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MEDIDAS NO SIGNIFICATIVAS

ACONSEJABLES DE REALIZAR EN
ALUMNADO CON TDAH

1. Dosificar el trabajo:

El niño con TDAH tiene una serie de limitaciones en cuanto a tareas del área ejecutiva se
refiere, por ello debemos de cambiar las demandas que les solicitamos. La manera de
enfrentarse al trabajo en clase es cortando con el problema. El niño con TDAH no debe tener
tanto trabajo como un niño normal. Hay dos maneras de poder hacer esto:

 Rebajando el número de problemas o ejercicios que tiene que realizar.


 Fraccionando el trabajo. Si hay 30 problemas de matemáticas que hacer, no debemos
dárselos todos de golpe. Primero debemos darle los primero cinco problemas y
decirle: “Te doy estos cinco, y me los tienes que traer hechos. No puedes levantarte
hasta que no los termines, me los traes y te daré otros cinco, ahí tienes”.

La idea es rebajarles el trabajo para que puedan llevarlo a cabo y no distraer su atención. Es
preferible esto, a intentar que centren su atención como el resto de los niños, ya que es
imposible porque no son capaces. Rebajándoles el trabajo se sentirán cómodos y serán
capaces de llevarlo a cabo. Menos trabajo significa tener más descansos, con breve contacto
con el profesor y luego volver al trabajo.

2. Colocación de los pupitres:

El niño con TDAH debe sentirse cercano al profesor, por eso debe estar lo más cerca posible,
en la primera fila si puede ser, así el profesor puede interactuar, supervisar y darle soluciones
más fácilmente, sin dejar de enseñar al resto de estudiantes. Muchos profesores colocan a
estos alumnos en la parte trasera de la clase para que no distraigan al resto de los alumnos.
Eso resulta desastroso. Cuanto más aburrido sea el entorno, más hiperactivos se vuelven
porque recordemos que un tipo de hiperactividad es la falta de automotivación. Por tanto,
colócalos cerca de ti.

3. Deberes:

Otra mala práctica que se lleva a cabo en muchos colegios es que envían el trabajo que el niño
no ha terminado en el colegio a casa. Por consiguiente, tiene más trabajo que hacer que el
resto de los niños. Es un error por distintos motivos: en primer lugar, cambiamos el lugar de
actuación que pasa de ser en clase a casa (si hay un problema te enfrentas a él en su lugar de
actuación, no lo trasladas a otro sitio). En segundo lugar, los padres no son los responsables de
realizar el trabajo de los profesores.

Para evitar que los niños con TDAH acumulen trabajo y al mismo tiempo, que no se queden
retrasados respecto al resto de compañeros, sería conveniente que se le dieran los deberes a
principio de semana. Se puede dar una lista el lunes, así los padres pueden ver qué se va a
hacer a lo largo de la semana.

Esto es bueno porque todos estamos ocupados, tenemos otras cosas que hacer, actividades
extraescolares, deportes, lecciones de lectura, etc., y los deberes deben entrar dentro de la
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ALUMNADO CON TDAH
planificación familiar. No es bueno que se le den deberes para hacerlos el mismo día. El
profesor no debe sorprender a los padres, sino ayudarles a que les ayuden.

4. Clases entre niños:

Hay un tipo de aprendizaje que parece funcionar muy bien en los niños, especialmente en
niños con TDAH. Lo llamamos tutoría de grupo: que los niños se enseñen unos a otros. Si hay
algo que quieres que aprendan, enséñaselo de forma fácil y luego un niño hace de profesor y
otro de alumno. Así unos se enseñan a los otros. Con cada nueva lección cambian los roles. El
profesor se vuelve alumno, y el alumno profesor y viceversa. Los niños les prestarán más
atención a otro niño que a un adulto, ya que les importa más lo que otros niños piensen de
ellos que lo que tú puedas pensar de ellos.

Necesitamos usar esto como una herramienta para enseñanza. Al final de cada semana,
podemos cambiar los compañeros para que los niños conozcan a otros compañeros.

5. Libertad de movimientos:

Pedirle a un niño de TDAH que se esté quieto en su pupitre, no se mueva, no hable…es una
tarea prácticamente imposible de lograr, ya que una de las características centrales del
trastorno es la agitación motora. Por ello, es aconsejable dar más descansos a niños con este
trastorno. Las investigaciones demuestran que los ejercicios físicos benefician a los niños con
TDAH, mucho más que al resto de los niños. Por eso es bueno dejarles que realicen ejercicis
físicos de forma periódica en el colegio.

6. Organización:

Los niños con TDAH presentan un grave problema en la capacidad de planificar y organizar. Es
importante que los profesores les ayuden en esta tarea, ya que por sí mismos les será muy
difícil de realizar, dando como resultados tareas sin hacer, exámenes sin estudiar y volver
nuevamente a resultados académicos negativos que lo único que hacen es reducir su
motivación y autoestima. Sería adecuado que los profesores llevarán un control de la agenda
del niño y se cerciorarán cada día que lleva apuntadas las fechas de exámenes y los ejercicios
ha realizar. Otra alternativa es asignarle una persona responsable de agenda (elegir al alumno
más organizado de clase) y que cada día le revise la agenda y vea que esta todo anotado.

7. Enseñanza participativa:

Es bueno que el profesor se esfuerce por hacer que los niños con TDAH ayuden en clase. En
vez de darles la lección como al resto de niños sería conveniente subir al niño al estrado para
que desarrollaran alguna función. Por ejemplo, si estamos haciendo un problema de
matemáticas en la pizarra, lo podemos tener como ayudante; y lo mismo si el profesor está
leyendo, le puede tener al lado mientras va pasando con el dedo las frases que va leyendo.
Sabemos desde hace años que cuanto más se le deja a un niño con TDAH que se mueva
mientras aprende, más retienen; por el contrario, si se le obliga a estar quieto, más le costará
mantener la atención.
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ALUMNADO CON TDAH
En clase, es importante que no se pida a los niños que levanten la mano rápidamente para
contestar a una pregunta. Los colegios no son programas de televisión. Es mejor que cada niño
tenga un tablero con un lápiz para que al realizar la pregunta, todos escriban la respuesta, y
después puedan levantar la mano al mismo tiempo. Después el profesor debe señalar a uno de
los niños, que se pondrá delante de todos y explicará cómo ha llegado a la conclusión. No
debemos buscar respuestas impulsivas, sobre todo en niños con TDAH.

8. Cercanía:

Cuando nos dirigimos a un niño con TDAH, debemos tocarlo, ponerle la mano en el brazo u
hombro, mirarlo a los ojos, decirles las cosas de forma directa, es decir, mantener el contacto
de forma visual y física para mantener su atención. Es un síntoma de intimidad y refleja
interés, que te preocupas por él. Es más fácil que te preste atención y entienda lo que dices.

9. Exámenes:

Los exámenes deberían de estar adaptados a las características propias del TDAH. Debido a sus
problemas en planificación y organización es adecuado poner cada pregunta seguida del hueco
necesario para contestarla, ya que si ponemos todas las preguntas seguidas y ellos deben
encargarse de ir organizando las respuestas los resultados son mucho peores, olvidando
preguntas por contestar. Otra medida adecuada sería dejarles un poco más de tiempo a la
hora de realizar el examen, ya que su mente requiere más tiempo a la hora de organizar el
contenido.

*Hiperactivos: estrategias y técnicas para ayudarlos en casa y en la escuela. 3º Edición. Lo que no existe. Madrid (2010).

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