Sei sulla pagina 1di 15

Aproximación

a la Sacramentología Luterana

Luis Amado Vanegas, C.J.M. *

l. INTRODUCCION de palabras y de utensilios; por eso


se llaman sacramentos de la fe" (1).
El tema de los sacramentos es
siempre actual en la Iglesia y su mis- Los sacramentos no son signos
ma celebración constituye un mo- estáticos, desprovistos de vida,
mento central de la vida eclesial. muertos, sino dinámicos y vitales,
Decimos con razón que la Iglesia se en permanente evolución y actuali-
expresa de una manera simbólica zación al ritmo de la conciencia
en toda su estructura en general, cristiana, del progreso de la refle-
pero particularmente por medio de xión teológica, del avance de las
los sacramentos que son el símbolo ciencias y de una manera especial
o expresión de su fe: "Los sacra- de la antropología.
mentos están ordenados a la santifi-
cación de los hombres, a la edifica- Instaurar una aproximación a la
ción del cuerpo de Cristo y, en defi- sacramentología luterana cuando
nitiva, a dar culto a Dios; pero en han pasado más de cinco siglos de
cuanto signos también tienen un fin su nacimiento y cuando la Iglesia
pedagógico. No sólo suponen la fe, Católica ha fijado no sin énfasis y
sino que a la vez la alimentan, la polémica su situación ante la refor-
robustecen y la expresan por medio ma sacramental protestante, pare-

* Magister en Teología, Universidad Javeriana, Bogotá.


(1) Vaticano~I, Sacrosanctum Concilium,59.

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 141


ciera anacrónico a no ser que dicho Lutero denunció en su tiempo? Han
acercamiento permita descubrir to- desaparecido de la Iglesia católica
da una serie de elementos válidos todos los defectos y fallas señala-
en nuestra propia búsqueda sacra- das acusadoramente por Lutero, de
mental, para una siempre mejor pra- modo que los pasos hacia el ecume-
xis sacramental católica, para un nismo sean sólidos y reales?
mayor acercamiento a la Iglesia
reformada, para una mirada avisora
a todo cuanto pueda empañar la 11. CONTEXTO HISTORICO
teología y la praxis sacramental.
Para comprender mejor la posi-
Muchas de las posiciones de Mar- ción de Lutero ante los sacramentos
tín Lutero sobre los sacramentos no deja de ser útil reconstruir en
fueron condenadas en su momento líneas generales el tejido histórico
y también en el transcurso de los en el que se ubica. Y ~na de las raÍ-
siglos posteriores. Pero para nadie ces fundamentales en el surgimiento
constituye un secreto el grado de de la reforma fue el sentimiento
aproximación que efectuó Vaticano del hombre moderno por reconquis-
11 a muchas de las posiciones, si tar su independencia frente a lo
no teológicas, por lo menos pastora- tradicional que lo aprosionaba. His-
les intuídas ya por el reformador. toriadores y teólogos están de
Para el Concilio se hizo necesario acuerdo en destacar el paso que se
una reforma de los ritos sacramen- efectuaba de una sociedad teocén-
tales porque "muchas cosas oscu- trica y por ello mismo teocrática y
recen su naturaleza y su finalidad" clerical, a una sociedad antropocén-
(2). trica y por ello más personalista,
más libre, más autónoma.
El interés de este escrito está en
retornar -a la sacramentología lute- Además, la reacción contra las
rana expresada fundamentalmente agudizaciones del césaro-papismo
en uno de los escritos más polémi- iba dando por resultado la paulati-
cos de Lutero: La Cautividad Babi- na pérdida del influjo real de los
lónica de la Iglesia (3) en la que se pontífices romanos sobre la univer-
expone la posición de la reforma salidad de las Iglesias. La política
sobre los sacramentos por cierto francesa manipula a los papas; la
con actitud agria y sobradamente vida espiritual está marcada por
crítica, en lenguaje generalmente una gran decadencia en todos los
duro, con sinrazones teológicas niveles, en tanto que se exagera el
pero con innegables razones pasto- centralismo fiscalizador de la curia
rales. Qué acepta y qué rechaza Lu- romana; se practica la simonía, el
tero sobre los sacramentos? Qué relajamiento, la pastoración merce-
validez tiene su posición? Existe naria, el descontento y la protesta;
hoy una posible cautividad eclesial es época de esplendor renacentista
de los sacramentos como la que distraído en el lujo de palacios, de
(2) lb., 62.

(3) LUTERO, Obras, Edit. Paidos, Buenos Aires 1971.

