2.

Especificidad “moderno-tardía” de la relación hombre naturaleza

El hombre a lo largo de su existencia busco darle sentido a la relación que tiene con la naturaleza.
Después de la revolución científica y la revolución industrial, el hombre cambio su percepción sobre
los deberes que tenía con el mundo natural, considerando a su mundo tecnificado como el más
natural posible. La reciente revolución informática se encuentra en proceso de transformación de
la manera de producción material y simbólica a tal punto de hacer caer los parámetros clásicos que
sostenían la visión moderna del mundo, la misma que se considera desfasada, pues los cambios y
nuevas formas de conocer la transformación de la materia no tienen límite. Al tiempo actual se le
puede caracterizar como modernidad tardía, pues aún no se puede conocer objetivamente los
caracteres del tiempo que se está develando ante los ojos de la humanidad. Los problemas
ambientales se manifiestan en las diferentes culturas del occidente y del oriente, estas percepciones
y valoraciones de la naturaleza se considera un problema central que arrasa toda ética del ambiente.
2.1. Visión judeo-cristiana del cosmos y nacimiento de la cuestión ambiental
Esto no se trata de un problema pertinente solo para la teología sino también juega un papel
importante en la insensibilidad ambiental, la relación entre historia del cristianismo y la cuestión
ambiental que fue formulada en términos muy generales por L. White quien pretende hacer
responsabilizar del desastre ambiental contemporáneo a la visión Judeo-cristiana del mundo. La
tesis de L. White es criticada por Passmore que resalta la diversidad entre la sensibilidad judaica-
cristiana frente a la creación natural y afirma que la naturaleza fue creada especialmente para el
hombre, según el cristianismo ha impulsado al hombre a considerarse patrón absoluto de la
naturaleza. Según Drewermann solo una visión animista de la creación lleva al hombre a
comportarse con respeto hacia la naturaleza que lo rodea. Por otra parte, en el libro de Krolzik
podemos resaltar la concepción del tiempo y de la historia, la valorización del trabajo; este autor en
una segunda publicación admite que el verdadero salto cualitativo se dio luego de la teoría
darwiniana.
2.2. Especificidades vinculadas a la modernidad tardía

El hombre premoderno y el contemporáneo tienen diferentes puntos de vista frente al peligro

constituido por los fenómenos naturales; el temor permanece de manera constante en la relación
hombre-naturaleza, pero este es percibido de manera cualitativamente diferente. A través de la
mediación de la técnica el hombre busca evitar los fenómenos que lo perjudicaran, a pesar de las
novedades técnicas se tiene que tener un amplio conocimiento sobre los efectos colaterales que
podrían ocasionar. El desarrollo de la informática ha ayudado a solucionar diversos problemas
cotidianos del hombre, pero también ha hecho que se vuelva más dependiente y que no pueda
valerse por sí mismo. La relación que tenemos con la naturaleza está vinculada con la mediación de
la técnica y a la artificialidad indirecta debido a nuestras intervenciones sobre los elementos de la
naturaleza

3. Figuras argumentativas en la ética ambiental

Los diversos argumentos que tratan de justificar el impacto que nosotros hemos causado al
ambiente natural, no solo se basa en la centralidad del hombre en el cosmos, sino que también a
otras figuras argumentativas y a otros estímulos. A partir de esto podemos proponer una tipología
tripartita: primero, encontramos diversas imágenes o percepciones del mundo; segundo, las
normas éticas concretas y los sistemas normativos y por último se sitúan afirmaciones que tienen
un carácter estratégico-político o normatividad jurídica. El debate ético-ecológico recurre
contantemente a estos tres niveles, mediante confusiones y sobreposiciones que lo hacen siempre
perfectible. La mayor parte de las síntesis de la ética ambiental actuales buscan proponer una
tipología sobre los argumentos ético-normativos.
Con el termino antropocentrismo se establece una diferencia de principio entre el hombre y la
naturaleza que lo rodea, por la capacidad de formular y hacer de esta naturaleza una finalidad en
relación con él.
Como biocéntrica se refiere a la concepción del cosmos en la cual no hay jerarquía alguna.
La posición phatocéntrica, se basa en el supuesto de que toda la vida es de el mismo origen y por
lo tanto relacionado. En consecuencia, todos los seres vivos tienen la capacidad de experimentar
dolor.
La visión fisiocéntrica, favorece el medio natural y cultural con el que interactúa.
Todas estas posiciones son importantes al momento de querer legislar en el ámbito ambiental
pues se tiene que tener en cuenta que todo este terreno está en constante movimiento y no
exento de problemas.