, aunque sin identificarlo con la
nada, como Hegel;
b) Que el ser es el principio general de todas las Poderoso y extenso fué el impulso , grande fué la
categorías, no sola mente por cuaDto les sirve de punto influencia ejercida por la concepción hegeliana sobre
de partida, sino principalmente porque representa un el espíritu de sus contemporáneos. Aún hoy , á pesar
elemento esencial de las m i s m a s , puesto que el ser es del medio siglo que ha pasado sobre el sepulcro de
Hegel, descubrimos vestigios permanentes de sus teo- sentido y á las aplicaciones de la doctrina de Hegel.
rías , huellas profundas y muy marcadas de su pensa- Porque es grande la distancia que separa el criticismo
miento en todos los ramos del saber humano. exageradamente naturalista de Baur y la escuela de
Haciendo caso omiso de la escuela teológica d e T u - Tubinga, y el teismo cristiano de Hermann Fichte y
binga, derivación espontánea y aplicación más ó m e - de Weisse. Mientras éste se aproxima al teismo de la
nos completa de la doctrina de Hegel, la cual mereció Filosofía católica, y casi reniega del panteismo, el pri-
las preferencias de B a u r ; prescindiendo igualmente mero tiende mano amiga á Strauss y toma posiciones
del eclecticismo que lleva en su seno el principio he- en los confines de la izquierda hegeliana.
geliano, como veremos después, el movimiento filosó- La doctrina de esta última escuela representa prin-
fico provocado por Hegel de una manera más inmediata cipalmente la evolución de la teoría de Hegel acerca
y directa , se halla representado, ya por los que se d e - del origen y naturaleza de Dios; porque si Dios sólo es
dicaron á exponer y comentar sus principios en sen- Dios cuando adquiere conciencia de sí mismo en el
tido moderado y conservador, ya por los que, llevando hombre ; si entra en posesión de la divinidad por m e -
estos principios á sus últimas consecuencias y extre- dio y á causa de la conciencia humana , la izquierda
mando acaso el alcance y aplicaciones de aquéllos, no hegeliana tiene razón al proclamar el ateismo y el ma-
retroceden ante afirmaciones y negaciones las más terialismo con todas sus consecuencias. Porque parece
audaces y radicales, lo mismo en el terreno filosófico, excusado recordar que la llamada izquierda hegeliana
social y político, que en el terreno religioso, formando es la madre legítima de la escuela paladinamente mate-
la extrema izquierda hegeliana. rialista y atea de nuestros días. En todo caso, veremos
La derecha hegeliana,—denominación en la que pronto que los representantes más genuínos de la iz-
comprendemos ó incluímos lo que algunos llaman cen- quierda hegeliana nada tienen que envidiar en este
tro hegeliano,—tiene por representantes á filósofos y concepto á los representantes contemporáneos de la
teólogos que emprendieron la tarea, ora de defender escuela materialista. Cierto que esta última hace caso
las ideas relativamente espiritualistas y religiosas de omiso del nombre de Hegel y de sus teorías ; pero ya
Hegel, ora de desenvolver y aplicar sus teorías , su hemos demostrado en otra parte (1) q u e , «si para el
método y sus tesis principales en sentido conservador materialista , el ser ó substancia que preexiste á la in-
y cristiano en el terreno teológico, en el filosófico, y teligencia ó pensamiento del hombre y que constituye
hasta en el político-social. su esencia real, es la materia , para Hegel es la Jdea,
Los representantes de esta dirección son muy n u - la cual se transforma primero en materia y después en
merosos , y como sucede y es preciso que suceda en inteligencia, y llegad ser pensamiento ó espíritu en
semejantes casos , se hallan separados por una infini-
dad de diferencias y matices, en orden á la verdad, al (1) Estudios religiosos, filosóficos, etc., 1.1, p. 243.
q u e , á contar desde su aparición , apenas se encuentra
virtud del movimiento lógico de la misma , así como
filósofo de nombre en el campo racionalista que no se
la materia del positivista llega á ser inteligencia ó pen-
halle más ó menos influido por las ideas del hegelia-
samiento en virtud del movimiento ó transformación
nismo , siendo de notar que no se libran de esta in-
realizada en la materia por la fuerza». Penetrando en el
fluencia oculta é insensible aun aquellos que gozan
fondo de las cosas, no es difícil convencerse de que es
fama de pensadores originales y de primera talla, como
muy pequeña la distancia que separa la teoría hegelia-
son Schopenhauer, Herbart y Hartmann.
na de la teoría ateo-materialista de nuestros días , sin
que por esto desconozcamos que la primera es infinita-
mente más comprensiva que la segunda, y que abraza
i 14-
puntos de vista y horizontes que no caben dentro de
los moldes estrechos y mezquinos del actual positivis-
mo materialista. LA DERECHA HEGELIANA.

En atención á que debemos ocuparnos más adelan-


K
te de los partidarios del indicado materialismo, omi-
La derecha hegeliana abraza dos direcciones: una
timos aquí sus nombres, aunque tienen legítimo de-
propiamente filosófica , cuyos representantes , partien-
recho para formar entre los representantes de la iz-
do del punto de vista hegeliano acerca de la identidad
quierda hegeliana ; porque, en realidad de verdad, el
entre lo ideal y lo r e a l , y aceptando algunas de sus
positivismo materialista de nuestros días bien puede
principales ideas, esforzáronse, sin embargo, y t r a -
considerarse como una prolongación y desarrollo de las
taron de poner el panteísmo de Hegel en relación y
doctrinas y tendencias propias de la izquierda hege-
contacto con el teísmo personal, y alguno de ellos has-
liana.
ta con el teísmo cristiano. Así es que esta dirección
Por lo demás , esta última escuela tuvo y tiene r e - de la derecha hegeliana puede considerarse como un
presentantes, no sólo en el terreno propiamente filosó- ensayo de transformación del sistema de Hegel en sen-
fico, sino también en el literario y en el político-social, tido teísta, y como un movimiento de aproximación á
como lo prueban los nombres d e G u t z k o w , Steine, las tesis fundamentales de la metafísica cristiana refe-
Schefer , Mundt, Heinzen, Blum , Marx, con otros rentes á la existencia personal y atributos de Dios, á la
muchos , sin contar á Proudhon , de quien hablaremos
inmortalidad del alma humana y á la existencia de la
después.
vida futura.
En resumen : el movimiento hegeliano, tomado en Los principales representantes de esta fase de la
conjunto y abstracción hecha de la diversidad de ma- derecha hegeliana, son:
tices y tendencias, es uno de los m á s universales que a) Hermann Fichte, autor de varias obras escritas
registra la historia de la Filosofía. Porque la verdad es
q u e , á contar desde su aparición , apenas se encuentra
virtud del movimiento lógico de la misma , así como
filósofo de nombre en el campo racionalista que no se
la materia del positivista llega á ser inteligencia ó pen-
halle más ó menos influido por las ideas del hegelia-
samiento en virtud del movimiento ó transformación
nismo , siendo de notar que no se libran de esta in-
realizada en la materia por la fuerza». Penetrando en el
fluencia oculta é insensible aun aquellos que gozan
fondo de las cosas, no es difícil convencerse de que es
fama de pensadores originales y de primera talla, como
muy pequeña la distancia que separa la teoría hegelia-
son Schopenhauer, Herbart y Hartmann.
na de la teoría ateo-materialista de nuestros días , sin
que por esto desconozcamos que la primera es infinita-
mente más comprensiva que la segunda, y que abraza
i 14-
puntos de vista y horizontes que no caben dentro de
los moldes estrechos y mezquinos del actual positivis-
mo materialista. LA DERECHA HEGELIANA.

En atención á que debemos ocuparnos más adelan-


K
te de los partidarios del indicado materialismo, omi-
La derecha hegeliana abraza dos direcciones: una
timos aquí sus nombres, aunque tienen legítimo de-
propiamente filosófica , cuyos representantes , partien-
recho para formar entre los representantes de la iz-
do del punto de vista hegeliano acerca de la identidad
quierda hegeliana ; porque, en realidad de verdad, el
entre lo ideal y lo r e a l , y aceptando algunas de sus
positivismo materialista de nuestros días bien puede
principales ideas, esforzáronse, sin embargo, y t r a -
considerarse como una prolongación y desarrollo de las
taron de poner el panteísmo de Hegel en relación y
doctrinas y tendencias propias de la izquierda hege-
contacto con el teísmo personal, y alguno de ellos has-
liana.
ta con el teísmo cristiano. Así es que esta dirección
Por lo demás , esta última escuela tuvo y tiene r e - de la derecha hegeliana puede considerarse como un
presentantes, no sólo en el terreno propiamente filosó- ensayo de transformación del sistema de Hegel en sen-
fico, sino también en el literario y en el político-social, tido teísta, y como un movimiento de aproximación á
como lo prueban los nombres d e G u t z k o w , Steine, las tesis fundamentales de la metafísica cristiana refe-
Schefer , Mundt, Heinzen, Blum , Marx, con otros rentes á la existencia personal y atributos de Dios, á la
muchos , sin contar á Proudhon , de quien hablaremos
inmortalidad del alma humana y á la existencia de la
después.
vida futura.
En resumen : el movimiento hegeliano, tomado en Los principales representantes de esta fase de la
conjunto y abstracción hecha de la diversidad de ma- derecha hegeliana, son:
tices y tendencias, es uno de los m á s universales que a) Hermann Fichte, autor de varias obras escritas
registra la historia de la Filosofía. Porque la verdad es
en este sentido, y entre ellas su Antropología ó Doctri- se quiere, en la esfera de la intuición de la identidad
na acerca del alma humana , desenvolvimiento y con- absoluta.
firmación de la que había escrito años antes, rotula- No pocos teólogos protestantes, entusiasmados
da: Ztf idea de la personalidad y de la permanencia in- grandemente con esta teoría hegeliana acerca de la uni-
dividual. dad substancial y la diferencia accidental entre la r e -
I) Ulrici, el c u a l , después de escribir acerca del ligión y la ciencia, tomáronla por punto de partida
principio y el método de la Filosofía de H e g e l , la des- para sus especulaciones, levantando sobreestá base
envolvió en sentido contrario al panteísmo rígido, y construcciones más ó menos sistemáticas é ingeniosas
con tendencia al teísmo en varias de sus obras, en- para establecer y demostrar la más perfecta concordia
tre las cuales merecen citarse en este concepto la que entre la Filosofía y la Teología cristiana, la armonía
lleva por título Dios y la Naturaleza, y la que tiene completa y la casi identidad entre la ciencia humana
por epígrafe Cuerpo y Alma. y el dogma divino. Como era de suponer, estas tenta-
c) Weisse, el c u a l , en su Dogmática filosófica, ó tivas para armonizar la Filosofía hegeliana con la doc-
Filosofía del Cristianismo, intentó idealizar los dog- trina del Evangelio y para explicar los dogmas y mis-
mas cristianos en sentido hegeliano, pero dándoles terios del Cristianismo con la idea de Hegel, dieron
una significación más n a t u r a l , más científica y más por resultado una especie de sincretismo híbrido, en
aproximada á la realidad histórica. En su Idea de la que el contenido real y el valor histórico de los dog-
Divinidad y en sus Fundamentos de la Metafísica, mas cristianos se desvanecen, anulados y absorbidos
Weisse discurre en sentido más deísta y más cristia- por las fórmulas de la concepción idealista del filósofo
no que su inspirador y maestro Hegel. de Stuttgardt. En este concepto, estafase de la derecha
La otra dirección ó fase contenida en la derecha hegeliana puede apellidarse el antecedente, la prepa-
hegeliana es la dirección que pudiera llamarse filosó- ración lógica de la teología semiracionalista de Bruno
fico-teológica, la cual aspira á conciliar la Filosofía con Bauer y de la escuela crítica de Tubinga, cuya última
la Teología, é i n t e n t a exponer y afirmar los dogmas re- y lógica consecuencia es ese protestantismo liberal de
velados por medio de la doctrina de Hegel. El filósofo nuestros días, que apenas conserva del Cristianismo
de Stuttgardt había dicho que el objeto y el contenido más que el nombre.
real de la idea religiosa y de la idea filosófica son s u b s - Los principales representantes de la fase filosófico-
tancialmente idénticos, distinguiéndose sólo entre sí teológica de la derecha hegeliana, son:
de una manera accidental, por cuanto que la idea re- a) Daub, el cual, después de haberse inspirado
ligiosa, la religión, se mueve en la esfera de la imagen sucesivamente en Kant y en Schelling, en la última y
ó del símbolo, al paso que la Filosofía ó ciencia a b s o - más importante etapa de su vida intelectual, abrazó
luta se mueve en la esfera de la realidad objetiva , ó, si con entusiasmo las ideas de Hegel, y dedicó todas s n '
fuerzas y escritos á exponer y aplicar la especulación v a , sino que, en su calidad de profesor, dedicó un
hegeliana á la teología y á los dogmas del cristianis- curso especial á exponer y enseñar la aplicación de la
mo. Así es que el teólogo alemán , después de afirmar Filosofía de Hegel á la Teología.
que Dios se revela á sí mismo en la razón del hombre, En conformidad y armonía con sus ideas y convic-
añade que esta revelación de Dios en el espíritu hu- ciones hegelianas , Marheineke enseña que la idea de
mano es la que constituye la esencia, ó al menos el Dios, que es la idea madre de la Teología, no es una
fundamento inmediato de la religión, la cual viene á simple representación, sino que es la misma esencia
ser la conciencia que Dios tiene de sí mismo en el divina inmanente en el pensamiento del hombre, y
hombre. Esta conciencia, y por consiguiente la reli- que, así como la ciencia absoluta ó general es el des-
gión, tomada en general, está sujeta á vicisitudes, y arrollo lógico de la Idea, así la ciencia dogmática ó teo-
reviste diferentes formas y caracteres, en armonía con lógica es el desenvolvimiento de la Idea considerada
las condiciones de las edades y de los pueblos, hasta como Dios. É s t e , ó, mejor dicho, la Idea-Dios conside-
llegar á la religión cristiana, en la cual y con la cual rada en su existencia abstracta, ó sea como substancia
adquiere la forma perfecta y definitiva , y reviste el infinita en s í , indiferente é impersonal, forma el objeto
carácter de religión de lo" Absoluto. de la primera parte de la ciencia dogmática. La segun-
Á este tenor, Daub sigue exponiendo, ó, digamos da trata de la Idea divina , segúu que se manifiesta en
mejor, desfigurando los dogmas cristianos; y al entre- el Hijo , en el mundo y en el Hombre-Dios ó el Cristo;
garse á esta t a r e a , hace caso omiso de la Sagrada E s - y, finalmente , la tercera parte de la ciencia dogmática
critura y de la crítica histórica , para atenerse casi ex- tiene por objeto el conocimiento de Dios como Espíritu
clusivamente á la especulación hegeliana. absoluto y universal, en el cual, y por medio del cual,
i) Marheineke es acaso el representante más ge- la Idea adquiere la conciencia definitiva y absoluta de
nuino y el más completo de la fase filosofico-teològica sí misma en la Iglesia.
de la derecha hegeliana. Durante la primera mitad de El Cristianismo es la síntesis de lo finito y lo in-
su vida literaria, su pensamiento se mantuvo flotante finito, y su carácter esencial es la divinización del
entre Schelling y Schleiermacher, inspirándose simul- hombre y la humanización de Dios, las cuales son co-
táneamente en los dos y en Kant ; pero á contar desde rolarios lógicos de la identidad real y primitiva entre lo
1820, y sobre todo á contar desde la segunda edición, finito y lo infinito. Dios y el hombre son dos elemen-
en 1827, de su obra capital en este terreno : Doctrinas tos de la Idea, dos fases del espíritu absoluto. El estado
fundamentales de la dogmática cristiana considerada de inocencia es la identidad primitiva del espíritu
como ciencia, Marheineke aparece completamente ins- finito y del infinito , según que éste todavía no se halla
pirado y dominado por la Filosofía hegeliana, la cual, «n posesión de la conciencia.
no sólo es para el teólogo alemán la Filosofía definiti- La creación es eterna, como lo es la Idea, pues ésta,
TOMO IV. FI
sin la creación que le da cuerpo en la naturaleza y vida
consciente en el hombre , sería una mera abstracción.
I 15-
Esto quiere decir, en buenos términos, que no hay
más creación que la evolución dialéctica de la Idea en
LA IZQUIERDA H E G E L I A N A . .
la lógica, en la naturaleza y en el espíritu.
Á este tenor, Marheineke sigue exponiendo en sen-
tido hegeliano el misterio de la Trinidad, el pecado Cuando la fermentación de los espíritus, provocada
original, la Encarnación , y los demás dogmas p r i n c i - por la aparición de algún gran sistema filosófico , da
pales del Cristianismo , siendo excusado advertir que origen á direcciones ó escuelas diferentes , suele acon-
su Cristologia es una Cristologia esencialmente hege- tecer que esas direcciones , que en sus primeros pasos
liana. eran divergentes y encontradas , con el transcurso del
c) La dirección hegeliana teológica iniciada por tiempo y el choque de las ideas se hacen paulatina-
Daub y desarrollada en grande escala por Marheineke, mente convergentes y afines, hasta que una de ellas,
fué también aplicada y defendida por otros varios e s - sobreponiéndose á la otra , la vence, y la absorbe y la
critores alemanes, entre los cuales sobresalen Goés- anula , ó transforma en su propia substancia.
chel, cuya interpretación de los dogmas cristianos, Esto es lo que puede decirse que sucedió con la Fi-
aunque hegeliana en el fondo, se acerca más á la v e r - losofía hegeliana. Solicitada al principio en sentido
dad teológica, y no es tan panteista é idealista como la opuesto por la derecha y por la izquierda, esta última
de Marheineke. Lo mismo puede decirse de Rosen- absorbió por fin á la primera. Ni podía suceder de otra
hranz, uno de los discípulos más entusiastas de Hegel,, m a n e r a ; porque si las cosas caen del lado á que se in-
y uno de los que con mayor habilidad supo aplicar los clinan, la derecha hegeliana, que llevaba en su seno el
principios de su Filosofía á la ciencia teológica. Schaller, panteísmo y el racionalismo naturalista , debía incli-
sin perjuicio de inspirarse en la Filosofía de Hegel, como narse y caer definitivamente del lado de la izquierda,
los demás representantes de la derecha hegeliana, en su concluyendo por identificarse con ésta. El simbolismo
Cristo histórico combatió las exageraciones y las teo- científico de Marheineke y la aplicación de las catego-
rías místicas de Strauss. Finalmente, Easse ensayó rías hegelianas al dogma y aun á la historia del Cris-
aplicar, ó, digamos mejor, explicar la historia de la tianismo, que hicieron algunos representantes de la de-
Iglesia por medio de las categorías lógicas de la Idea recha , impulsaban ya á ésta hacia la izquierda ; pero
hegeliana. esta impulsión convirtióse en rápido descenso hacia la
misma bajo la pluma de Bruno Bauer y con los trabajos
de la escuela de Tubinga.
Los rudos golpes descargados por el primero contra
la Teología cristiana, no menos que sus sátiras contra su Vida de Jesús, que produjo sensación profunda y
las tendencias abstractas y los idealismos metafísicos provocó vivas polémicas en la Alemania. E n esta obra,
y teológicos del pensamiento alemán , estrecharon las que viene á ser una evolución progresiva de la escuela
distancias entre la derecha y la izquierda hegelianas, de Tubinga, Strauss ataca al sobrenaturalismo cris-
inclinando la balanza hacia la última. tiano en su misma raíz, intentando probar que los h e -
Los trabajos histórico-críticos de la escuela de Tu- chos narrados en el Evangelio son mitos más ó menos
binga, y principalmente los de su jefe Baur, acortaron fundados y más ó menos poéticos. El Cristo mismo
más y más estas distancias, hasta que la derecha h e - de los Evangelios, el Hombre-Dios de los Apóstoles y de
geliana concluye lógicamente por dar la mano á la iz- los primeros cristianos, lo mismo que su Encarnación
quierda, y confundirse con ésta en la persona y escri- divina, su resurrección, ascensión y demás milagros,
tos de Strauss, como veremos luego. Sabido es que la se reducen á mitos y alegorías, producto de la imagi-
crítica naturalista y sistemática de la escuela de Tu- nación y leyendas del pueblo, y carecen de realidad
binga acerca de los fundamentos y fuentes del Cristia- histórica.
nismo, vino á parar á su última y legítima conclusión, Á consecuencia de los vigorosos ataques que contra
que es la negación de lo sobrenatural; y la negación de la Vida de Jesús dirigieron muchos teólogos, no sólo
lo sobrenatural es la premisa propia, ó , mejor dicho, católicos, sino protestantes, entre los cuales sobresa-
es ya la primera etapa de la izquierda hegeliana. len Hengstenberg, Miiller y Ullmann , Strauss modi-
ficó algunas de sus afirmaciones, haciendo ciertas
concesiones á sus adversarios; pero las persecuciones
y dificultades que experimentó por parte de los pode-
res públicos y de los centros de enseñanza, exacer-
STRAUSS. bando su orgullo y sus iras, fueron causa de que en la
cuarta edición de su obra retirara todas las concesio-
Nació Strauss (David Federico) en el año de 1808, nes hechas en las precedentes ediciones, y de que se
y después de hacer sus primeros estudios académicos expresase en sentido más racionalista , más negativo
en el seminario de Blaubeuren, pasó á Tubinga, donde y radical que en la primera edición.
la lectura de la Fenomenología de Eegel le inspiró bas- Á contar desde este momento, S t r a u s s , que hasta
tante entusiasmo por este filósofo, y hasta se supone entonces se había movido y agitado dentro de la esfera
que hizo un viaje á Berlín con el objeto de conocer y racionalista de la escuela de Tubinga, apropiándose
tratar al gran filósofo, objeto que no pudo realizar por sus tendencias y matices más avanzados, realiza pau-
haber muerto Hegel en aquellos días. latinamente y por grados su transición á la izquierda
Sea de esto lo que quiera, Strauss publicó en 1835 hegeliana, ora acentuando cada vez más sus negacio-
nes acerca de Jesucristo y de su obra religiosa, ora
su sistema hace innecesaria la existencia del mila-
tendiendo á divinizar la humanidad y sustituir su culto
gro, es decir, la acción trascendente de un Dios per-
y adoración al culto y adoración de Dios.
sonal, consciente y creador del mundo y de la vida.
Impulsado por la fuerza de las cosas y por la lógi-
d) Que la unión del alma humana con el cuerpo
ca , Strauss concluyó por establecer sus reales en el
es de tal naturaleza y tan indisoluble, que la primera
centro mismo de la izquierda hegeliana, haciéndose
no puede , concebirse ni menos existir sin el segundo.
eco de las ideas y aspiraciones más avanzadas y radi-
Todo lo que se concibe como inmaterial ó incorpóreo
cales de esta escuela. Porque la verdad es que La an-
es nada, carece de realidad. De aquí se deduce que la
tigua y la nueva f e , libro publicado por nuestro autor
pretendida espiritualidad del alma, que sirve de base
en 1872, es un programa de ateísmo, una profesión de
para la prueba de su inmortalidad, es una ilusión sen-
fe inspirada en el materialismo y por el materialismo.
cilla, por no decir estúpida, de la imaginación , como lo
Aquí se afirma y enseña de la manera más explícita:
es la idea de Dios como ser personal, libre y distinto
a) Que la existencia de un Dios personal, cons-
substancialmente del mundo.
ciente, superior y distinto del mundo y del hombre,
e) Que por lo mismo son también erróneas, y deben
es una ilusión antropomórfica, el resultado de la igno-
considerarse como ilusiones interesadas y egoistas, las
rancia y terror de los hombres en presencia de las
ideas y convicciones acerca de la existencia de una
grandes fuerzas de la naturaleza.
vida futura en que el hombre reciba el premio ó castigo
b) Que no hay más Dios que el universo, es decir,
de sus obras durante la vida actual. El temor de la
una colección infinita de globos que se suceden unos
muerte, es temor vano y ridículo, porque el hombre
á otros en la eternidad del tiempo y en la infinidad del
al morir no hace más que entrar en posesión de otra
espacio, todo ello con sujeción á leyes necesarias y
fase de la vida universal, persevera con otra forma en
eternas, y con sujeción también á una serie i n n u m e -
el Cosmos infinito, y reaparece como un modo nuevo
rable de cambios, vicisitudes, estados, gradaciones,
del Ser-Todo, del Ser-Universo en el ciclo eterno é in-
nacimientos, períodos de desarrollo, y destrucciones
finito de sus evoluciones.
de esos globos y de la vida en los mismos.
Antes de concluir, queremos llamar la atención del
c) Que el origen de la vida en nuestro globo, la lector sobre la afinidad relativa que existe entre la con-
formación de las especies vegetales y animales, lo cepción filosófica de Strauss y la de Hegel, afinidad que
mismo que el origen y constitución del hombre, se ve- justifica en cierto modo la denominación de hegeliana
rificaron en la forma y por las causas que señala Dar- atribuida á la izquierda , cuyas ideas coinciden con las
w i n , autor á quien Strauss ensalza hasta las nubes, del materialismo y el ateísmo. Para venir á defender
porque nos dió la clave para explicar el enigma de la estas ideas, bastóle á Strauss atribuir y aplicar al Uni-
vida por medio de la lucha por la existencia, y porque verso lo que Hegel atribuye y aplica á la Idea, con
algunas modificaciones y adiciones tomadas del darvvi- Berlín cuando sólo contaba veinte años de edad , con
nismo. En este concepto, el hegelianismo es el precur- el objeto de conocer y tratar personalmente al autor
sor más legítimo, y la izquierda hegeliana es la madre de la Fenomenología y oír sus lecciones. Después de
real, aunque no única , del materialismo c o n t e m - la muerte de Hegel, mientras que los teólogos y filó-
poráneo. sofos de la derecha comunicaban al hegelianismo una
Por lo demás, ya dejamos indicado que la vida y dirección relativamente cristiana y sabor teista y es-
los escritos de Strauss contienen el punto de intersec- piritualista, Feuerbach, comunicándole una dirección
ción, ó, digamos mejor, que representan la transición en sentido inverso, deducía de aquél, acaso con más
desde la derecha á la izquierda hegeliana. Á su Vida de lógica que los primeros , la antropolatría y el sensua-
Jesús, á su Dogmática y á algunos otros escritos que lismo materialista, y , como consecuencia última , las
todavía se mueven en los confines de las dos direccio- negaciones más radicales acerca del Cristianismo.
nes, sucede, por último, después de varios ensayos E n 1839 publicó un trabajo Sobre la Filosofía y el
preparatorios, La antigua y la nueva f e , que viene á ser Cristianismo, en el cual establece que la Filosofía h e -
y es el testamento materialista de su autor. geliana es incompatible con el Cristianismo, allanando
de esta manera el terreno y preparando los ánimos
para su obra capital La esencia del Cristianismo, que
I es como la expresión genuína y más completa de su
pensamiento filosófico.
OTROS R E P R E S E N T A N T E S DE LA IZQUIERDA H E G E L I A N A . La religión, dice Feuerbach en este libro y en a l -
gunos posteriores , no es más que una alucinación del
Por su importancia literaria, por el número de s u s espíritu h u m a n o , ó, digamos mejor, del hombre, el
escritos y por el ruido y fermentación que produjeron, cual, en su deseo innato de elevarse y de g o z a r , se
Strauss merece figurar ciertamente á la cabeza de los objetiva á sí mismo, traslada á un objeto que no existe
representantes de la izquierda hegeliana, pero no es fuera del hombre sus propios deseos , las aspiraciones
el único ni el primero en el orden cronológico. egoístas del corazón. De aquí es que el hombre se ado-
Al lado de Strauss, y algunos de ellos antes que ra y glorifica á sí mismo cuando se hace la ilusión de
Strauss, cultivaron y desarrollaron las doctrinas y adorar y glorificar á Dios. Luego no hay más Dios real
tendencias de la izquierda hegeliana, los siguentes, sin y objetivo que el hombre , ni más religión que el h u -
contar otros de menos nombre : manismo , ni más ciencia teológica que la antropolo-
a) Feuerbach (1804-1872), el cual, después de es- gía. Si el hombre se distingue en algo de los brutos, es
tudiar teología en Heidelberg, donde Daub le comu- precisamente porque tiene la facultad de objetivarse,
nicó su entusiasmo por la Filosofía de Hegel, pasó á de conocerse y de adorarse como Dios, y la ciencia
algunas modificaciones y adiciones tomadas del d a r w i - Berlín cuando sólo contaba veinte años de edad , con
nismo. En este concepto, el hegelianismo es el precur- el objeto de conocer y tratar personalmente al autor
sor más legítimo, y la izquierda hegeliana es la madre de la Fenomenología y oir sus lecciones. Después de
real, aunque no única , del materialismo c o n t e m - la muerte de Hegel, mientras que los teólogos y filó-
poráneo. sofos de la derecha comunicaban al hegelianismo una
Por lo demás, ya dejamos indicado que la vida y dirección relativamente cristiana y sabor teista y es-
los escritos de Strauss contienen el punto de intersec- piritualista, Feuerbach, comunicándole una dirección
ción, ó, digamos mejor, que representan la transición en sentido inverso, deducía de aquél, acaso con más
desde la derecha á la izquierda hegeliana. Á su Vida de lógica que los primeros , la antropolatría y el sensua-
Jesús, á su Dogmática y á algunos otros escritos que lismo materialista, y , como consecuencia última , las
todavía se mueven en los confines de las dos direccio- negaciones más radicales acerca del Cristianismo.
nes, sucede, por último, después de varios ensayos E n 1839 publicó un trabajo Sobre la Filosofía y el
preparatorios, La antigua y la nueva f e , que viene á ser Cristianismo, en el cual establece que la Filosofía h e -
y es el testamento materialista de su autor. geliana es incompatible con el Cristianismo, allanando
de esta manera el terreno y preparando los ánimos
para su obra capital La esencia del Cristianismo, que
I es como la expresión genuína y más completa de su
pensamiento filosófico.
OTROS R E P R E S E N T A N T E S DE LA IZQUIERDA H E G E L I A N A . La religión, dice Feuerbach en este libro y en a l -
gunos posteriores , no es más que una alucinación del
Por su importancia literaria, por el número de s u s espíritu h u m a n o , ó, digamos mejor, del hombre, el
escritos y por el ruido y fermentación que produjeron, cual, en su deseo innato de elevarse y de g o z a r , se
Strauss merece figurar ciertamente á la cabeza de los objetiva á sí mismo, traslada á un objeto que no existe
representantes de la izquierda hegeliana, pero no es fuera del hombre sus propios deseos , las aspiraciones
el único ni el primero en el orden cronológico. egoístas del corazón. De aquí es que el hombre se ado-
Al lado de Strauss, y algunos de ellos antes que ra y glorifica á sí mismo cuando se hace la ilusión de
Strauss, cultivaron y desarrollaron las doctrinas y adorar y glorificar á Dios. Luego no hay más Dios real
tendencias de la izquierda hegeliana, los siguentes, sin y objetivo que el hombre , ni más religión que el h u -
contar otros de menos nombre : manismo , ni más ciencia teológica que la antropolo-
a) Feuerbach (1804-1872), el cual, después de es- gía. Si el hombre se distingue en algo de los brutos, es
tudiar teología en Heidelberg, donde Daub le comu- precisamente porque tiene la facultad de objetivarse,
nicó su entusiasmo por la Filosofía de Hegel, pasó á de conocerse y de adorarse como Dios, y la ciencia
consiste en reconocer que Dios no es más que un nom- bach concluye por afirmar que «sólo existe aquello
bre nuevo y especial que el hombre se da á sí mismo cuya existencia produce goce y cuya no existencia
al objetivarse , pero sin realidad distinta del hombre. produce sentimiento en nosotros», y que el hombre no
Si las masas y el vulgo adoran á Dios y le dan culto es más que lo mismo que come ( Was der Mensch ist,
como á un Ser Supremo superior al mundo y distinto das ist er), ó se identifica con su comida.
de los demás seres, es porque ignoran que Dios, como b) Max Stirner, en su libro titulado El ser único y
esencia distinta del hombre , es un nombre vano; es su propiedad (Der Einzige und sein Eigeníhum), epí-
porque la ciencia no les ha enseñado que Dios es una grafe que otros traducen: El individuo y su propiedad,
mera objetivación del hombre, y que éste es único Ser desenvolvió en sentido más radical todavía las ideas
supremo real y verdadero. de Feuerbach, principalmente en lo que se refiere á la
Las íntimas y necesarias relaciones que existen divinización del hombre y á la consiguiente negación
entre la negación de Dios y la negación del esplritua- de Dios.
lismo cristiano, debían arrastrar, y arrastraron efec- Para Stirner, el hombre lo es todo, es el ser supre-
tivamente á Feuerbach á la afirmación del sensua- mo, y sobre el hombre compuesto de materia y de sen-
lismo materialista. «La nueva Filosofía, nos dice en tidos no hay nada. Lo que se llama espíritu es una
sus Fundamentos de la. Filosofía del porvenir, hace ilusión imaginaria sin realidad ni consistencia: el
del hombre,—comprendiendo en éste la naturaleza pensamiento es una de las formas de la m a t e r i a , una
como base del hombre,—el objeto úuico, universal y secreción del cerebro, una emanación sutil de éste,
supremo de la Filosofía ; la antropología, p u e s , c o m - como el perfume que exhala la ñor. Stirner concluye
prendiendo en ésla la psicología , es la ciencia u n i - afirmando que « nada hay real en el mundo más que
versal.» yo y los alimentos que me n u t r e n » .
Pero entiéndase que la antropología á que alude el c) Ruge (Arnaldo, 1802) y Jorge Federico Daumer
filósofo alemán, es una antropología informada por el desenvolvieron las doctrinas de la izquierda hegeliana
sensualismo materialista , toda vez que Feuerbach en sentido más radical aún que Stirner y Feuerbach,
añade que «verdad, realidad y mundo de los sentidos, al menos en el terreno religioso y político-social; pues
son cosas idénticas.... , y que allí donde no hay senti- por lo que hace al filosófico, poco ó nada pudiera a ñ a -
dos, no hay ser, no hay objeto real>>.* dirse. El primero, reproduciendo en toda su crudeza
Aplicando esta doctrina á la estética , el antiguo las antiguas teorías de los atomistas , no ve en la reli-
discípulo y admirador de Hegel nos dice que «el ob- gión más que el producto de un temor supersticioso y
jeto del arle es el objeto de la vista, del oído y del tac- de la astucia de ios sacerdotes. El Cristianismo es una
to». Impulsado por la lógica , y avanzando más y más simple renovación del budismo, y Jesucristo es un
en el camino de la materia y de los sentidos, Feuer- mito figurativo de la lucha entre el estío y el invierno,
de la oposición entre la luz abundante y duradera del dicalismo religioso, político-social y filosófico que tanto
verano y las tinieblas ó falta de luz en el invierno. agita y preocupa hoy á los hombres y los pueblos;
No hay más Ser supremo que el h o m b r e , ni más porque, á través y por razón de la izquierda hegeliana,
bien supremo que el Estado libre, ni más prosperidad este radicalismo representa una de las fases del pro-
y bienes que los que resultan de los adelantos de la in- ceso dialéctico de la Idea , la evolución y revelación
dustria, ni más consuelos y esperanzas eficaces que última de ésta en el triple terreno expresado.
la certeza ó convicción de que todo concluye definiti- Aunque Proudhon pertenece también á la izquierda
vamente con la muerte. hegeliana, nos reservamos exponer sus ideas al hablar
Las ideas de Daumer en la primera época de su de la Filosofía en F r a n c i a , en armonía con el método
vida, coinciden con las de Ruge, y pueden reducirse que nos hemos propuesto seguir en esta última parte
á la afirmación de los goces y de la rehabilitación de de la historia de la Filosofía.
la carne, como elemento único del bien para el hom-
b r e , y como principio único de la religión en lo por- 1 18.
venir.
KRAUSE.
Según queda indicado, estas ideas pertenecen á la
primera época de la vida intelectual de Daumer, el Mientras que el pensamiento hegeliano absorbía la
cual se convirtió después y abrazó la religión católica, atención pública de los hombres de letras , y el nom-
negación radical de semejantes teorías. bre de Hegel servía de centro y de bandera á diferentes
Por lo dicho hasta aquí, se ve que el carácter más escuelas , descendía al sepulcro Krause (Carlos Crist.
general y dominante en la izquierda hegeliana es el Federico), contemporáneo de aquél (1781-1832), y que
odio contra la religión cristiana, odio al cual se subor- representa una fase relativamente nueva del panteismo
dinan y dirigen sus afirmaciones materialistas y ateas. germánico. Su nombre , su sistema y sus escritos (1),
En este concepto, ó desde este punto de vista, bien
(I) Son estos bastante n u m e r o s o s , pudiendo c i t a r s e , eutre los
puede decirse que, aunque la izquierda hegeliana como
más i m p o r t a n t e s , los siguientes : Bosquejos del sistema de Filosofía.
tal, ó sea con su denominación específica, ha dejado de —Sistema de moral.—El ideal de la humanidad.—Lecciones sobre el
existir, existe, sin embargo, y persevera hoy en cuanto sistema de Filosofía.—Sistema de la Filosofía del derecho.—Lecciones
á su esencia, porque su espíritu de odio sectario con- sobre las verdades fundamentales de la ciencia. Sus discípulos Leon-
h a r d i y Liudemann publicaron algunas obras postumas d e su maes-
tra la religión de Jesucristo es el que palpita en el t r o , á las cuales añadió otras R ö d e r , v entre ellas la que lleva p o r ti-
fondo de la Internacional, de la democracia radical y tulo : Vorlesungen über Rechtsphilosophie für Gebildete aus allen
del nihilismo. Ständen, titulo que no se distiugue ciertamente por la modestia de
sus aspiraciones, y que revela la importancia exagerada , suprema, y
Esto quiere decir que Hegel puede, con razón, ser por ende ridicula, q u e los partidarios de Krause suelen atribuir á la
considerado como precursor y padre legítimo del ra- doctrina de su maestro.
que llamaron m u y poco la atención pública durante la mental del ser y del conocer, ó sea de todas las ver-
vida de Krause y aun después de su muerte, adquirie- dades, como derivadas y contenidas en una verdad
ron cierta importancia relativa, gracias a l a propagan- científica, y de todos los seres, como derivados y con-
da ejercida de algún tiempo á esta parte por algunos tenidos ó fundados en un ser.
adeptos y partidarios de su doctrina. Traída ésta á Es- El método para construir esta ciencia una y ente-
paña por Sanz del Río, sostenida y propagada por sus ra, apellidada también por Krause armonismo y sinte-
discípulos, y acaso más todavía por el espíritu racio- tismo absoluto (absoluter Synthetismus), abraza dos
nalista y anticatólico que lleva en su s e n o , cuenta procedimientos ó caminos, el analitico ó subjetivo, y el
también con partidarios más ó menos celosos y fieles sintético ú objetivo. Con auxilio del primero , nuestra
en Bélgica y Alemania, distinguiéndose entre ellos, razón se eleva paulatinamente por medio de conceptos
además de los ya citados , Leonhardi, Lindemann, Alt- precientíficos y de percepciones más ó menos claras de
meyer, Oppermann, R o d e r , Bouchitté, Ahrens , T i - los sentidos, desde el y o , primer principio cronológico
berghien, con algunos otros. y elemento subjetivo del movimiento constructor de la
Las líneas generales del sistema filosófico de Krau- ciencia, hasta Dios, principio uno y lógico, objeto uno,
se pueden reducirse á lo siguiente : fundamental y universal de la ciencia.
La ciencia, si ha de ser digna de este nombre, si El punto de partida en el procedimiento analítico,
ha de ser verdadera ciencia, debe ser una y entera, y por consiguiente de la ciencia, el tema fundamental
debe constituir un todo orgánico (ein organisches Gan- (die Grundaufgube) para llegar al principio esencial de
ze), informado y vivificado por un solo principio, el la ciencia una y entera, es la intuición del yo (die Ans-
cual sea á la vez principio del ser y del conocer; por- chauag des Ich); pero entiéudase bien , no del yo como
que la unidad de la ciencia sólo puede ser unidad ver- cuerpo, ni corno espíritu, como activo y como pasivo,
dadera , á condición de que el objeto fundamental de la como cosa pensante, sensitiva ó volitiva (die Grunds-
ciencia sea también uno y solo uno (Gegensland einer, chauund Ich, auch nicht bezeichnét iverden durch : Ich
und nur einer ist); pero no debe creerse por eso que la denke, ich empfinde, ich mili), como sujeto ó como
ciencia y su objeto excluyen ó niegan la pluralidad y objeto, sino del yo puro é indeterminado.
variedad ; porque en un todo orgánico la unidad del Analizando, determinando y comparando lo que la
principio vital y de la ciencia no excluye la variedad conciencia, la razón y la experiencia descubren dentro
de manifestaciones de la vida , ni la pluralidad de fe- y fuera del y o , adquiere el hombre la convicción, bien
nómenos , ni siquiera la de miembros. que antecientífica, ó , si se quiere, la presunción de la
Infiérese de lo dicho que la función propia, ó di- existencia de la Razón ó Espíritu, de la Naturaleza y
gamos el constitutivo de la ciencia, consiste en el co- de la Humanidad, los cuales constituyen tres esferas
nocimiento de la cosa que es principio uno y funda- ó reinos del ser, infinitos cada cual en su género, y
conteniendo cada cual un número infinito de seres de
naciones la Naturaleza, el Espíritu y la Humanidad;
su orden; por ejemplo, el número de los espíritus de manera que Dios, como Ser uno y absolutamente
finitos contenidos en el Espíritu , es infinito. infinito, es todo lo que existe (dieses Eine unendliche
Este triple concepto del Espíritu, la Naturaleza y Wesen aitch A lies ist, roas ist), es el Ser-Todo, fuera del
la Humanidad , al cual llega el entendimiento por evo- cual nada es.
luciones lógicas, aunque precientíficas, hace surgir Una vez colocados en la intuición del Ser ó de Dios,
espontáneamente la presunción ó presentimiento (Wir término del movimiento analítico y principio á la vez
ahnen) de la necesidad de un ser infinito, absoluto y del sintético, y, por consiguiente, lazo común de los
superior por ende á los tres seres expresados, en el cual dos, Krause y sus discípulos, marchando por la vía
y por el cual tengan su fundamento uno (1) y su esen- sintética, esfuérzanse en transformar en conclusiones
cia : este ser no es otro que el mismo Dios, cuya esen- científicas las anteriores presunciones ó anticipaciones
cia es toda esencia, y fuera del cual nada es, ó sólo subjetivo-científicas , mientras q u e , por otra parte, se
existe la nada: Wir Gott erhennen ais das ganze We- lisonjean de construir la ciencia una y entera como
sen, ausserdem gar Nichts ist. organismo sistemático y completo de la verdad, en re-
Aquí termina el procedimiento analítico , ó sea el lación y armonía con el organismo sistemático del ob-
processus subjetivo-analítico , y comienza elprocessus jeto ó del ser. El fundamento uno, idéntico y esencial
objetivo-sintético , que constituye la parte más impor- de este doble organismo, es Dios, organismo infinito
t a n t e , la parte verdaderamente importante del sistema y absoluto del ser y del conocer.
krausisla, y á la vez su parte más flaca. Sin saber cómo Como aplicaciones y deducciones de este principio,
ni por qué, por una transición completamente gratuita Krause y su escuela establecen, entre otras, las tesis
y arbitraria, el simple presentimiento precientífico de siguientes, sin contar las que se indicaron al hablar
Dios, como fundamento esencial de los tres seres indi- del procedimiento analítico:
cados , como esencia una y toda, de la cual son deter- a) Dios es la esencia u n a , infinita y total, fuera
minaciones necesarias y esenciales, el E s p í r i t u , la de la cual nada h a y : es el Ser indeterminado é infinito,
Naturaleza y la H u m a n i d a d , se convierten repentina- todo el ser , y, por consiguiente, es todo l o q u e e s , rea-
mente en intuición de Dios (Schauung Gottes), esencia lidad ó esencia inmanente en todas las cosas (il est tout
una , infinita y absoluta, de la cual son meras determi- ce qui est, il est immdnerit en loutes choses): si bien,
cuando este ser es comparado con la Naturaleza, el
(1) «Ahnen w i r dann ein höheres Wesen über i h n e n , ein Ur- Espíritu y la Humanidad, en cuanto representan esen-
wesen ; w i r a h n e n , dass Geist und Leib und Menscheit in einem un- cias determinadas y finitas, puede decirse trascendente
bedingten und unendlichen Wesen sind , in Gott, verursacht durch y distinto del mundo. Sin embargo, esta trascendencia
Gott, vereint auch durch Gott als Urweseu.» Vorselurigen über
y distinción tienen más de nominales que de reales,
Rechtsphilosophie, herausg. von Röder, 4847, päg. 138.
TOMO IV. 7
toda vez que la relación del mundo con Dios es como* misma v i d a , y que Dios se determina á sí mismo pe-
la relación de la parle al lodo (de la partie au tout), lo rennemente en el tiempo, realizando su propia esencia
cual excluye la verdadera trascendencia, y no se puede por medio de determinaciones infinitas : Gott selbst bes-
decir que el mundo es otro con respecto á Dios. Pour timmt sich stetig in der Zeit, seine eigene Wesenheit in
la Nature ily aun autre, c'est V Esprit; pour Dieu il unendlicher Bestimmtheit darzustellen.
n'y en a point. d) La libertad humana ó finita, puesto que es un
b) Así como la esencia de Dios , considerada como desarrollo y realización de la esencia y vida de Dios,
esencia u n a , entera é infinita, contiene en sí todos los es producida eternamente en Dios y por Dios (emig
seres finitos, no ya sólo como la causa al efecto, sino verursacht in und durch Gott) 5 de donde se infiere que
como el todo á la parte, y como ser idéntico y no-otro hasta el mal uso de aquella libertad es producido ó
respecto del mundo, así también es una vida, y siendo causado en Dios por Dios: Ist hier offenbar, dass auch
además el organismo de lodos los seres finitos (in sich der Misbrauch endlicher Freiheit auf endliche Weise
seiend der Gliedbau aller Endwesen), sigúese de aquí in Gott durch Gott verursacht sei.
que la vida de Dios contiene en sí la vida de la razón, El bien es la esencia misma de Dios (seine eigene
de la naturaleza y del espíritu. Pero esla vida una de Wesenheit), esencia que éste realiza en la vida por me-
Dios no es e t e r n a , ni inmutable, sino que, por el con- dio de determinaciones y desarrollos sucesivos y per-
trario, es producida libremente por el mismo Dios, de manentes en el tiempo. Y como quiera que la vida y la
manera que está en un desarrollo ó fíeri continuo (Gott libertad del hombre son una parte, una determinación
verursacht frei das stetige Werden seines Einen Lebens) de la vida y de la libertad de Dios, el bien para el
ó perpetuo; y como quiera que la vida del hombre está hombre consiste en realizar una parte de la esencia de
contenida esencialmente en la vida de Dios, sigúese Dios. De aquí el imperativo categórico ó precepto f u n -
de aquí que vivir, para el hombre, es realizar la esen- damental del orden ético: quiere y obra el bien porque
cia divina, convirtiendo en actual lo posible y virtual es bien, ó sea porque es una parte de la esencia divina
de la misma. La voluntad libre del hombre representa como realizable y realizada en el tiempo : Wolle und
y entraña un poder eterno (porque eterna y divina en vollbringe das Gute, weil es gut ist, d. h. iveil dasselbe
su esencia es la vida del alma), en virtud del cual co- ein Theil ist der in der Zeit erscheinenden Wesenheit
munica existencia y realidad á lo que era puramente Gottes.
posible : Wir die ewige Macht sind, wodurch das Mö- Según queda apuntado , la doctrina expuesta con-
gliche wirklich wird. tiene solamente las líneas generales del sistema krau-
sista. Hacemos aquí abstracción de otros puntos menos
c) Esta teoría de la vida y de su desarrollo en Dios
fundamentales, pero que constituyen aplicaciones y
y en el hombre nada tiene de extraña, toda vez q u e
consecuencias más ó menos inmediatas y lógicas de
Dios es el fundamento temporal (zeitliche Grund) de su
los principios establecidos. Tales son, entre otras, la
nidades parciales distribuidas en los cuerpos celestes:
eternidad de la materia , la negación de la creación ex
«So findet sich, dass die Menschheit vertlieilt ist auf
nihilo, la preexistencia al aeterno de las almas huma-
die einzelnen für sie beioohnbaren Himmelkörper , in
nas , la persecución por parte de las mismas de un ideal
Tlieilrnenschheiten, wovon jede ein selbständiges Leben
infinito y por ende inasequible, el origen espontáneo
führt, aber auch bestimmt ist mit andern Theihnens-
del lenguaje, con algunas otras tesis é ideas semejantes
chheiten verein zu leben.»
que encontramos en Tiberghien , Sanz del Río y otros
Los discípulos de Krause, que han mirado con cierta
discípulos de Krause.
predilección esta teoría de su maestro, no se olvidaron
Entre estas tesis , relativamente secundarias , hay
de sacar las consecuencias y aplicaciones á que se
una sobre la cual debemos llamar la atención, á causa
presta. Entre éstas es acaso la más importante la ne-
de sus relaciones con esa superstición de nuestros días
gación de la inmortalidad del alma en el sentido propio
que se llama espiritismo. Tal es la que se refiere á la
de la palabra, y la consiguiente negación de la vida
existencia y transformaciones de las almas humanas
eterna futura como recompensa y premio de la virtud
en diferentes puntos del espacio y del tiempo, á la exis-
practicada en la vida presente. Porque si esta vida no
tencia de humanidades parciales en los diferentes cuer-
es más que una de las etapas infinitas que nuestra alma
pos celestes, en los cuales se verifica el desarrollo
debe recorrer á través de mundos infinitos y de t r a n s -
progresivo y gradual de la vida humana , pero en rela-
formaciones sin término, claro es que la inmortalidad
ción y unión con las demás humanidades (eine jede
personal, en el sentido propio de la palabra, es la pose-
Theilmenschheit auf jeder Stufe ihrer Leben enwicke-
sión de la felicidad perfecta y última del hombre que
lung mit andern Theihnenschheiten des Himmels in
no puede verificarse nunca. El mismo Sanz del Río, al
Verbindung lebe) parciales, de manera que la humani-
comentar el Ideal de la humanidad de su maestro, nos
dad universal se halla distribuida y como diseminada
dice expresamente que está «destinada á nacer y r e -
en los astros habitables , en los que cada humanidad
nacer y revivir infinitas veces en infinitos mundos;
parcial posee una vida relativamente independiente y
jamás alcanzará el fruto último, la posesión absoluta
propia , pero teniendo á la vez conciencia de su unión
de su objeto en el sentido vulgar de la palabra».
(versteht sich in bewuster Verbindung mit andern
Puesto que el alma es inmortal, escribe Tiberghien,
Theihnenschheiten) y relación íntima con las demás
otro de los discípulos más fieles de K r a u s e , debe con-
humanidades parciales , reconociendo que es una parte
tinuar en el cielo el desarrollo adquirido en la vida te-
del todo-humanidad, una fase de la vida universal hu-
rrestre, así como esta es á su vez un desarrollo de otra
mana, la cual es una y la misma considerada como
anterior. «Los hechos de la vida presente, añade, son
vida de la Humanidad, en medio y á pesar de las trans-
la consecuencia de una actividad anterior, como son
formaciones y fases varias que presenta en las huma-
el preludio de una actividad futura. Las tierras celes-
tiales son el teatro de estas vidas sucesivas. Todo se
encadena en el espacio y en el tiempo. Así como la tie- I 19
-
rra no es el mundo todo, así la vida terrestre no es tam-
poco toda la vida.... La tierra es un planeta, y la vida CRÍTICA.
terrestre es una etapa en la serie de los desenvolvi-
mientos del alma.»
En nuestro sentir, la concepción filosófica d e K r a u -
Excusado parece advertir que esta teoría del krau-
se representa un ensayo de conciliación entre el pan-
sismo entraña grande afinidad con ciertas teorías espi-
teísmo y el teísmo cristiano ; y aquí debe buscarse
ritistas, que bien pueden considerarse como conse-
precisamente la causa de su fracaso y de sus errores,
cuencias lógicas del primero. La parte que pudiéramos
porque no podía menos de fracasar una tentativa que
llamar filosófica ó metafísica del espiritismo, consiste
tenía por objeto armonizar , fundir y conciliar cosas
en la hipótesis de que nuestras almas están sujetas á
absolutamente incompatibles é inconciliables. Todos los
una serie sucesiva de encarnaciones y reencarnaciones,
esfuerzos de Krause y de sus discípulos no lograron
de nacimientos y renacimientos, que responden á dife-
ni lograrán jamás llenar el abismo profundo que se-
rentes fases y estados de su actividad. Sin contar que
para al teísmo cristiano del panteísmo. Porque el teís-
esto coincide en el fondo con la teoría expuesta del
mo cristiano, que afirma la pluralidad de esencias fini-
krausismo, el citado Tiberghien nos habla de las e n -
tas y su distinción real y substancial de la esencia y
carnaciones sucesivas del alma (cette loi s'applique
existencia de Dios ; el teísmo cristiano, que afirma la
aussi aux incarnations successives de Vâme)\ afirma
trascendencia perfecta de Dios y su existencia extra-
terminantemente que la muerte es un renacimiento, y
mundana; el teísmo cristiano, que afirma que el mundo
que este renacimiento en un medio diferente, en luga-
y todos los seres que contiene, inclusa la materia, co-
res y condiciones diferentes de las actuales, determi-
menzaron á existir con el tiempo y no desde la eter-
nará una nueva fase de la actividad del alma, así como
nidad , y fueron producidos ó sacados de la nada, lleva
nuestro nacimiento en este planeta está en relación con
consigo la negación radical del panteismo, cuya tesis
el desarrollo actual de nuestra actividad : La mort est
entraña la afirmación de una esencia que constituye el
une renaissance, et cette renaissance dans un autre
fondo esencial de todas las cosas , y fuera de la cual
milieu, aura sans doute les mêmes conséquences pour
no hay esencia ni substancia alguna que sea otra ó
notre activité future , que la naissance pour notre ac-
distinta de aquella; que afirma la inmanencia de la
tivité présente.
substancia divina en el mundo; que afirma la eternidad
de éste y de la materia , y que niega su producción ex
niJiilo. Y el sistema de Krause , que contiene todas es-
m-
tiales son el teatro de estas vidas sucesivas. Todo se
encadena en el espacio y en el tiempo. Así como la tie- I 19
-
rra no es el mundo todo, así la vida terrestre no es tam-
poco toda la vida.... La tierra es un planeta, y la vida CRÍTICA-
terrestre es una etapa en la serie de los desenvolvi-
mientos del alma.»
En nuestro sentir, la concepción filosófica d e K r a u -
Excusado parece advertir que esta teoría del krau-
se representa un ensayo de conciliación entre el pan-
sismo entraña grande afinidad con ciertas teorías espi-
teísmo y el teísmo cristiano ; y aquí debe buscarse
ritistas, que bien pueden considerarse como conse-
precisamente la causa de su fracaso y de sus errores,
cuencias lógicas del primero. La parte que pudiéramos
porque no podía menos de fracasar una tentativa que
llamar filosófica ó metafísica del espiritismo, consiste
tenía por objeto armonizar , fundir y conciliar cosas
en la hipótesis de que nuestras almas están sujetas á
absolutamente incompatibles é inconciliables. Todos los
una serie sucesiva de encarnaciones y reencarnaciones,
esfuerzos de Krause y de sus discípulos no lograron
de nacimientos y renacimientos, que responden á dife-
ni lograrán jamás llenar el abismo profundo que se-
rentes fases y estados de su actividad. Sin contar que
para al teísmo cristiano del panteísmo. Porque el teís-
esto coincide en el fondo con la teoría expuesta del
mo cristiano, que afirma la pluralidad de esencias fini-
krausismo, el citado Tiberghien nos habla de las e n -
tas y su distinción real y substancial de la esencia y
carnaciones sucesivas del alma (cette loi s'applique
existencia de Dios ; el teísmo cristiano, que afirma la
aussi aux incarnations successives de Vâme)\ afirma
trascendencia perfecta de Dios y su existencia extra-
terminantemente que la muerte es un renacimiento, y
que este renacimiento en un medio diferente, e n j u g a - mundana; el teísmo cristiano, que afirma que el mundo
res y condiciones diferentes de las actuales, determi- y todos los seres que contiene, inclusa la materia, co-
nará una nueva fase de la actividad del alma, así como menzaron á existir con el tiempo y no desde la eter-
nidad , y fueron producidos ó sacados de la nada, lleva
nuestro nacimiento en este planeta está en relación con
el desarrollo actual de nuestra actividad : La mort est consigo la negación radical del panteísmo, cuya tesis
une renaissance, et cette renaissance dans un autre entraña la afirmación de una esencia que constituye el
milieu, aura sans doute les mêmes conséquences pour fondo esencial de todas las cosas , y fuera de la cual
no hay esencia ni substancia alguna que sea otra ó
notre activité future , que la naissance pour notre ac-
tivité présente. distinta de aquella; que afirma la inmanencia de la
substancia divina en el mundo; que afirma la eternidad
de éste y de la materia , y que niega su producción ex
niJiilo. Y el sistema de Krause , que contiene todas es-
m-
tas afirmaciones , es un sistema esencialmente p a n - sista , sobreentendiendo que está como la esencia d e -
teista , á pesar de todas sus reclamaciones en contra, terminada y particular en la esencia indeterminada y
de todos sus alardes de panenteismo y del empeño que u n i v e r s a l , como la parte en el todo, como desarrollo
pone en emplear fórmulas de locución semejantes á las substancial é inmanente de la esencia divina ; pero el
empleadas por el teismo cristiano para significar las teismo c r i s t i a n o , si alguna vez dice que el mundo está
relaciones entre el mundo y Dios. en Dios—locución que no suele emplear,—sobreen-
El mundo, dice el krausismo , no está fuera de Dios, tiende que está en Dios como el efecto está virtual-
sino en Dios ; no existe al lado de Dios, sino bajo Dios; mente en la causa , y también en cuanto que Dios con-
no existe por sí m i s m o , sino por Dios (1), y el mundo tiene en la simplicidad de su esencia cuanto hay de
se compara á Dios como el efecto á la causa, como la perfección y realidad en el m u n d o , no por identidad de
parte al todo, como la criatura al creador, lo cual coin- esencia, según supone el k r a u s i s m o , sino de una m a -
cide con la doctrina del teismo cristiano. Por de pron- nera eminente, y por equivalencia, si es lícito hablar
to, el teismo cristiano no admite que el mundo se r e - a s \ , e m i n e n t e r . El mundo no existe al lado de Dios,
fiera ó se compare á,Dios como la parte al todo, añade el krausismo, sino bajo Dios ; y al hablar así,
a) Ya porque para el teismo cristiano, Dios es^ intenta significar que el mundo está bajo Dios, porque
quid simplicissimum, que excluye toda composición de es una determinación particular y finita, pero esencial
partes, aun metafísicas; é interna, de la esencia una divina ; y al decir que no
b) Ya porque la substancia del mundo es absolu- está al lado de Dios , quiere significar que la esencia
tamente distinta y diferente de la substancia divina; del mundo no es una esencia substancialmente dife-
c) Ya también porque la existencia del mundo es rente de Dios, no es una esencia otra de la de Dios.
finita en duración y tuvo principio, mientras que la de Para el teismo cristiano, que tampoco suele emplear
Dios es eterna y sin principio. estas fórmulas de locución , éstas sólo serían acepta-
Añádase ahora que la semejanza entre las fórmulas bles en el siguiente sentido : el mundo no está ó no
del panteísmo y las del teismo cristiano es más a p a - existe al lado de Dios , es decir, no es un ser inde-
rente que r e a l , siendo muy diferente el sentido ó s i g - pendiente de Dios y extraño á su acción , como supo-
nificación que puede y debe atribuirse á algunas de nían los maniqueos; pero sí está al lado de Dios como
ellas. El mundo está en Dios , dice el panteísmo k r a u - ser distinto real, substancial y esencialmente de Dios:
como substancia otra de Dios; el mundo está y es bajo
(1) «Le monde n'est pas hors de D i e u , mais en Dieu ; le monde Dios, porque y en cuanto todo efecto está subordinado
n'est pas par l u i - m ê m e , mais par Dieu. Les rapports du monde avec y es inferior á su c a u s a , porque y en cuanto todo ser
Dieu sont des rapports.... de l'effet à la cause, de la partie aut tout,
rapports de fa créature au créateur.» Tiberghien, Introduc. a la philos. finito está y es bajo el ser infinito, ya porque es menos
et prépar. h la métaphysique, pág. 244. perfecto que éste, ya porque depende del mismo en
cuanto á su origen , existencia y conservación. Y esto que el Dios del panentismo realiza en el tiempo , ó su-
basta para comprender al propio tiempo en qué sentido cesión infinita, su esencia , su divinidad : Gott in der
admite el teísmo cristiano que el mundo es ó existe Einen unendlichen Zeit seine ganze Wesenheit, seine
por Dios , no ciertamente porque el mundo sea un des- ganze Gottheit volhvesenlich darbildet.
arrollo eterno y necesario de la esencia divina , como
Aparte de la tesis panteista que entraña incontesta-
supone el panenteismo, sino porque comenzó á ser en
blemente la concepción de Krause y que constituye su
virtud de la omnipotencia y de la voluntad libre de
vicio radical, hay en esta concepción otro punto flaco,
Dios, y , sobre todo, porque Dios es el que conserva su
cual es la afirmación gratuita de la intuición ó visión
ser, su substancia y sus fuerzas , influyendo y obrando
de Dios. Cuando al llegar al término de la analítica,
continuamente en él, por medio de su poder infinito,
Krause nos habla de la intuición de Dios (Anschaung
según el apotegma de la Teología cristiana: Conserva-
Gottes) como resultado de la ascensión subjetivo-ana-
tio est veluti continuata creatio.
lítica y principio del descenso ó construcción sintética,
Estas indicaciones son igualmente aplicables á las el filósofo alemán supone y afirma lo que necesita para
demás fórmulas tomadas del teísmo cristiano, fórmu- levantar su edificio , pero no demuestra su realidad y
las que suelen aducir ó citar algunos partidarios del existencia, y , por consiguiente, transforma en tesis
k r a u s i s m o , sin tener en cuenta que su significación una hipótesis gratuita y convierte en verdad axiomá-
teístico-cristiana apenas tiene nada de común (1) con tica lo que era sólo un postulado.
la que les atribuye el panenteismo. Porque el Dios del Por lo demás, el sistema filosófico de Krause, mira-
teísmo cristiano es un Dios cuya esencia es perfectísi- do en conjunto , considerado por parte de su método
ma é i n m u t a b l e desde la eternidad, con anterioridad é y de sus elementos históricos é internos, representa
independencia de todo desarrollo en el tiempo, al paso una especie de fusión y conciliación entre el elemento
spinozista (1), el psicologismo cartesiano,—cuya i n -
(1) Cuando en la Escritura se d i c e , por ejemplo: in ipso (Deoj fluencia se descubre á través del procedimiento ó m é -
vivimus, movemur et sumus, esto sólo significa que Dios, además de
ser el autor de la vida , fuerzas motrices y existencia del hombre, y
todo subjetivo-analítico ;—el idealismo panteista é i n -
además de conservarlas perennemente y en cada instante del tiempo, tuitivo de Schelling, cuyas reminiscencias y cuyo e s -
obra , mueve (praemotio physica) ó influye como causa primera en píritu se revelan en la parte analítica y en la concepción
todas las manifestaciones y actos vitales. Y esta interpretación es
igualmente aplicable á la Escritura, cuando dice: Ex ipso, etper ip-
sum, et in ipso sunt omnia; porque , en efecto , todas las cosas fini- (1) Scholten observa , no sin razón, que «el Dios de Krause no
tas son ex ipso, por cuanto que reciben la esencia y la existencia de es otra cosa más que la substancia, cuyos accidentes principales son
Dios, como de su caso ejemplar y eficiente ; per ipsum, por cuanto la naturaleza, el espíritu y la humanidad, asi como para Spinoza
se mantienen en la existencia por razón ó mediante el influjo actual y estos atributos principales se resumen y condensan en el pensamiento
perenne de Dios; in ipso, por cuanto existen en Dios de una manera y la extensión», añadiendo q u e , en este concepto, Hegél y otros r e -
eminente y como el efecto está contenido en la causa. presentantes del panteísmo son superiores á Krause.
teorías y direcciones parciales, que pudieran reducirse
cosmológica de K r a u s e , y , finalmente, el eticismo na- á las siguientes :
turalista de Kant, del cual son encarnaciones y deriva- a) Dirección psicológico-espiritualista, que defien-
ciones evidentes el imperativo categórico de Krause, de la existencia en el hombre de un alma espiritual
lo mismo que sus mandamientos de la humanidad y la distinta de la materia.
mayor parte de sus ideas morales. i ) Dirección psicológico-realista , en la cual el
Hemos dicho arriba que el materialismo y el ateis- elemento psicológico se halla modificado y combinado
mo constituyen la consecuencia última y como la con el realismo metafísico.
evolución final de la Idea de Hegel, á través de la iz- c) Dirección experimental ó científica, que trata y
quierda hegeliana; y aquí podemos decir que la s u - resuelve las cuestiones psicológicas , empleando al
perstición espiritista es la consecuencia y aplicación efecto, y en sentido más ó menos exclusivo, el método
lógica de la humanidad universal de K r a u s e , c o n i a experimental.
única diferencia que el espiritismo, considerado en el Según veremos oportunamente, esta escuela psico-
terreno de la lógica, se halla más cerca del panenteis- lógico-experimental abraza dos ramas ó direcciones,
mo krausiano que el materialismo y el ateismo de la según que concede importancia preferente á las fuer-
concepción de Hegel. zas físicas y químicas (dirección psico-física), ó á los
fenómenos fisiológicos, para explicar el origen , las
formas y el proceso de los fenómenos psicológicos.
| 20.
d) Dirección etnográfica, ó psicología de las razas
humanas , que tiene por objeto estudiar y determinar
LA E S C U E L A PSICOLÓGICA.
la influencia del elemento psicológico en las diferentes
razas humanas, y las manifestaciones de su actividad
Comprendo aquí, bajo este n o m b r e , las teorías ó en la religión, la moral, el arte, la historia, etc.
concepciones más ó menos sistemáticas que apare- Estas cuatro direcciones ó escuelas principales
cieron en los países alemanes después de K a n t , y en contienen y llevan en su seno direcciones secundarias,
las cuales el elemento psicológico, ó aparece en p r i - teorías concretas, matices psicológicos, cuya exposi-
mer t é r m i n o , ó representa por lo menos papel im- ción omitiremos, porque no entran en el objeto y cua-
portante. dro de una historia elemental de la Filosofía, y tienen
E n relación con esto , y más todavía en relación su lugar propio en una historia de la psicología.
con los demás elementos, ora metafísicos, ora e m p í -
ricos , que en las indicadas concepciones y sistemas
entran en combinación con el elemento psicológico,
puede dividirse esta escuela psicológica en varias
z i g , supo apropiarse lo que había de bueno y
Lotze

I 21. verdaderamente científico en estas varias direcciones,


sin incurrir en exageraciones y exclusivismos Lotze
LA ESCUELA PÁLCOLÓGICO-ESPIRITUALISTA.—LOTZE. cultivó las r a m a s principales del saber, y asi lo de-
muestran sus escritos metafísicos (Metapliisil, 1841),
patológicos (A llgemeinePathologie und Therapte, 1842),
La psicología espiritualista en la Alemania de nues- de lógica y fisiología (Logik, 1843; Allgem. Physiolo-
tro siglo ha sido afirmada y defendida por los filósofos qie dei Kórperlichen Lelens), de historia natural y de
adictos al catolicismo y por los representantes filosó- filosofía de la historia (Milrolosmus, Ideen zur Na tur -
ficos déla derecha hegeliana. Como debemos hablar de geschickté, etc., 1856), de estética (Geschichle der Aes-
los primeros más adelante, omitimos aquí sus nom- tlietik in Deutschland), sin contar algunos otros sobre
bres y sus trabajos ; y por lo que hace á los segundos, diferentes materias. Pero lo que constituye su mentó
citados quedan ya al tratar de la derecha hegeliana, á filosófico y su importancia histórico-científica, son os
los cuales deben agregarse los nombres de Perty y de trabajos y escritos sobre psicología, entre los cuales
Harrns, de los cuales el primero en su Antropología sobresale su Psicología general (1), verdadero resumen
y el segundo en su Psicología, defienden, como Ulrici de sus ideas y teorías psicológicas.
y Hermann Fichte, las soluciones principales de la psi- Éstas son esencialmente espiritualistas en el fondo,
cología espiritualista , aunque desviándose más ó me- aunque con algunas desviaciones más ó menos graves,
nos unos y otros del esplritualismo cristiano. como sucede, por punto general, en las cuestiones psi-
Estas desviaciones del esplritualismo psicológico- cológicas y metafísicas, cuando la razón se mueve
cristiano fueron mayores en un filósofo que no hace fuera de la órbita cristiana. Lotze, después de afirmar
mucho que descendió al sepulcro, y cuya doctrina psi- la existencia de Dios, la necesidad de la religión y de
cológica vamos á exponer con la posible brevedad, la moral en sus escritos metafísicos, afirma y prueba
porque así lo reclama su importancia científica, y sus en su Psicología la existencia del alma espiritual en
trabajos en favor de la psicología espiritualista en- el hombre, su distinción del c u e r p o , la irreductibili-
frente de la materialista. dad del pensamiento á las fuerzas físicas ó químicas,
Lotze (Rodolfo Hermann) es el nombre de este no- la existencia del libre albedrío.
table filósofo, que nació en 1817 en Bautzen, y que Pero lo que constituye el verdadero mérito de Lotze,
en 1839 había terminado sus estudios de medicina y ó, digamos, su significación en la historia de la Filo-
de Filosofía. Discípulo por algún tiempo de Wisse,
amigo y compañero de Fechner, y testigo presencial (1) Esta obra es la misma traducida al francés por Penjón con el
del movimiento herbartiano que se verificaba en Leip- titulo de Principes de psychologie physiologique . 1876.
Sofía, no e s , ciertamente, la afirmación de esas verda-
des, sino la vigorosa é ineludible argumentación , las go, algunas ideas y afirmaciones m u y poco en armonía
pruebas científicas ó experimentales en que la apoya, con la psicología cristiana. Tales son lasque se refieren
demostrando á la vez la insuficiencia de las pruebas al origen y fin del alma , es decir, aquellas cuestio-
alegadas por el materialismo en favor de su tesis. nes psicológicas que la razón humana , abandonada á
Lotze, que se había entregado con ardor al estudio de sus propias fuerzas, sin el auxilio directo ó indirecto
las ciencias naturales y físicas , que ensalzaba con en- de la revelación, difícilmente puede resolver con segu-
tusiasmo los descubrimientos realizados en estas cien- ridad y omnímoda certeza. El pensamiento de Lotze
cias, que ponía en práctica el método experimental, y flota indeciso y vago entre la afirmación de una inmor-
que se hallaba al corriente de cuantos descubrimientos, talidad interna del alma y la afirmación de una inmor-
observaciones y teorías circulaban en el campo de la talidad externa, por decirlo a s í , y accidental, única
ciencia, reunía todas las condiciones necesarias para que en realidad admite , y aun esto no para todas. Se-
combatir al materialismo con sus propias armas. g ú n el psicólogo alemán , nada nos impide afirmar de
una manera general que las almas son mortales; pero
Así lo hizo en efecto; y quienquiera que recorra puede s u c e d e r , añade, que un alma sujeta de suyo á
sus escritos, y principalmente su ya citada Psicología perecer, goce, sin embargo, de una existencia inde-
genereil, le verá seguir paso á paso los argumentos del finida (rnais il peut se faire qu'une âme périssable....
materialismo, y reducirlos á menudo polvo, poniendo jouisse d'une existence indefinie , à laquelle elle n'au-
de manifiesto lo que en los mismos hay de aventura- rait par elle-même aucun droit), de una inmortalidad
do, de hipotético, y , sobre todo, de sofístico. Tal acon- efectiva , por más que no tenga derecho á ella por su
tece, por ejemplo, con el argumento capital del mate- propia naturaleza.
rialismo, cuando pretende probar que el pensamiento
Pero donde Lotze se aparta, si no más, al menos de
es una transformación del movimiento local, fundán-
una manera más explícita y terminante de la psicolo-
dose en la equivalencia de las fuerzas físicas y en la
gía cristiana, es al resolver el problema referente al
transformación del calor en movimiento, y viceversa.
origen del alma humana. Cuando nace un hombre, el
Lotze, sin salir del terreno de los hechos, y sin más
alma del niño ni es un alma nueva , ni procede del
que aplicar á estos la lógica , ó, si se quiere", la razón alma de los padres, sino que es una especie de emana-
n a t u r a l , demuestra que «la transformación del movi- ción de la substancia infinita (nous dirons que l'étoffe
miento en calor no puede en manera alguna autorizar dont cette nouvelle âme est faite.... était dans l'inépui-
la explicación de los estados del alma por una trans- sable substance de l'absolu) ó del absoluto. A s í , pues,
formación de estados físicos». el alma humana no debe su origen al organismo como
Ya hemos indicado arriba que la psicología de Lotze pretende el materialismo, ni tampoco á la creación ex
aunque espiritualista en el fondo, contiene, sin embar- nihüo (on ne peut dire avec les matérialistes que l'âme
TOMO IV. 8
naît de Vorganisme, ni qu'elle sort du néant), sino que ni menos demostrar que no ha intervenido en el origen
es un producto ó efecto necesario de la razón u n i v e r - del mundo. Las leyes de la naturaleza no excluyen la
sal creadora : elle est le produit nécessaire , à la pro- acción creadora , ni tampoco la acción continua y con-
duction duquel la raison créatrice universelle est for- servadora de Dios. Más todavía: no carece de funda-
cée par la force rétroactive d'un moment de ce cours du mento , y se halla relacionada con la libertad del hom-
bre y de Dios, la creencia en ciertas manifestaciones
monde.
El autor del Microlosmus nos dice, entre otras co- especiales de la intervención divina en la producción
sas que la libertad del hombre está esencialmente re- del hombre y en otros acontecimientos.
lacionada con la libertad de Dios, de manera que la Una gran parte, y aun pudiéramos decir la princi-
libertad de éste es condición y premisa necesaria de la pal del Microhosmus, está dedicada á la Filosofía de la
libertad del hombre, siendo de notar que para Lotze, historia; y como quiera que esta materia sale del cua-
como para Santo Tomás, la libertad presupone y se dro de nuestra historia, sólo indicaremos que su autor
funda en la naturaleza, y el acto libre no excluye, sino establece cinco fases ó formas del desenvolvimiento
que presupone el acto necesario de la voluntad como h u m a n o , que son : a) la forma intelectual; b) la forma
industrial; c) la forma estética ; d) la forma religiosa,
naturaleza. .
y e) la forma política. Excusado parece advertir que
El profesor de Gotinga hace también explícitas re-
Lotze subdivide cada una de estas fases en diferentes
servas, ora acerca de las teorías excogitadas por los
grados ó épocas. Así, por ejemplo, la fase intelectual
secuaces de la escuela psicológico-fisiologista para ex-
abraza una primera época, en que predomina la imagi-
plicar el origen de los seres organizados ó de la vida,
nación, y se manifiesta en la mitología; una segunda
ora acerca de las teorías de los mismos en orden á la
época, en que predomina la reflexión sobre la n a t u r a -
influencia necesaria ó conexión entre los caracteres de
leza de las cosas , y una tercera que se distingue por
los individuos y naciones, y los caracteres ó condicio-
la aplicación del método científico.
nes físicas, geográficas y climatológicas del país en
Lotze ha sido enumerado por algunos entre los dis-
que viven.
cípulos de Herbart, á pesar de sus protestas en contra;
Retractando implícitamente, ó modificando al m e -
otros le han colocado entre los partidarios de Leibnitz,
no« lo que había escrito en la Psicología general acerca
y otros le apellidaron discípulo de Spinoza y de Schel-
del origen del alma, Lotze, en el capítulo que dedica
ling. E n realidad de verdad , Lotze puede ser apellidado
en el Microlosmus á tratar de la creación del hombre,
discípulo de todos estos y de ninguno de ellos, porque
comienza por reconocer que acerca del origen y térmi-
en su doctrina y sus ideas hay algo que pertenece á los
no del mundo, poco ó nada nos dicen la razón humana
filósofos citados, pero amalgamado con ideas origina-
y las ciencias naturales y de observación. Los progre-
les y con ideas de otros filósofos. Si sus teorías psico-
sos de éstas no pueden eliminar la idea de creación,
i
lógicas y cosmológicas le acercan á Herbart y á Leib- bourg. Durante sus primeros estudios cultivó la doctri-
nitz, su manera de concebir y afirmar las mónadas na de Wolff y de Kant; pero en 1794 entró en relaciones
como meras modificaciones del Absoluto (Alie Mona- con Fichte en la universidad de Jena , y uniendo, á
dem sind nur Modificationen des Absoluten), le aproxi- contar desde entonces, el estudio de las matemáticas
man á Spinoza y Schelling, al paso que su concepción con el de la Filosofía á la sazón reinante , elaboró pau-
del mundo externo ofrece reminiscencias de la teoría latinamente un sistema propio. Después de haber e n -
idealista de Berkeley; porque es de saber que, para el señado Filosofía y Pedagogía en varias universidades
profesor de Gotinga, el mundo del espacio y de la mate- y en algunos colegios, obtuvo en 1800, por mediación
ria, el mundo de los cuerpos , no tiene existencia real de Guillermo Humboldt, la cátedra de Filosofía de la
por sí mismo, ó para sí mismo, sino únicamente para universidad de Kcenigsberg, en la cual sucedió á Krug,
las almas que dependen de aquél en la determinación sucesor inmediato de Kant. En 1833 Herbart se r e -
de sus fenómenos psicológicos. En otros términos : los tiró á Gotinga, donde pasó los últimos años de su vida,
fenómenos materiales del mundo externo son manifes- y murió en 1841.
taciones de substancias inmateriales ó ideales, y éstas, La elaboración y depuración de las ideas, y la reor-
á su vez, no son más que manifestaciones del Absoluto ganización de la psicología sobre la triple base de la
ó de Dios. metafísica, de la experiencia y de las matemáticas, re-
Por las indicaciones que preceden se ve q u e , en el presentan y sintetizan el método y el pensamiento
terreno metafísico, Lotze se aparta d é l a Filosofía cris- fundamental de Herbart como filósofo, pero concedien-
tiana más que en el terreno psicológico. do siempre una importancia especial á la metafísica,
la cual sirve de base y norma á las demás ciencias,
reúne y precontiene sus conclusiones. Así e s , que la
§22.
metafísica de Herbart abraza y contiene, como otras
tantas secciones ó partes:
HERBART, Ó LA E S C U E L A PSICOLÓGICO-REALISTA. a) La metodología ó doctrina de los principios y
métodos.
El nombre de H e r b a r t , aunque menos celebrado b) La ontologia ó doctrina del ser, de la inherencia
que los de Schelling , Hegel y K r a u s e , merece serlo, y de la mutación.
sin embargo, y merece lugar preferente en la historia c) La synecología ó doctrina que trata de lo per-
de la Filosofía, siquiera no sea más que por haber ini- manente , y
ciado cierto movimiento de reacción contra las exage- d) La doctrina que tra ta de los fenómenos (von den
raciones del idealismo panteista. Nació este filósofo Erscheinungen), ó sea la eidología.
(Juan Federico Herbart) por los años 1776, en Oldem- El tema fundamental de la metafísica, según H e r -
lógicas y cosmológicas le acercan á Herbart y á Leib- bourg. Durante sus primeros estudios cultivó la doctri-
nitz, su manera de concebir y afirmar las mónadas na de Wolff y de Kant; pero en 1794 entró en relaciones
como meras modificaciones del Absoluto (Alie Mona- con Fichte en la universidad de Jena , y uniendo, á
dem sind nur Modiftcationen des Absoluten), le aproxi- contar desde entonces, el estudio de las matemáticas
man á Spinoza y Schelling, al paso que su concepción con el de la Filosofía á la sazón reinante , elaboró pau-
del mundo externo ofrece reminiscencias de la teoría latinamente un sistema propio. Después de haber e n -
idealista de Berkeley; porque es de saber que, para el señado Filosofía y Pedagogía en varias universidades
profesor de Gotinga, el mundo del espacio y de la mate- y en algunos colegios, obtuvo en 1800, por mediación
ria, el mundo de los cuerpos , no tiene existencia real de Guillermo Humboldt, la cátedra de Filosofía de la
por sí mismo, ó para sí mismo, sino únicamente para universidad de Kcenigsberg, en la cual sucedió á Krug,
las almas que dependen de aquél en la determinación sucesor inmediato de Kant. En 1833 Herbart se r e -
de sus fenómenos psicológicos. En otros términos : los tiró á Gotinga, donde pasó los últimos años de su vida,
fenómenos materiales del mundo externo son manifes- y murió en 1841.
taciones de substancias inmateriales ó ideales, y éstas, La elaboración y depuración de las ideas, y la reor-
á su vez, no son más que manifestaciones del Absoluto ganización de la psicología sobre la triple base de la
ó de Dios. metafísica, de la experiencia y de las matemáticas, re-
Por las indicaciones que preceden se ve q u e , en el presentan y sintetizan el método y el pensamiento
terreno metafísico, Lotze se aparta d é l a Filosofía cris- fundamental de Herbart como filósofo, pero concedien-
tiana más que en el terreno psicológico. do siempre una importancia especial á la metafísica,
la cual sirve de base y norma á las demás ciencias,
reúne y precontiene sus conclusiones. Así e s , que la
§22.
metafísica de Herbart abraza y contiene, como otras
tantas secciones ó partes:
HERBART, Ó LA E S C U E L A PSICOLÓGICO-REALISTA. a) La metodología ó doctrina de los principios y
métodos.
El nombre de H e r b a r t , aunque menos celebrado b) La antología ó doctrina del ser, de la inherencia
que los de Schelling , Hegel y K r a u s e , merece serlo, y de la mutación.
sin embargo, y merece lugar preferente en la historia c) La synecología ó doctrina que trata de lo per-
de la Filosofía, siquiera no sea más que por haber ini- manente , y
ciado cierto movimiento de reacción contra las exage- d) La doctrina que tra ta de los fenómenos (von den
raciones del idealismo panteista. Nació este filósofo Erscheinungen), ó sea la eidología.
(Juan Federico Herbart) por los años 1776, en Oldem- El tema fundamental de la metafísica, según H e r -
del y o , ideas en las cuales encontramos reunidas y
b a r t , su función propia y su objeto, es precisar y r e c -
como confundidas respectivamente las nociones con-
tificarla idea de las cosas, rectificación que presupone
tradictorias de ser y no s e r , de uno y muchos.
cierto grado de escepticismo en el principiante de la Fi-
losofía, ó sea en el comienzo de las investigaciones Para hacer desaparecer estas contradicciones inter-
filosóficas. Pero este escepticismo inicial debe desapa- nas de las ideas, es preciso rechazar la noción del ser
recer, y desaparece muy pronto, desaparece desde el relativo y limitado. El ser excluye necesariamente toda
momento que se reflexiona que siendo, como e s , indu- negación, toda limitación, toda determinación, toda
dable que existen los fenómenos ó apariencias, es n e - divisibilidad, toda pluralidad de propiedades y atribu-
cesario que existan seres reales que contengan la razón tos. El ser entraña unidad perfecta , es afirmación ó po-
suficiente de estas apariencias, porque si no existieran sición absoluta (Sein ist absolute Position), y simpli-
esos seres, tampoco existirían sus apariencias: si nada cidad perfectísima , de manera que el ser no es único,
existe, nada puede aparecer; la nada absoluta excluye como decíanlos eleatas y los pantsistas, puesto que
toda apariencia de ser. Verdad es que , aun admitida la hay varios seres reales, pero siempre es uno con u n i -
realidad objetiva de las cosas, falta resolver el punto dad absoluta; de manera que cada ser real excluye toda
principal, á saber: si esas cosas existen de la manera negación y hasta toda relación (Per Begriff des Seins
que son pensadas y percibidas por nosotros; si son rea- schliesst alie Negation und alie Relation aus), según
les y objetivas las relaciones que entre ellas se nos Herbart, bien que después, contradiciéndose á sí mis-
representan, y principalmente la relación de causali- mo , admite relaciones entre los seres para explicar los
dad. Y aquí es donde comienza propiamente el trabajo fenómenos psicológicos.
verdaderamente filosófico, el cual consiste, según se Resulta de lo dicho, que lo que llamamos general-
ha indicado, en analizar, discutir, dilucidar y rectifi- mente seres reales, las cosas de la naturaleza, los ob-
car las ideas universales que sirven de base á las cien- jetos de los sentidos, que sirven como de primera ma-
cias, explicando y resolviendo las contradicciones y teria para las ciencias y el pensamiento, son coleccio-
antinomias que la razón encuentra á primera vista en nes ó conjuntos de seres, y no lo que se debe entender
dichas ideas. A s í , por ejemplo, la idea de extensión en la noción y nombre de ¿er real, de manera que el
encierra y entraña cierta contradicción, puesto que de- a g u a , una planta, un etc., abrazan y contienen
m e t a l ,

cir cosa extensa equivale á decir cosa una (una exten- tantos seres reales, unos, indivisibles, absolutos é i n -
sión) y muchas (partes) á la vez. La idea de cuerpo en- dependientes , cuantas son las propiedades que á cada
traña también contradicción, porque es una cosa ( u n uno de ellos corresponden. De esta manera desaparece
cuerpo) y muchas cosas (pesado, duro , blanco, l í q u i - la contradicción que antes habíamos encontrado en di-
do , etc.) simultáneamente; sucediendo lo mismo con chos objetos (en cuanto son uno y muchos á la vez);
las ideas de movimiento, causalidad, y hasta con la pues esta contradicción de conceptos corresponde al
objeto como sensible, como conjunto de varios seres,
como primitivas , sino como meras consecuencias y
pero no al verdadero ser real, no á cada uno de los se-
manifestaciones externas y necesarias de los estados
res que integran el objeto, y que son los únicos á quie-
internos (nicht ursprüngliche Kräfte, sondern die not-
nes corresponde la noción geuuína de ser real.
xoendigen äusseren Folgen der inneren Zustände),
La pluralidad de propiedades , funciones y faculta-
consiguientes á las diferentes combinaciones posibles
des que observamos en las cosas, procede de las rela-
entre los seres reales, unos y simples, que integran las
ciones de los seres simples que contienen en sí, según
cosas ó substancias complejas en que se manifiestan
que en virtud de un movimiento , cuyas leyes nos son
esas fuerzas.
desconocidas, llegan á ocupar un mismo punto en el
Sentadas estas teorías, ó, mejor dicho , estas hipó-
espacio, penetrándose unas con otras (nueva contra-
tesis en el terreno metafísico y cosmológico , Herbart
dicción de Herbart, puesto que la penetración supone
levanta sobre ellas el edificio de su psicología , cuyas
extensión, de la cual carecen los seres indivisibles,
principales afirmaciones é ideas son las siguientes :
unos, monadológicos , que él supone ), resultando de
a) El alma es uno de los seres simples indicados,
aquí cierta especie de lucha de unos seres simples
una substancia perfectamente una, que excluye la plu-
(mónadas) contra otros , y el esfuerzo consiguiente
ralidad real de facultades y funciones; pues éstas no
para conservarse (Selbsterhaltung) en su ser y posición,
son más que aspectos, resultados de su esfuerzo para
esfuerzo que constituye , por decirlo a s í , el atributo
conservarse, esfuerzo que constituye su función única.
fundamental y esencial de cada mónada ó ser real-uno.
(Nueva contradicción, al admitir una función ó facul-
De aquí se infiere que la diversidad de combinacio- tad en el ser substancial-uno y fundamental.) Estos
nes por parte de las acciones, reacciones , choques ó aspectos ó manifestaciones varias de la facultad funda-
impedimentos posibles entre las realidades (das reale) mental , aparecen en el alma, según que ésta es solici-
unas, simples y absolutas, cuyo conjunto ó comple- tada por otros seres exteriores ó interiores, los cuales
xión constituye las substancias cósmicas, ó lo que lla- pueden ser contrarios, semejantes ó simplemente di-
mamos cosas, es el fundamento real de su diversidad ferentes con respecto al alma solicitada.
externa y sensible, es la razón suficiente de la varie- b) De aquí es que los fenómenos de conciencia, los
dad, distinción y diferencias que observamos en el cuales todos pueden comprenderse bajo el nombre de
mundo por parte de sus fenómenos, funciones, fuerzas representaciones (VorstellungJ, puesto que expresan
y propiedades exteriores. Y esto, lo mismo en el orden y representan los diferentes estados del yo como ser
intelectual que en el sensible, en el inorgánico y q u í - uno y simplicísimo, deben su origen y su naturaleza
mico, sin excluir la atracción y la repulsión, puesto propia al choque ó encuentro de unas realidades con
que, según observa , con razón, Ueberweg, estas fuer- otras. Según el grado de fuerza con que una re-presen-
zas , en la teoría de H e r b a r t , no pueden considerarse tación, ó sea un estado determinado de la conciencia,
se opone á otro y retarda (Hemmung) ó impide su ac- teoría de H e r b a r t , se entabla en el fondo del alma en-
ción, resultan, se constituyen y aparecen funciones tre las diferentes representaciones, comprendiendo bajo
diferentes y estados diversos en el alma. Así, por ejem- este nombre todos los fenómenos y estados de la c o n -
plo, el pensamiento es la función que resulta del e s - ciencia , todas las funciones psíquicas del yo. Cuando
fuerzo del alma para afirmarse y conservarse enfrente una ó más representaciones (fenómenos, estados, fun-
del objeto; el sentimiento es un pensamiento compri- ciones) son opuestas á la representación A, y la supe-
mido y como enervado ó debilitado por otros pensa- ran también en intensidad, no solamente impiden su
mientos más vigorosos ; ó , mejor, es una representa- movimiento ascendente, sino que le retardan y debili-
ción que permanece en equilibrio á consecuencia de la tan hasta obligarla á desaparecer de la conciencia ; en
lucha entre dos pensamientos, de los cuales el uno otros términos : pasa del estado consciente al incons-
tiende á disminuir y el otro á elevar la intensidad de ciente, pero conservándose, sin embargo, en estado de
la representación-sentimiento. tendencia ó conato para aparecer de nuevo en la con-
Lo que llamamos pasión consiste originariamente ciencia. Así es que cuando cesa de obrar la represen-
en una representación dominante y muy intensa de tación ó función contraria y más intensa que había
un objeto dado : la fuerza de la pasión resulta del pre- hecho desaparecer de la conciencia la representación
dominio avasallador que la representación A, referente ó función A, ésta vuelve á subir y reaparece en la con-
al objeto B , ejerce sobre las demás representaciones ciencia , en virtud de la tendencia ó conato permanente
referentes á este mismo objeto , las cuales, aunque de- que conserva en el estado inconsciente.
bilitan y retardan el esfuerzo de la representación A, d) El yo, como ser consciente, no es una s u b s -
no son suficientes para impedir su predominio. tancia simple dotada de facultades varias y principio
Á este tenor Herbart explica todos los fenómenos uno é idéntico de las funciones que en él se realizan,
psicológicos por medio de representaciones, según que sino más bien un conjunto de hechos y actos resultan-
éstas se combinan de mil maneras, teniendo en cuenta tes del choque recíproco y variable del yo como reali-
su calidad, su cantidad ó intensidad, sus choques, su dad simple y una , con otras realidades diferentes , y
reunión ó separación en grupos , su equilibrio y su principalmente con los objetos conocidos. La explica-
movimiento. Todo lo cual el filósofo de Oldenburg pre- ción de los fenómenos psíquicos por medio de faculta-
tende sujetar á fórm-ulas matemáticas, algunas de ellas des y funciones especiales y determinadas entraña
muy complicadas y prolijas. una ilusión; pues las que el vulgo llama facultades
c) La existencia misma de la conciencia y la tran- del alma , no son más que ciertas ideas personificadas
sición en el yo del estado consciente al inconsciente y ó concebidas como hipóstasis (hypostasirte)áe los fenó-
viceversa, deben su origen y se explican por medio de menos psíquicos.
esa especie de lucha por la existencia q u e , según la E n otros términos : el y o , el alma considerada en
sí misma y abstracción hecha de su contacto y relacio- luta que se atribuye á los seres finitos, á la transfor-
nes con otros seres, no posee sensibilidad , ni imagi- mación de las propiedades, accidentes y modificaciones
nación , ni pensamiento, ni voluntad; sólo posee la de los cuerpos en otros tantos seres reales, absolutos
facultad fundamental de conservarse en su ser, en é independientes , á la compenetración de estos seres,
su originalidad substancial. Las facultades expresa- á su encuentro y lucha recíproca, al esfuerzo ó co-
das y sus funciones son el resultado del choque y e n - nato para la conservación como función esencial de los
cuentro, ó del contacto del alma con otras realidades mismos.
• simples ; no son más que la expresión de las diferen- Por otra parte, y como consecuencia de semejantes
tes relaciones que resultan entre el yo y los otros se- bases hipotéticas y gratuitas, en unión con la aplica-
res, según que son recíprocamente semejantes, diver- ción exagerada del cálculo matemático á las fuerzas
sos ó contrarios. La conciencia psicológica y los fenó- vitales y espirituales, la psicología viene a convertirse
menos psíquicos se resuelven, en último resultado, y en una especie de mecanismo psíquico, que prepara el
coinciden con la suma proporcional y matemática de camino para llegar al materialismo posterior con su
los choques, acciones y reacciones, resistencias y so- correlación y transformación de las fuerzas físicas. Su
licitaciones entre el alma y las demás realidades sim- teoría cosmológica divide, separa y multiplica los
ples, principalmente con las que constituyen los objetos seres ó substancias usque in infinitum, pulverizando,
del conocimiento y de la voluntad. Así es que los fe- por decirlo así, al Universo, y convirtiendo el Cosmos
nómenos psíquicos pueden sujetarse á cálculo mate- en un atomismo inerte y muerto, toda vez que el movi-
mático lo mismo que los mecánicos, determinando y miento y la vida con todas sus fases deben su origen,
definiendo su origen, naturaleza y atributos por medio y también su ser y condiciones, al encuentro de las di-
de fórmulas matemáticas. ferentes realidades simples é inertes de suyo, m u y
parecidas á los átomos del materialismo antiguo. En
este concepto, la concepción cosmológica de Herbart
I 23. es inferior á la de Leibnitz; pues la mónada de éste,
aunque simple, una é indivisible, estaba dotada de
CRÍTICA. actividad, mientras que el das reale del primero exclu-
ye y niega toda fuerza inherente, toda función y acti-
La concepción de Herbart, aparte de las contradic- vidad propia. La concepción de Herbart, bajo este
ciones evidentes que encierra, algunas de las cuales punto de vista, puede apellidarse una mouadología
se han indicado, tiene el grave defecto de apoyarse en degenerada por la negación de la actividad, una ino-
hipótesis y afirmaciones gratuitas , cuales s o n , entre nadología desfigurada por la aplicación abusiva de las
otras, las que se refieren al carácter de unidad a b s o - matemáticas á la psicología, una mouadología mecá-
nica, y por lo mismo semimaterialista, que apenas tiene considerada en sí m i s m a , carece de valor real, porque
punto de comparación con la monadología dinámica y toda ella descansa en la hipótesis gratuita del realismo
espiritualista de Leibnitz. que le sirve de base metafísica. Si este filósofo se h u -
En medio de estos graves defectos, y como contra- biera limitado á aplicar el método matemático con la
peso á los mismos , la Filosofía de Herbart entraña y debida sobriedad y moderación , no á una psicología
representa un principio de reacción poderosa contra las gratuita y fantástica, sino á la psicología racional y
exageraciones del idealismo panteista y contra las es- científica , su innovación hubiera sido más fecunda y
peculaciones a priori, tan en boga á la sazón en Ale- provechosa para la verdad y la ciencia. Desde este pun-
mania , sancionadas por el brillo que despedían los nom- to de vista puede aceptarse—siquiera con r e s e r v a s -
bres de Schelling y Hegel. Herbart puede considerarse la defensa que de la psicología de Herbart hace Volk-
como el fundador de esa escuela que procura hermanar mann , uno de sus discípulos, cuando escribe: «La
en psicología la idea metafísica con la experiencia y psicología matemática consiste en someter á una ex-
observación délos hechos, colocándose áigual distancia posición sistemática todas las determinaciones cuanti-
de la psicología puramente apriorística del idealismo, tativas que se encuentran necesariamente en el orden
y de la psicología puramente empírica del materia- psicológico. Las ideas de acción y reacción , de i n t e n -
lismo contemporáneo. Hasta pudiera añadirse que en sidad de las representaciones , de movimiento en los
esto consiste el mérito principal, por no decir único, diversos estados de conciencia, se encuentran , con un
de la Filosofía de Herbart. Porque ello es cierto que si nombre ú otro, en todos los sistemas de psicología , y
su sistema propio adolece de graves defectos, fué pro- hasta en el lenguaje común. También es cierto que,
vechosa la dirección nueva que dió á la psicología , y en parte al menos, estos hechos tienen un carácter
fecundo en resultados el impulso que comunicó á la cuantitativo. Así, pues , la exposición matemática no
ciencia , tanto más, cuanto que el mérito real de H e r - se distingue de la exposición común , sino porque y en
bart , ó , digamos mejor , su verdadera originalidad en cuanto intenta determinar con ex actitud y precisión lo
el terreno de la psicología, consiste precisamente en que el uso común deja indeterminado. Es injusto con-
haber aplicado á esta ciencia el método matemático. fundir los ensayos de la escuela de Herbart con esa
Porque el método psicológico de Herbart no es ni el mé- pretendida Filosofía matemática, que sólo consiste en
todo analítico de Locke y de sus sucesores , ni el mé- un juego vacío de fórmulas , en deducciones y en
todo descriptivo de la escuela escocesa , ni el método cálculos arbitrarios. La psicología matemática (la de
fisiológico de la escuela inglesa y de W u n d en nuestros Herbart) no se propone ser toda la psicología.... Su pre-
días, sino que es un método ante todo y sobre todo tensión única es dar un método para hallar la fórmu-
matemático. la exacta de las leyes generales que regulan las rela-
ciones recíprocas de las representaciones , y ensayar
Ya dejamos indicado que la psicología de Herbart,
una mecánica de los estados intensivos de la vida e s - Filosofía de lo inconsciente—carece de toda base cien-
piritual». tífica, es una hipótesis gratuita, que obedece sólo á las
A propósito de esta aplicación de las matemáticas á exigencias del sistema, en el cual es necesaria la apa-
la psicología , téngase presente que esta idea había rición y desaparición del estado consciente, como re-
germinado, bien que de una manera vaga y general, en sultado del choque de las representaciones con sus
la mente de algunos filósofos anteriores á Herbart. Ro- grados múltiples de intensidad, de cantidad y de an-
senkranz atribuye á un médico de Viena llamado Nies- tagonismo.
ley el primer ensayo de aplicación de las matemáti-
cas á la psicología. Sea de esto lo quiera, es indudable
§24.
que Wolff había indicado la posibilidad de apli car el
método matemático á la investigación y explicación de
los fenómenos que se verifican en el alma humana (1), MOVIMIENTO HERBARTIANO.

