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Al iniciar la lectura de este libro, me di cuenta que al igual que otro que había leído de este
autor, y de otros autores que tratan temas similares, la idea principal contiene un aspecto
metodológico se desarrolla a través de la narrativa de alguna historia no trascendente,
donde simplemente, crean el entorno para desarrollar las ideas esenciales.
Espero que este documento termine sirviendo al igual que el libro original para:
Descubrir un sistema para saber decir SI a lo que nos funciona bien y NO a lo que no nos
funciona. Donde a través de dicho sistema se tomen decisiones mas afortunadas y disfrutar
de mejores resultados.
He dividido el Desarrollo en tres secciones, utilizando nombres relacionados con las partes
del libro que consideré de mayor relevancia, y que creo que permiten una distribución
simple de la exposición:
Finalmente cerraremos esta exposición con nuestras propias conclusiones sobre el tema.
II. DESARROLLO DE LA EXPOSICION
Es una realidad que todo el tiempo estamos tomando decisiones y cuando las tomamos
erróneas, normalmente se provoca un problema. Lo peor es que para resolver dicho
problema vendrá una nueva toma de decisiones y el ciclo continúa en forma
ininterrumpida.
Una decisión siempre tendrá una consecuencia, por lo que si la decisión es desafortunada,
normalmente la consecuencia también lo será.
Lo anterior parece lógico y por demás simple, sin embargo en la vida diaria normalmente
no relacionamos las consecuencias con las decisiones tomadas. Creemos que la
consecuencia es debida a la casualidad, a acciones de terceros e incluso a la mala suerte.
Creo que para romper con la inercia debemos comenzar por:
Si logramos lo anterior, nos importará encontrar la razón por la cual tomamos malas
decisiones y buscaremos corregirla. La razón es evidente para el doctor Spencer Johnson:
La idea anterior es reveladora, ya que se vuelve obvio que lo único que se necesita es
aprender. Sin embargo cuando queremos aterrizar el que aprender, quizás encontremos un
problema mayor que el original. Se irá dando solución a este problema conforme
avancemos en este documento. Es evidente que debemos aprender un método que a
alguien le haya dado resultado. Por el momento vale la pena resaltar que:
Tan solo con pensar en las posibles consecuencias al momento de tomar una decisión,
habremos dado un gran paso.
Hay momentos en que no tomamos una decisión a pesar de que sabemos que tenemos que
tomarla, y normalmente se debe a una de las siguientes causas:
Para el primer caso, en mi experiencia, se debe a una mezcla de inseguridad con deseo de
perfección, sin embargo normalmente terminamos haciendo parálisis por análisis. Como
sugiere el autor simplemente se debe:
Escoger una decisión que sea mejor, no obsesionarse en encontrar la mejor de todas.
Hay muchos caminos para lograr un objetivo, simplemente debemos preocuparnos porque
la decisión nos acerque a él.
Para el segundo caso, cuando “Simplemente no sabemos que hacer”, la técnica sugerida
en el libro me parece por demás de sentido común:
Lo anterior significa, que en muchas ocasiones al no poder decidir el que hacer para
corregir un problema, continuamos decidiendo realizar acciones que provocan dicho
problema. Si dejamos de realizarlas, abriremos automáticamente la puerta para posibles
soluciones.
La razón por la cual seguimos realizando cosas que sabemos que no funcionan,
normalmente se debe a un temor natural a intentar cosas nuevas. Cuando algo no funciona,
pero nos es conocido, nos sentimos dentro de un falso confort que nos impide intentar
cosas nuevas.
Anteriormente mencionamos que debemos aprender un método que a alguien le haya dado
resultado. En adelante iremos exponiendo el método que sugiere el Dr. Spencer Johnson
para la toma de decisiones.
El método parece ser simple y quizá para algunos obvio, sin embargo, tiene mucho mas
fondo que el que se puede apreciar a primera vista. Lo iremos abordando poco a poco en la
misma secuencia que el autor lo hace en su libro, para aprovechar su experiencia en la
exposición del tema.
Lo anterior parece contradecir en primera instancia algunas frases sabias como: “todo es
relativo y nada absoluto”, “nada es verdad o mentira, todo es según el cristal con que se
mira”, etc.
A mi entender debemos partir de que las decisiones que tomemos siempre van a ser
relativas, es decir, acotadas a nuestro entorno, nuestra visión, y nuestros principios, lo cual
va a constituir nuestro propio cristal para observar el mundo. Quizás debemos ampliar
nuestra visión consiguiendo más información, pero nunca lograremos tener la verdad
absoluta, por lo cual dentro de dicha relatividad debemos forzarnos a tomar una decisión
SI o NO.
