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La vinculación entre

la prensa y la
justicia: un estado
del arte

Asuntos de
Gobierno

1
Prensa y Justicia
En los tiempos en que vivimos se ha colocado a la “justicia” en la
observación y el análisis de diversos sectores de nuestra sociedad.

El tema de la credibilidad en la justicia se torna problema cuando una


comunidad determinada carece de confianza en el sistema judicial.

La diferencia entre un juez y cualquier otro tipo de funcionario público es la


absoluta necesidad de su independencia y de su imparcialidad, ejes
esenciales para una correcta administración de justicia, y es principalmente
en estos temas en donde la crisis de desconfianza en el Poder Judicial se
acentúa.

Pero podemos resumir que la descredibilidad en la “justicia” se da


principalmente por varios factores tal como, la designación de los jueces. Si
bien se está trabajando en el orden federal y provincial con la creación de
instituciones como el Consejo de la Magistratura o el Jury de
Enjuiciamiento, todavía es un tema candente a ser tratado. Por otro lado,
el proceso judicial está visto como un proceso lento. El proceso “justo”, se
da cuando las resoluciones se dictan en un tiempo razonable, es decir que
se dé la solución a un conflicto y se dicte su definitiva sentencia en un
tiempo razonable. Una justicia lenta no es justicia, pero que el proceso sea
muy rápido no conlleva necesariamente a que el proceso sea justo. En la
actualidad, y lo vemos a través de los medios de comunicación, se
resuelven causas de hace 8,9 y más años, lo que no brinda un marco
mínimo de credibilidad para el Poder Judicial. Además, y por último, “los
oídos y ojos” del juez, en alguna medida son tanto los fiscales con la ayuda
del personal policial como los peritos judiciales. Por lo cual se tiene que
tener una policía a la altura de las circunstancias, evitando que se frustre
un proceso judicial debido a una actuación defectuosa de la actividad
policial.

Podemos decir, de esta manera, que las exigencias para la credibilidad


serían12:

12
Pertile, Félix Alberto. La Justicia Creíble. Editorial Advocatus. Córdoba. Año 1998.
 Una dirigencia política consciente de tener un Poder Judicial de
excelso nivel moral, intelectual y tecnológico comprometido en el
dictado de la legislación adecuada para la consecución de los
mencionados fines.

La voluntad política de hacer respetar el Poder Judicial debe ser cuestión


de Estado más que programa de gobierno.

 Magistrados y funcionarios idóneos e independientes.

Con respecto a la idoneidad, no deberá asimilarse la selección de


Magistrados y Funcionarios con el concurso universitario, aunque dichas
actividades sean complementarias. Esta afirmación es válida porque el
razonamiento del juez es deliberativo, estableciendo hechos que unos
afirman y otros niegan para encontrar la norma jurídica que debe aplicar.
En definitiva, no siempre el mejor curriculum vitae, ni el mejor examen,
identifican al mejor candidato. La verdad es que la preocupación por lo
justo y concreto así como la conducta del Magistrado sólo se aprecian en el
ejercicio de su función.

Por otro lado, la independencia del juez está emparentada con el dominio
de los miedos y las ambiciones; y no con las aspiraciones. La templanza
deberá estar presente para que el juez se tenga por lo que realmente es.
Por lo tanto, y para resumir, el juez es independiente cuando está libre de
miedos, de ambiciones, de presiones y por el contrario, cuando está
totalmente cautivo de la ley.

 Policía insospechable.

El momento de recolección de pruebas es la instrucción de la causa, y de


suma relevancia a la hora de una investigación. Los fiscales y el personal
policial actúan como “los oídos y ojos del juez”, por lo que implementar
capacitación permanente a dicho personal debe ser un objetivo constante,
si es que se quiere que “tales oídos y ojos del juez” escuchen bien y vean
mejor.

 Óptimas relaciones entre prensa y justicia.

 Un efectivo control de gestión: donde se verifique el cumplimiento


en tiempo y forma de los deberes en la prestación del servicio de
justicia.

 El ejercicio de la abogacía como función social: donde los abogados


tengan conciencia de su rol social, es decir la abogacía con respaldo
ético.
La sociedad pretende un abogado con una profunda conciencia de la
misión social que debe cumplir. Confiado en los principios que defiende y
convencido que su actitud diligente y su buena fe procesal permitirán una
justicia con menos demoras, que ayudará a la credibilidad del sistema y
hará posible que el bien que ella implica esté al alcance de quienes la
soliciten.

La Libertad de Prensa, derecho a informar y ser informados. Teoría de la


Real Malicia.

Como primera medida resulta útil e importante explicar algunos conceptos


como el de libertad de Prensa, derecho de informar y ser informados, junto
a la Teoría de la Real Malicia, ya que hacen al tema que estamos
abordando y puede llegar a ilustrarnos, aún más, la realidad.

En los Estados democráticos modernos, la Libertad de Prensa y la Libertad


de Expresión son consideradas como Derechos muy importantes.

La Convención Europea de Derechos Humanos define en su artículo 10 a la


Libertad de Expresión al decir que:

“Toda persona tiene derecho a la Libertad de Expresión. Este derecho


comprende la Libertad de Opinión y la Libertad de recibir o comunicar
informaciones o ideas sin que pueda haber injerencia de autoridades
públicas y sin consideración de fronteras….”.

“El ejercicio de estas Libertades, que entrañan deberes y


responsabilidades, podrá ser sometido a ciertas formalidades, concesiones,
restricciones o sanciones previstas por la Ley, que constituyen medidas
necesarias en una sociedad democrática para la Seguridad Nacional, la
Integridad territorial o la seguridad pública, la defensa del orden y la
prevención del delito, la protección de la salud o de la moral, la protección
de la reputación o de los derechos ajenos, para impedir la divulgación de
informaciones confidenciales o para garantizar la autoridad y la
imparcialidad del Poder Judicial.”

A su vez, por otro lado, el artículo 14 de la Constitución Nacional sostiene


que:

“Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos


conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio, a saber…..; de publicar
sus ideas por la prensa sin censura previa.”
Además el tema que estamos tratando aparece también en el artículo 13
inciso 1 del Pacto de San José de Costa Rica, (y que en nuestro país goza de
jerarquía constitucional luego de la Reforma a la Constitución Nacional de
1994, con la incorporación del Art. 75), que sostiene:

“Toda persona tiene derecho a la Libertad de pensamiento y de expresión.


Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir
informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya
sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística o por cualquier
otro procedimiento de su elección.”

Este artículo, junto a los anteriormente escritos, nos muestran como la


Libertad de Prensa y de expresión son derechos de todas las personas,
aunque estos derechos no son absolutos sino relativos. Esto es debido a los
abusos y delitos que se puedan llegar a cometer a través de éstos, por lo
que deben ser adecuadamente reglamentados.

Con relación a la teoría de la “Real Malicia”, básica para el juzgamiento a


los medios de comunicación, se puede decir que es una protección legal
para los periodistas, por la cual se debe probar que hubo mala fe si los
profesionales de los medios difaman a una persona. En el pronunciamiento
“New York Times, Vs Sullivan”, el juez William Brenand resume la Real
Malicia como: “Ni el error del hecho, ni el contenido difamatorio son
suficientes para privar de la protección constitucional a las críticas que se
formulen a la conducta de los funcionarios públicos. Su prueba se admitirá
cuando se demuestre que el periodista actuó con conocimiento que era
falso o con una temeraria despreocupación acerca de su verdad o
falsedad.”

Un panorama nacional de las Oficinas de Prensa Judiciales

Primeramente debemos mencionar una breve descripción de la situación


comunicacional – a nivel estructural – de los Poderes Judiciales argentinos.

La Junta Federal de Cortes – JUFEJUS – es el órgano que agrupa a todos los


Tribunales Superiores de cada provincia Argentina (23) más el Poder
Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Precisamente en la JUFEJUS, desde el año 2005 se vienen realizando


diversos encuentros de encargados de Oficinas de prensa donde se
elaboran Políticas Generales de Comunicación y se analizan diversos datos
estadísticos. Lo que presentamos a continuación es una información
elaborada a partir de documentos enviados por mi colega Inés Ghiggi y su
trabajo “Voz y Palabra de los Poderes Judiciales Provinciales Argentinos”,
con datos actualizados al mes de abril del año 2007.
De acuerdo a este relevamiento, de los 24 Poderes Judiciales integrantes
de la JUFEJUS, al mes de abril de 2007, 22 cuentan con Oficinas de Prensa
(o Despachos que con otros nombres cumplen dicha función).