sin excluir los del conocimiento intelectual. Esto no


impide ni debe impedir que Herbart sea mirado con Los escritos, la palabra y la enseñanza de Herbart
justicia como el verdadero fundador de la escuela ma- imprimieron , según queda indicado, una dirección re-
temático-psicológica. lativamente original al pensamiento en la Alemania
Uno de los puntos más débiles y menos científicos científica. Resultado natural de esto fué la fermenta-
de la psicología de H e r b a r t , es el que se refiere á la ción que en casos análogos se apodera d é l o s espíritus,
existencia de representaciones inconscientes en el y mientras algunos rechazaban y combatían la doctri-
a l m a ; de representaciones, es decir, de ideas, pensa- na y las ideas de Herbart, dedicábanse otros con afán
mientos , juicios, pasiones, sentimientos, etc., que pa- á cultivarlas, desenvolverlas y aplicarlas á determina-
san alternativamente de la conciencia á la inconcien- das ramas del saber.
cia. Esta doctrina—que Hartmann aprovechó para su De este último trabajo, ó sea de la aplicación y des-
envolvimiento de ciertas ideas de Herbart, nació la
(1) He aquí el texto curioso de W o l f f , tomado de su Psycholo- que podemos llamar psicología etnográfica, la cual
gy empirica, en la c u a l , después de exponer ciertos t e o r e m a s , aña- constituye hoy una escuela ó dirección especial, y re-
d e : « T¡teoremata haec ad Psychometriam pertinent, quae mentis lativamente independiente, que merece, por lo mismo,
húmame cognitionem mathematicam tradii, et adirne in desideratis
est.... Haec non alio fine a me adducunlur quam ut intelligatur dari párrafo aparte.
etiam mentis húmame cognitionem mathematicam, atque hinc Psy- Sin contar, pues, esta escuela psicológico-etnográ-
chometriam esse possibili, atque appartai animavi quoque in eis fica, ocasionada más bien que producida por la doctri-
quae ad quantitatem spectant, leges inathematicas sequi, veritatibus
mathematica, hoc est, arithmeticis et geometrici in mente humana na de Herbart, ésta produjo un movimiento intelec-
non minus quam in mundo materiali permixtis». tual de innegable importancia, que todavía dura hoy
TOMO I V . 9
en Alemania. Encarnación y eco de este movimiento, y el de Kayserlingk, que escribió una comparación en-
es la Revista de Filosofía exacta en sentido del nuevo tre el sistema de Fichte y el de Herbart en sentido
realismo filosófico, fundada en 1860 para defender y favorable al último, si bien más tarde abandonó en
propagar las ideas del filósofo de Oldemb ourg, tanto en parte la dirección y los principios de la escuela herbar-
el terreno metafísico como en el terreno psicológico. tiana.
Además de Ziller y de Állihn, fundadores de la ci- Advertiremos , finalmente, que la influencia d é l a s
tada revista, merecen figurar entre los principales dis- ideas de Herbart déjase sentir, no ya sólo en sus dis-
cípulos de Herbart los siguientes: cípulos propiamente dichos, DroMsch, Hartenstein,
a) DroMsch, acaso el más antiguo , y uno de los Volkmann, etc., si que también en los trabajos de
más fecundos y constantes partidarios de Herbart. En F e c h n e r , de Helmholtz, W u n d t , Wittstein y de otros
sus Fundamentos primitivos de la psicología matemáti- varios psicólogos notables de la Alemania. Zimmer-
ca, afirma y defiende la aplicación de las matemáticas mann contribuyó mucho al prestigio de Herbart y á la
á la psicología, pero declarando á ésta independiente propaganda de su doctrina por medio de sus obras, en-
de la metafísica, y suponiendo que para el caso es i n - tre las cuales hay una destinada á poner en parangón la
diferente que el origen y naturaleza de los fenómenos monadología de Leibnitz y la de Herbart: Leibnitz und
psicológicos se expliquen «en un sentido materialista, Herbart eine vergleichung ihrer Monadologien.
ó idealista, ó intermedio, cualquiera que sea», afir-
mación no muy conformecon la doctrina de su maestro.
b) Hartenstein, entre otras varias obras en que i 25.
expone y sigue con más ó menos fidelidad las ideas de
Herbart, escribió una, destinada especialmente á la e x - ESCUELA PSICOLÓGICA E X P E R I M E N T A L .

posición, examen y crítica de la Filosofía de éste (Ueber


die neuesten Barstellungen und Beurtheilungen der La dirección que nosotros hemos llamado psicoló-
Herbartischen Philosophie) en g e n e r a l , comparando gica experimental, y que otros denominan psicología
también la psicología de Herbart con la de Aristóteles científica, es la que cuenta hoy con mayor número de
y la de Leibnitz. partidarios, tanto en la Alemania como fuera de ella.
c) Volkmann, autor de un Manual de psicología Lo que principalmente distingue y caracteriza á esta
desde el punto de vista del realismo y según el método escuela, tomada en general, es la aplicación del m é -
genético, recientemente publicada, es hoy uno de los todo experimental á la psicología; es el uso exclusivo
principales representantes de la escuela herbartiana. de la experimentación física, del cálculo y de la m e -
d) Deben mencionarse también el nombre de Hen- dida á los fenómenos psicológicos. Los representantes
deroerh, autor de un libro titulado Herbart y la Biblia, de esta escuela, ora niegan a priori la existencia en el
i
en Alemania. Encarnación y eco de este movimiento, y el de Kayserlingk, que escribió una comparación en-
es la Revista de Filosofía exacta en sentido del nuevo tre el sistema de Fichte y el de Herbart en sentido
realismo filosófico, fundada en 1860 para defender y favorable al último, si bien más tarde abandonó en
propagar las ideas del filósofo de Oldemb ourg, tanto en parte la dirección y los principios de la escuela herbar-
el terreno metafísico como en el terreno psicológico. tiana.
Además de Ziller y de Állihn, fundadores de la ci- Advertiremos , finalmente, que la influencia d é l a s
tada revista, merecen figurar entre los principales dis- ideas de Herbart déjase sentir, no ya sólo en sus dis-
cípulos de Herbart los siguientes: cípulos propiamente dichos, DroMsch, Hartenstein,
a) DroMsch, acaso el más antiguo , y uno de los Volkmann, etc., si que también en los trabajos de
más fecundos y constantes partidarios de Herbart. En F e c h n e r , de Helmholtz, W u n d t , Wittstein y de otros
sus Fundamentos primitivos de la psicología matemáti- varios psicólogos notables de la Alemania. Zimmer-
ca, afirma y defiende la aplicación de las matemáticas mann contribuyó mucho al prestigio de Herbart y á la
á la psicología, pero declarando á ésta independiente propaganda de su doctrina por medio de sus obras, en-
de la metafísica, y suponiendo que para el caso es i n - tre las cuales hay una destinada á poner en parangón la
diferente que el origen y naturaleza de los fenómenos monadología de Leibnitz y la de Herbart: Leibnitz und
psicológicos se expliquen «en un sentido materialista, Herbart eine vergleichung ihrer Monadologien.
ó idealista, ó intermedio, cualquiera que sea», afir-
mación no muy conformecon la doctrina de su maestro.
b) Hartenstein, entre otras varias obras en que i 25.
expone y sigue con más ó menos fidelidad las ideas de
Herbart, escribió una, destinada especialmente á la e x - ESCUELA PSICOLÓGICA E X P E R I M E N T A L .

posición, examen y crítica de la Filosofía de éste (Ueber


die neuesten Barstellungen und Beurtheilungen der La dirección que nosotros hemos llamado psicoló-
Herbartischen Philosophie) en g e n e r a l , comparando gica experimental, y que otros denominan psicología
también la psicología de Herbart con la de Aristóteles científica, es la que cuenta hoy con mayor número de
y la de Leibnitz. partidarios, tanto en la Alemania como fuera de ella.
c) Volkmann, autor de un Manual de psicología Lo que principalmente distingue y caracteriza á esta
desde el punto de vista del realismo y según el método escuela, tomada en general, es la aplicación del m é -
genético, recientemente publicada, es hoy uno de los todo experimental á la psicología; es el uso exclusivo
principales representantes de la escuela herbartiana. de la experimentación física, del cálculo y de la m e -
d) Deben mencionarse también el nombre de Hen- dida á los fenómenos psicológicos. Los representantes
deroerh, autor de un libro titulado Herbart y la Biblia, de esta escuela, ora niegan a priori la existencia en el
i
hombre de un alma espiritual, ora declaran insoluble
esta cuestión y la declaran inútil é indiferente para el cuerpo y el espíritu es una oposición más bien apa-
resolver el problema psicológico, ora consideran los fe- rente y puramente fenomenal, que real y substancial,
nómenos del orden puramente intelectual y los de la siendo muy probable que lo quellamamos cuerpo y espí-
vida orgánica, y aun los puramente fisiológicos, como ritu en nosotros, no es más que un doble aspecto de la
dos manifestaciones ó aspectos de una misma substan- misma substancia, dos puntos de vista del mismo ser.
cia, es decir, del cuerpo, ora buscan en la fisiología y Fechner, después de afirmar ó dar por supuesto que
en los nervios la causa directa y los elementos inter- la fuerza nerviosa es la causa inmediata de la sensa-
nos de los fenómenos psíquicos y espirituales. Con lo ción , y la excitación externa la causa remota, se de-
cual dicho se está que la llamada psicología científica dica á estudiar la relación que existe entre la intensi-
gravita con todo su peso hacia el materialismo^, al cual dad de la excitación externa y la intensidad de la
se acerca por caminos más ó menos largos, más ó me- sensación, y después de prolijas investigaciones y ex-
nos encubiertos, concluyendo por identificarse con la periencias, amalgamadas con no pocas hipótesis é ideas
escuela materialista en algunas de sus ideas y conclu- aventuradas , establece la siguiente ley : La sensación
siones. crece corH¡§ el logaritmo de la excitación.
La psicología experimental abraza , como dejamos Esta l e y , que se ha hecho famosa por los debates á
dicho , dos ramas ó direcciones principales, que son la que ha dado y está dando l u g a r , siendo combatida por
dirección psico-física, cuyo representante más carac- unos en todo ó en parte (Bernitein, Brentano, Del-
terizado es Fechner, y la dirección rpsico-fisiológica, re- bceuf, y, sobre todo, Hering), mientras que es defen-
presentada principalmente por W u n d t . dida con calor por otros, puede reducirse á términos
A) Fechner, ó la dirección psico-física. más claros, diciendo : Para que la sensación crezca en
«Entiendo por psico-física, dice Fechner, una teoría progresión aritmética, es necesario que la excitación
exacta de las relaciones entre el alma y el cuerpo, y , en crezca en progresión geométrica.
sentido más general, entre el mundo físico y el mundo B) W u n d t , ó la dirección psico-fisiológica.
psíquico.» Descomponer y reducir los fenómenos psicológicos
Pero entiéndase bien : F e c h n e r , al hablar de alma á sus elementos simples y primitivos, que deben b u s -
y cuerpo, no se refiere á la esencia y existencia del carse en los hechos fisiológicos, tal es el objeto gene-
alma como substancia espiritual, y á la del cuerpo, ral de la psicología fisiológica y de W u n d t , su f u n d a -
acerca de lo cual nada sabe ; sus investigaciones « no dor, ó al menos principal representante. A contar
se refieren más que á la fase fenomenal del mundo f í - desde 1862 hasta la f e c h a , la mayor parte de sus es-
sico y del mundo psíquico». Más todavía: el psicólogo critos—que son numerosos—no tienen más objeto
alemán abriga la convicción de que la oposición entre que exponer, desarrollar y defender la psicología
fisiológica.
Ya que la índole de nuestra obra no permite entrar en último término, á la sensación; de manera que los
en detalles, que sólo en una historia especial de la psi- demás fenómenos, inclusos los actos de la vida mental,
cología podrían tener lugar propio, resumiremos lo percepciones, juicios, i deas, pensamientos, deseos, son
principal de la teoría de W u n d t en las proposiciones transformaciones, adiciones, modificaciones de la sen-
siguientes : sación. La sensación , considerada en sí misma, es u n
a) La psicología, que en tiempos anteriores se apo- raciocinio ó conclusión c u y a s premisas son los hechos
yaba principalmente en la observación interna , debe fisiológicos que le sirven de elemento y de laboratorio;
sustituir á esta el método e x p e r i m e n t a l , pues aquélla de manera que la diferencia entre el raciocinio ordina-
sólo puede darnos la descripción, pero no el conoci- rio y la sensación consiste en que en el primero las
miento centífico de los fenómenos psicológicos. La premisas y la conclusión son actos conscientes , pero
psicología no puede ser ciencia sino á condición de en la sensación, las premisas, que son actos ó estados
apoyarse en la experimentación, el cálculo y la m e - fisiológicos , son inconscientes , y la conclusión sola
dida , lo mismo que las ciencias referentes al mundo corresponde á la conciencia. E n otros términos : la
físico. % sensación es un silogismo cuyas premisas permanecen
i) La base de los fenómenos propiamente psico- ocultas en lo inconsciente, y la conclusión sóla pene-
lógicos , la razón suficiente, primera y última de los tra en el terreno de la conciencia.
hechos pertenecientes á la vida mental y espiritual, e) Por razón del modo con que la excitación ex-
debe buscarse en los hechos fisiológicos y físicos , y terna que obra sobre el órgano es transmitida á los
principalmente, « en el conocimiento exacto de la centros nerviosos para producir la sensación , los s e n -
organización anatómica y de las funciones fisiológicas tidos externos se dividen en mecánicos, que son el
del cerebro». tacto y el oído, y en químicos, que son la vista , el ol-
c) Los fenómenos fisiológicos y físicos constitu- fato y el gusto. En los primeros la excitación externa
yen el laboratorio secreto y la fuente real, aunque se verifica por medio de un movimiento directo. En los
invisible, del pensamiento y de los fenómenos que lla- segundos es muy probable que la excitación externa,
mamos espirituales, que tienen por teatro lo incons- al ser transmitida á los centros nerviosos, sufre una
ciente (l'inconscient est letheâtre des phénomènes spiri- especie de transformación, y que reviste la forma de
tuels.... laboratoire secret où la pensée prend sa source un movimiento químico.
invisible); de manera que la explicación última de las Desenvolviendo y aplicando las precedentes aser-
leyes de la sensación , del pensamiento y de la volun- ciones , W u n d t llega, finalmente , al corolario general
tad, debe buscarse en lo inconsciente, en algo anterior y legítimo de todas ellas : llega á lo que constituye la
á la conciencia. síntesis de sus teorías, la tesis fundamental de la psico-
d) Todos los fenómenos psicológicos se reducen, logía fisiológica, á saber: la afirmación de la identidad
real y substancial entre lo consciente y lo inconsciente, sea en relación con las circunstancias y condiciones de
entre la realidad psíquica y la realidad física, ó , como la sociedad de que es miembro, constituyen la esencia
dice el mismo W u n d t , entre la lógica y el mecanismo, y el objeto de la llamada psicología etnográfica, de la
entre los fenómenos de la vida mental y los fenómenos psicología de las razas ó pueblos (Vólkerpsychologie),
físicos y mecánicos. como la apellidan los alemanes, y cuyo nombre m á s
En vista de esto , bien podemos decir que si la psi- propio sería acaso el de psicología social, toda vez que
cología psico-física de Fechner gravita con todo su peso estudia los fenómenos psicológico-sociales , así como
hacia el materialismo, sería difícil señalar la línea que la psicología ordinaria estudia los fenómenos psicoló-
separa de éste á la psicología fisiológica de W u n d t . gico-individuales.
Esta psicología etnográfica ó social debe su origen
y su principal desarrollo á la escuela de Herbart, y
i 26.
representa precisamente una de las fases ó ramas de la
misma. El filósofo de Oldenbourg había indicado más
LA PSICOLOGÍA E T N O G R Á F I C A .
de una vez en sus escritos que la psicología permanece
incompleta si sólo considera al hombre como individuo
En el árbol de las ciencias ó de los conocimientos aislado; y esta idea, cultivada y desarrollada por a l -
humanos , la psicología tiene su lugar propio entre la gunos de sus discípulos, dió origen y base á la psico-
biología, que le sirve de base y antecedente natural, y logía etnográfica en Alemania, y tiene también repre-
la historia, que viene á ser como su prolongación y co- sentantes más ó menos genuínos entre los ingleses.
ronamiento. Si la psicología no puede prescindir, sino No debiendo ocuparnos ahora sino en la primera,
que presupone el estudio de la vida en general y de sus diremos que Wastz, Lazarus y Steinthal, son los que
fases principales, natural es también que se perfec- contribuyeron en primer término á los progresos y
cione y complete por medio del estudio de los fenóme- consolidación de esta psicología.
nos morales, religiosos , sociales , artísticos , científi- a) Waitz, que nació en Gotha en 1821, y murió
cos , etc., toda vez que estos fenómenos deben su en Marbourg en 1864, fué discípulo de Drobisch, parti-
origen y su ser en último término al alma humana. dario entusiasta y propagador celoso de la doctrina de
Así como la investigación y el conocimiento cien- Herbart. Después de algunos ensayos encaminados á
tífico de los fenómenos psicológicos que se verifican desenvolver y aplicar las semillas psicológico-etnográ-
en el individuo constituyen la ciencia y el objeto de ficas incubadas en las obras de Herbart, Waitz co-
la psicología ordinaria , así también la investigación menzó á publicar en 1859 su extensa Antropología de
y conocimiento científico de los fenómenos psicológi- los pueblos en el estado de naturaleza , obra que consta
cos que se verifican en el hombre como ser social, ó de seis volúmenes, algunos de los cuales salieron
á luz después de la muerte prematura de su autor. píritu que constituye en cierto modo su carácter social.
E n este libro, Waitz se pronuncia en favor de la c) Steinthal, cofundador y uno de los principales
unidad específica del hombre; pero mientras por un redactores de la ya citada Revista de psicología de los
lado niega que haya diferencias específicas entre las pueblos, coincide en sus afirmaciones é ideas con su
razas h u m a n a s , por otro parece conceder excesiva i n - colega Lazarus, pudiendo decirse que si en algo se dis-
fluencia en los fenómenos psicológico-sociales á las tinguen es en la preferencia relativa que cada uno de
emigraciones, á las ideas religiosas, al lenguaje, y ellos concede en sus producciones á determinados ele-
sobre todo al clima , cuya influencia exagera eviden- mentos psicológico-etnográñcos. Lazarus atiende con
temente. preferencia á los del orden moral y literario; Steinthal
Por otra parte, el libro de Waitz, más bien que una cultiva con especial cuidado y con éxito los que se re-
psicología etnográfica , viene á ser una historia natural fieren al lenguaje, cuyas leyes psicológicas intenta des-
del hombre, una historia de las razas humanas com- cubrir y formular.
paradas entre s í , principalmente consideradas en sus Delbrück, Cohén y algunos otros escribieron t a m -
formas y grados inferiores de sociedad y civilización. bién en la citada Revista, pues Waitz, Lazarus y Stein-
b) Lazarus, en su libro titulado La vida del alma, y thal, aunque son los más conocidos é importantes, no
más todavía en los artículos publicados en la Revista de son los únicos que en Alemania cultivan y promueven
psicología de los pueblos y de la ciencia del lenguaje, el estudio de la psicología etnográfica ó social.
se dedicó con preferencia á estudiar y desenvolver la
psicología etnográfica ó etnológica en su fase moral, ó
sea los fenómenos psicológico-morales que caracteri- | 27.
zan á las sociedades.
Pero la afirmación capital de Lazarus en este te- E L PANTEISMO EMPÍRICO Ó POSITIVISTA.

rreno es la que se refiere á la existencia de un espí- SCHOPENHAÜER.

ritu objetivo y u n i v e r s a l , resultado de los espíritus


subjetivos, ó del consentimiento común de los indi- La reacción contra el idealismo apriorístico, i n i -
viduos de una sociedad. Este espíritu del pueblo (Volh- ciada por Herbart, fué desarrollada y consolidada por
geist) ó universal, no es una substancia, pero sí un Schopenhauer, cuyas ideas adquirieron grande boga
sujeto, una mónada que penetra y liga los individuos durante los últimos años de su vida. Sólo que Scho-
de una nación. El lenguaje, la religión, la poesía po- penhauer y sus discípulos conservaron la tesis esen-
pular, el arte, las leyes, las costumbres públicas y cial del idealismo germánico, ó sea la tesis panteista,
privadas, la vida de familia, etc., son los elementos cuidando de ponerla en armonía con el materialismo,
que integran este espíritu objetivo de cada pueblo, e s - de apoyarla en el método experimental y de afectar
á luz después de la muerte prematura de su autor. píritu que constituye en cierto modo su carácter social.
E n este libro, Waitz se pronuncia en favor de la c) Steinthal, cofundador y uno de los principales
unidad específica del hombre; pero mientras por un redactores de la ya citada Revista de psicología de los
lado niega que haya diferencias específicas entre las pueblos, coincide en sus afirmaciones é ideas con su
razas h u m a n a s , por otro parece conceder excesiva i n - colega Lazarus, pudiendo decirse que si en algo se dis-
fluencia en los fenómenos psicológico-sociales á las tinguen es en la preferencia relativa que cada uno de
emigraciones, á las ideas religiosas, al lenguaje, y ellos concede en sus producciones á determinados ele-
sobre todo al clima , cuya influencia exagera eviden- mentos psicológico-etnográficos. Lazarus atiende con
temente. preferencia á los del orden moral y literario; Steinthal
Por otra parte, el libro de Waitz, más bien que una cultiva con especial cuidado y con éxito los que se re-
psicología etnográfica , viene á ser una historia natural fieren al lenguaje, cuyas leyes psicológicas intenta des-
del hombre, una historia de las razas humanas com- cubrir y formular.
paradas entre s í , principalmente consideradas en sus Delbrück, Cohén y algunos otros escribieron t a m -
formas y grados inferiores de sociedad y civilización. bién en la citada Revista, pues Waitz, Lazarus y Stein-
b) Lazarus, en su libro titulado La vida del alma, y thal, aunque son los más conocidos é importantes, no
más todavía en los artículos publicados en la Revista de son los únicos que en Alemania cultivan y promueven
psicología de los pueblos y de la ciencia del lenguaje, el estudio de la psicología etnográfica ó social.
se dedicó con preferencia á estudiar y desenvolver la
psicología etnográfica ó etnológica en su fase moral, ó
sea los fenómenos psicológico-morales que caracteri- | 27.
zan á las sociedades.
Pero la afirmación capital de Lazarus en este te- E L PANTEISMO EMPÍRICO Ó POSITIVISTA.

rreno es la que se refiere á la existencia de un espí- SCHOI'ENHAUER.

ritu objetivo y u n i v e r s a l , resultado de los espíritus


subjetivos, ó del consentimiento común de los indi- La reacción contra el idealismo apriorístico, i n i -
viduos de una sociedad. Este espíritu del pueblo (Volh- ciada por Herbart, fué desarrollada y consolidada por
geist) ó universal, no es una substancia, pero sí un Schopenhauer, cuyas ideas adquirieron grande boga
sujeto, una mónada que penetra y liga los individuos durante los últimos años de su vida. Sólo que Scho-
de una nación. El lenguaje, la religión, la poesía po- penhauer y sus discípulos conservaron la tesis esen-
pular, el arte, las leyes, las costumbres públicas y cial del idealismo germánico, ó sea la tesis panteista,
privadas, la vida de familia, etc., son los elementos cuidando de ponerla en armonía con el materialismo,
que integran este espíritu objetivo de cada pueblo, e s - de apoyarla en el método experimental y de afectar
publicaciones y teorías filosóficas de Schopenhauer, y
procedimientos positivistas. De aquí el nombre de pan- acudieron á su lado discípulos entusiastas , que se en-
teísmo empírico ó positivista que hemos dado á esta cargaron de la propaganda de su nombre y doctrinas.
escuela , cuyo primer representante caracterizado es En 1851 dió á luz sus Parerga und Paralipomena, es-
Schopenhauer. pecie de miscelánea por el estilo de los Stromata de
Este filósofo, que nació en Dantzig (1788), y fué hijo Clemente Alejandrino , que contiene ensayos, estudios
de un rico banquero, pasó los primeros años de su ju- y trabajos parciales sobre diferentes materias. Cuando
ventud en viajes y dedicado al comercio, hasta que el prestigio de su nombre y la fama de sus escritos ha-
en 1809 se entregó al estudio de la medicina y ciencias bían alcanzado su mayor brillo, Schopenahuer bajó al
naturales en la universidad de Gotinga. Schulze, dis- sepulcro repentinamente en 1860.
cípulo de K a n t , le inspiró afición á los estudios filosó-
La concepción filosófica de Schopenahuer puede
ficos, y le aconsejó que antes de leer las obras de los
condensarse y resumirse en las tres siguientes afirma-
demás filósofos, estudiara con detenimiento y exclusi-
ciones fundamentales:
vamente la Filosofía de Platón y de Kant. Este conse-
1.a La Filosofía consiste en conocer la esencia
jo, que Schopenhauer siguió con fidelidad, explica cier-
verdadera é íntima del m u n d o , elevándose y pasando
tos rasgos y determinadas direcciones de su doctrina.
de los fenómenos y apariencias á la esencia y á la cosa
Atraído por la fama de Fichte, acudió á Berlín para en sí. El método único para llegar á este conocimiento,
oír sus lecciones públicas ; pero su doctrina, lejos de y las fuentes verdaderas de la metafísica m i s m a , de-
satisfacerle, le inspiró aversión y desdén. Entró des- ben buscarse en la experiencia, tanto externa como in-
pués en relaciones con Goethe, y en 1816 publicó un terna. El objeto verdadero y propio de la Filosofía es
tratado Sobre la visión y los colores, en el cual se des- conocer la esencia (quid sil) del mundo, pero de nin-
cubren ya indicios de su teoría filosófica , que expu- guna manera debe investigar ni puede conocer su ori-
so y desarrolló tres años después en su obra capital: gen, su fin ó su causa : la investigación filosófica debe
El mundo como voluntad y representación. mantenerse siempre en el terreno cosmológico, sin
Á pesar de su originalidad , esta obra , lejos de lla- entrar jamás en el terreno teológico, porque, en reali-
mar la atención del mundo sabio , permaneció en la dad, la Filosofía y la metafísica se reducen á la cos-
obscuridad, lo mismo que la que publicó en 1836 con mología : nicht nach dem Woher und Wohin und Wa-
el título de La voluntad en la naturaleza, hasta que el rum , sonder inmer und überall nur nach dem Was
nombre de Schopenhauer llamó la atención de los s a - der Welt fragt.
bios con motivo de una disertación sobre la libertad, 2.' Los fenómenos todos que percibimos, inclusa
que fué premiada por la Real Academia de Ciencias de la inteligencia y la razón , los diferentes individuos y
Noruega. De entonces m á s , los hombres de letras y seres particulares que observamos en el m u n d o , son
las revistas científicas comenzaron á ocuparse en las
efectos, evoluciones, fases, productos de una esencia táculos, y cuando, por último, alguna de ellas queda
única, que es la voluntad, la cual existe y se manifiesta satisfecha, resulta espontáneamente de esta misma sa-
como fuerza inconsciente en unas cosas, y como fuerza tisfacción una nueva necesidad que lleva consigo n u e -
consciente en otras. Los astros con sus atracciones y vos impedimentos, y, por consiguiente, nuevos dolo-
repulsiones, los cuerpos minerales con sus fuerzas res ; pues el dolor ó sufrimiento resulta y existe mien-
químicas , las plantas, los animales, el hombre, y , en tras que la necesidad ó deseo no son satisfechos. Luego
general, las cosas todas con sus gradaciones y diferen- la vida del hombre, vida que se resume en la volición
cias, son resultado y representan otras tantas objeti- y deseo, es una serie continua é inevitable de s u f r i -
vaciones de esa fuerza ó esencia única que Schopen- mientos. La sed inextinguible de felicidad y dicha que
hauer apellida voluntad (Willé), y que coincide ó se acompaña á los actos de la voluntad, sin poder conse-
resuelve en la cosa en sí de Kant. Esta voluntad, con- guirla j a m á s ; el esfuerzo continuo para llegar al bien ó
siderada en sí misma y abstracción hecha de sus descanso perfecto, el cual huye y se aleja siempre,
manifestaciones en el hombre, ó sea en cuanto los i n - son causa de que la vida humana se resuelva en una
dividuos humanos constituyen una de sus varias evo- serie de necesidades, dolores y sufrimientos, los cuales
luciones y productos , es impersonal y carece de con- sólo pueden desaparecer y morir con la desaparición y
ciencia , la cual adquiere sólo en el hombre y por el muerte de la misma voluntad , ó al menos de sus actos
hombre, y desaparece, por consiguiente, al desapare- como fuerza consciente. Luego la verdadera ciencia del
cer el individuo h u m a n o , ó sea la unión del alma con hombre consiste en comprender que la realidad es una
el cuerpo. ilusión, un conjunto de fenómenos ó apariencias, y que
3. a La voluntad, que , según queda dicho, consti- la vida es un dolor p e r m a n e n t e , un foco de sufri-
tuye la esencia una é idéntica de todas las cosas, que mientos. Luego el destino final á que debe aspirar el
las produce todas por medio de su actividad esencial, hombre, el fin último de sus deseos, debe ser la des-
y que después de haberse manifestado como fuerza trucción y aniquilamiento de la voluntad, y, por con-
ciega é inconsciente en la naturaleza, se manifiesta ó siguiente , de la vida y del ser que radican en ella: la
revela como fuerza consciente en el hombre, es por su extinción d é l a vida, la desaparición y aniquilamiento
misma esencia una fuerza v i v a , un esfuerzo enérgico (nirvana ) de la existencia individual.
y permanente, no sólo para existir y v i v i r , sino para Como consecuencias y aplicaciones más ó menos
acrecentar la existencia y la vida. El esfuerzo para per- lógicas de estas tres tesis fundamentales, Schopenhauer
feccionar su ser y su vivir , en tanto existe y se revela enseña:
en la voluntad consciente del hombre, en cuanto y A) Con respecto á la primera:
porque experimenta y siente necesidades , cuya satis- a) Que la verdadera Filosofía es ateológica por su
facción se halla retardada é impedida por mil obs- misma naturaleza; porque nada sabe ni puede saber

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acerca de la existencia de un Dios personal y ultramun-
jetiva. E n el primer concepto, la existencia del mundo
d a n o , cuya idea, lejos de ser innata ó connatural al
coincide y se identifica con la representación que de él
hombre, como pretenden ciertos filósofos, es resultado
formamos en nuestro interior, puesto que las cosas en
de la educación (ist anerzogen) y de la enseñanza.
tanto existen para nosotros y de tal modo existen para
b) Que la Filosofía rechaza igualmente la distin-
nosotros, en cuanto y según el modo con que las pen-
ción substancial y la oposición vulgar entre el espíritu
samos. En este sentido debe tomarse la afirmación ó
y el cuerpo; pues las palabras alma y espíritu son pa-
pronuntiatum de Schopenhauer, cuando escribe: el
labras vacías de sentido, toda vez que la experiencia
mundo es mi representación (Die Welt ist meine Vors-
nada nos dice sobre su naturaleza y existencia. La pa-
tellung), ó, en términos más claros y sentido más pro-
labra espíritu sólo es aceptable , si con ella se quiere
pio, es mi percepción.
significar una inteligencia, pero no una inteligencia
b) La voluntad, que constituye la realidad única,
como función de una substancia simple é inmaterial,
la esencia interna del mundo, como se ha dicho, con-
sino como una de las funciones del cerebro , á la
siderada en sí misma, en su fondo primitivo y con abs-
manera que la digestión es una función del estó-
tracción de sus evoluciones y manifestaciones á través
mago.
de los diferentes reinos (sideral, m i n e r a l , vegetal,
c) La metafísica, cuyo objeto es la interpretación animal y humano), es una fuerza infinita, pero i n s t i n -
de la vida, ó sea el conocimiento de la esencia y del t i v a , una tendencia necesaria y ciega á vivir (blind
término de la vida, constituye una necesidad esencial Drang zurn Leben), y los diferentes seres que pueblan
d é l a naturaleza h u m a n a , necesidad que la Filosofía el mundo son la objetivación sucesiva, múltiple y a s -
satisface con respecto á los hombres de la ciencia, al cendente de esa fuerza-substancia , ó sea de la necesi-
paso que con respecto á la generalidad de aquéllos, dad de existir y vivir que le es inherente. Los astros
aun en las naciones civilizadas, es satisfecha por la con sus movimientos , las combinaciones químicas, la
religión. De aquí se desprende que las diferentes reli- vida , la sensibilidad , el instinto , las pasiones, la i n -
giones positivas pueden considerarse como formas ale- teligencia , representan objetivaciones parciales de esa
góricas y soluciones místicas del problema filosófico, y voluntad absoluta y universal.
constituyen, por decirlo a s í , la metafísica del pueblo.
c) Toda vez que la voluntad es el ser absoluto , el
B) Con respecto á la segunda : principio esencial y la razón última y universal de las
o.',) El universo ó mundo sensible , única realidad cosas , sigúese de aquí que la inteligencia no es a n t e -
que existe para la Filosofía, la cual no reconoce más rior ni superior á la voluntad, sino más bien inferior y
método de investigación ni más criterio de verdad que posterior; es una derivación de ésta , un fenómeno ó
la experiencia, entraña dos modos de existencia : la hecho accidental, al paso que la voluntad es el princi-
existencia ideal ó fenomenal, y la existencia real ú ob- pio , el antecedente, la esencia. Sigúese también que
TOMO iv. 10
la libertad", aplicada á los individuos , es una palabra recuerdo alguno de la existencia anterior». Como se ve,
vacía de sentido; porque aunque la voluntad , conside- la teoría de Schopenhauer sobre este punto se reduce á
rada como la esencia interna, como la cosa en sí, es li- una especie de metempsícosis, que tiende á conciliar la
bre , considerada como fenómeno, como objetivada en eternidad de la materia y la palingenesia del entendi-
la existencia individual, está sujeta al determinismo miento .
absoluto; la libertad, en una palabra, conviene al ser, C) Con respecto á la tercera :
es decir, á la voluntad como cosa en sí y esencia única a) Toda vez que el dolor y los sufrimientos son in-
é interna del mundo, pero no á la acción que ejecutan separables de la vida h u m a n a , manifestación y produc-
los individuos, productos y derivaciones de aquélla : to de la voluntad en el hombre ; toda vez que el dolor
In esse, nicht in operari liegh die Freiheit. y los sufrimientos son inseparables de la voluntad como
Sigúese, finalmente , que por más que la voluntad tendencia y esfuerzo para satisfacerlas necesidades, que
como cosa en s í , como esencia independiente de las renacen sin cesar y que crecen á medida que crece y
condiciones del espacio y del tiempo, sea eterna, la vo- se desarrolla la energía de su actividad, sigúese de aquí
luntad-fenómeno , ó sea la personalidad individual, que la vida es esencialmente dolor, y que éste sólo pue-
desaparece y muere. Cuando muere el hombre, perma- de desaparecer, desapareciendo la voluntad, que es su
nece la voluntad que constituye el fondo de su ser; en origen y su razón suficiente.
este concepto, no hay aniquilamiento completo, y pue- b) El destino final ó desiderátum del hombre , la
de decirse que el hombre es inmortal; pero muere como única felicidad á que puede a s p i r a r , es la extinción
individuo , perece como persona consciente y como yo nirvánica de la v i d a , es la negación y la muerte de la
singular. Desear la inmortalidad de la persona, añade voluntad y de su actividad, condición indispensable
Schopenhauer, es, en rigor, querer perpetuar una i l u - para llegar al descanso verdadero, para conseguir la
sión hasta lo infinito. La existencia del hombre como exencióu del dolor y los sufrimientos. La liberación,
persona, desaparece y muere , como muere y desapa- el reposo real, la libertad perfecta del mal, consisten en
rece la burbuja que se forma en la superficie del agua, destruir y negar la voluntad de vivir : die Verneinung
perseverando ésta en su esencia y substancia en dispo- des Willens zum Leben.
sición de producir otras y otras burbujas in inftnitum, c) Luego los medios más conducentes para amor-
es decir, otras formas ó manifestaciones individuales tiguar , disminuir y matar las fuerzas de la vida y de
del entendimiento. Schopenhauer dice , en efecto, t e r - la voluntad , como son los ayunos , la resignación pa-
minantemente: «por la muerte , la voluntad , que es siva, la inacción , el celibato, etc., son los medios más
indestructible, se separa del e n t e n d i m i e n t o , que es á propósito y más eficaces para la perfección del hom-
perecedero y que reviste ó adquiere en cada nacimiento bre , y consiguientemente para su felicidad única po-
una nueva fase ó existencia individual, que no conserva sible , la cual consiste, según se ha dicho, en el a n i -
quitamiento ó extinción de la vida y de la voluntad
á la extinción nirvánica de su actividad y de su vida.
consciente.
La aspiración y los esfuerzos para conseguir esto
d) La base de la moral es la compasión mutua, la
constituyen la virtud , la santidad , la perfección m o -
simpatía recíproca, pero á condición de reconocer que
ral del hombre.
el mundo de los fenómenos es una ilusión ; que el yo,
como individuo, equivale á la nada ; que la felicidad es
un sueño y un accidente pasajero en la vida del h o m - I 28.
bre , en la cual sólo el dolor es permanente, real y
efectivo. C RÍTICA.

e) El optimismo de este mundo, predicado por


Leibnitz y otros filósofos, es un error y un contrasen-
Que el pensamiento de Kant ejerció bastante i n -
tido ; pues el mundo que habitamos es el peor entre
fluencia sobre el pensamiento de Schopenhauer, según
los posibles.
dejamos indicado , échase de ver en las ideas de este
Resumiendo y sintetizando la concepción de Scho- último acerca de la impotencia de la razón filosófica
penhauer : el mundo, el Universum, en todos sus órde- para afirmar y conocer á Dios y al alma ; en su hosti-
nes y seres, es una manifestación y también un efecto lidad y hasta menosprecio desdeñoso contra las reli-
de la Voluntad, ser absoluto, substancia única y esen- giones positivas ; en la importancia preponderante que
cia interna de todo. Vivir es la tendencia fatal y la ley concede á la voluntad sobre la razón, y en su opinión
instintiva de esta voluntad, y de aquí el egoísmo a b - acerca de la idealidad del espacio, el cual se reduce á
sorbente y destructor que la acompaña á través de sus una función fundamental de la inteligencia, según
evoluciones, y que es el origen ó razón suficiente de Schopenhauer , sin contar otros puntos más secunda-
ese pesimismo que se revela y existe en el mundo; rios y concretos de su teoría filosófica , que entrañan
éste no es otra cosa, en realidad de verdad, sino u n reminiscencias más ó menos fieles y explícitas de la
numeroso campo de batalla en que los seres luchan y doctrina de Kant.
se destruyen mutuamente (darwinismo) por amor á la
Aparte de esto, la concepción de Schopenhauer es
existencia. Luchar siempre, sufrir sin descanso, q u e -
una concepción esencialmente panteista y esencial-
rer sin motivo, agitarse en el vacío y el dolor, he aquí
mente materialista. La Voluntad, ni más ni menos que
la vida délos seres y la del hombre en particular. Luego
la Idea de Hegel, el Absoluto de Schelling y el Yo de
el bien y la perfección para éste deben consistir y con-
F i c h t e , es la única realidad, la esencia interna de
sisten en renunciar y negar la voluntad con sus deseos
todo. Las cosas particulares, las existencias individua-
y aspiraciones, hasta llegar al quietismo completo de
les , más bien que esencias, substancias y seres r e a -
la misma , á la supresión total de su movimiento, ó sea
les , son apariencias y fenómenos, son objetivaciones
parciales del ser único, burbujas en el agua , olas del sión y de propaganda que la Filosofía de Schopenhauer
mar que aparecen y desaparecen sin afectar la esencia alcanzó y alcanza todavía, se deriva principalmente de
una y absoluta que se apellida Voluntad. esto. La Alemania , llena y hastiada de idealismo y de
Que el materialismo, ó, si se quiere mejor, el posi- construcciones a priori, se precipitó con avidez en pos
tivismo materialista palpita en el fondo y hasta en la del filósofo de Dantzig, que alardeaba de construir una
superficie de la concepción de Schopenhauer , es cosa metafísica puramente experimental. Así, la concepción
de suyo manifiesta , si se tiene en cuenta que para el de Schopenhauer, q u e , según se ha visto, es esencial-
filósofo de Dantzig, la existencia de Dios, y el origen mente materialista por parte de su contenido interno
del muodo , y su causa eficiente, y su término , son y r e a l , es también profundamente materialista por
problemas inaccesibles á la razón y á la Filosofía; que parte de su significación histórica , ó sea como reacción
éstas no deben admitir más criterio de verdad que la extremada contra el principio idealista, y como aplica-
experiencia; que el espíritu y el alma, como substan- ción exclusiva del método inductivo. Por una reacción
cias inmateriales, son palabras vacías de sentido; que m u y n a t u r a l , ó, al menos m u y frecuente en la histo-
«en el fondo, el animal es una misma cosa con nos- ria de la Filosofía , el espíritu humano ha pasado en
otros», diferenciándose del hombre sólo accidental- nuestro siglo de la exageración idealista y espiritua-
mente ; que la vida , los organismos, la materia mis- lista á la exageración positivista y materialista. I n i -
ma, son condensaciones de la voluntad, la voluntad ciada por Herbart esta reacción en la Alemania, fué
objetivada ; finalmente, que el pensamiento es una fun- afirmada y desarrollada por Schopenhauer, y comple-
ción peculiar del cerebro , de la misma manera que la tada por los adeptos del materialismo contemporáneo,
digestión es función propia del estómago. el cual procede de Schopenhauer por filiación tan legí-
tima como directa , y esto, no y a sólo en el terreno
Si algo hay en la Filosofía de Schopenhauer que
propiamente filosófico, si que también en el terreno
pueda apellidarse original, al menos con originalidad
social y político. Para Schopenhauer, como para los
relativa , es la aplicación del método experimental y
modernos internacionalistas , la patria es una palabra
de la inducción á la metafísica , es el propósito de le-
sin sentido, y «el patriotismo es la pasión de los
vantar un edificio metafisico sobre la base única y
tontos».
exclusiva de la experiencia. La Filosofía de Schopen-
hauer es, ó pretende s e r , una metafísica experimental: Alguien ha dicho que Schopenhauer es un acci-
una metafísica, puesto que su objeto es conocer cien- dente en la Europa y una excrescencia de la Filosofía
tíficamente la realidad y esencia de las cosas : experi- alemana , frase que no carece de cierta exactitud si se
mental , porque se s i r v e , ó , mejor dicho, promete refiere al moralista. Porque , en efecto, la teoría m o -
echar mano de la inducción y de los hechos para ele- ral de Schopenhauer viene á ser una reminiscencia,
varse á este conocimiento. La grande fuerza de expan- una reproducción más ó menos completa de la moral
búdhica con su pesimismo y su nirvana. Al comparar y afirma que la muerte voluntaria por inanición es la
los sistemas religiosos con las teorías filosóficas, el forma más perfecta de realizarla negación de la volun-
mismo Schopenhauer reconoce y afirma que en el caso t a d , la cual representa el bien supremo á que puede
de dar una forma religiosa á su Filosofía, su expresión aspirar el hombre, su destino final.
más exacta y completa sería el budhismo. Schopen-
hauer es un representante del Oriente y de las ideas
| 29.
asiáticas en el Occidente, un soufí de la India , que
coloca la libertad del m a l , la perfección del bien , la
suprema felicidad , en el éxtasis de la nada, en la e x - LA ESCUELA DE FCCHOPENHAUER.
tinción de la vida y del ser. Diríase que llegó hasta su
corazón y su inteligencia algún soplo de esa Filosofía
de la desesperación y de la muerte , de esa concepción Durante los últimos años de su vida, y , sobre todo
quietista, silenciosa y nirvánica de las orillas del G a n - después de su muerte, adquirió gran prestigio el nom-
ges , cuyo renacimiento en Europa ha influido tal vez bre de Schopenhauer, viniendo á cumplirse lo que él
más de lo que se piensa , no ya sólo en determinados mismo había predicho, á saber: que su Extremaunción
extravíos filosóficos , sino también en esa literatura sería su Bautismo. Así es que su doctrina llegó á for-
romántico-sombría que se deleita en cantar la desespe- mar escuela, siendo cultivada , defendida y hasta mo-
ración y la muerte por boca de Goethe, Byron, C h a - dificada y transformada por sus discípulos y a d m i -
teaubriand, y, sobre todo, Leopardi. radores.
Acaso tampoco es extraño á esa doctrina y á ese Prescindiendo por ahora de Hartmann , principal
renacimiento pesimista lo que pudiéramos llamar la representante de esta escuela y que merece párrafo
manía del suicidio, que tantos estragos produce en la a p a r t e , bastaría recordar, en confirmación y prueba de
sociedad de nuestros días. Porque ello es incontestable lo que se acaba de indicar acerca de la escuela y discí-
que la teoría de Schopenhauer conduce lógicamente á pulos de Schopenhauer , que mientras Asher , R o k i -
considerar el suicidio, no solamente como lícito, sino tansky, Bahnsen y Mainlánder desarrollaban las ideas
como eminentemente moral, toda vez que es el medio de su maestro en el terreno m o r a l , en el materialista
m á s seguro y práctico para llevar á cabo la negación y el fisiológico, F r a u e n s t á d t , q u e en la primera época
de la existencia y de la vida. Por una inconsecuencia, de su vida literaria había filosofado en sentido hegelia-
ó tal vez por no atreverse á chocar de frente contra el no , se pasó después con armas y bagajes á la escuela
sentido m o r a l , Schopenhauer no proclama la licitud de Schopenhauer , convirtiéndose en el propagandista
y conveniencia del suicidio en sentido absoluto y u n i - más activo y celoso de la doctrina de éste, aunque sin
v e r s a l , que sería lo lógico en su sistema; pero admite renunciar del todo á Hegel.
búdhica con su pesimismo y su nirvana. Al comparar y afirma que la muerte voluntaria por inanición es la
los sistemas religiosos con las teorías filosóficas, el forma más perfecta de realizarla negación de la volun-
mismo Schopenhauer reconoce y afirma que en el caso t a d , la cual representa el bien supremo á que puede
de dar una forma religiosa á su Filosofía, su expresión aspirar el hombre, su destino final.
más exacta y completa sería el budhismo. Schopen-
hauer es un representante del Oriente y de las ideas
| 29.
asiáticas en el Occidente, un soufí de la India , que
coloca la libertad del m a l , la perfección del bien , la
suprema felicidad , en el éxtasis de la nada, en la e x - LA ESCUELA DE FCCHOPENHAUER.
tinción de la vida y del ser. Diríase que llegó hasta su
corazón y su inteligencia algún soplo de esa Filosofía
de la desesperación y de la muerte , de esa concepción Durante los últimos años de su vida, y , sobre todo
quietista, silenciosa y nirvánica de las orillas del G a n - después de su muerte, adquirió gran prestigio el nom-
ges , cuyo renacimiento en Europa ha influido tal vez bre de Schopenhauer, viniendo á cumplirse lo que él
más de lo que se piensa , no ya sólo en determinados mismo había predicho, á saber: que su Extremaunción
extravíos filosóficos , sino también en esa literatura sería su Bautismo. Así es que su doctrina llegó á for-
romántico-sombría que se deleita en cantar la desespe- mar escuela, siendo cultivada , defendida y hasta mo-
ración y la muerte por boca de Goethe, Byron, C h a - dificada y transformada por sus discípulos y a d m i -
teaubriand, y, sobre todo, Leopardi. radores.
Acaso tampoco es extraño á esa doctrina y á ese Prescindiendo por ahora de Hartmann , principal
renacimiento pesimista lo que pudiéramos llamar la representante de esta escuela y que merece párrafo
manía del suicidio, que tantos estragos produce en la a p a r t e , bastaría recordar, en confirmación y prueba de
sociedad de nuestros días. Porque ello es incontestable lo que se acaba de indicar acerca de la escuela y discí-
que la teoría de Schopenhauer conduce lógicamente á pulos de Schopenhauer , que mientras Asher , R o k i -
considerar el suicidio, no solamente como lícito, sino tansky, Bahnsen y Mainlánder desarrollaban las ideas
como eminentemente moral, toda vez que es el medio de su maestro en el terreno m o r a l , en el materialista
m á s seguro y práctico para llevar á cabo la negación y el fisiológico, F r a u e n s t á d t , q u e en la primera época
de la existencia y de la vida. Por una inconsecuencia, de su vida literaria había filosofado en sentido hegelia-
ó tal vez por no atreverse á chocar de frente contra el no , se pasó después con armas y bagajes á la escuela
sentido m o r a l , Schopenhauer no proclama la licitud de Schopenhauer , convirtiéndose en el propagandista
y conveniencia del suicidio en sentido absoluto y u n i - más activo y celoso de la doctrina de éste, aunque sin
v e r s a l , que sería lo lógico en su sistema; pero admite renunciar del todo á Hegel.
Frauenstädt introdujo en la doctrina de su maestro Mainlander , el budhismo y el cristianismo son las re-
algunas reformas y modificaciones , siendo las más ligiones más perfectas y más conducentes á la perfec-
trascendentales de estas la negación , ó atenuación al ción del hombre , las más en armonía con los princi-
menos, del idealismo subjetivo de Schopenhauer, la re- pios de la Filosofía de Schopenhauer , precisamente
ducción de la materia pura á una abstracción del p e n - porque entrañan el ateismo. En su fondo íntimo, el
samiento. Además de esto , Frauenslädt se separa de cristianismo es un verdadero ateismo, puesto que á él
su maestro, negando que sea necesario, ni siquiera po- se debe la afirmación ó creencia de que Dios murió en
sible á la voluntad llegar á la negación de sí misma y pasados siglos.
de su actividad, como término final y bien supremo de La Filosofía de la liberación ó de la extinción n i r -
la existencia y de la vida. Gomo consecuencia de esto, vánica, en el sentido de Schopenhauer, representa el
tampoco concede al ascetismo rígido la importancia desarrollo y el complemento del budhismo y del Cris-
ética y la preferencia absoluta que le concedía Scho- tianismo puro ; representa el triunfo déla verdad com-
penhauer. pleta y absoluta de la ciencia, sobre la verdad incom-
Esto no obstante , Frauenstädt afirma y desarrolla pleta y relativa de la idea religiosa. En una palabra: la
el principio ético de su maestro por lo que rèspecta á Filosofía de la liberación es la Filosofía de la verdad y
la negación de la libertad en el individuo. El discípulo de la realidad, porque «funda el ateismo, no sobre una
de Schopenhauer concede una fuerza irresistible y ver- - fe, como el budhismo y el Cristianismo puro, sino so-
daderamente fatalista á lo que la escuela de Schopen- bre el saber, siendo ella la primera que hace estribar el
hauer llama carácter, y considera como una ilusión sin ateismo en bases científicas».
fundamento real la responsabilidad moral interna del En sus Ensayos sobre la caracterología, Bahnsen
individuo ; de manera que en el terreno determinista, parece avanzar un paso más que Schopenhauer en el
las ideas de Frauenstädt van más lejos y son más rígi-
camino del materialismo, puesto que considera la idea
das que las de su maestro.
como producto de un órgano material.
La dirección ateológica que hemos encontrado en la Hay, sin embargo, un punto, y punto trascendental,
Filosofía de Schopenhauer , el germen ateista que en- con respecto á la escuela de Schopenhauer, en que
traña su concepción, ha recibido recientemente des- Bahnsen se separa de su maestro. Porque Bahnsen afir-
arrollos y aplicaciones importantes por parte de otro ma y defiende la pluralidad real y substancial de la vo-
de los discípulos de Schopenhauer. E n su Filosofia de luntad humana , al paso que é s t a , en la teoría de Scho-
la liberación ó redención ( Die Philosophie der Erlö- penhauer , es un mero fenómeno, un accidente pasajero
sung), Mainiänder esfuérzase en probar que el ateismo de la voluntad que constituye la esencia universal y la
es la base y el principio esencial para obtener la verda- substancia única del universo mundo. En otros t é r m i -
dera liberación, ó sea la exención del mal. Según nos ; Bahnsen transforma en un verdadero individua-
lismo el monismo absoluto y real de S c h o p e n h a u e r y como esencia, es la idea ; el principio del mundo como
de la mayor parte de sus discípulos, incluso Hartmann, existencia, ó en cuanto al acto de existir, es la volun-
en quien vamos á ocuparnos. tad. La idea contiene la esencia ideal de las cosas, rige
y predetermina el orden, la gradación, la forma en que
deben aparecer con sus relaciones mutuas: la voluntad
§30.
les comunica la realidad física, el acto de existir, la
transición del estado ideal al estado real.
HARTMANN.
La voluntad, pues, y la idea son dos factores rela-
tivamente independientes é igualmente necesarios para
El representante más distinguido y el discípulo más comprender la realidad metafísica del mundo y de to-
independiente, más profundo y más original de S c h o - dos los seres que le componen. Y como quiera que una
penhauer, es, á no dudarlo, Hartmann (Eduardo, y otra son indispensables para la producción del mun-
1842),cuya obra capital, La Filosofía cielo inconsciente, do , es preciso que haya algo, es preciso suponer algún
representa una transformación importante, un desarro- ser que sirva de base común á las dos, algún sujeto
llo original de la teoría de Schopenhauer. Hartmann que sirva como de punto de partida, que sea el sub-
observa con razón que la voluntad y la representación stratum general y el fondo primitivo del cual proceden
o idea de la teoría de su maestro, son impotentes para las cosas todas ; pero no con proceso inmediato , sino
explicar el proceso de las cosas y la realidad del mun- con proceso mediato, es decir, mediante la voluntad y
do, toda vez que para Schopenhauer la idea ó repre- la idea, las cuales son sus fuerzas y manifestaciones
sentación (Vorstellung) se resuelve en la percepción ó primeras. Ese Ser absoluto, que concebimos como
representación del mundo como colección de fenómenos existente pro priori respecto de la voluntad y la idea;
subjetivos , y la voluntad se resuelve y equivale en de- ese Ser uno-todo, que es anterior en orden de concepto
finitiva a una fuerza ciega y fatalista. y de naturaleza á la voluntad y á la i d e a , es lo incons-
La verdad e s , añade Hartmann, que la existencia ciente , del cual son funciones y atributos la voluntad
y la esencia del mundo, su realidad metafísica é inma- y la idea, y el cual, por consiguiente, se distingue de
nente, su desarrollo y sus evoluciones múltiples, no éstas, como se distingue de los atributos y funciones
pueden ser explicad os, ni por una fuerza ó voluntad sin la cosa que les sirve de fundamento ó sujeto común:
ideas que contengan la razón suficiente de la multipli- nous sommes forcés d'admettre derrière ces attributs
cidad, orden y gradación de los seres, ni tampoco por du vouloir et du penser un être qui en soit le fon-
una idea sin fuerza ó que no vaya acompañada de una dement.
voluntad-fuerza, que contenga la razón suficiente de la Según se desprende de lo dicho, lo Inconsciente de
realidad objetiva del mundo. El principio del mundo Hartmann no es ni la Idea de Hegel, ni la Voluntad
de Schopenhauer: una y otra r e p r e s e n t a n , para sus
luntad el proceso ilógico ; la primera es de suyo i n a c -
sostenedores respectivamente, el principio verdadero,
tiva é inerte, mientras que la segunda entraña activi-
la causa inmediata de las cosas ó del universo, m i e n -
dad y fuerza.
tras que el ser Inconsciente de H a r t m a n n , no es el
El Absoluto, el Inconsciente, que es el ser Uno-Todo,
principio verdadero, ni menos la causa inmediata y
al desarrollarse v obrar por medio de la voluntad y la
eficiente de las cosas, sino la base , el sujeto común
idea como funciones primordiales del mismo y con su-
de los principios verdaderos y efectivos de las cosas,
jeción á sus leyes, produce el universo-mundo con to-
que son la voluntad y la idea. Para H a r t m a n n , la idea
dos sus seres, da el ser á l o s diferentes reinos de la na-
y la voluntad son atributos , funciones del Absoluto,
turaleza (reino cósmico, sideral, terreno, orgánico,
del ser Uno - Inconsciente; pero la primera no es á la
sensible, humano), adquiriendo y determinando por
vez substancia y atributo, como lo es para Hegel, ni
grados la conciencia, la cual contiene infinidad de gra-
la voluntad es substancia y atributo á la vez, como lo
daciones y estados. Pero entiéndase bien : el Incons-
es para Schopenhauer. Como sujeto común y como
ciente , considerado en sí mismo y pro priori á la vo-
realidad única anterior y superior á la voluntad y á la
luntad y la idea, adquiere la conciencia de sí mismo en
idea, lo Inconsciente es á la vez la una y la otra, por
los individuos organizados (c'est l'Inconscient qui dans
cuanto que es el principio común y. como el f u n d a -
¡es individus organisés, prend conscience de lui-même),
mento primitivo de las dos; pero esto no impide, antes
ó sea cuando se manifiesta y produce determinadas
bien exige que la idea y la voluntad, consideradas en
formas de la vida. Porque el Inconsciente, que es la
sí mismas y como funciones ó atributos de la substan-
substancia misma del universo (la substance même de
cia Inconsciente, se distingan entre sí (1) y sean opues-
Vunivers), que es el ser uno, todo y absoluto, con res-
tas y contradictorias, en cierto sentido, puesto que la
pecto al cual los seres mundanos y los individuos no
idea representa el proceso lógico del Cosmos, y la v o -
son más que fenómenos (le monde, malgré sa puissan-
ce, n'est que le pur phénomène de cet absolu), produce
(1) «Quoique les fonctions ou les états de penser et de vouloir también la materia, la conciencia y la fuerza organo-
soient différents, cela n'empêche pas que la substance des deux génica, las cuales deben ser consideradas como otras
principes, que le sujet des deux fonctions , que ce qui pense et ce tantas manifestaciones parciales del mismo, como tres
qui veut ne soient un seul et même principe....
C'est le vouloir et le penser qui d i f f é r e n t , non l'être qui veut et
formas de su actividad : comme trois formes de l'acti-
pense. La Volonté est étrangère à la raison; mais l'Idée est justement vité ou trois manifestations de l'Inconscient.
la raison de l'être qui veut. La pensée est incapable d'agir ; mais le
vouloir est justement la force de l'être qui pense.... C'est ainsi que
En conformidad y relación con esta doctrina, Hart-
les deux attributs de l'Inconscient, se manifestent dans chaque fonc- mann enseña que el hombre ó el yo , lo mismo que el
tion particulière de l'Un-Tout.» Philosoph. de l'Incons., t. I I , pagi- mundo en general, no es más que una suma de cier-
nas 357-558.
tas acciones del Inconsciente, de manera que el yo de
cada hombre cambia ó varía con la variación de las al origen y constitución del mundo, la modifica t a m -
acciones del Inconsciente que le c o n s t i t u y e , y hasta bién en la parte relativa á la negación de la voluntad
deja de existir desde el momento que se interrumpe la como término de la vida y condición de reposo para el
acción del Inconsciente sobre el organismo (1) propio hombre. Schopenhauer habíase limitado á buscar la
ó individual, ni más ni menos que el arco iris desapa- felicidad, el reposo, la liberación del dolor en la nega-
rece cuando cesa la acción del sol sobre determinadas ción ó aniquilamiento, en la extinción nirvánica de la
nubes. voluntad individual ; pero su discípulo enseña que el
Así es que para Hartmann no hay en realidad más objeto final del mundo, la verdadera exención ó libe-
alma humana que el Inconsciente, el cual hace las ve- ración de los tormentos y desdichas inseparables de la
ces de alma universal y única para todos los indivi- existencia y de la vida, consiste en la negación de la
duos (averroismo), los cuales en tanto se dicen huma- voluntad absoluta, exige el anonadamiento de la vo-
nos ó racionales , por cuanto el Inconsciente obra ó luntad universal. El verdadero destino final del hom-
produce determinadas acciones sobre su organismo. Ni bre no es la negación ó muerte de la voluntad indivi-
las almas de los padres ni las de los hijos son s u b s - d u a l , la cual no es más que un fenómeno pasajero del
tancias separadas (ne sont des substances separées, in- Inconsciente, un mero accidente de la voluntad que
dépendantes) ó individuales, particulares y distintas produce y constituye el m u n d o , sino que es la nega-
como substancias, sino acciones determinadas del In- ción ó muerte de la voluntad universal, la cesación del
consciente sobre el respectivo organismo: L'enfant n'a querer absoluto y cósmico. Esta cesación y muerte de
pas besoin de récevoir une âme particulière, indivi- la voluntad es el término de la evolución ó processus
dualisée. Son âme n'est, comme celle de ses parents, del universo mundo, de manera que debe concebirse
que la somme des actions exercées à chaque instant como el último acto del Inconsciente, del Uno-Todo,
par l'Inconscient sur son organisme. esencia , movimiento, vida y existencia del mundo, el
Hartmann, después de transformar y modificar pro- cual, por consiguiente, dejará de existir cuando llegue
fundamente la teoría de su maestro en lo que se refiere este momento último de su evolución (comme Vacie du
dernier moment, après le quel il riy aura plus ni volon-
té , ni activité); pues el mundo, según H a r t m a n n , d e -
(1) «Le monde n'est qu'une certaine somme d'actions, d'actes jará de ser algún día y no durará siempre : le proces-
volontaires de l'Inconscient; le m o i , une somme différente d'actions
ou d'actes volontaires du même Inconscient.... Que l'Incouscient sus du monde aura un terme dans le temps, et ne du-
change la combinaison des actions ou des actes de sa volonté qui me rera pas éternellement.
constituent, et je deviendrai un a u t r e ; qu'il interrompe son action,
et je cesserai d'être. Je suis phénomène semblable à l'arc-en-ciel dans
Como consecuencia de esta doctrina, Hartmann no
les images. Comme lui, je ne suis qu'un ensemble de rapports.» busca la felicidad y el bien en la negación de la volun-
Philos, de l'Incons., t. n, pâg. 212. tad individual, ni menos en el suicidio, ni en el ani-
TOMO IV. il
quilamiento ó extinción de la misma , como Schopen- de su maestro, que los consideraba como formas subje-
hauer, sino que considera como un deber, ó digamos tivas y como funciones de la inteligencia. El autor de
como una necesidad para el individuo, el vivir y obrar la Filosofía de lo Inconsciente tampoco considera al ce-
en armonía con la vida y acciones del Inconsciente. rebro como causa real y eficiente de la inteligencia , y
E n otros términos : el fin último que debe proponerse se limita á considerarle como una de las condiciones
el hombre es la liberación universal, la supresión ab- de la conciencia.
soluta y completa de la voluntad y sus manifestacio- En conformidad con su concepción pesimista, Hart-
nes ó actos, y, por consiguiente , de toda existencia; mann esfuérzase en probar que la felicidad perfecta á
mas como este fin ó destino final se encuentra ó coin- que el hombre aspira es una pura ilusión, que .reviste
cide con el último término del processus universal, el diferentes formas históricas en relación con el predo-
deber moral, la obligación y la perfección de cada hom- minio de ideas determinadas. El mundo antiguo con-
bre consisten en secundar con todas sus fuerzas , en sideraba la felicidad como cosa realizable y asequible
entregarse enteramente al Inconsciente, principio y para el individuo en la vida presente. Durante el pe-
sujeto del processus universal, con la mira de que éste ríodo cristiano y para los secuaces del Cristianismo, la
llegue á su término ó fin último, que no es otro que la felicidad es cosa realizable y asequible solamente des-
liberación universal del mundo (1), es decir, la ani- pués de la muerte, y en una vida trascendente con res-
quilación de todo acto de la voluntad en el no-querer pecto al mundo terrestre. En su tercer período históri-
absoluto por medio de la cesación y extinción de la co, que es el actual, la humanidad coloca la felicidad
Voluntad universal y absoluta , acompañada y seguida en lo porvenir, pero como asequible en la tierra, ó sea
de la supresión de toda existencia : l'anéantissement en la vida presente. Para el filósofo, todas estas concep-
de tout vouloir dans le non-vouloir absolu qu'accom- ciones y esperanzas de la felicidad son puras quimeras
pagne naturellement la suppression, la cèsation de tout de la imaginación.
ce que nous appelions l'existence. Las ideas morales y religiosas de Hartmann están
Hartmann se aparta también de Schopenhauer en en perfecta armonía con las ideas panteistas y pesi-
algunos otros puntos de relativa importancia científica. mistas que constituyen el fondo de su sistema metafí-
Tal sucede en lo que se refiere á la noción y esencia sico. La inmortalidad del alma, en el sentido cristiano
del espacio y del tiempo, puesto que rechaza la opinión y como permanencia del individuo, es una ilusión del
misticismo exaltado, una creencia tan pobre como per-
(1) «La Philosophie pratique et la vie exigent un principe positif niciosa (foi pauvre et pernicieuse), toda vez que no hay
d'action; nous le trouvons dans l'entier dévouement de la personne au ni puede haber más inmortalidad que la unión ó u n i -
processus universel en vue de sa fin : l'universelle délivrance du mon- dad eterna con Dios (éternellement un avec son Dieu),
de.... Le but de la conscience est la délivrance du monde à l'égard du
del cual el hombre es una mera manifestación : L'hom-
malheur du vouloir.» Philos, de l'Incons., t. u , pâg. 497.
me étant une manifestation de Dieu, dans laquelle rien
n'existe que Dieu (1).
I 31.
La ética pesimista del budhismo, no solamente es
m u y superior á la ética cristiana basada sobre el teismo CRÍTICA.
personal, sino que es la única capaz de suministrar á
la moralidad un fundamento sólido : Le bouddhisme
La Filosofía de H a r t m a n n , considerada como con-
est le seul sisteme où le pessimisme sene expressément
cepción ético-religiosa, principalmente en sus relacio-
à fonder la moralité.
nes con lo porvenir, se reduce á una fusión de ideas
La única base metafísica de la moral es la inmanen-
cristianas, ideas budhistas é ideas panteistas. Al lado
cia de Dios en el mundo, y como quiera que la moral
de algunas ideas tomadas del Cristianismo, el panteís-
cristiana rechaza esta inmanencia (le Dieu personnel
mo germánico y el pesimismo de los budhistas c o n s -
des chrétiens n'est pas immanent au monde) divina , de
tituyen los elementos principales de esa religión que
aquí resulta su inferioridad absoluta, por más que sea
para el tiempo futuro nos anuncia y recomienda el dis-
recomendable por otro lado, ó sea por parte del elemento
cípulo de Schopenhauer. «La religión de lo porvenir,
pesimista que entraña.
nos dice el mismo, será un panteísmo y más propia-
mente un monoteísmo sumamente impersonal.... A
juzgar por lo que nos enseña la historia de las religio-
(1) Hartmann insiste con frecuencia sobre esta doctrina, ligada n e s , no es posible obtener lo que se busca (la religión
también íntimamente con el pesimismo, que constituye uno de los
elementos fundamentales de su concepción filosófica. He aquí cómo
futura) sino por medio de una síntesis del desarrollo
se expresa en una de sus publicaciones posteriores á la Filosofía de religioso indio y del desarrollo judáico-cristiano, cons-
lo Inconsciente : «L'époque présente.... doit chercher à se rattacher tituyendo así una forma en la que se reúnan las v e n -
au pessimisme qui dans sa forme inaltérée ne cherche à se tromper
tajas de las dos tendencias, eliminando sus defectos.»
s u r la misère de l'existence par aucune illusion le faisant rêver d'une
vie au-delà de celle-ci, mais qui pour l'individu comme tel ne con- Como sistema ético, la concepción de Hartmann
naît qu'une aspiration : être une fois liberé du pénible devoir de co- presupone y exige la negación ó extinción nirvánica
opérer à l'évolution, se replonger dans le Brahin, comme la bulle
dans l'occéan, s'éteindre comme la lumière au sein du vent.... Telle de la voluntad, el panteísmo como base esencial, e x -
est l'expression entière pour l'aspiration de l'âme religieuse à la paix presión genuína del orden ético (cette vérité éthique
et à l'union avec l'esprit universel, union complète et qui ne soit fondamentale riest exprimée que par le pantéisme) y
plus troublée par aucune apparence de séparation, mais qui comme
individu, s'acquitte patiemment des devoirs de la morale jusqu'à ce
principio de la moralidad, y la negación de la i n m o r -
que l'heure de la délivrance sonne pour elle. » La Religion de l'avenir, talidad del a l m a , en el sentido propio de la palabra, y
par E. Hartmann, trad. de l'allemand, 1876, pág. 166. como permanencia de la persona en una vida futura.
Si fijamos ahora la vista en la concepción de Hart-
mann , considerada en el terreno teórico y como teoría
me étant une manifestation de Dieu, dans laquelle rien
n'existe que Dieu (1).
I 31.
La ética pesimista del budhismo, no solamente es
m u y superior á la ética cristiana basada sobre el teismo CRÍTICA.
personal, sino que es la única capaz de suministrar á
la moralidad un fundamento sólido : Le bouddhisme
La Filosofía de H a r t m a n n , considerada como con-
est le seul sisteme où le pessimisme sene expressément
cepción ético-religiosa, principalmente en sus relacio-
à fonder la moralité.
nes con lo porvenir, se reduce á una fusión de ideas
La única base metafísica de la moral es la inmanen-
cristianas, ideas budhistas é ideas panteistas. Al lado
cia de Dios en el mundo, y como quiera que la moral
de algunas ideas tomadas del Cristianismo, el panteís-
cristiana rechaza esta inmanencia (le Dieu personnel
mo germánico y el pesimismo de los budhistas c o n s -
des chrétiens n'est pas immanent an monde) divina , de
tituyen los elementos principales de esa religión que
aquí resulta su inferioridad absoluta, por más que sea
para el tiempo futuro nos anuncia y recomienda el dis-
recomendable por otro lado, ó sea por parte del elemento
cípulo de Schopenhauer. «La religión de lo porvenir,
pesimista que entraña.
nos dice el mismo, será un panteísmo y más propia-
mente un monoteísmo sumamente impersonal.... A
juzgar por lo que nos enseña la historia de las religio-
(1) Hartmann insiste con frecuencia sobre esta doctrina, ligada n e s , no es posible obtener lo que se busca (la religión
también íntimamente con el pesimismo, que constituye uno de los
elementos fundamentales de su concepción filosófica. He aquí cómo
futura) sino por medio de una síntesis del desarrollo
se expresa en una de sus publicaciones posteriores á la Filosofía de religioso indio y del desarrollo judáico-cristiano, cons-
lo Inconsciente : «L'époque présente.... doit chercher à se rattacher tituyendo así una forma en la que se reúnan las v e n -
au pessimisme qui dans sa forme inaltérée ne cherche à se tromper
tajas de las dos tendencias, eliminando sus defectos.»
s u r la misère de l'existence par aucune illusion le faisant rêver d'une
vie au-delà de celle-ci, mais qui pour l'individu comme tel ne con- Como sistema ético, la concepción de Hartmann
naît qu'uue aspiration : être une fois liberé du pénible devoir de co- presupone y exige la negación ó extinción nirvánica
opérer à l'évolution, se replonger dans le Brahin, comme la bulle
dans l'occéan, s'éteindre comme la lumière au sein du vent.... Telle de la voluntad, el panteísmo como base esencial, e x -
est l'expression entière pour l'aspiration de l'âme religieuse à la paix presión genuína del orden ético (cette venté éthique
et à l'union avec l'esprit universel, union complète et qui ne soit fondamentale riest exprimée que par le pantéisme) y
plus troublée par aucune apparence de séparation, mais qui comme
individu, s'acquitte patiemment des devoirs de la morale jusqu'à ce
principio de la moralidad, y la negación de la i n m o r -
que l'heure de la délivrance sonne pour elle. » La Religion de l'avenir, talidad del a l m a , en el sentido propio de la palabra, y
par E. Hartmann, trad. de l'allemand, 1876, pàg. 166. como permanencia de la persona en una vida futura.
Si fijamos ahora la vista en la concepción de Hart-
mann , considerada en el terreno teórico y como teoría
ciencia , la unidad, la pluralidad, el orden y el proces-
metafísica, ya hemos visto que su fondo y sus ideas
sus de las cosas : Hegel pretende explicar todo esto con
capitales coinciden con las ideas de Schopenhauer. Dé-
sola la Idea y por sola la Idea : Hartmann sostiene que
jase sentir, sin embargo, en Hartmann la influencia de
ni la Idea sola de H e g e l , ni la Voluntad sola de Scho-
Kant (distinción entre el mundo fenoménico y el mun-
penhauer pueden contener la razón suficiente de esas
do nouménico, entre la apariencia y la cosa en sí,
cosas ; que la idea sin la voluntad ó fuerza es i n f e -
preponderancia de la voluntad, hostilidad contra las
cunda' y estéril, al paso que la voluntad sin la idea
religiones positivas, etc.); la influencia de Schelling
sólo produciría el desorden. Luego es preciso admitir
(necesidad y universalidad del mal en la existencia y
que el mundo real y el mundo fenomenal, la existen-
la vida (1), el ser inconsciente que sirve de base ó su-
cia y la esencia , el ser y la ciencia , tienen su razón
jeto común á la voluntad y á la idea, etc.), y, final-
suficiente completa y total en la Idea y en la Voluntad
mente, la influencia de Hegel, según es fácil advertir
simultáneamente : en la idea, que dirige, modera y de-
en el papel importante que en la teoría cosmológico-
termina la acción déla voluntad, y en la voluntad, que
metafísica de Hartmann desempeña la Idea.
da cuerpo, que vivifica y que realiza la idea.
Pero aunque la teoría de Hartmann coincide en el
Excusado parece advertir que el panteísmo más ex-
fondo con la de Schopenhauer, conviene no perder de
plícito y evidente constituye el fondo y la esencia de
vista que el pesimismo del primero no es tan exagera-
la Filosofía de lo Inconsciente, pues ya se ha visto que
do y absoluto como el pesimismo del segundo , y que
este Inconsciente coincide y se identifica con el Ser
su concepción es menos materialista en sus tendencias
Uno-Todo, origen, esencia y razón suficiente de las
y conclusiones que la concepción de su maestro.
existencias todas por medio de la evolución y proces-
E n resumen: el carácter dominante y más general
sus del mismo, como se ha visto también que todas
de la concepción de Hartmann, como concepción m e -
esas existencias particulares , sin excluir las almas
tafísica, es la tendencia á conciliar y fundir la teoría
h u m a n a s , no son más que fenómenos , accidentes y
hegeliana y la teoría de Schopenhauer, completando
modos de ser y obrar del Inconsciente ; la multiplici-
la una con la otra. El filósofo de Dantzig pretende e x -
dad misma de las conciencias , dice H a r t m a n n , y , por
plicar con sola la voluntad y por sola la voluntad el
consiguiente, la distinción y multiplicidad de las per-
origen , la constitución , la esencia del mundo y de la
sonas , no es más que la multiplicidad de las manifes-
taciones fenomenales de un mismo ser : N'est que la
(1) Es esto tan exacto, que en su Filosofía de lo Inconsciente , el multiplicité des manifestations phénoménales d'un même
mismo Hartmann cita varios pasajes de Schelling en apoyo de su
être.
tesis pesimista , haciendo notar q u e , para Schelling , el mal trae su
origen del mismo ser (kommt nur von dem Sein), y que es una cosa Hemos indicado arriba que la concepción de H a r t -
universal y necesaria en toda v i d a : Schmerz ist etivas Allgemeines m a n n es menos pesimista que la de su maestro , toda
und nothwendiges in allem Leben.
vez q u e , aunque confiesa que la suma de males en el
mos el drama de la creación, el conjunto de seres que
mundo excede á la suma de bienes , no afirma , como
constituyen é integran al Universo , el c u a l , por c o n -
Schopenhauer, que este mundo es el peor de los posi-
siguiente , es el producto necesario del antagonismo
bles. Sin embargo, en otro terreno y desde otro punto
en acción de los dos citados principios , y este antago-
de vista , la concepción de Hartmann es más pesimista
nismo palpita igualmente en el fondo de todos los seres
que la de Schopenhauer, puesto que señala como t é r -
parciales, y sobre todo en el hombre. La vida en éste,
mino y destino final del hombre y de las cosas la su-
con todas sus peripecias, resulta de la oposición ó lucha
presión total d é l a voluntad universal y absoluta, y ,
entre los dos principios. El principio bueno, es decir, la
por consiguiente, del universo-mundo; de manera que,
idea ó razón, trabaja constantemente por curar al prin-
en realidad de verdad, en el fondo de la teoría de
cipio malo, ó sea á la voluntad de su apego á la realidad
Hartmann se encuentra y palpita la idea nihilista. La
y á la vida, que llevan consigo necesariamente los su-
nada absoluta, el Nirwana , constituye la aspiración,
frimientos y el dolor. Éstos, que son inseparables de la
final y el término efectivo, no de este ó de aquel i n d i -
v i d a , sólo pueden perecer con ésta; es decir, cuando
duo, sino de la misma humanidad (riaspire plus qiï à
cese la lucha y el antagonismo, que son precisamente
la insensibilité absolue, au néant, au Nirwana), y esto
los que e n g e n d r a n y conservan la vida. Y esa lucha y
de tal manera, que una vez conseguida la aniquilación
ese antagonismo cesarán por medio de la victoria defi-
absoluta y universal de la voluntad , cese el proceso
nitiva del principio bueno sobre el principio m a l o , pero
del mundo, y cese sin dejar en pos de sí elementos para
victoria que se convierte á la vez en derrota del mismo
un nuevo proceso : De telle sorte que la volonté actuelle
vencedor, puesto que, al desaparecer la lucha y la opo-
soit reduite au néant : le processus du monde finit
sición, desaparece con ellas la vida y la realidad.
alors, et sans laisser après lui les élèmens d'un nou-
veau processus. Luego la concepción de Hartmann , considerada en
el terreno de la pura especulación metafísica , es una
La concepción de Hartmann, como toda concepción
concepción esencialmente panteista y dualista; es una
panteista, descansa en una afirmación gratuita; descan-
síntesis de panteísmo idealista y de dualismo m a -
sa en la hipótesis arbitraria de un Inconsciente eterno,
niqueo.
en cuyo seno coexisten desde la eternidad un principio
esencialmente b u e n o , que es la Idea , y otro principio ¡32.
esencialmente malo, que es la Voluntad. El día en q u e
DIRECCIONES ESPECIALES Y SINCRETICAS
estos dos principios, que dormitaban tranquilamente
DE LA FILOSOFÍA E N A L E M A N I A .
desde la eternidad en el fondo del Inconsciente, se des-
pertaron para comenzar una lucha sin tregua ni d e s -
Al indicar el proceso y la clasificación de las escue-
canso , comenzó también con esta lucha lo que llama-
las y sistemas principales que aparecieron en Alemania
después de Kant, colocamos al materialismo entre aque- filosófico verificado en Alemania, procede hablar ahora
llos sistemas y antes de las direcciones especiales y sin- de ciertas direcciones especiales, más ó menos inde-
créticas. Pero ya dejamos advertido oportunamente que pendientes, más ó menos sincréticas, que tuvieron y
nuestra clasificación de escuelas y sistemas, en el pe- tienen lugar en aquella nación, ó mejor en las razas
ríodo correspondiente á la Filosofía novísima, es á la germánica y eslava.
vez geográfica y doctrinal, es decir, que, sin perjuicio Porque la verdad es que los nombres de Kant y de
de tomar como base general las diferentes nacionalida- Fichte, de Schelling y de Hegel, de Krause , Herbart
des, combina esta base con el carácter genético de las y Schopenhauer , representan escuelas determinadas,
doctrinas y sistemas, según que su influencia se deja corrientes definidas, discípulos más ó menos numero-
sentir de una manera notable en muchas naciones á la sos y fieles de sus sistemas filosóficos. Pero fuera de
vez, y según que ofrece determinada afinidad con este estas escuelas sistemáticas y exclusivas, existieron y
ó aquel sistema filosófico. existen en la Filosofía alemana ciertas corrientes y d i -
Aplicando estas ideas al materialismo contemporá- recciones que podremos apellidar sincréticas, porque
neo, por más que éste tenga en Alemania notables representan la fusión y amalgama de elementos toma-
representantes, creemos más oportuno y más en armo- dos de varios sistemas , tanto antiguos como moder-
nía con el método propuesto, ocuparnos en él después nos, en proporciones muy variables, sin perjuicio de
de hablar del positivismo de Comte, ya porque éste es modificarlos y completarlos con puntos de vista origi-
premisa natural y antecedente legítimo del materia- nales.
lismo, ya también porque de esta manera es más fácil Sin contar , en efecto, algunas ideas y teorías muy
hacerse cargo del carácter cosmopolita que ha llegado secundarias ligadas á los nombres de Weler,Helmhotz,
á adquirir, merced á sus íntimas conexiones con la Carus, Bering, etc., ideas y teorías que pertenecen á
Filosofía positiva, con el darwinismo, con las teorías la historia especial de la psicología más bien que á la
evolucionistas y con la psicología inglesa. general de la Filosofía, no dejan de ofrecer importan-
Por análogas razones tampoco nos ocuparemos aquí cia relativa con respecto al movimiento filosófico en
en la dirección ó escuela cristiana, reservándonos h a - Alemania, la dirección que pudiéramos llamar sulje-
blar de ésta al exponer el estado, vicisitudes y repre- tivo-teológica ó mística de Schleiermacher, la dirección
sentantes de la Filosofía cristiana en las diferentes aristotélica de Trendelenburg, la dirección sensualista
naciones de Europa, porque así lo piden la importan- de Gzolbe y la dirección ó escuela neokantiana.
cia y la universalidad del movimiento filosófico cris-
tiano realizado en nuestro siglo.
Descartadas por las razones expuestas la dirección
materialista y la dirección cristiana del movimiento
sus atributos, y los dogmas y misterios, se conciban de
i 33. ésta ó de la otra m a n e r a , que se les atribuya éste ó el
otro sentido filosófico, que tengan ó no tengan realidad
SCHLEIERMACHER. objetiva. Mientras permanezca en el hombre el s e n t i -
miento de su dependencia absoluta de Dios, p e r m a -
Este escritor, que nació en Breslau en 1768, y fa- nece la base y la esencia real de la religión , la cual,
lleció en 1834, poseía un alma naturalmente religiosa por consiguiente, queda reducida, en el sistema de
é inclinada á la piedad. Hijo de un pastor protestante, Schleiermacher, á un fenómeno puramente subjetivo
y educado en compañía y bajo la influencia de los Her- y psicológico.
manos moravos , aquellos sentimientos é inclinación á Esto por lo que respecta á su Filosofía religiosa. E n
la piedad religiosa se desarrollaron y robustecieron el terreno propiamente filosófico, Schleiermacher, que
en Schleiermacher con la edad, é influyeron induda- sigue generalmente á Kant en muchos puntos, se apar-
blemente en sus ideas filosófico-teológicas. ta de su maestro en la cuestión referente á las i n t u i -
La concepción de Schleiermacher se reduce, en el ciones del espacio y del tiempo, y á la categoría de
fondo y en la esencia, á un panteísmo naturalista ó causalidad, concediendo tanto á ésta como á las pri-
cósmico con ribetes de misticismo sentimental. Para meras realidad objetiva.
el fiilósofo de Breslau, la totalidad ó conjunto de las El objeto final y la perfección última del orden mo-
existencias constituye el universo ; la unidad de éste ral consisten en el Bien supremo, considerado como
es lo que constituye la Divinidad (die Einheit der unidad superior de lo real y de lo ideal: la virtud es la
Weltgdnzen ist die Gottheit), la cual e s , por lo mismo, fuerza motora ó impelente, y el deber es la ley que di-
el fundamento de la existencia h u m a n a , como lo es de rige los movimientos humanos para llegar hasta ese
las demás existencias que integran el universo. Bien moral supremo.
La base única, la verdadera esencia de la religión Vese, por las indicaciones que anteceden, que la
en el hombre y para el hombre, consiste únicamente nota característica y fundamental de la doctrina de
en el sentimiento ó conciencia de nuestra dependencia Schleiermacher es la independencia absoluta , la sepa-
absoluta de la Divinidad. Los actos del culto, las obras ración omnímoda entre la religión y la ciencia. Y esto
religiosas y de piedad, no son más que derivaciones, debe entenderse, no solamente de la ciencia natural ó
aplicaciones, fórmulas y fases de este sentimiento f u n - posible á la humana razón , sino también de la ciencia
damental, de la inferioridad y dependencia del h o m - teológica, ó sea de los dogmas revelados por Dios, los
bre con respecto á Dios. cuales deben considerarse, no como objeto de la fe, no
De aquí es que la religión es independiente de toda como verdades reales y objetivas de la fe religiosa, sino
metafísica; para la religión es indiferente que Dios y como la mera expresión de ésta, como fórmulas subjeti-
-vas y fases del sentimiento religioso. El ser de la reli- toda clase de opiniones y enseñar las teorías más cho-
gión en general, y de la cristiana en particular, tiene cantes, absurdas y peligrosas. Schleiermacher, hom-
por base única y por esencia propia la dependencia del bre de reconocida religión y piedad , dábales carta
hombre de la Divinidad, según que esta dependencia blanca para afirmarlo y negarlo todo en nombre de la
se revela y manifiesta en la conciencia humana. De independencia completa y de la separación omnímoda
aquí es que la religión y la piedad son compatibles con entre la religión y la metafísica, entre el dogma cris-
el panteísmo y con el teísmo, ó, mejor dicho, pres- tiano y la ciencia racional.
cinden completamente de estas cuestiones. La religión
y la piedad cristiana pueden existir en el hombre, ora
I 34.
éste opine que Jesucristo tiene realidad histórica, ora
opine que es un mito ó un ideal, ora admita y confiese
TRENDELENBURG Y CZOLBE.
su divinidad, ora la rechace. Para la religión y la fe es
indiferente que en nombre de la razón y de la ciencia
se afirme que Dios se identifica con el Universo, ó que Al lado de la dirección ecléctica general de secun-
es un ser trascendente, personal y libre; que el mundo daria importancia, representada en los nombres ya
fué sacado de la nada, ó que existe desde la eternidad mencionados de Weber, Carus, Hering, etc., y al lado
por su propia v i r t u d ; que el hombre fué creado por también ó en pos de la dirección especial ligada al
Dios, ó que debe su origen á un protoplasma material. nombre de Schleiermacher, pueden señalarse otras dos
Para la religión es indiferente que estas cuestiones direcciones particulares, caracterizadas por el predomi-
y otras análogas , lo mismo que los dogmas de la T r i - nio relativo del elemento aristotélico y del elemento
n i d a d , la Encarnación, etc., se resuelvan en este ó sensualista.
aquel sentido. Trendelenburg (Adolfo) es el representante principal
Por absurda y contradictoria en los términos que de la primera dirección, notándose á cada paso en sus
sea esta concepción de Schleiermacher, tuvo, sin em- escritos , y principalmente en los que versan sobre la
bargo, mucho séquito y no pocos partidarios en Alema- lógica (Logische UntersucTiungen) ,1a idea de conciliar
nia. Este fenómeno se comprende y explica fácilmente, las teorías modernas con las de Aristóteles , y la t e n -
teniendo en cuenta que estas ideas , si por un lado ha- dencia á reformar y completar las unas por las otras.
lagaban á los protestantes ortodoxos que veían aquí un La concepción filosófica de Trendelenburg encierra
medio eficaz para promover y fomentar las prácticas además bastantes ideas relativamente originales. En
religiosas , halagaban igualmente á los libre-pensado- lugar de los tres conceptos primitivos de la lógica de
res, que encontraban aquí puerta franca y como una Hegel, á saber: ser puro, no ser y venir á ser, Trende-
especie de autorización legal y religiosa para abrazar lenburg pone como categorías primitivas y conceptos