142 APROXIMACION A LA SACRAMENTOLOGIA LUTERANA


cortes y de curias que contrasta im- ba gravemente la doctrina tradicio-
presionantemente con la crisis espi- nal católica de la gracia. No se
ritual del papado, del episcopado y oculta que el personalismo agusti-
del clero; se clama por la reforma, niano, a veces no justamente asimi-
pero Sabonarola es excomulgado lado por Lutero, es premisa para las
por el impúdico Alejandro VI en conclusiones luteranas sobre la
1497; se dan reformas a medias, en gracia y la justificación por la sóla
tanto que se intensifican las predi- fe, concepción en la que ya se anti-
caciones bizantinas, las peregrina- cipa el puesto que se le asignará a
ciones y cofradías en las que el pue- los sacramentos.
blo con harta más sabiduría procu-
ra salvaguardar su fe; se promulga la En este contexto amplio y es-
indulgencia con miras a allegar fon- poleado por los ataques personales
dos para la ambiciosa construcción del franciscano Agustín von Alfed,
de San Pedro en Roma; el concilia- viejo adversario del profesor de
rismo ha adquirido inusitado vigor, Wittemberg, Lutero escribe su Cau-
puesto que los teólogos franceses y tividad Babilónica de la Iglesia en la
alemanes cuestionan la autoridad que se lanza contra todo el sistema
del papa que resulta necesariamente sacramental católico; lo hace, claro
resquebrajada y debilitada. está, con ánimo polémico, con la
intención de suscitar respuestas,
Porque ciertamente entre los pero tomando al mismo tiempo po-
muchos factores de la reforma se siciones teológicas de las que no
subrayará siempre la decadencia de podrá encontrar retorno, Ya al final
la teología eclesiástica: tras el siglo de su anterior escrito Manifiesto a
brillante de Santo Tomás y de San la Nobleza de la Nación Alemana,
Buenaventura se entra en las co- que data de unas semanas antes de
rrientes de los siglos XIV y XV ca- La Cautividad, Lutero se expresaba
racterizados por pensadores desinte- así:
gradores entre los que sobresale Gui-
llermo de Ockham con su postura "Estoy para entornar una melo-
nominalista, los biblicistas integra- día en tonos muy agudos sobre
les preocupados por hallar una Roma y los suyos" (4).
teología pura más positiva, fundada
sólo en la Escritura como contra- Porque La Cautividad se dirige
partida para tomar distancia del particularmente al papa y a los su-
piélago de sumas y tratados, de tesis yos quienes, a juicio de Lutero,
escolásticas y discusiones teológi- tienen reducido al pueblo cristiano a
cas. Aunque la corriente que sin un cautiverio en el que la teología
duda más influyó en el reformador y práctica sacramental operaría
fue el nominalismo voluntarista de como las cadenas y los lazos de
Gabriel Biel (1425-1495) inspirado manipulación, de explotación y de
en la herejía pelagiana que deforma- pérdida de la libertad del cristiano.

(4) Cauvvidad Babilónica, 135.

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 143


III. EL DESMONTE DE LA CAUTI- La primera cautividad de este
VIDAD DE LOS TRES SACRA- sacramento estriba en que la tiranía
MENTOSVERDADEROS ha robado algo que afecta a la inte-
gridad del sacramento: el signo
Lutero comienza La Cautividad externo y la participación de todos
admitiendo sólo tres sacramentos, en el cáliz ha llegado a ser privativo
aunque ciertamente lo más llama- de los sacerdotes. Razón por la cual
tivo en este momento no es el recha- Lutero se ve precisado a rechazar en
zo de los otros sacramentos, sino el primer término el sentido eucarÍsti-
diseño muy novedoso de lo que él co del capítulo 6 de san Juan refe-
entiende por sacramento. El plan rente al pan de vida: en este texto
que va a seguir el escrito luterano es Juan se referiría a la fe en el Verbo
desenmascarar primero la cautivi- encamado y a una comida de tipo
dad a que están sometidos aquellos espiritual:
sacramentos que Lutero reconoce
como tales (bautismo, eucaristía, "Los judíos creyeron que se tra-
penitencia), y desmontar después, taba de una manducación carnal;
por ser pura invención humana, el esta era una interpretación equi-
ser sacramental de unos puros y vocada, pues sola la fe justifica"
simples ritos (confirmación, orden, (7).
matrimonio y unción) cuya sacra-
mentalidad se rechaza. No había, pues, razón para pre-
parar el estómago y los dientes: bas-
La primera parte la introduce así ta la fe y ya se ha comido al Verbo.
Lutero: Pero cuando se trata de la eucaris-
tía,
"Ciñendo mis palabras al uso de
la Escritura, en realidad tendría "Los tres evangelios concuerdan
qúe decir que no admito más que en decir que Cristo dio a todos
un sacramento, la palabra de la sus discípulos el sacramento en-
promesa, y tres signos sacramen- tero, es decir, las dos especies.
tales" (5). Mateo dice que Cristo no se
refirió al pan, "Comed todos de
3.1. La Cena él", sino al cáliz: "Bebed todos
de él"; lo mismo Marcos, y am-
Porque lo tiene bien meditado y bos aplicarían la nota de univer-
porque los teologastros le han inci- salidad del mandato no al pan
tado, Lutero promete hablar con sino al vino. En la cena el sacra-
toda claridad "ríanse o lloren los mento entero se entregó a todos,
papistas y todos los demás con no únicamente a los presb íteros;
ellos" (6): a cuatro cautividades ha por tanto, negar una de las espe-
sido sometida la santa Cena: cies a los fieles es proceder im-

(5) Ib.88.

