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CAPÍTULO IV

Procesos metaoceánicos
Javier Gutiérrez Reynoso
Ingeniero Civil, UNAM, Profesor de asignatura desde
hace 12 años en los Departamentos de Hidráulica e Inge-
niería de Sistemas y Planeación.
Consultor en el campo de la ingeniería hidráulica, maríti-
ma y portuaria desde hace 15 años.

Alberto Soriano Martínez


Ingeniero civil, UNAM, Posgrado en Ingeniería (DEPFI-
UNAM).
Ingeniero estructural en el Instituto Mexicano del Petróleo

José Luis Luna Arroyo


Ingeniero civil, UNAM, Maestría en Estructuras (DEPFI-
UNAM).
Ingeniero estructural, IMP.
Procesos metaoceánicos

PROCESOSMETAOCEÁNICOS

La estructura de una plataforma marina


tiene la función de soportar los equipos de
perforación, proceso y auxiliares necesa-
rios para la extracción, adecuación y trans-
porte de los hidrocarburos, en un medio
tal que la expone al efecto de diversos pro-
cesos físicos actuantes en el medio oceáni-
co, tales como el oleaje, las corrientes ma-
rinas, las mareas astronómicas, el viento y
el sismo.
Dado que las cargas más significativas
para el diseño de plataformas son además
del peso, los factores anteriormente men-
cionados, resulta necesario definir sus ca-
racterísticas generales, para determinar las
solicitaciones que intervienen en su proce-
so de análisis estructural y diseño.
A estos procesos físicos, actuantes en el
medio oceanográfico y climatológico, se de-
nominan PROCESOS METAOCEÁNICOS.
La figura 1 presenta de manera sim-
plificada el proceso de diseño de una es-
tructura costa afuera; es posible apreciar que en lo que respecta a la defi-
nición de las solicitaciones sobre la estructura, se encuentran los procesos
metaoceánicos.
En adición, con el paso del tiempo y a medida que contamos con
mayor información, este proceso y la determinación de las solicitaciones
ha experimentado una evolución significativa. Basta mencionar que los
criterios de diseño para plataformas marinas han cambiado significativa-
mente en los últimos años. Las primeras plataformas marinas fueron di-
señadas para oleajes con periodo de retorno de 25 años, sin embargo, des-
de 1969 la mayoría de las plataformas marinas han sido diseñadas para
oleajes con periodo de retorno de 100 años.

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 1. El proceso de diseño de una estructura costa afuera.

Oleaje

El objetivo de este apartado es el presentar los conocimientos básicos de


los diversos procesos físicos, como es el oleaje, que intervienen como soli-
citaciones en el diseño de obras costa afuera.
El oleaje es un fenómeno generado por viento que, al soplar sobre la
superficie del mar, transmite su energía, provocando que la superficie se
deforme y produzca ondas que se mueven en la dirección de acción del
viento.
En general, una ola es una onda, y una onda es una perturbación pro-
ducida por una fuerza generadora en un medio continuo. Asimismo, so-
bre esta perturbación actúan fuerzas que tratan de reestablecer la condi-
ción de equilibrio inicial, o fuerzas restauradoras.
Las fuerzas generadoras y restauradoras pueden ser de muy diversa
índole, y dependiendo de sus magnitudes y características tendrán cam-
pos de acción perfectamente definidos. En esos campos es en donde se
manifestarán los diversos tipos de ondas, según se describirá más adelante.

216
Procesos metaoceánicos

Como principales fuerzas generadoras podemos citar:

 La fuerza del viento.


 Sismos, derrumbes y atracción gravitatoria.

Como principales fuerzas restauradoras podemos citar:

 La tensión superficial.
 La atracción gravitatoria.
 La fuerza de Coriolis.

Desde un punto de vista general, las ondas pueden clasificarse según


sus características y las fuerzas que las generan y las restauran, según lo
ilustra la figura 2. En ella es posible observar los principales tipos de onda,

Figura 2. Distribución aproximada de de la energía del oleaje en el océano,


ilustrando la clasificación de las olas superficiales por frecuencia, principal
fuerza generadora y principal fuerza restauradora
(Shore Protection Manual, 1984).

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

con relación a su periodo o frecuencia, a los agentes que intervienen en su


formación y a su capacidad energética. Por ejemplo, es posible observar
que la onda de capilaridad está caracterizada por periodos cortos, siendo
el menor del orden de 0.07 s, con longitud de 1.7 cm y alturas máxima
entre 1 y 2 mm; la fuerza generadora es el viento, mientras que la fuerza
restauradora es la tensión superficial.
En todas las demás ondas, la principal fuerza generadora es el vien-
to, mientras que la principal fuerza restauradora es la asociada a la gra-
vedad, es decir, el peso, por lo que se denominan "ondas de gravedad".
También es posible observar que el oleaje posee mayor energía en cuanto
mayor sea su periodo, por lo que las denominadas ondas de largo periodo
poseen una carga energética importante; entre estas ondas pueden iden-
tificarse las producidas por tormentas y huracanes, las debidas a sismos
o a la atracción gravitatoria de los astros, como es el caso de la marea
astronómica.

Descripción del fenómeno

El oleaje es una onda o perturbación en un medio continuo, originada


por la acción de una fuerza generadora y tendiente a sus condiciones
iniciales por medio de una fuerza restauradora. Esta onda posee ciertas
características particulares, que para su estudio pueden dividirse en dos
grupos:

1. Oleaje en aguas profundas, que se caracteriza por no estar in-


fluido por el fondo marino, moviéndose independientemente de
él; y
2. Oleaje de aguas someras u oleaje costero, que es aquel en el que
su forma y movimiento se ven afectados por el fondo marino.

Ambas condiciones repercuten en la generación de velocidades de


las partículas de agua en la columna vertical, según se aprecia en la
figura 3.

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Procesos metaoceánicos

a) Órbitas de las partículas sin


influencia del fondo (aguas
profundas).

b) Se inicia la influencia del fondo


(aguas intermedias).

c) Órbitas de las partículas


influenciadas por la cercanía del
fondo (aguas someras).

Figura 3. Influencia del fondo del océano sobre el perfil de las olas
(Sylvester, 1974).

Las características de una onda periódica que se propaga en la direc-


ción x, se presentan en la figura siguiente:

Longitud L

z
cresta
a h H
Nivel de aguas tranquilas
(SWL)
x

d valle

Figura 4. Características de una onda periódica (Sylvester, 1974).

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Los principales parámetros hidráulicos de la onda se definen de la


manera siguiente:

 Altura de ola (H): Se define como la distancia vertical entre la


cresta y el valle o seno de una ola determinada.
 Longitud de ola (L): Es la distancia horizontal medida entre dos
crestas o valles consecutivos.
 Periodo de ola (T): Se define como el tiempo que tardan en pasar
por un punto fijo dos crestas o dos valles consecutivamente.
 Celeridad de ola (C): Es la velocidad con la cual se desplaza la
ola, es decir C = L/T.
 Relación de esbeltez (γ= H/L): Define el perfil de la ola.
 Frecuencia de ola: Se determina mediante el inverso del periodo
ω = 1/T.

Las ondas en el océano son de una amplia gama de periodos. Las


energías asociadas a cada tipo de onda son proporcionales a la altura H.
Fundamentalmente, la definición de las características de una ola
parten de considerar tres parámetros básicos, que son la altura de la ola,
su periodo y su dirección de propagación. Estos parámetros esencialmen-
te se determinan a partir de dos técnicas generales:

a ) Medición del oleaje, que puede hacerse desde apreciación visual,


hasta con instrumentos sofisticados que permiten la medición y
caracterización del oleaje en tiempo real, es decir, en el momen-
to en que suceden.
b ) Pronóstico a través de métodos indirectos, como pueden ser los
métodos de caracterización del oleaje generado por viento, o la
caracterización estadística del oleaje, a partir de registros exis-
tentes.

Conociendo estas características básicas, es posible determinar el resto


de las características, tales como la longitud de la onda, su celeridad, etc.,
a partir de teorías orientadas a esa caracterización, según se explica más
adelante.

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Procesos metaoceánicos

Generación del oleaje

Como se ha escrito, el viento constituye una de las fuerzas básicas genera-


doras de olaje, por lo tanto, una manera de caracterizar y determinar las
condiciones del oleaje es a partir de los datos de viento. En ese sentido y
particularmente del viento como elemento generador de oleaje, las carac-
terísticas del sistema oleaje-viento quedan determinadas por la distancia
en la cual actúa el viento (fetch) y el tiempo de acción (duración).
La zona donde el viento transmite su energía al mar se llama ZONA
DE GENERACIÓN; dentro de los límites de la zona de generación, el
oleaje no tiene aún toda la energía que le puede transmitir el viento; fuera
de la zona de generación, el oleaje sí tiene toda esa energía, pero empieza
a transformarse en pérdidas, en un comportamiento del oleaje en LA ZONA
DE DECAIMIENTO (ver figura 5).
Al oleaje dentro de la zona de generación se le denomina OLEAJE
LOCAL o SEA.
Al oleaje fuera de la zona de generación se le denomina OLEAJE DIS-
TANTE o SWELL.

Figura 5. Generación de oleaje por viento.

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Teorías del oleaje

El oleaje se caracteriza por ser irregular y aleatorio y por desarrollarse


prácticamente en tres dimensiones. Para tratar de realizar su descripción,
se han desarrollado diversas teorías que pretenden describir matemática-
mente el fenómeno, las cuales han evolucionado desde su aparición.
Las teorías del oleaje tienen el objetivo principal de caracterizar el pro-
ceso del oleaje; adicionalmente, existe una diversidad de teorías que se ape-
gan, en mayor o menor grado, al comportamiento del oleaje en distintas
zonas, y para diversos fines, por lo cual es importante conocer sus rangos de
aplicación. A continuación se describen algunas de las principales teorías.

Teoría de Airy

Airy desarrolló la teoría lineal de pequeña amplitud, que se considera la


teoría más clásica. Es de importancia notable debido a que se ajusta bas-
tante bien al comportamiento real de las olas cuando se encuentra en
profundidades infinitas y, además, es una teoría de fácil aplicación.
Airy parte de las siguientes hipótesis (Sylvester, 1974):

 Fluido homogéneo e incompresible, la densidad es constante.


 Se desprecia la tensión superficial.
 Se desprecia el efecto de Coriolis.
 La presión en la superficie libre es uniforme y constante.
 El fluido es ideal, se desprecia la viscosidad.
 La onda considerada no está relacionada con ningún otro tipo de
movimiento del agua.
 El fondo es horizontal, fijo e impermeable; la velocidad vertical
en el fondo vale cero.
 La amplitud de la onda es pequeña en relación con la profundi-
dad y su forma invariable en el tiempo y el espacio.
 Las ondas son bidimensionales.

Las tres primeras consideraciones son realizadas en casi todos los


problemas de ingeniería de costas, pero las demás necesitan un trata-

222
Procesos metaoceánicos

miento especial para cada problema. Esta teoría no presenta validez cuando
se trata de profundidades pequeñas, ya que no considera la influencia del
fondo del océano sobre el perfil de las ondas.
La figura 4 muestra en dos dimensiones la propagación de la ola pro-
gresiva simple, en la dirección positiva del eje x. El símbolo η denota el
desplazamiento de la superficie del agua con relación al SWL o nivel de
aguas tranquilas y está en función del desplazamiento x y el tiempo t; a es
igual a la amplitud de la ola o la mitad de la altura de la ola.
La teoría de la pequeña amplitud y algunas teorías de amplitud finita
desarrollaron la introducción del potencial de velocidad ϕ(x,z,t) (SPM,
1984). Las componentes vertical y horizontal de la velocidad de las partí-
culas de agua como un punto (x,z) en el fluido son u que es igual a la
∂ϕ
derivada parcial de ϕ con respecto de x, u = − , y v que es igual a deri-
∂x
∂ϕ
vada parcial de ϕ con respecto a z, v = − . El potencial de velocidad, la
∂z
ecuación de Laplace, la ecuación dinámica de Bernoulli junto con las con-
diciones apropiadas de frontera y las consideraciones anteriores, proveen
la información necesaria para determinar las fórmulas de la ola de pe-
queña amplitud.
La tabla 1 muestra la clasificación del fenómeno del oleaje según la
profundidad en que se encuentre viajando la ola y su relación con la fun-
⎛ 2πd ⎞
ción tanh⎜ ⎟.
⎝ L ⎠

Tabla 1. Clasificación del fenómeno del oleaje de acuerdo con la profundidad


en que viaja la ola (SPM, 1984).

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

De esta forma las expresiones que definen la teoría sufren simplifica-


ciones dependiendo la zona en que este viajando la ola. Un resumen de las
fórmulas de la teoría lineal de olas progresivas o de pequeña amplitud se
muestra en la tabla 2.

Tabla 2. Ecuaciones de la teoría de Airy (SPM, 1984).


Estas ecuaciones sufren simplificaciones dependiendo de la profundidad
en que se encuentre viajando la ola.

224
Procesos metaoceánicos

Teoría de Stokes de segundo orden o de la ola progresiva

Esta teoría considera que la amplitud de la ola ya no es simétrica con


respecto al nivel de aguas tranquilas debido a que adquiere dos términos
de la ecuación general del perfil de la ola; de esta forma, el perfil de la
superficie libre queda determinado por la ecuación:

η = a cos θ + a 2 B 2 cos 2θ

donde a < H/2 para los órdenes mayores del segundo y B2 está en función
de la longitud de ola y la profundidad d (SPM, 1984).
Para utilizar ecuaciones de orden mayores al segundo se requiere el
uso de tablas y de herramientas informáticas para simplificar los cálcu-
los. Las ecuaciones simplificadas para dar solución a la teoría de Stokes
de 2° orden se presentan en la tabla 3.

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Tabla 3. Ecuaciones para dar solución a la teoría de Stokes de 2° orden (SPM, 1984).
Estas ecuaciones sufren algunas simplificaciones dependiendo de la
profundidad en que se encuentre viajando la ola.

Teoría de la onda solitaria

La onda solitaria es una onda larga generada por un gran desplazamiento


de agua causado por un fenómeno como un desprendimiento de tierra o
un sismo (maremoto). La onda solitaria es una onda de traslación relativa

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Procesos metaoceánicos

de masas de agua, es decir que las partículas de agua se mueven sólo en


dirección del avance de la ola. Cuando una ola oscilatoria se desplaza en
aguas reducidas, sus características son muy similares a las de una ola solita-
ria, esto quiere decir que la amplitud aumenta progresivamente, las crestas
se hacen más cortas y agudas, y el valle se hace más largo y más plano (García,
1990). Particularmente la onda solitaria puede ser definida por la profundi-
dad del mar y la altura de la ola; de esta forma, los parámetros como la
longitud y el periodo son independientes en la caracterización de la ola.
La onda solitaria es un caso particular de la onda cnoidal cuando el
periodo T, la longitud de onda L y el número de Ursell Us tienden a infi-
nito, en el cual la integral elíptica de primer orden K(k)=K(1)= ∞ y el
coseno elíptico jacobiano se reduce a una secante hiperbólica, la ecuación
del perfil se presenta de la siguiente forma (García, 1990; Sánchez, 1980):
⎡ 3 H ⎤
η = H sec h 2 ⎢ 3
(x − Ct )
⎣ 4d ⎦
siendo el origen de x la cresta de la ola.
El volumen de agua contenido en la ola sobre el nivel de aguas tran-
quilas por unidad de ancho de cresta, se puede determinar mediante la
fórmula siguiente:
1
⎛ 16 ⎞ 2
V = ⎜ d 3H⎟
⎝ 3 ⎠
La celeridad se define como

C = g (H + d )
McCowan desarrolló los principios para el cálculo de las velocidades
de las partículas de agua para la ola solitaria en 1891, y Munk las presenta
en 1949; las componentes son (García, 1990; Sánchez, 1980):

M*y
1 + cos co
Horizontal u = C*N d
⎛ M*y
⎜ cos cos
⎝ d

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

M*y
sen sen
Vertical w = C*N d
⎛ M*y
⎜ cos cos
⎝ d

La expresión de la velocidad horizontal es usada en la predicción de


fuerzas sobre estructuras marinas en aguas someras (SPM, 1984). Para x
y t iguales a cero la velocidad es máxima; entonces
C*N
u más =
M*y
1 + cos
d
M y N son función de la altura relativa de ola H/d (SPM, 1984).

