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La disminución de la presión

sanguínea no va acompañada de
taquicardia.
– Presentan mayor efectividad
frente a otros fármacos que se
comportan como vasodilatadores.
– No interfieren en el metabolismo
de los hidratos de carbono,
lípidos y ácido úrico.

Los IECA ejercen su papel en la


insuficencia cardíaca congestiva,
tanto por su efecto vasodilatador
como por su efecto inhibidor neurohumoral.
Mejoran los signos y síntomas de
la insuficiencia cardíaca crónica y
aumentan la supervivencia tanto
en la insuficiencia cardíaca leve
como en la grave cuando se administran
conjuntamente con un diurético.
En pacientes asintomáticos con
disfunción ventricular izquierda,
los IECA disminuyen la incidencia
de insuficiencia cardíaca y la necesidad
de hospitalización.
Estos efectos están demostrados
con captoprilo y enalaprilo, aunque
probablemente se puedan
ampliar a todo el grupo de los IECA.
Actualmente, los IECA están
incluidos en el grupo de antihipertensivos
de primera elección en el
tratamiento de la hipertensión,
estando especialmente recomendados
en pacientes diabéticos por su
acción sobre la nefropatía diabética
Pueden administrarse sin problemas
en sujetos que padezcan
gota, hiperlipidemia y/o diabéticos,
por carecer de los efectos
secundarios de los diuréticos y bloqueadores
beta sobre el metabolismo
lípidico, de los hidratos de carbono
y del ácido úrico.

Insuficiencia renal crónica


La combinación de diabetes e
hipertensión genera nefropatía diabética
y constituye la principal
causa de insuficiencia renal en
etapa terminal. La incidencia de
nefropatía diabética es alta tanto
en diabetes mellitus insulinodependiente
como en la no insulinodependiente.
Se ha demostrado que los IECA
retrasan el deterioro de la función
renal vinculada a la nefropatía diabética,
siendo más eficaces que
otros fármacos hipotensores. Los
IECA reducen la presión capilar
glomerular al desaparecer el efecto
constrictor de la angiotensina II y
además ejercen efecto hipotensor.

Los IECA desarrollan varios efectos


potencialmente beneficiosos:
reducen la pre y poscarga del ventrículo
izquierdo e inhiben la
acción de la angiotensina II sobre
el miocardio.
Existen varios ensayos clínicos
realizados con gran número de
pacientes, que proporcionan pruebas
convincentes de la eficacia de
los IECA en reducir la progresión
y aumentar la supervivencia en
pacientes que han sufrido un infarto
de miocardio con evidencia clínica
de insuficiencia cardíaca o con
función ventricular izquierda alterada.

En otro meta-análisis 22 se evaluó el efecto de drogas antihipertensivas


sobre la HVI, y se determinó la disminución de la masa VI, disminución de
la PAS y PAD, duración de la terapia y clase de droga antihipertensiva.
Después del ajuste para las diferentes duraciones de tratamiento (promedio
25 semanas), la masa del VI se redujo un 13% con IECA, 9 % con
antagonistas cálcicos, 6% con beta-bloqueantes y 7% con diuréticos. Esto
confirma que los IECA producen mayor reducción de la masa VI que los
diuréticos y beta-bloqueantes, al menos en corto plazo.

Gibbons 21 plantea que la terapia con IECA parece ser la más potente, o al
menos la más rápida, para reducir la HVI, pues encontró en su
investigación, que la reducción del índice de masa ventricular izquierda fue
mayor con IECA que con B-bloqueantes ó diuréticos.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1025-02552010000600006

Generales :

Los IECA, por su mecanismo de acción, presentan una serie de ventajas respecto
a otros fármacos antihipertensivos por no interferir en el metabolismo de los
carbohidratos, lípidos y ácido úrico, lo que permite su utilización en tratamientos
crónicos de diabetes, hiperlipidemia y en gota.
– Todos los IECA presentan una eficacia terapéutica similar en los tratamientos de
la hipertensión y de la insuficiencia cardíaca congestiva.
El captoprilo y el enalaprilo son los más experimentados. La elección de uno u otro
se basará en las características farmacocinéticas, efectos adversos, experiencia
clínica de utilización y coste (tabla 3).
– Actualmente se está estudiando la utilidad de los IECA en la prevención de la
mortalidad postinfarto, la nefropatía diabética y la insuficiencia renal crónica.