Para lograr tomar dicha decisión, el autor indica que debemos de formularnos dos
preguntas, es importante resaltar que siempre deben ser ambas, ya que de ello depende que
el sistema de toma de decisiones sea fiable, es decir:
2.- Para tomar una decisión (SI o NO), debemos hacernos una pregunta práctica (racional)
y responderla con la CABEZA, también debemos realizarnos una pregunta de tipo
personal (creencias) y responderla con el CORAZON.
Desde mi punto de vista lo que hace especial este método es la propuesta de tomar
decisiones utilizando la cabeza y el corazón. En mi experiencia normalmente tenemos la
tendencia a tomar decisiones, basándonos en nuestros sentimientos o en nuestra
racionalidad, pero rara vez nos forzamos a balancearlos y a ser congruentes con ambos.
Quizás esto sea lo que provoca que en muchas ocasiones después de tomar una decisión
nos arrepintamos a pesar de que en su momento creímos estar tomando la decisión
correcta. Este tipo de decisiones que provocan el arrepentimiento vienen a generar que
seamos indecisos ya que no queremos volver a equivocarnos.
Para responder las preguntas formuladas debemos escucharnos a nosotros y a los demás,
tomamos lo que consideremos la mejor decisión, y nos aseguramos de actuar conforme a
lo decidido.
Según explica el autor este sistema no garantiza la perfección, se pueden cometer errores,
pero aclara que:
Un error no es un defecto de la persona, sino del sistema de pensamiento que se está
utilizando.
Si tomamos una decisión que este acorde a nuestros principios y adicionalmente somos
congruentes con lo que dice nuestra razón, estaremos disminuyendo la probabilidad de
cometer un error y mentalmente estaremos preparados para afrontar cualquier resultado
negativo que de ella se derive.
Al haber tomado una posición SI o NO, en caso de presentarse dicho error, entenderemos
claramente su origen y el mismo error se volverá una enseñanza que nos permitirá tomar
mejores decisiones en posteriores ocasiones.
Una vez aprendido e iniciado el uso del sistema fiable, lo que continua es la práctica
constante; esto llevara a convertir dicho sistema en un ciclo mental al cual se podrá entrar
por cualquier punto CABEZA o CORAZON en búsqueda de una decisión. El tiempo de
dicho ciclo será cada vez más rápido ya que como en todo “la práctica hace al maestro”.
UTILIZANDO LA CABEZA
Al momento de utilizar la cabeza para tomar una decisión, el Dr. Spencer Johnson indica
que se deben responder tres preguntas:
Es decir, se debe trabajar en lo que realmente se necesita, analizando a fondo las opciones
posibles para escoger alguna de ellas.
La necesidad real
En resumen el autor nos dice que nos aseguremos de estar trabajando en lo que realmente
hace falta y no en lo que suponemos que se requiere.
Es triste y muy común que el más dedicado y experto en algún tema, no es el más exitoso
ya que no logra los mejores resultados. Normalmente quien los logra es quien logra
identificar claramente lo que necesita hacerse, y focaliza en ello, diciendo NO a todo
aquello que no aporta para satisfacer la necesidad real.
En pocas palabras la clave es distinguir las necesidades reales de los deseos. Normalmente
se desean muchas cosas pero en realidad necesitamos pocas.
Una vez identificada debemos centrarnos en ella, visualizando solo lo que realmente se
necesita, con la mayor claridad y detalle posible. Es ideal escribir dichos detalles y
consultarlos con la mayor frecuencia posible, asegurándose de no distraerse con nada más,
es decir, diciendo NO a todo lo demás. El autor recomienda que si no podemos identificar
cual es la necesidad real nos preguntemos ¿qué me gustaría haber hecho? Es decir, en
pasado, lo que ya sentimos que es demasiado tarde. Sin embargo pienso que lo ideal es
arrancar ya conociendo la necesidad real, por lo que yo sugiero, que adicionalmente nos
imaginemos en el futuro y tratemos de hacernos la misma pregunta.
Por otro lado un DESEO es algo que nos apetece y que frecuentemente nos aleja de lo que
realmente necesitamos.
Normalmente son muchos los deseos, a diferencia de las necesidades reales que son pocas.
Para identificar un deseo el autor recomienda preguntarnos ¿Qué quisiera hacer ahora?, yo
creo que todavía es más sencillo, si no nos preguntamos nada y nos ponemos manos a la
obra, seguramente estamos trabajando en un deseo.