De esta manera vemos un incremento en la creación de estos organismos


por parte de los Poderes Judiciales con respecto al año 2005, aunque
debemos destacar que La Pampa y San Juan no tienen institucionalizados
aún dichos Despachos.
Por otro lado, todos los Poderes Judiciales provinciales cuentan con
páginas Web oficiales, mas es curioso ver que esta herramienta no es
usada mayoritariamente por las Oficinas de Prensa, al no publicar
información.

Finalmente no podemos dejar de mencionar – siendo este realmente un


dato muy importante y revelador – que si bien hay un alto grado de
existencia de Oficinas de Prensa en los Poderes Judiciales, las funciones de
estas indudablemente son de carácter reactivo y no proactivas como debe
ser una verdadera Dirección de Comunicación. Esto se ve reflejada que de
los 24 Poderes Judiciales, sólo Salta y Mendoza tienen planteados Planes
Estratégicos de Comunicación donde se establece desde un Comité de
Crisis comunicacional a contactos diferenciados de acuerdo al tipo de
medio (Radial, televisivo o gráfico)
El diseño de un Plan de Comunicación Judicial

Si bien los ámbitos de la Justicia y la Comunicación podemos decir, en


general, que están en un constante proceso de conocimiento; es necesario
analizar y planificar esta relación para poder comenzar a conseguir
resultados positivos en la fluidez del contacto optimizando la imagen del
Órgano Judicial.

Surge así, una necesidad de nuestros tiempos que es la creación de la


Dirección de Comunicación, la cual se transformará en unos de los ejes
institucionales por donde se analicen las estrategias, se desarrollen los
Planes, en definitiva se gestionen las comunicaciones y se cuide la imagen
corporativa.

El proyecto en cuestión es plantear un Plan Estratégico comunicacional por


etapas, donde se rediseñen los canales de comunicación del Poder Judicial
con los diferentes actores involucrados directa o indirectamente.

Cabe mencionar en relación a ello, una investigación el Centro de Estudios


de Justicia de las Américas ha presentado en donde se manifiestan algunos
obstáculos que dificultan el uso de la información en los Sistemas
Judiciales. Entre ellos podemos citar13:
13
Alberto Binder, Juan Enrique Vargas y Cristián Riego. Centro de Estudio de la Justicia
para las Américas (CEJAS). II. Seminario Interamericano sobre Gestión Judicial. “Los Jueces
y la Información, Sistemas de Información e Instituciones Judiciales en el Marco de la
Reforma Judicial. San José de Costa Rica. Año 2003.
Rigidez organizacional. El carácter rígido de las organizaciones judiciales no
significa que no utilicen información, sino que lo hacen de un modo
determinado. La existencia de sistemas fuertemente jerarquizados y
formas de actuación muy consolidadas se sustentan en un sistema de
comunicación eficiente sobre las expectativas organizacionales. Por ello,
una de las condiciones de éxito de los nuevos sistemas de información es
conocer el flujo de la información en las instituciones judiciales para poder
generar estrategias de desplazamiento de las prácticas anteriores.

Falta de asignación de responsabilidades. Otro obstáculo a superar es la


dispersión, informalidad y poca claridad en la asignación de
responsabilidad. Ello ocurre en todos los niveles de la organización. Esta
realidad es un obstáculo considerable porque un sistema de información
eficaz está siempre ligado a un sistema de responsabilidades, sin el cual no
se puede discernir la pertinencia, oportunidad y calidad de la información.
El modelo típico de las organizaciones judiciales es el de la dispersión de
oficinas y el modo celular. Este tipo de organización es generador de
innumerables prácticas de autonomía. Así, las celdillas de la organización
se convierten en nichos de poder, a veces en cuestiones nimias otras veces
en temas importantes, que conspiran contra un sistema de información
eficiente. Por otra parte, el modelo de organización por compartimientos
estancos dificulta las relaciones de cooperación y el establecimiento de
rutinas razonables unificadas tanto de gestión como de control.

Rutinas. El modo como se diseñan las rutinas en las organizaciones


judiciales es otro obstáculo a superar. No porque no deban existir rutinas,
lo que es indispensable para las operaciones en las grandes organizaciones,
sino porque ellas no son el producto de la experiencia, del ensayo y error o
el diseño de buenas prácticas, sino que responden a tradiciones a veces
muy antiguas y en general no son pensadas para solucionar el problema
que deben enfrentar, sino por otras razones totalmente distintas. De ese
modo, al diseñar nuevas rutinas, se debe tener muy claro cuál es la función
de la rutina que se quiere desplazar. Caso contrario las resistencias
aumentan o se carece de una estrategia adecuada.

Inestabilidad. Cuando existen sistemas rotativos de presidencia o de


asignación de tareas dentro de las autoridades de las organizaciones se
intensifica esta relación entre rigidez e inestabilidad, con lo cual se
construye un pésimo escenario para la innovación. Se debe analizar
siempre cómo crear el contexto de la innovación. Los sistemas de
información son tanto una innovación en sí mismos como una herramienta
indispensable para otras innovaciones.
Desconocimiento. No hay que subestimar el obstáculo del
desconocimiento. De la falta de preparación de muchas autoridades
judiciales, funcionarios y jueces mismos para entender todas las ventajas
prácticas que les brinda un adecuado sistema de información.

La Dirección de Comunicación y la Gestión de Prensa


Si bien el concepto de Dirección de Comunicación en el ámbito Judicial
todavía no está siendo aplicado en su integridad (recordemos que
solamente 2 Poderes Judiciales provinciales poseen Planes estratégicos de
comunicación), si existen Despachos de Prensa que desde hace algunos
años vienen actuando en mayor o menor medida.

La institucionalización de Oficinas de Prensa en el ámbito gubernamental


son prácticamente modernas (ya lo hemos mencionado en otras lecturas
de módulos anteriores), es más, las conferencias de prensa no tiene más de
50 años de vigencia. Citando un artículo del Embajador Albino Gómez,
Director General de Prensa de la Corte Suprema de Justicia de Argentina14,
podemos mencionar que en Estados Unidos - uno de los países que
avanzaron más rápidamente en lo que respecta a la relación entre la
prensa y los Asuntos Públicos - los presidentes se reunían con los
periodistas sobre bases informales y reglas específicas. Luego, con el correr
del tiempo se hicieron presentes las conferencias de prensa en televisión,
que habían sido establecidas por John F. Kennedy. En ellas los presidentes
aprendieron a ser más circunspectos en sus respuestas, conscientes de que
un error podía acarrearles problemas al instante. Como explica Albino
Gómez: “Reagan y sus ayudantes desarrollaron su propio sistema para las
conferencias de prensa por televisión, y los periodistas descubrieron que
no podían llevarlo a responder una pregunta que él no deseara contestar,
porque el presidente había demostrado ser un maestro de la evasiva:
bromeaba, cambiaba el tema, hasta que agotaba el tiempo útil. Así exponía
las posiciones cuidadosamente ensayadas con la simple y enérgica forma
de los discursos de campaña, y allí trazaba la línea.”

De esta manera surgen los primeros contactos desde el gobierno con la


prensa, pensados y planeados con una intencionalidad previa.

De los tres Poderes Estatales, el Judicial es uno de los menos “avanzados”


en el tema comunicativo institucional, aunque se vislumbra que
paulatinamente se está trabajando para que profesionales especializados
en comunicación, estén a cargo de Oficinas que realicen lo pertinente a la
difusión de la actividad judicial.

14
Gómez, Albino. Diario La Nación. Artículo: “La Prensa en dos Administraciones
Republicanas”.
El desafío en la actualidad, acorde a este criterio, es que las Oficinas de
Prensa se transformen en verdaderas Direcciones de Relaciones Públicas
en donde, a través de diversas acciones, se trabaje en el “qué” se quiere
difundir, para luego adentrarse en el “cómo” hacerlo, poder prevenir o
contemplar situaciones de crisis que se presenten en los medios, e incluir
en el Plan estratégico otros grupos de interés (públicos), con quienes el
Poder Judicial interactúa constantemente15.