Función corriente

En años recientes, las aproximaciones para la solución de las ecuaciones


hidrodinámicas que describen el movimiento fueron propuestas y desa-
rrolladas por Dean (1965, 1967) y Monkmeyer en 1970 (citado por Sánchez,
1980). Las aproximaciones de Dean le permiten desarrollar la Teoría de
la Función Corriente, la cual es una teoría de ola no lineal similar a la
teoría de Stokes de orden mayor. Ambas se construyen a partir de sumas
de funciones de senos y cosenos que satisfacen las ecuaciones originales
de Laplace.
Dean propuso una función corriente para olas de gravedad no linea-
les, cuya forma se elige de manera que la solución de la ecuación de Laplace
para desplazamientos interiores satisfaga las condiciones de frontera en
el fondo y en la superficie.
En el fondo, se considera que no hay movimiento vertical de las partí-
culas de agua, mientras que en la superficie deben considerarse dos crite-
rios. En primer término, las partículas de agua deben girar de acuerdo
con el movimiento de la superficie libre y en segundo término, la pre-
sión estimada en la superficie deberá ser la correcta (Sylvester, 1974).

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Procesos metaoceánicos

Los cálculos involucrados en la evaluación de términos que compo-


nen la serie de expansión de orden mayor son largos y tediosos, por lo que
se recomienda el uso de tablas o presentaciones gráficas para dar solución

Figura 6. Rango de aplicación y validez de las diversas teorías de oleaje


(Shore Protection Manual, 1984).

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

a esta teoría y poder aplicarla en la ingeniería de costas para el análisis de


fuerzas producidas por oleaje y corrientes en estructuras marinas; la in-
formática es una herramienta que simplifica su uso.
Dean aplicó también su función corriente a olas hipotéticas con ca-
racterísticas específicas tales como altura, periodo y profundidad, a las
que denominó olas teóricas, ya que el perfil utilizado en los cálculos se
derivó a partir de la teoría lineal. Se hizo una comparación con el méto-
do de potencial de velocidades de Chapcelear, hasta el 7º orden. Se en-
contró que el máximo error en la función corriente ocurre en la cresta.
Al verificar la ola antes de romper, se observó que H0/d es mayor que el
valor teórico normalmente aceptado de 0.78 (H0 es la altura de ola en
aguas profundas), que a su vez es mayor que el normalmente observado
de 0.73. Dean argumenta que este límite requiere verificación (SPM,
1984).
Von Schwind y Reid intentaron elaborar tablas a partir de la función
corriente. Se simplificó la condición de frontera en la superficie mediante
un procedimiento de conformación de planos y los resultados se compa-
raron con las teorías de Stokes de primer, tercer y quinto orden. Las ta-
blas y gráficas obtenidas no son de aplicación directa para los especialistas
en ingeniería de costas, ya que contienen coeficientes de Fourier en lugar
de funciones primarias de olas (Sánchez, 1980).

Caracterización del oleaje

Como ya se ha mencionado, para aplicar las teorías de oleaje es necesario


partir de tres datos básicos, como son la altura de la ola, su periodo y su
dirección de propagación. A continuación se mencionan dos formas de
definir estos parámetros, partiendo del conocimiento del campo de vien-
tos existente en la zona y de la disponibilidad de registros de alturas, pe-
riodos y direcciones del oleaje prevaleciente en un sitio determinado.

Mediante modelos de generación de oleaje por viento

Los vientos se comportan de acuerdo con un balance geostrófico arriba de


los 1 000 m de altura, ya que debajo de esta altura los efectos de fricción

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Procesos metaoceánicos

debidos a la presencia del océano distorsionan el campo de vientos. Abajo


de esta región geostrófica se presenta una capa límite, la cual se divide en
dos partes: Una de esfuerzo constante de 10 m (elevación estándar para la
información) a 100 m de altura y arriba de ésta la zona de Ekman (SPM,
1984) (figura 7).

Figura 7. Capa límite sobre las olas (SPM, 1984).

El viento geostrófico constituye la forma más simple de estimar la


velocidad real en la atmósfera libre. Para aplicar fórmulas o nomogramas
para el cálculo de la predicción de oleaje, se requiere transformar la velo-
cidad de viento a esfuerzo de viento.
Las fuerzas que intervienen en la generación del viento son esencial-
mente cuatro:

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Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

a) Fuerza de presión representada por el gradiente de presiones.


P1 − P2
Fp =
Lo ρ a

P = presiones en las isobaras 1 y 2


L o = separación entre isobaras
ρ a = densidad del aire

b ) Fuerza de fricción.
Ff = µW

µ = coeficiente de fricción
W = peso de la masa de aire

c ) Fuerza centrífuga/centrípeta.

m = masa de aire
v = velocidad tangencial de las partículas
R = radio de curvatura de la Tierra

d ) Fuerza de Coriolis.

Fcr = (2ω)v sen(φ)

ω = velocidad angular de la Tierra


v = velocidad del viento
φ = grados latitud del punto analizado

El viento geostrófico (Ug) constituye la forma más simple de estimar


la velocidad real del viento en la atmósfera libre. Si las isobaras son rectas
y paralelas se dice que se trata de un viento geostrófico, el cual se ve
influido por la fuerza de presión y la fuerza de Coriolis; la figura 8 mues-

232
Procesos metaoceánicos

Figura 8. Escala de viento geostrófico (SPM, 1984).

tra una solución gráfica para obtener la velocidad del viento geostrófico
para la siguiente ecuación:
1 ∆p
Ug =
ρ a f ∆n
f = 2ωsenφ

233
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

para condiciones de

T = 10 ° C
ρ a = 1.247 x 10-3 gr/cm3
p = 1013 mb

donde:

f = es el parámetro de Coriolis
∆n = espacio entre isobaras medido en grados de latitud
∆p = 3 mb y 4 mb
ω = velocidad angular de la Tierra (0.2625 rad/hr)
φ = latitud en grados

Tw - Ta C

0 o Negativo 0.60
0 – 10 0.65
10 – 20 0.75
20 o menor 0.90

Tabla 4. Parámetros de viento real .

Tw = temperatura del agua de mar


T a = temperatura del aire

Nota: se recomienda que en cálculos prácticos se utilice


un valor de C cercano a 0.60

El viento real es función de las cuatro fuerzas antes mencionadas, y es


éste el que genera el oleaje y la marea. El viento real se relaciona con el
viento geostrófico de la siguiente forma:

234
Procesos metaoceánicos

U = C * Ug

donde C es un parámetro de corrección que depende de la diferencia de


temperatura entre el agua de mar y el aire.
La altura del oleaje se determina a través de fórmulas que relacionan
el esfuerzo de viento ajustado con la altura de ola significante y el periodo
del pico del espectro de oleaje (SPN, 1984):

gTm ⎛ gF
= 2.857 x10 −1 ⎜⎜ 2
UA ⎝ UA
donde:

UA = esfuerzo de viento o velocidad de viento ajustado


gH m o ⎛ gF=⎞ altura de ola significante de un espectro de oleaje
H
= 1.6 x10 −3 ⎜⎜ T 2 =⎟⎟ periodo pico del espectro de oleaje
U 2A ⎝ gU A=⎠ gravedad
F = fetch

Mediante el manejo estadístico de datos de oleaje

Otra forma de caracterizar el oleaje es mediante el empleo de técnicas


estadísticas aplicadas a un tren de olas. La forma de caracterizar un tren
de oleaje es en función de valores característicos, tales como:

 La altura y periodo medio cuadrático


 La altura y periodo de ola significante
 La altura y periodo medio
 La altura y periodo de ola n-ésima

En ocasiones se hace uso de ajustes a distribuciones de probabilidad,


como es el caso del ajuste a distribuciones de probabilidad Tipo Rayleight.

235
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Es necesario hacer uso de procesos estadísticos para definir las altu-


ras, así como los periodos del oleaje que lo caractericen, debido a su ca-
rácter aleatorio. Para la medición de estas alturas, de tal forma que cons-
tituyan una base de datos apropiada, actualmente se utiliza como una
alternativa el método denominado como cruce por cero. Este método toma
en cuenta el momento en que el perfil superficial de la ola cruza el cero
imaginario del agua en reposo por donde se desplaza en una cierta direc-
ción. De esta forma se define la altura de ola como la distancia vertical
entre el máximo y el mínimo nivel adyacente al punto de cruce por cero,
quedando en forma semejante definido el periodo (figura 9).

H1
H2

T1

T2

Figura 9. Definición de alturas y periodos (Frías y Moreno, 1986).

Para definir la geometría estadística del oleaje se utilizan los siguien-


tes parámetros:

a ) Hj y Tj altura y periodo de la ola j.


b ) Hmax. N y Tmax. N altura y periodos máximos de la ola para un
conjunto de N olas.
c ) H1/3, T1/3 altura y periodo un tercio o significantes los cuales co-
rresponden al promedio del tercio de los valores más altos de un
tren de olas dado.

236
Procesos metaoceánicos

d ) H1/10, T1/10 altura y periodo un décimo que corresponden al pro-


medio de un décimo de los valores más altos de un tren de olas
dado.
e ) H y T altura y periodo medios de un tren de olas dado.
f) H m altura media cuadrática.

Cada una de las diferentes alturas de la estadística tiene una aplica-


ción práctica.
La altura de ola significante fue introducida por Sverdrup y Munk en
1947 (citado por Sylvester, 1974), habiéndose comprobado que coincide
aproximadamente con el valor que un observador imparcial y acostum-
brado al mar asignará al oleaje por mera inspección en éste.

Distribución estadística del oleaje

La determinación de la distribución de frecuencias de las alturas de ola


para un determinado grupo de olas, fue ampliamente estudiada por
Longuet-Higinns (Longuet-Higinns, 1961); las conclusiones de su trabajo
indican que la distribución de Rayleigh se asemeja a la distribución de las
alturas de ola.

0.8
0.7
0.6
Probabilidad

0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
Altura de ola / Altura de ola media (H/Hm)
Figura 10. Distribución de Rayleigh (Frías y Moreno, 1986).

237
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

1
0.9
0.8
0.7
Probabilidad

0.6
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4
H /(Hm)

PROBABILIDAD DE EXCEDENCIA

Figura 11. Probabilidad de excedencia de acuerdo con la distribución


de probabilidad Rayleigh.

La probabilidad de que ocurra un evento en el cual la altura de ola


exceda el valor de H está dada por

P(H ) = 1 − ∫ P(H )dH


H

La enésima ola más alta H1/n se puede calcular a partir de:



H 1 = n ∫ Hp(H )dH
n Hn

Usando la última ecuación se obtienen las relaciones:

H1/3 = 1.6Hm

H1/10 = 2.03Hm

H1/10 = 1.27 H1/3

238
Procesos metaoceánicos

Por su parte, la altura de ola más alta H max., puede ser expresada
como una función del número de olas N
H max
= 107
. log N
H1 3

La distribución estadística de los periodos de ola difiere a la corres-


pondiente de alturas; sin embargo, se acepta que su distribución, para un
mar completamente desarrollado, está dada por :

T13 ⎛
p(T1)dT = 2.7 exp⎜ −
T 4 ⎜

donde p (T) es la función de distribución de densidad para los periodos.
Esto significa que la distribución del periodo al cuadrado, el cual es
proporcional a la longitud de onda, se expresa mediante la curva de
Rayleigh. Estadísticamente se acepta que:

T1/10 = T 1/3

T1/3 = 1.3T

Distribución espectral del oleaje

Si se supone un registrador de oleaje capaz de extraer la energía corres-


pondiente a cada onda componente de un tren, con su dirección (θ) y su
frecuencia (ω), la expresión gráfica del registro de la totalidad de las
ondas sería una campana orientada en la dirección principal del viento,
con un máximo para esta dirección correspondiendo con la frecuencia
del grueso del temporal. Esto es, el término espectro de energía del oleaje
debe entenderse como la suma de ondas senoidales con diferentes fre-
cuencias.
Como función de la frecuencia (ω) y de la dirección (θ), la expresión
espectral del oleaje será S(θ,ω), que recibe el nombre de espectro comple-
to. Si, como es más frecuente, interesan únicamente los niveles desechan-

239
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

do las direcciones, la gráfica obtenida sería como la mostrada en la figura


12, la cual corresponde a la integral del espectro completo con respecto a
la dirección:

Espectro
Integrado

Figura 12. Espectro integrado S(w) (Frías y Moreno, 1986).

Cuando los periodos presentes en el oleaje contemplan teóricamente


a la totalidad del intervalo (0,∞), se dice que el oleaje está totalmente
desarrollado; en cualquier otro caso estará parcialmente desarrollado.
Se llama espectro acumulativo de energía a la integra1 del espectro
de frecuencias S(ω) en el intervalo de periodos (0 < T < T1) o su equiva-
lente de frecuencias (∞ <T < ω1).
Se denomina periodo óptimo (Top.), al correspondiente a la frecuen-
cia máxima de transmisión de energía, es decir, al máximo maximorum
del espectro S(ω).
Se han obtenido varios modelos de espectros de ola (Goda, 2000),
siendo los más representativos los que a continuación se mencionan.

a ) Espectro Bretschneider. Este espectro es aplicable para vientos


soplando sobre fetchs finitos y cuando se conocen estadísticamente la al-
tura y el periodo del oleaje.

240
Procesos metaoceánicos

E(f) = (H ,T, f)

b ) Espectro Pierson–Moskowits. En la siguiente ecuación U19.5 es la


velocidad del viento en m/s, medida a 19.5 m sobre el nivel del mar; repre-
senta un espectro para un mar desarrollado debido a un viento soplando la
suficiente duración.

E(f) = (U19.5, f )

c ) Espectro JONSWAP. El JONSWAP (Joint North Sea Wave Projet)


ha realizado numerosas observaciones y análisis del oleaje en el mar del
Norte, de las cuales se obtiene una expresión para el espectro:

E(f) = (α, γ, λa, λb, fm )

fm es la frecuencia pico, y una constante con valor aceptado normalmente


de 0.008 y la relación entre la máxima energía espectral del JONSWAP y la
correspondiente al espectro de Pierson-Moskowits (PM). En el espectro
JONSWAP α, γ, λa y λb definen su forma.
Cuando se da el espectro de frecuencias E(f), el momento enésimo
con respecto al origen, vale:

M n = ∫ f n E(f )df
0

Investigaciones basadas en la teoría y en observaciones directas dan


validez a las siguientes relaciones(Goda, 2000):

H 1 = 3 .6 E
10

H 1 = 2.83 E
3

H m = 1.77 E

241
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

en donde E se define por:

M 0 = ∫0 E[f ]df

E
M0 ≅
2
Viento

El movimiento de las masas de aire se define como viento, también se


puede definir como corriente horizontal de aire que circula con relativa
proximidad a la superficie terrestre. Aunque también existen los vientos
orográficos (ascendente).
De acuerdo con su dirección, los vientos se pueden clasificar de la
siguiente manera:

 Constantes o regulares (actúan todo el año).