(6) lb.

(7) Ib.93.

144 APROXIMACION A LA SACRAMENTOLOC!A LUTERANA


píamente contra el hecho mismo partimos" "Coma cada uno de
de la institución. Tomar el cáliz este pan" (9).
no -es un permiso sino un precep-
to: Bebed todos de él. Negar el Con ello, Lutero quiere desvane-
cáliz sería tanto como negar a cer los escrúpulos de conciencia que
los fieles una parte del bautismo derivan de las opiniones de los teó-
o de la penitencia. Por lo demás, logos. Por ello afirma que en la con-
sin todos los teólogos convienen troversia entonces en boga respecto
en afirmar la realidad sacramen- al modo de presencia de Cristo en
tal del pan y la realidad sacra- la eucaristía:
mental del vino, por qué negar el
signo? El signo externo en cuan- "Se puede pensar, opinar y creer
to tal es menor que la propia rea- una y otra cosa sin que se arries-
lidad. Afirma Pablo en 1 Cor 11 gue la salvación. Las palabras di-
que él transmite no sus invencio- vinas jamás podrán forzarse por
nes sino lo que del Señor ha reci- hombre ni ángeles sino que den-
bido; es decir que Pablo no puso tro de lo posible tienen que acep-
cautivo el sacramento como sí lo tarse y conservarse en su signifi-
hace el papa" (8). cación más sencilla; los evange-
listas escribieron con nitidez que
Una segunda cautividad a la que Cristo tomó y bendijo el pan;
está sometido el sacramento es la pan lo llaman los Hechos y pan
invención de la transubstanciación, lo llama Pablo; lo mismo ha de
Lutero afirma la que pudiéramos decirse del vino; éste nunca fue
llamar consubstanciación, es decir, transubstanciado. La transubs-
que la eucaristía supone y permite tanciación es una invención hu-
la subsistencia misma del pan y del mana que no tiene ningún respal-
vino juntament~ con el Cuerpo y la do escriturístico. Así como el
Sangre del Señor: fuego está en el hierro cuando
está en combustión, así Cristo
''Por lo que se refiere a la tran- glorioso está presente en cual-
substanciación, tenemos por quiera de las partes del pan"
nada las sofistas especulaciones (10).
con las que enseñan que el pan y
el vino dejan de existir y pierden
su sustancia natural, que solo La tercera cautividad del sacra-
permanece la forma y color, pero mento es, en el sentir de Lutero, la
no el pan verdadero. Y decimos más difundida y también la más
esto, porque concuerda mejor dañosa: consiste en entender la
con la Escritura el afirmar que misa como obra buena y como
también está presente y perma- sacrificio para ofrecerlo a Dios, de
nece el pan, así como lo dice el lo cual se derivan un sinnúmero de
mismo San Pablo "El pan que obras, dividendos, estipendios,
(81 lb.
(91 lb., Los Artículos de Schmalkalda.

1101 Cautividad Babilónica, 95.

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 145


cofradías, tarifas, sufragios, aniver- La cuarta cautividad consistió en
sarios, etc.: esconder y ocultar los signos exter-
nos del sacramento que, precisa-
"Todo se compra y se vende en mente, están hechos para ser vistos
la Iglesia, y de ello depende la y oídos. La cautividad obligó a pro-
subsistencia y manutención de nunciar en secreto las palabras de
curas y frailes. Se impone retor- la consagración:
nar al verdadero conocimiento
del sacramento, es decir, volver a "Deploramos que en fuerza de
la sola, pura y prístina institu- esta cautividad se esté procuran-
ción de Cristo, despojándolo de do con tanto ardor que la palabra
todas las añadiduras humanas de Cristo no llegue a oídos de
como vestidos, ornamentos, cán- ningún laico, como si se tratara
ticos, preces, órganos y velas. de algo tan sagrado que no lo
Sólo debemos estar atentos a las pueden escuchar los seglares. Es
palabras de Cristo, en virtud de un error que los sacerdotes se
las cuales instituyó el sacramen- reserven para sí las palabras de
to: Mt 26,26-28 y lCor 11,23" consagración; tomadas así, no
(11).
constituyen calidad de promesa.
Dios se relacionó y se sigue
Hay que eliminar la creencia de relacionando con el hombre
que la misa es un sacrificio para ser solo a base de la palabra de la
ofrecido por los cristianos a Dios, promesa; Dios quiere que crea-
concepto que se pretende confirmar mos en la verdad de su promesa;
por las palabras del canon de la nuestras obras no las necesita,
misa romana: "que aceptes y bendi- valen solo para nosotros mismos.
gas estos dones, estos sacrificios". La promesa y la fe son impres-
Todo esto contrasta con las pala- cindibles y simultáneas; sin la fe
bras de Cristo y con el Evangelio: resulta del todo inútil la prome-
sa; es por la fe por la que se
"Cristo no ofreció su testamento instituye y se cumple" (13).
en calidad de sacrificio y por eso
repugna concebir la misa como
sacrificio. No es posible recibir y y para Lutero, la misa es funda-
ofrecer al mismo tiempo. El pan mentalmente la promesa de Cristo
y el vino una vez consagrados ya de sentar a los cristianos en su rei-
no se ofrecen, sino que se reciben no; el acceso a la promesa acaece
como don de Dios: en fin, el por la fe; y la fe acaece por la audi-
sacerdote no ofrece la misa; ofre- ción de la palabra; cualquiera otra
ce solo oraciones por sí mismo y obra, oración o gesto sirven tan solo
por los demás" (12). para avivar la impiedad:

(11) Ib.9S.

(12) lb. 99.

(13) lb. 101.

146 APROXIMACION A LA SACRAMENTO LOGIA LUTERANA


"La misa es la más importante de "A pesar de que el bautismo de
las promesas y en ella se propo- los niños ha permanecido incon-
nen dos realidades: la palabra y taminado, no ha ocurrido lo mis-
el signo. La palabra es el testa- mo con el bautismo de los adul-
mento y el signo es el sacramen- tos; éste se ha visto desorientado
to; la palabra tiene más fuerza por los mismos pontífices que
que el signo y en consecuencia el afirman que existe una segunda
testamento es más que el sacra- tabla de salvación para el bauti-
mento; de hecho el hombre pue- zado, con lo cual desconocen la
de tener y usar sólo la palabra sin eficacia única y definitiva del
el signo o sacramento. Cree, dice sacramento del bautismo en el
San Agustín, y ya habrás comi- que se da el perdón de los peca-
do. De esta forma se puede obte- dos; quien peca, sólo por la fe
ner la misa todos los días y a vuelve a la gracia del bautismo
cualquiera hora ya que siempre (. . . ) Es un error considerar la
está a mi alcance proponerme las penitencia como segunda tabla
palabras de Cristo. En eso consis- de salvación, porque el pecado
te la verdadera manducación y ni rompe ni quiebra la tabla del
bebida espiritual" (14). bautismo: ésta no se descompo-
ne jamás y es la barca que condu-
ce a la salvación. Si alguien por
3.2. El Bautismo el pecado se arroja al mar, sólo
por la fe regresa a la barca que
Inicia Lutero el tratamiento de conduce a la salvación. El no
este sacramento alabando a Dios hacer referencia a la fe que nutre
porque al estar reservado a los a los sacramentos, es hacer cauti-
niños, ha resultado menos objeto de vo al sacramento: Si quieres sal-
la codicia, de la simonía, del tráfico varte tienes que empezar por la
que ha cautivado a los otros sacra- fe de los sacramentos" (16).
mentos:
La fe de los sacramentos a que
"Alabanza a Dios por haber con- se refiere Lutero es la fe en la pro-
servado este sacramento puro e mesa que, en el caso del sacramento
incontaminado de instituciones del bautismo, está formulada así:
humanas, lo cual se debe al desig- "Quien creyere y se bautizare, se
nio divino de aplicarlo a los salvará" (Mc 16,16).
niños, incapaces como son de
codicia y superstición" (15). El bautismo es el sacramento de
la libertad, de la verdadera libertad
La cautividad babilónica del bau- cristiana. Pero ha sido cautivada por
tismo ocurre en lo que al bautismo una serie de invenciones humanas,
de adultos se refiere: de constituciones, de leyes, de cláu-

(14) lb. 102.

(15) Ib.111.

(16) lb.