Gestión de Prensa y el desarrollo de nuevas tecnologías para la difusión

En lo que respecta a esta área, indudablemente se necesita proyectar una


estructura mínima necesaria para la correcta labor de los profesionales.
En virtud de ello, debemos considerar la comunicación de la actividad
propiamente dicha –en este caso, la actividad judicial- y, por otro lado, el
aspecto de la Justicia como Institución.

Ya hemos hablado en su momento de lo esencial que consideramos la


figura de un Vocero Judicial para el Tribunal Superior de Justicia16. Es
necesario establecer y planificar mensajes únicos no contradictorios donde
el Poder Judicial se convierta en una confiable fuente de información
oficial, respondiendo de alguna manera, rápidamente evitando el
surgimiento de rumores establecidos por otras fuentes involucradas en un
juicio por ejemplo.

En lo que respecta a lo institucional, el desarrollo de nuevas tecnologías es


vital para una correcta planificación comunicacional. Si hoy los medios de
comunicación ya están desarrollando canales o radios virtuales, nos
preguntamos por qué no el Poder Judicial puede trabajar en este sentido.

Además de la utilización de la página web para brindar información escrita,


es necesario considerar la posibilidad de “colgar”, como se conoce en la
jerga, el agregar información a un Portal de Internet, videos institucionales
y audio digitales. Ej. Discursos expresados en diversos eventos realizados o

15
Pertile, Damián Alberto. “Prensa y Justicia: El Vocero Judicial para Cortes Supremas y
Tribunales

Superiores”: Mapa de Público del Poder Judicial de la Provincia de Córdoba. Editorial


Advocatus. Año

2004.
16
Pertile, Damián. “Justicia, Periodismo y Sociedad, una relación controvertida”. Edit.
Trejo. Año 2005.
hasta diversas decisiones judiciales que son del interés periodístico y, por
lo tanto, general.

Si bien puede sonar muy ambicioso, debemos mencionar que esto ya se


realiza en ámbitos judiciales, pero además es “moneda corriente” ver en
portales de Internet tanto de los otros Poderes Estatales, como de
Despachos Gubernamentales; por lo que podemos afirmar que el Poder
Judicial puede adoptar sin ningún tipo de inconveniente este tipo de
desarrollo comunicacional, que además de eficaz no es de gran costo.

Comunicación de la actividad de los órganos de apoyo

Dentro de la esfera institucional del Poder Judicial, no es menos


importante comunicar diferentes actividades de algunas Direcciones y
Oficinas cuyo trabajo no es el jurisdiccional.

Para ello es necesario conocer la estructura orgánica funcional del Poder


Judicial de Córdoba. Las Justicia provincial desempeña sus funciones en
tres diferentes niveles de trabajo17: Área Jurisdiccional, Área Administrativa
y Órganos de Apoyo del T.S.J.

Precisamente estos últimos son también de gran importancia para la


difusión ya que podemos decir representan en cierta medida, al área de
extensión del Poder Judicial.

Es por ello que debe haber un contacto Directo entre la Dirección de


Comunicación y estos Órganos de apoyo que a continuación se mencionan:

17
Informe Anual, Actividad Judicial 2003. Centro de Estudios y Proyectos Judiciales.
Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba. Edit. Graziani.
Centro Judicial de Mediación – Escuela de Capacitación Ricardo Nuñez –
Centro de Estudios y Proyectos Judiciales – Oficina de Derechos Humanos –
Junta Calificadora y Comité de Gestión, a lo cual me permito agregar la
Oficina de Concursos que si bien es de carácter administrativo tiene la
relevancia e importancia informativa que amerita ser destacada y tenerse
en cuenta.

Seguramente una fluidez en el contacto entre estos últimos y la Dirección


de Comunicación permitirá emitir mensajes constructivos a la sociedad,
informando algunos aspectos y trabajos relevantes que, por diferentes
motivos, hasta el momento no han sido comunicados con asiduidad.

La Atención del ciudadano

Cuando mencionábamos en este escrito que uno de los desafíos de los


Poderes Judiciales provinciales de nuestro país es el de constituir no sólo
una Oficina de Prensa en su estructura, sino más bien diagramar
Direcciones de Comunicación, que con Planes Estratégicos que involucren e
integren diversos actores con quienes el Poder Judicial interactúa
cotidianamente, afirmábamos que uno de esos grupos de interés es el
ciudadano común: pues es el público principal al cual va dirigido el servicio
de administración de justicia.

Antes de continuar no podemos dejar de expresar que tanto para este


público como así también para el diseño de comunicación con cada grupo o
actor identificado, debe realizarse previamente diversos estudios (Focus
Group o análisis Cualitativos – cuantitativos), que nos permitan conocer en
profundidad la problemática de cada público como así también sus
sugerencias.

INDENTIFICACIÓN DE PÚBLICOS

FOCUS GROUP – ESTUDIOS


ANÁLISIS E INVESTIGACIÓN
CUALI - CUANTI

RECOLECCIÓN DE DATOS

IDENTIFICACIÓN DE DEMANDAS,
NECESIDADES Y SUGERENCIAS
El Poder Judicial, como todo Poder estatal, está al servicio de los ciudadanos. En
su misión de administrar justicia no debe olvidar a quién está dirigido su servicio,
el cual es prestado no sólo en el desarrollo de un proceso judicial, sino en las
simples cuestiones cotidianas, como el brindar información, prestar
asesoramiento; en definitiva, darle atención al ciudadano.

En términos generales, los edificios Tribunalicios aparentan ser laberintos,


en donde muchas personas se pierden o les es complejo encontrar en
dónde realizar sus averiguaciones y trámites judiciales. Cuando
mencionamos a quienes padecen la falta de diagramación y estructura para
la atención al público, incluimos no sólo al ciudadano común, sino también
a las partes involucradas en una causa judicial, abogados, testigos, peritos y
público en general.

Esto genera cierta falta de motivación en el acceso del público trayendo


aparejado una distancia entre la Justicia y la sociedad.

En la actualidad, a la atención e información al ciudadano debe


considerársela esencial en la actividad del conjunto de las instituciones y
administraciones públicas. Así lo entienden los otros dos Poderes Estatales:
el Ejecutivo y el Legislativo. En el caso de Córdoba, el Poder Ejecutivo
Provincial ha creado desde hace unos años la “Casa del Ciudadano”,
conformada por oficinas donde se informa todo aquello que concierne a
trámites que se realizan en la administración pública provincial y que
tienen relación con dicho Poder (No obstante, es cierta la existencia de
críticos hacia estos organismos, al ser vistos desde una perspectiva
electoralista y no de servicio, debate al cual no entraremos, pretendiendo
sólo recalcar que de una u otra forma la atención al ciudadano es un tema
crucial).

En el caso del Poder Legislativo provincial, éste presenta la Oficina de


Información parlamentaria, donde cualquier ciudadano puede consultar la
normativa sancionada. Es decir, está claramente contemplada (a través de
diversos órganos institucionales) la atención al público en general, para así,
de alguna manera poder correlativamente transparentar la actividad
estatal.

Córdoba: Un ejemplo paradigmático, El edificio de Tribunales I

En el ámbito del Poder Judicial, este tema prácticamente no está


planteado. A modo de ejemplo tomaremos el edificio de Tribunales I,
donde al ingresar si bien existe una cartelera informando la ubicación de
los Despachos, no se encuentran disponibles Mesas de Información en
cada uno de los ingresos, en donde las personas puedan acudir a hacer
preguntas administrativas a otras personas “institucionalizadas” para
responderlas. Cabe señalar también la carencia de una línea 0800, por la
cual operadores altamente capacitados en el proceso administrativo de
Tribunales puedan informar, a todo aquel que lo precise, acerca de
cuestiones inherentes a dicha actividad.

Es decir, si consideramos el actual funcionamiento de las estructuras que


conforman al Poder Judicial, focalizando el punto de observación en
aquellas que abarcan el ámbito físico de Tribunales I, y realizando una
mirada desde la calidad en la comunicación, se plantea como “hipótesis”
una inadecuada, incompleta o no planificada red de vías o medios
comunicativos que optimicen y flexibilicen la relación con el receptor o
interlocutor, que es justamente el usuario del servicio de justicia.