 Periódicos (se invierten; en el día y noche o en épocas del año).
 Irregulares (no periódicos).

Por su extensión en:

 Locales.
 Generales o planetarios (brisas y monzones).

El viento es la principal fuerza generadora de oleaje teniendo un efec-


to permanente en la costa, además produce marea de viento y fuerzas
sobre las estructuras.
Los elementos que caracterizan al viento son tres:

a ) Dirección. Para definir su dirección se utiliza la rosa de vientos.


b ) Intensidad o velocidad con que sopla. Para su medición se utiliza
la escala internacional Beaufort (modificada) que se presenta en
la tabla 5, la cual relaciona la intensidad del viento con el estado
de mar.

242
Procesos metaoceánicos

c ) Frecuencia o número de veces que se presenta con determinadas


características durante un lapso cualquiera, utilizándose normal-
mente el día, mes, estación o año.

El mar de viento es en realidad función creciente de tres variables: la


fuerza o intensidad, la persistencia y el fetch. Internacionalmente se ha
adoptado la escala de Douglas para definir el estado de mar, asociado a
un nombre característico y correspondiendo a cada uno de los grados de
Beaufort (tabla 5).

Tabla 5. Escala de Beaufort (Frías y Moreno, 1986).

243
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Tabla 6. Escala de Douglas (Frías y Moreno, 1986).

Corrientes marinas superficiales

De manera general, las corrientes pueden definirse como el desplaza-


miento de una masa de agua, determinada por dos características: di-
rección y velocidad.
La dirección de una corriente es el rumbo hacia el cual se dirigen.
La velocidad de una corriente se expresa tradicionalmente en nudos,
cuando se trata de aspectos relativos a la navegación, o bien en m/s. Un
nudo se define como la velocidad correspondiente a una milla náutica
por hora, por lo cual su equivalencia es 1 m.n./hora = 1 860 m/3 600 s =
0.5 m/s.
Las corrientes pueden ser de los siguientes tipos:

a ) Corrientes oceánicas
b ) Corrientes inducidas por viento
c ) Corrientes por marea

244
Procesos metaoceánicos

Figura 13. Corrientes oceánicas superficiales en el Golfo de México (Atlas


Oceanográfico del Golfo de México y Mar Caribe, Sección I, Mareas y Corrientes,
Secretaría de Marina, 1974).

d ) Corrientes producidas por oleaje


e ) Corrientes de densidad

Corrientes oceánicas

Las causas de las corrientes oceánicas son fundamentalmente dos:

 El viento, que opera como elemento de arrastre de las moléculas


superficiales, las cuales a su vez, por rozamiento, actúan sobre
las moléculas más profundas (este tipo de corrientes son superfi-
ciales y de poca profundidad). Adicionalmente, coinciden en di-
rección con los vientos generales.
 El gradiente como elemento productor de corrientes está deter-
minado por la diferencia de densidad de las masas de agua, la
cual es función de la temperatura y la salinidad.

Otros elementos influyen en el comportamiento de las corrientes, como


son la configuración litoral, la topografía del fondo marino, la inercia de la
corriente y la fuerza de Coriolis.

245
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

En función de la temperatura se clasifican en calientes y frías (im-


portancia de carácter biológico).

Corrientes locales inducidas por el viento

Cuando el viento sopla sobre la superficie del mar produce un esfuerzo


cortante sobre el agua, y las partículas líquidas de trayectoria circular,
originadas por el oleaje, ahora tendrán una componente de traslación
importante.
Existen las ecuaciones de Ekman y tablas de otros autores (Rossby y
Montgomery), donde pretenden determinar la velocidad de la corriente a
partir de la velocidad en la superficie, pero se deberán considerar mera-
mente como una orientación, ya que en la realidad son muchos los pará-
metros que intervienen en la generación de corrientes por vientos locales,
y los modelos matemáticos simplifican muchos de éstos.
Considerando la acción de un viento ideal, de velocidad constante so-
plando sobre una superficie o plano de agua de extensión infinita, y to-
mando en cuenta las fuerzas de fricción y Coriolis, se dedujeron las si-
guientes expresiones (Ekman 1905), las cuales son válidas para el Hemis-
ferio Norte:

U = Us e-az cos (45o – az)


V = Us e-az sen (45o – az)

En donde:

U , velocidad del viento


V, componente de la velocidad de la corriente en la dirección del
viento
U s , velocidad absoluta de la corriente en la superficie
Z, coordenada vertical con desarrollo positivo hacia abajo.

ρω Ω Senφ
a=±
µ

246
Procesos metaoceánicos

ρω, densidad del agua


Ω, velocidad angular de la Tierra
Φ, grados latitud
µ,viscosidad del agua

Si se aplican las expresiones para determinar U y V para la superficie


del agua (Z=0), se observará que la corriente en su dirección presenta
una desviación de 45o con respecto a la del viento. Para valores crecientes
de Z, esta diferencia de dirección se incrementa, mientras que la veloci-
dad de la corriente decrece; para una profundidad Z=π/α, el sentido de la
corriente es opuesto al correspondiente en la superficie. A la representa-
ción gráfica de este comportamiento se le llama "espiral de Ekman". Otros
autores (Rossby y Montgomery), mediante la aplicación de la teoría, lle-
garon a los valores que se indican en la siguiente tabla (tabla 7).

Latitud Relaciones de Us/Uo


Velocidad del viento superficial Uo (m/s)

5 10 15 20

15 0.0317 0.0291 0.0276 0.0266


30 0.0292 0.0268 0.0254 0.0245
45 0.0280 0.0256 0.0243 0.0234
60 0.0273 0.0249 0.0237 0.0228
75 0.0269 0.0246 0.0234 0.0226
90 0.0268 0.0245 0.0233 0.0225

Tabla 7. Relaciones de Us/Uo.

Cabe señalar que los valores antes presentados, y los que pudieran
deducirse a partir de la aplicación de las ecuaciones, deben considerarse
sólo como orientadores, siendo lo más conveniente, en un caso práctico,
realizar mediciones directas.

247
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Corrientes inducidas por marea

La elevación y descenso pe-


riódico del nivel del agua ge-
nera movimientos notables
en las masas líquidas, sobre
todo en las zonas costeras,
en donde la comunicación
con el mar abierto está rela-
tivamente restringida, gene-
rando las llamadas corrien-
tes de marea.
Este tipo de corrientes
se dividen en:

 Corrientes rotatorias
 Corrientes pendula-
res (flujo o reflujo)
 Corrientes hidráuli-
cas (represamiento)

La característica de
este tipo de corrientes es su
periodicidad, que puede ser
diurna o semidiurna-mixta, Figura 14. Esquema vectorial que muestra
según sea la marea astronó- las corrientes asociadas a la marea en fase
mica. Las características de de reflujo, para el Río Tuxpan y sus zonas
las corrientes de marea cam- estuarinas, en el estado de Veracruz.
bian de un lugar a otro, de-
pendiendo principalmente
del carácter de la marea pero en función también de la profundidad y con-
figuración de terreno. Aunque es en regiones cercanas o inmediatas al lito-
ral donde se presentan problemas con estas corrientes ya que provocan
transporte de sedimentos (azolvamientos y socavación), y en aguas profun-
das sus velocidades son relativamente bajas.

248
Procesos metaoceánicos

Corrientes inducidas por oleaje

El proceso del oleaje, sobre todo al aproximarse a aguas poco profundas,


genera un patrón de corrientes asociado a la dirección predominante de
incidencia.
La importancia de este tipo de corrientes radica en que son las que
originan y regulan, en su mayor parte, el movimiento de sedimentos
costeros.

Estas corrientes se clasifican en dos tipos:

a ) Corrientes normales a la costa


b ) Corrientes paralelas a la costa

Trayectoria de las
partículas de arena Olas aproximándose
Transporte Litoral a la playa

Trayectoria de las
partículas de agua

Playa

Agua retirándose Movimiento de agua


de la playa a lo largo del litoral

Figura 15. Patrón ilustrativo de las corrientes asociadas al oleaje


en las cercanías de la costa.

249
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

a ) Corrientes normales a la costa. Son generadas por la necesidad


de evacuación del volumen de agua sobrante que ha sido empuja-
do y acumulado contra la playa en el estrán (figura 16) debido a la
acción del oleaje y del viento; este exceso de volumen se mani-
fiesta con una sobreelevación del nivel del mar en la zona de rom-
pientes.

Figura 16. Zona de rompientes y estrán.

Este tipo de corrientes a su vez puede tomar dos formas. La primera


se denomina resaca (undertow) y se manifiesta como un flujo difuso que
arranca del estrán desplazándose próximo al fondo hacia mar adentro, a
lo largo de prácticamente toda la playa. Esta corriente desaparece a la
altura de la línea de rompientes sin producir, entonces, ninguna renova-
ción apreciable del agua.
La segunda forma se denomina corriente de retorno (rip-current) y
se presenta en forma de chorro concentrado, atravesando la línea de rom-
pientes para expandirse luego (figura 17).
La importancia de este tipo de corriente estriba en que producen una
clasificación en los sedimentos de las playas, la cual interviene en su ba-
lance o estabilidad.

250
Procesos metaoceánicos

Figura 17. Corriente de retorno.

b ) Corrientes paralelas a la costa. Lo más común en una playa es


que el oleaje incida formando un cierto ángulo con ella, es decir,
oblicuamente, bien sea debido a la refracción que sufre en su
acercamiento o por la dirección con que fue generado; por ello se
formará una corriente paralela a la costa localizada entre la línea
de rompientes y la orilla. Esta corriente recibe el nombre de "co-
rriente litoral" o corriente a lo largo de la costa (long shore current).

Se considera generalmente que esta corriente es la principal respon-


sable de transportar los sedimentos a lo largo de la costa, una vez que el
sedimento ha sido puesto en suspensión en la rotura de la ola; por tal
razón, es muy importante dentro de la ingeniería de costas conocerla cuan-
titativa y cualitativamente. En tal sentido, se han desarrollado diversas
expresiones que permiten su cálculo, algunas de las cuales se presentan a
continuación.

i.- LONGUET-HIGGINS (modificada)


V= 20.7 m (g/Hb)1/2 Sen2αb

251
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

ii.- INMAN-QUINN
V=((1/4x2) + y)1/2 – (1/2x)2
iii.- GALVIN
V=g T tgβ Sen2αb

En las cuales:

V velocidad de la corriente longitudinal (pie/s)


m pendiente de la playa en la zona de rompientes
g aceleración de la gravedad (pie2/s)
Hb altura de la ola rompiente (pie)
αb ángulo de incidencia del oleaje en la rompiente (grados)
x = (108.3 Hb tg β cos αb)/T
β ángulo de la pendiente de la playa (grados)
T periodo del oleaje (s)
y = Cb Sen αb
Cb = 2.28 g Hb

Medición

Para la medición de las corrientes marinas, se pueden emplear diferentes


dispositivos y aparatos. Uno de los más sencillos y a la vez más utilizados
es el flotador de deriva que se muestra en la figura 18, el cual permite
conocer la velocidad de las corrientes a la profundidad deseada, así como
la dirección o tendencia de la misma; para tal efecto, los flotadores, una
vez soltados en el agua, se posicionan desde tierra cada determinado tiempo,
con base en puntos conocidos de una poligonal playera.
Los aparatos de mediciones se denominan corrientómetros y pueden
ser del tipo mecánico o electrónico (figura 19); estos aparatos se introdu-
cen al agua desde una lancha y registran la velocidad con base en una
propela calibrada y un contador de revoluciones.
Existen otros corrientómetros electrónicos más sofisticados, los cua-
les operan en el fondo del mar, recuperándose periódicamente para obte-
ner información registrada de velocidad y dirección de las corrientes.

252
Procesos metaoceánicos

Las corrientes de retorno presentan gran dificultad para su análisis


dada su movilidad y los múltiples parámetros que en ella intervienen,
como son: la topografía del fondo, la interacción entre las olas y las co-
rrientes, etcétera.
Cuando se tiene una incidencia normal del oleaje a la playa, algunos
estudios han indicado que se forman células cerradas de circulación de
las corrientes (figura 20).

Figura 18. Flotador de deriva.

Figura 19. Corrientómetro


mecánico (molinete).

Figura 20. Células de circulación


cerradas.

253
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

PROCESOS DE DIFUSIÓNYMEZCLADO

Dentro de los aprovechamientos costa afuera, resulta frecuente el encon-


trar procesos relacionados con la difusión y mezclado, los cuales son, sin
duda, de gran importancia. Por ejemplo, puede citarse la transferencia de
calor a través de capas superficiales del océano, o el desecho de efluentes
por medio de estructuras especializadas denominadas emisores; estos
efluentes no necesariamente son contaminantes, ya que en esencia pue-
den tratarse de vertidos de sustancias con propiedades físicas diferentes
de las del líquido receptor.
Es posible citar algunos ejemplos de aplicaciones y resolución de pro-
blemas relacionados con los procesos de difusión y mezclado: disposición
de efluentes en cuerpos de agua, disposición de sustancias —inclusive
agua— con diferente temperatura en cuerpos de agua, procesos de mez-
clado en ríos, estuarios, almacenamientos o en mar abierto, análisis y pre-
dicción de las condiciones de descarga (chorros de descarga y plumas de
difusión), etcétera.
Por ello, una cuestionante frecuente consiste en la necesidad de ana-
lizar y predecir el comportamiento de difusión y mezclado de una sustan-
cia en un cuerpo de agua, caracterizado por procesos hidrodinámicos —o
de movimiento de masas de agua—, químicos y térmicos, entre otros.
Otras cuestionantes específicas pueden ser planteadas, como por ejem-
plo, en el caso de disposición de sustancias ajenas a un cuerpo de agua,
como son los contaminantes, los objetivos principales son los de minimi-
zar y manejar, de manera eficiente, los impactos asociados a esta disposi-
ción, en acuerdo a normas de concentraciones permisibles.
Por lo anterior, aquí se desarrollan los conceptos básicos de difusión y
mezclado.

Difusión y mezclado

Los procesos de mezclado son de mucha importancia dentro de la inge-


niería de costas. La transferencia de calor a través de capas superficiales
del océano se debe principalmente al mezclado por difusión y por la agita-
ción, en gran escala, inducida por la rotura del oleaje en el mar. Otro

254
Procesos metaoceánicos

ejemplo en donde los procesos de mezclado tienen gran importancia es el


desecho de efluentes por medio de emisores en donde las corrientes, oleaje,
etc., nos ayudan a diluirlos en el océano.