Alternativas Informadas
Una vez que estamos atendiendo la necesidad real lo que sigue es conocer las opciones
disponibles.
Un buen principio es asegurarse de conocer las opciones antes de poner manos a la obra.
Para ello lo mejor es darse su tiempo, recolectando la información necesaria para tomar
una buena decisión. El autor sugiere preguntarnos ¿me estoy informando de las opciones
disponibles?
En mi propia experiencia, puedo decir que el camino a seguir para pasar de no tener la
menor idea a estar seguro de que hacer, es salir y preguntar. Preguntar a la mayor cantidad
de personas relacionadas con el tema, nos va forjando un criterio propio que nos permite
casi sin darnos cuenta encontrar opciones y poderlas comparar para determinar cuál de
ellas es mejor.
En muchas ocasiones he visto fracasar proyectos por tomar la primera opción que se
presentó, sin intentar validar si era viable y mucho menos buscar otras opciones para poder
compararla. También he visto, dentro del mundo tecnológico donde me desenvuelvo, que
en incontables ocasiones se tiende a seleccionar la opción que en tiempo pasado fue la
mejor, y que debido a la rápida evolución de la tecnología se volvió obsoleta o que
simplemente ya no es la mejor alternativa. Dentro de los procesos de negocio el vivir con
paradigmas se ha vuelto casi inevitable, en la mayoría de las ocasiones por no verificar con
que opciones contamos.
Otras reglas claves, es escuchar en forma activa. Buscar la información necesaria y no solo
la que nos gusta, así como no esperarnos a reunir toda la información, simplemente
asegurarnos de tener la mínima indispensable para poder tomar una decisión que nos
permita mejorar.
El último punto es seleccionar una de las opciones, este punto resulta relativamente simple,
el autor sugiere:
Para seleccionar la mejor opción debemos preguntarnos para cada una ¿Es esta la opción
que mas me ayudará a satisfacer mi necesidad real? y simplemente responder SI o NO.
Es importante recalcar que para conocer todas las opciones posibles debemos darnos el
tiempo para conseguir la información necesaria, mientras eso sucede, siempre podemos
dejar de realizar lo que ya sabemos que no nos funciona.
Entre más prisa tengamos por realizar algo, mas importante es que nos demos tiempo para
encontrar y escoger una de las mejores opciones, disminuyendo la probabilidad de fracasar
al haber estado trabajando en algo que no tenía probabilidades de éxito.
Pensarlo a fondo.
Lo que hemos visto al momento es que para tomar una decisión, se debe conseguir
información, generar opciones y seleccionar cada una de ellas con el método SI o NO, pero
no debemos olvidar que una decisión siempre trae consecuencias.
Cuando tomamos una decisión, es importante prever las consecuencias y tenerlas en cuenta
para validar si realmente la opción tomada es buena.
Siempre se llevará menos tiempo en detenerse y buscar otra opción que permita tomar una
buena decisión, que corregir los daños derivados de una mala decisión.
Aun cuando la opción seleccionada se confirme, el analizarla a fondo nos traerá grandes
beneficios.
El pensar por adelantado permite anticipar lo que puede ocurrir y en consecuencia en caso
de que alguna de estas situaciones se presente, poder tomar una buena decisión en mucho
menos tiempo que si no la hubiera anticipado.
En mi experiencia, el mayor beneficio de prever es evitar el pánico que nos lleva a que en
lugar de corregir el error, cometamos otro y otro alejándonos cada vez mas del objetivo.
CONSULTANDO AL CORAZON
El autor menciona “cruzar el puente” cuando se refiere a conectar la cabeza con el corazón,
es decir:
Además de ser congruentes con nuestra razón, debemos serlo con nuestras creencias.
Para poder ser congruentes con nuestras creencias, primero que nada tenemos que estar
conscientes de ellas.
Nadie puede evitar que sus creencias sean las luces que iluminan las decisiones que toman.
El autor menciona como relevantes las creencias personales sobre: Integridad, intuición y
lo que piensas de tu propia valía (introspección).
A mi juicio lo más relevante es tomar conciencia de que por más que intentemos ser
objetivos en la toma de decisiones, jamás podremos evitar nuestra condición de individuos.
Siempre nuestras decisiones tendrán un matiz subjetivo del cual debemos estar
conscientes.
Adicionalmente, de nada servirá tomar como mejor decisión aquella que no esté acorde
con nuestra esencia, pues difícilmente podremos apoyarla lo suficiente y llevarla a buen
término.