Una comunicación eficiente posibilita condensar una mayor cantidad de


información con claridad, para que ésta circule sin distorsiones; a la vez
estimula el intercambio de saberes, experiencias y opiniones en sentido
transversal y vertical, y favorece la retroalimentación desde la base al nivel
de toma de decisiones, y viceversa. Se crea así una red que conecta y
compromete a toda la institución, permitiendo que cada uno de sus
miembros conozca a ciencia cierta los fines de la misma y participe en las
estrategias diseñadas para alcanzarlos. En definitiva, una comunicación
eficiente tiende a lograr que cada uno se sienta parte del todo, pieza
esencial del proceso, de los cambios, en fin, crea sentimiento de
pertenencia, fortalece el compromiso. Estos son ingredientes
fundamentales en la conformación de la comunicación interna, y
maximizan su importancia al ser indicadores determinantes en la imagen
institucional que se pretende irradiar puertas afuera de la institución.
Una equívoca, ausente o quizás no programada gestión comunicativa, en
nuestro caso, tiende a repercutir -sin lugar a dudas- en la gestión de calidad
del servicio de justicia, y el éxito de la misma es el resultado de un método,
de una planificación estratégica.

La función pública de atención e información lleva consigo además, la


necesidad de responder a concretas demandas de información sobre
cauces legales, procedimientos, trámites, requisitos y documentación para
las actuaciones que el ciudadano se proponga realizar.

En ningún caso, la atención e información facilitada debe entrañar una


interpretación normativa, consideración, asesoramiento jurídico, o
valoración económica alguna, sino una simple información de carácter
general sobre posibles procedimientos legales y órganos competentes para
su conocimiento y resolución. De otra parte, exige la colaboración por
parte de la Administración en el cumplimiento formal de formularios o
solicitudes que los interesados puedan realizar directamente sin necesidad
de representación.

Las sugerencias, quejas y reclamos presentados por los ciudadanos deben


afrontarse mediante actuaciones tendientes a lograr, de una parte, la
satisfacción del ciudadano y con ello la mejora de la imagen del
funcionamiento de la Justicia, para lo que se requiere una actuación eficaz
y no burocratizada en su resolución y, de otra, convertirlas en un
mecanismo de diagnóstico de deficiencias de la Administración de Justicia
que contribuya a la progresiva mejora de la calidad del servicio público. Por
ello, las expresiones de disconformidad de los ciudadanos con el
funcionamiento de la Justicia, es decir las quejas, reclamos, denuncias y
sugerencias formuladas en torno a ella, no pueden ni deben ser ignoradas,
sino tratadas adecuadamente, para que los Tribunales cumplan más
satisfactoriamente sus responsabilidades, los litigantes obtengan una más
efectiva tutela judicial, y se logre también una más completa identificación
de los ciudadanos con sus instituciones, en particular con los órganos del
Poder Judicial.

La atención al abogado

Los abogados son un grupo directamente vinculado con el Poder Judicial y


que indudablemente su actuación repercute directamente en la imagen de
la Justicia en la Sociedad.

Tal es la importancia, que en muchas oportunidades, en el fragor de la


cobertura de un caso judicial de alto impacto mediático, se ven invadidos
por la requisitoria periodística: imaginemos un caso hipotético, en donde
los Jueces no atienden a la prensa, no existe un Vocero Judicial y se les
prohíbe hablar a los imputados al igual que a los testigos; quedando a fin
de cuentas, los abogados de las partes para poder ser abordados por los
periodistas. De esta manera, se transforman sin lugar a dudas en una gran
fuente de información (a veces en la única) para la prensa, por lo que su
participación es básica para el desarrollo informativo de una causa judicial.

Cabe destacar, que también la participación de letrados en la vida de los


medios de comunicación no se da solamente por la ocurrencia de una
causa judicial mediática, sino también, en incontables casos, son tomados
como referencia a nivel técnico para explicar a los oyentes, telespectadores
y lectores, cuestiones que se suscitan en la vida social y que precisan de la
explicación de un especialista, plasmada desde columnas periodísticas,
espacios de abogados en programas televisivos, hasta simples y breves
entrevistas radiales sobre algún tema particular.
En virtud de ello, no es menos importante analizar e investigar a este
público para así poder realizar las acciones pertinentes para optimizar la
relación entre estos y la Institución Judicial.

Simplemente, a modo de ejemplo, analizar cómo es la atención en


barandilla de estos profesionales, que es el principal punto de contacto con
la Organización, no es menos importante. Rediseñar este punto para evitar
demoras o grandes filas, indudablemente debe ser atendido por el Poder
Judicial.

Por supuesto que luego de la investigación de cada grupo de interés nos


brindará relevantes datos para poder conocer el contexto y realizar las
acciones más conveniente para cada sector.

Prensa y Abogados / Estudios Jurídicos

Cotidianamente somos testigos de cómo las Instituciones de nuestro país


son objeto de análisis y observación por parte de estudiosos, medios de
comunicación y la sociedad en general, no siendo ajeno a esto la Justicia,
vehiculizada a través de la institución del Poder Judicial.

Esta situación se manifiesta en la opinión que forma el oyente, lector o


televidente al informarse a través de los medios de comunicación, como
también en los estudios complejos coordinados por Organizaciones No
Gubernamentales, investigadores y Altas Casas de Estudios. Ejemplo de ello
es el permanente monitoreo que se realiza a través del llamado “Índice de
Confianza en la Justicia (ICJ)”, herramienta de sondeo cuatrimestral acerca
de la confianza de la sociedad argentina en la Justicia, desarrollado por la
Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella, la ONG Fores y la
Fundación Libertad.

Por otro lado, también numerosas veces se focaliza en la independencia del


Poder Judicial, el tratamiento de la información emanada de dicha
institución y la relación existente entre los magistrados y el periodismo.

Es decir, podemos ver como la percepción de la imagen de la Justicia, el


desempeño de los funcionarios judiciales, entre otros asuntos, son
permanente motivo de estudio, mas cabe preguntarnos si dichos enfoques
contemplan a todos los actores que participan del concepto de “Justicia”.

En este caso, sin lugar a dudas, los abogados (aquellos que litigan, y no los
que trabajan en el Poder Judicial) no se convierten, por lo general, en una
variable de análisis capaz de complementar un ángulo fundamental de la
“imagen de la Justicia”, siendo incluso uno de los actores principales en
cualquier proceso judicial. En este escrito se procurará realizar una breve
aproximación a la cotidiana construcción de la relación entre éstos y los
medios de comunicación, la cual frecuentemente los envuelve en una
necesidad de mutua cooperación.

Abogados y Periodistas en casos judiciales

Se debe mencionar primeramente que es necesario reconocer la relevante


función que cumplen y brindan los abogados en nuestra sociedad, siendo
protagonistas esenciales de la vida democrática plasmada en un proceso
judicial; esperándose por ello, de su parte, una profunda conciencia de su
misión social.

En lo que respecta a su relación con los periodistas, estos últimos no sólo


son conscientes de la importancia de la figura de los abogados, sino que
también reconocen una relación entre ellos que se construye en las labores
diarias de ambos actores y que, desde esta opinión, se transforma en
ineludible para sus respectivos intereses.

Por un lado, los abogados -en innumerables oportunidades- en el fragor de


la cobertura de un caso judicial de alto impacto mediático, se ven invadidos
por la requisitoria periodística: imaginemos un caso hipotético, en donde
los Jueces no atienden a la prensa, no existe un Vocero Judicial y se les
prohíbe hablar a los imputados al igual que a los testigos; quedando a fin
de cuentas, los abogados de las partes para poder ser abordados por los
periodistas. De esta manera, se transforman sin lugar a dudas en una gran
fuente de información (a veces en la única) para la prensa, por lo que su
participación es básica para el desarrollo informativo de una causa judicial.

Cabe destacar, que también la participación de letrados en la vida de los


medios de comunicación no se da solamente por la ocurrencia de una
causa judicial mediática, sino también, en incontables casos, son tomados
como referencia a nivel técnico para explicar a los oyentes, telespectadores
y lectores, cuestiones que se suscitan en la vida social y que precisan de la
explicación de un especialista, plasmada desde columnas periodísticas,
espacios de abogados en programas televisivos, hasta simples y breves
entrevistas radiales sobre algún tema particular.