Mezclado de un chorro turbulento

Consideramos primeramente el mezclado de un chorro que descarga en


un fluido de la misma densidad. En este caso, el chorro que sale se mez-
clará en parte con el fluido que lo rodea, de tal manera que el volumen del
flujo se incrementará con la distancia, y la velocidad disminuirá.
En la figura 21 se muestra un chorro saliendo de un orificio de ancho
"Lo" en la forma de un flujo uniforme.
La frontera entre el chorro y el fluido circundante es inestable y exis-
ten esfuerzos de corte altos, y el mezclado ocurrirá con la transferencia
del momentum, temperatura y material del chorro al fluido receptor. Se
consideran dos zonas de flujo en este modelo.
La zona de establecimiento de flujo que consiste en un núcleo de
velocidad uniforme "uº", y de una capa límite de fluido que rodea con la
velocidad "u". En la zona de flujo establecido, el mezclado existe en todo
el chorro.
Albertson (1948), al desarrollar la teoría del chorro turbulento, supu-
so que la distribución de presiones era hidrostática en toda la zona de
movimiento, que el flujo de momentum era constante, y que el flujo era
dinámicamente similar en cada sección de la región de mezclado.
También se supuso que los perfiles de velocidad en la zona de mez-
clado podrían ser dados por una función de probabilidad normal de Gauss
(figura 22).

Donde:
u − y2
=e
um 2σ 2
O también,
u ⎛ − y2 ⎞
= exp ⎜⎜ ⎟

um ⎝ σ ⎠
2 2

255
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 21. Representación


esquemática de un corro
mezclado.

Figura 22. Distribución de velocidades


de acuerdo a una distribución normal.

Figura 23. Ranura.

Figura 24. Esquema de una


columna ascendente.

256
Procesos metaoceánicos

u = Componente de velocidad en la dirección del eje del chorro


u m = Velocidad axial a lo largo del eje del chorro a una distancia "x"
del orificio de salida
y = Ordenada normal a x
σ = Desviación estándar (matemáticamente hablando) y físicamen-
te, la distancia del eje del chorro al punto de máximo gradiente
de velocidad.

La expresión anterior es una suposición muy pobre del fenómeno,


excepto en la parte central del chorro.
En la zona de establecimiento de flujo, se supuso que "um" correspon-
dería a "uº" hasta el punto en que los remolinos generados por el chorro de
mezclado con el fluido receptor penetraran al centro del mismo; lo que se
muestra en la figura 23 para el caso de una ranura.
El valor de "σ" se debe obtener experimentalmente y no se usa direc-
to, sino más bien otro coeficiente C, cuyo valor:
σ
C=
x

Para el caso de un oficio circular:


σ
C2 =
x

Usando además la consideración del momentum del flujo.


M ∫ ϖo u 2 dA
= 2 =1
Mo uo Ao
Xo 1
= Do= diámetro
Do 2C2

Xo 1
= Bo = anch
Bo C1 π

257
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Experimentalmente se han obtenido los valores de C1 y C2 para cho-


rros de aire de la misma densidad, y las ecuaciones para la distancia de
velocidades en la zona de flujo establecido.

u x
log 10 = 0.36 − 18
uo Bo

u x r
log 10 = 0.79 − 33
uo Do x

r = coordenada radial

Las ecuaciones para la velocidad "um" a lo largo del eje del centro en
la zona de flujo establecido.

um x
= 2.28 ( ranura
uo Bo
um x
= 6.2 ( orificio)
uo Do

Si ahora consideramos el caso de las descargas, es decir, gastos de un


flujo:
 En la zona de establecimiento del flujo
Q x
= 1 + 0.080 (ran
Qo Bo

Q x
1 + 0.083 + 0.018
Qo Do

 En la zona de flujo establecido

Q x
= 0.62 ( ranur
Qo Bo
258
Procesos metaoceánicos

Q x
= 0.32 (orificio
Qo Do

Un razonamiento análogo se puede realizar para el caso del análisis


de concentraciones del fluido (inicial y en cualquier punto).
Para el caso de la zona de establecimiento del flujo y en el caso de un
orificio:
C
= exp ⎨
[
⎧⎪ T − C3 x − ( D
2
Co ⎪⎩ 2 C3 x 2

Do
para r > − C3 x
2
C
y = 1 para T <
Co
El valor de "C3" se ha estudiado experimentalmente y se ha encontra-
do que fluctúa entre 0.085 a 0.096.
En la zona de flujo establecido:
x
para > 6o7
Do
C ⎡ 1 r2 ⎤
exp ⎢− 2 2⎥
Cm ⎣ 2 C3 x ⎦
Cm 1 Do
Co 2C3 x

Mezclado de un chorro que descarga en un fluido más denso

Éste sería el caso de las aguas negras; la densidad de éstas corresponde a


la del agua y si pensamos en un emisor submarino, el cual descarga el
efluente en el agua de mar, exclusa un efecto de flotación en virtud de que
las densidades son diferentes (mayor la del agua de mar).

259
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Para chorros turbulentos, el análisis dimensional demuestra:

u ⎛ x y ∆ρ
= f1 ⎜ Nf
uo ⎝ Do Do ρ o

C ⎛ x r ∆ρ
= f2 ⎜ Nf
Co ⎝ Do Do ρ o
El efecto del número de Reynolds puede despreciarse, ∆ρ es la dife-
rencia de densidad entre el chorro y el fluido que lo rodea.

El número de Froude está dado por:


uo
Nf =


⎝ ∆ρ ρ o ⎞⎟⎠ gDo
Abraham supuso que el flujo de flotación podría quedar expresado por
π
D o 2 g ( ρ s − ρ o )uo
4
y determinando experimentalmente los coeficientes respectivos, llegó a
las siguientes expresiones:

Um −2 3⎛ x
= 3.65 N f ⎜ +
Uo ⎝ Do

u ⎡ ⎛ r⎞ ⎤
2

= exp ⎢ −80 ⎜ ⎟ ⎥
um ⎢⎣ ⎝ x ⎠ ⎥⎦

Cm ⎛ x ⎞
= 9.7 N f 2 3 ⎜ + 2⎟
Co ⎝ Do ⎠

C ⎡ ⎛ r⎞ ⎤
2

= exp ⎢−80⎜ ⎟ ⎥
Cm ⎢⎣ ⎝ x ⎠ ⎥⎦

260
Procesos metaoceánicos

Todo el análisis anterior corresponde a un chorro descargando en for-


ma vertical, sin momentum inicial y que la fuente es puntual.

Mezclado de un chorro que descarga horizontalmente dentro de


un fluido con más densidad

El caso en el que el momentum inicial y la fuerza de flotación son norma-


les ha sido estudiado por Rawm, Bowerman y Brooks; este caso sería el de
una descarga de agua dulce en agua salada. En la figura 24 se muestran
las características de este sistema. En este caso:

Q
Nf = Do gDo ( ρ s
2

π 4
uo
Nf =
gDo ⎜⎜⎝ ρ s − ρ o ⎟⎟⎠ ρ
⎛ ⎞

Donde:

ρ s = Densidad del agua receptora

ρ o = Densidad del efluente

Resolviendo las ecuaciones anteriores, se pueden obtener los grados


de dilución en la superficie, lo cual se muestra de una manera gráfica en
la figura 25.

261
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 25. Dilución SS como una función de HS/Do y NF para una


descarga horizontal.

262
Procesos metaoceánicos

Emisores submarinos

Utilizando la teoría anterior, se indicará a continuación el caso específico


de los emisores submarinos, los cuales son tuberías lo suficientemente
largas, con una sección difusora en su extremo para diluir el efluente.

Dilución inicial

Cuando un desecho se descarga por un difusor simple o múltiple, la velo-


cidad de salida del chorro creará un mezclado turbulento con el agua que
le rodea.
Para el cálculo de esta dilución inicial utilizamos la gráfica de la figu-
ra 25, con las siguientes consideraciones.

ρ mar = 1.010 a 1.030

ρ efluente = 0.990 a 1.000

En el caso de existir corrientes moderadas, el efecto de éstas en la


dilución inicial puede estimarse de acuerdo con la siguiente expresión.

Vxbd
D1 =
Q
Donde:

Vx = velocidad de las corrientes


b = ancho efectivo del sistema difusor
d = profundidad promedio del campo de drenaje
Q = gasto del efluente

Dispersión

Después de la dilución inicial, se forma una mezcla relativamente unifor-


me arriba de la sección difusora. El campo de drenaje se empieza a mo-

263
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

ver en respuesta a la corriente existente, y así comienza la dilución por


dispersión.
Brooks desarrolló las ecuaciones que describe el fenómeno.

Donde:

Co
D2 =
Ct
1
D2 =
32
[1 + 2 3β ( x b)]
erf

erf = función de error estándar


D2 = dilución debida a la difusión vorticosa después de la
dilución inicial
Ct = máxima concentración del efluente en el tiempo "t"
Co = concentración del efluente después de la dilución inicial

12E
β=
Vxb

E = coeficiente de difusión vorticosa = 0.001 b4/3


Vx = velocidad de la corriente (pies/s)
x = distancia a lo largo del eje pies
b = longitud efectiva del sistema difusor, pies

Tiempo de decaimiento

Un tercer factor en la dilución de efluentes es el decaimiento de éstos. En


el caso del decaimiento de bacterias, se incluye mortalidad, floculación y
sedimentación.

264
Procesos metaoceánicos

Es decir:

C t= C oe -kt

Donde:

Ct = concentración bacterial en el tiempo "t"


Co = concentración bacterial después de la dilución inicial
k = constante decaimiento bacterial
t = tiempo

Se ha investigado mucho en relación con la constante k. Se ha podido


comprobar que una reducción del 90% en el número de bacterias se pue-
de lograr entre 2 y 6 horas.
La duración depende de la temperatura del agua de mar, salinidad y
pH. El tiempo en que se logra reducir un 90% el número de bacterias se
le llama T90 y la dilución:
Co 2.3 x
D3 = = exp
Ct T 90 (Vx )

La dilución total, tomando en cuenta todos los factores es:

DT = D1 D2 D3

En las figuras 26, 27, 28 y 29, se muestran algunos ábacos para re-
solver el caso de emisores submarinos, de acuerdo con la metodología
española, que en realidad aplica todo lo que hasta aquí se ha menciona-
do, transformándolo a sistema métrico. Para mayor aclaración, se su-
giere ver "Instrucción para el vertido al mar desde tierra de aguas
residuales a través de emisarios submarinos, MOP".

265
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 26. Profundidad en la zona de difusores.

266
Procesos metaoceánicos

Figura 27. Horas de recorrido.

267
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 28. Esquemas de un emisor submarino.

Figura 29. Difusor dispuesto sobre la generatriz superior de la línea.

268
Procesos metaoceánicos

CRITERIO SÍSMICOTRANSITORIO PARALAEVALUACIÓN DE


PLATAFORMASMARINAS

Resumen

La prolongación de la vida esperada de los yacimientos de hidrocarburos y


el próximo cumplimiento de la vida útil proyectada para las plataformas
marinas que los explotan, despertaron la necesidad de establecer una
metodología para la evaluación de la integridad estructural de las mis-
mas. El establecimiento de la integridad de las plataformas en función
del riesgo asociado a su consecuencia de falla, permite determinar si son
adecuadas para los diferentes servicios que actualmente desarrollan y si
es posible continuar con su utilización. Las necesidades inmediatas de
producción que exige la economía del país motivaron la emisión de un
criterio transitorio para la evaluación de plataformas ante cargas sísmicas
vigente mientras se llevan a cabo estudios más detallados. Aquí se presen-
ta la metodología propuesta y las bases de su desarrollo en función de un
estudio de riesgo que considera efectos tales como impacto económico de
la falla potencial, políticas de protección ambiental y protección de la vida
humana, además de características estructurales como envejecimiento
del sistema de cimentación y daños existentes.

Criterio sísmico transitorio

Actualmente Pemex Exploración y Producción (PEP) cuenta con una infra-


estructura costa fuera para la explotación de hidrocarburos integrada aproxi-
madamente por 200 plataformas marinas fijas y 1 900 km de tuberías, con
las que produce alrededor de 2.1 millones de barriles de petróleo al día
(MMBPD) y 1 500 millones de pies cúbicos de gas al día (MMPCGD). El
empleo de nuevas técnicas de evaluación de yacimientos ha confirmado

269
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

reservas superiores a lo anteriormente estimado, y esto, a su vez, ha mo-


tivado el desarrollo de procedimientos para determinar el estado estruc-
tural de las instalaciones con miras a incrementar su vida útil. Estos pro-
cedimientos han sido extendidos con el fin de determinar también pará-
metros de diseño que reflejen la importancia estratégica de estas instala-
ciones para la economía del país.
Los diversos estudios que dieron origen al establecimiento de dichos
procedimientos y los estudios complementarios que actualmente se en-
cuentran en proceso serán plasmados en una normatividad propia para el
diseño, construcción, instalación, inspección, mantenimiento y evaluación
de instalaciones costa fuera en la Sonda de Campeche, la cual quedará
plasmada como una Norma PEP (1998). No obstante, tomando en cuenta
los requerimientos inmediatos generados por la necesidad de instalar nuevas
plataformas, así como la evaluación de la integridad estructural de plata-
formas existentes ante la presencia de daños o el posible incremento de
cargas y/o de su capacidad de producción, se ha emitido el criterio sísmico
aquí presentado que sigue los lineamientos establecidos en el API-RP-2A
WSD 20ª edición 1993 (American Petroleum Institute, 1993). Este estudio
se realizó con la finalidad de proporcionar, a muy corto plazo, a Pemex un
criterio de diseño sísmico para la Sonda de Campeche, que considere las
condiciones propias de la Sonda (tipo de terreno, propagación de las on-
das, fuentes sísmicas, magnitud y localización de los sismos, etc.), así
como un nivel de riesgo adecuado a los niveles de producción de sus plata-
formas. En el desarrollo de este criterio se consideraron los resultados del
Estudio de Riesgo Sísmico para la Sonda de Campeche, realizado por
Mario Chávez en 1987 (Chávez, 1987), así como el empleo de las últimas
técnicas vanguardistas utilizadas en la definición de los espectros de dise-
ño a partir de un tratamiento semi-probabilista que considera la incerti-
dumbre en la sismotectónica y geología del sitio, especificada por la Nor-
ma ISO-1996 (Normas ISO, 1996) y los resultados del Estudio Riesgo
Sísmico para la Sonda de Campeche, realizado por el Prof. Robert Bea en
1997 (Bea, 1997).

270
Procesos metaoceánicos

Incertidumbre en las fuentes sísmicas y en la atenuación de la


energía del sismo

Las condiciones sísmicas de la Bahía de Campeche se definieron a partir


de información proporcionada por Mario Chávez en 1997 (Chávez, 1997 a
y b). Las condiciones sísmicas están influidas por tres tipos de fuentes
sísmicas (ver figura 30). El primer tipo de fuente está asociado con la
zona de subducción en la Costa Oeste del Pacífico mexicano. Los sismos
en esta zona ocurren a profundidades de 15 a 20 km y con magnitudes
próximas a M=8.2. La fuente tipo dos está asociada con la placa litosférica,
los sismos se presentan en esta zona a profundidades entre 60 y 250 km,

Figura 30. Zonas que contribuyen al riesgo sísmico de la Sonda de Campeche.

