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Investigación

Aplicada I.

Nombre: Matías Contuliano Álvarez


CALIFICACION: 4,7

1) Para Descartes, la Epistemología se basa en un racionalismo centrado a partir de la


trascendencia del pensamiento. Ahora bien, según sus palabras “cogito, ergo sum […] pero
aún no conozco con suficiente claridad lo que soy, yo que estoy cierto de que soy […]
¿Qué es entonces lo que creía ser antes?” (Med. Met. Pp. 171) Comente y reflexione estas
palabras de Descartes, tratando de expandir su noción del racionalismo en la Teoría del
Conocimiento, sus máximas metodológicas y el horizonte del pensamiento como
productor de realidad.

R// Primero que todo, como la doctrina misma del conocimiento dice, que aquella está
abierta a posibilidades, ya sean doctrinas como; el racionalismo, el empirismo, el
apriorismo, etc. Tenemos que tener en cuenta que hay una gran variedad de
pensamientos, conocimientos y subjetividades respecto al tema, por lo que también
debemos no faltar el respeto a lo desconocido y enfocarse propiamente tal a lo que nos
lleva a la siguiente respuesta, comprendiendo una sola ideología.

Propiamente tal se dirige al racionalismo, en donde su epistemología se basa en que la


causa principal del conocimiento reside en el pensamiento. Ya sabiendo esto nos damos
cuenta que, Descartes no dejaba nada al azar, por lo que en su famoso “Discurso del
método”, nos habla o inspira, de la identidad de cada uno en ciertas palabras
epistemológicas, ya sea que por ejemplo, en una de sus connotadas frases dice; “ Como
hemos sido todos nosotros niños antes de ser hombres y hemos tenido que dejarnos regir
durante mucho tiempo por nuestros apetitos y nuestros preceptores, que muchas veces
eran contrarios unos con otros, y ni unos ni otros nos aconsejaban siempre acaso lo mejor,
es casi imposible que sean nuestros juicios tan puros y tan solidos como lo fueran si, desde
el momento de nacer, tuviéramos el uso pleno de nuestra razón y no hubiéramos sido
nunca dirigidos más que por esta” (citar, año; Pp.). Es decir, que en la razón de este
principio inicial, Descartes, ya empezaba a ideologizar lo que poco a poco en su
habitación de pensamientos curiosos, o pensamientos lógicos por reventar, estarían
moldeando el conocimiento de la razón pura sobre el yo y su existencia. Al llegar a su
basto conocimientos de las cosas “existentes”, Descartes, se arbitra con cuatros simples
leyes que con el tiempo fueron ordenándose o modificándose. El primero de estos es “no
admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es”; es decir,
evitar conclusión alguna sobre un juicio presentado. Luego tenemos el segundo, que es
“dividir cada una de las dificultades que examinaré en cuantas partes fuere posible para su
solución”. En el tercero, “conducir ordenadamente los pensamientos empezando por
objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco,
gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos”; es decir, que de cada suma
hay a una resta, mientras que de cada división hay una suma, etc. Y por último, “Hacer en
todos unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, que llegase a estar
seguro de no omitir nada.” Luego de retomar estas indispensables obediencias, Descartes,
aportó sus Máximas morales, tales como la primera máxima en donde obedecía las leyes
y las costumbres de su país, o de donde habitaba, luego pasó a la segunda máxima, en
donde seguir las opciones como las más verdaderas, una vez elegidas, sean malas o
verdaderas; mientras que la tercera máxima trata de que solo nuestros pensamientos nos
pertenecen. Y por último la cuarta máxima, en donde propone el cultivo de la razón.
Al saber toda esta primicia, y al comprender el mundo interactivo del razonamiento,
explícitamente hablando del método, llegó descartes a cuestionarse sobre el “yo pienso,
luego soy” al ejemplificar los pensamientos de una persona dormida y plácidamente
ensueño, con otra que está simplemente despierta y con los pensamientos a tope.
Descartes entonces aludió que el antes del yo, “podía fingir que no tenía cuerpo alguno y
que no había mundo ni lugar alguno en el que yo m e encontrase, pero que no podía fingir
por ello que no fuese, sino al contrario, por lo mismo que pensaba en dudar de la verdad
de las otras cosas, se seguía muy cierta y evidentemente que yo era, mientras que, con
solo dejar de pensar, aunque todo lo demás que había imaginado fuese verdad no tenía
razón para creer que yo era”. Al concluir sobre esta gran frase de descartes podemos decir
que el cuerpo no fuese, el alma no dejaría de ser cuanto es. En definitiva, el espíritu como
lo llamaba descartes o el alma, seguiría siendo el mismo a pesar de obstáculos exteriores.

Para concluir a la respuesta, podemos decir que el bienvenido discurso de descartes, a la


actualidad, encaja en ciertos ámbitos, en donde cada rama de la filosofía puede
profundizar.
Cabe destacar los argumentos de descartes sobre la existencia de Dios, para abundar más
sobre el tema del “yo pienso, luego soy”, ya que este argumentaba la dependencia
humana, en su imperfección, respecto a la perfección divina. “independiente de cualquier
otro ser me hubiese dado todas las perfecciones que concebía en Dios”. Indudablemente
descarté aprobaba la existencia de dios y por consiguiente argumentaba aquello dicho.
(2,2 pts. )

2) David Hume estableció una conexión indisoluble entre impresiones (sensaciones) e


ideas, la una no existe sin la otra. Sin embargo, nos dice: “nuestras ideas, en su aparición,
no producen sus impresiones correspondientes y no podemos percibir un color o una
sensación tan sólo por pensar en ella” ( Trat. Nat. Hum.; Pp. 22). Reflexione a partir de
esta sentencia y verifique la distancia jerárquica entre impresiones e ideas, advirtiendo sus
consecuencias metodológicas empíricas.