También es curioso ver una conducta por parte de los abogados, que si
bien no en todos los casos se presenta, podemos tomarlo como un ejemplo
interesante a analizar: el abogado que representa a la “víctima” del delito
que se juzga (sobre todo en las causas penales) es más propenso a hacer
declaraciones mediáticas que la defensa: en este caso podemos decir que
la relación de éste con la prensa puede ser a través de declaraciones off
the record o transformándose en fuente informativa sin pasar a ser un
vocero.
Podemos mencionar que puede darse también que, en algunas
oportunidades, ciertos abogados quieran tener un perfil de alto nivel
mediático con el objeto de generar en la opinión pública algún tipo de
respuesta o acción que pueda traer cierto beneficio - aunque más no sea
sólo mediático- para su cliente. Recordemos por caso, las populares
marchas del silencio, los multitudinarios “abrazos” a las instituciones en
momentos de candente atención y reclamo social, en muchas
oportunidades convocados por abogados y allegados a las víctimas.

Abogados creando su marca

Por otro lado, los abogados en esta relación muchas veces necesitan de los
periodistas, pues de esta manera legitiman su accionar frente a la opinión
pública y poco a poco pueden ir moldeando cualidades como el prestigio,
la seriedad o el éxito. En otros casos incluso, hasta son identificados como
defensores de cierto tipo de imputados o cierto tipo de víctimas, menos
malos o más buenos, de un color político o de otro, defensores de las
minorías o sólo de la elite... Es decir los abogados de alguna u otra manera
van construyendo y gestionando su marca en la sociedad. Por lo general,
en cualquier organización, la misma está íntimamente vinculada con un
nombre de fantasía, mientras que en el ámbito abogadil la marca está dada
por los apellidos, siendo en definitiva la marca, los mismos profesionales.
Parafraseando a un especialista de la comunicación, Joan Costa, “la gente
no compra por ellos mismos, ni por su marca, sino por la imagen que les
confiere significación y valores”. Vemos como la Imagen de Marca es lo que
diferencia a una organización de cualquier otra, y los estudios jurídicos,
concebidos como organizaciones, no deben ser ajenos a esta situación,
dado que su intervención en los medios comunicacionales puede permitir
formar una imagen de marca que transmita valores y cualidades capaces
de beneficiarlos.

Cabe destacar que numerosos buffets de abogados contemplan en sus


páginas web secciones llamadas “Prensa”, en donde se publican todas las
participaciones (tanto de mero tinte mediático por causas judiciales, como
publicaciones en medios gráficos masivos y especializados aportando
alguna visión sobre cuestiones técnicas o doctrinarias relativas a una
temática particular).

En virtud de lo mencionado, se observa la imperiosa necesidad de que los


Estudios Jurídicos y sus abogados se capaciten y planifiquen sus
comunicaciones, pues deben ser conscientes que son actores que detentan
un rol fundamental en el desarrollo judicial de una causa y son
protagonistas en la cobertura periodística de las mismas; todo ello los
beneficiará y además propiciará a un mejor entendimiento con los medios
de comunicación, todo lo cual redundará en un mejor tratamiento de la
información judicial.

El Magistrado frente a la entrevista periodística

Cuando el Magistrado se vea en la necesidad de sostener una entrevista


periodística deberá saber que aquello que manifieste acerca de un
miembro del Poder Judicial lo estará diciendo de todo el Poder.

Las palabras que utilice en la entrevista deben ser el fruto del ejercicio de
la virtud y de la prudencia, porque de lo contrario se podría llegar a causar
un efecto no querido.

Con mayor razón, la prudencia deberá hacerse presente en la entrevista


con la prensa escrita, ya que cualquier palabra del Magistrado, incluso
aquellas pre- anunciadas, como “de paso”, puede llegar a ser
desactualizadas, o dar lugar a que algún periodista traslade cualquier
término de la entrevista, a un título de página. Prueba de lo que menciono
es una entrevista casi reciente al camarista Luis Rueda en el diario La Voz
del Interior del día domingo 11 de enero de 2004. En dicha entrevista,
frente a una pregunta del periodista que lo interrogaba sobre la existencia
de jueces coimeros; la respuesta improvisada y afirmativa del Magistrado
fue titular de tapa. Eso dio lugar a que el martes 13 de enero de 2004, el
fiscal Nievas del Poder Judicial de la provincia de Córdoba oficiara al juez
Rueda para saber si se refería a los jueces provinciales o federales, y si
fuesen provinciales que dijere los nombres, porque el no hacerlo implicaría
omisión de denuncia.

Adviértase que de una entrevista periodística, en donde se trataban temas


de ética, como la posible sanción de un Código en la materia para
magistrados nacionales, se llegue de repente, dos días después de
publicada, a sospechar que el juez Rueda ha cometido omisión de
denuncia, pues habló de jueces coimeros pero no señaló quienes eran.

Entiendo que ese reportaje a Rueda deja, entre otras enseñanzas, las
siguientes:

 Es aconsejable que las preguntas sean alcanzadas con anticipación,


para que la respuesta sea preferentemente por escrito. Esto con
relación a los medios gráficos.
 Con los demás medios, es recomendable acceder a la entrevista en
caso de necesidad o urgencia (ya que para las cuestiones
institucionales está el Vocero Judicial), y medir las palabras
sabiendo que también pueden ser descontextualizadas por la
edición que realice el periodista, que involucra entre otras cosas
cortar y pegar fragmentos.

Por último diré que la tentación de las entrevistas deben estar siempre
supeditadas a un valor superior que el conocimiento que del juez tenga la
sociedad, ya que esta es su mandante y le interesa una justicia eficaz y
eficiente y nunca un juez exitoso.

Si el magistrado persigue el buen servicio y no el éxito de las marquesinas,


tanto los jueces como así también la Justicia estarán salvados.

El Vocero judicial

La comunicación en organismos judiciales en los tiempos que vivimos debe


ser el eje central para que la sociedad y los Tribunales puedan tener una
correcta y fluida relación.

En base al presente escrito, se llega a la conclusión que sí es factible y


necesaria la institucionalización de la figura del “Vocero Judicial”, en el
Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba.

Este funcionario judicial, será la solución a un problema que se presenta en


la relación prensa – justicia: porque por un lado los jueces, no deben
transformarse en actores de un espectáculo, mediático, lo que conspiraría
contra el respeto que la magistratura merece, basado esto en la actividad
de la gestión, y no en la cantidad de apariciones públicas.

Por otro lado, las decisiones judiciales son públicas y deben ser
comunicadas.

El presente análisis plantea la necesidad de existencia de un “Portavoz


Judicial”, cuya función no sea únicamente la de informar, sino también la
de “educar en el derecho”, explicando a la sociedad a través de los medios
de comunicación, cuestiones complejas de derecho, y enseñando cómo son
los distintos procesos judiciales.

También se observa que es necesario que dicho Vocero Judicial, esté


apoyado por un soporte electrónico (página web.), por medio del cual
todos tengan un igual, fácil y rápido acceso a las resoluciones, que podrán
ser explicadas por el mismo Portavoz.
Esta es una forma de “abrir las puertas del Poder Judicial, acción necesaria
en los tiempos que vivimos.

Por último, y para determinar el perfil del Vocero Judicial que nosotros
planteamos, hemos realizado el siguiente Decálogo del VOCERO JUDICIAL:

4.5 Casos Judiciales mediáticos


Con la participación de los medios masivos de comunicación en la difusión
de las noticias judiciales, fundamentalmente con la televisión que sólo
reproduce imágenes, aunque sin correlativos conceptos que la ilustren, se
producen confusiones, malentendidos o simplemente se comunica
incorrectamente provocando en muchos casos incluso inestabilidad social.

Prueba de ello, tomamos algunos casos judiciales mediáticos nacionales y


extranjeros a modo de ejemplo para mostrar lo complejo de la relación
entre el Periodismo y el Poder Judicial.
Caso María Soledad Morales, Catamarca

Lo que ocurrió en la Provincia de Catamarca es el ejemplo elocuente de la


falta de previsión y de la orfandad de reglas en lo que respecta a la relación
entre la prensa y la Justicia.

El 9 de septiembre de 1990, en un descampado cercano a la capital de


Catamarca, fue encontrado el cuerpo de una joven de 17 años, que además
de haber sufrido la muerte, anteriormente había sido víctima de una
violación.

En base a ese hecho ocurrido se dio comienzo al proceso investigativo y


judicial. Mientras tanto la sociedad catamarqueña estaba convulsionada
por los dramáticos hechos ocurridos. Organizadas por los padres de María
Soledad, junto a sus amigas del Colegio y la Hermana Marta Pelloni,
comenzaron a realizarse diversas Marchas de Silencio que movían a toda
Catamarca. Cabe destacar que en la marcha realizada el 28 de Septiembre
de 1990, participaron 7.000 personas.