271
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

con magnitudes aproximadas a M=7.5. El tipo tres ocurre en el cinturón


volcánico transcontinental mexicano, a una profundidad de 20 km y mag-
nitudes mayores a M=6.7 (Chávez, 1997 c).
Las relaciones de atenuación desarrolladas para la geología y condi-
ciones sismotectónicas de México fueron proporcionadas por Chávez y
Castro en 1988. Estas relaciones fueron basadas en mediciones relaciona-
das en varios puntos de la República Mexicana y fueron calibrados para
los tres tipos de fuentes mencionados. Se encontró una buena correlación
entre los registros y las predicciones sísmicas para aceleraciones máxi-
mas (Chávez, 1987).
De acuerdo con el borrador del ISO (1996), la incertidumbre en la
distribución de la aceleración en roca G (lognormal) se puede obtener
mediante la siguiente ecuación:

σSE = 0.4 (InG10 - InG1)

Donde InG10 y InG1 son el logaritmo natural de la aceleración en roca


en g´s para un periodo de retorno de 10 años y 1 año respectivamente. El
término entre paréntesis también puede ser interpretado como la dife-
rencia de los logaritmos naturales del G 90 percentil y G 10 percentil,
respectivamente. Aunque estrictamente el valor de percentil que le co-
rresponde a un periodo de retorno de 1 año es 0, con lo cual el valor de la
incertidumbre puede hacerse infinito, para efectos de este criterio se
empleó un percentil que resultaba en un valor de incertidumbre con-
gruente con los valores obtenidos en regiones similares según ISO.
El periodo de exposición sísmica de la Bahía de Campeche está basa-
do en las caracterizaciones anteriores y un modelo probabilístico de expo-
sición sísmica. La figura 31 resume los resultados para cada una de las
tres fuentes sísmicas en la Bahía de Campeche. Las fuentes tipo 2 y 3
presentan movimientos del terreno que dominan los periodos de exposi-
ción sísmica (por lo menos en intensidad) en la Bahía de Campeche. Para
un periodo de retorno medio de 10 000 años, la aceleración horizontal pico
del terreno es de Am ≈ 0.25g. En la tabla 8, se resumen las aceleraciones
del terreno para periodos de retorno de 200 y 4 000 años (Chávez, 1987) y
las incertidumbres (naturales o aleatorias de Tipo I) asociadas con el

272
Procesos metaoceánicos

Figura 31. Aceleración horizontal pico del terreno.

Tipo 200 años 4000años Incertidumbre


%g %g σ SE
1 2.1 4.0 0.44
2 10.1 23 0.67
3 6.0 20 1.03
Tabla 8. Aceleraciones horizontales pico para la bahía de
Campeche e incertidumbres.

movimiento del terreno (expresada como la desviación estándar del


logaritmo de la aceleración anual esperada Am).
La incertidumbre en la fuente sísmica tipo tres es comparable a la
que se tiene para las costas de California (indicando esto la aplicación
potencial del criterio sísmico de plataformas contenido en el API-RP 2A y

273
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

sus suplementos). La incertidumbre de la fuente sísmica tipo dos resulta


menor que la de la fuente sísmica tipo tres.

Características de las condiciones locales del suelo

Los movimientos horizontales del terreno especificados para el análisis


de plataformas deberán considerar las aceleraciones máximas en los pilo-
tes que soportan a la plataforma. En el caso de los suelos de la Bahía de
Campeche, se espera que las aceleraciones horizontales máximas en el
terreno se presenten a 10 o 20 m de profundidad a partir de la línea de
lodos.
De acuerdo con el ISO, el tipo de suelo que corresponde con la Sonda
de Campeche es de clasificación SC-C, el cual se utiliza para denominar
arenas, limos y arcillas rígidas con una velocidad de onda de corte de 600
a 1 200 pies/s.; con espesores de estratos de 10 a 200 pies y velocidades de
propagación de ondas menores a 600 pies por segundo, como se indica en
la tabla 9. Para este tipo de suelo el ISO recomienda un valor de Ψ = 1.4.

Características del Suelo, ψ

SC-A Roca (Vs > 2,500 fps) 1.0

SC-B Suelo rígido a muy rígido, gravas (Vs = 1,200 a 2,500 fps) 1.25

Sc-C Arenas, limos y arcillas rígidas (Vs = 600 a 1,200 fps) 1.4

SC-D Suelo arcilloso de suave a medianamente rígido


(H=10 a 200 pies Vs > 600 fps) 2.0

SC-E Se requieren estudios específicos –

Tabla 9. Geología local y características de las condiciones del suelo.

274
Procesos metaoceánicos

Chávez, en su estudio de 1997, calculó la respuesta sísmica en un


número adicional de sitios de la Bahía de Campeche utilizando el progra-
ma SHAKE (1972). Estos resultados cuentan con una mejor calidad ya
que se incluyó información reciente de sitios donde se determinaron pro-
piedades dinámicas del suelo mediante pruebas de laboratorio. Funda-
mentalmente se utilizaron el módulo de rigidez al corte (esfuerzo cortan-
te) y el amortiguamiento histerético del suelo. Chávez introdujo los datos
del movimiento del terreno para los tres tipos de fuentes sísmicas y obtu-
vo los movimientos del terreno apropiados para la caracterización del mo-
vimiento lateral y vertical. Estos resultados muestran que los movimien-
tos dominantes horizontal y verticalmente para los pilotes de cimentación
de la Bahía de Campeche están asociados con la fuente sísmica tipo dos.
Para un periodo de 1.0 s (el valor máximo del espectro de respuesta ocu-
rre en este periodo), la fuente sísmica tipo dos produce movimientos ho-
rizontales (12 m bajo el lecho marino) que es 10 veces mayor al de las
fuentes tipo 1 y 3. Para un periodo de 0.5 segundos en tipo 2, produce
movimientos verticales 10 veces mayores al de las fuentes tipo 1 y 3 (155 m
bajo el lecho marino).
Una de las modificaciones más importantes respecto al criterio sísmico
original (Chávez, 1987), es lo referente a la profundidad "efectiva" de los
movimientos sísmicos del suelo tanto horizontal como verticalmente. Ori-
ginalmente ambos movimientos estaban especificados para el lecho ma-
rino. Sin embargo, se ha demostrado que el estrato de suelo cohesivo blando
(10 a 20 m de espesor) existente en la Bahía de Campeche cambia en
forma significativa la respuesta sísmica. El análisis proporcionado por
Chávez (1997 b) ilustra estos puntos. Para la fuente sísmica tipo dos (pe-
riodo de un segundo) el movimiento horizontal del suelo se amplifica en-
tre 2 y 10 veces, dependiendo del sitio y de las características del suelo (12
m bajo el lecho marino).

Sismotectónica

Otro parámetro que interviene en la definición de las condiciones locales,


es el que toma en cuenta las características sismotectónicas regionales
del sitio de interés (ε). El ISO especifica cuatro zonas para la selección de

275
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

este factor, las cuales se muestran en la tabla 10. La quinta zona que
aparece en la tabla muestra un valor conservador que puede ser refinado
con estudios específicos para determinar el tipo de suelo; para fines de
este criterio se utilizó un valor conservador de 1.0.

Sismotectónica, ε
Zona A o no especificada: Zonas con fallas 1.0
incrustadas a poca profundidad
Zona B: Zonas de subducción profunda .8
Zona C (combinación entre A y B) .9
Zona D: Zonas con interplacas .8
Zona E: Valor predeterminado 1.0

Tabla 10. Fuentes sísmicas e incertidumbre de atenuación.

Construcción del espectro de 200 años de periodo de retorno

Con información hasta ahora especificada fue posible la construcción del


espectro de diseño por resistencia (200 años de periodo de retorno).
Para facilitar la descripción de la construcción del espectro se defi-
nen los siguientes términos: valor inicial, pendiente positiva, meseta, pen-
diente negativa. Valor inicial se refiere al valor constante que adquiere el
espectro hasta antes del inicio de la pendiente positiva (este límite es de
0.05 s). Dicha pendiente va desde el valor inicial y termina en la meseta
(de 0.05 a 0.125 s). La meseta es la constante con mayor valor espectral y
une las dos pendientes en el espectro. La pendiente negativa es la que se
encuentra más a la derecha del espectro.
La expresión para el cálculo del valor inicial de la aceleración para un
periodo de retorno de 200 años está dada por:

276
Procesos metaoceánicos

G200 = G100
e -0.24σSE

Sustituyendo valores, G200 = 0.1 g

Las ordenadas espectrales de la pendiente positiva se obtienen me-


diante la siguiente expresión:

Sa = 20T
G200

Donde T es el periodo que varía de 0.05 a 0.125 s.

La ordenada espectral de la meseta se calcula mediante la siguiente


ecuación:

Sa = 2.5
G200

Es en la definición de la pendiente negativa donde se introducen las


características sismotectónicas y las condiciones locales del suelo. Sus
ordenadas se calculan con la ecuación que se presenta a continuación:

Sa = Ψε
G200 T

El espectro así construido asume un amortiguamiento crítico del 5%,


y se presenta gráficamente en la figura 32.

277
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 32. Espectro de diseño actual (200 años de periodo de retorno)


vs espectros de diseño obtenidos de diversas fuentes.

Incertidumbre por geología y suelo

La incertidumbre en la caracterización de la geología y en las condiciones


del suelo se especifica de acuerdo con la clasificación establecida para el
tipo de suelo en el apartado Características de las condiciones locales del
suelo (SC-C). Para esta clasificación la incertidumbre asociada σGS es
igual a 0.5 de acuerdo con la tabla 11.

278
Procesos metaoceánicos

Tabla 11. Incertidumbres asociadas con la geología local y condiciones del suelo.

Incertidumbre en la obtención de cargas

La incertidumbre en la obtención de cargas (σ σ RS) se establece mediante


las incertidumbres en el espectro de respuesta, en la modelación, en las
combinaciones modales y en los efectos de ductilidad. Una incertidum-
bre de 0.3 fue utilizada para los fines de este criterio.

Incertidumbre en la capacidad estructural

La incertidumbre en la capacidad estructural se dio en función de la in-


certidumbre asociada a la capacidad en la compresión de los elementos
de arriostramiento (braces). Para estos elementos, de acuerdo con la ta-
bla 12, se tiene una incertidumbre, σRE = 0.15 y un sesgo, BRE = 1.4.

279
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Tabla 12. Sesgos e incertidumbres en la estructura y cimentación.

Incertidumbres totales

Las incertidumbres totales se pueden dividir en dos grupos: incertidum-


bre total de carga e incertidumbre total de carga y resistencia. La incerti-
dumbre total de carga se define como la raíz cuadrada de la suma de los
cuadrados de todas las incertidumbres de carga:

σ2E = σ2SE + σ2GS + σ2RS

La incertidumbre total de carga y resistencia se define como la raíz


cuadrada de la suma de los cuadrados de la incertidumbre total de carga
más la de resistencia:

280
Procesos metaoceánicos

σ2 = σ2E + σ2RE

Sustituyendo valores, σE = 1.20, y σ = 1.21.

Factor de carga sísmica efectiva

El factor de carga sísmica efectiva está dado en función de la ductilidad y


de la relación de resistencia residual de la plataforma.

Fe = [µα]-1

La ductilidad (µ) está definida como la relación de máximo desplaza-


miento lateral y se puede expresar como la relación entre el desplaza-
miento de la plataforma cuando alcanza su capacidad última y el despla-
zamiento de la estructura cuando se presenta el primer evento importan-
te no lineal en la plataforma. La relación de resistencia residual (α) es la
relación del trabajo hecho por las fuerzas laterales para llevar a la estruc-
tura a su desplazamiento de colapso y el trabajo hecho por la carga lateral
máxima sostenida para el mismo desplazamiento.
Para estructuras existentes con arriostramientos verticales que forman
juntas K, el factor de carga sísmico es de Fe = 0.63 y para estructuras con
arriostramiento horizontal que forman juntas K el factor es de Fe = 0.95,
para estructuras nuevas se asume que se debe incorporar una mayor robus-
tez en las diagonales que forman las juntas, se especifican los siguientes
valores: µ = 2.0, y α = 0.8, con lo que Fe = 0.63.

Índices de confiabilidad y factores de seguridad

Los índices de confiabilidad por sismo fueron obtenidos a partir de un


estudio de costo-beneficio que incluye factores tales como: seguridad de
la vida humana, impacto ambiental e impacto económico asociados con
una falla potencial. Dichos índices se presentan en la tabla 13.
Los Factores de Seguridad (FS) se definen mediante la siguiente ecua-
ción:

281
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

BE Fe
FS = exp ( βσ − 2.
BRE

Donde BE es el sesgo de las cargas generadas por el efecto sísmico


(1.0 para estimaciones "realistas"). BRE es el sesgo asociado a la resisten-
cia de la plataforma, el cual fue definido en el punto Incertidumbre en la
capacidad estructural. Aplicando la ecuación (a) a cada una de las catego-
rías, se obtienen los valores que se muestran en la tabla 14.

Tabla 13. Índices de confiabilidad para las distintas categorías.

Tabla 14. Factores de Seguridad (FS) asociados a las distintas categorías.

Periodos de retorno medios

El análisis a nivel ductilidad es requerido para garantizar que la platafor-


ma posee la reserva de capacidad suficiente para evitar su colapso ante la
presencia de un sismo raro intenso. De acuerdo con el estudio de riesgo
realizado por Bea en 1997 (Bea, 1997) y con las recomendaciones aplica-
bles por API (API, 1993), no se requiere realizar un análisis de ductilidad
cuando la estructura ha sido diseñada mediante un análisis a nivel de
resistencia y cumple además con los requerimientos de ductilidad esta-
blecidos en el API-RP-2A (WSD), 20th Edición.

282
Procesos metaoceánicos

En caso de que el análisis de ductilidad fuese requerido, éste se podrá


realizar a través de un análisis incremental de carga (PUSHOVER). La
carga última de la estructura obtenida de este análisis dividida entre la
carga de referencia deberá satisfacer los factores de reserva de resisten-
cia (RSR) especificados en la tabla 16. La carga de referencia será la
carga correspondiente al nivel de resistencia, es decir, el cortante total
obtenido a partir del espectro de la figura 32.
Mediante la ecuación (b) se pueden obtener los periodos de retorno
medios en función del índice de confiabilidad de cada categoría de expo-
sición si el análisis de ductilidad fuese requerido en el tiempo.

TDLE = 2.1exp(βδ )1.6 (b)

En esta ecuación δ es la relación entre la incertidumbre total por


sismo y resistencia, y la incertidumbre total por efecto del sismo única-
mente:

δ = σ = 1.008
σE

Los valores propuestos se pueden apreciar en la tabla 15.

Categoría TDLE Diseño TDLE Existentes


Muy Alta 5500 2800
Alta 3200 1600
Moderada 2200 1100
Tabla 15. Periodos de retorno medios para análisis y evaluación
sísmica de ductilidad.

Relaciones de reserva de resistencia

Para evitar hacer uso de análisis de ductilidad en la historia de tiempo, se


proporcionan los factores de reserva de resistencia contra los cuales se

283
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

comparan los resultados obtenidos al efectuar un análisis incremental de


carga (PUSHOVER), dada una configuración inicial similar a la que se
obtiene con un espectro de diseño.
Las relaciones de reserva de resistencia se establecen mediante la
ecuación (c).

RSR = Feexp(βσ - 2.57σ


σ E) (c)

Utilizando dicha ecuación, se obtienen los RSR’s para cada categoría


y se presentan en la tabla 16.

Categoría RSR Diseño RSR Existentes RSR Existentes


(juntas K en marcos (juntas K en marcos
verticales) horizontales)
Muy Alta 1.6 1.3 1.9
Alta 1.3 1.0 1.6
Moderada 1.2 0.9 1.4

Tabla 16. Factores de reserva de resistencia para las distintas categorías.