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fundamentales, el ser, el pensamiento y el movimiento. terialismo, negando a priori, no solamente lo sobrena-
El objeto ó término de la constitución del Estado es la tural, sino lo suprasensible, reduciendo el universo
unidad del poder. El fin del hombre como ser moral y todo y los seres á materia y movimiento, y afirmando
su principal misión, es completar y perfeccionar la la necesidad y eternidad del mundo.
idea de su esencia propia. Trendelenburg, como Aristó- Esto no obstante, conviene tener presente que en las
teles, reconoce la importancia respectiva y la necesi- obras de este filósofo, y particularmente en la que lleva
dad de emplear simultáneamente el método racional y el título de Limites y orígenes del conocimiento huma-
el método experimental, la inducción y el silogismo, no , se encuentran con bastante frecuencia reservas y
para descubrir la verdad en las ciencias filosóficas. atenuaciones que le alejan del materialismo, tomado en
Trendelenburg refutó también la doctrina é ideas su sentido riguroso y completo. «Siempre he estado
de Hegel acerca de la Filosofía de la historia , poniendo persuadido, escribe en la obra citada , que los hechos
á la vez de manifiesto que , ni en el terreno de la h i s - de experiencia externa é interna, se prestan á interpre-
toria general del hombre , ni en el de la historia de la taciones diversas, y que con un derecho incontestable,
Filosofía y del arte , los hechos y la realidad históri- y sin infracción alguna de la lógica, pueden explicarse
ca , no responden á las ideas y teorías del filósofo de en sentido teológico ó espiritual.» Teniendo en cuenta
Stuttgardt. el conjunto de las afirmaciones de Czolbe, pudiera d e -
Una de las ideas más importantes y originales de cirse que su concepción filosófica representa un punto
Trendelenburg, es la que se refiere á la armonía ó co- intermedio ó de transición entre el panteísmo virtual-
munidad entre el mundo externo y el m u n d o interno mente materialista de Schopenhauer y el materialismo
del pensamiento. E s t e , aunque se manifiesta como completo y explícito de Büchner.
opuesto y contraste del movimiento externo , entraña Entre las opiniones singulares de Czolbe, merece
y contiene a priori conformidad con la realidad, el mencionarse la referente á la extensión de las sensa-
espacio , el tiempo y las demás categorías. ciones , las cuales , no solamente exigen espacio como
Czolbe puede llamarse con justicia y es un filósofo los demás cuerpos , sino que á las tres dimensiones de
sensualista, si por tal se entiende el que busca y seña- éstos añaden una cuarta , que es el tiempo; pero lo que
la en los sentidos el origen de todos nuestros conoci- caracteriza más especialmente la doctrina de Czolbe es
mientos, de manera que éstos no sean m á s que formas la conexión y dependencia que establece entre el espa-
y resultado de la sensación. Czolbe, sin embargo, no se cio y las sensaciones , y en general con los fenómenos
limita á esta tesis, por más que c o n s t i t u y e el centro y psicológicos. E n este concepto, la psicología de Czolbe,
como la idea madre de su concepción , sino que, una más bien que psicología materialista, pudiera apellidar-
vez colocado en esta pendiente sensualista , desciende se psicología extensionalista , según observa con justi-
rápidamente hasta entrar en el terreno propio del ma- cia Ueberweg: Die Annahme der Räumlichkeit der
tomo i v . 12
Empfindungen und überhaupt aller psychischen Gebil- nocimiento. De manera que aquí se reprodujo el fenó-
de hält Cz. für nothwendig, so dass seine Psychologie meno que tantas veces reaparece en la historia de la
zwar nicht als eine materialistische, wohl aber als Filosofía: la transición del pensamiento humano desde
eine extensiono.lislische zu bezeichnen ist. un extremo al otro, sin saber casi nunca detenerse en
Las vibraciones que se verifican en los astros e n - el medio.
trañan también, según Czolbe, sensaciones y senti- Esta tesis de la relatividad del conocimiento huma-
mientos latentes, relacionados con el alma del mundo. no constituye, en realidad, la substancia y esencia del
moderno neokantismo , y bien puede decirse que bajo
formas y matices diferentes palpita en el fondo de la
i 35.
mayor parte de las escuelas ó teorías novísimas, y es-
pecialmente de las psicológicas, positivistas y m a t e -
LA DIRECCIÓN NEOKANTIANA.
rialistas. En este sentido general pertenecen al neokan-
tismo la mayor parte de los partidarios del positivismo
La Filosofía de Kant puede reducirse y compendiarse materialista y de la psicología psico-físiCa y de la fisio-
toda en esta proposición. Es posible que más allá de los lógica.
fenómenos que se nos dan en la sensibilidad y la con- Ordinariamente, sin embargo, y en sentido más
ciencia , exista una substancia (la cosa en sí), un ser restringido, se da hoy la denominación de neokantistas
real, origen y causa de esos fenómenos; pero no nos es á los q u e , tomando por punto de partida de la especu-
posible conocer esa esencia ó cosa ni otra ninguna sino lación filosófica y científica el criticismo de K a n t , pa-
en cuanto que entra en la esfera de la sensibilidad y recen flotar y mantenerse en lo posible á igual distancia
se sujeta á las condiciones peculiares de la experiencia. del idealismo y del materialismo, del dogmatismo y
Fichte, Schelling, Hegel, Krause y algunos otros, del escepticismo. Sírvense algunos de estos de la crí-
tomando por punto de partida y por base de sus especu- tica histórico-filosóficapara exponer y afirmar susideas,
laciones la primera parte de esta proposición, marcha - fundidas en los moldes de Kant. Entre estos últimos
ron en busca de la cosa en sí, de esa X misteriosa, á la neokantistas merece figurar en primer término Lange,
que bautizaron con diferentes nombres, y sobre la cual eu su Historia del materialismo, no siempre exacto y
levantaron sus grandiosas construcciones idealistas. atinado en sus juicios, pero clásico siempre y erudito
Cansado de estas peregrinaciones y aventuras idealis- con erudición sólida.
t a s , el espíritu humano volvió sus miradas hacia la Por lo demás , esta dirección neokantista, tan g e -
segunda parte de la tesis k a n t i a n a , y tomándola por neralizada en nuestros días, y cuyas corrientes conver-
Punto de partida, marchó en dirección inversa, sin de- gen todas con mayor ó menor fuerza hacia el materia-
tenerse hasta llegar á la tesis de la relatividad del CO- lismo, viene á ser una confirmación y como una
Empfindungen und überhaupt aller psychischen Gebil- nocimiento. De manera que aquí se reprodujo el fenó-
de hält Cz. für nothwendig, so dass seine Psychologie meno que tantas veces reaparece en la historia de la
zwar nicht als eine materialistische, wohl aber als Filosofía: la transición del pensamiento humano desde
eine extensionalislische zu bezeichnen ist. un extremo al otro, sin saber casi nunca detenerse en
Las vibraciones que se verifican en los astros e n - el medio.
trañan también, según Czolbe, sensaciones y senti- Esta tesis de la relatividad del conocimiento huma-
mientos latentes, relacionados con el alma del mundo. no constituye, en realidad, la substancia y esencia del
moderno neokantismo , y bien puede decirse que bajo
formas y matices diferentes palpita en el fondo de la
i 35.
mayor parte de las escuelas ó teorías novísimas, y es-
pecialmente de las psicológicas, positivistas y m a t e -
LA DIRECCIÓN NEOKANTIANA.
rialistas. En este sentido general pertenecen al neokan-
tismo la mayor parte de los partidarios del positivismo
La Filosofía de Kant puede reducirse y compendiarse materialista y de la psicología psico-físiCa y de la fisio-
toda en esta proposición. Es posible que más allá de los lógica.
fenómenos que se nos dan en la sensibilidad y la con- Ordinariamente, sin embargo, y en sentido más
ciencia , exista una substancia (la cosa en sí), un sér restringido, se da hoy la denominación de neokantistas
real, origen y causa de esos fenómenos; pero no nos es á los q u e , tomando por punto de partida de la especu-
posible conocer esa esencia ó cosa ni otra ninguna sino lación filosófica y científica el criticismo de K a n t , pa-
en cuanto que entra en la esfera de la sensibilidad y recen flotar y mantenerse en lo posible á igual distancia
se sujeta á las condiciones peculiares de la experiencia. del idealismo y del materialismo, del dogmatismo y
Fickte, Schelling, Hegel, Krause y algunos otros, del escepticismo. Sírvense algunos de estos de la crí-
tomando por punto de partida y por base de sus especu- tica histórico-filosóficapara exponer y afirmar susideas,
laciones la primera parte de esta proposición, marcha - fundidas en los moldes de Kant. Entre estos últimos
ron en busca de la cosa en sí, de esa X misteriosa, á la neokantistas merece figurar en primer término Lange,
que bautizaron con diferentes nombres, y sobre la cual eu su Historia del materialismo, no siempre exacto y
levantaron sus grandiosas construcciones idealistas. atinado en sus juicios, pero clásico siempre y erudito
Cansado de estas peregrinaciones y aventuras idealis- con erudición sólida.
t a s , el espíritu humano volvió sus miradas hacia la Por lo demás , esta dirección neokantista, tan g e -
segunda parte de la tesis k a n t i a n a , y tomándola por neralizada en nuestros días, y cuyas corrientes conver-
Punto de partida, marchó en dirección inversa, sin de- gen todas con mayor ó menor fuerza hacia el materia-
tenerse hasta llegar á la tesis de la relatividad del CO- lismo, viene á ser una confirmación y como una
contraprueba histórica de lo que dijimos al hacer la
y generales de ese movimiento filosófico , sin que esto
crítica de la Filosofía de Kant en sus relaciones con el
quiera decir que son las únicas direcciones ó escuelas
materialismo. Así es que el citado Lange, que es sin
que contaron con representantes más ó menos dignos
disputa uno de los representantes más completos y ló-
de figurar en la historia de la Filosofía.
gicos del neokantismo, dice que el filósofo de Kcenigs-
Aunque generalmente la palabra eclecticismo se
berg tenía poco que aprender del materialismo con-
emplea para designar la concepción filosófica de Víctor
temporáneo, dada su teoría cósmica ó astronómica,
Cousin , aquí damos á esta palabra una significación
reproducida después por La place, y dadas sus teorías
más amplia , designando con ella el espiritualismo ra-
acerca de las intuiciones sensibles y de la realidad del
cionalista que contribuyó á la reacción verificada d u -
conocimiento humano.
rante los primeros años de nuestro siglo contra la Filo-
Añádase á esto que , según dejamos apuntado opor-
sofía sensualista y ateísta de la Enciclopedia. Mientras
tunamente , Kant admite como posible y deja entrever
que ésta luchaba por conservar su imperio desastroso
claramente la opinión de que el cuerpo y el espíritu en
sobre la sociedad y los individuos por medio de los es-
el hombre son una misma cosa, percibida por diferentes
critos sensualistas y materialistas de Cabanis, S a i n t -
órganos ó desde diferentes puntos de vista. Lo cual bas-
Lambert, Destutt de Tracy y Broussais, vióse atacada
taría por sí solo para colocar al autor de la Crítica de
y combatida de una manera vigorosa y resuelta por el
la razón fura en el terreno del materialismo
espiritualismo católico, representado por Chateau-
Liebmann, Bona-Meyer, Stadler, Schultze, Benno, briand, De Maistre, Bonald y demás restauradores de
Erdmann , Dietaerich, además del ya citado Lange, son la Filosofía cristiana de quienes hablaremos después, y
los representantes más conocidos del neokantismo en de una manera relativamente débil é infecunda por el
Alemania. espiritualismo racionalista , representado por Royer-
Collard y Maine de Biran primero, y después por Cou-
i 36. sin , Jouffroy y algunos otros. Esta fase espiritualista
del eclecticismo ha sido continuada, y hasta perfeccio-
LA FILOSOFÍA EN FRANCIA.
nada en cierto modo, hasta nuestros días , por filósofos
que todavía viven.
Abstracción hecha de la Filosofía cristiana, y con- Entre el eclecticismo espiritualista y el positivis-
siderado desde un punto de vista g e n e r a l , el movi- mo, pero acercándose más al segundo que al primero,
miento filosófico en Francia durante el presente siglo, puede colocarse la que llamaremos escuela crítica, r e -
puede resumirse en el movimiento ecléctico y en el presentada principalmente p o r T a i n e , Renán y Vache-
movimiento positivista, porque el eclecticismo y el po- rot. La tesis más fundamental y común de esta escuela
sitivismo constituyen como las dos notas más salientes es la negación de Dios como substancia espiritual,
personal y trascendente, por más que para llegar á fía escocesa. En ella se inspiraba fíoyer-Collard (1763-
esta tesis siguen procedimientos relativamente dife- 1845), cuyos Fragmentos publicados por Jouffroy, j u n -
rentes. tamente con las obras de Reid , pueden considerarse
Aparte de las direcciones y escuelas mencionadas, como comentarios y desarrollos parciales de la doctrina
y permaneciendo siempre en el terreno heterodoxo, enseñada por la escuela escocesa. En ellos establece y
merece figurar en el cuadro de la historia de la Filoso- demuestra contra Condillac la distinción real entre la
fía en Francia , durante el siglo x i x , la concepción ó sensación y la percepción, analiza con sagacidad el
doctrina filosófica de L a m e n n a i s , después de su final concepto de duración, y defiende con bastante solidez
apostasía de la Iglesia, doctrina q u e , como veremos, la legitimidad y valor objetivo del principio de causa-
viene á ser una concepción esencialmente panteista, lidad , insistiendo á la vez sobre las condiciones y la
pero que entraña ciertos puntos de vista relativamente importancia científica de la inducción.
originales. Maine de Biran, que nació en 1766 y murió en
En atención á que el materialismo es una conse- 1824, es acaso el metafísico más profundo y sólido del
cuencia necesaria y como una prolongación espontánea espiritualismo racionalista , por más que sus primeros
del positivismo fundado por Comte, después de hablar trabajos se resienten todavía de la atmósfera sensua-
de éste , hablaremos de aquél y de sus representantes, lista que le rodeaba y en que había sido educado. Y
tanto en Francia como en Alemania y demás países de téngase en cuenta q u e , al hablar de espiritualismo r a -
Europa. cionalista con respecto á Maine de Biran, nos referi-
Finalmente: aunque las concepciones que pudiéra- mos á las dos primeras etapas de su vida ó evolución
mos llamar religioso-humanitarias de Saint-Simon, filosófica ; pues h o y , después de la publicación de sus
Leroux y R e y n a u d , más que sistemas propiamente escritos inéditos, verificada por Naville , apenas cabe
filosóficos, son sistemas político-sociales, no sería justo poner en duda el espiritualismo cristiano de su Filoso-
y razonable pasarlas enteramente en silencio al hablar fía en los últimos años de su vida. En este último pe-
de la Filosofía en Francia durante nuestro siglo. ríodo, Maine de Biran distinguía y admitía en el hombre
la vida animal ó sensible, la vida racional ó humana,
y la vida divina ó cristiana. Sería aventurado, sin em-
I 37. bargo , considerar en absoluto al filósofo francés entre
los partidarios de la Filosofía cristiana, por más que
ROYER-COLLARD Y MAINE DE B I R A N . cada día se acercaba más y más á ésta. Es muy proba-
ble q u e , á no haberle sorprendido la muerte, hubiera
El punto general de partida de la reacción llevada concluido por entrar de lleno en la Filosofía cristiana
á cabo por el esplritualismo racionalista fué la Filoso- y por adoptar todas las soluciones católicas.
Pero sea de esto lo que q u i e r a , es lo cierto que aun experiencia interna; bj una resistencia por parte del
en su Ensayo sobre los fundamentos de la -psicología, y brazo movido; c) una fu orza ó energía que vence esa
en otras publicaciones correspondientes á la segunda resistencia. De aquí se infiere que el fenómeno psico-
fase de su vida filosófica, el pensamiento de Maine de lógico, llamado esfuerzo muscular , provocado y pro-
Biran y su especulación metafísica se elevan mucho ducido por la voluntad 1 , es el que pone en contacto y
sobre el pensamiento y la especulación metafísica , no como enfrente uno de otro el yo y el no-yo , la v o l u n -
ya sólo del sensualismo , si que también de la escuela tad y el organismo, el espíritu y la materia. Luego la
escocesa. La identidad y substancialidad del yo, la in- metafísica, que en último resultado no es más que el
mortalidad personal y la perfecta espiritualidad del conocimiento científico y racional del cuerpo y del
alma humana , la distinción radical y esencial entre espíritu y de sus mutuas relaciones, tiene su base pro-
las facultades sensibles y las intelectuales , son verda- pia y está como contenida en germen en el esfuerzo
des que Maine de Biran afirma y demuestra con gran muscular, fenómeno de observación y hecho experi-
solidez y fuerza de lógica , las mismas con que defien- mental, en el cual se nos dan los tres términos cuyo
de la tesis del valor objetivo y racional de la idea de conocimiento y desarrollo constituye la metafísica.
causa , probando de paso y demostrando que esta idea, En armonía con esta tesis, Maine de Biran, espe-
ni es innata, ni se puede explicar por la costumbre ó cialmente en la segunda fase ó etapa de su vida inte-
hábito , como pretendía Hume, ni es una forma aprio- l e c t u a l , rechazó y combatió con grande ahinco toda clase
ri ó una categoría puramente subjetiva , como afirma de ideas innatas y de concepciones ó teorías filosóficas
Kant. a priori. En este punto, como en algunos otros, se r e -
La parte verdaderamente original de la concepción conoce todavía al filósofo que durante la primera época
filosófica de Maine de Biran, es el pensamiento de a r - de su vida intelectual pensó y escribió influido por la
monizar la metafísica con la experiencia, buscando en atmósfera sensualista que le rodeaba.
ésta la base y como el principio generador de la p r i - Porque es preciso no olvidar y conviene recordarlo
mera. Esta base, este principio generador de la m e t a - aquí, que el movimiento sensualista y materialista que
física, es, según Biran, el esfuerzo muscular, ó sea el dominó en Francia durante la segunda mitad del siglo
fenómeno psicológico por medio del cual ejercemos y anterior, se prolongó durante los primeros años del ac-
experimentamos la relación entre la energía que llama- tual, á la sombra y bajo los auspicios de Cabanis y
mos voluntad, y el cuerpo ó materia externa que e n - Broussais en la fase materialista, y á la sombra y bajo
traña resistencia á esta energía. Cuando en virtud de los auspicios de Laromiguiére en su fase sensualista.
una resolución ó imperio de nuestra voluntad move- Royar-Collard, y sobre todo Maine de Biran, tienen el
mos el brazo, por ejemplo, ó un peso suspendido del mérito de haber iniciado la reacción y la lucha contra
mismo, hay a q u í : a) un fenómeno psicológico y de esa prolongación del sensualismo en el siglo xix, reac-
ción y lucha relativamente infecundas y estériles,
guíente , para poseer la verdad completa es necesario
porque no supieron colocarse en el terreno del esplri-
reunir aquellos sistemas opuestos (sensualismo , idea-
tualismo cristiano.
lismo, escepticismo, misticismo), de manera que for-
men un todo real y uno, que contenga la verdad entera
§ 38. y adecuada.
El sensualismo, que pretende explicar todas las
FILOSOFÍA DE COUSIN.
cosas por la sensación sola ; el idealismo , para el cual
la inteligencia lo es todo y la sensación nada ; el escep-
ticismo, que, criticando los fundamentos en que uno y
El nombre y brillo de los Royer-Collard y Maine
otro estriban , pone en duda sus conclusiooes , y el
de Biran fueron prontamente sobrepujados por el nom-
misticismo, que se apodera de la verdad por medio de
bre y brillo de Víctor Gousin (1792-1867;, que se colocó
la inspiración espontánea, anterior é independiente de
al frente del espiritualismo racionalista , cuyo cetro
la reflexión y de la ciencia, son las cuatro partes inte-
conservó en sus manos hasta su muerte. La vida filo-
grantes del todo que llamamos Filosofía. Ninguno de
sófica de Cousin abraza tres fases ó evoluciones bien
ellos es completamente erróneo ni completamente ver-
marcadas: la fase escocesa , que corresponde á los pri-
dadero, porque el error es un elemento necesario del
meros años de su carrera científica y que carece de im-
pensamiento (Vérreur estun des élémenls delapensée),
portancia ; la fase ecléctico-panteista, y la faseeclécti-
y parte esencial, por consiguiente, de todo sistema
co-racionalista ó cartesiana, que representan el segundo
filosófico. Resumiremos á continuación los demás pun-
y tercer período de su vida literaria.
tos capitales de la doctrina de Cousin.
El fondo general y común de estas dos últimas f a - El desarrollo de la razón humana presenta dos fases
ses de la Filosofía de Gousin es el eclecticismo , pero distintas, que son la espontaneidad y la reflexión. Por
un eclecticismo sui generis. No se trata aquí del eclec- medio de la primera , que es naturalmente anterior á
ticismo ordinario, que consiste en buscar y recoger la la segunda , el hombre percibe la verdad de una ma-
verdad en donde quiera q u e se h a l l e ; trátase de un nera directa é instintiva : por medio de la segunda, el
eclecticismo que nos permitiremos apellidar trascen- hombre se da cuenta á sí mismo de esta verdad, y re-
dental, el cual comienza por suponer que todos los sis- flexiona sobre su naturaleza y relaciones.
temas , siquiera sean contradictorios entre s í , contie-
El desarrollo espontáneo de la razón h u m a n a , lo
nen algunas verdades; que ningún sistema de Filosofía
mismo que su desarrollo reflejo, tienen por base, por
es ni puede ser completamente verdadero ; que la ver-
materia y por objeto tres ideas fundamentales, á las
dad completa se halla dividida y como repartida entre
cuales se reducen todas las demás, á saber : la idea de
los diferentes sistemas filosóficos , y que, por consi-
lo finito (el yo y el no-yo, el hombre y el mundo ex-
terno), la idea del ser infinito ó Dios, y la idea de las esencia y vida , indivisibilidad y totalidad, infinito y
relaciones entre el ser finito y el infinito. Á la percep- finito j u n t a m e n t e ; t r i p l e , en fin, es decir, Dios, n a -
ción inmediata, espontánea, pero más ó menos confusa turaleza y humanidad á la vez. Si Dios no lo es todo,
de estas tres ideas capitales, sucede el conocimiento no es nada». De aquí se deduce que la substancia di-
reflejo, el análisis científico de las mismas y de sus vina se identifica con el u n i v e r s o , con ese gran todo
relaciones, y este trabajo de reflexión es el que engen- armónico ; en una palabra, que Dios es ese mismo gran
dra y constituye la Filosofía en el sentido propio de la todo : en un mot, que ce tout est Dieu.
palabra. I) La creación es la acción mediante la cual Dios
Esta Filosofía, por lo mismo que representa el ú l - produce ó saca alguna cosa de sí mismo, del fondo de
timo grado de desarrollo de la inteligencia humana, su substancia, á la manera que el hombre produce ó
entraña la posesión de la verdad en su forma más real saca de su propio fondo los actos voluntarios. La idea
y más perfecta , de manera que es superior á la verdad de la creación , como producción de una substancia ex
contenida en símbolos (dans les symboles sacres de la nihilo, es una idea contradictoria y absurda.
religion) religiosos, es decir, á la verdad religiosa, c) Dios es causa y fuerza creadora absoluta, y , por
cualquiera que sea su forma. La fe, al buscar y c o n - consiguiente , la creación no es posible, sino necesaria
templar la verdad en la religión, busca y contempla lo (la création est non pas possible, mais nécessaire); de
que no existe allí (¡¡îley contemple ce qui n'y est pas), ó manera que el mundo debe considerarse como un des-
si existe, es sólo de una manera indirecta é imperfec- arrollo de Dios, siendo tan imposible la existencia de
ta. De aquí es que la Filosofía tiene el derecho y hasta Dios sin el mundo, como la existencia del mundo sin
el deber de no admitir cosa alguna como verdadera, si Dios : il riy a pas plus de Dieu sans monde qu'il n'y a
no lo es por sí misma y como idea racional: Le droit de monde sans Dieu.
comme le devoir de la Philosophie est, de ne rien ad- d) La historia es una fase del desarrollo de Dios en
mettre qu'en tant que vrai en soi et sous la forme de el m u n d o , el desarrollo lógico de la vida humana con
Vidée. relación á las tres ideas fundamentales que constitu-
Después de estos ensayos eclécticos y racionalistas, yen la esencia y el fondo de la conciencia. Así, pues,
Cousin entra decidida mente en el terreno del panteísmo toda la historia de la humanidad abraza y constituye
germánico, bajo cuya inspiración es arrastrado á las por necesidad tres grandes épocas , ni más ni menos:
siguientes afirmaciones : la época que corresponde al desarrollo de la idea de lo
a) Puesto que «toda substancia es necesariamente infinito ; la que corresponde al desarrollo de la idea de
absoluta en cuanto substancia, y por consiguiente lo finito, y la que corresponde al desarrollo de las r e -
u n a » , sigúese de aquí que el Dios de la conciencia es laciones entre lo finito y lo infinito.
«causa absoluta, uno y muchos, eternidad y tiempo, e) Toda vez que la historia es, en definitiva, el des-
arrollo ó manifestación de Dios en la humanidad y por colocado desde un principio, y sin reconocer la sobera-
medio de la humanidad , sigúese de aquí que todo nía de la razón divina ni la existencia de la revelación
ocupa su lugar y todo es bueno (tout y est bien) en la cristiana.
historia, y que son legítimas todas sus vicisitudes y
revoluciones. Luego la victoria de un pueblo sobre 1 39.
otro es siempre, no sólo necesaria y útil, sino también
justa en el sentido propio de la palabra (juste dans le CRÍTICA.
sens le plus étroit du mot) : el vencedor es siempre me-
jor y más moral (plus moral) que el vencido , y d e - Si prescindimos de la primera fase de la vida inte-
clararse contra el triunfo de la fuerza por medio de lectual de Cousin , fase que carece de importancia filo-
la victoria, es tomar partido contra la humanidad : sófica , como queda indicado, y fijamos la atención en
•prendre parti contre la victoire, c'est prendre parti las dos últimas etapas, bien puede decirse que el pen-
contre V humanité. samiento filosófico de Cousin abraza dos períodos, que
La tercera y última fase de la doctrina de Cousin- son el período panteista y el período espiritualista.
representa un movimiento de aproximación al Cristia- Durante el primero de estos períodos, que llega
nismo. Durante los últimos años de su vida, el jefe del hasta 1833, y que tiene su expresión más completa
eclectismo procura atenuar , explicar y hasta comba- en el Curso de 1828 y en los Fragmentos filosóficos , el
tir de una manera vergonzante sus ideas panteistas. jefe del eclectismo no es más que el eco más ó menos fiel
Ya no afirma la superioridad de la Filosofía sobre la y completo de las ideas y concepciones apriorísticas y
religión, como antes, sino q u e , por el contrario, reco- panteistas de Schelling y Hegel. Y decimos eco más ó
mienda la alianza de la religión y de la Filosofía como menos fiel y completo , porque Cousin , en su calidad
cosa tan natural como necesaria (l'alliance de la vraie de verdadero ecléctico , se reserva el derecho de t r a n s -
religion et de la vraie Philosophie est donc à la fois formar y modificar aquellas ideas y concepciones de
naturelle et nécessaire), concluyendo por reconocer y los dos filósofos germánicos, combinándolas, n o y a sólo
confesar que entre la religion y la Filosofía hay dife- con las de la escuela escocesa , sino también con la
rencia , pero no contradicción : La Philosophie el la doctrina y teorías de Platón y de Aristóteles, de Plotino
religion différent, sans se contredire. y de Descartes, de Leibnitz y de Kant.
Desgraciadamente no se realizaron las esperanzas Pero á través de todas estas combinaciones doctri-
que este movimiento de aproximación y tendencia ha- nales, á través de estas transformaciones eclécticas,
cia el catolicismo había hecho concebir á algunos. lo que representa y constituye el substratum general,
Cousin descendió al sepulcro sin haber abandonado el la idea madre de las m i s m a s , es la tesis panteista afir-
terreno esencialmente racionalista en que se había mando la unidad absoluta de substancia, la identidad
de lo finito y de lo infinito, con la consiguiente nece- de las numerosas obras publicadas por su jefe; á pesar
sidad de la creación de las existencias finitas , ó , d i - del entusiasmo provocado y sostenido durante largos
gamos mejor , de la manifestación y desarrollo de Dios años por sus lecciones públicas; á pesar de la protec-
en el mundo, puesto que el mismo Cousin tiene c u i - ción semioficial que se dispensó á su enseñanza y pro-
dado de decirnos que Dios ó «lo Absoluto es la substan- paganda de sus ideas ; á pesar de la importancia y
cia absoluta , que crea absolutamente , se manifiesta renombre de algunos de los representantes y continua-
absolutamente, y que al desenvolverse cae en la con- dores de sus ideas y de su escuela, y á pesar, final-
dición de todo desenvolvimiento , entra en la varie- mente, del indisputable mérito relativo de las obras de
dad, en lo finito , en lo imperfecto, y produce lo que sus discípulos, la escuela fundada por Víctor Cousin y
vemos en nuestro derredor». continuada por sus sucesores , ha caído en el des-
crédito que hoy presenciamos.
Á contar desde 1833, fecha en que, según se ha
dicho , comienza el segundo período de la vida filosó- Por lo demás, este descrédito es muy natural y ló-
fica de Cousin, comienza éste por atenuar y rechazar gico. La fuerza de las cosas y el movimiento de la h i s -
parcialmente sus anteriores afirmaciones panteistas, toria han traído los espíritus á punto de que ya no son
aunque sin renegar de las mismas de una manera ex- posibles más que, ó las grandes afirmaciones del espl-
plícita, para adoptar y defender resueltamente la tesis ritualismo católico , ó las grandes negaciones del posi-
espiritualista. Pero no debe olvidarse que el esplri- tivismo materialista. El esplritualismo racionalista de
tualismo del filósofo francés es un esplritualismo esen- Cousin y de su escuela, al colocarse entre estas dos
cialmente racionalista , un esplritualismo que comien- grandes y fundamentales concepciones; al buscar una
za por rechazar a priori lo sobrenatural, que sigue su situación intermedia y equidistante del volterianismo,
camino negando, a priori también y sin examen, los ca- del panteismo , del materialismo y del esplritualismo
racteres divinos del Cristianismo como religión positi- cristiano, se condenó por el mismo hecho á desaparecer
va , para concluir afirmando la independencia absoluta de la escena filosófica, para dar lugar y ser anulado y
de la Filosofía enfrente del Evangelio , la autonomía absorbido en cierto modo , ora por el criticismo subs-
completa de la razón humana enfrente de la razón di- tancialmente ateísta de Renán y Vacherot, ora por el
vina. positivismo materialista de Comte y Littré.

Á este espíritu racionalista que informa—por no | 40.


decir que inficiona—la Filosofía toda de Cousin , lo
LOS DISCÍPULOS DE COUSIN.
mismo en su evolución panteista que en su evolución
espiritualista, debe atribuirse la debilidad y la impo- El cartesianismo desenvuelto en sentido racionalis-
tencia del eclectismo para sostenerse enfrente de las ta, el psicologismo de la escuela escocesa, el panteis-
demás escuelas filosóficas. Á pesar del brillo y mérito 1 3
TOMO IV.
de lo finito y de lo infinito, con la consiguiente nece- de las numerosas obras publicadas por su jefe; á pesar
sidad de la creación de las existencias finitas , ó , d i - del entusiasmo provocado y sostenido durante largos
gamos mejor , de la manifestación y desarrollo de Dios años por sus lecciones públicas; á pesar de la protec-
en el mundo, puesto que el mismo Cousin tiene c u i - ción semioficial que se dispensó á su enseñanza y pro-
dado de decirnos que Dios ó «lo Absoluto es la substan- paganda de sus ideas ; á pesar de la importancia y
cia absoluta , que crea absolutamente , se manifiesta renombre de algunos de los representantes y continua-
absolutamente, y que al desenvolverse cae en la con- dores de sus ideas y de su escuela, y á pesar, final-
dición de todo desenvolvimiento , entra en la varie- mente, del indisputable mérito relativo de las obras de
dad, en lo finito , en lo imperfecto, y produce lo que sus discípulos, la escuela fundada por Víctor Cousin y
vemos en nuestro derredor». continuada por sus sucesores , ha caído en el des-
crédito que hoy presenciamos.
Á contar desde 1833, fecha en que, según se ha
dicho , comienza el segundo período de la vida filosó- Por lo demás, este descrédito es muy natural y ló-
fica de Cousin, comienza éste por atenuar y rechazar gico. La fuerza de las cosas y el movimiento de la h i s -
parcialmente sus anteriores afirmaciones panteistas, toria han traído los espíritus á punto de que ya no son
aunque sin renegar de las mismas de una manera ex- posibles más que, ó las grandes afirmaciones del espl-
plícita, para adoptar y defender resueltamente la tesis ritualismo católico , ó las grandes negaciones del posi-
espiritualista. Pero no debe olvidarse que el esplri- tivismo materialista. El esplritualismo racionalista de
tualismo del filósofo francés es un esplritualismo esen- Cousin y de su escuela, al colocarse entre estas dos
cialmente racionalista , un esplritualismo que comien- grandes y fundamentales concepciones; al buscar una
za por rechazar a priori lo sobrenatural, que sigue su situación intermedia y equidistante del volterianismo,
camino negando, a priori también y sin examen, los ca- del panteismo , del materialismo y del esplritualismo
racteres divinos del Cristianismo como religión positi- cristiano, se condenó por el mismo hecho á desaparecer
va , para concluir afirmando la independencia absoluta de la escena filosófica, para dar lugar y ser anulado y
de la Filosofía enfrente del Evangelio , la autonomía absorbido en cierto modo , ora por el criticismo subs-
completa de la razón humana enfrente de la razón di- tancialmente ateísta de Renán y Vacherot, ora por el
vina. positivismo materialista de Comte y Littré.

Á este espíritu racionalista que informa—por no | 40.


decir que inficiona—la Filosofía toda de Cousin , lo
LOS DISCÍPULOS DE COUSIN.
mismo en su evolución panteista que en su evolución
espiritualista, debe atribuirse la debilidad y la impo- El cartesianismo desenvuelto en sentido racionalis-
tencia del eclectismo para sostenerse enfrente de las ta, el psicologismo de la escuela escocesa, el panteis-
demás escuelas filosóficas. Á pesar del brillo y mérito 1 3
TOMO IV.
194 HISTORIA DE LA FILOSOFIA. LOS DISCÍPULOS DE COÜSIN. 195

mo germánico , principalmente en su fase hegeliana, direcciones encontradas , atraído unas veces por el
la idea ecléctico-sincrética, constituyen los elementos principio cristiano, y otras por el principio racionalis-
principales de la doctrina de Gousin , tomada en con- ta , para caer con frecuencia en un escepticismo deses-
junto y como concepción total. El predominio relativo perante.
de algunos de estos elementos sobre la base general Sus ideas morales y estéticas son las ideas propias
del racionalismo, contiene la razón suficiente d é l a s
del espiritualismo racionalista , y su mérito principal
tres fases ó evoluciones que hemos señalado en sus
como filósofo consiste en haber establecido contra la
ideas. Y en relación con aquellos elementos y con estas
escuela materialista, de una manera sólida y precisa, la
tres fases de su vida literaria, sus discípulos y suceso-
diferencia ó distinción esencial entre la psicología y la
res pueden clasificarse en dos grupos, uno de los cua-
fisiología.
les correspondeá las dos primeras fases, y el otro á la
En el terreno de la moral , la cuestión que más fijó
tercera evolución de la doctrina del jefe del eclecti-
la atención de Jouffroy es la referente al destino final
cismo.
del hombre, cuestión que resuelve señalando la virtud
Pertenecen al primer grupo Ancillon, el cual, aun-
como destino del hombre en la vida presente, y la s a -
que nació en Berlín, suele figurar entre los franceses,
tisfacción sucesiva de sus aspiraciones al bien , á la
por haber escrito en francés sus obras; Damiron, R e -
verdad y á la felicidad, á través de vidas futuras ó
m u s a t , Bartholméss, con algunos otros escritores fran-
posteriores á la muerte , como destino final ó total del
ceses, en cuyos trabajos se deja sentir la influencia
hombre.
más ó menos decisiva de las ideas de Cousin. Al lado
Jouffroy dice, en substancia: a) El destino de un
de estos trabajos, que en realidad tienen más relación
ser está en relación con su propia naturaleza; es así
con la crítica y la historia que con la Filosofía propia-
que la naturaleza del hombre entraña aspiraciones i n -
mente dicha, merecen mencionarse los del represen-
finitas que no pueden satisfacerse en la vida presente:
tante más notable , como filósofo, entre los que perte-
luego nuestro destino en esta vida sólo puede ser la
necen á este primer grupo.
v i r t u d , única cosa que está en nuestro poder ó f a c u l -
Jouffroy (1796-1842), á quien la atmósfera raciona-
tad. b) La naturaleza de un ser indica el destino final
lista que le rodeaba arrancó en su juventud la fe cató-
que le corresponde; es así que la naturaleza humana
lica en que había sido educado, es un testimonio vivo
está compuesta de aspiraciones infinitas que nuestra
y práctico de la imposibilidad de separar el problema
condición presente no puede llenar ó satisfacer: luego
religioso del problema filosófico. Su v i d a , á contar
debe admitirse un destino f u t u r o , consistente en una
desde el día que presenció la catástrofe de su fe, fué
serie de vidas, en las cuales pueden satisfacerse esas
una lucha permanente y desgarradora, en la cual se le
aspiraciones infinitas.
ve acercarse, alejarse y marchar alternativamente en La conclusión legítima y natural de las premisas
en el segundo argumento era la afirmación de la tesis que acercándose algo más á la idea católica, Bordas-
cristiana acerca de la posesión de Dios, Bien infinito y Dumoulin y su discípulo H u e t , cuyas obras, y princi-
único capaz de llenar las aspiraciones infinitas de que palmente El cartesianismo ó la verdadera renovación de
habla Jouffroy; pero la preocupación racionalista puso las ciencias del primero, y La ciencia del espíritu, de-
u n velo ante los ojos del filósofo f r a n c é s , induciéndole bida al segundo, contienen una especie de neocarte-
á sustituir á la tesis cristiana de la vida eterna, p e r - sianismo, dirección adoptada en parte, pero con menos
fecta y única en la posesión de Dios, la tesis a v e n t u - calor, por sus discípulos y sucesores Callier y Merten.
rada y gratuita del racionalismo, y aun pudiéramos Entre los filósofos pertenecientes á este segundo
decir, de la metempsícosis y del espiritismo. grupo, merecen fijar la atención los trabajos de Caro y
Los filósofos del segundo grupo, ó sea los discípu- de Janet. Distingüese el primero por su fina y acerada
los y sucesores de Víctor Cousin en su tercera fase ó crítica de las teorías modernas más avanzadas y radi-
evolución, son más numerosos que los del primero. cales , tanto en el terreno de la metafísica , como en el
Así lo demuestran los nombres de Saisset, Leveque terreno de las ciencias morales y sociales. Lo que carac-
con otros varios, pero principalmente los de Julio S i - teriza y distingue al segundo de sus colegas de esplri-
món , Janet y Caro, representantes los más genuínos tualismo racionalista, es el uso del método experimen-
de ese esplritualismo racionalista que en ocasiones pa- tal y científico, método que Janet aplica á la defensa de
rece confundirse é identificarse con el esplritualismo las verdades filosóficas y metafísicas , rechazando así
católico. Quien haya leído algunas de las obras de Ja- y combatiendo al materialismo con sus propias armas.
n e t ; El deber, de Julio Simón; La idea de Dios, y tam- Su tratado acerca de Las causas finales, es prueba pal-
bién los Problemas de la moral social, de Caro, com- pable de esto ; bajo la pluma del autor, la realidad de
prenderá perfectamente lo que acabamos de indicar. las causas finales se convierte en un hecho de experien-
Pertenecen también á este grupo de filósofos espi- cia y de inducción.
ritualistas, pero con esplritualismo racionalista en di- Por lo d e m á s , el programa de esta escuela eclécti-
ferentes grados y matices, el holandés Scholten, los co-espiritualista , considerado en general y con a b s -
franceses y suizos Coquerel, Fon tañes, Reville, Bons- tracción de matices y opiniones accidentales, puede
tetten, que escribió sobre La naturaleza y las leyes de resumirse en las siguientes palabras de Saisset, uno de
la imaginación; Vinet, autor de unos Ensayos de Filo- sus principales representantes : «En materia de cosas
sofía moral y de moral religiosa; Sécretan, que dió á sobrenaturales, admito la existencia de Dios y de la
l u z , fuera de otros libros, u n a Filosofía de la libertad, Providencia: en materia de milagros, admito el mila-
u n Compendio de Filosofía, y posteriormente los Dis- gro eterno y perpetuo de la creación : en materia de re-
cursos laicales. velación, admito que Dios se revela por las leyes de la
Entran también en esta serie de espiritualistas, bien naturaleza y que hace brillar su inteligencia, su po-
der, su sabiduría , su justicia y su bondad. No admito estampa su Bosquejo de una Filosofía, que contiene la
ni más ni menos». expresión y el resultado de sus meditaciones filosófi-
Las ideas del jefe del eclecticismo francés ejercie- cas , si bien el cuarto volumen de la obra no salió á luz
ron también alguna influencia en las producciones his- hasta 1846.
tóricas y en los estudios críticos de Bouillier, de Ra- Indicaremos más adelante, y en ocasión oportuna,
vaisson, de J o u r d a i n , de Rousselot, de Haureau, de el lugar que corresponde al autor del Ensayo sobre la
Nourrisson y de algunos otros escritores de la Fran- indiferencia en materia de religión en el movimiento
cia. La Historia del cartesianismo del primero; el En- filosófico cristiano realizado en Francia , y aquí nos li-
sayo sobre la metafísica de Aristóteles del segundo; el mitamos á exponer la doctrina contenida en el Bosquejo
estudio crítico sobre la Filosofía de Santo Tomóos es- citado, doctrina que constituye una concepción relati-
crito por Jourdain; las producciones de Rousselot y de vamente completa y sistemática, y que entraña la ex-
Haureau acerca de la Filosofía y escritores de la Edad presión de su último pensamiento filosófico.
Media , así como también el libro de Nourrisson, que El autor del Bosquejo de una Filosofía divide su
lleva el rótulo de Tableau des progrès de la pensée hu- obra en tres partes. E n la primera y principal, como
maine dépuis Thaïes jusqu'à Hegel, son obras que no que sirve de fundamento á las otras dos, trata de Dios
deben omitirse en una historia de la Filosofía. Entre y el universo; trata del hombre en la segunda, y en la
ellas sobresale por su indisputable mérito el Ensayo tercera, que no llegó á publicarse, debía tratar de la
sobre la metafísica de Aristóteles, por Ravaisson. sociedad. En la parte referente al h o m b r e , además de
las cuestiones propiamente filosóficas acerca del origen,
naturaleza y destino h u m a n o s , Lamennais expone sus
41.
teorías acerca de la industria, del arte y de la ciencia,
teorías que representan acaso la parte más notable y
LA FILOSOFIA DE LAMENNAIS. desde luego la menos errónea de su doctrina ó concep-
ción filosófica.
Sabido es que la vida intelectual de Lamennais Entremos ahora en la exposición sumaria de esta
abraza dos períodos m u y diferentes. Durante el prime- doctrina.
ro , su doctrina filosófica coincide en el fondo con la La Filosofía, considerada en su sentido más amplio
cristiana, bien que dejando vislumbrar ideas y ten- y general, es el esfuerzo ó trabajo de la razón h u m a n a
dencias poco conformes con la misma. Durante el s e - para concebir las cosas y el producto de este trabajo;
gundo período, ó sea después de su ruidosa apostasía, en este sentido abraza todas las ciencias con sus d e s -
este genio profundo, pero sombrío y orgulloso, se con- envolvimientos (sous ce rapporl, elle embrasse toutes les
centra más y más en sí mismo, y en 1840 dió á la sciences el les développements de toutes les sciences,
der, su sabiduría , su justicia y su bondad. No admito estampa su Bosquejo de una Filosofía, que contiene la
ni más ni menos». expresión y el resultado de sus meditaciones filosófi-
Las ideas del jefe del eclecticismo francés ejercie- cas , si bien el cuarto volumen de la obra no salió á luz
ron también alguna influencia en las producciones his- hasta 1846.
tóricas y en los estudios críticos de Bouillier, de Ra- Indicaremos más adelante, y en ocasión oportuna,
vaisson, de J o u r d a i n , de Rousselot, de Haureau, de el lugar que corresponde al autor del Ensayo sobre la
Nourrisson y de algunos otros escritores de la Fran- indiferencia en materia de religión en el movimiento
cia. La Historia del cartesianismo del primero; el En- filosófico cristiano realizado en Francia , y aquí nos li-
sayo sobre la metafísica de Aristóteles del segundo; el mitamos á exponer la doctrina contenida en el Bosquejo
estudio crítico sobre la Filosofía de Santo Tomóos es- citado, doctrina que constituye una concepción relati-
crito por Jourdain; las producciones de Rousselot y de vamente completa y sistemática, y que entraña la ex-
Haureau acerca de la Filosofía y escritores de la Edad presión de su último pensamiento filosófico.
Media , así como también el libro de Nourrisson, que El autor del Bosquejo de una Filosofía divide su
lleva el rótulo de Tableau des progrès de la pensée hu- obra en tres partes. E n la primera y principal, como
maine dépuis Thaïes jusqu'à Hegel, son obras que no que sirve de fundamento á las otras dos, trata de Dios
deben omitirse en una historia de la Filosofía. Entre y el universo; trata del hombre en la segunda, y en la
ellas sobresale por su indisputable mérito el Ensayo tercera, que no llegó á publicarse, debía tratar de la
sobre la metafísica de Aristóteles, por Ravaisson. sociedad. En la parte referente al h o m b r e , además de
las cuestiones propiamente filosóficas acerca del origen,
naturaleza y destino h u m a n o s , Lamennais expone sus
41.
teorías acerca de la industria, del arte y de la ciencia,
teorías que representan acaso la parte más notable y
LA FILOSOFIA DE LAMENNAIS. desde luego la menos errónea de su doctrina ó concep-
ción filosófica.
Sabido es que la vida intelectual de Lamennais Entremos ahora en la exposición sumaria de esta
abraza dos períodos m u y diferentes. Durante el prime- doctrina.
ro , su doctrina filosófica coincide en el fondo con la La Filosofía, considerada en su sentido más amplio
cristiana, bien que dejando vislumbrar ideas y ten- y general, es el esfuerzo ó trabajo de la razón h u m a n a
dencias poco conformes con la misma. Durante el s e - para concebir las cosas y el producto de este trabajo;
gundo período, ó sea después de su ruidosa apostasía, en este sentido abraza todas las ciencias con sus d e s -
este genio profundo, pero sombrío y orgulloso, se con- envolvimientos (sous ce rapporl, elle embrasse toutes les
centra más y más en sí mismo, y en 1840 dió á la sciences el les dévelopyements de toutes les sciences,
ainsi que les relations qui les unissent entre elles) y re- tradición perpetua y universal del género humano.
laciones recíprocas. Tomada la Filosofía en sí misma, En general, se dice verdadero aquello á que asiente
es decir, en este sentido absoluto y general, es preciso la razón humana ; pero esta definición no debe enten-
renunciará ella, porque esta Filosofía es la concepción derse del asentimiento de la razón subjetiva é indivi-
absoluta de todas las cosas, es la ciencia infinita, y, por dual , sino más bien de la razón objetiva y universal,
consiguiente, está fuera del alcance de la razón humana. de manera que en realidad, y hablando en rigor filosó-
Pero no sucede lo mismo si se trata de la Filosofía fico verdadero, se debe decir aquello á que asiente la
en sentido más restringido, considerada como la cien- generalidad de los hombres ó la razón común siempre
cia de las generalidades (la science des gcnóralités), ó de y en todas partes (Le vrai est ce à quoi la raison de la
aquello que hay de común en las diferentes ramas del généralité des hommes ou la raison commune acquiesce
humano saber: Dios, la creación y sus leyes, constitu- toujours et partout); de donde se infiere que este asen-
yen el objeto propio de la Filosofía considerada en este timiento de la razón común , este consentimiento ge-
sentido: Son objetpropre est Dieu, la Création et ses nera) , constituye para el hombre el carácter ó criterio
lois. definitivo de la verdad : Lorsque la raison commune a
La Filosofía no puede descubrir ó entrar en pose- prononcé, son assentiment est pour l'homme le carac-
sión de la verdad, ni por medio del análisis, que es tère définitif de la vérité.
impotente para llegar á la causa ó ley general de los El Ser, el Ser infinito, el Absoluto, Dios , la Subs-
fenómenos, ni tampoco por medio de la síntesis pura- tancia u n a , son términos sinónimos en el fondo, puesto
mente racional, porque arranca de una hipótesis gra- que el Ser, el Absoluto, Dios , son concebidos por el
tuita, y sólo puede conducir á conclusiones condicio- hombre como una esencia ó substancia una, con u m -
nales, en atención á que la base única necesaria de toda
l'absolu , l'infini, sans lequel nulle preuve ne sauroit lui-même être
prueba racional, de toda legítima demostración , es lo
prouvé, on y croit, voilà tout; et ainsi la démonstration a sa racine
absoluto, el ser infinito, el cual no es ni puede ser ob-
dans la croyance pure.
jeto de prueba científica, ni está sujeto á demostración, >11 faut donc, pour arriver à une philosophie solide, apuyer la
sino que sólo es percibido y afirmado por medio de synthèse sur la foi, dont la tradition perpétuelle et universelle est,
la fe (1) ó creencia transmitida y afirmada por la comme nous l'avons expliqué, l'expression; car alors, au lieu d'hy-
pothèses que rien n'autorise, qu'on peut également affirmer ou mer,
on a pour point de départ des vérités certaines, et une règle pour
(1) El pasaje en que el autor del Bosquejo expone esta doctrina, apprecier la justesse des déductions. ,
puede considerarse como una reminiscencia y aplicación de las ideas »Toutefois ces déductions demeurent contestables jusqu ace qu elles
tradicionalistas que defendió antes de su caida, y que algo contribu- n'aient réçu de l'assentiment général un caractère de certitude qui les
yeron á ésta. Después de rechazar la síntesis racional por la razón in- élève au-dessus des simples conceptions particulières : et c'est ce que
dicada, añade : «Á moins qu'on ne remonte jusqu'à l'infini, l'absolu, nous prions de ne pas oublier, lors même que nous paraîtrions le
le nécessaire, l'on n'affirme point, l'on suppose. O r , le nécessaire, plus affirmatif.» Exquisse d'une Philos., tomo i , cap. n.
dad la más absoluta (une de la unité la flus absolue), parles propriélés quise spécifient danslasubstanceune.
la cual, aunque contiene en su misteriosa esencia el Este dogma cristiano de la Trinidad, que es resul-
principio de la distinción, lo que hay de substancial en tado ó producto de la razón humana en su progresivo
las existencias finitas, considerada en sí misma nada desarrollo, es el punto más alto á q u e ésta puede llegar
ofrece ó contiene determinado y distinto (elle n'offre en la ciencia de Dios y la base inmutable de esta cien-
rien de déterminé, rien de distinct), pudiendo decirse cia para siempre.
que Dios ó el Ser, en este concepto, coincide con la La existencia de Dios es de suyo indemostrable,
noche divina, con las tinieblas brillantes de que nos porque es un hecho absolutamente primitivo, anterior
hablan las antiguas tradiciones dei Oriente: Cette nuit á t o d o pensamiento humano, el cual presupone nece-
divine, ees ténèbres brillantes qu'on trouve au com- sariamente la existencia del Ser como noción primor-
mencement de toutes les traditions, de tous les systè- dial sobre la cual descansan todas las demás.
mes de l'antique Orient. Lo mismo debe decirse del Universo, cuya existen-
El Ser infinito, ó Dios, considerado en su substancia, cia es también un hecho primitivo é indemostrable.
sin dejar de ser uno con unidad absoluta, contiene tres El objeto de la Filosofía no es probar ó demostrar la
propiedades esencialmente distintas entre s í , á saber: existencia de Dios y del Universo, sino concebir y ex-
el Poder, la Inteligencia y el A m o r , las cuales, como plicar sus propiedades, y sobre todo sus relaciones. El
que especifican y determinan la substancia ó esencia de problema fundamental que debe resolver la Filosofía,
Dios, forman y constituyen la Trinidad divina. En es el que se refiere á las relaciones entre Dios y el Uni-
otros términos: la substancia infinita, considerada en verso: l o q u e la Filosofía debe investigar y explicar es
su primer momento, considerada como esencialmente la unión de lo infinito y de lo finito. Y como quiera que
una é indistinta, constituye la esencia divina, ó sea lo esta unión y las relaciones entre el Universo y Dios
que llamamos Dios. Esta misma substancia, conside- tienen su base y su razón suficiente en la Creación,bien
rada en cuanto que es necesariamente un Poder infinito, puede decirse que del concepto exacto y verdadero de
constituye la primera persona de la Trinidad y se llama la Creación depende en cierto modo toda la Filosofía.
Padre; en cuanto que contiene y es Inteligencia infini- La producción ó creación del universo no puede
ta, constituye al Hijo, y en cuanto contiene y es Amor explicarse: a) ni por la emanación del panteísmo anti-
infinito, constituye y se llama Espíritu Santo. De aquí guo, que hacía del mundo una colección de fenómenos
resulta que Dios es uno por razón de la substancia una pasajeros, ó un sueño de Dios, como decía la Filosofía
que constituye el fondo de su s e r , y trino por razón de índica; b) ni por el arreglo de una materia preexistente,
las tres propiedades expresadas que especifican ó d e - como dijeron los dualistas ; c) ni en el sentido de que
terminan esta substancia : Dieu est donc essentiellement Dios, al crear, saca de la nada una substancia nueva.
un par la substance qui est le fonds de son être, et trin La creación es el acto por medio del cual Dios r e a -

\
mitada, ó, lo que es lo mismo, en su modo de ser rela-
liza ó pone fuera de sí lo que antes sólo tenía e x i s t e n - tivo y contingente , es la criatura : L'être, la substance,
cia en la inteligencia divina, pero de manera que el subsiste sous deux modes, l'un absolu et nécessaire, qui
ser que Dios da ó comunica á la cosa creada, lo saca
est Dieu; l'autre, relatif et contingent, qui est la créa-
no de la n a d a , sino de sí mismo (en créant, Dieu donne
ture.
l'être, cet être qu'il donne, il le tire de soi), ó sea de
Todo ser creado, desde el ínfimo hasta el supremo,
su propia substancia. En la creación no hay, pues,
se compone de dos elementos , uno positivo y espiri-
producción de un nuevo ser ó substancia (il n'en re-
tual, que es la substancia una é infinita que constituye
sulte aucune production d'être ou de substance, laquelle
el fondo de todas las cosas que se dicen creadas , y
est impossible en soi), porque esta producción es imposi-
otro elemento negativo y material, que es la limitación
ble ; el efecto ó término de la creación es la existencia
concreta de la substancia en cada ser ; porque lo que
de la misma substancia, ó sea de la substancia divina
llamamos materia no es más que lo que limita cada
bajo dos estados simultáneamente, uno finito y otro
ser, y limitándolo lo distingue , no solamente de Dios,
infinito, por más que esto sea incomprensible para
que es la substancia ilimitada , sino de los demás seres
nuestra razón, como que es precisamente lo que cons-
particulares.
tituye el misterio de la creación: II reste sans doute à
La materia no existe como realidad distinta del e s -
concevoir comment la même substance peut subsister
píritu (il n existe point de pure matière; Vidée même est
simultanément à deux états divers, l'un fini, l'autre in-
contradictoire), y los cuerpos son substancias idénticas
fini : c'est là le mystère de la création.
en el fondo con lo que llamamos substancias espiritua-
Sin embargo, los seres que componen el Universo les, las cuales sólo se diferencian de los cuerpos, ya por
no son puros fenómenos ó modificaciones internas del el modo ó grado de limitación , que es diferente en los
ser divino, sino que son realidades externas, verda- seres creados, ya porque, como substancias más sutiles,
deras y substanciales. Lo cual se concibe fácilmente por no pueden ser percibidas por nuestros groseros senti-
dos cosas : 1.a, que son seres limitados, seres que e n - dos, incapaces de percibir todas las realidades exterio-
trañan éste ó aquel grado de limitación con respecto á res : Se dérobent à nos sens grossiers ou à nos moyens
la substancia infinita : 2. a , que lo que llamamos mate- présents de percevoir les réalités extérieures.
ria, considerada en sí misma ó en su esencia propia, se El pensamiento de Lamennais sobre este punto
identifica con el límite (la matière en soi est ce qui li- puede condensarse en las siguientes proposiciones :
mite , rien de plus ), de manera que materia de un ser y 1.a Lo que llamamos materia, cuerpos ó substan-
limitación del mismo son una misma cosa. Así se com- cias materiales, no existe realmente, en el sentido ó
prende que el ser ó la substancia una y primitiva, con- significación general de estas palabras.
siderada en su modo de ser absoluto y necesario, es 2. a Todos los seres que constituyen el Universo,
Dios: la misma substancia, considerada en cuanto li-
llámense cuerpos ó espíritus , substancias orgánicas ó la manifestación progresiva de todo lo que está en
inorgánicas , pueden denominarse y son á la vez espi- Dios , y según el orden mismo con que existe en Dios
rituales y materiales : espirituales ó inmateriales , por (comme la manifestation progressive de tout ce qui est
razón de la realidad substancial que encierran y que en Dieu, et dans le même ordre qu'il existe en Dieu);
es su elemento positivo ; materiales , por razón del lí- de donde se infiere que en esta materia no existe, ni
mite que encierran, y que representa su elemento n e - puede imaginarse siquiera, l o q u e se llama elección:
gativo, dependiendo de la forma y grado de este límite 17 est évident, dès-lors, que tout, ce qui peut être devant
la distinción y diversidad que percibimos en los seres être, il n'y a pas même lieu à imaginer un choix.
creados. En general, conocer es ver (connaître c'est voir), y
3. a Luego, hablando propiamente ó en rigor filosó- todo conocimiento entraña tres cosas : a) el objeto de la
fico, no hay ni puede haber más que un solo ser ver- visión cognoscitiva ; l) el sujeto que conoce ó ve el
daderamente inmaterial, que es Dios, porque Dios objeto ; c) el medio que hace posible la visión , relacio-
sólo es ilimitado : Il suit encore de ce qui précède que nando ó uniendo de alguna manera el objeto con el
Dieu seul est immatériel, puisque lui seul est illimité. sujeto. Este medio abraza dos cosas que son un órgano
apropiado para el conocimiento, y una luz en relación
Lamennais dice y repite que la creación fué libre,
con este órgano y con el objeto cognoscible.
que el acto de Dios al crear el Universo fué soberana-
mente libre ; pero la libertad proclamada aquí es una Por medio de la luz física ó fluido luminoso que
libertad nominal. Porque la libertad de la creación que está en relación con el órgano físico de la visión, se
reconoce el autor del Bosquejo de una Filosofia, no es nos revela y manifiesta el mundo físico, es decir , el
la facultad de producir ó no producir el mundo, de mundo finito y contingente , el mundo de los fenóme-
producir este mundo ú otro diferente, sino que la nos , pero no su esencia íntima , ni su causa , ni sus
creación se dice libre porque el motivo inmediato, ó, leyes necesarias , ni las ideas arquetipas del mismo.
mejor dicho, el efecto de ésta , que es el Universo, no Para percibir ó conocer todo esto, que es lo mismo que
es ni puede ser infinito, lo cual equivale á decir que percibir el Ser, la infinita substancia, necesita el hom-
Dios se dice libre al crear, porque la creación , es de- bre una luz divina, que no es más que una refulgencia
cir, el mundo considerado en cuanto existe fuera de de la forma una é infinita (n'est que Veffulgence de la
Dios, es finito y contingente , y no infinito y necesa- forme une et infinie), es decir , de la Inteligencia infi-
rio como Dios. nita ó del Verbo, una luz increada y esencial (la lu-
mière incréèe,la lumière essentielle), la c u a l , uniéndo-
Para reconocer que esta libertad lo es sólo de nom-
se á la inteligencia h u m a n a , la eleva hasta la visión
bro y no una libertad r e a l , no una libertad de elec-
de Dios y de la verdad en Dios. De manera que la fun-
ción , según la mente del filósofo francés, bastará re-
ción propia y específica de la razón h u m a n a , en vir-
cordar que para éste la creación debe concebirse como
tud de la luz divina que viene al hombre por medio El Arte, cuyo objeto, como se ha dicho, es lo bello,
del Verbo, y forma en aquél la palabra interna que se es la expresión ó encarnación de lo ideal en lo r e a l , ó,
identifica con el pensamiento (la lumière divine qui en otros términos, de lo infinito en lo finito, de la for-
forme en lui cette parole intérieure , identique avec la ma arquetipa divina é inteligible en una forma exte-
pensée), es la percepción intuitiva del infinito, ó, me- rior y sensible.
jor, la visión directa del Ser uno que contiene en sí, La Ciencia es la contemplación de lo verdadero en
junto con los eternos ejemplares de las cosas, las le- s í , es decir, de Dios en su esencia eterna por medio de
yes, la razón ó esencia y la causa substancial de las una vista inmediata (le contemple, d'une vue immedia-
mismas : L'apperceptión de l'infini ou la vision directe te , dans son éternelle essence), de una intuición direc-
de l'Etre un qui renferme en soi, avec les éternels ta del mismo.
exemplaires des choses, leurs lois , leur raison, leur
cause substantielle. i 42.
El alma del hombre se dice y es i n m o r t a l , en el C R ÍTICA.
sentido de que, después de la m u e r t e , experimenta una
transformación que la pone'fuera del alcance de nues- La concepción filosófica de Lamennais contenida
tros groseros sentidos (cette transformation échappe à en el Bosquejo de una Filosofía, es una concepción
nos sens grossiers), de manera que su inmortalidad en esencialmente sincrética, cuyos elementos f u n d a m e n -
la vida futura consiste en la continuación indefinida tales y primarios son el panteísmo y el Cristianismo,
de su existencia en nuevos organismos : La continua- pero combinados y modificados por otros elementos se-
tion indefinie, dans un organisme nouveau et profon- cundarios, entre los que sobresalen el neoplatonismo
dement modifié, de son existence présente. y el tradicionalismo ó fideísmo.
La industria, el arte y la ciencia contienen y re- Que el panteísmo ó la unidad real de substancia
presentan las tres esferas fundamentales de la activi- entre Dios y el universo constituye el fondo y como la
dad humana. Lo útil es el objeto de la primera ; lo bello trama de la concepción del filósofo francés, cosa es so-
es el objeto del arte, y lo verdadero constituye el o b - brado evidente por lo que dejamos indicado, y cosa que
jeto de la ciencia. resalta á cada paso (1) en las páginas de su Bosquejo.
La Industria es el conjunto de fuerzas innatas y de (1) Por sí alguien a b r i g a r e alguna duda sobre este p u n t o , citare-
medios adquiridos, por medio de los cuales el hombre mos algunos pasajes, ademas de los apuntados en el párrafo auterior:
desarrolla y perfecciona su organismo , luchando con- s O D i e u ! o u i , tout est de v o u s , et n'est pas de vous uniquement
comme l'effet, le produit de votre opération toute puissante ; mais
tra la naturaleza y sus fuerzas , hasta dominarlas y comme un écoulement de votre être indivisible et immuable.» Esquis-
vencerlas, convirtiéndolas finalmente en elementos de se d'une philos., lomo i , pag. 145.
su propia utilidad y bienestar. «Il n'existe et ne peut exister q u ' u n e seule substance primordiale,
TOMO IV. 14
Las ideas cristianas , mejor ó peor interpretadas y viste los caracteres de contemplación y de éxtasis (1),
aplicadas , desempeñan también papel importante en así como la doctrina referente al Ser uno, á la substan-
su concepción, y principalmente en la teoría acerca de cia absolutamente primordial, entrañan evidentes y
la Trinidad , teoría tomada evidentemente de la teolo- claras reminiscencias de Platón y del neoplatonismo
gía católica, aunque más ó menos desfigurada. Porque alejandrino, aunque siempre algo modificadas con ideas
conviene no perder de vista que en la Trinidad de La- cristianas.
mennais las tres personas divinas están constituidas, Si á esto se añaden sus ideas acerca del origen del
110 por relaciones personales, según enseña la teología conocimiento humano , acerca de la tradición y acerca
cristiana, sino por propiedades , por energías esencial- del consentimiento común como criterio último de la
mente distintas. En las teorías acerca de la industria, verdad, bien puede decirse que la concepción de La-
la ciencia, y , sobre todo, en la referente al a r t e , así mennais correspondiente á su segunda evolución inte-
como en la teoría d é l a creación, abundan también las lectual , es una síntesis de panteísmo y cristianismo,
ideas cristianas , pero desfiguradas y amalgamadas con de platonismo y tradicionalismo , pero síntesis con-
ideas extrañas al catolicismo. cebida y desenvuelta a priori, y según el método
La doctrina de Lamennais acerca de la materia idealista. En esta gran síntesis filosófica , lo que en
reducida al papel de límite y que carece de verdadera nuestra opinión tiene más mérito y lo que más se acer-
realidad, la que se refiere á la intuición ó visión direc- ca á la verdad , es lo que pudiéramos llamar Filosofía
ta de Dios, de la verdad , de las ideas y de las causas de la industria , del arte y de la ciencia ; son sus teo-
externas (1) en Dios , intuición que , en ocasiones, re- rías acerca de estas tres esferas y manifestaciones de
la actividad humana , y principalmente las que se re-
laquelle, sous des modes divers d'existence, est le fonds commun, la fieren á la industria y el arte.
racine nécessaire de tout ce qui est.» Ibid., pàg. 111.
«La création, du coté de Dieu, est l'acte par lequel il se reproduit
De todas maneras , la concepción filosófica de La-
perpétuellement au-deliors de lui-même.... L'acte par lequel Dieu mennais , considerada en conjunto , prescindiendo de
crée ou se reproduit lui-même par une limitation effective de sou être, sus desviaciones anticristianas y de su carácter racio-
n'est pas compréhensible en soi,» etc. Ibid., t. îv, pàg. 49.
nalista , es una concepción relativamente grandiosa,
«Au commencement Dieu était. En limitant sa propre substance,
il c r é a ; car créer, pour l u i , c'est se reproduire.... sous la condition una concepción sistemática, que no carece de elevación
du f i n i , et l'être fini ne diffère de l'Être infini, que par le limite qui y profundidad , y una concepción que se distingue por
éternellement le sépare de l u i , restant d'ailleurs uni à lui, un avec
lui par tout ce qu'il possède de positif.» Ibid., pàg. 71. (I) «Mais l'intuition a divers degrés. Plus vive et plus étendue,
(1) «Il perçoit encore intérieurement la p u r e lumière qui mani- on la nomme contemplation. Et lorsque l'intelligence se dégageant de
feste ce que les sens ne peuvent atteindre , la lumière essentielle , le l'organisme.... nage et se dilate, et se perd dans la p u r e lumière du
Verbe infini, et dans cette lumière il voit Dieu, et eu Dieu l'immua- Verbe, la contemplation elle-même se transforme eu quelque chose
ble , le nécessaire, le V r a i , les idées , les causes éternelles.» Esquis- de plus sublime et qui semble être comme l'essais momentaine d'une
se, etc., tomo n i , pàg. 70. autre vie, elle devient l'extase.» Ibid., t o m o u , pàg. 233.
la unidad y enlace de sus partes. Si el panteísmo no
fuera un sistema esencialmente erróneo y anticristia-
i 43.
no ; si alguna concepción panteista pudiera ser acepta-
ble', lo sería antes que todas la concepción de L a m e n -
LA FILOSOFÍA POSITIVA.
nais , porque es , á no dudarlo, la que se aparta menos
de la razón y de la verdad cristiana.
Así es que siempre hemos extrañado y no compren- Augusto Comte (1798-1857) es considerado como el
demos por qué la concepción filosófica del autor del fundador de esta escuela filosófica. En su Sistema de
Bosquejo tuvo y tiene tan poca resonancia en el m u n - Filosofía positiva, y en su Sistema de política positiva,
do científico , y especialmente entre sus compatriotas, ó Tratado de sociología, Comte expone y desarrolla con
tratándose de un sistema que, por lo m e n o s , vale tanto mucha extensión su teoría, la cual encierra una parte
como los de Fichte, Schelling y Krause. Sólo podemos negativa y otra parte afirmativa , como sucede gene-
explicarnos este fenómeno, en parte por la preocupación ralmente en los sistemas filosóficos.
racionalista cada día más dominante contra las ideas Comenzando por la primera , diremos que las con-
cristianas que abundan, como hemos dicho, en la con- clusiones principales del positivismo de Comte en su
cepción de Lamennais , y en parte por la reacción anti- fase negativa son las siguientes :
idealista que en la época de la aparición del Bosquejo a) La metafísica , como ciencia de las causas pri-
de una Filosofía (1840-46) había adquirido ya grande meras y como investigación de lo absoluto, no existe
impulso y fuerza, q u e , lejos de decrecer, se afirman y ni puede existir ; es una ciencia quimérica , porque lo
suben á la sombra del materialismo y de la llamada absoluto es inaccesible al espíritu humano en todas las
ciencia positiva. Es muy probable que si Lamennafs esferas (Valsóla est inaccesible a Vesprit humain, non
hubiera publicado en Francia su Bosquejo cuando Cou- seulement en Philosophie, mais en loute chosej, como lo
sin publicaba sus Fragmentos, otro hubiera sido el son igualmente las primeras causas eficientes y finales
destino de su obra , y diferente también la impresión de las cosas.
producida en los espíritus por su concepción filosófica. b) Observar, analizar y clasificar los hechos par-
Es igualmente, no probable , sino casi cierto, que si ticulares , reconocer y fijar por inducción las leyes que
Lamennais hubiera sabido resistir á las sugestiones del presiden y determinan la existencia de los fenómenos
orgullo y la soberbia , manteniéndose dentro de la es- sensibles, negando y excluyendo toda intervención de
fera de la humildad y de la verdad del catolicismo, las nociones abstractas é ideas metafísicas, he aquí la
hubiera podido ser y hubiera sido acaso el gran filóso- función propia y el método único para llegar al cono-
fo cristiano del siglo xix , porque era grande, a no du- cimiento de la realidad. La verdadera Filosofía excluye
darlo , su talento y era poderosa su inteligencia. de su seno todo ser teológico, toda realidad metafísica.
la unidad y enlace de sus partes. Si el panteísmo no
fuera un sistema esencialmente erróneo y anticristia-
i 43-
no ; si alguna concepción panteista pudiera ser acepta-
ble', lo sería antes que todas la concepción de L a m e n -
LA FILOSOFÍA POSITIVA.
nais , porque es , á no dudarlo, la que se aparta menos
de la razón y de la verdad cristiana.
Así es que siempre hemos extrañado y no compren- Augusto Comte (1798-1857) es considerado como el
demos por qué la concepción filosófica del autor del fundador de esta escuela filosófica. En su Sistema de
Bosquejo tuvo y tiene tan poca resonancia en el m u n - Filosofía positiva, y en su Sistema de política positiva,
do científico , y especialmente entre sus compatriotas, ó Tratado de sociología, Comte expone y desarrolla con
tratándose de un sistema que, por lo m e n o s , vale tanto mucha extensión su teoría, la cual encierra una parte
como los de Fichte, Schelling y Krause. Sólo podemos negativa y otra parle afirmativa , como sucede gene-
explicarnos este fenómeno, en parte por la preocupación ralmente en los sistemas filosóficos.
racionalista cada día más dominante contra las ideas Comenzando por la primera , diremos que las con-
cristianas que abundan, como hemos dicho, en la con- clusiones principales del positivismo de Comte en su
cepción de Lamennais , y en parte por la reacción anti- fase negativa son las siguientes :
idealista que en la época de la aparición del Bosquejo a) La metafísica , como ciencia de las causas pri-
de una Filosofía (1840-46) había adquirido ya grande meras y como investigación de lo absoluto, no existe
impulso y fuerza, q u e , lejos de decrecer, se afirman y ni puede existir ; es una ciencia quimérica , porque lo
suben á la sombra del materialismo y de la llamada absoluto es inaccesible al espíritu humano en todas las
ciencia positiva. Es muy probable que si Lamennafs esferas (Valsóla est inaccesible a Vesprit humain, non
hubiera publicado en Francia su Bosquejo cuando Cou- seulement en Philosophie, mais en loute chose), como lo
sin publicaba sus Fragmentos, otro hubiera sido el son igualmente las primeras causas eficientes y finales
destino de su obra , y diferente también la impresión de las cosas.
producida en los espíritus por su concepción filosófica. b) Observar, analizar y clasificar los hechos par-
Es igualmente, no probable , sino casi cierto, que si ticulares , reconocer y fijar por inducción las leyes que
Lamennais hubiera sabido resistir á las sugestiones del presiden y determinan la existencia de los fenómenos
orgullo y la soberbia , manteniéndose dentro de la es- sensibles, negando y excluyendo toda intervención de
fera de la humildad y de la verdad del catolicismo, las nociones abstractas é ideas metafísicas, he aquí la
hubiera podido ser y hubiera sido acaso el gran filóso- función propia y el método único para llegar al cono-
fo cristiano del siglo xix , porque era grande, a no du- cimiento de la realidad. La verdadera Filosofía excluye
darlo , su talento y era poderosa su inteligencia. de su seno todo ser teológico, toda realidad metafísica.
LA FILOSOFÍA POSITIVA. 215

c) Puesto que para la Filosofía positiva lo abso- lo es investigar y conocer hechos , fenómenos, leyes y
luto y las causas primeras son completamente desco- verdades relativas por el camino exclusivo de la expe-
nocidas y hasta inaccesibles á la razón , el positivismo riencia y de la inducción, es la ciencia verdadera y la
no es ni teísta, ni panteista, ni ateísta , y ideológica- única ciencia posible al hombre.
mente considerado , 110 es ni inmanente ni trascen- La segunda tesis se refiere á la clasificación y al
dente. Toda doctrina teológica y toda teoría metafísi- orden relativo de generación de las diferentes ciencias.
ca, carecen de valor objetivo á los ojos de la Filosofía La ley general de su generación entraña el processus
positiva. No hay más verdad ni más realidad que la de lo simple á lo compuesto, de lo abstracto á lo con-
verdad y la realidad garantizada por la ciencia positiva. creto. En conformidad á esto, el orden de generación
La parte afirmativa , ó , digamos, constructiva de la de las ciencias es el siguiente : matemáticas , astrono-
Filosofía de Comte, se resume en dos tesis capitales, mía , física, química , biología , sociología. La sociolo-
que son la ley de los tres estados, que preside al d e s - gía es la última y la más perfecta de todas las cien-
arrollo del espíritu h u m a n o , y la ley de filiación entre cias , y su existencia presupone y exige la existencia
las ciencias. de las otras cinco, tanto en el orden lógico como en el
cronológico.
Según el fuudador del positivismo, el desarrollo
progresivo y ascendente de la humanidad á través del Como consecuencias y aplicaciones más ó menos
espacio y del tiempo, se verifica con sujeción á tres fa- inmediatas de la doctrina que antecede, Comte enseña
ses ó evoluciones fundamentales, que representan y también :
constituyen los tres estados del espíritu humano. Cuando a) Que la diferencia entre los animales y el h o m -
éste fija su atención y actividad en el mundo y sus f e - bre es solamente diferencia accidental y de grados (1),
nómenos , busca el origen de éstos en seres sobrenatu- hasta el punto de que es un contrasentido (présente un
rales, en fuerzas invisibles y en agentes personales y véritable non-sens) la definición vulgar del hombre
misteriosos, lo cual determina y constituye el estado como animal racional.
teológico de la ciencia. Sucede á éste el estado ó período b) Que los conceptos de derecho y de causa son
metafisico , durante el cual el hombre explica el mundo dos nociones ó ideas de las cuales la primera es inmo-
y sus fenómenos por medio de hipótesis metafísicas, ral (l'une est désormais immorale et anarchique), y la se-
por medio de concepciones a priori y de ideas abstrac- (1) «Peut-être chez les animaux supérieurs le sentiment de la
tas. Á la ficción teológica y á la hipótesis metafísica, personnalité est-il encore plus prononcé (pie chez l'homme.... Il n'y a
sucede la ciencia positiva, ó sea el período en el cual lieu d'établir réellement, entre l'humanité et l'animalité, aucune autre
différence essentielle que celle du degré plus ou moins prouoncé que
el mundo y los fenómenos son analizados en sí m i s - peut comporter le développement d'une faculté nécessairement, com-
mos , y son explicados por sus causas inmediatas y ho- mune par sa nature à toute vie animale.» Système de philos, posit.,
mogéneas. Esta ciencia positiva, la ciencia cuyo obje- i. m , pág. 781.
gunda sofística é irracional: Vautre irrationelle et so-
phistique. 44.
Por una especie de contradicción, muy frecuente eD
los sistemas erróneos y anticristianos , Comte , que en MOVIMIENTO P O S I T I V I S T A . — L I T T R É .
su Sistema de Filosofía positiva anatematiza las religio-
nes, en las cuales sólo ve una ficción, y que reduce la
El término natural, la consecuencia última de la
metafísica á un conjunto de hipótesis, en su Sistema
concepción positivista de Augusto Comte, es el m a t e -
de política positiva nos habla de la religión de la huma-
rialismo , cuyas premisas se encuentran sobrado e x -
nidad, que se propone instituir y organizar, y nos h a -
plícitamente en los escritos de Comte, como se acaba
bla también de un solo gran ser (panteismo), cuyos
de ver. Empero Robín, el médico y amigo de Comte, y
órganos son los individuos humanos : Tous les hommes
sobre todo Littré, se encargaron de establecer relacio-
doivent être conçus, non comme autant d'êtres séparés,
nes más directas entre la tesis positivista y la tesis
mais comme les divers organes d'un seul Grand Être.
propiamente materialista. En realidad, cuando se afir-
En estas palabras se descubre al discípulo y amigo
ma que el espíritu no es más que una propiedad, una
de Saint-Simon, pues aunque se separó de éste en 1822,
fuerza de la materia ó substancia organizada (l'esprit
cuando sólo contaba veinticuatro años de edad, es lo
est la propriété ou la forcé de la substance organisée),
cierto que en las obras de Comte existen reminiscen-
como afirma M. Littré, y cuando se añade que para la
cias explícitas y numerosas de la concepción humani-
ciencia positivista no hay más que materia y propie-
tario-religiosa de Saint-Simon , con su caprichoso or-
dades de la materia, es difícil mantener la línea de se-
ganismo jerárquico y hasta litúrgico.
paración y distinción entre el positivismo y el mate-
Los tres estados fundamentales que atraviesa el es-
rialismo.
píritu humano, según Comte, pueden subdividirse en
«La grande ciencia de los seres vivientes, nos dice
otros parciales que integran cada uno de aquellos. Así,
el discípulo de Comte, la biología, sucede á la química.
por ejemplo, el estado teológico ó religioso, cuya últi-
De esta sola aprende que los tejidos organizados están
ma expresión es el Cristianismo , representa y presu-
compuestos de elementos inorgánicos diseminados en
pone el paso previo y sucesivo de la humanidad por el
la naturaleza; que la nutrición, la cual junto con la
fetiquismo, el politeísmo y el monoteísmo semítico.
reproducción es la base de todo lo demás en el a n i -
La moral para Comte, como para la generalidad de los
mal , no es más que un trabajo inmenso de composi-
positivistas y materialistas, es una parte ó rama de la
ción y descomposición química.»
sociología, así como la ciencia psicológica no es más que
una rama de la zoología, ó, si se quiere, de la bio-fisiolo- Para Littré, como para la generalidad de los positi-
gía, la cual, á su vez, es una parte de la físico-química. vistas, la idea de un ser teológico, es decir , la exis-
tencia de Dios, es una hipótesis inútil: L'idée d'un être Como se ve por lo dicho, la distancia que separa á
théologique quelconque, c'est, comme le disait La- Littré de los materialistas contemporáneos es muy es-
place, una hypothèse désormais inutile. casa ó nula. Es justo recordar, sin embargo, que re-
La libertad de los actos humanos, según la conci- negó de estas doctrinas, convirtiéndose á la fe católica
ben y explican los hombres , es una verdadera ilusión, antes de morir.
y en su virtud la historia de la humanidad viene á ser Á los nombres de Robin y Littré, principales repre-
una evolución natural y necesaria, un desenvolvi- sentantes del positivismo en Francia,pueden añadirse
miento determinado por las condiciones de la n a t u r a - el de Wirouboff, colaborador de Littré en la revista
leza cerebral del hombre, y por la manera de ser del rotulada Filosofía positiva, y el de Bligniéres, autor de
mundo : un développement déterminé par les conditions una Exposición abreviada y popular de la Filosofía y
de la nature cérébrale de l'homme et par la manière de la religión positivas.
dêtre du monde. El movimiento positivista realizado en Francia
La constitución y origen de las sociedades, lo mismo tuvo resonancia en Italia, como la tuvo también en
que la constitución y origen de las religiones , la teo- otras naciones, según veremos en su lugar. Entre los
logía, las profecías, las revelaciones, lo mismo que ios positivistas italianos merece figurar en primer término
gobiernos, los imperios, l a s a r l e s , las ciencias, todo Ardigó, el cual, en su Psicología comescienzapositiva,
depende y procede de las fuerzas propias del hombre en reduce la ciencia psicológica, ó, mejor dicho, la Filo-
combinación con los diferentes medios ambientes, con sofía toda, al conocimiento experimental de los fenó-
exclusión de toda acción divina, de toda voluntad menos de la conciencia y de sus leyes. Según el filósofo
sobrenatural : quienquiera que esto reconoce ó afirma, italiano, para el hombre déla ciencia el absoluto ó Dios,
ha entrado en posesión de la verdad, ha realizado su lo mismo que el yo y el n o - y o , el hombre y el mundo
emancipación mental : quiconque accede à cette vue a externo, no existen como seres substanciales, y , caso
plainement accompli le cycle de l'émancipation mental. que existan, son absolutamente incognoscibles como
Excusado es añadir que la concepción psicológica tales para la razón humana. Para la ciencia no existen
del discípulo de Comte está en perfecto acuerdo con más objetos que el hombre, pero no el hombre substan-
estas ideas. El alma humana no se distingue de las cial , nouménico, sino el hombre fenoménico, ó sea una
funciones morales é intelectuales que se verifican en el colección de fenómenos sujetos á ciertas leyes y que pre-
cerebro (l'ensemble des fonctions morales et intéllec- senta una doble fase, una f a s e física y otra fase psíquica.
tuelles dévolues an cerveau): en otros términos, el alma Al nombre de Ardigó puede añadirse el de su com-
es el conjunto de las facultades del sistema nervioso patriota Angiulli, el cual, en su libro La Filosofía e la
central : Il faut reserver le nom d'âme à l'ensemble des ricerca positiva sustenta, al menos en lo substancial,
facultés du système nerveux central. las mismas tesis é ideas que Ardigó.
explicar el origen, naturaleza y condiciones de los f e -
nómenos psicológicos. En ocasiones es m u y difícil
45. separar su tesis psicológica de la tesis materialista. En
la diferencia y sucesión de los estados físicos de los
EL POSITIVISMO EN I N G L A T E R R A . — STUART MILL. nervios, debe buscarse, según Stuart Mili, el origen y
razón suficiente de los actos de conciencia, inclusos los
intelectuales y morales , y hasta los fenómenos incons-
Al lado del positivismo de Augusto Gomte, y reci-
cientes, cuya existencia defienden Hamilton y otros
biendo de éste mayor ó menor influencia, preséntase
psicólogos, pueden admitirse á condición de no ver en
en Inglaterra, país clásico de la ciencia positiva y del
ellos más que modificaciones inconscientes de los nervios.
método experimental, un movimiento análogo, que pu-
Aunque el punto de partida, el método y el fondo
diera apellidarse positivismo moderado, porque no en-
». general de la doctrina de Stuart Mili coinciden con los
tra en la esfera del materialismo explícito, ó, mejor,
de Comte; aunque admite la ley de los tres estados y
positivismo ecléctico, en atención á que entraña cierta
sustituye á la causalidad la sucesión, y reconoce la
síntesis y amalgama de ideas y direcciones pertene-
imposibilidad de investigar las causas primeras y úl-
cientes al positivismo de Gomte, con ideas y direcciones
timas de las cosas, y adopta las opiniones de Gomte