UNA DE LAS MARCHAS DE SILENCIO ORGANIZADAS EN CATAMARCA


PIDIENDO JUSTICIA POR MARÍA SOLEDAD MORALES.
FUENTE DE INFORMACIÓN: DIARIO CLARÍN

Mientras tanto, en Catamarca corrían los rumores, en donde trascendidos


involucraban hasta a parientes de funcionarios de gobierno, que salían
ante los medios a desmentir los dichos.

Con el correr del tiempo el Caso conmovía al País y llegada la causa a Juicio
es cuando comienzan a existir problemas en la Relación entre la Prensa y la
Justicia.
En efecto, quedó bajo la imagen y la explicación que quiso darle el
periodismo no especializado el siguiente episodio: Llegada la causa a la
Cámara del Crimen en Catamarca y en el marco del debate del juicio, dos
jueces fueron recusados por causal sobreviniente de “prejuzgamiento” y
“parcialidad”, a través de uno de los abogados de la familia Morales.

La recusación (intento de apartamiento de los jueces para que sigan


entendiendo en la causa), se originó cuando los magistrados de dicha
Cámara del Crimen Carlos Sampayo y María Alejandra Azar, debido a un
movimiento de cabeza que el primero le hiciera a la segunda, captado por
la televisión y repetido una infinidad de veces en “cámara lenta”, en el
transcurso de la audiencia pública, en la Sala del Tribunal, en ocasión de
resolverse un incidente. En ese momento cuando los jueces deliberaban si
detenían a una testigo por falso testimonio. Mientras el Presidente del
Tribunal, Dr. Iramain, le consultaba a la Juez Azar, el Juez Sampayo le hace
una seña a la Magistrado, sin que el Presidente lo advirtiera.

SITUACIÓN EN LA QUE UN MAGISTRADO LE REALIZA UNA SEÑA A OTRO SIN


QUE EL PRESIDENTE DE LA CÁMARA LO ADVIRTIERA.
FUENTE DE INFORMACIÓN: FOTO EXTRAÍDA DE LA GRABACIÓN DE LAS
CÁMARA DE T.N. TODO NOTICIA.

Esta última fue la explicación del periodismo, no especializado, para ilustrar


la imagen difundida. A su vez, el abogado de la Familia Morales argumentó
que la votación en donde por mayoría Sampayo y Azar estuvieron en
contra de la detención de la testigo, con la disidencia del Presidente de la
Audiencia, reflejó el sentido del gesto captado por la televisión y daba pie a
la recusación solicitada.

A esta altura de la exposición cabe recordar que una Cámara Judicial, en


este caso una Cámara del Crimen, es un cuerpo colegiado y en todo cuerpo
colegiado, la deliberación de sus miembros antes de dictar
pronunciamiento es esencial. Dicha Deliberación, que en un Tribunal
Unipersonal es deliberación que hace el Juez consigo mismo, cuando se
ejercita en un cuerpo colegiado se traduce en la comunicación de los
criterios que vehiculizan sus integrantes a través del lenguaje hablado,
gestual o escrito a fin de que el “ACUERDO”, así se llama el consenso
alcanzado, se plasme en pronunciamiento el cual finalmente será
notificado. Es cierto que a veces, los integrantes del Tribunal, pasan a un
cuarto intermedio para realizar dicha deliberación, pero otras veces, el
cambio de opiniones tiene lugar en el mismo proscenio del juicio, sin que
se levante la sesión. Mientras no exista norma que sancione con nulidad el
referido que hacer, son válidas las palabras y los gestos que entre sí
realizan los Magistrados para concretar la decisión del incidente.

Si la anterior explicación hubiese sido dada por un Portavoz Judicial, la


noticia probablemente no se hubiera transformado en un espectáculo
como terminó siendo, además de convertirse en el disparador para que el
juicio tuviese que realizarse nuevamente. En esa oportunidad, cabe
subrayar que, en Catamarca no existió VOCERO JUDICIAL ni PORTAVOZ
JUDICIAL.

Caso Tania Bruno, Río Tercero, Córdoba

Distinta fue la situación en la ciudad de Río Tercero, Provincia de Córdoba.


En efecto, cuando en el mes de diciembre del año l996 se llevó a cabo el
juicio oral de Sandra Vignolo de Bruno, acusada de haber asesinado a su
hija – Tania Bruno – asfixiándola con una almohada, el Tribunal concedió
unos minutos a toda la Prensa acreditada para que obtuviera imágenes del
Tribunal y de la sala de audiencia con el público que la ocupaba.
Posteriormente y con frecuencia no habitual, el Presidente del Tribunal
refería a la Prensa, cuando esta lo requería, las explicaciones de cualquier
situación que pudiera parecer interesante, mientras que los testigos que
salían de la Sala de Audiencias después de la deposición pertinente, eran
objeto de reportajes.

LA IMPUTADA RODEADA DE FOTÓGRAFOS, EN LOS


MINUTOS EN QUE SE LE PERMITIÓ INGRESAR A LA
PRENSA AL RECINTO.
FUENTE DE INFORMACIÓN: DIARIO LA VOZ DEL
INTERIOR
La Cámara de Río Tercero, cuidando el orden de la Audiencia y la finalidad
del proceso, cual es la obtención de la verdad real, impidió que los testigos
del día posterior supiesen las declaraciones de los testigos del día anterior.
En esa oportunidad, una convergencia de respeto mutuo entre Prensa y
Justicia, permitió armonizar y cumplir con las misiones de cada uno de sus
servicios. Todo el juicio transcurrió en un clima de información
permanente, de ilustración dada por el propio Tribunal y de convivencia
razonable entre los operadores judiciales y los de prensa.

En nuestro cuarto caso ejemplificativo, “el caso Angeloz”, se instaló una


sala contigua con un circuito cerrado de televisión. Allí los periodistas
hacían su trabajo en un ambiente adecuado y satisfacían sus
requerimientos a través de la Secretaría del Tribunal. Fue otro ejemplo de
previsión, a pesar que la imagen del Vocero Judicial no desplegó la
importancia que podría haberse esperado, tal vez porque se decidió no
exhibirlo en toda su dimensión exteriorista.

De todo lo expresado precedentemente, concluyo que si el fin de la


información es comunicar la verdad de lo que ocurre (entendiendo qué es
lo que ocurre) y el de la Justicia es decidir de acuerdo a la verdad
descubierta, se necesita un nexo que comunique y ese nexo se llama
“Vocero Judicial”.

Caso Angeloz, Córdoba, Argentina

En el año 1998, en la ciudad de Córdoba se llevó a cabo el Juicio Oral y


Público contra el ex Gobernador de la provincia de Córdoba, Dr. Eduardo
Cesar Angeloz, quien fue sobreseído en la megacausa por enriquecimiento
ilícito.

Cabe recordar que Angeloz fue elegido tres veces gobernador de Córdoba,
y se presentó como candidato presidencial, perdiendo con Carlos Menem,
habiendo recibido un 35% de votos.

A nivel judicial y mediático, este juicio era de un gran impacto público,


debido a que era la primera vez que en nuestro país, un gobernador de
provincia, declaraba como acusado en una causa judicial.

Para la cobertura del Juicio medios tanto provinciales como así también
nacionales, enviaron a sus periodistas para informar los hechos que
acaecían día a día. Para su recepción, se instaló una sala contigua con un
circuito cerrado de televisión. Allí los cronistas hacían su trabajo en un
ambiente adecuado y satisfacían sus requerimientos a través de la
Secretaría del Tribunal. Fue otro ejemplo de previsión, a pesar que la
imagen del Vocero Judicial no desplegó la importancia que podría haberse
esperado, tal vez porque se decidió no exhibirlo en toda su dimensión
exteriorizada.

Caso “Juncos”, ciudad de San Francisco, Córdoba

La exposición mediática incorrectamente manejada provoca hechos de


violencia.

Hace unos años, la comunidad de San Francisco se vio impactada por la


desaparición de una niña de 13 años de edad. Según las crónicas
periodísticas, al no haber noticias de la pequeña los vecinos comenzaron a
realizar marchas pacíficas apoyando los reclamos de su madre y su
padrastro que pedían por su aparición.