Conclusiones

Ha quedado de manifiesto que una metodología sencilla basada en con-


fiabilidad puede ser utilizada para determinar las cargas sísmicas y defi-
nir los factores de seguridad necesarios para el diseño de estructuras
marinas. El espectro sísmico de diseño definido en este estudio, así como
los factores de seguridad propuestos para estructuras marinas están ba-
sados en las recomendaciones establecidas por las normas ISO y en un
estudio de sitio realizado para la Bahía de Campeche para cargas sísmicas
y respuesta de plataformas marinas. La metodología propuesta anterior-
mente también puede ser aplicada, en su mayoría, a otras condiciones
ambientales de cargas extremas.

284
Procesos metaoceánicos

La metodología establecida en este documento nos permite incorpo-


rar de manera transparente los niveles de incertidumbre en los factores
de carga, en los factores de resistencia, en las fuentes sísmicas y princi-
palmente en las cargas sísmicas, así como en la capacidad de los elemen-
tos de las plataformas.
Los valores propuestos en este documento serán posteriormente veri-
ficados con análisis detallados que se encuentran en proceso.

Referencias

American Petroleum Institute Recommended Practice for Planning,


Designing and Constructing Fixed Offshore Platform – Working
Stress Design, API-RP2A- WSD, 20th Edition, july 1, 1993.
Bea, R. G. "Risk Based Oceanographic and Earthquake Criteria for
Design and Requalification of Platforms in the Bay of Campeche",
Ocean Engineering Services, Report to Petróleos Mexicanos, Ins-
tituto Mexicano del Petróleo and Brown and Root International
Inc. Moraga, California, 31 august, 1997.
Chávez, M. Análisis de riesgo sísmico en varios sitios de la Bahía de
Campeche, Instituto de Ingeniería, UNAM, México, 1987.
Chávez, M. "On the Seismic Hazard of the Campeche Bay Region",
Prepared for Meeting about the Pemex Transition Normativity
for the Bay of Campeche, Berkeley, CA, march, 1997a.
Chávez, M. "Preliminary Seismic Hazard Results for Bay of
Campeche", Notes and Graphs to R. G. Bea, Moraga, CA, 1997b.
Chávez, M. "Seismic Hazard and Design Spectra for Sourthern Gulf
of Mexico", 16th International Conference on Offshore Mechanics
and Artic Engineering OMAE ’97, Proceeding of Earthquake
Criteria Workshop Recent Developments in Seismic Hazard and
Risk Assessments for Port, Harbor, and Offshore Structures,
Yokohama, Japan, april 17, American Society of Mechanical
Engineers, New York, 1997c.
Normas ISO (Draft B) Análisis, Diseño, Inspección y Mantenimiento
de Instalaciones Costafuera, septiembre, 1996.

285
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

PARÁMETROS OCEANOGRÁFICOS Y METEOROLÓGICOS

Introducción

El diseño de las instalaciones marinas para producción de hidrocarburos en la


Sonda de Campeche (plataformas y líneas submarinas) es regido por las
solicitaciones inducidas por la acción combinada del oleaje, viento, corriente y
marea generadas por diferentes mecanismos meteorológicos y oceanográficos,
principalmente tormentas de invierno (Nortes) y huracanes. Cuando los registros
de los eventos significativos no conforman una muestra estadísticamente
representativa, es necesario recurrir a la reproducción de las características de
tormentas históricas previas (hindcast) mediante modelos matemáticos. Las
intensidades de diseño son generadas a partir de información estadística
característica de las tormentas más significativas, misma que es posteriormente
procesada y ajustada a alguna función de densidad de probabilidad para estimar
eventos extremos que pudieran suscitarse, así como sus periodos de retorno.
Este proceso recibe el nombre de análisis de extremos.
Aquí se definen las zonas generadoras de huracanes del Golfo México y
se describen algunos de los estudios de reproducción histórica de tormentas
realizados para el Golfo de México. Se describen también las bases de los
análisis de extremos y se mencionan los resultados de este tipo de análisis para
diferentes parámetros meteorológicos y oceanográficos.

Parámetros

Ciclones tropicales (huracanes)

De acuerdo con las observaciones que se han realizado en todo el mundo para
establecer la localización de los ciclones tropicales, en la actualidad se han
identificado 8 zonas generadoras de huracanes (figura 33), de las cuales 2 de
ellas afectan directamente la totalidad de las costas mexicanas.

286
Procesos metaoceánicos

Las 8 zonas generadoras de los ciclones tropicales o zonas ciclógenas, se


encuentran cercanas al Ecuador y en ambos hemisferios; en el hemisferio norte
se encuentran cinco zonas.
La zona ciclógena I o de las indias Occidentales se localiza en el Atlántico
Norte, y es precisamente aquí donde se originan los huracanes que viajan por el
mar Caribe alcanzando la Península de Yucatán y la vertiente del Golfo de México;
así como las costas del Este y Sureste de EUA.
La zona ciclógena II se localiza en el Océano Pacífico Nor-Oriental, aquí
se forman los ciclones que afectan los costas del Pacífico mexicano. La zona
ciclógena del Océano Pacífico Nor-Oriental es una de las de mayor generación
de ciclones tropicales, mayor que la del Atlántico Norte en frecuencia, pero
menor en la generación de huracanes intensos.
La zona ciclógena III se encuentra en el Océano Pacífico Occidental,
aproximadamente entre las Filipinas y las Islas Marshall; los tifones que se
generan en está zona castigan las costas de China y las islas japonesas; así
como las Filipinas (donde se llaman baguios).
La zona ciclógena IV está ubicada en el Golfo de Bengala y los ciclones
afectan a Bangladesh y la costa oriental de la India, alcanzando en ocasiones el
Mar de Arabia.
La zona ciclógena V se encuentra en el Mar de Arabia.
En el hemisferio sur se encuentran las tres zonas generadoras de ciclones
tropicales; pero a diferencia de las zonas del hemisferio Norte, la rotación de
los ciclones es en el sentido horario.
La zona ciclógena VI se localiza en el NE de Australia y al Sur de Polinesia;
en este lugar se les conoce a los ciclones tropicales como Willy Willy, estos
meteoros viajan al O afectando las costas del N y del E de Australia, llegando
a alcanzar el Sur de Indonesia.
La zona ciclógena VII se encuentra en el SE del Océano Índico, frente a
las costas del NO de Australia, donde los Willy Willy afectan las costas
occidentales de Australia, Sumatra y la Isla de Java.
La zona ciclógena VIII se ubica en el SO del Océano Índico, donde se
crean los ciclones que arriban a las costas del SE del Continente Africano y la
Isla de Madagascar.

287
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 33. Zonas ciclógenas del mundo.

Principales efectos destructivos de los huracanes

La República Mexicana se encuentra inmersa geográficamente en una de las


zonas más propensas al paso de huracanes; los efectos perturbadores de estos
fenómenos meteorológicos afectan gravemente las instalaciones costeras que
se localizan dentro del litoral mexicano.
El poder destructivo de un huracán puede ponerse de manifiesto a través
de sus cuatro principales efectos (Soriano, 1990):

 Marea de tormenta. Es una sobrelevación del nivel medio del mar,


más la marea astronómica y son varios los factores que la generan;
pero principalmente es el campo de vientos del huracán, que al ejercer
288
Procesos metaoceánicos

una fuerza cortante sobre la superficie del mar, produce la sobrelevación


del nivel medio del mar, aunque esto sólo puede ocurrir en aguas someras,
ya que en aguas profundas sólo la baja de presión produce una sobrelevación
del nivel medio del mar (tumefacción) que actúa independiente de la pro-
fundidad local.
 Oleaje. Se genera cuando la energía del viento se transfiere al mar y provoca
un oleaje creciente bajo la duración de esta acción, y dependiendo de la
extensión de este campo de vientos. El oleaje generado crece en tamaño
(longitud y altura) bajo la acción del viento, avanzando más rápido hasta
que alcanza una velocidad igual a la del viento; en este momento no puede
transferirse más energía y se alcanzan las condiciones máximas; sin
embargo, como en un huracán son distintas las velocidades del viento
dependiendo de la posición con respecto al centro, a estas velocidades
también corresponden distintas alturas de ola.
El oleaje que se presenta en aguas someras o poco profundas no pue-
de aumentar más allá de ciertos límites que son determinados por la pro-
fundidad, la fricción que se desarrolla en el fondo y la condición de rompiente.
Estos factores son los que se presentan típicamente en la costa Norte de la
Península de Yucatán, donde la plataforma continental alcanza cientos de
kilómetros de extensión y donde el oleaje se ve afectado por su interacción
con el fondo del mar al perder energía por la fricción con el fondo marino,
y en un cambio de dirección y altura por la refracción, y en rompientes
debido a las condiciones límites de profundidad (rompientes de aguas
someras); por lo que para unas mismas condiciones de viento se puede
esperar un oleaje máximo reportado en alta mar mucho mayor al que se
pueda alcanzar en la costa; esta diferencia depende en gran parte de la
batimetría de la costa y del material del fondo del mar.
 Viento. Las masas gaseosas atmosféricas se desplazan siempre de las
zonas de alta presión a las de baja presión, a este movimiento del aire
se le llama viento y la velocidad de éste es directamente proporcional
a la diferencia de presión que existe entre los puntos por donde sopla.
Sin embargo, en el caso de un huracán, la característica esencial del
campo de vientos es su estructura giratoria alrededor del ojo, produ-

289
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

cida por el equilibrio entre las fuerzas de presión, la centrífuga y la de


Coriolis. En el hemisferio Norte, el viento gira alrededor de los centros de
bajas presiones en sentido contrario de las manecillas del reloj.
La energía cinética de los vientos huracanados ocasiona gran parte de
los daños materiales por aumentar su fuerza en forma geométrica con
respecto a la velocidad, ya que si la velocidad se duplica, la fuerza se
cuadruplica (los destructores efectos del viento de un ciclón tropical se
deben a una combinación de su intensidad, su efecto racheado y su dura-
ción).
Con base en la intensidad de los vientos, se crearon las escalas de
Beufort (tabla 17) y la de Saffir-Simpson (Munich Re, 1988). La primera
relaciona la velocidad del viento con el oleaje promedio, y empieza cuando
el viento está en calma hasta alcanzar la categoría de un huracán;
normalmente es la más usada para medir los efectos del viento, aunque
para relacionar la intensidad de los huracanes con el daño potencial que
éstos pueden ocasionar, se utiliza la escala de Saffir-Simpson (tabla 18).
 Lluvia. Los huracanes casi siempre van acompañados de lluvias inten-
sas, a medida que se desplazan procedentes de los océanos. En una
estación meteorológica, la cantidad total de lluvia observada durante el
paso de un huracán puede exceder de 250 mm, caída en un periodo tan
corto como de 12 horas. En cualquier caso se producirá gran riesgo de
inundación fluvial, que puede causar la pérdida de vidas y muchos daños.
La topografía de un país ejerce una importante influencia en las lluvias; si
existen montañas cerca de la costa en el recorrido de un huracán, la
lluvia puede alcanzar valores extremos.

290
Procesos metaoceánicos

Escala de Beufort Vel. del viento a 10 m Alturas promedio


BFT de altura de olas
Calificación (km/h) en (m)
0 Calma 0-1 0
1 Brisa 1 -5 0
2 Viento Suave 6 - 11 0 - 0.3
3 Viento Leve 12 - 19 0.3 - 0.6
4 Viento Moderado 20 - 28 0.6 - 1.2
5 Viento Regular 29 - 38 1.2 - 2.4
6 D.T. Viento Fuerte 39 - 49 2.4 - 4.0
7 D.T. Ventarrón 50 - 61 4.0 - 6.0
8 T.T. Temporal 62 - 74 4.0 - 6.0
9 T.T. Temporal Fuert e 75 - 88 4.0 - 6.0
10 T.T. Temporal muy Fuerte 89 - 102 6.0 - 6.0
11 T.T. Tempestad 109 117 9.0 - 14.0
12 H. Huracán 118 - más de 15.0 m

D.T. Depresión tropical; T.T. Tormenta tropical; H. Huracán


Tabla 17. Escala de Beufort.

ESCALA DE SAFFIR SIMPSON DE HURACANES


SS Velocidad media *Marea de Daños que causa
Calificación del viento [km/h] tormenta
1 Flojo 118 – 153 1.5 - 2.0 Ningún daño efectivo a edificios,
daños a casas rodantes, arbustos
y árboles
2 Mediano 154 – 177 2.0 - 2.5 Daños considerables a vegeta-
ción y carreteras costeras
3 Fuerte 178 – 209 2.6 - 3.9 Provoca daños ligeros a cons-
trucciones
4 Muy fuerte 210 – 249 4.0 - 5.5 Erosión importante en playas,
graves daños a edificaciones cer-
canas a la costa
5 Devastador 250 - 5.6 - Daños a casas residenciales y
edificios industriales, graves
daños a la costa.

Tabla 18 Escala de Saffir-Simpson (SS).


* Para incidencia perpendicular a la costa.

291
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Huracanes que afectan las costas de México

Los huracanes que afectan las costas mexicanas del Pacífico y Golfo de México,
pertenecen a la Zona Ciclógena I y II. Para su estudio, se han establecido 4
zonas matrices o de origen (Luna Bauza, 1977) y en ellas los huracanes aparecen
con distinto grado de intensidad, ya que van creciendo a medida que progresa la
temporada que se extiende desde la última semana de mayo hasta la primera
quincena de octubre y algunos casos se han llegado a presentar a principios de
noviembre, como se muestra en la tabla 19. Las 4 zonas matrices de huracanes
que afectan las costas del Pacífico y Golfo de México son :

 Región Matriz del Pacífico Nor-Oriental.


 Región Matriz del Golfo de México.
 Región Matriz del Caribe.
 Región Matriz del Atlántico.

Siendo las 2 últimas las que afectan con mayor intensidad las costas de
México (figura 34) y las que pueden causar mayores daños a las instalaciones
marinas de Pemex, ya que durante el recorrido que siguen los huracanes antes
de llegar a las costas mexicanas, reciben el suministro energético de las aguas
cálidas del Caribe y del propio Golfo de México, lo que propicia que lleguen con
una gran intensidad a las costas mexicanas del Atlántico Occidental.
Los huracanes que se generan en la región Matriz del Pacífico Nor-
Oriental, se originan en el Golfo de Tehuantepec y comienzan en la últi-
ma semana de mayo, marcando el inicio de la temporada de lluvias en
nuestro país. Los meteoros de esta zona matriz nacen en la latitud 15° N
aproximadamente, y por lo general los primeros viajan hacia el Oeste,
alejándose de costas nacionales; mientras los formados de julio en
adelante, de mayor potencia, por lo regular describen una parábola que por la
forma del litoral mexicano del Pacífico les hace viajar paralelos a la costa,
que al tomar la segunda rama de la trayectoria penetra a tierra al Norte
afectando los estados de Nayarit, Sinaloa, Sonora, y el extremo Sur de la
Península de Baja California. Sin embargo, durante su primer rama dan

292
Procesos metaoceánicos

lluvias torrenciales a las costas de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán,


Colima y Jalisco.

Figura. 34. Regiones matrices de huracanes.

