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Inteligencia Emocional
CI:11.555.278
"Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta definirla. En
ese momento prácticamente nadie afirma poder entenderla" (Wenger, Jones y Jones, 1962, pg.
3).
Bar-On (1997), por su parte, ha ofrecido otra definición de IE tomando como base a
a. Funciones adaptativas
b. Funciones sociales
c. Funciones motivacionales
Funciones adaptativas.
Funciones sociales.
Puesto que una de las funciones principales de las emociones es facilitar la aparición de
las conductas apropiadas, la expresión de las emociones permite a los demás predecir el
comportamiento asociado con las mismas, lo cual tiene un indudable valor en los procesos de
relación interpersonal. Izard (1989) destaca varias funciones sociales de las emociones, como son
las de facilitar la interacción social, controlar la conducta de los demás, permitir la comunicación
de los estados afectivos, o promover la conducta pro-social. Emociones como la felicidad
favorecen los vínculos sociales y relaciones interpersonales, mientras que la ira pueden generar
repuestas de evitación o de confrontación. De cualquier manera, la expresión de las emociones
puede considerarse como una serie de estímulos discriminativos que facilitan la realización de
las conductas apropiadas por parte de los demás.
La propia represión de las emociones también tiene una evidente función social. En un
principio se trata de un proceso claramente adaptativo, por cuanto que es socialmente necesaria
la inhibición de ciertas reacciones emocionales que podrían alterar las relaciones sociales y
afectar incluso a la propia estructura y funcionamiento de grupos y cualquier otro sistema de
organización social. No obstante, en algunos casos, la expresión de las emociones puede inducir
el los demás altruismo y conducta pro-social, mientras que la inhibición de otras puede producir
malos entendidos y reacciones indeseables que no se hubieran producido en el caso de que los
demás hubieran conocido el estado emocional en el que se encontraba (Pennebaker, 1993). Por
último, si bien en muchos casos la revelación de las experiencias emocionales es saludable y
beneficiosa, tanto porque reduce el trabajo fisiológico que supone la inhibición (Pennebaker,
Colder y Sharp, 1990) como por el hecho de que favorece la creación de una red de apoyo social
ante la persona afectada (House, Landis y Umberson, 1988), los efectos sobre los demás pueden
llegar a ser perjudiciales, hecho éste que está constatado por la evidencia de que aquéllos que
proveen apoyo social al afligido sufren con mayor frecuencia trastornos físicos y mentales
(Coyne, Kessler, Tal, Turnbull, Wortman y Greden, 1987).
Funciones motivacionales
Tipos de Inteligencia.:
Inteligencia interpersonal.
Es la inteligencia que nos habilita para relacionarnos e interactuar con otros. Esta
inteligencia, tiene un papel esencial en la capacidad de empatía ya que supone la capacidad de
leer e interpretar emociones en los otros, así como adaptar nuestra conducta a las señales que
interpretamos de las personas con las que nos relacionamos.
Personas con esta inteligencia principalmente comprenden una serie de cualidades entra las que
se encuentran:
La capacidad de empatía.
Entender las emociones del otro.
La escucha activa.
La capacidad de interactuar con otras personas.
Inteligencia intrapersonal.
Es la inteligencia que implica la capacidad de identificar, entender y procesar nuestras
propias emociones.
Alguien con esta inteligencia especialmente desarrollada implica que la persona es capaz
de ser consciente de sus emociones y comprender lo que éstas implican en sus pensamientos y
actitudes.
Una persona con elevada inteligencia intrapersonal tendría alguna de las siguientes cualidades:
Algunos ejercicios o modos de potenciar este tipo de inteligencia pueden ser en primer
lugar la meditación, ya sea a través de mindfulness o mediante ejercicios de respiración.
Inteligencia Fluida:
Inteligencia Cristalizada:
Las emociones se entienden como una forma de estar y ser en el mundo, es el cerebro el
sensoriales. Tanto el ámbito social, como el psíquico y el físico, forman partes articuladas de un
complejo proceso llamado la experiencia. Para lograr una teoría más aproximada de lo que pasa
con las emociones en nuestros cuerpos, más específicamente en nuestro cerebro, es importante
darnos cuenta del mundo, de nosotros mismos y de cómo el mundo nos afecta.
Referencias
Adolphs, R. (2002). Neural systems for recognizing emotion. Current Opinion in Neurobiology.
Recuperado en 21/02/2019 de:
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S095943880200301X?via%3Dihub
Bruner, J. (1996). Frames for thinking. Ways of Making Meaning. en Olson, D., Torrance, T.
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Cano–Vindel, A. (1995). Orientaciones en el estudio de la emoción, en Fernández, E (Cord.)
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Cacioppo J., Klein, D., Berntson, G., Hatfiel, E. (1993) The psychophysiology of emotion. In
Lewis, M.., Haviland, J. M. (Edit: 1993). Handbook of Emotions. The Guilford Press