R// Para empezar sobre el pensamiento de David Hume, nos centramos específicamente
en uno de sus ideales que es, el empirismo; en el cual considera que “la única fuente de
conocimiento es la experiencia” (citar, años; Pp.) Por lo que debemos tener en cuenta que
Hume se basaba explícitamente en las percepciones, con la cual tenía las llamadas
impresiones intensas o las llamadas ideas de reflexiones o recuerdo débiles, por lo que
Locke apetecía. Hume tenía cierta idea de cuál es la capacidad de conocimiento que todos
tenemos, por lo que debemos diferenciar entre las ideas e impresiones. Las impresiones
son el contacto directo de los sentidos con los llamados objetos directos que nosotros
conocemos, y esto quiero decir que las impresiones están en el tiempo presente, y así
mismo las ideas son las impresiones que el recuerdo contiene en nuestro pensamiento, o
cáscara de huevo como alguien llamado x quiso llamarlo, y por lo tanto las ideas forman
partes del conocimiento de nuestro pasado. “Las impresiones son del presente mientras
que las ideas son del pasado”. Esto quiere decir que un idea solo será válida si se hace
referencia a una impresión. Y eso infiere a que nosotros no podremos pronosticar el
futuro, ya que nuestro conocimiento es nulo, por lo tanto en el futuro tenemos una
creencia, mientras que nuestra impresión será vacía, por el simpe hecho de no saber con
certeza nuestro porvenir.
Esta pajita en el estambre nos hace preguntar, sobre la inclusión de dios en el discurso, y
por lo tanto uno debe aclarar que no es posible la existencia de dios ya que toma por
fuego, o desanima la evolución de descartes (quien si afirma la existencia de dios), por lo
que la naturaleza del ser mismo toma como experiencias las actitudes del medio
ambiente, es decir Hume rechaza la metafísica como entidad de conocimiento, ya que
esta nos lleva a un conocimiento imposible, es decir que Hume nos lleva a un
conocimiento total, en donde el mismo conocimiento en sí, se agota. (2 PTS. )

3) Para los fenomenólogos (Husserl, Heidegger, Gadamer), en general, el problema de la


ciencia radica en querer abstraer la modalidad del conocimiento –que aspira a una Verdad
determinada de las cosas- del mundo en el cual se produce. La moral epistemológica a la
cual aspira las ciencias es el de la explicación, mientras que la fenomenología aspira a la
comprensión. A partir de la tipografía del Da-Sein heideggeriano; las ‘reducciones
fenomenológicas’ husserlianas; y, las bases históricas y comprensivas de la hermenéutica
gadameriana, desarrolle sus alcances, estructuras, orígenes y dificultades metodológicas
del Ser-que-interpreta.

R/ Cabe destacar que Heidegger valora el lenguaje poético, por lo que siempre estará allí
observando la simetría del lenguaje propiamente tal, igual que el uso del “da sein “es
únicamente y cultiva mente propia del mundo en un paréntesis del modo existencial,
mientras que la nada amplia a la muerte.
Sabemos que “estar-en-el-mundo” no es sencillamente emocional, ni psicológica, son más
que bien, la comprensión propiamente tal. Mientras que el entendimiento, la explicación,
las indicaciones, etc. son algo sobre llevaderos a un punto en el que no cabe la menor
duda de que el concepto es específicamente de un lado a otro.
En todo esto tenemos una apertura, quien nos entrega un claro listado de empatía,
asimilación y percepción, en los cuales podemos diferir que entre el amor y el odio
siempre va a haber una clara distancia, ya que el yo ser?, es infinito a todas las
posibilidades del yo ser por mandato.

Si tratamos de explicar, o por lo menos definir, lo que es la hermenéutica, podemos


distinguir que es el arte de explicar? (la hermeneia es el arte de la interpretación, y no de
la exégesis. Ojo con esta sentencia, contrae confusión y cae en un profundo error
axiomático de la hermenéutica), o traducir las escrituras sagradas o los textos filosóficos.
Mientras que la Fenomenología, es el cuerpo de conocimiento que distingue entre sí,
distintas observaciones empíricas de fenómenos, y siempre explicándolo de un modo o
teoría fundamental.
Y concluyendo con el término famoso del Da-sein, podemos incitar? que es un término
alemán que combina las palabras //ser//(sein) y //ahí//(da) que es el significado de la
existencia, (ser. Ahí)… (0,5 pts.)

-La dimensión reflexiva se encuentra presente en las respuestas. Sin embargo, algunos
pasajes son difícil lectura; esto debido, más que nada, a desprolijidades ortográficas y de
redacción.
-En general, las respuestas exponen considerablemente los conceptuales centrales de los
autores tratados. Pero –insistiendo con la observación anterior-, las argumentaciones
respectivas se exponen en un discurso trastabillado por las imprecisiones ortográficas y de
puntuación.
-Como recomendación: el cuidar, aún más, la dimensión formal (redacción y ortografía)
del ensayo, conllevará a una mejora en este aspecto.

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