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 147


sulas, de ceremonias, de votos, 3.3. La Penitencia
cosas todas que concurren a sepul-
tar en el olvido al sacramento del Este tercer sacramento ha sido
bautismo y robar sin más la libertad también explotado por la codicia
cristiana bautismal: de los pastores. El principal mal
que lo aqueja es que le han destruí-
"Por el bautismo estamos total- do la promesa divina y la fe en esa
mente liberados. A los cristianos promesa. Para este momento a
no se les puede imponer leyes todos nos es claro que lo fundamen-
provenientes de hombres o de tal del sacramento para la teología
ángeles, a no ser en la medida en, de Lutero es la promesa divina y
que los mismos hombres lo de- la fe correspondiente a la promesa,
seen. Algunos desvergonzados se a lo cual se añade lo que él llama el
acogen a las palabras de Mateo signo externo o el rito en el que
16,16 "Lo que atares en la tie- promesa y fe se simbolizan.
rra. . . , etc. ", para probar que el
papa tiene potestad legislativa. Tratándose de la penitencia sa-
Cristo se refiere sólo a los peca- cramental, la palabra de la promesa
dos que han de retenerse y remi- habrá que leerla en los capítulos 16
tirse, pero la tiranía papal apagó y 18 de Mateo" "A quienes perdo-
la fe, oscureció los sacramentos, néis los pecados les quedan perdo-
oprimió el evangelio, impulsó y nados". Pero ahí mismo comienza
multiplicó sus infinitas leyes, la cautividad del sacramento:
bárbaras y sumamente indoctas
además de ímp ías y saarflegas. La tiranía ha ido hasta el extre-
Hay tantas preocupaciones, jerar- mo: la potestad de atar y desa-
quías, ceremonias y obras, de tar se alarga hasta el cielo, pero
modo que los cristianos llegan a sin decir nada de la fe, cuando
olvidar su bautismo. Los votos, fué precisamente de ésta de la
sean los que fueren, deberían que Cristo se ocupó. Cristo no
abolirse y evitarse, pues de esta instituyó imperios, ni potestades,
manera se gozaría la lfbertad tan ni dominacivnes, sino ministe-
religiosa y operante del bautis- rios" (18).
mo. Como el voto es una ley,
multiplicados los votos se sigue
necesariamente la multiplicación En la codicia y en el abuso que
de las obras, y multiplicadas las se hace del sacramento, la promesa
obras se extingue la fe, y la liber- y la fe han venido a ser sustituídas
tad del bautismo se reduce a por la contrición, la confesión y la
cautiverio" (17). satisfacción:

117) lb. 120.


118) lb. 127.

148 APROXIMACION A LA SACRAMENTOLOGIA LUTERANA


"Pero lo han hecho de tal forma cos a los que se va llegando por el
que se las han arreglado para diálogo de las más diversas y de las
estirpar lo bueno que puedan más respetables confesiones protes-
tener y apoyar en ellas el reina- tantes con la Iglesia Católica Roma-
do de sus apetitos y tiranías. La na.
contrición la envilecen presen-
tándola no como efecto de la fe No molesta ya, antes alegra com-
sino como mérito, cuando en probar que ante una práctica sacra-
verdad lo primero que hay que mental manipulada y explotada
suscitar es la fe y con la fe llega para intereses confesables o incon-
todo lo demás: la justificación es fesables, surgió un teólogo que
por la fe, no por el mérito de la apuntó directamente a la Palabra de
contrición. La confesión de los Dios y a la fe sin ribetes ni precio-
pecados es algo necesario y Dios sismos teológicos y que quiso bien
lo ha preceptuado según consta o mal purificar de todo cuanto
en Mateo capítulos 3 y 18 (... ) empaña la realidad sacramental. Un
La confesión secreta es útil y retorno a la palabra y a la fe es
digna de aprobación, pero repug- siempre el camino mejor para la
nante el hecho de que se haya reforma verdadera de la Iglesia.
sometido a la tiran ía de los pon-
tífices: por qué reservarse para sí Con respecto a la eucaristía cabe
algunos pecados? La satisfacción preguntarse si es o no una válida
sometida a las indulgencias, la intuición luterana que los signos
han presentado de tal forma que sacramentales deben conservarse y
el pueblo jamás podrá llegar a la permanecer en su integridad como
recta comprensión, es decir a en- camino único para el acceso del
tenderla como la renovación de cristiano a realidades que le sobre-
la vida. Además cortan la fe en pasan en el plano sensorial y experi-
Cristo haciendo creer que por mental. En base a esa muy válida
medio de obras se puede satisfa- intuición, Lutero no puede expli-
cer ante Dios por los pecados, carse que el signo de la palabra que
cuando en verdad a Dios solo se es parte muy esencial del sacramen-
le puede satisfacer por la fe del to se oculte, se esconda, se pronun-
corazón contrito" (19). cie en secreto; como tampoco en-
tiende que el signo del cáliz euca-
rístico pase a ser privativo de los
3.4. Logros e intuiciones clérigos, o como ocurre en la Iglesia
postconciliar, una graciosa conce-
Muchas son las afirmaciones de sión a los fieles y no un legítimo
Lutero que, inaceptables en su épo- derecho de los cristianos. El proble-
ca más por la virulencia de la contro- ma de las intenciones, de los esti-
versia antes que por la falta de pendios, de las categorías de cele-
razón, pueden y deben ser recupe- braciones, de la propiedad privada
radas por la Iglesia de hoy en esa de la misa para intenciones del todo
dinámica de los acuerdos ecuméni- individuales que pueden ir desde la

(19) lb. 129.