Para utilizar el corazón al momento de tomar decisiones, el Dr. Spencer Johnson indica las
siguientes preguntas:
¿Refleja mi decisión que estoy siendo honesto conmigo mismo?
¿Refleja mi decisión que confió en mi intuición?
¿Refleja mi decisión que me merezco algo mejor?
Integridad
Para entender este concepto, lo primero es entender varios términos relacionados y que en
este libro se citan de manera clara:
Realidad: Es la verdad absoluta, es decir aquello que es real sin importar nuestra
percepción o la de terceros.
Verdad: Es la descripción que hace una persona de la realidad.
Integridad: Es confesarnos a nosotros mismos la verdad.
Honradez: Es exponer la verdad a terceros.
Una de las causas frecuentes de fracaso es que consideramos real lo que no lo es, no
buscamos genuinamente lo real.
Como seres humanos tenemos la tendencia a dejarnos guiar por lo que creemos, o por lo
que queremos que sea la realidad, es decir, por ILUSIONES en lugar de buscar en forma
decidida la VERDAD sin importar si nos agrada o no.
Muchas de las ocasiones, la verdad nos asusta, es allí donde entra la Integridad, ya que
debemos decidirnos a decirnos la verdad a nosotros mismos.
No siempre la verdad es evidente, cuando eso sucede debemos buscar la Ilusión que
estamos viviendo.
Al hacer evidente una ficción la verdad viene a aflorar. Otra forma de encontrar la verdad
es preguntar a terceros y escuchar en forma activa, nos guste o no la respuesta.
Un tercero nos dirá su percepción, pero si encaja con nuestras experiencias, podemos
descubrir nuestra verdad.
Intuición
La pregunta clave sería: ¿Refleja mi decisión que confió en mi intuición? ¿que es lo que
siento acerca del modo en que estoy tomando la decisión?
La intuición incluye tanto el sentimiento hacia la decisión propia como hacia el modo en
que llegamos a tomarla.
Introspección
El autor sugiere que contestemos esta pregunta ¿Refleja mi decisión que me merezco algo
mejor?
Esta sección es la que me parece más compleja por su intangibilidad y por ser
completamente nueva para mí.
III. CONCLUSIONES
El simple hecho de tomar una decisión de SI o No, nos trae grandes beneficios aunque no
utilicemos el resto del sistema. El tomar una posición clara permite entender de donde se
derivan las consecuencias que de ella emanan. Nos faculta para repetir lo exitoso o corregir
lo que no lo haya sido.
Las preguntas que nos debemos hacer al utilizar la cabeza en la parte racional del sistema
son intuitivas y normalmente nos las hacemos o al menos lo intentamos hacer.
Sin embargo la gran diferencia de esta propuesta, es que pide que lo hagamos de forma
consciente y consistente y no solo como un simple paso mecánico que utilizamos para
sentirnos responsables al momento de decidir. Nos pide focalizar en lo realmente
necesario, contar con información suficiente para ver todas las opciones y analizar a
profundidad la opción seleccionada. En verdad que estos pasos son lógicos, tan cierto
como que normalmente tenemos una tendencia a saltarlos y no realizarlos. En este caso
solo la disciplina y voluntad férrea nos puede ayudar a volver esta secuencia parte de
nuestra forma de ser y volverla parte integral de nuestra toma de decisiones.
Las preguntas relacionadas con el corazón, son un tema completamente nuevo para mí.
Consideraba que un proceso puramente racional era más que suficiente en la toma de
decisiones. Sin embargo al entrar en el tema, me he dado cuenta de la gran verdad que
encierra el considerar que nuestras creencias van a influir de manera fundamental en
nuestra toma de decisiones. El hecho de que una vez realizado el proceso racional,
preguntemos a una nuestra parte emocional me parece que es la mejor forma de validar si
lo que la razón está decidiendo es lo correcto o vale la pena volverse atrás y replantearlo.
El punto referente a la integridad es fundamental, ya que de nada servirá lo que hayamos
desarrollado si no está basado en la verdad y por tanto cercano a la realidad.
Lo que sigue es volver a leer y poner en práctica todos los días lo aprendido. Es lo único
que nos puede llevar a volverlo parte de nuestra esencia. Me encanta la idea del autor, de
aplicar este conocimiento no solo en forma individual sino en equipos de trabajo, luego en
organizaciones y aun entre ellas. Por mi parte ya me encontraba trabajando en mejorar la
toma de decisiones en el equipo de trabajo del cual estoy a cargo. Pienso compartir esta
información y buscar un beneficio colectivo.