t
extrañas al mismo y relativamente originales.
sobre otros varios puntos, esto no quita que se aparte
Pertenecen á esta clase Stuart Mili, Bain, Leves,
en otros del jefe del positivismo francés. Así, por ejem-
Ferrier, Herbert Spencer, Clifford, y algunos otros.
plo, Mili advierte que «el modo positivo de pensar no
Mas como quiera que de los cinco últimos habremos de
lleva consigo necesariamente la negación de lo sobre-
tratar con alguna extensión al ocuparnos en el movi-
natural». Considera a d e m á s y califica de incompletala
miento propiamente filosófico, ó sea de la metafísica en
clasificación de las ciencias hecha por Comte, en la
Inglaterra en el presente siglo, y también al hablar de
cual debieran tener lugar, por lo menos, la lógica y la
la escuela psicológica en aquella nación, sólo hablare-
psicología.
mos aquí de Stuart Mili, cuya concepción entra de lle-
En realidad de verdad, para Stuart Mili nada exis-
no en el citado positivismo moderado y ecléctico.
te más que la sensación , de manera que la misma per-
Stuart Mili, cuyo padre, James Mili, puede consi-
sona humana viene á ser una serie de sensaciones. En
derarse como uno de los precursores de Gomte, á causa
la hipótesis de que exista realmente Dios , éste no po-
de la analogía de ciertas conclusiones contenidas en el
dría ser concebido por nosotros sino como un conjunto
Análisis de los fenómenos del espíritu humano, con
de series de sensaciones.
las que pertenecen al fundador del positivismo, con-
Lo que llamamos fenómenos, son las sensaciones
cede importancia capital á la ley de asociación de
actuales; lo que llamamos entendimiento y substancia
ideas y al estado ó modiñcaciones de los nervios, para
en las cosas, no son más que sensaciones duraderas y
adquiridas. Lo que llamamos imaginación, reflexión, § 46.
razón, se identifican realmente con la asociación y
comparación de las sensaciones actuales y posibles;
EL MATERIALISMO.
porque es de saber que en la teoría de Sluart Mili,
las sensaciones posibles representan un papel tan i m -
portante como las sensaciones actuales: lo que l l a m a - En más de una ocasión hemos indicado que el m a -
mos mundo externo, no es más que la posibilidad de terialismo contemporáneo se halla íntimamente enla-
las sensaciones actuales. zado con el positivismo de que acabamos de hablar en
Hay en esta teoría del mundo externo, como posi- los dos párrafos que anteceden. Esta fué también la
bilidad de las sensaciones, algo que trae á la mente razón principal porque hicimos caso omiso del movi-
la X de Kant, bien así como la doctrina del filósofo in- miento materialista en Alemania, á pesar que á ella
glés en orden á la constitución de las diferentes facul- pertenecen sus más notables partidarios , sin que por
tades intelectuales por medio de la sensación, trae á la eso deje de tenerlos también muy importantes y n u -
memoria involuntariamente el Tratado de las sensacio- merosos en otras naciones.
nes de Condillac. Porque la verdad es que de todos los puntos del
Alguien ha dicho que la concepción filosófica de horizonte levántase hoy, y crece , y se desarrolla, y
Stuart Mili podría apellidarse un materialismo idealis- se afirma un movimiento materialista, que amenaza
ta, y en verdad que la calificación no carece de funda- apoderarse por completo de la sociedad en todas sus
mento, si se fija la atención en las siguientes palabras parles y elementos. Universidades y ateneos , libros y
del filósofo inglés: «La materia puede definirse diciendo periódicos, escuelas y parlamentos , ciencias y artes,
que es una posibilidad permanente de sensaciones: si todo se halla minado, saturado y corroído por las ideas
se me pregunta después si creo en la existencia de la materialistas que invaden todas las esferas de la vida,
materia, preguntaré á mi vez si se acepta ó no esta de- y penetran , y se infiltran , y marchan en silencio á la
finición: si se acepta, creo en la existencia de la mate- conquista del mundo por medio de la conquista paula-
ria, y conmigo toda la escuela de Berkeley; si no se tina y latente de todas las capas sociales.
acepta dicha definición, no creo en la materia, pero Y en verdad que á primera vista apenas se concibe
afirmo al propio tiempo que semejante concepción de la razón suficiente de esa fuerza avasalladora del m a -
la materia comprende todo aquello que todo el mundo terialismo de nuestros días. Porque, después de todo,
entiende por esta palabra, exceptuando acaso los filó- y si se prescinde de sus relaciones con el d a r v i n i s m o
sofos y teólogos». y del aparato científico que éste le presta, el materia-
lismo de hoy no se distingue del materialismo vulgar
de Lametrie, Gabanis y Broussais. Que si nuestros adeptos, en armonía con sus aspiraciones y c o s t u m -
materialistas dicen que el alma humana no es más que bres, á l a vez que éstas preparan el camino y facilitan
un producto ó aspecto de la organización de la materia, el triunfo de los partidos revolucionarios. De aquí la
y el pensamiento una secreción del cerebro, ahí está solidaridad que por lo común se observa entre el radi-
Broussais , que en su libro De l'irritation et de la folie, calismo político y el radicalismo religioso y anticris-
había enseñado idéntica doctrina : ahí está también tiano , entre la idea revolucionaria y la idea ateo-mate-
Cabanis afirmando explícitamente «que no hay alma rialista , considerada en el orden práctico, ya que no
y que el entendimiento no es más que un efecto del siempre sucede eu el orden teórico.
cerebro», añadiendo que éste hace orgánicamente la Aunque principales é importantes, no son estas las
secreción del pensamiento. únicas causas que influyen en el origen y desenvolvi-
Muchas y muy complejas son las causas que con- miento del materialismo contemporáneo. Indicado que-
tribuyeron y contribuyen al desarrollo sorprendente y da ya en páginas anteriores que las exageraciones del
universal que presenta el movimiento materialista; panteismo idealista , que las construcciones a priori
pero hay dos que figuran entre las más poderosas y de Fichte, Schelling y Hegel, debían precipitar los es-
eficaces. La primera y principal es el principio de s e - píritus en el positivismo materialista por espontánea y
cularización religiosa adoptado y practicado por reyes natural reacción. Schopenhauer, afirmando que el pen-
y gobiernos, bajo la forma regalista a n t e s , y bajo la samiento es una función orgánica que depende del ce-
forma liberal después ; porque desde el momento que rebro, como la digestión del estómago, y negando á la
la sociedad deja de recibir la influencia perenne, viva, vez la libertad y la inmortalidad personal, preparaba
divina y eficaz de la Iglesia de Dios; desde el momento el camino á las ideas y concepciones del materialismo.
que rechaza el reinado social de Jesucristo, colocán- Ni son cosas extrañas al crecimiento y desarrollo de
dose fuera de la corriente esencialmente espiritualista este sistema la facilidad relativa de los goces , el sen-
y divina de la Iglesia católica , esa sociedad, arrastra- sualismo y afeminación de las costumbres públicas y
da fatalmente por el elemento naturalista , desciende, privadas, los progresos y descubrimientos realizados
y desciende hasta el fondo del materialismo. La s e - en las ciencias físicas y naturales, los cuales sirven de
gunda causa principal del movimiento absorbente é pretexto á deducciones y aplicaciones en que tiene más
impetuoso del materialismo contemporáneo es la estre- parte la preocupación antireligiosa que las reglas de
cha alianza establecida entre éste último y el radicalis- la lógica; la esterilidad relativa del espiritualismo
mo político : porque el ardor febril de propaganda que ecléctico y racionalista, que pretende establecer un
caracteriza á los partidos políticos , y con especialidad equilibrio ó conciliación imposible entre el materialis-
á los más radicales , refluye , se comunica y se deja mo y el espiritualismo cristiano, y , finalmente, el mo-
sentir en las ideas profesadas por la generalidad de sus vimiento darwiuista, auxiliar poderoso del materialis-
TOMO IV. LO
ciones y evoluciones sucesivas que se realizan en la
m o , con el cual presenta relaciones íntimas de afini-
materia por medio de la fuerza, constituyen el universo
dad', por no decir de identidad real y perfecta.
con todas las clases y variedades de seres y substan-
Excusado parece advertir que lo dicho aquí se en- cias que integran el cosmos. La variedad infinita de
tiende de las causas indirectas, externas y ocasionales seres y fuerzas que aparecen y desaparecen en la n a -
del movimiento materialista, pues por lo que hace a turaleza , no son más que combinaciones diferentes de
su causa directa, principal y genética, por decirlo así, los átomos y transformaciones de la materia y de la
ésta debe buscarse en el positivismo, ó sea en la Filo- fuerza. El movimiento que en el mundo sideral é i n -
sofía positiva de Comte, antecedente lógico y premisa orgánico se manifiesta como atracción, como fuerza de
natural de la concepción filosófico-materialista. cohesión, es el mismo que se manifiesta en el hombre
como inteligencia y como voluntad. El pensamiento
i 47. es , pues , una propiedad de la masa cerebral, una
secreción del cerebro, y entre ésta y el pensamiento
FILOSOFÍA MATERIALISTA.
hay la misma relación que entre la bilis y el hígado.
El alma, tanto la de los brutos como la del h o m -
bre , no es más que la fuerza inherente y esencial ori-
La Filosofía del materialismo, si es que tal nombre
ginariamente á la materia , la cual, en virtud de la or-
merece la doctrina profesada por sus partidarios, se re-
ganización , en virtud de una combinación especial de
sume en la tesis siguiente: Todo cuanto existe es ma-
átomos determinados, se manifiesta como vida , como
teria ó movimiento de la materia.
sensación y como pensamiento. De aquí es que c u a n -
En conformidad con esta tesis fundamental, y como do se destruye ó descompone esta combinación deter-
desarrollo y aplicaciones de la misma , el materialis- minada, deja de existir el a l m a , es d e c i r , desapa-
mo dice: recen las funciones vitales, porque la actividad vital
La materia es infinita en su magnitud y eterna en entra de nuevo en el fondo de la naturaleza para trans-
cuanto á su duración. El movimiento es también eter- formarse , dando origen á nuevos seres y nuevas m a -
no en su duración aparte ante y a parte post. Tanto la nifestaciones de la fuerza.
materia como el movimiento, que es su propiedad esen- Lo que se l l a m a , p u e s , espiritualidad é inmor-
cial, existen por sí mismos y por necesidad absoluta, talidad del alma humana , es una quimera de la ima-
siendo, por lo mismo, incapaces de aniquilación ó a b - ginación. Entre el hombre y los brutos no existe di-
solutamente indestructibles. ferencia alguna esencial , y sí únicamente diferencia
El movimiento se verifica con sujeción á leyes uni- accidental, la cual radica en su organización más p e r -
versales y necesarias, las cuales son inmanentes en la fecta. Hablar de vida futura , hablar de premios y cas-
materia, como lo es la misma fuerza. Las transforma-
ciones y evoluciones sucesivas que se realizan en la
m o , con el cual presenta relaciones ínlimas de afini-
materia por medio de la fuerza, constituyen el universo
dad', por no decir de identidad real y perfecta.
con todas las clases y variedades de seres y substan-
Excusado parece advertir que lo dicho aquí se en- cias que integran el cosmos. La variedad infinita de
tiende de las causas indirectas, externas y ocasionales seres y fuerzas que aparecen y desaparecen en la n a -
del movimiento materialista, pues por lo que hace a turaleza , no son más que combinaciones diferentes de
su causa directa, principal y genética, por decirlo así, los átomos y transformaciones de la materia y de la
ésta debe buscarse en el positivismo, ó sea en la Filo- fuerza. El movimiento que en el mundo sideral é i n -
sofía positiva de Comte, antecedente lógico y premisa orgánico se manifiesta como atracción, como fuerza de
natural de la concepción filosófico-materialista. cohesión, es el mismo que se manifiesta en el hombre
como inteligencia y como voluntad. El pensamiento
i 47. es , pues , una propiedad de la masa cerebral, una
secreción del cerebro, y entre ésta y el pensamiento
FILOSOFÍA MATERIALISTA.
hay la misma relación que entre la bilis y el hígado.
El alma, tanto la de los brutos como la del h o m -
bre , no es más que la fuerza inherente y esencial ori-
La Filosofía del materialismo, si es que tal nombre
ginariamente á la materia , la cual, en virtud de la or-
merece la doctrina profesada por sus partidarios, se re-
ganización , en virtud de una combinación especial de
sume en la tesis siguiente: Todo cuanto existe es ma-
átomos determinados, se manifiesta como vida , como
teria ó movimiento de la materia.
sensación y como pensamiento. De aquí es que c u a n -
En conformidad con esta tesis fundamental, y como do se destruye ó descompone esta combinación deter-
desarrollo y aplicaciones de la misma , el materialis- minada, deja de existir el a l m a , es d e c i r , desapa-
mo dice: recen las funciones vitales, porque la actividad vital
La materia es infinita en su magnitud y eterna en entra de nuevo en el fondo de la naturaleza para trans-
cuanto á su duración. El movimiento es también eter- formarse , dando origen á nuevos seres y nuevas m a -
no en su duración aparte ante y a parte post. Tanto la nifestaciones de la fuerza.
materia como el movimiento, que es su propiedad esen- Lo que se l l a m a , p u e s , espiritualidad é inmor-
cial, existen por sí mismos y por necesidad absoluta, talidad del alma humana , es una quimera de la ima-
siendo, por lo mismo, incapaces de aniquilación ó a b - ginación. Entre el hombre y los brutos no existe di-
solutamente indestructibles. ferencia alguna esencial , y sí únicamente diferencia
El movimiento se verifica con sujeción á leyes uni- accidental, la cual radica en su organización más p e r -
versales y necesarias, las cuales son inmanentes en la fecta. Hablar de vida futura , hablar de premios y cas-
materia, como lo es la misma fuerza. Las transforma-
tigos después de la muerte, es engañar miserablemen-
da origen , forma y ser á lo que se llama moralidad,
t e , porque nada hay inmortal en el universo más que
é inmoralidad, bien y mal, virtud y vicio.
la materia y el movimiento.
Vana es y quimérica la noción de un ser-espíritu,
Lo que se llama libre albedrío es una pura ilusión,
y más vana y quimérica todavía la idea de Dios como
porque las acciones de la voluntad , como todas las de-
ser absoluto y perfectísimo, como realidad trascenden-
más del hombre , de los animales y de lodos los seres,
te y causa primera. La ciencia no debe ocuparse de se-
están sometidas á las leyes necesarias é inmutables que
mejante ser absoluto , ó sea de Dios, no por ser un ob-
rigen la naturaleza. Las condiciones internas y exter-
jeto fuera de la esfera de la ciencia , según dice el po-
nas son las que determinan inevitablemente las accio-
sitivismo , sino y precisamente porque no existe ni es
nes que vulgarmente se consideran como libres, pero
posible semejante absoluto. La idea de Dios no tiene
q u e , en realidad, son tan fatales y necesarias como las
más fundamento que el vano temor y la ignorancia de
de las plantas y animales. Y como quiera que la liber-
las causas de los fenómenos de la Naturaleza.
tad es condición precisa de la moralidad, sigúese de
aquí que la virtud y el vicio son nombres que carecen Tal es , en resumen , la doctrina enseñada y popu-
de sentido y vanas preocupaciones del individuo y de larizada por Biichner, el heraldo más ruidoso del mate-
la sociedad. rialismo contemporáneo-, en su Fuerza y Materia, en
su Naturaleza y Espíritu, en su tratado sobre El hom-
En resumen : el hombre es un mero organismo, y
bre según la ciencia.
lo que se llama su inteligencia no es más que la resul-
Al lado y en pos de Büchner marchan por la s e n -
tante de los fenómenos orgánicos que en el hombre se
da materialista, con mayor ó menor decisión y franque-
realizan : sensación , memoria , abstracción , juicio,
za , muchos naturalistas , sin contar los que son arras-
raciocinio, voluntad , son fenómenos orgánicos que
trados hacia la corriente materialista, no tanto porsus
proceden de uua propiedad común á todos los cuerpos
ideas científicas, cuanto por sus preocupaciones a n t i -
vivos, ó sea de la sensibilidad , la cual se identifica
cristianas, y sin contar tampoco los que entran en el te-
con la conciencia. Esta sensibilidad , de la cual proce-
rreno del materialismo por la puerta del darvinismo.
den todos los demás fenómenos orgánicos , ó lo que el
vulgo llama facultades y fuerzas del alma , no es más Pertenecen al primer grupo , ó sea á los partidarios
que la suma ó colección de innumerables movimientos científicos del materialismo , además de los restos de
celulares que acompañan ó siguen al trabajo del orga- la izquierda hegeliana , V o g t , Littré, Lefévre, Broca,
nismo y que fibras especiales transmiten al encéfalo. Moleschott, Herzen , Mantegazza , Virchow, Tyndall,
Huxley, Jacquot, Burmeister, Bois-Reymond, Dühring,
El origen de la sociedad , lo mismo que los debe-
Ueberweg , Haeckel , con tantos y tantos otros menos
res y derechos de los asociados, proceden de un mero
notables, pero que trabajan de consuno, aunque por
contrato entre éstos. Este contrato es también el que
diferentes caminos, en afirmar y promover el movi-
llidarla con igual propiedad la Filosofía de la materia,
miento materialista. Entre los partidarios más avanza-
dos de é s t e , merece figurar también Conta, profesor toda vez que para él materia y realidad son una mis-
d é l a universidad de J a s s y , que acaba de publicar una ma cosa.
Teoría del fatalismo, obra escrita con criterio esencial- Su Curso de Filosofía ó Exposición rigurosamente
mente materialista, y cuyas conclusiones coinciden con científica de los principios que deben servir para la ex-
las de Büchner. plicación del mundo y para la dirección de la voluntad,
No son menos radicales y avanzadas en este te- es acaso la más notable , completa y científica que se
rreno las ideas de Lówenthal, cuyo Sistema é historia ha escrito en nuestros d í a s , desde el punto de vista
del naturalismo es una declaración de guerra contra materialista. En ella no se trata sólo de establecer y
Dios y una negación absoluta de todo ser espiritual y enseñar con toda crudeza la tesis materialista en el
suprasensible. terreno metafísico, cosmológico y psicológico, sino de
Es justo advertir aquí que el materialismo, en al- desenvolver y aplicar las consecuencias lógicas de la
gunos de los autores citados, va acompañado de cier- misma tesis á las ciencias morales, sociales y políti-
tas reservas y atenuaciones, que no permiten confundir cas. En esta parte, Dühring tiene el mérito de la ló-
é identificar enteramente sus doctrinas con las del ma- gica, y, sobre todo, el mérito de la franqueza y claridad;
terialismo más explícito y radical. Du Bois-Reymond, pues si enseña el deterninismo absoluto, y si niega la
por ejemplo, reconoce y confiesa que «ninguna com- libertad humana , y si condena todo culto religioso , y
binación ni movimiento alguno de las partes materia- si acepta y recomienda el socialismo comunista con
les puede servir de puente para pasar al dominio de todas sus consecuencias, la verdad es que todas estas
la inteligencia». doctrinas y otras análogas del filósofo a l e m á n , no son
más que derivaciones y aplicaciones lógicas de la
Dühring se separa también alguna vez del m a t e -
tesis central del materialismo. Así es que puede d e -
rialismo rígido acerca de puntos más ó menos secun-
cirse que las escasas reservas que Dühring hiciera en
darios ; pero esto no impide que el fondo de su doctrina
u n principio, han desaparecido paulatinamente para
sea esencialmente materialista, bastando para conven-
dar entrada al materialismo rígido.
cerse de ello recordar q u e , según Dühring, «la realidad
toda entera es esencialmente un mecanismo, y que la El citado Conta, aunque en su Teoría fatalista en-
fuerza, considerada en todas sus manifestaciones me- tra de lleno en el terreno materialista, en algunas otras
cánicas, sensitivas é intelectuales , no es más que un obras, y especialmente en s u Filosofía materialista, sin
estado de la materia (ein Zustand der Materie), sujeto dejar de ser materialista en el fondo , se expresa con
y principio general de toda realidad». Dühring, que cierta reserva sobre algunos puntos concretos.
se complace en apellidar á su doctrina la Filosofía Aunque Czolbe dice que Ueberwegera formalmente
de la realidad (Wirhlichkeitsphilosophie), podría a p e - ateo y materialista en los últimos días de su vida, hay
motivo para sospechar que su materialismo no era espiritualismo idealista , y cuyo espíritu parece flotar
idéntico al de Büchner y Vogt. Por de pronto , Ueber- como atraído alternativamente por la tesis materialista
weg no rechaza la hipótesis de un alma del mundo, y y por la tesis idealista. Así, por ejemplo, Flügel no se
en la cuestión religiosa hacía también algunas reser- atreve á decir si el alma es simple ó extensa; Zcellner,
vas, según afirma se amigo Lange. en medio y á pesar de sus tendencias y aficiones me-
Del materialismo de Haeckel nada decimos aquí, tafísicas, propende á considerar la sensibilidad como
porque habremos de dedicar á su doctrina un párrafo una propiedad general de la materia , y Lange, después
especial, á causa de su importancia científica en la es- de colocarse en el terreno del neokautismo , después
fera del movimiento darwinista. de preconizar y defender en ocasiones el valor y la
Los profesores italianos Mantegazza y Herzen importancia de la metafísica y de la especulación ra-
mantienen también algunas reservas , ó al menos no cional, entra de lleno en el terreno del positivismo y
descienden á las aplicaciones y fórmulas descarnadas y se acerca al materialismo , buscando en el empirismo
absolutas de los Büchner y Vogt, sin que por eso dejen el origen y explicación de los fenómenos intelectua-
de pertenecer á la escuela materialista por sus teorías les y morales, afirmando la incognoscibilidad del Ab-
y conclusiones , especialmente en el terreno antropo- soluto ó de Dios , en sentido muy análogo al de Her-
lógico. Para uno y otro, el pensamiento no es más que bert S p e n c e r , y proclamando, finalmente , la posi-
una forma ó fase del movimiento físico , sin que sea bilidad de que el mundo con todos sus seres y
posible admitir diferencia real entre lo que se llama y fenómenos, sea explicado por medio del universal me-
es movimiento extenso, y lo que se llama movimiento canismo.
psíquico ó mental. Si Herzen añade, por su parte, que el El mismo Virchow arriba citado, después de afir-
pensamiento es un efecto ó producto de la función or- mar en su discurso sobre la Concepción mecánica de la
gánica del cerebro, Mantegazza resume y generaliza su vida, —epígrafe que constituye ya un programa mate-
teoría psicológica en los siguientes términos : «Nues- rialista,—que la actividad de la célula que constituye
tros pensamientos y nuestras afecciones , nuestros li- la vida no se diferencia de las actividades físico-quí-
bros y nuestras estatuas, nuestras artes y nuestras micas, decía en una conferencia posterior, que «nada
revoluciones, no son más que transformaciones del hay semejante á la vida, más que la misma vida», y
calor solar». que la naturaleza orgánica es una cosa particular, una
Antes de poner término á estas indicaciones sobre cosa muy diferente de la naturaleza inorgánica. Esta
el materialismo contemporáneo y sus representantes, posee su actividad propia, pero esta actividad no es la
bueno será advertir que no faltan filósofos, principal- vida, si no es en sentido figurado : Mait cette activi-
mente en la Alemania, que ocupan una especie de po- té n'est pas la vie, si ce n'est au figuré.
sición intermedia é indecisa entre el materialismo y el Por lo demás , la contradicción consigo mismo
parece ser una ley para el filósofo alemán , quien , en win con casi todos sus numerosos partidarios, y hasta
su discurso rotulado Átomo é individuo, afirma la in- en el psicologismo, ora psico-físico, ora fisiológico,
mutabilidad de las especies, después de haber aceptado ora asociacionista, dominante en Alemania é Inglate-
su transformación ó mutabilidad en la Concepción me- rra , sin contar la concepción pesimista de Hartmann,
cánica de la vida. la cual, no sólo coincide en el fondo con la tesis mate-
Ahora debemos añadir que si tomamos la palabra rialista , sino que entraña un verdadero nihilismo, que
materialista en sentido más amplio ; si consideramos puede servir de bandera á las sectas socialistas que
á este sistema desde un punto de vista general, y d e - llevan este nombre.
nominamos materialismo á toda concepción filosófica Si á esto se añaden las teorías morales y las ideas
que lleva en su seno de una manera explícita ó implí- ó sistemas político-sociales que están en relación y
cita , de una manera más ó menos franca , alguna de armonía con esas concepciones filosóficas más ó menos
las tesis fundamentales de la Filosofía materialista, explícitamente materialistas , se verá que con sobrada
como s o n , entre otras , la tesis que niega la espiritua- razón hemos dicho arriba que «de todos los puntos del
lidad del alma humana , la que niega su subsistencia horizonte se levanta , y crece, y se desarrolla , y se
personal después de la muerte , la que afirma que los afirma un movimiento materialista que amenaza apo-
fenómenos psíquicos ó mentales y los fenómenos físi- derarse por completo de la sociedad en todas sus par-
co-fisiológicos proceden de la misma causa y son dos tes y elementos».
fases ó manifestaciones de una misma substancia ma-
terial , la que afirma que la materia es eterna, ó que el | 48.
Ser se identifica con el Universo, la que afirma ó s u -
pone que Dios no es un ser infinito, personal y t r a s -
LA ESCUELA HUMANITARIA.
cendente; si se trata , repito, de la Filosofía materia-
lista en este sentido, entonces bien puede decirse que
el materialismo es casi la única Filosofía que domina Comprendo aquí, bajo el nombre de escuela huma-
en Europa de cincuenta años á esta parte, fuera de la nitaria, las teorías y direcciones que tienen por princi-
Filosofía cristiana. pal objeto modificar profundamente, ora las institucio-
Porque en este concepto hay verdadero materialis- nes fundamentales en que ha descansado hasta ahora
mo en la doctrina de Strauss , y en la doctrina de F e - la sociedad h u m a n a , ora las ideas y sentimientos
uerbach y Stirner, con los demás representantes de anteriores acerca de la naturaleza propia de lo que lla-
la izquierda hegeliana, y en la doctrina de Schopen- mamos humanidad ó género h u m a n o , y acerca de sus
hauer, y en la doctrina de Renán y Vacherot, y en el destinos presentes y futuros.
positivismo de Gomte, y en el transformismo de Dar- Así es que la escuela humanitaria, cuyos principa-
lias más ilustres de F r a n c i a , el conde de Saint-Simon
les partidarios pertenecen á la Francia , pueden divi- parece haberse hallado poseído desde los primeros años
dirse en dos direcciones <5 escuelas, una de las cuales de su juventud del deseo de acometer grandes empre-
pudiera denominarse escuela humanitario-socialista y sas (1), capaces de inmortalizar su nombre y darle
la otra escuela humanitario-filosofica. prestigio y dominación sobre las muchedumbres. Des-
Por lo demás , una y otra coinciden en sus tenden- pués de pelear e n América á las órdenes de W a s h i n g -
cias y en la mayor parte de sus conclusiones con las t o n , volvió á Europa, entregándose á una vida de disi-
tendencias y conclusiones de la Filosofía positivista y pación , de movimiento y de viajes, hasta que , en me-
del materialismo ; razón por la cual creemos oportuno dio de esta vida accidentada , y sin perder nunca de
ocuparnos ó hablar de ellas en este sitio, toda vez que vista sus aspiraciones á la celebridad, publicó sus
vienen á ser como prolongaciones parciales y aplica- Cartas de un habitante de Ginebra á sus contemporá-
ciones concretas de las teorías positivistas y materia- neos, en las cuales aparece ya en forma rudimentaria
listas. su teoría socialista , afirmando que el poder espiritual
Excusado parece advertir que la denominación de debe residir en los sabios, el poder temporal en los
socialista no se toma aquí en su significación especial propietarios , y en las muchedumbres, ó, mejor dicho,
y como teoría contrapuesta á la teoría comunista, sino en todos los asociados, el poder electivo para los cargos
en sentido general, según que comprende y se aplica de grandes jefes d é l a humanidad.
á los sistemas que pretenden cambiar el organismo En obras posteriores (2), pero principalmente en la
todo y las instituciones en que descansan ordinaria- que lleva por título Nuevo Cristianismo, Saint-Simon
mente las sociedades humanas. expuso las ideas principales que sirvieron de base y
norma á su escuela , que se encargó de reducirlas á
49. la práctica, de desenvolverlas y también de desfigu-
rarlas con sus comentarios.
Como casi todos los novadores, propúsose el jefe de
DIRECCIÓN Ó ESCUELA HUMANIT ARIO-SOCIALISTA.
la escuela sausimoniana reformar el Cristianismo, al

Los nombres de Saint-Simon y de Carlos Fourier son


(1) Sabido es q u e , cuando sólo contaba diez y siete años d e edad,
los nombres de los principales representantes, y aun
dió á su ayuda de cámara la orden de que le despertara siempre con
pudiéramos decir fundadores de esta escuela, en la que las siguientes palabras : Levez-vous, monsieur le Comte ; vous avez
ocupa también lugar preferente Roberto Owen, aunque de grandes choses à faire.
por su nacimiento pertenece á la Inglaterra y no á la (2) Las más notables entre éstas son las siguientes : Reorganisa-
tion de la société européenne.—L'organisateur.—Le système indus-
Francia , como los dos primeros. triel.—Le catéchisme des industriels.—Le politique.
a) Saint-Simon.— Descendiente de una de las fami-
lias más ilustres de F r a n c i a , el conde de Saint-Simon
les partidarios pertenecen á la Francia , pueden divi- parece haberse hallado poseído desde los primeros años
dirse en dos direcciones <5 escuelas, una de las cuales de su juventud del deseo de acometer grandes empre-
pudiera denominarse escuela humanitario-socialista y sas (1), capaces de inmortalizar su nombre y darle
la otra escuela humanitario-filosofica. prestigio y dominación sobre las muchedumbres. Des-
Por lo demás , una y otra coinciden en sus tenden- pués de pelear e n América á las órdenes de W a s h i n g -
cias y en la mayor parte de sus conclusiones con las t o n , volvió á Europa, entregándose á una vida de disi-
tendencias y conclusiones de la Filosofía positivista y pación , de movimiento y de viajes, hasta que , en me-
del materialismo ; razón por la cual creemos oportuno dio de esta vida accidentada , y sin perder nunca de
ocuparnos ó hablar de ellas en este sitio, toda vez que vista sus aspiraciones á la celebridad, publicó sus
vienen á ser como prolongaciones parciales y aplica- Cartas de un habitante de Ginebra á sus contemporá-
ciones concretas de las teorías positivistas y materia- neos, en las cuales aparece ya en forma rudimentaria
listas. su teoría socialista , afirmando que el poder espiritual
Excusado parece advertir que la denominación de debe residir en los sabios, el poder temporal en los
socialista no se toma aquí en su significación especial propietarios , y en las muchedumbres, ó, mejor dicho,
y como teoría contrapuesta á la teoría comunista, sino en todos los asociados, el poder electivo para los cargos
en sentido general, según que comprende y se aplica de grandes jefes d é l a humanidad.
á los sistemas que pretenden cambiar el organismo En obras posteriores (2), pero principalmente en la
todo y las instituciones en que descansan ordinaria- que lleva por título Nuevo Cristianismo, Saint-Simon
mente las sociedades humanas. expuso las ideas principales que sirvieron de base y
norma á su escuela , que se encargó de reducirlas á
49. la práctica, de desenvolverlas y también de desfigu-
rarlas con sus comentarios.
Como casi todos los novadores, propúsose el jefe de
DIRECCIÓN Ó ESCUELA HUMANITARIO-SOCIALISTA.
la escuela sausimoniana reformar el Cristianismo, al

Los nombres de Saint-Simon y de Carlos Fourier son


(1) Sabido es q u e , cuando sólo contaba diez y siete años d e edad,
los nombres de los principales representantes, y aun
dió á su ayuda de cámara la orden de que le despertara siempre con
pudiéramos decir fundadores de esta escuela, en la que las siguientes palabras : Levez-vous, monsieur le Comte ; vous avez
ocupa también lugar preferente Roberto Owen, aunque de grandes choses à faire.
por su nacimiento pertenece á la Inglaterra y no á la (2) Las más notables entre éstas son las siguientes : Reorganisa-
tion de la société européenne.—L'organisateur.—Le système indus-
Francia , como los dos primeros. triel.—Le catéchisme des industriels.—Le politique.
a) Saint-Simon.— Descendiente de una de las fami-
cual acusaba de no haber sabido ó querido sujetarse á tica sus naturales consecuencias, proclamando la eman-
la ley del progreso. cipación d é l a m u j e r , algunos de ellos la promiscui-
La reforma ó restauración del Cristianismo debe dad, y escandalizando á París con las famosas fiestas
llevarse á cabo por medio de dos cosas : 1.", afirmando de la calle Monsigny durante el invierno de 1832.
y propagando el principio de la fraternidad humana, Sin contar á Leroux y Reynaud , que representan
contenido en el precepto de Jesucristo , amaos los unos la parte teórica y racional del sansimonismo, del cual
á los otros, principio que constituye lo único que hay no tardaron en separarse , figuraron principalmente en
de esencial en el Cristianismo ; 2. a , la organización de la escuela sansimoniana, E n f a n t i n , Barard, Olindo Ro-
la sociedad con sujeción á ese principio de universal dríguez, Barrault, Chevalier y Talabot.
fraternidad, ó, lo que es lo mismo, la aplicación de ese b) Fourier.—En 1808 dió á la estampa Fourier su
principio al organismo social, en términos hábiles para Teoría de los cuhtro movimientos, libro que contiene las
producir el mejoramiento rápido , el bienestar de las líneas generales de su sistema social, sistema que des-
clases más numerosas y más pobres. arrolló y aplicó más adelante en otros escritos, y prin-
Para conseguir este fin, la sociedad debe distribuirse cipalmente en su Tratado de la asociación doméstica
en tres grandes clases, á s a b e r : los sacerdotes ó depo- agrícola, libro al cual, segúu su mismo autor , hubiera
sitarios del poder espiritual, los sabios y los industria- convenido mejor este epígrafe : Teoría de la unidad
les, cada una d é l a s cuales debe estar regida por u n universal.
jefe superior, sin perjuicio de otros jefes escalonados El principio generador del sistema de Fourier se
por grados, y constituyendo una complicada jerarquía halla contenido en la siguiente fórmula, que resume
social. La fórmula general de la distribución ó división todo su pensamiento en la materia: El deber viene de los
del trabajo y de su producto realizada en este organis- hombres; la atracción viene de Dios. Es decir, lo que
mo es la siguiente: Á cada uno según su capacidad; á llamamos deberes y obligaciones, que limitan y com-
cada capacidad según sus obras. primen la libertad y la satisfacción de todos los deseos
El culto de la nueva religión debe poner término á y aspiraciones, trae su origen de la voluntad, de las
la lucha y oposición entre la inteligencia y los s e n t i - condiciones accidentales y de las circunstancias e x -
dos, entre la materia y el espíritu que entraña el culto ternas ; y la prueba es que esos deberes varían de pue-
católico, reconociendo la legitimidad y santidad de la blo á pueblo y de una época á otra.
materia y de los sentidos, la rehabilitación de las p a - Por el contrario, la atracción , es decir, la impulsión
siones. Saint-Simón dejó como velado y envuelto de las pasiones viene de Dios, es divina y s a n t a ; y la
en sombras y en cierta vaguedad este último princi- prueba es que su existencia y manifestaciones son
pio ; pero sus discípulos se encargaron de sacarlo á idénticas en Lodos los pueblos y en todos los siglos.
la luz del día, y , lo que es más , de reducir á la prác- De aquí resulta que toda pasión, cualquiera que sea
su naturaleza y sus aspiraciones, es buena y legítima series de veinticuatro á treinta y dos grupos , con sus
y conforme á la naturaleza , y, por consiguiente, todo falanges compuestas de ochocientas personas , con
lo que sea contrariar y reprimir sus movimientos , su sus falansterios ó residencias de las falanges , con sus
satisfacción, es cosa ilegítima y contraria á la natura- doce pasiones armónicas, y con sus trece jefes esca-
leza. Las pasiones deben considerarse y son como una lonados, desde el unarca ó jefe de una falange, hasta
brújula permanente puesta por Dios en el hombre para el omniarca, que es como el jefe de la h u m a n i d a d , el
reconocer lo que es bueno y legítimo y conforme á su emperador del globo que habitamos.
naturaleza y á la voluntad de Dios. Siendo, pues, un c) Ornen.—Ya hemos dicho que Owen, aunque in-
hecho evidente que la sociedad, según está hoy orga- glés de nacimiento, pertenece á la misma escuela que
nizada, reprime é impide el libre desarrollo de las pa- Saint-Simon y Fourier. Una especie de fraternidad ins-
siones , retarda sus movimientos y hasta castiga su tintiva, que induce á lodos los hombres á procurar su
satisfacción, es también evidente que los actuales o r - mutuo bienestar, sin distinción de razas , y , por otra
ganismos sociales son contrarios á la naturaleza del
parte, la perfecta irresponsabilidad moral del indivi-
hombre, ó, digamos m e j o r , á la naturaleza de las co-
duo, son las dos bases capitales de la concepción del
sas y á la voluntad de Dios, que exigen y ordenan que
comunista inglés. En el fondo de la naturaleza humana
no se pongan obstáculos al movimiento libre de las
hay un instinto que induce al hombre á querer y de-
pasiones en orden á sus propios objetos. Luego para
sear la felicidad y el bien de los demás hombres sin
que la moral y el derecho se realicen entre los hom-
distinción ; pero, al propio tiempo, los hombres carecen
bres; para que éstos puedan llenar y cumplir sus de-
de verdadera espontaneidad y libertad, de manera que
beres y derechos inherentes á la satisfacción y al mo-
son completamente irresponsables, porque sus actos
vimiento armónico y libre de las pasiones, es preciso
son resultado necesario de sus convicciones, de sus
cambiar radicalmente la presente organización de la
sentimientos, de sus ideas, las cuales lo son á su vez
sociedad; es preciso levantar el edificio social sobre
de ias circunstancias que le rodean.
bases enteramente diferentes; es preciso, en fin , crear
De aquí resulta la necesidad d e q u e el poder públi-
un mundo nuevo en que desaparezca toda represión y
co, la entidad moral que se llama gobierno, dirija y
todos los obstáculos que hoy impiden el libre movi-
encamine las acciones todas de los individuos al fin
miento de las pasiones.
c o m ú n , que es el bienestar ó felicidad de todos.
Esto es lo que constituye el fondo substancial y
Para conseguir esto es necesario reconocer y pro-
como la esencia de la concepción fourierista, pues todo
clamar la completa irresponsabilidad del individuo y la
lo demás que hay en sus escritos se reduce á exponer
consiguiente abolición de penas y recompensas, fuen-
su fantástica organización déla nueva sociedad, con sus
tes verdaderas de las desigualdades sociales. Gomo con-
grupos compuestos de siete ó nueve personas, con sus
secuencia de esta irresponsabilidad, y como medio
TOMO IV.
Ib
para conseguir el bienestar general para todos los hom- a) Leroux.— Nació este escritor en 1798, y desde
b r e s , se deberá aboliría propiedad individual, como 1824 fué el principal redactor del Globo, publicación
inútil y hasta incompatible con aquel bienestar, e s t a - que en 1831 se convirtió en órgano de la escuela s a n -
bleciendo la sociedad sobre la doble base de la igual- simoniana, escuela que Leroux abandonó cuando se
proclamó en ella la emancipación de la mujer. En 1838
dad perfecta y de la comunidad absoluta, no solamente
se asoció con Reynaud para fundar la Nueva enciclope-
con respecto á los bienes, sino también con respecto á
dia., destinada en la mente de sus autores á reem-
la familia.
plazarla Enciclopedia de Diderot, aunque no pudie-
En relación con estas ideas, que constituyen la parte
ron terminarla. Leroux fué también colaborador d é l a
esencial de la teoría de Owen, expone y presenta este
Revista de los Dos Mundos, y en 1841 se asoció con
su specimen de nueva sociedad, dividida, subdividida y Viardot y la famosa Jorge Sand para fundar y dirigir
organizada jerárquicamente en diferentes clases, con la Revista Independiente. Dos años después fundó la
sus correspondientes funciones, tomando por base Revista Social, y después de haber sido representante
principal para determinar estas clases y funciones s o - del pueblo en 1848 y miembro de la Asamblea legisla-
ciales , la edad, ó sea las etapas de la vida humana. tiva de 1849, se retiró á la vida privada después del
golpe de Estado del 2 de Diciembre, muriendo por ú l -
§50. timo en París durante el reinado de la Commune, en
Abril de 1871.
ESCUELA HUMANITARIO-FILOSÓFICA.
Leroux, mientras por un lado exponía sus teorías
democráticas y socialistas eu las revistas citadas y en
Aunque esta escuela coincide en el fondo con la sus discursos en la Asamblea, exponía también sus
humanitario-socialista que acabamos de reseñar, prin- ideas filosóficas y teóricas en algunas obras, entre las
cipalmente en orden á sus tendencias prácticas y polí- que sobresalen la Refutación del eclectisino y la que
tico-sociales , merece, sin embargo, mención aparte, lleva por título De la humanidad, de su principio y
porque sus principales representantes conceden mayor de su porvenir.
importancia á la parte teórica, ó digamos filosófica. El contenido de la primera, prescindiendo de s u s
Son éstos Pedro Leroux y Juan Reynaud, los cuales, detalles y argumentos contra el eclectismo de Cou-
después de militar por algún tiempo en la escuela de sin, se resume en las siguientes proposiciones.
Saint-Simón, formando parte de lo que se llama iglesia I. 1 La perfectibilidad h u m a n a , la realización de la
sansimoniana, se separaron de ella cuando E n f a n t m ley del progreso constituye el objeto de la Filosofía y
proclamó la emancipación de la mujer ó el reinado de de la religión , las cuales son, por lo mismo, idénticas
la mujer libre. en su fondo y esencia.
de los seres que constituyen é integran el mundo,
2 / De aquí se infiere que el fondo metafísico de siendo como la progresión ilimitada de estos seres, una
todas las religiones en general, y del Cristianismo en transformación indefinida y ascendente de la n a t u -
p a r t i c u l a r , e s verdadero en sí mismo, ó como doctrina raleza.
filosófica. Eu conformidad con las ideas que anteceden, Le-
3.' Este fondo metafísico de las religiones, que es roux afirma que la tierra y el cielo son una misma
la esencia también de la Filosofía, es la doctrina de la cosa, ó, mejor dicho, que el paraíso, el infierno y el
Trinidad, porque la Trinidad es la esencia misma del purgatorio son palabras que nada significan, porque
espíritu humano, puesto que el hombre es simultánea- no hay más cielo ni infierno que los que son posibles
mente v de una manera indisoluble, sensación, senti- en la vida presente. Bien es verdad que , después de
miento é inteligencia. enseñar, como enseña nuestro autor, que el alma es un
Esta última proposición constituye la base y el fenómeno, una realidad inseparable del cuerpo, es ló-
fondo substancial del otro libro de Leroux sobre la gica esa doctrina acerca del infierno y paraíso..
humanidad-, porque, en efecto, todo su contenido se re- No lo es tanto, en verdad, Leroux cuando admite
duce á desenvolver y aplicar la ley del progreso á esa la metempsícosis, una serie de vidas anteriores y pos-
Trinidad humana consistente en la sensación, el sen- teriores á la vida actual de cada individuo, hipótesis
timiento y la inteligencia. difícil de conciliar con la identificación del cielo y la
Para Leroux, el hombre es ante todo y sobre todo tierra, con la negación del paraíso y el infierno fuera
un ser perfectible, y por razón de esta perfectibilidad se de este mundo.
halla íntimamente unido á la humanidad entera, de No entra en el plan de este libro seguir á Leroux
manera que el hombre-individuo viene á ser como una en los detalles de sus teorías democrático-social"istas,
especie de fenómeno ó encarnación concreta de la Hu- y nos limitaremos por lo mismo á indicar dos cosas:
manidad, la cual existe en cada individuo como la 1.a, que admite, al menos en el nombre y con restric-
verdadera substancia de éste, como un principio supe- ciones que las anulan en parte , como le aconteció con
rior y permanente que sobrevive á los fenómenos indi- la idea de Dios(l), la familia y la propiedad ; 2. a , que,
viduales.
En las dos obras citadas de Leroux aparece con (1) A u n q u e , según se ha visto, el Dios de Leroux nada tiene
frecuencia el nombre de Dios; pero este Dios apenas de común con el Dios verdadero, bastó que nombrara á Dios en sus
tiene de tal más que el nombre, puesto que se trata de libros para que la Commune de Paris arrojara sobre su misma tumba
una especie de nota reprobatoria é infamante, por haber sido parti-
un Dios que no es más que el infinito matemático, una dario de Dios ó de la idea mística, como se expresaba aquélla al de-
idea abstracta y vacía, la cual no se manifiesta fuera cretar lo siguiente : «La Commune décide l'envoi de deux de ses
del mundo (Dieu ne se manifestemos hors du monde), es membres a u x funérailles de Pierre Leroux, après avoir declaré

decir, cuya realidad objetiva coincide con la realidad


á ejemplo de Saint-Simon, buscó en el Cristianismo y da es la ley fundamental y universal para el hombre,
en la Biblia antecedentes , tipos y pruebas de sus teo- y, por consiguiente, para la ciencia. Esta debe unir y
rías. Así, por ejemplo, el asesinato de Abel por Caín armonizarla idea teológica y la idea filosófica, ó, diga-
representa el establecimiento de la propiedad, que mos mejor, psicológica, toda vez que Reynaud apenas
Moisés quiso asemejar al fratricidio; la cena pascual trata más que las cuestiones referentes al alma.
es la expresión y afirmación de la igualdad entre los En el estado actual de la humanidad y del saber, la
hombres ; los tres hijos de Noé personifican la subjeti- ley del progreso sólo puede realizarse á condición de
vidad, la objetividad y la relación entre una y otra, que la ciencia se mantenga alejada tanto del materia-
como modos fundamentales de la existencia humana, lismo como del catolicismo.
y estos tres modos, en los tiempos modernos, se Por virtud de esta ley fundamental del progreso,
transforman y personifican en los tres elementos capi- en fuerza del soberano principio de la perfectibilidad
tales de la sociedad, á saber : el sabio, el artista y el que ilumina todos los tiempos (le souverain principe de
industrial. la perfectibilité illumine toas les temps), como dice
b) Reynaud (Juan Ernesto , 1806-1863) marcha nuestro autor, el hombre ha venido perfeccionándose á
por caminos bastante parecidos á los de su por tantos través del espacio y del tiempo, y adquiriendo nuevas
títulos colega Leroux, con quien trabajó en varias re- ideas. Así, por ejemplo, debe el hombre á la Judea la
vistas y periódicos, y eu cuya compañía permaneció unidad de Dios; debe á la Grecia el dogma de la Trini-
afiliado por algún tiempo á la escuela sansimoniana. dad ; recibió de la Roma pontifical la jerarquía ecle-
En 1854, y después de haber escrito algunos otros siástica y la organización del culto religioso, y debe á
libros (1), publicó su obra principal, de la que se h i - las Galias la idea de la inmortalidad, idea latente en la
cieron bastantes ediciones en pocos años, y que lleva Galia antigua, explícita y consumada en la Francia
por título Tierra y Cielo. moderna.
El contenido de esta obra no es ni filosófico, ni teo- Consiste esta inmortalidad en la vida infinita, ó, al
lógico, ni político-social, sino una amalgama de estas menos , indefinida del alma, en esta tierra que h a b i -
tres cosas , que puede reducirse á lo siguiente : tamos y en el cielo, ó sea en los innumerables globos
La ley del progreso ó de la perfectibilidad indefini- y astros q u e , en unióu con la tierra, integran el Uni-
verso.
qu'elle rendait hommage, non pas au partisan de l'idée mystique dont
nous portons la peine aujourd'hui, mais à l'homme politique qui, le La tierra es , pues , para nuestra alma un lugar de
lendemain des journées de Juin, a pris courageusement la défense des expiación y de regeneración, y la vida presente del
vaincus». h o m b r e , precedida de otras vidas anteriores y seguida
(1) Entre éstos cuéntause los siguientes: Mineralogía para uso
de la gente de mundo.—Consideraciones sobre el espíritu de la Galia.
de otras innumerables , no es más que un anillo de la
—Discurso sobre la condición física de la tierra. -cadeua infinita que representa las múltiples transfor-
maciones del alma. De manera que la vida presente de carne y de las pasiones sustituido al imperio del espí-
ésta , sus vidas anteriores y sus vidas futuras , son ritu y de la razón. Todas esas teorías buscan la felici-
como otros tantos momentos de la ley del progreso en- dad suprema del h o m b r e , ora en la vida presente, ora
carnada en la humanidad. en una serie de vidas ascendentes en los nuevos mun-
El paraíso y el infierno de la teología cristiana son dos ó astros , pero no en la posesióu de Dics , Bien in-
quimeras de la imaginación, y quiméricas son igual- finito y Verdad eterna después de la muerte. Si en algo
mente las afirmaciones de ésta acerca de la espiritua- se diferencian es en que Leroux y Reyuaud procuran
lidad del alma h u m a n a , la cual ni existe ni puede mantenerse en el terreno de las ideas, mientras que
existir sin algún cuerpo más ó menos s u t i l , que sin S a i n t - S i m o n , Fourier y Owen descienden al terreno
cuerpo no es posible poseer el cielo astronómico, único de los hechos y de las teorías político-sociales, por
que existe y puede gozar el hombre. medio de las cuales pretenden reducir á la práctica
Por una inconsecuencia, análoga á la que hemos aquellas generales aspiraciones.
señalado en Leroux, el autor de Tierra y Cielo rechaza La m o r a l , dicen en substancia estos reformadores,
la eternidad de las almas , y hasta admite que son debe estar en armonía con la naturaleza del hombre;
creadas ó producidas de la nada por Dios: Continuel- la moral, como medio de alcanzar y poseer la felicidad
lement, par l'opération incessante du Créateur, des á que el hombre aspira , debe favorecer las inclinacio-
âmes nouvelles sortent du néant et •prennent leur essor, nes, los instintos, las pasiones, puesto que son mo-
chacune à sa manière, à travers l'immensité des vimientos espontáneos de la naturaleza recibidos de
mondes. Dios, cuya satisfacción no puede menos de ser confor-
Bueno será advertir que la creación de que nos ha- m e , por consiguiente, al orden natural y al orden d i -
bla Reynaud no es la verdadera creación ex nikilo de vino. Luego debe rechazarse como absurda y contraria
la Filosofía cristiana, sino una mera expansión de la á la naturaleza misma de las cosas esa moral del Cris-
esencia divina (une mystérieuse expansion de son es- tianismo, que proclama y ensalza la represión de los
sence), una especie de emanación panteista. malos instintos , la subordinación de las pasiones á la
ley y á la razón, la abnegación de sí mismo, el sacri-
I SI- ficio y la sujeción de la carne al espíritu. Luego es
preciso también reconstruir la sociedad sobre nuevas
CRÍTICA. bases, toda vez que la organización actual lleva con-
sigo la represión, la violencia, el obstáculo para el
Lo que hay en el fondo de las teorías expuestas en libre desarrollo de las pasiones. Es preciso abolir la
los dos párrafos que anteceden, es la sustitución de la propiedad y la familia , porque respetar ó abstenerse
moral epicúrea á la moral cristiana , el imperio de la de la posesión de los bienes de otro, de la mujer de
maciones del alma. De manera que la vida presente de carne y de las pasiones sustituido al imperio del espí-
ésta , sus vidas anteriores y sus vidas futuras , son ritu y de la razón. Todas esas teorías buscan la felici-
como otros tantos momentos de la ley del progreso en- dad suprema del h o m b r e , ora en la vida presente, ora
carnada en la humanidad. en una serie de vidas ascendentes en los nuevos mun-
El paraíso y el infierno de la teología cristiana son dos ó astros , pero no en la posesióu de Dios , Bien in-
quimeras de la imaginación, y quiméricas son igual- finito y Verdad eterna después de la muerte. Si en algo
mente las afirmaciones de ésta acerca de la espiritua- se diferencian es en que Leroux y Reynaud procuran
lidad del alma h u m a n a , la cual ni existe ni puede mantenerse en el terreno de las ideas, mientras que
existir sin algún cuerpo más ó menos s u t i l , que sin S a i n t - S i m o n , Fourier y Owen descienden al terreno
cuerpo no es posible poseer el cielo astronómico, único de los hechos y de las teorías político-sociales, por
que existe y puede gozar el hombre. medio de las cuales pretenden reducir á la práctica
Por una inconsecuencia, análoga á la que hemos aquellas generales aspiraciones.
señalado en Leroux, el autor de Tierra y Cielo rechaza La m o r a l , dicen en substancia estos reformadores,
la eternidad de las almas , y hasta admite que son debe estar en armonía con la naturaleza del hombre;
creadas ó producidas de la nada por Dios: Continuel- la moral, como medio de alcanzar y poseer la felicidad
lement, par l'opération incessante du Créateur, des á que el hombre aspira , debe favorecer las inclinacio-
âmes nouvelles sortent du néant et prennent leur essor, nes, los instintos, las pasiones, puesto que son mo-
chacune à sa manière, à travers l'immensité des vimientos espontáneos de la naturaleza recibidos de
mondes. Dios, cuya satisfacción no puede menos de ser confor-
Bueno será advertir que la creación de que nos ha- m e , por consiguiente, al orden natural y al orden d i -
bla Reynaud no es la verdadera creación ex nikilo de vino. Luego debe rechazarse como absurda y contraria
la Filosofía cristiana, sino una mera expansión de la á la naturaleza misma de las cosas esa moral del Cris-
esencia diviua (une mystérieuse expansion de son es- tianismo, que proclama y ensalza la represión de los
sence), una especie de emanación panteisla. malos instintos , la subordinación de las pasiones á la
ley y á la razón, la abnegación de sí mismo, el sacri-
I SI- ficio y la sujeción de la carne al espíritu. Luego es
preciso también reconstruir la sociedad sobre nuevas
CRÍTICA. bases, toda vez que la organización actual lleva con-
sigo la represión, la violencia, el obstáculo para el
Lo que hay en el fondo de las teorías expuestas en libre desarrollo de las pasiones. Es preciso abolir la
los dos párrafos que anteceden, es la sustitución de la propiedad y la familia , porque respetar ó abstenerse
moral epicúrea á la moral cristiana , el imperio de la de la posesión de los bienes de otro, de la mujer de
otro, entraña violencia , represión, existencia de obs- truir y aniquilar cuanto opone trabas á sus goces y
táculos para satisfacer la inclinación n a t u r a l , el mo- placeres; y esa es la misión encomendada por la f u e r -
vimiento de la pasión. za de las cosas, ó , si se quiere, por la Providencia
Á destruir y aniquilar todos estos obstáculos es á divina á esos hombres y á esas muchedumbres, que re-
lo que deben aspirar y aspiran , es lo que deben ejecu- presentan el castigo providencial de esos reyes y g o -
tar los nuevos organismos sociales excogitados por los biernos , de esos filósofos y legisladores que unierou
reformadores mencionados , por los que hoy trabajan, sus esfuerzos para secularizar las instituciones socia-
no ya sólo con teorías , como aquéllos , sino con he- l e s , para separar de la Iglesia la familia y la propie-
c h o s , cou la guerra y destrucción de las instituciones dad , y la ley y la moral, y la escuela y la cátedra, para
fundamentales de la sociedad. Porque no hay para qué colocar, en fin, á la sociedad toda fuera de las corrien-
recordar que son eco legítimo y práctico de aquellas tes de Jesucristo y de su Iglesia.
teorías, esos jefes y secuaces de la Internacional y del Á la sombra de la idea cristiana y de la Iglesia ca-
Nihilismo , esas muchedumbres sin ley, sin Dios , sin tólica , encarnación legítima de aquélla, las naciones
religión, sin familia y sin patria , que se levantan de venían mejorando y desenvolviendo sus instituciones
todos los puntos del horizonte y marchan á la destruc- sociales, polílicás y científicas : la ruptura de las rela-
ción y á la anarquía universal. ciones entre la sociedad y el Cristianismo, realizada
Si hubiéramos de investigar y señalarlas causas de á consecuencia de la secularización completa de la pri-
estas ideas y de estos hechos que tan de cerca amena- m e r a , interrumpió la marcha ascendente y segura de
zan á las naciones , no sería difícil encontrarlas en ese la civilización cristiana, destruyendo el equilibrio y la
movimiento racionalista y secularizador q u e , á contar armonía que deben reinar entre los elementos morales
desde el Renacimiento y el protestantismo, ha venido y materiales de una civilización, si ésta ha de ser per-
haciendo su camino hasta nosotros, protegido y ampa- fecta y permanente.
rado por gobiernos y legisladores , por sabios y filóso- Por lo demás, en la obra de los reformadores cuyas
fos , y , lo que es más extraño a ú n , por los monarcas. teorías acabamos de exponer, y principalmente en la de
Cuando una sociedad , sobre todo si se trata de una so- los tres primeros, aunque es justo conceder una parte
ciedad q u e , como la europea, posee en alto grado los mayor ó menor al entusia smo personal más ó menos irre-
elementos lodos de la civilización material; cuando una llexivo de sus a u t o r e s y á las reminiscencias é imitación
sociedad , repito , deja de estar sostenida por la idea de los antiguos utopistas desde Platón hasta Morus y
cristiana , y deja de ser atraída por la idea de Dios , y Campanella, hay motivo para sospechar que el orgullo,
tiende á salir de la esfera espiritual y divina, concluye la vanidad y la ambición entraron también por mucho en
por fijar únicamente sobre la tierra sus miradas, sus sus empresas. En este punto , no nos parece infundada
manos y su corazón , esa sociedad está pronta á d e s - la opinión de Say cuando escribe : « Mirando las cosas
de cerca , se ve que el móvil de su conducta es el d e -
ó sea á continuación de las pertenecientes á los refor-
seo de dominación, ó , en otros términos , el orgullo,
madores citados.
pasión imperiosa, cuya exaltación puede a c a r r e a r l a
Gracias á la franqueza de sus pensamientos é ideas,
locura. Saint-Simon, Fourier y Roberto Owen pensa-
no menos que á lo atrevido de sus fórmulas, Proudhon,
ron que habían recibido de la superioridad de su i n t e -
que nació en 1809 y falleció en 1865, goza de gran po-
ligencia la misión especial de organizar las sociedades
pularidad aun entre las personas que desconocen sus
sobre nuevas bases, de tomar en su mano la dirección
escritos ; es el hombre de la lógica aplicada á la Filo-
de los humanos destinos y de ocupar el primer puesto
sofía racionalista y negativa, principalmente en el orden
entre sus contemporáneos».
ético y en el terreno político-social. La obra de Proud-
* hon representa en la historia de la Filosofía la evolu-
i 52. ción última del racionalismo positivista y materialista
en la esfera de la ciencia, y sobre todo en la esfera de
PRTFUDHON.
la moral y de la sociología.
El autor del Sistema de las contradicciones económi-
cas, después de rechazar con el positivismo las nociones
Los que hayan leído los escritos de Proudhon , no
de causa y de substancia, consideradas por él como abs-
pueden ignorar que la doctrina de éste tiene muchos
tracciones vanas del entendimiento ; después de negar-
puntos de contacto con las teorías que acabamos de ex-
la providencia, la inmortalidad del alma y la vida futu-
poner y criticar en los párrafos anteriores, por más que
ra; después de preconizar el ateísmo más completo, con-
el autor del Sistema de las contradicciones económicas
cluye protestando con soberbia satánica hasta contra
rechace con horror y con la ruda energía de su carác-
la existencia hipotética de Dios, y escribe, por último:
ter los calificativos de socialista y comunista, y por más
«el primer deber del hombre inteligente y librees arro-
q u e , en efecto, no merezca estas denominaciones en
jar continuamente de su espíritu y de su conciencia la
sentido idéntico al que corresponde á los reformadores
idea de Dios; porque Dios, si existe, es esencialmente
sociales de quienes se acaba de hablar. Pero esto no qui-
hostil á nuestra naturaleza (1)», ideas que repite en
ta que haya notables y evidentes analogías y relaciones
más de una ocasión.
de afinidad entre las ideas de éstos y las de a q u é l , y
que la teoría prudoniana pueda y deba considerarse
como una evolución legítima, como el coronamiento del (1) Sabidas son las fórmulas y expresiones audaces coa q u e
P r o u d h o n expresa su odio fanático contra Dios, fórmulas que repite
edificio levantado ó comenzado por los Saint-Simon,
con frecuencia en sus o b r a s , y de tas que podrá d a r una idea el si-
Fourier y Owen. De aquí es que la exposición de la guiente pasaje : s Ge n o m i n c o m m u n i c a b l e , désormais voué au mépris
teoría prudoniana tiene su sitio natural y lógico aquí, et à l ' a n a t h è m e , sera siflé parmi les hommes. Car Dieu , c'est sottise
et lâcheté ; Dieu , c'est hypocrisie et mensonge ; Dieu , c'est tyrannie
HISTORIA DE LA FILOSOFIA. l'ROUDHON. 255

El método deProudhon entraña una doble dirección humana como hecho absoluto é independiente de Dios
y consta de dos elementos, que son el positivista y el y de toda idea metafísica, una realidad inmanente en
hegeliano ó apriorístico. Si la observación y la e x p e - el hombre, es la ley universal, absoluta y primitiva
riencia dirigen sus investigaciones (forcé de procéder de la sociedad; y como quiera que la esencia de la jus-
comme le matérialiste, par Vobservation et Vexpérience) ticia consiste en la igualdad, sigúese de aquí que la
científicas, el ritmo hegeliano de la tesis, la antíte- constitución perfecta de la sociedad entraña y exige la
sis y la síntesis aparece con frecuencia en sus escri- igualdad absoluta y perfecta de los asociados. Luego la
tos. Así, por ejemplo, entre la propiedad que representa organización perfecta de la sociedad exígela abolición
la tesis, y el comunismo que representa la antítesis, y negación de todas aquellas instituciones que son i n -
coloca la posesión como síntesis y resolución de los compatibles con la igualdad, entre las cuales ocupan
dos términos. lugar preferente el despotismo , ó sea el mando de uno
La teoría moral de Proudhon, según ya se ha indi- ó muchos sobre los demás , la desigualdad de fortuna
cado, coincide con la teoría de la moral independiente, y de rango , y principalmente la propiedad.
que es la moral propia y connatural al racionalismo. En conformidad con esta teoría, Proudhon se de-
Sólo que aquí, como en lo demás, Proudhon desempeña clara anarquista (je suis anarchiste) ; afirma que la me-
á maravilla su papel, ó, si se quiere, su misión de ló- jor forma de gobierno es la anarquía, la ausencia de
gico inflexible; pues no se limita á separar la moral de toda soberanía (Anarchie, absence de maître, de sou-
la idea de Dios , sino que la separa de toda noción tras- verain , telle est la forme du-gouvernement dont nous
cendente y de todo principio metafísico. Según el autor approchons tous les jours) ó poder público, y concluye
de La justicia en la Revolución y en la Iglesia, la liber- proclamando en voz muy alta que la propiedad, origen
tad humana, como hecho individual, como fuerza a u - principal de las desigualdades sociales, es injusta esen-
tonómica y absoluta, es el principio, el medio y el fin; cialmente y opuesta á toda justicia. De aquí su famosa
es la esencia de la moralidad. definición: la propiedad es el robo , fórmula de que se
La teoría social de Proudhon, que es el punctum envanece, y cuya propiedad reivindica con enfático
saliens de su doctrina, establece como base y como entusiasmo (1) el autor de la Filosofía de la mi-
principio la justicia, y como resultado la igualdad per-
fecta. La justicia, que para Proudhon es un elemento (I) «La définition de la propriété est m i e n n e , escribe, et toute
mon ambition est de prouver que j'en ai compris le sens et l'étendue:
esencial de la humanidad, ó , mejor dicho, la libertad
La propriété, c'est le vol! il ne se dit pas eu mille a n s , deux mots
comme celui-là. Je n'ai d'autre bien sur la terre que cette définition
et misère; D i e u , c'est le mal.... Dieu , retire-toi ! car dès aujourd'hui, de la propriété ; mais je la tiens plus precieuse que les millions des
guéri de ta crainte et dé venu sage, je jure , la main étendue vers le Rotschild, et j'ose dire qu'elle sera l'événement J e plus considéra-
ciel, que tu n'est que le bourreau de ma raison, le spectre de ma hic du gouvernement de Louis Philippe.» Système des eontrad. êcon.,
conscience. « Système des eontrad. econom., cap. vin. cap. n , t. H , pág. 247.
seria, anteponiéndola á los millones de Rotschild. que la propiedad es la causa más poderosa de las in-
Proudhon, arrastrado por su idiosincrasia hiperbó- justicias y desórdenes sociales, después de considerarla
lica , y poseído de entusiasmo ardiente en presencia de como esencialmente inmoral: Lapropriété, par prin-
su tesis absoluta, marcha á su demostración y desarro- cipe et par essence, est donc immorale: cette proposi-
llo con impetuosa decisión y hasta con cierta majes- tion est désormais acquise à la critique.
tad. Fija la vista en su tesis, y nada más que en su
tesis, el autor de la Filosofía de la miseria derriba, se-
para y destruye cuanto encuentra á su paso, siu repa- I 53-

rar en las incoherencias y contradicciones que resultar


puedan de sus procedimientos, de sus ideas , de su ar- LA FILOSOFÍA C R Í T I C A .

gumentación y de su doctrina.
En presencia de sus declamaciones contra el orga- La Filosofía crítica, que forma una escuela eu
nismo social , cualquiera le creería partidario de las i< rancia, y cuyos principales representantes son Renan
teorías socialistas, y, sin embargo, considera al socia- Ta me y Vacherot, se distingue por su aspiración á man-
lismo como una logomaquia , y apenas encuentra en el tenerse en equilibrio entre los diferentes sistemas filo-
repertorio abundante de sus injurias y sarcasmos pala- sóbeos, y abriga la pretensión ilusoria de mantenerse á
bras bastante duras para lanzar al rostro de los que igual distancia entre el teismo propiamente dicho y el
predican la santidad de las pasiones y de los goces sen- ateísmo, entre el idealismo y el positivismo , entre el
suales (que les passions sont saintes, que la jouissance escepticismo y el dogmatismo, entre el absoluto tras-
est sainte), de los que siguen un sistema tan pobre y cendente y el absoluto inmanente. La base general el
vacío de ideas, como impotente é inmoral en sus r e - principio y el término de la Filosofía crítica , es la Le-
sultados prácticos : Je repudie de toutes mes forces le gación de lo sobrenatural, y en este concepto se i d e n -
socialisme vide d'idées , impuissant, immoral, propre tifica con el racionalismo en todas sus fases, y se
seulement à faire des dupes et des escrocs. acerca no poco al positivismo materialista y al darwi-
Análoga contradicción y falta de lógica se descu- nismo. Por lo d e m á s , considerada en sí misma ó en su
bren en Proudhon, cuando, en su indignación contra principio generador, la escuela crítica francesa no es
el comunismo, no encuentra bastantes sarcasmos para mas que una derivación del criticismo de Kant ó
arrojar á su rostro (1), después de haber proclamado si se quiere m e j o r , una fase del neokantismo, que en

(i) «Le c o m m u n i s m e , pour subsister, s u p p r i m e tant de mots ^


Ü U e l , e PhÍ,OSOPhÍC ¡n,el,¡geme
tant d'idées, tant de faits, que les sujets formés par ses soins n'auront LmSe.' . « e Q œ le
plus le besoin de parler, de penser, ni d'agir : ce seront des huîtres »Loin de moi communistes: Votre présence m'est une p u a n t e u r
attachées côté à côté, sans activité ni s e n t i m e n t , s u r le r o c h e r . . . . de et votre vue me dégoûte.» Système des contrad., c a p . x n . '
TOMO I V .
il
la perfección y la realidad implican contradicción
estos últimos años domina y se extiende é inspira el
(perfection et réalité impliquent contradiction, la per-
pensamiento y las producciones de no pocos escritores.
fection ne peut exister que dans la pensée), y, por con-
El análisis psicológico y la crítica histórico-litera- siguiente, un Dios perfecto no es más que un ideal (le
ria constituyen el método predominante de esta Filo- Dieu parfait n'est qu'un Idealj, una abstracción del
sofía , en la cual el pensamiento flota indeciso entre los pensamiento sin realidad objetiva. Si se trata de Dios
objetos y las escuelas, entre la realidad y la idea, en- como ser real y existente en sí mismo y por sí mismo,
tre el hecho físico y la abstracción metafísica. Por no hay más Dios que el Cosmos (c'est le Cosmos) ó m u n -
parte de su contenido, la Filosofía crítica tiene algo de do , al cual competen la infinidad , la necesidad de
idealismo y algo de positivismo amalgamado con ideas existencia, la independencia y demás atributos que los
darwinistas, algo de dogmatismo y bastante de escep- teólogos suelen señalar como propios y exclusivos de
ticismo, algo de teismo y mucho de ateismo. Dios: Pour nous, le Monde, n'étant pas moins que
P o r q u e , en efecto , el corolario lógico , la tesis l'Être en soi lui-même.... possède l'infinité, la nécessité,
capital de la Filosofía crítica, es la negación de la Vindépendance, l'universalité et tous les attributs méta-
realidad objetiva de Dios como ser personal, t r a s c e n - physiques que les téologiens réservent exclusivement à
dente y perfectísimo. Si para Renan Dios es sencilla- Dieu.
mente la categoría de lo i d e a l , para Taine es la ley que
Una vez colocada en esta pendiente ateísta, la Fi-
preside al desorrolló de los seres cósmicos, la fuerza
losofía crítica debía rechazar y rechazó la mayor parte
inmanente del mundo, la cual , en virtud de una a b s -
de las ideas y verdades metafísico-morales. Si Dios es
tracción del entendimiento, se transforma en el ser
una mera abstracción del pensamiento; si Dios no es un
ideal y filosófico que llamamos Dios , ó sea en un ser
ser real vivo, personal y trascendente ; si no hay más
metafísico (voilà un être métaphysique), el cual se con-
realidad, ni por consiguiente más fundamento real de
vierte también en un ser místico (va devenir un être
la justicia, que la realidad cósmica, el destino final del
mystique), si al movimiento de abstracción de la i n t e -
hombre, la vida futura como premio y castigo d é l a
ligencia se junta la exaltación y el entusiasmo de la
presente, la inmortalidad, el cielo, la providencia, son
imaginación.
palabras vacías de sentido. Para el hombre de la cien-
Idéntica en el fondo , pero más explícita y absolu-
cia, como dice Renan, el cielo no es más que el pensa-
t a , es la doctrina de Vacherot sobre este punto. Si por
miento del hombre ocupado por la idea de Dios.
Dios se entiende el ser real y perfectísimo de los esco-
El principio positivista que palpita en el fondo de
lásticos (ens realissimum ac perfectissimum, comme di-
la Filosofía crítica arrastra igualmente á Taine á la
saient les Scolastiques), una realidad trascendente y
negación de las ideas metafísicas de substancia y de
distinta del mundo, un ser perfecto, en este caso Dios
causa. Éstas no son más que ilusiones psicológicas,
es un ente de razón, un ser puramente ideal, porque
pues lo que llamamos causas y substancias son siste-
mas ó conjuntos de hechos y de leyes. El autor de la dida en las grandes corrientes del materialismo y del
Historia de la literatura inglesa, después de considerar d a r v i n i s m o , sistemas que están llamados á ser los
al hombre como una resultante de fuerzas mecánicas, nalurales herederos de la Filosofía crítica contem-
concluye afirmando que el vicio y'la virtud son pro- poránea.
ductos como el vitriolo y el azúcar : Le vice et la vertu Entre los escasos partidarios de ésta, puede citarse
sont des -produits comme le vitriol et le sucre. á M. Beraud, el cual, en su Estudio sobre la idea de
Las indicaciones que anteceden , aunque breves, Dios en el esplritualismo moderno , reproduce la tesis
prueban suficientemente que existen estrechas relacio- capital de la Filosofía crílica , haciendo de Dios una
nes de parentesco entre la Filosofía crítica y el positi- concepción i d e a l , una mera creación del espiritualis-
vismo materialista en todas sus fases y direcciones, sin mo humano. Puesto que Dios no es un ser reyl (Dieu
excluir la dirección ó fase d a r v i n i s t a . Porque es de ri est point un être réel), añade, el hombre no debe bus-
saber que Taine adopta y aplica no pocas ideas del carle fuera del mundo, sino en sí mismo, en los i d e a -
d a r v i n i s m o , y con especialidad la ley de la selección les y abstracciones de su inteligencia , ni debe recono-
y de la concurrencia vital ; h a s t a en el origen y rela- cer más cielo que su propio pensamiento : il n'y a pas
ciones de nuestras ideas y representaciones sensibles, d'autre ciel que celui de sa pensée.
descubre Taine la selección y lucha por la vida: La lutte No hay necesidad de advertir que estas ideas son
pour vivre qui, à chaque moment, s'établit entre toutes simples repeticiones de las expuestas y profesadas por
nos images, etc. Renan , que es , á no dudarlo , uno de los representan-
Vese también, por lo dicho, que,á pesar de sus pro- tes más caracterizados d é l a escuela crítica. Mas como
testas y tendencias á mantenerse á igual distancia quiera que su criticismo tiene poco de filosófico y m u -
entre el idealismo y el positivismo, entre el teísmo y cho de religioso en sus aplicaciones, en sus fines y en
el ateísmo, la Filosofía crítica cae y entra de lleno en el su objeto, lo cual no entra en el cuadro de la historia
terreno positivista y ateista : porque esta doble pen- de la Filosofía, nos limitaremos á recordar que, para el
diente arranca del racionalismo que sirve de base y autor de la Vida de Jesús, Dios no es más que «la c a -
principio general á la Filosofía crítica , y en el orden tegoría de lo ideal, es decir, la forma bajo la cual con-
intelectual, como en el orden físico, las cosas caen del cebimos lo ideal, como el espacio y el tiempo son las
lado á que se inclinan. categorías de los cuerpos , es decir, las formas bajo las
La Filosofía crítica ha tenido m u y pocos discípulos cuales concebimos los cuerpos». Para'Renan, lo mismo
y sucesores propiamente dichos, cosa que se explica que para Taine y Vacherot, Dios no existe como ser
fácilmente teniendo en cuenta que la dirección ateo- absoluto , real y trascendente; para el autor del Porve-
positivista que la informa debe ser absorbida y confun- nir de la metafísica, lo mismo que para los demás par-
tidarios del criticismo idealista , lo divino sólo existe
en la naturaleza y en la historia, y lo absoluto, ó Dios,
considerado fuera de la humanidad , no es más que una, 54.
abstracción.
Ya hemos dicho al principio que esta escuela c r í - LA. FILOSOFIA EN I N G L A T E R R A DURANTE ESTE SIGLO.
tica puede considerarse como una derivación y aplica- LA ESCUELA M E T A F Í S I C A .
ción del criticismo kantiano, y ahora debemos añadir
que en este concepto merece figurar en ella Renouvier,
el c u a l , en nuestra opinión , es el representante más La historia de la Filosofía en Inglaterra en el siglo
completo y genuino del neokantismo en Francia. actual abraza tres direcciones ó escuelas principales,
Marchando en pos de K a n t , su maestro, Renouvier que son : la dirección metafísica, el darvinismo y la
afirma «la primacía de la moral en el espíritu humano escuela psicológica. El materialismo tiene también no-
con respecto al establecimiento, posible ó no, de las tables y conocidos representantes en la nación inglesa,
verdades trascendentales , de las que se pretendía en pero sus nombres y s u s doctrinas quedan ya indicados
otro tiempo deducir la moral». Es decir, que la moral •en los párrafos consagrados á la historia y exposición
es anterior y superior á la idea religiosa , y á la idea de la Filosofía materialista. Comenzaremos por lo refe-
divina , y á la espiritualidad del alma , y á la vida f u - rente á la escuela metafísica.
tura , con los demás objetos que el criticismo subor- Ningún país de Europa puede presentar tantos y
dina á los fenómenos (le critidsme subordonne tous les tan fundados títulos como Inglaterra para decir que
inconnus aux phénoménes), por lo mismo que los noú- tiene una Filosofía nacional. E n todas las demás co-
menos le son desconocidos con certeza racional y teo- marcas , según la diversidad de épocas y circunstan-
rética. c i a s , florecieron las más encontradas direcciones y
En conformidad con estas ideas , la existencia de tendencias , al paso que en la Gran Bretaña, en todo
Dios como noúmeno, su realidad objetiva como ser in- tiempo, á contar desde Roger Bacon hasta Darwin y
finito , espiritual y trascendente, si no es para Renou- Spencer, predomina el elemento positivo y práctico,
vier un sueño, una idea mística como para Taine, una la dirección empírica. Hasta en los pocos filósofos
categoría ideal como para R e n á n , es, cuando m á s , un •que se presentan como excepciones de la regla , no es
postulado, una hipótesis más ó menos relacionada con difícil encontrar aspectos crítico-positivos y tenden-
la moral, la c u a l , en todo caso, es en absoluto inde- cias empíricas. Así es que , en medio y á pesar de la
pendiente, anterior y superior á Dios, como ser infinito elevación y sutileza de las especulaciones metafísicas
y trascendente , y más todavía como fundamento y de Escoto, encontramos en las mismas, tendencias y
sanción de la moral. reservas críticas ; Occam se acerca al empirismo sen-
sualista en razón á sus teorías nominalistas, y el mis-
en la naturaleza y en la historia, y lo absoluto, ó Dios,
considerado fuera de la humanidad , no es más que una, 54.
abstracción.
Ya hemos dicho al principio que esta escuela c r í - LA. FILOSOFIA EN I N G L A T E R R A DURANTE ESTE SIGLO.
tica puede considerarse como una derivación y aplica- LA ESCUELA M E T A F Í S I C A .
ción del criticismo kantiano, y ahora debemos añadir
que en este concepto merece figurar en ella Renouvier,
el c u a l , en nuestra opinión , es el representante más La historia de la Filosofía en Inglaterra en el siglo
completo y genuino del neokantismo en Francia. actual abraza tres direcciones ó escuelas principales,
Marchando en pos de K a n t , su maestro, Renouvier que son : la dirección metafísica, el darvinismo y la
afirma «la primacía de la moral en el espíritu humano escuela psicológica. El materialismo tiene también no-
con respecto al establecimiento, posible ó no, de las tables y conocidos representantes en la nación inglesa,
verdades trascendentales , de las que se pretendía en pero sus nombres y s u s doctrinas quedan ya indicados
otro tiempo deducir la moral». Es decir, que la moral •en los párrafos consagrados á la historia y exposición
es anterior y superior á la idea religiosa , y á la idea de la Filosofía materialista. Comenzaremos por lo refe-
divina , y á la espiritualidad del alma , y á la vida f u - rente á la escuela metafísica.
tura , con los demás objetos que el criticismo subor- Ningún país de Europa puede presentar tantos y
dina á los fenómenos (le criticisme subordonne tous les tan fundados títulos como Inglaterra para decir que
inconnus aux phénoménes), por lo mismo que los noú- tiene una Filosofía nacional. E n todas las demás co-
menos le son desconocidos con certeza racional y teo- marcas , según la diversidad de épocas y circunstan-
rética. c i a s , florecieron las más encontradas direcciones y
En conformidad con estas ideas , la existencia de tendencias , al paso que en la Gran Bretaña, en todo
Dios como noúmeno, su realidad objetiva como ser in- tiempo, á contar desde Roger Bacon hasta Darwin y
finito , espiritual y trascendente, si no es para Renou- Spencer, predomina el elemento positivo y práctico,
vier un sueño, una idea mística como para Taine, una la dirección empírica. Hasta en los pocos filósofos
categoría ideal como para R e n á n , es, cuando m á s , un •que se presentan como excepciones de la regla , no es
postulado, una hipótesis más ó menos relacionada con difícil encontrar aspectos crítico-positivos y tenden-
la moral, la c u a l , en todo caso, es en absoluto inde- cias empíricas. Así es que , en medio y á pesar de la
pendiente, anterior y superior á Dios, como ser infinito elevación y sutileza de las especulaciones metafísicas
y trascendente , y más todavía como fundamento y de Escoto, encontramos en las mismas, tendencias y
sanción de la moral. reservas críticas ; Occam se acerca al empirismo sen-
sualista en razón á sus teorías nominalistas, y el mis-
mo Berkeley, con todo su idealismo, representa una ofrece á nliestro conocimiento y de qué manera, ó,
evolución de la teoría de Locke.
lo que es lo mismo, en qué consiste el conocer, si-
Esto no obstante, y á pesar del predominio avasa- gúese de aquí que la metafísica no es posible sino á
llador que en nuestro siglo adquirió y adquiere cada día condición de investigar y resolver este segundo proble-
el positivismo en todas sus fases, todavía la metafísica ma , cuya investigación y solución constituye el objeto
ha tenido serios representantes en Inglaterra. de la epistemología.
Sin contar los trabajos de Whewell y Stuart Mili Así, pues, la metafísica abrazados parles, que son :
acerca de la lógica inductiva, y sin contar tampoco la ontología, ó ciencia de lo que existe realmente, y la
los que la lógica deductiva en .particular y la aristoté- epistemología, ó ciencia del verdadero conocimiento. En
lica en general, íntimamente relacionada con la meta- ' el orden ideal ó de perfección, la ontología es pri-
física, han sido objeto de estudios concienzudos y de mero que la epistemología; pero en el orden real y de
ampliaciones por parte^de Hamilton , Boole y Jevons, generación, ésta es antes que aquélla, porque no es
la metafísica propiamente dicha J o metafísica que pu- posible resolver el problema ontològico sin resolver
diéramos llamar ontológica , ha tenido en la Inglaterra previamente el problema del conocimiento.
contemporánea cultivadores que merecen de justicia
Una vez establecidos estos preliminares, Ferrier, ha-
figurar en la historia de la Filosofía.
ciendo uso, á ejemplo de Spinoza, del método matemá-
Á este número pertenecen Ferrier, Lewes y Clifford.
tico , estudia y resuelve dichos problemas por medio
A) Ferrier.—La doctrina de éste, contenida en sus de una serie de nociones y proposiciones encadenadas
Instituciones de metafísica, en lo que tiene de más entre sí. La conclusión ó solución final del problema
esencial y original, puede reducirse á lo siguiente : epistemológico, según e l filósofo inglés , puede r e s u -
Toda vez que el objeto general de la ciencia es co- mirse en los siguientes términos: El yo ó el espíritu
nocer la verdad , y toda vez q u e la verdad, ó lo verda- es conocido por nosotros como el elemento general y
dero en general, es aquello que es ó e x i s t e , — n e r u m permanente de todo conocimiento h u m a n o ; la materia
est id qúod est,—sígnese de aquí que la metafísica es conocida como el elemento particular y contingen-
debe, ante todo y sobre todo, investigar y resolver este te , si no de todos, al menos de algunos conocimien-
problema fundamental, determinando y demostrando tos. En otros términos : nos conocemos á nosotros mis-
qué es lo que existe, ó qué cosas son las que tienen mos como la parte necesaria, inmutable y universal de
ser real. Esta investigación y conocimiento racional y todos nuestros conocimientos , al paso que á la m a -
demostrativo, pertenece á la ontología y constituye su teria, en todas sus variedades y aspectos, la conocemos
objeto. como una parte ó porción del elemento mudable, par-
Mas en atención á que no es posible conocer y sa- ticular y con tingente de nuestros conocimientos. El yo,
ber las cosas que existen, sin saber qué es lo que se la substancia espiritual, el espíritu, no puede ser per-
cibido por los sentidos , sino por el pensamiento ; pero guir entre la percepción y la concepción, afirmando
a l a vez este pensamiento no tiene lugar sino en rela- que la primera es la formación de ideas particulares
ción con un objeto distinto, ó sea con la materia , con acerca de un objeto determinado por medio de la s í n -
algo perteneciente al no-yo ó al Universo : el yo cog- tesis, y como colección de las sensaciones referentes
noscente es como el género, la materia ú objeto que al mismo, y que , por el contrario , la concepción, en
determina el conocimiento, es la diferencia. la que consiste el conocimiento, es la formación de
La solución del problema ontològico puede r e s u - símbolos que expresan las ideas generales á la manera
mirse en las dos siguientes proposiciones : que las letras en el álgebra son símbolo pero no repre-
1.a Las solas existencias verdaderas , reales é i n - sentaciones de la cantidad ; después también de e x -
dependientes , son los espíritus en cuanto entrañan la poner el processus de los fenómenos psicológicos en
síntesis del sujeto y del objeto , ó sea en cuanto cog- sentido positivo materialista , llega á las siguientes
noscentes. conclusiones psicológico-metafísicas :
2.a Todas estas existencias, aunque reales , inde- a) La conciencia es el resultado del conjunto de
pendientes y absolutas en su género , son , sin embar- condiciones orgánicas del hombre,.es el organismo se-
go , contingentes , y no hay más que una que sea n e - gún que llega ó adquiere cierto grado de evolución.
cesaria y absoluta en sentido propio : esta existencia I)) Los caracteres de unidad y simplicidad que el
es «un Espíritu supremo, infinito, eterno , en síntesis sentido íntimo atribuye al yo consciente, son la expre-
con el conjunto de las cosas». Estas últimas palabras sión sintética de los processus, á la vez fisiológicos y
parecen indicar que el espíritu infinito , el Dios que psicológicos, que se realizan en el hombre, pero no
afirma y reconoce Ferrier, está en gran peligro de con- prueban la existencia de un principio substancialmente
fundirse con el m u n d o , como el Dios del panteismo. distinto del cuerpo.
B) Leives. — Más conocido y más digno de serlo c) El yo no es una causa de los fenómenos que
como historiador de la Filosofía que como metafisico, se realizan en la conciencia , sino que es el producto,
Lewes, sin embargo, en algunas de sus obras, y princi- ó, mejor, la suma de estos fenómenos concebidos en
palmente en sus Problemas de la vida y del espíritu, abstracto.
expone ideas y teorías relacionadas con la metafísica.
Entrando en el terreno de la metafísica, tal como la
Por otra parte , su psicología , al lado del aspecto
concibe Lewes, debemos advertir que éste distingue ó
positivista que ya hemos dicho q u e domina en ella , y
señala en el conocimiento humano tres grados ó esfe-
al lado también del aspecto asociacionista que palpita
ras, que son : a) la esfera positiva ; l) la esfera metafí-
en el fondo de la psicología inglesa contemporánea,
sica ; c) la esfera metempírica. Los hechos singulares y
contiene una fase metafísica.
las generalizaciones inmediatas de los mismos corres-
Y, en efecto , el filósofo inglés, después de distin- ponden á la primera, y constituyen la ciencia positiva.
la filosofía en i n g l a t e r r a : la escuela metafísica. 269
268 historJa de l a filosofía.

Las inducciones é hipótesis que , partiendo de los he-' C) Clifford.—En realidad de verdad, Clifford, más
c h o s y de sus generalizaciones inmediatas, llegan á que un metafísico, es un psicólogo y un moralista. En
generalizaciones superiores y más abstractas ó genera- este segundo y doble terreno, adopta la marcha y s i -
les, corresponden á la segunda esfera , y constituyen gue generalmente las ideas y el método de Herbert
la metafísica. Si el espíritu, sin tener en cuenta los Spencer, á quien profesa grande admiración. Pero al
hechos positivos y las generalizaciones, tanto las inme- pasar del terreno psicológico al terreno metafísico;
diatas que constituyen la ciencia, como las mediatas ó cuando en la investigación y resolución de ciertos pro-
superiores basadas sobre las inmediatas , se entrega á blemas psicológicos y morales el espíritu humano se
hipótesis y representaciones ficticias y arbitrarias acer- halla lógicamente colocado en los confines superiores
ca de seres ó causas no pertenecientes al orden positi- de las dos ciencias y en los umbrales de la metafísica,
vo y metafísico , resulta la metempírica , ó sea el e s - mientras Spencer se detiene, y , no atreviéndose, ó no
fuerzo vano para conocer lo incognoscible. queriendo penetrar más adentro, proclama la iucognos-
cibilidad de las cosas en sí mismas y de sus primeros
Esta doctrina bastaría para probar que no hemos
principios, Clifford entra en el terreno abandonado por
sido injustos al colocar á Lewes entre los principales
su maestro, para establecer y afirmar estas tres propo-
representantes del positivismo de Gomte en Inglaterra.
siciones, que resumen la parte ó fase metafísica de sus
La metafísica en el sentido propio de la palabra , lo
Lecturas y Ensayes:
que se ha entendido siempre y se entiende hoy con
este nombre, para Lewes, como para Gomte, es, en de- 1 / Así como en el análisis ó descomposición de
finitiva, un conjunto de hipótesis gratuitas. Por otra los cuerpos es preciso llegar á moléculas primitivas,
parte, lo que Lewes llama metafísica no es tal metafí- así en la conciencia—la cual no es más que un con-
sica en realidad de verdad , no es más que un grado junto de sensaciones—hay que llegar á sensaciones
superior en la ciencia positiva. primitivas y elementales, las cuales existen por sí
como seres ó existencias independientes y absolutas, o
•Así, no es de extrañar que las conclusiones á que
como cosas en sí. De manera que el Universo puede y
es conducido Lewes por su pretendida metafísica con-
debe concebirse como el resultado de elementos psí-
cuerden perfectamente con las propias del positivismo
quicos, en los cuales radica la verdadera realidad o b -
materialista. La fuerza , según el filósofo inglés , es la
jetiva. El Universo, el Ser, la Cosa en sí, es el espíri-
materia en cuanto que produce cambios ó modificacio-
tu-materia, es decir, una substancia dolada de propie-
nes en la sensibilidad. La materia no es más que la
dades físicas y psíquicas, pero siendo las segundas las
totalidad abstracta ó el conjunto de las cualidades sen-
primitivas y las esenciales propiamente.
sibles : lo que llamamos alma ó espíritu, lejos de ser
una substancia ni una causa r e a l , no es más que la 2. a Dios y la providencia sobrenatural y divina
son palabras que nada significan ; son ilusiones de la
colección de los estados de conciencia.
imaginación h u m a n a , que van disipándose á medida
que la humanidad conoce la realidad de las cosas. Si
I 55.
alguna cosa debiera llamarse Dios, sería el Hombre
misino, ó, mejor, la Humanidad suprema , manifesta-
ción del Ser en su proceso evolutivo. EL D A R V I N I S M O .

3. a La moral es el resultado y como la expresión


del yo social, el cual á su vez resulta de las condicio- El movimiento filosófico realizado en Inglaterra en
nes subjetivas de los individuos y de la naturaleza del la segunda mitad de nuestro siglo , se halla ligado ín-
medio en que viven. Luego ni Dios es el autor ó funda- timamente con el d a r v i n i s m o . Por esta razón no es
mento de la moral, ni hay distinción esencial y primi- posible prescindir de éste al reseñar la historia de la
tiva entre el bien y el mal. Filosofía en la Gran Bretaña , por más que la concep-
Clifford, como casi todos los filósofos ingleses que ción del fundador del darwinismo, más bien que en la
escribieron después de Darwin, concede grande impor- historia de la Filosofía, tendría su sitio propio en la
tancia á la selección natural en la cuestión psicológica historia de las ciencias naturales y físicas. La necesi-
y en la cuestión moral. En el terreno metafísico , d i - dad, sin embargo, de exponer sumariamente la doctri-
cho se está que la concepción de Clifford coincide con na de Darwin, se halla justificada también en parte por
la del materialismo, pudiendo decirse que las diferen- sus relaciones con la antropología.
cias son más nominales que reales. Si para el materia- Como la mayor parte de las teorías modernas , la
lismo vulgar la substancia que constituye el Ser ó rea- darwinista tiene antecedentes reales y bastante com-
lidad del Universo es materia-fuerza, y el movimiento pletos en la historia de las ciencias, hasta el punto de
ó fenómenos físicos son primero que los psíquicos ó que Quatrefages pudo escribir una obra con este título
mentales, y constituyen el fondo real de éstos, para significativo y muy justificado : Los precursores de
Clifford la substancia que constiluye la realidad del Darwin.
Universo-mundo ó del Ser, es la misma que la del ma- En su Filosofía zoológica, que vió la luz pública en
terialismo , sólo que la apellida fuerza-materia , ó, me- los primeros años de este siglo, Lamark ensayó expli-
jor, espirita-materia, y concede la preferencia y prio- car el origen, diferencias y generación de las especies
ridad á los fenómenos psíquicos con respecto á los animales por medio del transformismo , es decir , m e -
físicos. diante la hipótesis de una evolución progresiva y a s -
cendente desde los animales más imperfectos á los más
perfectos, desde los organismos m á s simples á los más
complexos. La adaptación respecto del medio, ó sea el
esfuerzo natural para ponerse en relación y armonía
imaginación h u m a n a , que van disipándose á medida
que la humanidad conoce la realidad de las cosas. Si
I 55.
alguna cosa debiera llamarse Dios, sería el Hombre
mismo, ó, mejor, la Humanidad suprema , manifesta-
ción del Ser en su proceso evolutivo. EL DARWINISMO.