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 149


conmemoración de un difunto has- penitencia sacramental es precisa-
ta la amenización de un cumplea- mente para reintegrarse en la vida
ños, son asuntos que todo pastor bautismal no para excogitar un
siente como gravosos y necesitados camino diferente ni una "segunda"
de una purificación y de reales solu- tabla de salvación por el naufragio
ciones. de la primera. Además, el carácter
jurídico de la confesión que con-
Con respecto al bautismo, están lleva entonces a una necesaria decla-
ahí como sustitutivos, sucedáneos y ración integral de todos y de cada
reemplazos mil leyes y fórmulas, uno de los pecados es y ha sido
mil devociones y prácticas que ter- fuente de abusos, por una parte, y
minan por ahogar los votos vitales de abandono del sacramento, por
del bautismo, relegándolos cierta- otra. Ni qué decir tiene que la peni-
mente en el olvido. En la explica- tencia impuesta por los pecados y
ción de la pesada clericalización de que hoy se cumple después de la
la Iglesia y del lamentable infantilis- absolución ( !) ha degenerado en
mo del laicado católico habrá que unas cuantas prácticas de poco re-
hallar la subrevaloración del sacra- lieve que poco o nada tienen que
mento del orden radicalmente por ver con la auténtica penitencia
encima del gran sacramento del que es "metanoia" o genuina con-
bautismo cristiano (20). No siempre versión.
está claro, además, para los religio-
sos que los votos y la vida religiosa
se estructuran sobre el santo bautis- 3.5. Puntos controvertibles
mo y tienen como única finalidad,
en la teología del Vaticano 11, la ra- La lectura católica de la Escritura
dicalidad de la vida y de los com- y la concepción católica de la fe
promisos bautismales. Hay quienes han procurado no maximalizar los
continúan celebrando con grandes elementos sobrenaturales y de gra-
despliegues de todo género su orde- cia a costa de la minimalización de
nación, sus votos, sus jubileos de los elementos antropológicos, ecle-
vida religosa, sin parecido celo por siales, normales de la vida (21).
su consagración, compromisos y Choca la doctrina luterana del
vida bautismal. constitutivo del sacramento no sólo
con la doctrina de la Iglesia de ayer,
En lo que se refiere al sacramen- sino también con los grandes esfuer-
to de la penitencia que acusa hoy zos contemporáneos por el rescate
una general subestimación en la de la base antropológica de los sa-
conciencia cristiana, Martín Lutero cramentos que permita afirmar
intuye que ha sido desconectado que el sacramento es promesa de
del bautismo, cuando en verdad la Cristo pero es también realización

(20) Cfr. PARRA, A. La Eclesiología de Comuni6n en Puebla, en Análisis de Puebla, Universidad


Javeriana, Bogotá 1979,49 ss.

(21) Cfr. PARRA, A., Hermenéutica Protestante, en Fe e Interpretación de la fe, Universidad Jave·
riana, Bogotá 1978.

150 APROXIMACION A LA SACRAMENTO LOGIA LUTERANA


del hombre, que es promesa escato- en la forma luterana de consustan-
lógica pero también realidad pre- cialidad con el pan y con el vino,
sente,. que es fundamentalmente como tampoco se asegura plena-
religioso pero con hondas implica- mente en las versiones moderniza-
ciones en el orden social, que es das protestantes de la transfigura-
individual pero también colectivo. ción y de la transfinalización.
Este mismo quiebre en la doctri-
na luterana de la gracia y del sacra-
mento vuelve a observarse en su T.V. LA NO SACRAMENTALI-
doctrina sobre el sacramento de la DAD DE "CIERTOS RITOS
penitencia, que no es un avasalla- DE INSTITUCION ECLESIAS-
miento total del hombre por parte TICA"
de Dios sin que haya cabida para la
libre y necesaria cooperación que El criterio básico para el recono-
incluye ciertamente el recuerdo y cimiento de los sacramentos de la
dolor de los propios pecados y el Iglesia es para Lutero la Sagrada Es-
propósito vigilante y operacional de critura. A partir de ella y sólo en
enmendar la vida. base a ella puede discernirse la
autenticidad de un sacramento: a
Además, no se tiene siempre la través de una hermenéutica que
impresión de que Lutero se aparte halle explícitas tanto las palabras de
del nexo que la misma Escritura la promesa divina de gracia propia
establece entre la eucaristía y el del sacramento como el signo eficaz
sacrificio redentor de Cristo cum- externo al que haya sido ligada la
plido una vez para siempre, del promesa de gracia .. Si no encuentra
cual la eucaristía es memorial y en la Escritura textos que funda-
actualización. La crítica luterana se menten la institución del sacramen-
endereza a la concepción de la misa to, Lutero afirmará que se trata de
como obra buena y sacrificio que el simples ritos de invención humana
hombre ofrece a Dios con lo que "para provecho de la curia romana"
fácilmente tranquiliza su concien- o cuanto menos de simple institu-
cia, en tanto que la aplica por sí y ción eclesiástica.
por otros, la compra y la vende, la
objetiviza y la manipula. Pero pese
a todo ello, habrá que decir que en 4.1. La confirmación
la eucaristía el hombre no sólo es
pasivo espectador sino activo agente La pregunta fundamental es por
sacramental y que ahí fundamental- el gesto de imposición de manos,
mente aunque no exclusivamente, signo externo que la curia romana
el pueblo santo de Dios ejerce su ha valorado como sacramento pero
sacerdocio común, tan caro por los sin que haya promesa de gracia refe-
demás al corazón de Lutero. rida explícitamente a este signo. La
escritura muestra la frecuencia de
Por último, el realismo de la pre- las imposiciones de manos tanto en
sencia sustancial y real de Cristo en el ministerio de Jesús como en la
la eucaristía no se ve cómo pueda vida y costumbres de las primeras
_quedar suficientemente asegurado comunidades cristianas (Mc 10,16;