Unos meses después el estupor se volvió a hacer presente en la ciudad: el


padrastro confesó que la había violado, matado y enterrado luego en un
descampado; pasado un tiempo esta persona se suicida en su celda.

Comenzó a llevarse a cabo el juicio a la madre de la niña, acusada del delito


de homicidio calificado por el vínculo, habiéndose dictado sentencia
cuando el Tribunal por unanimidad resolvió absolver a la imputada por
“aplicación del principio de la duda”.

Hasta el momento, este trágico episodio y su correspondiente Juicio Oral, si


bien es acerca de una situación dramática, en nuestro país no es un hecho
esporádico, por lo que en un principio podía entenderse que a nivel
mediático iba a tener una cobertura del periodismo local con alguna reseña
en la prensa capitalina de mayor difusión. Pero es necesario mencionar que
el juicio fue transmitido en directo por los medios locales.

Una vez leída la sentencia, la ciudad cordobesa de San Francisco empezó a


vivir un caos: las personas tomaron las calles, apedrearon la Sede Judicial,
quemaron un automóvil y, como consecuencia de los disturbios, trece
personas resultaron heridas, tres de ellas policías; se registraron
detenciones y un gran número de efectivos policiales viajaron desde
Córdoba para colaborar a que volviera la calma.
VECINOS DE SAN FRANCISCO REUNIDOS AL
ENTERARSE DE LA RESOLUCIÓN JUDICIAL. EL
EDIFICIO DE TRIBUNALES CUSTODIADO POR
EFECTIVOS POLICIALES.
FUENTE DE INFORMACIÓN: DIARIO RÍO NEGRO

Por lo que una resolución judicial, que en un momento se tenía pensado


que no iba a tener una amplia cobertura, fue noticia en todos los medios
del País, desde los nacionales a provinciales.

Por lo relatado hasta el momento, es necesario destacar tres hechos


importantes:

 En un primer momento, la ciudad de San Francisco se vio


defraudada, piénsese que los vecinos realizaban marchas de paz
pedidas por el padrastro y madre de la niña.

 El suicidio del padrastro luego de confesar, ser el autor del crimen.

 La revuelta popular luego de emitido el fallo resuelto por el


Tribunal.

Los dos primeros hechos generaron una situación de “furia social” que se
vio plasmada en la revuelta. La situación previa de desconcierto y
frustración que se fue generando en el transcurso procesal, antes de la
realización del juicio oral es el principal dato que se debiera haber tenido
en cuenta para saber cómo encarar la comunicación del Tribunal con la
sociedad mientras se llevaba a cabo el desarrollo del plenario.
EFECTIVOS POLICIALES CUSTODIAN EL EDIFICIO DE TRIBUNALES
AL OTRO DÍA DE LOS INCIDENTES.
FUENTE DE INFORMACIÓN: DIARIO LA MAÑANA DE CÓRDOBA

Con esta mirada, quizás la transmisión en directo del juicio exacerbó los
ánimos y fue desencadenante de la “revuelta popular”. Hubiera sido
recomendable trabajar con una sala anexa con circuito de televisión
cerrada, en donde el periodismo accediera fácilmente a la información
pero evitando la transmisión del juicio.
Hubiera sido óptimo que existiera un Vocero Judicial que explicara las
alternativas que precedían al juicio y preparara al público para las diversas
opciones que se pudieran presentar, como así también que explicara el
contenido de la sentencia.

Caso Cromañón

Problemas de Comunicación e Intervención irresponsable de los medios de


Comunicación.

Como es de público conocimiento, Cromañón ha sido una de las grandes


tragedias argentinas.

Cuando se celebraba un recital del grupo de Rock “Callejeros” en el boliche


“República de Cromañón”, y por motivo de negligencia de muchos actores
participantes, una bengala –instrumento que era muy común en los
recitales – dio con un guarda sombras que estaba colgado en el techo del
lugar; dicho material es altamente combustible, lo que provocó un incendio
dramático. El público presente al tratar de salir del lugar se topó con que
las puertas de emergencia del local de espectáculos públicos estaban
cerradas. El resultado de dichos hechos fueron catastróficos, 193 personas
murieron.
Entre muchos responsables, la policía de Buenos Aires buscaba al dueño
del local (Omar Chabán) que por varios días se dio a la fuga, quien luego se
entregó a la Justicia.

Algunos ingredientes judiciales y políticos

Mientras el tiempo corría y el estupor en la sociedad crecía, se buscaban


explicaciones y “culpables”, que con su accionar influyeron directa o
indirectamente para que la tragedia ocurriera. Así desde Chabán –
Responsable del lugar – al Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
(Aníbal Ibarra) fueron compadeciendo uno ante la Justicia y otro ante la
Legislatura Porteña (que había solicitado que Ibarra se hiciera presente en
el Recinto para ser indagado por los legisladores de los diferentes partidos
políticos).

UNA DE LAS MARCHAS REALIZADAS POR LOS FAMILIARES DE


LAS VÍCTIMAS, EN DONDE RESPONSABILIZAN A CHABÁN Y AL
JEFE DE GOBIERNO PORTEÑO.
FUENTE: AGENCIA DE NOTICIAS DYN

De esta manera, en los Medios de Comunicación se informaban desde


varios “frentes”: por un lado el Judicial propiamente dicho y por otro lado
el político que dijo presente en este Caso. A modo de ejemplo podemos
mencionar que los partidos de la oposición pedían la renuncia del Jefe de
Gobierno.

Corrían los meses y el tema seguía “instalado” en la Prensa y en la Opinión


Pública. En el quinto mes, algunos resultados comenzaron a verse: Por un
lado, en lo que respecta a los Funcionarios de Gobierno, fueron procesados
seis de ellos, al ser considerados por el Juez como coautores de homicidio
culposo agravado ya que el “no haber ordenado los respectivos controles,
contribuyeron en forma decisiva a la tragedia”.

Comienzan los problemas comunicacionales

Por otro lado, en el mismo mes (mayo), la Cámara del Crimen resolvió la
detención domiciliaria de Omar Chabán hasta el Juicio Oral. En esta
instancia es a donde nuestro modesto entender, comienzan a existir graves
problemas comunicacionales, y algunas intervenciones no favorables de
medios de Comunicación irresponsables.

En un primer momento, cuando la Cámara toma la decisión de dejar en


libertad – libertad que realmente no existe ya que Chabán sigue detenido
pero con arresto domiciliario y no en la cárcel propiamente dicha - los
titulares que reflejaron los medios de comunicación fueron “Chabán quedó
libre”, lo que a los familiares de las víctimas realmente indignó (cuestión
natural y comprensible de alguien que ha perdido sus hijos, hermanos,
padres, novios, etc.), y que ante la opinión pública en general creo una
sensación de injusticia muy fuerte.

Tarde y sin mayores explicaciones se aclaró que en realidad Chabán sigue


con una detención domiciliaria y su estado legal sigue siendo de procesado,
y no es que se lo había declarado inocente y libre como cualquier
ciudadano de bien.

Para sumar más confusión a este caso, dos de los camaristas que
resolvieron el arresto domiciliario, solicitaron ser apartados de la causa
bajo el argumento de que habían perdido la “tranquilidad de espíritu”.
Dicho pedido fue rechazado fundamentándose en que “las razones
invocadas por los Jueces podrían haber sido empleadas por cualquier otro
Magistrado”. Esto fue tomado por los familiares de las víctimas y
comunicado a la Opinión pública de la siguiente manera: “Nos están
forzando a tener Jueces que dicen que no tienen equilibrio de espíritu”18

Hasta el momento vemos como esta tragedia y su consecuente proceso


judicial, en la Opinión Pública, tiene ingredientes judiciales y políticos, que
van formando, con el correr del tiempo, una sensación de injusticia en la
sociedad; provocada entre otras cosas, por algunos problemas de
comunicación.

Ahora bien lo que sigue a continuación, es realmente digno de destacar,


porque no muchas veces se ha visto. Las intervenciones no propicias de los
medios de comunicación han puesto casi en jaque a un procedimiento
judicial.

Una vez que la Cámara del Crimen resolvió la detención domiciliaria para
Omar Chabán, los medios de Comunicación se encargaban de informar a la
sociedad el lugar efectivo donde él se iba a instalar, propiciando –

18
Ver Diario Clarín del 20/05/2005.
consciente o inconscientemente – la movilización de grupos de violentos
para ir a agredir al detenido.