3. a La moral es el resultado y como la expresión


del yo social, el cual á su vez resulta de las condicio- El movimiento filosófico realizado en Inglaterra en
nes subjetivas de los individuos y de la naturaleza del la segunda mitad de nuestro siglo , se halla ligado ín-
medio en que viven. Luego ni Dios es el autor ó funda- timamente con el darwinismo. Por esta razón no es
mento de la moral, ni hay distinción esencial y primi- posible prescindir de éste al reseñar la historia de la
tiva entre el bien y el mal. Filosofía en la Gran Bretaña , por más que la concep-
Clifford, como casi todos los filósofos ingleses que ción del fundador del darwinismo, más bien que en la
escribieron después de Darwin, concede grande impor- historia de la Filosofía, tendría su sitio propio en la
tancia á la selección natural en la cuestión psicológica historia de las ciencias naturales y físicas. La necesi-
y en la cuestión moral. En el terreno metafísico , d i - dad, sin embargo, de exponer sumariamente la doctri-
cho se está que la concepción de Clifford coincide con na de Darwin, se halla justificada también en parte por
la del materialismo, pudiendo decirse que las diferen- sus relaciones con la antropología.
cias son más nominales que reales. Si para el materia- Como la mayor parte de las teorías modernas , la
lismo vulgar la substancia que constituye el Ser ó rea- darwinista tiene antecedentes reales y bastante com-
lidad del Universo es materia-fuerza, y el movimiento pletos en la historia de las ciencias, hasta el punto de
ó fenómenos físicos son primero que los psíquicos ó que Quatrefages pudo escribir una obra con este título
mentales, y constituyen el fondo real de éstos, para significativo y muy justificado : Los precursores cíe
Clifford la substancia que constituye la realidad del Darwin.
Universo-mundo ó del Ser, es la misma que la del ma- En su Filosofía zoológica, que vió la luz pública en
terialismo , sólo que la apellida fuerza-materia , ó, me- los primeros años de este siglo, Lamark ensayó expli-
jor, espirita-materia, y concede la preferencia y prio- car el origen, diferencias y generación de las especies
ridad á los fenómenos psíquicos con respecto á los animales por medio del transformismo , es decir , m e -
físicos. diante la hipótesis de una evolución progresiva y a s -
cendente desde los animales más imperfectos á los más
perfectos, desde los organismos m á s simples á los más
complexos. La adaptación respecto del medio, ó sea el
esfuerzo natural para ponerse en relación y armonía
con las condiciones que rodean al viviente, la herencia con el título deZoono?nia, en la cual aparecen algunas
ó transmisión hereditaria délas propiedades adqufrtdas, de las ideas adoptadas después por su nieto. Malthus
el hálito resultante del ejercicio ú ociosidad de los ór- merece figurar también entre los precursores é inspi-
ganos y funciones correspondientes , son las causas radores de Darwin, á causa de su doctrina acerca de la
ley que preside al desarrollo de la población , doctrina
principales que producen la transformación de una es-
que representa un elemento importante de la teoría dar-
pecie en otra, según la teoría de Lamark.
winiana, teoría que puede resumirse en los siguientes
Medio siglo después (1859) Carlos Darwin publica-
términos.
ba su famoso libro sobre El origen de las especies , en
el cual y con el cual desenvolvía y completaba la idea La experiencia y la observación enseñan que el n ú -
de Lamark , formulando una teoría , si no más sólida mero de gérmenes é individuos capaces de ser produ-
que la de a q u é l , más científica por la abundancia de cidos en una especie, ó, si se quiere, por los individuos
hechos y observaciones , y más comprensiva por la de una especie, es muy superior al número de indivi-
virtualidad de sus aplicaciones. Esta teoría, aunque duos que de hecho reciben y conservan la vida. S u -
denominada y conocida generalmente por el nombre ó cumben, pues, muchísimos individuos de cada especie,
apellido de su autor (Darwinismo), pudiera apellidarse y sucumben, porque se ven precisados á luchar desde
teoría de la selección, toda vez que esta juega en ella el su nacimiento mismo contra mil obstáculos que se
principal papel. atraviesan en su camino, contra mil circunstancias es-
teriores y mil influencias dañinas de temperatura , de
La transición desde la hipótesis de Lamark á la
clima, etc., y , sobre todo, contra otros organismos,
teoría de Darwin 110 se verificó bruscamente, sino á
ya de especies diferentes, ya de su misma especie,'
través de varios naturalistas, cuyos trabajos represen-
que, ó los persiguen y acometen para devorarlos, ó les
tan una elaboración intelectual relacionada con la idea
disputan el alimento y los medios de subsistencia. E n
trausformista. Sin contar á Geoffroy Saint-Hilaire (Es-
virtud de esta lucha por la existencia ó concurrencia
teban), Bory Sainl-Vincent, Naudin, con algunos otros
vital, los individuos más fuertes y robustos son los
naturalistas franceses, son dignos de especial mención
únicos que conservan y desarrollan la vida , mientras
en este sentido Oken, por razón de su Filosojía de la
que los más débiles é inferiores sucumben , resultando
naturaleza ; Carus, autor del Sistema de la morfología
de aquí que la conservación, progreso y perfección de
animal; el trabajo de Schaafhausen sobre la Fijeza y
la especie se verifican mediante una selección natural
transmutación délas especies. E n la misma Inglaterra,
y espontánea de la naturaleza misma.
Darwin tuvo precursores y contemporáneos, como
Powell y Wullace , siendo de notar que entre los pri- Esta selección n a t u r a l , aunque es la causa princi-
meros puede contarse al abuelo de Darwin (Erasmo pal, no es la causa úuica de la transformación de una
Darwin), que á fines del pasado siglo publicó una obra especie en otra, sino que lleva consigo, como auxilia-
tomo iv. ^g
de la vida, ni se atreve á aplicar su hipótesis al ori-
res y factores secundarios , la adaptación , ó facultad
gen del hombre. Sólo diez años más tarde, y cuando
de los animales para adaptarse y acomodarse al medio
su discípulo Háckel, más atrevido y más lógico que
ambiente y demás condiciones externas ; la herenciaó
su maestro, proclamó que el hombre es una transfor-
facultad de transmitir por generación las cualidades y
mación del mono, el naturalista inglés abandonó la
perfecciones personales; la selección sexual, así como
reserva en que se había encerrado acerca de este punto,
también la correlación del crecimiento , la fijación de
y publicó su Origen del hombre, y poco después su
caracteres ó caracterización permanente, con algunas
Descendencia del hombre y la selección sexual.
otras leyes menos importantes. Todas estas causas,
El objeto de estas obras es probar que el progenitor
obrando de consuno con la selección natural y la lucha
del hombre es el mono, y que lo que llamamos la e s -
por la existencia , acumulando sucesiva y paulatina-
pecie humana es una evolución espontánea y natural
mente en determinados individuos de una especie cua-
de la especie simia, una transformación del mono an-
lidades especiales, perfecciones similares y variaciones
tropoide, realizada en virtud de la ley de selección na-
parciales de ciertos miembros y formas orgánicas, dan
tural y sus auxiliares, ni más ni menos que los reptiles
origen y llegan á constituir nuevas especies y nuevos
y aves representan transformaciones graduales de g u -
géneros de animales.
sanos, moluscos y peces.
Luego las manifestaciones múltiples y diferentes de
la vida, al menos en su fase zoológica, las especies, los Y no es sólo la substancia del hombre, sus fuerzas
géneros, las familias, lo mismo que las variedades y físicas y sus propiedades orgánicas las que deben su
las razas, son el resultado y la expresión de una serie origen al mono, sino también todo lo que constituye
lenta y sucesiva de perfecciones insensibles y como el orden moral, el intelectual y hasta el religioso. Se-
infinitesimales, que se acumulan y desenvuelven en gún D a r v i n , la interpretación de los sueños, las a l u -
millares de años, de manera que toda la escala zooló- cinaciones de la imaginación, con otros fenómenos aná-
gica , con sus especies, géneros y familias, con todas logos , inspiraron al hombre la idea de los espíritus, y
sus diferencias, es producto y efecto de uno ó pocos sirvieron de base y premisa para la idea de Dios y la
protoplasmas primitivos, de una célula primordial, que persuasión de su existencia. La ley moral, esa ley que
se desarrolla y transforma en toda clase de animales lleva consigo la distinción esencial entre el vicio y la
en virtud de la selección natural, favorecida y auxi- virtud, entre lo bueno y lo malo , es una mera t r a n s -
liada por la concurrencia vital, la herencia, la adap- formación de los instintos sociales de los brutos, reali-
tación, la selección sexual, etc. zada por medio de la selección n a t u r a l , selección in-
consciente , á la cual deben también su origen y su ser
Hasta aquí la teoría expuesta por Darwin en su
los sentimientos y deberes morales, q u e , en definitiva,
primera obra formal sobre la materia ; obra en la cual
no son otra cosa más que ciertos hábitos é instintos de
ni rechaza la creación para explicar el origen primero
los animales, robustecidos y perfeccionados, gracias
á la selección natural, auxiliada por los demás facto- ginaciones, nos explique la generación símica del hom-
res de la evolución que se han indicado. bre en los siguientes términos: «Subiendo lo más
El fundamento en que se apoya Darwiu para esta- alto posible en la genealogía del reino vertebrado, e n -
blecer y afirmar la progenie símica por parte del hom- contramos que los primeros antepasados de este reino
bre , es la variabilidad de éste en su conformación han consistido probablemente en un grupo de animales
corporal y en sus facultades mentales, junto con su marinos, semejantes á las larvas de los ascidios hoy
transmisión hereditaria. «Para resolver, escribe, si el existentes. Estos animales produjeron probablemente
hombre es el descendiente modificado de alguna forma un grupo de peces de organización tan inferior como la
preexistente, es necesario averiguar aute todo si va- del amfioxus: este grupo debió producir los ganoideos,
ría, por poco que sea, en su conformación corporal y el lepidosirano, peces que ciertamente son poco in-
en sus facultades mentales; y si esto sucede , si estas feriores á los anfibios.... En los mamíferos, fácilmen-
variaciones se transmiten á sus descendientes, según te se imagina uno los grados que hubieron de condu-
las leyes que prevalecen en los animales inferiores (1).» cir los monotremas antiguos á los marsupiales, y éstos
Es decir, que para poder afirmar absolutamente y á los primeros antepasados de los mamíferos placen-
para establecer como conclusión demostrada científi- toideos. Sellega así á los lemúridos, que se hallan se-
camente que el hombre procede del mono, basta que parados de los simidos por un intervalo pequeño. Los
en el primero se observen algunas variaciones trans- simidos dividiéronse entonces en dos grandes troncos,
misibles á sus descendientes, sin necesidad de averi- es decir, en monos del nuevo mundo y monos del
guar si esas variaciones y su transmisibilidad están mundo antiguo : de estos últimos, pero en época re-
contenidas dentro de ciertos límites; si son de tal n a - motísima , procedió el hombre , maravilla y gloria del
turaleza, que pueden constituir especies nuevas, ó sólo Universo.»
razas y variedades. No hay para qué advertir que hay Gomo suceder suele en la mayor parte de las con-
aquí un verdadero sofisma, y sofisma que palpita per- cepciones sistemáticas, sobre todo cuando se trata de
petuamente, aunque bajo diferentes formas, en la teo- sistemas fundados en hipótesis gratuitas y en datos
ría danviuista. incompletos, los partidarios del darwinismo no están
Así se concibe que el autor de ésta , fundándose en de acuerdo sobre uno de sus puntos capitales, cual es
esas variaciones transmisibles que se observan en el el origen y la base misma de la evolución transformis-
hombre y que siempre se han observado en el mismo, y ta. Son algunos de ellos partidarios de la procedencia
corroborando ese fenómeno con probabilidades é ima- monogénica , al paso que otros defienden la poligénica
y las series paralelas en el origen y proceso de la vida.
tl) La descendance de Fhomme, trad. Moulimé, t. i, pág. 7. Quién busca y señala el origen de ésta en un froto-
plasma innominado, quién en la moriera,, quién en el
de solidez, á pesar del aparato científico con que se pre-
eozoon canadense, quién en el bathybíus, quién en cris- senta. Por de pronto, su base es una hipótesis gratui-
talizaciones orgánicas que allá en los primeros tiempos ta puesto que comienza afirmando la existencia de un
del mundo flotaban en la superficie de inmensos océa- pr'otoplasma que nadie ha visto y que se introduce de
nos , según nos asegura Mad. Royer. repente en la escena , sin saber por qué ni cuál sea su
causa. Ciertamente que si todo el reino zoológico pro-
I 56. cede de este protoplasma, llámese célula, mónera o
como se quiera , no hay razón para negar que procede
también del mismo germen el reino vegetal. Después
CRÍTICA.
de todo, la diferencia entre ciertos vegetales y las pri-
meras manifestaciones zoológicas no es mayor que la
Cosa es de suyo manifiesta, por l o q u e acabo de que existe entre la célula y el hombre.
exponer, que la teoría de Darwin ofrece muy estrecha No es menos gratuita la hipótesis de la selección
afinidad con el materialismo y el ateismo, hacíalos natural como causa eficiente y suficiente de la produc-
cuales gravita con todo su peso , si ya no es que se ción de las especies ; porque si la selección no puede
confunde é identifica con ellos. Ciertamente que no producir, sino que supone el germen vital primitivo,
hay derecho para rechazar la tesis ateo-materialista no hay razón alguna para suponer que puede producir
cuando se afirma que la idea de Dios debe su origen á
por sí sola las especies , entre las cuales hay diferen-
una concepción fantástica de los espíritus, á ilusiones
cias esenciales tan profundas y radicales, y tan impo-
de la imaginación, á sueños y sombras; cuando los
sible es formar un hombre de u n ' m o l u s c o , como for-
sentimientos religiosos y los deberes morales se con-
mar un triángulo de puntos.
sideran como transformaciones de los hábitos é instin-
Vera escribe, con razón, á este propósito : «Si á un
tos de los brutos , y cuando en el hombre de la cien-
geómetra que me pidiera la explicación del triángulo
cia y de la santidad , en el hombre de la razón y de la
se le respondiera : la formación del triángulo se rea-
libertad , no se descubre más que un mono perfeccio-
liza en virtud de la selección natural y de la manera
nado.
siguiente : el punto , en virtud de la selección natural,
Por otro lado, la historia, de acuerdo con la lógica,
se convierte en línea, la línea en ángulo, y , final-
se ha encargado de poner en evidencia este punto,
mente, los ángulos, impulsados á unirse por la selec-
dándonos en espectáculo á la mayor parte de los parti-
ción natural, se convierten en triángulo, ¿qué pensaría
darios del darwinismo marchando decididamente pia-
de s e m e j a n t e explicación? S e admiraría, por de pronto,
las vías del materialismo, como veremos después.
de la facilidad con que la selección natural explica las
Prescindiendo de sus derivaciones lógicas, y aun
cosas; pero recordando en seguida su ciencia y sus
considerada en sí misma , la teoría de Darwin carece
de solidez, á pesar del aparato científico con que se pre-
eozoon canadense, quién en el bathybíus, quién en cris- senta. Por de pronto, su base es una hipótesis gratui-
talizaciones orgánicas que allá en los primeros tiempos ta puesto que comienza afirmando la existencia de un
del mundo flotaban en la superficie de inmensos océa- pr'otoplasma que nadie ha visto y que se introduce de
nos , según nos asegura Mad. Royer. repente en la escena , sin saber por qué ni cuál sea su
causa. Ciertamente que si todo el reino zoológico pro-
I 56. cede de este protoplasma, llámese célula, mónera o
como se quiera , no hay razón para negar que procede
también del mismo germen el reino vegetal. Después
CRÍTICA.
de todo, la diferencia entre ciertos vegetales y las pri-
meras manifestaciones zoológicas no es mayor que la
Cosa es de suyo manifiesta, por l o q u e acabo de que existe entre la célula y el hombre.
exponer, que la teoría de Darwin ofrece muy estrecha No es menos gratuita la hipótesis de la selección
afinidad con el materialismo y el ateismo, hacíalos natural como causa eficiente y suficiente de la produc-
cuales gravita con todo su peso , si ya no es que se ción de las especies ; porque si la selección no puede
confunde é identifica con ellos. Ciertamente que no producir, sino que supone el germen vital primitivo,
hay derecho para rechazar la tesis ateo-materialista no hay razón alguna para suponer que puede producir
cuando se afirma que la idea de Dios debe su origen á
por sí sola las especies , entre las cuales hay diferen-
una concepción fantástica de los espíritus, á ilusiones
cias esenciales tan profundas y radicales, y tan impo-
de la imaginación, á sueños y sombras; cuando los
sible es formar un hombre de u n ' m o l u s c o , como for-
sentimientos religiosos y los deberes morales se con-
mar un triángulo de puntos.
sideran como transformaciones de los hábitos é instin-
Vera escribe, con razón, á este propósito : «Si á un
tos de los brutos , y cuando en el hombre de la cien-
geómetra que me pidiera la explicación del triángulo
cia y de la santidad , en el hombre de la razón y de la
se le respondiera : la formación del triángulo se rea-
libertad , no se descubre más que un mono perfeccio-
liza en virtud de la selección natural y de la manera
nado.
siguiente : el punto , en virtud de la selección natural,
Por otro lado, la historia, de acuerdo con la lógica,
se convierte en línea, la línea en ángulo, y , final-
se ha encargado de poner en evidencia este punto,
mente, los ángulos, impulsados á unirse por la selec-
dándonos en espectáculo á la mayor parte de los parti-
ción natural, se convierten en triángulo, ¿qué pensaría
darios del darwinismo marchando decididamente piu-
de s e m e j a n t e explicación? S e admiraría, por de pronto,
las vías del materialismo, como veremos después.
de la facilidad con que la selección natural explica las
Prescindiendo de sus derivaciones lógicas, y aun
cosas; pero recordando en seguida su ciencia y sus
considerada en sí misma , la teoría de Darwin carece
demostraciones, me contestaría sin duda: Paréceme bre se identifica con la del perro durante cierto período
que esa seleccióu natural que con tanla facilidad e x - de la vida embrionaria, lo cual prueba la identidad
plica las cosas, en realidad no explica nada. Porque lo radical de las dos especies y la posibilidad de su trans-
que ante todo debéis demostrarme es cómo y por qué formación. Y, sin embargo, la buena lógica nos lleva
existe el p u n t o ; en segundo lugar, cómo y p o r q u é más bien á la conclusión contraria ; porque si no obs-
existe la línea , es decir, en virtud de qué necesidad tante la identidad de la forma y de las condiciones ex-
intrínseca el punto no se convierte en pescado ó ele- ternas , del embrión A procede un perro y del e m -
fante, sino en línea. Cuando me decís que el punto se brión B sale un h o m b r e , será preciso atribuir esta
convierte en línea, podríais decirme con igual derecho diversidad de resultado y de generación á alguna v i r -
que se convierte en elefante. Para decir que el punto tualidad sui generis, á alguna energía interna y laten-
se convierte en elefante , hay tanta razón como la que te en cada uno de los dos embriones.
tienen los transformistas para decir que el molusco se La paleontología tampoco viene en apoyo de las
convirtió en h o m b r e ; porque, ciertamente, tan fácil conclusiones de la teoría de Darwin, sino q u e , por el
es descubrir analogías entre el punto y el elefante, contrario, pone de manifiesto con bastante frecuencia
como entre el molusco y el hombre.» lo precipitado y lo insuficiente de sus generalizaciones
La verdad es que , penetrando en el fondo de las é inducciones ; pues es bien sabido que los restos y
cosas, se ve que si la selección natural con sus a u x i - vestigios zoológicos que ofrecen las capas terrestres
liares (fuerza hereditaria , concurrencia vital, fuerza no responden á las exigencias de la transformación de
de adaptación , selección s e x u a l , etc.) puede producir las especies, verificada en la forma que pide la teoría de
variaciones, cualidades y perfecciones más ó menos Darwin.
importantes en individuos de una especie, jamás se Si bien se reflexiona, pudiera decirse que el ori-
podrá demostrar q u e , cuando comienza á existir una gen , á la vez que el vicio radical de la teoría de Dar-
especie nueva, no obre á la vez el tipo específico como win , consiste en identificar el orden cosmológico, ó,
elemento interno y esencial; jamás se demostrará que digamos mejor, el orden ontològico délos seres con su
la selección es suficiente por sí sola para producir una orden genético ; consiste en considerar la relación on-
especie nueva , y que no interviene otro elemento in- tològica de las especies animales como relación y con-
terno, como principio específico, aunque-datente. dición genética de las mismas. Todos los filósofos a n -
Los fundamentos en que se apoya la teoría de Dar- tiguos, desde Platón hasta Santo Tomás, habían reco-
win degeneran con frecuencia y se resuelven en i n - nocido y afirmado que existe como cierto parentesco
ducciones incompletas , en analogías insuficientes , en ideal entre los seres ; que estos forman una escala on-
generalizaciones precipitadas é ilegítimas. Según la tològica g r a d u a l , á contar desde la materia informe
embriogenia , dice el darwinismo, la forma del h o m - hasta las inteligencias más sublimes; que esta afini-
dad ideal y esta gradación ontològica se revelan princi- h u m a n a por parte del cuerpo , de los movimientos, del
palmente en el mundo de los vegetales y animales; organismo, de ciertos fenómenos sensitivos, intelec-
Santo Tomás hasta reconoce que esta escala de los tuales y sociales, pasa rápidamente sobre la persona-
seres representa gradaciones pequeñísimas y como in- lidad , la conciencia , el lenguaje y la facultad de abs-
finitesimales', según el apotegma con que expresa esta tracción.
gradación insensible : supremum ìnfimi attingit infi- En resumen : hoy por hoy, y en el estado actual de
ma supremi. Todo esto enseñaba la filosofía cristiana, la ciencia, la doctrina de Darwin tiene más de concep-
sin que le ocurriera por eso decir que el orden ontolo- ción apriori que de teoría experimental; es una hipó-
gico de las cosas es resultado y efecto de la generación tesis que tiene mucho de gratuita y poco de verdade-
de las mismas. Darwin, por el contrario, supone que la ramente inductiva. «En los animales y en el hombre,
escala ontològica coincide y se identifica con la escala dice el naturalista inglés, vemos que se producen, por
genealógica, y convierte las relaciones lógicas y la causas conocidas ó desconocidas, naturales ó artificia-
afinidad ideal en relaciones de generación y en afini- les, ciertas modificaciones ó mejoras que se transmiten
dad genética ó evolutiva. por la generación á otros individuos: luego todos los
En la parte que se refiere concretamente al hombre, géneros y especies del reino animal, incluso el hom-
la teoría de D a r w i n , lo mismo que el materialismo, bre, se han formado por este medio.» No hay para qué
tropezarán siempre con la dificultad insuperable de decir que esta es una consecuencia ilegítima, una con-
llenar el abismo que existe entre la célula primitiva y clusión per saltum , que ninguna lógica autoriza. Lo
la especie humana ; porque, c o m o reconoce el mismo que de aquellas premisas se desprende, según las le-
Bois-Reymond , no hay puente alguno que pueda dar yes de la lógica, tanto inductiva como deductiva, es
paso desde esa masa material é informe al dominio de que las especies animales y el hombre son susceptibles
la inteligencia. Con razón ha dicho Max Müller que la de modificaciones más ó menos importantes, que cons-
teoría de Darwin está sujeta á muy graves objeciones tituyan variedades y razas diferentes dentro de ciertos
en su principio y en su fin ; es decir, por parte del límites, ó sea dentro del tipo específico. Para que esa
germen ó protoplasma, del organismo primitivo que conclusión per saltum tuviera alguna legitimidad , se-
supone ó afirma gratuitamente como principio y base ría necesario probar con hechos incontestables que la
de toda la teoría , y por parte de la aplicación de la se- especie A se había transformado en la especie B, real
lección natural al origen del hombre. El mismo Darwin y esencialmente distinta de la especie A, y esto seña-
parece haber presentido la gran dificultad de explicar lando en concreto toda la serie de transformaciones
ciertas propiedades y caracteres del hombre por la se- c, d , etc., por medio de las cuales se había ve-
lección natural ; así es que , después de emplear m u - rificado el fenómeno.
chas páginas en explicar la transformación simio- Lejos de hacerlo a s í , Darwin y sus discípulos, co-
real que existe entre la naturaleza y su supremo autor.
locándose a priori en esa premisa y en esa conclusión Excusado parece advertir que eldarwinismo entra-
ilegítima ó precipitada, ofrecen como comprobantes los ña doctrinas y tendencias esencialmente anticristianas;
hechos y fenómenos que parecen militar á primera vis- pero bueno será tener presente que la incompatibilidad
ta en su favor, haciendo caso omiso ó negando los que dogmática del darwinismo con la revelación, se refie-
militan en contra. ¿Dóndeestán, por ejemplo, esas va- re, según hemos dicho en la Filosofía elemental, al
riedades intermedias, esos tipos de transición de una darwinismo explicado y desarrollado en el sentido ma-
especie á otra, y con especialidad del mono al h o m - terialista y ateo de los Vogt, Büchner, Háckel, Cle-
bre, que, por confesión del mismo Darwin , debieron mencia Royer, etc., y se refiere principalmente al dar-
existir en número enorme en los siglos anteriores, y winismo en sus aplicaciones al origen del hombre.
que, sin embargo, no aparecen en ninguna parte de Puique si se prescinde de estos desarrollos y apli-
una manera clara, ni menos completa? caciones esencialmente ateo-materialistas; si nos limi-
Á pesar de los alardes y promesas del darwinismo tamos á la evolución ó transformación de las especies
de atenerse escrupulosamente á la inducción y al mé- vegetales y animales, que es lo que constituye la idea
todo experimental, es lo cierto que su carácter apriorís- fundamental y verdaderamente característica del dar-
tico é hipotético se descubre por todas partes; comen- winismo de Darwin, si es lícito hablar así; si de este
zando por la existencia de ese prototipo ó protoplasma darwinismo se excluye además su aplicación al h o m -
primitivo de que nos habla Darwin, prototipo cuya bre, aplicación que la ciencia no justifica en manera
existencia supone, pero que no se cuida de explicar ni alguna, y si se hacen las oportunas reservas acerca de
mucho menos demostrar. De aquí es que toda la teoría la creación del mundo y del alma racional, puede ca-
darwiniana aparece ya viciada en su mismo origen y ber y cabe dentro de los dogmas católicos.
reducida á una hipótesis gratuita , toda vez que se fun- Y es que, en realidad de verdad, lo que eu el d a r -
da en ese germen primordial de todo lo que vive en la winismo se opone á los dogmas cristianos no son los
naturaleza, especie de misterio inexplicado éinexplica- hechos y fenómenos verdaderamente observados y cier-
ble, como dice Quatrefages. Y bueno será notar de paso tos; no es tampoco la hipótesis trunsformista que e n -
que, en este concepto, Lamark es superior á Darwin, traña , en aquella parte de la misma que se halla con-
pues mientras éste se coloca de golpe y arbitrariamente forme con los hechos y con la observación científica.
en su prototipo, sin relacionarlo con ninguna causa Lo que en el darwinismo se opone al dogma cristiano
superior ó distinta de la naturaleza, el naturalista son las aplicaciones ateo-materialistas del mismo; son
francés, al hablar del protorganismo y de las leyes na- las conclusiones aventuradas y realmente anticientífi-
turales que presiden á su desarrollo, considera estas cas que algunos deducen contra las leyes generales de
leyes como la expresión de la voluntad suprema que las la lógica y las especiales de la inducción, ora sacando
estableció, cuidando á la vez de consignar la distinción
consecuencias que no están contenidas en las premi-
sas, ora presentando como hechos adquiridos á la cien- | ól.
cia, las que son meras conjeturas más ó menos arbi-
trarias.
MOVIMIENTO DARWINISTA.
De todas maneras, conviene no perder de vista que
a q u í , como en otras muchas cuestiones, la razón y la
fe aconsejan de consuno evitar extremos y exageracio- «La teoría de la descendencia es el único recurso
nes en uno ú otro sentido. No debemos dejarnos sedu- reservado al hombre, á quien no satisface la creencia
cir por la gárrula palabrería de la ciencia humana, ó que en milagros ni la hipótesis de la revelación.» Estas
se presenta como tal sin examinar sus títulos; pero palabras de Oscar Schmidt, uno de los más fervientes
tampoco debemos negarle sus legítimos derechos, ni partidarios del darwinismo, nos revela una de las cau-
cerrar sus horizontes, so pretexto de interpretaciones sas que más han influido en la marcha ascendente
bíblicas y de ideas religiosas que distan mucho de ser y progresiva, en ese gran movimiento de expansión y
dogmáticas. Ñeque falsae philosophiae loquacitate se- propaganda que caracteriza al darwinismo. Los hom-
ducarnur, decía ya San Agustín en el siglo v , ñeque bres del naturalismo, los hombres de la incredulidad
falsae religionis superstitione terreamur. Y Santo To- y del racionalismo en todas sus formas , siéntense
más escribía en el siglo X I I I : Cuín Scriptura divina atraídos hacia un sistema que entraña la negación de
multipliciter exponi possit, nulli exp osilioni aliquis i ta la revelación bíblica, que gravita con todo su peso
praecise inhaereat, ut si certa ratione constiterit, hoc hacia la exclusión de lo sobrenatural y divino, y cuya
esse falsum , quod aliquis sensum Se ripturae esse cre- última evolución lógica es la tesis materialista en toda
debat, id nihilominus asserere presumat. El mismo su crudeza. De aquí también la marcha paralela y uní-
Santo Doctor añade en otra parte q u e , sin perjuicio de sona de la corriente darwinista y de la corriente mate-
la fe, la Sagrada Escritura puede interpretarse en d i - rialista , siendo á veces difícil discernir cuál de las dos
versos sentidos , sin menoscabar por eso su autoridad, predomina en los partidarios de estos dos sistemas,
porque el Espíritu Santo ha fecundado esa palabra cuyos escritos contienen y representan por lo común
divina con un fondo de verdad que se eleva por encima principios tomados de una y otra escuela.
de los pensamientos ó interpretaciones del hombre: Como sucede generalmente en casos análogos, en
Qiáa majori veritate eam Spiritus Sanctus fecundavit, el seno del darwinismo no tardó en manifestarse una
quam aliquis homo adinvenire possit. doble dirección. Mientras que algunos de sus parti-
darios, más francos y más sistemáticos que otros,
desenvolvían la teoría de Darwin y la llevaban á sus
últimas y verdaderas deducciones y aplicaciones lógi-
cas, esforzábanse otros en atenuar estas aplicaciones Steinthal y también Geiger, para quien la humanidad
extremas, manteniendo á la vez ciertas reservas del -es un género que salió del mundo animal á conse-
fundador. cuencia del nacimiento y desarrollo de su esencia p a r -
Häckel es el representante más caracterizado de la ticular.
primera dirección ó sea del radicalismo darwinista, al Constituyen la segunda clase de darwinistas , que
cual pertenecen también Burmeister, Jäger , Mad. Ro- pudiéramos llamar parciales y eclécticos, aquellos que
y e r , Cotta y algunos otros que pertenecen á l a escuela aceptan la teoría de Darwin en su terreno propio, ó
del citado Häckel, según veremos al hablar de la doc- sea en el terreno zoológico, pero introduciendo en la
trina de éste. misma modificaciones más ó menos importantes. Tal
Los partidarios y representantes de la segunda d i - sucede con Wagnér, Nageli , Wigand, Kólliker, y prin-
rección, ó digamos del darwinismo moderado, pueden cipalmente con S t r a u s s , cuyo libro La antigua y la
dividirse en dos clases. Hay algunos que, haciendo caso nueva fe presenta una especie de ensayo de concilia-
omiso ó sin pronunciarse abiertamente sobre el con- ción entre el darwinismo y el principio panteista. Á
junto de la teoría de Darwin, hacen aplicaciones más esta clase pueden reducirse también Wallace, Mivart,
ó menos completas de alguna de sus hipótesis, y con B r a u n , Baer y otros, que pretenden conciliar el darwi-
especialidad de las ideas de selección natural y de evo- nismo con sus ideas positivo-religiosas.
lución á determinadas ciencias. Pertenecen áesta clase Por el contrario, Vischner, Záller y algunos otros,
Buckle, por razón de su Historia de la civilización de s i n pertenecer en rigor al darwinismo radical, preten-
Inglaterra, en la que aparecen amalgamadas las ideas den aplicar las ideas de Darwin á la religión y á los
de Com te v de Darwin; Dröper, en su Historia del estudios teológico-religiosos.
desarrollo intelectual de la Europa, producción calcada Según se ve por las indicaciones expuestas, el d a r -
en gran parle sobre la idea transformisla ; Baglieot, winismo, auxiliado y favorecido por el positivismo y
autor de las Leyes científicas del desarrollo de las na- el materialismo, viene invadiendo la ciencia en todas
ciones en sus relaciones con los principios de la selec- sus esferas ; pero, al invadirla , lo hace pasando por
ción natural y de la herencia, obra informada por el encima del método científico ó experimental que tanto
principio d a r w i n i s t a , según indica su mismo título. preconiza , sin perjuicio de fallar á él con frecuencia
En las ciencias antropológicas y filológicas aparece en la práctica.
también la idea darwinista , siendo aplicada con algu- En esta parte puede decirse que el darwinismo y
nas restricciones y con mayor ó menor fidelidad por el materialismo se imitan ó plagian recíprocamente.
Lyell, Lubbock, Tylor y algunos oíros , por lo que res- Porque la verdad es que si el primero, según arriba se
pecta á la antropología, así como en filología adoplan y dijo, acude con frecuencia á generalizaciones precipi-
aplican alguuas ideas darwinistas Scheicher, Curtius, tadas y á hipótesis gratuitas, lo mismo acontece al se-
TOMO IV. 19
gundo, ora cuando procede como doctrina independien- preceden ó acompañan. ¿De qué m a n e r a , pregunta el
te , ora cuando procede y se presenta como derivación primero, puede salir la vida de una cosa extraña á la
de la idea darwinista. vida? La razón y la conciencia personal y libre, ¿cómo
El materialismo, como el darwinismo, se apoya ge- pueden nacer de lo que no tiene razón? El movimiento,
neralmente en generalizaciones ilógicas y prematuras, añade el segundo, no puede producir más que el m o -
en inducciones incompletas y precipitadas. El teles- vimiento, ó volver al estado de energía potencial. Los
copio, nos dice por boca de Biichner, no encuentra fenómenos intelectuales que se realizan en el cerebro
término á la extensión, y descubre cada día nuevos es- al lado de determinados cambios materiales del mismo,
pacios; luego el mundo es infinito en su extensión ó carecen para nosotros de razón suficiente, y nos será
magnitud; conclusión evidentemente ilegítima, puesto siempre imposible explicar su origen y su ser por me-
que ni lo indefinido y lo infinito son una misma cosa, dio de la causalidad mecánica (1), aun dado el cono-
ni el telescopio puede servir de medida para un espa- cimiento perfecto de los átomos que componen el ce-
cio infinito. rebro.
Si del terreno mecánico pasamos al psicológico,
observaremos en el materialismo análogos defectos de I 58.
lógica. El pensamiento, dice, no es más que un movi-
miento determinado de la masa cerebral; porque la ex- II A C K E L .

periencia demuestra que el movimiento se puede trans-


formar en calor , y viceversa, sin reparar que la dis- Al hablar de la Filosofía y de los filósofos de Ale-
tancia que separa al pensamiento de cualquiera fuerza mania durante el siglo a c t u a l , omitimos los nombres
mecánica, no tiene comparación alguna con la que se- y las ideas délos partidarios del materialismo, porque
para al movimiento del calor ni de otras fuerzas físicas debíamos hacer mención de ellos al hablar del mate-
y químicas. Así es que Strauss, á pesar de sus ideas
esencialmente darwinistas, Bois-Reymond y algunos (1) «Le mouvement ne peut produire que le mouvement ou ren-
otros darwinistas y materialistas délos más serios, re- trer à l'état d'énergie potentielle. L'énergie potentielle à son tour ne
conocen paladinamente la falta de lógica en que se i n - peut r i e n , hormis produire du m o u v e m e n t , maintenir l'équilibre,
exercer pression ou traction.... Ainsi donc les phénomènes intéllec-
curre cuando se pretenden explicar ciertos fenómenos luels, qui se déroulent dans le cerveau à côté et en dehors des chan-
psicológicos por medio de la transformación del movi- gements matériels qui s'y opèrent, m a n q u e n t , pour notre entende-
miento, ó cuando, por medio de un sofisma vulgar, se m e n t , de raison suffisante. Ces phénomènes restent en dehors de la
loi de causalité.... Il est et séra toujours impossible d'expliquer les
convierte en correlación de causalidad la correlación de
phénomènes intellectuels d' un ordre supérieur à l'aide de la mécani-
concomitancia , identificando con los actos intelectua- que des atomes cérébraux supposée connue.» Les bornes de lu philo-
les las modificaciones materiales del cerebro que los sophie naturelle, trad. y pub. en la Revue scientifique.
gundo, ora cuando procede como doctrina independien- preceden ó acompañan. ¿De qué m a n e r a , pregunta el
te , ora cuando procede y se presenta como derivación primero, puede salir la vida de una cosa extraña á la
de la idea darwinista. vida? La razón y la conciencia personal y libre, ¿cómo
El materialismo, como el darwinismo, se apoya ge- pueden nacer de lo que no tiene razón? El movimiento,
neralmente en generalizaciones ilógicas y prematuras, añade el segundo, no puede producir más que el m o -
en inducciones incompletas y precipitadas. El teles- vimiento, ó volver al estado de energía potencial. Los
copio, nos dice por boca de Biichner, no encuentra fenómenos intelectuales que se realizan en el cerebro
término á la extensión, y descubre cada día nuevos es- al lado de determinados cambios materiales del mismo,
pacios; luego el mundo es infinito en su extensión ó carecen para nosotros de razón suficiente, y nos será
magnitud; conclusión evidentemente ilegítima, puesto siempre imposible explicar su origen y su ser por me-
que ni lo indefinido y lo infinito son una misma cosa, dio de la causalidad mecánica (1), aun dado el cono-
ni el telescopio puede servir de medida para un espa- cimiento perfecto de los átomos que componen el ce-
cio infinito. rebro.
Si del terreno mecánico pasamos al psicológico,
observaremos en el materialismo análogos defectos de I 58.
lógica. El pensamiento, dice, no es más que un movi-
miento determinado de la masa cerebral; porque la ex- II A C K E L .
periencia demuestra que el movimiento se puede trans-
formar en calor , y viceversa, sin reparar que la dis- Al hablar de la Filosofía y de los filósofos de Ale-
tancia que separa al pensamiento de cualquiera fuerza mania durante el siglo a c t u a l , omitimos los nombres
mecánica, no tiene comparación alguna con la que se- y las ideas délos partidarios del materialismo, porque
para al movimiento del calor ni de otras fuerzas físicas debíamos hacer mención de ellos al hablar del mate-
y químicas. Así es que Strauss, á pesar de sus ideas
esencialmente darwinistas, Bois-Reymond y algunos (1) «Le mouvement ne peut produire que le mouvement ou ren-
otros darwinistas y materialistas délos más serios, re- trer à l'état d'énergie potentielle. L'énergie potentielle à son tour ne
conocen paladinamente la falta de lógica en que se i n - peut r i e n , hormis produire du m o u v e m e n t , maintenir l'équilibre,
exercer pression ou traction.... Ainsi donc les phénomènes intellec-
curre cuando se pretenden explicar ciertos fenómenos tuels , qui se déroulent dans le cerveau à côté et en dehors des chan-
psicológicos por medio de la transformación del movi- gements matériels qui s'y opèrent, m a n q u e n t , pour notre entende-
miento, ó cuando, por medio de un sofisma vulgar, se m e n t , de raison suffisante. Ces phénomènes restent en dehors de la
loi de pausalité.... Il est et séra toujours impossible d'expliquer les
convierte en correlación de causalidad la correlación de
phénomènes intéllectuels d' un ordre supérieur à l'aide de la mécani-
concomitancia , identificando con los actos intelectua- que des atomes cérébraux supposée connue.» Les bornes de la philo-
les las modificaciones materiales del cerebro que los sophie naturelle, trad. y pub. en la Revue scientifique.
rialismo enlazado con el positivismo que entra en el La hipótesis de un acto creador para explicar el
cuadro de la Filosofía francesa en el mismo siglo. Lo origen de la vida en la escala zoológica , hipótesis
mismo acontece con el nombre de varios d a r v i n i s t a s conservada implícitamente por Darwin, es considerada
alemanes mencionados en el párrafo anterior, entre los por Háckel como una limitación arbitraria é ilógica en
cuales ocupa lugar preferente Häckel, con algunos la serie de las causas. En su virtud , afirma Háckel
otros darvinistas avanzados , de los cuales puede d e - que es uno mismo el protoplasma que sirve de punto
cirse q u e , aunque pertenecen á la Alemania por su de partida para la formación de las especies en el reino
nacimiento, pertenecen à i a Inglaterra por la dirección vegetal y en el animal. Más todavía: admite como m u y
de sus ideas esencialmente darvinistas. En este con- probable la existencia de un reino intermedio entre el
cepto , creemos necesario dedicar aquí algunas líneas vegetal y el zoológico, al cual denomina reino de los
á la exposición de la doctrina de Häckel, porque es la protistas.
expresión de una de las fases principales de la concep- En todo caso, el origen general y común de estos
ción de Darwin. tres reinos, ó sea de la vida en todos sus grados y ma-
El nombre de Häckel resume y representa el darwi- nifestaciones, es la rnónera primordial, pequeña masa
nismo radical, siendo un hecho incontestable que el de materia albuminosa y resultado espontáneo de cier-
autor de la Morfología general (1866), de la Historia tas combinaciones químicas. Encierra esta masa den-
natural de la creación (1868), y de la Antropogenia, tro de sí otra más pequeña, apellidada nucleus, y resul-
publicada en 1874, marcha al frente de la que pudié- tado de la condensación de la primordial, la cual,
ramos llamar la izquierda darwinista. A su lado ó bajo creciendo y multiplicándose por segmentación, da ori-
su bandera militan , entre otros , Zöllner, Schleiiden, gen á las formas primitivas y más rudimentarias d é l a s
Jäger, Cotta , los ya citados Burmeister, Löwenthal, y, plantas y de los animales , formas q u e , en virtud de la
sobre todo, Büchner, el cual, en sus Seis lecciones sobre selección natural con sus auxiliares, producen y cons-
la teoria darwinista, se pasa con armas y bagajes á tituyen las especies, géneros y familias de que cons-
este campo, ó, mejor dicho, demuestra prácticamente tan los dos reinos, á través de una serie casi infinita
y con su ejemplo la identidad real y substancial que de años y siglos.
existe entre el materialismo y el darwinismo en sus «La materia, escribe el autor de la Morfología de los
últimas y lógicas consecuencias ó aplicaciones. organismos, y la cantidad de fuerza que es inseparable
La jefatura de lo que hemos apellidado izquierda de la misma, son ilimitadas en el tiempo y el espacio,
darwinista, corresponde de justicia á H ä c k e l , porque, son eternas é infinitas.» De aquí es , añade en su An-
en nuestro sentir, el autor d é l a Antropogenia es el tropogenia, que «la historia del mundo no es más que
más radical, el más lógico y acaso también el más un processus físico-químico, y á su vez el alma es
científico de los partidarios de la teoría darwinista. una suma de fenómenos de movimientos moleculares».
Porque es de saber q u e , contradiciéndose á sí mis- de protoplasma sin nucleus, puesto que éste supone ya
mo en este como en otros puntos , y arrastrado por la la condensación de aquélla, ó sea un grado más de evo-
influencia decisiva que sobre él ejercen las ideas y la lución. Esta mónera ó grumo albuminoso sin nucleus
autoridad de Goethe, á quien se complace en citar y aparente, de la cual, andando el tiempo, debe nacer el
seguir, el filósofo de Jena, en medio de su crudo m a - hombre, es una combinación espontánea de carbono,
terialismo, nos habla de alma y de espíritu, como p u - oxígeno, hidrógeno y ázoe; lo cual quiere decir que,
diera hacerlo un partidario del idealismo. «En confor- en definitiva, los átomos ó elementos d é l a materia
midad con lo que dijo Goethe , escribe , no pueden son los verdaderos progenitores del hombre. El grado
existir ni obrar la materia sin el espíritu , ni el e s - vigésimoprimero de esta escala genealógica se halla
píritu sin la materia.» representado por el hombre-mono, especie intermedia
Pero Háckel abandona bien pronto estas veleidades entre los monos antropoides hoy existentes y el hombre
semiidealistas para entregarse de nuevo al materialis- racional. Estos h o m b r e s - m o n o s , cuya raza desapare-
mo, buscando el origen y las causas eficientes de la vida ció por completo, sólo se distinguían del hombre en
en las propiedades físico-químicas del carbono , y en que no poseían la facultad ni los órganos del lenguaje
los compuestos carbonatados albuminoides, y resu- articulado, ni el grado ó desarrollo de inteligencia co-
miendo su tesis biológica en los siguientes términos: rrelativo con esta facultad. Háckel opina, además, que
«Es un gran triunfo para la biología moderna haber la especie humana no procede de un sólo par de dichos
reducido el milagro de los fenómenos vi tales á elemen- hombres-monos, sino que deben señalarse proceden-
tos materiales, y haber demostrado que las propieda- cias independientes para las diferentes razas humanas
des físicas y químicas, infinitamente variadas y com- que hoy pueblan la tierra.
plexas de los cuerpos albuminoides, son las causas Al terminar su hipótesis genealógica del hombre,
esenciales de los fenómenos orgánicos y vitales». Háckel se entusiasma ante la teoría de la evolución,
Háckel y sus adeptos proclaman explícitamente que que representa, según él, un nuevo período de alta cul-
entre los monos inferiores y los superiores, la diferen- tura intelectual. No contento con esto, añade que «la
cia es mayor que la que existe entre los últimos y el disposición del espíritu á adoptar esta teoría de la evo-
hombre, y dirigen sin cesar ataques apasionados con- lución, y la tendencia á la Filosofía monística relacio-
tra lascreencias religiosas y morales de la humanidad, nada con ella, constituyen la mejor medida del grado
contra la inmortalidad del alma y la vida f u t u r a , con- de desarrollo intelectual que posee un hombre». Lo cual
tra la libertad del hombre y la personalidad divina. vale tanto como expedir diploma de sabio y de hombre
La escala genealógica del hombre , según Háckel de gran talento á quienquiera que admita y profese la
comprende veintidós grados, el primero de los cuales teoría de la evolución, al paso que se expide diploma
es la moriera primordial, es decir, una pequeña masa >de ignorante y estúpido al que se atreva á rechazarla.
Y téngase en cuenta que en la teoría de la evolu-
ción , según Háckel, el ser h u m a n o , el hombre, lejos- I 59.
de ser una substancia ó esencia viviente, una persona,
un individuo, debe concebirse como una especie de col-
1
LA ESCUELA PSICOLÓGICA.
mena en que las células representan el papel de las
abejas. Porque el autor de la Antropogenia asegura,,
bajo su palabra, que «nuestro cuerpo no es una per- • James Mili y su hijo Stuart Mili, B a i n , Lewes y
fecta unidad viviente, como se complacía el hombre Herbert Spencer, son los principales representantes de
en creer con la ingenuidad de sus primeras ideas, sino la escuela psicológica en la Inglaterra contemporánea.
que es una comunidad social muy complexa, una colo- Al hablar de Lewes como metafísico, hemos apuntado
nia , un estado compuesto de muchas unidades v i - ya sus ideas psicológicas , y por lo que hace al último
vientes, de muchas células independientes unas de de los nombrados, la importancia y la originalidad re-
otras». lativa de sus trabajos exigen que le dediquemos pá-
rrafo aparte.
La preocupación racionalista y anticristiana d o m i -
na de tal manera en el autor de la Morfología, que, des- El movimiento provocado por la Filosofía positiva
pués de reconocer la insuficiencia real y científica de; de Comte dejóse sentir no poco en Inglaterra, y al
la concepción darwinista , hace consistir su mérito indicar sus representantes de mayor importancia, ci-
principal precisamente en aquello en que es deficiente; tamos los nombres de Stuart Mili y de Bain; pero
en la negación ó exclusión de la acción divina en el Stuart Mili y Bain , aunque pertenecen á la escue-
Universo , es decir, en una doctrina que ni los hechos la positiva por parte del método y por cuanto a d -
ni la experimentación demuestran ni demostrarán j a - miten implícitamente sus conclusiones fundamentales,
más , porque los hechos y la experimentación serán como las que se refieren á los tres estados del conoci-
siempre impotentes para demostrar que el mundo y la miento, á la eliminación d é l a s llamadas hipótesis me-
materia no deben su ser y su origen á un Ser infinito tafísicas, á la incognoscibilidad de lo trascendente y de
y omnipotente : Le darwinisme est insuffisant, mais las causas primeras, etc., se separan de Comte en algu
ce qui, néanmoins, doit le faire approuver, c'est qu'il ñas otras conclusiones, y principalmente en orden á la
permet d'exclure toute intervention de Dieu: c'est là ^ importancia de la psicología en el árbol de las ciencias.
son immense mérite. Así se concibe que la doctrina de los cinco autores
citados, sin dejar de ser positivista en su método, en su
espíritu y parcialmente en sus conclusiones, constitu-
y a , sin embargo , una escuela psicológica especial.
Las i d e a s , tendencias y conclusiones más i m p o r -
tantes que caracterizan á esta escuela, pueden conden- Entre todos los fenómenos de conciencia, la sensa-
sarse en los siguientes términos : ción es el absolutamente primitivo é irreductible, y ,
El objeto de la psicología son los hechos ó fenóme- por consiguiente, aquel del cual proceden y al cual
nos de la conciencia , considerados en sí mismos y en se reducen en cierto modo los demás fenómenos de con-
s u s condiciones , en sus leyes y en sus causas i n m e - ciencia. Además de las sensaciones correspondientes á
diatas. El procedimiento sintético y el analítico son los cinco sentidos externos, hay otras dos clases, que
igualmente útiles y necesarios para investigar y cono- son: a) las sensaciones orgánicas, que sirven para per-
cer este objeto, ó sean los hechos de conciencia, pero cibir el estado de los órganos internos, como el h a m -
sin pasar nunca de los fenómenos , y , por consiguien- bre y la sed, y b) sensaciones musculares, que sirven
te , conformándose con ignorar si e x i s t e ó no lo que se para percibir los esfuerzos de los músculos y su t e n -
llama alma ó espíritu y cuál sea su naturaleza. En este sión ó grado. Estas últimas son las primeras en el or-
terreno la psicología se inclina á negar la existencia de den cronológico, y no carecen de importancia en el
dos substancias distintas en el hombre, porque no e s - orden cognoscitivo, puesto que nos dan la noción e x -
tán ya de acuerdo con los resultados adquiridos por la perimental del mundo externo por medio de la sensa-
ciencia (ils ne sont plus d'accord avec les résultats * ción de resistencia.
acquis par la science), como dice Bain. La substancia El fenómeno psicológico que llamamos conocimien-
única, añade é s t e , con dos órdenes de propiedades, to , es un fenómeno complexo, que entraña, además de
una sola substancia con dos caras (la substance unique las sensaciones, ideas y asociación de unas y otras.
avec deux ordres de propriétés, deux faces), una uni- Las ideas son una especie de copias ó imágenes de las
dad, en fin, con dos caras, es lo que parece satisfacer sensaciones, de donde resulta que su aparición, su na-
mejor á las exigencias de la cuestión psicológica : Une turaleza y su marcha están en relación con la apari-
unité à deux faces, semble plutôt satisfaire à toutes les ción, la naturaleza y la marcha de las sensaciones.
exigences de la question. Esta relación entre las ideas y las sensaciones es
La conciencia significa el conjunto de las manifes- como la base remota y primitiva de la asociación de los
taciones psicológicas, y , considerada en sí misma, en fenómenos psicológicos en la conciencia.
su realidad objetiva, no es más que una corriente conti- Pero esta asociación puede verificarse, ora entre
nua cruzada ó complexa de sensaciones, ideas, instin- ^ hechos psicológicos d é l a misma especie, como entre
tos, deseos, voliciones, sentimientos, etc. La percep- sensaciones y sensaciones, entre ideas é ideas; ora en-
ción de la diferencia es la que da origen á la conciencia, tre hechos ó fenómenos psicológicos de naturaleza d i -
de manera que ésta, en tanto existe ó comienza en el ferente , como entre sensaciones é ideas , entre ideas y
h o m b r e , en cuanto hay percepción de alguna dife- sentimientos, entre sensaciones y voliciones, etc.
rencia. La semejanza y la contigüidad, á las cuales algu-
nos añaden la simultaneidad, son las bases principales decirse voluntarios, por cuanto proceden del y o , es
y como los fenómenos generadores de la ley de asocia- decir, del conjunto de estados de conciencia que prece-
ción. La cual es para el mundo psicológico lo que es den y determinan la volición.
la ley de atracción para el mundo físico, porque presi- Tal es, en resumen, la doctrina que caracteriza y
de al desenvolvimiento y regúlala formación y e l orden distingue á la escuela psicológica contemporánea de
délos fenómenos psicológicos, así como la ley de atrac- Inglaterra, sin perjuicio de algunas opiniones ó puntos
ción preside y regula las manifestaciones del mundo de vista accidentalmente diferentes en orden á deter-
físico. minadas cuestiones. A s í , por ejemplo , mientras unos
La sensación como hecho primitivo é irreductible, dividen las sensaciones en siete clases ó grupos, James
y la asociación como ley universal, son las que dan Mili admite ocho, y Bain sólo seis. Por lo d e m á s , pa-
origen y contienen la razón suficiente de lo que llama- rece excusado advertir que semejante psicología, ora
mos facultades h u m a n a s , memoria, imaginación, en- *• se la considere en sus conclusiones afirmativas, ora
tendimiento, voluntad, etc., y de sus diversas f u n - en sus conclusiones negativas, gravita con todo su
ciones. Así, por ejemplo, la memoria y la imaginación peso hacia el positivismo materialista. Sólo que el ma-
son el efecto y como la expresión de la fuerza i n h e - ¡ terialismo de esta escuela no es el materialismo ordi-
rente á los hechos psicológicos, y principalmente á las nario, terminante y brutal, por decirlo a s í , de Büch-
sensaciones , para durar y dejar sus vestigios en el ce- n e r , sino un materialismo prudente y moderado, como
rebro y en el sistema nervioso. La espontaneidad, por dice Lange, refiriéndose á Bain. Ya hemos visto que este
medio de la cual las impresiones y sensaciones se último—y lo mismo puede decirse de sus c o l e g a s -
transforman en los fenómenos psicológicos que llama- considera al alma ó espíritu como una mera manifes-
mos ideas, sentimientos, voliciones, deseos, racioci- tación ó cara del cuerpo. Á poco que se penetre en el
nios , e t c . , tiene su raíz en el organismo , y principal- fondo de las cosas, se ve claramente q u e , en realidad
mente enel sistema nervioso. Algunos de los fenómenos de verdad, la psicología inglesa contemporánea no es
psicológicos se transmiten de padres á hijos por medio más que una porción ó, hablando más propiamente,
de la generación. una prolongación de la fisiología.
La causalidad no es más que la sucesión constante
de dos ó más fenómenos, de los cuales llamamos causa 1 60.
al primero, y efecto al segundo. La fuerza activa y
real que concebimos como produciendo el efecto, no HERBERT SI'ENCER.
es más que una imaginación sin fundamento real.
Los actos que se dicen voluntarios y libres, están Es Herbert Spencer uno de los escritores más fe-
sujetos á la ley de la causalidad : sin embargo, pueden cundos y originales de la Inglaterra contemporánea, y

\
i
nos añaden la simultaneidad, son las bases principales decirse voluntarios, por cuanto proceden del y o , es
y como los fenómenos generadores de la ley de asocia- decir, del conjunto de estados de conciencia que prece-
ción. La cual es para el mundo psicológico lo que es den y determinan la volición.
la ley de atracción para el mundo físico, porque presi- Tal es, en resumen, la doctrina que caracteriza y
de al desenvolvimiento y regúlala formación y e l orden distingue á la escuela psicológica contemporánea de
délos fenómenos psicológicos, así como la ley de atrac- Inglaterra, sin perjuicio de algunas opiniones ó puntos
ción preside y regula las manifestaciones del mundo de vista accidentalmente diferentes en orden á deter-
físico. minadas cuestiones. A s í , por ejemplo , mientras unos
La sensación como hecho primitivo é irreductible, dividen las sensaciones en siete clases ó grupos, James
y la asociación como ley universal, son las que dan Mili admite ocho, y Bain sólo seis. Por lo d e m á s , pa-
origen y contienen la razón suficiente de lo que llama- rece excusado advertir que semejante psicología, ora
mos facultades h u m a n a s , memoria, imaginación, en- *• se la considere en sus conclusiones afirmativas, ora
tendimiento, voluntad, etc., y de sus diversas f u n - en sus conclusiones negativas, gravita con todo su
ciones. Así, por ejemplo, la memoria y la imaginación peso hacia el positivismo materialista. Sólo que el ma-
son el efecto y como la expresión de la fuerza i n h e - ¡ terialismo de esta escuela no es el materialismo ordi-
rente á los hechos psicológicos, y principalmente á las nario, terminante y brutal, por decirlo a s í , de Büch-
sensaciones , para durar y dejar sus vestigios en el ce- n e r , sino un materialismo prudente y moderado, como
rebro y en el sistema nervioso. La espontaneidad, por dice Lange, refiriéndose á Bain. Ya hemos visto que este
medio de la cual las impresiones y sensaciones se último—y lo mismo puede decirse de sus c o l e g a s -
transforman en los fenómenos psicológicos que llama- considera al alma ó espíritu como una mera manifes-
mos ideas, sentimientos, voliciones, deseos, racioci- tación ó cara del cuerpo. Á poco que se penetre en el
nios , e t c . , tiene su raíz en el organismo , y principal- fondo de las cosas, se ve claramente q u e , en realidad
mente enel sistema nervioso. Algunos de los fenómenos de verdad, la psicología inglesa contemporánea no es
psicológicos se transmiten de padres á hijos por medio más que una porción ó, hablando más propiamente,
de la generación. una prolongación de la fisiología.
La causalidad no es más que la sucesión constante
de dos ó más fenómenos, de los cuales llamamos causa 1 60.
al primero, y efecto al segundo. La fuerza activa y
real que concebimos como produciendo el efecto, no HERBERT SI'ENCER.
es más que una imaginación sin fundamento real.
Los actos que se dicen voluntarios y libres, están Es Herbert Spencer uno de los escritores más fe-
sujetos á la ley de la causalidad : sin embargo, pueden cundos y originales de la Inglaterra contemporánea, y

\
i
es también el representante más completo, y aun pudié- lo compuesto y lo heterogéneo. Spencer simplifica y
ramos decir más filosófico de la escuela psicológica de generaliza á la vez esta ley, aplicándola á todas las
que acabamos de hablar. Á pesar de sus reclamaciones esferas del ser y del conocer, al mundo inorgánico y al
en contra, Spencer entra en la esfera del positivis- orgánico , al individuo y á la especie, á la vida y á la
m o , no solamente por razón del método, sino t a m - historia, á la sociedad, al gobierno, á la industria , al
bién por razón de sus tendencias y de sus conclu- comercio, al arte y á todas las manifestaciones de la
siones. naturaleza y del pensamiento. Al lado de esta ley f u n -
damental , y como derivaciones y aplicaciones de la
Cierto es que este filósofo se separa de Comte acerca
misma, Spencer desenvuelve la ley de la asociación de
de varios puntos de relativa importancia, como son,
ideas y la correlación ó equivalencia de fuerzas. Y por
entre otros, el valor objetivo y la importancia científica
cierto que esta última le arrastra á los confines del
de la idea de causa, la clasificación de las ciencias y el
materialismo, cuando afirma que la distinción, que la
ideal de las sociedades humanas; pero también es i n -
línea de demarcación entre la vida mental y la vida
contestable que el filósofo inglés afirma que nuestros
corporal es arbitraria, y que en el proceso ó evolución
conocimientos son todos relativos; que se debe recha-
d é l a vida á través de plantas, animales y hombres, es
zar toda explicación trascendente de los fenómenos
imposible fijar el momento en que comienza la inteli-
sensibles; que entre la religión y la ciencia no puede
gencia, ó, mejor dicho, que la línea de separación que
haber nada común; que lo absoluto y lo divino trascen-
se establece ordinariamente entre la vida mental y la
dente están fuera del alcance de la ciencia y de sus
vida corporal ó física, es una línea arbitraria (toute
métodos, y , lo que es más a ú n , que constituyen la r e -
ligne de dóincircation qu'on tire entre elles est arbi-
gión de lo inaccesible á l a razón humana; que la evo-
traire), como se expresa el mismo Spencer. La vida
lución social está sujeta á leyes tan necesarias como la
mental y psíquica tiene su raíz en la vida orgánica; es
evolución orgánica; que la creencia en la inmortalidad
como una eflorescencia de ésta, y entre la función más
es una señal y un efecto de la ignorancia primitiva, ó
humilde de la vida orgánica y la función más elevada
digamos del estado teológico-metafísico que representa
de la vida mental, sólo hay diferencia de grados, afir-
una fase imperfecta del desarrollo intelectual, y no hay
mación que coincide perfectamente con la doctrina de
para qué advertir que todas estas afirmaciones son afir-
Comte, según se apuntó en su lugar.
maciones esencialmente positivistas y m u y en armo-
nía con la concepción de Comte. Si por este lado el autor de los Principios de psico-
Por lo demás, el punto central de la concepción logía no anda muy distante del materialismo, no se
filosófica de Spencer es la ley de la evolución ó progreso, acerca menos á este sistema cuando da á entender que
según que entraña la transición insensible, infinite- la idea intelectual no es más que una función de s e n -
simal, por decirlo así, de lo simple y lo homogéneo á saciones semejantes, y esto después de afirmar que la
sensación no es más que una integración de choques miento de la vida considerada en los individuos (bio-
nerviosos. logía y psicología) ú organismos particulares , y c) la
En armonía con estas ideas, Spencer enseña tam- evolución supraorgánica, comprensiva de los fenómenos
bién que lo que vulgarmente se llama en las escuelas que entrañan la cooperación y acciones de muchos i n -
verdades necesarias, verdades axiomáticas y univer- dividuos. La sociología es la ciencia que estudia y ex-
sales , deben su origen y su ser á la transmisión heredi- plica esta última evolución , y es también ciencia
taria ; son efectos de la asociación de ciertas ideas ó que llama mucho la atención de Spencer. El estudio y
estados de conciencia, m u y repelida y arraigada en los análisis que de los fenómenos y del organismo sociales
antepasados, que se transmite hereditariamente á los presenta el filósofo inglés en sus Principios de sociolo-
sucesores. gía, es de lo más notable que se ha escrito sobre la ma-
El origen y constitución de la moral se hallan en el teria desde el punto de vista positivista.
mismo caso, puesto que proceden de las experiencias de En la evolución supraorgánica social, Spencer dis-
utilidad realizadas, acumuladas y transmitidas de pa- tingue y señala dos especies de elementos y factores,
dres á hijos, en relación con determinadas modifica- unos extrínsecos y otros intrínsecos. Pertenecen al pri-
ciones nerviosas: Les experiences d'utilité, organisées mer género el clima, con sus variantes de calor, frío,
et consolidées à travers toutes les générations passées de humedad, etc., la fertilidad mayor ó menor del suelo, la
la race humaine, ont produit des modifications ner- configuración uniforme ó accidentada de país, la cali-
veuses correspondantes, qui, par transmission et accu- dad de sus producciones , y en general la flora y la
mulation continues, sont devenues chez nous certaines fauna respectivas. Entre los factores intrínsecos de la
facultés d'intuition morale. evolución social, señala los caracteres fisiológicos y
Según queda indicado, la evolución constituye el morales de los individuos , su complexión, su sensibi-
punto capital de la Filosofía de Spencer, el cual pudiera lidad más ó menos viva , los grados y la condición de
ser apellidado con justicia el filósofo de la evolución. su inteligencia. La acción de estos factores primitivos
Porque, en efecto, la evolución constituye el principio, y fundamentales de la evolución social es acrecentada
el medio y el fin de su concepción, y todos sus escritos y también modificada en diferentes sentidos por otra
pueden considerarse como otros tantos comentarios y serie de factores ó elementos que pudiéramos llamar
aplicaciones de la misma. El filósofo inglés comienza secundarios, como son, entre otros m u c h o s , la indus-
por designar y señalar tres grandes fases de esta ley tria y el trabajo, que pueden modificar las condiciones
universal, que son : a) la evolución inorgánica, que se del clima por medio de desmontes , del cultivo , de la
ocupa ó se refiere á la generación y desarrollo de los introducción de nuevas plantas y animales , deseca-
astros y de la tierra; b) la evolución orgánica, que com- miento de lagunas, etc.; la densidad déla población, la
prende los fenómenos, manifestaciones y desenvolvi- acción administrativa, la acumulación de las riquezas,
TOMO IV. 20
el progreso de las artes y las ciencias , la perfección y
cultura del lenguaje , las prácticas religiosas , la seve-
ridad de las costumbres , con otros factores análogos, | 61.
que resultan de la acción recíproca de los factores pri-
mitivos y de la influencia de unas sociedades sobre LA FILOSOFÍA E N I T A L I A .

otras.
La teoría teológica de Spencer es una teoría esen- Al lado y enfrente del movimiento filosófico cristia-
cialmente negativa. Spencer no niega la existencia de no de que hablaremos más adelante, tuvo y tiene lugar
Dios , como hacen otros positivistas , y hasta concede en Italia un movimiento filosófico fuera déla órbita cató-
al hombre una especie de concepción vaga , confusa é lica , movimiento que reviste diferentes formas y direc-
indefinida del Ser Supremo. Pero este Ser, el Absoluto, ciones. Pueden, sin embargo, estas direcciones varias
Dios , en fin , es perfectamente inaccesible á la razón redecirse á tres escuelas , que son la crítico-positivis-
h u m a n a , coincide y se identifica con lo Incognoscible, ta , la hegéliana y la espiritualista. Profesando , como
porque la razón no puede salir fuera de la esfera de lo profesan, teorías m u y diversas en el terreno filosófico,
relativo, y Dios, ó no existe, ó es el Absoluto. De aquí convienen todas en rechazar ó prescindir de la autori-
resulta la separación completa y hasta la incompatibi- dad doctrinal de la Iglesia , y en negar explícita ó i m -
lidad entre la religión y la ciencia , puesto que el ob- plícitamente la tesis fundamental del catolicismo.
jeto de la primera es lo Absoluto, es decir, lo Incognos- La escuela crítico-positivista italiana , lo mismo
cible, al paso que ei objeto exclusivo y único de la que sus afines de otras naciones , condena la metafísi-
segunda es lo relativo. ca , niega ó pone en duda el valor de la razón pura y la
Aunque colocado en la corriente positivista por su legitimidad de sus conclusiones , predica la necesidad
método , por sus aspiraciones y tendencias , por sus de atenerse exclusivamente á la práctica del método
ideas y por sus conclusiones , Spencer tiende á la ge- experimental, y corona su pensamiento negando hasta
neralización y emplea los procedimientos sintéticos y la posibilidad de conocer las substancias y las causas,
racionales en mayor escala que los demás representan- y encerrando la investigación y la ciencia dentro del
tes de este sistema ; desde este punto de vista , S p e n - mundo fenoménico y subjetivo. En el orden religioso y
cer puede considerarse y merece ser apellidado el me- político, rechaza generalmente todo elemento tradicio-
tafísico del positivismo. nal , toda armonía entre la razón y la fe , todo valor de
la religión positiva , siendo m u y frecuente entre los
partidarios de esta escuela proclamar y perseguir una
sociedad n u e v a , una ciencia nueva , una política n u e -
va , una humanidad nueva.
propiedades y sus leyes, consideradas en su ser ó como
Con mayor ó menor franqueza , con mayor ó menor
noúmenos. No hay más realidad ni más verdad para el
fidelidad, profesan estas ideas, combinándolas, amalga-
hombre que los fenómenos producidos por el movi-
mándolas y modificándolas, en ocasiones, con las ideas
miento continuo y sujetos á la ley sempiterna de la
crílico-esc.épticas de K a n t , y especialmente con las que
oposición. En otros términos, la única ciencia positiva
se refieren á las antinomias de la razón pura :
y real para el hombre consiste en la percepción e x p e -
a) Ferrari (José); pues si bien es cierto que d u -
rimental de los fenómenos internos y externos, sujetos
rante la primera etapa de su vida científica, ó al me-
á transformaciones continuas.
nos cuando escribió su Ensayo sobre el principio y los
b) Franchi (Ausonio), nombre que responde á su
límites de la Filosofía de la historia, se aproximaba á
apostasía (1) de la religión católica y á sus aficiones
las ideas de Rosmini , no lo es menos que en su Filo-
revolucionarias, habiendo llegado á s e r uno de los que
sofía de la Revolución , y en sus Lecciones sobre los es-
más contribuyeron á la propaganda de la idea democrá-
critores políticos de Italia, aparece un cambio com-
tico-socialista, en el terreno filosófico pertenece t a m -
pleto de ideas. En uno y otro libro, Ferrari expone y
bién á la escuela que hemos llamado crítico-positivis-
defiende la esencia , la ley suprema y las aplicaciones
ta. Dios , el alma , la vida futura con todos los objetos
de la Revolución, tanto en el orden filosófico como en
trascendentes , espirituales ó divinos, carecen de rea-
el orden político y religioso. Pocos libros se habrán
lidad objetiva. Los fenómenos solos constituyen el ob-
publicado tan revolucionarios en el fondo y en la for-
jeto de la ciencia, y no hay más realidad objetiva y
ma , en la esencia , en las aspiraciones y en la univer-
verdadera que la naturaleza y la humanidad, sometidas
salidad de sus aplicaciones, como la Filosofía de la re-
una y otra á la ley del progreso continuo, ó, mejor di-
volución, de Ferrari.
cho, á la ley de la evolución.
Para Ferrari, la ley de la contradicción ú oposición
es la ley necesaria y verdaderamente universal, puesto Tal es, en resumen, el pensamiento de Franchi, pen-
que se extiende á todas las cosas. Las contradicciones samiento que, lo mismo que el de F e r r a r i , parécenos
y antinomias reinan , no solamente en el terreno de la merecer la calificación de crítico-positivista más bien
razón pura, donde las colocaba Kant, sino en el terreno que la calificación de escéptico, que suelen darle algu-
de la lógica , en el terreno de la naturaleza , en el te- nos historiadores de la Filosofía. Porque ello es evi-
rreno de la historia, en el terreno de la ciencia y en el (t) Sabido es que Franchi no solamente fué católico , y católico
terreno de las acciones. El a l m a , y su espiritualidad, ferviente, durante su juventud, sino que siguió la carrera eclesiás-
tica , señalándose por su piedad y celo durante los primeros años de
y la vida f u t u r a , y la existencia y atributos de Dios,
su sacerdocio. Su verdadero nombre de bautismo es Cristóbal Bono-
y las verdades necesarias , son palabras que nada sig- vino , nombre que abandonó para adoptar el de Ausonio Franchi
nifican para la razón y para la ciencia: las cuales son cuando apostató del catolicismo, para entrar de lleno en los caminos
impotentes hasta para conocer la naturaleza física, sus de la incredulidad y de la revolución.
dente que en la concepción filosófica de los dos, al su Confessioni d'un scettico (1878), no solamente recha-
lado del elemento escéptico, ó, digamos mejor, crítico, za la existencia de Dios y de la providencia y del
derivado de K a n t , existe y domina el elemento positi- alma y de la vida futura y de todo lo trascendente,
vista con sus afirmaciones experimentales y científi- como cosas ilusorias é incognoscibles, sino que extien-
c a s , y con sus negaciones metafísicas y teológicas. de y aplica también la duda á muchos fenómenos y le-
c) Mazzarélla discute de nuevo en su Crítica de yes que la ciencia da como conocidos. Las mismas
la ciencia algunos de los problemas kantianos, y con leyes generales del Universo, deben apellidarse escép-
especialidad el que se refiere á la posibilidad de la cien- t i c a s , por cuanto que son el efecto de experiencias
cia. En este sentido, y por sus afinidades de método y mecánicas acumuladas por espacio de muchos siglos:
de tendencias crítico-positivistas con Ferrari y F r a n - Les lois de l'Univers sont sceptiques en ce qu'elles sont
c h i , merece figurar en su escuela; pero debe advertir- l'effet d'immenses expériences mécaniques dans le
se que se separa de los mismos en la cuestión religio- temps et dans Vespace.
sa: Mazzarélla rechaza el catolicismo, pero reconoce f ) Siciliani, profesor de sociología en la univer-
la necesidad del cristianismo, y considera la religión sidad de Bolonia, merece figurar igualmente en esta es-
como complemento de la ciencia, y no como su a n t a - cuela ; pues si bien es verdad que en su Restauración
gonista. de la Filosofía positiva en Italia, su pensamiento pare-
d) El nombre de Ardigo, de quien ya se hizo mé- ce flotar indeciso, ó , hablando más propiamente, in-
rito al tratar del movimiento positivista, y cuyas ideas tenta mantenerse entre el criticismo escéptico y el
y obras son bastante conocidas ; el de Villari , que es- dogmatismo metafísico , en sus escritos posteriores, y
cribió unos Ensayos de historia, de crítica y de polí- principalmente en los Prolegómenos á la psicogenia
tica, en los cuales sigue el método y las ideas posi- moderna, Siciliani se acerca más y más al positivismo,
tivistas, aunque con reservas y restricciones; el de pudiendo decir que sus conclusiones y tendencias filo-
Tommasi, profesor de medicina y autor de unas Insti- sóficas coinciden con las conclusiones y tendencias de
tuciones fisiológ icas, lo mismo que el nombre de Lam- Herbert Spencer.
Irusclúni, que escribió sobre la Filosofía positiva exa- Omitimos aquí los nombres de Herzen y Mantegaz-
minada según los principios de la pedagogía , son za , porque pertenecen á la escuela materialista , y al
nombres que pertenecen á la escuela crítico-positivista tratar de ésta y de su movimiento en general, hicimos
considerada en sus diferentes matices. las oportunas indicaciones acerca de sus ideas.
e) Las tradiciones é ideas de esta escuela crítico-
positivista han sido continuadas , y aun pudiéramos
decir exageradas, por parte del elemento crítico ó e s -
céptico, en estos últimos años, por Trezza, el c u a l , en
pero poniendo restricciones á una y otra tesis del filó-
I 6-2. sofo piamontés, negando , entre otras cosas , que la in-
tuición del absoluto lleve consigo la intuición del acto
LA E S C U E L A E S P I R I T U A L I S T A . creador.
El autor de las Confesiones de un metafisico admite
La escuela espiritualista, ó, si se quiere, idealista, el progreso indefinido, y como aplicación y corolario
en oposición á la crítico-positivista, cuenta con parti- de esta doctrina supone: a) que el individuo humano,
darios de merecido nombre, entre los cuales corres- después de la existencia terrestre, seguirá desenvol-
ponde el primer lugar á Mamiani en la esfera del racio- viéndose en otros mundos y otras existencias; b) que
nalismo. Y decimos en la esfera del racionalismo, por- la creación es continua y permanente en el tiempo y el
que se trata de un filósofo que se mueve evidentemente espacio, produciéndose sin cesar nuevos mundos y nue-
fuera de las ideas, de las aspiraciones, de los intereses, vas esferas de existencia.
de la doctrina y disciplina de la Iglesia católica. Que Sabido es que el pensamiento filosófico de Mamiani
esto y no otra cosa se desprende del contexto de la ma- ha pasado por sucesivas evoluciones, desde el empiris-
yor parte de sus obras , y con especialidad de la que mo semisensualista hasta el espiritualismo idealista y
lleva por título Renacimiento católico; la misma que relativamente ontològico. Á la primera fase responde
con mayor propiedad y justicia podría titularse Destruc- su primera obra De la renovación déla antigua Filoso-
ción del catolicismo, dadas sus ideas sobre el poder fía de Italia; á las intermedias corresponden su Dis-
temporal del Papa , sobre las relaciones entre la Igle- curso sobre la ontologia y el método, y también sus Diá-
sia y el Estado, sobre el carácter puramente n a t u r a - logos de ciencia -primera. La última evolución, j u n t a -
lista que atribuye al último, sobre cambios en la d i s - mente con la historia y crítica de las anteriores , se
ciplina y jerarquía eclesiástica , sobre las corporacio- encuentran en las Confesiones de un metafisico, que
nes religiosas, y , p a r a decirlo de una vez, sobre la vieron la luz en 1865.
transformación radical de la Iglesia en una especie de En su Compendio y síntesis de la propia Filosofía,
sucursal¿de la que se llama civilización moderna. ó sea nuevos prolegómenos para toda metafísica pre-
E n el orden filosófico, la concepción de Mamiani sente y futura, posterior á las Confesiones, Mamiani si-
es una concepción ecléctica, cuyos elementos princi- gue combatiendo con ardor y perseverancia contra las
pales son el espiritualismo cartesiano y el idealismo teorías positivistas, materialistas y darwinistas, y el
de Gioberti, transformados por algunos puntos de vista fondo de su metafísica sigue siendo el idealismo plató-
relativamente originales y por ideas tomadas de Leib- nico, pero acentuado en sentido ontologista. En esta
nitz y Rosmini. Admite con Gioberti la intuición del última obra , Mamiani enseña terminan temente que
absoluto y también la identidad entre lo ideal y lo real, Dios, ser primero y absoluto, y el más real (realissimo)
de todos, como decían los escolásticos, constituye el nismo italiano. El primero (Bertrando Spaventa) es un
fondo de todo pensamiento especulativo, y e s perci- hegeliano de pura raza, que se ha impuesto la tarea de
bido por medio de una intuición inmediata. aclarar y defender la concepción hegeliana, y principal-
Al lado de Mamiani merece figurar Luís Ferri, á mente la importancia científica de la triada dialéctica
causa del fondo relativamente espiritualista é idealista representada en los conceptos de Ser, No-ser y Venir
de su doctrina. Pero, á diferencia de Mamiani, el autor á ser.
de la Psicología de Pedro Pomponazzi es un filósofo En su Introducción al curso de Filosofía, expresión
francamente racionalista en el terreno religioso ó cris- de sus lecciones en la universidad de Nápoles , Spa-
tiano, y en el terreno filosófico tiende á la síntesis venta nos dice que la Idea es el objeto único de la Filo-
metafísico-científica, procurando armonizar el método sofía, que la función propia de ésta es despojar al
experimental, los procedimientos críticos y las con- mundo y los seres finitos de todas sus limitaciones,
clusiones positivas, con el método racional, los proce- hasta llegar á considerarlos como partes del pensa-
dimientos idealistas y las conclusiones de la metafísica. miento divino, ó como momentos de la infinidad de
Bonatelli, Cantoni, Bertinaria, Paoli, con algunos Dios. El profesor napolitano añade á continuación que
otros, pertenecen igualmente á la escuela espiritualis- «Dios no es el verdadero Dios , ni como Ser abstracto,
t a , pero generalmente son menos idealistas que Ma- ni como Naturaleza , ni como Espíritu , ó sea como uno
m i a n i , y algunos de ellos no ocultan sus aficiones po- solo de estos absolutos, sino únicamente como su uni-
sitivistas y sus tendencias críticas. dad última , como término de la evolución de la Idea
en la conciencia y por la conciencia del hombre».
No hay para qué decir que el nombre de Vera va
I 63.
unido al de Hegel, cuyos escritos y cuyas ideas viene
propagando, no ya sólo por su patria, sino en otros
LA ESCUELA HEGELIANA. países. Pero el autor de la Introducción d la Filosofía
de Hegel no se limita á traducir y comentar las obras
El hegelianismo cuenta en Italia con no pocos par- del filósofo a l e m á n , sino que, por medio de discursos,
tidarios y representantes de nota. Nápoles es el centro introducciones y notas, interpreta, desenvuelve y acla-
y como el foco de acción y propaganda de las ideas de ra sus ideas , pudiendo decirse, con Rosenkranz , que
Hegel, que tienen un órgano perenne y como oficial en en las manos de Vera el pensamiento hegeliano ad-
el Giornale napoletano di filosofía e lettere, scienze quiere la precisión y claridad que le faltan en su pro-
moraleet politiche, revista dirigida por Francisco Flo- tagonista y fundador. Aunque alguna vez modifica, so
rentino. pretexto de explicarlas , algunas ideas de Hegel, por
Spaventa y Vera marchan á la cabeza del hegelia - punto general se mantiene fiel al pensamiento de su
de todos, como decían los escolásticos, constituye el nismo italiano. El primero (Bertrando Spaventa) es un
fondo de todo pensamiento especulativo, y e s perci- hegeliano de pura raza, que se ha impuesto la tarea de
bido por medio de una intuición inmediata. aclarar y defender la concepción hegeliana, y principal-
Al lado de Mamiani merece figurar Luís Ferri, á mente la importancia científica de la triada dialéctica
causa del fondo relativamente espiritualista é idealista representada en los conceptos de Ser, No-ser y Venir
de su doctrina. Pero, á diferencia de Mamiani, el autor á ser.
de la Psicología de Pedro Pomponazzi es un filósofo En su Introducción al curso de Filosofía, expresión
francamente racionalista en el terreno religioso ó cris- de sus lecciones en la universidad de Nápoles , Spa-
tiano, y en el terreno filosófico tiende á la síntesis venta nos dice que la Idea es el objeto único de la Filo-
metafísico-científica, procurando armonizar el método sofía, que la función propia de ésta es despojar al
experimental, los procedimientos críticos y las con- mundo y los seres finitos de todas sus limitaciones,
clusiones positivas, con el método racional, los proce- hasta llegar á considerarlos como partes del pensa-
dimientos idealistas y las conclusiones de la metafísica. miento divino, ó como momentos de la infinidad de
Bonatelli, Cantoni, Bertinaria, Paoli, con algunos Dios. El profesor napolitano añade á continuación que
otros, pertenecen igualmente á la escuela espiritualis- «Dios no es el verdadero Dios , ni como Ser abstracto,
t a , pero generalmente son menos idealistas que Ma- ni como Naturaleza , ni como Espíritu , ó sea como uno
m i a n i , y algunos de ellos no ocultan sus aficiones po- solo de estos absolutos, sino únicamente como su uni-
sitivistas y sus tendencias críticas. dad última , como término de la evolución de la Idea
en la conciencia y por la conciencia del hombre».
No hay para qué decir que el nombre de Vera va
I 63.
unido al de Hegel, cuyos escritos y cuyas ideas viene
propagando, no ya sólo por su patria, sino en otros
LA ESCUELA HEGELIANA. países. Pero el autor de la Introducción d la Filosofía
de Hegel no se limita á traducir y comentar las obras
El hegelianismo cuenta en Italia con no pocos par- del filósofo a l e m á n , sino que, por medio de discursos,
tidarios y representantes de nota. Nápoles es el centro introducciones y notas, interpreta, desenvuelve y acla-
y como el foco de acción y propaganda de las ideas de ra sus ideas , pudiendo decirse, con Rosenkranz , que
Hegel, que tienen un órgano perenne y como oficial en en las manos de Vera el pensamiento hegeliano ad-
el Giornale napoletano di filosofía e lettere, scienze quiere la precisión y claridad que le faltan en su pro-
moraleet politiche, revista dirigida por Francisco Flo- tagonista y fundador. Aunque alguna vez modifica, so
rentino. pretexto de explicarlas , algunas ideas de Hegel, por
Spaventa y Vera marchan á la cabeza del hegelia - punto general se mantiene fiel al pensamiento de su
maestro, rebatiendo las interpretaciones y transforma- cismo, y el ya citado Fiorentino, que merece figurar
ciones introducidas por algunos en la concepción hege- entre los principales defensores y propagandistas de la
liana, y entre ellas las de Trendelenburg, que preten- doctrina hegeliana , tanto por sus trabajos en el Gior-
de s u s t i t u i r á la triada fundumeutal de Hegel, la triada nale Napoletano, como por sus estudios críticos sobre
del Ser, del Pensamiento y del Movimiento. Pomponazzi y por su Ensayo sóbrela Filosofía griega,
Después de llevar su propaganda activa en favor obras inspiradas una y otra en las ideas de Hegel acer-
del hegelianismo á diferentes países, y después de ca de la Filosofía de la historia.
ejercerla oralmente en algunas universidades de Italia,
Vera se hizo cargo de la cátedra de historia de la Filo- 64.
sofía en la universidad de Nápoles, foco y centro prin-
cipal , como hemos dicho arriba , del movimiento he-
LA FILOSOFÍA I T A L I A N A E N SUS RELACIONES CON LA
geliano en la península itálica.
IGLESIA CATÓLICA.
Por cierto que este movimiento, al cual pertenecen,
además de los ya citados, los nombres de Gatti (Esta-
nislao), Sanctis y De Meis , cuenta también entre sus El movimiento filosófico en Italia durante el s i -
representantes á la marquesa Florenzi. Esta filósofa y glo xix presenta un fenómeno que la caracteriza y dis-
admiradora que le ha salido á Hegel, y que es como la tingue del movimiento filosófico de otras naciones. Tal
Clemencia Royer del hegelianismo italiano, ha publi- es la discusión del problema referente á las relaciones
cado diferentes libros, en que expone y defiende las entre el Estado y la Iglesia , problema cuyo examen
teorías de H e g e l , según se ve en sus Filosofemas de solicitó la atención de los principales filósofos italia-
cosmología y ontología y en su Ensayo sobre la Filoso- nos , dando origen á teorías y proyectos de reformas
fía del espíritu. La Marquesa hegeliana pretende afir- político-cristianas, que no han influido poco en las vi-
mar y establecer la Inmortalidad del alma humana en cisitudes, revoluciones y estado actual de la Italia.
un opúsculo escrito con este objeto y este título; pero Ya en los últimos años del pasado siglo y en los pri-
pretende conseguirlo divinizando ai hombre, ó, mejor meros del presente, Gioia y Romagnosi iniciaron este
dicho, convirtiendo al hombre en Dios y combatiendo movimiento reformista, ó , si decimos, liberalizador y
al teísmo cristiano, cosas una y otra muy en armonía secularizador de la Iglesia , defendiendo la desamorti-
con el sistema hegeliano. zación de los bienes eclesiásticos, la libertad de cultos,
En sentido más ó menos hegeliano escribieron y es- la abolición de la inmunidad y privilegios de la Iglesia,
criben también los hermanos Delzio (Ireneo y Floria- y , sobre todo, la conveniencia de un clero asalariado.
no), Setternbrini, autor de unas Lecciones de literatura Estas ideas de Gioia y Romagnosi, que no eran más
italiana, en que ataca con encarnizamiento al catoli- que el eco de las semillas revolucionarias traídas á Ita-
lia por los soldados de la república y de Napoleón , no nicación fácil y permanente de ideas y sentimientos
hubieran arraigado en el suelo italiano, y no hubieran entre el sacerdote y el pueblo, sin lo cual éste no pue-
producido las grandes violaciones de la justicia y del de adorar á Dios en espíritu y en verdad. Otra de las
derecho que todos hemos presenciado , á no haber sido reformas en que más insiste Rosmini, y á la que con-
desenvueltas y propagadas en grande escala por otros cede grandísima importancia, es el nombramiento
filósofos de gran renombre y ciencia, entre los cuales de los obispos por el pueblo y el clero, aunque e x i -
sobresalen Rosmini y Gioberti. giendo la confirmación del Sumo Pontífice para el
El espíritu revolucionario y reformista que se c e r - elegido.
nía sobre la península itálica por los años de 1848 , se En la ya citada Constitución segúnla justicia social,
apoderó hasta de la inteligencia y del corazón p r o f u n - los artículos referentes á los derechos de la Iglesia y á
damente cristiano de Rosmini, brotando desu pluma las sus relaciones con el Estado, están calcados sobre la
Cinco llagas de la Iglesia, y poco después la Constitu- teoría expuesta. Así es que después de consignar que
ción según la justicia social. El objeto que en estos «los derechos que proceden de la naturaleza y de la
dos escritos se propuso su autor es descubrir y seña- razón pertenecen á todos los hombres y son inviola-
lar los males que afligen y debilitan á la Iglesia en bles», consigna en otros: a) que el Estado debe g a r a n -
nuestro siglo, proponiendo á la vez los medios que tizar á la Iglesia católica su completa libertad de ac-
deben adoptarse para destruirlos. ción ; b) que no debe ponerse impedimento alguno á
Entre las causas principales de malestar para la la comunicación directa con la Santa Sede ni á la ce-
Iglesia y de corrupción en la sociedad cristiana, enu- lebración de concilios ; c) que la elección de los obis-
mera Rosmini: a) la falta de comunicación espiritual pos será confiada al clero y al pueblo, según la anti-
entre el clero y el pueblo, á causa del uso del latín en gua disciplina , sin perjuicio de la aprobación del
la liturgia y sacramentos; b) la falta de unión y de Soberano Pontífice ; d) que la prensa es libre, pero que
comunicación entre los Obispos por medio de la celebra- una ley reprimirá sus abusos, y que la Iglesia conser-
ción de Concilios; c) la falta de instrucción y de cien- ve el derecho de someterla á censura , pero sin que
cia en el clero inferior; d)e 1 nombramiento de los Obis- esta censura sea sanci onada con penas por parte
pos por el poder civil; e) la falta de independencia del Estado ; ej que la Iglesia , sus administraciones,
sacerdotal, á causa déla dotación recibida del gobierno. sociedades ó personas colectivas que pagan contribu-
Como remedio general para estos males, el autor ción directa al Estado , concurran á las elecciones en
de las Cinco llagas propone la reversión al espíritu y proporción de sus rentas.
prácticas de la Iglesia primitiva ; pero insiste princi- Por lo demás , Rosmini afirma y defiende el poder
palmente en la necesidad de emplear la lengua vulgar temporal del Papa, y afirma y defiende igualmente, no
en las preces y liturgia, á fin de establecer una comu- sólo el derecho , sino la conveniencia y necesidad de
que la Iglesia y sus instituciones posean y a d m i n i s -
Rosmini,—el poder temporal del Papa, la dependencia
tren sus bienes.
excesiva de los sacerdotes con respecto á los obispos,
De lo dicho hasta aquí podemos deducir que el
y de éstos con respecto al Papa; el jesuitismo, ó sea el
filósofo de Roveredo anduvo más acertado al señalar
predominio de éste en la ciencia , el culto y la disci-
las causas del mal que al señalar su remedio.
plina; el celibato eclesiástico en algunos climas; el es-
El uso del latín en la liturgia lleva consigo algu-
tado de ociosidad de una parte del clero, y la inutilidad
nos inconvenientes; pero los inconvenientes y peli-
de algunas de sus instituciones.
gros serían mucho mayores en el caso contrario. Mal
Contra estos pretendidos males, Gioberti propone,
es, y mal grave, la falta de una instrucción superior y
como antídotos y medios de reforma ó regeneración
más universal en el clero; pero este mal sólo puede re-
cristiana, la abolición del poder temporal del Papa;
mediarse devolviendo á los obispos y á la Iglesia sus
división délos sacerdotes en dos clases, una de las cua-
bienes. Mal e s , y mal muy grave, que el poder civil in-
les representaría la ciencia y la otra la acción; reforma
tervenga en el nombramiento de obispos; pero el mal
de la enseñanza teológica, suprimiendo desde luego la
empeoraría si pasara esta intervención al pueblo , á
escolástica; abolición de las prácticas canónicas y del
juzgar por lo que vemos en las elecciones políticas y
culto, que hacen perder mucho tiempo; participación
administrativas.
del Estado en la educación é instrucción de los aspi-
Lo que la Iglesia necesita para luchar contra el mal
rantes al sacerdocio; abolición de los jesuítas; supre-
y vencerle, no son liturgias en lengua vulgar, ni elec-
sión de las órdenes monásticas, que son inútiles, y re-
ciones populares de obispos, ni las demás medidas
forma completa de las restantes; reforma radical de los
casuísticas y de sabor pistoyano que propone el sacer-
cabildos catedrales, en relación con lo que fueron en
dote de Roveredo. Loque la Iglesia necesita y le basta
sus principios; elevación al episcopado de los h o m -
para llenar cumplidamente su misión, es que el Estado
bres más notables por su ciencia y su talento; libertad
le conserve y garantice la libertad de acción y los d e -
y garantías para todas las clases del clero en sus rela-
rechos que le corresponden según el Evangelio, los
ciones con los Obispos y con el Papa; establecimiento
Padres y los Concilios; es que se le devuelvan y garan-
de dos clases de sacerdotes, unos celibatarios y otros
ticen sus bienes y su libre administración.
casados.
Si las reformas propuestas por Rosmini son abso-
Tal es el programa presentado por Gioberti en su
lutamente inaceptables y peligrosas, lo son mucho más
Reforma católica de la Iglesia, que con más justicia
todavía las propuestas por Gioberti en una obra postu-
podría titularse Destrucción de la Iglesia, programa
ma del mismo que lleva el título de Reforma católica de
esencialmente anticristiano y racionalista. Así, no es
la Iglesia. En ella el filósofo piamontés enumera entre
de extrañar que los racionalistas Bertini en su escrito
los males de la Iglesia,—además de los indicados por
Cuestión religiosa, y con más extensión Mamiani en
TOMO IV. 21

r
y propagandistas de las ideas de Krause. En casi t o -
varios de sus libros, y principalmente en el rotulado
das sus obras, que son numerosas, pero especialmente
Renacimiento católico, hayan adoptado el fondo y la
en su Introducción á la metafísica, Tiberghien expone
substancia del programa reformista del filósofo pia-
y defiende las teorías del filósofo alemán, las mismas
montés, sin perjuicio de ampliarlo en algunos de sus
que expone y defiende Ahrens en materia de psicología
p u n t o s , y de modificarlo en otros.
y de derecho.
Estas ideas, que contribuyeron muy eficazmente á
la revolución italiana con sus desmanes políticos y re- En su Física social y demás obras s u y a s , Quételet
ligiosos, fueron resumidas después, como su propia y se mueve dentro de la esfera positivista, al paso que
natural síntesis, en la famosa fórmula de Gavour : La Laurent, en sus Estudios sobre la humanidad, reúne y
Iglesia libre en el Estado libre, fórmula que en la prác- repite cuantas objeciones y diatribas se han dirigido
tica y en la mente de sus autores se resuelve en la contra la religión católica desde Celso hasta Voltaire y
siguiente : La Iglesia liberal en el Estado pagano; es Renán. ¡Parece mentira que en pleno siglo xix se a d m i -
decir: la Iglesia no católica, la Iglesia reducida á una tan como objeciones serias las que presenta Laurent en
religión humana, la Iglesia separada de su principio su obra contra el catolicismo!
sobrenatural y de su jerarquía divina, en el Estado ra- En Holanda, la Filosofía , considerada en sus rela-
cionalista y ateo. ciones con la religión, se halla informada por el pro-
testantismo liberal avanzado, ó , lo que es lo mismo,
se resuelve en un Cristianismo puramente naturalista,
I 65. que apenas se distingue del deismo. Pertenecen á este
género los trabajos de Roorda acerca de la historia de
LA FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA E N LAS DEMÁS la Filosofía , y de una manera más evidente el Manual
NACIONES. de historia comparada de la Filosofía y la religión,
escrito por el pastor protestante Scholten. Sin embar-
go, las ideas dominantes en los libros de Hemsterhuys
El movimiento filosófico-racionalista y anticatólico
y en los de Wyttenbach, los dos anteriores á Roorda y
tuvo y tiene también representantes en las demás
Scholten, se mantienen más alejadas del protestantis-
naciones.
mo naturalista de éstos.
En Bélgica, sin contar á Bordas-Dumoulin, Huet,
Callier y demás representantes del neo-cartesianismo, Al lado de los cuatro citados, deben figurar el nom-
inspirado á la vez en Descartes, en Gousin y en la bre de Opzoomer, autor de varios tratados referentes á
idea cristiana, el movimiento racionalista, si no el lógica , á estética y á la Filosofía de la religión , y el
más importante, á lo menos el más ruidoso, está liga- nombre de Eeusder, que enseñó y defendióla Filosofía
do á los nombres de Ahrens y Tiberghien, defensores platónica.
En Dinamarca marchó primero la Filosofía racio-
tantes son inferiores en celebridad é influencia á los
nalista en pos de Kant y de Schelling, pero después
Bakounine. Empero no por esto debe negarse todo mo-
siguió y sigue con preferencia la dirección hegeliana.
vimiento filosófico en R u s i a , porque , sin contar á
Los principales representantes de ésta última son
Kireiemski, autor de un tratado sobre La necesidad y
Kierhegaard, que parece inclinarse á la izquierda;
la posibilidad de los nuevos principios en Filosofía , y
Nielsen, que también separa completamente la ciencia
sin contar á Pogodine, autor de varios tratados filosó-
de la fe, y Bróchner, el cual, por el contrario, propen-
ficos , merecen mencionarse Pissareff, quien introdujo
de á la derecha hegeliana, estableciendo determinadas
en su patria la doctrina de Comte, convirtiéndose á la
relaciones entre la fe y la Filosofía, á ejemplo de He-
vez en su defensor, y posteriormente, ó sea en nues-
gel y de sus discípulos de la derecha.
tros días , Lessewitsch, el c u a l , en su Ensayo de un
En Suecia , las ideas de Kant hallaron eco y tuvie- análisis critico de los principios fundamentales de la
ron un intérprete en Boéthio, al paso que las teorías de Filosofía positiva, afirma y desenvuelve las ideas y
Fichte y de Schelling eran enseñadas y expuestas por teorías principales de Comte, si bien acompañándolas
Hóyer. Pero el filósofo más notable y sensato de la de ciertas reservas y combinándolas con el criticismo
Suecia contemporánea es Eostró'm, cuya concepción kantiano. Troicki en 1867, y Uschinski en 1871, han
filosófica es como una síntesis de la doctrina de Platón publicado también obras en que exponen y analizan
y de la Filosofía de Leibnitz, con adiciones y modifica- las principales teorías psicológicas de Alemania. El
ciones más ó menos originales. Así, por ejemplo, Bos- segundo de estos admite la existencia de acciones men-
trom enseña que las mónadas inferiores están conte- tales inconscientes.
nidas en las superiores, á la manera que los números
Por lo que hace á la Polonia, además de Ocliorowicz,
pequeños están contenidos en los grandes.
profesor de la universidad de Lemberg y autor de a l -
En Hungría, la Polonia y la Rusia se deja sentir el
g u n o s tratados relacionados también con la psicología,
influjo de la Filosofía alemana , pero predominando
merece mencionarse Suiadecki, que floreció en el primer
generalmente la doctrina y las ideas de Hegel. Los
tercio de este siglo, y que es autor de una Filosofía del
Tipos del pensamiento filosófico contemporáneo en Ale-
entendimiento humano , en la que se declara enemigo
mania , obra curiosa , publicada recientemente por Mi-
de la metafísica en psicología y también en otras
loslawski , contribuirá á difundir en Rusia , y sobre
partes d é l a Filosofía, inclusas las matemáticas, hasta
todo á que sean mejor conocidas las teorías diversas
«1 punto que bien puede apellidarse el precursor de
de la Filosofía germánica. Ya dejamos indicado arriba
Comte.
que las ideas socialistas encarnadas en el nihilismo
En los Estados Unidos, nación positivista , i n d u s -
han echado entre los rusos raíces más- profundas y
trial y comercial, la Filosofía propiamente dicha llama
universales que las ideas filosóficas, cuyos represen-
poco la atención, pudiendo decirse que los estudios
históricos y las ciencias físicas y naturales absorben mos político-sociales de hoy, herederos legítimos de
la atención de los hombres de letras. En relación con aquélla , sino también por parte de la idea racionalis-
esto, las ideas de Bani, Spencer, Darwin, Huxley, ta , representada y encarnada en los diferentes siste-
Hackel, son bastante conocidas y aplicadas en la ense- mas cuya historia acabamos de reseñar desde Kan!
ñanza de las ciencias, y hasta tienen órganos de pro- hasta Büchner, Hackel y Proudhon. El principio divi-
paganda, como la Popular Science Monlhly de Nueva. no que palpita en el fondo del Cristianismo católico,
York. principio del cual recibe también, por espontánea y ló-
En el terreno propiamente filosófico, existen varias gica derivación, savia y vida la Filosofía cristiana, no
direcciones en los Estados Unidos. Al lado de los que tardó en oponerse y luchar contra las corrientes impe-
manifiestan cierta predilección por las ideas de S c h o - tuosas de la revolución y del racionalismo en todas sus
penhauer y H a r t m a n n , hay partidarios de la dirección esferas. Ya desde los comienzos de nuestro siglo apa-
hegeliana , cuyo órgano en la prensa periódica es el rece El Genio del Cristianismo como protesta viva con-
Journal of speculative philosophy , que se publica en tra el neopaganismo social, literario y religioso, y á la
San Luís, y cuyo principal representante es Everett; sombra de este libro, que vino á ser como el Itinera-
hay partidarios del neokantismo, como James; h a y rium mentís in Beum para el siglo x i x , que había sido
partidarios del teismo ecléctico , como Bomen , y hay, arrojado violentamente fuera de las corrientes divinas,
por último, partidarios de la escuela escocesa, c o m b i - inicióse también la reacción cristiana en el terreno
nada y completada con elementos kantianos, como es filosófico, doctrinal y científico. Bonald , De Maistre,
Noali Porter, autor de una psicología escrita en este Frayssinous y Bergier fueron en Francia los primeros
sentido, en la que rechaza y combate las teorías d a r - representantes de esta restauración filosófico-cristiana,
v i n i s t a s y materialistas. continuada y desarrollada después , ora en el terreno
propiamente filosófico, ora también en el teológico, li-
terario, histórico y político-social, por Lamennais, La-
§66. cordaire, Montalembert, P. Félix, Bautain, Grattry,
Maret, Augusto Nicolás, Ozanan y algunos otros.
LA FILOSOFÍA CRISTIANA E N NUESTRO SIGLO.
En mayor ó menor escala, lo mismo acontecía en las
demás naciones europeas, inclusa la Alemania, país
Durante la pasada centuria y en lo que va de la clásico del racionalismo , donde, además de los n o m -
presente, el Cristianismo católico y la Filosofía cris- bres y trabajos de Baader, H e r m e s , Frohschammer,
tiana vienen sufriendo embates tan violentos como Günther, más ó menos relacionados con el movimiento
continuados, no solamente por parte de la fuerza bruta filosófico-cristiano, aparecen promoviendo y perfeccio-
encarnada en la revolución del 89 y en los radicalis- nando este movimiento y la reacción filosófica-cns-
históricos y las ciencias físicas y naturales absorben mos político-sociales de hoy, herederos legítimos de
la atención de los hombres de letras. En relación con aquélla , sino también por parte de la idea racionalis-
esto, las ideas de Bani, Spencer, Darwin, Huxley, ta , representada y encarnada en los diferentes siste-
Hackel, son bastante conocidas y aplicadas en la ense- mas cuya historia acabamos de reseñar desde Kan!
ñanza de las ciencias, y hasta tienen órganos de pro- hasta Büchner, Hackel y Proudhon. El principio divi-
paganda, como la Popular Science Monlhly de Nueva. no que palpita en el fondo del Cristianismo católico,
York. principio del cual recibe también, por espontánea y ló-
En el terreno propiamente filosófico, existen varias gica derivación, savia y vida la Filosofía cristiana, no
direcciones en los Estados Unidos. Al lado de los que tardó en oponerse y luchar contra las corrientes impe-
manifiestan cierta predilección por las ideas de S c h o - tuosas de la revolución y del racionalismo en todas sus
penhauer y H a r t m a n n , hay partidarios de la dirección esferas. Ya desde los comienzos de nuestro siglo apa-
hegeliana , cuyo órgano en la prensa periódica es el rece El Genio del Cristianismo como protesta viva con-
Journal of speculative philosophy , que se publica en tra el neopaganismo social, literario y religioso, y á la
San Luís, y cuyo principal representante es Everett; sombra de este libro, que vino á ser como el Itinera-
hay partidarios del neokantismo, como James; h a y rium mentís in Beum para el siglo x i x , que había sido
partidarios del teismo ecléctico , como Bomen , y hay, arrojado violentamente fuera de las corrientes divinas,
por último, partidarios de la escuela escocesa, c o m b i - inicióse también la reacción cristiana en el terreno
nada y completada con elementos kantianos, como es filosófico, doctrinal y científico. Bonald , De Maistre,
Noali Porter, autor de una psicología escrita en este Frayssinous y Bergier fueron en Francia los primeros
sentido, en la que rechaza y combate las teorías d a r - representantes de esta restauración filosófico-cristiana,
v i n i s t a s y materialislas. continuada y desarrollada después , ora en el terreno
propiamente filosófico, ora también en el teológico, li-
terario, histórico y político-social, por LamenDais, La-
§66. cordaire, Montalembert, P. Félix, Bautain, Grattry,
Maret, Augusto Nicolás, Ozanan y algunos otros.
LA FILOSOFÍA CRISTIANA E N NUESTRO SIGLO.
En mayor ó menor escala, lo mismo acontecía en las
demás naciones europeas, inclusa la Alemania, país
Durante la pasada centuria y en lo que va de la clásico del racionalismo , donde, además de los n o m -
presente, el Cristianismo católico y la Filosofía cris- bres y trabajos de Baader, H e r m e s , Frohschammer,
tiana vienen sufriendo embates tan violentos como Güuther, más ó menos relacionados con el movimiento
continuados, no solamente por parte de la fuerza bruta filosófico-cristiano, aparecen promoviendo y perfeccio-
encarnada en la revolución del 89 y en los radicalis- nando este movimiento y la reacción filosófica-cns-
tiana en sus varias fases y desde puntos de vista dife- criterio filosófico, y hasta puede decirse que agravaron
rentes, Stoiber, Görres, Möhler, Staudenmaier, Kleut- este defecto , porque sus hombres, no contentos con
gen, Pesch, Stöckl, Hettinger, Hefele, Hurter, Kelteler, rechazar en absoluto y de una manera más ó menos
con otros varios. sistemática las ideas modernas, ni siquiera se cui-
Y aquí es justo advertir que el honor de la inicia- daban generalmente de conocerlas y estudiarlas; en lo
tiva, en cuanto á la reacción propiamente filosófica, cual ciertamente no imitaban al citado Roselli, que
corresponde de justicia á la Italia y á la España. Á la había leído y estudiado á fondo los sistemas filosóficos
Italia , porque en ella nació y escribió su Summa phi- que hasta su tiempo habían aparecido.
losophica el ya antes citado dominico Roselli (P. Sal- Á nuestro modo de ver, el defecto capital de la F i -
vador María); á la España , porque, apenas publicada, losofía escolástico-cristiana, ó , si se quiere, de sus
se hizo en Madrid una edición, que no tardó en agotar- representantes á contar desde el Renacimiento, consis-
se , habiendo sido recibida con grande aplauso en las te precisamente en esto: consiste en haberse hecho la
escuelas y por los hombres de letras. En esta obra, que ilusión de que los sistemas erróneos y anticristianos
consta de seis volúmenes , el autor no se limita á ex- dejarían de ser y de producir estragos en las almas y
poner la Filosofía de Santo Tomás , sino que refuta al en la sociedad, sólo porque ellos les negaban el agua y
propio tiempo las opiniones y teorías de muchos filó- el fuego en las escuelas, tapando los oídos para no oir
sofos antiescolásticos , y especialmente las de los par- sus ecos, cuando precisamente debía buscarse remedio
tidarios del racionalismo en sus diversas fases , p a n - contra sus errores por medio de su refutación en las
teista, sensualista, materialista y ateísta. El autor, escuelas y en los libros. Y dicho se está de suyo que
que poseía una erudición tan vasta como escogida y la refutación, si ha de ser razonada y sólida , si ha de
sólida , enriqueció su obra con notas muy numerosas responder á sus fines, exige y presupone el conoci-
y extensas, que avaloran no poco este libro, cuya lec- miento y estudio de la materia. Lo que no se conoce,
tura es útil y provechosa aún hoy para los que desean no puede r e f u t a r s e , y la Iglesia , que está en su per-
conocer á fondo la Filosofía de Santo Tomás en sus re- fecto derecho , y que obra con exquisita prudencia al
laciones con la Filosofía moderna, á contar desde Des- prohibir la lectura de ciertos libros á la generalidad de
cartes hasta el último tercio del siglo pasado. El único los fieles, desea y facilita su lectura y estudio á los
defecto de que adolece, en nuestro sentir , la obra del que se hallan en condiciones favorables , ó suficientes
P. Roselli, es su criterio estrecho, ó, digamos, dema- al menos, para combatir contra el error. En todo caso,
siado tomistico, principalmente en las cuestiones de la Summa philosophica, ad mentem Angelici Doctoris,
física. Las escuelas españolas é italianas, sometidas escrita y publicada por Roselli en el último tercio del
por mucho tiempo á la influencia preponderante de este siglo de la Enciclopedia y de Voltaire, significa y de-
libro, se resintieron de esta falta de amplitud en el muestra que la Filosofía de Santo Tomás se anticipó,
en cierto modo, á las d e m á s , que preparó el terreno é últimos al exponer el movimiento de la Filosofía cris-
inició la restauración cristiana en el orden propiamente
tiana en el siglo presente , entiéndase que sólo lo ha-
filosófico.
cemos en el sentido indicado , por cuanto la mención
Bajo el nombre de Filosofía cristiana comprendo de esos nombres y doctrinas es conveniente para for-
aquí la filosofía que admite en principio la subordina- mar cabal idea del proceso y vicisitudes de la Filosofía
ción déla razón humana á la razón divina, manifestada cristiana, sin que sea nuestro ánimo colocar esos nom-
por medio de la Iglesia católica, siquiera en la práctica bres entre los representantes genuínos y legítimos de
se haya apartado alguna vez de este camino, enseñan-
esta Filosofía.
do algunas tesis incompatibles con la doctrina pura y
En la reseña histórica que de ésta vamos á presen-
completa del catolicismo.
tar , seguiremos el método que acabamos de aplicar á
Porque la verdad es que en el fondo del cuadro que la Filosofía racionalista , ó , lo que es lo mismo, h a -
representa y contiene el movimiento de la Filosofía bremos de combinar el principio geográfico y político
cristiana en nuestro siglo, descúbrense direcciones di- con el principio genético de los sistemas. Porque ya
ferentes y hasta encontradas ú opuestas , no faltando dejamos apuntado que el movimiento de la Filosofía
algunas que salen realmente fuera del cuadro de la Fi- cristiana en nuestro siglo ofrece teorías diversas y di-
losofía verdaderamente cristiana , y que sólo reciben recciones variadas. Las principales entre estas últimas
esta denominación á causa de la preferencia que con- son la tradicioualista, la ontológica, la escolástico-
ceden á ciertas teorías, tesis é ideas tomadas del Cris- tomista, la platónico-cartesiana , sin contar la que se
tianismo, que abundan en su concepción filosófica. mantiene en un terreno más ó menos ecléctico é i n d e -
Así vemos que, al lado de los filósofos de ortodoxia pendiente.
pura y totalmente católica, hay otros que, conservan-
do el fundo substancial de la idea católica , la desvir-
túan y desfiguran en parte con ideas, tendencias y i 67.
direcciones que entrañan sabor algún tanto racionalis-
ta y heterodoxo, ideas y tendencias que en algunos LA FILOSOFÍA CRISTIANA EN ALEMANIA.—BAADER.