CUENCA MARÍTIMA DEL ATLÁNTICO NORTE


NOMBRE ENE FEB M ABR MAY JU JUL AG SEP OCT NOV DIC AÑO
N O
TEMPORAL TROPICAL * * * * 0.1 0.4 0.3 1.0 1.5 1.2 0.4 * 4.2
HURACANES * * * * * 0.3 0.4 1.5 2.7 1.3 0.3 * 5.2
TOTAL DE CICLONES * * * * 0.2 0.7 0.8 2.5 4.3 2.5 0.7 0.1 9.4
CUENCA MARITIMA DEL PACIFICO ORIENTAL
NOMBRE ENE FEB M ABR MAY JU JUL AG SEP OCT NOV DIC AÑO
N O
TEMPORAL TROPICAL * * * * * 1.5 2.8 2.3 2.3 1.2 0.3 * 9.3
CICLONES * * * * 0.3 0.6 0.9 2.0 1.8 1.0 * * 5.8
TOTAL DE CICLONES * * * * 0.3 2.0 3.6 4.5 4.1 2.2 0.3 0.1 15.0

Tabla 19. Frecuencia media de los ciclones tropicales.


(* menos de 0.05, vientos > 90 km/h)
NOTA : Las frecuencias anuales no son directamente la suma de las frecuencias mensuales,
pues un mismo huracán puede contabilizarse durante dos meses seguidos.

293
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Los huracanes que se forman en la región Matriz del Golfo de México, se


originan en la Sonda de Campeche y entran en acción en la primera quincena
de junio, en latitud próxima a los 22o Norte, su trayectoria es hacia el N y NO,
y no llegan a describir la parábola.
La zona Matriz del Caribe se ubica en la latitud 13° Norte aproximada-
mente, estableciéndose en el mes de julio cuando el caldeamiento del mar ha
invadido la región insular de las pequeñas Antillas, formándose huracanes de
gran recorrido y potencia extraordinaria, especialmente durante agosto,
septiembre y octubre; algunos llegan a cruzar la Península de Yucatán para
azotar los estados de Tamaulipas y Veracruz, después de haberlo hecho en las
entidades de la citada Península. Estos huracanes presentan una trayectoria
parabólica bien definida; por lo que de arribar a latitudes mayores a 25o recurvan
hacia el Norte, lo cual los lleva a atravesar la Península de la Florida para salir
al Atlántico.
Otros inician su recurva al Norte anticipadamente, dentro del Caribe, entre
la Isla Swan y Cozumel, o antes, quedando las grandes Antillas en su camino
hacia el Atlántico; mientras algunos que penetran al Golfo de México no llegan
a describir la segunda rama de la parábola, haciendo impacto sobre las costas
de EUA, notándose una curiosa preferencia por la desembocadura de los ríos,
como si el relieve orográfico ayudase a su encauzamiento, lo que constituye un
peligro potencial por temporada para los habitantes de las cuencas de los ríos
Bravo y Mississippi.
La zona Matriz del Atlántico se ubica en las latitudes 8 y 12o Norte, al Sur
de las Islas de Cabo Verde y ocurre a finales de julio, especialmente en agosto,
contando con los huracanes de mayor recorrido y potencia y su comportamiento
es muy similar a los originados en el Caribe.
Las zonas matrices mencionadas antes sufren desplazamientos que
obedecen a los centros de máximo caldeamiento marítimo, quienes a su vez
están sujetos al movimiento interactuante de las corrientes fría de California y
contracorriente cálida ecuatorial en el Pacífico; y en la deriva de las ramifica-
ciones de las cálidas aguas del Golfo, tanto en su recorrido interior como exterior
del Caribe, por intromisiones de la corriente fría del Labrador.

294
Procesos metaoceánicos

Frecuencia de ocurrencia de los huracanes

En la tabla 19 se señalan las frecuencias medias de ocurrencia de los huraca-


nes que se presentan en el Pacífico Nor-Oriental y en el Atlántico Norte,
consignando así la temporada ciclónica (Munich Re, 1988).
De la tabla 19 se observa que en los meses finales (agosto, septiembre y
octubre), los meteoros pasan de sistemas lluviosos a depresionarios, luego a
tormentas tropicales y finalmente a huracanes, sin que con ello se excluya la
posibilidad de que queden en la primera fase.
En la temporada ciclónica de 1997 (ver tabla 20) se formaron 17 ciclones
tropicales en el Océano Pacífico Norte y 7 en el Océano Atlántico, Golfo de
México y mar Caribe. El número de los ciclones tropicales con nombre de la
temporada 1997 se presentó dentro de la media (normal), que es de 15 ciclones
para el Océano Pacifico Norte y de 9.4 en el Océano Atlántico, Golfo de México
y mar Caribe.
Asimismo, las frecuencias medias de ocurrencia de los huracanes y la
intensidad de los mismos pueden cambiar sensiblemente debido a la presencia
de otros fenómenos oceanográficos como "EL NIÑO". Se conoce
con el nombre de "EL NIÑO" a la aparición de corrientes oceánicas cálidas
en las costas del Océano Pacífico de América del Sur, durante el verano del
hemisferio sur. Este fenómeno se presenta a intervalos de 2 a 7 años, y se
caracteriza porque la superficie del mar y la atmósfera sobre él presentan una
condición anormal durante un periodo que va de 12 a 18 meses. La corriente de
"EL NIÑO" de 1997 alcanzó su registro máximo histórico en temperatura;
durante este año los huracanes de mayor intensidad se presentaron en el Océano
Pacífico Nor-Oriental donde ocurrieron 2 ciclones tropicales con categoría 5
en la escala de Saffir-Simpson. De igual manera, durante la temporada 1997,
las costas del Pacífico desde Chiapas a Jalisco, fueron afectadas por el evento
más intenso de ciclón tropical que se tiene registrado para esta zona, siendo
este sistema el huracán "Pauline" con categoría 4 que provocó, entre otros
efectos, un valor de precipitación acumulada en 24 horas de 411.2 mm, estable-
ciendo un nuevo récord para esa zona. En el Atlántico, Golfo de México y
mar Caribe, el sistema más intenso de la temporada fue el huracán "Érika"
de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos
295
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

de 205 km/h y una presión mínima en el centro de 946 mb, el cual ocasionó
lluvias de moderadas a fuertes y algunas intensas con vientos huracanados,
sobre el norte de las Antillas Menores.
En la tabla 20 se muestra el número de ciclones tropicales que se han
presentado en los últimos siete años en el Océano Atlántico y el Pacífico Nor-
Oriental.
Con base en un periodo de observación de más de 27 años de trayectorias
de huracanes, se elaboró un mapa (ver figura 35) de huracanes que han cruzado
las entidades costeras de la República Mexicana.

Año Número de Ciclone


Océano Atlántico

1991 7
1992 6
1993 8
1994 7
1995 19
1996 13
Tabla 20. Ciclones tropicales generados en la zona ciclógena I y II.

Figura 35. Periodos de retorno de ocurrencia de ciclones tropicales


por entidades federativas.

296
Procesos metaoceánicos

Ciclones extratropicales (Nortes)

Estos fenómenos hidrometeorológicos se presentan inmediatamente después


de la temporada de ciclones tropicales, o para ser más precisos casi al término
de la temporada de huracanes. Se conocen también con el nombre de "Nortes"
y se generan al inicio de la temporada invernal, cuando el gradiente de temperatura
del mar casi ha desaparecido y existe un equilibrio entre la temperatura del mar
y la del aire; por esta razón las corrientes de aire polar pueden llegar a alcanzar
latitudes muy próximas a los trópicos, precipitándose en esta zona en forma de
lluvia al entrar en contacto con la parte continental o con climas más cálidos.
Estos fenómenos que se generan en latitudes medias y altas son la principal
causa de la mayoría de las inundaciones, tormentas, tempestades de nieve,
aludes y deslizamientos de tierras, ya que éstas se producen directa o indirecta-
mente por este tipo de perturbaciones. En mar adentro, los principales efectos
son también el oleaje, la marea o marejada y el viento.
Estos fuertes temporales de invierno, cuyos vientos fríos y cortantes,
nevadas y ventiscas pueden causar estragos en zonas muy amplias, constitu-
yen en México uno de los agentes perturbadores más importantes por los graves
daños que ocasiona, al impedir frecuentemente la navegación marítima, la pesca
y el funcionamiento de las instalaciones petroleras, a causa del intenso oleaje
que provocan, además de la interrupción de las actividades en las entidades
costeras, a causa de las intensas lluvias y de las fuertes ráfagas de viento.
Las entidades que resultan gravemente afectadas por el paso de estos
fenómenos hidrometeorológicos son: en el Golfo de México, Tamaulipas,
Veracruz, Tabasco y Campeche; en el Pacífico, Sonora, Baja California, Sinaloa,
Nayarit, Colima, Jalisco y Guerrero.

Modelos hindcast y análisis de extremos

Modelación matemática

Actualmente, diferentes organismos e instituciones en el mundo realizan


estudios destinados a pronosticar los efectos que causan los huracanes y

297
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

nortes; con tal propósito se han desarrollado modelos matemáticos para la


simulación de estos meteoros. Mediante estos modelos de simulación histórica
de tormenta (hindcast) se pretende obtener mapas de valores máximos probables
de los principales efectos de estas tormentas, en función de periodos de retorno
usuales para el diseño de estructuras y que faciliten la planeación de las
actividades económicas de las entidades costeras.
El desarrollo de los modelos hindcast se tomó como una alternativa ante la
escasez (o en ocasiones completa ausencia) de mediciones de los parámetros
meteorológicos y oceanográficos que se emplean para el diseño de las
instalaciones costeras, ya sea en cuanto a duración (años) de los registros,
densidad espacial de los puntos de medición, así como la continuidad, calidad y/
o confiabilidad de las mediciones existentes. Las causas antes mencionadas
hacen que no pueda llevarse a cabo un estudio estadístico directo tradicional.
Actualmente se cuenta con información de las trayectorias de los ciclones
tropicales que han ocurrido en el Océano Atlántico desde 1886 a la fecha; sin
embargo, la información en cuanto a la calidad y duración de éstos se ha
incrementado últimamente al contar con la ayuda de aviones, radares, barcos y
satélites equipados con sistemas de medición meteorológica. Toda esta infor-
mación permite realizar y calibrar los estudios de reproducción histórica de
tormentas (hindcast) para obtener los parámetros meteorológicos y
oceanográficos que se emplearán en las recomendaciones para el diseño de las
instalaciones costeras y/o marinas.

Modelos de reproducción histórica (hindcast)

Las primeras instalaciones marinas en México fueron diseñadas utilizando


información meteorológica y oceanográfica obtenida a partir de
modelos de hindcast: estos modelos partían de métodos empíricos y
semiempíricos, basados principalmente en los trabajos de Bretschneider
(OTC, 1972). Estos modelos se basan en ecuaciones simplistas que descri-
ben el comportamiento del oleaje inducido por huracanes y fueron
obtenidas de la observación de un número limitado de estos eventos en
las condiciones locales de un área específica. La formulación fue posterior-

298
Procesos metaoceánicos

mente adaptada mediante factores de corrección para su utilización en otras


latitudes.
Con el avance de la tecnología, esta formulación dio paso a modelos
numéricos más complejos, calibrados a partir de programas extensivos de
mediciones en varias partes del mundo. En 1993, Pemex realizó un estudio de
reproducción histórica de tormentas para la Sonda de Campeche utilizando un
modelo propuesto por Cardone y Pierson (1976) y Reece y Cardone (OTC,
1982). Esta metodología está basada en un modelo numérico de primera
generación conocido como ODGP-2 (por sus siglas en inglés "Ocean Data
Gathering Program"). El origen de este programa data de 1968, cuando 8
compañías (Shell, Amoco, Chevron, Esso, Mobil, Gulf, Texaco y la CAGG Marine
Region) iniciaron un programa de recolección de datos oceanográficos (ODGP)
y meteorológicos en las costas del norte del Golfo de México. Una vez que se
contó con registros de las condiciones ambientales, se procedió a implementar
un modelo numérico general que representara las condiciones propias del sitio
específico (Haring, 1978). El modelo ODGP-2 está planteado en función del
intercambio de energía entre el fluido y la atmósfera. Considera condiciones de
frontera, efectos de propagación de las olas, refracción y fricción de fondo.
Este modelo, a diferencia del propuesto por Bretshneider, requiere calibraciones
locales para obtener datos más realistas de las condiciones dominantes en un
sitio específico. Mientras que los resultados del estudio de reproducción histórica
que aplica la modelación propuesta por Bretshneider representa un conocimiento
más empírico, los resultados del estudio aplicando el modelo ODGP representa
un conocimiento más científico.
En junio de 1993, Pemex inició un programa de mediciones con el fin
de validar el nuevo estudio a través de la recopilación de datos meteorológicos
y oceanográficos en dos sitios (con profundidades de 150 y 300 m). El
programa continuó durante más de un año y terminó en 1995; fue
diseñado para recolectar mediciones de los vientos superficiales, marea, nive-
les del mar, corrientes a 3 profundidades distintas y temperatura en la
superficie. El programa de medición estaba en operación durante el paso
del huracán Gert en septiembre de 1993, lo que representó una oportuni-
dad única para validar los resultados de los modelos aplicados. Como
resultado se encontró gran similitud entre los resultados del modelo ODGP-

299
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 36. Comparación de la Altura de Ola Significante Resultado del Modelo


de Hindcast de Oceanweather y de Mediciones en dos Sitios
de la Bahía de Campeche.

2 y las mediciones "in situ" (ver figura 36). Sin embargo, esta tormenta fue
demasiado débil para considerarse representativa de los valores extremos de
diseño. Además, estas mediciones "in situ" cubrieron un lapso de tiempo muy
breve para considerarse representativas de las condiciones normales, las cuales
son importantes, por ejemplo, para el diseño por fatiga.
En octubre de 1995, la costa sur del Golfo de México fue azotada por
el huracán Roxanne. Esta tormenta es considerada como la más severa de
este siglo en la zona de plataformas (Cardone y Ramos, 1998) y estuvo
muy cerca de las intensidades de la tormenta de diseño de las instalacio-

300
Procesos metaoceánicos

nes marinas. Roxanne se transformó en un huracán de categoría 3 en la porción


occidental del mar Caribe y cruzó la Península de Yucatán para ingresar a la
Bahía de Campeche el día 13 del mismo mes (ver figuras 37, 38 y 39).
Roxanne vagó por la parte sur del Golfo de México durante varios días causando
gran destrucción a lo largo de la costa de México y daños de relativa importan-
cia a la infraestructura marina de Pemex (Cardone y Ramos, 1998).
Los daños provocados por el huracán Roxanne en su paso por la Sonda de
Campeche generaron la necesidad de revisar las intensidades de diseño y generar
las recomendaciones apropiadas para evaluar la integridad estructural de las
instalaciones existentes. Los criterios obtenidos (IMP, 1997 y 1998) fueron
basados en la filosofía moderna de administración de riesgo (Bea, 1997 y 1998),
a partir del establecimiento de probabilidades de falla aceptables y factores de
seguridad donde los sesgos e incertidumbres de cada parte del proceso de
análisis son considerados de manera explícita.

Figura 37. Trayectoria del huracán Roxanne, octubre de 1995.

301
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 38. Imagen del Complejo Abkatum-A durante el paso


del huracán Roxanne.