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 151


Hech 8,16), sin que para nadie ese. Por lo demás, Lutero cuestiona
gesto fuera un sacramento. la práctica de impedimentos al ma-
trimonio por afinidad, parentesco
Se demuestra, pues, que sólo la espiritual y consanguinidad: estos
mala interpretación de la Escritura deberían ser adaptados al espíritu
es la que ha dado origen al rango de la Sagrada Escritura o absoluta-
sacramental de la confirmación que mente desaparecer. La impotencia,
no viene a ser sino un rito de pura la ignorancia y el voto de castidad
invención humana, carente de la son impedimentos que merecen una
promesa de la palabra divina en detenida consideración del reforma-
virtud de la cual se pueda ejercitar dor que, como era de esperar, apro-
la fe. vecha la coyuntura sacramental
para negar una vez más todo poder
institucional papista para disolver
4.2. El matrimonio matrimonios por la promesa de uno
de los cónyuges de ingresar en reli-
Con la misma lógica se niega tam- gión, así como el poder de obstacu-
bién la sacramentalidad del matri- lizar matrimonios por impedimen-
monio, pues tampoco consta en la tos y defectos de pura y llana inven-
Escritura la promesa divina de gra- ción romana.
cia sobre la cual recaiga la fe, ni
hay determinación alguna acerca 4.3. El orden
del signo externo al que se ligue la
promesa.
Por carecer igualmente de la pro-
La exégesis que la Iglesia ha mesa de gracia, el orden de los pa-
hecho de Ef 5,31-32 es, para Lute- pistas no es sacramento. El argu-
ro, equivocada, puesto que allí no mento que funda la institución
se trata del sacramento del matri- sacramental del orden en las pala-
monio sino del misterio de unión de bras de Jesús en la Ultima Cena,
Cristo con la Iglesia, misterio que "Haced esto en memoria mía" no
sólo pálida y analógicamente se puede probar lo que la Iglesia Cató-
vislumbra en el matrimonio del cual lica pretende:
ese texto como ninguno otro afirma
la sacramentalidad: "Cristo no prometió ninguna
cosa, sólo manda que se haga en
"Analizando el sentido de las pa- conmemoración suya. El orden
labras, se evidencia que "sacra- es un rito eclesiástico como mu-
mento" es palabra latina; en grie- chos otros; además la Iglesia no
go es "misterio". Todo cambiaría tiene poder para establecer una
si se hubiera leído la palabra co- nueva promesa de gracia" (23).
mo es en griego; pero se aprove-
charon de este giro para entender Lutero aquí como en casi todos
el matrimonio como sacramento sus escritos aboga por el reconoci-
en un sentido literal (22). miento de que el bautismo consagra
(221 LUTERO, Cautividad Babilónica, 134.
(231 lb. 143.

152 APROXIMACION A LA SACRAMENTOLOr,HA LUTERANA


sacerdotes en igual grado que aque- tiago 5,14-15 como respaldo y de-
llos otros que han sido llamados al mostración de la institución del
ministerio. Este sería el sólo y úni- sacramento: institución y sacramen-
co camino para una fraternidad e talidad de un sacramento es compe-
igualdad cristianas. tencia exclusiva de Cristo; ni San-
tiago ni el papa tienen derecho algu-
Con base en esa plena igualdad no a instituir sacramentos; esto sin
sacerdotal, Lutero se aparta de la decir que el texto de Santiago
doctrina tradicional del carácter en preceptúa la oración de los presbí-
el que no adivina sino una inven- teros por los enfermos, en tanto
ción clerical para distanciar al clé- que la extrema unción extrañamen-
rigo del laico y para ofrecer títulos te la reservan a los moribundos; la
suficientes para la dominación des- promesa de Santiago está ordenada
pótica de los laicos por los sacer- a la curación del enfermo, en tanto
dotes. que por la extrema unción nadie o
muy pocos se curan y entonces no
Negado también el carácter, Lu- directamente por efecto de la un-
tero sienta su comprensión propia ción sino por efecto natural o de
de lo que hoy conocemos como la alguna medicina.
reducción del clérigo al estado lai-
cal: El mismo Apostól Santiago no
atribuye la curación y el perdón
"El sacerdocio no es más que de los pecados a la unción sino a la
un ministerio como lo afirma oración de los presbíteros, a la
san Pablo en 2Cor 4,1: "Por esto oración de la fe; en el sacramento
misericordiosamente investidos romano, en cambio, ni la oración
de este ministerio, no desfallece- ni la fe del ministro se hacen nece-
mos. Que los hombres nos vean sarias, puesto que la Iglesia de
como ministros de Cristo y dis- Roma enseña impíamente que los
pensadores de los misterios de signos sacramentales actúan "ex
Dios". Porque no puede ser mi- opere operato".
nistro el que no predica la Pala-
bra para lo cual ha sido designa- Finalmente, si para Santiago la
do por la Iglesia,Quien se dedica oración y unción por el enfermo
a recitar horas canónicas y a cele- posibilitan su curación, la práctica
brar misas es papista pero no cris- romana de "aceitar" a los moribun-
tiano " (24). dos es una clara negación de la fe en
su propio rito y una vacuidad total
de su práctica.
4.4. La extrema unción