franquean, por último, la línea divisoria, abandonan-


do el terreno de la Filosofía católica para entrar en el A la última clase de representantes de la Filoso-
terreno que pudiéramos llamar cristiano-racionalista, fía cristiana que acabamos de mencionar, pertenece
porque pretende amalgamar y fundir elementos cris- Baader, en cuyas concepciones dominan ideas y teo-
tianos y racionalistas, sin reparar que son elementos rías pertenecientes á la Filosofía cristiana , y hasta una
realmente incompatibles. parle de los dogmas teológicos; pero todo ello más ó
Si mencionamos el nombre y la doctrina de estos menos desfigurado y amalgamado con ideas y teorías
•extrañas é incompatibles con la verdadera Filosofía Baader admite la inmortalidad del a l m a , pero en
católica. relación con sus teorías origenistas y teosóficas acerca
Baader (1765-1841), en efecto, admite los dogmas del estado primitivo del hombre y de las consecuen-
cristianos, y hasta los llama prototipos y principios cias del pecado original, supone que al separarse de
orgánicos del conocimiento humano; pero al propio este cuerpo terrestre conserva otro más sutil.
tiempo desfigura completamente el sentido católico de La teoría del conocimiento está en consonancia con
algunos de ellos, como sucede con los dogmas del pe- las demás teorías de Baader. La ciencia humana está
cado original, de la encarnación y de las penas del i n - en íntimas relaciones con la ciencia divina, de la cual
fierno. Apoyándose en que los dogmas contienen dos depende hasta tal punto que puede considerarse como
elementos, uno permanente y otro progresivo, modifica una participación de ésta. Nuestro pensamiento sólo
y desfigura su sentido y alcance por medio de interpre- es posible á condición de estar unido al pensamiento
taciones é ideas inaceptables en su mayor parte. divino, con el cual comunican y del cual dependen
Así, por ejemplo, Baader admite la creación, pero continuamente el pensamiento y el saber del hombre,
una creación que equivale al desarrollo ó manifesta- así como comunican y dependen su existencia y con-
ción temporal de Dios en la región exterior (Fortset- servación. En realidad, el saber humano es con-ciencia
zung Gottcs in der zeitlichcn Offenlarungs regiónj, ó, (Mitwissen) más bien que ciencia; es saber en Dios y
como si decimos, en su vida externa, en su acción'ad con Dios, saber humano-divino, más bien que saber
extra. Admite y defieude que Dios es un ser trascen- propio y personal.
dente, pero pretendiendo conciliario con la i n m a n e n - La base y como la substancia primera del conoci-
cia del mismo en el universo. miento humano es una relación entre Dios que da la
Á este tenor Baader expone y modifica los dogmas ciencia y el hombre que la recibe; de manera que la
cristianos, acercándose más á la teosofía de Bohme ciencia humana es como una especie de comercio real
que a la teología católica, á pesar de sus protestas y y personal entre Dios y el hombre. La lógica es la doc-
aspiraciones á conciliar la Filosofía con el Cristianismo trina del Logos, es decir, la revelación de Dios como
positivo y católico. Por otra parte, el filósofo alemán, idea en el espíritu humano.
al mismo tiempo que se propone defender al catolicis- La caída de los ángeles y del hombre se verificó,
mo, intenta separar su causa de la causa del Papa y según Baader, en un mundo primitivo, anterior y s u -
rechaza la infalibilidad de éste. ' perior al actual, y este comenzó á ser á consecuencia
En cambio echa en cara á los fundadores del p r o - de la caída del hombre, y á esta materialización del
testantismo , que lo que afirmaron é introdujeron en la mundo se refiere la creación ú obra de los seis días|del
religión no fué un principio reformador, sino un prin- Génesis.
cipio revolucionario. En este p u n t o , como en algunos otros de la doc-
trina de Baader, es muy difícil alcanzar y fijar su cia ó conocimiento de la naturaleza, tiene muchos pun-
pensamiento verdadero, porque éste se halla como d i -
tos de contacto con la de Schelling, con quien mantuvo
seminado en multitud de escritos incompletos y p a r -
relaciones de sociedad y doctrinales. Algunos suponen,
ciales, y, sobre todo, porque es casi siempre obscura y
no sin fundamento, que Schelling tomó de los escritos
ambigua la significación que da á sus palabras, no
de Baader algunas de las ideas más importantes y ori-
siendo raro verlas usadas en sentidos totalmente di-
ginales que expone en sus obras referentes á la Filoso-
ferentes.
fía de la naturaleza, y principalmente en la que lleva
Sin embargo, sus errores y desviaciones graves con por título Weltseele.
respecto al catolicismo pudieran considerarse como Pero Baader no se distinguió sólo por la originali-
retractados implícitamente, toda vez que antes de mo-
dad relativa de sus ideas en el terreno de las ciencias
rir recibió los últimos Sacramentos de la Iglesia ca-
físicas. Baader fué además uno de los talentos más lú-
tólica.
cidos , uno de los entendimientos más profundos y
Al lado de la armonía relativa con el catolicismo sensatos que florecieron en la primera mitad de n u e s -
que ofrece la Filosofía de Baader, ofrece también algu- tro siglo. En medio de la fermentación de los espíri-
nos otros puntos de vista importantes. Sus obras, e n - tus provocada por la doctrina kantiana; en medio de
tre las cuales figura la que lleva por título Extrava- los entusiasmos y exageraciones idealistas de Fichte
gancia, al soluta de tarazón práctica de ICant, y algunas y H e g e l ; en medio de la lucha y las disputas entre
otras escritas en análogo sentido, colocan desde luego kantianos y antikantianos , entre idealistas y n a t u r a -
á Baader entre los adversarios é impugnadores más listas , el filósofo de Munich supo conservar la inde-
caracterizados de la doctrina kantiana, distiuguiéndose pendencia y la serenidad propias de los espíritus s u p e -
principalmente por sus profundos y vigorosos ataques riores.
contra el aspecto y las conclusiones idealistas del cri- Así es que, mientras por una parte ponía de mani-
ticismo trascendental del filósofo de Kce.nigsberg. fiesto con irrebatibles argumentos el lado flaco de la
Pero más que por sus impugnaciones de algunas doctrina de Kant, sus grandes vicios y funestas tenden-
teorías é ideas de K a n t , Baader se hizo notable por cias , reconocía á la vez su mérito relativo y la i m p o r -
cierta originalidad de pensamiento en orden á las cien- tancia de algunas de sus partes ó aspectos. Lejos de
cias físicas, no menos que por su tendencia al misti- seguir el ejemplo de Fichte y Hegel y de convertir la
cismo de Bolime en materias filosófico-teológicas. Filosofía en un juego de la imaginación, en una con-
Hoffmann, su principal discípulo, reunió y publicó, cepción apriorística y fantástica , Baader discute y
algunos años después de la muerte de Baader, las obras analiza con calma y con lógica real cada uno de los
de su maestro, que forman diez y seis volúmenes. La problemas fundamentales de la Filosofía.
doctrina de Baader, en la parte que se refiere á la cien-
La pretendida autonomía, atribuida por Kant á la
razón y á la voluntad en el hombre , es rechazada por y sus discípulos; porquela voluntad divina, como expre-
Baader, como contraria á la naturaleza y á los derechos sión de la ley eterna, nada tiene de común con la v o -
de Dios, y C omo contraria también á los hechos obser- luntad inmanente é inconsciente de Schopenhauer y
vados en ] a conciencia y por la conciencia. Hartmann.
Aunque no podemos demostrar científicamente la
existencia y atributos de Dios, éste se manifiesta y re- 68
I -
vela de u n a manera clara y evidente por medio de su
acción y presencia en el entendimiento y voluntad.
FROHSCHAMMER.
Esta unión íntima de Dios con el h o m b r e , esta pre-
sencia experimental, divina , por decirlo a s í , no da
derecho alguno para identificar al hombre con Dios, La concepción filosófica de F r o h s c h a m m e r , sin
como pretende el panteísmo, sino que Dios debe con- apartarse tanto como la de Baader de la Filosofía orto-
cebirse y es una persona r e a l , un legislador moral con doxamente católica, contiene, sin embargo, ideas y
respecto al hombre, existiendo además distinción real tendencias nada en armonía con ésta. Dominado por la
y substancial entre los seres finitos ó mundanos y Dios, idea de explicar el origen y el proceso de los seres que
q u e es su Creador.
constituyen el mundo en sentido monístico inmanente,
Porque Dios ha creado todas las cosas, y principal- idea que palpita en el fondo de la Filosofía novísima,
mente al hombre, para manifestar su poder y perfeccio- el filósofo alemán cree encontrar el principio creador
nes. El hombre es la substancia más semejante á Dios, y organizador del mundo todo en la imaginación. Es-
y su perfección, lo mismo que su deber, consisten en tablecer y probar esta teoría es el objeto, y forma el
aproximarse y asemejarse más y más á Dios. El mal contenido de una parte de sus escritos, y principal-
no procede de Dios , sino del hombre ó de su voluntad, mente del que lleva por título La imaginación como
que obra contra el orden establecido y contra la lev principio fundamental del desarrollo del mundo. Las
moral. •' afirmaciones y conclusiones generales de esta obra
La vida, según Baader, es una armonía de fuerzas, pueden resumirse en los siguientes términos:
no siendo fácil fijar el sentido real de esta expresión, La imaginación es una fuerza primitiva é inma-
como tarupocolo es comprender supensamiento cuando nente en el mundo con respecto á las demás fuerzas y
dice que la voluntad es la raíz primera de la vida y de la manifestaciones de la realidad ó del ser que se verifi-
naturaleza (Schopenhauer), á no ser que aluda á la v e can en éste, y, por consiguieute, debe concebirse como
iuntad divina como expresión de la ley eterna. En este la causa creadora de las demás fuerzas cósmicas , y
ultimo caso, y a no debería ni podría ser mirado como como el principio universal de las fases ó evoluciones
precursor é inspirador de la teoría de Schopenhauer diferentes y progresivas que se verifican en el mundo
TOMO iv. 22
razón y á la voluntad en el hombre , es rechazada por y sus discípulos; porquela voluntad divina, como expre-
Baader, como contraria á la naturaleza y á los derechos sión de la ley eterna, nada tiene de común con la v o -
de Dios, y como contraria también á los hechos obser- luntad inmanente é inconsciente de Schopenhauer y
vados en la conciencia y por la conciencia. Hartmann.
Aunque no podemos demostrar científicamente la
existencia y atributos de Dios, éste se manifiesta y re-
vela de una manera clara y evidente por medio de su
acción y presencia en el entendimiento y voluntad.
FROHSCHAMMKR.
Esta unión íntima de Dios con el h o m b r e , esta pre-
sencia experimental, divina , por decirlo a s í , no da
derecho alguno para identificar al hombre con Dios, La concepción filosófica de F r o h s c h a m m e r , sin
como pretende el panteísmo, sino que Dios debe con- apartarse tanto como la de Baader de la Filosofía orto-
cebirse y es una persona r e a l , un legislador moral con doxamente católica, contiene, sin embargo, ideas y
respecto al hombre, existiendo además distinción real tendencias nada en armonía con ésta. Dominado por la
y substancial entre los seres finitos ó mundanos y Dios, idea de explicar el origen y el proceso de los seres que
q u e es su Creador.
constituyen el mundo en sentido monístico inmanente,
Porque Dios ha creado todas las cosas, y principal- idea que palpita en el fondo de la Filosofía novísima,
mente al hombre, para manifestar su poder y perfeccio- el filósofo alemán cree encontrar el principio creador
nes. El hombre es la substancia más semejante á Dios, y organizador del mundo todo en la imaginación. Es-
y su perfección, lo mismo que su deber, consisten en tablecer y probar esta teoría es el objeto, y forma el
aproximarse y asemejarse más y más á Dios. El mal contenido de una parte de sus escritos, y principal-
no procede de Dios , sino del hombre ó de su voluntad, mente del que lleva por título La imaginación como
que obra contra el orden establecido y contra la ley principio fundamental del desarrollo del mundo. Las
moral. afirmaciones y conclusiones generales de esta obra
La vida, según Baader, es una armonía de fuerzas, pueden resumirse en los siguientes términos:
no siendo fácil fijar el sentido real de esta expresión' La imaginación es una fuerza primitiva é i n m a -
como tampoco lo es comprender su pensamiento cuando nente en el mundo con respecto á las demás fuerzas y
dice que la voluntad es la raíz primera de la vida y de la manifestaciones de la realidad ó del ser que se verifi-
naturaleza (Schopenhauer), á no ser que aluda á la vo- can en éste, y, por consiguiente, debe concebirse como
luntad divina como expresión de la ley eterna. En este la causa creadora de las demás fuerzas cósmicas , y
último caso, ya no debería ni podría ser mirado como como el principio universal de las fases ó evoluciones
precursor é inspirador de la teoría de Schopenhauer diferentes y progresivas que se verifican en el mundo
tomo iv. 22
razón y á la voluntad en el hombre , es rechazada por y sus discípulos; porquela voluntad divina, como expre-
Baader, como contraria á la naturaleza y á los derechos sión de la ley eterna, nada tiene de común con la v o -
de Dios, y como contraria también á los hechos obser- luntad inmanente é inconsciente de Schopenhauer y
vados en la conciencia y por la conciencia. Hartmann.
Aunque no podemos demostrar científicamente la
existencia y atributos de Dios, éste se manifiesta y re-
vela de una manera clara y evidente por medio de su
acción y presencia en el entendimiento y voluntad.
FROHSCHAMMKR.
Esta unión íntima de Dios con el h o m b r e , esta pre-
sencia experimental, divina , por decirlo a s í , no da
derecho alguno para identificar al hombre con Dios, La concepción filosófica de F r o h s c h a m m e r , sin
como pretende el panteísmo, sino que Dios debe con- apartarse tanto como la de Baader de la Filosofía orto-
cebirse y es una persona r e a l , un legislador moral con doxamente católica, contiene, sin embargo, ideas y
respecto al hombre, existiendo además distinción real tendencias nada en armonía con ésta. Dominado por la
y substancial entre los seres finitos ó mundanos y Dios, idea de explicar el origen y el proceso de los seres que
q u e es su Creador.
constituyen el mundo en sentido monístico inmanente,
Porque Dios ha creado todas las cosas, y principal- idea que palpita en el fondo de la Filosofía novísima,
mente al hombre, para manifestar su poder y perfeccio- el filósofo alemán cree encontrar el principio creador
nes. El hombre es la substancia más semejante á Dios, y organizador del mundo todo en la imaginación. Es-
y su perfección, lo mismo que su deber, consisten en tablecer y probar esta teoría es el objeto, y forma el
aproximarse y asemejarse más y más á Dios. El mal contenido de una parte de sus escritos, y principal-
no procede de Dios , sino del hombre ó de su voluntad, mente del que lleva por título La imaginación como
que obra contra el orden establecido y contra la ley principio fundamental del desarrollo del mundo. Las
moral. afirmaciones y conclusiones generales de esta obra
La vida, según Baader, es una armonía de fuerzas, pueden resumirse en los siguientes términos:
no siendo fácil fijar el sentido real de esta expresión' La imaginación es una fuerza primitiva é i n m a -
como tampoco lo es comprender su pensamiento cuando nente en el mundo con respecto á las demás fuerzas y
dice que la voluntad es la raíz primera de la vida y de la manifestaciones de la realidad ó del ser que se verifi-
naturaleza (Schopenhauer), á no ser que aluda á la vo- can en éste, y, por consiguiente, debe concebirse como
luntad divina como expresión de la ley eterna. En este la causa creadora de las demás fuerzas cósmicas , y
último caso, ya no debería ni podría ser mirado como como el principio universal de las fases ó evoluciones
precursor é inspirador de la teoría de Schopenhauer diferentes y progresivas que se verifican en el mundo
tomo iv. 22
al principio en la materia, fuerza de cuya acción y des-
y que constituyen los diferentes seres y grados de ser
arrollo debe nacer el árbol del mundo, con su tronco,
que en éste observamos.
r a m a s , hojas y frutos , así como de la fuerza latente
Esta imaginación , considerada subjetivamente , ó
en la semilla nace y crece el árbol con todas sus partes.
sea en cuanto se revela en el h o m b r e , es una fuerza
Como se ve por estas indicaciones , la teoría de
creadora de imágenes , que aparecen en la conciencia
Frohschammer coincide hasta aquí con las diferentes
como sus elementos y manifestaciones primeras. Es
teorías excogitadas por el panteísmo idealista, y prin-
anterior y superior radicalmente á todas las demás fa-
cipalmente con la de Hegel y la de Schopenhauer. Lo
cultades y fuerzas del espíritu , ora se trate de las
que es para el primero la Idea y para el segundo la
facultades de conocimiento, ora de las afectivas , sin
Voluntad , es para Frohschammer la Imaginación por
excluir la voluntad, de manera que á ella están subor-
lo que se refiere á la constitución y desarrollo del
dinadas las funciones diversas de la sensibilidad , de
mundo por medio de un principio inmanente.
la voluntad y del entendimiento. Ella es la que nos
pone en contacto con la realidad del mundo externo; Pero Frohschammer, después de recorrer una parte
ella es la que da origen á la memoria ; ella es la que de su camino en compañía de Hegel y Schopenhauer,
explica y hace posible la asociación de ideas y pensa- se separa de ellos de una manera brusca y radical, no
mientos ; ella es la que une y separa, y , por consi- solamente al admitir una distinción real y s u b s t a n -
guiente, la que hace posible la comparación de ideas cial entre la materia y el espíritu, sino más princi-
y la existencia de juicios y raciocinios. El entendi- palmente porque reconoce la necesidad de admitir la
miento no es más que la misma imaginación , según existencia de u n Dios infinito y personal, principio
que ésta adquiere y posee la conciencia de su fuerza trascendente y verdaderamente creador, porque lo es
creadora , y según que descubre en la misma las leyes también deesa imaginación que crea, ó , mejor dicho,
del pensamiento. desenvuelve y organiza el mundo. En s u m a : Frohs-
chammer admite un principio inmanente del mundo,
Considerada objetivamente, ó como ser real y obje-
pero subordinado á la ley y al plan final, depositado
tivo ó cósmico, debe concebirse la imaginación como
en él por otro principio superior, y principio creado
el principio organizador del mundo en todas sus fases
por otro principio trascendente y superior y anterior,
y manifestaciones, desde la materia cósmica hasta
que es Dios. En este concepto, y desde este punto de
el hombre de la ciencia y de la civilización : es una
vista , la teoría de Frohschammer se acerca á la Filo-
idea que se realiza á sí misma en el mundo y por m e -
sofía cristiana, y representa un ensayo de conciliación,
dio del mundo, con sujeción á un plan teleológico y por
no desprovisto de originalidad, entre la teoría monísti-
medio de u n proceso ascendente, pero gradual y orde-
co-inmanente y la teoría monístico-trascendente.
nado. La imaginación en este orden objetivo y real, es
una fuerza creadora universal, inmanente ó encerrada Si en el terreno cosmológico Frohschammer no mar-
cha por las corrientes propias de la Filosofía cristiana,
sucede en parte lo misino en el terreno antropológico, librado buenas batallas contra Vogt y otros materialis-
en el cual rechaza la creación de las almas racionales tas, especialmente en sus dos obras rotuladas Alma del
ex nihilo, é intenta explicar el origen de éstas por me- hombre y Fisiología la una, y la otra El Cristianismo y
dio de la teoría generacianista. Dios realizó por su parte las modernas ciencias naturales.
la idea completa de la humanidad al crear al primer
hombre, depositando en la m i s m a , ó comunicándole I 69.
entonces la fuerza inmanente de propagación, para des-
envolverse y multiplicarse en los individuos por medio HERMES Y GORRES.

de esa facultad de propagación , que viene á ser como


una fuerza creadora, secundaria y participada. Tratándose del movimiento filosófico-cristiano en
Por lo demás, la hipótesis generacianista es una la Alemania de nuestro siglo, sería injusto p a s a r e n
hipótesis lógica desde el punto de vista filosófico de silencio los nombres de estos dos escritores católicos.
Frohschammer; porque la verdad es que esa fuerza in- Cierto es que Hermes y Górres no son dos filósofos en
manente de propagación responde á la fuerza inma- el sentido propio de la palabra; pero la teoría filosófi-
nente universal representada por la imaginación como co-teológica del primero y los escritos de todo género
principio del mundo y de sus seres. y sobre diferentes materias del segundo , contienen
Además de las ideas erróneas y de las tendencias múltiples y estrechas relaciones con la Filosofía cris-
anticatólicas hasta aquí indicadas, palpita en el fondo tiana , y contribuyeron no poco á la fermentación y
de la doctrina de Frohschammer una idea capital, que choque de las ideas cristianas entre sí y con las ideas
bastaría por sí sola para colocar al escritor alemán fuera protestantes y racionalistas.
del terreno propio de la Filosofía genuínamente orto- Hermes (Jorge, 1775-1831) comenzó su carrera de
doxa ó católica. Esta idea capital no es otra que la que escritor en 1805, con la publicación del opúsculo t i t u -
enturbió la mente y extravió la pluma de los Abelar- lado : De la verdad interior del Cristianismo. Las ideas
dos y Lulios en los tiempos antiguos, de los Hermes y vertidas en este opúsculo contienen ya el gérmen y
Günther en los modernos; la idea de hacer entrar den- las líneas generales del sistema que desarrolló después
tro de la esfera propia de la razón humana la demostra- en su Introducción filosófica á la teología cristiana,
ción de los misterios todos de la fe; la pretensión de sistema que recibió ulteriores desenvolvimientos y
convertir el contenido interno y real de estos misterios aplicaciones en su Introducción positiva y en su Dog-
en objeto de la especulación racional y de la ciencia mática.
humana. Propúsose Hermes fundar filosóficamente el Cris-
Frohschammer tiene sobre todo el mérito de haber tianismo, ó , más claro, conocer y demostrar científi-
camente la verdad católica en todas sus partes ó gra-
dos , desde el dogma más elevado y misterioso hasta gorio XVI en 1835. Cuando apareció el Breve conde-
la conclusión teológica. Para conseguir este resultado, nando varias proposiciones de Hermes , éste había ya
Hermes aplicó á la teología la duda metódica que Des- muerto; pero algunos de sus discípulos, entre los cua-
cartes había aplicado á la Filosofía. «Es preciso , es- les se distinguieron B r a u n y Elvenich, trataron de pro-
cribe el autor de la Introducción positiva,, que, mientras b a r , á imitación d é l o s antiguos jansenistas, que las
examinamos los diferentes sistemas de teología y re- doctrinas ó proposiciones reprobadas por la Santa Sede
ligión , y mientras que no hayamos llegado á recono- no habían sido enseñadas por su maestro.
cer su certeza, nos libremos teóricamente de todos ellos, E n nuestra opinión, Hermes, que murió en el seno
considerándolos como igualmente importantes é indife- de la Iglesia católica, y que fué hombre de costumbres
rentes. Esta imparcialidad se funda en la viva convicción intachables, concedió demasiada importancia á la duda
de que ningún sistema,lomismo el catolicismo ó cristia- metódica de Descartes, y se dejó influir á la vez por el
nismo que cualquiera otro, no es verdadero por el sólo criticismo k a n t i a n o , y aquí debe buscarse el origen de
hecho de haber nacido en tal ó cuál confesión religio- sus errores y de su sistema teológico. En el fondo de
sa, y en la convicción también de que obramos justa éste no sería difícil descubrir algunas ideas y tenden-
y santamente cuando adoptamos el sistema á que nos cias tomadas de las obras de K a n t , y principalmente
conduce nuestra razón ; porque la razón es la guía de la que lleva por título: La religión dentro de los li-
única que nos da el Autor de nuestro ser al entrar en mites de la razón pura.
este mundo, al paso que la voz de nuestra conciencia El movimiento filosófico católico realizado en Ale-
nos grita que debemos seguir á esa razón adonde quie- mania durante el presente siglo , debe no poco á Gór-
ra que nos lleve.» res, escritor tan fecundo como hábil, y defensor de la
Como se ve por este pasaje, que resume la substan- Iglesia católica contra protestantes , incrédulos , racio-
cia ó esencia toda del sistema hermesiano, su autor, nalistas y políticos perseguidores de la Iglesia, los cua-
en vez de subordinar la razón humana á la razón di- les, por cierto, se ensañaron contra él en más de una
vina y á la palabra revelada por Dios, como e x í g e l a ocasión. Campeón incansable de los intereses católicos
naturaleza de la verdad revelada, y como enseña la teo- y de la libertad de la Iglesia, recorrió las provincias
logía católica , subordina, por el contrario, la verdad germánicas, que se conmovieron en sentido católico al
dogmática á la opinión filosófica , y la revelación divina impulso de sus libros, de sus folletos, de sus cartas,
a la razón h u m a n a . A s í , no es de extrañar que , colo- de sus discursos, de sus protestas, d e s ú s revistas, de
cado en esta pendiente tan peligrosa, Hermes incu- sus periódicos, con los cuales inundó y agitó profun-
rriera en graves inexactitudes, en cuanto á la forma y damente á su patria, atrayéndose á la vez muchos y
al fondo, acerca de no pocos dogmas cristianos, y que valiosos discípulos y admiradores, que continuaron su
sus obras fueran puestas en el índice por el Papa Gre- obra de restauración cristiana.
Hombre de genio universal y de actividad prodigio- del alma por ciertos espíritus superiores, diferentes de
sa, Gorres cultivó casi todos los ramos del saber, siendo los espíritus elementales que fabrican el cuerpo externo
imposible enumerar aquí ni siquiera sus publicaciones y visible.
más importantes. Que si en los primeros años de su b) Que aunque este cuerpo externo y visible se
vida literaria escribió, entre otros varios libros, uno ti- descompone ó destruye en la muerte, el cuerpo sutil
tulado Fe y Ciencia, y escribió Aforismos sobre la Or- y superior permanece unido al alma, la cual, en virtud
ganologia, y una Exposición de la Fisiología, pocos de esto, puede aparecerse en forma de fantasma; y esto,
años después escribía su grande Historia de los mitos no solamente después de la muerte, sino durante la
del mundo asiático, y después de reunir y publicar vida, separándose por algún tiempo el cuerpo sutil
fragmentos de los Nibelunghi, producía gran f e r m e n - con el alma del cuerpo grosero, según acontece pro-
tación entre sus compatriotas con su libro La Alemania bablemente en el sueño magnético y en ciertos estados
y la Revolución, en el cual demostraba con la historia nerviosos.
en la m a n o , que una restauración sin Dios y sin Igle- cj Que ciertos hombres poseen naturalmente la fa-
sia, es y será siempre una restauración estéril é impo- cultad de producir voluntaria ó involuntariamente con
tente para evitar la revolución. Más adelante, y mien- sus miradas la salud, la enfermedad, y hasta la muerte
tras que con una mano publicaba las Hojas históricas en otros hombres.
y políticas, y combatía á los Strauss, y aterraba á los
Gorres, que, no sólo admite la realidad de estos he-
Marheinecke y á los Bruno, escribía con la otra su fa-
chos, sino de otros más extraordinarios y fabulosos,
mosa Mística cristiana, que es el libro que más se r e -
como la existencia de vampiros ó cadáveres que atraen
laciona con la Filosofía católica, en razón á las cues-
y chupan la sangre de sus parientes , hechos que pre-
tiones antropológicas, fisiológicas y físicas que en él
tende explicar por las solas fuerzas de la naturaleza, con
se ventilan, y de las ideas que allí se apuntan acerca
exclusión de toda intervención de Dios y del demonio.
de Dios y de sus atributos.
En medio de su valor indisputable, esta obra de §70.
Gorres contiene algunas ideas y teorías que tienen más
afinidad con las ideas de Schelling y del espiritismo, FIÜNTHER.
que con las ideas y teorías de la Filosofía católica. La
cual no admite ni puede admitir con el autor de la
Nació este notable filósofo en Lindenau de Bohemia
Mística Cristiana :
en 1785. Aunque en su juventud entró en la Compañía
a) Que en el hombre, además del cuerpo ordinario, de J e s ú s , salió antes de profesar, se ordenó de sacer-
ó visible y grosero, hay otro más s u t i l , compuesto de dote , y habiendo pasado la mayor parte de su vida en
fluidos imponderables, y fabricado bajo la dirección Viena enseñando y escribiendo, falleció en 1861, según
Stóckl, pero su biógrafo y discípulo Knoodt pone su No hay razón ó motivo racional para establecer s e -
muerte dos años más tarde. De todos modos , Günther paración ni distinción real entre las verdades del orden
murió en el seno de la Iglesia católica, porque se so- natural y los misterios de la fe, ni para considerar á es-
metió al fallo y autoridad de ésta cuando sus escritos tos últimos como superiores á la razón. Éstos pueden
fueron puestos en el índice y reprobado su sistema. ser y son comprendidos y hasta perfeccionados científi-
Esta reprobación tuvo lugar en 1857, cuando Günther camente, no en verdad con respecto al cómo de los mis-
había publicado casi todas sus obras, entre las cuales m o s , pues éste permanece siempre secreto, sino con
ocupan lugar preferente, desde el punto de vista filosó- respecto al por qué. De manera que la razón humana,
fico, y como expresión del sistema propio de Günther,- ' considerada en sí misma y con sus propias fuerzas, es
su Introducción á la Teología especulativa, publicada capaz de conocer y demostrar estos misterios; y si hoy
en 1828, su Cena del peregrino (1830), la titulada El el espíritu humano no alcanza este conocimiento per-
justo medio en la Filosofía alemana, publicada en 1838, fecto , es porque el pecado original debilitó sus fuerzas
Euristeo y Heracles, criticas y meditaciones metalógi- y obscureció la luz de la razón. De aquí la necesidad de
cas, que lo fué cinco años más tarde, á las cuales pueden la revelación divina con relación á esos misterios, la
añadirse su Cabeza de Jano con respecto á la Filosofía y cual es sólo una necesidad hipotética. La doctrina por
la Teología, sin contar otros escritos no tan relacio- medio de la cual Jesucristo puso al mundo en posesión
nados con la Filosofía , y sin contar la revista Lydia, de la razón y de la verdad, los dogmasdel Cristianismo
órgano oficial del gunteranismo, que se publicó en no entrañan una doctrina incomprensible en si misma
Yiena. para la razón h u m a n a , sino accidentalmente, á causa
El principio fundamental del sistema de Günther del pecado. De todo lo cual se infiere que la Filosofía
coincide en el fondo, ó al menos tiene mucha afini- y la Teología especulativa son una misma cosa en el
dad con el principio de Hegel; pues si bien el primero fondo, tienen el mismo objeto y el mismo método.
no afirma de una manera explícita , como el segundo, En todos los órdenes del conocimiento h u m a n o , la
la identidad real y substancial entre el pensar y el ser, fe ó la creencia precede y sirve como de condición ó
enseña que todo ser encierra la determinación á conver- fundamento para la ciencia. En la esfera cristiana se
tirse en cosa ó ser pensante, y que la conciencia es la verifica lo m i s m o ; de manera que la fe en el objeto re-
forma esencial de la vida de todo ser. velado por el testimonio de Dios y de su Iglesia, no hace
Günther discute y resuelve los principales proble- más que preparar y facilitar el procedimiento cientí-
mas filosóficos, comenzando por las relaciones entre la fico , por medio del cual el espíritu humano conoce y
fe y la razón, entre la Filosofía y la Teología. Vamos comprende el contenido de la revelación, derivándolo
á resumir y condensar los principales puntos de su de Dios, como fundamento supremo que es de todo ser
concepción filosófica. y de lodo hecho. Por medio de este conocimiento cien-
Pero volvamos al terreno filosófico. La creación es
tífico, la fe deja de existir como tal; lo que antes se
posición de una substancia esencialmente diferente de
presentaba como hipótesis, se convierte en tesis cien-
la substancia divina ; sin embargo, aunque puede lla-
tífica ; la fe, en una palabra, se transforma en verda-
marse obra de la omnipotencia y del amor de Dios , no
dera ciencia, en la cual halla su desarrollo interno
puede decirse libre, en el sentido de que Dios pudo
y su perfección propia.
crear ó no crear el mundo; la esencia divina exige
Esto por lo que dice orden á las relaciones entre la
la creación, y ésta hasta debe considerarse como acto
fe y la razón, doctrina que entraña los principales
complementario de Dios trino.
errores condenados por la Iglesia en Günther. Entran-
Por otra parte, el mundo creable y creado incluye
do ahora en el terreno propiamente filosófico, conviene
necesariamente tres seres en relación con las tres per-
saber que, á ejemplo de Descartes, Günther toma la
sonas divinas; á saber : el espíritu (sujeto), la natura-
conciencia psicológica por punto de partida y como
leza (objeto), el hombre (sujeto-objeto), de manera que
base general de la Filosofía. El hombre, dice Günther,
el mundo no puede existir sin estos tres seres, cuya
adquiere la conciencia de sí mismo , de su yo, no de
forma es u n a , pero cuya esencia es triple, al contrario
una manera inmediata, sino por medio de las dos f a -
de lo que sucede en Dios , donde hay tres yos ó subsis-
cultades ó fuerzas fundamentales del yo, que son la
tencias, y la esencia es una. En este concepto, puede
receptividad y la espontaneidad, es decir, entendimien-
decirse que el mundo ó la cosa creada es Dios al revés
to y voluntad, razón y libertad, cuyos actos ó manifes-
(verkeherte Gott), es la contraposición de Dios.
taciones conducen al espíritu hasta el yo, que es la
raíz y fundamento de las mismas. En el mundo ó reino de los espíritus , cada uno de
éstos se distingue substancialmente de los otros, y
Partiendo del yo, y por procedimientos análogos á
constituye un ser propiamente espiritual, con perso-
los empleados por Descartes , G ü n t h e r demuestra, ó
nalidad y conciencia perfectas. En el mundo de la na-
pretende demostrar, la existencia de Dios, de la natu-
turaleza ó de los cuerpos, éstos son manifestaciones,
raleza y del espíritu , que constituyen el objeto de la
efectos ó productos de una sola substancia ó mónada
Filosofía toda , á la vez que sus atributos y relaciones
n a t u r a l , la cual en algunos de estos productos puede
recíprocas. Al verificar esto, Günther suele hacer excur-
elevarse y se eleva al pensamiento más ó menos cons-
siones al terreno teológico para aplicar sus ideas á los
ciente de las propias manifestaciones, aunque sin lle-
misterios, incluso el de la Trinidad divina, en la cual
g a r á conocerse á sí mismo como fundamento uno real
admite tres yos como factores reales , apellidándolos
de esas manifestaciones y productos, porque este co-
sujeto absoluto (Dios Padre), objeto absoluto (Dios Hijo),
nocimiento de sí mismo como yo , como fundamento y
y sujeto-objeto absoluto (Dios Espíritu Santo), y aña-
causa de las propias manifestaciones ó fenómenos, sólo
diendo que la unidad de su esencia no es unidad numé-
pertenece á los espíritus.
rica , sino unidad formal.
En el hombre, síntesis viva del mundo de la natu- hacen racionales y libres por participación, y adquie-
raleza y del mundo de los espíritus, hay tres elemen- ren cierta elevación y superioridad que no alcanzan
tos, que son: el cuerpo, el alma natural y el espíritu,
fuera de esta unión hipostática con el espíritu.
de los cuales los dos primeros pertenecen al mundo de
la naturaleza. El alma natural, que hace las veces de
principio v i t a l , comunica al cuerpo una vida natu- i 71.
ral , distinta de la espiritual , inherente al espíritu.
Éste es el que constituye el yo , y el único á quien CRÍTICA.
corresponde verdadera identidad y personalidad en el
hombre.
En este último p u n t o , ó sea en la afirmación de la
Sin embargo, el alma n a t u r a l , principio vital infe- influencia y-dominio de las facultades superiores sobre
rior é intermedio entre el cuerpo y el espíritu , se une las inferiores ó sensitivas en el hombre, y de la n a t u -
á éste hipostáticamente, y de aquí resulta cierta co- ral subordinación y elevación de éstas en virtud de su
municación entre las facultades propias del espíritu unión con la razón y la voluntad, Günther coincide
(la razón consciente y la voluntad libre), y las facul- con Santo Tomás , como coincide también al enumerar
tades pertenecientes al alma natural, que son los sen- la memoria y la imaginación entre las facultades per-
tidos, la imaginación, la memoria y el entendimiento. tenecientes al orden sensible. No sucede empero lo
La función propia de este último es la formación del mismo cuando coloca en la misma línea al entendi-
concepto, así como la función propia de la razón es la miento y cuando habla del pensamiento como función
formación de la idea; ó, en otros términos, al alma na- del alma natural, en contraposición al espíritu , pues
tural y sensitiva pertenece el pensamiento general y si Santo Tomás nombra ó coloca alguna vez á la razón
confuso de los fenómenos, sin p e n e t r a r é a b a r c a r l o particular (vatio particularis, intellectus passivus) y el
que les sirve de f u n d a m e n t o ; pero al espíritu pertenece entendimiento pasivo entre las facultades del orden
el pensamiento concreto ó comprensivo de los fenóme- sensible , se refiere á la estimativa n a t u r a l , en cuanto
nos y de su fundamento ó causa. elevada, influida y dirigida por la razón ó entendimien-
En fuerza y por virtud de la mencionada unión hi- to propiamente dicho.
postática entre el alma natural ó Psyche, como la lla-
Y si en este punto la doctrina de Günther se aparta
ma Günther, y el espíritu, no solamente hay lo que los
de la doctrina filosófica de Santo Tomás, todavía se
teólogos llaman comunicación de idiomas entre los dos
aparta más de ésta, y en general de la Filosofía cris-
principios y sujetos del pensamiento (sind Geisi und
tiana, cuando habla de esa alma natural ó psíquica in-
Psyche im Menschen zwei Denk subjecte), sino que las
termedia entre el cuerpo y el alma espiritual, y cuando
facultades y funciones del alma natural ó sensitiva se
habla de su unión hipostática con el espíritu.
En el hombre, síntesis viva del mundo de la natu- hacen racionales y libres por participación, y adquie-
raleza y del mundo de los espíritus, hay tres elemen- ren cierta elevación y superioridad que no alcanzan
tos, que son: el cuerpo, el alma natural y el espíritu,
fuera de esta unión hipostática con el espíritu.
de los cuales los dos primeros pertenecen al mundo de
la naturaleza. El alma natural, que hace las veces de
principio v i t a l , comunica al cuerpo una vida natu- i 71.
ral , distinta de la espiritual , inherente al espíritu.
Éste es el que constituye el yo , y el único á quien CRÍTICA.
corresponde verdadera identidad y personalidad en el
hombre.
En este último p u n t o , ó sea en la afirmación de la
Sin embargo, el alma n a t u r a l , principio vital infe- influencia y-dominio de las facultades superiores sobre
rior é intermedio entre el cuerpo y el espíritu , se une las inferiores ó sensitivas en el hombre, y de la n a t u -
á éste hipostáticamente, y de aquí resulta cierta co- ral subordinación y elevación de éstas en virtud de su
municación entre las facultades propias del espíritu unión con la razón y la voluntad, Günther coincide
(la razón consciente y la voluntad libre), y las facul- con Santo Tomás , como coincide también al enumerar
tades pertenecientes al alma natural, que son los sen- la memoria y la imaginación entre las facultades per-
tidos, la imaginación, la memoria y el entendimiento. tenecientes al orden sensible. No sucede empero lo
La función propia de este último es la formación del mismo cuando coloca en la misma línea al entendi-
concepto, así como la función propia de la razón es la miento y cuando habla del pensamiento como función
formación de la idea; ó, en otros términos, al alma na- del alma natural, en contraposición al espíritu , pues
tural y sensitiva pertenece el pensamiento general y si Santo Tomás nombra ó coloca alguna vez á la razón
confuso de los fenómenos, sin p e n e t r a r é a b a r c a r l o particular (vatio particularis, intellectus passivus) y el
que les sirve de f u n d a m e n t o ; pero al espíritu pertenece entendimiento pasivo entre las facultades del orden
el pensamiento concreto ó comprensivo de los fenóme- sensible , se refiere á la estimativa n a t u r a l , en cuanto
nos y de su fundamento ó causa. elevada, influida y dirigida por la razón ó entendimien-
En fuerza y por virtud de la mencionada unión hi- to propiamente dicho.
postática entre el alma natural ó Psyche, como la lla-
Y si en este punto la doctrina de Günther se aparta
ma Günther, y el espíritu, no solamente hay lo que los
de la doctrina filosófica de Santo Tomás, todavía se
teólogos llaman comunicación de idiomas entre los dos
aparta más de ésta, y en general de la Filosofía cris-
principios y sujetos del pensamiento (sind Geisi und
tiana, cuando habla de esa alma natural ó psíquica in-
Psyche im Menschen zwei Denk subjecte), sino que las
termedia entre el cuerpo y el alma espiritual, y cuando
facultades y funciones del alma natural ó sensitiva se
habla de su unión hipostática con el espíritu.
Lo mismo debe aplicarse, y con más razón todavía, tancia una q u e , manifestándose en diferentes formas
á la teoría gunteriana acerca de la creación , princi- y efectos, se eleva progresivamente hasta la concien-
palmente en lo que se refiere al carácter de necesidad cia y el pensamiento, la segunda, ó sea la que afirma
que le atribuye , en lo que se separa , no ya sólo de la la identidad real entre la fe y la ciencia, entre el orden
Filosofía , sino de la Teología cristiana, con las cuales natural y el sobrenatural, se refieren á sus ideas i n -
tampoco se compadecen ó concuerdan , ni su concep- exactas y más ó menos heterodoxas acerca de la Trini-
ción trinitaria ni sus teorías acerca del pecado origi- d a d , la creación , la Encarnación, el pecado original y
nal y la Encarnación, ni menos sus ideas acerca de las otros misterios ó verdades dogmáticas. En este con-
relaciones entre la fe y la razón , entre los misterios cepto estamos de acuerdo con Stóckl cuando dice que
revelados y la ciencia humana. En las manos de Günther mezcló ó confundió el conocimiento natural
Günther , el concepto teológico de la fe divina desapa- con el conocimiento sobrenatural, el orden de la natu-
rece en realidad: la ciencia es una transformación, pero raleza con el orden de la gracia , y que semejante amal-
transformación progresiva y perficiente de la revela- gama no podía ni puede producir nunca buenos frutos:
ción; la fe es una preparación, ó, mejor, un elemento de Und eine solche Vermischung kann nie und nirgends
la ciencia; el dogma revelado y la tesis científica son gute Früchte tragen.
una misma cosa; el orden sobrenatural con sus dog- En medio y á pesar de estas graves desviaciones de
mas y sus misterios cae dentro de la esfera y de la luz la Filosofía cristiana y de la teología católica, es pre-
natural de la razón humana. ciso reconocer que Günther es un pensador profundo
Hemos visto en el párrafo anterior que Giiulher, y el filósofo más notable de la monarquía austriaca en
aunque con ciertas reservas y restricciones, admite la los tiempos modernos.. Así, no es de extrañar que haya
tesis fundamental del hegelianismo acerca de la iden- formado escuela, y que su nombre y su sistema sigan
tidad real y substancial entre el ser y el pensamiento. siendo objeto de elogios, de enseñanza y de propagan-
Y no hay para qué advertir que la tesis gunteriana da por parte de sus discípulos y admiradores. ¡ Pluguiera
acerca de la identidad real y substancial entre la fe y al cielo que estos lo fueran también de la obediencia á
la ciencia es un corolario lógico, una aplicación direc- la Iglesia y de la humildad cristiana de que les dejó
ta y legítima de esa tesis hegeliana. De estas dos ejemplo insigne su maestro ! Porque ya hemos dicho
fuentes—que en realidad se reducen á una sola—arran- que Günther acató el juicio y la autoridad de la Iglesia
ca todo el sistema filosófico de Günther. Si la tesis cuando fué censurada su doctrina.
referente á la identificación y unidad entre el ser y el
pensar, entraña y contiene la razón suficiente de sus
ideas y teorías cosmológicas y antropológicas, y prin-
cipalmente la existencia de la naturaleza como s u b s -
TOMO IV
sofia del Cristianismo , los cuales obedecen á la i n s -
i 72. piración de Günther ; b) Merten, que sigue las ideas y
tendencias gunterianas en sus Cuestiones capitales de
la metafísica, como las sigue también c) Gangaufen su
LA ESCUELA LIBERAL.
Psicología metafísica de San Agustín, y más recien-
temente d) Knoodt, que publicó en nuestros días (1881)
Comprendo aquí, bajo el nombre de filósofos libe- una extensa biografía de su maestro. Esto sin contar
rales de Alemania, á los que, llamándose católicos y á Baltzer, Croy, Veith, Trebisch, con otros varios ami-
pretendiendo pasar por tales , enseñan y defienden gos y discípulos de G ü n t h e r , algunos de los cuales
ideas y teorías que, ó son incompatibles con la doctri- todavía hoy enseñan y propagan las teorías del filóso-
na católica, como sucede con las de Baader, Hermes y fo austríaco en las provincias germánicas y eslavas ,
Günther, ó difícilmente pueden conciliarse con ciertos según queda apuntado.
dogmas y verdades cristianas , ó , por lo menos , son Á la segunda clase, ó sea á los filósofos relativa-
peligrosas y divergentes en el terreno del catolicismo mente independientes, pero adversarios éimpugnado-
puro. En este concepto, pertenecen á esta escuela, no res más ó menos explícitos de la Filosofía escolástico-
solamente los discípulos propiamente dichos de G ü n - cristiana , apellidada generalmente por ellos neo-esco-
ther ó los representantes de su escuela , sino otros lástica , pertenecen : a) Michelis, cuya Filosofía de
varios filósofos y escritores que se mueven en una es- Platón está escrita en este sentido; b) Oischinger, que
fera que pudiéramos llamar católico-liberal, ó, mejor, rechaza y desfigura las soluciones de los escolásticos
cristiano-racionalista, ora por hallarse influidos de una en su Sistema de la Filosofía cristiana; pero más que
manera consciente ó inconsciente por los sistemas de uno y otro , c) Deutinger, escritor fecundo y no des-
Hermes y G ü n t h e r , ora porque alardean de escribir y provisto de profundidad y originalidad relativas , pero
filosofar en sentido independiente de la antigua Filo- que abunda también en desviaciones escolástico-cris-
sofía escolástico-cristiana, á cuyos restauradores sue- tianas.
len menospreciar y pretenden z a h e r i r , dándoles el
nombre de neo-escolásticos. Abstracción hecha de su opinión acerca del modo
de adquirir el conocimiento de Dios, de la naturaleza
Ya dejamos apuntados en su lugar los nombres de
y del hombre, y de explicar sus relaciones, que e n -
los partidarios más decididos de Hermes. Por lo que
vuelven cierto sabor krausista, el autor de los Funda-
hace á los discípulos y representantes de la escuela
mentos de una Filosofía positiva y de la Doctrina del
gunteriana, merecen citarse, entre otros de menor im-
alma, no sólo admítela tricotomía antropológica; no
portancia : a) Pdbst, autor del libro titulado El hombre
sólo distingue en el hombre el cuerpo, el alma y el
y su historia, y del que lleva por título Hay una Filo-
espíritu como elementos reales, esenciales y distintos.
sino que enseña que el alma h u m a n a , ser interme- el antiguo profesor de la Universidad de Bonn, Reusch,
dio entre el cuerpo y el espíritu, ser ó punto indife- autor de la obra que lleva por título La Biblia y la Na-
rente flndifferenzpunktj entre los dos, no posee propie- turaleza, cuyo principal objeto es demostrar que los
dad alguna espiritual, y, lo que es más aún , que es descubrimientos llevados á cabo por las ciencias físi-
inconsciente en sus actos. En armonía con lo cual, cas y naturales, no se hallan en contradicción con la
Deutinger afirma que el alma representa y contiene verdad revelada en la Biblia , y , por último, el famoso
el tránsito de lo inconsciente á lo consciente en el Dtìllinger, maestro y jefe de ambos, como de otros va-
hombre. rios que adoptaron sus ideas cismáticas y que forman
Deutinger extiende, aplica y traslada, por decirlo la secta de los llamados viejo-católicos.
así, la tricotomía substancial al terreno de las faculta-
des y de las ciencias, como expresión de éstas. Á las
| 73.
tres facultades fundamentales de pensar, conocer y
querer, responden á la primera la ciencia , á la segun-
da el arte, y á la tercera la ética ó moralidad. STAUDENMAIER.

El filósofo alemán sigue aplicando esta tricotomía ó


ritmo terciario á las demás esferas antropológicas; así, La dirección semicatólica y semiracionalista de
por ejemplo, la representación y la idea se resuelven y Giinther, Frohschainmer y Baader con sus discípulos,
unen en el concepto ; el objeto y el sujeto se unen y re- fué abandonada y combatida por Staudenmaier, que
lacionan en la semejanza; la libertad y la necesidad se supo mantenerse dentro de los límites de la perfecta or-
resuelven y se unen en la actividad. En este concepto, todoxia. Así es que el nombre de Staudenmaier (Fran-
la teoría de Deutinger presenta cierta analogía con el cisco Antonio, 1800-1856) merece de justicia figurar
sistema de Hegel. entre los más ilustres representantes de la Filosofía ca-
Además de las ya citadas, y sin contar las que no tólica en Alemania, siendo de sentir que su muerte,
se refieren directamente á la Filosofía, Deutinger es- relativamente prematura, no le haya permitido termi-
cribió las obras siguientes: Introducción al estudio filo- nar su Dogmática cristiana, y sobre todo su excelente
sófico.—Doctrina del pensamiento.—Filosofía moral.— Filosofía del Cristianismo, que, á haberse terminado,
Ensayo acerca de las relaciones entre la Filosofía y la hubiera sido uno de ios más insignes monumentos de
Teología, á las cuales puede añadirse la rotulada Es- la ciencia cristiana en nuestro siglo. Staudenmaier
tado presente de la Filosofía alemana,, obra postuma publicó también, entre otras muchas obras sobre las
del mismo. materias más variadas, una Exposición y critica del
En la escuela liberal merecen figurar también Hu- sistema de Ilegel.
ber, autor de una Filosofía de los Padres de la Iglesia; La Filosofía del Cristianismo de Staudenmaier
consta de cuatro partes, á saber: a) la parte ontológica, ber, la revelación positiva y la luz natural d é l a razón.
en que trata de la idea en general, de su origen, natu- La primera nos da á conocer ciertas verdades superio-
raleza y relaciones con Dios y con el logos divino; l ) la res, aunque no contrarias á la razón, porque, como
parte filosófica, ó, mejor, físico-filosófica, que tiene por dice Santo Tomás: Veritati fidei christianae non con-
materia y objeto la doctrina de la idea ó del ser, según trariatur veritas rationis (1), las cuales, por lo mis-
que se manifiesta en la naturaleza; c) la parte pneuma- mo, se llaman y son sobrenaturales. Por medio de la
tológica, que tiene por objeto exponer la doctrina de la segunda podemos alcanzar algún conocimiento de Dios,
idea, según que existe y se manifiesta en el espíritu, del hombre y de la naturaleza, y también de las ver-
y d), finalmente, la parte histórica, á la que pertenece dades referentes al orden moral y religioso, pero co-
investigar las leyes y las formas de la realización de la nocimiento que permanece obscuro, incompleto y
idea en la historia de la humanidad bajo la acción de vacilante, si no es afirmado y completado por la luz
la Providencia divina. Por desgracia para la Filosofía directa ó indirecta de la revelación positiva del Cris-
cristiana, la muerte impidió al autor realizar por en- tianismo.
tero este plan completo y grandioso, pues sólo pudo Y es que la idea divina y sobrenatural, lejos de ex-
publicar la primera parte. cluir y oponerse á la idea racional, la contiene en sí de
Ella basta, sin embargo , en U D i ó n con los demás una manera superior y eminente. De donde resulta que
escritos del autor, para que podamos formar idea de la la verdad revelada, por io mismo que es una verdad más
concepción filosófica de Staudenmaier, la cual puede alta, más pura, más profunda,más comprensiva, eleva,
resumirse en los siguientes términos: completa y ennoblece á la verdad filosófica, principal-
La Filosofía, considerada en su sentido propio y mente cuando se trata de los problemas que se refieren
como distinta de las demás ciencias, es la ciencia de á Diosy al hombre, considerados en sus relaciones m ú l -
los primeros principios y de las causas últimas de las tiples y superiores. La historia confirma esta influencia
cosas. Entre estos principios y causas corresponde á que la revelación encarnada en el Cristianismo ejerce
Dios el primer lugar, de donde resulta que el conoci- sobre la verdad filosófica. «Si se compara, añade Stau-
miento de Dios en sus relaciones con la verdad y la denmaier , lo que ios filósofos paganos escribieron
realidad constituye el objeto principal y relativamente acerca de Dios y de la inmortalidad del alma, guiados
total de la Filosofía. por la razón natural, con lo que la revelación cristiana
En la situación presente de la humanidad, dos son aos enseña acerca de esto, se reconocerá sin dificultad
los caminos que nos conducen al conocimiento de Dios la distancia enorme que existe entre estas dos fuentes,
y de las verdades que contienen las relaciones del hom-
bre con la Divinidad , lo mismo en el orden natural de (i) Esta cita de Santo Tomás la hace el mismo Staudenmaier,
pues aquí apenas hacemos más que extractar casi literalmente sus
la creación, que en el orden moral y espiritual, á s a -
ideas.
y cuán vacilante, obscura é insuficiente es la primera resistencia que siente por parte de otros cuerpos, y , en
enfrente de la segunda.» general, el esfuerzo para rechazar lo que impide ó
La conciencia suministra al espíritu humano los limita su libre actividad , llevan consigo la prueba ex-
primeros elementos internos y externos del conoci- perimental de la realidad objetiva del mundo de los
miento; pero á este conocimiento imperfecto y espon- cuerpos , y de su distinción del mundo de los espíritus.
táneo suministrado por la conciencia, debe suceder Una vez colocada en este terreno, nuestra actividad
y sucede el conocimiento racional y científico. El intelectual no se contenta con saber que existen real-
cual se inicia en el espíritu humano por la admiración mente el hombre y la naturaleza, el espíritu y la m a -
ó deseo de conocer la causa y razón suficiente de la teria , sino que pasa naturalmente á investigar las r e -
existencia y propiedades de los objetos que se le dan laciones que existen entre las dos realidades, y, sobre
en la conciencia y fuera de la conciencia. Esta admi- todo, cuál sea el origen ó causa primera de las mismas,
ración, en cuanto que da origen á la investigación de la razón suficiente de su existencia , toda vez que la
las causas y principios de las cosas, es la que Aristó- conciencia misma y la razón atestiguan de consuno
teles y Santo Tomás consideraban como principio ge- que ni la naturaleza material produce al hombre, ni el
neral de la ciencia, y tomada en este sentido, entra- hombre es el autor de la naturaleza. De esta manera, y
ña un principio y como un proceso inicial científico por lógico y natural procedimiento, aparece en el cam-
superior á la duda metódica de Descartes. po de la especulación filosófica el problema divino,
Investigar y conocer las ideas ó esencias de las co- cuyo examen y resolución constituyen parte capital de
sas con sus mutuas relaciones, es el objeto de la Filo- la Filosofía.
sofía como ciencia superior á las demás ; pero este co- Nuestro conocimiento de Dios es , á la vez, i n n a -
nocimiento no puede ser completa y verdaderamente to y adquirido (notitia Ínsita et adquisita), en cuanto
filosófico sino á condición de conocer las relaciones que la noción connatural de Dios que existe en el fon-
que existen entre las esencias ó ideas creadas, y las do de la mente y del corazón del hombre, se desarro-
ideas increadas y divinas que les sirven de arquetipo lla , se perfecciona y se transforma en noción científica
en la inteligencia de Dios. y adquirida por medio de las pruebas alegadas por la
Así, pues, aunque la conciencia es el punto de parti- Filosofía en favor de la existencia de Dios, pruebas que
da de la especulación filosófica, está sujeta á un desarro- son propiamente demostrativas. La prueba llamada
llo progresivo, por medio del cual el hombre adquiere ontológica es también demostrativa ; pero no en el
la convicción racional de su distinción ú oposición sentido ó forma que le dieron San Anselmo y Descar-
de los demás hombres, cuya acción é influencia sobre tes , sino en cuanto desarrollo y como aplicación de la
sí mismo experimenta, y de su distinción del mundo noción innata de Dios (notio Dei Ínsita), que le sirve de
externo; porque el movimiento de su propio cuerpo, la base.
Dios, como espíritu absoluto é infinito, se conoce á en que tropezaron Baader y Günther, manteniendo in-
sí mismo de una manera absoluta é infinita, ó, lo que cólume la línea divisoria entre la Teología y la Filoso-
es lo m i s m o , se comprende á sí m i s m o : el hombre, fía, entre la fe divina y la razón humana.
como espíritu relativo y finito , sólo conoce á Dios de
una manera relativa y finita , sin alcanzar jamás su I 74.
comprensión.
La aseidad es la nota más fundamental y caracte-
LA DIRECCIÓN ESCOLASTICO- CRISTI AN A.
rística de Dios , porque envuelve la idea del Ser abso-
luto , del ser que existe por sí y en s í , del ser absolu-
tamente incondicionado. Así es que la aseidad consti- Mientras que los Baader y Frohschammer, los Her-
tuye á la vez el fondo esencial de los demás atributos mes y Günther se apartaban más ó menos de la Filo-
divinos. sofía cristiana, caminaba ésta hacia la restauración de
La naturaleza , el hombre , y , en general, todas las la antigua doctrina de las escuelas, y principalmente
cosas que no son Dios, fueron creadas libremente por déla de Santo Tomás. Möhler, con su justamente ce-
Dios de la nada. El mismo origen debe señalarse á las lebrada Simbólica ó exposición de las disidencias entre
almas h u m a n a s ; la teoría traduccianista y el genera- el catolicismo y el protestantismo, según sus símbolos
cianismo son sistemas que rechazan de consuno la fe públicos, y con la influencia que ejerció sobre su ami-
divina y la razón humana, la metafísica y la ciencia. go y discípulo Staudenmaier, contribuyó no poco á que
Las condiciones de este libro no permiten entrar la Filosofía cristiana se hiciera más ortodoxa, acer-
en más detalles acerca de la Filosofía de Stauden- cándose más y más á las soluciones é ideas de la doc-
maier. Baste decir que sus soluciones de los proble- trina de Santo Tomás viniendo á ser como los precur-
mas filosóficos son las soluciones de la Filosofía cris- sores inmediatos del movimiento filosófico-escolástico
tiana ; pero soluciones en que abundan puntos de de la Alemania contemporánea. Y decimos precursores
vista originales , alteza de miras , elevación de pen- inmediatos, porque ese movimiento venía preparado
samientos y reflexiones profundas, que hacen sobre- desde más atrás por la conversión y escritos deStolberg,
manera sensible que la muerte haya impedido á su y de una manera más decisiva por los escritos de F e -
autor poner término á su grande Filosofía del Cristia- derico Schlegel. «La Filosofía, escribe este último, es la
nismo. luz de la historia, y la ciencia de la historia es la con-
Sin desconocer los derechos de la razón humana, firmación de las teorías filosóficas.» Y aplicando estas
afirmando y ejerciendo prácticamente la dignidad pro- ideas á la Filosofía cristiana en su grande Historia de
pia y la independencia relativa de la ciencia en sus re- la literatura antigua y moderna, puso de manifiesto el
laciones con la fe, Staudenmaier supo evitar el escollo mérito real de la Filosofía de la Edad Media y sus í n -
Dios, como espíritu absoluto é infinito, se conoce á en que tropezaron Baader y Günther, manteniendo in-
sí mismo de una manera absoluta é infinita, ó, lo que cólume la línea divisoria entre la Teología y la Filoso-
es lo m i s m o , se comprende á sí m i s m o : el hombre, fía, entre la fe divina y la razón humana.
como espíritu relativo y finito , sólo conoce á Dios de
una manera relativa y finita , sin alcanzar jamás su I 74.
comprensión.
La aseidad es la nota más fundamental y caracte-
LA DIRECCIÓN ESCOLASTICO- CRISTI AN A.
rística de Dios , porque envuelve la idea del Ser abso-
luto , del ser que existe por sí y en s í , del ser absolu-
tamente incondicionado. Así es que la aseidad consti- Mientras que los Baader y Frohschammer, los Her-
tuye á la vez el fondo esencial de los demás atributos mes y Günther se apartaban más ó menos de la Filo-
divinos. sofía cristiana, caminaba ésta hacia la restauración de
La naturaleza , el hombre , y , en general, todas las la antigua doctrina de las escuelas, y principalmente
cosas que no son Dios, fueron creadas libremente por déla de Santo Tomás. Möhler, con su justamente ce-
Dios de la nada. El mismo origen debe señalarse á las lebrada Simbólica ó exposición de las disidencias entre
almas h u m a n a s ; la teoría traduccianista y el genera- el catolicismo y el protestantismo, según sus símbolos
cianismo son sistemas que rechazan de consuno la fe públicos, y con la influencia que ejerció sobre su ami-
divina y la razón humana, la metafísica y la ciencia. go y discípulo Staudenmaier, contribuyó no poco á que
Las condiciones de este libro no permiten entrar la Filosofía cristiana se hiciera más ortodoxa, acer-
en más detalles acerca de la Filosofía de Stauden- cándose más y más á las soluciones é ideas de la doc-
maier. Baste decir que sus soluciones de los proble- trina de Santo Tomás viniendo á ser como los precur-
mas filosóficos son las soluciones de la Filosofía cris- sores inmediatos del movimiento filosófico-escolástico
tiana ; pero soluciones en que abundan puntos de de la Alemania contemporánea. Y decimos precursores
vista originales , alteza de miras , elevación de pen- inmediatos, porque ese movimiento venía preparado
samientos y reflexiones profundas, que hacen sobre- desde más atrás por la conversión y escritos deStolberg,
manera sensible que la muerte haya impedido á su y de una manera más decisiva por los escritos de F e -
autor poner término á su grande Filosofía del Cristia- derico Schlegel. «La Filosofía, escribe este último, es la
nismo. luz de la historia, y la ciencia de la historia es la con-
Sin desconocer los derechos de la razón humana, firmación de las teorías filosóficas.» Y aplicando estas
afirmando y ejerciendo prácticamente la dignidad pro- ideas á la Filosofía cristiana en su grande Historia de
pia y la independencia relativa de la ciencia en sus re- la literatura antigua y moderna, puso de manifiesto el
laciones con la fe, Staudenmaier supo evitar el escollo mérito real de la Filosofía de la Edad Media y sus í n -
timas relaciones con la civilización europea y con el criterio católico. El jesuíta Pesch trabaja también en la
catolicismo. actualidad en la restauración, enseñanza y defensa de
Esta obra de restauración filosófico-escolástica, pro- la Filosofía escolástica por medio de sus Institutiones
movida por los escritores citados desde los puntos de philosophiae naturalis, que están saliendo á luz, y en
vista histórico, polémico, teológico y literario, ha sido que los principales problemas de la física general y de
afirmada ó consolidada en nuestros días desde el punto la cosmología, se discuten y resuelven secundum prin-
de vista apologético por Hettinger, el cual, en su nota- cipia Sancti Thomae Aquinatis.
ble Apologia del Cristianismo , acude con frecuencia á Pertenecen también á esta escuela Plassmann, autor
las fuentes escolásticas y á la doctrina del Doctor An- de un libro rotulado La Filosofía de Santo Tomás, el
gélico. austríaco Schwets, cuyas Institutiones philosophicae sa-
Entre los representantes más ó menos genuínos y lieron á luz en Viena en 1873, y Morgott, defensor y
completos de la dirección escolástica en el terreno pro- partidario de la doctrina del santo Doctor Angélico,
piamente filosófico, merecen figurar Hageman, en cu- según se ve en su Teoría del sentimiento según el sis-
yos Elementos de Filosofía, que comprenden la lógica, tema de Santo Tomás , lo mismo que en su Espíritu y
la metafísica y la psicología, dominan las ideas y teo- naturaleza en el hombre, según la doctrina de Santo
rías aristotélico-escolásticas; Clemens, defensor de la Tomás.
Filosofía cristiana contra las pretensiones de la escuela La obra de Jungmann sobre la belleza y las be-
d e G ü n t h e r ; Rolhenflue, cuya doctrina filosófica coin- llas artes, traducida al español por Orti y Lara, per-
cide generalmente con la de los escolásticos, pero no tenece igualmente á esta escuela, como pertenecen
de una manera perfecta, pues en sus Institutiones la refutación del materialismo, escrita por Haffner, y
philosophiae theorelicae, hay algunas teorías de sabor el fondo de La Psicología de Aristóteles, debida á la
ontologista y rosminiano. pluma de Brentano, el c u a l , sin embargo, en sus e s -
Más puras y más genuínamente escolástico-cris- critos más recientes, y principalmente en su Psicolo-
tianas son las ideas filosóficas de Kleutgen , su corre- gía experimental, se acerca mucho al positivismo, acep-
ligionario, autor de La Filosofía antigua ó escolástica, tando no pocas de sus ideas y tendencias.
en la que discute y defiende consólidas razones el mé- Si no con sentido tan explícitamente escolástico-
todo y las soluciones de la Filosofía escolástica en- cristiano como los anteriores, contribuyeron y contri-
frente del método y soluciones de la Filosofía moder- buyen hoy á este movimiento, desde diferentes puntos
na. En su Manual de Filosofía , publicado en 1869, de vista, el Cardenal Hergenrother, autor de varios
StOchl enseña y afirma estas mismas ideas y tenden- escritos históricos y filosófico-teológicos ; Heféle, con
cias, como lo hace también en su excelente Manual de sus investigaciones y trabajos sobre la historia de
la historia de la Filosofía, inspirado en el más puro los Concilios; Ketteler, autor de varios escritos dog-
máticos y político-sociales en favor de la Iglesia; político-social y la darwinista. Testigos abonados de
Mattés, que escribió contra el panteísmo; Drey, autor esta verdad son los diferentes y notables trabajos p u -
de varios artículos crítico-filosóficos publicados en el blicados en la Revue catholique de Lovaina contra el
Diccionario enciclopédico de la teología católica. racionalismo materialista y contra el darwinismo, y ,
Tratándose del movimiento filosófico-tomista en por lo que hace á la esfera político-social, la obra e x -
Alemania, sería injusto pasar en silencio el nombre de celente de M. Perin que lleva por título Las leyes de la
Garlos J. Nolte, sacerdote residente en Merseburg. sociedad cristiana.
Constantemente en la brecha, viene trabajando con Foco es y elemento fecundo de Filosofía cristiana,
actividad incansable para extender y afirmar entre sus como es también gloria especial del catolicismo belga,
compatriotas la doctrina filosófica de Santo Tomás, la Universidad de Lovaina , que marcha con decisión
publicando con este objeto diferentes libros, folletos y y sin desfallecimiento por los caminos de la ciencia
artículos de revistas, y traduciendo también al alemán moderna en sus múltiples manifestaciones y esferas,
algunas de las obras escrita^ en países extranjeros (1), sin apartarse por esto de la corriente cristiana , antes
y relacionadas con la Filosofía del Doctor Angélico. bien renovando y esforzándose en perpetuar las bue-
nas tradiciones científicas y filosóficas de los siglos xvi
y xvii.
I 75- La Revista católica de Lovaina, órgano digno de
este centro literario, dicho se está de suyo que ha con-
LA FILOSOFÍA CRISTIANA EN BELGICA tribuido y contribuye eficazmente á consolidar y p r o -
Y EN INGLATERRA. pagar el movimiento de la Filosofía cristiana.
Durante la primera época de la Universidad y de la
No es ciertamente la Bélgica la que menos ha con- Revista , la Filosofía cristiana siguió una dirección ó
tribuido á desarrollar y afirmar el movimiento de la tendencia marcadamente ontologista , como se echa de
Filosofía cristiana en nuestro siglo , ni la que menos ver en los trabajos de Moéller, de Claessens y de Lafo-
ha batallado y batalla contra la invasión del raciona- ret, autor de una Ristoria de la Filosofía, que una
lismo en todas sus formas , inclusas la materialista, la muerte prematura no le permitió concluir, y , sobre todo,
en los de Ulaghs, que puede considerarse como el jefe
(1) E n t r e dichas obras figuran nuestros Estudios sobre la Filoso- de esta escuela ontològica. En su obra De la naturaleza
fía de Santo Tomás, traducidos y publicados en aleman por este de nuestras ideas y del ontologismo en general, Ubaghs
sacerdote católico, tan modesto como ilustrado y celoso por la propa-
reproduce en parte la teoría de M a l e b r a n c h e , c o m u -
ganda de las buenas doctrinas. Según cartas del m i s m o , esta tradu-
c i e n d o , y trata de publicar t a m b i é n , nuestra Filosofía Elemental y la nicando á sus ideas un matiz evidente y explícito de
Historia de la Filosofía. ontologismo. El profesor belga enseñó terminante-
mente que «Dios , el ser perfecto , presente siempre á
de la teoría ontológica , y en la que se dilucida con
nuestro espíritu , es percibido por medio de una visión
acierto la doctrina é ideas de los Santos Padres, y con
intelectual, una intuición inmediata , una percepción
especialidad las de San Agustín, San Anselmo y Santo
directa del alma , sin interposición de ninguna imagen
Tomás sobre la materia. Posteriormente (1875), el mis-
ó idea intermediaria.» Más todavía : Ubaghs pretende
mo autor publicó otra obra, no menos recomendable,
que las verdades eternas, necesarias é inmutables, son
con el título de Elementa Philosophiae christianae.
los atributos divinos, ó, mejor dicho, son el mismo Dios
El tradicionalismo francés, que tuvo en su día bas-
(sont quelque chose de divin, ou plutôt Dieu même), y
tante eco en Bélgica, fué discutido y refutado con so-
que ver estas verdades equivale á ver una cosa y ver por
lidez y escogida erudición por el abate Lupus en su
medio de una cosa que se identifica con el mismo Dios:
obra titulada El tradicionalismo y el racionalismo, exa-
c'est voir quelque chose et voir par quelque chose qui
minados desde el punto de vista de la Filosofía y de la
s'identifie avec l'être infini, Dieu.
doctrina católica. Además de los nombrados , sostie-
Las relaciones múltiples , inmediatas y frecuentísi-
nen hoy con honor la bandera de la Filosofía cristiana
mas , junto con la unidad de lengua entre Bélgica y
en Bélgica, Monje, Bosu, Lecomte, á los cuales pue-
Francia , fueron causa de que el movimiento ontolo-
den añadirse los distinguidos naturalistas Gilbert, el
gista se comunicara á la última , en la cual aparecieron
abate Morichon y Lefebre. Si á esto se añade la propa-
Fabre , Blancherau , Hugonin y algunos otros propa-
ganda católica ejercida desde el campo de las ciencias
gandistas y defensores de un ontologismo más ó menos
físicas y naturales por la excelente Revue des Ques-
moderado. Échase de ver esto fácilmente en los Estu-
tions scientifiques, se verá que la activa, emprendedora
dios filosóficos del último, en las Praelectiones philo-
y civilizada Bélgica representa uno de los factores más
sophicae del abale Blancherau , y en la Defensa del
importantes del movimiento filosófico-cristiano en
ontologismo, escrita por el primero, ó sea por Fabre.
nuestro siglo.
Esta tendencia ontologista de la Filosofía belga, lo
mismo que la que se había manifestado en Francia, se Por lo que hace al movimiento filosófico-cristiano
fué debilitando sucesivamente hasta desaparecer casi en la Gran B r e t a ñ a , éste ha de ser, por necesidad,
por completo, especialmente después que en Roma muy escaso , porque hoy se halla todavía en el período
fueron desaprobadas ciertas proposiciones que encie- de enseñanza catequética y de controversia religiosa,
rran el fondo y la esencia del ontologismo. enseñanza y controversia que deben absorber, y absor-
ben de hecho , la actividad de los jefes y doctores del
Entre los representantes de la Filosofía cristiana, en
catolicismo en aquel reino. Esto sin contar que el genio
Bélgica , merece figurar el dominico P. Lepidi, autor
inglés es más dado y más á propósito para las investi-
del Examen philosophico-theologicum de ontologismo,
gaciones históricas y para los estudios científicos que
obra que contiene una refutación concienzuda y sólida
para los propiamente filosóficos. No quiere decir esto
tomo iv. 24
que el movimiento filosófico cristiano carezca en abso- Gerdil (1718-1802), que en sus numerosos escritos
luto de representación en aquellos países. Al lado de atacó con vigor y copia de doctrina los principios filo-
los Discursos de Wiseman , al lado de la excelente obra sóficos y político-sociales del sensualismo y de los en-
de Molloy que lleva por título Geología y Revelación, ciclopedistas , como se echa de ver en sus disertacio-
y al lado de otras obras análogas que contribuyeron nes Solve la existencia de Dios y la inmaterialidad de
y contribuyen indirectamente al movimiento citado, las naturalezas inteligentes, en su tratado sobre La
contribuyeron y contribuyen al mismo de una manera inmaterialidad del alma contra Locke, en su Discurso
directa no pocos artículos filosóficos publicados en va- filosófico solre el homlre, lo mismo que en su Anti-
rias revistas científicas y filosóficas, y últimamente la Emilio, refutación del Emilio de Rousseau , con mu-
obra que, con el título significativo de The Metaphysics chos otros tratados de todo género, porque el Cardenal
of the School, está publicando en Londres elP. Harper, G erdil es uno de los autores más fecundos de su época.
el cual, no solamente expone y desenvuelve la doctrina En el terreno de la Filosofía cristiana, Gerdil r e -
filosófica de los escolásticos , y principalmente la de presenta una posición ecléctica éindependiente, aten-
Santo Tomás , sino que refuta de paso los principales diendo generalmente á defender contra los ataques del
errores modernos, y hasta se propone demostrar que la racionalismo el fondo de aquélla , con abstracción de
teoría de Santo Tomás acerca del mundo material está los sistemas que caben y luchan dentro de la esfera
en perfecto acuerdo con las induccioues legítimas de cristiana. Es cierto, sin embargo, que , al menos d u -
los modernos partidarios del método experimental. rante la primera época de su vida literaria , siguió una
dirección ontològica , según se echa de ver fácilmente
i 76. en su Apología de la teoría de Mallelranche solre el
origen de las ideas. Á juzgar por escritos posteriores,
LA FILOSOFÍA CRISTIANA EN ITALIA. es muy probable que Gerdil, si 110 abandonó por c o m -
GERDIL Y DE MAISTRE. pleto su teoría ontològica , introdujo en ella radicales
y profundas modificaciones.
Mientras que Chateaubriand y Bonald iniciaban y Como se ve por lo que acabamos de indicar, el Car-
promovían en Francia la restauración cristiana y cien- denal Gerdil fué el precursor de José de Maistre, n a -
tífica , dábase á conocer en Italia y en la Europa toda cido en Chambery á mediados del siglo x v m , y que,
el conde José de Maistre , cuyos escritos contribuyeron nombrado embajador de Turín en Rusia en 1803, mu-
poderosamente al movimiento de restauración cristia- rió (1) siendo ministro de Estado del Piamonte, en el
na , especialmente en el terreno religioso y político- año de 1821.
social. Pero es justo advertir que el honor de la i n i - (1) Pocos días antes de m o r i r , De Maistre escribía á un a m i g o :
ciativa en esta materia corresponde al Cardenal «Siento que mi salud y mi espíritu se debilitan cada día. líic jacet!
t e s del siglo x v i i i y en el seno del Cristianismo una in-
Lo que caracteriza y distingue los escritos de De
surrección contra Bios ; jamás, sobre todo, se había visto
Maistre es la espontaneidad original y propia del genio.
una conspiración sacrilega de todos los talentos contra
Sin ser un filósofo en el sentido propio de la palabra, el
su autor, y esto es precisamente lo que hemos visto en
autor de las Veladas de San Peterslurgo contribuyó
nuestros días. Por un prestigio inconcebible, la impie-
eficazmente al movimiento filosófico-cristiano, no tanto
dad se ha hecho amar por aquellos mismos de los cua-
con su Examen de la Filosofía de Bacán, cuanto con
les era mortal enemiga.» Al citar hoy estas palabras
los pensamientos profundamente cristianos, científicos
del eminente publicista, razón hay para añadir : Qui
y filosóficos sembrados en sus diferentes obras.
habet aurem audiendi audiat.
La tesis capital de De Maistre, laideamadre que pal-
pita en el fondo de todos sus trabajos, lo mismo en sus Aunque De Maistre es considerado generalmente
Consideraciones sobre la Francia, que en su obra sobre como partidario de la monarquía absoluta, en realidad
el Papa; lo mismo en su Ensayo sobre el principio ge- su teoría política no es tan absolutista como indican
nerador de las constituciones políticas y de las demás sus frases, que suelen á veces ir más lejos que su pen-
instituciones humanas, que en sus Veladas de San Pe- samiento. Estudiando con detenimiento sus obras, y
tersburgo, es la restauración del principio divino, la principalmente los escritos postumos, se ve que no
reincarnación , si se permite la palabra , de Dios y del rechazaba en absoluto la intervención gubernamental
principio católico en el hombre en todas sus esferas, por parte de la nación (1), y que opinaba que la forma
en la esfera religiosa y en la esfera moral, en la esfera de gobierno debe estar en relación con las circunstan-
filosófica y en la esfera científica, en la esfera social y cias y condiciones del pueblo.
en la esfera política. En pinceladas vigorosas anatema- (t) En 1870 se imprimió en París un volumen que contiene v a -
tiza la impiedad del siglo que acababa de espirar, su rias Obras inéditas del Conde José de Maistre, publicadas por su
insurrección contra Dios, no menos que la ceguedad nieto Carlos de Maistre. En este volumen , que contiene, además de
otros opúsculos, un Estudio sobre la soberanía, encontramos varios
de aquellos que la fomentaron, sin echar de ver que se pasajes que corroboran lo que decimos en el texto. He aquí algunos:
herían á sí mismos. Y por cierto que muchas de sus «Assurément je n'aime pas plus qu'un autre les assemblées popu-
ideas sobre este punto parecen escritas en la previsión laires , mais les folies françaises ne doivent pas nous dégoûter de la
vérité et de la sagesse qui ce trouvent dans les sages milieux....
profética de lo que hoy presenciamos. «Aunque hubo Mais , parce que ces propositions exagérées sont fausses, s'eusuit-il
siempre impíos, escribe, jamás había tenido lugar an- que personne n'ait le droit de parler pour le bien commun au nom
de la communauté?»
«Le meilleur gouvernement pour chaque nation est celui qui,
He aquí lo que me quedará pronto de todos los bienes de este mundo.
dans l'espace de terrain occupé par cette nation, est capable de pro-
Concluyo con la Europa : esto se llama marcharse con buena com- curer la plus grande somme de bonheur et de force possible, au plus
pañía». Después de t o d o , el autor de las Veladas podia afirmar con grand nombre d'hommes possible.» Œuvres inéd., e t c . , págs. 312
bastante verdad que la Europa antigua y católica estaba próxima á y 372.
sucumbir.
Las ideas de De Maistre con respecto al origen del los espíritus en Francia durante la mayor parte del si-
lenguaje tienen grande afinidad y semejanza con las d e glo anterior, hallaron eco en la Italia , acaso más que
Bonald, sin identificarse completamente con éstas. El en otras naciones. Contribuyó á este resultado, aparte
autor de las Veladas supone y afirma que el hombre no de otras razones , la permanencia de Condillac en la
ha podido inventar la palabra , y, por consiguiente, que península itálica ; pues es sabido que el filósofo de la
ésta tiene un origen divino. Pero al llegar aquí se d e - sensación transformada fué llamado á Parma para ser
tiene, y hasla envuelve su pensamiento en frases b r i - preceptor del joven duque Fernando. Su residencia en
llantes, pero vagas, que nada fijan y concretan acerca esta ciudad por espacio de diez años (1758-1768) de-
del modo de este origen , evitando también entraren el bía contribuir y contribuyó eficazmente á difundir y
terreno esencialmente tradicionalista de Bonald. De afirmar las teorías de la escuela sensualista , teorías
Maistre nos dice, es verdad , que la palabra sólo es po- que fueron adoptadas, seguidas con mayor ó menor
sible por el Verbo (la -parole riest pas possible que par fidelidad en diferentes centros de enseñanza, y p r i n -
le VerbeJ; pero no nos dice de qué manera vino al cipalmente en la universidad de Parma y en el colegio
hombre la palabra ó el lenguaje primitivo. Alberoni de Plasencia.
El defecto de erudición filosófico-escolástica que Así se comprende que la Filosofía sensualista se
hemos notado en Bonald, échase de ver igualmente en apoderara de la dirección de los espíritus , y que d u -
De Maistre. El autor de las Veladas poseía conocimien- rante el último tercio del pasado siglo y primero del
tos m u y incompletos é ideas poco exactas acerca de las presente haya contado con numerosos partidarios y
obras y doctrina de los escolásticos, sin excluir los discípulos , entre los cuales hay algunos que debemos
más dignos y famosos. Aun con respecto á la doctrina mencionar en esta historia, por haber sido los princi-
de Santo Tomás, áquien cita con alguna frecuencia, las pales representantes y propagandistas de las teorías
ideas de De Maistre eran bastante inexactas, como se sensualistas.
v e , entre otros ejemplos, cuando confunde lastimosa- a) El P. Soave merece ocupar el primer l u g a r , no
mente el entendimiento activo con el posible, y el in- ya sólo en el orden cronológico, si que también por lo
telecto pasivo, que para Santo Tomás es uno de los sen- mucho que influyó en la difusión y propaganda del
tidos internos, con la facultad intelectual ó la razón. sensualismo. Entusiasta de Locke , á quien apellidaba
el mayor de los metafísicos, vertió al italiano el resu-
men que Winne había hecho del Ensayo solre el en-
ESCUELA SENSUALISTA.—SOAVE.—GIOIA.—ROMAGNOSI. tendimiento humano del filósofo inglés. Escribió además
instituciones de lógica , de metafísica y de ética, en
La doctrina y teorías de Locke y Condillac , que las cuales, como es de suponer , afirma y desenvuelve
ejercieron influencia preponderante en la dirección de las teorías de Locke y Condillac , contribuyendo así
poderosamente , lo mismo que con su enseñanza en á la tesis espiritualista y racional, se mantiene dentro
uno de los liceos de Milán y en otros centros de i n s - del sensualismo , toda vez que atribuye á un sentido
trucción, á extender y dar prestigio á la Filosofía sen- interior las funciones que el intelectualismo considera
sualista. propias de la razón y superiores al orden sensible. Á pe-
1)J Gioia es otro de los representantes más notables sar de todas sus atenuaciones y reservas, la razón , en
de la escuela sensualista italiana durante el primer la teoría de Romagnosi, queda reducida á una especie
tercio del presente siglo. En sus Elementos ele Filoso- de sentido especial; es un sentido superior, si se quie-
fía, Gioia expone y afirma las doctrinas de Locke y re, pero es un sentido.
Condillac. Los sentidos y el empirismo en el orden Soave, Gioia y Romagnosi, aunque son los más
especulativo ó de conocimiento, y el utilitarismo en el notables, no son los únicos representantes de la escue-
orden práctico, resumen las ideas y tendencias lógicas la sensualista en Italia. Siguiéronla misma dirección:
del autor de la Ideología y de la Filosofía de la Esta- Cicognara , en sus Discursos sobre lo bello ; Borelli,
dística. Y ya que hemos citado esta última obra , de- quien, bajo el pseudónimo dQ Lallelasco, dió á luz una
bemos advertir que el estudio de la estadística y sus Introducción á la Filosofía natural del pensamiento;
aplicaciones á la política , á la moral y á la economía, Costa, en su Manera de componer las ideas y designar-
constituye uno de los caracteres más originales de los las por medio de palabras precisas, sin contar á Buffa-
escritos de Gioia, y acaso su mérito principal. En estos lini y algunos otros menos importantes.
estudios, lo mismo que en su libro Del mérito y de las
recompensas, el filósofo italiano se mantiene fiel á las
inspiraciones y á los métodos empírico-sensualistas. I 78.

c) Romagnosi, contemporáneo de Gioia , al cual


ESCUELA ESPIRITUALISTA.—GALLUPPI.
sobrevivió seis años (f 1835), no es un sensualista
rígido, como éste y Soave. Las facultades y funciones
intelectuales, para Romagnosi, ya no son sensaciones Ya hemos indicado en su lugar oportuno que las
transformadas, como lo eran para Condillac , sino que ideas de Gioia y de Romagnosi, en orden á las relacio-
la inteligencia, considerada al menos como facultad nes que deben existir entre la Iglesia y el Estado , no
de juzgar, es distinta délas sensaciones. Sin embargo, pecaban de ortodoxas. Lo cual no es de extrañar, si se
este filósofo no acierta á salir de la esfera sensualista. tienen en cuenta las aficiones republicanas y cesaris-
Aparte de sus ideas jurídicas y morales, que se m u e - tas que dejaron conocer con motivo de las guerras y
ven generalmente dentro de la esfera sensualista y na- revoluciones napoleónicas en Italia , y si se tiene en
turalista, el autor de la Introducción al estudio del cuenta además que toda Filosofía sensualista lleva ne-
derecho público universal, aunque se aproxima á veces cesariamente en su seno un sedimentum anticristia-
poderosamente , lo mismo que con su enseñanza en á la tesis espiritualista y racional, se mantiene dentro
uno de los liceos de Milán y en otros centros de i n s - del sensualismo , toda vez que atribuye á un sentido
trucción, á extender y dar prestigio á la Filosofía sen- interior las funciones que el intelectualismo considera
sualista. propias de la razón y superiores al orden sensible. Á pe-
1)J Gioia es otro de los representantes más notables sar de todas sus atenuaciones y reservas, la razón , en
de la escuela sensualista italiana durante el primer la teoría de Romagnosi, queda reducida á una especie
tercio del presente siglo. En sus Elementos ele Filoso- de sentido especial; es un sentido superior, si se quie-
fía, Gioia expone y afirma las doctrinas de Locke y re, pero es un sentido.
Condillac. Los sentidos y el empirismo en el orden Soave, Gioia y Romagnosi, aunque son los más
especulativo ó de conocimiento, y el utilitarismo en el notables, no son los únicos representantes de la escue-
orden práctico, resumen las ideas y tendencias lógicas la sensualista en Italia. Siguiéronla misma dirección:
del autor de la Ideología y de la Filosofía de la Esta- Cicognara , en sus Discursos sobre lo bello ; Borelli,
dística. Y ya que hemos citado esta última obra , de- quien, bajo el pseudónimo dq Lallelasco, dió á luz una
bemos advertir que el estudio de la estadística y sus Introducción á la Filosofía natural del pensamiento;
aplicaciones á la política , á la moral y á la economía, Costa, en su Manera de componer las ideas y designar-
constituye uno de los caracteres más originales de los las por medio de palabras precisas, sin contar á Buffa-
escritos de Gioia, y acaso su mérito principal. En estos lini y algunos otros menos importantes.
estudios, lo mismo que en su libro Del mérito y de las
recompensas, el filósofo italiano se mantiene fiel á las
inspiraciones y á los métodos empírico-sensualistas. I 78.