La revisión de las intensidades de diseño se llevó a cabo realizando la


actualización del estudio de 1993 (Oceanweather, 1993) para incluir la modelación
histórica de Roxanne y de algunas otras tormentas recientes. El resultado final
(Oceanweather, 1996) fue una población estadística constituida por 22 tormentas
de invierno que se registraron entre 1956 y 1992, cubriendo un intervalo de 36
años. Además, esta población incluye los 47 principales huracanes (ver figura
40) que afectaron la porción sur del Golfo de México entre 1931 y 1996 (66
años). Algunos de los huracanes incluidos en la modelación (adicionalmente a
Roxanne) son: Charlie (1951), Inez (1966), Brenda (1973) y Gilbert (1988).
Los parámetros característicos de cada tormenta fueron obtenidos para los
puntos discretos de una malla que cubre la totalidad del Golfo de México y
archivados para un área que cubre la extensión de las aguas territoriales. Los
puntos discretos están espaciados cada 12 millas náuticas.

302
Procesos metaoceánicos

Figura 39. Foto satélite y modelación numérica del huracán Roxanne,


15 de octubre de 1995.

Figura 40. Trayectorias de huracanes consideradas en el


estudio de hindcast del Golfo de México.

303
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Análisis de extremos

Uno de los conceptos fundamentales de la estadística de los extremos en el


análisis probabilístico de fenómenos climáticos, es el concepto de periodo de
retorno medio, en gran parte debido a Gumbel (1967). Si consideramos x1, x2 ,
... xi, ... xn una serie de registros aleatorios extremos (estadísticamente
independientes) que representan la intensidad anual máxima o mínima de un
determinado parámetro meteorológico X (oleaje, viento, cambios extremos de
temperatura, etc.), la probabilidad de que un fenómeno climático y/o
oceanográfico X, con una intensidad anual mayor que x pueda ocurrir en N
años sucesivos es:

P( X > x) = 1 − [ F ( x)] =
N

Donde

F(x) = Función de Probabilidades Acumulada


N = Vida Útil de la Estructura (años)
n = Número de Eventos
Y = Tiempo de Observación y/o de Registros (años)
T(x) = Periodo de Retorno Medio

Las fórmula general expresada anteriormente es válida para T > 10 años.


Si aplicamos la teoría de los extremos (función de distribución de Gumbel)
a las ecuaciones anteriores, nos queda:


[ e −e ]
N
− α ( x −υ )
1− = 1 − ⎢1

Remplazando la función de Gumbel en la ecuación
−α(x −u)
⎡ Y ⎤
e− e = ⎢1 −
⎣ n T (x )⎥⎦
(d)

304
Procesos metaoceánicos

α=
c1
; u = mX −
c 2
donde σ α

σ y mX son la desviación estándar y la media de los datos x (intensidades


anuales extremas) de la población, C1 y C2 dependen del número de datos de la
población (ver tabla 21), si n → ∞, C1=1.128255 y C2=0.57722 (Ghiocel y
Lungu, 1975); u es la moda de la función de Gumbel y a es una medida de
dispersión.
Si el número de datos "n" de la población total se encuentra dentro de un
valor intermedio a los datos de esta tabla, habrá que interpolar y/o extrapolar
linealmente entre los dos datos más cercanos a "n" de la tabla 21.
Por último, despejando x de la ecuación (d) se obtiene,
⎛ ⎛ Y ⎞⎞
ln⎜ − ln⎜ 1 − ⎟⎟
⎝ ⎝ n T ( x) ⎠⎠
x = u−
α

Tabla 21. Constantes C1 y C2 que dependen del número de datos de población (n).

Esta ecuación relaciona la intensidad extrema máxima x de una carga


climática en función de un periodo de retorno medio, tal como se muestra en la
figura 41, por ejemplo, para la altura de ola máxima.
305
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 41. Periodo de retorno vs altura de ola máxima.

Es importante mencionar que, en este caso particular, la distribución de


Gumbel mostró una mejor correlación con los datos de la población estadística.
Por ello, el desarrollo anterior se limita a la estimación de extremos con esta
distribución.
Las condiciones ambientales más representativas de las plataformas marinas
están definidas por los puntos 261 (Nak-1, Rebombeo), 340 (Och), 341 (Abkatum,
Chuc-B, Pol), 342 (Caan), 419 (Ku, Ixtal-1), 420 (Akal, Balam, Ek, Batab,
Ixtoc, Taratunich dl-2) y 421 (Nohoch-A) mostrados en la figura 42 del estu-
dio de hindcast; estos puntos son los más representativos de las condiciones
imperantes en los diferentes complejos que integran la infraestructura de
explotación de la Sonda de Campeche; se discriminó del total de tormentas
para considerar únicamente las más severas. Sólo se consideraron, para el
caso de huracanes, las tormentas cuya altura de ola significante (Hs) resultó
mayor a 2.24 m; y para tormentas de invierno aquellas con Hs > 1.0 m. Esta
regla empírica permitió obtener mejores correlaciones de los parámetros de
diseño con la función de Gumbel.

306
Procesos metaoceánicos

Figura 42. Área de aplicación de los parámetros propuestos.

Finalmente, mediante una población estadística que incluyó 22 tormentas


de invierno y 47 de huracanes, al realizar el estudio de hindcast y mediante
análisis de extremos se determinó la altura de ola máxima (ver figura 43),
altura de ola máxima significante, altura de la cresta, altura de marea, velocidad
del viento y de la corriente (ver figura 44), en función de la probabilidad de
excedencia y el periodo de retorno.
Por último, se concentraron los resultados del hindcast y del análisis
de extremos en tablas que definen la Altura de ola significante, Altura
máxima de la ola, Periodo de la ola, Altura máxima de la cresta, la Marea
astronómica, Marea de tormenta, Velocidad máxima del viento (1 hora, 1
307
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Figura 43. Relación de altura de ola máxima (m) vs Probabilidad de


excedencia y periodo de retorno (años). Análisis de extremos para
el punto 420, considerando exclusivamente la población de huracanes.

Figura 44. Relación de velocidad de corriente máxima (cm/s)


vs probabilidad de excedencia y periodo de retorno (años). Análisis de extremos para
el punto 420, considerando exclusivamente la población de huracanes.

308
Procesos metaoceánicos

minuto y ráfagas) y Velocidad de corrientes, para distintos periodos de retorno,


tal y como se muestra en la tabla 22, para cada uno de los puntos analizados.

Áreas: Akal, Balam, Ek, Batab, Ixtoc, Taratunich dl-2

Promedio de la dirección de las corrientes (grados) 65/255


<————————— Bimodal 85/255 —————————>

Tabla 22. Extremos meteorológicos y oceanográficos


para las áreas indicadas.

309
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Parámetros meteorológicos y oceanográficos para diseño y


evaluación de plataformas marinas

Los parámetros obtenidos del análisis de extremos fueron procesados


posteriormente de acuerdo con la filosofía plasmada en el nuevo criterio de
diseño y evaluación (Soriano y Ramos, 1998). Para definir las condiciones
ambientales más representativas de los sitios de interés se revisó la información
de los puntos discretos definidos dentro o cerca de la Sonda de Campeche (ver
figura 42). En el caso de plataformas marinas, las probabilidades de falla
aceptables fueron expresadas en términos de los parámetros ambientales más
representativos (alturas de ola) y éstos, a su vez, ubicados en el contexto de las
condiciones ambientales locales del sitio específico. De esta manera, un nivel
de confiabilidad uniforme dio origen a parámetros ambientales que varían de
acuerdo con la ubicación de cada complejo.
Para la fase de diseño se especificaron parámetros particulares para diseño
en condiciones de tormenta estimados a partir del análisis de extremos de la
población combinada de huracanes y tormentas de invierno. Adicionalmente,
se especificaron parámetros para diseño en condiciones de operación,
transportación y estabilidad durante la instalación a partir del análisis de extremos
de la población de tormentas de invierno únicamente. Esta diferencia obedece
a las condiciones climáticas prevalecientes cuando se llevan a cabo las
respectivas etapas de instalación. Es importante mencionar que se establecieron
las condiciones normales para el diseño por fatiga, aunque la metodología utilizada
para su definición es diferente a la aquí plasmada y queda fuera del alcance de
este documento.

Condiciones de transportación

Los parámetros para diseño por transportación definidos en la segunda edición


del criterio transitorio (Soriano y Ramos, 1997a) se estimaron a partir de las
condiciones más desfavorables a lo largo de la ruta típica de transportación
desde los patios de fabricación hasta el sitio de instalación.
Los parámetros meteorológicos y oceanográficos para diseño bajo condi-
ciones de transportación (ver figura 45) planteados en este criterio transitorio
(Soriano y Ramos, 1997a) se especifican en la tabla 23. Estos parámetros
310
Procesos metaoceánicos

Figura 45. Transportación de una plataforma.

CATEGORÍA DE
PARÁMETROS DE EXPOSICIÓN
DISEÑO ÚNICA
Altura de ola significante Hsig m 5.38
Periodo pico espectral (s) 11.86
Velocidad de viento asociado con Hsig a 10 m SNMM 14.36
(m/s)
Velocidad superficial de corriente Asociada con Hsig 26
cm/s

Tabla 23. Parámetros para diseño en condiciones de transportación .

están definidos considerando exclusivamente la proyección de extremos basada


en la información estadística correspondiente a tormentas de invierno (Nortes).
Por esta razón son válidos para maniobras realizadas fuera de la temporada de
huracanes.
Los parámetros mostrados en la tabla 23, representan las condicio-
nes más desfavorables sobre la ruta especificada en la figura 46. Paráme-
tros adicionales representativos de otras posibles trayectorias deberán jus

311
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

tificarse con base en un estudio meteorológico y oceanográfico integral y deberán


estar sujetos a la aprobación de PEP.

Figura 46. Trayectoria considerada en la estimación de parámetros


para análisis en condiciones de transportación.

Condiciones de operación

Los parámetros de diseño planteados en la segunda edición del criterio transitorio


(Soriano y Ramos, 1997b) para las cargas en operación (ver tabla 24) consideran
exclusivamente la información estadística referente a tormentas de invierno
(Nortes). Se definieron las condiciones oceanográficas y meteorológicas de la
Sonda de Campeche, para un periodo de retorno de 10 años, que tiene una
probabilidad de excedencia de 16.4% anual. Con esta información, es posible
determinar las condiciones ambientales más críticas que se pueden presentar
por cargas ambientales durante las operaciones normales de las plataformas.

312
Procesos metaoceánicos

Áreas: Akal, Balam, Batab, EK, Ixtoc, Tarantunich dl-2


Profundidad de agua: 44 - 52 m
Periodo de retorno (años) 10
Altura de ola significante (m) 3.82
Altura máxima de la ola (m) 7.09
Periodo de la ola (s) 10.68
Altura de la marea astronómica (m) 0.76
Altura de la marea de tormenta (m) 0.36
Velocidades máximas de viento a 10 m (m/s) 1 hr 15.7
Velocidades de corriente (cm/s)
0% 42
50% 37
95% 20

Tabla 24. Extremos meteorológicos y oceanográficos para condiciones de


operación en las áreas indicadas, considerando exclusivamente
tormentas de invierno.

Condiciones de estabilidad durante la instalación

Los parámetros oceanográficos recomendados para garantizar la estabilidad


de la estructura, durante el proceso de instalación (Soriano y Ramos, 1997c),
así como la seguridad de la barcaza y equipos durante las operaciones de
instalación se describen en la tabla 25.
Las condiciones de mar definidas en esta tabla son aproximadas y consi-
deran que la embarcación tiene un periodo natural de vibración diferente al del
oleaje. Las condiciones de estado límite del mar que garanticen la estabilidad
de la barcaza durante la instalación dependen, sustancialmente, de las
características específicas de la embarcación (tamaño, capacidad, etc.), anclaje,
dirección y periodo del mar, y las operaciones requeridas durante la instalación
(McClelland y Reifel, 1986).

313
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

Altura máxima de la ola (m) 2.45


Periodo de la ola (s) 7.8
Marea astronómica (m) 0.76
Marea de tormenta (m) 0.21
Velocidades máximas de viento a 10 m SNMM (m/s)
1 Hr 9.64
Velocidades de corriente (cm/s)
0% de la profundidad 25.92
50% de la profundidad 23.37
95% de la profundidad 13.64

Tabla 25. Parámetros mínimos de diseño en condiciones de estabilidad.

Áreas: Akal, Balam, Ek, Batab, Ixtoc, Taratunich dl-2;


Profundidad de agua: 44 - 52 m
Evaluación
Parámetros Diseño Intervalo Elástico Resistencia Última
Nivel Diseño Moderada Alta Muy Alta
Periodo de retorno de referencia (años) 180 99 753 892 1485
Altura de ola máxima (m) 16.7 15 21 21.5 23
Periodo de la ola (s) 12.06 11.46 13.52 13.70 14.24
Marea astronómica (m) 0.76 0.76 0.76 0.76 0.76
Marea de tormenta (m) 1.04 0.98 1.20 1.22 1.27
Velocidades máximas de viento a 10 m
SNMM (m/s)
3s 58.77 53.30 72.60 74.22 79.09
5s 56.79 51.51 70.16 71.73 76.43
15 s 52.54 47.65 64.91 66.36 70.71
1 min 47.18 42.79 58.28 59.58 63.49
1 hr 39.42 35.75 48.70 49.79 53.06
Velocidades de corrien te (cm/s):
0% de la profundidad 125 111 159 163 175
50% de la profundidad 97 83 131 135 147
95% de la profundidad 78 70 100 102 109

Tabla 26. Extremos meteorológicos y oceanográficos.

314
Procesos metaoceánicos

Condiciones de tormenta

En la segunda edición del criterio transitorio (Soriano y Ramos, 1998), se


especificaron parámetros de acuerdo con las diferentes revisiones estructura-
les propuestas en el nuevo criterio (ver tabla 26). Se definieron parámetros
para análisis y revisión elástica (nivel de diseño) y para análisis y revisión inelástica
(resistencia última). Para esta última se definieron los parámetros
correspondientes a cada posible categoría de exposición: moderada, alta y muy
alta (Soriano, Ramos et al., 1998).

Conclusiones

Los parámetros meteorológicos y oceanográficos presentados en este trabajo


representan el estado actual del conocimiento al respecto. Fueron obtenidos
con metodologías representativas del estado del arte en la modelación histórica
de tormentas, apoyadas en un tratamiento probabilista de las condiciones
ambientales extremas generadas por la presencia de huracanes y nortes en las
costas del Golfo de México. Los resultados finales son congruentes con criterios
de diseño y evaluación basados en administración de riesgo que permiten lograr
sistemas seguros con probabilidades de falla acordes con filosofías de operación
y características locales.
A pesar de que se contó con información meteorológica y oceanográfica,
recolectada por Pemex mediante un programa de monitoreo de la Sonda de
Campeche para validar los modelos de reproducción histórica aplicados en
este estudio, la tormenta registrada (Gert, 1993) fue demasiado débil para
considerarse representativa de los valores extremos en la zona. Por ello, se
recomienda una campaña de monitoreo extensiva para evaluar los sesgos y
reducir las incertidumbres en los datos utilizados, así como ampliar la pobla-
ción de tormentas existente con datos reales.

Recomendaciones

Es necesario instalar una red de monitoreo permanente en la Bahía de


Campeche que proporcione información meteorológica y oceanográfica

315
Curso de Ingeniería Civil Costa Afuera. Apuntes de Clase

que permita calibrar extensivamente el modelo de reproducción histórica utilizado.


El programa de monitoreo permitiría realizar diseños más confiables al contar
con información estadística real del sitio. Además, el programa de monitoreo
proporcionaría otros parámetros para revisiones especiales y de diseño de otro
tipo de sistemas estructurales.

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