FUENTE :
Inhibidores de la enzima angiotensina convertasa
(IECA). Farmacología e indicaciones terapéuticas

En estos mismos pacientes el tratamiento antihipertensivo con algunos


bloqueadores de los canales de calcio dihidropiridinicos (nisoldipino,
amlodipino) se asocia a un mayor riesgo de complicación cardiovascular
que en aquellos tratados con IECA (enalapril, fosinopril) (14, 15).

El tratamiento con ARA o IECA disminuye la evolución de micro a


macroalbuminuria y en algunos casos reduce la microalbuminuria
retardando la aparición de macroalbuminuria, la que constituye un factor
de mal pronóstico.

En estos enfermos el tratamiento con IECA o ARA reduce el desarrollo de


insuficiencia renal crónica. La reducción del riesgo de insuficiencia renal
crónica se relaciona con el efecto antiproteinúrico de estos fármacos, a
menor albuminuria mayor protección renal.

La reducción de la proteinuria es mayor al asociarlos, o al combinar un IECA


o un ARA con un bloqueador no dihidropiridínico de los canales de calcio
(verapamilo, diltiazem). Los bloqueadores de los canales de calcio
dihidropiridínicos (nifedipino, amlodipino) no disminuyen la proteinuria.
Fuente
http://www.clc.cl/Dev_CLC/media/Imagenes/PDF%20revista%20m%C3%A9dica/2005/2
%20abril/TratamientoHipertensionArterial-14.pdf

Los IECA son actualmente considerados fármacos de primer orden en


el tratamiento de la HTA y han demostrado su capacidad de prevenir
episodios cardiovascu lares en pacientes hipertensos no complicados19,20.
En terapia combinada son especialmente eficaces en asociación con
diuréticos tiazídicos o del asa, ya que previenen la formación de
angiotensina II inducida por la activación de la secreción de renina
producida por los diuréticos. La asociación con antagonistas del calcio
es asimismo eficaz, dado que bloquean el aumento reflejo en la
actividad del sistema renina-angiotensina que inducen muchos
antagonistas del calcio, especialmente de la familia de las
dihidropiridinas.

Una de las mayores ventajas que poseen los IECA es que pueden
administrarse de manera segura en la mayoría de situaciones en las que
la HTA va acompañada de otras enfermedades asociadas. Los IECA
reducen la hipertrofia ventricular izquierda y diversos estudios
demuestran, además, una clara mejoría de la supervivencia de los
pacientes con infarto de miocardio y disfunción ventricular tras el
tratamiento con IECA21-27 (tabla 6). Los IECA han revolucionado,
asimismo, el tratamiento de la insuficiencia cardíaca congestiva en la
última década, demostrando una mejoría de la supervivencia en los
pacientes tratados con dichos fármacos28,29. Además, mejoran la
distensibilidad arterial de los grandes vasos y parecen tener un efecto
antiarteriosclerótico en animales de experimentación. En la enfermedad
cerebrovascular y en la arteriopatía periférica reducen la PA sin
disminuir el flujo cerebral o periférico. Finalmente, están especialmente
indicados en la HTA asociada a la diabetes mellitus, dada su capacidad
de prevención de las complicaciones micro y macrovasculares16, de la
enfermedad coronaria30 y de la progresión de la nefropatía31.
Fuente :
Tratamiento farmacológico de la hipertensión
arterial: fármacos antihipertensivos E. Bragulat , MT. a

Antonio

Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina

La acción fundamental de estos fármacos es la inhibición de la transformación de la


enzima angiotensina I en angiotensina II, con lo que se obtiene una limitación del
efecto vasoconstrictor de esta enzima a nivel periférico. Los IECA son excelentes
fármacos antihipertensivos bien en monodosis o en combinación con otros
antihipertensivos, principalmente con diuréticos. Múltiples investigaciones han
probado su efecto beneficioso en la reducción de la morbilidad y la mortalidad
cardiovascular tanto en pacientes hipertensos diabéticos como en no
diabéticos.3,4,43,55

Además, se les atribuye acciones beneficiosas sobre el remodelado vascular, tanto


a nivel del corazón como de los vasos sanguíneos, y efecto nefroprotector por
disminución de la proteinuria. Tienen también otras ventajas como su perfil neutro
sobre los lípidos, su mejoría a la sensibilidad a la insulina y no provocan
hiperuricemia. Son medicamentos de elección en el hipertenso diabético y aun en el
diabético no hipertenso por su eficaz nefroprotección ya señalada.46-48 Los IECA
más utilizados son el enalapril, captopril, lisinopril, ramipril, perindopril, fosinopril y
otros, todos con una o, a lo sumo, 2 dosis al día y probada acción hipotensora.

Fuente : http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-
75232017000400001&script=sci_arttext&tlng=en

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