La primera crítica luterana a este 4.5. Visión de conjunto


sacramento es a su misma denomi-
nación, y la segunda es a quienes La exclusión de la confirmación,
pretenden esgrimir el texto de San- matrimonio, orden y unción del

(24) lb. 14"7.

LUIS AMADO VANEGAS, e.J.M. 153


sistema sacramental por falta de recurrir, como fue la práctica gene-
pruebas de Escritura, colocan a ral de la Iglesia en tiempos de
Lutero muy en contra de la tradi- Lutero y en siglos posteriores, a
ción de la Iglesia que desde muy fundamentar con textos de la Escri-
temprano expresó su fe a través de tura todas y cada una de las prácti-
los siete sacramentos y experimen- cas de la Iglesia, todas y cada una
tó en ellos la presencia y la acción de sus instituciones, todas y cada
de su Señor. una de sus costumbres y declaracio-
nes históricas (26).
El transfondo de todo el problema
sacramental luterano reside, como La reforma sacramental luterana
es evidente, en su célebre principio infortunadamente no se limitó a la
"sola Escritura". Sin que haya para crítica necesaria y a la corrección
qué soslayar el valor normativo de de múltiples y escandalosos proce-
la Escritura para la Iglesia, resulta deres subrepticiamente introduci-
claro que la Escritura del Nuevo dos en la praxis sacramental de la
Testamento es un libro de la Iglesia, Iglesia. Llegó hasta la negación ra-
en el que se recoge y se expresa la dical de cuatro sacramentos.
tradición de la Iglesia. No es por
ello conducente aducir textos de la
Escritura para establecer cuál fue la Corresponde a la Iglesia Católica
de hoy y de siempre vigilar y extir-
experiencia y la tradición de la
Iglesia, sino aducir la experiencia par de su vida sacramental todo
y la tradición de la Iglesia para esta- abuso, exageración, mecanicismo,
mercantilismo, legalismo, todo ca-
blecer el sentido y el contenido de pricho voluntarista. La crítica lute-
la Escritura misma. En célebre tex- rana por dura y descomedida que
to el Concilio Vaticano 11 relacio- se piense, y así por lo general toda
nando íntimamente la Escritura con instancia de crítica intra-eclesial o
la tradición de la Iglesia ha declara- del exterior mismo de la Iglesia,
do que "La Iglesia no deriva sólo de más que ser combatida y rechazada
la Sagrada Escritura la certeza de con vehemencia debería constituír
todas las verdades reveladas. Por eso espejo en que la Iglesia contemple
se han de recibir y venerar ambas su propio rostro y punto de partida
(Escritura y Tradición) con un mis- para su contínua penitencia y reno-
mo espíritu de piedad" (25). vación.

Sólo en éste último contexto Corresponde a las Iglesias salidas


se hace posible establecer la institu- de la reforma luterana reexaminar
ción de los siete sacramentos por sus posiciones y sus propios princi-
Cristo Señor sin que haya que pios de interpretación sacramental:

(25) Vaticano 11, Del Verbum, 9.


(26) Cfr. PARRA A., L. instituci6n Crrstice de 101 SltcnlmentOl, '8n Sacramentos de la Fe, Universi-
dad Jeverlana, Bogotá 1979, 102 ss.

154 APROXIMACION A LA SACRAMENTOLOGIA LUTERANA


su maximalización desmedida de la Católicos y Protestantes tenemos
Escritura interpretada por sí misma, que alegrarnos de los significativos
y su minimalización aguda del mis- acuerdos logrados con paciencia en
terio de la Iglesia unida misericor- la teología sacramental por la Igle-
diosamente al misterio mismo de sia Católica y las más representati-
Cristo. vas confesiones protestantes.

LUIS AMADO VANEGAS, C.J.M. 155

Potrebbero piacerti anche