c) Romagnosi, contemporáneo de Gioia , al cual


ESCUELA ESPIRITUALISTA.—GALLUPPI.
sobrevivió seis años (f 1835), no es un sensualista
rígido, como éste y Soave. Las facultades y funciones
intelectuales, para Romagnosi, ya no son sensaciones Ya hemos indicado en su lugar oportuno que las
transformadas, como lo eran para Condillac , sino que ideas de Gioia y de Romagnosi, en orden á las relacio-
la inteligencia, considerada al menos como facultad nes que deben existir entre la Iglesia y el Estado , no
de juzgar, es distinta délas sensaciones. Sin embargo, pecaban de ortodoxas. Lo cual no es de extrañar, si se
este filósofo no acierta á salir de la esfera sensualista. tienen en cuenta las aficiones republicanas y cesaris-
Aparte de sus ideas jurídicas y morales, que se m u e - tas que dejaron conocer con motivo de las guerras y
ven generalmente dentro de la esfera sensualista y na- revoluciones napoleónicas en Italia , y si se tiene en
turalista, el autor de la Introducción al estudio del cuenta además que toda Filosofía sensualista lleva ne-
derecho público universal, aunque se aproxima á veces cesariamente en su seno un sedimentum anticristia-
n o , que rara vez deja de manifestarse bajo una ú otra ban á la sazón en Francia Víctor Gousiu y algunos de
forma. sus discípulos , pero siendo superior al esplritualismo
Y como quiera que las tradiciones y el genio nacio- ecléctico y distinguiéndose de él en dos conceptos:
nal, por decirlo a s í , de la Filosofía italiana , no esta- puesto que a) Galluppi profesaba un espiritualismo
ban ni podían estar acordes con la doctrina y teorías decididamente cristiano, en armonía con el dogma ca-
del sensualismo, no tardó en iniciarse y desenvolverse tólico , mientras que el espiritualismo, de Gousin se
en la península itálica una reacción espiritualista , la mantuvo fuera del principio católico, y b) porque el es-
cual dió origen á una escuela , á la que pertenecen los piritualismo de Galluppi se mantuvo incólume y apar-
más ilustres pensadores cristianos de la Italia contem- tado del elemento panteista y hegeliano que se descu-
poránea, siquiera ofrezcan matices y tendencias dife- bre en la doctrina expuesta por el jefe del eclectismo
rentes. en algunas de sus obras.
Merece figurar como iniciador y primer represen- Por lo demás , puede decirse que el predominio del
tante notable de esta escuela el napolitano Galluppi elemento psicológico es lo que caracteriza el sistema
(Pascual, 1771-1846), el cual, antes que De Maistre des- espiritualista de Galluppi, el cual nos dice terminante-
cendiera al sepulcro, ya había llamado la atención mente que «toda la ciencia del hombre descansa sobre
de los hombres con la publicación de su Ensayo filo- la base única de la conciencia de sí mismo», tesis cuyo
sófico sobre la critica del conocimiento, al cual siguie- comentario y desarrollo constituye el fondo y el objeto
ron después otras obras filosóficas, y entre ellas sus de casi todas sus obras. En este concepto, el filósofo
Lecciones de lógica y metafísica. La doctrina de Gal- napolitano puede figurar como representante del matiz
luppi representa una especie de concepción sincrética, psicológico de la escuela espiritualista italiana, así
en la cual entran como elementos dominantes las ideas como Rosmini es el representante del matiz ideológico,
de Descartes , las de Leibnitz y las de la escuela esco- y Gioberti del matiz ontològico.
cesa , conservando el fondo esencial de la Filosofía No sabemos si el nombre de Alfonso Testa merece
cristiana. E n algunos de sus escritos, el filósofo napo- figurar ai lado del de Galluppi, porque, si bien es ver-
litano rebatió con vigor el criticismo de K a n t , sin per- dad que en la segunda etapa de su vida intelectual
juicio de adoptar algunas de sus ideas y puntos de vista. abandonó las teorías sensualistas que había defendido
Sus Cartas sobre las vicisitudes de la Filosofía desde antes, sus ideas acerca de las relaciones entre la Filo-
Descartes hasta Kant, contienen atiuadas observacio- sofía y el catolicismo como religión revelada, ofrecen
nes críticas y filosóficas. vacilaciones y sombras que no es fácil desvanecer por
En s u m a : el esplritualismo de Galluppi es un esplri- completo, si bien tratándose de un sacerdote deben in-
tualismo bastante semejante , en su fondo ó conjunto terpretarse en sentido católico algunos pasajes de suyo
puramente filosófico, al esplritualismo que enseña- obscuros.
De todos modos , Testa, que había comenzado por Agustín y Santo Tomás, parece ser la teoría dominante
ser partidario del sensualismo, y que en 1829 publicó y como el carácter más fundamental de la concepción
su Filosofía delVaffetto, inspirada en este sistema, es- filosófica de Rosmini.
cribió pocos años después su Filosofía della mente, en No podrá abrigar la menor duda acerca de esto
que expone y defiende el criticismo idealista de Kant, quienquiera que conozca su teoría acerca del conoci-
de cuya doctrina se hizo partidario y celoso propagan- miento humano; porque la verdad es que el sistema
dista , bien que cuidando al propio tiempo de atenuar filosófico de Rosmini es una irradiación ó aplicación
y hasta de impugnar las ideas y tendencias escépticas más ó menos lógica de su teoría del conocimiento h u -
del kantismo. Lo cual parece dar derecho para colocar mano, teoría que constituye el punto central y como
al filósofo de Plasencia entre los representantes de la la esencia de su concepción filosófica, pudiendo consi-
escuela espiritualista, pero considerada en su matiz ó derarse ésta como un desarrollo de aquélla.
dirección crítica.
Esta teoría rosminiana del conocimiento abraza dos
elementos ó fases principales, que son:
§79. a) Naturaleza y origen de las ideas.
b) Proceso propio, ó, como si dijéramos, el meca-
8 0 S M I N I .
nismo del conocimiento humano considerado en sus
relaciones con las ideas y con las diferentes fuerzas de
conocer.
Este ejemplar sacerdote y distinguido sabio (Anto-
Como bases ó prenociones generales para explicar
nio Rosmini S e r b a t i , 1797-1855). es uno de los repre-
y comprender la teoría del conocimiento en esta doble
sentantes más ilustres de la Filosofía cristiana en
fase, Rosmini establece las siguientes afirmaciones é
nuestro siglo. Á la vez que profundo filósofo, Rosmini
ideas preliminares:
es un crítico de primera fuerza , pues su Nuevo ensayo
1.a Existen en el hombre dos facultades de cono-
sobre el origen de las ideas es un modelo de crítica con-
cimiento esencialmente distintas, que son la sensibili-
cienzuda y elevada en materias filosóficas.
dad y el entendimiento, y estas facultades entrañan dos
La Filosofía cristiana, en la que entran como ele-
elementos ó causas próximas de conocimiento , que son
mentos principales la doctrina de Santo Tomás y de
la sensación—que Rosmini suele llamar sentimiento or-
San Agustín, constituye el fondo real y substancial de
dinariamente—y el pensamiento. Hablando en general,
la Filosofía de Rosmini, pero realzada y perfeccionada
las cosas sensibles y existentes ó subsistentes, como
con ideas y direcciones nuevas, con pensamientos crí-
dice Rosmini, constituyen el objeto propio de la sensa-
ticos, con teorías más ó menos originales. El idealis-
ción, pero el pensamiento se extiende á las cosas no
mo platónico, modificado en sentido cristiano por San
sensibles, y á las no existentes actualmente; siendo de
De todos modos , Testa, que había comenzado por Agustín y Santo Tomás, parece ser la teoría dominante
ser partidario del sensualismo, y que en 1829 publicó y como el carácter más fundamental de la concepción
su Filosofía delVaffetto, inspirada en este sistema, es- filosófica de Rosmini.
cribió pocos años después su Filosofía della mente, en No podrá abrigar la menor duda acerca de esto
que expone y defiende el criticismo idealista de Kant, quienquiera que conozca su teoría acerca del conoci-
de cuya doctrina se hizo partidario y celoso propagan- miento humano; porque la verdad es que el sistema
dista , bien que cuidando al propio tiempo de atenuar filosófico de Rosmini es una irradiación ó aplicación
y hasta de impugnar las ideas y tendencias escépticas más ó menos lógica de su teoría del conocimiento h u -
del kantismo. Lo cual parece dar derecho para colocar mano, teoría que constituye el punto central y como
al filósofo de Plasencia entre los representantes de la la esencia de su concepción filosófica, pudiendo consi-
escuela espiritualista, pero considerada en su matiz ó derarse ésta como un desarrollo de aquélla.
dirección crítica.
Esta teoría rosminiana del conocimiento abraza dos
elementos ó fases principales, que son:
§79. a) Naturaleza y origen de las ideas.
b) Proceso propio, ó, como si dijéramos, el meca-
8 0 S M I N I .
nismo del conocimiento humano considerado en sus
relaciones con las ideas y con las diferentes fuerzas de
conocer.
Este ejemplar sacerdote y distinguido sabio (Anto-
Como bases ó prenociones generales para explicar
nio Rosmini S e r b a t i , 1797-1855). es uno de los repre-
y comprender la teoría del conocimiento en esta doble
sentantes más ilustres de la Filosofía cristiana en
fase, Rosmini establece las siguientes afirmaciones é
nuestro siglo. Á la vez que profundo filósofo, Rosmini
ideas preliminares:
es un crítico de primera fuerza , pues su Nuevo ensayo
1.a Existen en el hombre dos facultades de cono-
sobre el origen de las ideas es un modelo de crítica con-
cimiento esencialmente distintas, que son la sensibili-
cienzuda y elevada en materias filosóficas.
dad y el entendimiento, y estas facultades entrañan dos
La Filosofía cristiana, en la que entran como ele-
elementos ó causas próximas de conocimiento , que son
mentos principales la doctrina de Santo Tomás y de
la sensación—que Rosmini suele llamar sentimiento or-
San Agustín, constituye el fondo real y substancial de
dinariamente—y el pensamiento. Hablando en general,
la Filosofía de Rosmini, pero realzada y perfeccionada
las cosas sensibles y existentes ó subsistentes, como
con ideas y direcciones nuevas, con pensamientos crí-
dice Rosmini, constituyen el objeto propio de la sensa-
ticos, con teorías más ó menos originales. El idealis-
ción, pero el pensamiento se extiende á las cosas no
mo platónico, modificado en sentido cristiano por San
sensibles, y á las no existentes actualmente; siendo de
advertir que, aun con respecto á la sensación, hay que tiva, inteligible, de los objetos reales en el entendi-
distinguir entre la sensación misma y el pensamiento miento, sino excluir solamente la presencia inteligible
de la sensación; pues mientras la primera se halla su- por medio de especies ó ideas distintas del acto inte-
bordinada y como ligada á un instante determinado lectual percipiente y del objeto percibido.
del tiempo, el segundo puede referirse á una sensación 3. a Entre el sujeto cognoscente y el objeto ó cosa
pasada ó futura, de manera que el pensamiento estará conocida, entre el sujeto y el objeto existe una distin-
presente, al paso que la sensación, objeto de este pen- ción radical y primitiva, una oposición irreductible,
samiento, no existe, sino que existió ó existirá. En ora se trate del conocimiento sensible, ora se trate del
realidad, loque Rosmini atribuye aquí al pensamiento, entendimiento, siendo evidente que hasta cuando el
conviene á la imaginación, y este punto entraña ya sujeto cognoscente es objeto del pensamiento, existe y
cierta inexactitud y obscuridad, ó de ideas ó de len- se conserva esa oposición, toda vez que el yo pensante,
guaje , inexactitud y obscuridad que observaremos en en cuanto tal ó como principio y sujeto del pensamiento
otros puntos de la concepción rosminiana, y que cons- actual, es distinto y se presenta como distinto del yo,
tituyen, á no dudarlo, una de las causas principales en cuanto pensado ú objeto del pensamiento. Luego la
de las dudas y sombras que pesan sobre su doctrina, y distinción, ó real, ó inteligible y mental, entre el sujeto
que justifican, en parte, las acusaciones de que ha sido y el objeto, constituye uno de los caracteres esenciales
y es objeto. del conocimiento humano.
2. a Las cosas que son percibidas, ora por los sen- 4. a Los conocimientos del hombre son de dos c l a -
tidos, ora por el entendimiento , lo son de una manera ses ó especies, á saber: conocimientos de intuición, y
inmediata y directa, sin que intervengan ideas ó r e - conocimientos de afirmación. Los primeros se refieren
presentaciones de los objetos conocidos, distintas de á las cosas consideradas en sí m i s m a s , con abstracción
éstos. Porque es de saber que, aunque Rosmini habla de la existencia real; se refieren á las esencias según
mucho de ideas, éstas no son las representaciones ó que pueden subsistir ó no subsistir, es decir, á las
especies inteligibles de que habla Santo Tomás y los ideas, pues ya hemos dicho que, para Rosmini, idea y
escolásticos; no son las ideas ó conceptos formales de esencia ó naturaleza conocida como posible son una
éstos, sino los conceptos objetivos, es decir , la cosa misma cosa. Los conocimientos de afirmación son
m i s m a , la entidad real ó posible que es percibida por aquellos que adquirimos mediante un acto por el cual
el entendimiento. En otros términos: las ideas de Ros- afirmamos que una cosa, cuya idea tenemos ó conoce-
mini son idquod cognosámus, y no id quo cognosámus mos de antemano, existe ó no existe realmente. De
solamente, según enseña Santo Tomás. aquí se infiere:
No creemos, sin embargo, que la mente de Rosmini a) Que mientras el conocimiento de intuición pre-
sea excluir la existencia intencional, la presencia obje- senta á nuestro espíritu las esencias posibles, ó , si se
quiere, las cosas reales en cuanto posibles, el conoci- ció de la sensibilidad en sus relaciones con el mundo
miento de afirmación—que también se llama de juicio r e a l , con las cosas singulares y existentes , el espíritu
—no presenta al espíritu ningún nuevo objeto posible, humano no podría adquirirlos conocimientos mencio-
ninguna nueva esencia, sino que sólo produce en nos- nados , y quedaría reducido á la intuición vaga y esté-
otros la persuasión de que tal ó cuál esencia, conocida ril del ser ideal ó posible, pero común é indeterminado.
ya de antemano como posible por la intuición, existe Sobre estas bases y nociones fundamentales levanta
realmente. Rosmini su teoría acerca de la naturaleza y origen de
i ) Que el objeto propio de los conocimientos de las ideas , y acerca del proceso y constitución del co-
intuición son las ideas ó el mundo de los posibles; y nocimiento humano , teoría que puede condensarse y
que el conocimiento de afirmación tiene por objeto resumirse en los siguientes términos :
propio el mundo real ó s u b s i s t e n t e , las esencias que Hemos visto que entre el objeto conocido y el sujeto
real y actualmente existen. cognoscente existe una distinción esencial y primitiva,
e) Que no ya sólo el conocimiento de intuición, una independencia recíproca , distinción que conviene
cuyo objeto son las ideas, y que por su naturaleza es y se encuentra igualmente en los conocimientos de in-
superior al orden sensible, sino que también el cono- tuición y en los conocimientos de afirmación.
cimiento de afirmación, cuyo objeto son las cosas rea- De aquí se infiere que las ideas , las cuales consti-
les y existentes, pertenece al ente ndimiento y no á los tuyen el objeto de los conocimientos de intuición, son
sentidos, toda vez que este conocimiento entraña nece- algo distinto necesariamente del sujeto cognoscente, y
sariamente el conocimiento previo de la esencia en sí que no pueden confundirse ni identificarse con nuestra
misma y como posible, sin lo cual no podría aplicarla mente ó razón.
ó juntarla con la existencia a c t u a l , de donde resulta el Por otra p a r t e , es evidente que no puede decirse de
conocimiento de afirmación de la existencia actual en esas ideas que son nada-, puesto q u e son las esencias
la esencia A ó B, y la consiguiente persuasión de la posibles de las cosas, y la nada no es esencia ni real ni
subsistencia ó existencia efectiva de aquella cosa. posible. De todo lo cual se deduce: 1.°, que el modo de
Aunque las dos clases de conocimientos indicados existir de estas ideas, que también se llaman objetos
pertenecen al entendimiento y no á los sentidos, no por ideales , esencias mentales y posibles de las cosas , es
eso se ha de creer que son completamente independien- diferente del modo de existir que tienen los objetos rea-
tes de éstos. El ejercicio de los sentidos, la sensación, les ó existentes, es decir, los iudividuos singulares; 2 °
es condición previa y positiva , ó al menos ocasión que estas ideas, como objetos del conocimiento, no caen
necesaria para la constitución y adquisición de los co- bajóla acción y dominio de los sentidos, y, por consi-
nocimientos, tanto de intuición como de afirmación. Sin guiente, para explicar su adquisición y conocimiento
la impresión producida en los sentidos y sin el ejerci- hay que acudir á principios superiores á los sentidos,
TOMO IV. 25
cia cuya existencia no implica contradicción , e n t r a -
sin perjuicio de que éstos contribuyan á su constitución
ñan el carácter de necesidad, puesto que lo que no
ó existencia de alguna manera , siquiera remota é in-
implica contradicción es necesariamente posible , y no
directa.
puede dejar de ser tal. Desde este punto de vista, y
¿ C u á l , es , pues , el verdadero origen de las ideas?
en este concepto, las ideas se llaman necesarias, á d i -
P a r a resolver con acierto este problema, conviene r e -
ferencia de los seres ó cosas reales, que son contin-
conocer y fijar, ante todo, los caracteres propios d é l a s gentes por parte de su realidad ó existencia. De aquí
i d e a s , como si dijéramos, sus propiedades y atri- es que, si bien podemos pensar un ser real, por ejem-
butos. plo , Pedro , con la existencia ó sin la existencia ac-
a) Las ideas son, en primer lugar, universales, t u a l , nos es imposible pensar que un ser puramente
por cuanto que un objeto ideal, una esencia posible, posible con posibilidad interna , deje de existir como
entraña la aptitud ó capacidad para que por medio de posible, ó, lo que es lo mismo, deje de ser posible.
ella conozcamos un número indefinido de individuos c) El carácter de la universalidad lleva consigo y
en que puede existir y realizarse. Así, por ejemplo, entraña en las ideas cierto carácter de infinidad, toda
por medio de la idea de hombre, la cual es el hombre vez que éstas, en tanto se dicen universales, en cuanto
posible, podemos conocer la naturaleza y realidad de y porque son aplicables á un número ilimitado de indi-
una infinidad de hombres singulares, en los que se rea- viduos , sin que la idea se agote ni se destruya, ni deje
liza y subsiste la esencia del hombre ; de manera que de concebirse como una é idéntica.
la especie ó esencia humana es u n a , pero los indivi- d) Y al propio tiempo, la necesidad que hemos
duos son , ó pueden ser, muchos. Así como el artista encontrado en las ideas comunica á éstas el carácter
que concibe y forma en la mente un tipo ejemplar de de eternidad, puesto que lo que es absolutamente n e -
una estatua, por ejemplo, puede aplicar esa forma t í - cesario , como lo es la posibilidad interna de las ideas,
pica á muchas estatuas particulares sin que éstas ago- ha sido, es y será siempre, y , por consiguiente, es
len la virlualidad de la forma ejemplar, la cual per- eterno.
manece siempre una é idéntica , así también el hombre
Aquí debe advertirse que Rosmini no fija, como
ideal, por ejemplo, la idea del h o m b r e , permaneciendo
sería conveniente, el sentido en que atribuye la eter-
una é idéntica, es aplicable á muchos individuos, y
nidad á las ideas ; eternidad que sólo puede admitirse
sirve para conocerlos y discernirlos de todas las de-
en el sentido en que la atribuían los escolásticos á los
más cosas existentes.
universales, es decir, entendiéndose esto no de una
b) Las ideas merecen también la denominación de
eternidad positiva, que sólo conviene á Dios, sino de
necesarias, porque, representando, como representan,
la eternidad negativa, la cual sólo entraña ó significa
las esencias ó cosas que son posibles y en cuanto son
que el universal, y lo mismo puede decirse de la idea
posibles, ó sea en cuanto se trata de una cosa ó esen-
m

rosminiana, abstrae ó prescinde de toda diferencia de


tiempo. ofrecen cierto orden y subordinación por parte de su
Luego la universalidad, la necesidad, la infinidad grado de universalidad. Unas se refieren á objetos ó
y la eternidad constituyen los atributos ó caracteres esencias relativamente determinadas y concretas, como
propios de las ideas. la idea de hombre, la de cab.illo, la de m á r m o l , etc.;
En virtud y á causa de los caracteres sublimes , y otras son más indeterminadas y universales , como la
en cierto modo divinos , que entrañan las ideas , bien idea de animal , la de viviente, la de m i n e r a l , etc.,
puede decirse que no traen su origen ni de nosotros y así sucesivamente nos encontramos en posesión de
mismos , ni de los seres inferiores y finitos , sino que, ideas más y más universales , hasta llegar á la idea
hablando en un sentido general, traen su origen de perfectamente indeterminada y universalísima de ser.
Dios, y pueden apellidarse pertenencias de Dios. En el Resulta de lo dicho que nuestras ideas , considera-
Nouvel essai sur Xorigine des idées, se las aplica el das en conjunto, forman como una especie de pirámi-
nombre de appartenances de Dieu, y en la teosofía se de, en cuya base se colocan las ideas más determinadas
concede al ser inicial la denominación de apparte- y menos universales , á las cuales se sobreponen g r a -
nenza della divina essenza. dualmente las otras ideas menos determinadas y con-
¿Qué es lo que intenta significar Rosmini por estas cretas, hasta llegar á la mencionada idea indeterminada
palabras? ¿Qué sentido debe darse á esa pertenencia y universalísima de ser, idea que representa y cons-
divina de que nos habla en varios lugares de sus obras, tituye Ja cúspide de la pirámide.
y que ha servido de base y argumento á algunos críti- Comparando esta idea universalísima del ser con
cos para calificarle de panteista y de ontologista? ¿Es las demás ideas , y reflexionando sobre sus m u t u a s
susceptible esta palabra de una interpretación ajena al relaciones , se reconoce :
panteísmo y ontologismo? 1." Que la idea universalísima del ser constituye
Para contestar satisfactoriamente á estas p r e g u n - y representa la base y como el fondo general de las
tas , es preciso conocer y fijar ante todo la teoría de demás ideas; pues todas presuponen é incluyen la idea
Rosmini acerca de la naturaleza y origen de las ideas. del ser.
Prosigamos , pues , exponiéndola. 2.° Que todas las demás ideas pueden considerar-
Entrando en nosotros mismos, cuando ya nuestra s e , ó, mejor, se presentan á nosotros como determina-
vida y nuestra inteligencia se mueven en esferas rela- ciones , limitaciones y actuaciones de la idea indeter-
tivamente superiores; cuando la primera ha llegado minada de ser : a s í , por ejemplo, la idea del hombre,
ya á cierto grado de desarrollo, y la segunda está rela- ó , si se quiere , el hombre ideal, presupone é incluye
tivamente cultivada por el estudio y la reflexión, ob- en su concepto la idea del ser , sin lo cual no podría
servamos que nuestras ideas, tomadas en conjunto, ser hombre, y , por otra parte, incluye y representa una
determinación del ser indeterminado, una como actúa-
titue la lumière de la raison), y hasta puede y debe
ción y adición de modos de ser que limitan el ser uni-
decirse que este ser, en cuanto concebido por cada
versal. hombre, es el entendimiento singular de cada uno , ó,
3." Que la idea universalísima é indeterminada hablando más propiamente, el principio intelectual:
del ser, puede ser y es de suyo independiente, puesto Par cela même on peut dire de cet être , en tant qu'il est
que podemos pensar este ser sin pensar en las demás conçu par chaque homme , qu'il est l'intellect singu-
ideas inferiores, mientras que éstas no pueden pen- lier de chacun, ou plus proprement le principe intel-
sarse sin el ser, y , lo que es más aún , dependen en lectuel.
su constitución y formación, y por consiguiente en Esto quiere decir que las frases y pasajes en que
su origen , de la idea universalísima del ser. ¿Cuál es, Rosmini afirma ó indica, ora que nuestras ideas coinci-
pues, el origen de las ideas, según Rosmini? Helo den con las ideas divinas, y proceden originariamente
aquí. de Dios, ora que la idea indeterminada del ser posible é
Si se trata de la idea indeterminada del ser, idea que inicial es una pertenencia de Dios, una cosa ó entidad
constituye la cúspide de la pirámide, no tiene más ori- divina, pueden recibir, sin violencia, un sentido orto-
gen que el mismo que corresponde al hombre : es con- doxo. Podrá haber inexactitud, y hasta error filosófico,
natural é innata al hombre, como lo es su misma esen- en confundir é identificar de alguna manera la idea del
cia . y Dios, que produce ó crea al hombre, le comunica ser posible é inicial con la luz de la razón y con el
esa idea del ser indeterminado. Pero téngase presente principio intelectual, como lo hace Rosmini; pero,
que esta idea, no sólo hace las veces de i d e a , ó sea de una vez establecida y admitida esta identificación par-
objeto connatural y permanente de la intuición, sino cial; una vez admitida la hipótesis de que la idea del
que hace las veces de forma de la inteligencia, y, lo que ser posible é inicial constituye la luz de la razón , bien
es más a ú n , constituye la luz. de la razón , en e x p r e - puede decirse de esa idea, sin incurrir en error teoló-
sión de Rosmini. El cual, en armonía con esto, añade gico, que es una pertenencia de Dios, una participa-
q u e , sin esta idea del ser posible , «el espíritu humano, ción de la esencia divina, una luz que Dios comunica
no solamente sería incapaz de toda operación racio- á la inteligencia h u m a n a , la esencia divina comuni-
nal, sino que también estaría privado de la facultad de cada y recibida en el hombre de una manera limitada,
pensar y entender; en otros términos, cesaría de ser ó sea en la forma y con las condiciones que entraña la
inteligente». creación como acto libre de Dios.
Esto quiere decir que, para Rosmini , el ser ideal, Porque la verdad es que, en esas frases y pasajes,
Vessere, no solamente es el primer objeto conocido por Rosmini no hace más que enunciar y aplicar á la idea
el hombre y conocido por intuición; no solamente es del s e r , considerada como objeto de la intuición n a t u -
una idea innata, y como t a l , en cierto modo, divina, ral y como luz de la razón, los caracteres, atributos y
sino que constituye , a d e m á s , la luz de la razón fcons-
relaciones que Santo Tomás enuncia y aplica á la inte- abstracción, funciones que corresponden á la inteli-
ligencia humana, según que ésta se dice y es impres- gencia como razón.
sio quciedam rationum aeternarum.—Quaedam simili- Dedúcese délo expuesto que en la teoría deRosmini:
tudo increatae Veritatis in nobis resultantis. — Virtus a) Todas las ideas, á excepción de la indetermina-
quae a supremo Intellectu participdtur. da é innata del ser, deben su origen y formación á la
Por lo demás, si Rosmini afirma y repite que nues- sensación, á la mente ó facultad intelectual, y á la
tras ideas, las ideas que, en su teoría, constituyen el idea expresada del ser, puesto que la sensación concu-
objeto de los conocimientos de intuición, tienen un rre como ocasión y materia ; la actividad intelectual
origen divino, vienen de Dios y existen en Dios, con- como causa eficiente por medio de la universalización
viene no olvidar que nuestro filósofo, no solamente y la abstracción, y la idea del ser como base ó ele-
distingue y separa el modo con que existen en Dios mento primordial de las mismas ideas, á la vez que
y con que existen en nosotros, sino que toda Filosofía como luz y fuerza de la razón ó mente.
teista y cristiana debe admitir, en algún sentido, la b) Que todas las ideas pueden considerarse y con-
preexistencia de nuestras ideas en Dios, á la vez que cebirse como limitaciones, determinaciones y trans-
determinadas relaciones de origen, de semejanza , de formaciones de la idea universalísima del ser.
influencia y de analogía entre unas y otras. Que por c) Que las ideas pueden decirle innatas y divinas
algo apellida Santo Tomás á la razón humana partici- en sentido impropio y de una manera parcial é incom-
pación y semejanza de la Luz increada y de la Inteli- pleta , por cuanto la idea del ser va envuelta en todas
gencia suprema en que se contienen las razones e t e r - ellas como base y elemento primitivo de las mismas;
nas, ó sea las ideas divinas, y por algo escribió también pero, hablando en sentido propio y con relación á su
que existe en nuestra mente cierta impresión de las naturaleza completa y real, pueden y deben llamarse
razones ó ideas eternas: lmpressio quaedam rationum adquiridas, puesto que su causa ocasional y material
aeternarum est in mente nostra. es la sensación, y, sobre todo , su causa eficiente es la
La idea innata del ser indeterminado y puro, t é r - m e n t e , ó sea la fuerza intelectual propia del alma hu-
mino y objeto propio de la intuición primitiva intelec- m a n a , siquiera esta fuerza sea fecundizada y como
tual, sirve de base y como de punto de partida—en completada por la presencia de la idea innata del ser,
unión con la sensación que determina sus aplicacio- según Rosmini. Y en este sentido, y sólo en este sen-
nes—para la formación de las demás ideas, las cuales tido, deben entenderse las frases en que Rosmini parece
vienen á ser como limitaciones y actuaciones de dicha confundir é identificar la idea universalísima del ser
idea; determinaciones y actuaciones que son ocasiona- con la inteligencia, como cuando dice de aquélla que
das por los sentidos, y que realiza la inteligencia ó es la luz de la razón, un principio intelectual, con otras
mente humana por medio de la universalización y la expresiones semejantes.
Consecuencia y aplicación de la teoría acerca de las nos presenta un ser absolutamente indeterminado é in-
ideas, es la teoría de Rosmini acerca del conocimiento, diferente , un ser vacío de caracteres, atributos y pro-
considerado en sus elementos, en su proceso orgánico piedades , la mera posibilidad de ser, según Rosmini.
y en sus resultados, teoría que puede resumirse y con- Tampoco es conocimiento propiamente la sensación, la
densarse de esta m a n e r a : cual se refiere sólo á los singulares sensibles, y aun
El conocimiento humano, tomado en totalidad y en esto de una manera confusa y obscura , en cuanto co-
conjunto, exige y contiene : a) algo que sirva de punto nocimiento ó percepción. Para que haya conocimien-
de partida y 'principio del movimiento cognoscitivo; to propiamente dicho; para que haya conocimiento
b) algo que sirva de ocasión para aplicar este princi- intelectual y científico, no basta, ni la forma sola, ni
pio á los seres reales; c) algo que sea la forma del co- la materia sola, sino que se necesita establecer con-
nocimiento; d) algo que sea materia del m i s m o , y e) tacto y comunicación entre las dos, y comunicación de
finalmente, algo que sirva como de terreno común, que tal naturaleza, que de ella puedan resultar y resulten
sea el centro que haga posible la aproximación y com- conocimientos propiamente dichos , conocimientos fe-
binación de todos esos elementos. cundos, científicos , comprensivos de la realidad.
El principio del conocimiento humano es la i n t u i - Luego, además de la intuición del ser posible como
ción permanente y necesaria del ser ideal ó posible; la primera manifestación del alma humana inteligente, y
ocasión son las impresiones producidas en nosotros pol- además de la sensación como elemento ocasional y
las cosas subsistentes, es decir, por los cuerpos exter- material del movimiento cognoscitivo, es necesario
nos ; la forma es el mismo ser ideal ó posible, el cual, que exista una facultad ó fuerza encargada de realizar
como término de la intuición , se llama objeto, pero en esa aproximación y síntesis entre la forma y la mate-
cuanto que es una idea que va envuelta en todos los ria del conocimiento, y de convertir ó transformar en
demás objetos y les comunica la universalidad supre- conocimientos verdaderos, concretos y científicos , la
ma, y por consiguiente la inteligibilidad, se llama for- intuición del ser y la sensación , estériles de suyo
ma del conocimiento ; la materia son los seres subsis- mientras permanecen aislados, para producir verdade-
tentes , es decir, los singulares, en cuanto determinan ros conocimientos. Esta facultad intermedia es la ra-
las sensaciones; el centro, que hace posibles la aproxi- zón, la cual viene á ser la causa directa é inmediata
mación , la síntesis , la combinación y relaciones entre de ios conocimientos propiamente dichos , por medio
los cuatro elementos indicados, es la unidad de con- de las variadas manifestaciones ó funciones de su ac-
ciencia, la unidad substancial y personal del hombre. tividad , la atención, el raciocinio, la universalización,
La intuición del ser ideal y posible no constituye la abstracción, la reflexión, etc. Á la inteligencia ó
propiamente conocimiento humano, como conocimiento entendimiento pertenece la intuición del ser; á los sen-
intelectual y científico de las cosas, toda vez que sólo tidos, la percepción imperfecta y confusa de los singu-
m a , es absolutamente incognoscible para el entendi-
lares sensibles ; á la razón, el conocimiento propiamente miento, así, por el contrario , el ser indeterminado y
intelectual y científico de las cosas. posible, que ocupa, por decirlo así, el otro extremo de la
De lo dicho hasta aquí se infiere que el objeto de escala objetiva del conocimiento, es esencialmente cog-
los sentidos es lo real, lo existente, los singulares, al noscible por el entendimiento, es, por su propia natu-
paso que el objeto del entendimiento , ó , mejor dicho, raleza, no solamente inteligible, sino primer inteligible,
de la razón como facultad científica, es lo ideal y lo uni- primer manifiesto, primer evidente, primer cierto, pri-
versal. De aquí es que los seres actualmente existen- mer manifestante ó luz para conocer las demás cosas.
tes, como tales, los singulares, no pueden ser conocidos
De todo lo arriba expuesto acerca de la teoría de
por el entendimiento, no son cognoscibles por la razón
conocimiento humano y acerca de la teoría de las ideas
(notre intellect n'atteint et ne perçoit aucun être sub-
de Rosmini, resulta que el mecanismo , ó , digamos,
sistant et particulier); porque el entendimiento sólo
el proceso lógico que abraza y constituye el movimien-
conoce las cosas en cuanto inteligibles, como ideales,
to cognoscitivo en el hombre, se verifica de la manera
posibles y universales : La subsistance des choses est
siguiente :
donc exclue de la connaissance proprement dite : elle
a) Intuición del ser.
n'appartient ni peu ni point à l'intellect, considéré
1) Sensación , es decir , pasión ó impresión pro-
comme capable de recevoir les êtres intelligibles, parce
ducida por un objeto singular y externo ; por ejemplo,
que l'intellect exclut essentiellement de son sein le réel
visión de la encina A.
et n'est le siège que de l'idéal.
c) Aplicación espontánea de la idea del ser á la
Rosmini añade que la existencia, y sólo la existen- encina A , y el juicio confuso é implícito resultante de
cia, es la razón suficiente y como la causa de que los esa aplicación, en que se afirma que hay una cosa que
singulares no sean inteligibles, ó sean incapaces de ser limita y termina de cierto modo la idea indeterminada
conocidos por el entendimiento , siendo excluidos del del ser.
conocimiento propiamente dicho (Mais si la subsistan- d) Universalización de esa cosa limitante y t e r -
ce des choses n'est point, un être intellectif, si elle est minante , es decir , de la encina sentida , concibiéndo-
exclue de l'intellect, c'est toute fois pour la subsistance la sin la existencia y singularidad, y , por consiguien-
seule qu'a lieu cette exclusion et pas pour autre chose) te , como esencia específica una y capaz de estar en
ó intelectual y científico. Lo cual debe tenerse muy muchos individuos.
presente cuando se trata de investigar y fijar el sen-
e) Aplicación de esta idea específica á la encina A,
tido ó significado de la paiabra ser (être, esserej, t é r -
sentida antes y punto de partida de la universalización
mino y objeto de la intuición , y principio ó elemento
hecha , aplicación contenida y expresada en esta afir-
primordial de todas las cosas.
mación : la cosa sentida por mí en el instante B, es una
Así como la existencia, en cuanto tal y en sí m i s -
ROSMINI

encina,, juicio que , como queda dicho arriba , consti- va , un acto primero que contiene la razón suficiente
tuye los conocimientos de afirmación. de las diferentes facultades y funciones ó actos que
f ) La reflexión sobre la idea ó esencia de encina ejecuta el hombre, y e s , sobre todo, un principio subs-
en sí misma, sin aplicarla ni predicarla de la encina A tancial y substancialmente unido al cuerpo, de manera
sentida, ni á la encina B no sentida ; la comparación de que é s t e , en virtud de esta unión íntima, no sola-
esta idea con otras; la abstracción de algunos de s u s mente es condición necesaria para el ejercicio de cier-
caracteres determinados , constituyendo así una idea tas facultades y fuerzas que radican en el alma , sino
genérica ; en una palabra , la contemplación intelec- que viene á participar de la razón de principio y sujeto
tual de la esencia de la encina , y de las ideas univer- de aquellas acciones , ó , como dice el mismo Rosmini,
sales que con ella tienen relación , lo cual constituye se convierte en co-sujeto (con-soggetto) del alma como
lo que Rosmini llama conocimientos de intuición. principio de las mismas.
Según R o s m i n i , el alma humana es un sujeto ó Por lo d e m á s , entre las desviaciones de Rosmini
principio intelectual y sensitivo, dotado, por su propia en este terreno psicológico, á las que hemos aludido,
naturaleza de la intuición del ser, de un sentimiento es acaso la más grave la que se refiere al origen del
cuyo término es extenso, y de ciertas actividades que alma humana.
dependen de la inteligencia y de la sensibilidad.
Fundándose en la analogía de los fenómenos fisio-
Definición es esta que ni está muy en armonía con lógicos y físicos que se observan entre la generación
las reglas que señalan los lógicos para la definición, ni del hombre y la de los animales , nuestro filósofo pare-
peca ciertamente de claridad y precisión. Pero, al lado ce enseñar (bien que su pensamiento en esta materia
de ciertas ideas inexactas de su autor, contiene indica- adolece de cierta obscuridad y falta de precisión) que el
ciones importantes acerca de la subordinación y r e l a - hombre produce por medio de generación y como por
ciones que existen entre las diferentes fuerzas ó f a - virtud propia, una alma humana sensitiva, la cual
cultades que se manifiestan en el hombre, y , sobre es elevada al orden inteligible, y se convierte, por de-
todo , acerca de la unidad é identidad substancial del cirlo a s í , en alma racional é inteligente, en virtud de
principio vital y de su unión íntima y substancial con cierta luz y como iluminación divina producida en ella
el cuerpo. En este punto capital y esencial de la psico- por Dios. De manera que la producción ó existencia del
logía cristiana , la doctrina de Rosmini refleja general- individuo humano A ó B , es debida simultáneamente
mente las tradiciones é ideas de la Filosofía de Santo á los padres del mismo , que engendran ó producen su
Tomás, pero con algunas desviaciones más ó menos alma sensitiva , como la engendran en sus hijos otros
graves. Para el filósofo italiano, el alma h u m a n a es un animales, y á Dios, por cuanto éste, en el instante en
principio uno y único de las fuerzas y funciones vita- que se pone ó comienza á existir el animal humano,
les , sensitivas é intelectuales; es una energía primiti- crea ó pone allí el alma inteligente , pero la crea , no
sacándola de la nada , sino comunicándole una luz si la teoría referente al sentido corpóreo-fundamental
superior y divina, que la eleva y constituye en el orden pone en peligro la unidad esencial y la unión substan-
inteligible, en la categoría de los seres inteligentes. cial en el h o m b r e , la teoría ideológica, que, en último
Aunque, según queda indicado, el pensamiento de resultado, nos presenta los seres reales y también las
Rosmini no es tan explícito y claro como fuera de de- ideas de éstos ó las esencias posibles como aplica-
s e a r , parece que esa luz superior y divina no es otra ciones , determinaciones y formas particulares del ser
cosa que la idea innata del ente posible, que tan i m - universal y del ente ideal ó posible, se coloca en una
portante papel desempeña en toda su Filosofía. «Sin pendiente resbaladiza y que se presta á deducciones
la idea del ser , nos dice el autor de la Teosofía, el es- panteistas más ó menos lógicas, por más que s e m e j a n -
píritu humano , no solamente sería incapaz de toda te error se halla m u y lejos de la mente y de la i n t e n -
operación racional, sino que además estaría privado ción del filósofo italiano.
de la facultad de pensar y de entender; en otros térmi- Y es de notar que el peligro crece cuando se r e -
nos, dejaría de ser inteligente.... Esta misma idea es flexiona sobre la hipótesis rosminiana referente á la
la que constituye la luz de la razón.» vida ó animación u n i v e r s a l , hipótesis relacionada con
Rosmini pretende, además, que, fuera de los senti- su teoría del sentido f u n d a m e n t a l , pero m u y poco en
dos externos é internos, admitidos generalmente, debe armonía con el espíritu y tendencias de la Filosofía
admitirse un sentido f u n d a m e n t a l , ó sea un sentido cristiana. Porque sabido es que, según R o s m i n i , todos
corpóreo fundamental, por medio del cual el alma per- los seres cósmicos, desde el elemento hasta el hombre
cibe de una manera perenne y constante la existencia participan de la vida y de la animación en diferentes
presente y unitiva de su propio cuerpo. Este sentido grados, de manera que la naturaleza toda se halla vi-
constituye y explica la unión íntima del alma con el vificada por una especie de sentido ó senümentación
cuerpo, y constituye también la base general de las de- universal y primitiva (sentimentazione), como la ape-
más sensaciones , puesto que en él se reciben, ó sobre llida el filósofo de Roveredo. Excusado parece obser-
él obran inmediatamente, las impresiones producidas var que esta teoría de Rosmini, la cual, por otra parte
ofrece analogías, semejanzas y reminiscencias de la
por los objetos externos , de manera que las sensacio-
monadología de Leibnitz, y más todavía de las ideas
nes particulares , v i s i ó n , audición, dolor, etc., son
de Campanella, prepara el camino, si ya no es que j u s -
modificaciones y aplicaciones del sentido fundamental.
tifica las recientes teorías del darwinismo y de la e s -
Aunque no los únicos, son estos los puntos p r i n - cuela evolucionista.
cipales en que Rosmini se aparta de las tradiciones
generales d é l a Filosofía cristiana. Por cierto que e n - Afortunadamente, este filósofo ilustre permaneció
trañan , en nuestro sentir, consecuencias de alguna siempre unido de corazón al principio católico; así es
gravedad en el terreno de la ciencia católica ; porque que cuando la Sagrada Congregación puso en el índice
TOMO i v . 2 g
talozza, en sus Elementos de Filosofia ; Cavour (Gusta-
sus Cinco llagas de la Iglesia y su Constitución según
vo), en sus Fragmentos filosóficos; Peyretti,que escribió
la justicia social, se sometió sia murmurar al juicio
unos Elementos de Filosofía y un Ensayo de lógica ge-
de la Iglesia. Y eso que Rosmini gozaba á la sazón de
neral; Paganini, en sus Consideraciones sobre las ar-
gran renombre y era grande su prestigio en la Italia
monías más profundas de la Filosofía natural con la
toda y aun en la Europa, renombre y prestigio debidos Filosofía sobrenatural; José Allievo, en sus Ensayos
á su talento, á sus virtudes, á la Orden religiosa que filosóficos, sin contar á Bonghi, Garelli, Minghetti,
había fundado, á la importancia y al número verdade- Rayneri y algunos otros.
ramente extraordinario de sus obras. Porque habrá
pocos hombres q u e , en una vida relativamente corta,
hayan escrito tantas obras y sobre materias tan varia- §80.
das (1), como el filósofo de Roveredo.
Así no es de extrañar que sus ideas hayan sido GIOBERTI .
propagadas y defendidas en mayor ó menor escala, y
con mayor ó menor fidelidad por muchos hombres y
En 1801 nació en Turín este filósofo , q u e , después
escritores italianos, entre los cuales pueden citarse
de experimentar vicisitudes muy grandes en su vida,
Manzoni, en su tratado De la invención; Tommaseo,
falleció en París , año 1852. Sacerdote, como Rosmini,
que escribió una Exposición del sistema filosófico con-
su compatriota y contemporáneo , no supo conservar
tenido en el Nuevo Ensayo de Antonio Rosmini; Pes-
la moderación y severidad propias de su estado sacer-
dotal. Arrastrado por la pasión política, italiano apa-
(1) Sin contar su voluminosa c o r r e s p o n d e n c i a , de la que sólo sionado, ó, si es permitido decirlo asi, exagerado, en
una parte ha visto la luz p ú b l i c a , Rosmini d i ó á la estampa ó dejó expresión de su admirador César Balbo, Gioberti in-
escritos los siguientes libros : Ensayo sobre la felicidad.—Opúsculos
currió durante los últimos años de su vida en errores
filosóficos , entre los cuales hay uno q u e trata de economía política.—
De la educación cristiana.—Nuevo ensayo sobre el origen de las ideas. doctrinales y prácticos, que merecieron justamente las
—Renovación de la Filosofía italiana.—Principios de la ciencia mo- censuras severas de la Iglesia.
ral—Historia comparada de los sistemas relativos al principio de la
moral.—La sociedad y su fin.—Causa sumaria de la conservación y
Esto no obstante, Gioberti pertenece i la Filosofía
de la ruina de los Estados.—Filosofía del derecho, dos volúmenes.— cristiana, en el sentido arriba explicado, puesto que
Opúsculos morales.—Tratado de la conciencia moral—Psicología, dos en sus obras propiamente filosóficas, y con especialidad
volúmenes.—Teodicea.—Las cinco llagas de la Iglesia.—La Constitu- en su Introducción al estudio de la Filosofía, que es la
ción según la justicia social—Vicente Gioberti y el panteísmo.—In-
troducción á la Filosofía.—Lógica.—Del principio supremo de la me-
principal, hace profesión explícita de subordinar la
todología y de sus aplicaciones á la educación.—Exposición crítica de idea filosófica á la idea religiosa (la Philosophie n'est
la Filosofía de Aristóteles.—Teosofía, cinco volúmenes. Ésta y las pas possible, si elle n'est fondee sur la religión et diri•
dos anteriores son obras postumas.
talozza, en sus Elementos de Filosofia ; Cavour (Gusta-
sus Cinco llagas de la Iglesia y su Constitución según
vo), en sus Fragmentos filosóficos; Peyretti,que escribió
la justicia social, se sometió sia murmurar al juicio
unos Elementos de Filosofía y un Ensayo de lógica ge-
de la Iglesia. Y eso que Rosmini gozaba á la sazón de
neral; Paganini, en sus Consideraciones sobre las ar-
gran renombre y era grande su prestigio en la Italia
monías más profundas de la Filosofía natural con la
toda y aun en la Europa, renombre y prestigio debidos Filosofía sobrenatural; José Allievo, en sus Ensayos
á su talento, á sus virtudes, á la Orden religiosa que filosóficos, sin contar á Bonghi, Garelli, Minghetti,
había fundado, á la importancia y al número verdade- Rayneri y algunos otros.
ramente extraordinario de sus obras. Porque habrá
pocos hombres q u e , en una vida relativamente corta,
hayan escrito tantas obras y sobre materias tan varia- §80.
das (1), como el filósofo de Roveredo.
Así no es de extrañar que sus ideas hayan sido GIOBERTI .
propagadas y defendidas en mayor ó menor escala, y
con mayor ó menor fidelidad por muchos hombres y
En 1801 nació en Turín este filósofo , q u e , después
escritores italianos, entre los cuales pueden citarse
de experimentar vicisitudes muy grandes en su vida,
Manzoni, en su tratado De la invención; Tommaseo,
falleció en París , año 1852. Sacerdote, como Rosmini,
que escribió una Exposición del sistema filosófico con-
su compatriota y contemporáneo , no supo conservar
tenido en el Nuevo Ensayo de Antonio Rosmini; Pes-
la moderación y severidad propias de su estado sacer-
dotal. Arrastrado por la pasión política, italiano apa-
(1) Sin contar su voluminosa c o r r e s p o n d e n c i a , de la que sólo sionado, ó, si es permitido decirlo asi, exagerado, en
una parte ha visto la luz p ú b l i c a , Rosmini d i ó á la estampa ó dejó expresión de su admirador César Balbo, Gioberti in-
escritos los siguientes libros : Ensayo sobre la felicidad.—Opúsculos
currió durante los últimos años de su vida en errores
filosóficos , entre los cuales hay uno q u e trata de economía política.—
De la educación cristiana.—Nuevo ensayo sobre el origen de las ideas. doctrinales y prácticos, que merecieron justamente las
—Renovación de la Filosofía italiana.—Principios de la ciencia mo- censuras severas de la Iglesia.
ral—Historia comparada de los sistemas relativos al principio de la
moral.—La sociedad y su fin.—Causa sumaria de la conservación y
Esto no obstante, Gioberti pertenece i la Filosofía
de la ruina de los Estados.—Filosofía del derecho, dos volúmenes.— cristiana, en el sentido arriba explicado, puesto que
Opúsculos morales.—Tratado de la conciencia moral—Psicología, dos en sus obras propiamente filosóficas, y con especialidad
volúmenes.—Teodicea.—Las cinco llagas de la Iglesia.—La Constitu- en su Introducción al estudio de la Filosofía, que es la
ción según la justicia social—Vicente Gioberli y el panteísmo.—In-
troducción á la Filosofía.—Lógica.—Del principio supremo de la me-
principal, hace profesión explícita de subordinar la
todología y de sus aplicaciones á la educación.—Exposición crítica de idea filosófica á la idea religiosa (la Philosophie n'est
la Filosofía de Aristóteles.—Teosofía, cinco volúmenes. Ésta y las pas possible, si elle n'est fondee sur la religión et diri-
dos anteriores son obras postumas.
géepar elle), proclamando á la vez que la religión ca-
tólica es la única religión verdaderamente filosófi- cias finitas (las existencias). Y esta fórmula, ó , mejor
c a ^ ) , y una ciencia especulativa , y rechazando de dicho, su contenido, no es efecto y expresión del ra-
paso con desdén el racionalismo incoloro de la escuela ciocinio, ni siquiera de la reflexión , sino que es el
ecléctica. efecto y la expresión de un acto intuitivo , de una in-
El sistema filosófico de Gioberti es un sistema esen- tuición espontánea , primitiva, inmediata, del Ente,
cialmente ontologista, que puede resumirse en los si- del Ser necesario , infinito y absoluto , en el cual ve-
guientes términos : mos al mismo tiempo los tres términos ó elementos de
El problema fundamental de la Filosofía consiste la fórmula ideal que constituye el primer filosófico, á sa-
en investigar y conocer la naturaleza de la relación ber, el Ente, que es la substancia absoluta y causa pri-
que existe entre lo finito y lo infinito, entre lo ideal y mera , las existencias, que son las substancias finitas
lo real. Es preciso, pues, buscar un primer filosófico, y causas segundas, y la creación , que sirve de lazo
es decir, un principio único y absoluto, que contenga entre los dos seres, y que contiene y expresa la rela-
en sí el primer psicológico, ó sea la primera idea, ori- ción entre la substancia infinita y la substancia finita.
gen y razón de las demás ideas, y el primer ontològico, Tal es el sistema de Gioberti, reducido á su expre-
ó sea el primer ser, la primera realidad, origen y razón sión más simple y más sintética. Gomo preparación y
de todas las demás. desarrollo de esta teoría, el filósofo piamontés enseña
Este primer filosófico, que contiene en sí el primer también que la intuición primitiva del Ente ó de Dios
ontològico y el primer psicológico, es la realidad una entraña el siguiente juicio : el Ente es necesariamente,
y orgánica, que se expresa con la siguiente fórmula: y que este juicio primitivo es más bien objetivo y di-
el Ente crea, las existencias, es decir: el Ser necesario, vino que subjetivo y humano, pues su autor verdade-
infinito y absoluto (el Ente), produce libremente y saca ro no es nuestro espíritu , sino Dios mismo , ó el Ser
de la nada (crea) los seres particulares ó las substan- absoluto, que se afirma á sí mismo enfrente de nues-
tro espíritu (1); de manera que , en este concepto , la
razón del hombre se identifica con la razón de Dios:
(1) «En toute manière, je tiens la religion catholique, non seu-
lement pour une doctrine supportable selon la bienveillante conces-
sion des modernes éclectiques, mais pour la seule qui possède une (1) «L'esprit, dans ce c a s , n'est pas juge, mais simple témoin
valeur scientifique dans les matières spéculatives, la seule philoso- et auditeur d'une opinion qui ne part de lui. L'auteur du jugement
phique , la seule capable d'aider aux progrès de la civilisation ; et primitif qui se fait entendre à l'esprit dans l'acte immédiat de l'intui-
bien loin de considérer comme vieillis, usés et épuisés les principes tion , est l'Être l u i - m ê m e , q u i , se plaçant en face de notre esprit,
de l'antique théologie, je les [crois plus n e u f s , plus jeunes, et plus dit : je suis nécessairement. Cette parole objective dans laquelle con-
féconds que ces théories ¡qui prennent leur nom de l'année où nous siste le fondement de toute évidence et de toute certitude, arrive
nous trouvons.» Introduc. à F étude de la Philos., trad. A l a r y , 1.1., à l'esprit par le moyen de l'intelligible, c'est-à-dire de l'Être lui-
pref., pâg. 114. même doué de l'idéalité absolue.» lntrod. a F étude de la Phil., t. n ,
cap. iv.
La raison de l'homme, est, sous ce rapport, véritable- y misterioso, es la que Gioberti llama sobreintelig encía,
ment la raison de Dieu. y consiste en un presentimiento instintivo de lo supra-
Á la intuición primitiva del ser y de la formula inteligible, de lo divino y sobrenatural. Más bien que
ideal que contiene en sí, de una manera confusa é i m - una facultad de conocimiento propiamente dicha, la
plícita, todo ser , y toda idea, y toda verdad, y la fuente sobreinteligencia es una impulsión ciega , una aspira-
de toda evidencia y de toda certeza, sucedejla reflexión, ción instintiva del alma hacia lo misterioso y divino
el acto de la razón subjetiva , que va desenvolviendo y desconocido.
desentrañando ordenadamente el contenido de la i n - Es m u y probable que Gioberti, al excogitar esta hi-
tuición primitiva. Y en esto consiste la ciencia ó la Fi- pótesis de la sobreinteligencia, se propuso establecer
losofía, cuya función específica y constitutiva es des- una especie de puente y transición desde el orden n a -
envolver con método ¿científico lo que estaba envuelto tural y humano al orden sobrenatural y divino, con
en la fórmula ideal, como término de la intuición p r i - objeto de allanar y facilitar el camino á los enemigos
mitiva y espontánea , separar, distinguir y analizar lo de la revelación ; pero debiera haber reflexionado que,
que estaba u n i d o , confuso y sintetizado. Entre estos al hacer esto, ponía en peligro la distinción real y
dos términos de la ciencia , la intuición espontánea y esencial entre el orden natural y el orden sobrenatu-
la razón refleja, entre la realidad concentrada y la rea- ral, distinción de que en ningún caso debe prescindir
lidad desentrañada (involutio, evolutio ) ó desplegada, el filósofo católico.
entre la realidad pensada por la intuición y la realidad El sistema filosófico de Gioberti entraña algunos
representada por la reflexión, está como intermedio é errores , y sobre todo tendencias peligrosas. Si la teo-
instrumento la palabra , que fué creada por el ser a b - ría de la sobreinteligencia abre la puerta al naturalis-
soluto (fut créé par l'Être lui-même) ó Dios. mo, su teoría ontològica gravita con gran fuerza hacia
Uno de los puntos de vista más originales de Gio- el panteismo, siu contar algunos puntos de vista es-
berti es su teoría acerca de lo que él apellida sobreinte- cépticos y tradicionalistas. Ello es cierto, sin embar-
ligencia (sovrintelligenza), cuyo objeto es lo suprainte- go , que la concepción del filósofo piamontés es una
ligible, es decir , la esencia real de las cosas y de Dios; concepción relativamente original y grandiosa en su
porque Gioberti, poniéndose en contradicción con sus conjunto, en sus aspiraciones y en algunos de sus de-
principios ontológicos, y acercándose á Locke y al sen- talles. Teniendo por base la idea católica, al menos en
sualismo nominalista , afirma que conocemos las esen- la mente del autor, é informada por el principio cris-
cias nominales, pero no las esencias reales de las cosas tiano , descúbrense en ella con bastante frecuencia
finitas y de Dios, cuyo conocimiento , por consiguien- puntos de vista m u y elevados , reflexiones profundas,
te , exige una facultad superior á nuestra razón n a t u - organismo científico notable, al lado de las inspiracio-
ral. Esta facultad, cuyo objeto es lo suprainteligible nes espontáneas y de las intuiciones propias del genio.
En nuestro sentir, la concepción de Gioberti, que uno y real, y el jesuíta José Romano, que se manifiesta
excede desde luego en verdad y solidez á las concep- admirador y partidario de Gioberti en sus Elementos
ciones del panteísmo germánico, no les es inferior de Filosofía y también en su Ciencia del hombre inte-
como organismo científico, original y sistemático. Pal- rior y de sus relaciones con la naturaleza y con Dios.
pita en su seno un pensamiento grande, con la g r a n -
deza humano-divina del Cristianismo. En este sentido,
y con las reservas indicadas, bien puede decirse, con
César Balbo, que Gioberti es uno de los primeros filó-
sofos de la cristiandad. LA E S C U E L A E S P I R I T U A L I S T A S I C I L I A N A .

Pretenden algunos que Gioberti, en sus obras pos-


t u m a s , adoptó la teoría ó sistema de Hegel y el racio- La Filosofía en Sicilia se ha distinguido siempre por
nalismo; pero la verdad es que si en éstas, y princi- su tendencia espiritualista y cristiana. En los momen-
palmente en la Protología, se notan ciertas reservas en tos mismos en que las ideas de Locke y Condillac do-
orden á la subordinación de la Filosofía á la Teología, minaban y lo avasallaban todo en la península itálica
Gioberti supone y admite la autoridad dogmática de y en las demás naciones , la antigua Trinacria perma-
la Iglesia; y , lejos de hacer profesión de racionalismo, necía refractaria á las teorías sensualistas, y á la som-
rechaza su tesis esencial, como rechaza también la te- bra del nombre y los escritos d e Miceli (1733-1781),
sis del panteísmo. La verdad es , sin embargo , que en profesor de Filosofía en el Seminario de Monreale, se
la citada Protología y en la Filosofía de la revelación organizaba una escuela que debía conservar hasta
encuéntranse ideas y frases de pronunciado sabor, ora nuestros días las tradiciones y las glorias de la escuela
panteista, ora racionalista, al lado de protestas y re- espiritualista.
futaciones explícitas contra el panteísmo y el raciona- El Prefacio ó ensayo histórico de un sistema meta-
lismo. físico, y más todavía el Specimen scientificum, del ci-
Como Rosmini, Gioberti ha tenido también no po- tado Miceli, fueron como el punto de partida general
cos discípulos que adoptaron sus principios filosóficos de la escuela espiritualista. La cual, al lado del espiri-
y se inspiraron en sus ideas con mayor ó menor fide- tualismo y de la ortodoxia católica , como elementos
lidad. Además de Félix Toscano, Vito Fornari, Silves- fundamentales de la misma , ofrece variedad de m a t i -
tre Centofanti y Nicolás Garcilli, autor de un Ensayo ces ó direcciones , según se desprende de lo que deja-
sobre las relaciones de la fórmula ideal con los proble- mos escrito acerca de los discípulos sicilianos de Ros-
mas más importantes de la Filosofía, merecen citarse mini y de Gioberti.
el sacerdote Giovanni, autor de unos Principios de Fi- Además de estos, y además del benedictino Riva-
losofía primera, y de otro libro curioso sobre El ser rola (1753-1822), y del s a c e r d o t e Z e r l o (1749-1835),
merecen figurar cuino representantes de dicha escuela creencia (léggi di credenza), en lo cual parece alejarse
Tedeschi, Mancino y D'Acquisto. algo del eclectismo para aproximarse á la escuela es-
a) Tedeschi (1786-1858), profesor de metafísica en cocesa.
la universidad de Catana desde 1817 (1) , fué de Como sucede generalmente, la educación filosofico-

I
los primeros en abandonar y refutar las teorías de sensualista que había recibido, todavía se descubre en
Locke y Condillac. En su Lección sobre el alma huma- Tedeschi, á través y á pesar de su esplritualismo, en
na, lo mismo que en sus Elementos de Filosofía, pu- su opinión acerca del lenguaje, cuyo origen revelado
blicados en 1832 , Tedeschi sustituye el método psico- ó sobrenatural rechaza.
lógico de Cousin al método empírico de Locke y b) Casi contemporáneo de Tedeschi fué Salvador
Condillac, y en virtud de la estrecha afinidad que Mancino , natural de Palermo (1802-1866), de quien
existe entre el método y la doctrina á que se aplica, puede decirse que dedicó su vida intelectual á la en-
las ideas de Tedeschi ofrecen, si no perfecta identidad, señanza y propaganda del eclectismo de Cousin. E n -
grande analogía y semejanza con las ideas profesadas tusiasta admirador de éste, adopta y defiende sus teo-
entonces por el jefe del eclectismo. Con el cual con- rías filosóficas , rechazando solamente ó atenuando
viene en cuanto al origen y naturaleza de las ideas, en aquellas que favorecen al panteismo y al racionalismo.
cuanto al número y naturaleza de las facultades huma- Con lo cual, dicho se está que sus Elementos de Filo-
n a s , en cuanto á sus funciones y sus relaciones con el •f sofía, no son más que una reproducción de la doctrina
organismo, lo mismo que en cuanto al fundamento, contenida en los diferentes escritos de Cousin, excep-
naturaleza y condiciones del orden moral, á la exis- ción hecha de las que son incompatibles con la doctri-
tencia y atributos de Dios , e t c . ; sólo que el filósofo na católica, y que no podía admitir el benedictino de
siciliano rechaza las ideas panteistas y racionalistas Palermo.
que palpitan en el fondo de la Filosofía de Cousin ; de
c) El nombre de Benito d'Acquisto (1790-1866) e n -
donde resulta que su esplritualismo , no sólo es más
traña mayor importancia filosófica que la de los dos pre-
ortodoxo, sino más completo y filosófico que el de
cedentes en la historia de la Filosofía novísima en Sici-
aquél. Conviene añadir que las ideas ó nociones que
lia, pudiendo decirse^que es el representante más ilus-
Cousin considera como elementos primitivos y leyes
tre de la Filosofía cristiana en dicho período. Entró á los
necesarias de la razón , Tedeschi las apellida leyes de
•ék- diez y seis años de edad en la Orden de San Francisco,
en cuyas casas enseñó Filosofía y Teología por espacio
(i) No debe confundirse este filósofo con el Benedictino Nicolás de algunos años, hasta que en 1844 ganó por oposición
María Tedeschi, que floreció á principios del siglo xvin, y autor de
una obra bastante notable, titulada Sclwlae Divi Anselmi Doctrina,
la cátedra creada en la universidad de Palermo , para
que viene a ser un curso completo de Filosofía calcado sobre las ideas enseñar Filosofía moral y del derecho , y en 1858 fué
del autor del Monologium. promovido á la silla arzobispal de Palermo.
ó modos de creación, á saber : a) una creación necesa-
Entre sus numerosas obras filosóficas merecen e s - ria , que es la posibilidad interna de las cosas, según
pecial mención, además de sus Elementos de Filosofía que tiene su fundamento y razón suficiente en la esen-
fundamental, publicados en su juventud, su Curso de cia divina , y l ) otra creación libre , que es la produc-
Filosofía moral, impreso en 1851; su Curso de Filosofía ción de las cosas ex nihilo, ó sea la creación en el sen-
del derecho, publicado al año siguiente; su Ensayo so- tido vulgar de la palabra. Gomo se v e , también aquí la
bre la ley fundamental del comercio del alma con el originalidad consiste más bien en las palabras que en la
cuerpo, y sobre todo su Sistema de la ciencia universal, realidad de las cosas , existiendo identidad de pensa-
obra calcada sobre el Specimen scientificum de Mice- miento y de ideas entre el filósofo franciscano y los
li , y que es la expresión más elevada y completa del doctores escolásticos.
pensamiento filosófico del Arzobispo de Palermo.
No es tan fácil reducir ó identificar su teoría acerca
Por lo demás , el fondo y la substancia de la doc- de la resurrección de los cuerpos , con la doctrina ge-
trina contenida en éste y en los demás escritos del neral de los teólogos escolásticos, puesto que d'Acquisto
filósofo franciscano, es el esplritualismo cristiano , ó, parece enseñar que lo que los cuerpos tienen de mate-
si se quiere, el espiritualismo de los Padres y docto- rial ó sensible y extenso procede de nuestros concep-
res escolásticos, pero acomodado á las necesidades de tos , y que nuestra mente puede transformar en cuerpos
la época, á la situación de los espíritus en nuestro intencionales y espirituales, ó sea comunicar una exis-
tiempo, y con puntos de vista y soluciones más ó me- tencia relativamente espiritual, á las cosas que tienen
nos originales. ó se nos presentan con existencia a n i m a l , sensible y
La razón humana es, según d'Acquisto, la facultad m a t e r i a l , pareciendo deducir de aquí que el cuerpo de
soberana y sublime que se desenvuelve en el alma del la resurrección será un cuerpo espiritual, sin realidad
hombre por efecto de la relación interna que la une verdadera ó propia fuera del espíritu : Questo corpo
á su causa, al Absoluto (la facoltà sovrana e sublime spirituale non ha realità fuori dello spirito.
che si sviluppa nell'anima dell'uomo per effetto del
De lo dicho se infiere que el mayor número y los
rapporto interno con la sua causa, con l'assoluto), ó
principales representantes de la Filosofía siciliana en
sea á Dios. La cual definición, á pesar de la diferencia
nuestro siglo pertenecen á la escuela espiritualista cris-
de palabras, coincide en el fondo t con las definiciones y
tiana. En lo cual éstos no han hecho sino seguir ó con-
caracteres que los escolásticos, y principalmente San-
tinuar las tradiciones filosóficas heredadas de sus ma-
to Tomás, atribuían á la razón humana cuando la ape-
yores ; porque la historia de la Filosofía nos dice que
llidaban participatio luminis increati, impressio qvae-
en la Sicilia apenas han encontrado eco los sistemas
dam primae Veritatis in nobis resullantis, con otras sen-
sensualistas, materialistas ni heterodoxos, al paso que
tencias análogas.
siempre se la vió dispuesta á recibir y apropiarse las
D'Acquisto señala ó atribuye á Dios dos especies
diferentes concepciones espíritu alistas que se han s u -
cedido en el campo de la Filosofía. Si nos remontamos i 82.
al siglo X V I I , vemos á los dominic os y jesuítas defen-
der y completar el esplritualismo de la Filosofía esco- LA RESTAURACIÓN ESCOLÁSTICO -TOMISTA.

lástica , tarea en que son ayudados más adelante por el


médico Barberino de Angelis en su Aristóteles redivi- El nombre de Cayetano Sanseverino es el primero
ms. Por la misma época y en el mismo siglo , Fardelia que ocurre á la mente al hablar de la restauración de
adoptaba y propagaba el espiritualismo cartesiano, más la Filosofía de Santo Tomás en la Italia moderna. Y
ó menos modificado con las ideas de Mallebranche , al por cierto que el nombre del canónigo de Nápoles me-
propio tiempo que los benedictinos Tedeschi y Nava rece esta preferencia por más de un título, porque más
enseñaban y desenvolvían la doctrina filosófica de San que nadie ha contribuido al movimiento filosófico-to-
Anselmo. Finalmente: al espiritualismo escolástico, al mista llevado á cabo en Italia , ya por medio de publi-
cartesiano y al de San Anselmo, sucede el espiritualis- caciones periódicas , como la excelente revista La
mo leibniziano, que tuvo muchos representantes y pro- ciencia y la fe, ya por medio de su Philosophiachris-
pagandistas durante el siglo pasado en Sicilia , distin- tiana cum antiqua et nova comparata.
guiéndose , entre todos , los monjes benedictinos de Esta obra, que desgraciadamente ha quedado in-
Palermo. completa por la muerte de su a u t o r , es uno de los más
Aún en nuestros días dura y persevera esta tradi- grandes monumentos de la Filosofía cristiana en nues-
ción espiritualista y cristiana de la Filosofía en Sicilia. tro siglo. Verdad es que su estilo se resiente de cierta
Basta citar, como prueba, la m u y reciente obra de dureza , es algún tanto obscuro y no m u y acomodado
Mangeri, que lleva por título 11 positivismo e il racio- á los tiempos actuales, en que la lengua latina se c u l -
nalismo ossia missione della scienza in questo ultimo tiva poco. Cierto es también que su criterio es dema-
decennio 1870-80, obra en la cual su autor, después de siado escolástico, por decirlo así, y no ofrece el sentido
exponer y refutar las teorías racionalistas y positivis- amplio que sería de desear sobre ciertas materias.
tas , representadas principalmente por Hegel y Gomte, P e r o , aparte de estos defectos ligeros, la Filosofía
adopta y defiende el espiritualismo cristiano, haciendo cristiana de Sanseverino es obra verdaderamente gran-
á la vez merecidos elogios de la Filosofía de Santo To- d e , sólida y concienzuda, en toda la extensión de la
más. Mangeri es profesor de Filosofía racional en la palabra ; porque allí se ve á su autor plantear los pro-
universidad de Catana. blemas filosóficos en todas sus fases y relaciones, y
después de discutirlos con gran solidez y copia de da-
tos , resolverlos en el sentido de la Filosofía cristiana,
ó, si se quiere, en el sentido de la Filosofía de Santo
diferentes concepciones espíritu alistas que se han s u -
cedido en el campo de la Filosofía. Si nos remontamos i 82.
al siglo X V I I , vemos á los dominic os y jesuítas defen-
der y completar el esplritualismo de la Filosofía esco- LA RESTAURACIÓN ESCOLÁSTICO-TOMISTA.

lástica , tarea en que son ayudados más adelante por el


médico Barberino de Angelis en su Aristóteles redivi- El nombre de Cayetano Sanseverino es el primero
vas. Por la misma época y en el mismo siglo , Fardelia que ocurre á la mente al hablar de la restauración de
adoptaba y propagaba el espiritualismo cartesiano, más la Filosofía de Santo Tomás en la Italia moderna. Y
ó menos modificado con las ideas de Mallebranche , al por cierto que el nombre del canónigo de Nápoles me-
propio tiempo que los benedictinos Tedeschi y Nava rece esta preferencia por más de un título, porque más
enseñaban y desenvolvían la doctrina filosófica de San que nadie ha contribuido al movimiento filosófico-to-
Anselmo. Finalmente: al espiritualismo escolástico, al mista llevado á cabo en Italia , ya por medio de publi-
cartesiano y al de San Anselmo, sucede el espiritualis- caciones periódicas , como la excelente revista La
mo leibniziano, que tuvo muchos representantes y pro- ciencia y la fe, ya por medio de su Philosophiachris-
pagandistas durante el siglo pasado en Sicilia , distin- tiana cum antiqua et nova comparata.
guiéndose , entre todos , los monjes benedictinos de Esta obra, que desgraciadamente ha quedado in-
Palermo. completa por la muerte de su a u t o r , es uno de los más
Aún en nuestros días dura y persevera esta tradi- grandes monumentos de la Filosofía cristiana en nues-
ción espiritualista y cristiana de la Filosofía en Sicilia. tro siglo. Verdad es que su estilo se resiente de cierta
Basta citar, como prueba, la m u y reciente obra de dureza , es algún tanto obscuro y no m u y acomodado
Mangeri, que lleva por título 11 positivismo e il racio- á los tiempos actuales, en que la lengua latina se c u l -
nalismo ossia missione della scienza in questo ultimo tiva poco. Cierto es también que su criterio es dema-
decennio 1870-80, obra en la cual su autor, después de siado escolástico, por decirlo así, y no ofrece el sentido
exponer y refutar las teorías racionalistas y positivis- amplio que sería de desear sobre ciertas materias.
tas , representadas principalmente por Hegel y Gomte, P e r o , aparte de estos defectos ligeros, la Filosofía
adopta y defiende el espiritualismo cristiano, haciendo cristiana de Sanseverino es obra verdaderamente gran-
á la vez merecidos elogios de la Filosofía de Santo To- d e , sólida y concienzuda, en toda la extensión de la
más. Mangeri es profesor de Filosofía racional en la palabra ; porque allí se ve á su autor plantear los pro-
universidad de Catana. blemas filosóficos en todas sus fases y relaciones, y
después de discutirlos con gran solidez y copia de da-
tos , resolverlos en el sentido de la Filosofía cristiana,
ó, si se quiere, en el sentido de la Filosofía de Santo
Tomás , que le sirve de norte hasta en las cuestiones
secundarias y de menor importancia. sofía cristiana, la Academia filosófico-médica de Santo
Si la obra de Sanseverino llena cumplidamente la Tomás de A quino establecida en Roma , fundada por
primera parte de su título (Philosophia Christiana), el médico Travaglini y dirigida por Cornoldi.
dando solución á los problemas filosóficos con la doctri- Resultado son también , á la vez que expresión de
na de Santo Tomás, llena también, y muy cumplidamen- este movimiento filosófico, los tratados elementales
te , la segunda parte (cum antiqua et nova comparata) publicados por Signorello y por Battaglinius, la Filo-
del mismo , por medio de una erudición vastísima , de sofía especulativa debida á Prisco, las instituciones y
que habrá pocos ejemplares en la historia de las cien- demás obras filosóficas del jesuíta Liberatore; el exce-
cias filosóficas. Opiniones, teorías y sentencias de m u - lente tratado sobre La luz intelectual y el ontologismo
chos antiguos filósofos gentiles, de gran parte de P a - en relación con la doctrina de San Agustín, San Bue-
dres y doctores" de la Iglesia durante los primeros siglos naventura y Santo Tomás , del dominico Zigliara, el
del Cristianismo, de no pocos árabes y judíos , de t o - cual publicó después una Summa philosopMca j u s t a -
dos los escolásticos de alguna nota , y , finalmente, de mente apreciada ; los escritos político-sociales del j e -
muchísimos, por no decir casi todos los filósofos m o - suíta Taparelli y los elementos de Filosofía de su co-
dernos , á contar desde Bacón y Descartes, ó, mejor di- rreligionario Tongiorgi, si bien éstos se hallan infor-
cho, desde el Renacimiento hasta mediados de nuestro mados por un criterio que no expresa la doctrina de
siglo, allí se encuentran mencionadas, expuestas, d i s - Santo Tomás con tanta fidelidad como las obras a n t e -
cutidas , refutadas ó defendidas con gran copia de doc- riormente citadas. Aunque en sentido indirecto , con-
trina y de citas, que revelan una lectura inmensa y tribuyó también á extender y fomentar este movimiento
apenas concebible para la vida de un hombre. el dominico P. Gatti por medio de sus histitutiones
apologético -polemicae de veritate ac divinitate religio-
El impulso dado á la Filosofía cristiana y á su di-
nis et ecclesiae christianae , inspiradas é informadas
rección en el sentido de la doctrina de Santo Tomás,
por la doctrina filosófica del Doctor Angélico.
impulso fomentado y promovido eficazmente por la
Scienza e la Fede , por la Civiltà Cattolica y por otras La restauración de la Filosofía de Santo Tomás que
publicaciones periódicas, fué y es fecundo en resulta- nos ocupa , no es una restauración estrecha , exclusi-
dos , siendo de notar , entre estos, las asociaciones for- vista, cerrada, por decirlo a s í , á toda idea de progre-
madas para restaurar y propagar la doctrina de Santo so ; antes por el contrario, al lado de los problemas
T o m á s , no sólo en el terreno propiamente filosófico, si fundamentales, siempre antiguos y siempre nuevos, de
que también en el terreno de la medicina y de las toda Filosofía , se la ve plantear, discutir y resolver
ciencias naturales. En este orden de ideas es muy los problemas nuevos que el movimiento de la historia
digna de aplauso, y no menos útil á la causa de la Filo- ha traído al campo de la Filosofía. Y por cierto que á
esta restauración de la Filosofía de Santo Tomás, reali-
TOMO IV. 27
zada en sentido amplio y progresivo, le corresponde la
denominación de Filosofía nacional, con mayor j u s t i - I 83.
cia que al esplritualismo racionalista y pálido que Ma-
LA FILOSOFÍA CRISTIANA E N FRANCIA.—BONALD.
miani quiere decorar con el título de Filosofía nacional
de Italia. Aun prescindiendo del aspecto católico de la
Las Conferencias de Frayssinous, que habían t r a s -
cuestión, y limitando ésta al terreno de la Filosofía,
ladado á un terreno relativamente filosófico la r e s t a u -
difícilmente encontrará la Italia un nombre más ilus-
ración católica iniciada en Francia por el autor de El
tre . una Filosofía que refleje con más energía y pro-
Genio del Cristianismo, fueron seguidas y sobrepuja-
fundidad el genio de la Italia , una gloria más pura que
das pronto por los trabajos y publicaciones del viz-
la Filosofía y la gloria de Santo Tomás.
conde de Bonald (1754-1840), el cual en sus numerosas
Tratándose de Filosofía católica, sería injusto pasar
obras, y principalmente en su Ensayo analítico sobre las
en silencio el nombre de Augusto Conti, cuya Filoso-
leyes naturales del orden social, en su Legislación pri-
fía , sin ser puramente tomista como la de Sanseve-
mitiva, y , por último, en la que escribió con el título de
rino y Liberatore , es Filosofía perfectamente cristia-
Investigaciones filosóficas sobre los primeros objetos de
na. San Agustín y Santo Tomás son sus principales
los conocimientos morales, presenta un conjunto s i s -
maestros é inspiradores en el orden metafísico, según
temático de ideas filosóficas bastante originales y dig-
se echa de ver en su Evidencia, amor y fe, ó Crite-
nas de estudio.
rios de la Filosofía, no menos que en sus Lecciones
En su Discurso sobre la desigualdad de las condi-
sobre la historia de la Filosofía.
ciones sociales, Rousseau había escrito, con motivo del
Este movimiento de restauración escolástico-to-
problema que se refiere al origen y naturaleza del l e n -
mista recibió grande impulso en los últimos años, ó
guaje : «Por lo que á mí h a c e , dejo la discusión de
sea después de la publicación de la Encíclica Aeterni
este problema difícil á quien quiera acometer esta e m -
Patris, monumento insigne de la sabiduría y previsión
presa». Quant d moi.... je laisse á qui voudra Ventre-
de León XIII, á quien parece haber concedido Dios la
prendre la discussion de ce difftcile pr óbleme.
gracia especial de conocer las grandes necesidades y
Bonald, sin arredrarse por las dificultades ante las
peligros de nuestra época , y de señalar su oportuno
que el autor del Emilio había retrocedido con espanto
remedio. Desgraciadamente, ni los individuos ni los
(effrayé des difficultés qui se multiplient), discute y re-
poderes públicos han escuchado su voz en la forma y
suelve el difícil problema, y , lo que es más, convierte
condiciones que fuera de desear, y los hombres y los
la solución del gran problema en punto central de su
pueblos marchan á precipitarse en el abismo y mar-
sistema filosófico, que puede resumirse en los siguien-
chan con espantable ceguedad por no escuchar y s e -
tes términos :
guir la voz del Vicario de Jesucristo.
«La necesidad primera de la Filosofía, escribe Bo- sociedad por medio de la palabra ; son verdades que se
nald, es encontrar una base cierta de los conocimien- conservan , transmiten y comunican en la palabra y
tos humanos; una verdad primera , de la cual puedan con la palabra ; son verdades inmanentes y como en-
deducirse legítimamente las demás verdades; un punto carnadas en el lenguaje , si es lícito hablar así.
fijo que sirva de primer anillo en la cadena de la cien- Tal es la tesis capital que informa la Filosofía toda
cia ; un criterium primitivo para distinguir la verdad del autor de la Legislación primitiva, Filosofía e s e n -
del error.» cialmente tradicionalista , en la cual la tradición de las
Esta base cierta de la Filosofía, esta verdad p r i - verdades fundamentales, verificada por medio del l e n -
mera para la ciencia, es el origen divino del lenguaje guaje , constituye la base cierta y el punto de partida
humano. La razón y la experiencia indican y revelan de los conocimientos humanos, el principio de la cien-
que el hombre piensa su palabra antes de expresar ó cia , el criteriúvn para distinguir la verdad y el error.
hablar su pensamiento (pense sa parole avant de parler Según acontece generalmente á los que defienden tesis
sapensée), y, por consiguiente, la palabra, conside- extremas, Bonald vacila con frecuencia, y su pensa-
rada en su origen primitivo, no puede ser invención miento aparece rodeado de incoherencias y obscuridad.
del hombre, puesto que e s , si no anterior y causa, al Unas veces antepone á la palabra el pensamiento y la
menos contemporánea y paralela al pensamiento. Lue- idea , al paso que otras parece considerar á la primera
go la palabra debe su origen y su ser á una operación como anterior y causa eficiente del pensamiento. No
especial de Dios sobre el hombre , á una revelación es menos confuso y dudoso su concepto acerca de la
divina, exterior, concreta y positiva. Y como quiera naturaleza de la revelación divina que dió origen al
que la palabra es, por su misma naturaleza, expresión lenguaje, pues en ocasiones parece identificarla con la
de ideas y verdades determinadas, sigúese de aquí que teológica y sobrenatural, mientras que en otros pasa-
el hombre recibió de Dios, por medio del lenguaje, jes parece distinguirla y separarla de ésta, considerán-
ciertas ideas y verdades; que la palabra es la que ori- dola como una especie de revelación filosófica y natu-
ginariamente ilumina al espíritu, la que produce la ral sui generis.
idea , la que sirve de base al conocimiento humano. El orden teológico descansa sobre tres ideas f u n -
Luego la verdad, considerada en sus formas universa- damentales , que s o n : Dios, como principio g e n e -
les y primitivas, y principalmente las verdades que se r a l ; Jesucristo, como mediador; el hombre, como
refieren al orden moral y religioso, la existencia de término de esta mediación y de la acción divina. La
Dios, la vida f u t u r a , la espiritualidad del a l m a , la r e - Teología es el conocimiento y explicación de estos
ligión ó culto de Dios, la ley moral, etc., son verdades tres seres y de sus relaciones en el orden religioso y
anteriores é independientes de la razón individual; son moral.
verdades que el hombre recibe (tradicionalismo) de la Trasladando esta trilogía á los demás órdenes del
el sentido común , como expresión espontánea de la
ser y del conocer, Bonald explica la constitución y la
razón general de la humanidad ; y no hay para qué ad-
esencia ,
vertir la afinidad í n t i m a , la identidad real que existe
a) Del orden cosmológico por medio de tres ele-
entre esta tesis y la de Bonald, cuando considera esas
mentos, que son causa, medio ó instrumento, y efecto;
m i s m a s verdades como contenidas en la razón general
b) En el orden político-social, los elementos esen-
de la sociedad que las transmite al individuo con el
ciales son el poder ó potestad soberana , los ministros
lenguaje y por razón del lenguaje.
ó empleados, y los súbditos;
Es preciso reconocer, sin embargo, que Lamennais
c) La familia consta también y se explica por tres
va más lejos q u e Bonald al desenvolver y aplicar esta
elementos sociales , que son el padre, la madre y el
tesis, puesto que niega á la razón individual la posi-
hijo.
bilidad de conocer con certeza cosa alguna. El hombre,
Hombre de espíritu penetrante y de talento profun-
nos dice Lamennais, considerado individualmente y sin
do , Bonald poseía escasa erudición científica y filosó-
relación con sus semejantes, no puede estar cierto con
fica , especialmente en lo que se refiere á los Padres de
certeza racional de cosa alguna (ne peut être rationnel-
la Iglesia y escritores escolásticos, lo cual esterilizó
lement certain d'aucune chose) ; de manera que la Filo-
en parte la energía de s u espíritu , y fué causa proba-
sofía ó la razón por sí sola es impotente para suminis-
blemente de que adoptara la tesis tradicionalista que
trar al hombre ningún principio de certeza , ningún
deprime y rebaja más de lo justo las fuerzas de la razón
criterio seguro para discernir entre el error y la verdad.
humana.
Toda certeza legítima radica en la fe ó autoridad del
consentimiento c o m ú n , como expresión de la razón
I 84. general, y en la m i s m a debe colocarse la base de nues-
tros conocimientos y hasta el princi pió de nuestra razón :
LAMENNAIS. Elle est done la base de nos connaissances et le principe
de notre raison.

