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ACTA 07

Según los textos revisados y los criterios propios, me gustaría traer todo lo aprendido al
contexto nacional, de esta manera se entenderá de manera más puntual lo que los teóricos
vistos en esta unidad han analizado.

La ciudadanía desde el surgimiento propio del término ha estado muy ligada al ámbito
político, aquí encontramos dos modalidades de ciudadanía, una de ellas es la liberal, donde
el núcleo de la ciudadanía es la autonomía de la persona por ser sujeto derechos y su
participación en la vida pública es de carácter representacional; por otro lado está la
modalidad republicana, donde la ciudadanía es el vínculo entre un individuo y una
comunidad política, en la cual el ciudadano es parte de ella, adquiriendo un sentimiento de
pertenencia y buscando el bien común. Lo ideal sería la construcción de una ciudadanía que
incorpore la defensa irrenunciable de los derechos subjetivos y la importancia de la
comunicación y el sentido de pertenencia. En mi opinión en este punto es muy importante
que exista un Estado fortalecido y garante de derechos, en el caso de Colombia no hemos
sido capaces de lograr una ciudadanía política a causa de la precariedad en la constitución
del Estado, es decir la existencia de un Estado social dividido y fragmentado, sin autoridad y
sin una unificación simbólica de la nación, a esto sumémosle el poco interés de la comunidad
en ejercer sus libertades civiles y políticas para contrarrestar los hechos.

Cortina nos habla de una ciudadanía social, menciona que la solidaridad es loable cuando la
practican los individuos en las relaciones interpersonales, pero, asumida por el Estado
degenera en paternalismo. Actualmente tenemos un Estado proteccionista y clientelista,
además de una sociedad conformista, lo que da como resultado un “goce” de derechos
sociales exquisito, esto es trabajo, educación, vivienda y salud “dignas”.

En el cuarto capítulo revisamos la ciudadanía económica, la autora retoma el principio del


discurso, donde la constitución económica y las normas empresariales deben decidirse
teniendo por interlocutores a todos los grupos afectables. En nuestra adorada patria este tipo
de ciudadanía es inexistente, las empresas hacen lo que les parece y tienen el apoyo de los
entes gubernamentales, además no es raro escuchar la frase “agradezca que tiene un trabajito”
en nuestra sociedad, por lo que ir mas allá de trabajar y trabajar es un desacierto.

Encontramos la ciudadanía civil, esta se ejerce a través de la opinión pública, la publicidad


seria entonces el elemento mediador entre la sociedad civil y el poder público, esta funciona
como la conciencia moral del poder público. En nuestro país no es muy frecuente que el
ciudadano tenga un pensamiento crítico y analítico de los hechos, los que lo tienen y se
atreven a compartirlo, primero son estigmatizados por la misma población y en el peor de los
casos amedrentados por el gobierno de turno.

A modo de conclusión, el país necesita buenos ciudadanos, esta ciudadanía deberá integrar
todas las esferas anteriormente mencionadas, su eje fundamental deberá ser el pensar en el
otro, no solo el que está cerca de nosotros, también debemos tener en cuenta que existe
alguien lejano que también es ciudadano, incluso cuando la brecha de tiempo sea grande, es
decir, tomar en cuenta a las futuras generaciones. La ciudadanía implica estar a favor de
procesos colectivos que ayudan a la dignificación humana, ciudadano es el que se asocia, se
organiza y emprende junto con otras acciones que traerán bienestar a la población.

Algunos de nuestros problemas principales, son el uso de la violencia y la tolerancia a esta,


la corrupción y la resignación ante esta, para eliminar estos males no solo se necesita de un
Estado efectivo, también se necesita de una ciudadanía activa y participativa, la ausencia de
una unidad en común ha dado paso a la exclusión y contribuyen de una u otra manera al
mantenimiento de un conflicto violento en nuestro país.

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