En un primer momento, Chabán quedó detenido en el departamento de su


madre. Inmediatamente informado, grupos de personas día tras días
violentaban la estructura del edificio poniendo en peligro no solamente al
detenido sino también a los vecinos y comerciantes de la zona. Además la
Policía debía acudir a Grupos Especiales de Defensa para salvaguardar la
vida del detenido y su entorno.

SALIDA DE CHABÁN DEL DEPARTAMENTO DE SU MADRE.


FUENTE DE INFORMACIÓN: DIARIO CLARÍN

Por estos motivos, se decide llevar a Chabán a una quinta en el Tigre. Dicha
zona no es de fácil acceso por lo que se creía que iba a poder estar en un
mayor resguardo. En un primer momento no fue sencillo para la prensa
conocer el lugar, pero una vez conocido, no solamente informaron con
exactitud cual era la quinta donde estaba alojado, sino que algún
periodismo irresponsable, realizaban una detallada explicación de cómo
llegar. De esta manera Chabán fue llevado a otra quinta del Tigre y
veremos como sigue este proceso y su respectivo juicio oral que al día de
hoy aún no ha empezado.

En este caso podemos decir que hay diferentes niveles de negligencia de


los actores que estamos analizando (Prensa y Justicia), desde problemas de
comunicación por parte del Órgano Judicial, a una total irresponsabilidad
por parte de aquella Prensa que no respetó el procedimiento
correspondiente.

Caso Judith Miller, EE.UU: La Prensa como acusada en un proceso judicial

El 7 de julio de 2005, se presenta en Estados Unidos, una situación que


hace temer e indignar a los medios norteamericanos. La periodista del
diario The New York Times, Judith Miller, fue encarcelada por orden un
Juez Federal, por haberse negado a revelar sus fuentes de información ante
un jurado que investiga qué funcionario del gobierno filtró el nombre de
una agente secreta de la CIA.

Por otro lado, en el mismo caso, estaba involucrado otro periodista,


Matthew Cooper de la revista Times, quien al pronunciarse que iba a
cooperar con el Jurado, ya que afirmó que su fuente lo había autorizado a
revelar su identidad; quedo libre.

En Estados Unidos, revelar la identidad de un agente secreto de


inteligencia constituye un crimen federal si se demuestra que quien lo
divulgó lo hizo intencionalmente y sabiendo del status del agente.

LA PERIODISTA JUDITH MILLER ENTRANDO A LA CORTE FEDERAL


FUENTE DE INFORMACIÓN: DIARIO LA NACION

Todo comenzó en julio de 2003 cuando en una columna en The New York
Times, el ex embajador norteamericano Joseph Wilson, afirmó que el
gobierno de George Bush estaba manipulando información falsa sobre Irak
para justificar una invasión. Días después, Robert Novak, periodista del The
Washington Post, entre otros medios; se pronunció diciendo que Wilson
conocía esa información debido a que su esposa, era una Agente
encubierta de la CIA.

A su vez la periodista Judith Miller, había recolectado la misma información


sin haberla publicado, aunque se sabía que ella conocía del tema.
Finalmente fueron llamados a declarar Novak y Miller, accediendo el
primero a revelar su fuente, y quedando detenida Miller por no hacerlo.
A continuación, la cronología de los hechos19
06/07/2003

El ex embajador Joseph Wilson escribe una columna en The New York


Times en la que acusa al gobierno de Bush de manipular datos para
justificar la invasión de Irak.

13/07/2003

El periodista conservador Robert Novak, de The Washington Post, escribe


en una nota que "fuentes oficiales" le revelaron que Valerie Plame, esposa
de Wilson, era una espía de la CIA.

17/07/2003

El reportero Matthew Cooper, de la revista Time, escribe un artículo en el


que confirma que Plame era agente de la CIA. Judith Miller, de The New
York Times, obtiene la confirmación del dato, pero no publica nada.

18/12/2003

El Departamento de Justicia inicia una investigación para descubrir quién


reveló la identidad de Plame, lo que constituye un delito federal. Un fiscal
especial cita a Cooper y a Miller, que se niegan a revelar sus fuentes.

15/04/2005

Una corte federal de Washington condena a Cooper y Miller a 18 meses en


prisión por desacato. Los periodistas apelan a la Corte Suprema.

27/06/2005

La Corte rechaza tratar la apelación de Cooper y Miller. El tribunal federal


da un ultimátum de una semana a los periodistas para que revelen sus
fuentes.

30/06/2005

Time anuncia que entregará las anotaciones de Cooper en las que identifica
a sus fuentes. The New York Times rechaza esa decisión y ambos
periodistas sostienen que no revelarán sus fuentes.

19
Información recogida en el Diario La Nación del 0007/05/2005.
06/07/2005

Cooper dice que su fuente lo autorizó a revelar su identidad a la Justicia.


Miller mantiene su postura y es encarcelada.

Si bien este Caso que tomamos a modo de ejemplo, no sigue los mismos
parámetros que los anteriormente descriptos, vemos como la Justicia y los
Medios vuelven a confrontar desde otro punto de vista; la acusada es la
prensa misma.

Otra situación donde se invoca el “Secreto Profesional”: Caso “Diario El


Mundo y los atentados del 11 - M”

Mientras se lleva a cabo el proceso de investigación judicial por los


atentados terroristas del 11 - M, en España, el Juez de la causa Dr. Juan Del
Olmo, en la tercera semana del mes de julio del 2005, levantó el secretó
sobre más de una decena de tomos correspondientes al sumario abierto a
raíz de los atentados.

El jueves 28 del mismo mes el diario El Mundo, había publicado cierta


información que se encontraba en el sumario de investigación.
Concretamente informó que la esposa del sirio Mouhannad Almallah
(imputado por los atentados del 11 - M), declaró el 12 de febrero de 2003
en una Comisaría de Madrid que se iban a producir unos atentados en la
capital. Tiempo después la esposa de este presunto terrorista ratificó sus
palabras pero ya en calidad de testigo protegido, ante el Juez de la causa.

TAPA DEL DIARIO EL MUNDO DEL DÍA


JUEVES 28 DE JULIO DE 2005.
FUENTE: DIARIO EL MUNDO
Al otro día de publicada la nota, el Juez Del Olmo requirió a instancias de la
Fiscalía al Director del El Mundo para que entregue los documentos que
tenga en su poder del sumario 11-M. Dicho magistrado solicita los informes
debido que “ha de preservarse la seguridad e integridad física de las
personas que tienen la condición de testigos protegidos"20; y como la
esposa del principal imputado declaró en esa calidad, sería incompatible la
publicación de los actos judiciales en la que este involucrada la mencionada
mujer. El requerimiento también señala que se investiga si se ha cometido
un delito de revelación de secretos al hacerse pública una parte del auto.

De las decenas de abogados que hay personados en el procedimiento sólo


nueve disponían de los tomos cuyo secreto había sido levantado, por lo
que se dispuso iniciar una investigación con estos letrados. Dichos
abogados fueron citados a declarar por el Juzgado Central de Instrucción.

Por su parte, el Director del Diario El Mundo, Pedro Ramírez, que el diario
se acoge al secreto profesional y al derecho de no revelar las fuentes de
información: "En contestación a su requerimiento, le comunico que todo el
material verbal o escrito con el que realizan sus informaciones y reportajes
los periodistas de este diario está acogido al secreto profesional y al
derecho a no revelar las fuentes de información, al amparo de lo dispuesto
en el artículo 20 de la Constitución Española".

Por otro lado La Asociación de la Prensa de Madrid ha manifestado "las


restricciones a la libertad de expresión, y estamos ante una, dañan el
estado de derecho y perjudican la persistencia de los demás derechos
fundamentales".
"...los medios informativos tienen el deber de informar a los ciudadanos de
todo aquello que sea relevante, significativo, interesante y novedoso", y
afirma que "la defensa del secreto del sumario no puede sustentarse en el
perjuicio al deber de informar de los periodistas".

De esta manera, independientemente a que decisión tome la justicia,


vemos conjuntamente con el “caso Miller” de Estados Unidos, que muchas
veces el periodismo tiene una gran participación en los procesos judiciales.
Es función de los jueces el interpretar las leyes y hacer que los medios de
comunicación no influyan negativamente en las investigaciones.

20
Artículo publicado el viernes 29 de julio en el diario El Mundo.

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