La teoría de Lamennais (1782-1854) acerca del ori- Bien se echa de ver que esta doctrina de L a m e n -
gen y criterio de la certeza puede considerarse y es nais , a u n q u e tradicionalista en su principio y en su
realmente una fase ó evolución parcial del tradiciona- fondo, gravita con todo su peso hacia el escepticismo.
lismo iniciado por Bonald. Sabido es , en efecto, que Porque la tesis escéptica es casi inevitable desde el
para el autor del Ensayo sobre la indiferencia en mate- momento que se afirma la impotencia de la razón in-
ria de religión, el único criterio de certeza con r e s - dividual para llegar á la certeza en ningún género de
pecto á ciertas verdades morales y religiosas , y deter- verdad.
minadamente con respecto á la existencia de Dios , es Si estas ideas escéptico-tradicionalistas del escritor
francés son erróneas y poco ortodoxas, las que adoptó primeros años de su juventud asistió á la cátedra de
y expuso en su segunda evolución filosófica son abso- Víctor Cousin , siendo compañero y condiscípulo de
lutamente heterodoxas. Porque conviene recordar aquí Jouffroy y Damiron. Nombrado poco después, ó sea en
que el pensamiento filosófico de Lamennais ofrece dos 1816 , profesor de Filosofía en el colegio de Estrasbur-
aspectos diferentes, ó, digamos, dos evoluciones. En la go, no tardó en abandonarlas ideas y opiniones que
primera de éstas, expone y defiende la tesis tradicio- había recibido en la cátedra del jefe del eclectismo, en-
nalista, según acabamos de ver, sin perjuicio de apro- trando de lleno en la corriente de la Filosofía cristiana
ximarse no poco al escepticismo. La segunda evolución bajo las inspiraciones y gracias á la lectura de las obras
responde á su ruptura definitiva y pública con la Igle- deDe Maistre, Bonald y Lamennais. Ordenado de s a c e r -
sia católica , y tiene su expresión genuína en la obra dote en 1828, ejerció grande influencia sobre sus dis-
que con el título de Bosquejo de una Filosofía publicó cípulos y amigos, influencia justificada por su celo
en los últimos años de su vida, y cuyo contenido que- cristiano, no menos que por sus vastos y profundos co-
da ya analizado al exponer la historia de la Filosofía nocimientos.
racionalista en Francia. Expresión y fruto de éstos son las diferentes obras
La caída lastimosa del autor de La indiferencia en que vieron la luz pública, y principalmente su Filo-
materia de religión, es una prueba más de que el error sofía del Cristianismo, su Psicología experimental, su
filosófico, siquiera sea inocente á primera vista , y si- Filosofía moral, la rotulada El espíritu humano y sus
quiera haya sido excogitado con el designio de favore- facultades, así como sus conferencias en Nuestra S e -
cer y defender á la Iglesia, puede arrastrar y arrastra ñora de París, publicadas con el título de La Religión y
efectivamente al abismo, cuando predomina la soberbia la Libertad, sin contar otras de menor importancia.
y el orgullo del saber. Por fortuna, no todos los parti- En las dos primeras obras citadas, y principalmente
darios del tradicionalismo en Francia siguieron el per- en la Psicología experimental, Bautain entra de lleno
nicioso ejemplo de Lamennais, según veremos en el en el sistema tradicionalista, desenvolviendo y e x a -
párrafo siguiente. gerando sus tendencias y su doctrina. El profesor de
Estrasburgo, siguiendo, y tal vez desnaturalizando las
i 85. ideas de Bonald, no sólo atribuye á la palabra un ori-
gen divino; no sólo enseña que la palabra es la m a n i -
BAUTAIN. festación más pura de lo divino por lo humano, de lo
absoluto por lo relativo, sino que añade que, sin esta
Es el abate Bautain (Luís Eugenio María, 1796- palabra revelada, la inteligencia sería en el hombre y
1867) uno de los sacerdotes y filósofos más notables que para el hombre completamente inútil é inactiva, dedu-
florecieron en Francia en nuestro siglo. Durante los ciendo de aquí que, en último término, no hay para el
hombre más verdad que la que se le comunica por m e - Moral hizo retractación explícita de sus errores, man-
dio de esta palabra divina y revelada, y que la Filoso- teniéndose después constantemente en el terreno de la
fía, en su fondo y en su esencia, no es más que la pala- ortodoxia católica.
bra cristiana explicada científicamente (n'est quela, pa- En sus ya citadas conferencias , predicadas en P a -
role chrétienne scientifiquement expliquéeJ; de manera rís á principios del 48, é interrumpidas por la revolu-
que Filosofía y palabra revelada ó cristiana vienen à ción de Febrero del mismo año, Bautain expone y des-
ser una misma cosa en substancia. envuelve, en sentido tan filosófico como cristiano, las
De conformidad con esta doctrina, el antiguo pro- relaciones en tre la religión católica y la libertad.
fesor de Estrasburgo supone que la razón humana, Según el profesor de Estrasburgo, el poder público
abandonada á sus propias y nativas fuerzas, es impo- ó civil, considerado en sí mismo y objetivamente, pro-
tente para conocer ni demostrar las verdades f u n d a - cede necesariamente de Dios, lo mismo que todo poder
mentales y esenciales del orden metafísico, moral y ó fuerza natural con sus propiedades y atributos ; pero
religioso, sin excluir la existencia y atributos de Dios, esto no impide q u e , considerado subjetivamente ó por
el destino final del hombre , la inmortalidad del a l - parte del que le ejerce, proceda inmediatamente del
ma , etc., cosa m u y natural y lógica en un filósofo que hombre, por medio de un pacto explícito ó implícito,
supone que á la palabra divina ó Sagrada Escritura debe cuya condición más fundamental y esencial es la con-
el hombre, no ya sólo las verdades especiales y de un dición de procurar el interés común ó el bien público.
orden superior, sino hasta los principios y verdades En otros términos, añade Bautain: la soberanía en sí
fundamentales de la ciencia : La parole sacrée doit misma es de derecho natural, y , por consiguiente, di-
fournir au vrai philosophe les principes, les vérités vina, como todo lo que es de derecho natural (La souve-
fondamentales de la sagesse et de la science. raineté en soi est de droit naturel, par conséquent divi-
Estas ideas erróneas, junto con otras no menos in- ne , comme tout ce qui est de droit naturel), el cual no
exactas, peligrosas y extrañas acerca de la naturaleza y es otra cosa que el derecho divino no escrito, en oposi-
relaciones entre la parte psíquica y la parte material ción al derecho revelado ó sobrenatural, comunicado
en el hombre, ideas que son reflejo parcial y entrañan oralmente ó por escrito. Empero esto no quita que el
reminiscencias teosóficas y gnósticas , fueron causa de ejercicio de esta soberanía , ó, en otros términos, el go-
que el Obispo de Estrasburgo censurara la enseñanza bierno y su forma, sean de derecho convencional y rela-
de Bautain, censura que fué aprobada y confirmada en tivamente libres (1) por parte de los miembros de la
Roma, adonde éste acudió ; pero el profesor de Estras-
burgo , lejos de rebelarse contra la autoridad de la (1) Excusado parece advertir que el derecho convencional y el
pacto á que alude Bautain, nada tienen de común coa el pacto social
Iglesia, como hiciera Lamennais, obró como verdade-
de Rousseau. Asi lo dice expresamente él mismo para evitar todo pe-
ro filósofo cristiano, y en el prefacio de su Filosofía ligro de equivocación. «Cependant, en parlant de pacte, je ne prétends
sociedad civil, principalmente al tiempo de constituir- cuela no pocos profesores y discípulos, que contribuían,
se ésta. quién más, quién menos, á engrosar las corrientes filosó-
Bautain, que al exponer su teoría político-social ficas de esta escuela, y también á exagerar su sentido.
cita á Santo Tomás y Suárez, y procura inspirarse en su Pero la caída estruendosa de Lamennais y la censura
doctrina , no podía menos de rechazar el principio pa- de Bautain hizo que algunos abandonaran las ideas y
gano y cesarista de la soberanía nacional, y así lo hace pretensiones tradicionalistas,y que otros muchos tem-
en términos tan enérgicos como precisos. «La sobera- plaran el ardor de su celo, modificando aquellas ideas
nía , escribe, que es en la sociedad lo que Dios es en y tendencias ó pretensiones en sentido moderado y más
el universo, es decir, el principio del orden y de la conforme con el dogma católico.
justicia, recibe sus poderes de aquel á quien represen- Entre los partidarios y representantes de este tradi-
t a , y no de aquellos á quienes gobierna , los cuales no cionalismo moderado, merecen especial mención Bon-
pueden darle derechos que ellos no tienen. En princi- netty y algunos otros redactores de los Anuales de
pio y objetivamente, la soberanía viene de Dios sola- Philosopkie Chrétienne; porque es sabido que en esta
mente ; obra en su n o m b r e , y precisamente por esta revista predominó por bastantes años el criterio tradi-
razón tiene el derecho de imponer la ley, de obligar en cionalista en las cuestiones filosóficas, pero en sentido
conciencia, de impedir y reparar las injusticias, y de moderado y sensato, y dentro de la esfera católica.
castigar hasta con la muerte.» No fué ciertamente menor la influencia ejercida
por el P. Ventura en la propaganda y consolidación
del movimiento tradicionalista en Francia, razón por
i 86. la cual colocamos aquí su nombre. Porque el P. Ven-
t u r a , que pertenece á la Sicilia por su nacimiento, y
CONTINUACIÓN DEL MOVIMIENTO TRADICION A L I S T A que como orador, como tribuno, y si se quiere, como
E N F R A N C I A . — E L P . V E N T U R A RAULICA. hombre político, pertenece á la Italia , pertenece á la
Francia como filósofo, no ya sólo porque allí residió
El prestigio inherente al nombre y escritos de durante los últimos años de su agitada v i d a , sino
Bonald y de De Maistre,iniciadores del movimiento tra- principalmente porque allí escribió sus obras filosó-
dicionalista, atrajeron y agruparon en torno de esta es- ficas más importantes, y allí ejerció notable influencia
sobre la juventud y los hombres de letras.
pas qu'il doive intervenir dans la constitution de la société une con- En el P. Ventura, considerado como filósofo, puede
vention formelle, un contrat social, comme dit J. J. Rousseau ; je
decirse que hay dos hombres diferentes. Hay el h o m -
dis seulement que la chose est comprise implicitement dans toute or-
ganisation civile, si elle n'est pas expréssement formulée.» La Reli- bre de la filosofía escolástico-tomista, el discípulo en-
gion pt la Liberté, pâg. 364. tusiasta de Santo Tomás, el defensor acérrimo de su
sociedad civil, principalmente al tiempo de constituir- cuela no pocos profesores y discípulos, que contribuían,
se ésta. quién más, quién menos, á engrosar las corrientes filosó-
Bautain, que al exponer su teoría político-social ficas de esta escuela, y también á exagerar su sentido.
cita á Santo Tomás y Suárez, y procura inspirarse en su Pero la caída estruendosa de Lamennais y la censura
doctrina , no podía menos de rechazar el principio pa- de Bautain hizo que algunos abandonaran las ideas y
gano y cesarista de la soberanía nacional, y así lo hace pretensiones tradicionalistas,y que otros muchos tem-
en términos tan enérgicos como precisos. «La sobera- plaran el ardor de su celo, modificando aquellas ideas
nía , escribe, que es en la sociedad lo que Dios es en y tendencias ó pretensiones en sentido moderado y más
el universo, es decir, el principio del orden y de la conforme con el dogma católico.
justicia, recibe sus poderes de aquel á quien represen- Entre los partidarios y representantes de este tradi-
t a , y no de aquellos á quienes gobierna , los cuales no cionalismo moderado, merecen especial mención Bon-
pueden darle derechos que ellos no tienen. En princi- netty y algunos otros redactores de los Anuales de
pio y objetivamente, la soberanía viene de Dios sola- Philosopkie Chrétienne; porque es sabido que en esta
mente ; obra en su n o m b r e , y precisamente por esta revista predominó por bastantes años el criterio tradi-
razón tiene el derecho de imponer la ley, de obligar en cionalista en las cuestiones filosóficas, pero en sentido
conciencia, de impedir y reparar las injusticias, y de moderado y sensato, y dentro de la esfera católica.
castigar hasta con la muerte.» No fué ciertamente menor la influencia ejercida
por el P. Ventura en la propaganda y consolidación
del movimiento tradicionalista en Francia, razón por
i 86. la cual colocamos aquí su nombre. Porque el P. Ven-
t u r a , que pertenece á la Sicilia por su nacimiento, y
CONTINUACIÓN DEL MOVIMIENTO TRADICION A L I S T A que como orador, como tribuno, y si se quiere, como
E N F R A N C I A . — E L P . V E N T U R A RAULICA. hombre político, pertenece á la Italia , pertenece á la
Francia como filósofo, no ya sólo porque allí residió
El prestigio inherente al nombre y escritos de durante los últimos años de su agitada v i d a , sino
Bonald y de De Maistre,iniciadores del movimiento tra- principalmente porque allí escribió sus obras filosó-
dicionalista, atrajeron y agruparon en torno de esta es- ficas más importantes, y allí ejerció notable influencia
sobre la juventud y los hombres de letras.
pas qu'il doive intervenir dans la constitution de la société une con- En el P. Ventura, considerado como filósofo, puede
vention formelle, un contrat social, comme dit J. J. Rousseau ; je
decirse que hay dos hombres diferentes. Hay el h o m -
dis seulement que la chose est comprise implicitement dans toute or-
ganisation civile, si elle n'est pas expréssement formulée.» La Reli- bre de la filosofía escolástico-tomista, el discípulo en-
gion pt la Liberté, pâg. 364. tusiasta de Santo Tomás, el defensor acérrimo de su
doctrina, y hay á la vez el hombre del tradicionalismo alma, de la vida f u t u r a , de la ley moral y de una r e -
más ó menos moderado, el antiguo discípulo de De Mais- ligión, es precisamente porque estas nociones se e n -
tre y de Bonald, el traductor del libro Del Papa del pri- cuentran en toda sociedad humana como patrimonio
mero , y de la Legislación primitiva, del segundo, el general é inalienable de la humanidad: Parce que ees
admirador de las teorías de éstos sobre el origen y na- notions se trouvent dans toute société humaine, dans la
turaleza del lenguaje en sus relaciones con el origen société considerée dans la généralité la plus absolue,
de las ideas y de la ciencia. et que ees notions sont le patrimoine inalienable de
De aquí es que en su Filosofía cristiana el P. Rau- l'humanité.
lica se manifiesta partidario decidido y representante Hay ocasiones en que el P. Raulica parece arras-
genuino de la Filosofía de Santo Tomás, cuya doctrina trado por las ideas tradicionalistas hasta los últimos
expone y desenvuelve en esta obra con la abundancia límites de la ortodoxia y de la razón. Tal acontece cuan-
de estilo y la frase algún tanto hiperbólica que son ca- do, bajo el nombre de Filosofía inquisitiva, rechaza y
racterísticas al grande escritor siciliano. Esto no obs- condena como absolutamente pagana, protestante, per-
tante , en la Razón filosó/ica y la razón católica, lo mis- niciosa y completamente falsa , toda Filosofía que no
mo que en su Ensayo sobre el origen de las ideas y so- se identifique con la Filosofía escolástica, fuera de la
bre el fundamento de la certeza, este escritor, después cual no existen ni pueden existir más que doctrinas y
de distinguir entre la Filosofía inquisitiva y la Filoso- teorías esencialmente panteistas y ateas. Lo c u a l , si
fía demostrativa; después de rechazar la primera como bien puede defenderse en un sentido relativo, no lo es
culpable de racionalismo, en su pretensión de inquirir en el sentido absolutoy universal que encierran las f r a -
la verdad con sus propias fuerzas, concluye por afir- ses del grande orador siciliano, frases que van más le-
mar que el criterio último de la evidencia mediata y de jos que su pensamiento, y que, más que á éste, respon-
la certeza discursiva debe buscarse en el consenti- den á la vehemencia de carácter y al estilo impetuoso
miento de los demás hombres (1), añadiendo, por ú l - y algún tanto hiperbólico del autor.
timo, que, si el hombre posee las nociones de Dios, del

(1) «La question logique sur la certitude n'est pas de savoir si i 87.
l'homme qui est certain d'une chose, l'est en lui-même, ou bien en
dehors de lui-même.... La question sur la certitude est donc celle-ci.
Par quel moyen l ' h o m m e , le philosophe , peut-il être convaincu de CRÍTICA.
son erreur, lorsqu'en n'ayant qu'une certitude factice, il la croit
vrai.... Or, en pareil cas, nous soutenons avec tous les philosophes,
les sceptiques exceptés.... que l'homme n'a d'autre moyen de s'ap- El tradicionalismo, que tanto se propagó y que ejer-
percevoir de son erreur que de s'en remettre au consentement des ció incontestable predominio en muchos filósofos y es-
autres.» Essai sur l'origine des idées, pag. 100.
critores cristianos durante la primera mitad de nuestro
siglo, representa una reacción enérgica, y con frecuen- medio de su razón se cree autor, dueño y hasta i n v e n -
cia exagerada y viciosa, contra el volterianismo incré- tor de la sociedad , lo debe todo á esta misma sociedad,
dulo del siglo anterior y contra el individualismo r a - de la cual depende y de la cual recibe todo lo que es
cionalista , que tendía y tiende al dominio exclusivo en y sabe; pero ante todo y sobre todo es preciso afirmar
todas las esferas de la vida humana . que el origen y la razón suficiente, no ya sólo de la re-
La historia de la humanidad en general, y la de la ligión— de que él se había creído autor,— sino hasta el
Filosofía en particular, nos presenta con sobrada f r e - pensamiento y la palabra, deben buscarse en una revela-
cuencia al espíritu humano pasando de un extremo á ción divina, en una tradición ó enseñanza externa y po-
otro, y esto es lo que aconteció en la ocasión presente. sitiva. Así nació, y creció, y se desarrolló la escuela tra-
En nombre de la autonomía de la razón humana y dicionalista , que en su afán de poner la verdad divina
de su poder soberano, se enseñaba y decía á todas ho- enfrente de la verdad humana en todas sus esferas, y
ras y en todas partes que á esta razón y sólo á ella, en su pretensión de explicarlo todo y atribuirlo todo á
corresponde el derecho y el poder de fijar la naturaleza la palabra revelada y á la acción directa de Dios, con-
y los límites de la verdad; que la sociedad es obra y cluyó por anular y negar las fuerzas propias de la r a -
hasta invención del hombre, el cual, por consiguiente, zón h u m a n a , exagerando y desnaturalizando á la vez
puede hacerla y deshacerla á su voluntad; que la reli- la importancia y el sentido que la verdadera Filosofía
gión es también una institución h u m a n a , caduca por cristiana concede al origen divino del lenguaje.
consiguiente, variable y sujeta á todas las vicisitudes Durante sus primeros pasos, el tradicionalismo , á
de las obras del hombre; en una palabra: que el hom- favor de ciertas reservas , y acaso también de cierta
bre es dueño absoluto, causa y razón única de la so- generalidad de lenguaje, se mantuvo dentro de la esfe-
ciedad , de la religión, de la justicia y de la misma ra ortodoxa. DeMaistre,que puede ser considerado come
ve rdad. el precursor de esta escuela , afirmó el origen divino
Aparecieron entonces algunos espíritus profunda- de la palabra, pero sin explicarse acerca de la n a t u r a -
mente cristianos que se dijeron a sí mismos : puesto leza concreta de este origen divino. Bonald dió un paso
que el deismo y el individualismo son las enfermeda- más en el terreno tradicionalista, no ya sólo porque,
des intelectuales de nuestro siglo; puesto que la sobe- al menos en ocasiones y en ciertos pasajes, atribuye
ranía y el poder autonómico que se atribuye á la razón, el origen de la palabra á una revelación exterior y po-
constituye el error capital de nuestra época , y en su sitiva por parte de Dios, sino porque considera á la
nombre se rechaza la verdad de la religión cristiana, palabra como la causa eficiente y generadora de las
es preciso afirmar y demostrar que el hombre indivi- ideas , como la verdadera luz del espíritu, para usar
duo no es nada por sí mismo, ni en el orden intelectual, sus mismas frases. Ya hemos visto que algunos s u c e -
ni en el social y religioso; que ese hombre , que por sores y discípulos del autor de la Legislación primitiva,
TOMO IV. 28
al desenvolver, y sobre todo al aplicar sus ideas á cier- Las exageraciones , los errores y los extravíos , ora
tas verdades concretas del orden meta físico-moral y personales, ora reales ó doctrinales de algunos t r a d i -
religioso, franquearon los límites de la ortodoxia cató- cionalistas , no deben impedirnos reconocer y confesar
lica, y obligaron á la Iglesia á fijar otra vez masías sus servicios. Porque sería injusto negar que De Maistre
relaciones que existen entre la razón humana y la re- y Bonald , Bautain , el P. Ventura, Bonnetty y demás
redactores de los Annales de Philosophie Chrétienne, y
velación divina, poniendo á salvo los fueros de la una
hasta el mismo Lamennais en su primera época , pres-
y de la otra.
taron eminentes servicios á la religión, á la sociedad
Por lo d e m á s , después de lo dicho hasta a q u í , casi
y á la ciencia.
parece excusado añadir qne el vicio radical del tradi-
cionalismo consiste en afirmar la impotencia de la ra-
zón humana individual en orden á la investigación y §88.
conocimiento de la verdad. Lo cual condujo á unos á
buscar la verdad y la certeza en el consentimiento de GRATRY.

los hombres y en la autoridad externa, con exclusión


de todo criterio interno; á otros llevó á la afirmación El P. Gratry merece figurar entre los representan-
de que la palabra es único origen , la razón suficiente tes más ilustres de la Filosofía cristiana en Francia, y
y la causa productora de las ideas , del pensamiento y es acaso el más completo, y, si es permitida la palabra,
d é l a ciencia. Creyeron y enseñaron otros, en virtud del el más cristiano de todos. Porque uno de los rasgos
mismo vicio radical, que las fuerzas de la razón eran característicos de sus escritos filosóficos es el empeño
impotentes para conocer y demostrar las verdades más eminentemente cristiano de unir y armonizar el princi-
elementales y esenciales del orden metafísico y moral, pio práctico con el principio teórico, la tendencia moral
inclusa la existencia de Dios. Añádase á lo dicho que y la especulación metafísica. El ilustre Oratoriano ob-
la teoría tradicionalista lleva consigo tendencia mar- serva con razón que la rectitud moral de la voluntad es
cada é inminente peligro, si no de identificar por com- la primera disposición para que fructifiquen y se des-
pleto , de confundir al menos la revelación cristiana y arrollen las semillas de verdad depositadas por Dios
sobrenatural con esa revelación y comunicación pri- (pour bien recevoir de Dieu les sémences de vérité , Ici
mitiva de la palabra y de las ideas , de que tanto nos première disposition est une disposition morale) en el
habla la escuela tradicionalista. Y es preciso no olvi- alma h u m a n a , y q u e , según la palabra del Maestro
dar que esa revelación natural de que hablan algunos celestial, es preciso obrar la verdad antes de conocerla:
representantes del tradicionalismo, es una novedad no il faut faire en soi-même la vérité avant de la connaî-
m u y conforme con la teología católica , la cual sólo re- tre. Qui facit veritatem, venit ad lucem.
conoce una razón natural y una revelación sobrenatural. Esta idea del autor del Conocimiento de Dios se
halla confirmada por la experiencia ; porque, si bien cierto que este sentido divino, á juzgar por los caracte-
se reflexiona , una gran parte de los extravíos filosófi- res que le atribuye , da la mano á las teorías neopla-
cos deben su origen á los extravíos morales , y si la tónicas, y ofrece notable afinidad con el asenso i n s -
inteligencia se precipita en el error, es á causa de la tintivo de la escuela escocesa y con la teoría sentimen-
predisposición moral de la voluntad. La práctica de la talista de Jacobi.
virtud y del bien conocido es la mejor preparación para El método inductivo debe á Gratry algunas obser-
descubrir y alcanzar la verdad desconocida , y el pro- vaciones é ideas dignas de atención , y su estudio so-
cedimiento moral, el método ético es el mejor auxiliar bre el cálculo infinitesimal y la inducción geométrica
del método científico. El Arle de creer de Augusto Ni- aplicados á la Filosofía , revela su talento analizador.
colás puede considerarse como una demostración de De mayor utilidad práctica y de mayor importancia
esta tesis. científica es, sin duda alguna , su refutación vigorosa
La teoría psicológica de Gratry presenta cierta o r i - contra el panteísmo hegeliano, que forma parte de su
ginalidad relativa, en la parte que se refiere á lo que Lógica, refutación que se distingue por la acertada
apellida sentido divino. Después de sentar que la sen- elección de los puntos de a t a q u e , no menos que por
sibilidad, la inteligencia ó razón y la libertad son las sus condiciones técnicas.
tres facultades fundamentales, irreductibles, del alma, La Filosofía de Gratry, sólida y cristiana en el fon-
al analizar la primera , distingue en ella el sentido ex- do, es, sin embargo, una Filosofía incompleta; pues,
terno, que sirve para percibir ó conocer el mundo ma- en realidad, ni su lógica, ni su psicología, ni su teo-
terial ; el sentido intimo, cuya función es conocer el dicea , forman tratados completos y sistemáticos de
alma propia y las a j e n a s , y, por último, el sentido estas ciencias. Otro defecto , acaso el más grave de la
divino, cuya función es conocer y ver á Dios (le sens, Filosofía de G r a t r y , es la vaguedad y confusión de
qui est le sens de l'infini, peut seul nous faire connaître ideas, efecto en parte de la redundancia de su estilo,
Dieu , voir Dieu), y por razón del cual se dice con ver- excesivamente oratorio y poco en armonía con la pre-
dad que el alma siente á Dios (l'âme sent Dieu) como cisión propia de la ciencia. Así sucede que, después de
se siente á sí misma. G r a t r y , siguiendo á Tomasin, leer un largo capítulo, por ejemplo, el que trata de la
supone que este sentido, por medio del cual el alma inteligencia, apenas es dable conocer la opinión del au-
siente y toca á Dios (sent Dieu.... le touche), es como tor ; y es que su pensamiento, envuelto en metáforas
la parte más noble del alma (apex mentis), y es supe- y desleído en una nube de palabras , de atenuaciones,
rior á la inteligencia (supra intelligentiam) ó razón. Y, de contrastes, de gradaciones, y sobre todo de frases
sin embargo, más adelante enseña que la facultad i n - brillantes y poéticas, rara vez ofrece la precisión , la
telectual es superior á la sensibilidad , incurriendo en claridad, la exactitud de concepto indispensables y
cierta especie de contradicción. De todos modos , es propias de la ciencia verdadera.
Y es justo advertir , finalmente , que su refutación medio de sus instituciones elementales y de su histo-
del panteísmo hegeliano , sin dejar de ser acertada y ria de la Filosofía , escritas bajo las inspiraciones del
vigorosa en el fondo, parece extremar algunas veces criterio católico. Lo mismo puede decirse de la Teodi-
las oposiciones inherentes á la doctrina de Hegel y cea cristiana, debida á la pluma del P. Lesceeur, y con
exagerar el sentido de su tesis. mayor razón del Breviarium philosophiae scholasticae
por medio del cual su autor, Grandclaude , contribuyó
á la restauración de la Filosofía escolástico-cristiana
§89. en Francia.
c) El P. C'hastel, autor del Cristianismo y racio-
CONTINUACIÓN D E L MOVIMIENTO FILOSÓFICO CRISTIANO nalismo y de algunas otras obras referentes á la Filo-
EN FRANCIA. sofía cristiana en sus relaciones y polémicas con la
racionalista, sostiene con energía y acierto la causa de
Además de los que llevamos citados , hay algunos la primera , mientras que su correligionario el P. Ma-
otros escritores que contribuyeron y contribuyen de tignon lucha también con valor contra el racionalismo
una manera más ó menos eficaz y directa á sostener y y el espiritismo en La cuestión de lo sobrenatural.
afirmar los principios de la Filosofía cristiana. Tales d) Amadeo de la Margerie merece figurar igual-
son , entre otros : mente entre los representantes de la Filosofía cristiana
a) Maret, el cual, en su Teodicea cristiana, en su en Francia , no solamente por su Teodicea , sino tam-
Ensayo sobre el panteísmo, no menos que en su Filoso- bién por su Filosofía contemporánea, obra inspirada é
fía y religión , rebate con vigorosa lógica y erudición informada por una crítica tan concienzuda y sólida
escogida los principios del racionalismo en casi todas como cristiana.
sus formas y manifestaciones. Dentro de la esfera de la e) Por sus Estudios filosóficos sobre el Cristianis-
Filosofía cristiana, Maret concede cierta preferencia á mo, no menos que por algunas otras de sus excelentes
Platón , Descartes , Mallebranche , pudiendo decirse obras, Augusto Nicolás merece de justicia figurar e n -
que el idealismo platónico y el psicologismo de Des- tre los restauradores de la Filosofía católica en F r a n -
cartes , basados sobre la Filosofía cristiana y transfor- cia, siendo m u y digno de este honor á causa de las so-
mados por ésta, constituyen el fondo de su concepción luciones que da á ciertos problemas filosóficos éticos y
filosófica ; pero concediendo cierto predominio al ele- político-sociales en sus numerosas obras. Á su lado
mento idealista de Platón, hasta degenerar ó transfor- merece figurar Luís Veuillot, uno de los más insignes
marse en elemento semiontológico. escritores católicos de la Francia contemporánea , el
cual, por medio de sus excelentes libros y por medio
b) Bouvier ha contribuido también á conservar y
de la prensa periódica, ha contribuido muy eficazmen-
promover el movimiento de la Filosofía ^cristiana por
MOVIMIENTO FILOSÓFICO CRISTIANO EN FRANCIA. 441

te á extender y afirmar la verdad católica y la ciencia la misma razón, en las excelentes obras históricas y
cristiana. filológicas publicadas por el sabio F. Lenormant, cuya
f ) No son de omitir los servicios prestados á la Fi- muerte prematura lloran las ciencias y también la Igle-
losofía cristiana en Francia por los trabajos y escritos sia, si bien en su último libro, rotulado Origines de
de Bebreyne, de Víctor Bonald, del obispo de Chalons VHistoire, se encuentran ideas y teorías sobrado atre-
Meignan, desde el punto de vista de las ciencias natu- vidas y peligrosas.
rales. En esta forma indirecta, y desde el punto de vista Alguna mayor relación con la Filosofía cristiana
apologético, las conferencias de Ravigndn, Lacordaire, entrañan los trabajos críticos de Vigouroux acerca del
Félix, Montsalré, contribuyeron y contribuyen á pro- origen y naturaleza del racionalismo teológico, sin
pagar y afirmarel movimiento filosófico-cristiano en la contar sus escritos exegéticos. La obra escrita por el
nación vecina. oratoriano Valroger con el título de La Genèse des es-
No son menos importantes los servicios prestados pèces, envuelve mayor afinidad con las cuestiones filo-
á la ciencia cristiana por el abate Broglie desde el cam- sóficas.
po de las ciencias físicas y naturales, por medio de su
reciente y concienzuda obra rotulada El positivismo y
la ciencia experimental.
También es digna de mención y de estudio, en este
LA F I L O S O F Í A E N E S P A Ñ A D U R A N T E E L SIGLO A C T U A L .
orden de ideas, la excelente obra de Eenri Martin que
M O V I M I E N T O F I L O S Ó F I C O H A S T A E L AÑO 3 4 .
lleva por rótulo Las ciencias y la Filosofía.
g) Pondremos término á estas indicaciones con el
nombre de Freppél, cuyos escritos tienen relaciones Para comprender y apreciar el movimiento y con-
más directas con la Filosofía cristiana que los que aca- diciones de la Filosofía cristiana en nuestra patria,
bamos de citar, bastando para convencerse de ello fijar conviene no olvidar que en la misma se ha verificado
la vista en sus excelentes trabajos sobre Clemente de y verifica un movimiento filosófico-racionalista ai lado
Alejandría , Orígenes , Tertuliano y San Ireneo. Los del movimiento cristiano. Durante el primer tercio de
estudios crítico-filosóficos de Freppel sobre éstos y so- nuestro siglo, no hubo en España movimiento filosó-
bre algunos otros Padres y doctores de los primeros si- fico-racionalista , en el sentido riguroso de la palabra,
glos del Cristianismo, son por extremo notables y de lo puesto que los tratados filosóficos de aquel tiempo con-
mejor que se ha escrito sobre la materia. servan lo esencial del principio católico, aunque abun-
Por no decir relación á la Filosofía, hacemos caso daban en ideas que gravitan hacia el racionalismo,
omiso de los trabajos exegéticos del abate Motáis y de ideas cuyos preludios y antecedentes, al menos en su
otros escritores franceses. Tampoco nos ocupamos, por fase sensualista , encontramos ya en el siglo anterior
MOVIMIENTO FILOSÓFICO CRISTIANO EN FRANCIA. 441

te á extender y afirmar la verdad católica y la ciencia la misma razón, en las excelentes obras históricas y
cristiana. filológicas publicadas por el sabio F. Lenormant, cuya
f ) No son de omitir los servicios prestados á la Fi- muerte prematura lloran las ciencias y también la Igle-
losofía cristiana en Francia por los trabajos y escritos sia, si bien en su último libro, rotulado Origines de
de Debreyne, de Víctor Bonald, del obispo de Chalons VHistoire, se encuentran ideas y teorías sobrado atre-
Meignan, desde el punto de vista de las ciencias natu- vidas y peligrosas.
rales. En esta forma indirecta, y desde el punto de vista Alguna mayor relación con la Filosofía cristiana
apologético, las conferencias de Ravigndn, Lacordaire, entrañan los trabajos críticos de Vigouroux acerca del
Félix, Montsalré, contribuyeron y contribuyen á pro- origen y naturaleza del racionalismo teológico, sin
pagar y afirmarel movimiento filosófico-cristiano en la contar sus escritos exegéticos. La obra escrita por el
nación vecina. oratoriano Valroger con el título de La Genèse des es-
No son menos importantes los servicios prestados pèces, envuelve mayor afinidad con las cuestiones filo-
á la ciencia cristiana por el abate Broglie desde el cam- sóficas.
po de las ciencias físicas y naturales, por medio de su
reciente y concienzuda obra rotulada El -positivismo y
la ciencia experimental.
También es digna de mención y de estudio, en este
LA. F I L O S O F Í A E N E S P A Ñ A D U R A N T E E L SIGLO A C T U A L .
orden de ideas, la excelente obra de Eenri Martin que
M O V I M I E N T O F I L O S Ó F I C O H A S T A E L AÑO 3 4 .
lleva por rótulo Las ciencias y la Filosofía.
g) Pondremos término á estas indicaciones con el
nombre de Freppél, cuyos escritos tienen relaciones Para comprender y apreciar el movimiento y con-
más directas con la Filosofía cristiana que los que aca- diciones de la Filosofía cristiana en nuestra patria,
bamos de citar, bastando para convencerse de ello fijar conviene no olvidar que en la misma se ha verificado
la vista en sus excelentes trabajos sobre Clemente de y verifica un movimiento filosófico-racionalista ai lado
Alejandría , Orígenes , Tertuliano y San Ireneo. Los del movimiento cristiano. Durante el primer tercio de
estudios crítico-filosóficos de Freppel sobre éstos y so- nuestro siglo, no hubo en España movimiento filosó-
bre algunos otros Padres y doctores de los primeros si- fico-racionalista , en el sentido riguroso de la palabra,
glos del Cristianismo, son por extremo notables y de lo puesto que los tratados filosóficos de aquel tiempo con-
mejor que se ha escrito sobre la materia. servan lo esencial del principio católico, aunque abun-
Por no decir relación á la Filosofía, hacemos caso daban en ideas que gravitan hacia el racionalismo,
omiso de los trabajos exegéticos del abate Motáis y de ideas cuyos preludios y antecedentes, al menos en su
otros escritores franceses. Tampoco nos ocupamos, por fase sensualista , encontramos ya en el siglo anterior
bajo la pluma de Pereira, cuyo método y doctrina, en su «el cerebro es el depósito de las sensaciones é ideas y
Theodicea ó Religión natural, coinciden con el método y de los enlaces (relaciones) de las ideas que forman el
doctrina de los sensualistas, si bien procura explicar total de los conocimientos».
y rechazar lo que este sistema tiene de incompatible E n Jovellanos (1744-1812) se observa también la
con el catolicismo. influencia de las teorías sensualistas en el terreno filo-
Sabido e s , en efecto, que la Filosofía sensualista sófico, pero su sensualismo tiene más afinidad con el
de Condillac y las teorías político-sociales de los enci- moderado de Locke que con el exagerado y absoluto
clopedistas franceses tuvieron eco en España durante de Condillac. Como el filósofo inglés, Jovellanos s u -
los primeros años de nuestro siglo y en los últimos del pone que no podemos conocer la esencia ó substancia
anterior, como lo habían tenido en Italia, pero en me- de las cosas , y , como él, enseña también que «todas
nor escala que en ésta, en atención á que el contacto nuestras ideas proceden de la sensación ó de la refle-
entre España y Francia fué menos permanente y me- xión; de la sensación, cuando la percibimos por medio
nos amigable que el que medió entre la última y la de los sentidos, y de la reflexión, cuando el alma se
península itálica. Gallardo, Muñoz Torrero, Puig- para á considerar sus propias operaciones». Esto no
blanch, Argüelles, Villanueva, con algunos otros de los obstante, y á pesar de su tendencia lockiano-sensua-
legisladores de Cádiz, representan la influencia de las lista, Jovellanos se aparta y rechaza las teorías del
teorías político-sociales aludidas, al paso que la i n - sensualismo en sus aplicaciones á la moral y al dere-
fluencia del sensualismo filosófico se dejaba sentir en cho, según se observa especialmente en su Tratado
La Florida del P. Muñoz, en algunos escritos del pres- teórico-práctico de enseñanza.
bítero Reinoso y en las obras de Jovellanos. La obra ci- El catolicismo subjetivo y personal de Jovellanos,
tada del P. Muñoz, se supone con fundamento que fué acerca del cual no cabe abrigar dudas, le obligó á r e -
escrita por los años de 1811 ó 12, aunque no vió la luz fugiarse en el tradicionalismo filosófico, para evitar
pública hasta 1836. las consecuencias heterodoxas á que de suyo arrastra
Por lo d e m á s , la obra del agustino cordobés es la tesis sensualista. Así le vemos afirmar que, sin la
notable y curiosa por su contenido esencialmente sen- revelación divina, el hombre poco ó nada hubiera po-
sualista, con sensualismo muy semejante al de Condi- dido conocer con certeza, aun de aquellas santas ver-
llac, cuyas ideas y tendencias dominan en La Flo- dades que tanto ennoblecen su ser, ó sea de las verdades
rida , libro que contiene u n tratado de lógica, psi- fundamentales en el orden metafísico y moral. En a r -
cología , moral y metafísica , si metafísica cabe en la monía con esto, Jovellanos nos presenta la instrucción,
doctrina de Condillac. Según el autor de La Florida, no ya sólo como auxiliar, sino como elemento ó causa
quedan grabados en el cerebro vestigios de lo que per- indispensable del pensamiento, y apellida á las pala-
cibimos por los sentidos y por la razón, de manera que bras signos necesarios de nuestras ideas; de manera que
444 HISTORIA DE LA FILOSOFÌA.

tico, no se limitó á la Península, sino que se extendió


aquéllas son absolutamente necesarias , no solamente
á nuestras provincias de Ultramar, y con especialidad
para hablar, sino también para pensar.
á las Antillas. En Cuba fué principal representante y
Según dejamos apuntado,este movimiento, sensua-
partidario de las teorías sensualistas y eclécticas el pres-
lista y tradicionalista á la vez, que domina en las es-
bítero D. Félix Varela, el cual, por los años de 1812, dió
feras filosóficas fuera de la escolástica, durante el pri-
á la estampa sus Institutiones Philosophiae ecclecticae,
mer tercio de nuestro siglo, fué debido en gran parte
en las que domina el elemento sensualista combinado
á los esfuerzos y lucubraciones del jesuíta portugués
con el procedimiento ecléctico.
P. Monteiro, y de los españoles Eximeno y Andrés,
pertenecientes á la misma Orden, que fueron otros El movimiento genuínamente cristiano de la Filo-
tantos fervientes propagandistas y defensores de las sofía durante este corto período, apenas tiene más re-
teorías de Locke y Condillac en los últimos años del presentantes directos que A m a t , autor de un curso
pasado siglo, como lo fueron también poco antes el ya de Filosofía inspirado en la escolástica , y el dominico
citado Pereira y el sevillano Pérez y López, autor de mallorquín P. Rafael Puigcerver, que, además de algu-
la obra rotulada Principios del orden esencial de la na- nos opúsculos de controversia contemporánea, escri -
turaleza . establecidos por fundamento de la moral y bió una Philosophia Sancto Thomae A quinatis, auribus
política, y por prueba de la religión. hujus temporis accommodata, que sirvió de texto en no
pocos conventos y otros centros de enseñanza hasta la
No hay para qué recordar que los tres Jesuítas ci-
exclaustración.
tados , pero especialmente Eximeno y Andrés, se pasa-
ron con armas y bagajes al campo sensualista, sin En cambio, en el terreno político-social, y desde un
contentarse siquiera con el sensismo relativamente punto de vista indirecto , las teorías heterodoxas y las
moderado de Locke, sino prefiriendo el más acentuado tendencias racionalistas de aquel tiempo fueron refuta-
de Condillac. Si el primero en sus Instituciones Philo- das de una manera contundente y sólida por los PP. Vi-
sophicae et mathematicae, al mismo tiempo que nos dal y Alvarado , dominicos ambos , el primero de Va-
presenta el Ensayo de Locke y el Tratado de las sen- lencia, y el segundo de Sevilla. Origen délos errores
saciones de Condillac, como depósito y fuente general revolucionarios de Europa y su remedio, tiene por ró-
de toda la ciencia, repite las declamaciones de Geno- tulo la obra del P. Vidal, el cual expone en ella la doc-
vesi y Verney contra la Filosofía aristotélica, el s e - trina de Santo Tomás acerca de la ley, de la sociedad,
gundo ensalza y acepta la teoría de Condillac, cuando del poder público y de la soberanía, rebatiendo de paso
reduce todas las facultades y operaciones del alma á los errores y extravíos que á la sazón pululaban en
una sensación transformada. orden á estas materias.
Más comprensiva y u n i v e r s a l , aunque no más s e -
La influencia ejercida por estos y otros secuaces,
suda y sólida que la de Vidal, fué la polémica sosteni-
ora del sensualismo puro, ora del sensualismo ecléc-
da por el P. Alvarado , conocido generalmente bajo el física de la espiritualidad é inmortalidad del alma, y
pseudónimo de El Filósofo Rancio, no ya sólo contra la segunda , El triunfo de la verdad y refutación del
los errores político-sociales de la época, si que también materialismo.
contra las ideas eclécticas y sensualistas arriba m e n -
cionadas. En sus Cartas Aristotélicas y en las Cartas I 91-

Criticas, vese á la Filosofía de Santo Tomás rebatien-


do las teorías filosóficas , políticas y sociales más ó LA F I L O S O F Í A R A C I O N A L I S T A D E S P U E S D E L 34.

menos heterodoxas que hacían esfuerzos para tomar


arraigo en España. Aludiendo á dichas cartas , con ra- Los escritores sensualistas y ecléctico-tradiciona-
zón escribe Menéndez y Pelayo : «Apenas hay máxima listas mencionados en el párrafo anterior, sin ser sub-
revolucionaria , ni ampuloso discurso de las Constitu- jetivamente racionalistas, sino más bien católicos,
yentes , ni folleto ó papel volante de entonces, que no pueden considerarse como los iniciadores, ó, digamos
tenga en ellas impugnación ó correctivo. Desde la In- mejor, precursores del racionalismo en España, á causa
quisición sin máscara, hasta el Diccionario critico- de la afinidad y gravitación espontánea de sus ideas
burlesco ; desde El Jansenismo y Las Angélicas Fuen- hacia las ideas racionalistas, ideas cuya manifestación
tes , hasta el Juicio de El Solitario de Alicante , todo decisiva y cuya pública propaganda datan desde la ter-
lo recorrió y lo trituró todo , dejando donde quiera in- minación de la guerra dinástica, y principalmente
equívocas pruebas de la pujanza de su brazo.... No hay desde la revolución del 54. De entonces más , el racio-
en la España de entonces quien le iguale, ni aún de nalismo filosófico se desenvuelve y crece, presentando
lejos se le acerque, en condiciones para la racional es- direcciones y tendencias determinadas, cada una de
peculación (1).» las cuales cuenta con representantes más ó menos nu-
Por ser casi extrañas á la Filosofía propiamente d i - merosos y genuínos. El radicalismo político que, según
cha, no mencionamos aquí la Apología del Altar y del hemos indicado a n t e s , entraña relaciones secretas,
Trono, escrita por el P. Vélez, ni las Institutiones juris pero íntimas y reales, con determinadas escuelas filo-
naturae et gentium, obra del dominico gallego P. Texei- sóficas , ha contribuido también eficazmente al des-
ro. Relación más directa con la Filosofía tienen las dos arrollo y propaganda del racionalismo en estos últimos
obras de Cortiñas , rotulada la primera Demostración años.
Las principales direcciones racionalistas durante
este período , son : la hegeliana, la krausista y la m a -
1) Conviene no olvidar que en 1847 se dieron á la estampa once
terialista. Aunque de una manera incompleta y ver-
cartas inéditas de nuestro escritor, en las cuales trata de materias tan
trascendentales como la instrucción pública, la libertad de imprenta, gonzante, siguió la primera Castelar en los primeros
el juicio por jurados, la constitución tradicional de España, etc., etc. años de su vida literaria , á los que pertenecen sus lee-
ciones del Ateneo acerca de La Civilización en los cinco más comprensiva que la de Hegel. Fabié , que tradujo
primeros siglos del Cristianismo. En sus escritos y la Lógica de Hegel, hace también profesión de hege-
discursos posteriores hay también ideas , reminiscen- liano , pero rechazando los puntos del sistema de H e -
cias y frases de sabor hegeliano, pero amalgamadas con gel que son incompatibles con el catolicismo. Así es
otras pertenecientes á otras escuelas. Las teorías de He- que su nombre aquí sólo significa al discípulo parcial
g e l , lo mismo que las de los demás filósofos , son para de Hegel, no al partidario del hegelianismo racio-
nalista.
Gastelar materia-prima y lugares tópicos, de que echa
mano según las ocasiones y según las exigencias esté- Al hablar de la Filosofía de Krause , indicamos ya
ticas de la palabra. De aquí es que , como nota oportu- que en Bélgica y España había encontrado mucho eco.
namente Menéndez y Pelayo, unas veces parece c a - Y, en efecto, desde que Sanz del Río la introdujo y
tólico y otras protestante; cuándo unitario y cuándo aclimató en la última , viene ejerciendo activa propa-
trinitario; ya naturalista , ya sobrenaturalista ; tan ganda , favorecida y fomentada en los últimos años por
pronto creyente en la creación como en la eternidad de el movimiento revolucionario y por la política. Á la
la materia; unas veces arriano y otras partidario de la propaganda oral ejercida en la cátedra, y más todavía
divinidad de Cristo; todo, según que el rodar de la en su casa , donde reunía á sus discípulos predilectos,
frase, único amor filosófico y literario de Castelar , va Sanz del Río juntó luego la propaganda escrita, por
trayendo unas ú otras ideas. medio de sus Lecciones sobre el sistema de Filosofía ana-
Representante más genuino y también más avan- lítica de Krause, que representan el punto de partida del
zado del hegelianismo es Pi y Margall. En su Reacción y movimiento externo y público del krausismo en Espa-
Revolución, lo mismo que en sus Estudios sobre la Edad ña. El Ideal de lahumanidad para la vida, obra de Krau-
Media, palpitan las teorías de H e g e l , combinadas con se, traducida y comentada, junto con los Programas de
las político-sociales de Proudhon , desenvueltas unas Psicología, Lógica y Etica y algunos otros opúsculos,
y otras en sentido avanzado, ó sea de la llamada i z - cartas y discursos, representan las publicaciones del jefe
quierda hegeliana , excepción hecha, sin embargo, de del krausismo español. Krause cuenta hoy en España
la teoría cesarista de Hegel referente al Estado, teoría con partidarios numerosos y más ó menos puros y fieles
que Pi no puede admitir en su calidad de republicano de su doctrina, entre los cuales figuraron ó figuran Fer-
federal. nando de Castro, autor de un Curso de Historia Uni-
versal, inspirado en fuentes é ideas krausistas; Tapia,
E n los escritos de Canalejas (D. Francisco de P a u -
clérigo apóstata, á quien se confió la cátedra de Sistema
la) se descubren también reminiscencias, aficiones é
de la Filosofía, fundada por el patriarca del k r a u -
ideas hegelianas, pero amalgamadas, y aun pudiéramos
sismo; Giner de los Ríos , Salmerón (Nicolás), Gonzá-
decir, dominadas y transformadas por las teorías de
lez Serrano, Hermenegildo Giner, Eguílaz, el c u a l , en
Krause, cuya concepción considera más científica y
TOMO IV. 29
sus lecciones ó tratado sobre el derecho, y más toda- t a , si bien en el terreno psicológico no desciende , al
vía en su Teoría de la inmortalidad del alma, une, con menos explícitamente, á las afirmaciones escuetas y pa-
el fondo de la concepción k r a u s i s t a , ciertas ideas y di- ladinas de los Büchner y Moleschott de nuestros días.
recciones espiritistas. El cubano Poey, autor de una Biblioteca positivista
Hasta la hora presente (1877), los discípulos de destinada á vulgarizar la doctrina de Compte , y los
Krause y Sanz del Río en España no han publicado catalanes Estasen y Pompeyo Gener, autor este último
trabajos de especial importancia, ó que puedan llamar de un voluminoso libro rotulado La muerte y el diablo,
la atención por su contenido y por su extensión. Ge- Historia y Filosofía de dos negaciones supremas, son
neralmente se reducen á traducciones de algunas obras hoy los sostenedores más visibles del materialismo
de Krause y de su discípulo Róder , á escritos de pro- positivista. Á éstos pueden añadirse los nombres de
paganda y tratados elementales. Entre estos últimos, Simarro, Perojo , Cortezo , Melitón Martín y Tubino,
merecen citarse los Elementos de Lógica de González aunque el de este último es un positivismo evolucio-
Serrano y los Elementos de Ética, escritos por el mis- nista, el cual, en unión con el darwinismo, es el que
mo en colaboración con Revilla. Giner de los Ríos, ya gana más terreno, no sólo en las universidades y ate-
sólo, ya en colaboración con algunos de sus correli- neos, sino en las demás esferas sociales.
gionarios , ha publicado un Compendio de la Estética Al lado de las direcciones ó escuelas mencionadas,
de Krause, traducido del alemán ; Lecciones sumarias no faltan escritores y escritos que responden á otras
de Psicología,—Principios de derecho natural—Pro- fases del racionalismo. Así, por ejemplo, la fase ó
grama de doctrina general de la ciencia,—Bases para dirección espiritualista se halla representada por la
la teoría de la propiedad, sin contar algunos otros es- Exposición histórico-crítica de los sistemas filosóficos
critos menos importantes ó menos relacionados con la modernos y verdaderos principios de la ciencia, de
Filosofía. Los Elementos de Filosofía moral, escritos Azcárate, al paso que la dirección kantiana se halla
por Hermenegildo Giner, pertenecen también á la cla- representada por la Teoría trascendental de las canti-
se de tratados elementales de la escuela krausista. dades imaginarias del cordobés Rey y Heredia, y aca-
Haciendo caso omiso de los partidarios que tuvo la so más todavía, ó en sentido más alto y genuino, por
Frenología durante cierto período, sobresaliendo entre D. Matías Nieto Serrano, en su obra La ciencia viviente,
ellos Gubí por sus trabajos de propaganda , el doctor en la cual se descubren á la vez ideas y tendencias h e -
Mata puede considerarse como el principal represen- gelianas y krausistas. Estas últimas aparecen más acen-
tante del positivismo materialista. En su Filosofía tuadas en su ]libro rotulado La Naturalezael Espí-
española, lo mismo que en el tratado De la libertad mo- ritu y el Hombre, programas de enciclopedia filosófica,
ral ó libre albedrío, el profesor de San Carlos defiende que vió la luz pública en 1877. Milita hoy también en
no pocas de las teorías propias del sistema materialis- las filas racionalistas Vidart, el mismo que en años
anteriores militó en el campo católico, y que debe á la lítico-sociales de los legisladores de Cádiz, á la vez que
inspiración cristiana la más importante de sus pro- por las teorías sensualistas y eclécticas, revistió más
ducciones, ó sea La Filosofía española. tarde la forma krausista, y en 1850 tuvo lugar su pre-
En la primera edición de esta obra hicimos figu- sentación pública, solemne, oficial, según queda apun-
rar á Valera entre los partidarios ó fautores al menos tado, por medio de las Lecciones sobre el sistema de Filo-
del racionalismo. «Cierto e s , decíamos, que este ele- sofía analítica de Krause, dadas á la estampa por Sanz
gante escritor parece abandonar y rechazar en ocasio- del Río. Cuatro años antes había visto la luz pública
nes la tesis racionalista ; diríase que su pensamiento la Filosofía fundamental de Balmes , eflorescencia es-
no se mueve con seguridad en la esfera del racionalis- pontánea y expresión genuína del movimiento tilosó-
mo, dentro de la cual parece experimentar inquietud y fico-cristiano que se había conservado en las escuelas
desasosiego, pero sin atreverse ni decidirse á entraren eclesiásticas, y cuyo desarrollo había sido incubado y
la esfera católica , porque á ello se opone el criticismo preparado por la Summa philosophica ya citada de Ro-
escéptico que se vislumbra á través de sus páginas y selli, en la que se inspiraron las escuelas españolas á
-que esteriliza su innegable talento.» contar desde los últimos años del pasado siglo, por los
Hoy tenemos motivos personales y reales para ex- escritos del portugués P. Almeida, por las excelentes
cluir del gremio racionalista ai autor del prólogo álos obras del P. Zeballos, y más tarde por las Cartas Crí-
Ensayos críticos de La verde, y al regocijado impugna- ticas y las Cartas Aristotélicas del P. Al varado, ó sea el
dor de los Estudios sobre la Edad Media de Pi y Mar- Filósofo Rancio.
gall. Debemos consignar, sin embargo, que en sus
Balmes no es un filósofo original con la originali-
adiciones ó continuación de la Historia de España, en-
dad usada en nuestros días, con esa originalidad que,
contramos juicios sobre cosas, personas y hechos, que
atenta únicamente á inventar algún sistema nuevo,
están más en armonía con el criterio ó preocupaciones
prescinde de la verdad y realidad, y que, dando rienda
de un progresista del año 23 ó 40 , que con la serena
suelta á la imaginación, se complace en ofrecer á la
imparcialidad del hombre de ciencia, de que el mismo
vista del espectador una construcción más ó menos be-
Valera ha dado gallarda muestra en otras ocasiones.
lla, más ó menos sistemática, pero puramente subjeti-
v a , fantástica, pendiente en el a i r e , sin base sólida
i 92. en la realidad objetiva. Balmes posee, en cambio, la
originalidad propia de la ciencia; la originalidad que
MOVIMIENTO FILOSÓFICO-CRISTIANO.—BALMES. la ilustra, desenvuelve y completa; la originalidad que
derrama vivos fulgores sobre la verdad, que la defien-
El racionalismo incubado y preparado en los p r i - de contra los ataques de sus enemigos , que conserva,
meros años de nuestra centuria por las doctrinas po- afirma y aumenta el patrimonio intelectual del género
humano ; porque en el terreno propiamente filosófico, más notables de su Filosofía fundamental, y que se
en las ciencias metafísicas, no cabe más originalidad descubren igualmente en sus Cartas d un escéptico, en
que ésta , sobre todo después que la idea cristiana El Criterio, en la Filosofía elemental y en El Protestan-
afirmó su base y coronó su cima. tismo comparado con el Catolicismo, obras todas que no
En este concepto, Balmes es el tipo del filósofo cris- desdicen, en su género , de la citada Filosofía funda-
tiano. La base esencial de su Filosofía es la Filosofía mental , y que bastarían para justificar la fama y el
cristiana, ó, digamos mejor, la Filosofía de Santo To- renombre que colocan justamente al filósofo de Vich á
más , como solución la más sintética y comprensiva la cabeza de los filósofos españoles del siglo presente.
de los problemas fundamentales de la Filosofía. Pero Para ser justos , debemos advertir que, en nuestra
sobre esta base, una, segura, anchurosa y firme, es po- opinión , la doctrina filosófica de Balmes entraña un
sible levantar edificios que presenten notable variedad grave defecto, y es su tendencia al escepticismo obje-
en su conjunto, en su organismo sistemático y en la tivo y al fideísmo de Jacobi. Para quienquiera que
belleza y relaciones de sus partes. En el levantado por reflexione sobre el papel que, según el filósofo de Vich,
el autor de la Filosofía fundamental, al lado del ele- desempeña el sentido común y sobre la influencia que
mento tomista que constituye su base y su fondo esen- ejerce el instinto intelectual, no ya sólo con respecto
cial, dominan el psicologismo cartesiano, el armonis- á los criterios de evidencia mediata, de los sentidos
mo dinámico de Leibnitz y el]empirismo ideológico de externos , de la autoridad , sino hasta en el de eviden-
la escuela escocesa. cia inmediata, no cabe poner en duda que la teoría
Sabido es que Balmes se separa de la doctrina de criterológica de Balmes conduce á la siguiente t e s i s :
Santo Tomás en las cuestiones que se refieren á la sólo poseemos certeza racional y segura en orden á los
existencia del entendimiento agente y de las ideas ó fenómenos subjetivos ; la que poseemos en orden á la
especies inteligibles, á la naturaleza del alma de los realidad objetiva de las cosas distintas del yo, es una
brutos , á la distinción real entre la esencia y la exis- certeza que se apoya en una necesidad íntima, en una
tencia en las cosas finitas, sin contar algunos otros inclinación instintiva de la naturaleza. Y no hay para
puntos de menor importancia. Por lo demás , su dis- qué llamar la atención sobre la afinidad y estrechas
cusión y examen de los diferentes criterios de verdad, relaciones que existen entre esta tesis y el escepticis-
su explicación fundamental del orden moral y la refu- mo objetivo, y más aún con el fideísmo de Jacobi y
tación sólida y concienzuda del panteísmo germánico con el sentimentalismo de la escuela escocesa. Por algo
en algunas de sus fases principales, avaloran sus es- hemos dicho que el empirismo de esta escuela y el
critos y revelan la profundidad de su talento y de su psicologismo cartesiano entran por mucho en la con-
ciencia, sin contar la precisión de ideas y la claridad cepción del autor de la Filosofía fundamental.
de lenguaje, que constituyen uno de los caracteres
Para Donoso Cortés , la Teología no es sólo la p r i -
93. mera y la más noble de las ciencias , sino la ciencia
universal, la ciencia «que contiene y abarca todas las
DONOSO CORTÉS. ciencias.» Para el ilustre publicista, el entendimiento
humano es falible en tal grado, que no puede nunca es-
Este ilustre publicista español no es un filósofo en tar cierto de la verdad, y, lo que es más a ú n , la « i n -
el sentido propio de la palabra ; es más bien un escri- certidumbre está de una manera esencial en todos los
tor, que, en la originalidad nativa y en la fuerza in- hombres, ahora se les considere j u n t o s , ahora se les
mensa de su talento, comunica sabor filosófico á los considere aislados.»
problemas religiosos, político-sociales y teológicos que Por lo que hace al origen del lenguaje , el marqués
renueva y discute. Su obra capital en este concepto es de Valdegamas va más lejos todavía que el vizconde de
el Ensayo sobre el catolicismo , el liberalismo y el so- Bonald. Si éste buscaba el origen del lenguaje en una
cialismo, cuya dirección ó tendencia, marcadamente revelación positiva, y , - p o r consiguiente, accidental,
tradicionalista con ribetes de escéptica, contrasta con externa y posterior en orden de naturaleza respecto del
la dirección independiente , pero moderada y sensata, hombre, Valdegamas busca en la creación misma del
de la Filosofía fundamental de Balmes , publicada hombre el origen de este lenguaje, al cual considera
cinco años antes que el Ensayo citado. como uno de sus atributos esenciales. «El lenguaje y
Donoso Cortés es el De Maistre español, que quiere la sociedad, escribe, no son asunto de invención ni de
volver la Europa y el mundo á Dios, del cual vienen se- revelación, sino de creación: siendo atributos esencia-
parándose más y m á s , y cayendo por ende de abismo les de la naturaleza del hombre , fueron creados c u a n -
en abismo ; quiere que la Iglesia católica vuelva á ocu- do su naturaleza fué creada.»
par el trono de la Europa y constituir el eje central del Esto no obstante, la noción de Valdegamas acerca
mundo; quiere que el principio sobrenatural y divino de la naturaleza del hombre es más exacta y ajustada
penetre y reincarne en todas las partes de la sociedad, á la Filosofía cristiana que la noción de Bonald, cuya
informe y vivifique al hombre individual y social en definición del hombre rechaza justamente como equí-
todas sus esferas. Pero el marqués de Valdegamas, voca (1) y poco exacta.
que es superior al conde De Maistre por las magnifi-
cencias de su estilo, por la elevación de ciertas ideas, (1) Sabido es q u e , según Bonald , el hombre es una inteligencia
por la profundidad del pensamiento y por las súbitas servida por órganos. Valdegamas, después de citar esta definición,
añade: «El error de Bonald no está en los elementos que tomó de San
y luminosas fulguraciones del genio, exagera y desfi- Agustín; está en haber pensado que estos elementos bastaban para
gura la importancia del criterio teológico, hasta caer componer la definición apetecida. Esta definición e s , por un lado
en el tradicionalismo y abrir la puerta al escepticismo. equívoca, y por otro incompleta. Es equívoca,. porque por ella se da
á entender (lo que es falso) que entre el cuerpo v el alma no hay otro
Para juzgar con acierto ai marqués de Valdega-
mas , no basta atenerse á las reglas generales de críti-
I 94.
ca , según las cuales el sentido real de una frase debe
determinarse en relación con los antecedentes y consi- CONTINUACIÓN DEL MOVIMIENTO FILOSÓFICO CRISTIANO
guientes ; es preciso, además , no perder de vista que EN ESPAÑA.
Donoso pertenece á la raza de escritores cuya palabra
suele algunas veces ir más lejos que su pensamiento,
Los dos eminentes publicistas de que acabamos de
porque á ello son arrastrados por su marcada , y diga-
hablar no fueron ni son los únicos representantes de
mos, espontánea, predilecció n por las fórmulas y tesis
la Filosofía cristiana en nuestra patria y en nuestro
absolutas. Después de todo , ¿ quién sabe si á la vuelta
siglo. Que ésta ha tenido y tiene hoy representantes
de una centuria , ó tal vez de algunos años, los h o m -
serios y más ó menos legítimos de sus principios. Los
bres de buena voluntad s e n t i r á n que los pueblos y go-
nombres de Orti y Lara y de Campoamor merecen figu-
biernos de la Europa no hayan ajustado su marcha á
rar entre aquéllos, y hasta pudiera añadirse que sus
los consejos , previsiones é ideas del autor del Ensayo
nombres y sus doctrinas responden en cierto modo á la
sobre el Catolicismo , el liberalismo y el socialismo?
doble dirección que entrañan el nombre de Balmes y
¿ Quién sabe si lo que hoy miramos como exageracio-
de Valdegamas. Orti y Lara se acerca más á Balmes
nes , como tesis paradójicas y sobrado absolutas de
que á Donoso , ya porque es un publicista-filósofo , ya
Donoso Cortés , llegará un día en que sea mirado como
principalmente porque desenvuelve y completa la F i -
previsiones ajustadas al movimiento de la historia,
losofía de Santo T o m á s , que en Balmes constituye la
como la expresión genuína de las verdaderas necesi-
base y el elemento más importante , pero con des-
dades político-sociales y religiosas de nuestra época?
viaciones y restricciones que desaparecen en Orti y
En lodo caso, el nombre de Donoso Cortés aparecerá Lara. En Campoamor es fácil observar que, sin tener
siempre como tipo de hidalguía castellana , de buena nada de tradicionalista, y sin ser tampoco parti-
fe, de ciencia profunda y de piedad cristiana. dario de la tesis teológica y ultramontana, hay algo
de la raza de Valdegamas, no ya sólo por la forma de
su estilo, en que se revela el poeta , si que también
vinculo de unión sino el del servicio, siendo así q u e , según el dog-
ma católico, el hombre no es otra cosa sino el alma y el cuerpo jun- por la originalidad relativa de algunas ideas, y , sobre
tos en uno. El dogma de la Resurrección descansa cabalmente en esa todo , por cierta tendencia á las tesis y fórmulas abso-
perfectísima unidad, que supone una responsabilidad común en los lutas. Su libro de Lo Absoluto es una prueba d é l o que
dos elementos constitutivos del hombre.» Obras de D. Juan Donoso
Cortés, tomo n i , pág. 411. acabamos de indicar. Sólido en el fondo, original en la
forma, cristiano en sus aspiraciones y conclusiones
finales, encuéntranse esparcidas en sus páginas cier-
tas ideas de dudosa exactitud , ciertas afirmaciones la cantidad , y á condición también de fijar de una ma-
demasiado absolutas, ciertas frases q u e , tomadas ais- nera más ó menos inexacta y arbitraria la definición
ladamente, se prestan á sentido no m u y ortodoxo y ca- real y nominal del ente y de la substancia.
tólico. Así, por ejemplo , Berkeley no rechazaría la si- No sucede , en verdad , lo mismo con la doctrina
guiente frase de Gampoamor : el universo material sólo filosófica de Orti y Lara , la c u a l , como derivación ge-
es la misma idea hecha sensible: esto sin contar el sen- nuína de la de Santo Tomás , participa de la exactitud,
tido hegeliano que alguien pudiera ver en la misma. precisión y ortodoxia de ideas que caracterizan al Doc-
Decir que «el universo no es otra cosa más que la tor de Aquino. Y como la doctrina de éste , en razón á
encarnación física de las leyes de la inteligencia de la poderosa y fecunda virtualidad que la distingue,
Dios», es afirmación inexacta y hasta peligrosa en el contiene en germen la solución de la mayor parte de
terreno de la ortodoxia cristiana ; porque la inmutabi- los recientes problemas filosóficos , nuestro autor sabe
lidad de las leyes de la inteligencia divina es superior discutir y resolver estos problemas nuevos, tomando
á la que á las leyes del universo creado corresponde. por base y nurte la Filosofía de Santo Tomás. Así es
Todavía es más inexacta, ó , por mejor decir, explícita- que Orti y Lara, no es sólo un filósofo cristiano de los
mente heterodoxa en el terreno del catolicismo, la afir- más notables y genuínos, como prueban su Psicología,
mación de que el «ser que tiene la necesidad de existir, Lógica y Ética, sus Fundamentos de Religión y su ex-
tiene la necesidad de crear». Afirmación es esta que celente Introducción al estudio del Derecho, sino que
bastaría para colocar el libro de Lo A bsoluto fuera de es á la vez un hábil polemista y crítico, según lo de-
la esfera católica, si su sentido no se hallara atenuado muestran sus Lecciones sobre el sistema de Flosofía
y retractado en parte por otras frases del autor (1), más panteística de Iírause, no menos que El racionalismo
en armonía con la doctrina católica. Como suele acon- y la humildad, el opúsculo titulado Krause y sus discí-
tecer en las construcciones sistemáticas a priori, el pulos convictos de panteísmo, con algunos otros trata-
autor de Lo Absoluto sólo puede realizar, y realiza , su dos de este género, entre ellos La sofistería democrá-
plan ó programa apriorístico, á expensas del rigor ló- tica, cuyo objeto es examinar y criticar las lecciones
gico en las inducciones y deducciones , á condición de de Castelar sobre la civilización durante los cinco pri-
transformar en sentido propio el sentido metafórico ríe meros siglos del Cristianismo y algunas otras ideas del
tribuno demócrata.

(1) Entre otros, puede citarse el siguiente pasaje: «¿Podrá el En estos últimos años, y con el título de La Cien-
mundo no existir ó existir de otra manera? Sí, porque su existencia cia y la Divina Revelación, publicó Orti una con-
es contingente, porque depende de la voluntad de Dios, v como si
tundente» refutación del vulgar libro de Draper, obra
Dios quiere no hay imposibilidad absoluta de que pueda aniquilarlo,
de aquí se infiere que su existencia no es de necesidad absoluta.» Lo en que, á la sombra d é l a metafísica elevada d é l a
Absoluto, pág. 124. Filosofía c r i s t i a n a , se descargan rudos y certeros
golpes contra el positivismo absorbente de la época. éste el único libro con que su autor influya en el rena-
¡Lástima grande que el Sr. Orti haya abandonado el cimiento y propaganda de las doctrinas filosóficas de
campo sereno de la Filosofía y de la ciencia para e n - Santo Tomás.
trar en el campo revuelto de la política! Los artículos
Corresponde igualmente lugar distinguido entre los
y folletos relacionados con esta última carecen de la
restauradores de la Filosofía cristiana al hoy Cardenal
serena imparcialidad , de la solidez de procedimientos
Arzobispo de Valencia , Sr. Monescillo. Este sabio y
y de la exactitud de ideas que campean en los anterio-
erudito adicionador del Diccionario teológico de Bergier,
res trabajos del Sr. Orti y Lara.
tradujo al castellano, enriqueciéndola con oportunas
En su libro Examen del materialismo moderno, li-
adiciones, la Historia de la Filosofía de Bouvier, y bien
bro bien hecho, salvas algunas ideas hegelianas , y
puede decirse que todos sus escritos están calcados so-
que contiene una excelente refutación de las teorías
bre la doctrina de Santo Tomás , bastando citar como
positivistas y materialistas, Fabié merece contarse en-
ejemplo los artículos publicados en La España Católi-
tre los representantes de la Filosofía cristiana. En las
ca, en los cuales, marchando en pos del Doctor Angé-
Disertaciones jurídicas sobre el desarrollo histórico del
lico, expone y desenvuelve con solidez y copia de cien-
Derecho, recientemente publicadas , el Sr. Fabié e x -
cia las relaciones que deben existir entre la Iglesia y
pone con acierto y defiende con solidez las teorías de
el Estado, á la vez que las condiciones internas y e x -
nuestros teólogos y filósofos escolásticos acerca del
ternas de la sociedad cristiana.
Derecho.
Pero entre los partidarios más ilustres y genuínos
de la Filosofía de Santo Tomás, merece figurar, al lado I 95.
de Orti y Lara, D. Alejandro Pidal y Mon. Á pesar de
sus pocos años, ha contribuido eficazmente á consolidar OTROS R E P R E S E N T A N T E S D E L MOVIMIENTO F I L O S Ó F I C O
y propagarla Filosofía cristiano-tomista, no solamente CRISTIANO E N L A E S P A Ñ A CONTEMPORÁNEA.
con su entusiasmo sincero por la doctrina del Ángel
de las Escuelas, sino también con la publicación de
El libro de Draper Conflictos entre la Ciencia y la
algunos buenos artículos crítico-filosóficos, y , sobre
Religión, libro tan desprovisto de mérito científico
todo, con su hermoso libro sobre Santo Tomás de Aqui-
como vulgarizado en nuestra patria, gracias al medio
no, libro recomendable como pocos por su estilo gran-
ambiente, formado y representado por los hombres de
dilocuente, acaso con algún exceso, por el resumen y
pasiones anticristianas y de superficiales lecturas, dió
crítica de la doctrina de Santo Tomás que-contiene,
ocasión á que vieran la luz pública algunas obras se-
por su profundo sentido cristiano y por su vasta y es-
rias, inspiradas é informadas por la Filosofía cristiana.
cogida erudición. Es de esperar y desear que no sea
El P. Tomás Cámara , Agustino, y hoy Obispo de Sa-
lamanca, fué de los primeros que con lógica nerviosa y vida. La exposición y refutación de las teorías de
escogida erudición puso de relieve lo que hay de falso, Hackel y sus adeptos en orden á la psicología celular
de contradictorio y de insubstancial en el libro de Dra- -nada dejan que desear, y si los volúmenes sucesivo^
per. Las Conferencias del mismo, predicadas en San corresponden al primero, como es de suponer, l o s ^ s -
Ginés de Madrid, son también un trabajo de Filosofía tudios Críticos sobre la Filosofía positivista de Fajarnés
cristiana. merecerán ocupar lugar preferente en la historia de la
La Demostración de la armonía entre la religión Filosofía cristiana de nuestra patria, siendo de esperar
católica y la ciencia, del presbítero catalán D. Antonio y desear que sea leída por muchos.
Cornelias ; Los supuestos conflictos entre la Religión y El malogrado Severo Catalina mereció bien de la
la ciencia, ó la obra de Draper ante el tribunal del sen- -Filosofía cristiana con la publicación de La verdad del
tido común, de la razón y de la historia, del Sr. Rubio progreso, libro que contiene reflexiones atinadas acerca
y Ors , profesor de los más insignes de la universidad de la naturaleza del movimiento científico contemporá-
neo y acerca de las condiciones del verdadero progreso
de Barcelona; la Armonía entre la ciencia y la f e , escrita
filosófico.
por el P. Miguel Mir, j e s u í t a , lo mismo que La Ciencia
y la divina Revelación, del Sr, Orti y Lara, y de que ya El jesuíta P. Cuevas, el agustino P. Álvarez y el
catedrático de Zaragoza Pou y Ordinas, contribuyeron
queda hecho mérito, son obras que honran á sus auto-
también á la restauración d é l a Filosofía cristiana; los
res y que constituyen una de las mejores manifestacio-
dos primeros con sus obras elementales escritas en la-
nes de la Filosofía cristiana en España. Como repre-
tín , y el segundo con sus Prolegómenos al estudio del
sentante más directo y completo de esta Filosofía, debe
Derecho, libro bien hecho, y calcado sóbrelas ideas de
citarse el P. Mendive, de la Compañía de J e s ú s , y autor
Santo Tomás.
de un curso completo de Filosofía, escrito en castellano.
Al lado de los citados escritores , merece figurar en Moreno Nieto, hombre de grande erudición filosó-
primer término el profesor de la universidad de Zara- fica y no menor facilidad de palabra, defendió en oca-
goza , D. Antonio H. Fajarnés, que ha comenzado una siones , con entusiasmo y copia de doctrina , la causa
obra rotulada Estudios críticos sobre la Filosofía po- del catolicismo y de la Filosofía cristiana; pero no
sitivista. Á juzgar por el primer v o l u m e n , único que es raro encontrar en sus polémicas y escritos ideas
ha llegado á nuestras m a n o s , y en que se trata y dis- y tendencias que se aproximan más al racionalismo
cute la psicología celular , la obra del Sr. Fajarnés está q u e al catolicismo, siendo también m u y frecuentes sus
destinada á llenar un gran vacío en nuestra patria, cual excursiones por el campo doctrinario. Aparte de esta
es una refutación s e r i a , completa y verdaderamente falta de fijeza de ideas y de un sistema doctrinal, Mo-
científica del positivismo materialista, sistema que, reno Nieto, en su afición á discutir por líneas gene-
como es sabido, invade hoy todas las esferas de la rales , suele perder de vista la precisión de la palabra
tomo iv. 3q
y la exactitud de la idea. Su muerte prematura é i n e s - que en el estudio crítico de Gómez Pereira, publi-
perada fué y es justamente sentida por cuantos tuvie- cado en la Revista de España, no es difícil reconocer
ron ocasión de conocer y apreciar la nobleza y bellos que su competencia en cuestión de Filosofía cris-
sentimientos de su corazón de oro. tiana no es inferior á la que tan merecida fama le
No sucede lo mismo con Cánovas del Castillo, c u - ha conquistado en el terreno histórico, crítico y lite-
yos escritos y peroraciones se distinguen por la preci- rario. Vislúmbrase en Menéndez y Pelayo cierta ten-
sión del lenguaje y la exactitud de las ideas. En medio dencia , natural y patriótica sin duda, á sobreponer la
y á pesar de sus graves preocupaciones políticas , este Filosofía de Vives, Pereira y otros españoles á la esco-
distinguido hombre de Estado ha contribuido no poco lástico-tomista; pero, excepción.hecha de algunas i n -
á extender y consolidar el movimiento filosófico-eris- exactitudes en orden á ésta, que puso de manifiesto el
tiano, no ya sólo por medio de sus estudios y trabajos dominico P. Fonseca, es preciso reconocer que el autor
históricos, sino principalmente por razón de algunos de los Heterodoxos españoles conoce á fondo y juzga
de sus discursos pronunciados en el Ateneo, los cuales con exacto criterio los diferentes sistemas filosóficos
reflejan el talento profundo y la ciencia seria y com- que aparecen en el campo de la historia en lo antiguo
prensiva de su autor, á quien ni las tareas políticas ni como en los tiempos modernos.
los trabajos literarios de variada índole, y, entre ellos, Á juzgar por los volúmenes publicados, su Histo-
el muy notable referente al Solitario, libro que contie- ria de las ideas estéticas en España no desdice de los
ne reflexiones histórico-políticas de grande alcance, Heterodoxos españoles, y nos merece el mismo juicio
impiden estar al corriente del movimiento intelectual crítico que esta última. Extraordinaria y escogida es
del mundo filosófico. la erudición; acertado y crítico el juicio; exacta y com-
En la primera edición de esta Historia decíamos que pleta la exposición de ideas y teorías que se observan
al movimiento filosófico-cristiano en nuestra patria en la excelente obra citada. En ella, sin embargo, como
contribuyó «Menéndez y Peiayo con su libro sobre La en toda obra humana y como en los Heterodoxos, no
Ciencia española, libro que consideramos como el p r ó - faltan algunos puntos discutibles.
logo y punto de partida para obras más importantes,
destinadas á ejercer influencia decisiva sobre la litera- I 96.
tura patria y sobre la Filosofía católica». Nuestra pre-
dicción ha sido plenamente confirmada en estos ú l t i - CONTINUACIÓN.
mos años , como lo demuestra la Historia de los hete-
rodoxos españoles, libro que pertenece á la clase de D. Manuel Polo y Peyrolón, autor de varias n o -
aquellos que constituyen el fondo permanente de la velas cristianas, de algunos libros elementales de
historia literaria de un pueblo. En este libro, lo mismo Filosofía, é impugnador inteligente del darvinismo,
y la exactitud de la idea. Su muerte prematura é i n e s - que en el estudio crítico de Gómez Pereira, publi-
perada fué y es justamente sentida por cuantos tuvie- cado en la Revista de España, no es difícil reconocer
ron ocasión de conocer y apreciar la nobleza y bellos que su competencia en cuestión de Filosofía cris-
sentimientos de su corazón de oro. tiana no es inferior á la que tan merecida fama le
No sucede lo mismo con Cánovas del Castillo, c u - ha conquistado en el terreno histórico, crítico y lite-
yos escritos y peroraciones se distinguen por la preci- rario. Vislúmbrase en Menéndez y Pelayo cierta ten-
sión del lenguaje y la exactitud de las ideas. En medio dencia , natural y patriótica sin duda, á sobreponer la
y á pesar de sus graves preocupaciones políticas , este Filosofía de Vives, Pereira y otros españoles á la esco-
distinguido hombre de Estado ha contribuido no poco lástico-tomista; pero, excepción.hecha de algunas i n -
á extender y consolidar el movimiento filosófico-cris- exactitudes en orden á ésta, que puso de manifiesto el
tiano, no ya sólo por medio de sus estudios y trabajos dominico P. Fonseca, es preciso reconocer que el autor
históricos, sino principalmente por razón de algunos de los Heterodoxos españoles conoce á fondo y juzga
de sus discursos pronunciados en el Ateneo, los cuales con exacto criterio los diferentes sistemas filosóficos
reflejan el talento profundo y la ciencia seria y com- que aparecen en el campo de la historia en lo antiguo
prensiva de su autor, á quien ni las tareas políticas ni como en los tiempos modernos.
los trabajos literarios de variada índole, y, entre ellos, Á juzgar por los volúmenes publicados, su Histo-
el muy notable referente al Solitario, libro que contie- ria de las ideas estéticas en España no desdice de los
ne reflexiones histórico-políticas de grande alcance, Heterodoxos españoles, y nos merece el mismo juicio
impiden estar al corriente del movimiento intelectual crítico que esta última. Extraordinaria y escogida es
del mundo filosófico. la erudición; acertado y crítico el juicio; exacta y com-
En la primera edición de esta Historia decíamos que pleta la exposición de ideas y teorías que se observan
al movimiento filosófico-cristiano en nuestra patria en la excelente obra citada. En ella, sin embargo, como
contribuyó «Menéndez y Peiayo con su libro sobre La en toda obra humana y como en los Heterodoxos, no
Ciencia española, libro que consideramos como el p r ó - faltan algunos puntos discutibles.
logo y punto de partida para obras más importantes,
destinadas á ejercer influencia decisiva sobre la litera- I 96.
tura patria y sobre la Filosofía católica». Nuestra pre-
dicción ha sido plenamente confirmada en estos ú l t i - CONTINUACIÓN.
mos años , como lo demuestra la Historia cíe los hete-
rodoxos españoles, libro que pertenece á la clase de D. Manuel Polo y Peyrolón, autor de varias n o -
aquellos que constituyen el fondo permanente de la velas cristianas, de algunos libros elementales de
historia literaria de un pueblo. En este libro, lo mismo Filosofía, é impugnador inteligente del darvinismo,
merece figurar entre los representantes más g e n u í -
nos de la Filosofía cristiana. No lo son, ó fueron bles de la Filosofía cristiana , siquiera manifieste cier-
tanto, Mora , que escribió de lógica y ética según la tas aficiones y tendencias tradicionalistas.
escuela de Edimburgo; el catalán Martín de Eixalá, Tratándose de movimiento filosófico-cristiano , no
autor de unos Elementos de Filosofía, en los cuales debe omitirse el nombre de Letamendi, escritor de só-
predominan los principios y teorías de la escuela es- lida ciencia, y cuyos trabajos se distinguen por rasgos
cocesa, bien que sin abandonar el terreno católico, ni originales, por observaciones crítico-filosóficas muy
él ni sus discípulos, entre los cuales descolló Llorens, atinadas, y por puntos de vista amplios y comprensivos,
profesor de metafísica en la universidad de Barcelona. sin salir de la corriente cristiana. El Pro y el Contra
No sería justo pasar aquí en silencio el nombre de de la vida moderna y su reciente discurso sobre el v a -
Alonso Martínez, el cual, si en sus Discursos leídos lor d é l o s estudios anatómicos, bastarían, á falta de
en la Academia de Ciencias Morales y Políticas expone otras pruebas, para convencerse de la exactitud de nues-
y critica con acierto el sistema krausista y las teorías tro juicio. Hemos oído, sin embargo , que en estos úl-
positivistas en sus relaciones con la religión y la mo- timos años algunas de sus ideas no son tan católicas
ral , en sus Estudios solre Filosofía del Derecho, obra como antes.
de más fuste y más relacionada con la Filosofía, revela Tampoco debe omitirse el nombre de Barrantes , el
conocer á fondo los sistemas y teorías más notables de cual, aparte de sus producciones históricas y literarias,
los tiempos antiguos y modernos acerca de las rela- escritas bajo el criterio cristiano, rebatió con energía
ciones entre la Filosofía y el Derecho, refutando ge- y acierto las ideas krausistas y sus formas literarias en
neralmente con sólida argumentación las teorías anti- su discurso de recepción en la Academia Española. En
católicas en la materia. la contestación á este discurso, y en el prólogo á las
Algunos de estos trabajos fueron publicados en la obras de Jovellanos , Nocedal revela la grande estima
Defensa de la sociedad, cuyo director, Perier, figura con y el valor que concede á la Filosofía católica.
justicia entre los constantes defensores del catolicismo Martín Mateos y Salvador Mestres militan también
y de la ciencia cristiana, sin contar la parte que le co- en el campo de la Filosofía cristiana, siquiera sus doc-
rresponde como director de la revista citada , en la cual trinas y tendencias sean menos tomistas y más eclécti-
se han publicado algunos artículos filosóficos de no es- cas que las de Orti.y Lara y Pidal. El Esplritualismo
caso mérito. Entre ellos figuran en primera línea la del primero contiene una concepción en que dominan
refutación del materialismo de Büchner y el examen del el cartesianismo y la escuela escocesa, transformados
krausismo, trabajos debidos á la pluma muy compe- y modificados bajo las inspiraciones de Bordas-Du-
tente del malogrado Caminero, y que colocan á su au- moulin y Huet. La obra principal del segundo, ó sea su
tor entre los representantes más genuínos y más nota- Ontologíci ó metafísica pura, universal y general, y
Cosmoteologia ó tratado del mundo en general y de su
causa, lo mismo que sus Lecciones de psicología , ló- El catolicismo liberal, debido á la pluma del último,
gica y ética, dejan entrever la influencia y las inspi- está escrito bajo las inspiraciones del más puro catoli-
raciones de Galluppi y Rosmini. En sentido menos cismo ; pero se resiente alguna vez de falta de precisión
directo, ó sea desde el punto de vista crítico-biblio- en los conceptos. Villoslada , escritor serio y de esco-
gráfico , han contribuido á fomentar y propagar el gida erudición , y Aguilar (D. Francisco de Asís),
movimiento filosófico-cristiano Roca y Cornet, con su autor de un buen compendio de historia eclesiástica
Ensayo critico sobre las lecturas de la época en la parte y de varios opúsculos de polémica cristiana , pertene-
filosófica y social; Laverde, con sus Ensayos críticos so- cen también á esta clase de representantes del movi-
bre Filosofía, literatura é instrucción pública españo- miento filosófico-cristiano en nuestra patria. Por sus
las; el P. Yáñez del Castillo, con sus Controversias crí- escritos sobre derecho canónico y en defensa de la
ticas contra los racionalistas; el doctoral de Valencia Santa Sede, merece figurar al lado de los anteriores el
Perujo, con sus obras varias, entre ellas, con su Ma- nombre de Carramolino, autor de unos Elementos de
nual del apologista, con sus Lecciones sobre el Syllabus, Derecho canónico, y el presbítero Mateos Gago, ilustra-
y principalmente con el bien pensado y escrito libro do polemista católico y autor de varios trabajos crítico-
rotulado Pluralidad de los mundos habitados. Al mis- filosóficos é históricos de verdadero mérito, en cuyo
mo orden pertenecen las Analogías de la fe, por Moreno orden de conocimientos , y principalmente en los que
Labrador. se refieren á literatura arábigo-hispana , se distingue
Desde un punto de vista más indirecto, también también Simonet.
pueden considerarse como auxiliares y colaboradores No deben omitirse aquí los nombres de a) D. Pe-
del movimiento filosófico-cristiano de nuestros días, dro J. Pidal, por el criterio, generalmente cristiano, que
La Fuente (D. Vicente), que escribió la Historia ecle- domina en su Historia de las alteraciones de Aragón,
siástica de España y la de las Sociedades secretas , sin criterio no muy generalizado entre los escritores y po-
contar su Disciplina eclesiástica; García Rodrigo , a u - líticos de su tiempo; b) P. Francisco Rivas , cuya
tor de una buena Historia verdadera de la Inquisición-, Historia eclesiástica, bien escrita, sirve hoy de texto
Fernández, que está publicando una Historia univer- en varios Seminarios; c) D. Eduardo Hinojosa, por su
sal, escrita bajo las inspiraciones de la idea cristiana, libro sobre la Historia del derecho romano \d)V). F r a n -
como lo están también los excelentes Discursos sobre cisco Silvela, quien, al publicar la correspondencia que
la Edad Media debidos á la pluma elocuente del ma- medió entre la V. Agreda y Felipe IV, emite sagaces y
logrado montañés González Riaño. En este sentido atinadas reflexiones sobre el reinado de este último.
indirecto, y desde el punto de vista político, social y re- La ciudad de Dios y después La ciencia cristiana,
ligioso, influyeron é influyen en el movimiento filosó- revistas dirigidas por Orti y Lara; La Ilustración ca-
fico-cristiano, Ceferino Suárez Bravo yGabino Tejado. tólica, dirigida al principio por Caminero; La Cruz, di-
rigida por Carboneroy Sol, y La Civilización, por D. José consignar otra vez más que á él contribuyó y contri-
Carulla, vienen cooperando en mayor ó menor escala buye poderosamente el sabio y santo Pontífice que hoy
al movimiento que nos ocupa, como sucede también con rige los destinos de la Iglesia. Á contar desde el m o -
el fecundo y erudito D. Miguel Sánchez, autor de v a - mento en que el Soberano Pontífice León XIII lanzó en
rias obras, entre ellas de un Cursus Theologiae dogma- medio de la Europa su admirable Encíclica Aeterni
ticae, de algunos folletos de polémica político-religiosa r Patris, monumento imperecedero de su profunda s a -
y de algunos escritos contra el espiritismo, la vida de~ biduría y alta previsión , la Filosofía cristiana, y con
Jesús por Renán y otras cuestiones de actualidad. especialidad la del Doctor Angélico , adquirió extraor-
dinaria fuerza de propaganda , y vive en los centros de
Entre los directores de Revistas científico-cristia-
enseñanza, y palpita en las asociaciones religiosas, y
nas, merece especial mención D. José Salamero, que
se revela por todas partes , informando, vivificando y
lo es de La Lectura Católica, en la que aparecen con
cristianizando, si es lícito decirlo así, las producciones
frecuencia excelentes artículos científicos, ora origi-
científicas y literarias del mundo católico. Desde este
nales, ora tomados de publicaciones extranjeras. De
punto de vista , bien puede afirmarse que León XIII
desear es también que este sacerdote, tan ilustrado y
ha influido en el movimiento y desarrollo de la Filoso-
celoso como modesto, pueda terminar las dos obras
fía cristiana en nuestros días más que ninguno de los
q u e , con el título de Dios sobre todo ó la Razón eterna
escritores contemporáneos. El autor augusto de la En-
sobre el Racionalismo moderno la u n a , y la otra con el
cíclica Aeterni Patris facilitó también las aspiraciones
de Exégesis de los Libros Santos, comenzó á publicar
de ésta y el logro de sus propósitos, al declarar á Santo
con aplauso de los doctos.
Tomás de Aquino Patrono de las Escuelas católicas.
El presbítero catalán Almela merece aquí especial
mención por su libro Cosmogonía y geología, como la
merece también Creus y Corominas, por sus conferen- CONCLUSIÓN.
cias sobre La Arqueología y la Biblia. La bien escrita
Historia Natural del P. Martínez Vigil, hoy obispo de
Oviedo, y el libro del catalán Donadiu rotulado A mplia- Hemos indicado en el prólogo de esta obra que es
ción de la Psicología y nociones de Ontología, Cosmo- difícil eximirse de cierta impresión escéptica al termi-
logía y Teodicea, son obras que demuestran práctica- nar la lectura de la historia de la Filosofía, y ahora
mente que las ciencias físicas y naturales pueden debemos añadir que esta impresión de escepticismo
moverse libremente dentro del campo de la Filosofía tiene que ser más vehemente é inevitable, cuando se
cristiana. estudia ó se escribe una historia de la Filosofía en el
Al terminar la exposición del movimiento filosófico último tercio del siglo xix. Trátase aquí de un mo-
cristiano realizado en los tiempos modernos, debemos mento histórico en que el espectador, colocado, por
decirlo así, en el centro de un círculo de ideas que
el alma, Dios y la vida futura se convierten en vanas
representan direcciones y corrientes tan numerosas
palabras ; en que el destino final del hombre, de la fa-
como diversas y encontradas, con dificultad puede
darse cuenta á sí mismo de su situación, y con mayor milia y de la sociedad se reduce á procurarse cada
dificultad todavía puede juzgar y predecir con alguna cual la mayor suma posible de goces y placeres sobre
segundad la influencia respectiva, los resultados, ora la tierra.
próximos, ora ulteriores, á la vez que el triunfo defi- ¿Deberemos esperar , por el contrario, que la inva-
nitivo de aquellas direcciones y corrientes en el tiempo sión materialista, á pesar de su actual soberbia y de su
futuro. poder creciente y avasallador en la hora presente, será
vencida y dominada por alguna reacción espiritualista?
¿Cuál será la situación de la Europa, ó, digamos
Y ya que esto no suceda, ¿sucederá, por ventura, que
m e j o r , de las naciones civilizadas de Europa y A m é -
en pos de las ruinas acumuladas por el materialismo
rica , en un período más ó menos largo? ¿Perecerán
en el día de su triunfo completo y práctico sobre las
envueltas en sangre y ruinas y barbarie y disolución
naciones civilizadas , saldrán los hombres y los pue-
universal, cuando hayan penetrado y encarnado en
blos de esta nueva cautividad babilónica, para regresar
todas sus capas sociales las ideas y doctrinas del ma-
á los campos de la patria cristiana que en mal hora
terialismo contemporáneo en sus diferentes fases y en
habían abandonado?
todas sus aplicaciones? Tal debe acontecer si nos ate-
Problemas son estos, tan formidables en sí mismos,
nemos á las consecuencias lógicas de ese materialismo,
como insolubles para el hombre, porque son el secreto
y si llega á apoderarse completamente del hombre
de Dios y de la historia. Pero estos problemas que
como individuo y como ser social. Porque sangre y
agobian y entristecen el ánimo de todo hombre que
ruinas y barbarie y universal disolución representan
piensa y se agita en la esfera de la sola ciencia h u -
las consecuencias naturales y lógicas de ese conjunto
mana , no oprimen ni confunden del todo al hombre
de doctrinas, en que la fuerza y el número se convier-
que los contempla y discute desde el punto de vista
ten en fuente y sanción de la ley y del derecho; en que
cristiano.
la historia se convierte en una rama de la física ; en
que la justicia y las virtudes morales se convierten en Sin contar la promesa augusta del Verbo de Dios
transformaciones del instinto animal y de determina- en orden á la indefectibilidad de su Iglesia, es permi-
das necesidades orgánicas ; en que la sociedad queda tido al hombre del Cristianismo abrigar esperanzas
reducida á una compañía de seguridad m u t u a ; en que fundadas para lo por venir, habida razón de lo presente.
la moral arroja de su seno toda idea religiosa y hasta Que ese gran movimiento de concentración y depura-
la idea de Dios; en que la ley del progreso se convierte ción que viene obrándose en el seno de la Iglesia ca-
en una ley de evolución universal y fatalista ; en que tólica ; esa energía sobrehumana con que resiste al
mal en todas sus manifestaciones; esa vitalidad fecun-
da; esa fuerza sobre toda fuerza que en ella se descu- cerá ; porque no puede perecer una ciencia que e s , en
bre, á pesar de hallarse oprimida y desamparada por cierto modo, una fase necesaria , como un atributo in-
los tronos y los gobiernos, perseguida y odiada por los separable de la razón humana en sus relaciones funda-
poderosos de la política, atacada y calumniada por los mentales con Dios y con el universo , y que constitu-
sabios del siglo , abren á la esperanza el corazón cris- ye la gloria de Platón y Aristóteles , de San Agustín y
tiano, y traen á nuestra memoria la palabra consoladora Santo Tomás , de Leibnitz, Kant y Hegel. El positivis-
del Verbo de Dios , cuando decía á sus discípulos que mo que se lisonjea hoy de llevar de vencida á la meta-
tuviesen confianza, porque él había vencido al m u n d o : física , se verá precisado á cejar en su empeño , al me-
Confidile, ego vici mundum. nos en lo que tiene de absoluto y exclusivo, si bien es
posible que comunique á la metafísica futura un sedi-
Si descendemos ahora al terreno puramente r a -
mento experimental, como testigo permanente de su
cional, y nos colocamos en el movimiento filosófico con-
paso por el campo de la Filosofía primera, y como señal
temporáneo , vemos que la situación de la Filosofía es
ó monumento de la lucha actual entre el principio po-
por extremo complexa y difícil en la actualidad, difícil
sitivo y el principio metafísico.
también y problemática con respecto al porvenir, por-
que es m u y violento el choque de principios , de doc- Por lo que hace á la lucha entablada en superior
trinas y métodos que se agitan en su fondo. De un lado, esfera , con respecto al origen y naturaleza del ser, ó,
la invasión creciente y amenazadora de las escuelas y digamos mejor , con respecto al principio del ser y del
métodos positivistas, parece en vísperas de triunfar de- conocer, podemos descartar desde luego el monismo
finitivamente de la metafísica y de sus métodos , e n - panteista, que se halla hoy en evidente decadencia.
volviendo en sus ruinas y arrastrando en su caída á la La fuerza de la batalla está hoy entre el monismo cós-
moral, al derecho y á la ciencia político-social. mico del materialismo y el teísmo personal del Cristia-
nismo ; y decimos del Cristianismo , porque sólo éste
De otro lado y en otro t e r r e n o , nos encontramos en
afirma y defiende con filosófica precisión y sin desma-
presencia de esa lucha sorda , pero vehemente é i m -
yo el teismo personal y trascendente, al paso que el
placable , de esa guerra siempre antigua y siempre
espiritualismo racionalista degenera tarde ó temprano,
nueva entre el monismo ideal y absorbente del panteís-
hasta perderse en la tesis panteista.
mo, el monismo cósmico del positivismo materialista,
y el teismo personal y trascendente del esplritualismo Difícil es predecir en la hora presente el destino
cristiano. futuro y la victoria definitiva entre el teismo cristiano
y el monismo materialista. Militan en favor de este úl-
E n medio y á pesar de los gritos de triunfo y de
timo las corrientes actuales en todas las esferas indi-
victoria lanzados por las escuelas positivistas en su
viduales y sociales; milita en favor del primero su
lucha constante y encarnizada contra la metafísica,
misma verdad, origen principal acaso de esas corrien-
nosotros abrigamos la convicción de que ésta no p e r e -
tes impetuosas y universales contra él, á causa del odio
profundo y misterioso contra la verdad que palpita en
el fondo del corazón humano, y militan, sobre todo, en
favor suyo su relación íntima y necesaria con la reli-
gión de Jesucristo, de la cual recibe savia fecunda y
fuerza incontrastable y vitalidad poderosa. La victoria,
p u e s , del teísmo cristiano en el orden filosófico se
halla íntimamente ligada con la victoria de la Iglesia
católica en el orden religioso y social. Si á través del
movimiento providencial de la historia llega un día en
que se verifique en las naciones civilizadas la grande
restauración cristiana á que antes aludíamos, ese g r a n
movimiento será preparado y seguido, será desenvuel-
to y afirmado mediante la restauración del teismo c a -
tólico. Cuando llegue ese día feliz y deseado , recono-
cerán los hombres y los pueblos que el reinado social
de Dios y de su Verbo lleva consigo el reinado de la
fraternidad verdadera, y de la justicia, y del derecho,
y de la caridad. Y la Cruz de Jesucristo representará
entonces el árbol de la ciencia y el árbol de la vida; y la
humanidad , escarmentada , agradecida y regenerada,
ya no hablará palabras de blasfemia , sino palabras de
bendición y de acción de gracias , y sobre el corazón
del hombre, y sobre el árbol de la Cruz, y sobre la cá-
tedra del sabio, y sobre la asamblea del pueblo , y so-
bre el trono del monarca, aparecerá escrito el lema de
la victoria del Hijo de Dios: Christus vincit, Christus
regnat, Christus impérat.

F I N D E L CUARTO Y ÚLTIMO TOMO.


tes impetuosas y universales contra él, á causa del odio
profundo y misterioso contra la verdad que palpita en
el fondo del corazón humano, y militan, sobre todo, en
favor suyo su relación íntima y necesaria con la reli-
gión de Jesucristo, de la cual recibe savia fecunda y
fuerza incontrastable y vitalidad poderosa. La victoria,
p u e s , del teísmo cristiano en el orden filosófico se
halla íntimamente ligada con la victoria de la Iglesia
católica en el orden religioso y social. Si á través del
movimiento providencial de la historia llega un día en
que se verifique en las naciones civilizadas la grande
restauración cristiana á que antes aludíamos, ese g r a n
movimiento será preparado y seguido, será desenvuel-
to y afirmado mediante la restauración del teismo c a -
tólico. Cuando llegue ese día feliz y deseado , recono-
cerán los hombres y los pueblos que el reinado social
de Dios y de su Verbo lleva consigo el reinado de la
fraternidad verdadera, y de la justicia, y del derecho,
y de la caridad. Y la Cruz de Jesucristo representará
entonces el árbol de la ciencia y el árbol de la vida; y la
humanidad , escarmentada , agradecida y regenerada,
ya no hablará palabras de blasfemia , sino palabras de
bendición y de acción de gracias , y sobre el corazón
del hombre, y sobre el árbol de la Cruz, y sobre la cá-
tedra del sabio, y sobre la asamblea del pueblo , y so-
bre el trono del monarca, aparecerá escrito el lema de
la victoria del Hijo de Dios: Christus vincit, Christus
regnat, Christus imperat.

F I N D E L CUARTO Y ÚLTIMO TOMO.


ÍNDICE. 481

| 54. La Filosofia en Inglaterra durante este siglo. —La escuela


§ 23. Crítica 124
metafisica.—Ferrier, Lewes, Clifford 263
§ 24. Movimiento herbartiano.—Drobisch , Hartenstein, Volk-
m a n n , etc 129 § 55. El Darw inismo 271

§ 25. Escuela psicológica experimental.—Fechner, W u n d t . . . . 131 S 36. Critica 278

§ 26. La psicología etnográfica.—Waitz, Lazarus, Steinthal 136 § 57. Movimiento darwinista.—Buckle, Draper, Bagheot, e t c . . . 287

§ 27. El panteísmo empírico ó p o s i t i v i s t a . — S c h o p e n h a u e r . . . . 139 § 58. Häckel 291


§ 2 8 . Crítica 149 § 59. La escuela psicológica.—Bain, Lewes, etc 297
§ 29. La escuela de Schopenhauer.— Frauenstädt 153 § 60. Herbert Spencer 301

§ 3 0 . Hartmann 136 § 61. La Filosofia en Italia.—Ferrari, F r a n c h i , Mazzarella, Ar-


§ 31. Crítica 165 digó, Villari, etc 307
§ 3 2 . Direcciones especiales y sincréticas de la Filosofía en § 62. La escuela espiritualista.—Mamiani, Ferri, etc 312
Alemania 169 § 63. La escuela hegeliana.—Fiorentino, Spaventa, V e r a , m a r -

§ 3 3 . Schleiermacher 172 quesa de Florenzi, etc 314

§ 34. Trendelenburg y Czolbe 175 § 64. La Filosofia italiana en sus relaciones con la Iglesia cató-

§35. La dirección neokantiana.—Lange, Liebmann, etc 178 lica.—Gioberti , Rosmini, etc 317

§ 36. La Filosofía en Francia 180 § 65. La Filosofia contemporánea en las demás naciones.—Kier-
§ 37. Rover-Collard y Maine de Biran 182 kegaard, Nielsen, Boethio, Boström, Kireiewski, etc. 322
§ 38. Filosofía de Cousin 186 § 66. La Filosofia cristiana en nuestro siglo 326
§39. Crítica 191 § 67. La Filosofía cristiana en Alemania.—Baader 331
337
§ 40. Los discípulos de Cousin.—Jouffroy 193 §68. Frohschammer
341
§41. La Filosofía de Lamennais 198 § 69. Hermes y Görres
343
§ 4 2 . Crítica 209 § 70. Günther
351
.§ 43. La Filosofía positiva.—Comte 213 § 71. Critica
§ 44. Movimiento positivista.—Littré 217 § 72. La escuela liberal.—Pabst, Merten, Gangauf, Knoodt, etc. 354
337
§ 45. El positivismo en Inglaterra.—Stuart Mili 220 § 72.
§ 46. El materialismo 223 § 7 4 . La dirección escolástico-cristiana.—Möhler, Stolberg,
SJ&iffiílosofía 226 Schlegel, Hettinger, etc 363
233 § 75. La Filosofia cristiana eu Bélgica y eu Inglaterra.—Moeller,
tedra del sabio, y sobre la asamblea del j / a f
Claessens, Laforet, Ubaghs, Lepidi, L u p u s , etc 366
bre el trono del monarca, aparecerá escrito e l ' '
§ 76. La Filosofía cristiana en Italia.—Gerdil v De Maistre 370
la victoria del Hijo de Dios: Christus vincit, Christus ^
§ 7 7 . Escuela sensualista.—Soave.—Gioia.—Romagnosi 374
regnat, Christus imgerat.
§ 78. Escuela espiritualista.—Galluppi, Testa 377
380
§ 79. Rosmini
403
§ 8 0 . Gioberti
F I N D E L CUARTO Y ULTIMO TOMO.
TOMO IV.
ÍNDICE.

§ 81. La escuela espiritualista siciliana—Miceli, Rivarola, Zer-


bo, Tedeschi, Mancino, D'Acquisto, etc
§ 82. La restauración escolástico-tomista.-Sanseverino, Libe-
ratore, Zigliara, Taparelli, Conti, etc
§ 83. La Filosofía cristiana en Francia.-Bonald
§ 84. Larnennais
§85. Bautain
F i l o s o f í a E l e m e n t a l en castellano, 4. a e d i c i ó n : dos
§ 86. Continuación del movimiento tradicionalista "en Frántí'a'
—El P. Ventura Raulica tomos en 4.°, 10 pesetas en rústica.
§ 87. Critica
P h i l o s o p h i a e l e m e n t a r l a : 5. a e d i c i ó n , tres tomos
§88. Gratry
en 4.°, 15 pesetas.
§ 89. Continuación del movimiento filosófico cristi¡noenFráncVa
§90. La Filosofía en España durante el siglo actuai.-Movi- E s t u d i o s s o b r e la F i l o s o f í a d e S a n t o T o m á s : 2 . ' edi-
miento filosófico hasta el año 34 ción, tres tomos en 4.°, 15 pesetas.
§ 91. La Filosofía racionalista después del 34
§ 92. Movimiento filosófico cristiano.-Balmes.
E s t u d i o s r e l i g i o s o s , filosóficos, c i e n t í f i c o s y s o -
§ 93. Donoso Cortés c i a l e s : dos tomos en 4.°, 7,50 pesetas.
§ 94. Continuacióndel movimientofilosóficocristianoéñEspaña!
H i s t o r i a d e la F i l o s o f í a : 2. a e d i c i ó n , cuatro tomos
§95. Otros representantes del movimiento,filosóficocristiano
en 4.°, 20 pesetas.
en la España contemporánea
§ 96. Continuación d i s c u r s o s leídos ante la Real Academia de Ciencias
Conclusión Morales y Políticas en la recepción pública del
Excmo. é l i m o . Sr. Arzobispo de Sevilla, doctor
D. F r . Zeferino González, de la Orden de Santo Do-
mingo, el día 3 de J u n i o del año de 1883: 1,50 pe-
setas.

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H i s t o r i a de l a f i l o s o f í a

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VENCIMIENTO NOMBRE DEL LECTOR

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